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XXIX JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, septiembre de 2015 EFECTO DE LA FERTILIZACIÓN Y DE HONGOS MICORRÍCICOS ARBUSCULARES NATIVOS EN EL CRECIMIENTO DE PLANTINES DE ALGARROBO BLANCO Carla SALTO1, Mónica SAGADIN2, Celina LUNA2, Javier OBERSCHELP1, Leonel HARRAND1 RESUMEN Con el objetivo de evaluar los efectos e interacciones de la aplicación de hongos micorrícicos arbusculares (HMA) y de la fertilización en la producción de plantines de algarrobo blanco, se estableció un ensayo bajo un diseño experimental de parcelas divididas en bloques completos al azar. Los plantines recibieron distintos niveles de fertilización (0%, 25% y 100%) y fueron inoculados con HMA nativos aislados de suelos de algarrobales pertenecientes a Colonia Benítez y Padre Lozano, mientras que el grupo control permaneció no micorrizado. El inóculo de Padre Lozano combinado con la fertilización al 100% produjo los plantines de mayor crecimiento en altura y número de hojas, mientras que el diámetro al cuello fue mayor con 100% de fertilización, tanto con este inóculo como sin inocular. Palabras clave: Prosopis - nutrición mineral - micorrizas - vivero 1. INTRODUCCIÓN Prosopis alba Griseb. (algarrobo blanco) es una leguminosa arbórea que presenta una amplia distribución geográfica en Argentina, siendo una de las especies nativas de mayor valor comercial en el mercado de la madera aserrada, constituye un eje biológico estructural de sistemas productivos sustentables, contribuyendo a la recuperación de áreas degradadas. Sus frutos constituyen una importante fuente proveedora de materia prima para consumo humano y animal (Giménez et al., 1998; López, 2005), cualidades que hacen interesante al algarrobo para emplearlo en programas de forestación y enriquecimiento. La producción de plantines de buena calidad es un requisito indispensable para asegurar la supervivencia y el adecuado desarrollo de los bosques implantados (Salifu y Jacobs, 2006). Generalmente, este aspecto se aborda a través de la fertilización con sales inorgánicas, abonos orgánicos y/o empleando la inoculación con microorganismos mutualistas como los hongos micorrícicos arbusculares (HMA) en la fase de vivero. Los HMA se encuentran ampliamente distribuidos en diversos hábitats naturales debido a que se relacionan con la mayoría de las especies vegetales, generalmente, con especies pertenecientes a las familias Leguminoseae y Gramineae (Guzmán González, 1991). La formación de asociaciones micorrícicas (AM) es una estrategia adaptativa que le proporciona a la planta mayor capacidad para captar nutrientes en suelos donde la disponibilidad de los mismos es restrictiva, particularmente en ecosistemas áridos y semiáridos (Allen, 2007 citado por Barea et al., 2011), confiriéndole además otros beneficios a las plantas como la mejora de las relaciones hídricas o la resistencia a microorganismos patógenos (Cairney, 2000, Reyes Jamarillo, 2011). En particular, la inoculación con HMA puede favorecer la supervivencia de plántulas de algarrobo cuando son trasplantadas a lugares más áridos y/o salinos (Scambato et al., 2011). Por estos beneficios, los HMA tienen potencial para la aplicación comercial en la producción de plantas en contenedor (Biermann y Linderman, 1983). Estudios con HMA y nutrientes han mostrado que, éstos además de favorecer la absorción de elementos nutritivos para las plantas, pueden incrementar la eficiencia en el uso de fertilizantes, tanto químicos como orgánicos (Quiñones1 Estación Experimental Agropecuaria Concordia de INTA. salto.carla@inta.gob.ar . Tel.: +54-345-4290000. Ruta Pcial. 22 y Vías del Ferrocarril. Casilla de Correo 34. CP 3200. Entre Ríos-Argentina 2 Instituto de Fisiología y Recursos Genéticos Vegetales. CIAP INTA. moniksagadin@yahoo.com.ar. Tel.:+54-351- 4974343. Camino 60 Cuadras Km 5 ½. CP 5119. Córdoba- Argentina 1 XXIX JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, septiembre de 2015 Aguilar et al., 2012). El efecto de la fertilización sobre los HMA es influenciado por la especie del macro y microsimbionte, la fertilidad inicial y el contenido de materia orgánica, además del efecto de las condiciones ambientales sobre la interacción de dichos factores (Vinueza Regalado, 2002). En general, la colonización por los HMA decrece cuando la fertilidad se incrementa, la aplicación de altos + niveles de fósforo (P) y nitrógeno (N) -este último bajo la forma de amonio (NH4 )- han sido citados como factores depresores de la colonización (Biermann y Linderman, 1983; Baath y Spokes, 1989). Considerado lo expuesto, el objetivo del trabajo fue evaluar el efecto e interacción de la inoculación con HMA nativos de algarrobales con regímenes pluviométricos contrastantes y la fertilización, sobre variables de crecimiento en plantines de algarrobo blanco. 2. MATERIALES Y MÉTODOS El ensayo se llevó a cabo en el vivero forestal de la EEA Concordia de INTA. Se emplearon semillas de P. alba provenientes de árboles semilleros del departamento La Paz, Entre Ríos. El tratamiento pre-germinativo utilizado se encuentra detallado en Salto et al. (2013). La siembra se realizó 3 ® directamente sobre tubetes R125 (125 cm de capacidad, de Dassplastic del Mercosur ) empleando como sustrato la mezcla de corteza de pino compostada, perlita y vermiculita (CPV) en proporción 2:1:1 v/v. Se emplearon inóculos mixtos de HMA nativos aislados de rodales de P. alba situados en el Parque Chaqueño con regímenes pluviométricos diferentes: Padre Lozano (PL), Salta, con 780 mm de precipitación anual, Colonia Benítez (CB), Chaco, con 1.300 mm al año y una mezcla de ambos inóculos (MIX). La inoculación se efectuó en el momento de la siembra, aplicándose 20 g de inóculo por tubete, dejándose un tratamiento de plantines sin inocular (SI). Se utilizaron tres niveles de fertilización, la fertilización 100% tomó como base los requerimientos nutricionales para plantines de Eucalyptus grandis en etapa de crecimiento, indicado por Silveira et al. (2001), aportando 2,3 mM de P. El segundo nivel considerado consistió en diluir la solución nutritiva al 25%, conteniendo 0,6 mM de P y por último, un tratamiento sin fertilizar (SF). Desde los 30 días de efectuada la siembra se aplicaron los tratamientos de fertilización en forma manual hasta saturar el sustrato, dos veces por semana. Las variables de análisis fueron diámetro al cuello (DAC), altura total (AT) y número de hojas por plantín (NH), medidos a los 120 días de edad. El diseño experimental empleado fue de parcelas divididas en bloques completos al azar con ocho repeticiones y parcelas de 16 plantas. Para el análisis estadístico se empleó un modelo lineal mixto mediante el procedimiento MIXED y las pruebas de comparaciones de medias se realizaron mediante la sentencia LSMEANS con la opción ADJUST=TUKEY en el programa SAS V. 9.1 (SAS Institute Inc., 2009). Al finalizar la etapa de vivero se tomaron muestras de plantines por cada tratamiento, las raíces fueron analizadas en laboratorio, donde se determinó el porcentaje de colonización por el método de Philips y Hayman (1970) y la visualización de estructuras de los HMA se efectuó mediante microscopio óptico a 10X de aumento, realizando 120 observaciones por muestra según McGonigle et al. (1990). 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN La interacción entre los factores Inóculo y Fertilización en las variables evaluadas a los 120 días de edad fue significativa, indicando que el efecto de la fertilización es diferente para los distintos inóculos (Cuadro 1). Cuadro 1. Análisis de la varianza (Valor de F) para DAC, AT y NH en plantines de P. alba bajo distintos regímenes de fertilización e inoculación, a los 120 días de edad. F.V. G.L. DAC AT NH *** *** *** Fertilización 2 396,35 284,08 77,86 *** *** *** Inóculo 3 109,50 144,94 58,81 *** *** *** Fert. x Inóc. 6 26,87 36,16 12,24 *** Significativo al 0,10% Si bien, el crecimiento promedio en DAC fue levemente mayor en los plantines inoculados con PL, no se detectaron diferencias significativas con el testigo sin inocular (SI) para la fertilización 100%. Una situación similar se presentó para la fertilización 25% para PL y SI, siendo equiparables sus crecimiento con el inóculo CB fertilizado 100%. La presencia del inóculo CB no genera diferencia 2 XXIX JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, septiembre de 2015 alguna en crecimiento frente a los testigos SI (Cuadro 2). Cuadro 2. Comparaciones múltiples para las medias de los tratamientos correspondientes a la interacción Fertilización x Inóculo para DAC y AT en plantines de P. alba de 120 días de edad. Fertilización Inóculo DAC (mm) Grupo AT (cm) Grupo 100% PL 4,46 A 43,04 A 100% SI 4,33 A 39,33 B 25% PL 3,75 B 35,55 C 100% CB 3,7 B 30,14 DE 25% SI 3,64 B 30,26 D 100% MIX 3,61 BC 29,44 DE 25% MIX 3,4 C 31,33 D 25% CB 3,09 D 27,29 EF SF PL 2,57 E 24,63 F SF MIX 2,34 F 21,38 G SF CB 2,15 FG 19,26 G SF SI 2,11 G 19,34 G Letras distintas indican diferencias significativas (p≤ 0,05) para LSMEANS – TUKEY Para la AT se presenta un situación similar que para el DAC, presentándose el mayor crecimiento en la fertilización 100% para el inóculo PL seguido por el tratamiento SI. Los menores crecimientos en AT se presentaron en los plantines sin fertilizar con los inóculos MIX, CB y SI (Cuadro 2). Martin y Stutz (1994), evaluando el efecto de la inoculación con Glomus intraradices en P. alba producido en contenedor, encontraron que el aislamiento del HMA empleado redujo el largo total y la abundancia radicular pero no afectó el crecimiento del tallo o el peso seco radicular; sugiriendo que la infección por el HMA en el algarrobo, bajo condiciones óptimas de producción (riego y fertilización), modificó la morfología radicular obteniéndose raíces más cortas, más gruesas y menos ramificadas. Por lo que infirieron que el papel de los HMA fue sustituir a las finas raíces absorbentes provocando que el algarrobo asigne más recursos energéticos en mejorar el grosor de la raíz. Félix de Aguiar et al. (2004), trabajando con P. juliflora inoculado con HMA bajo distintas dosis de P (0, 20 y 40 mg de P.kg 1 de suelo), atribuye la similitud de crecimiento en altura entre las plantas inoculadas y las no inoculadas en la dosis mas alta de P, a que la cantidad de P adicionado puede haber sido suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales y con ello los HMA no han promovido un crecimiento adicional. Por el contrario, en nuestros resultados la dosis más alta de fertilización (2,3 mM de P en la fertilización 100%) estimuló el crecimiento en altura en los plantines inoculados con PL, por lo que se puede inferir que a las dosis de nutrientes aplicadas los hongos de PL favorecen su asimilación. Bashan et al. (2009), evaluando tres especies de leguminosas, entre ellas Prosopis articulata, inoculadas con HMA, obtuvieron respuestas positivas para altura total, numero de ramas, grosor de tallo, entre otras variables. Estudios realizados por Callejas Ruíz et al. (2009) en Euphorbia pulcherrima, encontraron que la micorrización no mejoró significativamente las variables de crecimiento comparados con los tratamientos fertilizados, atribuyendo esta situación a que ciertos nutrientes limitantes para el crecimiento de las plantas no pudieron ser aportados por las micorrizas. El mayor NH se obtuvo con el inóculo PL bajo fertilización 100% y 25%, siendo el tratamiento sin inocular (SI) y sin fertilizar el de menor cantidad de hojas (Cuadro 3). Ugalde de la Cruz (2011) trabajando con Erythrina coralloides obtuvo el máximo número de hojas en plantas que estuvieron inoculadas con suelo nativo de la rizósfera de Melinis repens. La mayor producción de hojas por parte de plantas que fueron inoculadas, demuestra que a mayor porcentaje de colonización y mayor número de esporas, hay una mayor producción de hojas apicales y mayor retención de las hojas inferiores por lo que se infiere que las micorrizas estimulan la ontogenia y el retraso de la senescencia de las hojas (Daft y Nicolson, 1969). Esto representaría una ventaja, ya que con un mayor número de hojas aumenta la superficie fotosintéticamente activa de la planta, permitiendo una mayor fijación de CO2 (Ugalde de la Cruz, 2011). En cuanto al porcentaje de micorrización, puede observarse que el porcentaje varió entre 60 y 70 % 3 XXIX JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, septiembre de 2015 para los plantines inoculados con los diferentes inóculos mixtos HMA nativos (Cuadro 4). Cuadro 3. Comparaciones múltiples para las medias de los tratamientos correspondientes a la interacción Fertilización x Inóculo para NH en plantines de P. alba de 120 días de edad. Fertilización Inóculo NH Grupo 100% PL 20,07 A 25% PL 18,86 AB 100% SI 17,73 BC 25% MIX 17,15 CD 25% CB 16,78 CDE 100% MIX 16,00 DE 100% CB 15,76 DE 25% SI 15,57 EF SF PL 15,02 EF SF MIX 13,89 FG SF CB 12,63 G SF SI 10,94 H Letras distintas indican diferencias significativas (p≤ 0,05) para LSMEANS – TUKEY El porcentaje de micorrización más alto fue observado en plantines inoculados con MIX y fertilizados con la solución nutritiva diluida al 25%. El inóculo PL mantuvo porcentajes de micorrización en valores constantes en todos los niveles de fertilización evaluados (Cuadro 4). Cuadro 4. Porcentaje de micorrización en distintos niveles de fertilización en plantines de P. alba de 120 días de edad Inóculo Testigo PL MIX CB Fertilización 0% 0,00 65,14 61,45 59,21 25% 0,00 63,47 70,71 69,58 100% 0,00 63,95 59,93 69,61 El porcentaje de micorrización usualmente disminuye con la aplicación de fertilizantes. En general, altos niveles de P provoca la disminución de la permeabilidad de las membranas celulares radicales y en consecuencia se reduce la concentración de carbohidratos solubles y compuestos nitrogenados que son los inductores de la formación de la simbiosis. Además, se puede producir un efecto inhibitorio en el crecimiento de HMA, debido a mayores concentraciones P en los tejidos de los plantines (Chacón y Cuenca, 1998). En este trabajo no se observó un efecto inhibitorio de la fertilización sobre la colonización de las raíces por HMA en los plantines de algarrobo. De acuerdo con Bolan et al. (1984), la proporción de raíces infectadas por HMA aumenta, al menos inicialmente, a medida que el suministro de P también aumenta, indicando que, existe un efecto directo del suministro del P en el crecimiento del hongo o un efecto indirecto sobre el hongo mediado por el metabolismo alterado de la planta por la adición de P. En un sustrato pobre en nutrientes el micelio de las micorrizas añade superficie de exploración a las raíces y las plantas pueden tener más acceso a nutrientes esenciales en comparación con las plantas no micorrizadas (Marschnner, 1995). Probablemente, este aspecto no pudo ser totalmente aprovechado en los tubetes debido al espacio restringido de crecimiento para las raíces y sea una de las razones de no encontrar un mayor efecto benéfico de la inoculación con micorrizas. 4. CONCLUSIONES La combinación de la fertilización y de inóculos de HMA nativos, se presenta como una estrategia muy efectiva para la producción de plantines de P. alba. Al combinar la fertilización al 100 % con el inóculo de PL se obtienen los mayores crecimientos en las variables analizadas lo que permitiría reducir el tiempo de producción en vivero. No obstante, esto no puede ser generalizado, ya que la presencia de los HMA proveniente de CB, pura o en MIX, presentan efectos negativos sobre el crecimiento. 4 XXIX JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, septiembre de 2015 5. LITERATURA CITADA Baath, E; Spokes, J. 1989. The effect of added nitrogen and phosphorus on mycorrhizal growth response and infection in Allium schoenoprasum. Can. J. Bot. 67, 3227-3232 Barea, J.M. et al. 2011. Ecological and functional roles of mycorrhizas in semi-arid ecosystems of Southeast Spain. Journal of Arid Environments 75: 1292-1301. Bashan, Y. et al. 2009. Responses of native legume desert tres used for reforestation in the sonoran desert to plant growth-promoting microorganisms in screen house. Biol. Fertil. Soils 45: 655-662. Biermann, B.; Linderman, R.G. 1983. 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