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LEY 26.331: HERRAMIENTAS PARA LA ZONIFICACIÓN EN ÁREAS DE INTERFASE EN PATAGONIA Brigitte Van den Heede1 1 Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro. C. de Correo 14, 9200, Esquel, Chubut. bvandenheede@ciefap.org.ar En Patagonia Andina aproximadamente el 3% de los bosques nativos se encuentran dentro de ejidos Municipales. Estas áreas denominadas de interfase, bosque-ciudad, se asocian generalmente a sitios geológicamente frágiles o vulnerables. En ellos, la pérdida de cobertura arbórea por la ampliación de las áreas de uso urbano intensivo, exhibe potenciales peligros naturales y una marcada fragilidad frente a eventuales acciones antrópicas. Un manejo poco efectivo de la misma podría resultar en una generalizada degradación del paisaje, suelos y agua, además de ocupación de áreas riesgosas. Los diferentes intereses en relación a la ocupación y uso de los espacios con bosques nativos generan conflictos sobre la vocación del suelo. El principal objetivo de este trabajo es brindar herramientas a las autoridades de aplicación de la Ley 26.331 sobre la zonificación de los bosques en áreas de interfase, que permitan la toma de decisiones en cuanto a la planificación y el ordenamiento territorial, basándose en la generación de información con un enfoque interdisciplinario, cuyo resultado final facilita la detección de las áreas boscosas vulnerables frente a las amenazas naturales y de la acción antrópica. Palabras clave: Patagonia, zonificación de bosques nativos, áreas de interfase. Summary In Andean Patagonia approximately 3% of the forests are within municipal areas. These so-called interface areas are usually associated with geologically fragile sites. Within these areas, the loss of tree cover caused by urban expansion produces a fragile environment, vulnerable to anthropogenic actions and/or potential natural hazards. Ineffective management of such sites could result in widespread landscape, soil and water degradation, as well as human occupation of risky areas. The different interests in relation to the occupation and use of sites within natural forests generate land use conflicts. The main objective of this work is to provide enforcement authorities of the 26.331 law, with native forest zoning tools, applicable to interface areas. Decision making in such areas, concerning land use planning, is based on the generation of information with an interdisciplinary approach. The final result is the detection of wooded areas vulnerable to natural hazards and human action. Key words: Patagonia, native forest zoning, interface areas. 1. Antecedentes En Patagonia Andina aproximadamente 200.000 ha de bosques nativos se encuentran dentro de ejidos Municipales, lo que representa el 2,7 % de la superficie con bosque posible de ser utilizada con fines urbanos o sometidos a un mayor efecto de antropización. Estas áreas denominadas de interfase - bosque-ciudad-, se asocian en ésta región generalmente a sitios geológicamente frágiles o vulnerables. La pérdida de cobertura arbórea por la ampliación de las áreas de uso urbano intensivo, exhibe potenciales peligros naturales y una marcada fragilidad frente a eventuales acciones antrópicas. Un manejo poco efectivo de las mismas podría resultar en una generalizada degradación del paisaje, suelos y agua, además de ocupación de áreas riesgosas. Uno de los principales desafíos de aplicación de la Ley de Bosques Nativos 26.331 en Patagonia no se encuentra en frenar los desmontes para la habilitación de tierras de cultivo, como sucede en otras regiones de nuestro país, sino por el avance de emprendimientos de relevancia turístico-inmobiliarios en áreas con bosques nativos que podrían ser considerados como de protección y/o uso sustentable. Desde la promulgación de la Ley 26.331, al menos diez ciudades patagónicas se han enfrentado a la evaluación de emprendimientos turísticos-inmobiliarios en áreas con bosque nativo asociadas a zonas de riesgo. Entre las principales encontramos a Villa la Angostura y San Martín de los Andes en la provincia del Neuquén; Bariloche y El Bolsón en Río Negro, Lago Puelo, Cholila y El Maitén en Chubut; Calafate y Chaltén en Santa Cruz; y Tolhuin y Ushuaia en Tierra del Fuego. Sin dudas desarrollos turísticos-inmobiliarios como los centros y pistas de ski, villas turísticas, hoteles, countries, son de importancia para las economías locales y complementan las ofertas estivales del destino. Sin embargo, nuevas propuestas de desarrollo han generado intensos debates sociales en torno a la degradación del medio ambiente, principalmente de los bosques nativos, asociando las restricciones de ampliación o nuevos emprendimientos a las impuestas por la zonificación de cada jurisdicción en el marco de Ley 26.331(Río Negro 2013, Santa Cruz 2012, Neuquén 2013). Resulta relevante lograr un equilibrio entre la sostenibilidad económica (utilidad y rentabilidad) y la ecológica (salvaguarda cuantitativa y cualitativa de los valores naturales y paisajísticos), respetando las normas legales que garantizan el interés general. También es necesario facilitar el debate entre los diferentes actores sociales, considerando los criterios mínimos a tener en cuenta para su desarrollo, ya que la mayoría de éstas propuestas han llevado a una discusión social polarizada, viendo a éste tipo de emprendimientos como amenaza para aquellos más ambientalistas o como oportunidad (beneficios sociales y económicos), para determinados sectores de la sociedad, tales como las cámaras de turismo, empresas constructoras e inmobiliarias. La Ley 26.331 ha instalado la discusión del uso de la tierra más allá de la superficie ocupada por bosques, poniendo al descubierto la necesidad de una zonificación territorial en todos sus aspectos. La presión que la sociedad ejerce a las autoridades locales de aplicación -ALA-de la Ley y a las empresas o inversores, se incrementa, a la vez que se genera descreimiento sobre las capacidades de los organismos de fiscalización y control, por lo tanto, es necesario generar criterios mínimos como herramientas de zonificación y configurar estrategias de desarrollo que permitan sostener el crecimiento sin descuidar la sustentabilidad ambiental en áreas de interfase. 2. Objetivos - Brindar herramientas de base interdisciplinaria a las autoridades de aplicación de la Ley 26.331 para la zonificación de los bosques en áreas de interfase. 3. Metodología En el cuadro 1 se muestra la secuencia metodológica para la zonificación en áreas de interfase en la zona andino patagónica, la cual fue adaptada de estudios en regiones montañsas de Latinoamérica (Mora et al., 2002) y de los Alpes suizos (Wullschleger 1982, BUWAL 1996). Conformación Grupo Interdisciplinario bajo una Coordinación General -Generación Información temática -Integración de la información en plataforma SIG Valoración entre variables de Componentes Interpretación de la Zonificación Recomendaciones y pautas de manejo y gestión para Z1, Z2 y Z3. Cuadro 1. Secuencia metodológica para la zonificación en un área de interfase. 3.1. Abordaje y conformación del equipo interdisciplinario Para la zonificación en áreas de interfase no es suficiente con la clasificación tradicional de los bosques. Se deben conformar equipos multidisciplinarios de acuerdo a las particularidades de cada estudio, que permitan un análisis integral de las variables y coberturas de información necesarias para analizar el territorio. Se deben considerar criterios que superan los establecidos para la conservación de los bosques per-sé, generando herramientas técnicas que permitan a la ALA, compatibilizar la conservación de los recursos ambientales, con la realización de las diferentes actividades antrópicas. Bajo éste análisis el factor humano se encuentra en su máxima expresión (homo-centrismo), donde se adiciona la información social (usos históricos, intereses, visiones sociales del territorio) a la información ambiental. Bajo este enfoque la propuesta final de zonificación contribuye a identificar áreas prioritarias para la conservación, recuperación o restauración, preservar el ambiente y evitar daños y peligros futuros, en plena correspondencia con la Ley 26.331 en sus Art. 1° y 3°. El equipo necesario para llevar adelante un estudio de estas características se compone por profesionales de diferentes disciplinas que conjugadas permiten un abordaje integral, siendo una conformación “tipo”: -Coordinación General: preferentemente Ingeniero Forestal con especialidad en gestión y planificación territorial, debe poseer capacidades de liderazgo y experiencia en vinculación interinstitucional. -Componente conservación flora y fauna: compuesto por un coordinador general y referentes temáticos. Deberán ser biólogos o forestales especialistas en conservación con su equipo acompañante- especialistas en fauna, flora y experiencia en indicadores de conservación-. -Componente Geología: Geólogos con especialidad en riesgo y peligros ambientales, con experiencia en identificación de sitios con peligrosidad geológica asociada a inestabilidad de pendientes, sismicidad y volcanismos. -Componente Social: Sociólogos y/o Antropólogos especialistas en estudios que integran la visión geográfica, ecológica, geomorfológica y social del espacio. Conflictos de uso y mediación. -Cartografía y SIG: debe ser un profesional con experiencia en Geomática. 3.2. Determinación de Componentes para la Zonificación La metodología desarrollada utiliza tres componentes temáticos de análisis: Geológico, Flora y fauna asociada y Aspectos Sociales, los cuales se disgregan en variables específicas. La componente geológica se basa en la identificación de áreas críticas, que son la resultante de una evaluación de los mayores factores de peligrosidad geológica que pueden actuar e impactar, en un plazo indefinido, en la zona de estudio y en el entorno más cercano del área de análisis. La componente de flora y fauna asociada determina las áreas de conservación, basándose en el análisis de los ambientes relevados, utilizando diferentes parámetros como riqueza florística y faunística, presencia de especies indicadoras, raras o en peligro, importancia relativa de los problemas actuales de conservación y de las posibles amenazas antrópicas y naturales. La componente Aspectos Sociales analiza la información en su conjunto, relacionándola a la generación de problemas ambientales y sus consecuencias para la población. Las variables principales que se relevan para cada componente (C) son; CI-Geológica: análisis de los fenómenos naturales (erosión, anegamiento y remoción en masa), geología, hidrología, sismicidad y volcanismos. CII-Vegetación y fauna asociada: estado y distribución de la cobertura vegetal; fenómenos antrópicos (pastoreo, tala, incendios, presencia de especies exóticas, infraestructura). Especies indicadoras o críticas de flora (arbórea, arbustiva, herbácea) y fauna, endémica y nativa. CIII-Aspectos sociales: percepción social del territorio, caracterización de actores e intereses, intervención humana en el área, actividades socio-económicas, usos tradicionales-históricos, demografía, fraccionamiento de la tierra. 3.3. Generación e integración de la Información temática En la generación de información temática resulta relevante definir la escala de análisis general del espacio, integrando en el enfoque, las visiones particulares de los datos sobre fenómenos naturales ocurridos en el pasado y la información extraída de los mapas topográficos, geológicos, geomorfológicos, de vegetación y de uso de la tierra, imágenes satelitales, estratificación y distribución espacial de los diferentes tipos de vegetación, la definición de cotas, y unidades de pendientes y peligrosidad, que conforman además la base espacial para el análisis social de uso del territorio. La escala de observación y geográfica de las variables se encuentran descriptas en los estudios particulares (Lencinas 2005, Van den Heede et al. 2008 y Van den Heede et al. 2012). Conceptualmente se utilizan datos satelitales y modelos digitales de elevación de alta resolución espacial, integrados en plataforma SIG. Las variables se relevan en diferentes escalas de observación a fin de obtener una base sólida de interpretación temática. Se consensua previamente la escala geográfica para el análisis integrado final. Del relevamiento de todas las variables de los componentes, se conforman las respectivas líneas temáticas base, quedando como soporte para un futuro monitoreo. 3.4. Valoración de las variables entre los Componentes Para la valoración se adaptó una metodología desarrollada por Wullschleger (1982) Tabla 1-. Componente I (CI) Componente II (CII) Componente III GEOLOGÍA Áreas Críticas Geomorfológicas Variables CI: Potencial de Erosión, Remoción en masa, Anegamiento, sismicidad y volcanismos, pendiente. Resultante: (CIII) VEGETACIÓN y FAUNA ASOCIADA* + ASPECTOS SOCIALES + Variables CII: Conservación por clase de vegetación: Bosques, matorrales, pastizal, mallines. Fauna asociada Variables CIII: Usos y conflicto de intereses = AREAS CRÍTICAS Geológicas y de conservación 3 es el valor de mayor peligro/impacto 9 es el valor de menor peligro/impacto Tabla 1- Esquema de valoración. Cada una de las variables de los componentes (geológico, vegetación y fauna asociada, y social) se evalúan separadamente empleando una escala numérica según grados de impacto, siendo 3 el valor con mayor peligro/impacto y 9 el valor de menor peligro/impacto. A continuación se describe un ejemplo del análisis de la variable “clase de vegetación” de la componente CII, la cual se subdivide en cinco clases: - 1: Incendio reciente, matorral post-fuego, - 2: bosque bajo degradado, matorral alto, uso urbano, - 3: estepa herbácea, matorral de altura, - 4: bosque alto degradado (por fuego, ganado, urbanización), - 5: bosque en buen estado de conservación. Siendo 1 la clase con menor cobertura del suelo y 5 aquella con mayor cobertura arbórea y arbustiva. Cada una de estas clases se contrapone a la numeración de acuerdo a la susceptibilidad del suelo a erosionarse, anegarse o a una remoción en masa, variables que corresponden a la componente CI (Tabla 2). De esta forma, el valor 3 representa el mayor peligro y 9 el menor. CLASE de REMOCIÓN en MASA EROSIÓN ÁREAS CRÍTICAS COBERTURA ANEGAMIENTO (suma de valoración numérica) VEGETACIÓN 1 1 2 2 3 2 4 2 2 3 7 5 3 3 3 9 + 2 2 2 4 1 + 3 2 = 7 6 Tabla 2. Esquema de valoración entre variables de componente CI y CII. Ejemplo de clase vegetación de CII y sus potenciales de peligrosidad geológica CI (1= mayor peligro, 3= menor peligro). Las áreas cuya superposición de información geológica, ambiental y social, que denoten coincidencias de fragilidad, se clasifican finalmente como áreas vulnerables frente a las amenazas naturales y la acción antrópica. 3.5. Interpretación de datos y propuesta de Zonificación La zonificación se define por la valoración y superposición espacial de los componentes, y bajo interpretación multidisciplinar. La unión de las áreas críticas geológicas, de conservación y bajo presión social de uso son denominadas áreas de alto riesgo, representados en la cartografía en color rojo; las áreas de riesgo moderado en amarillo y en color verde, aquellas que presentan mayor aptitud para la urbanización. El mapa final permite delimitar las áreas no aptas para el establecimiento de población por su peligrosidad geológica y aquellas que por la característica permanente de sus bosques, deberían permanecer bajo protección estricta, ya que cumplen una importante función de contención del suelo, control de la erosión y de conservación de la biodiversidad. A continuación se presenta una descripción de cada Zona: Zonas prioritarias de conservación del ecosistema y áreas críticas geológicas (ROJO: MAXIMA PROTECCION / RESTRICCIÓN DE USO-para minimizar riesgos): Corresponden a bosques permanentes y de protección por mantener los procesos ecológicos naturales, preservar valores naturales destacables. Por su buena calidad e integridad ambiental o por su fragilidad ecológica o estructural merecen un mayor grado de protección y estrategias especiales de manejo. A los bosques naturales y su fauna asociada se le suman las áreas que fueran identificadas como críticas de peligrosidad geológica y los cañadones y sectores con fuertes pendientes altamente expuestos a anegamiento, erosión y remoción en masa. No deben transformarse, ni aprobarse desmontes o fraccionamientos sin las debidas y fundadas justificaciones de utilidad pública y/o social, y en ese caso, tomando los recaudos que correspondan para asegurar niveles de riesgo aceptables. Zonas de mediano valor de conservación y áreas de peligrosidad geológica media (AMARILLO: PROTECCION y RESTRICCIÓN MEDIA): Corresponden a zonas de peligrosidad geológica media. Áreas de cañadones y abanicos aluviales. Los fenómenos geológicos de ocurrencia más probable son la erosión fluvial, y la inestabilidad de pendientes, aunque exista un desarrollo vegetal en forma de mosaico -bosque abierto, matorrales o pastizales-, alcanza para mantener cierta estabilidad, acorde a la pendiente. Zonas de bajo valor de conservación y peligrosidad geológica (VERDE: BAJA PROTECCION y BAJA RESTRICCIÓN) Corresponden a zonas de bajo valor de conservación y baja peligrosidad geológica. 4. Resultados y Discusión La metodología de zonificación descripta, requiere de un abordaje integral de un equipo interdisciplinario y con experiencia en la generación de líneas de base y análisis biogeográfico, sin embargo es fácilmente replicable y adaptable a diversos sitios de montaña. Las áreas seleccionadas como rojo, amarillo y verde son congruentes con las categorías previstas en Ley de Bosques 26.331. La escala de trabajo es un factor determinante, así como la unidad de análisis. La zonificación por unidades de paisaje es una herramienta de mayor utilidad para la toma de decisiones o gestión, ya que a escalas de observación de alto detalle, el mapa de áreas críticas se transforma en un mosaico de micro-sitios. La escala geográfica integrada 1:45.000 ha resultado aceptable como herramientas para la toma de decisión, permitiendo detección de las áreas boscosas vulnerables y facilitando el establecimiento de pautas y recomendaciones de uso y manejo. Si bien se pueden generar pautas y recomendaciones para la zonificación en áreas de interfase, las mismas poseen un carácter general, debido a que cada área posee características particulares dentro de las tres componentes discriminadas CI, CII y CIII. Resulta imprescindible avanzar en Planes de Ordenamiento Territorial de los ejidos Municipales mediante los cuales se orienten la ocupación y utilización del territorio, incluyendo estrategias de gestión. Fundamentalmente teniendo en cuenta que el grado de peligrosidad natural que se pueda identificar, puede verse modificado por causa de los proyectos futuros, de acuerdo a las características de las obras que se planteen realizar, así como de la manera en que se intervenga sobre otros factores como drenaje, cortes de pendientes, eliminación de la cobertura de vegetación y edáfica, cargas aplicadas o la generación de vibraciones, entre otros. 4.1 Conclusiones y Recomendaciones Este tipo de evaluación del territorio apunta a proveer de herramientas para la toma de decisiones a las autoridades provinciales y municipales frente a las múltiples demandas del recurso “bosque”, proporcionando mediante variables objetivas un diagnóstico actualizado sobre el estado ambiental de las áreas de interfase. Su caracterización y zonificación, permite generar normativas para administrar y orientar estrategias de intervención que determinen el uso del suelo, pautas generales para el desarrollo urbano, aptitud y sustentabilidad de las actividades socioeconómicas y restricciones debido a las amenazas naturales, alertar sobre posibles accidentes como producto de nuevos loteos, prevenir y preservar la salud y los bienes materiales de los habitantes. Por la fragilidad de estos ambientes y por el alto carácter estratégico de mediano y largo plazo de los bosques de las áreas de interfase, resulta relevante tomar medidas para asegurar sus funciones ecosistémicas, ya que de no tomarse implicarían a futuro la imposibilidad de su recuperación o en su defecto altas inversiones para su restauración o sustitución. Para ello, es necesario poner en un mismo plano objetivo las diferentes visiones que se tiene de las funciones del bosque, otorgándole al aspecto social un rol determinante en relación a la propuesta de uso del suelo, siendo que estos sitios son elegidos por sus características ambientales y su entorno visual. Es fundamental para la toma de decisiones, la conformación de espacios de gestión y concertación a través de la consolidación de grupos de gestión político-técnico que trabaje en implementar medidas específicas dentro de un marco integral de zonificación. Los Consejos Consultivos generados a partir de la ley de bosques podrían ser claros ejemplos de ello. En función de las experiencias de zonificación realizadas hasta la fecha en Patagonia se pueden realizar recomendaciones generales para las propuestas de desarrollo de infraestructura turística en áreas de interfase; - Realizar estudios de aptitud ambiental y de peligrosidad natural del terreno a escala adecuada para aplicarlos a la aprobación de edificaciones, obras de infraestructura y gestión general de lotes, considerando las características naturales y socioeconómicas de cada ámbito. Deberían adaptarse a las características propias de la matriz boscosa natural, considerando un tamaño adecuado de las parcelas que evite la pérdida de la fisonomía original de los bosques, el reemplazo o sustitución por especies exóticas y la ocurrencia de incendios. - La ocupación y urbanización, debería considerar las limitaciones que imponen las características geológicas y ambientales de los terrenos, considerando: evitar la ocupación de sitios ubicados sobre cañadones o cursos de agua, disminuir al mínimo la posibilidad de erosión hídrica, gestionar con buenas prácticas las aguas residuales y efluentes domiciliarios, gestión adecuada de los taludes y de los cortes de taludes ya sea para abrir calles o para implantar infraestructura o generar espacio durante la construcción, establecer distancias de seguridad para las viviendas respecto de: - afloramientos rocosos que puedan originar caídas de bloques. - proximidad a cortes o pendientes abruptas con procesos activos. - Evitar loteos en zonas de bosques altos, y restringirlos a praderas, matorrales o bosques bajos menores a 10 m de altura. Siguiendo parámetros internacionales como los del U.S. Forest Service, para reducir los riesgos de daños, ya sea por caídas o incendios forestales, el espacio libre entre las construcciones y el bosque debe ser de por lo menos la altura de los árboles que conforman la matriz boscosa aledaña. En consecuencia, el porcentaje de cada lote afectado por el desmonte es directamente proporcional al tamaño de los mismos y la altura del dosel arbóreo. Para lotes menores a 1.000 m2 la deforestación es casi total, sobreviviendo algunos árboles aislados o arboledas perimetrales. A medida que la superficie aumenta el porcentaje afectado por deforestación disminuye progresivamente. En lotes de 2.500m 2 (1/4 de hectárea) y teniendo en cuenta una construcción de 100m 2 de planta, la deforestación en bosques altos alcanzaría un mínimo de 50% con un fuerte impacto sobre el paisaje (Grosfeld J., et al. 2007). - Se debería diseñar la infraestructura civil de acuerdo a las características ecológicas propias de cada ambiente. Las instalaciones eléctricas debieran tender a ser subterráneas para atenuar los impactos visuales negativos en áreas turísticas y disminuir al mismo tiempo los riesgos de incendios. 5. Bibliografía - Van den Heede, et al., 2012, Herramientas para un Plan de Manejo Integral de la Península de Magallanes en la provincia de Santa Cruz. Patagonia Argentina.78 pp. - Van den Heede, et al., 2008, Caracterización de Áreas Críticas y de Conservación del Cerro Otto, Bases para el Ordenamiento Territorial en la provincia de Río Negro. Patagonia Argentina.136 pp. - Claudia Arosteguy, Soledad Caracotche, Lucía Bianchi. 2008, Situación Social en Relación a factores de Peligrosidad en el Cerro Otto. Informe Final. Sociedad Naturalista Andino Patagónica.54 pp. - Javier Grosfeld, Ivo Murgic, Miguel Christie, 2007. Biodiversidad, Recursos Forestales y Conservación, Áreas Críticas y de Conservación del Cerro Otto. Sociedad Naturalista Andino Patagónica. - Gustavo Villarosa, Valeria Outes, Débora Beigt, Léa Olsen, 2008, Aspectos Geológicos del Cerro Otto. Universidad Nacional del Comahue-CONICET. 45 pp. - Blazer M, M Caracotche MS y Perez A. 2007, “Perspectivas del crecimiento poblacional y problemas socio-ambientales de la de la Eco Región Valdiviana“, Presentado en el Jornadas de Ciencias Sociales, Esquel. 89 pp. - Lencinas et al., 2005, Zonificación de Bosques en base a sus funciones. Provincia de Río Negro. 29 pp. - Wullschleger E. 1982. Die Erfassung der Waldfunktionen. Forstliche Versuchswessen. Birmensdorf. Berichte N° 238. 81pp. - BUWAL 1996. Forstliche Planung. Handbuch. 123pp. - UNDRO, 1991. United Nations Disaster Relief Organization: Oficina de las Naciones Unidas para el Socorro en caso de desastres. - Río Negro 2013. http://www.rionegro.com.ar/diario/el-origen-del-conflicto-117296353524-nota_cordillera.aspx. - Santa Cruz 2012 http://www.opisantacruz.com.ar/home/2011/02/18/la-protesta-por-lapista-de-esqui-se-colo-en-la-fiesta-del-lago-en-el-calafate/10954. - Neuquén2013: http://www.ushuaia24.com.ar/despachos.asp?cod_des=9912&ID_Seccion=302&Titular =EIDICO%20quiere%20avanzar%20sobre%20los%20bosques%20patagonicos.html).