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Deuda Pública Argentina | 1° de Agosto de 2013 Deuda pública mal chequeada El sitio web Chequeado.com sostuvo que es falsa la expresión “no nos hemos desendeudado, estamos más endeudado que antes” realizada por el senador Adolfo Rodríguez Saa. El espacio de profesionales dedicados a chequear el discurso público manifestó que la deuda total de la Argentina es menor a la registrada en 2003. Falsedades y carencias interpretativas favorecen al Partido de la Deuda. Por Facundo Gutiérrez Galeno | AL DORSO Este miércoles el sitio web Chequeado.com sostuvo que es falsa la afirmación “no nos hemos desendeudado, estamos más endeudado que antes” vertida por el senador Adolfo Rodríguez Saa. Remarcaron que el senador comparó la deuda pública de 2003 con el 2012 en términos absolutos sin considerar la inflación de los Estados Unidos en el periodo. Así, la deuda en términos reales disminuyó junto a todos los indicadores utilizados para medir el peso de la misma en la economía nacional. Sin embargo, la tarea realizada por el sitio dista de ser cierta. A su “verdad” falta agregar otras “verdades” que surgen de datos y cifras oficiales no incorporados al informe. El sitio detalla que la deuda pública total que el Estado Nacional mantiene con acreedores externos e internos, medida en dólares constantes, no aumentó sino que disminuyó. Para corroborarlo aclara que sólo toma la deuda pública total “performing”, es decir, aquella que se paga regularmente dejando de lado los juicios pendientes con el CIADI y la deuda con los holdouts. Según la información tomada del Ministerio de Economía, la deuda pública total “performing” (junio de 2012) es de 182.700 millones de dólares. En el segundo trimestre de 2003, la deuda pública total ascendía a 152.000 millones. Considerando la inflación de Estados Unidos según lo establecido por la Oficina de Estadísticas Laborales, la deuda pública actual es inferior a la del año 2003 en aproximadamente 8.000 millones dólares. Deuda pública total Aquí comienzan los problemas de interpretación y la oportunista intención de despojar la cifra total de deuda pública nacional de muchos ítems que la acrecentarían exponencialmente. Primero corresponde mencionar que la deuda pública que se toma dista de ser la real. A la cifra de 182.700 millones de dólares considerados como “performing” falta incorporarle otras cifras que el Ministerio de Economía detalla en forma desagregada. Es cuestión de interpretación, y aquí comienza la tarea del analista. A la deuda “performing” le falta considerar la deuda de los holdouts, los intereses a pagar en los futuros años, las deuda no registradas por títulos y bonos atados a la inflación y al crecimiento del PBI. Siguiendo el razonamiento del sitio web Chequeado.com, con sólo sumar a la cifra de deuda pública “performing” los intereses a vencer hasta el año 2089, la deuda pública total trepa 255.000 millones de dólares. Pero también habría que considerar a los bonistas que no ingresaron en los canjes 2005/2010 por un total de 11.000 millones de dólares más. Ello daría una cifra de deuda pública total de más de 266.000 millones (1). Claro que ya dejamos de considerar el “performing” como forma de desagregar numeritos que engordan las estadísticas. Pícaros artilugios oficiales para sostener un desendeudamiento engañoso. Según lo informado por el Ministerio de Economía al segundo trimestre de 2012, la deuda pública perteneciente al Estado Central es de 194.000 millones de dólares. Integrada por deuda regularizada (182.700 MD) y bonistas que no ingresaron a los canje de 2005-2010 (11.200 MD). Si a esta cifra le sumamos el crecimiento de deuda registrado del año 2012 de 11.700 millones de dólares (2), más el endeudamiento para cubrir el déficit fiscal del año pasado; a la cifra de 194.000 millones cabe adicionarle 23.000 millones de dólares más. Así superamos con creces los 8.000 millones que en términos reales estaría la deuda pública total de 2003, si le estimamos la inflación norteamericana. Pero todavía no llegamos a la cifra actual de la deuda pública total que pesa en las espaldas del pueblo argentino. Falta sumarles otras “deudas no registradas” que se pagan regularmente como son: a) “capitalizaciones de intereses” correspondientes a los años 2011 y 2012 por 2.500 millones de dólares, b) deuda en pesos ajustada por inflación; c) los cupones ligados al crecimiento del PBI por 15.800 millones (4), y d) nueva deuda por crecimiento 2012 mencionada en el párrafo anterior por 11.700 millones. Un total de “deuda no registrada” de 41.300 millones de dólares. En otras palabras, a los 194.000 millones de dólares de deuda pública (performing + holdouts) le sumamos la “no registrada” (u$s 41.300 millones), más los intereses a vencer al 2089 (u$s 72.300 millones), y tenemos un total de deuda pública de 307.300 millones de dólares. Sin embargo, a esa exorbitante cifra de endeudamiento falta adosarle la deuda pública indirecta, aquella correspondiente a empresas públicas y privadas del Estado, organismos y fideicomisos, como también la deuda del Banco Central por Lebac y Nobac. Por último falta considerar las deudas provinciales y municipales, calculadas la primera de ellas en el orden de los 11.700 millones de dólares (5). Como afirmáramos en anteriores notas, la deuda pública total de la Argentina trepa a 346.400 millones de dólares sin considerar aún la futura deuda por juicios adversos en el CIADI, por holdouts, el Club de París y por juicios de jubilados a la ANSES, entre otros. Como se observa, no basta con tomar sólo la deuda “perfoming” para chequear si efectivamente existe una política de desendeudamiento, o si la deuda al 30 de junio de 2012 es más baja en términos reales a la registrada en 2003. Ello, teniendo en especial consideración que es el Gobierno Nacional quién publica los datos sobre deuda, con clara intencionalidad de respaldar la construcción del relato del “desendeudamiento”. La deuda pública total según nuestro análisis supera los 346.000 millones de dólares, cifra ampliamente superior a los 152.500 registrados en 2003. Aquí no hay inflación en el mundo que pueda afirmar que la deuda en términos nominales y reales actual es más baja que hace una década. Por eso, como primera conclusión a priori, el sitio Chequeado.com tendría que haber sido más ecuánime y cuidadoso sobre las manifestaciones del Senador Adolfo Rodríguez Saa. Hubiera bastado en esta primera aproximación colocarle un “discutible” o “Dudoso o Engañoso” a los dichos del legislador, pero nunca un “falso”. Indicadores de deuda Ya analizado la primera de las manifestaciones vertidas por Chequeado.com, nos detendremos a considerar si los “indicadores utilizados para medir la deuda del país y su peso en la economía nacional disminuyeron en el período mencionado”. Para ello comenzaremos con el tan utilizado indicador deuda pública sobre Producto Bruto Interno. Debemos aclarar que no es indicador fidedigno de las capacidades de pagos que tienen los Estados. Sencillamente, porque el indicador del PBI mide la cantidad de lo producido por la economía de un país en bienes y servicios, valorizada en moneda nacional. En efecto, no tiene una relación directa a las divisas disponibles y el dinerario para el pago de los servicios y amortización de capital de la deuda pública. En todo caso, sólo infiere que mientras más crece la economía, más recaudación tributaria se espera, y por consiguiente mayor capacidad de pago. Pero ello no siempre es así. Hay infinidad de variables que pueden alterar la inferencia que se pretende. No es nuestra intención realizar aquí un análisis de la efectividad y eficiencia del indicador Deuda/PBI, sólo nos atendremos a mostrar que los índices manejados por la retórica oficial y Chequeado.com son por lo menos “dudosos” o “engañosos”, o directamente “falsos”. Sostiene el sitio web que en 2003 la deuda representaba el 139 % del Producto Bruto Interno de aquellos años. Hoy la deuda según lo publicado por el Ministerio de Economía de la Nación es del 41,5 % del PBI. Es interesante observar el cuadro publicado por Chequeado.com donde muestra la evolución del índice desde 2001 al 2012. Allí se puede corroborar que en el año 2001 la deuda pública era de 144.452 millones de dólares, y en tan sólo un año la deuda disminuye a 137.319 millones (2002). Sin embargo, la ratio deuda/PBI se dispara a más del triple. La deuda pasa de representar el 53,57 % del PBI en 2001, al 166, 39 % del PBI en 2002. ¿Cómo se explica que en un año la deuda en dólares disminuyó en casi 7.000 millones de dólares, pero la ratio deuda/PBI se triplicó? Una de las maneras de convencerse que el indicador Deuda/PBI no sirve demasiado para tener una certeza del peso de la deuda pública, es observar lo que pasó en ese periodo de 2001 a 2002. Lo que ocurrió allí fue que la convertibilidad se desmoronó con una mega devaluación. Al estar la deuda medida en dólares y el PBI en pesos, por arte de mágica la deuda se triplicó a pesar que disminuyó en 7.000 millones de dólares. Esto nunca lo explican los voceros y publicista del Partido de la Deuda, ni siquiera el sitio realiza una mera mención. Tampoco mencionan que quien aumenta la deuda exponencialmente es el Gobierno de Kirchner en su primer año. En marzo de 2002 la deuda se ubicaba en los 112.000 millones de dólares, llevándola a fines de 2003 a 178.000 millones, para ubicarse cercana a los 200.000 antes de la reestructuración del año 2005, si consideramos los intereses atrasados e impagos desde el 2001. Este crecimiento exorbitante fue producto de la compensación a entidades financieras y sectores empresarios por pesificación asimétrica y la política de seguros de cambios, instrumentada y aplicada por los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. Lo curioso es que siguiendo el indicador Deuda/PBI en los años de mayor endeudamiento público la ratio indica un prolongado descenso. En 2002 se registra una deuda del 166% del PBI, 2003 del 138%, y 2004 del 127%. La ratio indica descenso pero en los hechos el endeudamiento fue abrupto y real. Más de 50.000 millones de dólares en un año (2003). Es una constante de los neodesarrollistas extractivistas, amantes del nuevo “Consenso de Comodities”, como denomina al nuevo patrón de acumulación la socióloga Maristella Svampa, realizar comparaciones económicas y sociales con indicadores medidos en el peor momento de la crisis del 2001. Sin embargo, en materia de deuda pública no corren con la misma suerte. En el año 2001, antes de la salida de la convertibilidad pero en plena crisis, la ratio Deuda/PBI se ubicaba en el orden de 53 %. Si consideramos la actual deuda pública con su real cifra de 346.400 millones de dólares, ella representa (a fines de 2012) casi el 80 % del PBI. Pero si comparamos el insuficiente ratio que manifiesta el Gobierno (41% de deuda/PBI) con los años menemistas, la suerte también les es adversa. En el año 1993 la deuda representó el 29 % del PBI, para terminar en el 50 % en el año 1998. El promedio de la década menemista fue del 35 %. Como segunda aproximación, podemos decir que el indicador Deuda/PBI es, por los menos, “dudoso”, “engañoso” o “discutible”. En la década menemista el promedio fue del 35 %, en 2001 estaba en el orden del 50%, en la actualidad se ubica en 41,5 % si sólo consideramos la “deuda performing”, o cerca del 80 % si consideramos la cifra real de la deuda pública total por 346.400 millones de dólares. Otros indicadores El chequeado realizado por el sitio web toma otros indicadores para confirmar que existió un desendeudamiento público. Considera entre otros la conformación de los acreedores de la deuda, y allí manifiesta que el 28% de la misma se encuentra en manos privadas y el 55 % en manos públicas. Ello denotaría un menor riesgo y mayor facilidad de manejo y estructuración de los pagos. Sin embargo, también esta mirada particular es engañosa o discutible. Creció la deuda en manos públicas pero sin mencionar el complejo proceso de conversión. Como dijéramos en anteriores notas, América Latina está viviendo en la última década un nuevo proceso de conversión de deudas donde se cambian acreedores privados por públicos. Se colocan títulos del Estado Nacional en organismos públicos, sustituyendo acreedores externos y privados por internos y públicos, desvaneciendo responsabilidades jurídicas de bancos y empresas privadas nacionales y extranjeras. Así se fueron cancelando créditos de acreedores privados con dinero de organismos públicos (ANSES, PAMI, Lotería Nacional, etc). Sendas transferencias de capital del sector estatal al privado y licuación de responsabilidades por ilícitos cometidos en la conformación de sus fraudulentas acreencias. Una extrema debilidad financiera donde el Gobierno no demuestra la real capacidad financiera de repago a los organismos públicos. Por último corresponde realizar una breve mención sobre el peso de la deuda con respecto a las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Sostiene Chequeado.com según la información brindada por Ministerio de Economía de la Nación, que la deuda en moneda extranjera representa el 235 % de las Reservas. Tampoco la cifra es indicativa de la capacidad de pago. No se analiza en el informe cómo están compuestas las reservas y qué clase de activos la conforman. No se menciona que el BCRA tiene letras del tesoro, es decir, deuda pública, por 39.000 millones de dólares. Tampoco se informa que para conseguir sus dólares y divisas emite pesos que luego esteriliza con Letras (Lebac) y Notas (Nobac) a corto plazo pero con tasas de interés que superan el 16 % anual. No se menciona lo que ocurre con los Adelantos del Tesoro (AT) que el Banco le otorga al Gobierno y se renuevan año tras año por más de 25.000 millones de dólares. Como destaca Héctor Luis Giuliano, el Gobierno le debe al Banco Central entre letras, títulos y AT unos 64.000 millones de dólares, suma superior a las reservas totales que no llegan a cubrir la base monetaria equivalente a 55.000 millones de dólares. El respaldo de las divisas es sólo un 71 % de la base monetaria, no contando el Banco con reservas de libre disponibilidad. Esto lo llevó a modificar la ley de Convertibilidad 23.928, y la Carta Orgánica del BCRA (ley 24.144) para poder hacer uso de divisas destinadas a cubrir necesidades financieras de la deuda pública. Conclusión chequeada Podemos arribar a la definición de “dudoso”, “engañoso”, o por lo menos “discutible” el informe elaborado por el sitio web Chequeado.com, donde manifiesta como “falsa” la afirmación vertida por el senador Adolfo Rodríguez Saa: “no nos hemos desendeudado, estamos más endeudado que antes”. Más allá de las apreciaciones y calificativos que merezca el político en cuestión, lo que está en juego es la comprobación de si existe o no una real política de desendeudamiento. Desde nuestro espacio venimos manifestando que no existe tal política de (des)endeudamiento. Al contrario, estamos inmersos en un sistema de deuda perpetua que crece de forma incesante. Todo ello, sin analizar el real sentido de las políticas de explotación que implican las deudas en los países capitalistas dependientes. Nuestra calificación para el sitio Chequeado.com es de un “discutible apresurado engaño de dudosa veracidad”. La deuda pública mal chequeada alimenta relatos y discursos que favorecen con sus carencias la militancia unánime al Partido de la Deuda. NOTAS: 1) Vale aclarar que los datos proporcionados en esta nota corresponden a las mediciones y publicaciones brindadas por el propio Ministerio de Economía. 2) Diferencia entre 40.100 millones de Amortizaciones de Deuda y toma de nuevo Endeudamiento Público por 51.800 millones de dólares. 3) Deuda adicional para cubrir el déficit fiscal del año pasado, que fue de 55.600 millones de pesos, equivalente a 11.300 millones de dólares. 4) En el informe elaborado por el licenciado Héctor Luis Giuliano “Deuda Para Todos: Pública Nacional”, este importe “corresponde al cálculo actualizado - a la fecha - hecho por Javier Llorens, sobre la base de los 82.000 MD de bonos elegibles para el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005, que daba un total teórico original de 39.500 MD de cupones PBI para los acreedores (48 % sobre el valor nocional o nominal de los títulos); de los que hoy restarían pagar unos 15.800 MD. Este último importe se deduce de información reciente de la Oficina Nacional de Crédito Público (ONCP) de la Secretaría de Finanzas (SF) del MECON, que da cuenta que al 30.6.2012 el valor nocional de los VLPBI en circulación era de unos 53.000 MD y que faltaría pagar un 30 % de ese importe (los 15.800 MD citados). Esto conllevaría un faltante no explicado de cupones PBI por más de 18.000 MD a valor nocional: 76.300 MD (el 93 % ya canjeado del total de bonos elegibles por 82.000 MD) contra 57.800 MD (valor de origen de los 53.000 millones de cupones hoy en circulación) = 18.500 MD. El interrogante planteado por Llorens es que esta diferencia tiene que provenir de un gran rescate de VLPBI realizado por el gobierno y que ello habría resultado de la venta a precios bajísimos de las tenencias de cupones en manos de la ANSES (heredados de las AFJP), con lo que tal diferencia se habría cubierto con plata de los jubilados.” 5) “Según la última información oficial disponible del MECON – levantada ayer de su página web – el stock de deuda consolidada de todas las provincias argentinas era de 139.000 M$ al 30.6.2012, equivalentes a 28.500 MD (al tipo de cambio 4.527 $/dólar a esa fecha). Este total no incluye Deuda Flotante ni Contingente (lo mismo que todos los demás datos de deuda pública). Como aproximadamente el 50 % de la deuda de las provincias está contraída con la Nación a raíz de los programas de refinanciamiento de pasivos, a ese total de 28.500 MD corresponde descontar – para no computar dos veces - lo que a su vez el Estado Central asume como obligaciones de las provincias y que luego de los pagos se los descuenta de la coparticipación federal de impuestos. En el cuadro de deuda básico del MECON al 30.6.2012 esta deuda de las provincias garantizada por la Nación se expresa como contrapartida en el rubro Activos Financieros por un valor algo menor a la mitad, de 10.800 MD; que por eso no la tomamos en cuenta aquí a los fines del cálculo de la deuda provincial, quedando entonces la deuda bruta total menos la traspasada al Estado Central, esto es: 28.500 – 10.800 = 17.700 MD de Deuda Provincial Neta.” GIULIANO, Héctor en “Deuda Para Todos: Deuda Pública Nacional”, 23/04/2013.