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HD MATERIAL PARA EL PROFESOR/A La Red LINKFOR promueve el intercambio de experiencias innovadoras o de investigación y desarrollo. Las Hojas Divulgadoras son un complemento pedagógico para el profesorado con el único fin de desarrollar temas de interés común que se están desarrollando en la actualidad. HOJA DIVULGADORA Número 14. 2013 Red Linkfor Arboricultura La arboricultura es la ciencia y la práctica del cultivo de los árboles. Los árboles son elementos configuradores de la fisonomía de las ciudades y forman parte integral del medio ambiente urbano, ornamentando las calles y plazas. Un árbol ejemplar es todo árbol que se considera meritorio de ocupar un punto focal en el paisaje. Dicho mérito puede basarse en el tamaño, la forma, la especie, la belleza, la significación histórica... Respetar los árboles es ser capaz de reconocer aquellas situaciones en las que la poda es inútil, aquellas en las que es facultativa y aquellas en las que es obligatoria. La evaluación de la importancia de los síntomas de peligrosidad en el arbolado urbano se puede realizar con la ayuda de instrumental adecuado. La Norma Granada el método de valoración del arbolado urbano más empleado es España. Licencia de Creative Commons. HOJAS DIVULGADORAS by Red Linkfor is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License. Creado a partir de la obra en www.linkfor.es. Permissions beyond the scope of this license may be available at www.linkfor.es. Más info: profor@profor.org / 983362847 BENEFICIOS AMBIENTALES En relación con la atmósfera urbana, los árboles actúan como reguladores de temperatura, aportando beneficios microclimáticos, limpian el aire, fijan suciedad y partículas de polvo, absorben CO2, dióxido de sulfuro y otros contaminantes y componentes de la lluvia ácida. Según Moll y Ebererek (1989), los árboles urbanos son 15 veces más eficientes en eliminar CO2 que los forestales y que alcanzan su mayor capacidad de fijación del dióxido de carbono a los 10 años. Por otro lado, los árboles bien estructurados previenen la erosión estabilizando el suelo, reduciendo los efectos de las tormentas de lluvia por el efecto amortiguador de sus copas. Los árboles contribuyen a la reducción de los compuestos orgánicos volátiles (VOC´s), que están directamente relacionados en la formación de ozono y monóxido de carbono, ya que su liberación depende de la temperatura y los árboles generalmente disminuyen la temperatura del aire. Un incremento en la superficie de la copa puede reducir las emisiones de VOC´s y por ende, los niveles de ozono en zonas urbanas. Los ruidos indeseados pueden ser reducidos a través de plantaciones de árboles o arbustos en alineaciones, ya que la vegetación densa forma una pantalla que constituye un absorbente natural de las ondas sonoras. Las alineaciones son responsables de una mejora del microclima en su entorno, ya que dulcifican las temperaturas; las frondosas de hoja caduca, que en verano dan sombra y en invierno, al quedarse sin hojas, permiten el paso de las radiaciones solares, que abrigan de los vientos y crean zonas más protegidas y que modifican el grado de humedad relativa, favoreciendo la aparición de condiciones ambientales diferentes a las del entorno, como todo bosque en galería. Otro aspecto muy importante es la mejora en el paisaje que aportan los parques, jardines y alineaciones, acompañando a las construcciones urbanas cuyas formas y colores suavizan e incluso pueden ocultar. (Figura 1). El arbolado urbano puede afectar de forma directa e indirecta a la calidad del aire, alterando el medioambiente atmosférico urbano. Otro aspecto de gran importancia, es la reducción de la temperatura por efecto de la transpiración del árbol, la modificación de la humedad relativa, la absorción de la radiación, el almacenaje de calor, la velocidad del viento y la turbulencia del mismo… La reducción media máxima de temperatura, debida a un árbol, está en el rango de 0,04 a 2 ºC por porcentaje cubierto de copa (Simpson, 1998; en Calaza Martínez, P., 2007). La reducción de la temperatura por parte del árbol puede mejorar la calidad del aire, ya que la emisión de muchos contaminantes químicos depende de la temperatura, reduciendo la formación de ozono. La evaporación de un árbol individual puede producir el efecto refrigerante de 10 habitaciones con aire acondicionado funcionando 20 horas al día. FIGURA 1. Bóveda de plátanos de sombra sobre cabezas de gato. BENEFICIOS SOCIALES Y ECONÓMICOS El beneficio social que se aprecia directamente es el estético, ya que se crean entornos más verdes y paisajes más suaves, aunque existen otros de tipo sicológico como la creación de lazos en la comunidad, creando un sentido de la propiedad y de identidad. (Figura 2). Otro beneficio social es el aporte de trabajo a la comunidad, como las empresas diseño de espacios verdes, mantenimiento de parques y jardines, etc. Los árboles reducen el uso de energía en los edificios disminuyendo la temperatura, sombreando los edificios durante el verano y reduciendo la fuerza de los vientos en invierno. En un estudio de la Asociación Americana de Bosques (http://www.coloradotrees.org/benefits.htm#realstate) se afirma que tres árboles bien plantados pueden reducir los gastos en aire acondicionado hasta un 50% en una vivienda y los árboles en barreras cortavientos pueden reducir los costes de calefacción en un 30% (Calaza Martínez, P., 2007). FIGURA 2. Área recreativa en el nacimiento del Ebro. (Fontibre, Cantabria). BENEFICIOS ESTÉTICOS Y DE FISONOMÍA URBANA Los árboles suavizan los contornos rígidos de los edificios, ayudan a crear ambientes más íntimos, generan vistas de color en la ciudad, dirigen el tráfico de peatones, añaden belleza y gracia al sentido de la comunidad, hacen la vida más placentera, etc. (Figura 3). Además, muestran colores fascinantes en otoño; cuando caen las hojas proporcionan un mulching excelente para camas de flores y jardines... La arboleda urbana nos ayuda a experimentar conexiones con nuestro patrimonio natural y con nuestros valores espirituales y culturales. En relación al tráfico de vehículos, la presencia de árboles adultos hace que las calles parezcan más estrechas, lo que ocasiona una reducción de la velocidad. FIGURA 3. Luz tamizada a través del follaje de un tilo. ADECUACIÓN DEL ÁRBOL A SU ENTORNO La elección del genotipo de árbol a utilizar en espacios urbanos depende de múltiples factores, entre los que merecen especial atención las circunstancias específicas del lugar. Generalmente, el árbol de hoja caduca es preferible al de hoja perenne por el dinamismo estacional de su textura, por la espectacularidad de sus cambios foliares, tanto la foliación como la caída de la hoja, y con sus cambios de color. Es frecuente que los árboles de hoja perenne tengan una floración menos vistosa o que los de hoja caduca florezcan cuando carecen de hojas, con lo que la floración resulta más vistosa. Las especies pueden ser seleccionadas por una o varias de las características siguientes: - Hojas persistentes, como el género Pinus, u hojas caducas, como los alerces (Larix spp.). Figura 4. Alineación de abedules en la ciudad de Ávila. - Color del follaje a veces durante un época determinada, por ejemplo: el color amarillo en los arces (Acer spp.), el rojizo de las hojas maduras en Photinia serrulata , el envés gris plateado de las hojas del árbol del paraíso (Elaeagnos angustifolia). - Aspecto o tamaño de las hojas; por ejemplo: hojas aciculares de los pinos, escuamiformes como Chamaecyparis lawsoniana (ciprés de Lawson), pinnatilobada como en los robles (Quercus spp.), palmaticompuesta en el caso de la castaño de indias (Aesculus hippocastanum), etc. - Color o aspecto de la corteza del tronco y ramas principales, como el color blanco en los abedules (Betula spp.) (Figura 4), profundamente agrietado del pino negral (Pinus pinaster), liso en el haya (Fagus sylvativa). - Color, olor, aspecto y abundancia de la floración: amarilla en muchas acacias, blanca en el castaño de indias, rosa en la acacia de Constantinopla (Albizia julibrisin), lila en Cercis siliquastrum (árbol de amor)… - Color, aspecto y comestibilidad del fruto: rojo en el madroño, el serbal, el majuelo; largo y colgante en la catalpa, espinoso y comestible en el castaño, cubierta canosa bracteiforme de color anaranjado en el tejo, disámaras en los arces, etc. - Portes y formas: péndulo, ovalado, columnar, piramidal. Amén de las cualidades estéticas, los árboles son seleccionados por su capacidad de vegetar en diferentes entornos, según los suelos, los vientos, la humedad, el tamaño de los alcorques: - Árboles que toleran la atmósfera urbana contaminada: arces (Acer negundo, A. platanoides, A. pseudoplatanus…), ailanto (Ailanthus altissima), guillomo (Amelanchier arborea), criptomeria o cedro japonés (Cryptomeria japonica), haya (Fagus sylvatica), carpe (Carpinus betulus), gingo (Ginkgo biloba), acacia de tres puntas (Gleditsia triacanthos), etc. - Árboles que crecen bien en situaciones sombreadas, situación muy habitual en las ciudades, como los abetos (Abies spp.), castaño (Castanea sativa), plátano de sombra (Platanus spp.)… - Árboles apropiados para pantallas visuales, como por ejemplo: avellano (Corylus avellana), acacia negra (Acacia melanoxylom), acebo (Ilex aquifolium), ciruelo japonés (Prunus cerasifera), laurel cerezo (Prunus laurocerasus). - Árboles apropiados para formar alineaciones: arces, castaños de Indias, ailantos, abedules, carpes, almeces, hayas, fresnos, morales, etc. - Árboles que vegetan en situaciones próximas al mar: alisos, ailantos, criptomerias, laureles, eucaliptos, olmos, algunos géneros de palmeras (Phoenix spp.) - Especies para terrenos húmedos, tales como: abetos, arces (Acer platanoides, A. rubrum), abedules, carpes, castaños, catalpas (Catalpa bignonioides), ciprés de Lawson, fresnos (Fraxinus excelsior entre otros). (Figura 5). - Árboles para suelos arcillosos: Acer campestre, Acer pseudoplatanus, Elaegnos angustifolia, Koeluteria paniculata, Melia azaderach, Tilia platyphyllos... - Árboles adaptados a terrenos calizos: pinsapo (Abies pinsapo), arces, castaño de indias, ailantos, alisos, araucarias, carpes, cedros, almeces, nogales, gingos, enebros, encinas, coscojas, robles, tejos, tuyas... - Árboles para suelos arenosos como son: Acer negundo, Betula pendula, Carpinus carolinianus, Cercis silquastrum, Corylus columna, Magnolia spp., Sophora japonica, Diospyros virginiana. - Árboles que no toleran suelos calizos: la mayoría de las acacias, arces (Acer palmatum y A. saccharum), Quercus rubra... -Árboles con pocos requerimientos hídricos como las acacias (Acacia melanoxylon, Acacia cianophylla), algunos arces (Acer campestre), higuera (Ficus carica), morera (Morus alba), acebuche, olivo, muchos pinos (Pinus pinaster, Pinus pinea, Pinus halepensis), encinas (Quercus ilex), coscojas (Quercus coccifera), alcornoque (Quercus suber)... - Especies que soportan bien vientos moderados como los alerces, aligustres, pinos, robles, encinas, tejos, tuyas y muchas palmáceas (Phoenix canariensis, P. dactylifera). - Árboles que no toleran bien los vientos, entre otros, Abies alba (abeto), ciprés (Cupressus sempervirens), Fraxinus excelsior (fresno de hoja ancha). Figura 5. Parque de Alceda (Corvera de Toranzo, Cantabria), formado por especies con grandes requerimiento hídricos. VIDA ÚTIL La vida útil del árbol es el lapso de tiempo que transcurre entre su plantación y la pérdida del carácter o caracteres por los que se plantó. En ausencia de cambios en el entorno, del estado general del árbol depende su expectativa de vida útil. LA PODA La poda es el término genérico que designa todo corte de una parte del árbol. Podar los árboles equivale a modificar de alguna manera su funcionamiento natural, mediante operaciones que afectan a la estructura del vegetal, generalmente de la copa, con uno o varios objetivos concretos: dar forma al árbol, regular sus capacidades vegetativas y reproductoras, favorecerlo frente a las enfermedades y plagas, reducir riesgos para las personas o bienes, facilitar las labores de mantenimiento en áreas verdes... Figura 6. Magnolio con forma piramidal irregular. Sistema clásico de formación para ejemplares asilados y vigorosos. La poda no debe ser sistemática, debe hacerse de forma metódica. No se poda más que cuando existen buenas razones para ello. Según los objetivos de finales de la poda, ésta puede clasificarse en: > Podas de limpieza: cuyo objetivo principal es la eliminación de elementos y formaciones que por la razón que sea, resulten no deseables (chupones, ramas o ramillas muertas, rebrotes de raíz, cuello o tronco, ramas mal orientadas, ramas muy próximas entre sí...) Figura 7. Magnolio con forma globosa. Las ramas son demasiado largas y la copa tiene excesivo volumen. > Podas de formación: son el conjunto de operaciones de poda cuyo objetivo es dar una determinada forma o mantener ésta una vez alcanzada. (Figura 6). > Podas de mantenimiento: específicas para mantener los ejemplares en buen estado. (Figura 7). > Podas de renovación o rejuvenecimiento: son aquéllas me- diante las cuales se eliminan partes o elementos envejecidos del árbol, para sustituirlos por otros nuevos y más jóvenes. (Figuras 8 y 9) Figura 8. Plátano de sombra descabezado. La agresividad de la poda realizada reducirá notablemente la vida útil del ejemplar. Otra segunda clasificación técnica de las podas puede establecerse según el tipo de corte que realicemos, así puede hablarse de: - Podas por despunte (corta o larga): en éstas se corta una parte del ramo y el corte es siempre sobre una yema determinada. Cuando el corte es muy bajo sobre el ramo, de forma que en la parte que se mantiene no hay más cinco yemas normales, la poda se llama corta o en pulgares, si el corte es más largo, la poda se denomina larga o en varas. - Podas por aclareo: cuando en la poda se eliminan ramos enteros, cortándolos por su punto de inserción, y dejando ramos intactos, la poda se llama de aclareo. Figura 9. Ejemplares arbóreos con las ramas terciadas en un parque de la ciudad de Ávila. Una tercera clasificación que puede hacerse de tipos de poda correspondería a la época de realización. En ella, podríamos considerar: o En seco (Invierno): realizadas durante el periodo de reposo ve- getativo, entre la caída de las hojas y el desborre. 1. Temprana: el que va desde la caída de la hoja hasta el inicio del invierno (noviembre a primera mitad de diciembre). 2. De invierno: en pleno reposo (de finales de diciembre hasta el mes de enero). 3. Tardías: desde enero al desborre (marzo). Figura 10. Corte bien realizado. La cicatrización será uniforme. o En verde: durante el periodo de actividad vegetativa (desde marzo a noviembre). 1. Podas de primavera: marzo, abril, mayo e incluso junio. 2. De verano: coinciden con la parada estival (julio y agosto). 3. De otoño: hasta la caída de la hoja. Todos los cortes deben ser limpios y francos, es decir, exentos de desgarramientos, de arrancamientos y de aplastamientos de la corteza. Los trabajos deben ser efectuados con herramientas afiladas y desinfectadas para evitar todo riesgo de transmisión de enfermedades. (Figuras 10 y 11). Figura 11. Corte mal ejecutado. El corte ha sido efectuado demasiado cerca de la parte inferior, por lo que el callo de cicatrización tiene forma de U invertida. LAS BARRERAS DE PROTECCIÓN DEL ÁRBOL Para resistir al avance de los agentes patógenos que han penetrado en los tejidos, el árbol intenta aislarlos en un compartimento de su organismo. El concepto CODIT (Compartimentalization of Decay In Trees), surgido de los trabajos de Alex Shigo (1991), describe este proceso a través de la existencia de cuatro barreras, tres de la cuales se sitúan en la madera existente en el momento de la agresión, y la cuarta se considera en la madera ya formada. (Figuras 12 y 13). Figura 12. Corte trasversal de un tronco sano. Figura 13. Corte transversal de un tronco afectado por pudriciones internas. EVALUACIÓN INSTRUMENTAL DEL ARBOLADO URBANO La evaluación de la importancia de los síntomas para la seguridad, aun con la ayuda de instrumental adecuado, es difícil de realizar, por el número de aspectos a considerar y por la importancia que puede tener alguno de ellos que tal vez, a primera vista, parezca intrascendente. Debe utilizarse el fractómetro si se desea disponer de datos cuantitativos sobre la fragilidad de los tejidos del árbol. El fractómetro puede servir para conocer la fragilidad de la madera del árbol antes de que se aprecie visualmente. Mide la resistencia a la fractura de los testigos de madera del árbol extraídos con una barrena Pressler. Permite valorar cuantitativamente el grado de descomposición de la madera mediante la medición de la rigidez y la resistencia a la fractura por flexión. El resistógrafo mide la resistencia a la perforación de una broca. La gráfica que facilita este instrumento revela la distribución relativa de la densidad del material, las variaciones correspondientes a los anillos de crecimiento; la madera de reacción, las cavidades, las grietas y otros defectos internos (ver referencias de vídeos). El análisis tomográfico es una herramienta de gran utilidad y fiabilidad que permite complementar el diagnóstico del arbolista sobre el estado de salud del árbol, detectando áreas de descomposición y cavidades en árboles vivos sin dañarlos. La tomografía permite conseguir un dato objetivo que permite valorar el daño interior del árbol. Se trata de un método no destructivo al no tener que introducir ningún elemento de exploración que ocasione heridas en el ejemplar. (Figuras 14 y 15). Figura 14. Instalación de los sensores del tomógrafo en un ejemplar en un ciprés de grandes dimensiones. La variación de las velocidades responde al estado de la madera, es decir, a su grado de descomposición. Una madera poco densa está asociada a madera dañada, mientras una madera muy densa suele encontrarse sana. Estas variaciones de velocidad, y por asociación del estado de la madera, se representan en una paleta de colores que varían entre el verde, que representa velocidades de transmisión altas/estado sano, y el rojo que representa velocidades bajas/estado dañado. Figura 15. Imagen obtenida del análisis tomográfico de un ejemplar arbóreo de unos 47 cm de diámetro. Los colores cálidos muestran áreas de degradación de la madera relacionadas con fenómenos de pudrición. VALORACIÓN DEL ARBOLADO URBANO MEDIANTE NORMA GRANADA La Norma Granada, publica en 1990 fruto de la colaboración de varios organismos profesionales y científicos tales como: la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP), el Comité Español del Programa “El Hombre y la Biosfera” de la UNESCO y con el patrocinio del Ayuntamiento de Granada, supuso la primera normativa de valoración para el arbolado ornamental en nuestro país. Posteriormente ha sufrido dos revisiones, en 1999 y 2006 (2ª y 3ª edición respectivamente). Esta herramienta, asumida como propia por diversos Ayuntamientos del territorio nacional, puede ser empleada para: Procedimientos expropiatorios o afección de arbolado por instrumentos de desarrollo urbanístico; estimación de daños derivados de vendavales, incendios, inundaciones, etc.; daños al patrimonio arbóreo, privado o público provocados por obras, talas, vandalismo, etc.; valoraciones patrimoniales; inventario, catalogación y catastro; tasas, seguros y medidas fiscales; evaluación de rentabilidad de trasplantes, etc. (Figuras 16 y 17). Figura 16. Abeto blanco de grandes dimensiones valorado por Norma Granada. Figura 17. Abies pinsapo derribado por un episodio de fuertes vientos. RECURSOS Vídeos • • Técnicas de poda I http://www.youtube.com/watch?v=ecffTVsxWq8 Técnicas de poda II. http://www.youtube.com/watch?v=VT5CTFpz1zA&feature=r elmfu • Herramientas de poda I. http://www.youtube.com/watch?v=UvUu121uuDU&fea ture=relmfu • Herramientas de poda II. http://www.youtube.com/watch?v=fWLyG4V2HKM&fea ture=relmfu • Poda de Altura - Trabajo fitosanitario en sequoias centenarias. http://www.youtube.com/watch?v=wG5ycPSZT_8 • En este canal se pueden visionar videos relacionados con la evaluación del arbolado http://www.youtube.com/user/mnforestindustry Páginas web • • • • • • • • • • • • • Sociedad Internacional de Arboricultura (ISA). En su edición en español http:// www.isahispana.com/ y su página general en inglés http://www.isa-arbor.com/ Consejo Europeo de Arboricultura (European Arboricultural Council). http:// www.eac-arboriculture.com/en/default.aspx Asociación Española de Arboricultura.( http://www.aearboricultura.org/). Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (http://www.aepjp.es/) Asociación Vasco-Navarra de Arboricultura (http://www.trepalari.org/index. htm). La página web ofrece en la “pestaña” enlaces, uno de los directorios web más completos en español, así como: fichas de árboles, arboricultura, bibliografía (www.arbolesornamentales.es). Blog Arboricultura Urbana / Urban Arboriculture. Interesante blog de arboricultura realizado por el Ingeniero Forestal, Santiago del Pozo (http://arboriculturaurbana.blogspot.com.es/). Arbol-online. “Un servicio gratuito de información y consulta sobre diferentes aspectos de la arboricultura urbana.” Elaborado por Gabriel Iguiñiz Agesta (http://www.arbolonline.org/). BUGWOOD Image Database System (images.bugwood.org) Se compone de cinco interfaces web principales, a saber: Forestry Images, IPM Images, Insect images, Invasive.org y Weed Images. De entre todas ellas destaca la web www. forestryimages.org, en la que están alojadas numerosas fotografías de gran calidad. Urban Tree Key. Recurso web mediante el cual se pueden identificar especies empleadas en arboricultura urbana (http://www.urbantreekey.org/about/aboutthe-urban-tree-key/). Urban Forest Ecosystems Institute NRES Department California Polytechnic State University, San Luis Obispo. Página Web de la Universidad de Politécnica del Estado de California (http://ufei.calpoly.edu/index.lasso). Página de identificación de especies botánicas. Piante e arbusto d’Italia (www. piante-e-arbusti.it). Árboles de Canadá, Página web creada por la ONG Tree Canadá. Contiene un identificador de especies con imágenes de gran calidad (www.treecanada.ca). AUTORES: Aitor Calleja Urraca. Clemente González Sainz. Samuel Alonso García. Adra Ingeniería y Gestión del Medio, S.L.