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Sección Dominical e x p r e s o Domingo 28 de Octubre de 2012 Editor: Andrés Gutiérrez Coeditora gráfica: Maritza González Chiapa Correo: andres.gutierrez@expreso.com.mx México nos llena de tradiciones y el Día de Muertos es una de las más reconocidas Agencia Reforma El Día de Muertos, es en donde el ingenio mexicano sale a flote en la realización de los altares que tanto caracterizan a esta fecha. Convivencia, música, historia y comida son los ingredientes principales en torno a esta celebración, que se ven en muchas casas, en el panteón, en las escuelas, en los lugares públicos e incluso en algunas oficinas. En las fiestas de los muertos en México se conjuga lo prehispánico y lo europeo, indica Edmundo Escamilla, historiador gastronómico y locutor de “La Hora Nacional” en el segmento “La Historia de México a Través de la Gastronomía”. “En Europa, en el siglo X se estableció el Día de los Fieles Difuntos, pero eso es algo con un sentido completamente luctuoso. Se acostumbraba a ir a los panteones y se llevaba pan”, señala. Por su parte, los indígenas tenían la práctica de llevar música; había ese sentido alegre por la muerte, contrario a la gente en las ciudades, que estaba de luto, menciona Escamilla. Montar un altar representa toda una ceremonia en la que intervienen factores culturales, religiosos y sociales. Diversos son los artículos, prendas y platillos que lo conforman, pues uno de los principales puntos que influye en su diseño es la región en donde se ubique, la tradición culinaria y los gustos que haya tenido la persona en vida. Así, hacia el sur pueden abundar los tamales en muchas variedades, el pan de muerto elaborado de manera diferente, los moles y los pipianes; en esta región, en cambio, habrá asado de puerco, arroz de boda, cortadillo, cuajitos, machacado con huevo y tortillas de harina. Existen cuatro elementos que todo altar debe tener, explica la cronista Leticia Montemayor, que representan la tierra, el agua, el viento y el fuego. “El viento se ve representado por el papel picado, el fuego por las veladoras, el agua por un vaso de agua y la tierra por las frutas y las cazuelas de barro que se colocan en el altar”, apunta la cronista. Amén de los elementos que deba llevar, otra de las características principales a tomar en cuenta es la gastronomía que se colocará en el altar. Los platillos que se acostumbran aquí son de los más representativos de la comida regional, aunque unos de los elementos que no deben faltar en cualquier región, asegura Escamilla, son los tamales y el pan de muerto. “Y es aquí donde se juntan nuestras dos tradiciones: por un lado la prehispánica, con el tamal, y la del pan, que representa al cuerpo de Cristo, que traen los europeos”, apunta el historiador gastronómico. La rica gastronomía del Altar de Muertos Ponte vivo y disfrútalos e 2D e x p r2e se ox p rSTELAR <Fecha> DOMINICAL e s o GOURMET Domingo 28 de Octubre de 2012 Domingo 28 de Octubre de 2012 lumbr A Hierbas mexicanas tiernas Éntrele al quelite caminos Ay cocinas tradición con mucho sabor Pechuga de pollo rellena con salsa de cempasúchil Para el relleno: ◗◗ 1 cucharada de mantequilla ◗◗ 2 cucharadas de cebolla finamente picada ◗◗ 1 pieza de tomate bola sin semillas y picado en macedonia chica ◗◗ 1 taza de flor de calabaza limpia y troceada ◗◗ 1 taza de quelites limpios y blanqueados (pasados unos segundos por agua hirviendo y luego por agua con hielos) ◗◗ 2 tazas de hojas de espinaca limpias y blanqueadas (pasadas unos segundos por agua hirviendo y luego por agua con hielos) ◗◗ 4 cucharadas de queso ricotta Para la pechuga: ◗◗ 4 pechugas de pollo deshuesadas y abiertas para rellenar ◗◗ Sal y pimienta molida (en cantidad al gusto) ◗◗ 4 pedazos de papel aluminio para envolver las pechugas Para los tomates rellenos: ◗◗ 1 cucharada de manteca de cerdo o aceite vegetal ◗◗ 2 cucharadas de cebolla picada ◗◗ 1 diente de ajo sin piel finamente picado ◗◗ 6 tomates cherry partidos por la mitad (retirar las semillas y reservar) ◗◗ 1 taza de romeritos limpios, blanqueados, escurridos y picados (pasados unos segundos por agua hirviendo y luego por agua con hielos) ◗◗ 1 cucharada de cilantro finamente picado ◗◗ Sal y pimienta molida (en cantidad al gusto) Para el puré de calabaza: ◗◗ 2 tazas de pulpa de calabaza de castilla (cocer y escurrir) ◗◗ Piloncillo rallado (en cantidad al gusto) ◗◗ 1 pizca de clavo de olor en polvo ◗◗ Sal y pimienta molida (en cantidad al gusto) Para la salsa: ◗◗ 1 cucharada de mantequilla ◗◗ 2 cucharadas de cebolla picada ◗◗ 2 cucharadas de vino blanco dulce ◗◗ 2 cucharadas de licor de café ◗◗ Los pétalos de 3 flores de cempasúchil desinfectados ◗◗ Sal y pimienta molida (en cantidad al gusto) ◗◗ 1/2 taza de crema Lyncott ◗◗ 1/2 taza de leche de coco ◗◗ Fondo de ave (en cantidad al gusto; caldo concentrado y espeso) Preparación: Para el relleno, en una sartén colocar la mantequilla y acitronar la cebolla hasta que esté transparente. Añadir el tomate y cocinar un poco para que se ablande. Incorporar la flor de calabaza y mezclar. Cocinar hasta que suelte el agua y ésta se evapore casi en su totalidad. Agregar los quelites y la espinaca. Revolver ligeramente y cocinar sólo a que tomen temperatura. Salpimentar, retirar del fuego y vaciar la preparación en un tazón. Añadir el queso ricotta, remover y rectificar sazón. Para la pechuga, salpimentar y rellenar cada una con la preparación anterior. Envolver bien, asegurándose de que el relleno no se salga. Cubrir con papel aluminio, sujetando los extremos y presionando con moderación para que vaya tomando forma. Cocinar en agua hirviendo con sal de 18 a 20 minutos. Retirar y dejar reposar (no desenvolver hasta servir para que no pierdan calor). Para los tomates rellenos, en una sartén colocar la manteca y acitronar la cebolla y el ajo. Cuando esté transparente, incorporar la pulpa de los tomates (la reservada) y cocinar. Añadir los romeritos y el cilantro, mezclar bien, salpimentar, retirar del fuego y reservar (al momento de servir, darles un toque en el horno). Para el puré de calabaza, colocar la pulpa de ésta en una sartén, agregar el piloncillo, la pizca de clavo molido y salpimentar. Cocinar hasta que la preparación no tenga agua. Para la salsa, en una sartén colocar la mantequilla y acitronar la cebolla. Verter el vino blanco y el licor de café. Cocinar hasta que reduzca a la mitad. Añadir los pétalos de la flor y sudar un poco. Incorporar la crema para batir, la leche de coco y un poco de fondo de ave. Salpimentar ligeramente y cocinar a fuego bajo por 10 minutos. Licuar y colar. Regresar la salsa al fuego y rectificar el cuerpo y el sabor. Para el montaje, colocar dos quenelles de puré de calabaza en el plato (con la ayuda de dos cucharas). Desenvolver la pechuga de pollo y cortarla en diagonal. Poner un espejo de salsa y encima acomodar la pechuga rellena. Acompañar con tres tomates rellenos y servir. Receta proporcionada y elaborada por Emigdio Rodríguez, chef ejecutivo del restaurante del museo Marco. La flor de cempasúchil tiene además un fin culinario que muy pocos se atreven a descubrir Agencia Reforma Comúnmente se asocia a celebraciones religiosas, y es que su presencia en las florerías empieza a partir de octubre, por lo que la gente la espera para utilizarla como ornamento y ofrenda en los altares de muertos. Esta flor es conocida como la flor de los 400 pétalos, explica la cronista Leticia Montemayor, aunque también se le da el nombre de flor del sol o del color del sol. “Se supone que es la flor que va a dar la luz a las almas para que regresen a su hogar”, explica Montemayor. Pero no solamente el uso está asociado con celebraciones y festividades religiosas. Esta flor, al usarse en preparaciones culinarias, aporta un sabor diferente a los platillos. Emigdio Rodríguez López, chef ejecutivo del Museo de Arte Contemporáneo (Marco), explica que es una flor que tiene muchos usos, principalmente medicinal, además de que para la industria de los alimentos es usada como pigmento en la comida de las aves. “Se le pone a las comidas de los pollos para que tengan esa pigmentación amarilla en la piel o para que la yema tenga un color amarillo más intenso”. Pero para ser utilizada dentro de la cocina, ésta debe ir acompañada de otros productos, puesto que su sabor es amar- GOURMET e x p r eesxop DOMINICAL <Fecha> eSTELAR r e s o 3D3 El afán por rescatar ingredientes tradicionales los trae de vuelta al plato Agencia Reforma Aparecen en las milpas sobre todo en época de lluvias, por considerarlos mala hierba muchos los desechaban, pero ahora el valor gastronómico de los quelites va al alza. Su uso no es nada nuevo, pues desde tiempos prehispánicos eran bien apreciados e incorporados en la dieta cotidiana. Según diferentes investigadores y chefs los quelites son básicamente hierbas mexicanas tiernas y comestibles. Plantas jóvenes, brotes, retoños y flores son parte de esa definición. go y emplearla sola no daría un sabor agradable. El chef sugiere mezclarla con azúcar, miel y piloncillo, combinándola con guarniciones agridulces para bajar la intensidad del amargor. “Se puede usar sin duda en salsas, cremas, para rellenos o como parte de una preparación”. Para emplearla en la cocina, el primer paso es deshojarla, para después desinfectarla como cualquier otro vegetal. Uno de los mejores lugares para usar esta flor de temporada es en los postres, pues lo dulce neutraliza perfectamente el amargor. Úsala licuada para dar colorido a una preparación, como un cheesecake, en una salsa o cristalizando las hojas, dice el chef. Edelmira Linares, botánica del Instituto de Biología de la UNAM, explica que por lo general no se cultivan, sino que crecen de forma espontánea en los sembradíos. “Hay más de 400 variedades y suelen darse en las milpas alrededor de maíz, chile o frijol. No son matas ni son árboles, es una familia herbal mexicana. Muchas de ellas ya se consiguen todo el año”, precisa Jorge Vallejo, chef de Quintonil, restaurante que toma su nombre de uno de estos ingredientes. Aunque hasta hace algunos años los quelites eran para consumo rural, en preparaciones sencillas o como forraje, hoy viven un auge en las grandes cocinas y se han vuelto cada vez más comunes en mercados y tiendas gourmet. Linares puntualiza que su inclusión en la dieta se traduce en grandes aportes nutrimentales y beneficios medicinales. “Deben ser consumidos muy tiernos, ya que la mayoría cambia a un sabor amargo cuando madura”, comenta la bióloga. Cenizo, quintonil, romerito, chaya, pipicha, chipil, alache, berro, lengua de vaca, verdolaga, hierbamora, alfalfa, guía de chayote... y una amplia gama más puede convertirse en acompañante o protagonista de recetas. Eso sí, algunos deben utilizarse con más reserva porque pueden ser indigestos. “Por ejemplo, el epazote o el pápalo en exceso llega a ser indigesto, la hoja de chaya debe blanquearse porque en muy grandes cantidades aporta cianuro e igualmente la hoja santa blanqueada es más aconsejable”, aconseja el chef Vallejo. Quelite Álvaro Obregón ◗◗ Sabor: muy similar al del berro, pero algo más ligero ◗◗ Usos: se puede tostar o guisar, los de hojas muy tiernas pueden consumirse frescos Romerito ◗◗ Sabor: ligeramente salado y hasta cierto punto fresco ◗◗ Usos: en guisos con mole, ensaladas y aceites aromáticos. Debe retirarse el tallo Verdolaga ◗◗ Sabor: muy herbal y acuosa ◗◗ Usos: fresca sólo en ensaladas; cocida con pescado o cerdo Cilantro ◗◗ Sabor: intenso y fresco, debe usarse con medida para no opacar otros sabores ◗◗ Usos: en crudo para aromatizar Ensalada de quelites asados 6 porciones Grado de dificultad: sencillo ingredientes ◗◗ 1 taza de quintonil ◗◗ 1 taza de quelite de Álvaro Obregón ◗◗ 3/4 de taza de romeritos ◗◗ 1/2 taza de perejil ◗◗ 1/2 taza de hierbabuena ◗◗ 3/4 de taza de verdolaga ◗◗ Sal de colima ◗◗ Emulsión de hojas ◗◗ 3/4 de taza de quintonil* ◗◗ 1/2 taza de perejil* ◗◗ 1/2 taza de cilantro* ◗◗ 1/2 taza de jugo de limón ◗◗ 3/4 de taza de aceite de oliva de variedad arbequina ◗◗ Aceite de rabo de cebolla ◗◗ 1/2 taza de aceite de oliva ◗◗ 1 taza de rabos de cebolla cambray ◗◗ Sal Montaje ◗◗ 400 gramos de jitomate riñón en cuartos ◗◗ Aceite ◗◗ 40 gramos de queso cotija de 4 meses ◗◗ *Ramas y tallos Cilantro criollo Preparación: 40 minutos ◗◗ Ensalada Seleccionar las hojas más tiernas y frescas de todos los quelites. Lavar y reservar en un recipiente. En un comal curado y a temperatura media, asar las hojas hasta que queden crujientes, sazonar con sal de colima. Emulsión de hojas Lavar los quelites. Blanquear, pasando por agua hirviendo con sal y luego por un baño de agua helada. Con un extractor, sacar el jugo de los quelites (pasar 3 veces la pulpa). Para mantener el color puede agregarse una pizca de ácido ascórbico. Batir con limón y aceite de oliva hasta emulsionar. Reservar en frío tapado. Aceite de rabo de cebolla Calentar a 60 °C el aceite y licuar con los tallos y sal durante 5 minutos. Sin presionar, pasar por un colador cubierto con manta de cielo. Dejar que se asiente el agua de la cebolla y decantar sólo el aceite. Reservar en refrigeración. ◗◗ Montaje Aderezar las hojas reservadas con un ◗◗ Sabor: muy similar al del cilantro pero más terroso e intenso ◗◗ Usos: sustituto del cilantro, resulta ideal para decorar preparaciones Epazote ◗◗ Sabor: ligeramente amargo y muy herbal. ◗◗ Usos: fresco o seco para dar sabor a platos tradicionales. Debe usarse moderadamente poco de la emulsión. Untar los jitomates con aceite y dorar en el comal. Colocarlos en el plato, sobre ellos las hojas. Espolvorear con queso cotija rallado. Aliñar con el resto de la emulsión y aceite de rabo de cebolla. Perejil ◗◗ Sabor: ligeramente herbal y un poco amargo ◗◗ Usos: fresco o seco para aromatizar pestos y caldos Cenizo ◗◗ Sabor: remite a una mezcla entre espinaca y acelga con una nota ácida ◗◗ Usos: tortitas, ensaladas, caldos o encebollado, generalmente se utiliza cocido Hierbabuena ◗◗ Sabor: refrescante y herbal con una ligera nota dulce ◗◗ Usos: fresca o seca para aderezar; cocida en pescados y salsas Huazontle ◗◗ Sabor: muy herbáceo con una nota a pimienta tanto en aroma como al paladar ◗◗ Usos: capeado en tortitas o guisados; debe hervirse. Sólo se comen las flores, los tallos son fibrosos Whisky, bebida de reyes Agencia Reforma Solo o acompañado, el whisky es una de las bebidas alcohólicas que tiene un sello muy británico. Aunque no hay una atribución directa a un país en específico, lo cierto es que Irlanda y Escocia tienen hoy una amplia gama de estilos. Incluso hay quienes ubican a Escocia como el país que vio nacer al whisky de malta (pure malt) en 1494. José Castrillo, gerente sommelier de La Castellana, explica que hay muchos vestigios de que son los irlandeses los precursores del Brochetas de pollo y caña ingredientes Para la guarnición: ◗◗ 1 pechuga de pollo deshuesada y molida ◗◗ 1/2 cucharadita de sal ◗◗ 1/2 cucharadita de jengibre finamente picado ◗◗ 1 pizca de ajo en polvo ◗◗ La ralladura de 1/4 de limón ◗◗ 2 cucharadas de cacahuate limpio, picado no muy fino ◗◗ 2 piezas de caña peladas y cortadas en bastones, de tal forma que simulen la figura de una brocheta ◗◗ Aceite vegetal o de oliva virgen (el necesario) ◗◗ 1/2 zanahoria pelada y cortada en juliana ◗◗ 1/2 pepino pelado y cortado en juliana ◗◗ 1/4 pieza de jícama pelada y cortada en juliana ◗◗ 1 durazno en almíbar escurrido y cortado en juliana ◗◗ 2 cucharadas de cilantro picado ◗◗ Sal y pimienta molida (en cantidad al gusto) Para la reducción: ◗◗ 1 taza de jugo de caña ◗◗ 1/2 cucharadita de jengibre cortado en láminas ◗◗ 2 cucharadas de salsa de anguila de preparación comercial (conseguir en el área de productos orientales del súper) Preparación: Colocar el pollo molido en un tazón. Agregar la sal, el jengibre, el ajo, la ralladura de limón y el cacahuate. Mezclar y formar ocho bolitas del mismo tamaño (dar forma de minisalchichas). Introducir el palillo de caña en el centro de cada una y sujetar muy bien, presionando la carne para que tome la forma y se logre adherir. Cheesecake de tejocotes Para la base: ◗◗ 1 paquete de galletas marías ◗◗ 1/2 taza de cacahuate natural sin piel ni sal ◗◗ 1/2 taza de mantequilla pomada (pasar por un batidor eléctrico para que se ablande) Para los tejocotes: ◗◗ 1 taza de azúcar ◗◗ 1 1/2 tazas de agua ◗◗ La piel de 1/2 naranja ◗◗ 2 tazas de tejocotes Para el relleno del cheesecake: ◗◗ 2 tazas de queso crema ◗◗ 3/4 taza de azúcar ◗◗ 4 huevos ◗◗ 1/2 taza de crema espesa ◗◗ 1 cucharada de maicena ◗◗ 1 1/2 tazas de tejocotes hervidos, sin piel ni semillas, picados Para la jalea o cubierta del cheesecake: ◗◗ 1 litro de agua ◗◗ 2 tazas de tejocotes ◗◗ 1 1/2 tazas de azúcar Preparación: Para la base del cheesecake, moler en el procesador de alimentos la galleta y el cacahuate juntos hasta que tengan consistencia de polvo. Vaciar en un tazón y añadir la mantequilla, mezclando con la mano hasta que la preparación esté homogénea. Engrasar un molde para cheesecake y colocar una base de papel encerado del mismo tamaño del fondo. Poner sobre el fondo del molde la mezcla, extender, compactar y reservar. Para los tejocotes, poner a hervir en una olla el agua, el azúcar y la piel de naranja. Cuando suelte el hervor, agregar los tejocotes y cocinar hasta que la piel se pueda desprender. Retirar del fuego, colar, reservar el jarabe de la cocción y la fruta. Pelar los tejocotes, eliminar las semillas, picar en cubos pequeños y reservar para el relleno del cheesecake. Para el relleno, acremar en la batidora el queso crema junto con el azúcar hasta En una sartén colocar el aceite y cocinarlas, cuidando que la cocción sea uniforme, volteándolas con frecuencia (reservar manteniéndolas calientes). Para la reducción, en una sartén con fuego lento colocar el jugo de caña con el jengibre. Cocinar hasta que tenga una consistencia similar a la salsa de anguila. Retirar del fuego y eliminar el jengibre. Incorporar la reducción a la salsa de anguila y reservar. Para la guarnición, mezclar la zanahoria, el pepino, la jícama, el durazno y el cilantro. Salpimentar al gusto. Para el montaje, colocar en un molde circular la verdura y presionar un poco para que mantenga la forma sobre el plato. Acomodar las brochetas de pollo y bañarlas con un poco de la reducción de jugo de caña y jengibre. Receta proporcionada y elaborada por el chef Dionisio Sotelo, chef de cocina fría del restaurante del museo Marco. whisky; sin embargo, es Escocia el país que ha tenido muchas más casas destiladoras. “Son varias marcas las que han salido de esa región (Escocia), son las más comerciales, por así decirlo”, dice Castrillo. El whisky, al igual que el vino, pasa por barrica y es aquí donde obtiene una distinción mayor en cuanto a aromas y sabores. Además, dependiendo del tiempo que pase en ella obtiene su clasificación. “La diferencia que hay en whisky es que se pueden poner en la etiqueta los años que pasó en barri- ca”, explica Castrillo, “aunque hay algunos que no presentan la edad en la etiqueta, pero han pasado de 3 a 8 años; ésos son los de grano, los más versátiles y más ligeros, que se pueden combinar o utilizar en coctelería”. “Otro estilo es el de los single malt, en los que de alguna manera la diferencia está en el malteado de la cebada, y eso ya deriva un poco en el sabor y en la calidad”. Precisamente, las características y aromas que obtiene de la barrica se aprecian en una degustación, pues al igual que los vinos, los whiskys se catan pasando por las diferentes fases: visual, olfativa y gustativa. “Distintos aromas se pueden encontrar, como la vainilla, la turba, sabores ahumados, a caramelo, miel o flores”, destaca Castrillo. Para los amantes de la coctelería, el whisky es una bebida que puede usarse también como mezcla, de ahí algunos cocteles famosos, como el café irlandés, el whisky sour y el scotch mist, entre otros. “Los (whiskys) premium yo no recomiendo utilizarlos en coctelería, es para tomarlos solos, pero en el caso de los 12 años para abajo”. “La coctelería hoy en día está creciendo nuevamente y está retomando sobre todo el mercado joven, que es precisamente lo que está buscando más el mundo del whisky”. Otros países donde también el whisky está vigente y hay una cultura en torno a él son Estados Unidos, Canadá y Japón. Tipos de whisky que no tenga grumos. Añadir los huevos uno a uno y batir hasta incorporar. Integrar la crema y la maicena, mezclando bien. Retirar de la batidora y vaciar en un tazón. Incorporar los tejocotes y revolver delicadamente. Vaciar al molde y hornear a baño maría a 170 grados centígrados de 50 a 60 minutos. Retirar del horno, enfriar a temperatura ambiente durante 60 minutos y después refrigerar. Para la jalea o cubierta, hervir en una olla el agua con los tejocotes y cocinar hasta que estén muy suaves. Escurrirlos y reservar el agua de cocción. Dejar enfriar y limpiar, retirándoles la piel y las semillas. Pasarlos por un pasapurés y regresar al fuego en una olla. Incorporar el azúcar y tres tazas del agua de la cocción (previamente reservada). Hervir 20 minutos o hasta que la preparación tenga consistencia de jalea (si la mezcla espesa demasiado puede adelgazarse con el jarabe de la cocción de los tejocotes del relleno). Reservar dejando enfriar a temperatura ambiente. Red whisky tea 1 porción o 1 taza Tiempo de elaboración: 10 minutos Grado de dificultad: bajo Para el té rojo (rinde 1 taza): ◗◗ 2/3 taza de agua ◗◗ 1 cucharada de té rojo (conseguir en el súper o en tiendas especializadas en tés) ◗◗ 2/3 taza de hielo Para la bebida: ◗◗ 3 onza de té rojo ◗◗ 1 onza de whisky bourbon ◗◗ 1/2 onza de jarabe natural ◗◗ El jugo de 1/6 limón amarillo Para servir: ◗◗ 1 rodaja de limón amarillo PREPARACIón: ◗◗ Para el té rojo, calentar el agua en una olla a 95 grados centígrados (usar termómetro de cocina). ◗◗ Agregar el té y dejar infusionar durante 5 minutos, tapando. ◗◗ Después, colar sobre el hielo y reservar. ◗◗ Para la bebida, batir todos los ingredientes en un vaso mezclador con suficiente hielo. Colar sobre un vaso old fashion (rocas) con hielo. ◗◗ Decorar con una rodaja de limón amarillo. ◗◗ Para adentrarse en el mundo de la cultura del whisky debe conocerse que hay dos tipos: el elaborado sólo con cebada malteada, llamado whisky de malta; y el whisky de grano, que está hecho con cebada sin maltear, maíz y otro tipo de cereales. ◗◗ De acuerdo a su proceso de elaboración, hay whisky escocés, galés, irlandés, canadiense, estadounidense, japonés e indio. ◗◗ El whisky escocés, por ejemplo, es el de más renombre en el mundo. Es destilado dos o hasta tres veces y posee 94.8 grados de alcohol por volumen. Similar en su proceso de elaboración es el whisky irlandés. ◗◗ El whisky canadiense, fabricado con maíz y centeno, es más suave y ligero que otros, mientras que el estadounidense es elaborado en su mayoría con granos de maíz. e DOMINICAL e s o GOURMET 4D e x p r4e se ox p rSTELAR <Fecha> Domingo 28 de Octubre de 2012 El papel de los postres El final sí importa La cocina dulce vive su apogeo gracias al talento de grandes reposteros Agencia Reforma Jordi Roca, Paul Bentley y Darren Walsh coinciden: el postre es la última oportunidad que tiene el chef de complacer al comensal. En él va la impresión final con la que el visitante se quedará y, vale aclarar -lo dicen ellos-, éste no consiste en un bocadillo saturado de azúcar. Sucede frecuentemente: la entrada y el plato siguiente fueron una delicia que queda anulada por el extremo dulzor de un postre empalagoso y de gran tamaño. Y es que, sin chefs que se dediquen exclusivamente a la cocina dulce de los restaurantes, los terceros tiempos no aparecen como el fuerte de la carta. “No hay balance”, afirma el irlandés Darren Walsh, copropietario de Lula Bistro, sobre los pastelillos, gelatinas y cremas que se ofrecen por el mundo. “Los postres suelen estar tan llenos de azúcar que no puedes distinguir los sabores de los otros ingredientes”, continúa el chef. Si bien es una realidad que este aspecto se llega a descuidar por falta de dinero, interés o experiencia, lo cierto es que el creciente auge de la figura del repostero como proveedor de experiencias inolvidables empuja al cliente a buscar la misma calidad en cada una de las opciones del menú. 1,540 postres aproximadamente existen en nuestro país Won ton de manzana (6 porciones) ingradientes ◗◗ 50 gramos de mantequilla ◗◗ 100 gramos de azúcar ◗◗ 600 gramos de manzanas Golden Delicious en rebanadas delgadas ◗◗ 1 pizca de canela ◗◗ 2 onzas de brandy ◗◗ 6 hojas de arroz (egg roll skin) ◗◗ Agua o clara de huevo para pegar ◗◗ Aceite para dorar ◗◗ 100 gramos de nuez quebrada y tostada ◗◗ Nieve de vainilla ◗◗ Azúcar glas Preparación En un wok o cazuela honda fundir la mantequilla con el azúcar. Agregar la manzana y saltear hasta que esté semicocida. Añadir la pizca de canela, el brandy y saltear nuevamente durante unos minutos, hasta que la manzana esté apenas cocida. Retirar del fuego y dejar atemperar. Colocar las hojas de arroz sobre la mesa y poner en el centro de cada una la mezcla de las manzanas. Enrollar y pegar los rollos con unas gotas de agua o clara de huevo. Freírlos con un poco de aceite hasta que se doren. Para tostar las nueces, ponerlas en un sartén y saltearlas durante 5 minutos a fuego medio. Cortar los rollos por la mitad y servirlos con una bola de helado de vainilla (la de la foto es helado de pitaya) y las nueces. Decorar con un poco de azúcar glas. Pastel de crepas de avellana (8 porciones) Crema pastelera: ◗◗ 1 vaina de vainilla ◗◗ 1/4 de taza de leche ◗◗ 3 yemas de huevo ◗◗ 1/4 de taza de azúcar ◗◗ 1 cucharada de harina ◗◗ 2 cucharaditas de maicena ◗◗ 25 gramos de mantequilla fría ◗◗ 6 limas, la ralladura Crepas: ◗◗ 220 gramos de harina ◗◗ 30 gramos de cocoa ◗◗ 100 gramos de azúcar ◗◗ 1 pizca de sal ◗◗ 8 huevos ◗◗ 500 mililitros de leche ◗◗ 2 naranjas, la ralladura ◗◗ 150 gramos de mantequilla ◗◗ 250 mililitros de crema para batir ◗◗ Mousse de avellana: ◗◗ 2 láminas de grenetina ◗◗ 1 taza de crema para batir ◗◗ 1 cucharada de café en polvo ◗◗ 1/2 taza de nutella Preparación 1 hora 30 minutos, 8 horas de refrigeración Crema pastelera Abrir la vaina de vainilla, agregar las semillas a la leche y poner a fuego lento. En un recipiente aparte, mezclar las yemas con el azúcar, la harina y la maicena. Agregar un poco de leche caliente a las yemas y batir con un globo. Cuando tomen temperatura, poner con el resto de la leche y regresar al fuego. Seguir revolviendo hasta que la mezcla empiece a tener cuerpo y retirar del fuego. No permitir que pase de 80 grados centígrados. Agregar la mantequilla y ralladura de lima y mezclar bien. Enfriar. Crepas Cernir la harina y la cocoa en un tazón. Agregar el azúcar y la sal. Cuando los huevos están a temperatura ambiente, mezclarlos con la leche y la ralladura de naranja. Derretir la mantequilla. Batir la crema hasta que tenga picos suaves. Revolver la mezcla de huevos con la harina y cocoa cernida. Incorporar de manera envolvente la crema batida y al final la mantequilla. Dejar en refrigeración por 8 horas. Calentar un poco de mantequilla en una sartén de teflón y secar con papel. Poner 90 mililitros de la mezcla para cada crepa. Mover la sartén para esparcir uni- formemente la mezcla hasta tener una capa fina. Cocinar por 1 minuto y voltear. Dejar cocinar por otro minuto. Repetir el proceso hasta tener 10 crepas. Mousse de avellana Hidratar las láminas de grenetina en agua fría. Separar 1/4 de taza de crema y agregar las láminas de grenetina previamente hidratadas escurriendo el exceso de agua. Agregar el café en polvo. Calentar ligeramente hasta disolver la grenetina sin pasar de 50 grados. Mientras tanto, batir la crema hasta obtener picos firmes. Mezclar un poco de esta crema con la nutella y batir hasta que estén bien incorporados. Mezclar de forma envolvente la crema con la nutella y la mezcla de café. Montaje Esparcir crema pastelera sobre la crepa. Colocar una crepa sobre ésta y esparcir mouse de nutella. Repetir este proceso, una crepa sobre otra, hasta terminar con todas las crepas. Se puede servir acompañado de sorbete de fresa con frambuesa y utilizar como decoración papel de chocolate, polvo de frambuesa, tierra de chocolate y café, y moras. Vacherin de vainilla y mango escalfado al jengibre (8 porciones) ingredientes ◗◗ 16 discos de merengue ◗◗ 1 litro de nieve de vainilla ◗◗ 1 litro de sorbete de mango ◗◗ Crema Chantilly de limón ◗◗ 2 mangos escalfados al jengibre ◗◗ Hojas de albahaca ◗◗ Almendras tostadas y rebanadas ◗◗ Crema batida de limón: ◗◗ 1 taza de crema espesa ◗◗ 1 cucharada de azúcar ◗◗ 1 vaina de vainilla ◗◗ 1 limón, la ralladura Preparación 2 horas 30 minutos Mango escalfado Mango escalfado ◗◗ 500 mililitros de agua ◗◗ 500 mililitros de ron blanco ◗◗ 560 gramos de azúcar extrafina ◗◗ 1 vaina de vainilla, partida y rallada ◗◗ 3 a 4 rebanadas de jengibre fresco ◗◗ 2 mangos frescos pelados ◗◗ Merengue de limón: ◗◗ 4 claras de huevo ◗◗ 1 1/2 tazas de azúcar glas ◗◗ 2 limones, la ralladura Poner el agua, el ron, el azúcar, la vainilla y el jengibre en una cacerola a fuego mediobajo. Llevar hasta poco antes del hervor para crear un almíbar. Colocar los mangos en el almíbar y cubrir con papel encerado. Cocer suavemente durante 40 minutos, dando vueltas de vez en cuando. Remover del fuego y dejar enfriar la fruta en el almíbar, luego cortar en rebanadas. Merengue de limón Precalentar el horno a 105 grados centígrados. Cubrir con papel pergamino las parrillas para hornear de arriba, en medio y abajo. En un recipiente mediano, batir las claras de huevo y el azúcar glas hasta que la mezcla se vea suave y tersa. Poner el recipiente sobre una olla con agua hirviendo y batir hasta que se caliente un poco, alrededor de 5 minutos. Retirar del fuego y batir a velocidad alta hasta que se formen pequeños picos. Incorporar la ralladura de limón mientras se bate. Con una cuchara, poner el merengue de limón en una manga pastelera con una ronda de alrededor de 1.2 centímetros. Con la manga, hacer discos de 10 centímetros de diámetro sobre las láminas para hornear. Dejar un espacio de 5 centímetros entre cada disco. Espolvorear con las almendras tostadas. Hornear por alrededor de 1 hora 15 minutos, hasta que los merengues estén firmes y secos. Crema batida de limón: En un recipiente mediano, batir la crema espesa con el azúcar hasta que se formen suaves picos. Incorporar la ralladura de limón a la crema batida. Para servir Colocar los discos de merengue en el fondo de un plato hondo. Rellenar con una bola de la nieve de vainilla, otra del sorbete de mango, crema chantilly de limón y los mangos escalfados al jengibre. Coronar con un disco del merengue de limón. Decorar con mango en cubitos, hojas de albahaca y algo del almíbar del mango cocido. Servir el vacherin de inmediato.