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_.-~ =... 206 INFOR -',. - - INF<R -- _'¿tiIlM"'._'.'·••" i. --,.~- :..~. ~.# - 111111111111111111 . 0004090 Monografía de Sicomoro (Acer pseudoplatanus) Monografía de Sicomoro (Acer pseudoplatanus) ¡tJruQ, 200 SILVICULTURA DE ESPECIES NO TRADICIONALES: UNA MA YOR DIVERSIDAD PRODUCTIVA PROYECTO FINANCIADO POR FIA (MINAGRI) - FONSIP (CORFO) Sicomoro Acer pseudoplatanus MONOGRAFíA AUTORES: VERÓNICA LOEWE M. MONICA SUBIRI P. - INFORSANTIAGO, ENERO DE 1998. íNDICE 1. ANTECEDENTES GENERALES 1.1 Descripción del árbol 1.2 Distribución natural 1.3 Asociaciones vegetales 1.4 Aspectos reproductivos 2. REQUERIMIENTOS ECOLÓGICOS 2.1 Clima 2.2 Suelo 2.3 Altitud 3. PLAGAS Y ENFERMEDADES 3.1 Exigencias para internación de semillas 4 SILVICULTURA y MANEJO 1 1 3 3 6 8 8 9 13 14 19 21 4.1 Propagación 4.1.1 Regeneración natural 4.1.2 Propagación artificial 4.1.2.1 Viverización 4.1.2.2 Propagación vegetativa 4.1.2.3 Micorrización 21 21 22 22 4.2 Establecimiento 4.2.1 Plantación 4.2.2 Plantaciones mixtas 4.2.3 Densidad 4.2.4 Control de malezas 29 29 43 Manejo 4.3.1 Crecimiento y Productividad 4.3.2 Tratamientos Silviculturales 4.3.2.1 Raleos 4.3.2.1 Podas 4.3.4 Cosecha 32 32 34 34 36 39 26 28 31 31 32 5 PRODUCCiÓN 40 5.1 Producción mundial 5.2 Precios y mercados 5.3 Madera 5.3.1 Características tecnológicas 5.3.2 Secado 5.3.3 Usos 40 40 40 40 41 42 BIBLlOGRAFIA íNDICE DE CUADROS CUADRO 1 CUADRO 2 CUADRO 3 CUADRO 4 CUADRO 5 CUADRO 6 CUADRO 7 CUADRO 8 CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO CUADRO 9 10 11. 12. 13. 14. CUADRO 15. CUADRO 16 Asociaciones vegetales en bosques prealpinos de Taipana Crecimiento de sicomoro a espaciamiento de 5 y 10m en Escocia Caracterización de tipos de suelo Peso seco de plantas de sicomoro de diferentes tipos de suelos después de una temporada de crecimiento Resumen de enfermedades de sicomoro Principales insectos que atacan a arce Densidad y altura de regeneración en bosque multiespecífico Dosis de NPK ensayadas en la producción de plantas de sicomoro Características de los árboles estudiados Regeneración en cultivo in vitro Dimensiones deseables de plantas de sicomoro Rotación para sicomoro (Años) Rendimientos de sicomoro en plantaciones de corta rotación Características dasométricas de rodales de sicomoro de la Universidad Austral de Chile Número de fustes a seleccionar para sicomoro Recomendaciones de poda según auto 5 12 12 13 14 17 22 27 28 28 30 33 34 34 35 39 íNDICE DE FIGURAS FIGURA 1 FIGURA 2 FIGURA 3 FIGURA 4 FIGURA 5 Arquitectura de sicomoro Principales enfermedades de sicomoro Crecimiento en altura de sicomoro en vivero y después de transplante Primera poda de formación Ultima poda de formación 2 19 29 37 37 Acer pseudoplatanus 1. ANTECEDENTES GENERALES Se conocen alrededor de 150 especies de Arce; la mayoría crecen en el este de Asia, 13 son nativas de Norteamérica y 10 de Canadá (Hosie, 1969). Acer pseudoplatanus es conocido como sicomoro (Edlin, 1985), en Estados Unidos como "planetree" (Collingwood y Brush, 1964) y en Gran Bretaña como Great Maple (Bennett et al. 1956). También se le denomina Arce blanco, debido a que presenta una tonalidad más clara que los demás arces (López, 1984). 1.1 DESCRIPCIÓN DEL ARBOL Sicomoro es un árbol que en la madurez alcanza entre 18 y 30 m de altura (IDF, 1981; Gordon y Rowe, 1982; Calvo et al., s.f; Vieceli, 1989). El Ente Nazionale per la Celulosa e per la Carta (1990) señala que la especie puede alcanzar diámetros a la altura del pecho de 60 a 70 cm; por otra parte Evans (1984) señala que puede presentar hasta 1,5 m de diámetro. Las hojas son simples, opuestas, pentadas y dentadas (Ente Nazionale per la Celulosa e per la Carta, 1990), formadas por cinco lóbulos grandes mas bien puntiagudos, de 8 a 16 cm de largo; son de color verde oscuro, y el envés verde claro con pubescencia sobre las nervaduras principales; presentan un pecíolo largo (Suszka et al., 1994). En otoño las hojas se toman amarillo-anaranjadas (Bernetti y Padula, s.f; Suszka et al., 1994). El crecimiento de sicomoro es bastante rápido, y habitualmente se explota entre los 120 y 150 años (Suszka et al., 1994), pudiendo llegar a vivir 300 a 400 años (Calvo et al., s.f; Vieceli, 1989; IDF, 1981). López (1984) señala que la especie es una de las de mayor tamaño dentro de su género; adquiere su altura más elevada alrededor de los 60 años. Es un árbol deciduo, de fuste recto y grueso, con ramificaciones hacia arriba, de copa larga y redondeada (Calvo et al., s.f; Vieceli, 1989). Las ramas son vigorosas y con brotes dispuestos en pares opuestos, los que son fuertes y presentan diversos tonos de verde (Edlin, 1985). Al crecer en áreas abiertas desarrollan un amplio follaje, presentando un aspecto similar a Acer platanoides, con fuste corto, ramas abiertas y copa redondeada con el extremo superior no demasiado compacto (Collingwood y Brush, 1964). La corteza es de color gris con manchas rosáceas (Buresti et al., s.f) en un principio lisa; gradualmente desarrolla segmentos rugosos en la superficie que caen continuamente, exponiendo el xilema joven (Edlin, 1985). En general la madera es de 1 color gris metálico, pero en los árboles viejos toma una coloración naranjo-café pálido (Op. cit). Armand (1995) señala que en los estados juveniles sicomoro presenta un desarrollo monopódico, para posteriormente tomarse simpódico (Figura 1). FIGURA 1 ARQUITECTURA DE SICOMORO Slmpódlco Rama matriz Blturcacló~ Ramas Tronco Monopódlco Fuente: Modificado de Armand (1995) La especie en estado juvenil soporta bien la sombra, pero en estado adulto se toma más intolerante. A pesar de ello el tronco no debe ser expuesto bruscamente al sol (Calvo el al., s.f; Vieceli, 1989). 2 En el sur de Italia existen dos variedades de Acer pseudoplatanus; la variedad vil/osum (Presl)Strobl ubicada en Calabria y Sicilia, y la variedad truncatum (Tineo)Strobl en Nápoles y Sicilia, con pequeñas diferenciaciones de características morfológicas en hojas y frutos (Bernetti y Padula, s.1). 1.2 DISTRIBUCIÓN NATURAL Sicomoro es nativo del centro de Europa y oeste de Asia (Bennett et al., 1956). Mas detalladamente Suszka et al. (1994), señalan que se distribuye principalmente en el centro y oeste de Europa; por el norte limita con la península báltica en el norte de España; el límite este lo compone el nor-este de Polonia y desciende hasta el centro de Ukrania, el sur de Rumania y Bulgaria. Limita por el sur con el extremo norte del Mediterráneo, al oeste con los Pirineos y al este con el centro de Grecia. Al sur de su distribución la especie se desarrolla sobre las montañas; al norte desciende a las planicies hasta la península báltica. En Gran Bretaña ha resultado ser una de las pocas especies introducidas que se han asilvestrado, extendiéndose principalmente en las áreas bajas, especialmente en valles de suelos calcáreos donde habita Fresno y Haya (Savill, 1991). Actualmente existen alrededor de 540.000 ha de sicomoro en Gran Bretaña, alcanzando el 3% del total del área forestada (Locke, 1987. Cil. por Savill, 1991). Es frecuentemente utilizado como árbol de protección siendo muy resistente al viento. Se desarrolla bien tanto en el interior como en la costa (Edlin, 1985); sin embargo no es común encontrar regeneración natural de sicomoro en áreas abiertas de pastizales, debido a que presenta baja resistencia a la competencia de pastos (Savill, 1991). 1.3 ASOCIACIONES VEGETALES Generalmente se encuentra como árboles aislados o en pequeños grupos en bosques mixtos de castaño, "carpino", Fagus sp. y abeto blanco (Calvo et al., s.f; Vieceli, 1989). Bernetti y Padula (s.f) también señalan que la especie se desarrolla en pequeños grupos del bosque mesófilo caducifolio de Italia, y también se desarrolla en los mixtos de Fagus sp. y Abeto blanco. Evans (1984) señala que la especie generalmente se asocia con Fagus sp, Fraxinus excelsior y Prunus sp (Wild cherry), requiriendo plena luz después del establecimiento. En Inglaterra sicomoro participa como especie dominante en un 9% en los bosques altos de latifoliadas (Kerr y Evans, 1993), pero podría ser reemplazado por otras especies. Además se ha observado que en áreas donde crece junto a Fraxinus 3 excelsior la regeneración de ambas especies es pobre bajo sus doseles. La proporción de regeneración de sicomoro decrece en la medida que ésta aumenta en el dosel superior, por lo tanto es posible que se alterne con otras especies (Savill, 1991). Según Taylor (cit. por Savill, 1991), en áreas que han sido abandonadas la presencia de sicomoro es escasa y poco invasiva, mientras que en áreas intervenidas la invasión generalmente es rápida y agresiva; en la fase inicial sicomoro es una especie dominante, y posteriormente declina hasta un punto de equilibrio. En áreas en que sicomoro no es totalmente dominante, no causa la extinción de las especies del sotobosque, sino que por el contrario aumenta la diversidad de éstas, ya que permite el paso de la luz. En formaciones boscosas prealpinas ubicadas en Taipana, Italia, se han encontrado asociaciones vegetales compuestas por fresno, sicomoro y aliso negro, siendo fresno la especie dominante; sicomoro participa con un 26% del área basal en el dosel superior. Este tipo de formación se ubica entre los 350 y 900 m.s.n.m (Salbitano, 1988). En el cuadro 1 se presentan las principales asociaciones vegetales con presencia de sicomoro para la región de Taipana. En formaciones de acer y fresno con densidades superiores a 18 m2 de área basal, la semillación de fresno corresponde al 90%; sin embargo la regeneración natural de sicomoro con plántulas de una altura superior a 15 a 20 cm corresponde al 32% (Op. cit). 4 CUADRO 1 ASOCIACIONES VEGETALES EN BOSQUES PREALPINOS DE TAlPANA 5-10 s-a 4Q.8O Abies aIbB Fraxinus 50-90 Fresno 7G-90 0_0 5 <5 excelsior SIcomoro Fraxinus <5 16-60 exceJsior a fresco calcare o N-E soo.aoo 1-29 1-13 Fraxinus excelsior Sicornoro G-N- 400-850 1_ 12-25 CotIoIus avelano Slcomoro E Alnus gutinosa Fl7lxinus exceJslor Fraxinus omus AJnus gutinoss Sicornoro Prunus sp. Castanea sativa Carpinus botulus AJnus ¡ncana Tilia sp Jugans sp Fraxinus omus Frax;nus 12-29 70-80 AJnus _m "nysch" N-E 5OG-750 21-25 12-19 Coriolus 5% avelano ente fresco excelsior Fagus slV4tica Sicomoro 4% Fraxinus 23-38 excelsior 9 13 gutinosa Prunus sp. Carpinus botlllus U/mus Fra:dnus 25 13 7 G-45 55-70 excelsior Slcomoro 18 Osl1ya 14 carpinifl>la Fraxinus G-19 omus Intermedio Calcare o (N)- E-S 400-900 6-29 12-14 Coriolus ave'ano Fraxinus omus Sicomoro Fraxinus excelsior Prunus sp. G-20 Corfolus G-l1 avelano AB: Area basal Fuente: Modificado de Salbltano (1988). 5 1.4 ASPECTOS REPRODUCTIVOS La floración ocurre a mediados de abril en el hemisferio norte (Gordon y Rowe, 1982; Savill, 1991). Suszka et al. (1994) señalan que puede ocurrir entre abril y mayo, antes, durante o después de la foliación, y que en las montañas puede tener lugar en junio. Las inflorescencias son de color verde-amarillo, bastante pequeñas y poco llamativas, siendo buenas productoras de néctar; en mayo y junio del hemisferio norte atraen a muchos insectos, incluyendo abejas (Evans, 1984; Savill, 1991). Las flores pueden ser hermafroditas, pero principalmente por la reducción de estambres o pistilos pueden ser funcionalmente masculinas o femeninas (Suszka et al., 1995). Sin embargo en la base de las inflorescencias se encuentran flores principalmente femeninas, en la mitad masculinas y hacia la punta estériles (Savill, 1991 ) No hay evidencias sobre la existencia de flores de distintos sexos en la copa de un mismo árbol (Barker et al., 1982. Cil. por Owens y Blake, 1985); sin embargo Hibbs y Fischer (Cil. por Owens y Blake, 1985) señalan que cambios en la intensidad de luz producen cambios de sexo en las flores de sicomoro. Es asi como en copas abiertas la mayoría de las flores son masculinas, pero en doseles cerrados decrece la formación de flores masculinas y se incrementa la de flores femeninas, siendo mayor la producción de semillas. Las flores se desarrollan como apéndices laterales a lo largo de cada eje de una inflorescencia (Anderson y Guard ,1964. cil. por Owens y Blake, 1985). El racimo puede alcanzar al final de la floración 13 a 20 cm de largo; la floración completa de una inflorescencia dura de 7 a 15 días (Suszka et al., 1995). El fruto está compuesto por dos sámaras, de 36 a 55 mm que se separan al momento de la dispersión (Op. cit). La sámara es gruesa y alada, angosta en la base, ensanchándose rápidamente hacia el exterior. Una de las sámaras se dispone en ángulo agudo con respecto a la otra (Edlin, 1985; Suszka et al., 1995); cada una contiene una semilla pequeña, que se forma en primavera y se dispersa en otoño (Suszka et al, 1995). Específicamente Gordon y Rowe (1982) señalan que en el hemisferio norte la dispersión ocurre entre septiembre y octubre cuando las semillas están de color café, fecha en que se debe realizar la colecta. Es recomendable colectar las semillas desde los árboles, con escaleras o escalándolos. Tanto Acer sp como Fagus sp y 8etula sp producen semillas casi todos los años (Owens y Blake, 1985; Kerr y Evans, 1993); sin embargo semiIlaciones abundantes se obtienen cada dos o tres años (Gordon y Rowe, 1982; Savill, 1991; Suszka el al., 1995). Las semillas maduran y se dispersan entre septiembre y octubre (hemisferio norte); se tienen buenas semillaciones a los 25 - 30 años (Gordon y Rowe, 6 1982; Savill, 1991; Kerr y Evans, 1993) en condiciones soleadas, y a partir de los 40 en la sombra (Suszka et al., 1995), siendo el mejor período entre 40 y 60 años (Savill, 1991), Yempezando a declinar a partir de los 70 años (Kerr y Evans, 1993). De mil sámaras se pueden obtener 66 a 180 g de semillas, con una media de 120 g, presentando de 6.500 a 16.000 semillas por kilogramo con una media de 11.000 (Suszka el al., 1995). Los mismos autores señalan que el porcentaje de pureza es de 90 a 95% y el contenido de humedad al momento de la colecta es de 42 a 55%. Gordon y Rowe (1982) determinaron para sicomoro que el número de semillas por kilogramo es de 20.000 a 120.000, con un promedio de 66.000, con un porcentaje de pureza del 60% y viabilidad del 60%; el número de semillas viables por kilogramo es de 5.000. La producción de semillas y la regeneración natural es buena en áreas moderadamente sombrías (Savill, 1991); incluso en habitats naturales puede llegar a ser invasora (IDF, 1981). Su tolerancia a la sombra se mantiene hasta el final de la juventud (Savill, 1991). Las semillas germinan en la primavera siguiente, emergiendo dos cotiledones verdes (Edlin, 1985). La especie regenera de tocón vigorosamente (IDF, 1981 ) La buena regeneración generalmente está asociada a sitios con altos contenidos de mercurio (Savill 1991). 7 2. REQUERIMIENTOS ECOLÓGICOS Sicomoro es considerada una especie tolerante a la sombra (Flore Forestier Fran¡;aise, cil. por Armand, 1995), o de semi-luz (IDF, 1981). Resiste bien la polución ambiental (Savill, 1991; Kerr y Evans, 1993); sin embargo no soporta gran cantidad de fauna invertebrada a diferencia de la mayoría de las especies nativas de Europa (Savill, 1991). 2.1 CLIMA • TEMPERAMENTO Armand (1995) define a sicomoro como una especie de temperamento hídrico-tropical. El Ente Nazionale per la Celulosa e per la Carta (s.f) la considera mesofila. Se desarrolla en aquellas zonas donde crece el castaño, prefiriendo lugares frescos y sombríos; también ocupa el área de distribución de las fagaceas. • TEMPERATURA Calvo et al. (s.f) señalan que la especie crece en climas lluviosos y frescos, pero por tratarse de una especie robusta resiste bien la estación cálida y seca, como también el frío. Requiere una temperatura media anual de 6 a 14°C, con una mínima media anual de -20°C La temperatura media anual generalmente no baja de 7 a 8 oC, con un valor medio del mes más frío de -4°C (Ente Nazionale per la Celulosa e per la Carta, sf) • PRECIPITACIÓN La especie, según su distribución natural se desarrolla en climas montañosos y submontañosos, con precipitación anual siempre superior a 800 - 900 mm, concentrada en primavera y otoño; la duración del período seco no supera uno o dos meses (Ente Nazionale per la Celulosa e per la Carta, s.f). Según Calvo et al 1/ (s. f) necesita precipitaciones bien distribuidas durante el período de crecimiento vegetativo, con una media anual de 700 mm. 8 Las variaciones en precipitación y temperaturas medias parecen no tener gran influencia en sicomoro (Kerr y Evans, 1993). • HELADAS Savill (1991) señala que sicomoro es mucho menos sensible a las heladas tardías de primavera que la mayoría de las especies deciduas. Kerr y Evans (1993) la clasifican como moderadamente susceptible a las heladas. • VIENTO y SALINIDAD Se considera como muy tolerante al viento en suelos húmedos y fértiles, como también a la brisa salada (Kerr y Evans, 1993). Resiste la exposición al viento y a la brisa salina mejor que la mayoría de las latifoliadas de los bosques de Inglaterra (Evans, 1984). Es una de las especies de hoja ancha que habita a mayores altitudes; el límite superior está dado principalmente por los requerimientos de suelo, y no de clima (Kerr y Evans, 1993). 2.2 SUELO • TEXTURA y PROFUNDIDAD Prefiere terrenos sueltos, profundos, fértiles y moderadamente soleados; tolera suelos medianamente arcillosos y se puede desarrollar en los graníticos. Crece bien en suelos calcáreos y en algunos pobres tales, como arenas oceánicas o arcillosos descalcificados (Calvo et al., s.f). Contrariamente, el IDF (1990) señala que la especie necesita suelos frescos durante todo el año, con profundidades de 60 a 70 cm. Se desarrolla bien solamente en suelos fértiles especialmente ricos en limo pero con bajo contenido de litera (Edlin, 1985). La compactación y la pedregosidad parecen tener un efecto significativo en las tasas de crecimiento de la raíz y en la forma de ésta (Wairu et al., 1993). 9 • COMPOSICiÓN QUIMICA y pH Se adapta a cualquier composición química que no sea demasiado ácida (Calvo et al., s.f); soporta bien los calcáreos (IDF, 1981). El Ente Nazionale per la Celulosa e per la Carta (s.f) concuerda con lo señalado, destacando que soporta porcentajes de arcillas bastante elevados. Plántas de sicomoro no se han desarrollada bien en suelos deficientes en fosfatos (Helliwell, 1965; 1973 cit. por Helliwell y Harrison, 1979). Sicomoro crece y se desarrolla bien en suelos neutros o en lomas calcáreas, arcillas con piedras sobre yeso y siempre en suelos arenosos ácidos, los que son profundos y bien drenados, pero retienen algo de agua. IDF (1990) señala que la especie se desarrolla bien en los limosos, con pH de 5 a 8, siendo el óptimo 6,5; incluso puede soportar un pH inferior a 5. Evans (1984) define un rango menor: 5,5 a 7,5, considerando a la especie como moderadamente exigente. Kerr y Evans (1993) aconsejan evitar los suelos con pH menores a 4,5. Los árboles jóvenes se desarrollan bien en suelos con pH entre 6 y 7 (Helliwell, 1965. cit. por Savill 1991); sin embargo esto no implica que sea una especie demandante de suelos muy buenos. Plantas de sicomoro no se han desarrollado bien en suelos ácidos (Helliwell, 1965; 1973 cit. por Helliwell y Harrison, 1979). • DRENAJE Kerr y Evans (1993) señalan que las condiciones óptimas de suelo para sicomoro son lomas bien drenadas y fértiles como también sitios ricos en Nitrógeno y Fósforo, tolerando amplios rangos de suelos y sitios; sin embargo no son aptos los suelos secos o delgados, áreas de pastizales, cauces de ríos, zonas mal drenadas y suelos compuestos por arcillas pesadas. No se desarrolla en suelos de condiciones extremas de humedad. Sin embargo requiere suelos húmedos, bien drenados (Helliwell, 1965. cit. por Savill 1991 ). Regenera bien en forma natural en suelos de rápida descomposición de materia orgánica y de libre nitrificación. No regenera donde el pH del suelo es menor a 4, en podsoles ni en arcillas pesadas, y tampoco donde el agua acumulada en el invierno supera los 30 cm sobre la superficie del suelo. 10 Cooper (1986) señala que en el norte de Irlanda sicomoro se regenera tanto en suelos ricos en bases como en ácidos, pero en cuanto a cantidad, calidad y frecuencia es más pobre en este último. A modo de síntesis, las condiciones en que puede producir madera de buena calidad son las siguientes (Kerr y Evans, 1993): • Suelos ácidos en la superficie, pero ricos en bases a medida que se incrementa la profundidad, con pH mayor a 5 a una profundidad de 60 cm. • Suelos que no presenten inundaciones, fértiles, ricos en nitrógeno como también bajos en fertilidad. • Suelos con inundaciones temporales, arcillosos. • Suelos de superficies calcáreas de profundidades mayores a 60 cm, con regiones de piedra caliza y tizas. • Suelos de superficies calcáreas con profundidades menores a 60 cm, principalmente formada por laderas calcáreas y algunas áreas de piedra caliza. Para evaluar el efecto de las condiciones del sitio y el desarrollo de la especie, Wairiu et al. (1993) realizaron un estudio en el noreste de Escocia, estudiando dos parcelas de 4 años de edad, espaciadas a 5 y 10 m respectivamente (400 y 100 árboles por hectárea respectivamente). El ensayo se ubicó entre los 140 a 205 m.s.n.m, en suelos bien drenados formados por cuarzo, micas y esquistos; en algunas áreas de la parcela de espaciamiento de 5 m, se observó una capa de subsuelo compactada entre los 34 a 46 cm. El suelo se consideró pobre en nutrientes y moderadamente pedregoso (15% de pedregocidad superficial). El perfil mostró un rango de agua disponible de entre 54 a 67 mm y 113 a 135 mm en las parcelas de espaciamiento 5 y 10 respectivamente. La plantación se realizó a principios de abril con plantas de un año de edad, dispuestas en pares. Los árboles fueron protegidos con shelters de 1,2 m de altura junto a un tutor de madera de 1,5 m de altura. La pradera se mantuvo con una carga animal promedio de 12,5 ovejas por hectárea. Se mantuvo un radio de 50 cm alrededor de cada árbol libre de malezas. Cada parcela fue fertilizada uniformemente con 160 kg por hectáreas al año de N:P:K 20:6:6. 11 CUADRO 2 CRECIMIENTO DE SICOMORO A ESPACIAMIENTO DE 5 Y 10 m. EN ESCOCIA ._ ......•...... , ;', .~ 5 3 10 5 10 Incremento en anura ano 1 a 3 -x:~~~'.,.::,.Y;"~ 0,377 0,342 0,780 0,654 1,574 1,254 1,196 0,926 10 2 -..: :(;:~.:<~{<{: ::::":<:::*,<.,,,~~" 5 1 5 10 Fuente. ModIficado de Wairiu el 8/. (1993) En el cuadro 2 se observa que los árboles a espaciamiento 5 presentaron mayor altura que los a espaciamiento 10, sin embargo éste último presentó árboles de mejor forma que la parcela de mayor densidad. La menor altura se obtuvo en la parcela menos densa, lo que se pudo deber a que el 27% presentó daños en la yema apical por lo que una rama lateral tomó la dominancia. La parcela de espaciamiento 5 m solamente mostró un 12% de yemas apicales dañadas, lo que se pudo deber a la frecuencia en que las ovejas dañaron los shelters, siendo más severo el daño en la parcela de menor densidad. La resistencia a la penetración del suelo fue significativamente mayor en la base de los árboles que entre hileras en ambas parcelas, debido a que el suelo en la base de los árboles permaneció generalmente más húmedo que en la pradera, lo que conduce a una mayor resistencia a la penetración. El espaciamiento 5 m mostró una menor compactación. Helliwell y Harrison (1979) estudiaron el crecimiento de plántulas de sicomoro y otras especies durante dos temporadas, bajo cinco tipos de suelo (cuadro 3). Las especies se plantaron en maceta cuando presentaban cotiledones. Sicomoro se desarrolló bien en los suelos tipo 2 y 4 (cuadro 4). CUADRO 3 CARACTERIZACiÓN DE TIPOS DE SUELOS 1 2 3 4 5 Fuente. Modificado de Helhwell 5,2 8.0 4,9 4,0 3,9 y Harrison (1979) 6 24 10 14 17 50 910 65 24 39 0.41 0,73 0,12 0,28 0,13 12 CUADRO 4 PESO SECO DE PLANTAS DE SICOMORO DE DIFERENTES TIPOS DE SUELOS DESPUÉS DE UNA TEMPORADA DE CRECIMIENTO Peso seco 5,8 7,0 Fuente: Modificado de Helliwell y Harrison (1979) 2,9 Debido a que sicomoro es una de las especies preferidas para sistemas silvopastorales en Reino Unido, Eason (1991) estudió la influencia de la litera de la especie sobre la composición botánica de la pradera. De esta forma determinó que sustratos completamente cubiertos por litera de sicomoro reducen significativamente el porcentaje de centeno presente en ésta; además incrementa la existencia de suelos descubiertos; el porcentaje de trébol también se ve disminuido, pero en invierno se recupera a niveles normales al no existir caída de hojas de sicomoro. 2.3 ALTITUD IDF (1981) señala que la especie se puede encontrar en las montañas hasta los 1500 m.s.n.m como también en sectores planos. En el sur de Europa habita entre los 200 y 900 m.s.n.m; específicamente en Córcega se encuentra entre los 1800 y 2000 m dentro de los Alpes, en Macedonia, Grecia, Albania, y en las montañas de Polonia. En Francia se distribuye en la montaña hasta 1500 a 1800 m.s.n.m, y desciende a las colinas por el noreste (Suszka et al., 1994). En Italia la especie crece en los Alpes y en los Apeninos alcanzando los 1.900 m.s.n.m (Montagna y Lassini, 1983). En Inglaterra la especie se desarrolla sobre los 500 m.s.n.m. Altitudes superiores a los 300 m.s.n.m pueden tener efectos negativos sobre la forma de los fustes (Kerr y Evans, 1993). Armand (1995) señala que la especie no se desarrolla sobre los 1.800 m.s.n.m. 13 3. PLAGAS Y ENFERMEDADES Buresti et al. (s.f) señalan que los daños que producen los agentes bióticos y abióticos no impiden el uso de la especie. CUADROS RESUMEN DE ENFERMEDADES DE SICOMORO flmt· .~...: ~ "~ffIJtiim¡{iit8iKó1ill:il1f*H¡A': ,.~~~~~:~ ~~·:ailCt~%$illHlMOO~~m~~M'~iOOmffil~· ":" N~: ": Ú,_'<- >':»~t: 'X" HONGOS Rhytisma lICerinum Itfe/asmía acerinum Nectria cinnabarina Cryptostroma cortica/e Reduce en bajo grado el Manchas negras en hojas área fotosintética. Calda prematura de las hojas. Calda prematura de las Manchas negras en hojas hoias. Marchitez de los brotes Fructificaciones sexuales nuevos y necrosis de la que parecen alfileres rojos fragmentos de corteza de ramas y fustes sobre corteza muerta. de árboles jóvenes Fructificaciones de color naranjo como almohadillas entre las I orietas de los árboles. Muerte apical, y Forma una capa de tejido ocasionalmente del árbol. fungoso que cae junto a la Mancha de la madera. corteza exterior como escamas. Marchitez de hojas Verano - principios de Otofio. INSECTOS Drepanosiphum J)latanoidis Hylobius abietis Anthonomus retirostris Eupulvinaria hidrangea Tettigel/a viridis Roclo de miel Muerte de ramas o del Ralees muertas y suelo adyacente al árbol toma árbol completo. un color azul negruzco. In/estación del carozo y Formación de una cubierta sobre el fruto con una muerte del fruto peñoración central de 1,3 a 1.5 mm. Disecamiento parcial del Corteza disecada en tronco bandas e incisiones ANIMALES Ardilla gris Descortezado del fuste de árboles de 10 a 40 afios Conejos Daño a ralees y parte baja del fuste Mayo- mediados de Agosto (hemisferio norte) Invierno - principios de Primavera 14 • Hongos • Rhytisma acerinum Las hojas de sicomoro comúnmente presentan manchas negras producidas por este hongo. En invierno, las manchas negras de las hojas que se han caído producen nuevas esporas en primavera, las que infectan a las hojas nuevas del año siguiente (Forestry Commission, 1995). Se desarrolla menos en ciudades porque no resiste el dioxido sulfúrico, que es común en los aires contaminados (Savill, 1991; Forestry Commission, 1995). No produce daños importantes al árbol, sino que sólo reduce en un bajo grado el área fotosintética (Savill, 1991). • Melasmia acerinum Armand (1995) explica que Melasmia acerinum produce el mismo daño que Rhytisma acerinum; ambos hongos al atacar plantas de vivero causan la caída prematura de las hojas. • Nectria cinnabarina Produce la marchitez de los brotes nuevos y necrosis de la corteza de ramas y fustes en árboles jóvenes. Sobre los fragmentos de la corteza muerta se pueden ver las fructificaciones sexuales que parecen alfileres rojos. Las fructificaciones asexuadas son de color naranjo formando pequeñas almohadillas y se desarrollan en las grietas de los árboles, produciendo el debilitamiento de éstos (Armand, 1995). • Cryptostroma corticale Sicomoro sufre la "enfermedad de la mancha de la corteza" causada por este hongo, el que puede causar la muerte apical y ocasionalmente la muerte del árbol; se han observado ataques violentos sólo en el área de Londres (Savill, 1991). Cryptostroma corticale se desarrolla como saprófito en sicomoro y en otras especies de Acer muertos o dañados por otros agentes, encontrándose en muchos sectores sin causar daño (Young, 1978). El hongo es de un color olivaceo-negruzco y forma una capa de diminutas esporas sobre el exterior de la corteza entre dos capas de tejido fungoso; este fácilmente se quiebra y cae junto a la corteza exterior como escamas; una vez que las 15 esporas han sido gradualmente diseminadas por el viento, queda a la vista una capa fungosa de color gris-azuloso; posteriormente esta capa cae, dejando expuesta una costra negra de estromas. Otra capa de tejido fungoso (estroma cambial) se forma ocasionalmente entre la corteza y la madera, quedando restos adheridos a la madera aun cuando la corteza ha caído (Op. cit). La infección se puede originar por la entrada del hongo a través de pequeñas heridas. Generalmente el primer signo es la muerte de ramas pequeñas; posteriormente puede ocurrir la muerte completa del árbol. En la etapa más activa del ataque crecen hifas microscópicas desde la parte inicial de donde se produjo el ataque, expandiéndose internamente a través de la madera, avanzando rápidamente a lo largo del árbol y relativamente lento a través de él, formando manchas de colores verdes, amarillas o cafés, generalmente con un borde oscuro; al extenderse hacia el exterior de la corteza ésta se decolora; el primer signo externo de la enfermedad en esta etapa crítica es la marchitez de las hojas en verano o a principios de otoño. El período entre la marchitez y la aparición de los síntomas de la corteza puede variar desde dos a tres semanas a varios meses. Es recomendable realizar desmoches o podas donde la infección está activa (Op. cit) • Insectos Evans (1984) señala que en Inglaterra la especie no presenta daños de importancia económica causadas por insectos, es decir provee un hábitat pobre para éstos, comparado con la mayoría de las latifoliadas nativas. • Drepanosiphum platanoidis Conocido como el pulgón del sicomoro; es muy común encontrarlo en las hojas, donde puede producir grandes cantidades de "rocío de miel" (Savill, 1991). • Hylobius abietis Kerr y Evans (1993) señalan que el ataque de este insecto puede causar la muerte del árbol o de ramas. Las raices muertas y el suelo adyacente al árbol toman un color azul negruzco. El daño usualmente se produce en suelos húmedos, por lo que puede ser aminorado al mejorar el drenaje. Este ataque, que generalmente es letal se puede prevenir aplicando insecticidas antes o después de la plantación; de esta forma se entrega protección a la plantación en los primeros años, que son los más susceptibles al ataque. 16 • Anthonomus rectirostris Es un coleóptero que se alimenta principalmente de los ovarios de flores y frutos jóvenes. La larva del insecto se alimenta del endocarpio de los frutos y forma una cubierta con un orificio central de 1,3 a 1,5 mm de diámetro, por el cual el insecto entra al carozo. Perforaciones precoces pueden causar el desecamiento del fruto, y la infestación del carozo puede producir la muerte de éste (Armand, 1995). • Eupulvinaria hydrangea y Tettigella viridis Atacan ramas jóvenes y troncos de sicomoro. Realizan grietas en forma de media luna de aproximadamente 1 cm donde la hembra deposita los huevos. Los principales diagnósticos para detectar este ataque son la corteza disecada en bandas y las incisiones. Un fuerte ataque de estos insectos en árboles jóvenes puede causar un desecamiento parcial del tronco. Las larvas y adultos viven principalmente en las gramineas, por lo que la eliminación de éstas es una eficaz medida preventiva. En el cuadro 6 se presentan los principales insectos que atacan al género Acer (Nageleisen, 1992; Armand, 1995). CUADRO 6 PRINCIPALES INSECTOS QUE ATACAN A ACER Hojas Troncos y ramas Inlerior de la madera Operophlera brumala Ma/acosoma neuslria Pha/era buceoha/a Lymantria dispar Noctua aean's Eryophies spp. Chaifophorides Lytta vesicatoria Acronycla aceris Telligella viridis Scolytus aceris Aarilus sinuatus Xy/eborus dispar Xyteborus saxeseni Trypodendron signatum Trypodendrum domesticum Zeuzera pyrina Rhopa/opus insubricus Me/oIon/ha mel%ntha Otiorrhynchus niger Pediaspis aceris Fuente. Modlfrcado de Nagelersen (1992). Raices Filófago Filófago Filófago Filófago Filófago Agalllfero Picador-chupador Filófago Fitófago Homoptére Coléoptero Coleóptero Coléoplero Coleóplero Coléoptero Coleóptero Lepidóplero Coleóptero Coléoptero Coleóplero Himenóplero Agenle de necrosis cortical Subcortical Subcortical Xilófago Xilófago Xilófago Xilófago Xilófago Xilófago Filófago Filófago Agalllfero 17 • Animales La ardilla gris ataca a sicomoro mas que otras especies, siendo los árboles sobre 25 años los más fuertemente dañados (Savill, 1991). Kerr y Evans (1993) señalan que el mayor ataque se produce en edades entre 10 y 40 años, en los meses de mayo a mediados de agosto en el hemisferio norte. El daño consiste principalmente en un descortezado de fuste. Sicomoro es muy susceptible al daño por conejos, los que atacan a árboles de cualquier edad, en las raíces o en la parte baja del fuste, principalmente entre invierno y principios de primavera. Por el contrario, Savill (1991) señala que esta especie no sufre importantes daños por lagomortos. En el hemisferio norte, es atacado por ciervos desde enero hasta principios de primavera (Kerr y Evans, 1993); árboles jóvenes con diámetros sobre los 5 cm también son atacados por ratones de campo. En la figura 2 se muestran las principales enfermedades que presenta sicomoro. • Daños Abióticos Sicomoro es moderadamente susceptible al daño por heladas y generalmente resistente al viento. Troncos expuestos al sol pueden sufrir quemaduras en la orientación sur (Evans, 1984). 18 FIGURA 2 PRINCIPALES ENFERMEDADES DE SICOMORO EupuMnarta hyrlrangea - - - - - - FOllaje-\ Rhylls",a acentHIl Melasmla acerfulll ~ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Ramas y Troncos EupuMnarta hydrangea T "-0.# o,~o leufgf!tla rAnúlS Nechia cúlIu¡barlna Fuente: Armand, 1995 3.1 EXIGENCIAS PARA INTERNACiÓN DE SEMILLAS El Servicio Agricola y Ganadero (SAG) de Chile exige para la internación de especies forestales en forma de semillas, el Certificado Fitosanitario Oficial del pais de origen, en el cual deberá constar las declaraciones adicionales y/o tratamientos cuarentenarios exigidos. A su vez, las semillas deberán venir limpias, libres de restos de frutos, hojas, ramillas u otro material susceptible de transportar plagas. A su arribo al país, las semillas deberán ser sometidas a inspección fitosanitaria por parte de los inspectores del SAG habilitados en el puerto de ingreso, quienes determinarán la internación de ellas. Para el caso específico de Acer sp. deben proceder de zonas libres de 3 Endothia parasitica y venir fumigadas con Bromuro de Metilo en dosis de 32 g/m de 19 cámara, durante 2,5 horas si la temperatura fluctúa entre 26,7 y 35,6°C en condiciones de presión atmosférica (SAG, Complemento a Resolución N°1144). 20 4 SILVICULTURA y MANEJO 4.1 PROPAGACiÓN 4.1.1 Regeneración natural Sicomoro presenta muy buena regeneración natural, pudiendo llegar a ser invasiva; se ha visto que ha llegado a reemplazar a Fraxinum excelsior, Fagus sp y Quercus sp. (Kerr y Evans, 1993). Si junto con la regeneración aparece algún tipo de zarza, no tornándose demasiado densa muy rápidamente ésta puede actuar de protección a las plántulas contra el ramoneo de animales y de las heladas (Op. cit). Los autores señalan que se pueden utilizar shelters en regeneración joven; se deben poner a principios de septiembre hasta fin de año en el hemisferio norte; recomiendan proteger 1100 plantas por hectárea. Fr6hlich y Quednau (1995) estudiaron patrones de crecimiento en regeneración natural; realizaron ensayos en suelos calcáreos de Babaria del este (Alemania), en bosques multiespecíficos compuestos por Picea abies, Abies alba, Fagus sylvatica yAcer pseudoplatanus, con coberturas de copa entre el 70 a 80% y el O a 5% del suelo cubierto por vegetación. Se instalaron tres parcelas, con los siguientes tratamientos: o: Testigo 1: Corta suave del dosel protector (Reducción del 30% del volumen existente) 2: Corta fuerte del dosel superior (Reducción del 50% del volumen existente) 3: Clareo Cada parcela estuvo compuesta por tres subparcelas con los siguientes subtratamientos: Sub-parcela 1: Sin cerco, sin preparación de suelos Sub-parcela 2: Con cerco, sin preparación de suelos Sub-parcela 3: Con cerco y con preparación de suelo Diez años después de aplicados los tratamientos se obtuvo que la regeneración mayor a 10 años representaba el 1% (cuadro 7). 21 CUADRO 7 DENSIDAD Y ALTURA DE REGENERACiÓN (cm) EN BOSQUE MUL TI ESPECíFICO Sub-parcela 1 Picea abies Abies alba Fagus syfvatica Acer pseudop/atanus Sub-parcela 2 Picea abjes Abies alba Fagus syfvatica Acer pseudop/atanus 19,4 41,6 11,3 1634 8,1 35,6 27,2 83,4 6,7 8,9 13,9 11,8 75,0 35,6 9,4 666 10,1 9,2 12,3 33,3 43,4 66,6 37,2 125,3 11,1 12,1 13,5 21,2 2,8 1,6 0,0 35,3 93,3 6,7 ' 8,5 15,3 11,3 49,4 40,3 15,9 92,2 10,0 9,8 14,3 24,7 26,3 51,3 6,9 80,6 11,0 10,9 15,9 20,1 0,9 5,0 1,6 67,8 35,2 50,5 183,0 249,4 9,8 7,9 14,3 16,8 17,8 33,1 32,8 91,9 9,7 11,6 21,9 22,4 3,1 3,1 0,6 40,9 42,0 31,4 198,0 64,0 Sub-Darcela 3 0,9 8,2 37,5 Picea abies 15,6 7,5 29,7 Abies alba 4,1 13,7 20,6 Fagus syfvatica Acer pseudoplatanus 74,7 11,7 166,2 Densidad de plántulas. miles de plántulas por hectárea A~ura máxima: cm. Modificado de Frohlich y Quednau (1995). 51,9 53,3 De lo anterior se puede deducir que al realizar una corta suave del dosel superior se obtiene una mayor densidad de plántulas, a excepción de la subparcela 1. Además se observa que las mayores alturas se obtuvieron con el clareo, tratamiento en el cual no se lograron las mayores densidades. 4.1.2 Propagación artificial El número de semillas por kilogramo promedio es de alrededor de 9.400 variando de 5.400 a 15.800, con un 80% de germinación. Son de tipo recalcitrante (Savill, 1991). The International Rules for Seed Testing (1976), cil. por Gordon y Rowe (1982) recomiendan para la germinación en laboratorio temperaturas de germinación alternadas de 10°C por 16 horas y 30°C por 8 horas con luz. 4.1.2.1 Viverización Buresti et al. (s.f) señalan que plantas de uno a dos años producidas a raíz desnuda resultan bien conformadas, con alturas de 30 a 50 o 70 a 90 cm, y con un sistema radicular bien desarrollado y robusto. 22 • Colecta de semillas: Se recomienda colectar las semillas entre septiembre y mediados de octubre (hemisferio norte), cuando las sámaras pasan de verde a dorado; se pueden sembrar inmediatamente o estratificar (Suszka et al., 1995). Las semillas se pueden colectar directamente del suelo, o sacudiendo el árbol cuando los frutos están maduros; éstos deben ser transportados preferentemente en sacos de arpillera para evitar la pudrición de los frutos (Op. cit). • Almacenamiento de semillas: Savill (1991) señala que las semillas se pueden almacenar por no más de 12 a 16 semanas; no es recomendable secarlas a menos de un 35% de contenido de humedad. Se recomienda sembrar inmediatamente después de la colecta. Después de la colecta se debe realizar una limpia manual para eliminar hojas y residuos. Además si es necesario se deben separar las sámaras del racimo (Suszka et al., 1995). El Instituto Forestal propagó en invernadero semillas de Acer pseudoplatanus colectadas en Aysen, que posteriormente se almacenaron en bolsas plásticas a temperatura entre 2 y 3°C; fueron estratificadas durante 48 días. El sustrato utilizado fue piedra volcánica proveniente del volcán Hudson previamente tamizado con una malla de 0,5 cm de diámetro y esterilizado. La producción de plantas se realizó utilizando contenedores plásticos individuales con un volumen de 80 cm 3 . La temperatura dentro del invernadero se controló para que no aumentara sobre los 21°C. Se realizaron fertilizaciones periódicas y se aplicaron fungicidas e insecticidas; las semillas germinaron en 7 días (Morales et al., 1996(0))' Las semillas de sicomoro, a diferencia de otras especies del mismo género, pertenecen a la categoría de recalcitrantes, por lo que las sámaras no se deben mantener bajo 24% de contenido de humedad (Suszka et al., 1995). Suszka et al. (1995) define metodologías de almacenamiento: ~ Almacenamiento breve (un invierno): Se pueden conservar a 3°C ligeramente secas, mantenidas en turba con contenido de humedad de 40 a 50%. De esta forma la latencia se elimina progresivamente durante el invierno, por lo que se pueden sembrar directamente en primavera o continuar el almacenamiento con la mezcla de turba a -3°C. ~ Almacenamiento prolongado clásico: es necesario secar la sámara a 24-32% de contenido de humedad (30-42% de contenido de humedad de las semillas). 23 Se deben mantener en recipientes herméticamente cerrados a temperatura ambiental de -3 a -5°C y contenido de humedad de 24 a 32%. De esta forma se pueden conservar dos o tres inviernos. Previo a la siembra no siempre es necesario someter a las semillas a pretratamiento frío. Almacenamiento y levante de la latencia: después del levante de la latencia con pretratamiento frío a 3°C, las sámaras se deben secar a temperatura ambiente mediante ventilación alcanzando 24 a 32% de contenido de humedad. Se pueden almacenar por dos o tres años si se mantienen a -5°C. Posteriormente las semillas pueden ser sembradas en vivero con túnel plástico, directamente o con una humidificación previa sobre turba húmeda a 3°C. Con este método queda plena libertad para elegir la fecha de siembra en función de las condiciones climáticas. -9 • Tratamientos pregerminativos: Gordon y Rowe (1982) recomiendan estratificar las semillas desnudas por 6 a 12 semanas. Suszka et al. (1994) señalan que las semillas de sicomoro presentan latencia impuesta por el embrión acompañada de una ligera inhibición del tegumento; para levantar la latencia se necesita de tratamientos prolongados a temperatura de 1 a 3°C, los que se pueden realizar con y sin medio: -<> Pretratamiento con medio: Las semillas se deben tratar previamente con fungicida (oxiquinolato de cobre a 0,5 g por kilogramo de semillas o thirame 3 a 4 9 por kg). Las sámaras se rehidratan completamente en contacto con un medio húmedo; turba, arena o mezcla de ambas en proporción de 1: 1; posteriormente se mantienen a 3°C hasta que el 10% de las semillas comiencen a germinar. Desde un punto de vista práctico se recomienda continuar el tratamiento durante 14 semanas a -3°C; de esta manera se obtiene una mayor velocidad de germinación. La duración de la estratificación puede durar entre 5 y 14 semanas y excepcionalmente 20, antes de que comience la germinación. Pretratamiento sin medio: La sámaras son rehidratadas o deshidratadas progresivamente hasta alcanzar un contenido de humedad del 44 a 50% (50 a 58% para la semillas), con esto se levanta la latencia pero no se inicia la germinación; después de aplicar fungicida, las sámaras se mantienen en recipientes plástico de aproximadamente 10 cm con una cubierta de polietileno no hermético. Se debe controlar la humedad y temperatura y ajustarlas si es necesario. El tratamiento debe durar dos semanas mas desde el momento en que se ha alcanzado entre el 10 Y 20% de germinación de las semillas viables. Contrariamente al tratamiento con medio, en este caso no ocurre pregerminación, por lo que la germinación ocurre completa y en grupo. Este -=<> 24 pretratamiento se puede realizar inmediatamente después de la recolección, antes o después del almacenamiento, y antes de la siembra. Si el pretratamiento sin medio se aplica antes del almacenamiento, el contenido de humedad de las sámaras debe ser del 24 a 32% y ser almacenadas a SOC en recipientes herméticamente cerrados, durante dos inviernos; en este caso las semillas son almacenadas sin latencia. El autor obtuvo un 9S% de germinación a una temperatura de 3°C, con semillas recién colectadas. Al almacenarlas por dos años a 2S% de contenido de humedad y directamente puestas a germinar a 3°C se obtuvo un 64% de germinación. Semillas tratadas sin medio a 3°C durante 8 semanas con SO% de contenido de humedad de las sámaras se obtuvo un 8S% de germinación. Con el mismo tratamiento después de un año de almacenamiento se obtuvo un 7S% de germinación, y con dos años 67%. Por lo tanto el tratamiento antes del almacenamiento favorece la germinación. MUller (1986) concuerda en que la semilla de sicomoro presenta una latencia embrionaria sensible al frío por lo que recomienda 8 a 20 semanas de pretratamiento frío húmedo a 3°C para eliminar esta latencia. • Siembra: Las semillas latentes se pueden sembrar directamente en otoño, ocurriendo la germinación en la primavera siguiente. Si la siembra se realiza en primavera después de ser almacenadas durante uno o más inviernos una parte de ellas no germina hasta la primavera siguiente, por lo tanto previamente se debe levantar la latencia (Suszka eta/., 1994). Las semillas se deben cubrir por 2 o tres centimetros de tierra. Densidades de 160 a 300 sámaras por m2 son recomendables para la producción de plantas vigorosas. En esta etapa las semillas se deben proteger de aves y roedores, siendo también recomendable la sombra (Op. cit). En viveros de producción a raíz desnuda, se siembran de 40 a 60 semillas viables y se obtienen 30 a SO plantas de dos años. En Francia, en viveros de túneles 2 plásticos y con sustrato de turba fértil se obtienen 80 plantas de un año por m , con una densidad de siembra de 160 sámaras por m2 (rendimiento del SO%); es común también sembrar 300 semillas viables por m2 y obtener 1S0 plantas al final de la temporada (Op. cit). Helliwell y Harrison (1979) señalan que las plantas de sicomoro son relativamente tolerantes a la sombra, debido a que al aumentar la intensidad de la luz 25 no se obtienen importantes incrementos en biomasa después de una temporada de vivero. 4.1.2.2 Propagación vegetativa Rohr y Hanus (1987) definen a sicomoro como muy difícil de propagar vegetativamente, debido a que pierde. la capacidad de formar raíces en la madurez. Se puede clasificar como una especie con una moderada dificultad para ser propagado in vitro (Mccown y Mccown, 1987). Chalupa (1987) cultivó trozos de tallos (1 a 2 cm) de plántulas de Acer pseudoplatanus y pequeños segmentos de nudos (dejando 1 a 3 yemas axilares por cada nudo) en el medio modificado de "Murashige y Skoog", y sobre sustrato de aserrín, los que fueron enriquecidos con citoquininas. Para estimular la proliferación de los tallos se utilizaron bajas concentraciones de BAP (0,2 a 1,0 mg/r' de kinetina, benzylaminopurina, que es la 1 citoquinina más efectiva) y IBA (1,0 mg/r ). También propagó microramas de 1,5 a 3,0 cm de largo que fueron cultivadas en el medio de "Gressholff y Doy" y en aserrín. Los cultivos fueron mantenidos en la oscuridad a 23°C durante la primera semana y posteriormente se mantuvieron con luz durante 16 horas a la misma temperatura. Las raíces se desarrollaron dentro de 6 semanas. Rohr (cil. por Chalupa, 1987) propagó árboles maduros de sicomoro con trozos de raíces brotadas de las cepas. Garbaye y Le Tacon (1979), señalan que las mejores condiciones para la producción de plantas producidas sobre turba fertilizada son: • pH: no afecta significativamente el crecimiento en altura de plantas producidas por semillas; sin embargo para las producidas por estacas se asegura un buen crecimiento con pH sobre 5,5. • NPK: Es suficiente la dosis 1 para plantas producidas por estacas; sin embargo para las producidas por semilla el crecimiento es ligeramente superior en la medida que aumentan las concentraciones (cuadro 8). • Oligoelementos: Las plantas producidas por estaca no necesitan aplicación de oligoelementos al sustrato, mientras que las de semilla presentan un crecimiento óptimo a partir de 80 g/m3 de la siguiente mezcla: 18 a 22% de MgO, 40 9 de Sulfato Férrico, 20 9 de Sulfato de Cobre, 10 9 de Molibdato de Amonio, 1 9 de Sulfato de Zinc, 7 9 de Sulfato de Manganeso y 2 9 de Borax o ácido bórico. Se recomienda una profundidad de turba de 25 a 30 cm y una densidad 2 final de 100 plantas por m Con estas condiciones se pueden tener plantas bien 26 formadas, vigorosas y con altura sobre los 50 cm después de un año de viverización (Op. cit). CUADROS DOSIS DE NPK ENSAYADAS EN LA PRODUCCiÓN DE PLANTAS DE SICOMORO 1 2 3 4 Fuente. Modificado de Garbaye y Le Tacon 75 9 de N; 75 9 de P:zO.: 75 9 de K,O 150 9 de N; 150 9 de P,O.; 150 9 de K:zO 225 9 de N; 225 9 de P,O.: 225 9 de K:zO 300 Q de N: 300 Q de P:zO.: 300 Q de K:zO (1979). Rohr y Hanus (1987) señalan que el cultivo in vitro del cambium o de yemas no da buenos resultados cuando son sacados directamente de árboles adultos; los autores han propagado sicomoro usando partes de plántulas. Se han obtenido brotes de tocón de tres árboles de sicomoro adultos; uno de ellos poseía "madera estándar" y los dos restantes, madera ondulada; como se observa en el cuadro 9, los árboles fueron talados varios años antes a la realización del ensayo. Los brotes regenerados de esa cosecha fueron removidos del tocón en marzo de manera de estimular la regeneración de brotes más suculentos. Finalmente estos últimos se cosecharon entre mayo y octubre del mismo año (hemisferio norte); inmediatamente, se plantaron estacas de los brotes de 15 a 30 cm de longitud en tierra, con previa aplicación de enraizantes (Op. cit). Al mismo tiempo los autores cultivaron in vitro secciones de tallo de 1 a 3 cm de longitud que incluían el ápice. Estas fueron defoliadas a excepción de las dos hojas más jóvenes junto al ápice. Se esterilizaron y sumergieron en agua destilada. El medio utilizado fue el de Murashige y Skoog (MS) con adición de macro y microelementos y componentes orgánicos, con un pH de 5,5. Las estacas se plantaron verticalmente en tubos de 2 cm de diámetro y 20 cm de longitud. Los cultivos se mantuvieron inicialmente en oscuridad a 23°C por una semana; posteriormente se aplicó luz por 16 horas diariamente a la misma temperatura (Op. cit). Las estacas plantadas en tierra enraizaron después de 3 semanas a un mes, obteniéndose porcentajes de enraizamiento del 15 al 20%. 27 CUADRO 9 CARACTERlsTICAS DE LOS ÁRBOLES ESTUDIADOS 1 > 50 ? 2 90 60 3 106 90 Fuente. Modificado de Rohr y Hanus (1967) Antes de 1960 1963 - 1964 6 1963 1964 5 1964 1964 Bosque a orilla de camino Bosque, con zotobosque Bosaue claro. En cuanto al cultivo in vitro los autores tuvieron problemas de contaminación; casi el 100% de las secciones de tallo no apicales presentaron contaminación de bacterias u hongos, y el resto se mostró necrótico en un corto tiempo. Entre un 25 y un 40% de las secciones apicales no presentaron contaminación (cuadro 10). No fue necesaria la aplicación de estimuladores de crecimiento para el enraizamiento. CUADRO 10 REGENERACiÓN EN CULTIVO IN VlTRO Alli@¡:m@f@%~WWM¡Wi~8'-~ai:~t6.ñUj@mMtW@ltM@m%fM HHm~@@¡étiñiii/~':':"~:':::':riaiiii~1@@@m WW~&:lr.iümwnRE @W?Y ","N EhHM~()tfjiXh1&H 54 33 144 Mb1r. ·0·· ··,··· 4 6 5 MPiB~t1()tfjidt*i) o o o Fuente: Modificado de Rohr y Hanus 1967 Se puede concluir que la micropropagación in vitro no ha dado buenos resultados en la especie, y se trata de un método caro, por lo que no es recomendable. 4.1.2.3 Micorrización La micorrización artificial en vivero es particularmente eficaz, asegurando a la plantación un mejor crecimiento inicial; los hongos introducidos deben ser capaces de mantener la simbiosis durante muchos años después de la plantación. La transición del vivero a la plantación presenta muchos cambios en el medio radicular, tales como estrés mecánico en el transplante y transporte, cambios en las propiedades físicoquímicas del suelo, del régimen hídrico y de la población microbiana, aumentando la competencia para las micorrizas (Garbaye y Le Tacon, 1986). Al probar los efectos de la inoculación en vivero con Glomus mosseae, la simbiosis fue positiva sobre el crecimiento en vivero. Un año después de la plantación, 28 las plantas no micorrizadas presentaron un crecimiento inferior respecto a las micorrizadas. La crisis por plantaci6n no se mantuvo durante los tres anos siguientes (Figura 3). FIGURA 3 CRECIMIENTO EN ALTURA DE SICOMORO EN VIVERO Y DESPUÉS DEL TRANSPLANTE Fuente: Modificado de Garbaye y Le Tacon (1986). 4.2 ESTABLECIMIENTO 4.2.1 Plantación Evans (1984) considera a sicomoro como fácil de establecer siempre y cuando se cumpla con las condiciones de humedad y concentración de nitr6geno requeridas; además no se desarrolla bien con pastos densos, por lo que necesita control de maleza intenso para asegurar el buen crecimiento inicial. Buresti y Aiello (1989) senalan que para el establecimiento se deben utilizar plantas de 1 a 2 anos, que sean de la procedencia más adecuada, sanas, bien lignificadas y proporcionadas con alturas de 50 a 100 cm, con buen equilibrio de la parte aérea y radicular. El IDF (1990) recomienda plantas de dos anos con alturas de 60 a 120 cm. Kerr y Evans (1993) consideran que las dimensiones adecuadas para plantas de sicomoro producidas a raiz desnuda son: • Altura mínima: 30 cm. • Diámetro mínimo del cuello: 4,5 mm. 29 • Altura máxima recomendada: 50 cm. • Diámetro máximo del cuello de la raíz: 6,0 mm Armand (1995) recomienda para sicomoro utilizar dos tipos de plantas (cuadro 11). Si la plantación se realiza en forma manual, el tamaño del hoyo debe ser de 20 cm de ancho y 30 de profundidad si la planta es pequeña, y de 40 x 50 cm si la planta es grande. CUADRO 11 DIMENSIONES DESEABLES DE PLANTAS DE 51COMORO Peque~a 55 - 80 0,9 -1,3 (1+0) Grande (1+1)0(1+2) Fuente. Modificado de Armand, 1995 125 - 150 0150 y mas 2 - 2,5 025 Y mas Calvo et al., (s.f) recomiendan utilizar plantas de dos años de edad con dimensiones de 50 a 100 cm de altura, bien lignificadas, sin presencia de defectos ni malformaciones y con buen equilibrio entre la parte aérea y radicular. Para un buen establecimiento es esencial utilizar shelters tempranamente, que consisten en tubos de dos metros de altura que se ponen alrededor del árbol para proporcionar estabilidad, aumentando la sobrevivencia durante el establecimiento e incrementando el crecimiento en altura (Kerr y Evans, 1993). Morales et al., (1996)(b) establecieron cortinas cortavientos de Acer pseudoplatanus y Pinus ponderosa en el predio Escuela Agrícola de la Patagonia (XI Región), en una superficie cultivada con alfalfa de 1300 m2 . Previo al establecimiento el terreno se limpió con desbrosadora, posteriormente se plantó en casillas de 40x40x40, con pala neocelandesa. Las dimensiones de la cortina fueron de 520 m de largo por 2,5 de ancho, a un distanciamiento entre hilera de 1,5 m y sobre la hilera de 1 m. Los resultados no han sido evaluados a la fecha. Armand (1995) señala que la plantación se debe realizar a fines del invierno. Kerr y Evans (1993) proponen plantar entre octubre y mediados de diciembre (hemisferio norte), una vez que las hojas hayan caído; esto da tiempo al sistema radicular de desarrollarse antes de la floración y foliación en primavera. En general todas las plantaciones deberian cesar a fines de marzo (hemisferio norte). Calvo et al (s.f) recomiendan plantar en otoño, utilizando plantas de distintas procedencias, sobre todo si éstas son clonales, para evitar una excesiva simplificación del ecosistema; además considera más adecuado utilizar plantas con pan de tierra. 30 4.2.2 Plantaciones Mixtas La especie se puede establecer como plantación pura, pero crece bien en las mixtas con Larix sp, Picea abies y otras latifoliadas, incluidas las hayas (Fagus sp) (Evans, 1984). En áreas bajas arcillosas el crecimiento de la especie puede ser ayudado con aliso, pero en general no necesita protección (Op. cit). Buresti y Aiello (1989) señalan que las especies de maderas valiosas, entre ellas sicomoro, es conveniente asociarlas con Alnus sp, Eleagnus sp, Robinia sp, Corylus avellano y Sambucus sp; debido a que son fijadoras de nitrógeno y producen un efecto positivo sobre el crecimiento en altura y diámetro. Se pueden realizar plantaciones mixtas de sicomoro junto a fresno, nogal y cerezo; para esto se debe considerar una preparación intensiva del suelo; aradura profunda (60 cm) o subsolado (80 cm), seguida de aradura superficial (20 - 30 cm) y abundante fertilización. Se deben preparar casillas de al menos SOxSO cm (Calvo et al., s.f) Sicomoro y Larix eurolepis son las especies más preciadas para sistemas silvopastorales en Reino Unido (Eason, 1991). 4.2.3 Densidad El IDF (1990) considera que la densidad inicial en plantaciones de sicomoro debe ser de al menos 1.100 árboles por hectárea. Buresti y Aiello (1989) consideran distanciamientos adecuados para plantaciones con especies de maderas nobles de 3x3 m a 7x7 m. Kerr y Evans (1993) recomiendan una densidad mínima de plantación de 2.500 árboles por hectárea (2 x 2), mientras que para un enriquecimiento, en una plantación nueva, la densidad mínima debe ser de 1.600 árboles por hectárea. La diferencia se debe a que en este último caso se produce regeneración natural por la protección lateral existente. Calvo et al. (s.f) recomienda distanciamientos de plantación de sicomoro de 3x3 y 6x7, dejando una densidad final de 200 a 220 arboles/ha en una rotación de 40 a 50 años. La mayor densidad generalmente es utilizada en cultivos mixtos. Armand (1995) señala que la separación entre hileras debe ser de más de cuatro metros para permitir la poda mecánica. 31 4.2.4 Control de malezas Las plantas jóvenes de sicomoro son muy intolerantes a la competencia de malezas (Savill, 1991), por lo que es esencial efectuar un control de malezas efectivo en el establecimiento (Kerr y Evans, 1993). Sicomoro no compite exitosamente con cubiertas herbáceas densas (Richardson, 1953; Chinner, 1948 cil. por Helliwell y Harrison, 1979), sin embargo Helliwell y Harrison (1979) determinaron que el peso seco de sicomoro se ve menos afectado por la competencia de malezas que Betuta penduta, Fraxlnus excetslor y Larix kaempferi, sin embargo fueron negativas las altas intensidades de luz (82% de luz día). 4.3 MANEJO 4.3.1 Crecimiento y Productividad Ente Nazionale per la Celulosa e per la Carta (1990) señala que la especie no presenta un crecimiento muy rápido, y recomiendan rotaciones superiores a 3 los 50 años, con incrementos medios comprendidos entre 3 a 8 m /ha/año. Calvo et al (s.f) establece un rango más estrecho para la capacidad productiva: de 5 a 8 3 m /halaño. Evans (1984) considera que la especie puede alcanzar 10 a 12 m de altura en 25 años en sitios regulares; con un régimen normal de raleos se pueden obtener diámetros medios de 45 cm en 50 a 90 años dependiendo de la clase de sitio. Si se realizan raleos intensivos dejando 150 árboles por hectárea el diámetro antes mencionado se puede alcanzar a los 50 años en sitios buenos a moderados (Stern, 1982 cil. por Evans, 1984). Bennett et al. (1956) indican que creciendo en condiciones de bosque se pueden obtener una trozas cilindricas de 15 a 18 m de largo. Según Savi 11 (1991) las rotaciones de sicomoro fluctúan entre 65 y 70 años en Europa. Por otra parte Buresti el al. (s.f) coinciden en que el ciclo cultural podría ser de 60 a 80 años; sin embargo las mejores condiciones de comercialización se presentan en troncos con grandes diámetros, derivados de bosques maduros con rotaciones de 100 a 120 años, como el caso de la haya. Kerr y Evans (1993) determinan rotaciones para sicomoro según producto a obtener y fertilidad del suelo (cuadro 12). 32 CUADRO 12 ROTACiÓN PARA 51COMORO (Años) Madera Chapa 45 55 60 70 75 Pope y Dawson (1989) consideran que rotaciones cortas presentan muchas ventajas sobre las largas si se eligen buenos sitios y especies de rápido crecimiento juvenil; la producción de madera y fibra se puede maximizar mediante tratamientos culturales intensivos en lugares próximos a los centros productivos, para minimizar los costos de transporte; sin embargo para este tipo de plantaciones los costos de establecimiento son altos debido a la preparación del sitio intensiva. Los autores indican que los productos que se pueden obtener según la rotación son: • 5 a 10 años: rotación corta y manejo intensivo (biomasa) • 10 a 20 años: rotación corta (pulpa) • 20 a 40 años: rotación corta (madera aserrada) En los sitios con drenaje algo excesivo sicomoro crece 6,2 a 11,1 Ton/ha/año; en los bien drenados 11,1 a 29,6 ton/ha/año y en aquellos con drenaje algo pobre 11,1 a 29,6 tons/ha/año (Op. cit). Los sitios más adecuados para rotaciones cortas son los fértiles, húmedos pero bien drenados, con rangos de pH de 5,2 a 7,0 y con adecuada profundidad, siendo necesario el control de malezas durante los dos primeros años. También recomiendan proteger las plantas de las malezas con leguminosas, y aumentando la fijación de nitrógeno (Op. cit). En el cuadro 13 se presentan algunos rendimientos de sicomoro obtenidos en plantaciones de corta rotación en la región central de las lalifoliadas: 33 CUADRO 13 RENDIMIENTOS DE SICOMORO EN PLANTACIONES DE CORTA ROTACiÓN LOCAI.JZAClóN ESPACIAMIENTO ROTACIóN CRECIMIENTO ANUAL (TON/HA) Kentucky Oeste Delta Mississippi IlIinois del Sur IIlinois del Sur Mississippi Fuente: Modificado de Pope 2x3 6x4 0,7 x 0,7 a 1,8 a 2,3 0,7 x 0,7 a 1,8 a 2,3 3,8 x 4,5 y Dawson (1989) 4 4 2 4 4 9,4 26,4 8,9 11,1 15,8 La Universidad Austral de Chile posee en sus fundos en Valdivia dos rodales de sicomoro que no han sido manejados, con características que se señalan en el cuadro 14 (Francisco Unión, 1998'). CUADRO 14 CARACTERíSTICAS DASOMETRICAS DE RODALES DE SICOMORO DE LA UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE ROOAL AAoOE PLANTACIóN SUPERFICIE (HA) DENSlOAD (ARB/HA) DAP MEDIO (CM) ALTURA MEDIA (M) ALTURA OOMINANTE (M) AREAIlASAL (M"HA) 1 2 1974 1975 0,25 0,13 2200 1370 13,2 16,3 13,4 11,2 14,1 14,4 30,1 28.6 4.3.2 Tratamientos Silviculturales Para la producción de madera, las intervenciones están orientadas a obtener un fuste recto, poco nudoso, sin bifurcaciones ni daños (Calvo el al, s.f) 4.3.2.1 Raleos Los árboles maduros mueren rápidamente si las copas no se mantienen libres, y presentan una pobre capacidad de recuperarse al haber sido suprimidos después de la edad en la cual el crecimiento en altura disminuye considerablemente, pudiendo ser eliminado por otras especies si no se mantiene bien raleado (Savill, 1991 ). Sicomoro responde bien a los raleos frecuentes; se debe comenzar a la edad en que la altura máxima es de 10 m; los ciclos de raleo deben ser cortos y nunca 1 Comunicación personal 34 mayores a 6 años (Evans, 1984). La edad adecuada para iniciar el raleo es entre los primeros 10 Y 15 años (Calvo el al., s.f). Es recomendable mantener el dosel algo cerrado para favorecer la poda natural y más tarde abrir moderadamente; no se recomiendan raleos fuertes por el riesgo de la entrada excesiva de luz, pudiéndose dejar un distanciamiento final de 8 a 9 m (IDF. 1981). Kerr y Evans (1993) consideran adecuada una densidad final de 140 a 170 árboles por hectárea, con un espaciamiento de 8,5 x 7,7 en una rotación de 60 a 70 años. Debido a que la especie es moderadamente tolerante a la sombra los autores recomiendan realizar un raleo fuerte a temprana edad. Armand (1995) considera que se debe realizar una predesignación de los individuos a dejar hasta el final de la rotación con el objetivo de aplicar las faenas de poda a la menor cantidad de individuos, a fin de aminorar los costos. Esto consiste en seleccionar una cantidad suficiente de individuos para constituir una población final de calidad. El número de fustes predesignados debe ser dos a cuatro veces la población final, pues una densidad cuádruple permite una mejor repartición de la población final (Cuadro 14). Posteriormente se debe seleccionar la población final. El criterio a utilizar para elegir estos árboles debe ser: • No seleccionar, si es posible, árboles que presenten defectos o bifurcaciones en los primeros ocho metros. • Seleccionar de preferencia árboles vigorosos. Se debe mantener una buena repartición y evitar seleccionar árboles de bordes de parcela. CUADRO 15 NUMERO DE FUSTES A SELECCIONAR PARA SICOMORO PREDESIGNACION Numero arbIIla Esoaciamlento 5 -7 m 200 - 350 Fuente. Modificado de Armand. 1995 DENSIDAD FINAL Espaciamiento Numero arblha 70 - 90 11 - 12 m La madera de sicomoro con objetivo de calidad debe presentar un fuste libre de nudos de 4 a 6 m, con DAP mínimo de 30 cm, siendo el diámetro objetivo más corriente 50 a 60 cm, para este propósito cuando la población tiene entre 10 Y 20 años de edad deben haber 200 árboles por hectárea bien repartidos y al final de la rotación (60 a 80 años) deben existir 90 a 100 árboles por hectáreas (IDF, 1990). 35 4.3.2.1 Podas Kerr y Evans (1993) señalan que el objetivo de la poda es mejorar la calidad de la madera, removiendo tanto ramas vivas como muertas. • Poda de fonnación Según Calvo el al. (s.f) la poda de formación es necesaria en los primeros 10 a 15 años; es recomendable podar cuando las ramas presenten diámetros pequeños (3 cm), a fin de favorecer una cicatrización rápida; la altura de copa debe ser 2/3 a 1/2 de la altura total de árbol. Armand (1995) Y el IDF (1990) señalan que se debe realizar poda de formación para la eliminación de ramas de diámetros elevados, presentes de las siguientes formas: • Bifurcación (2 ejes dominantes) • Más de dos ejes dominantes • Ramas vigorosas y ángulos de inserción muy agudos orientados hacia la punta del árbol. En plantaciones de 1,0 a 3,5 m de altura, con densidad de plantación menor a 800 árb/ha se debe realizar poda de formación hasta dos metros. En plantaciones con densidades superiores a 800 árb/ha se pueden podar los más vigorosos si es necesario (Armand, 1995). En las figuras 4 y 5 se muestran ejemplos de la forma de realizar estas podas. 36 FIGURA 4 PRIMERA PODA DE FORMACiÓN Antes Después Fuente: Armand, 1995 FIGURA 5 ULTIMA PODA DE FORMACiÓN P<xtad. Formación - ...... .. . ......... .l' .' ..-:~~~:::: ::~:::: ..- Pudi'ldc levnnle de e""", orsputs Fuente: Armand, 1995 37 • Poda de levante de copa El objetivo de la poda de levante de copa es tener una troza libre de nudos de 6 m o más (Armand, 1995) Kerr y Evans (1993) recomiendan podar antes del primer raleo, hasta una altura de 3 m y después del segundo raleo a una altura de 6 m. Esta intervención se debe hacer entre febrero y marzo (hemisferio norte). Armand (1995) señala que posterior a la poda de formación se debe realizar una poda de levante de copa; si la densidad inicial es de 1100 árboles por hectárea se deben podar solamente los 200 más vigorosos, ya que estos se mantendrán hasta el final de la rotación; la altura de poda debe ser de dos metros cuando los árboles tienen 6 m de altura. • Poda de reconstrucción Kerr y Evans (1993) recomiendan para sicomoro, Fraxinus excelsior, Prunus avium, Quercus robur, Quercus petrea y Castanea sativa realizar un desmoche en aquellos árboles que presenten daños o mala forma, para obtener un tallo nuevo y recto. Este tratamiento consiste en cortar el árbol a unos 10 cm del suelo después de algunos años de la plantación, para posteriormente elegir el brote más vigoroso, que se desarrollará con una buena tasa de crecimiento y forma. 38 CUADRO 16 RECOMENDACIONES DE PODA SEGÚN AUTOR De Formación Antes del primer raleo De Levante de copa ramas de menos de 5 cm, hasta una anura de3 m. Kerr y Evans (1993) Presencia de ramas IDF (1990) gruesas o que comprten con el eje a ical. Ramas de diámetros La poda se debe Armand (1995) realizar cuando grandes. existen Bifurcaciones, mas de dos ejes dominantes y án9ulos de inserción muy a udos Posterior al segundo Anura de poda de 6 Kerr y Evans (1993) raleo. m. Entre febrero y marzo hemisferio norte Primeros 10 a 15 a~os Diámetros de ramas Calvo ef al. (s.1) peque~os. 213 a Y, de la altura total del árbol IDF (1990) Altura de poda de dos metros cuando la altura total es de 6 m. Cortar el árbol a 10 Desmoche en árboles Kerr y Evans (1993) da~ados o de mala cm del suelo. forma De reconstrucción Fuente: elaboración propia 4.3.4 Cosecha Se obtiene alrededor de 1 m3 por árbol, sin considerar ramificaciones laterales (Calvo el al., s.f). 39 5 PRODUCCiÓN 5.1 Producción mundial Las dimensiones comercializables son fustes de diámetros entre 45 a 50 cm, y tablones de 1,50 a 4,50 m de largo y 12 a 40 cm de ancho, prefiriéndose siempre las grandes dimensiones (Calvo et al., s.f). 5.2 Precios y mercados Sicomoro es una importante especie maderera en Europa; comparable con Acer saccharum de los Estados Unidos (Collingwood y Brush, 1964). Tablones pueden alcanzar valores entre 439,65 y 549,57 US$/m3 ; la troza puede valer alrededor de US$ 164.87 por unidad (Calvo et al., s.f). Según el IDF (1990) vigas de 50 cm de diámetro de árboles rectos de sicomoro tendrían los siguientes valores, según objetivo: • Marquetería: US$ 2.341 a 4.097 en pie (por viga). • Ebanistería: US$ 5268 a 7024 en pie (por viga). Buresti et al. (s.f) señalan que un tablón de madera madura (mayor a 35 cm de diámetro) puede alcanzar valores entre US$ 299 a 374 sin IVA; la madera aserrada (diámetros entre 25 y 30 cm) presenta un valor entre US$ 126 a 144. La madera blanca de sicomoro y fresno son consideradas entre las más fáciles de vender dentro del mercado de las maderas duras de Gran Bretaña. Kerr y Evans (1993) consideran que en Gran Bretaña existe un limitado abastecimiento de madera de sicomoro. Venables (cit por Savill, 1991) señala que la madera de sicomoro considerada como de "grano ondulado" ha presentado aumentos en los precios, siendo utilizado en violines y otros instrumentos musicales. 5.3 Madera 5.3.1 Características tecnológicas La madera de sicomoro es pálida, casi blanca, con el grano poco marcado (Edlin, 1985; Savill, 1991) Calvo et al. (s.f) señalan que la albura es de color blanco 40 amarillento, presentando cierto brillo. Buresti et al. (s.f) discrepan señalando que la albura y el duramen de la especie es indiferenciable. Es una madera dura que se puede trabajar bien, con un buen pulido final (Edlin, 1985; Savill, 1991), pero puede presentar ciertas alteraciones cromáticas (Buresti et al., s.f) Por otra parte Calvo et al. (s.f) y Vieceli (1989) concuerdan en que la madera de sicomoro es medianamente dura, con un peso específico de 660 kg/m 3 . La densidad promedio a un contenido de humedad del 15% es de 630 Kglm 3 (Savill, 1991; Kerr y Evans, 1993). IDF (1981) señala que la madera es dura, semipesada y presenta buenas propiedades mecánicas; presenta buena trabajabilidad, se aserrea, lija y tornea bien. La especie presenta normalmente grano recto pero ocasionalmente los árboles pueden presentar grano ondulado dándole a la madera una atractiva figura (Evans, 1984). El grano ondulado aumenta con la edad del árbol, por lo tanto es difícil de detectar en árboles jóvenes (Venables cit. por Savill, 1991). Rohr y Hanus (1987) señalan que es difícil determinar si el grano ondulado es de origen genético, y que los anillos de crecimiento se diferencian fácilmente, presentando una superficie lisa de aserrado y buen brillo natural, especialmente en el corte cuarteado. La madera más fina de sicomoro es originaria del norte de Inglaterra especialmente de Yorkshire (Edlin, 1985). Se clasifica como perecedera, lo que quiere decir que tiene una durabilidad menor a 5 años en contacto con el suelo, siendo una madera permeable, es decir absorbe los preservantes con facilidad (Kerr y Evans, 1993). 5.3.2 Secado Vieceli (1989) señala que el secado en esta especie es fácil de realizar; se seca rápidamente pero es necesario tener cuidado para mantener el color blanco, debido a que el aire seco y prolongado puede causar manchas en la madera (Kerr y Evans, 1993). Un rápido secado de la superficie puede reducir la tendencia al manchado, comúnmente se utiliza el secado en castillos asegurando una buena ventilación. La madera puede ser secada perfectamente bien en horno pero la temperatura se debe mantener baja (bajo 102°C) si se quiere evitar el oscurecimiento de la madera (Bennett, et al. 1956). Una vez seca es bastante estable, pudiéndo lograrse excelentes terminaciones (Kerr y Evans, 1993). 41 5.3.3 Usos Kerr y Evans (1993) señalan que sicomoro es una especie resistente al viento, por lo que se utiliza asociada a coníferas en cortinas cortaviento. Por ser una especie de hojas púrpuras es preciada como ornamental (IDF, 1981). Su madera que presenta buena demanda y buen precio para la mueblería y para la ebanistería; también es usada para la tornería y el tallado de fuentes, platos y cucharas. Es muy buen avaluada en usos de cocina por presentar una superficie muy lisa. Fue muy utilizada en la industria textil. La madera es excepcionalmente bien preciada en la industria de chapas (Edlin, 1985; Kerr y Evans, 1993 ). Existe una gran demanda por maderas como las de sicomoro por presentar grano ondulado, principalmente en la industria de los instrumentos musicales, especialmente de cuerda, tales como violines y violonchelos y bajos (Rohr y Hanus, 1987). Collingwood y Srush (1964) señalan la madera teñida artificialmente de color gris es altamente valorada en la industria de la mueblería (Cabinet). Por otra parte los autores señalan que existen muchas variedades destinadas para uso ornamental en jardines; algunas de éstas presentan hojas púrpura-verdosas y otras hojas con lunares blancos. Además se utiliza para parquelte (IDF, 1981) Y las trozas de diámetros pequeños son usados para pulpa y leña, debido a que no presenta una densidad tan alta como otras maderas duras (Kerr y Evans, 1993). Diámetros mayores a 25 cm se pueden utilizar para madera aserrada (Suresti et al., s.f). La madera de sicomoro es muy apreciada para productos de calidad como muebles, objetos tallados e instrumentos musicales (Suresti, et al., s.f). Es muy utilizada para la mueblería, ebanistería y pisos (Savill, 1991), como también en revestimientos (Calvo et al., s.f). Los productos del raleo son fácilmente comerciables como materia prima para pulpa, leña, yen algunos casos para tornería (Evans, 1984). 42 BIBLlOGRAFIA ARMAND, G. 1995. Feuillus Précieux Conduite des Plantations en Ambiance Forestiére. Merisier, érable sycomore, fréne, chéne rouge d' Amérique. Institut pour le Développement Forestier. 112 p. BENNETT, R. G; COLLlNSON, H. A; GOSLlNG, A. H; MATTHEWS, J.R; MILLS, E. D; MONKHOUSE, E; STACEY, M; TAIT, C. A. 1956. A Handbook of Hardwoods. Forest Products Research. London. 269 p. BERNETTI, G; PADULA, M. s.f. Le Latifoglie Nobili dei Nostri Boschi. Quaderni di Monti e Boschi. BURESTI, E; AIELLO, P. 1989. Modalita di Impianto e Coltivazione nelle Piantagioni di Latifoglie Nobili. Le Foreste. N°5. pp 16-17. BURESTI, E; FAINI, A; MERCURIO, R; NOCENTINI, S; DUCCI, F; PARRINI, C. s.f. L'arboricoltura da legno in Toscana. Prima parte: Le Specie Principali. 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