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TRENDS IN PROGRESS Una nueva generación de clientes, nuevas estrategias de comercialización y hasta nuevos tipos de agencias: todo parece estar en revolución en la industria de la publicidad. POR IGNACIO GUEBARA 94. diciembre 2015 - enero 2016 U na plétora de dispositivos móviles invade cada rincón de los centros urbanos de todo el mundo. Esos aparatos, que cuentan con la capacidad antes inimaginada de conectarse al instante con otros objetos en cualquier punto del planeta, son a la vez causa y consecuencia de un cambio de paradigma aún más grande: día a día, las personas reconfiguran el modo en el que se relacionan entre ellas. Esa transformación afecta también las formas en que las marcas buscan vincularse y dialogar con los consumidores, y nada parece indicar que esa evolución vaya a detenerse en el futuro cercano. “La complejidad del marketing moderno solo va camino a complejizarse cada vez más”, aseveró Noah Brier, cofundador de la software factory Percolate, en un reportaje de la revista Fast Company. Desde la reducción de los ciclos de desarrollo de productos hasta la reconversión de las agencias de publicidad en hubs de estrategia, todo el ecosistema del marketing parece verse obligado a cambiar para seguir a flote. Llegan las “agencias Uber” El diagnóstico fue tajante: “Necesitamos renombrar a las agencias creativas porque hacen creer a las personas que la creatividad es un reservorio, un espacio que busca preservar un departamento creativo o a un director creativo dentro de esas autodenominadas agencias de publicidad, y no es así”. Quien se expresa con semejante determinación está lejos de ser un joven emprendedor o un recién llegado a la industria publicitaria: se trata de Sir Martin Sorrell, fundador y CEO de WPP, el pulpo que controla agencias de la talla de Ogilvy & Mather, Young & Rubicam, Mindshare y Burson-Marsteller. “De hecho, el 75% de nuestros ingresos provienen de cosas que Don Draper no podría comprender”, remata. En una entrevista abierta durante la Advertising Week de Nueva York, a finales de septiembre, Sorrell identificó como sus competidores directos a empresas tan disímiles como Salesforce, Oracle, Accenture e IBM, que permiten gestionar grandes volúmenes de datos y ayudan a impulsar la automatización de procesos que hasta hace poco tiempo requerían presencia humana, como la compra de medios. Para el CEO, las agencias se ven afectadas al mismo tiempo por dos factores distintos: las compañías disruptivas, como Facebook o Google, y las que basan su modelo de negocio en el “costo cero”. “En el medio, uno trata de hacer funcionar una empresa. La presión es enorme. El talento siempre ha sido el diferenciador tradicional de las agencias, y lo sigue siendo”, agrega Sorrell. Clive Sirkin, CMO global de KimberlyClark, parte de esa visión para impulsar Noah Brier wobi.com/magazine 95. TRENDS IN PROGRESS Ocho términos clave Clickbait Define a los títulos de artículos en sitios web que no son autoexplicativos, sino que buscan forzar al usuario a hacer clic en ellos. CPV Costo por visualización de video, como forma de comercialización de publicidad alternativa a los clásicos CPM (costo por mil impresiones de un anuncio) y CPC (costo por cada clic). H2H Relaciones comerciales “de humano a humano”. El término fue acuñado en oposición a los tradicionales B2B (de empresa a empresa) y B2C (de empresa al consumidor). Inbound marketing A diferencia del “outbound marketing”, por el cual las marcas salen a buscar a sus posibles clientes, el inbound marketing busca ayudar a las personas a acercarse directamente a la marca para conocer sobre sus productos o sobre su filosofía corporativa. Owned Media Propiedades digitales (sitios web, blogs, entre otros) que pertenecen a la marca. Se opone a los conceptos de “paid media” (espacios publicitarios pagados) y “earned media” (otros espacios “ganados”, como conversaciones en redes sociales). Retargeting La acción de presentar anuncios sobre un producto o servicio a los usuarios que visitaron anteriormente el sitio web de esa marca pero no llegaron a registrarse o efectuar una compra. RTB “Real-time bidding”, el nombre que reciben los sistemas de puja automática de precios de inventarios de publicidad en sitios web, determinando instantáneamente qué aviso se publica en una posición determinada y a qué precio. SERP Iniciales de “Search Engine Results Page”, o “página de resultados del motor de búsqueda”. 96. diciembre 2015 - enero 2016 un “modelo Uber” de la publicidad, en el que las agencias tradicionales se conviertan en think tanks capaces de aportar experiencia y desarrollar grandes ideas, cediendo la ejecución a terceros. La justificación no es solo en términos creativos, sino también de costos: para Sirkin, “la realidad actual es caótica e impredecible”, razón por la cual una plantilla de cientos de empleados se vuelve demasiado extensa para una agencia promedio. El “modelo Uber” comenzó a aplicarse, aunque a paso lento, en algunas campañas de Kimberly-Clark en los Estados Unidos. “Messages Of Care”, una acción lanzada a mediados de año para Kleenex, una de las marcas insignia de la compañía, fue desarrollada por una pequeña “boutique creativa” de Chicago, en tanto que la ejecución corrió por cuenta de gigantes como JWT y VML, ambos parte de WPP. La pieza más exitosa, un video denominado “Unlikely Best Friends” (“Los mejores amigos inimaginados”), fue desarrollada por otro gigante: el Creative Shop de Facebook. Más allá del banner “El talento siempre ha sido el diferenciador tradicional de las agencias, y lo sigue siendo”, dice Sir Martin Sorrell, fundador y CEO de WPP. Y agrega: “Pero el 75% de nuestros ingresos provienen de cosas que Don Draper no podría comprender”. En la década de los ’80, la irrupción de la televisión paga se basó en una idea simple, aunque no por eso menos efectiva: que los usuarios aceptarían abonar una cierta cantidad de dinero a cambio de desterrar los cortes comerciales de la pantalla. A 30 años de aquel argumento de venta, prácticamente no queda canal de TV sin espacio publicitario, pero aquella vieja idea volvió a cobrar vida en un nuevo medio. De acuerdo con un estudio realizado por Adobe y la consultora PageFair, 198 millones de usuarios utilizan adblockers, esas aplicaciones que —instaladas como extensiones en navegadores como Chrome— eliminan los banners de todos los sitios web. Durante casi una década, los adblockers fueron gratuitos, pero a mediados de 2015 un nuevo jugador decidió modificar el modelo de negocio. Peace, desarrollada por el programador estadounidense Marco Arment, permitía por primera vez eliminar la publicidad de las páginas visualizadas en un iPhone, previo pago de US$ 2,99. “La teoría del contrato implícito, según la cual debemos ver anuncios a cambio de contenido gratis, es falsa, simplemente porque no podemos revisar esos términos con anticipación. Cuando uno hace clic en un link, el navegador carga, ejecuta, transfiere y envía información tal y como lo solicita el dueño del sitio”, escribió Arment en su blog. “Nuestros datos, nuestro tiempo, nuestra privacidad y la vida de nuestra batería son entregados en un cheque en blanco”, reclamó. Contra algunos pronósticos, Peace se convirtió rápidamente en un éxito. Sin embargo, su creador decidió eliminarla a los pocos días, justificando su decisión en las críticas de índole ético que recibió por parte de la industria publicitaria. Sir Martin Sorrell Muerta Peace, el problema está lejos de solucionarse: el App Store sigue ofreciendo al menos una decena de adblockers similares, y la oferta de apps similares para equipos de escritorio es aún más extensa. Por eso, diversos actores publicitarios plantean que el gran reto reside en cómo convertir a los anuncios en Internet en objetos más amigables y menos invasivos, de modo que el uso de adblockers se vuelva innecesario. “Tanto los medios como los equipos de marketing deben comenzar a wobi.com/magazine 97. TRENDS IN PROGRESS valorar la experiencia del usuario de la misma manera en que valoran los ingresos. Es hora de que todos los actores vean a sus clientes y usuarios como algo más que simples medios para obtener un fin”, define Patrizio Spagnoletto, CMO de la agencia californiana SteelHouse. El modo en el que ese dilema se convertirá en realidad es aún un misterio. Transparencia al extremo “Caro… pero el mejor”, se ufanaba un fabricante argentino de televisores en sus comerciales de finales del siglo pasado. El paso del tiempo modificó profundamente la relación entre los consumidores y las marcas, al punto que un precio alto o un local atractivo ya no aseguran confianza o lealtad en el momento de la compra. Así, la honestidad se convirtió en un factor clave a la hora de convertir a extraños en clientes, y a clientes en fans de un producto o servicio. “Las personas buscan mayor engagement por parte de las marcas, y serán aún más exigentes en su búsqueda de la transparencia. Las marcas genuinas, que crean verdadero valor, serán recompensadas; las que no sean transparentes en sus tratos con los consumidores, en cambio, están condenadas a un futuro de perdición”, graficó Daniel Newman, CEO de la agencia de content marketing BroadSuite, en una columna de la revista Forbes. “La evidencia sugiere que lo mejor es abrirse al público y decir: ‘Así somos, con todos nuestros defectos’”, agregó Leslie John, profesor de Harvard Business School. En una industria tradicionalmente opaca en sus procesos de formación de precios, la de la indumentaria, una serie de startups desarrolla estrategias de marketing basadas en la transparencia absoluta a la hora de revelar sus costos. Everlane, un sitio de e-commerce fundado por un exanalista de un fondo de inversión, incluye en cada página una infografía que indica el valor real de cada producto y el precio de venta de esa misma prenda en un comercio tradicional. Para un vestido corto de seda, por caso, se indica un costo de producción de US$ 38 entre materiales, salarios, fletes y aduanas. Everlane lo comercializa a US$ 98, casi US$ 100 menos que en una tienda física. Oliver Cabell, una startup que produce y vende carteras de diseño en la web, define sus precios como “honestos”. En su sitio, la marca incluye gráficos que abren los costos de producción. “Queremos eliminar el misterio de los precios en las carteras, y poder decir: ‘Hey, vamos a mostrarles cómo es todo por dentro’”, asegura el CEO de la compañía, Scott Gabrielson. “Diseñamos internamente y nos relacionamos directamente con las fábricas; el modelo de negocio está estructurado para aportar tanto valor como sea posible.” Daniel Newman 98. diciembre 2015 - enero 2016 Un abordaje opuesto fue impulsado por Jet.com, un club de compras online que logró obtener US$ 225 millones de inversión con una propuesta llamativa: vender productos con ganancia cero, limitando sus ingresos al cobro de una membresía anual a “Las marcas genuinas, que crean verdadero valor, serán recompensadas; las que no sean transparentes en su trato con los consumidores, en cambio, están condenadas al fracaso”, dice Daniel Newman, CEO de la agencia de content marketing BroadSuite. wobi.com/magazine 99. TRENDS IN PROGRESS En cifras 5,6 Horas pasa por día un adulto en Internet. (Fuente: eMarketer) 6.000 millones De reproducciones de video diarios en Snapchat, el triple que hace tres meses. 9,99 Dólares es el costo del abono mensual de YouTube Red, el servicio premium sin publicidad. 18 Aplicaciones en promedio tienen instaladas los usuarios de smartphones latinoamericanos (Fuente: comScore/IMS) 32% Se redujo la cantidad de horas que miran televisión los jóvenes de 18 a 24 años en los Estados Unidos entre 2010 y 2015 (Fuente: Nielsen) 25.100 millones De dólares se invertirán exclusivamente en medios sociales en todo el mundo durante 2015. 100. diciembre 2015 - enero 2016 sus usuarios. Sin embargo, a solo tres meses de su lanzamiento, Jet revirtió la decisión, eliminando la cuota de ingreso y agregando un pequeño margen en cada venta. Una demostración de que el camino hacia la transparencia en los negocios sigue siendo de prueba y error. Adiós al focus group Joy Howard, CMO de la compañía de audio digital Sonos, recordó en un panel de la Advertising Week de Nueva York el momento en el que decidió que los focus groups se habían convertido en una herramienta inútil, al menos para analizar los intereses de los millennials. “No podíamos lograr que hablaran sobre ellos, sus deseos o sus expectativas”, explicó. “El método ya no servía.” Con un pasado en líderes del retail como Patagonia o Converse, Howard plantea que las nuevas generaciones se relacionan con las marcas de un modo absolutamente opuesto al que lo hacía la Generación X. La tapa de Nevermind, el mítico disco de Nirvana en el que un bebé nada hacia un billete de un dólar, es para la ejecutiva la imagen que resume a la perfección ese cambio de paradigma. “El idealismo de la Generación X no se parece en nada al cinismo de los millennials. Para éstos, el marketing es nativo”, explicó. ¿Cómo entender, entonces, a un nuevo tipo de consumidor sin apelar a los grupos focales, hasta hoy una herramienta básica de la investigación de mercado? Según Howard, el primer paso es confiar en el instinto, aunque con reservas. “La única vez que cometí errores fue cuando confié demasiado en mi instinto personal, sin pensar en el instinto de la marca. No hay que hacer lo que le gusta a uno, sino lo que a la marca le sentará mejor”, explicó en una entrevista al sitio especializado Digiday. Los especialistas en la materia destacan como alternativas el uso de herramientas de escucha activa, basadas en comentarios que los usuarios escriben en redes sociales, y de plataformas “etnográficas”, mediante las cuales es posible lograr que los consumidores realicen acciones puntuales a través de la web, brindando información valiosa. Oliver Cabell, una startup que produce y vende carteras de diseño en la web, define sus precios como “honestos”. “Queremos eliminar el misterio de los precios en las carteras, y poder decir: ‘Vamos a mostrarles cómo es todo por dentro’”, asegura Scott Gabrielson, el CEO de la compañía . Una de las empresas que utilizó este tipo de acciones es P&G: invitó a un grupo de mujeres a descargar una app y subir imágenes y textos relacionados con los objetos o lugares que consideraran placenteros. “Las fotos recibidas, que mostraban un césped recién cortado o una figura de plastilina, se alejaban de las esencias que tradicionalmente se asocian con los desodorantes. Ese insight llevó al desarrollo de una submarca denominada Secret Destinations, cuyos aromas evocaban ese tipo de situaciones. No solo el tiempo de salida al mercado fue mucho menor al acostumbrado, sino que las ventas fueron récord”, subrayó Julie Wittes Schlack, de la consultora Communispace, a Harvard Business Review. El poder de los robots Scott Gabrielson Las herramientas de marketing digital se convirtieron en una necesidad básica para hacer wobi.com/magazine 101. TRENDS IN PROGRESS negocios: términos como SEO, social media management o content marketing se han instalado, en mayor o menor medida, en el vocabulario diario de ejecutivos y emprendedores de todo el mundo. A pesar de esa popularidad creciente, el dominio absoluto de plataformas diversas es una habilidad reservada para pocos, y solo un puñado de organizaciones logra extraer de esas fuentes información clave para corregir y expandir sus estrategias de negocios, sin ampliar excesivamente los recursos humanos afectados a la tarea. La solución a ese cuello de botella parece estar dada por los servicios de “marketing automation”, que permiten relacionar herramientas disímiles para generar análisis consistentes y ejecutar acciones de forma automática. “Un sistema de analíticas web será inexacto si, por ejemplo, los perfiles de redes sociales no ‘dialogan’ con el blog corporativo para identificar cuántos visitantes provinieron de cada plataforma”, escribe Vladimir Nagin, experto en marketing digital, en su perfil de LinkedIn. “Si bien algunos servicios de SEO aseguran que tienen la precisión suficiente como para identificar desde dónde llega el tráfico, el tiempo humano que requiere revisar esos datos para encontrar esas fuentes es tan tedioso que utilizar una plataforma que conecte esas cifras será siempre más económico”, agrega. Joy Howard Uno de los usos más efectivos de los sistemas de automatización tiene que ver con un viejo aliado del marketing digital: los envíos masivos de correo electrónico. Los algoritmos permiten definir parámetros de segmentación de bases de datos, así como de análisis del comportamiento de lectura de los mensajes enviados, creando la posibilidad de enviar correos personalizados a clientes según la instancia de compra o la región geográfica en la que se encuentren, reduciendo los márgenes de error. El empleo de estas herramientas va más allá que el solo análisis de datos. Coca-Cola, por caso, utilizó información de diversas fuentes como base para la campaña “Share A Coke”, en la que insertó los 250 nombres de pila más populares entre los millennials norteamericanos en las latas de gaseosa. El éxito de la acción (que revirtió 11 años de ventas decrecientes en ese mercado) llevó a la compañía a extender la idea a nivel mundial, y a valerse de recursos similares para otros productos de su portfolio. La iniciativa “Stay Extraordinary”, que utilizó algoritmos para fabricar 2 millones de botellas con diseños únicos en 102. diciembre 2015 - enero 2016 cada caso, generó aumentos en las ventas y en la recordación de marca de Diet Coke en Israel. La búsqueda vuelve a ser reina La presencia en redes sociales y la publicidad de display (basada en anuncios gráficos o de rich media en sitios web y aplicaciones) fueron las grandes vedettes del marketing en Internet durante el último lustro. A paso lento, pero impulsado por los cambios en el comportamiento de los usuarios y el surgimiento de nuevas herramientas tecnológicas, los buscadores vuelven a ocupar un lugar aún más preponderante en la atención de los especialistas. La primera carta con la que juegan tanto Google como Yahoo! y Bing es la inserción de videos patrocinados en los resultados de búsqueda. En el caso de Google, los anuncios se reproducirán automáticamente o se mostrarán como pequeñas imágenes de vista previa, que se convertirán en videos cuando el usuario haga clic. Estas novedades, que los tres grandes motores de búsqueda buscan aplicar casi en simultáneo, marcan una reafirmación de la tendencia de crecimiento de la publicidad web en video, iniciada hace más de un año por Facebook. Del otro lado del mostrador, las clásicas tareas de optimización del contenido web —para que aparezca de forma orgánica en las primeras posiciones de los buscadores— empiezan a considerar a un nuevo tipo de usuario… no precisamente humano. Los asistentes virtuales como Siri, Cortana y M —de Apple, Microsoft y Facebook, respectivamente— funcionan como intermediarios entre el usuario y los motores de búsqueda, y su comportamiento es bien distinto al de una persona de carne y hueso: no recorren distintas páginas en busca de una respuesta compleja a una pregunta, sino que intentan proveer un resultado inmediato y exacto. Coca-Cola utilizó información de diversas fuentes como base para la campaña “Share A Coke”, en la que insertó los 250 nombres de pila más populares entre los millennials norteamericanos en las latas de gaseosa. El éxito de la acción revirtió 11 años de ventas decrecientes en ese mercado. Si bien la cuota de mercado de los asistentes virtuales sigue siendo baja, diversos analistas de marketing digital recomiendan prestar atención a la forma en que esas herramientas recopilan y presentan información, de modo tal que cualquier sitio web esté correctamente preparado para recibir ese tipo de consultas. Incluir más fotos y videos en cada página, reducir la cantidad de información básica que se publica y utilizar textos que se asemejen al formato de preguntas y respuestas son algunas de las recomendaciones que se indican a la hora de producir contenido “assistant-friendly”. z © WOBI Ignacio Guebara es periodista. Colabora con WOBI. wobi.com/magazine 103.