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TEMA 3 - PROTECCION METALICA 3.1. INTRODUCCION. La protección utilizando metales es llamada también revestimiento metálico, y es básicamente la aplicación de metales sobre sustratos metálicos o no-metálicos, en bajos espesores. Los objetivos de aplicar un revestimiento metálico pueden ser varios o alguno de los siguientes: - Proteger el sustrato metálico de la corrosión. Mejorar las propiedades físicas y mecánicas, como por ejemplo: resistencia. al desgaste, modificar conductividad, reflectividad y soldabilidad. Proporcionar y/o mantener aspectos decorativos. Modificar las dimensiones originales. Recuperar piezas que hubiesen sufrido desgaste. Desde el punto de vista de protección contra la corrosión, el recubrimiento puede ser noble, cuando su resistencia a la corrosión es mayor a la del sustrato que deseamos proteger (potencial de reducción mas alto), lo que implica desde luego que mientras se mantenga inalterable el recubrimiento, es decir, no quede expuesto el sustrato por remoción parcial o total del recubrimiento, la velocidad de corrosión de la pieza o parte disminuirá, gracias a la mayor resistencia del recubrimiento (protección por barrera). El problema de un recubrimiento más noble, radica en que al producirse una pérdida parcial de la protección, la corrosión también procederá en el sustrato expuesto, dando lugar a peligrosos mecanismos de corrosión por concentración diferencial y/o galvánica a mayores velocidades, originándose problemas como el que se muestra en la Figura 3.1. Figura 3.1.- Microfotografía de un metal recubierto con un metal más noble, en una zona de rotura del recubrimiento. 76 En la Figura 3.2, en el Diagrama Eh-pH para el Fe, donde se ha incluido la línea correspondiente al equilibrio Cu+2/Cuo, se puede ver claramente que en sistemas como el mostrado en la Figura 3.1, si el sustrato fuese de Fe y el recubrimiento de Cu, una vez roto éste, el Fe empezaría a ser atacado por el medio, produciéndose un avance de la corrosión inclusive por debajo, y a una mayor velocidad, ya que la parte del recubrimiento de cobre que quede expuesto al medio inducirá adicionalmente un mecanismo de corrosión galvánica. 1 Fe+3 O2 Eh (V.) 0.5 (FeO4)-2 Cu+2 Cu Fe+2 Fe2O3 0 H2O -0.5 Fe3O4 Fe H2 -1 -2 0 2 4 6 pH 8 10 12 14 16 Figura 3.2.- Diagrama Eh-pH para el sistema Fe-H2O a 25oC, para concentración de especies solubles igual a 1x10-4 M., incluyendo la línea correspondiente al equilibrio Cu+2/Cuo. Por otra parte, el recubrimiento metálico puede ser menos noble, es decir, inicialmente con menor resistencia a la corrosión que el sustrato que deseamos proteger (menor potencial de reducción). Bajo esta condición, el recubrimiento se corroerá a mayor velocidad que el sustrato, por lo que para éste propósito, se buscan metales que formen productos de corrosión bastante estables o al menos más estables que los que formaría el sustrato, originando una pasivación y protección por mecanismo de barrera (P.Ej: Zn, Cr, Ni, Al, etc.). La gran utilidad de este tipo de revestimientos, se puede ver cuando se produce una pérdida parcial de protección, ya que el sustrato puede permanecer inalterable, mientras el recubrimiento se oxida preferencialmente, como se puede ver en la Figura 3.3. En la Figura 3.4, en el Diagrama Eh-pH para el Zn, donde se ha incluido la línea correspondiente al equilibrio Fe+2/Feo, se puede ver claramente que en sistemas como el mostrado en la Figura 3.3, si el sustrato fuese de Fe y el recubrimiento de Zn, una vez roto éste, se iniciaría un proceso de corrosión galvánica, permaneciendo inmune el Fe, mientras exista recubrimiento activo y eléctricamente conectado. Desde luego, las partes expuestas del recubrimiento seguirán corroyéndose a una velocidad mayor, resultado de la corrosión normal del zinc y la corrosión galvánica inducida por el Fe expuesto. 77 Figura 3.3.- Microfotografía de un metal recubierto con un metal menos noble, en una zona de rotura del recubrimiento. 1 Zn(OH)- (ZnO2)-2 Eh (V.) 0.5 Zn+2 0 Zn(OH)2 HZnO2- Fe+2 -0.5 Fe -1 Zn -1.5 0 2 4 6 8 10 12 14 pH Figura 3.4.- Diagrama Eh-pH para el sistema Zn-H2O a 25oC, para concentración de especies solubles igual a 1x10-4 M., incluyendo la línea correspondiente al equilibrio Fe+2/Feo. El espesor de la capa de protección o peso del recubrimiento aplicado estará en directa relación con el tiempo de vida útil, como se muestra en la Figura 3.5, donde se ha graficado el tiempo para que una pieza expuesta a la atmósfera presente 5 % de superficie con óxidos de hierro en función a la masa de revestimiento inicial para Al, Cd y Zn, por lo que uno de los aspectos más importantes a ser considerados en la protección metálica será precisamente éste. Como se puede ver en ésta gráfica, el tiempo de vida útil de los tres metales considerados, comparativamente dependerá de la resistencia a la corrosión de cada uno, y más específicamente de la habilidad para formar capas de productos de corrosión mas estables y compactas, pudiéndose requerir menores espesores, por ejemplo en el caso del Al. 78 Vida Útil – Tiempo para que aparezca un 5 % de corrosión (años) Aluminio Zinc Cadmio Masa de revestimiento (Kg/m2) Figura 3.5.- Relación entre la masa de revestimiento y el tiempo de vida útil en recubrimientos sobre acero. Por otra parte, el espesor aplicado, la calidad superficial, la adherencia y otros, dependerán aparte de las características de revestimiento y sustrato, de la técnica de aplicación. 3.2. Métodos de aplicación. Existen varios métodos de aplicación de los recubrimientos metálicos, pudiéndose nombrar los siguientes: electro-deposición, inmersión en caliente, aspersión térmica, difusión, deposición química, deposición por desplazamiento galvánico, deposición por evaporación en vacío y otros. Los métodos que son considerados más importantes y de uso mayor son: - Electro-deposición Inmersión en caliente Aspersión térmica No todos éstos son aplicables para revestir con todos los metales, por las diferencias en las propiedades. 3.2.1. Electro deposición. Mediante el uso de energía eléctrica continua y en inmersión en una solución acuosa conductora (Electrolito que contiene cationes del metal de recubrimiento), se deposita un metal sobre una superficie conductora llamado cátodo o polo negativo (metal principalmente), pudiendo en otros casos ser acondicionada para el efecto, como ser 79 para el caso de goma, cuero, madera, etc. En los últimos casos, es necesario utilizar previa a la deposición algún medio para tornar conductora a la superficie, pudiéndose mencionar el uso de las siguientes alternativas: - Revestido con grafito (actualmente en desuso) Barniz conductor Revestido por deposición química Revestido por evaporación en vacío. Para el cierre del circuito, se requiere la existencia del ánodo o polo positivo, y el proceso de electro-deposición puede ser llevado a cabo con ánodo soluble o insoluble. La técnica con ánodo soluble realiza la deposición utilizando un ánodo del mismo metal que se deposita, por lo que participa en las reacciones aportando cationes al electrolito, normalmente solo en casos de contaminación del electrolito se requieren permanentes ajustes de composición. En cuanto a la técnica con ánodo insoluble (grafito u otros), la deposición del metal de recubrimiento es a partir de la solución, por lo que el electrolito se va consumiendo y se requieren permanentes ajustes de composición, desarrollándose sobre la superficie del ánodo reacciones de oxidación de alguno de los componentes del electrolito (generalmente el agua dando origen a la evolución de oxígeno gaseoso). J (A/cm2) Una de las variables de control más importantes en la electro-deposición es la densidad de corriente y de todo sistema electroquímico como se estudio en la sección 1.2.2.1, por lo que en la Figura 3.6, en una curva de polarización en general, se muestra las zonas de trabajo más óptimas, ya que a densidades de corriente iguales o menores a un tercio de la corriente límite del sistema (1/3 Ic), se pueden obtener depósitos adherentes, y con brillo y color adecuados, por encima de este valor, lo mas probable es que los depósitos vayan decayendo en su calidad, producto de la presencia de otras etapas controlantes del proceso catódico, diferentes a la transferencia de carga como ser la difusión o etapas de control mixto principalmente. ηa Ia Ic 1/3 Ic ηc Eequ. E (V) Figura 3.6.- Curva de polarización, mostrando la zona más óptima de trabajo en electro-deposición. 80 El control de la densidad de corriente, es mas fácil de llevar adelante frente al control de voltaje, ya que en sistemas rápidos, un cambio mínimo en el voltaje podría ocasionar cambios muy grandes de corriente, pasando fácilmente el sistema de un régimen por control de transferencia de carga a uno por difusión. El control de las variables eléctricas, es también necesario para evitar la contaminación del revestimiento con hidrógeno que puede ser producido en el cátodo por reducción del hidrogenión a altas densidades de corriente. Un recubrimiento llevado a cabo adecuadamente, tendrá también una capa uniforme de revestimiento, como se puede ver en la Figura 3.7, donde se muestra una microfotografía de un corte transversal de una pieza recubierta, no observándose la presencia de fases intermedias de aleaciones formadas entre el recubrimiento y el sustrato. Electrodeposición Figura 3.7.- Microfotografía de un corte transversal de una pieza recubierta por electro-deposición (sin ataque, 500X). En la Figura 3.8, se muestra la representación de un sistema para realizar la electro-deposición en forma discontinua, con el cátodo a ser recubierto (1), los ánodos que pueden solubles o insolubles (2), la solución electrolítica conteniendo cationes del metal a depositar y la Fuente Continua de Energía (FC). En este sistema, luego de lograr el espesor de recubrimiento adecuado, el cátodo debe ser retirado y reemplazado por otro para reiniciar el proceso, siendo utilizado principalmente para recubrir piezas de menor tamaño, irregulares o que requieran cuidados especiales. El proceso de electro-deposición puede ser también realizado en forma continua, como se muestra en la Figura 3.9, donde el cátodo es móvil, siendo desplazado a través de la solución a medida que se va recubriendo. Este proceso es generalmente utilizado para recubrir planchas, como el caso de la hojalata. Otro de los aspectos que tiene gran incidencia en la economía de la electro-deposición, es la eficiencia de corriente (Ef.c), que se define como la relación entre la corriente utilizada para depositar efectivamente el metal (IMe ) y la total suministrada por la fuente de energía (IT). Es decir: Ef.c = IMe/ IT (3.1) 81 Figura 3.8.- Representación de un sistema para electro-deposición en forma discontinua. (-) + + Figura 3.9.- Representación de un sistema para electro-deposición en forma continúa. Para aproximar este valor, ya que en forma práctica es difícil establecer el valor de IMe, se utiliza una relación entre el peso del metal depositado (P Me) y el peso del metal que se debería depositar si toda la energía hubiese sido utilizada para depositar el metal (P T), también llamado peso teóricamente depositado. Ef.c = PMe/PT (3.2) El valor de PMe, debe ser determinado pesando la pieza recubierta, antes y después del proceso de electro-deposición en un tiempo de proceso determinado. En cambio PT, debe ser determinado utilizando una de las leyes de Faraday que establece que: una carga de 96,500.00 Coulombs que pasa por el circuito deposita un equivalente electroquímico del metal. En consecuencia, y reemplazando la carga (Q) por Intensidad de corriente por tiempo ( I t ) la ecuación queda: I t MMe PT = --------------------96,500 n (3.3) 82 Donde: PT = Peso de metal teóricamente depositado (g) I = Intensidad de corriente aplicada al circuito (Amp.) t = Tiempo de proceso (s) MMe = Peso atómico del metal (g/mol) n = Valencia del metal Una de las grandes ventajas del recubrimiento electrolítico, son los bajos espesores que es posible obtener (del orden de 0.05 µm), con el consiguiente ahorro de material. Pero también, es posible lograr altos espesores como en la obtención de cromo duro con un espesor del orden de los 100 µm, aunque usualmente los recubrimientos electrolíticos no pasan de 25 µm, se recomienda en general, no sobrepasar los 40 µm. En estos recubrimientos, es norma el especificar el espesor mínimo determinado. Uniformidad macroscópica (Poder de penetración). Uno de los temas de alto interés, esta referido a cuan uniforme es el recubrimiento sobre una superficie, y existe el criterio de que si la diferencia de espesor entre las partes salientes y entrantes de una pieza es baja, se tiene un buen poder de penetración (generalmente los baños alcalinos de sales complejas tienen mayor poder de penetración). En la Figura 3.10, se muestra un sistema electroquímico donde se desea recubrir la superficie de una pieza con partes salientes y entrantes. Las partes entrantes tienen mayor distancia con un ánodo plano (L B), por lo que tardarán mas en recubrirse que las partes salientes con una distancia menor (L A), pudiendo este hecho representar un problema serio de calidad de producto. Figura 3.10.- Sistema electroquímico, representando un pieza a ser recubierta con partes salientes y entrantes. 83 Existen varias posibles soluciones al problema, siendo las más utilizadas las que se muestran a continuación. - Una de las primeras soluciones a ser adoptadas (en la medida de las posibilidades), es recurrir al uso de ánodos conformados, de tal forma que toda la superficie a ser recubierta a pesar de no se plana, tenga la misma distancia al ánodo, como se muestra en la Figura 3.11. Figura 3.11.- Esquematización del uso de ánodos conformados para mejorar la uniformidad macroscópica de recubrimientos metálicos. - El uso de cátodos auxiliares (Figura 3.12), evita que en las partes salientes el depósito sea más grueso, al desviar parte de los cationes. Figura 3.12.- Esquematización del uso de cátodos auxiliares para mejorar la uniformidad macroscópica de recubrimientos metálicos. 84 - El uso de electrodos bipolares (Fig. 3.13), acelera el paso de corriente en los lugares donde se encuentran, al mejorar la conducción iónica con conducción electrónica (más veloz). Figura 3.13.- Esquematización del uso de electrodos bipolares para mejorar la uniformidad macroscópica de recubrimientos metálicos. - El uso de material no conductor para cubrir las partes que se desea evitar la deposición, puede ser también utilizado para obtener diversas configuraciones en el metal depositado (Fig. 3.14). Material no conductor ánodo cátodo Figura 3.14.- Esquematización del uso de material no conductor para mejorar la uniformidad macroscópica de depósitos metálicos u obtener configuraciones específicas. - Es posible lograr también un buen poder de penetración utilizando sistemas similares al ZADRA, cuando se trata de piezas pequeñas. Es decir utilizar un tambor-cátodo (conteniendo a las piezas pequeñas), que gira dentro el bañó. En general la adherencia es buena, sin embargo, en baños donde el depósito es más noble que el sustrato, se puede originar desplazamiento galvánico, dando lugar a 85 depósitos poco adherentes, que pueden resolverse utilizando los denominados baños toque, que consisten en una primera pre-deposición en baño básico y finalizando el proceso en baño ácido. Cuando el sustrato tiene tendencia a la oxidación en el baño, también se producen problemas de adherencia, que pueden ser resueltos depositando una primera capa de un metal que no tienda a pasivarse como el caso del níquel, que se deposita sobre el acero inoxidable en baño toque y el zinc sobre aluminio en solución de zincados. En casos especiales, como el del acero que al ser decapado presenta una superficie con alto grafito, se puede depositar cadmio previamente al zincado. Los depósitos en la mayoría de los casos, presentan un buen acabado superficial, inclusive en superficies ligeramente rugosas. En estos casos es importante el nivelamiento, o capacidad de un baño de atenuar o eliminar micro-irregularidades superficiales a fin de presentar una superficie brillante (implica el uso de sales especiales). Sin embargo, para mejorar aún más el brillo se usan abrillantadores, que favorecen la formación de grano fino en el depósito. Por ésta técnica, se posible obtener recubrimientos de Zn, Cd, Ni, Au, Ag, etc., con alta capacidad para el conformado y que pueden incrementar su vida útil si luego de la electro-deposición se realiza el cromatizado, o fosfatizado si es que se va a aplicar algún esquema de pintura. Las etapas del proceso de electro-deposición son las siguientes: PRE-TRATAMIENTO (Remoción de productos de corrosión, óxidos, partículas extrañas, grasas y aceites) ELECTRODEPOSICIÓN (Bajo condiciones de pH, concentración y variables eléctricas definidas) POSTTRATAMIENTO (Aplicación de lacas, barnices, cromatización, etc.) 86 En las Fotografías 3.1 y 3.2, se muestran parte de las instalaciones para galvanizado electroquímico de ENABOLCO. Las celdas son utilizadas para recubrir pernos u otras piezas pequeñas utilizando una celda del tipo ZADRA. Fotografía 3.1.- Vista general de la sección de galvanizado electrolítico en la Planta de ENABOLCO en la ciudad de Cochabamba. Fotografía 3.2.- Vista de una celda electrolítica para galvanizado en la Planta de ENABOLCO en Cochabamba. 87 3.2.2 Deposición por inmersión en caliente. Es uno de los métodos más antiguos, simples y generalmente más barato. Consiste en la inmersión del sustrato a ser revestido en un baño de metal de revestimiento en estado fundido. Producto de la difusión Inter-metálica, se origina la formación de aleaciones a lo largo de todo el espesor del recubrimiento, como se representa esquemáticamente en la Figura 3.15. sustrato recubrimiento aleación Figura 3.15.- Esquematización de la capa de recubrimiento en la deposición por inmersión en caliente. La formación de aleación que garantiza una mejor adherencia y continuidad eléctrica, se verá favorecida cuando el sustrato tenga una temperatura de fusión muy baja, o se añada al sistema un tercer elemento expresamente añadido. En la Figura 3.16, se muestra la microfotografía de un corte transversal de una pieza de acero recubierta con zinc por inmersión en caliente, en esta es posible distinguir las cuatro fase más importantes que se presentan, como ser: Eta (η, zinc puro) en la parte superior, zeta (ξ, FeZn13, 94 % Zn), Delta (δ, FeZn7, 90 % Zn) y en contacto con el acero de sustrato, una fina capa de la fase Gama (, Fe5Zn21, 75 %Zn). Inmersión en caliente discontinuo Figura 3.16.- Microfotografía de un corte transversal de una pieza recubierta por inmersión en caliente (Nital, 200X). El proceso puede ser discontinuo, o continuo, existiendo diferencias en espesor, calidad de las aleaciones formadas, etc. En la Figura 3.17, se muestra la microfotografía de un corte transversal de una pieza de acero recubierta por inmersión en caliente en forma 88 continua. En esta microfotografía, es posible distinguir un menor espesor y la existencia de solo dos fases, producto del menor tiempo de inmersión y la presencia generalmente de algunos elementos de aleación, que facilitan la obtención de superficies mas uniformes. Inmersión en caliente continuo Figura 3.17.- Microfotografía de un corte transversal de una pieza recubierta por inmersión en caliente en forma continua (Nital, 400X). El control del enfriamiento es importante, para obtener depósitos finos si ésta es lenta. El tiempo de inmersión, influye en la obtención de un mayor espesor como se muestra en la Figura 3.18, donde también se grafica el efecto de un elemento de aleación en el galvanizado como es el Si, que tiene la función de facilitar la formación de compuestos inter-metálicos. Es por esta razón y en vista de que el tiempo de inmersión en proceso continuo o discontinuo es diferente, es que los espesores también son diferentes: - Proceso Discontinuo.- El espesor promedio usualmente no es mayor a 40 µm, aunque puede llegar a 300 µm. - Proceso Continuo.- El espesor promedio usualmente varía entre 4 y 60 µm. La rugosidad también influye en el espesor medido, ya que una mayor rugosidad presentará picos en mayor cantidad y de mayor tamaño. La temperatura a la que se encuentra el baño fundido, también influye, ya que si ésta es alta, se aumenta la fluidez, y se origina la obtención de espesores menores, por la mayor facilidad de drenaje del metal. Adicionalmente a mayores temperaturas, se precisa más tiempo de enfriamiento, con la consiguiente existencia de mayor gradiente de temperatura que deriva en una mayor dispersión del espesor a lo largo de la superficie, preferentemente en piezas de forma más compleja. Por ésta técnica, se posible obtener recubrimientos de Zn, Al, y de aleaciones Zn/Al, con baja capacidad para el conformado y que pueden incrementar su vida útil si luego de la deposición se realiza el cromatizado, o fosfatizado si es que se va a aplicar algún 89 esquema de pintura. Las aleaciones Zn/Al, que se aplican por inmersión en caliente son dos: Galfán (95% Zn / 5% Al) y Galvalume (45% Zn / 55% Al). En resumen las características del recubrimiento que más se deben cuidar son: espesor, conformabilidad, uniformidad, adherencia y soldabilidad. Masa de revestimiento (g/m2) En las Fotografía 3.3, se muestran parte de las instalaciones para galvanizado en caliente de ENABOLCO. Trazas de Si Tiempo de inmersión (min.) Figura 3.18.- Relación entre la masa o espesor del revestimiento obtenido y el tiempo de inmersión. Fotografía 3.3.- Vista de las cubas para galvanizado por inmersión en la Planta de ENABOLCO en la ciudad de Cochabamba. 90 Las etapas del proceso de inmersión en caliente son las siguientes: PRE-TRATAMIENTO (Remoción de productos de corrosión, óxidos, partículas extrañas, grasas y aceites) INMERSION (A temperatura adecuada y previo lavado químico con sales de cloruro para remoción de óxidos finos.) POSTTRATAMIENTO (Cromatizado o fosfatizado para aplicación de pinturas) 3.2.3. Aspersión térmica Conocida también como metalización, tiene por objeto proporcionar protección anticorrosiva a acero principalmente por la deposición de Zn, Al y aleaciones Zn/Al. En la Figura 3.19, se tiene un esquema que muestra el proceso de aspersión térmica, que consiste básicamente en un atomizado del metal líquido para luego estrellarlo contra la superficie del sustrato, logrando así varias capas que conservaran un cierto grado de porosidad entre ellas y de rugosidad, como se puede ver en la Figura 3.20. 91 Cable o polvo metálico Sometidos a calentamiento Se funden y son impulsados contra el sustrato Figura 3.19.- Esquema del proceso de recubrimiento por aspersión térmica. Aspersión térmica Figura 3.20.- Microfotografía de un corte transversal de una pieza recubierta por aspersión térmica (Keller 200X) El recubrimiento se trata básicamente de metal puro ya que el corto tiempo de contacto entre el metal y el sustrato a altas temperaturas no es suficiente para la formación de aleaciones. El espesor promedio a obtenerse oscila entre 40 y 300 µm. Por ésta técnica, es posible obtener recubrimientos de Zn, Al, y de aleaciones Zn/Al (85 % Zn, 15 % Al), no recomendable para el conformado y que pueden incrementar su vida útil si luego de la aplicación se realiza un sellado para eliminar el alto grado de porosidad. 92 Se debe tener cuidado de los siguientes aspectos: porosidad, contenido de óxidos, adherencia, espesor (> 50 µm), confomabilidad, soldabilidad y uniformidad macroscópica. Las etapas del proceso de aspersión térmica son las siguientes: PRE-TRATAMIENTO (Remoción de productos de corrosión, óxidos, partículas extrañas, grasas y aceites) ASPERSION (Con pistola especial, alimentada con polvo metálico o metal previamente fundido) POSTTRATAMIENTO (Sellado con resinas o barnices (en ambientes muy agresivos pinturas), para sellar poros) 3.3. REVESTIMIENTOS ESPECIFICOS. Como ya se mencionó en 3.1, los revestimientos pueden ser mas nobles o menos nobles que el sustrato metálico y para el caso del acero, el Zn, Al y Cd, son considerados menos nobles, por otra parte, el Cu, Ni y Cr son considerados nobles. 93 3.3.1. Aluminio. El aluminio es uno de los revestimientos que muestra muy buen desempeño en la mayoría de los medios naturales, solo teniendo un desempeño superior el zinc en medios fuertemente alcalinos. Revestimientos de aluminio con espesores mayores a 75 µm y pintados con sistemas adecuados, son recomendables para ambientes altamente agresivos. El alto poder protector del aluminio, se basa principalmente en la calidad de los productos de corrosión que forma y que pueden ser mejorados por la llamada anodización que consiste en la formación de capas de óxidos en forma artificial por procesos electrolíticos con posterior sellado, que disminuye la existencia de inclusiones y/o imperfecciones que podrían originar corrosión por picado que es típico de metales pasivables. Revestimientos de aluminio sobre acero, normalmente no ofrecen protección catódica de inicio, debido a la fuerte pasivación inducida por los productos de corrosión, y solo se activan cuando el ambiente es suficientemente agresivo o existe la concentración adecuada de productos de hierro como el Fe +3 y otras sales en las partes expuestas. Para la aplicación del aluminio, la técnica menos costosa es la aspersión térmica, ya que mientras la inmersión en caliente se complica por la fuerte oxidación del aluminio, la electrólisis en medio acuoso es imposible por el elevado potencial de reducción que se requiere. 3.3.2. Cadmio. El desempeño del cadmio en varios medios es inferior al del aluminio, sin embargo, cuando por razones económicas o logísticas no es posible utilizar el aluminio, el revestimiento de elección en ambientes marinos y húmedos con baja polución es el cadmio, presentando productos de corrosión muy poco solubles en estos medios. Los revestimientos de cadmio solo son posibles de obtener hasta un espesor de 25 µm. El poder protector del cadmio, al igual que el aluminio, se basa en la calidad de los productos de corrosión que forma (cloruros y carbonatos básicos), que aunque son menos estables que los óxidos de aluminio proveen protección que justifica su aplicación por vía electrolítica desde baños cianurados, de ahí su limitación en espesor. A pesar de tener un potencial normal de reducción ligeramente mas alto que el hierro (Fe/Fe+2 Eo = -0.44 V, Cd/Cd+2 Eo = -0.40 V), el Cadmio ofrece protección catódica al acero en medios específicos, como el marino, donde mediciones realizadas muestran un valor de potencial mixto mas bajo que el hierro (Fe/Fe +2 Eo = -0.36 V, Cd/Cd+2 Eo = -0.45 V). Comparativamente a los recubrimientos de zinc, las ventajas de los revestimientos de cadmio son las siguientes: - La cantidad y volumen de productos de corrosión es menor, teniendo por esta razón 94 mejor conductividad, adicionalmente, estos productos tienen características lubricantes que facilitan su utilización en recubrir piezas que estarán sometidas a movimiento y rozamiento. - La soldabilidad es mayor. - No existe el riesgo de fragilización por hidrógeno, con una eficiencia catódica superior en la electrólisis. - En fierro fundido que puede presentar capas de grafito superficial, el recubrimiento electrolítico es mucho más fácil de ser realizado por su adherencia superior. 3.3.3. Zinc. Uno de los recubrimientos usados comercialmente más conocidos es el zinc sobre acero, que puede cumplir con varios de los requerimientos esperados como ser: - Brindar protección por barrera - Brindar protección catódica - Mejorar el aspecto superficial Desde luego que es necesario escoger adecuadamente el método de aplicación, para lograr en mayor o menor medida los requerimientos antes mencionados. La protección con zinc (galvanizado en caliente), tiene mayor aplicación en usos domésticos, ya que no es de alto costo como el aluminio y ofrece protección catódica inclusive en medios poco agresivos, por el adecuado contacto entre capa protectora y sustrato (Figuras 3.16 y 3.17). Por otra parte, sus productos de corrosión (óxidos y carbonatos de zinc), en condiciones normales aparte de mejorar la impermeabilización del zinc, no afectan a la salud humana como el caso del cadmio, mas por el contrario contribuyen a cubrir una deficiencia en la alimentación. El galvanizado en caliente se realiza a temperaturas cercanas a los 450 oC, por tiempos que oscila alrededor de los 5 minutos en un baño de zinc que puede contener Al y Si (Aprox.0.3 %). El galvanizado electrolítico, es utilizado generalmente cuando se desea dar protección y adecuado aspecto superficial, aunque no posee la misma resistencia en el tiempo a la corrosión (por tener menores espesores), que los aplicados en caliente. Las densidades de corriente de trabajo oscila entre 20 y 30 (mA/cm 2), con soluciones de sulfato de zinc que contienen 160 (g/l) de sulfato de zinc, 10 (g/l) de ácido sulfúrico y de 2 a 5 (mg/l) de gelatina. La aspersión térmica surgió como una alternativa frente al galvanizado en caliente, sin embargo, su alta rugosidad que incrementa la superficie de contacto lo hace más vulnerable a la corrosión, debiéndose sellar la alta porosidad resultante con recubrimientos poliméricos. Debido a la temperatura en su aplicación también establece un buen contacto con el sustrato lo que favorece la protección catódica. Las piezas recubiertas por aspersión térmica, son las únicas que pueden ser reparadas in situ, ya que es posible trasladar el sistema de aplicación hasta el lugar, y sin desmontar las piezas o partes realizando una preparación de la superficie, es posible reponer el 95 espesor. Es posible realizar la reparación de piezas galvanizadas en caliente utilizando este método, teniendo cuidados en la preparación de la superficie de aplicación, compatibilidad de materiales y otros. 3.3.4. Cromatizado. El cromatizado resulta de un tratamiento químico o electroquímico de las piezas recubiertas con Zinc o Cadmio, principalmente utilizando compuestos de cromo hexavalente, para obtener sobre la superficie una capa de conversión con compuestos de cromo trivalente y hexavalente. El cromatizado normalmente es aplicado sobre zinc y cadmio, aunque puede ser utilizado para mejorar otras superficies metálicas. Con el cromatizado se buscan uno o más de los siguientes objetivos: - Aumentar la resistencia a la corrosión, retardando el inicio de la corrosión del recubrimiento base, gracias a la estabilidad de la capa de óxidos de cromo formadas; - Disminuir la tendencia a la corrosión por impresión digital; - Elevar la adherencia de pinturas u otros revestimientos orgánicos; - Proveer de diferentes coloraciones. La técnica de cromatización más utilizada es por inmersión de la pieza en una solución de composición definida. En la Tabla 3.1, se muestran las composiciones de varios baños de cromatizado. Tabla 3.1.- Composición de baños de cromatización (Zn, Cd) COMPOSICION TIEMPO DE TEMPERApH o INMERSION (s) TURA ( C) CrO3 (30.0 g/l) H3PO4 (10.0 ml/l) HCl (5.0 ml/l) HNO3 (5.0 ml/l) H2SO4 (5.0 ml/l) CrO3 (10.1 g/l) H3PO4 (85.4 g/l) NaF (5.0 g/l) F (0.9 – 12.5 g/l) CrO3 (3.7 – 60.0 g/l) -2 AsO3 (32.3–162.0 g/l) Razón(F/CrO3:0.2-0.4) CrO3 (60.0-100.0 g/l) ZnCl2 (5.0-15.0 g/l) CrO3 (33.0 g/l) Na2Cr2O7 (83.0 g/l) HBr (27.0 g/l) COLORACION OBTENIDA 15 – 120 10 – 80 0.5 – 2.0 Verde olivo 60 – 600 15 – 80 1.8 Plomo oscuro 60 – 600 15 – 80 1.8 Incoloro o azul 30 – 240 15 – 45 0.2 Amarillo a rojo 5 - 120 15 - 45 --- Amarillo a verde Una capa cromatizada, debe ser lavada inmediatamente y lo más rápidamente posible con agua corriente limpia. Luego se recomienda sumergir la pieza cromatizada por algunos segundos en agua caliente ( max. 60º C), para acelerar el secado. El secado 96 final se debe realizar en secadores a temperaturas por debajo de los 60º C. Las capas de cromatizado así obtenidas, deben ser almacenadas por al menos 24 horas para permitir el endurecimiento por envejecimiento. El espesor de las capas de cromatizado no supera 1 micrómetro. La resistencia a la corrosión de un revestimiento de zinc cromatizado se incrementa en al menos 10 veces más. 3.3.5. Cobre. Los recubrimientos de cobre son aplicados casi exclusivamente sobre sustratos de acero, zinc, aluminio y sus aleaciones. Este recubrimiento al ser más noble, no justifica su aplicación como protector contra la corrosión. Los recubrimientos de cobre, en general se realizan en los siguientes casos: - Mejorar el aspecto decorativo.- Si bien el cobre al ser expuesto al medio ambiente se oscurece, es posible evitar esto utilizando lacas transparentes. En muchos casos, se permite le oxidación en forma controlada con el fin de obtener un aspecto envejecido. - Capa intermedia.- Una de las aplicaciones más conocidas es como una capa intermedia para facilitar la deposición de recubrimientos de acabado como el caso del níquel, variando su espesor desde 8 μm en piezas simples a 12 μm en piezas complejas de acero o aluminio. - Industria electrónica:- Los recubrimientos de cobre son utilizados para mejorar la conductividad en contactos de acero. - Enmascaramiento.- En los tratamientos térmicos como nitruración y carbonatación, se utilizan recubrimientos de 10 a 40 μm, para evitar la nitruración y carbonatación de algunas partes de las piezas. El cobre es removido luego del tratamiento térmico. - Aplicación sobre no-conductores.- Con el fin de proporcionar conductividad superficial o sustrato sobre el que se podría depositar otro metal, el cobre es depositado sobre superficies de plástico ABS. Comercialmente, los revestimientos de cobre son obtenidos por electrodeposición, siendo los más utilizados los baños alcalinos a base de cianuro y los ácidos a base de sulfatos. Los baños alcalinos en general presentan mayor poder de penetración y los ácidos mayor brillo especular. 3.3.6. Níquel. El niquel, es un recubrimiento muy utilizado sobre sustratos de acero, aleaciones de zinc y sobre cobre y sus aleaciones, que aparte de ofrecer resistencia a la corrosión contribuye también para una mayor resistencia a la abrasión y erosión. Normalmente 97 para la mayoría de sus aplicaciones, el niquel se comporta como recubrimiento noble, por esa razón se utiliza principalmente cuando el aspecto decorativo es importante. Uno de los problemas que tiene este recubrimiento, es su alta sensibilidad a las atmósferas que contienen azufre, perdiendo fácilmente su brillo, que puede ser resuelta con la deposición de cromo sobre el niquel en un espesor aproximadamente de 0.3 µm. El método de aplicación mas común es la vía electrolítica, obteniéndose espesores que pueden variar de 5 a 40 µm, debiéndose tener mucho cuidado de obtener una superficie rugosa y de alta porosidad, ya que se corre el riesgo de exponer más rápidamente al metal base, iniciándose un mecanismo de corrosión galvánica. El niquel, aparte de su uso decorativo puede ser también utilizado en aplicaciones industriales en espesores que varían de 50 a 500 µm, en estas condiciones resulta una seria competencia del cromo duro (Dureza Ni 600 HV, dureza Cr duro 1,000 HV), siendo preferido en piezas de geometría compleja por el mayor poder de penetración que tienen los baños de niquelado frente al cromado. 3.3.7. Cromo. A pesar de tener un potencial de equilibrio relativamente bajo (Eo Cr+3/Cr = -0.74 V.), el cromo es un metal con una excelente resistencia a la corrosión, gracias a la formación de una capa fina de óxido de cromo, cuando este es expuesto a atmósferas naturales. Esta capa fina, no interfiere con su apariencia, ya que el metal pulido sigue teniendo un alto brillo. El cromo aparte de sus propiedades de resistencia a la corrosión, presenta una alta resistencia al desgaste y bajo coeficiente de fricción. Actualmente la electro-deposición constituye el principal método de aplicación, en medio ácido. Un baño típico de cromado contiene de 250 g/l a 400 g/l de ácido crómico y de 2.5 g/l a 4.0 g/l de ácido sulfúrico, pudiéndose utilizar también ácido fluorsilísico o fluorbórico, manteniéndose una razón CrO3:SO4-2 en torno de 100:1, temperaturas alrededor de los 2 50º C. y densidades de corriente del orden de 11 a 16 (A/dm ). Los baños de cromado poseen bajo poder de penetración y de cubrimiento en piezas de geometría compleja, siendo posible no poder conseguir deposición en depresiones y cavidades, con bajas eficiencias catódicas (del orden del 10 %). Con formulaciones especiales y utilizando ánodos de plomo, es posible lograr un 25 % de eficiencia catódica con una gran formación de hidrógeno en el cátodo y de oxígeno en el ánodo. Existen dos clases de revestimientos: el decorativo y el duro. El decorativo es de bajo espesor ( de 0.13 a 1.3 µm), depositado sobre capas de niquel, proporcionando a las piezas un color azulado permanente. El denominado cromo duro, es aplicado directamente sobre acero (espesor mayor a 2.5 µm), deseándose principalmente una alta resistencia al desgaste. 98 3.4. EVALUACION DE REVESTIMIENTOS Los metales y aleaciones metálicas que se utilizan como revestimientos, deben cumplir dos tipos de evaluación: la de calidad y la de desempeño. 3.4.1. Evaluación de calidad También llamada de especificaciones, tiene por objeto verificar si el metal o aleación utilizado para fabricar una pieza o para ser utilizado como revestimiento protector cumple con las especificaciones ofrecidas por un fabricante o que estén establecidas en una norma técnica. Entre los aspectos a evaluarse podemos citar: - Composición, lo que implica un análisis químico completo. - Calidad superficial, para verificar si la superficie recibió algún tipo de tratamiento térmico, físico ó químico, precisándose un análisis metalográfico, ensayo de dureza, determinación de rugosidad, etc. - Para usos decorativos, será necesario también realizar determinaciones de color, brillo, etc. En el caso de revestimientos, se requiere además: - Determinación de espesor del revestimiento, que puede ser efectuado por ensayos no destructivos (con equipos que utilizan magnetos, inducción magnética o corrientes de Eddy) y por remoción total del revestimiento por ataque químico (comparando el espesor o la pérdida de peso antes y después del decapado). - Es posible que se requiera establecer el perfil de espesores, lo que implica mediciones localizadas y que respondan a un diseño o patrón. - Metalografía del recubrimiento, para establecer la formación de una o más fases entre el metal base y el de recubrimiento. - Ensayos de adherencia y flexibilidad del metal de recubrimiento. 3.4.2. Evaluación de desempeño Las evaluaciones de desempeño, pueden ser útiles para verificar el cumplimiento de la oferta de los fabricantes o requerimientos de normas técnicas, también pueden ser la base para estudios con materiales nuevos o ensayos en ambientes no estudiados. Las evaluaciones pueden comprender pruebas en las condiciones de uso o mediante ensayos acelerados. Las pruebas en condiciones de uso, pueden ser realizadas instalando las piezas en la maquinaría o ambiente de uso y programando evaluaciones periódicas, por otra parte, existen pruebas normalizadas como en el caso de la corrosión atmosférica, facilitando el estudio inclusive de los fenómenos asociados. 99 Los ensayos acelerados, son pruebas normalizadas a ser llevadas a cabo en laboratorios especializados para disponer de resultados de desempeño más rápidamente. Uno de los principales condicionamientos, es la posibilidad de asociar los resultados obtenidos a los resultados a obtenerse en uso, es decir, debe existir un alto grado de reproductibilidad, por esta razón estos ensayos están normalizados y son muy rigurosos en sus procedimientos. En el caso de corrosión, existen cámaras húmedas donde se exponen los materiales a diferentes condiciones de medios corrosivos. Los aspectos de estudio son prácticamente los mismos que se realizan en las evaluaciones de calidad, aunque en algunos casos es conveniente revisar la bibliografía para saber exactamente qué es lo que se exige. En el caso de la corrosión atmosférica, uno de los aspectos más importantes es la determinación de la evolución de la velocidad de corrosión, es decir, se asocian las modificaciones de propiedades del material al factor tiempo, con el fin de establecer por ejemplo tiempos de vida útil y otros. Por otra parte, es muy importante el estudio de la protección catódica, que se realiza practicando incisiones hasta dejar expuesto el sustrato en las probetas de ensayo (Figura 3.21), y realizando evaluaciones visuales periódicas o metalográficas de la incisión (Figuras 3.1 y 3.3). Figura 3.21.- Fotografía de probeta de acero galvanizado con incisión, para estudiar la protección catódica 100