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BIODIVERSIDAD MÓDULO 2 1 ÍNDICE DEL TEMA: BIODIVERSIDAD 1. CONCEPTO DE BIODIVERSIDAD. 1.1. DIVERSIDAD DE ESPACIOS O ECOSISTEMAS. 1.2. DIVERSIDAD DE ESPECIES. 2. IMPORTANCIA DE LA BIODIVERSIDAD. 2.1. VALOR ECONÓMICO DE LA BIODIVERSIDAD. 2.2. BIENES Y SERVICIOS QUE PROPORCIONAN LOS ECOSISTEMAS. 3. AMENAZAS PARA LA BIODIVERSIDAD 3.1. PÉRDIDA Y FRAGMENTACIÓN DE HÁBITATS. 3.2. ESPECIES EXÓTICAS INVASORAS. 3.3. SOBREEXPLOTACIÓN DE RECURSOS. 3.4. CONTAMINACIÓN Y CAMBIO CLIMÁTICO. 4. MEDIDAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LA BIOESFERA. 4.1. CONSERVACIÓN IN SITU. 4.2. CONSERVACIÓN EX SITU. 5. LA BIODIVERSIDAD EN ESPAÑA. 5.1. LA DIVERSIDAD DE LOS ECOSISTEMAS ESPAÑOLES. 6. NORMATIVA NACIONAL. 2 CONCEPTO DE BIODIVERSIDAD "LA VARIABILIDAD DE ORGANISMOS VIVOS DE CUALQUIER FUENTE, INCLUIDOS, ENTRE OTRAS COSAS, LOS ECOSISTEMAS TERRESTRES Y MARINOS Y OTROS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS Y LOS COMPLEJOS ECOLÓGICOS DE LOS QUE FORMAN PARTE; COMPRENDE LA DIVERSIDAD DENTRO DE CADA ESPECIE, ENTRE LAS ESPECIES Y DE LOS ECOSISTEMAS" SEGÚN EL CONVENIO DE NACIONES UNIDAS SOBRE CONSERVACIÓN Y USO SOSTENIBLE DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA La biodiversidad está formada, por tanto, por tres "componentes" relacionados entre sí: Diversidad de ecosistemas; es la variedad de sistemas que incluyen vida. No existe una clasificación universalmente aceptada de estos sistemas (ecosistemas, ecoprovincias, ecorregiones, biomas) Diversidad taxonómica; incluye la variedad de especies y la variedad de otras escalas taxonómicas: géneros, órdenes, clases, reinos, troncos, divisiones phyla,. especies Diversidad genética: Resume la idea de variedad y variabilidad de genes y agrupaciones de genes, variedades genéticas por debajo de la categoría de especie, pero incluye también la variedad genética individual, genes, LA BIODIVERSIDAD SE CONSAGRÓ COMO TÉRMINO INTER NACIONALMENTE CONOCIDO A FINALES DE LOS OCHENTA EN UN CONGRESO DEL MISMO NOMBRE DIRIGIDO POR EL BIÓLOGO EDWARD O.WILSON. DIVERSIDAD DE ESPACIOS O ECOSISTEMAS Los ecosistemas son las comunidades de organismos que interactúan y el medio ambiente en que viven. El ecosistema se define, también como el conjunto formado por una biocenosis (biótica) -parte animada de un ecosistema- y un biotopo (abiótica) -parte inanimada de un ecosistema-. Todos los animales, vegetales y microorganismos que viven en un determinado hábitat forman un biosistema. Sus relaciones de dependencia, alimentación y desarrollo forman comunidades que llevan el nombre de biocenosis. Una biocenosis es, pues, todos los seres vivos que coexisten en un hábitat y las relaciones que se establecen entre ellos. En la biocenosis se dan diferentes grados de sociabilidad, dependiendo de la densidad de especies de un mismo tipo en un lugar. Cada comunidad biocenótica tiene una estructura horizontal, la sociabilidad, y una estructura vertical, o estratificación. No se trata simplemente de ensamblajes de especies, sino de sistemas combinados de materia orgánica e inorgánica y fuerzas naturales que interactúan y cambian. 3 Los ecosistemas se hallan entretejidos de forma intrincada por la cadena alimentaria y los ciclos de nutrientes. Son sumas vivientes más grandes que las partes que los integran. Su complejidad y dinamismo contribuyen a su productividad, pero hacen de su manejo todo un desafío. DENTRO DE CADA BIOCENOSIS EXISTE, COMO NORMA GENERAL, UNA ESPECIE VEGETAL QUE DESTACA SOBRE LAS DEMÁS POR SU PRESENCIA Y ABUNDANCIA. ESTA ESPECIE SE DESARROLLA CASI INDEPENDIENTEMENTE DE SU CORTEJO. EL CORTEJO LO FORMAN TODAS LAS ESPECIES Q UE COMPARTEN LAS MISMAS CONDICIONES GENERALES DE VIDA. Entre las especies se establecen diferentes tipos de relaciones de interdependencia, que pueden ser: de competencia -por el espacio, el alimento, la luz o el agua- o de dependencia. (Se debe tener presente la cadena trófica. En una comunidad biocenótica existen especies productoras, especies consumidoras y especies descomponedoras), Los ecosistemas tienden al equilibrio entre las comunidades biocenóticas y el clima y el suelo. Así, a las relaciones que establecen estas comunidades con el medio, el clima, la litología, el agua, el suelo y el topoclima, se le llama ecosistema. Las grandes biocenosis terrestres. Región polar y subpolar Estas son las regiones frías de la Tierra. Aquí nos encontramos con dos tipos de biocenosis: la tundra y la taiga. Hábitat templado El hábitat de los climas templados propiamente dichos es donde progresan: el bosque caducifolio, típico de Europa, y el bosque mixto de planifolias y coníferas. La fauna de los bosques templados está sometida al ritmo de las cuatro estaciones. Los fenómenos más característicos son la hibernación y la migración. Hábitat templado cálido Éste es también una zona de clima templado, pero ya en la zona de transición con los climas tropicales. En él podemos diferenciar dos biocenosis fundamentales: el bosque mediterráneo y el subtropical húmedo. Hábitat continental: la estepa El clima continental genera formaciones de estepa, en la que dominan las gramíneas y escasean los árboles. Hábitat árido El hábitat árido contiene varias características limitantes para el desarrollo de la vegetación, los suelos y la fauna: falta el agua, las temperaturas extremas y los vientos fuertes y violentos. Hábitat tropical Se caracteriza por tener dos estaciones, una seca y otra húmeda, pero además, las temperaturas son altas durante todo el año. Distinguiremos la estepa con espinosos, el matorral espinoso tropical y el bosque tropical seco y monzónico. Hábitat ecuatorial El clima ecuatorial se caracteriza por las altas temperaturas y las frecuentes precipitaciones, pero además, por su estabilidad. Los suelos más comunes son los ferralíticos, a menudo con caparazón, muy lixiviados, con poco humus y ácidos. Se ha de distinguir: los bosques ombrófilos y semiombrófilos, el manglar y la sabana. Fuente: Pascual Trillo, J.A. El arca de la biodiversidad. Celeste Ed. 1997 4 A lo largo de la historia el hombre ha sabido utilizar diferentes especies de la naturaleza como recurso para procurarse alimento, vivienda, vestido, medicinas y confort. Las primeras modificaciones antrópicas de la biocenosis vienen de la mano de la agricultura y la ganadería. Este proceso supuso la selección de determinadas especies, que llevó a la introducción de especies alóctonas en hábitats donde no existían los frutos considerados como recurso. De todos modos es en el siglo XIX cuando aparece el modo de producción capitalista industrial. Esto implica una nueva selección de especies cultivadas, menos variada. Cuando se habla de ecosistemas, la escala y el tamaño son esenciales (Un pequeño pantano, una duna solitaria o una mancha de bosque pueden ser vistos como un ecosistema único en la mezcla de especies y microclimas que alberga: un microambiente. En una escala mucho mayor, "ecosistema" se refiere a comunidades más extensas -100 a 1000 kilómetros cuadrados de bosque o un gran sistema fluvial- cada una de las cuales exhibe muchos microambientes). Se presume frecuentemente que las áreas con ecosistemas culminantes abrigan mayor diversidad que las áreas más jóvenes. Sin embargo, un área con un mosaico de sistemas en diferentes etapas es probablemente más diversa que la misma región en su punto culminante con tal que cada sistema ocupe un área grande. En muchos ejemplos, las actividades humanas mantienen artificialmente ecosistemas en etapas más jóvenes; así, en regiones que han estado bajo la influencia humana por períodos largos, especialmente en las regiones templadas, el mantenimiento de niveles existentes de diversidad puede involucrar el mantenimiento de por lo menos los paisajes y ecosistemas parcialmente atribuibles al hombre, juntos con áreas de tamaño adecuado de ecosistemas naturales en su punto culminante. Clasificación de ecosistemas del World Resources Institute Ecosistema de praderas Ecosistemas de Ecosistemas agua dulce forestales Ecosistemas costero Agroecosistemas Las praderas albergan por lo menos a 1.000 millones de seres humanos y exhiben algunos de los fenómenos naturales más asombrosos de mundo: enormes desplazamientos migratorios de grandes manadas de ñus en África, caribúes en América del Norte y antílopes tibetanos en Asia. Por lo menos 1.500Hoy en día, muchos millones de países en desarrollo personas dependen de la dependen del aguaextracción de madera subterránea como para obtener divisas. Al su única fuente de mismo tiempo, millones agua de beber. de personas en los países tropicales todavía se valen de los bosques para satisfacer todas sus necesidades. El 40% de la población del mundo vive en un radio de 100 km de la línea costera, un área que escasamente representa el 20% de la masa terrestre. La agricultura enfrenta un desafío enorme pues debe satisfacer las necesidades de 1.700 millones de personas más en los próximos 20 años DIVERSIDAD DE ESPECIES 5 Por diversidad de especies se entiende la variedad de especies existentes en una región. Esa diversidad puede medirse de muchas maneras, y los científicos no se han puesto de acuerdo sobre cuál es el mejor método. El número de especies de una región -su "riqueza" en especies- es una medida que a menudo se utiliza, pero una medida más precisa, la "diversidad taxonómica" tiene en cuenta la estrecha relación existente entre unas especies y otras. Por ejemplo: una isla en la que habitan dos especies de pájaros y una especie de lagartos tiene mayor diversidad taxonómica que una isla en que hay tres especies de pájaros pero ninguna de lagartos. Por lo tanto, aun cuando haya más especies de escarabajos terrestres que de todas las otras especies combinadas, ellos no influyen sobre la diversidad de las especies, porque están relacionados muy estrechamente. Análogamente, es mucho mayor el número de las especies que viven en tierra que las que viven en el mar, pero las especies terrestres están más estrechamente vinculadas entre sí que las especies oceánicas, por lo cual la diversidad es mayor en los ecosistemas marítimos que lo que sugeriría una cuenta estricta de las especies. ¿CUÁNTAS ESPECIES EXISTEN? Es sorprendente el hecho de que los científicos conocen mejor cuántas estrellas hay en la galaxia que cuántas especies hay sobre la Tierra. Las estimaciones de la diversidad de las especies del mundo oscilan entre dos millones y 100 millones de especies, siendo la estimación más precisa de alrededor de 10 millones; de ellas, sólo 1,4 millones han recibido nombre. Los problemas que plantean los límites de los conocimientos actuales sobre la diversidad de las especies se complican debido a la falta de una base de datos o una lista centralizada de las especies del mundo. Siguen descubriéndose nuevas especies; inclusive nuevas aves y mamíferos. Como promedio, cada año se descubren alrededor de tres nuevas especies de aves, y en un año tan reciente como es el de 1990 se encontró una nueva especie de monos. Otros grupos de vertebrados están todavía lejos de haber sido descriptos completamente: se estima que el 40% de los peces de agua dulce de América del Sur todavía no han sido clasificados. Cuanto más diferente es una especie de las otras (situada en una posición aislada dentro de la jerarquía taxonómica), mayor es su contribución a la diversidad biológica global. Así, se puede decir que un hábitat con taxones presentes mucho más diferentes entre sí contiene más diversidad taxonómica que otros sitios con menos taxones aunque tengan muchas más especies. Los hábitats marinos frecuentemente tienen más variedad de filum pero menos especies que los hábitats terrestres; por ello los nuevos criterios de medida y evaluación procuran incorporar la cuantificación de la unicidad evolutiva de especies. La importancia ecológica de una especie puede tener un efecto directo en la estructura comunitaria, y así en la diversidad biológica total. Por ejemplo, una especie de árbol tropical de bosque de lluvias que apoya a una fauna invertebrada endémica de unas cien especies evidentemente hace una mayor contribución al mantenimiento de la diversidad biológica global que una planta alpina europea de la cual tal vez ninguna otra especie depende totalmente. La biodiversidad no depende sólo de la riqueza de especies, sino también de la dominancia relativa de cada una de ellas. Las especies, en general, se distribuyen según jerarquías de abundancias, desde algunas 6 especies muy abundantes hasta algunas muy raras. Cuanto mayor grado de dominancia de algunas especies y de rareza de las demás, menor es la biodiversidad de la comunidad. Esto es muy común, por ejemplo, en algunos tipos de vegetación templada como los bosques de pinos, donde hasta el 90% de la biomasa del ecosistema está formada por sólo una o dos especies, y el 10% restante por una cantidad grande de plantas de baja abundancia. Entender el problema de la biodiversidad implica, discutir el problema de la rareza biológica y el de la forma de los diagramas de abundancias de especies, dos herramientas metodológicas de gran importancia en el estudio de la biodiversidad. Especies Monera (Bacterias, Algas verde de agua) Cantidades 4,760 Hongos 46,983 Algas 26,900 Planta (plantas multicelulares) Protozoario 248,428 30,800 Esponjas 5,000 Celentéro (medusas, corales) 9,000 Platelminto (gusanos planos) 12,200 Nematodo (gusanos redondos) 12,000 Anelida (lombriz) 12,000 Molusco 50,000 7 Equinodermo (estrellamar) 6,100 Insecta 751,000 Artrópoda no-insecta (acaridos, arañas, crustaceous) 123,151 Pisces (peces) 19,056 Anfibio (anfibios) 4,184 Reptilia (Reptiles) 6,300 Aves (pájaros)) 9,040 Manífero (mamíferos) 4,000 Rareza biogeográfica. Por un lado, hay especies que sólo crecen en regiones muy específicas, y forman endemismos biogeográficos muy particulares. Heterotheca thiniicola, por ejemplo, es una compuesta endémica de las dunas del Gran Desierto de Altar, Sonora, México, y sólo crece en esa región, aunque sus 2 poblaciones muestren densidades realmente altas en los aproximadamente 5 km que conforman su área de distribución. Lo mismo ocurre con varias especies de animales de cuevas, islas, o alta montaña, que sólo ocurren en un lugar restringido, aunque pueden ser abundantes en él. Rareza de hábitat. Otras especies, en cambio, son muy específicas en cuanto al hábitat, pero no son endémicas a nivel biogeográfico. Este grupo está formado por lo que se conoce en ecología como especies "estenoecas" o de hábitat restringido, en contraste con las especies "euriecas" o de distribución amplia. Las plantas de los oasis de los desiertos son un caso típico de este grupo. La yerba del manso (Anemopsis californica, Saururaceae) crece en los manantiales de agua del desierto Sonorense, y es colectada intensamente como medicinal. Aunque su distribución biogeográfica es relativamente amplia, su hábitat es muy específico. El secado de los manantiales y el bombeo de agua para riego está destruyendo muy rápidamente su hábitat en todo el desierto, y está poniendo a la especie en peligro de extinción. Rareza demográfica. Finalmente, hay especies que son demográficamente raras, es decir, que presentan densidades bajas en toda el área de distribución, aunque ésta sea amplia y aunque no estén asociadas a hábitats muy específicos. Un ejemplo notable de este nivel de rareza ecológica es la cola de zorra (Setaria geniculata), una gramínea que se encuentra a lo largo de todo el continente americano, desde California hasta la Patagonia, pero que no crece en densidades altas en ninguna parte. La rareza de esta especie no radica ni en su distribución biogeográfica ni en su preferencia de hábitat, que son ambas amplias, sino en el hecho de que sus poblaciones son crónicamente "ralas", y que en ninguna parte llega a ser un componente importante de la comunidad. 8 Por supuesto, los casos más críticos de rareza son los de aquellas especies que reúnen las tres características: son endémicas a nivel biogeográfico, son muy estenoecas en su preferencia de hábitat, y presentan poblaciones en números bajos. 9 IMPORTANCIA DE LA BIODIVERSIDAD La pérdida de diversidad biológica puede tomar muchas formas pero la más fundamental e irrevocable es la extinción de especies. Geológicamente, todas las especies tienen un período finito de existencia. La extinción de especies es por lo tanto un proceso natural que ocurre sin la intervención del hombre. Sin embargo, es innegable que las extinciones ocasionadas directamente o indirectamente por la acción humana ocurren con un coeficiente que excede cualquier estimación razonable, cuantificar los índices de extinción de especies, tanto en la actualidad como históricamente, es difícil y pronosticar los índices futuros con precisión es imposible VALOR ECONOMICO DE LA BIODIVERSIDAD En el ámbito de la economía ambiental han surgido trabajos dirigidos a establecer una taxonomía de los valores económicos en relación al medio ambiente y biodiversidad. Se trata de un intento de categorizar los distintos tipos de valores que deben ser tenidos en cuenta a la hora de fijar el valor económico total: valor de uso actual, valor de opción y valor de existencia. Valor de uso actual. Éste refleja la valoración monetaria que se obtiene del uso real actual de la biodiversidad, el que viene recogido por la realización de actividades como la caza, la pesca, la recolección de plantas silvestres (para cualquier uso económico); también se incluye los usos recreativos. Valor de opción. Se estaría representando el beneficio potencial que tendría un recurso frente a su valor de uso actual, mide la preferencia o disposición a pagar por reservarse la opción de poderse convertir en usuario de esa diversidad biológica en el futuro. Valor de existencia. Es el valor intrínseco, valor por sí mismo independientemente del uso actual o futuro (o potencial). Un ejemplo de este tipo de valor está ligado a las simpatías por seres vivos no humanos. La irreversibilidad de los efectos que la acción del hombre viene ocasionando sobre la biodiversidad ha reconfigurado la matriz de ganancias, que puede ser sintetizada en el siguiente cuadro: Matriz de ganancias en escenarios posibles de comportamiento ecológico extremo. 10 Matriz de ganancias en escenarios posibles de comportamiento ecológico extremo. Fuente: Bartholomew, J. Objetivos, agenda y recomendaciones políticas para la Economía Ecológica en Desarrollo sostenible y políticas económicas en América Latina Olman Segura (comp.) DEI, Costa Rica. 1992. Por lo tanto, sobre la base de las lecciones de Bartholomew, en materia de biodiversidad “lo que hay que hacer es jugar a no perder”. Es obvio que no podemos salvar todas las especies a cualquier costo, así como no podemos salvar todas las vidas humanas a cualquier costo. Se deben hacer algunas estimaciones informadas sobre el valor social presente y futuro de las especies que podrían ser perdidas, la valorización de especies con respecto a otros bienes sociales no será una tarea fácil, especialmente porque se tiene que dar valores a algunas especies que ni siquiera se conocen. La pérdida de diversidad biológica en cuanto a las variedades de cosechas y las razas de ganado es de importancia casi cero desde el punto de vista de la diversidad total global, pero la erosión genética en estas poblaciones es de interés particularmente al hablar de las implicaciones que tiene para el abastecimiento alimentario y el mantenimiento de prácticas agrícolas adaptadas localmente. Para las poblaciones domesticadas, la pérdida de parientes silvestres de plantas es de interés especial por la misma razón. Estos recursos genéticos pueden ser la base de no solamente la productividad de sistemas agrícolas locales sino también, cuando incorporados en programas de reproducción, de la provisión de características de importancia global a los sistemas (v.gr., resistencia contra enfermedades, valor nutritivo, resistencia, etc.) y que tendrán aun mayor importancia en el contexto de futuros cambios del clima. La erosión de diversidad en genes básicos es difícil de demostrar cuantitativamente, pero tiende a ser evaluada indirectamente desde el punto de vista de la proporción creciente de tierras cosechadas al alto rendimiento y de variedades genéticamente uniformes. Las especies pueden ser exterminadas por los humanos mediante una serie de efectos y acciones. Éstos se pueden dividir en dos categorías amplias: directos (la caza, colección y persecución) e indirectos (la destrucción y modificación de hábitats). La sobre cacería es quizás la causa directa más obvia de la extinción de animales, como ha afectado a varias especies grandes y bien conocidas. Desde el punto de vista de la pérdida total de diversidad biológica, sin embargo, es indudablemente mucho menos importante que las causas indirectas como la modificación y pérdida de hábitat. No obstante, como evidentemente afecta selectivamente a las especies que son o han sido consideradas un recurso cosechable, tiene implicaciones importantes para la administración de recursos naturales. BIENES Y SERVICIOS QUE PROPORCIONAN LOS ECOSISTEMAS 11 Las estimaciones de los autores indican que los ecosistemas costeros incluyendo los estuarios, los humedales ribereños, las camas de algas, los filones coralinos y las plataformas continentales- tienen un valor desproporcionadamente alto: cubren solamente 6,3 % de la superficie del mundo, pero son responsables de 43 % del valor de los servicios de los ecosistemas del mundo. Estos ambientes son valiosos en la regulación del ciclo de los alimentos que controlan la productividad de plantas en la tierra y en el mar. Los investigadores observan que la mayoría del valor del ecosistema está actualmente fuera del sistema del mercado. Es decir, aunque algunos servicios, tales como producción del alimento, abastecimiento de agua y materias primas se negocian en mercados económicos, pero muchos más de ellos no lo son. Las funciones del ecosistema se relacionan con la capacidad que los componentes naturales tienen que proporcionar mercancías y servicios para satisfacer necesidades del ser humano. Los cuatro tipos de funciones del ecosistema que deben ser considerados: Funciones de los ecosistemas. Función de regulación: capacidad -natural y semi-natural- de los ecosistemas para regular el proceso ecológico y el sistema de soporte de vida, proveyendo y manteniendo un medio ambiente sano, y atmósfera, agua y suelo limpios Función de sostén: capacidad -natural y semi-natural- de los ecosistemas para proporcionar espacio y sustrato varias actividades humanas como habitación, reconstrucción, entre otras Función de producción: Esta función se relaciona con los recursos suministrados por la naturaleza tanto materias primas para usos industriales como alimento o recursos enérgicos. Función de información: Esta función está relacionada con capacidad que los ecosistemas naturales tienen para contribuir a mantener la cordura mental, proveyendo oportunidades recreacionales, actividad deportiva o relax, entre otras. Fuente: ECOMAN; Universidad de Coimbra. 2000 LAS AMENAZAS PARA LA BIODIVERSIDAD PÉRDIDA Y FRAGMENTACION DE HABITATS La extinción puede resultar del hábitat inadecuado para las especies por causa de acciones humanas (por ejemplo, la tala de bosques o la contaminación severa de ríos), o mediante la fragmentación del hábitat. Ésta tiene el efecto de dividir a las poblaciones de especies anteriormente contiguas en pequeñas 12 subpoblaciones. Si éstas son suficientemente pequeñas, entonces los procesos de causalidad conducen a aumentar las probabilidades de extinción en relativamente poco tiempo. La superficie de los ecosistemas poco o nada perturbados se redujo extraordinariamente en las últimas décadas a medida que aumentaban la población y el consumo de los recursos. El 98% de los bosques tropicales secos de la costa del Pacífico centroamericana han desaparecido. Tailandia perdió el 32% de sus manglares entre 1961 y 1985, y prácticamente ninguna porción de lo que queda está exenta de perturbaciones. En los bosques tropicales, una de las principales causas de deterioro es la expansión de la agricultura marginal, aunque en determinadas regiones la producción comercial de madera puede causar un problema todavía mayor. En los ecosistemas de agua dulce, las represas han destruido grandes sectores del hábitat de los ríos y arroyos. En los ecosistemas marítimos, el desarrollo costero ha eliminado las comunidades de los arrecifes y las próximas a las costas. Hasta el siglo XX, los agricultores y ganaderos criaban y mantenían una enorme diversidad de variedades de cultivos y animales de cría en todo el mundo. Pero esa diversidad se está reduciendo rápidamente en los establecimientos productivos debido a los modernos planes de hibridación de plantas y al consiguiente aumento de la productividad que surge de sembrar un número relativamente menor de cultivos que reaccionan mejor ante el riego, los fertilizantes y los plaguicidas. Tendencias similares están transformando los ecosistemas forestales diversos en plantaciones de monocultivos de árboles de alto rendimiento -algunas de las cuales se parecen ahora más a maizales que a bosques naturales- e inclusive se han preservado ex situ menos genes de árboles que genes de cultivos como "póliza de seguros" contra las enfermedades y las plagas. ESPECIES EXOTICAS INVASORAS La introducción de especies provoca muchas de las extinciones de especies registradas, especialmente en las islas. En esos ecosistemas aislados, un nuevo depredador competidor, o agente patógeno, puede poner en peligro rápidamente a especies que no pueden desarrollarse conjuntamente con los intrusos. SOBREEXPLOTACIÓN DE RECURSOS Numerosos bosques, recursos y pesqueros de vida silvestre han sido explotados en exceso, en algunos casos hasta la extinción. 13 Históricamente el gran auk y la paloma pasajera han sucumbido a esa presión. El cedro del Libano que cubría en cierta época 50.000 hectáreas, sólo se encuentra en unas pocas manchas aisladas de bosques. La explotación excesiva de la anchoa peruana entre 1958 y 1970 redujo extraordinariamente las dimensiones de la población respectiva y la captura. Actualmente, el rinoceronte de Sumatra y Java ha sido cazado hasta quedar al borde de la extinción, ocurriendo lo mismo con muchos otros vertebrados. En muchos casos la extinción se ha debido al interés humano en obtener alimentos, pero la búsqueda de bienes preciados --especialmente el marfil--, de animales domésticos, curiosidades y artículos coleccionables también ha afectado a algunas poblaciones y aniquilado a otras. CONTAMINACIÓN Y CAMBIO CLIMATICO. CONTAMINACIÓN Los productos contaminantes deterioran los ecosistemas y pueden reducir o eliminar la población de especies sensibles. En algunos casos la contaminación reverbera a lo largo de la cadena alimenticia. Los microbios del suelo también han sido afectados por la contaminación debida a los depósitos industriales de metales pesados y a la agricultura de riego, que provocan la salinización. La lluvia ácida ha vuelto prácticamente invivibles miles de lagos y estanques de Escandinavia y América del Norte y, conjuntamente con otros tipos de contaminación del aire, ha dañado bosques en toda Europa. La contaminación marítima, especialmente de fuentes no puntuales, ha afectado el Mediterráneo y muchos estuarios y aguas marítimas costeras en todo el mundo. CAMBIO CLIMÁTICO En las próximas décadas un "sub-efecto" de la contaminación del aire -el calentamiento mundial de la atmósfera- podría causar estragos en los organismos vivientes del mundo. 14 Muchas especies no estarán en condiciones de redistribuirse con suficiente rapidez como para adaptarse a los cambios previstos, y es probable que se produzcan considerables alteraciones en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas En Estados Unidos, el continuo aumento del nivel del mar en el siglo XXI puede afectar la totalidad del hábitat de por lo menos 50 especies que ya corren peligro de extinción. Muchas de las islas del mundo quedarían completamente sumergidas si se cumplen las proyecciones más extremas sobre aumento del nivel del mar, produciéndose de ese modo la destrucción total de su fauna y flora. Las mismas áreas protegidas se verían sujetas a tensiones al deteriorarse las condiciones ambientales propias y al no poder encontrar sus especies un hábitat adecuado en las zonas perturbadas circundantes. MEDIDAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD En los tres últimos siglos, como consecuencia de la aceleración de la expansión e intensificación de la agricultura, la revolución industrial y la urbanización, la biodiversidad se ha reducido considerablemente, provocando la extinción o amenaza de un gran número de especies vegetales y animales endémicas. Recientemente, un estudio publicado en la revista de la Academia de las Ciencias Norteamericana ha establecido que los cambios climáticos pueden haber provocado la pérdida de más de la mitad de las especies vegetales en algunos ecosistemas europeos. En consecuencia, acciones de conservación se están convirtiendo en más y más necesarias para proteger la biodiversidad. La conservación implica métodos específicos muy delicados que atiendan no sólo a los problemas de la mejor manera de conservación en sí, sino los previos de recolección. Los estudios realizados sobre las técnicas de muestreo, recolección y conservación son numerosísimos. En el aspecto concreto de la conservación, esta puede realizarse in situ o ex situ: 15 1. In-Situ: conserva genes, especies y ecosistemas en su medio natural a través del cumplimiento de la legislación que establece áreas protegidas y la regeneración de aquellas degradadas. 2. Ex-Situ: es la conservación de la biodiversidad fuera de su medio natural, puede ser en zoos o bancos de germoplasma. Es necesario que los gobiernos de todo el mundo apoyen un desarrollo menos destructivo en términos ecológicos encontrando medidas que motiven y premien la sostenibilidad de la biodiversidad. En 1992, Rio de Janeiro acogió la Cumbre de la Tierra, una decisiva reunión internacional que fijaba su atención en el futuro del planeta. En ella se estableció la Convención sobre la Diversidad Biológica que tenía como punto esencial el hecho de que en el cuidado de la biodiversidad debe implicarse todo el mundo, lo que es fundamental para el desarrollo. Los recursos naturales no son infinitos. La única forma de conservarlos es usarlos de manera racional a través del desarrollo sostenible. Desde 1992 175 países han ratificado el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Se centra en tres puntos fundamentales: 1. La conservación de la biodiversidad 2. El uso sostenible de los recursos de la biodiversidad 3. El reparto de los beneficios económicos obtenidos del uso de los recursos de la biodiversidad en un modo justo y equitativo. En respuesta al CDB los gobiernos han establecido planes de acción para conservar la biodiversidad y para el uso sostenible de los recursos naturales. CONSERVACIÓN IN SITU: ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS El mantenimiento de una proporción importante de la diversidad biológica del mundo en la actualidad sólo parece ser posible a través del mantenimiento de organismos en su estado silvestre y dentro de la variación existente. Ésta es generalmente preferible que otras líneas de acción porque permite la adaptación continua de poblaciones silvestres por los naturales procesos evolutivos y, en principio, la continuación de prácticas actuales de utilización (aunque éstas frecuentemente requieren aumentada administración). Este tipo intenta ser usado fundamentalmente con especies silvestres, forestales o no, y en muy baja proporción con especies cultivadas. En los países desarrollados es prácticamente imposible, y en los países en vías de desarrollo lo es cada vez mas, conservar in situ las variedades locales adaptadas a técnicas de laboreo y herramientas agrícolas en usos decrecientes o desaparecidos. Las Reservas Naturales son espacios naturales cuya declaración tiene como finalidad la protección de ecosistemas, comunidades o elementos biológicos o geológicos que, por su rareza, fragilidad, representatividad, importancia o singularidad, merecen una valoración especial. Con carácter general está prohibida la recolección de material biológico o geológico, salvo en aquellos casos que por razones de investigación o educativas se permita la misma, previa la correspondiente autorización administrativa. Son Reservas Naturales Integrales aquellos espacios, de dimensión moderada, cuyo objeto es la preservación integral de todos sus elementos bióticos y abióticos, así como de todos los procesos ecológicos naturales y en las que no es compatible la ocupación humana ajena a fines científicos. En la nomenclatura internacional se corresponden con los espacios de categoría I de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. (UICN, acrónimo de su nombre en inglés) 16 Son Reservas Naturales Especiales aquellos espacios, de dimensión moderada, cuyo objeto es la preservación de hábitats singulares, especies concretas, formaciones geológicas o procesos ecológicos naturales de interés especial y en la que no es compatible la ocupación humana ajena a fines científicos, educativos y, excepcionalmente, recreativos, o de carácter tradicional. En la nomenclatura internacional se corresponden con los espacios de categoría II de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. (UICN, acrónimo de su nombre en inglés) Finalmente, están los Parques nacionales y los naturales que son las áreas mejor conservadas, donde la presencia del hombre es menor, en ellos el uso público y el favorecer el contacto del hombre con la naturaleza es por sí mismo el objeto de conservación; los parques rurales son áreas donde se mezclan entornos naturales con otros transformados por la acción del hombre, pero cuya presencia se considera como un componente más y vital del ecosistema que hay que conservar; por su parte, los paisajes protegidos y los monumentos son áreas -de gran extensión los primeros, y de dimensiones moderadas los segundos- cuyo objeto de protección es fundamentalmente estético por la importancia de los valores panorámicos o emblemáticos que encierran. Pueden comprender paisajes naturales o artificiales y tanto elementos prominentes (un roque) como estructuras ocultas (una cueva). CONSERVACIÓN EX SITU: BANCOS DE GERMOPLASMA, JARDINES BOTANICOS, PROGRAMAS DE CRIA EN CAUTIVIDAD La conservación ex situ puede realizarse con plantas completas (arboretos, jardines botánicos, etc.), mediante conservación de semillas (bancos de germoplasma) o in vitro, dependiendo de las características de cada especie. Incluso se ha establecido una red mundial para la conservación de DNA en bancos apropiados. Los distintos métodos de conservación presentan problemas diferentes en cuanto a manejo de la colección y a costos. Sin duda el método operativamente más fácil y más barato es el de los bancos de semillas o bancos de germoplasma, donde las semillas pueden conservarse en condiciones adecuadas durante décadas o incluso siglos (en este último caso es obviamente una extrapolación teórica sin confirmación experimental, aunque muy probablemente real) sin que pierdan de forma significativa capacidad germinativa. A su vez el mantenimiento y manejo de las colecciones de germoplasma presenta aspectos tan interesantes como la formación de colecciones nucleares (core collection), más fáciles de usar por el mejorador al estar formadas por un número menor de muestras o accesiones pero representativas de la colección total. Sin embargo no es un problema trivial la elección de las muestras que formaran una colección nuclear sin que se pierda variabilidad genética útil dado que algunos genes útiles (genes de resistencia, por ejemplo) son poco frecuentes. Conservación in vitro. Las poblaciones viables de muchos organismos se pueden mantener en la cría o en la cautividad. Las plantas pueden también ser mantenidas en bancos de semillas y colecciones de plasma de germen; técnicas similares para la preservación de los animales están en curso de desarrollo (el almacenamiento de embriones, óvulos, y esperma) pero son más problemáticos. En la actualidad, la preservación fuera del lugar de origen es evidentemente posible sólo para una pequeña parte de los organismos pues es sumamente costosa en el caso de la mayoría de los animales y mientras en principio sería posible conservar fuera del lugar de origen a una proporción muy grande de plantas más avanzadas, todavía consistiría en una pequeña parte de los organismos del mundo. Frecuentemente involucra una pérdida de diversidad genética por los efectos del fundador y la alta probabilidad de procreación en consanguinidad Especies cultivadas y silvestres en bancos de germoplasma 17 Especies cultivadas y silvestres en bancos de germoplasma Especies N° de muestras % de silvestres N° de especies silvestres Triticum 5085 4,2 15 Hordeum 3330 3,2 15 Avena 511 4,1 8 Pisum 734 0,6 4 Solanum 2660 73,6 112 Beta 2058 1,9 7 Lactuca 1837 33,6 19 Allium 1001 3,0 6 363 2,8 2 Spinacia Fuente: Pérez de la Vega, M. Recursos fitogenéticos Arrea de Genética, Fac. de Biología y E.S.yT de Ing. Agraria, Universidad de León. Bancos de germoplasma adheridos al Centro para la Conservación de Plantas. 18 LA BIODIVERSIDAD EN ESPAÑA Nuestro país, España, puede presumir de ser el más biodiverso de todo el continente europeo. Este hecho no sólo representa una oportunidad y un privilegio para los españoles, sino que conlleva, también, una mayor responsabilidad de cara a la conservación de este patrimonio natural, tanto por parte de las administraciones públicas, como del conjunto de la sociedad. España, alberga la mayor diversidad de Europa, con un gran número de especies endémicas. Si nos fijamos en la diversidad de espacios o ecológica, nuestro país alberga 121 de los 217 hábitats terrestres declarados de interés comunitario por la Directiva Hábitats. En el medio marino, tres de los once Grandes Ecosistemas presentes en aguas europeas están representados en España36. Uno de ellos, el Mediterráneo, es especialmente importante, ya que alberga el 4% de todas las especies marinas descritas con tan sólo el 0,8% de la superficie oceánica del planeta. Atendiendo a la diversidad de especies, aunque haya ciertos grupos, como los microorganismos, aún por estudiar, podemos afirmar que nuestro país también sobresale por su riqueza: En nuestro país se encuentran más del 80% del total de especies de plantas vasculares que hay en Europa (entre 8.000 y 9.000 plantas vasculares) España alberga la mitad de los endemismos europeos, en tan sólo el 4,5% del territorio del continente A esto hay que añadir las más de 1.000 especies de musgos, los más de 2.000 líquenes y los hongos, que se estiman en torno a 20.000 La fauna está igualmente bien representada en nuestro país: somos el estado europeo con mayor variedad de mamíferos y reptiles y el tercero respecto a peces y anfibios, con más del 50% de la especies de animales. Contamos con 821 especies de vertebrados terrestres y con alrededor de 1.000 especies de peces marinos y continentales, a los que hay que sumar los cerca de 65.000 invertebrados que pueblan nuestras tierras, ríos y mares Tenemos la mayor variedad de mamíferos y reptiles y ocupamos el tercer puesto en diversidad de anfibios y peces. En cuanto a la diversidad genética, España cuenta también con una amplia variedad de recursos, especialmente en lo concerniente a la agricultura y ganadería, debido a las características geomorfológicas de nuestro territorio y al, hasta hace poco, carácter rural de nuestra población. Las variedades de semillas que se identifican como de origen español rondan las 500, y el número de razas ganaderas españolas asciende a 200. 19 Esta elevada biodiversidad queda reflejada en la gran extensión de territorio que forma parte de la Red Natura, que ocupa en la actualidad el 25% de la superficie de España. La gestión de los espacios de esta red supone uno de los mayores retos de conservación de la naturaleza a los que nos enfrentamos en la actualidad, ya que va a requerir la actuación coordinada de diversas administraciones públicas y la integración de las consideraciones ambientales en las políticas sectoriales. Varios son los factores que explican la abundancia de especies en España respecto a otros países Europeos: Situación geográfica.- La península, por su situación geográfica disfruta de climas muy variados. Mientras que el resto de Europa tiene clima húmedo, grandes zonas de España tienen clima mediterráneo e incluso árido, mientras otras lo tienen húmedo y muchas otras son áreas de transición. Relieve montañoso.- La abundancia de montañas, algunas con nieves perpetuas, aumenta el número de hábitats y añade zonas de clima de alta montaña a las anteriores. Islas Canarias.- La flora y fauna de las islas Canarias es totalmente distinta de la de la península, por su clima y porque al ser islas tienen abundancia de especies endémicas. Retraso en el desarrollo económico.- La industrialización y el desarrollo económico de España han sido más lentos que el de otros países de Europa, lo que ha permitido mantener grandes extensiones naturales mejor conservadas. En definitiva, la elevada biodiversidad de España, fruto de un contexto geográfico privilegiado y de las características físicas de la Península Ibérica, está también muy relacionada con la gran variedad de usos tradicionales del territorio, particularmente los asociados a los sistemas agrarios y forestales. MEDIDAS DE CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD EN ESPAÑA Respecto de las medidas de conservación de la biodiversidad, señalar que desde 1990 hasta la actualidad ha habido un aumento del número de especies amparadas por medidas legales de protección, tal y como se refleja en el Catálogo Nacional del Especies Amenazadas. Evolución del número de especies incluidas en el catálogo nacional de especies amenazadas. AÑOS EN PELIGRO DE SENSIBLES A LA ALTERACIÓN DE SU HÁBITAT VUNERABLES DE INTERÉS ESPECIAL TOTAL (TAXONES Y POBLACIONES) 20 EXTINCIÓN 1990 75 - - 373 448 1996 75 - - 373 448 1999 157 6 18 365 546 2000 160 17 36 381 594 2001 161 17 37 380 595 2002 154 21 46 381 601 2003 155 21 47 381 603 2004 156 21 58 367 602 Fuente: Perfil Ambiental 2005, MMA Especies con medidas legales (CNEA) Según el Catálogo Nacional del Especies Amenazadas CNEA, la mayoría de los taxones corresponden a aves (47%), seguidos de plantas (22%). Los peces y anfibios suponen tan solo el 2% y el 4% respectivamente. Especies con medidas legales (Libro Rojo) 21 En los Libros Rojos para España, que recogen los informes científicos sobre especies amenazadas, la mayor proporción de especies corresponde a plantas (69%), seguidas de aves (15%) y peces (7%) Existe por tanto una notable discrepancia entre ambos catálogos, principalmente en lo que se refiere a plantas y peces, con porcentajes mucho menores en el CNEA con respecto a los Libros Rojos. Amenazas a la biodiversidad en España Como sucede en el resto del mundo, también en España hay muchas especies en peligro. El 37% de las especies de vertebrados está en peligro y el 7% al borde de la desaparición. Entre las plantas el 15% está en riesgo de desaparición. Según datos del WCMC en España se contabilizan 2 especies de animales ya extinguidos (EX), 9 en peligro crítico de extinción (CR) y 16 en peligro (EN). Si a estas cifras añadimos las especies de animales vulnerables (VU), resultan las siguientes cifras: Mamíferos 19 Aves 10 Reptiles 6 Anfibios 3 Peces 10 Invertebrados 57 22 En el grupo de árboles hay, en España, 5 especies en situación crítica (CR) y 4 en peligro (EN). Entre las plantas hay: 6 especies extinguidas (EX), 204 especies en peligro y 283 vulnerables, según el catálogo europeo. Las causas principales son: Desarrollo mal planificado.- La construcción de urbanizaciones, obras públicas, puertos, etc. en lugares especialmente sensibles como marismas, costas, etc. ha sido muy frecuente en las últimas décadas y su impacto negativo es muy notable. También empobrece el medio natural la tala de bosques maduros y su sustitución por especies de rápido crecimiento, la extensión de monocultivos y el abandono de usos agrarios y ganaderos tradicionales. El comercio ilegal de especies silvestres, la introducción de especies exóticas, la presión del turismo poco respetuoso con la naturaleza, el uso de pesticidas y la contaminación también contribuyen a poner en riesgo de desaparición a bastantes especies. LA DIVERSIDAD DE LOS ECOSISTEMAS ESPAÑOLES Características y distribución de los ecosistemas más importantes en Españoles 1 1 Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España. MMA 23 Fuente: Elaboración OSE a partir del proyecto CLC. Bosques (bosques de frondosas; bosques de coníferas; bosque mixto) Matorral boscoso de transición (matorral boscoso de transición) Brezal, matorral y tundra (landas y matorrales mesófilos; vegetación esclerófila) Ecosistemas costeros (playas, dunas y arenales; marismas; zonas llanas intermareales; lagunas costeras) Ecosistemas marinos (estuarios; océano) Superficies de agua interiores (cursos de agua; láminas de agua) Humedales, pantanos y marjales (humedales y zonas pantanosas; turberas y prados turbosos) Pradera y maleza alta (pastizales y praderas Ecosistemas agrícolas, hortícolas y domésticos cultivados reciente o regularmente (tierras de labor en secano; terrenos regados permanentemente; arrozales; viñedos; frutales y plantaciones de bayas; olivares; cultivos anuales asociados con cultivos permanentes) .Mosaicos agrícolas (mosaico de cultivos; terrenos principalmente agrícolas, pero con importantes espacios de vegetación natural; sistemas agroforestales) Ecosistemas de interior sin vegetación o con vegetación escasa (roquedo; espacios con vegetación escasa; zonas quemadas) Glaciares y nieves permanentes (glaciares y nieves permanentes) Ecosistemas urbanos (construcciones industriales y artificiales) Cada ecosistema presenta un conjunto particular de especies y de tipos de hábitat. Si un ecosistema disminuye su extensión, disminuye su capacidad para albergar tales especies y tipos de hábitat. Por ello, es imprescindible, para asegurar su conservación, el mantenimiento de una superficie mínima para cada ecosistema. 24 BOSQUES (BOSQUES DE FRONDOSAS; BOSQUES DE CONÍFERAS; BOSQUE MIXTO) i Ecológicamente, los bosques se caracterizan por la dominancia de un estrato arbóreo que es el principal constituyente del ecosistema en términos de fijación de energía y acumulación de biomasa y que, con su presencia, condiciona los recursos lumínicos, hídricos y nutricionales del resto de los estratos vegetales, así como las condiciones y recursos para el flujo de energía a través de los productores secundarios y descomponedores. La situación geográfica de España, a caballo entre regiones climáticas contrastadas, y su compleja orografía le confieren una gran diversidad de ecosistemas forestales. La mayor parte de la Península está ocupada por un amplio elenco de bosques mediterráneos, que incluyen formaciones esclerófilas perennifolias como encinares, alcornocales o acebuchares, bosques de coníferas (pinares de pinos negral, rodeno, carrasco o piñonero, pinsapares, tejedas, formaciones de araar, sabinares), bosques marcescentes (quejigares y melojares) y bosques de ribera de diversos tipos. El norte peninsular alberga excelentes representaciones de formaciones atlánticas y alpinas (hayedos, robledales de carballo y de roble albar, pinares de pino negro) con un elevado valor biogeográfico por situarse en o cerca de su límite meridional de distribución. Por su parte, las Islas Canarias son otro mundo en términos forestales con formaciones inéditas en el continente europeo como la laurisilva, los pinares de pino canario y los palmerales de palmera canaria. Los bosques españoles tienen una gran importancia ecológica por la que extensión ocupan, por los múltiples bienes y servicios ecosistémicos que prestan y por sus elevados niveles de biodiversidad. En las cuatro grandes regiones biogeográficas presentes en España (Mediterránea, Atlántica, Alpina y Macaronésica), la Directiva de Hábitats reconoce actualmente 27 tipos de hábitat de interés comunitario. Cabe señalar que las dehesas, no se tratan aquí sino en el epígrafe especifico siguiente. Bosque mediterráneo: Ocupa la mayor parte de España. Aunque por la denominación este ecosistema parece estar restringido al ámbito mediterráneo, nada más lejos de la realidad, ya que también alude a ciertas zonas de California, Chile, Sudáfrica y Australia, y es que el bosque mediterráneo viene determinado por un factor fundamental: el clima, todas las áreas mencionadas poseen el mismo clima, denominado mediterráneo, que se caracteriza por presentar dos épocas muy marcadas en el año: una seca que comprende el verano, unos cuatros meses y otra húmeda que se concentra en los meses más fríos. La coincidencia de la época seca con la de temperaturas más altas ha provocado interesantes adaptaciones de las plantas. 25 La actividad humana sobre la vegetación mediterránea ha originado diversos tipos de formaciones vegetales. La vegetación ha seguido una evolución paralela con la vegetación. El progresivo desmantelamiento de la cubierta vegetal y cada vez más intensa presión humana han propiciado la desaparición de algunas especies y el retraimiento de otras a zonas más aisladas. Los rasgos más importantes de la fauna mediterránea son: Gran variedad y abundancia de insectos, lo que hace que abunden los animales de dieta insectívora. Variedad de anfibios y reptiles, primordialmente insectívoros. El papel desempeñado por las aves y los mamíferos en la dispersión de numerosas semillas y en el flujo de nutrientes entre el Mediterráneo y Europa central debido a las migraciones. Entre las especies destacar; lobo, lince, meloncillo, gineta, gato montes, ciervo, aguila imperial, cigüeña negra, pájaros insectívoros (currucas alcaudones, petirrojo, carbonero….) lagartos, culebras, sapos……. Encinares: Los encinares más complejos debieron ser los de las zonas litorales cálidas, aunque quedan pocos bien conservados. Serían bosques densos con arbustos termófilos como Myrtus communis, Olea europea var. sylvestris, Rhamnus oleoides, etc. y lianas (Smilax, Tamus, Rubia, etc). En el clima más o menos suave de Extremadura los encinares son aún diversos, con madroños y plantas comunes con los alcornocales. 26 Los encinares continentales meseteños son los más pobres, con Juniperus y algunas hierbas forestales. De estos últimos, los de suelos ácidos llevan una orla de leguminosas (Retama, Cytisus, etc.) y un matorral de Cistus, Halimium, Lavandula, Thymus, etc, mientras que los de suelos básicos llevan un matorral bajo de Genista, Erinacea, Thymus, Lavandula, Satureja, etc. Los encinares béticos de media montaña, estructuralmente parecidos a los continentales, se caracterizan por la abundancia de elementos meridionales como Berberis vulgaris subsp. australis Los encinares continentales meseteños son los más pobres, con Juniperus y algunas hierbas forestales. De estos últimos, los de suelos ácidos llevan una orla de leguminosas (Retama, Cytisus, etc.) y un matorral de Cistus, Halimium, Lavandula, Thymus, etc, mientras que los de suelos básicos llevan un matorral bajo de Genista, Erinacea, Thymus, Lavandula, Satureja, etc. Los encinares béticos de media montaña, estructuralmente parecidos a los continentales, se caracterizan por la abundancia de elementos meridionales como Berberis vulgaris subsp. australis Los más septentrionales llevan Spiraea hypericifolia, Buxus sempervirens, etc. Los alzinares son bosques intrincados de aspecto subtropical, con arbustos termófilos y abundantes lianas. La fauna de los encinares cálidos u oceánicos es rica, pero los continentales son mucho más pobres. Pinares: Dispersos por casi todo el territorio nacional. Estos pinares suelen actuar como pioneros en la sucesión hacia bosques de Encinas (Quercus sp). El pino carrasco (Pinus halepensis) es propio de climas cálidos y secos de la mitad oriental peninsular y de Baleares, casi siempre en sustratos básicos y por debajo de 800 m. Forma bosques en situaciones de extrema sequía, ya sea por razones climáticas (sureste ibérico, valle del Ebro, Baleares) o por la naturaleza del suelo (margas, arcillas, laderas rocosas), con Quercus coccifera, Juniperus oxycedrus, Rosmarinus officinalis, Phillyrea angustifolia, etc. El pino resinero o rodeno (Pinus pinaster) prospera en arenales y roquedos más o menos ácidos de casi toda la Península, siendo más raros en el nordeste y suroeste. En el interior crece de 700 a 1700 m, con Calluna vulgaris, Cistus ladanifer, C. laurifolius, Halimium viscosum, etc., o, en las áreas más occidentales, con Cytisus scoparius, C. multiflorus, Erica australis, E. umbellata, Cistus psilosepalus, Halimium alyssoides, Pteridium aquilinum, etc. En las arenas dolomíticas de las Sierras de Tejeda y Almijara y en las peridotitas de Sierra Bermeja, crece con Rhamnus myrtifolius, R. velutinus, Ulex parviflorus, etc 27 El pino piñonero (Pinus pinea) forma pinares naturales o cultivados en muchas zonas de la Península, casi siempre en cotas bajas, aunque puede llegar a los 1000 m (Meseta norte, Sistema Central, La Mancha, interior de Cataluña). El sotobosque lleva arbustos de suelos más o menos arenosos o algo termófilos (Retama sphaerocarpa, Cistus ladanifer, C. salviifolius, etc.). La fauna de estos pinares es muy diversa. Algunos albergan nidos de buitre negro, cigüeña negra o águila imperial. Bosque Atlántico. Se extiende en España por la cornisa cantábrica, Galicia, el norte de las provincias de León, Palencia, Burgos, Navarra y los Pirineos occidentales. El relieve del área ocupada por el bosque atlántico es agreste, más abrupto en la zona de la Cordillera Cantábrica y del Pirineo, que en la del Macizo Galaico, pero en cualquier caso de escasa altitud. Salvo en la zona occidental, en la que las rocas son silíceas, en el resto son de naturaleza calcárea. La vegetación dominante está formada por árboles y arbustos planocaducifolios, como hayas, robles, melojos, abedules, serbales, tejo, acebos, aunque también encontramos encinas alcornoques, quejigos y diversas especies de pinos. Estos árboles, en numerosas ocasiones forman masa en las que domina una de las especies indicadas, dando lugar a hayedos, abedulares, melojares. La fauna es muy variada, tanto en invertebrados como en vertebrados; respecto a estos últimos destacan el oso, el urogallo, el jabalí, el tejón, el gato montes, el musgaño patiblanco, el lirón gris, la marta y numerosas rapaces como el azor o el gavilan, reptiles y anfibios muy diversos y una gran variedad de pájaros que aprovechas tanto los insectos como los numerosos frutos del bosque. Hayedo: Viven en suelos con acidez y pobreza acentuadas por el lavado permanente provocado por las abundantes precipitaciones. Altitudinalmente, ocupan una banda entre 500 y 1600 m, contactando hacia los pisos inferiores con carballedas (Quercus robur) o melojares (Q. pyrenaica), y hacia los superiores con abetales (Abies alba), pinares negros (Pinus uncinata) o albares (P. sylvestris) en los Pirineos, y con abedulares (Betula alba) y enebrales subalpinos en la Cordillera Cantábrica. Los hayedos son formaciones umbrosas con sotobosque reducido. Entre las especies leñosas cabe citar Ilex aquifolium, Taxus baccata, Daphne laureola o Vaccinium myrtillus, y entre las herbáceas, Blechnum spicant, Teucrium scorodonia, Deschampsia flexuosa, Pteridium aquilinum, Prenanthes purpurea, Luzula nivea (estas dos últimas en los sectores nororientales), Luzula sylvatica subsp. henriquesii (en los noroccidentales), etc. En los claros pueden aparecer Crataegus monogyna, Sorbus aucuparia, Erica arborea, E. vagans, E. australis, Ulex gallii, Genista pilosa, Cytisus scoparius, Calluna vulgaris, etc. 28 La fauna del hayedo, como la de otros bosques caducifolios, es rica en aves forestales, entre las que destaca el pico dorsiblanco (Dendrocopus leucotos) y el pito negro (Dryocopus martius). Entre los mamíferos figuran la marta (Martes martes) y el topillo rojo (Clethrionomys glareorus), especie muy vinculada al hayedo. DEHESA Las dehesas son un tipo de hábitat de origen y mantenimiento antrópico. Proceden del aclarado del monte mediterráneo, eliminando el matorral y parte del arbolado para dar lugar a una distribución sabanoide, más o menos uniforme, de los árboles retenidos en grandes fincas (normalmente mayores de 100 ha) de propiedad privada. Aunque las primeras dehesas se formaron en la Edad Media, la mayor parte de las dehesas arboladas actuales parecen haber sido abiertas entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX, bien a partir de manchas de monte poco o nada alteradas, o bien a partir de dehesas previamente abandonadas. Las dehesas son un hábitat favorecido o creado por el hombre para uso múltiple (forestal, ganadero, agrícola y cinegético). En terrenos de relieves suaves y donde la agricultura es poco productiva, sobre sustratos preferentemente ácidos o neutros y con poca materia orgánica, se ha favorecido tradicionalmente este modo de uso del territorio. La dehesa se consigue mediante aclarado del monte mediterráneo respetando algunos pies, productores de frutos (montanera), que se podan y mejoran continuamente con este fin. Se desarrollan sobre todo en climas con poca frecuencia de heladas tempranas o tardías que puedan impedir la fructificación de las especies arbóreas. La producción ganadera se complementa con productos forestales tales como el corcho, si la dehesa incluye alcornoques, o con subproductos de las labores de desbroce de matorral o poda, tales como la leña y el carbón vegetal. La producción de bellotas por el arbolado se mejora mediante podas y aclareos, pues es una producción intermedia empleada para el mantenimiento y engorde otoñal e invernal del ganado, particularmente del cerdo ibérico. En las últimas décadas, una parte creciente de las dehesas, han pasado a dedicarse a usos cinegéticos (caza mayor de ungulados como el ciervo, Cervus elaphus, el corzo, Capreolus capreolus, el jabalí, Sus scrofa, o el gamo, Dama dama) o, en menor medida, para usos recreativos. El árbol más extendido en las dehesas es la encina (Quercus rotundifolia, o Q. ilex ssp. ballota), aunque también existen dehesas dominadas por alcornoques (Q. suber) y, en mucha menor medida, por quejigos lusitanos, Q. faginea, melojos, Q. pyrenaica, o quejigos morunos, Q. canariensis. Muy localmente pueden encontrarse manchas adehesadas de pino piñonero, Pinus pinea, haya, Fagus sylvatica, acebuche, Olea 29 europaea, cornicabra ,Pistacia terebinthus, fresno Fraxinus angustifolia, o coscoja, Q. coccifera, (estas últimas sobre todo en Portugal y Grecia). Las manchas de matorral están compuestas típicamente por especies de los géneros Cistus, Genista, Cytisus, Retama, Lavandula, Daphne, Erica o Halimium. El desarrollo de este estrato arbustivo es generalmente escaso y temporal, al estar limitado por la presión ganadera y las labores de desbroce y laboreo. La diversidad local de plantas, sobre todo herbáceas anuales, alcanza valores comparables con los de los tipos de hábitat más diversos del mundo La diversidad de especies de animales también alcanza valores mayores debido al mismo efecto de mezcla a escala local de especies propias de medios abiertos y de medios forestales. MATORRAL El matorral mediterráneo no es una formación climax sino el resultado de la degradación del bosque por el ser humano. Bajo el término matorral se reúnen, por tanto, a todos aquellos tipos de hábitat cuya estructura vegetal responde al dominio de arbustos o pequeñas matas leñosas, es decir nanofanerófitos o caméfitos esclerófilos (pero los ligados afloramientos de yesos, a saladares y a suelos subsalinos o con cierta alteración antrópica en medios áridos y semiáridos), y cuya dinámica, en numerosas ocasiones, les hace estar ligados sucesionalmente a algún tipo de formación forestal. En numerosas ocasiones, caracterizan biotopos donde las condiciones son muy estresantes y, en consecuencia, muy limitantes para el desarrollo de cualquier otro tipo de vegetación. Este es el caso de los matorrales de yesos, los matorrales halófilos y subhalófilos, los matorrales predesérticos, o las comunidades de acantilados. Desde el punto de vista biogeográfico, los tipos de hábitat de matorral incluidos en estos grupos alcanzan su mayor presencia y abundancia en las regiones Mediterránea y Macaronésica. Presenta tres tipos característicos: La maquía o maquis es una formación arbustiva densa, casi impenetrable, con arbustos de más de 2 metros. Está integrada por un matorral esclerófilo como la jara, el brezo, el lentisco y la retama. La garriga está formada por arbustos y matorrales de poca altura que dejan zonas sin cubrir, donde aparece la roca al desnudo, sin vegetación. Las especies características son el tomillo, el romero y el espliego. Tiene como formación característica el bosque de hoja perenne y el matorral (maquía, garriga y estepa). Estas formaciones están adaptadas a la sequía estival mediante diversos sistemas: extendiendo las raíces para captar el agua, con hojas perennes y esclerófilas (duras y coriáceas), sustituyendo las hojas por espinas, etc. La estepa se encuentra en la zona semiárida del sureste peninsular dónde la sequía impide el crecimiento de los árboles y en zonas donde la garriga ha sido degradada por la acción humana. Está formada por hierbas bajas, entremezcladas con arbustos espinosos, nudosos, bajos y discontinuos que dejan al descubierto suelos. Las especies más características de la estepa son el palmito, el tomillo, el esparto, el espárrago Estas formaciones están adaptadas a la sequía estival mediante diversos sistemas: extendiendo las raíces para captar el agua, con hojas perennes y esclerófilas (duras y coriáceas), sustituyendo las hojas por espinas, etc. 30 BREZAL Dentro de los brezales se incluyen comunidades arbustivas de porte medio en las que dominan representantes del género Erica (brezos), pero también otras comunidades de estructura semejante en las que son escasas o incluso ausentes las especies de brezos. Se conoce como brezales al tipo de vegetación de zonas templadas formado por: brezales húmedos atlánticos de Erica Cilianis, brezales secos europeos y brezales costeros con Erica Vayans. Se distribuyen a lo largo de un amplio rango altitudinal (0-2.000 m), se desarrollan generalmente sobre suelos pobres en nutrientes, y se caracterizan por la ausencia de cobertura arbórea ya que en su composición florística dominan las especies heliófilas. Existen otras comunidades arbustivas también del genero Erica que aparecen por encima del límite altitudinal del bosque, como los brezales macaronésico enclínicos, brezales alpinos y boreales, y los matorrales pulvinulares orófilos europeos meridionales. Representan la banda arbustiva que reemplaza al bosque por encima del límite altitudinal del bosque. Se caracterizan además por mostrar una gran diversidad de especies, lo que fundamentalmente está en relación con el alto grado de endemicidad vegetal que se da en la alta montaña mediterránea ibérica. Los brezales (y matorrales en general) han sido tradicionalmente considerados como sistemas poco valiosos e indicadores, en muchos casos, de degradación ambiental. Su inclusión en la Directiva de hábitats representa, por tanto, una toma de conciencia del valor de estos sistemas como refugio de elementos biológicos y como poseedores de valores intrínsecos en términos de funcionamiento ecosistémico, que van mucho más allá de su valor dinámico. Sin su inclusión explícita, la conservación de este tipo de hábitats a largo plazo se vería comprometida pues su existencia se ve afectada negativamente por la forestación natural a consecuencia del abandono del medio rural, el descenso de la actividad ganadera, y las acciones de repoblación. ECOSISTEMAS COSTEROS El litoral español y su plataforma continental presentan unas características privilegiadas, por su situación geográfica entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, por las diferentes condiciones oceanográficas y biogeográficas que en él inciden y por la extraordinaria variedad de tipos de costa (rías, marismas, lagunas litorales, extensas costas acantiladas, playas y diversos conjuntos insulares). La línea de costa en España alcanza casi los 8.000 km, distribuidos según distintos tramos con características muy diferentes (Fig. 1). Así, la costa cantábrica desde Guipúzcoa hasta A Coruña presenta unos 1.200 km, caracterizados por el predominio de acantilados, salpicados por estuarios ligados a ríos de escaso recorrido que tienen sus fuentes en la Cordillera Cantábrica. Estos estuarios albergan ambientes sedimentarios muy variados, como playas, dunas, marismas, etc. La costa atlántica, con 1.915 km de longitud, incluye el litoral de las provincias de A Coruña, Pontevedra, Huelva y Cádiz. En las dos primeras, la presencia de sierras litorales propicia la existencia de una costa fundamentalmente acantilada en la que destacan las rías, mientras que las costas del Golfo de Cádiz, alimentadas por los aportes sedimentarios de grandes ríos (Guadiana, Guadalquivir, Odiel, etc.), muestran amplias playas y grandes complejos dunares asociados a importantes estuarios. Todas estas costas están afectadas por rangos de marea importantes, lo que favorece el desarrollo de extensas marismas, especialmente en el Golfo de Cádiz. Por otro lado, las direcciones de las corrientes costeras y su procedencia (ver figura 1) influyen en la temperatura de las aguas y, por tanto, en las comunidades marinas que los pueblan. Así, existen notables diferencias entre las aguas gallegas y las del Golfo de Vizcaya. 31 Las primeras son frías y las comunidades biológicas se asemejan a las de las costas bretonas y del sur de las Islas Británicas, mientras que las aguas de los litorales cántabro y vasco presentan un carácter más cálido. En cuanto al Golfo de Cádiz, por su situación meridional comparte muchas especies con la costa mediterránea y del norte de África. La fachada mediterránea, con algo más de 3.200 km, incluye el litoral peninsular (unos 1.900 km) y el del archipiélago Balear (casi 1.400 km), y está representada tanto por costas sedimentarias (casi un 25%), asociadas a las desembocaduras de grandes ríos (Ebro, Turia, Júcar, etc.), como por costas rocosas acantiladas asociadas a diversos relieves montañosos costeros (Cordillera Costera Catalana, Cordillera Ibérica y Cordilleras Béticas). Una diferencia importante entre las costas atlántica y mediterránea estriba en la práctica ausencia de mareas en el litoral mediterráneo. Esto se traduce en una inexistencia de marismas en este último tramo, aunque por otro lado se facilita la formación de lagunas costeras semicerradas de carácter salobre (albuferas). Por otro lado, las desembocaduras fluviales mediterráneas presentan mayor variedad, ya que aunque no existen rías, aparecen estuarios abiertos y bajos, calanques, así como diversos deltas asociados al elevado transporte sedimentario de algunos ríos mediterráneos (Ebro, Llobregat, Andarax, Adra, etc.). Desde el punto de vista de la biocenosis, se observa una transición entre el litoral catalán, de afinidades más frías, y el sector más cálido comprendido entre el cabo de La Nao y el cabo de Gata. Las costas del mar de Alborán presentan una notable influencia de la capa superficial de agua procedente del Atlántico, constituyendo una encrucijada donde pueden encontrarse especies atlánticas, tanto de aguas frías (de las costas europeas) como cálidas (de las costas africanas), junto a especies mediterráneas y diversos endemismos exclusivos de la zona. El cabo de Gata constituye así una frontera muy marcada entre el sector más cálido de las costas mediterráneas y el área de influencia atlántica. Por otro lado, en el conjunto de la cuenca mediterránea existe una marcada gradación decreciente de las cifras de biodiversidad desde la zona occidental a la oriental, ligado en parte a que la mayoría de la biota mediterránea actual procede de sucesivas invasiones a partir del Atlántico. Así, se estima que el 87% de la fauna mediterránea actual está presente en el Mediterráneo occidental y menos del 50% en el Adriático o en la cuenca oriental. Ello sitúa al litoral mediterráneo español en una situación privilegiada con respecto a otras costas europeas. El litoral canario, de unos 1.540 km de longitud, está compuesto fundamentalmente por acantilados asociados a relieves volcánicos recientes (las playas ocupan menos del 8%). El transporte costero predominante en las islas, en sentido N – S, debido al dominio de los vientos alisios, favorece la formación de playas y dunas en las zonas meridionales de las islas mayores (Tenerife y Gran Canaria). También existe en el archipiélago un importante gradiente O-E, desde medios oceánicos húmedos en El Hierro y La Gomera, hasta condiciones subdesérticas en las islas orientales. En ese sentido, dentro de la biota que habita las aguas canarias, de tipo subtropical, pueden apreciarse diferencias entre las islas orientales, bajo la influencia del afloramiento de agua fría sahariano y con gran abundancia de especies de interés pesquero, y las occidentales, con afinidades más tropicales. 2 En lo que se refiere a la plataforma continental española, hasta el veril de 200 m abarca unos 80.000 km , 2 extensión sensiblemente menor que la del mar territorial, estimable en unos 116.000 km . La plataforma continental está constituida por fondos de naturaleza muy variada, desde substratos rocosos hasta acumulaciones arenosas, afectados por diferentes procesos hidrodinámicos submarinos y dando lugar a muy diversos tipos de hábitat, como arrecifes y estructuras de escape de gases, estas últimas presentes también en el talud continental. De todo ello puede deducirse que nuestro medio marino atesora, con mucha diferencia, la mayor diversidad biológica en el ámbito europeo y que nuestro país constituye el marco idóneo para el desarrollo de la investigación en el campo de las ciencias marinas. Ello implica también la enorme responsabilidad de conservar esta enorme geo– y biodiversidad marina. Por último, dentro de este capítulo se incluyen también los tipos de hábitat halofíticos, formados por suelos salinos y por espacios vegetados sobre substrato salino o yesífero, tanto costero como continental, de muy diverso origen. La variedad de ambientes resulta muy 32 amplia dada la alta proliferación de afloramientos salinos y yesíferos en España, que originan diferentes tipos de pastizales, matorrales y estepas salinas, algunos de ellos exclusivos de la Península Ibérica. Figura 1: Distribución de las costas sedimentarias (tramos blancos) y costas rocosas (tramos negros) en el litoral peninsular español. Los números y letras señalan los principales sistemas de playa-duna, mientras que las flechas indican la dirección predominante de las corrientes costeras (Flor, 1998). ECOSISTEMAS MARINOS Los ecosistemas marinos ocupan la mayor superficie del planeta; más del 70%. Aunque la profundidad media de los océanos es de 5000 m, hay zonas mucho más profundas (más de 11000 mtrs) y otras, cerca de los continentes, con una profundidad media de 200 m. Los factores abióticos y los recursos no son uniformes en toda la masa de agua y se establecen una serie de gradientes (salinidad, temperatura, luz gases disueltos...) que condicionan las adaptaciones y distribución de los organismos. Así, la existencia de una zona fótica y otra afótica, determina la distribución de los organismos fotosintetizadores que constituyen el fitoplancton y por añadidura, la de los que lo consumen. Litoral se considera a la zona de transición entre la tierra firme y el mar u océano. Esta zona de transición está comprendida entre el nivel de la bajamar y el de la pleamar; puesto que dichos niveles presentan oscilaciones anuales, se ha subdividido la zona litoral en tres zonas: 33 Zona supralitoral: Entre el nivel de pleamar y limite de las olas en temporales Zona mesolitoral; entre pleamar y bajamar Zona infra litoral: Entre el nivel de la bajamar y el de acción de las olas en calma Al ser zonas de transición, en los ecosistemas litorales la comunidad presenta una gran diversidad. Las corrientes, las mareas, los vientos, los gradientes de temperatura, la salinidad, la luminosidad y la presión, crean unas condiciones que obligan a las especies a ser más tolerantes con las condiciones extremas existentes de los suelen serlo en otras circunstancias y a distribuirse según determinados patrones que provoca la existencia de zonación. Hay una productividad muy alta, debido a la riqueza en nutrientes, buena iluminación y agitación de sus aguas. Los ecosistemas más importantes son: Estuarios y deltas. La mezcla de mareas y corrientes y los aportes continentales 34 hacen que los estuarios y deltas sean ricos en nutrientes, por lo que constituyen uno de los hábitats más productivos de la Tierra. En los estuarios se juntan las aguas dulces y las saladas, por lo que coexisten biocenosis correspondientes a sistemas terrestres, de aguas continentales y marinos. Aunque debido a las duras condiciones ambientales no hay una gran diversidad, si hay una gran abundancia. Destacan los moluscos cangrejos y una importante avifauna que se alimentan de ellos. Las marismas, junto con las albuferas son zonas húmedas costeras muy importantes para la vida de numerosos organismos. Las marismas tienen aguas poco profundas que, al menos al principio de su evolución, siguen un ciclo de inundación acorde con las mareas. El agua de las marismas puede tener varios orígenes; exclusivamente marina, con aportes de ríos y arroyos y con aportes subterráneos. Esta mezcla de aguas marinas y dulces da lugar a gradientes de salinidad, que condicionan la distribución de los organismos. Normalmente las marismas se forman cuando un estuario sufre la colmatación por sedimentos. Las albuferas suelen tener su origen en hundimientos de la costa que dieron lugar a ensenadas, que fueron colmatándose, cuando las corrientes marinas paralelas a la costa iban formando una barrera natural, que termina por separar la ensenada del mar. En la época de sequia el agua no llega a desaparecer completamente quedando pequeñas lagunas en las zonas más profundas: estas lagunas es Doñana se denominas “lucios” Manglares (Completan los ecosistemas marinos los manglares, aunque no están presentes en España), son selvas tropicales que crecen en las desembocaduras de los ríos sobre fondo de limo o arenas. ECOSISTEMAS DE AGUA DULCE En este grupo se incluyen los dos tipos fundamentales de ecosistemas acuáticos continentales, dividiéndose en: a) correspondiente a los tipos de hábitat de aguas retenidas, y b) que pertenecen los tipos de hábitat de aguas corrientes. En ambos casos, por tanto, se refiere a tipos de hábitat asociados a ecosistemas acuáticos continentales, y éstos en su conjunto, desde el año 2000, están también contemplados adicionalmente por otra directiva europea, la directiva por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas (2000/60/CE) (DOCE, 2000), generalmente conocida como “Directiva Marco del Agua” (en lo sucesivo DMA). Las directrices que marca la Directiva de Hábitats (DH) tienen como objetivo preservar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitat naturales y de la fauna y flora silvestres en el territorio de los estados miembros, manteniendo o restableciendo un estado de conservación favorable de los hábitat naturales y de las poblaciones de especies de fauna y flora que los habitan. En este sentido, ambas directivas, la Directiva de Hábitats y la DMA, comparten una filosofía común de preservar o restaurar el “buen estado ecológico” o el “estado de conservación favorable” de los ecosistemas acuáticos (denominados hábitat en la Directiva de Hábitats, clasificados en masas de agua en la Directiva Marco del Agua), asegurando la integridad estructural y funcional de los mismos. 35 El “estado ecológico” (DMA) es una expresión de la calidad de la estructura y funcionamiento de los ecosistemas acuáticos asociados a las aguas superficiales; el “estado de conservación” (DH) es el conjunto de influencias que actúan sobre el tipo de hábitat natural de que se trate y sobre las especies típicas asentadas en el mismo que pueden afectar a largo plazo a su distribución natural, su estructura y funciones, así como a la supervivencia de sus especies típicas. Aguas continentales retenidas - Ecosistemas leníticos se corresponden a ecosistemas leníticos (lagos, lagunas, humedales, charcas, etc.). En ellos hay numerosos factores abióticos que varian con la profundidad y que sirven para explicar la variación de la diversidad y abundancia de los organismos en relación con ella; temperatura, luminosidad, concentración de gases. pH, cantidad de materia orgánica. pero además en ellos se puede observar una zonación de la comunidad en función de la profundidad, fluctuaciones estacionales, tipo de sustrato etc. Desde el punto de vista biológico la dinámica en la circulación vertical de los lagos (persistencia o desaparición de la termoclina) de acuerdo con la variación anual es muy importante; de hecho se puede establecer una clasificación de los lagos en función de la persistencia o no de la estratificación. El funcionamiento de los lagos, en cuanto a los procesos de biosíntesis y biodegradación se refiere es igual que en los ecosistemas marinos. Los tipos de hábitat en estos ecosistemas se caracterizan por una amplia serie de propiedades que, en su conjunto, determinan la estructura y funciones ecológicas en los mismos, aspectos fundamentales para la evaluación del estado de conservación del tipo de hábitat. La vegetación de los lagos y lagunas es muy variada; hay especies que tiene una gran dependencia del agua y viven exclusivamente en las orillas como los tajares, fresnos, alisos sauces, que forman un cinturón perilagunar, o incluso dentro del agua como los ranúnculos, nenúfares, naja, chara…. La fauna es muy diversa; el zooplancton está compuesto rotíferos, copépodos, cladóceros, protozoos… los invertebrados incluyen moluscos, insectos, crustáceos, cnidarios… en cuanto a vertebrados la avifauna es especialmente diversa. Aguas continentales corrientes. Ecosistemas lóticos. Los procesos que se llevan a cabo en la cuenca, la vegetación y el tipo de sustrato de la misma, el régimen de caudal, que depende de la climatología y de los factores antes mencionados, la velocidad de la corriente, la oxigenación composición química, determinan las características ecológicas de los ríos. El funcionamiento de los ríos se desarrolla según un gradiente horizontal (vertical en ecosistemas terrestres, marinos y lacustres) del flujo de energía y materia. Los organismos bentónicos utilizan dicho flujo a su paso; los planctónicos derivan con él y lo utilizan según la duración de su vida. Los ecosistemas loticos están basados en la utilización de la materia orgánica por los detritívoros que se alimentan de ella, y por los descomponedores que la oxidan: los materiales oxidados permitirán la fotosíntesis por parte de algas. Las redes tróficas animales están basadas en el aprovechamiento de la necromasa, sólo cuando el agua se estanca algo, aparecen redes basadas en herbívoros. ECOSISTEMAS (HUMEDALES, PANTANOS Y MARJALES (HUMEDALES Y ZONAS PANTANOSAS; TURBERAS Y PRADOS TURBOSOS) En este grupo se incluyen una amplia diversidad de humedales entre los que se encuentran turberas, áreas pantanosas e incluso superficies cubiertas de aguas someras. Se desarrollan bajo condiciones ambientales 36 muy variadas, desde zonas litorales a la alta montaña, en muy diferentes ámbitos geomorfológicos y sobre una amplia diversidad de sustratos litológicos y edáficos. En general son medios favorables a la formación de turba, pero no siempre se trata de turberas, como ocurre con frecuencia en los tipos de hábitat de las áreas pantanosas alcalinas. Tienen en común su fuerte dependencia de las condiciones hidrológicas y de la naturaleza y calidad de las aguas de alimentación, y su formación y persistencia exigen la existencia de niveles freáticos próximos a la superficie, aflorantes o subaflorantes. Todos ellos albergan una importante biodiversidad, no tanto por su riqueza en especies, mayor en las áreas pantanosas calcáreas que en las turberas ácidas, como por el hecho de albergar una flora y fauna altamente especializada, adaptada a sus particulares condiciones, en muchas ocasiones de carácter pionero. En España son hábitats que ocupan extensiones generalmente reducidas, a veces puntuales que, como en el resto de Europa, a lo largo de los últimos siglos han sufrido una importante regresión por razones muy diversas, en especial por labores de drenaje para su uso agrícola y ganadero o por motivos de saneamiento, por la extracción de turba o, en algunos casos, por la presión urbanística y turística a que se han visto sometidos en las últimas décadas. Como otros humedales, tienen un importante papel en el control del circuito hidrológico y en la calidad de las aguas, constituyen verdaderos archivos de la evolución ambiental, guardan importantes vestigios arqueológicos y son sistemas implicados en el cambio climático global. Además de constituir elementos característicos del paisaje, han sido fuente de recursos: alimento para el hombre y el ganado, suministrando materiales para la construcción y la elaboración de diferentes útiles, y representan lugares importantes en el ciclo vital de muchas especies, especialmente de peces y aves, en muchos casos de interés económico. Son lugares de hábitat frágiles, de extensión limitada y muy fragmentada, con alta dependencia de la cantidad y calidad de las aguas de la cuenca de alimentación su protección y preservación debe abordarse abarcando todo el sistema hidrológico en que se ubican, hecho que dificulta enormemente su gestión. ECOSISTEMA DE PRADERA-PASTIZAL Las plantas herbáceas suelen ser menos conocidas que las leñosas; atraen menos la atención del ciudadano de a pie, y por eso en muchos casos ni siquiera poseen nombres vulgares. Representan, dentro de la flora, algo parecido a lo que los invertebrados en la fauna. Sin embargo, precisamente por esa humildad y frugalidad, por su asombrosa capacidad de reproducción y diferenciación genética y por su altísima tasa de renovación, poseen unas cualidades de valor trascendental tanto para la persistencia de los ecosistemas terrestres como para la de la propia humanidad. De hecho, la domesticación de las plantas herbáceas, el inicio de la agricultura, fue el detonante que permitió incrementar de forma exponencial el crecimiento de las sociedades humanas hace ya varios milenios, y es hoy la actividad que sigue sustentando su inmensa población, y también, la que permite alimentar a su ganado, restaurar los terrenos degradados y cubrir los de carácter ornamental y deportivo. En los ecosistemas terrestres, las formaciones herbáceas desempeñan la función genérica de colonizar terrenos desnudos y restañar las heridas que las perturbaciones intensas provocan en otras más evolucionadas, pero menos dinámicas, como bosques y arbustedos; son, en definitiva, su tejido de cicatrización. Sólo llegan a constituir comunidades permanentes allí donde condiciones ecológicas extremas impiden la existencia de vegetación leñosa y, salvo casos excepcionales, eso sólo sucede en España en zonas de muy alta montaña (pisos criorotemplado y crioromediterráneo) y en dunas y tipos de hábitat costeros o de 37 carácter halófilo. En el resto de los casos, las formaciones herbáceas espontáneas constituyen comunidades de sustitución de bosques, arbustedos y matorrales. Por ello, son naturales porque no han sido sembradas, aunque no lo son completamente, porque su existencia responde a perturbaciones de carácter casi siempre antrópico, de ahí el calificativo de seminaturales que con frecuencia se les aplica. En la mayoría de los casos, su persistencia es deseada porque, como pastos que son, constituyen la base de la alimentación de la ganadería y los herbívoros silvestres. De hecho, su aprovechamiento (diente o siega) es precisamente su herramienta de perpetuación y a menudo de evolución dirigida: selección de ecotipos mejor adaptados a la defoliación y más valiosos para los herbívoros y el hombre. En un país dominado por el clima Mediterráneo y de tan larga e intensa historia de influencia antrópica como España, tan profundamente modificado por las perturbaciones ligadas al hombre (fuego, agricultura, ganadería, selvicultura), las comunidades herbáceas naturales y seminaturales cubren un porcentaje muy sustancial del territorio. Según las estadísticas agrarias, los prados y pastizales ocupan alrededor de 7 Mha, cifra a la que hay que sumar al menos la de los eriales a pastos (4 Mha), espartizales (0,4 Mha) y, sobre todo, la ocupada por pastizales con una cubierta de arbolado ralo, que también son muy abundantes (4,2 Mha). De ese modo, sin contabilizar los barbechos, que también ocupan una extensión considerable, las comunidades vegetales herbáceas naturales y seminaturales cubren más de 15 Mha o un tercio del territorio nacional. ECOSISTEMA AGRICOLA – MOSAICO AGRICOLA Ecosistema agrícola o agroecosistema es un ecosistema basado en su agricultura, sujeto a las modificaciones de la intervención de factores antrópicos, y la modificación de su sistema original está sujeto a beneficios agrícolas. Las relaciones que pueden generarse en un ecosistema agrícolas se basan en equilibrio de cada uno de sus elementos para la satisfacción de una excelente productividad, es por ellos que es importante el estudio de cada uno de las factores que interviene en un sistema como este, vida humana, vida vegetal, vida animal, etc, las relaciones entre los factores abióticos y bióticos... Las tierras agrícolas se han expandido en gran medida a costa de los bosques naturales con la consecuente pérdida de biodiversidad. La intensificación de los cultivos también disminuye la biodiversidad en las áreas agrícolas porque reduce el espacio asignado a setos vivos, bosquecillos y corredores de vida silvestre como consecuencia del desplazamiento de las variedades tradicionales de semillas para dar paso a cultivos de alto rendimiento pero uniformes. Características ecológicas de los agrosistemas: Los agrosistemas son sistemas cuya estructura está simplificada debido a la acción humana que ha favorecido los elementos de más alta tasa de renovación. Centrándonos en la tasa de renovación, se pueden distinguir tres sistemas agrarios: forestales explotados: ecosistemas complejos en la organización vertical y horizontal de la biomasa y de los factores abióticos. La biomasa es muy abundante así como la necromasa. Baja tasa de renovación sistemas pastorales: ecosistemas de apariencia sencilla pero con una compleja organización horizontal y vertical de su escasa biomasa y los factores ambientales. Los herbívoros mantiene una alta tasa de renovación de la vegetación. cultivos: son conjuntos sencillos, de organización uniforme de la biomasa y los factores físicos. Biomasa abundante sólo en épocas próximas a la recolección. Muy intervenidos desde el exterior. La tasa de renovación es altísima en los cultivos herbáceos y relativamente baja en los cultivos madereros. ECOSISTEMA ROQUEDO - CUEVAS 38 Se trata un ecosistema muy condicionados por tres factores: el estructural, el morfogenético y el climático. En el primer caso, las características mineralógicas del substrato y su configuración tectónica, caso del grado de fracturación, son determinantes a la hora de su desarrollo. En el segundo, es la dinámica de la ladera, pasada o presente, especialmente en medios fríos, la que ha propiciado la existencia de diferencias y, en el tercero, son las variables climáticas, unidas a la altitud, las que explican la pervivencia o no de los glaciares. A ello hay que unir la acción marina en el caso de las cuevas situadas en el litoral o la abundancia de humedad en el sistema junto con la cubierta edáfica para poder explicar la variedad de fauna y flora existente en los diferentes hábitats. ECOSISTEMA GLACIARES- NIEVES PERPETUAS Glaciares: Su escasa superficie, el hecho de estar separados entre sí y de ser ecosistemas apenas degradados por el hombre, los convierten en paisajes muy valiosos, pero también extremadamente frágiles, a la vez que excepcionales. Por eso se hace necesario protegerlos contra la degradación, tanto su geología como su fauna y su vegetación. Hay que tener en cuenta que, en medio de estas condiciones heladas, habita una gran variedad de especies endémicas cuya supervivencia está directamente ligada a los glaciares de estos entornos. El cambio climático supone una amenaza real para su futuro. También la acción del hombre. Así que en los últimos años se están reforzando las medidas de protección de estos enclaves. En España es raro que las montañas alcancen la altitud suficiente para mantener nieves perpetuas, si bien a ese nivel fundamentalmente viven líquenes y algas. ECOSISTEMA URBANO Es un concepto nuevo y también algo controvertido para algunos. Pero lo cierto es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene una definición para estos Ecosistemas: Una Comunidad Biológica donde los humanos representan la especia dominante o clave y donde el medioambiente edificado constituye el elemento que controla la estructura física del ecosistema. En la mayor parte de los ecosistemas el balance entre lo que se produce y lo que se consume está más o menos equilibrado. Por el contrario, en el medio urbano se consume mucho más de lo que se produce: Combustible, energía, alimentos y, en general, todo tipo de recursos. Aunque la ciudad ha sido creada por el hombre, aun en la más desarrollada encontramos, además del hombre, numerosas especies pertenecientes a todos los grupos de seres vivos, incluso algunas son prácticamente exclusiva de ellas y en otros, casos se han adaptado perfectamente a este nuevo ecosistema; aves exóticas, escapadas de sus jaulas, cigüeñas, vencejos, golondrinas, ratas, estorninos, gorriones, hasta halcones peregrinos Los edificios, los parques y jardines, la red de alcantarillado, las fábricas son el hábitat de una numerosa y a veces invisible comunidad de seres vivos. 39 NORMATIVA NACIONAL En España, la responsabilidad en materia de protección, conservación y sanidad de los animales está compartida entre las distintas Administraciones Públicas, interviniendo en la misma, además, distintos órganos dentro una misma Administración, como es el caso de la Administración General del Estado. Las competencias del Ministerio de Medio Ambiente, ejercidas por la Dirección General para la Biodiversidad, se centran en la preparación de la legislación básica, de acuerdo con la normativa europea, y en la coordinación de actuaciones entre las distintas Comunidades Autónomas, en lo que exclusivamente se refiere a la conservación de especies animales y ejemplares silvestres, especialmente en su medio natural. La gestión relativa a la conservación de dichas especies corresponde a las Administraciones autonómicas. COMO LEGISLACIÓN BÁSICA PRINCIPAL A NIVE L DE TODO EL ESTADO ESPAÑOL, RIGE EN LA ACTUALIDAD EN ESTA MATERIA LA LEY 42/2007, DE 13 DE DICIEMBRE, DEL PATRIMONIO NATURAL Y DE LA BIODIVERSIDAD. Norma que ha derogado la anterior Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios 2 Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (BOE núm. 74, de 28 de marzo de 1989) , y cuyo Título III está dedicado a la conservación de la biodiversidad. La ley se propone garantizar la conservación de la importante diversidad biológica presente en el territorio nacional (España acoge más del 50% de las especies de fauna existentes en Europa y el 59% de las especies de plantas vasculares). Entre sus principios inspiradores figuran: la prevalencia de la protección ambiental sobre la ordenación territorial y urbanística, la integración de los requerimientos de la conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y la biodiversidad en las políticas sectoriales, y la garantía de la información y participación de los ciudadanos en el diseño y ejecución de las políticas públicas. EL Título III DE LEY 42/2007, DE 13 DE DICIEMBRE, DEL PATRIMONIO NATURAL Y DE LA BIODIVERSIDAD. (BOE Nº 299, 14-DIC-2007), SE CENTRA EN LA CONSERVACIÓN DE LA 2 En materia de conservación de la naturaleza, la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los 2 Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (BOE núm. 74, de 28 de marzo de 1989), transpuso en su momento al ordenamiento jurídico español las Directivas de la Comunidad Económica Europea sobre Protección de la Fauna y la Flora, entre ellas la número 79/409/CEE-ZEPAs, relativa a la Conservación de las Aves Silvestres. La Ley aportaba por primera vez la idea de conservación activa, para lo que se requiere una gran variedad de acciones complementarias. Esta Ley daba, por primera vez, un tratamiento específico a las especies amenazada, además, suponia un cambio de concepto ("todas las especies están protegidas aunque algunas se pueden explotar") en lo que hasta en ese momento se consideraba la protección de las especies ("todo se puede explotar salvo lo que está protegido"). La Ley regulaba aspectos como el Inventario Español del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, la prevención y control de las especies exóticas invasoras, la protección de las especies en relación con la caza y la pesca continental, así como el régimen de infracciones y sanciones por incumplimiento de la Ley. 40 BIODIVERSIDAD SILVESTRE, ESTABLECIENDO LA OBLIGACIÓN DE QUE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS ADOPTEN LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA GARANTIZAR LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD QUE VIVE EN ESTADO SILVE STRE, ATENDIENDO PREFERENTEMENTE A LA PRESERVACIÓN DE SUS HÁBITATS Y ESTABLECIENDO REGÍMENES ESPECÍFICOS DE PROTECCIÓN PARA AQUELLAS ESPECIES SILVESTRES CUYA SITUACIÓN ASÍ LO REQUIERA. SE PROHÍBE LA INTRODUCCIÓN DE ESPECIES ALÓCTONAS CUANDO ÉSTAS SEAN SUSCEPTIBLES DE COMPETIR CON LAS ESP ECIES AUTÓCTONAS, ALTERAR SU PUREZA GENÉTICA O LOS EQUILIBRIOS ECOLÓGICOS, ASÍ COMO DAR MUERTE, DAÑAR, MOLESTAR O INQUIETAR INTENCIONADAMENTE A LOS ANIMALES SILVESTRES; IGUALMENTE SE PROHÍBE LA POSESIÓN, TRANSPORTE, TRÁFICO Y COMERCIO DE EJEMPLARES VIVOS O MUERTOS. Estrategias Nacionales de Conservación Según el Art 57. (Ley 42/2007) Estrategias de Conservación de Especies Amenazadas. La Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, a propuesta de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad y previo informe del Consejo Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, aprobará las estrategias de conservación de especies amenazadas presentes en más de una Comunidad autónoma, dando prioridad a los taxones con mayor grado de amenaza y las estrategias de lucha contra las principales amenazas para la biodiversidad, dando prioridad a las que afecten a mayor número de especies incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, como el uso ilegal de sustancias tóxicas, la electrocución y la colisión con tendidos eléctricos o el plumbismo. Estas Estrategias, que constituirán el marco orientativo de los Planes de Recuperación y Conservación, incluirán al menos un diagnóstico de la situación y de las principales amenazas para las especies, y las acciones a emprender para su recuperación. ***** Se comentan a continuación las Estrategias Nacionales de Conservación aprobadas en la actualidad. Estrategia Nacional para la Conservación del Lince Ibérico (“Lynx Pardinus”). Mediante esta Estrategia, que tiene vigencia indefinida (aunque ha sido renovada posteriormente, como se recoge en Nota de Prensa del MARM de 30.05.2008), se pretende superar la anterior situación de toma de medidas parciales de protección en cada Comunidad Autónoma. Ello puede suponer un experimento fundamental a la hora de conservar la fauna que figura en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Estrategia para la Conservación del Oso Pardo Cantábrico Fue aprobada por la Comisión Nacional para la Protección de la Naturaleza el 19 de octubre de 1999, como base para la actualización de los Planes de Recuperación existentes en las cuatro Comunidades Autónomas afectadas (Asturias, Cantabria, Castilla-León y Galicia), que contribuyen a evitar impactos en el hábitat osero, y como marco para la coordinación de actuaciones. Estrategia Española de Conservación del Oso Pardo en los Pirineos También fue elaborada por el MMA, en este caso en coordinación con las Comunidades Autónomas de Navarra, Aragón y Cataluña y las Administraciones de Francia y Andorra. Esta Estrategia fue aprobada por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza el 22 de abril de 2006. 41 Estrategia para la Recuperación del Quebrantahuesos en España, Fue aprobada por el Comité de Flora y Fauna el 16 de diciembre de 1999, y definitivamente, el 4 de julio de 2000, por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza. Dicho documento tiene también carácter vinculante para las Comunidades Autónomas que inicien trabajos de recuperación de poblaciones de quebrantahuesos, única ave osteófaga del planeta y una de las rapaces de mayor tamaño del continente europeo. El “Programa de Cría en Cautividad del Quebrantahuesos” está incluido dentro de la Estrategia de Conservación de esta especie. Estrategia para la Conservación del Aguila Imperial Ibérica, Fue aprobada por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza, en su reunión de 9 de julio de 2001. El documento, elaborado por la entonces Dirección General de Conservación de la Naturaleza en colaboración con expertos de las Comunidades Autónomas y científicos de diversos organismos públicos y privados, contiene los criterios orientadores para la armonización de los contenidos de los respectivos planes de recuperación que apruebe cada Comunidad Autónoma, coordinando todas las actuaciones necesarias para la recuperación de esta especie y la conservación de su hábitat. Estrategia Nacional para la Conservación del Lobo Ibérico (“canis lupus”) Esta estrategia ha sido aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, celebrada en Santander, en enero de 2005. Las poblaciones de lobos catalogadas En Peligro de Extinción deben ser objeto de Planes de Recuperación. En la actualidad, la única población amenazada es la de Sierra Morena, que se extiende entre Andalucía y el sur de Castilla-La Mancha, ya que desde hace varios años no se conocen manadas reproductoras en Extremadura ni en la sierra de Gata. Estrategia Nacional cantabricus”), de Conservación del Urogallo Cantábrico (“Tetrao urogallus Esta Estrategia fue aprobada por la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza el 17 de marzo de 2004. Estrategia Nacional para la Conservación del Urogallo pirenaico (“Tetrao urogallus acquitanicus”) También fue aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, en enero de 2005. Estrategia Nacional de Conservación de la malvasía cabeciblanca (“Oxyrura leucocephala”), Aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente en enero de 2005. Estrategia Nacional para la Conservación del Visón Europeo (“Mustela lutreola”), fue aprobada por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente reunida durante los días 15 y 16 de julio de 2005. Estrategia Nacional de conservación de la pardela balear. La publicación de esta Estrategia por el MARM se divulga en Nota de Prensa del MARM de 4 de febrero de 2010 la Estrategia Nacional de Conservación de la focha moruna, la Estrategia Nacional para el control del mejillón cebra y la Estrategia Nacional de la Margaritifera auricularia o almeja de río Son instrumentos que se aprobaron en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente celebrada en Madrid el 42 día 6 de septiembre de 2007 La Estrategia para la conservación del lince ibérico y el Plan de Acción para la cría en cautividad del lince ibérico, la Estrategia de conservación de la lapa ferrugínea, y el Programa de conservación “ex situ” del visón europeo en España Son instrumentos que se presentaron en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente presidida por la ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, el 30 de mayo de 2008. Además de las anteriores Estrategias, se trabaja en la elaboración de otras estrategias para la conservación de distintas especies. Entre las nuevas estrategias figuran las siguientes: águila perdicera, gaviota de Audouin, cerceta pardilla, así como una estrategia contra el impacto ambiental de los pesticidas en la fauna silvestre. Y ENLACES DE INTERES http://europa.eu/legislation_summaries/environment/water_protection_management/index_es.htm http://www.biotech.bioetica.org Curso dictado por la Dra. Teodora Zamudio http://www.mma.es/secciones/el_ministerio/actuaciones_publicas/pdf/5_conservacion.pdf VV.AA., 2009. Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. i Rodà, F., Olano, J.M., Cabello, J., Fernández-Palacios, J.M., Gallardo, A., Escudero, A., & Valladares, F., 2009. Grupo 9. Bosques. En: VV.AA., Bases ecológicas preliminares para la conservación de los tipos de hábitat de interés comunitario en España. Madrid: Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. 8 p. 43