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LAS PLAGAS DEL JARDÍN PRINCIPALES PLAGAS EN JARDINERÍA PUGONES LOS PULGONES Los pulgones (aphidoidea) son un grupo de insectos muy amplio que se presenta prácticamente en todas las especies de plantas. Presentan un cuerpo globuloso de 1 a 3 mm, con formas ápteras (sin alas) y formas aladas. Su coloración puede ir del blanco al negro y ofrecer una tonalidad diferente en individuos de la misma especie y dentro de la propia colonia. Colonia de pulgón verde (Myzus persicae) Algunas especies pueden tener el cuerpo recubierto de secreciones cerosas, pulverulentas o algodonadas. Se alimentan picando en las partes tiernas de la planta y succionando savia, pudiendo provocar malformaciones o gañas en las hojas. Son también transmisores de virosis. Los trazos distintivos más característicos son la presencia de cornículos(o sifones) y de la cola (o cauda) en la parte posterior del cuerpo (órganos a través de los cuales expelen substancies) y que sirven muchas veces para la su clasificación taxonómica. Hembra fundatriu Hembra sexúpara Ciclo de invierno Hembra alada Ciclo de verano Hembra partenogenética que padece directamente las larvas que pasan por 4 estados ninfales antes de hacerse adultos. Se producen diversas generaciones. En un momento dado surgen individuos alados para dispersarse Se diferencia una hembra que iniciará una fase sexual. Donará machos y hembras que se aparearán y pondrán huevos. De estos huevos saldrá una hembra fundadora que en primavera volverá a iniciar el ciclo de verano Huevos Hembra fundadora Tienen diversos ciclos biológicos, condicionados por la tendencia a reproducirse de forma partenogenética frente la forma sexual y ovípara, y depende de si pueden o no completar todo su ciclo vital: fase asexual + fase sexual. Muchas veces, para poder conseguir completar todo el ciclo se ven obligados a cambiar de planta. Myzus persicae Pulgón omnipresente que se puede encontrar alimentándose de diversas plantes ornamentales, hortícolas, frutales, cítricos, incluso de cactáceas. Su aspecto es muy típico, con una coloración verde-amarillenta, sifones verdes y largos. Pasa el invierno en estado de huevo en plantas arbóreas. Las hembras fundadoras por partenogénesis empezarán a parir larvitas directamente. A principios de abril van emigrando hacia plantas herbáceas donde completarán el ciclo, volviendo al huésped de invierno para hacer la puesta en septiembre. Puede deformar las hojas, borrones y flores y detener el crecimiento de brotes. Es capaz de transmitir un gran número de virosis. Aphis fabae Pulgón de color negro o negro verdoso, de forma globulosa, entre 2 ó 3 mm. Suele presentar unas estrías blanquinosas a cada lado del cuerpo que puede ayudar a su identificación. Cornículos negras. Su ciclo biológico es complicado. Como huésped de invierno se desarrolla en arbustos leñosos (viburnum, euonim...) y pasa a plantas herbáceas (caléndula, dalia, clematis...) como huésped de verano, si bien puede cumplir todo el ciclo en el huésped de invierno. Los ataques de primavera son los más dañinos, produciendo un fuerte enrollamiento de hojas. Los de verano no son tan fuertes y se suelen centrar más sobre tallos y botones florales, afectando el aspecto de la floración. Es también transmisor de virosis. Aphis gossypii Pulgón muy polífago con individuos de pequeña medida (0.9-1.8 mm) que forman colonias muy densas, presentes en toda clase de plantas. Los individuos ofrecen una gran variación de coloración incluso dentro de la misma colonia. Desde amarillos a negros pasando por verde oscuro. Sifones oscuros o negros. Se suelen desarrollar en diversas plantas herbáceas y leñosas, reproduciéndose continuamente durante todo el año. La succión de savia debilita los brotes y detiene el crecimiento de la planta. Sus ataques no provocan deformaciones en las hojas pero sí que secretan mucha melaza, ensuciando toda la planta. Aphis nerii Pulgón de coloración característica anaranjada con las antenas, patas y sifones negros. Se desarrolla prácticamente sólo sobre baladre (Nerium oleander), donde sobretodo coloniza los brotes tiernos. Expele una gran cantidad de melaza que desmejora el valor ornamental de la planta. Aphis hederae Pulgón de color oscuro (amarronado o negro) y de 2-3 mm. Se reproduce todo el año de forma partenogenética con una caída de la actividad en invierno. Se desarrolla en la brotación tierna, formando colonias muy densas que forran el brote. Además de la debilitación que provocan por las picadas nutritivas, expelen gran cantidad de melaza. Macrosiphum rosae Pulgón de color verdoso o rosado que suele pasar el invierno en forma de huevo depositado en la base del peciol de las hojas del rosal. En primavera la hembra fundadora dará inicio a sucesivas generaciones de donde saldrán individuos alados que dispersarán la colonia a otros rosales. La mayor parte del año la pasa en el rosal (huésped invierno) donde van produciéndose numerosas generaciones de forma partenogenética. Otros individuos alados van hacia plantas herbáceas (huésped de verano) para cumplir el ciclo de desarrollo de este pulgón. En el otoño de estos huéspedes de verano vuelven individuos que darán lugar a machos y hembras que después del acoplamiento pondrán los huevos que pasarán el invierno en el rosal. Pulgón muy dañino para los rosales, las infestaciones del cual detienen el crecimiento de la planta y la cubren de una melaza polvorienta, deteriorando el valor ornamental de hojas y flores. Los ataques en capullos florales pueden provocar el aborto de les flores. Cinara cupressi Colonia de C cupressi Ampliamente presente sobre ciprés, juniperus, tuyas... Se desarrollan sucesivas generaciones siempre en la misma planta. Se alimenta de las hojas, brotes y ramas, causando una decoloración y un debilitamiento de los tejidos afectados. Excreta grandes cantidades de melaza. Cinara cedri; Cedrobium laportei Los dos pulgones se multiplican continuamente de forma partenogenética sobre los cedros, produciéndose intensos ataques sobre ramas jóvenes hacia junio al incrementarse las temperaturas, provocando la caída de acículas y una importante reducción en la vegetación. Producen una gran cantidad de melaza. Colonia de C cedri sobre una rama. Los pulgones tienen el cuerpo recubierto de ceras blanquinosas. C laportei, adornado con sedas dorsales blancas. Pemphigus bursuarius P. spirotecae Gañas de P bursaris enchopo Colonia de P bursuarius dentro la gaña Atacan los chopos donde forman agallas en los peciols de las hojas. En la primavera las hembras fundadoras pican y se alimentan en los peciols induciendo a la formación de unas gañas donde se irán desarrollando una pequeña colonia de pulgones. A medio verano, la agalla se abrirá para dejar salir individuos alados que dispersarán la colonia. Gañas de P spirotecae en chopos DAÑOS ¾Las picadas de nutrición debilitarán las plantas. ¾Algunas especies inyectan substancias tóxicas que pueden provocar malformaciones en algunas partes de la planta. Malformaciones Picada de nutrición Ataque en cactus ¾Enrollamientos y deformaciones en hojas como consecuencia de las picadas de nutrición Deformaciones enrollamientos ¾Expelen abundante melaza que ensucia mucho la planta y provoca la posterior aparición de negrilla. ¾Transmisión de virus: este proceso de alimentación por inyección y succión de savia comporta que puedan actuar como transmisores de virus. Secreción de melaza y proliferación de negrilla Manejo y Control Medidas culturales: ¾Cortar y eliminar las partes de la planta donde se han creado densas colonias. ¾Controlar la proliferación de hormigas. ¾Evitar los excesos de abonado nitrogenado. ¾Observar la presencia de enemigos naturales. Control químico: Utilizar productos que respeten los numerosos enemigos naturales que tienen los pulgones y situar los tratamientos de forma preventiva antes de que la población de pulgones esté en su máximo desarrollo. Si las hojas no están enrolladas, puede haber suficiente con un producto de contacto e incluso acudir a productos menos agresivos (aceites minerales de verano, aceite de neem...). Cuando las hojas se han enrollado es necesario acudir a productos sistémicos. Es interesante aplicar productos para erradicar las formas invernantes a base de aceites minerales. Los pulgones se hacen inmunes rápidamente a los insecticidas, por lo que es muy recomendable alternar entre diferentes materias activas. Control Biológico: productos sin materias activas de síntesis química, que además de su buen efecto insecticida respetan a los enemigos naturales que tienen los pulgones, haciendo su control más fácil. Se trata de Control biológico: los pulgones tienen un gran número de enemigos naturales: depredadores, parásitos y hongos entomopatògens. Depredadores: se alimentan de distintos tipos de presas a lo largo de su vida, buscando las víctimas de forma activa o mediante trampas. Cóccidos Crisopa Propylea quatordecempunctata Adalia bipunctata Cocinella septempunctata Neurópteros Los crisopes atacan pulgones pero también moscas blancas, psil.les y ácaros. Pueden también atacar huevos y larvas de lepidópteros. Larva de crisopa devorando un pulgón. Dípteros Adulto Larva de sífido devorando un pulgón La familia más importante es la de los sírfidos. Los adultos son moscas pero se pueden confundir con avispas debido a su colorido. Son importantes agentes polinizadores. Las larvas, que se alimentan de pulgones, parecen pequeñas babosas y demuestran una gran voracidad. Puesta Ácaros Los adultos son ácaros de gran tamaño, aterciopelados, fáciles de observar sobretodo en invierno y en días soleados. Pulgones atacados por larvas de Allothrombium sp, ácaros depredadores de pulgones. Parasitoides La mayoría de parasitoides son pequeñas avispas. La hembra deposita un huevo dentro del pulgón y la larva se desarrolla en su interior, consumiendo así todo el contenido pero respetando el tegumento. Hace un agujero en el vientre del pulgón para tejer un capullo donde pupar y fijarse la hoja. El tegumento de la víctima se hincha y se seca quedando fijado en la superficie de la hoja (momia). El parasitoide adulto sale por un agujero. Lysiphlebus testaceipes introducido aquí a medianos de los años 70 se ha adaptado bastante bien y ejerce un buen control de las poblaciones de diversos pulgones, entre ellos A gossypii. Pulgón parasitado por himenóptero del género Praon, con el capullo de pupación situado bajo la víctima Aphidius sp, parasitoide de pulgones Momias de pulgón verde (M persicae). El parasitoide ha salido de su interior. Se puede observar claramente el agujero de salida. Hongos entomopatógenos Los hongos entomopatógenos son, en general, patógenos de acción lenta y que se dan de forma natural en toda clase de insectos. Presentan el inconveniente de su aplicación como organismo de control biológico en el exterior. ACAROS ÁCAROS Los ácaros constituyen una plaga muy habitual en plantas del hogar y de jardín, y los encontramos alimentándose en toda clase de árboles frutales, cultivos hortícolas u ornamentales, donde se forman colonias de numerosos individuos. Gran diversidad de ácaros adaptados a toda clase de hábitat: unos viven en el agua alimentándose de restos orgánicos, otros son parásitos animales (garrapatas) o viven en el suelo, donde actúan en la descomposición de la materia orgánica vegetal (oribátidos). Otros, en cambio, se han adaptado a vivir sobre toda clase de plantas. Así podemos encontrar diversos grupos: - ácaros saprófagos, que son los que se alimentan de restos de materia orgánica animal o vegetal que se encuentra encima de las hojas, de los hongos y microorganismos, así como en la melaza. - ácaros fitófagos, que son los que se alimentan directamente de los tejidos epidérmicos de la planta y son los que consideramos plaga. Los más especializados pertenecen a las familias de los tetraníquidos (arañas amarillas y rojas) y de los eriófidos. - ácaros depredadores, que se pueden alimentar de los dos grupos anteriores. Están constituidos principalmente por la familia de los fitoseídos, que ejercen un papel muy importante en el control natural de poblaciones de ácaros plaga. Los ácaros que viven sobre plantas suelen ser ovíparos. Después del estado de huevo pasa por diversas fases inmaduras antes desarrollarse el estado adulto. 1 Los ácaros son artrópodos de tamaño pequeño con exoesqueleto quitinoso como los insectos, y también sufren los procesos de muda durante su desarrollo. No presentan antenas i tienen 8 patas. 1.- Puesta (huevos) Los ácaros fitófagos no suelen tener mandíbulas, por lo cual no se alimentan de materiales sólidos sino que lo hacen de substancias líquidas o semilíquidas gracias a los quelíceros transformados en estiletes, que les permiten alimentarse de los tejidos verdes (células epidérmicas) de la planta. 2 3 Tetranychus urticae 2.- Estados inmaduros: larva –recién salida del huevo-, protoninfa, deutoninfa 3.- Adulto Tetraníquidos Colonia de T urticae con telarañas. Son de aspecto globuloso. Su coloración puede ir de amarillenta a roja mate, siendo muy variable dentro de una misma especie según el clima y la planta de la cual se alimenten. Los adultos se mueven bastante rápido sobre la planta. Hembra adulta de T urticae Tetranychus urticae es un ácaro muy polífago y ampliamente distribuido. Está muy bien adaptado a climas cálidos y con baja humedad. La hembra adulta tiene un tamaño de 0.5-0.6 mm, una coloración que puede ir del amarillo al rojo con dos puntos oscuros en la zona lateral. El macho es más pequeño y de patas más largas. Oligonychus unuguis, Una característica muy evidente que nos indica su presencia es la tendencia a la formación de colonias con muchos individuos y la creación en ellas de estructuras a base de hilos de seda. Estas estructuras tienen la finalidad de crear un microclima (temperatura y humedad) adecuada para su desarrollo. También les sirve de protección contra depredadores (fitoseídos) y para dispersarse a otras plantas. Su agresividad es tal que, si sobre una planta se desarrolla una colonia importante, puede llegar a matarla. Cuando han consumido todo el alimento inician la dispersión, formándose grandes aglomeraciones de individuos en les partes superiores de hojas y brotes que van tejiendo los hilos donde se colgarán y serán transportados por el aire a otras plantas. ácaro de las coníferas. Tarsonémidos Pequeños ácaros (0.2-0.3 mm) de color blanquinoso brillante y un poco alargados. De movimiento lento. La hembra adulta presenta el cuarto par de patas poco desarrollado (atrofiado) y rematado por dos largos pelos. Tarsonémidos: aspecto típico y daños en ciclamen. Polyphagotarsonemus latus es un ácaro diminuto muy polífago que ataca toda clase de plantas. Se desarrolla en la parte posterior de las hojas tiernas. En 5 ó 7 días (con buenas condiciones de humedad y temperatura) puede conseguir más de una generación , por lo cual durante el año se solapan las generaciones y se superponen los estados evolutivos. Los síntomas que ocasionan son variables y dependen de la planta atacada: desde manchas oscuras como aceitosas a ligamentos foliares y secado de hojas. Eriófidos Aculus cornutus en melocotonero Ácaros muy pequeños (0.1-.03 mm) de forma alargada y que suelen vivir en lugares ocultos de la planta (yemas) donde se alimentan, se refugian y producen deformaciones. Otros, en cambio, se desarrollan abiertamente sobre las hojas. En comparación con otros ácaros, su cuerpo es bien diferente: presentan sólo dos pares de patas delante y un cuerpo blando y segmentado en anillos. Su pequeño tamaño los hace invisibles a simple vista. Incluso con lupa de poco aumento son difíciles de localizar. Individuos de Acalitus phloeocoptes en una agalla abierta DAÑOS ¾Destrucción de las células epidérmicas vaciando su contenido. Provocando una disminución de la actividad fotosintética y un aumento de la evapotranspiración con una pérdida de humedad general (pérdida de turgencia). ¾Decoloraciones en hojas como consecuencia de las picaduras nutritivas que eliminan las células epidérmicas cargadas de clorofila ¾Producción de grandes cantidades de telarañas que envuelven hojas, yemas y brotes. ¾Aparición de deformaciones, ya que inyectan substancias tóxicas o crean modificaciones en el desarrollo del tejido que han picado y donde han eliminando células. Daños por tarsonémidos (deformaciones) en flores de gerbera Eriophes populi que produce voluptuosas agallas en brotes de chopos 1 2 3 Daños (chamuscadot) por Calacarus calinatus, ácaro eriófido, en Spataphyllium Daños por Colomerus vitis, erinosi de la viña 1.- Abultamientos en la parte superior de la hoja 2.- Parte posterior: los abultamientos correspondientes al reverso en zonas donde proliferan los pelos hipertrofiados de la propia hoja. 3.- Detalle de la masa de pelos por donde se desarrollan los ácaros eriófidos. Manejo y Control Los ácaros tienen diversos enemigos naturales capaces de mantener a raya sus poblaciones, por lo cual las medidas de control tienen que dirigirse hacia la mejora de su empleo. Medidas culturales: evitar situaciones polvorientas ya que muchas veces favorecen la explosión de poblaciones de ácaros. Procurar un buen riego. Las plantas que padecen sed son menos tolerantes a los daños por ataques de ácaros. Evitar los excesos de abonados, particularmente del nitrogenado. Control químico: la explosión demográfica muchas veces es debida a tratamientos insecticidas indiscriminados que eliminan los enemigos naturales. Control químico: Si es necesario tratar se pueden emplear productos selectivos como aceites minerales, aceite de neem, jabones potásicos... asegurando un buen recubrimiento de toda la planta y de la parte inferior de las hojas. El azufre también es un buen producto para el control de ácaros. (Cuidado porque tanto el azufre como los aceites pueden ser fitotóxicos especialmente con altas temperaturas. No se pueden mezclar y es necesario dejar pasar 15 ó 20 días entre tratamientos). Productos FLOWER para controlar ácaros: Control Biológico: Se trata de productos exentos de materias activas de síntesis química. Control biológico: los ácaros tienen muchos enemigos naturales que limitan su desarrollo. Entre los más importantes encontramos: ácaros depredadores, larvas y adultos de diversos insectos. Ácaros depredadores. Phytoseilus persimilis ácaro depredador de T. urticae. Amblyseius californicus es un ácaro depredador bien adaptado a nuestros climas. Insectos depredadores. Las crisopas (neurópteros) son insectos de fácil reconocimiento tanto en su estado adulto como en su estado larvario. Larvas de crisopas Puesta Las larvas son muy movibles y voraces. En una hora pueden consumir de 30 a 50 formas móviles de ácaros. Chrysoperla carnea Pupari Por lo que concierne a los antocóridos, los del género Anthocoris, son los depredadores de ácaros más activos. Durante su desarrollo, una larva de antocórido puede consumir de 300 a 600 ácaros. Adulto (arriba) y ninfa (abajo) de antocórido Los individuos del género Orius (antocóridos) no son tan voraces como los Anthocoris. Con todo también consumen buen número de ácaros durante todo su desarrollo, tanto ninfas (abajo) como adultos (a la derecha). Stethorus punctillum es un pequeño coleóptero (1-2 mm) de color negro. Tanto el adulto (izquierda) como la larva (derecha) se alimentan activamente de ácaros. Se encuentran habitualmente en árboles frutales y cítricos, pero también en otras plantas. Otros depredadores menos importantes son los míridos (por ej. Deraeocoris sp, a la izquierda) y los Aelothrips (derecha). COCHINILLAS COCHINILLAS Las cochinillas (coccoidea) son insectos de tamaño pequeño con marcado dimorfismo sexual: los machos son alados mientras las hembras mantienen un aspecto larviforme en su madurez sexual. Macho y hembra de Piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus) que ataca frutales pero también muchas plantas ornamentales Cabe destacar cuatro familias: Cóccidos: la hembra forma un caparazón duro, liso o cubierto de ceras (muchas veces parecidos al de una tortuga). Pseudocóccidos: la hembra tiene forma oblonga, antenas pequeñas, patas bien desarrolladas y secreciones harinosas o filamentosas (cochinillas harinosas). Margaródidos: relativamente grandes y móviles en todos sus estados, con patas y antenas. Diaspídidos: el cuerpo de la hembra está protegido por una capa rígida abombada (escudo) constituida por el apilamiento sucesivo de los exuvios y secreciones cerosas. 1 1.- Hembra madura con ninfas jóvenes a su alrededor 2 2.- Cuerpo de la hembra madura debajo del escudo protector 3 3.- Larvas recién nacidas en movimiento (amarillo) y fijas (primeros estados) 4 4.- Ninfas de más edad preparadas para pasar el invierno (escudo invernal) Las hembras, que no presentan nunca alas, tienen un cuerpo aplastado formado por un tegumento con numerosas glándulas que segregan una especie de cera que sirve de protección contra condiciones ambientales desfavorables o contra los enemigos naturales. Esta secreción puede ser independiente del cuerpo de la hembra o formar un escudo protector enganchado. Unos estiletes mandibulares son las herramientas que hacen servir para penetrar en los tejidos de la planta i succionar la savia. Los machos tienen un par de alas y no tienen aparato bucal, por la que no se alimentan. Suelen proteger la puesta de diferentes maneras: o bien la hembra protege los huevos con su cuerpo directamente o con el escudo que ha formado, o bien envuelve los huevos dentro de una masa de filamentos céreos. Hay algunas cochinillas (por ej. el Piojo de S José) en que la hembra pare directamente larvas. Huevos de Saissetia oleae bajo el caparazón Bolsas de huevos de Planoccocus citri Las larvas recién nacidas presentan mucha actividad y se desplazan rápidamente a la búsqueda de nuevos lugares donde instalarse. El viento es también un agente importante en su diseminación. Pueden desarrollar diferentes generaciones al año, que se suelen superponer, encontrando en una misma planta todos los estados del insecto. Cóccidos (lecánidos) Cochinilla del olivo Saissetia oleae ataca olivos, cítricos pero también ornamentales (palmeras, nerium, evónimo, etc). A la izquierda adultos y ninfas. A la derecha huevos y larvas recién salidas. S oleae pasa el invierno como ninfa de 2on o 3er estado, completando totalmente su desarrollo a finales de la primavera. La hembra adulta hace la puesta bajo el caparazón y es a finales de verano cuando la presencia de larvas neonatas es más acusada. Se dispersarán y se irán desarrollando y preparando para pasar el invierno. En general presentan una generación al año. Cochinilla de la higuera Ceroplastes rusci se encuentra en higueras, ficus ornamentales, nerium... A la izquierda pirámides céreas típicas de los estados inmaduros. A la derecha adulto donde se observa bien la delimitación de las placas como consecuencia del endurecimiento de las secreciones céreas blanquinosas. Puede pasar el invierno en diferentes estados evolutivos (ninfas o adultos) más avanzados o menos dependiendo de si el clima de la zona les es favorable para cumplir una o dos generaciones al año. La hembra madura pone los huevos (un millar) al finalizar el invierno. A finales de la primavera ya se pueden ver las ninfas jóvenes colonizando las hojas y brotes de la planta. Si se puede desarrollar una segunda generación, aparecen nuevas larvas neonatas durante el verano. Los daños se producen por las picaduras nutritivas en hojas y brotes y, a la vez, por la abundante producción de melaza. Cotonet Pseudoccócidos Planococcus citri: de rápido desarrollo, bajo adecuadas condiciones de temperatura y humedad, puede tener hasta 3 ó 4 generaciones al año. Ataca a cítricos y vid, pero también a ornamentales como el ciprés, la adelfa, el ficus, los geranios, las orquídeas, las cactáceas... y plantas de interior como el croton, la cheflera, la dracaena... Puede pasar el invierno en cualquier estado, refugiado en la parte aérea de la planta (grietas en la corteza) o en su base a nivel del suelo. Larva saliendo de la muda En la primavera, la hembra pone entre 300 y 600 huevos repartidos en 3 ó 4 masas filamentosas cerosas blancas. En seguida que las larvitas salen del huevo se desplazan activamente. Se van produciendo las generaciones sucesivamente. Macho adulto Colonia en ciprés Cotonet longispi Psedococcus longispinus: similar al cotonet tanto en su aspecto como en su biología. Se le puede encontrar sobre cactáceas, palmeras, jazmín, orquídeas, etc... Morfológicamente se puede diferenciar porque la hembra adulta presenta un par de filamentos largos en la parte final del cuerpo. Pone huevos o puede parir también directamente larvitas (sin poner huevos), en masas cerosas que fijan en la planta. En invierno pueden localizarse en el aparato radicular de la planta en la zona más superficial. Margaródidos Cochinilla acanalada Icerya purchasi ataca acacias, mimosas, rosales, hiedras, cítricos. Los adultos se sitúan sobre ramas formando grandes masas blanquinosas, mientras las larvas se localizan preferentemente en las hojas. Hembra adulta con filamentos cerosos compactos alrededor del abdomen Ninfas en hoja Larva recién salida Colonia en cítrico Suele cumplir 3 generaciones al año. Puede pasar el invierno en cualquier estado evolutivo. Dentro de los sacos la hembra tiene entre 400 y 800 huevos. Al inicio de la primavera (1era generación), salen las larvitas neonatas para colonizar nuevas partes de la planta, preferentemente las partes inferiores de la hoja, al lado del nervio principal. La 2ona generación se puede producir en julio y la 3era en septiembre. Diaspídidos Unaspis euonymy Pasa el invierno como hembra madura. En primavera comienza la puesta de huevos protegidos bajo su escudo. A mediados de mayo comienzan a salir las larvitas neonatas que se dispersarán hacia nuevas partes de la planta. Al cabo de un día, las larvitas se fijan para alimentarse y comienzan a formar su escudo protector. Presentan 2 ó 3 generaciones al año. La primera salida de larvitas suele ser en mayo y la segunda en julio. La hembra alcanza su madurez en septiembre, preparada para pasar el invierno refugiada en la planta. Ataque fuerte. Los machos (de color blanco) se suelen situar sobre las hojas y las hembras (de color oscuro) en las ramas y tallos (detalle). Aspidiotus nerii Es muy polífago y se encuentra en muchas plantas ornamentales (acacia, ciclamen, rododendron, aucuba...) así como en cactáceas y plantas crasas. Puede pasar el invierno en cualquier estado evolutivo. En la primavera la hembra es fecundada y pone 50 ó 100 huevos bajo el escudo. A los 15 días surgen las larvitas neonatas. Ataque en hoja y tronco Macho (abajo) y hembra con huevos (arriba) con el escudo levantado. Las larvitas móviles se dispersan para encontrar nuevos lugares donde fijarse, alimentarse y comenzar a formar el escudo protector. En un mes y medio consiguen el estado adulto. Suelen tener 3 generaciones al año, con superposiciones de los diferentes estados evolutivos. La última salida de neonatas es hacia septiembre. La serpetea de los frutales, Lepidosaphes ulmi, aparece en boj, rosales, chopo, ligustre, cotoneaster... Preferentemente infesta los órganos leñosos. Tiene 2 generaciones al año. Las larvas neonatas salen en la primavera y en verano. Pasa el invierno en forma de huevo depositado bajo el caparazón de la hembra de la 2ona generación. La cochinilla del pino Leucapsis sp. se desarrolla sobre las acículas, fijándose en la parte basal interna. El escudo de las hembras es blanquinoso, estrecho y alargado. Daños Debilitación de la planta por succión directa de savia. Inyección de toxinas que puede hacer aparecer tumores y malformaciones o decoloraciones en los tejidos de la planta. Formación de abundante melaza negra. Rama fuertemente atacada con escamas por S. Oleae (arriba) y Q. Perniciosus (a la derecha). Negrilla que s e desarrolla sobre secreciones de S olea Manejo y Control Es difícil ejercer un buen control de cochinillas sin recorrer a la intervención de productos químicos. No obstante, es necesario priorizar cualquier otra acción, como aprovechar la poda para sacar partes muy afectadas y abrir el árbol; controlar las hormigas si su presencia es muy abundante ya que actúan protegiéndolas de sus enemigos naturales; posicionar los tratamientos químicos en los momentos en que la plaga es más vulnerable y procurando respectar al máximo los enemigos naturales que nos puedan ayudar a ejercer un control biológico. Poner una cinta engomada por las dos caras nos puede ayudar a detectar la salida de larvas. Tratamientos: El control tiene que estar encaminado a frenar el desarrollo de la primera generación y dirigidos a las larvas móviles desprotegidas, por lo que será necesario un seguimiento de su ciclo para determinar cuando se produce la aparición de las larvas. Cabe considerar también los aceites minerales, particularmente en tratamientos en parada vegetativa de la planta. Productos FLOWER para el control de cochinillas: CONTROL BIOLÓGICO Parasitoides 1 2 Parasitación del piojo de S José por Aphytis: 1.- El adulto, una pequeña avispa, pone los huevos bajo el escudo. El piojo de S José será el alimento de las larvas d’Aphytis. 2.- Larva y pupa d’Aphytis bajo el escudo del piojo de S José. 3.- Salida del adulto a través de un agujero. 3 Hembra de Prospaltella perniciosi a punto de poner huevos en una ninfa de Q perniciosus. Depredadores Agujero de salida de los adultos de Prospatella perniciosi en cochinillas macho y hembra de Q perniciosus Exochomus quadrispustulatus (adulto) es un cóccido depredador muy polífago. MOSCA BLANCA MOSCA BLANCA El nombre de mosca blanca se debe a la cubierta harinosa (de ceras blancas pulverulentas) que cubren las alas y el cuerpo de estos insectos. Acostumbran a desarrollarse en grupo bajo las hojas, haciendo la puesta sobre las más jóvenes y tiernas. En condiciones de buena temperatura, las poblaciones crecen rápidamente. Les especies más frecuentes en nuestra zona en ornamentales son Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci, muy polífagas. Para alimentarse pican las hojas y succionan savia. Excretan una gran cantidad de melaza pero no suelen desarrollar grandes secreciones céreas o algodonadas. En cítricos (también laurel o algarrobos) se desarrollan otra especie de mosca blanca, Aleurothrixus floccosus, caracterizada por la formación de abundantes masas céreas algodonadas. Mosca blanca algodonera de los cítricos (Aleurothrixus floccosus) y detalle. 1 En su ciclo reproductivo, las moscas blancas alternan la reproducción sexual con diversas generaciones de reproducción partenogenética. 1.- Puesta. Los huevos son blanquecinos al principio pero se vuelven oscuros en seguida. Los huevos se suelen localizar en el reverso de las hojas más jóvenes, depositadas de forma circular o dispersa según el tipo de hoja. 2 2.- La larva de primer estado tiene patas y antenas y es muy móvil, pero sin abandonar la hoja. En los estados segundo y tercero ya no tienen patas y quedan fijados en la hoja. Las excreciones y filamentos céreos van recubriendo su cuerpo. 3.- Llega un momento en que la larva de cuarto estado (3a) no se alimenta más. Comienza a desarrollarse el adulto dentro del envoltorio pupal. El adulto sale por una apertura en forma de T (3b). 4.- Recién salido, el adulto es transparente, pero con las patas posteriores se esparce por todo el cuerpo el polvo harinoso que él mismo produce. 3a 3b 4 Trialeurodes vaporariorum Constituye una plaga muy polífaga atacando a diversas plantas hortícolas y ornamentales (azalea, begonia, ciclamen, geranio, dalia, fucsia...). Los adultos se agrupan en las partes más tiernas de la planta, preferentemente en la parte inferior de las hojas. Si son molestados rápidamente se ponen a volar. Colonia de T vaporariorum en hoja La hembra puede poner más de 200 huevos durante su vida (3-6 semanas) y durante el año se dan diversas generaciones que se superponen, lo que da idea de su alto potencial reproductivo. Producen mucha melaza pero no suelen desarrollar secreciones céreas o algodonadas. Es transmisora de diversas virosis. Bemisia tabaci Muy similar a T. vaporariorum, en cuanto a morfología y biología. Al aire libre es muy activa, sobretodo con buena temperatura (sol y calor). El viento la dispersa y durante el verano se puede encontrar por doquier, compitiendo y desplazando a T. vaporarium. Las larvas de 4art estado son más amarillentas que las de T vaporariorum y el adulto en reposo mantiene plegadas las alas en paralelo, en forma de tejado. Colonia y pupa de B tabaci. Puede pasar el invierno en diversos estados evolutivos y en condiciones climáticas favorables su ciclo biológico es continuo. Segrega una gran cantidad de melaza pero no suele producir tampoco secreciones o filamentos céreos. Pupa de T vaporariorum (izquierda) ovalada y blanquecina y de B tabaci (derecha) amarillenta. Es también transmisora de un gran número de virosis. Daños ¾Debilita las plantas, deteniendo el crecimiento. ¾Las heridas en las hojas producen una reducción de la actividad fotosintética, amarillean y caen. Ataque de T vaporairum en gerbera con abundante proliferación de negrilla. ¾Secreción de abundante melaza donde puede crecer la negrilla. ¾Son transmisores de numerosas virosis. Decoloraciones en hoja de poinsettia producida por B tabaci. Manejo y Control Medidas culturales: limpieza de malas hierbas y restos de plantas para eliminar reservorios de plaga. Controlar la proliferación de hormigas para evitar que defiendan las mocas blancas del ataque de sus enemigos naturales. Trampas cromotrópicas: utilizar las de color amarillo. Ayudan a disminuir la cantidad de adultos. Tratamientos: el control químico es complicado por la gran rapidez con que la plaga desarrolla resistencias a los insecticidas. Han de ir dirigidos a las larvas neonatas que son las más vulnerables. Es necesario mojar bien el reverso de la hoja para conseguir cubrir las larvas con el caldo de tratamiento. Productos FLOWER para el control de mosca blanca: Control biológico: los enemigos naturales más abundantes son: 1.- Parasitoides: Encarsia (E formosa y E tricolor), Eretmocerus y Prospaltella, parasitoides que suelen depositar sus huevos dentro de larvas de 2on i 3er estado. Cuidado porque otros parasitoides no vuelven negros su presa paratisada. Adulto de E formosa haciendo la puesta en una ninfa de mosca blanca Larva sana y parasitada por E formosa (negra) Grupo de larvas de T vaporariorum parasitadas por E formosa (de color negro) y con el agujero de salida del adulto. Eretmocerus sp parasitantdo una larva de B tabaci. 2.- Depredadores: coccinélidos, crisopos, míridos, ácaros fitoseídos. Orius alimentándose de larvas de B tabaci. Larva de crisopa (Chrysoperla sp) devorando larvas de B tabaci. Adulto de Delphastus pusillus, coccinélido depredador de moscas blancas. ENFERMEDADES FÚNGICAS OÍDIO OÍDIO Enfermedad fúngica típica en muchas plantas ornamentales (begonia, gerbera, ciclamen, crisantemo), arbustos (euonim, rosal, viburnum...) y árboles (platanero, frutales...), desarrollándose sobretodo en verano bajo condiciones ambientales de baja humedad. Los hongos causantes de esta enfermedad pertenecen a las especies Erisyphe, Microsphaera y Sphaeroteca entre otras y, en general, los síntomas que provocan son muy fáciles de reconocer. Síntomas de oídio en euonym y en rosal (sobre hoja y capullo floral) Oídio en hoja de platanero En la mayoría de plantas el oídio se puede reconocer fácilmente por la presencia del blanquinoso polvo de esporas y micelios en crecimiento sobre diversas partes de la planta que ha infectado (hojas, tallo...). En árboles y arbustos (rosal, platanero, frutal...) el micelio del hongo sobrevive durante el invierno en las yemas, en la corteza de las ramas y brotes o en hojas del suelo. En primavera se iniciará un nuevo ciclo infectivo. Necesita tejido vivo para su desarrollo y por tanto, los nuevos brotes primaverales son los más adecuados. Las condiciones ambientales más favorables para la germinación de las esporas son: temperatura moderada, sombra y cierta humedad (no agua libre). La enfermedad es por ello más problemática en zonas de clima cálido y seco. Las esporas son diseminadas por el viento a nuevas plantas. Esporas Daños ¾Las hojas y brotes infectados se secan y caen antes que las sanas, disminuyendo la capacidad de crecimiento y desarrollo de la planta, a parte de desmejorar su aspecto ornamental. Oídio en rosal: ataque en brotes y en hoja produciendo deformaciones Oídio en hoja Poinsettia. Manejo y Control Medidas culturales: procurar situar las plantas más sensibles en lugares bien soleados y bien aireados. Evitar abusos en el abonado nitrogenado. Cuando sea posible, emplear variedades resistentes (rosal, euonymus, rododendron...) Control ecológico: aplicación de productos como azufre, aceites minerales, aceites de neem, permanganato potásico... Atención: hay que tener en cuenta que tanto los aceites minerales como el azufre pueden ser fitotóxicos y más aplicados a altas temperaturas. Ataque grave en áster Control: Aplicaremos los fungicidas preventivos al observar los primeros ataques, cubriendo bien toda la planta. Productos FLOWER para el control de oídio: ROYA ROYA Los hongos que ocasionan la enfermedad llamada roya en plantas ornamentales pertenecen entre otros a los géneros Puccinia, Phragmidium, Cronartium, Uromices, Melampsoma... Suelen necesitar un huésped vivo para producir esporas y diseminarse. Royas en rosal: manchas amarillas en la parte superior y póstulas rojas en la inferior. Afecta tanto a las hojas como al tallo y prefieren condiciones ambientales con temperaturas moderadas y alta humedad, con lo cual los ataques se suelen producir en primavera o en otoño. Para la germinación de las esporas y su penetración en la planta necesita gotas de agua. Pero, una vez se ha producido la infección, no es necesario agua sino que se va desarrollando mientras dure la vida de la hoja. Roya en chopo: póstulas en la parte inferior de la hoja. El síntoma más claro es la aparición de manchas que van del color amarillo al rojizo y que después formarán unas pústulas de forma redonda o alargada. Estas pústulas, según el tipo de roya y de la planta infectada, aparecen a los 8 ó 10 días (gladiolo) o a las dos/tres semanas (clavel) de la infección y liberarán las esporas para producir nuevas infecciones. En la pústula, las esporas forman una especie de polvo de coloración amarillo-amarronado y se propaga a través del viento, de los insectos, del agua o por el hombre. Formación de pústulas (clavel) Daños Destrucción de la hoja y el tallo, produciendo graves defoliaciones que afectan el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Síntomas en hojas de geranio: 1.- A la izquierda, parte superior con manchas amarillentas. 2.- A la derecha, parte inferior con pústulas polvorientas de esporas Ataque en hojas de rododendron Manejo y Control Medidas culturales: arrancar y extraer plantas y partes infectadas (recoger las hojas caídas en invierno) para evitar la diseminación de las esporas y destruirlas (quemar). Evitar, por ejemplo, plantar demasiado espeso y favorecer una buena aireación, evitando que las plantas se sequen deprisa después de regar o llover. Ofrecer abonados equilibrados. Utilizar variedades resistentes. Control químico: fungicidas de síntesis, procurando alternar las materias activas para evitar resistencias Procurar tratar por la mañana. Ataque intenso en hojas de clavel Productos FLOWER para el control de royas: ANTRACNOSIS ANTRACNOSIS (MANCHAS FOLIARES) Estos hongos pertenecen a géneros tan diversos como Ascohita, Phyllosticta, Colletotrichum, Apiognomia, Diplocarpon, Glomerella, Gloesporium, Gnomia, Sphaceloma, Discula, Mycospharaella... están presentes por doquier sobre toda clase de plantas ornamentales produciendo una sintomatología similar: las manchas foliares o antracnosis. La antracnosis se considera enfermedades que suelen aparecer en general sobre hojas (también en brotes). La característica común es la aparición de manchas de color oscuro de contorno bastante definido. Manchas en hortensia producidas por Ascochyta hydrangea Manchas en hojas de rosal D. rosae La sintomatología común a todos estos hongos suele ser: - Aparición de manchas más o menos circulares en el aparato foliar de consistencia dura. - Manchas que pueden ser de medida pequeña o grande, tienen el contorno bastante definido y su interior ligeramente deprimido. -Las manchas se van ennegreciendo y pueden romperse y/o desprenderse y dejar un agujero en la hoja. Phyllosticta sp en hiedra En orquídea C orchidearum forma manchas redondas o alargadas. Síntoma en pensamiento Síntomas en magnolia Síntomas en ligustre La infección suele iniciarse en las hojas pero también puede pasar a los brotes. En primavera las esporas del hongo se esparcen gracias a la lluvia y el viento y, al contactar con tejidos receptivos de la planta huésped, germinan e inician el proceso infectivo. Con el paso del tiempo y en el centro de la mancha suelen aparecer las estructuras reproductivas del hongo. Phyllosticta clematides en hojas de clemátide Antracnosi en hoja de asplenium Coniothyrium concentricum en yuca Manchas producidas por Mycospharaella opuntiae en cactácea Daños ¾Debilitamiento progresivo de la planta debido a una reducción de la capacidad fotosintética del aparato foliar. Este debilitamiento predispone a las plantes al ataque de otros patógenos. ¾Las hojas infectadas pueden caer prematuramente y muchas veces, si los brotes también resultan atacados, hay una defoliación muy importante. ¾Tanto las manchas como la defoliación deslucen el aspecto ornamental de la planta. Es necesario retirar las partes dañadas destruyéndolas y evitando que queden en el mismo lugar y puedan actuar como incentivo de la enfermedad. Manejo y control El control de esta enfermedad, una vez se ha instalado en la planta, es difícil. Medidas culturales: retirar recogiéndolas y eliminándolas. las hojas dañadas, Efectuar abonados equilibrados y riegos que eviten mojar el follaje, sobretodo en los momentos de mayor riesgo. Disponer las plantas de tal manera que estén bien aireadas. Puede ser muy conveniente sacar hojas y brotes para que el aire y el sol circulen bien entre las plantas. Control químico: aplicar fungicidas de forma preventiva en primavera. (antes de lluvia). CARACOLES Y BABOSAS BABOSAS Y CARACOLES Las babosas y caracoles (moluscos) causan problemas en muchos jardines y huertos porque se alimentan de toda clase de plantas. Se mueven resbalando sobre un “pie” musculoso que constantemente segrega una baba resbaladiza. La mucosidad, una vez seca, es la que nos puede dar una pista de su presencia. Su actividad varía mucho entre especies y dentro de una misma clase y en un mismo individuo de un día para otro. Está más bien condicionado a los ciclos de temperatura y luz. En general, se muestran más activos durante la noche y dentro de un margen de temperaturas (5-25ºC). Por debajo de 3-4º C bajo cero mueren, pero cuando llegan las épocas de heladas buscan refugio y se hunden en el suelo. Helix aspersa Babosa maximus Otro factor clave es la humedad. Sin ésta corren el riesgo de deshidratarse. Si es baja no pueden producir suficiente mucosa para desplazarse. En los días secos y calurosos buscan resguardarse para huir del suelo y de las altas temperaturas. En periodos de fuerte calor y sequedad, los caracoles se cierran dentro del caparazón sellándolo con una membrana que les sirve para pegarse a las paredes, troncos de los árboles, etc... Pasan el invierno hundidos en el suelo protegidos de las bajas temperaturas. Son hermafroditas: son a la vez macho y hembra. Primero se activan los órganos masculinos y después los femeninos. Todo este ciclo está regulado hormonalmente. No obstante, raramente se autofecundan, sino que hay cruzamiento entre individuos. Los periodos de reproducción más favorables son la primavera y el otoño. Aron sp Puesta Individuos jóvenes Hacen la puesta (entre 100 y 500 huevos en paquetes de 10 a 50) enterrándolos en el suelo o buscando un agujero en algún lugar protegido. Pueden tener una o dos generaciones al año o necesitar dos años para cumplir una generación. Daños ¾Consumen tanto tejido vegetal de plantas vivas como material de plantas muertas. ¾Suelen consumir las partes tiernas, hojas de plantas herbáceas o frutos maduros preferentemente localizados cerca del suelo, así como órganos subterráneos. Daños con típica presencia de mucosidad ¾En una sola noche pueden llegar a ingerir hasta la mitad de su peso. ¾La lengua está dotada de un órgano (rádulo) como una lima con finísimos dientes que van erosionando las partes tiernas de las hojas o de los frutos, donde practica unos agujeros típicos de contornos suaves que desmejoran las plantas y los frutos. Daños en Típico agujero en fruto hoja Ataque sobre plántula ¾En plantas jóvenes se aprecian lesiones en hojas, brotes tiernos y pueden llegar a matarlas. Fuerte infestación en cítricos Manejo y Control Es necesaria una combinación de métodos para su control y ser muy persistentes. Culturales: evitar los lugares donde puedan resguardarse durante el día como rocas, tablones, vegetación espesa alrededor de troncos, ramas muy cercanas al suelo, cubiertas vegetales muy densas (tipo hiedra...) y retirarlos manualmente de los lugares que les puedan servir de refugio. Manejar el riego para hacerles un ambiente más desfavorable (no tan húmedo). Barreras: en los árboles se pueden colocar bandas de cobre que resultan repelentes provocándoles como una pequeña descarga eléctrica en contacto con la mucosa que segregan. Se pueden poner también bandas encoladas o pintar la base de los troncos con productos que les resulten cáusticos y abrasivos (sulfato de cobre o de hierro). Trampas: colocar cajas o tablones invertidos, bolsas de plástico... y mejor humedecidos. Las babosas y caracoles irán a buscar refugio por la noche. De buena mañana es preciso retirarlos. Otra alternativa es la trampa de cerveza; líquido (o mejor levadura en fermentación) que atrae poderosamente a estos animales. Trampa de cerveza Banda de cobre Cebos químicos: no provocan la muerte directa por intoxicación sino que les obliga a una sobreproducción de mucosidad que hace que mueran por desecación (deshidratación).