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CEN 338 .9 .728 A785 Artavia Loría, Roberto Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el nuevo siglo. Alajuela, C.R.: INCAE, 1998. 51 p. ISBN 9977-71-010-4 1. Desarrollo económico--América Central. 2. Desarrollo sostenible--América Central. 3. Competencia económica internacional. 4. América Central--Condiciones sociales. I. INCAE. II. Título. Roberto Artavia Loría Obtuvo su doctorado en estrategia, con un minor en producción y operaciones en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. Es Master en Administración de Empresas de INCAE, graduado con honores, e Ingeniero Mecánico de la Academia de Marina Mercante de los Estados Unidos, Kings Point. Actualmente es Decano de INCAE, teniendo a su cargo los Programas de Maestría del Instituto, el Centro de Desarrollo Ejecutivo, el Centro de Políticas y el Centro de Investigaciones. Fue Director del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible en Centroamérica, un proyecto conjunto de INCAE y la Universidad de Harvard. Es autor de varios libros, artículos, estudios de caso y notas conceptuales en los temas de competitividad, estrategia empresarial, agroempresas y producción. Es consultor en el área de estrategia competitiva a nivel de planeamiento e implementación. Es consultor de gobiernos y empresas en más de 10 países de América Latina y además se desempeña como miembro de varias Juntas Directivas en Costa Rica. Sus más recientes publicaciones incluyen 5 monografías sobre la competitividad de cada uno de los países de Centroamérica. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo Presentación u stamos en la época de la postguerra fría, de la economía global digital y de un realineamiento financiero y económico mundial. Fruto de un mayúsculo cambio tecnológico se nos presentan diversas creencias, visiones de mundo y de sistemas conceptuales. ¿Cómo abordaremos esto en Centroamérica? ¿Cómo no nos deslumbramos y nos paralizamos ante los cambios? ¿Cómo repensamos el desarrollo con mente abierta y no con nuevos dogmas paralizantes? Este trabajo es, por un lado, una exploración colectiva acerca de los dilemas de la región, pero, por otro lado, es también una exploración interior –la del autor– sobre qué sentimos y qué pensamos como individuos en Centroamérica en el cambio de siglo. E Al leer este trabajo me recordó una cita del siglo XIX cuando la máquina a vapor transformaba las economías y las internacionalizaba. La gente se aferraba a “su sistema” de valores, creencias, estructuras productivas y similares. El criterio de validez y de verdad era un claroscuro con contornos aún por hacerse. Precisamente uno de los pensadores europeos le mandó al escritor León Tolstoi estas reflexiones que hoy también son relevantes: “Las personas que se amarran a sí mismas a un sistema son aquellas que son incapaces de aprender toda la verdad y tratan de atraparlo por la cola. Un sistema es como la cola de la verdad, pero la verdad es como la lagartija: deja su cola en vuestras manos y se escapa sabiendo muy bien que le crecerá una nueva cola en un abrir y cerrar de ojos”. “Cambiar para prosperar” nos hace transparente la diferencia entre la cola y el cuerpo de la compleja realidad Centroamericana. Es una lectura amena y que, a la vez, hace una honda incisión al tejido conceptual que tenemos enfrente. Ya sea que se comportan o no sus interrogantes, sus alternativas y sus conclusiones, es una valiosa contribución al pensamiento sobre el futuro de la región ante el nuevo siglo. Eduardo Doryan Garrón Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo Agradecimientos u l texto que se presenta en las siguientes páginas es el resultado del proceso del proceso de aprendizaje del que me he beneficiado los dos últimos años, gracias a la oportunidad que he tenido de trabajar con una cantidad importante de académicos, empresarios, políticos e investigadores de Centroamérica y de otras partes del mundo. Entre los académicos quien más me ha ayudado a moldear mi pensamiento ha sido Michael E. Porter, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, cuyo enfoque del proceso de desarrollo, por práctico, original y completo, ha servido para renovar la confianza de los centroamericanos en su capacidad para competir y crecer de manera sostenible. E La seguridad con que he podido expresar mi pensamiento en las páginas de esta obra se deriva de mi contacto con un grupo excepcional de líderes que con su compromiso, trabajo y dedicación me han convencido de que estamos en el camino correcto y que, conforme superamos los pequeños obstáculos que aún tenemos por delante, podremos alcanzar la meta de convertir a Centroamérica en una región próspera para todos los habitantes. Entre ellos debo resaltar a aquellos sin cuyo apoyo mi trabajo y el de CLACDS no hubieran sido posibles: Stephan Schmidheiny, empresario global de nacionalidad suiza; Luis Flores, Danilo Siekawizza, Juan M. Wurmser y Emmanuel Seidner en Guatemala; Francisco de Sola y Eduardo Zablah en El Salvador; Xavier Arguello y Norman García en Honduras; Enrique Dreyfus y Enrique Bolaños en Nicaragua y Carlos Espinach y Andrés Rodríguez en Costa Rica. En CLACDS he tenido el privilegio de trabajar con un grupo humano único. Entre ellos merece toda mi gratitud Gisela Sánchez por su trabajo excepcional y su dedicación incondicional a nuestra misión. El trabajo de Esteban Brenes, Arnoldo Camacho, Alberto Trejos, Crist Inman, Eduardo Montiel, José A. Sánchez, Ligia Castro, Lawrence Pratt, Lucia Marshall, Juan Carlos Barahona y sus equipos de trabajo ha constituido un verdadero laboratorio entre cuyos discípulos he tenido la oportunidad de encontrarme. Para todos ellos mi reconocimiento y gratitud. Mi trabajo de estos años ha sido posible gracias al apoyo de tres instituciones ejemplares: INCAE, el grupo AVINA y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). En INCAE la visión de Brizio Biondi-Morra, el compromiso con la excelencia de Danilo Lacayo y Nicolás Marín y el apoyo de la facultad y especialmente de María Elena Carballo y David Montesinos, han hecho posible mi trabajo. Para todos ellos mi agradecimiento sincero. Debo agradecer también a University of Saint Thomas, Minnesota, por brindarme todo el apoyo logístico para desarrollar esta monografía. Todo lo bueno de esta obra se deriva de las personas mencionadas. Los errores y omisiones que pueda contener son mi entera responsabilidad. Como todo mi trabajo esta obra es para Marcella y mis tres hijos. En esta ocasión quiero dedicarle mi trabajo también a todos los Centroamericanos que viven en pobreza. Por ustedes, más que nadie, la región debe cambiar. Indice u INTRODUCCIÓN u ......................................................................................................................... 8 I. EL CONTEXTO DE HOY: CAMBIOS Y TENDENCIAS u ....................................................... 10 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. LA GLOBALIZACIÓN ......................................................................................................................10 AUMENTO DE LA COMPETENCIA ....................................................................................................12 ESPECIALIZACIÓN DE LAS ECONOMÍAS...........................................................................................13 IMPORTANCIA CRECIENTE DE LA INFORMÁTICA Y EL CONOCIMIENTO ...............................................14 INCREMENTO EN FLUJOS PRIVADOS DE CAPITAL ..............................................................................14 MEJOR MANEJO DE RECURSOS NATURALES ....................................................................................15 CONSOLIDACIÓN DE LOS MERCADOS DEMOCRÁTICOS ..................................................................16 LA POBREZA EN AUMENTO.............................................................................................................17 LA CENTROAMÉRICA DE 1998 u ........................................................................................ 19 II. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. III. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. IV. DESARROLLO HUMANO ................................................................................................................19 COMPETITIVIDAD ..........................................................................................................................20 DESARROLLO ECONÓMICO ..........................................................................................................21 APERTURA Y REGIONALIZACIÓN ....................................................................................................22 EDUCACIÓN, INFORMÁTICA Y TECNOLOGÍA ..................................................................................24 MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES .........................................................................................26 ATRACCIÓN DE INVERSIONES Y FLUJOS DE CAPITAL.........................................................................26 ESCENARIOS POSIBLES PARA CENTROAMÉRICA Y SUS NACIONES u ........................ 29 GLOBALIZACIÓN, REGIONALIZACIÓN Y APERTURA ..........................................................................29 AUMENTO DE LA COMPETENCIA ....................................................................................................30 ESPECIALIZACIÓN DE LAS ECONOMÍAS...........................................................................................31 EDUCACIÓN, INFORMÁTICA Y TECNOLOGÍA..................................................................................32 ATRACCIÓN DE FLUJOS DE CAPITAL ...............................................................................................33 MANEJO DE LOS RECURSO NATURALES ..........................................................................................34 AUMENTO DE LA POBREZA Y CONSOLIDACIÓN DE LA DEMOCRACIA................................................34 EL CAMBIO DE CENTROAMÉRICA u .............................................................................. 36 BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................... 38 Como todo mi trabajo esta obra es para Marcella y mis tres hijos. En esta ocasión quiero dedicarle mi trabajo también a todos Los centroamericanos que viven en pobreza. Por ustedes, Más que nadie, la región debe cambiar. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo Introducción u D esde enero de 1995 hasta junio de 1998 he sido Director del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS). La razón de ser de CLACDS es contribuir a establecer, en los países de la región, condiciones para el desarrollo económico y social se produzcan a ritmos más acelerados que en el pasado. La idea es que después de dos o tres décadas de progreso sostenible, los ciudadanos de las naciones latinoamericanas alcancen niveles de bienestar, de acceso a la educación y a los servicios públicos y de producción per cápita similares a los de las naciones que hoy citamos como ejemplos. Como Director de CLACDS he tenido la oportunidad de trabajar con líderes de pensamiento de la región, con académicos de talla mundial y con cientos de investigadores, empresarios, trabajadores y servidores públicos que de una u otra buscan cómo contribuir al desarrollo de la región y de sus ciudadanos. He supervisado y dirigido muchos estudios y analizado cuanto he podido de la literatura existente del desarrollo. Lo anterior me ha dado la oportunidad de entender más profundamente cuáles son las grandes limitantes y los grandes obstáculos al progreso que quedan por vencer. Entre ellos, ninguno es más formidable que la inercia política causada por grupos de interés que, por convicción o por conveniencia egoísta, se oponen a la realización de cambios que alterarían su contexto habitual. Es muy posible que, en el caso de aquellos que se resisten al cambio por convicción y no por conveniencia, un factor determinante de su actitud sea la incomprensión del contexto más amplio que establece la necesidad de cambiar. Esto debe ser así porque, quien analiza los datos fríamente, debe llegar a la conclusión de que la única 8 forma de beneficiar a las grandes mayorías es aceptando grandes cambios en la conducción de las economías de la región. Estos cambios no deben ser basados en el dogma o la mecánica analítica, sino más bien en la creatividad y la lógica, pues el objetivo debe ser mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos de las naciones de la región y nunca demostrar que un enfoque particular es más correcto que otros. El propósito de esta breve monografía es compartir con un público amplio mi propio análisis y entendimiento de por qué Centroamérica debe cambiar y por qué debe hacerlo ya. Quiero compartir estas ideas para tratar de vencer la inercia, para tratar de abrir espacio al cambio y no porque crea tener todas las respuestas. Será inevitable crear polémica de la buena, de aquella que se basa en la convicción de los valores. Pero el camino en que nos encontramos es ancho y da espacio para circular en él de muchas maneras. Mi intención es abrir espacio al cambio mediante la presentación de un marco sencillo. En la primera parte el lector encontrará las tendencias que creo debemos tomar en cuenta pues están alterando de manera definitiva nuestro contexto. No se pretende que estas sean todas las tendencias que existen ni hay segundas intenciones al dejar por fuera de este análisis alguna que el lector pudiera considerar importante. Se han incluido aquellas que se cree que serán las más influyentes en el proceso de desarrollo de América Latina. La segunda parte establece en términos simples la situación de Centroamérica. No se hace, ni se quiso hacer, un tratado académico sobre la economía regional, si más bien dar un sentido de posición de acuerdo a la mejor información disponible de fuentes comunes. La tercera parte presenta una serie de escenarios posibles en relación con las tendencias discutidas en la primera parte. El enfoque de esta tercera parte Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo es tratar de analizar que le pasaría a un país que, mediante la emisión de políticas tratara de aislarse del impacto de estas tendencias. También se analizan los escenarios alternativos; los que muestran qué pasaría si se emitieran políticas para tratar de sacar el máximo provecho de estas tendencias. El análisis del contexto no es exhasutivo, si no más bien ilustrativo. Se ha buscado que permita entender el impacto de los varios escenarios sobre el proceso de desarrollo de Centroamérica. En otras palabras, se analiza “¿qué pasaría si…?” desde el punto de vista de la reacciones posibles respecto a las grandes tendencias identificadas. En la cuarta parte se 9 esbozan algunas conclusiones de este ejercicio y se trata de establecer, con base en el análisis de los escenarios, cual debe ser la dirección general de las políticas y actitudes de gobernantes, empresarios y otros líderes de opinión. No es mi intención sustituir análisis profundos hechos respecto a muchas de estas mismas variables, ni representar un tratado académico respecto a algún tema, sino más bien, basado en muchos de estos análisis, poner a disposición del ciudadano promedio, del estudiante universitario, del trabajador y del empresario una visión sencilla de por qué Centroamérica debe cambiar. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo I. 10 El Contexto de hoy: cambios y tendencias u Antes de iniciar cualquier análisis respecto a la necesidad de cambiar, es importante entender cuál es el contexto en que los cambios en cuestión se estarían produciendo. El cambio permite adaptarse mejor a nuevas circunstancias y, en muchos casos, son los cambios en el contexto los que obligan a una entidad u organización a modificar su conducta. Los cambios en el ambiente de cualquier entidad u organización, incluida toda una sociedad, causan que ésta deba evolucionar para adaptarse a sus nuevas circunstancias y para poder convivir con su nuevo ambiente de la manera más provechosa posible. Los países, como conjuntos sociales que son, no están exentos de esta realidad y deben alterar su forma de actuar no sólo para sobrevivir ante nuevas circunstancias, sino para seguir progresando en beneficio de sus ciudadanos. En la segunda mitad de este siglo ha habido un incremento del ritmo de cambio que obliga a los países a ser más flexibles que nunca para poder seguir creciendo en términos de bienestar para sus ciudadanos. En las siguientes páginas se presenta un análisis de las principales tendencias que mueven los cambios en el mundo de hoy. Más que explicar en detalle el origen de estas tendencias, la intención es facilitar la comprensión de lo que cada una de ellas implica. Las tendencias que se ha tratado de incluir son aquellas que se consideran más significativas en términos de su duración e impacto sobre el proceso de desarrollo. Las tendencias mostradas trascienden por mucho el período de mando de cualquier gobierno y, generalmente, son el resultado de un proceso histórico que, en algunos casos, alcanza varios siglos. No se busca demostrar que estas tendencias se dan en magnitudes similares en todos los países y en todos los períodos, sino más bien dejar establecido que, en un análisis de largo plazo, todas estas tendencias son reales e importantes para el proceso de desarrollo. 1. La globalización Ante las interminables discusiones sobre la globalización, es importante establecer el siguiente hecho: la globalización NO es un fenómeno económico NI político, sino más bien el resultado del progreso tecnológico en las áreas de transporte, logística y comunicaciones; es un proceso que se inició miles de años y que se ha venido acelerando hasta convertir al mundo en lo que hoy con frecuencia llamamos “la aldea global”. La globalización resulta del aumento de gran magnitud en la capacidad del hombre para intercambiar información, bienes y servicios a través de las fronteras y a grandes distancias. La información es el punto de partida pues, aunque la capacidad de transporte internacional de bienes ha venido a venido aumentando rápidamente a través de la historia y alcanza uno de sus puntos culminantes con la introducción de los motores de vapor y barcos de mayor calado , la verdad es que cuando el hombre empieza a comunicarse abiertamente, primero a través de un correo más confiable y luego a través de líneas de telégrafo y teléfono, el intercambio de bienes y servicios a grandes distancias se aceleró exponencialmente. La introducción de mejoras tecnológicas y logísticas, en la forma de barcos de miles de toneladas de capacidad, de transmisión de información por hondas de radio y televisión, transporte aéreo de personas y productos en altos volúmenes a lo largo de grandes distancias; puertos y aeropuertos capaces de manejar cientos de naves en tiempos relativamente cortos, transmisión electrónica de información, satélites, facsímiles, oleoductos, contenedores y tantas otras mejoras a los sistema de información y logística, hacen que hoy en día la Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 11 capacidad del hombre para intercambiar información, bienes y servicios sea prácticamente ilimitada. Esta es la fuerza de la globalización. Hace poco más de un siglo la gran mayoría de las personas del mundo vivían en economías de subsistencia, dependiendo de su trabajo para llenar prácticamente todas sus necesidades. Hoy, aún en las regiones más pobres y remotas del planeta, se tiene acceso a información, productos y servicios provenientes de las más diversas fuentes y orígenes. Basta con hacer un examen de los bienes disponibles a los ciudadanos de un país y analizar su origen: ¿cuántas de sus posesiones son realmente, en su totalidad, de origen nacional? Aún los productos más tradicionales tienen hoy insumos extranjeros en cantidades significativas, resultantes de la inevitable globalización de la economía mundial. Globalización en marcha Entre 1985 y 1995 los flujos de comercio desde las economías desarrolladas aumentó en un 150% en el valor de sus exportaciones y en un 125% en el valor de sus importaciones. El arancel promedio a las importaciones bajó en un 36,6% en los países desarrollados y en un 20,4% en los países de desarrollo, después de las negociaciones de la Ronda de Uruguay. El arancel promedio a las importaciones ha bajado desde el inicio de los años 50 de un promedio mundial de 40% a un promedio mundial de 6% para las economías más desarrolladas. La proyección actual es que los flujos internacionales de comercio aumentarán a una tasa de 6,4% anual, un poco más del doble del ritmo al que se proyecta que aumente la producción mundial. La globalización es una realidad presente en cada instancia de la vida económica de las sociedades modernas y más aún en economías pequeñas, las cuales dependen de la economía mundial para satisfacer una cantidad importante de sus necesidades. La globalización no es una imposición de las economías grandes sino un resultado conveniente del progreso tecnológico que permite a cada país, a cada organización y aún a cada ciudadano, obtener lo que requiere de la fuente que más le conviene, pues no hay obstáculo logístico que no se pueda superar. Lo único que limita la globalización es la decisión política de algunas sociedades de mantener sus economías relativamente cerradas, limitando así las opciones de sus ciudadanos respecto a las fuentes de su información, productos y servicios. Un fenómeno paralelo a la globalización es la regionalización de las economías. Por regionalización se entiende la voluntad conjunta de un grupo de países de unirse, en el sentido económico, a veces político y a veces social, para crear unidades económicas, políticas y/o sociales más grandes. Los dos ejemplos más frecuentes citados de regionalización son la Unión Europea y NAFTA (siglas en inglés de Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Sin embargo, la regionalización tiene alcances mucho más amplios que lo que estos dos ejemplos representan e incluyen. Sólo en América Latina, existen cuatro tratados regionales más una cantidad importante de acuerdos bilaterales. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 12 Regionalización en marcha Las principales economías de Europa conforman un bloque económico y comercial cada vez más integrado. A ellas se están incorporando economías adicionales y como bloque, han recientemente establecido un acuerdo de libre comercio con los países de la región del Mediterráneo. México, Estados Unidos y Canadá se han unido en un mercado común, estableciendo así una zona de libre comercio entre ellos. En la Cuenca del Pacífico se ha establecido un Foro Internacional de Cooperación Económica (APEC) que incluye economías de Asia, Oceanía y América. En la América del Sur se han integrado dos grandes bloques comerciales, MERCOSUR, constituido por Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay; y la comunidad Andina, constituido por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. En otras partes del mundo existen tendencias similares de regionalización causando no sólo una dinámica importante en términos del desarrollo económico, sino que las negociaciones, los acuerdos internacionales, el comercio, la defensa y muchas otras funciones de las economías nacionales se llevan a cabo a nivel de región. La regionalización causa que los flujos de comercio, flujos de capital para inversiones, movimientos migratorios y otras actividades comunes a los países se encuentren geográficamente en aquellos países con los cuales se mantienen acuerdos. Esto significa que, dentro de la tendencia general de globalización existe una corriente subyacente de regionalización que desvía los flujos de comercio, inversión, turismo, etc. de su curso natural a zonas preferenciales. Japón, por ejemplo dará condiciones ventajosas a países de su región para efectos de inversión productiva, crédito e importaciones, en cumplimiento de acuerdos existentes y por conveniencia propia, pues una región económica y políticamente estable es ventaja para todos los países que la conforman. Aunque inicialmente la regionalización estaba enteramente basada en la geografía y en rasgos culturales comunes, hoy se ha ampliado para constituir “regiones” mucho más heterogéneas en términos geográficos y culturales, pero que tienen gran sentido económico, como es el caso de APEC (siglas en inglés de Asian Pacific Economic Cooperation) que aglomera a países de tres continentes que comparten su acceso al Océano Pacífico. La globalización y la regionalización de las economías mundiales son una realidad y forman, en conjunto, la primera rama del marco analítico con el cual deben tratar las economías modernas en su camino hacia el desarrollo. 2. Aumento de la competencia Una tendencia importante es el incremento en la competencia entre empresas por los mercados en casi todos los países y regiones del mundo. El aumento de la competencia se debe, en gran parte, precisamente a la globalización y regionalización de las economías, pues los mercados tienden a ser cada vez más abiertos y logísticamente hablando más accesibles, permitiendo la entrada de productos, Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 13 servicios y competidores del extranjero, en sus diferentes formas (productores, distribuidos), a casi todas las economías del mundo. Pero el aumento de la competencia no se puede atribuir únicamente a “la oportunidad” que la mayor apertura y las mejoras logísticas representan. El aumento de la competencia también tiene su origen en cambios significativos en prácticas empresariales como son el crecimiento en el número e importancia de las empresas multinacionales, la mayor especialización, la internacionalización de las operaciones, el desarrollo de franquicias, la concesión de licencias y métodos muchos más eficaces de transferencia de tecnología. Todas estas prácticas empresariales, en conjunto con la globalización y regionalización de la economía, causan que todos los mercados del mundo sean hoy más competitivos, pues es posible encontrar en prácticamente todos ellos productos y tecnologías de muchos orígenes nacionales. El número de empresas que tiene operaciones internacionales, no sólo como exportadores, sino efectivamente agregando algún valor fuera de sus fronteras, es mucho mayor que en el pasado y sigue creciendo. Un reporte reciente citaba como sólo en China se estaban abriendo, a principios de 1998, más de 40 operaciones de franquicias norteamericanas por día. Una cantidad importante de las marcas de vehículos que se identifican con los Estados Unidos son hoy producidos en México y Venezuela; de la misma manera que vehículos de marcas japonesas se producen en Tailandia y Brasil y vehículos con marcas alemanas se producen en Brasil y México. Sin necesidad de citar ejemplos tan dramáticos, basta con visitar el comercio general de cualquier país para encontrar productos fabricados en Korea, Taiwan, España, Italia, México, Indonesia y, en fin, de una gran cantidad de países cuyas empresas y con la fuerza de la globalización. 3. Especialización de las economías La relativa especialización es una característica de las economías exitosas en el mundo de hoy, incluyendo las grandes economías del mundo. Los Estados Unidos, lejos de ser una gran economía generalista, es en realidad es el conjunto de cincuenta economías grandes, medianas y pequeñas que siendo altamente especializadas, intercambian libremente sus productos, servicios y recursos de capital, tecnología y conocimientos. La Unión Europea es un conjunto de economías grandes, medianas y pequeñas que intercambian libremente productos, servicios y recursos de capital, y más recientemente han empezado a intercambiar conocimientos, tecnología y hasta recursos humanos. Las economías que frecuentemente se citan como ejemplos de desarrollo en la era moderna comparten entre sus características importantes una relativa especialización de sus economías. Japón, Alemania, Taiwán, Korea, Holanda, Suecia, Hong Kong, Singapur, y más recientemente Chile, comparten entre sus atributos importantes un alto grado de especialización Por especialización no debe entenderse la eliminación total o parcial de industrias o la necesidad de que el gobierno, las entidades internacionales o grupos del sector privado “escojan industrias ganadoras”. Más bien la especialización a la que se hace referencia es el resultado de la creación de cadenas industriales de valor agregado que se aglomeran en regiones o países y que dan como resultado niveles de competitividad, inversión e innovación superiores a los que alcanzan otros sectores o Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 14 grupos de industrias dentro de la misma economía. Estas son las industrias que se convierten en motores de desarrollo para la economía y que, mediante su progreso, crean condiciones favorables para otros sectores y generan riqueza para financiar el desarrollo económico y humano de sus economías. 4. Importancia creciente de la informática y el conocimiento Posiblemente la tendencia más marcada en los últimos 20 años y ciertamente en los últimos 5 es la explosión de la informática y del conocimiento como fuentes de desarrollo y riqueza. En el pasado la riqueza estaba asociada con la tenencia de tierras, con la concentración de recursos relativamente escasos, con el control de los medios de producción y, en general, con la posesión y control de recursos tangibles para la producción. Cada vez más, sin embargo, la riqueza representada por industrias “suaves”, o sea aquellas basadas en el conocimiento y la información, es mayor. Algunos ejemplos de este tipo de industrias son los corredores de bolsa de valores, las industrias de desarrollo del software, las industrias farmacéuticas – en las que los departamentos de investigación y desarrollo son los verdaderos determinantes de competitividad y riqueza – y las diversas ramas de la computación, entre muchas otras. Aún en las industrias más tradicionales de manufactura y distribución, el uso intensivo de la informática es, cada vez más, lo que hace la diferencia, facilitando la innovación de productos, la logística de distribución, la información de los mercados y un sinnúmero de operaciones relevantes para las empresas modernas. Hoy es casi imposible pensar en una empresa líder que no tenga entre sus fortalezas aspectos relacionados con la informática y/o el conocimiento. A nivel personal e institucional el acceso a la información provocado por redes de televisión por ondas y por cable, la transmisión de información por satélite y microondas, la internet y las redes internas de innumerables instituciones, la difusión de información por ondas de radio, la telefonía celular, las computadoras portátiles conectables a redes de teléfonos y a redes particulares de transmisión de datos y todos los mecanismos modernos para mantenerse actualizado y apoyar la toma de decisiones; hacen que la información y el conocimiento sean elementos claves y determinantes de la habilidad de cualquier grupo en la sociedad para crear nueva riqueza y explotar las oportunidades que se le presentan para hacerlo. Quienes tengan el mejor acceso a la información tomaran mejores decisiones, optimizando así la asignación de sus recursos. 5. Incremento en flujos privados de capital Como resultado en parte de la globalización, de nuevas prácticas empresariales y de la facilidad con que hoy es posible hacerlo, hay un marcado incremento del movimiento internacional de capitales privados. Este movimiento, que hace unos años hubiera sido impensable e imposible, se ha hecho tan sencillo en términos prácticos que el capital privado, tanto la inversiones empresariales como las individuales, fluyen hacia donde sea posible hacer un uso más productivo de los recursos financieros. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 15 Los flujos de capital en el mundo Los flujos de capital en el mundo moderno alcanzaron la cifra de 166 mil millones de dólares, los cuales un 55% eran flujos privados, con un total de 48 mil millones de dólares constituyendo inversión extranjera directa en empresas productivas. Entre 1990 y 1995, los flujos privados de capital crecieron en un 300%, con las inversiones en producción y las inversiones de portafolio representando un 70% de ese aumento. En 1986 existían en el mundo 17 fondos nacionales de inversión y 9 fondos globales de inversión en los mercados de valores. En 1995 las cifras habían alcanzado más de 500 fondos nacionales de inversión y más de 800 fondos globales de inversión. Los inversionistas americanos han aumentado su apertura a inversiones fuera de su país de 1,5 mil millones de dólares a 35 mil millones de dólares en el período 86-95. Su cartera internacional representa hoy el 14% del total de sus inversiones. La capacidad de las empresas para establecer y controlar operaciones en todo el mundo, gracias a la informática y las telecomunicaciones, así como la facilidad de comunicación de las casas de inversión con clientes individuales en todo el mundo, hacen que los capitales privados fluyan hoy a velocidades y en volúmenes que hace unos pocos años hubieran sido imposibles. Esta tendencia al aumento en el movimiento de capitales privados es, a la vez, una oportunidad y una amenaza para cada nación pues, con la misma facilidad que se puede atraer capitales, se les puede perder con asombrosa rapidez. Los países más exitosos en atraer capitales tienen que llenar dos condiciones: productividad y seguridad. La productividad significa que los capitales que entren en una economía puedan recibir un retorno financiero competitivo en términos del riesgo asumido. La seguridad significa que deben existir los controles que impidan que ese capital sea abusado por participantes del sistema y que, una vez realizado el retorno esperado, el capital esté inmediatamente accesible para sus propietarios. A la par de este incremento en el flujo de capitales privados, el flujo de movimientos de capital entre gobiernos ha disminuido en paralelo y con el fin del conflicto entre izquierda y derecha a nivel global. Los gobiernos donantes tenían como una de sus motivaciones principales la preservación de ciertos estilos de gobierno. Al desaparecer el modelo socialista de planificación centralizada, los flujos del socialismo cesaron y esto fue aprovechado por los gobiernos de economía de mercado para disminuir los propios y hacerlos aún más selectivos en su destino. El incremento en flujos de capital privado reflejan esto, no sólo en el sentido de que los sustituyen, sino que, al terminarse la amenaza de que un país se convirtiera a un modelo socialista, confiscando medios de producción y capitales, se hace más factible mover capitales privadas hacia él. 6. Mejor manejo de recursos naturales El nivel de conciencia sobre la necesidad de administrar el uso de los recursos naturales está en aumento. Sin bien esta tendencia es más clara en los países Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 16 desarrollados, particularmente en Europa, parece irreversible y debe ser tomada a la hora de establecer modelos para el desarrollo económico. El número y rigurosidad de leyes, reglas, áreas protegidas, prácticas empresariales y otros mecanismos para la protección y mantenimiento del medio está en franco crecimiento, como lo está también la conciencia de los consumidores respecto al impacto de los productos sobre el medio. El desarrollo de productos y empaques “amistosos” al ambiente ha dejado de ser una estrategia de mercadeo para convertirse en una necesidad de participación en los mercados de muchos países desarrollados. El proceso de expansión y generalización de esta tendencia avanza a diferentes ritmos en diversos países y regiones, pero a mediano plazo será una realidad con la que toda empresa y cada unidad familiar tendrá que convivir. Hay empresas y hasta países que están adelantando a la tendencia tratando de convertirla en fortaleza competitiva, lo que tiende a acelerar el proceso de difusión de la misma. El avance de esta tendencia se da sobre las actividades de organizaciones estatales y no gubernamentales que cada día presionan para el endurecimiento de las normas aplicables al daño ambiental, con el apoyo de grupos empresariales que han reconocido el potencial que representan, en términos de productividad, la eliminación de todos los desperdicios de los procesos productivos. Sobre la acción de empresarios, ONGs y gobiernos, esta tendencia continúa avanzando y acelerándose en su impacto sobre la sociedad. 7. Consolidación de los mercados democráticos Aunque hay países y regiones del mundo donde esta tendencia no es una realidad, en América Latina, en los últimos 20 años y más marcadamente en los últimos 10 años ha habido un movimiento tangible hacia la democratización de los sistemas políticos. En 1998, como un primer paso importante, desde México hasta la Argentina existe la democracia como práctica electoral. El fin de los conflictos entre modelos políticos de izquierda a derecha ha causado que, paulatinamente, los conflictos armados entre movimientos y gobierno hayan perdido fuerza y apoyo externo. El resultado ha sido la implantación de modelos de gobierno basados en la democracia electoral, de carácter más moderado en términos políticos, que han logrado negociar acuerdos de paz en los países que se requería, en algunos casos acabando con décadas de conflictos armados. En algunos países la paz y la democracia son aún muy frágiles, requiriendo de proyectos nacionales de desarrollo que sean creíbles y beneficiosos para las grandes mayorías si es que se espera consolidar los modelos democráticos. La democratización es una tendencia diferente de las anteriores en el sentido de que, dadas las condiciones de pobreza en que viven porcentajes significativos de la población, es reversible, no necesariamente hacia la búsqueda del socialismo, sino hacia un estilo de gobierno totalitario que permita ejecutar inconsultamente los planes de uno u otro modelo económico. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 17 8. La pobreza en aumento Una realidad del medio latinoamericano (y ciertamente del medio africano, asiático y aún de subregiones del europeo) es que el número total de personas que viven en pobreza ha aumentado. Podría argumentarse que esta no es una tendencia pues, en muchos casos de países y regiones, la pobreza como porcentaje se ha disminuido. Pero en un análisis de la realidad de América Latina sería muy arriesgado no tomar en cuenta la pobreza, pues el resultado de ignorarla podría ser que se le deje, como tantas veces en el pasado, desatendida. La pobreza es la vez un concepto relativo y absoluto. Es absoluto __ hay una cantidad enorme de personas en esta región que, con sus medios propios, no pueden satisfacer las necesidades básicas de sus familias. Es también relativo porque la profundidad de esa insatisfacción de necesidades varía entre familias, zonas, regiones y países. Se puede afirmar tanto que un país es pobre como que un país es más pobre (o menos pobre) que otro, o es más pobre (o menos pobre) hoy que ayer. La pobreza es lo contrario de la riqueza y la riqueza de un país es definida por la cantidad de producción que un país genera con los recursos humanos, naturales, financieros e intelectuales a su disposición. La medida verdaderamente importante de riqueza es cuánto valor agregado genera una economía para cada uno de sus ciudadanos con la mezcla de bienes y servicios que produce en cada período. Cuando se dice que Estados Unidos tiene una producción per cápita de US$ 27,000 por año, lo que se está afirmando es que cada ciudadano de ese país, en promedio, agrega US$ 27,000 de valor a los bienes y servicios que la economía norteamericana produce. La mezcla de recursos humanos, naturales, financieros e intelectuales que Estados Unidos produce e intercambia interna y externamente resulta en un valor agregado de esa magnitud. La riqueza o pobreza de sus ciudadanos es determinada por cuanto se puede adquirir en servicios y bienes con la riqueza resultante. En el caso de los Estados Unidos, la riqueza resultante es suficiente no sólo para cubrir las necesidades básicas, sino para tener acceso a un amplio ingreso discrecional. Pobreza en aumento Región Asia del Este y Pacífico Europa y Asia Central Latinoamérica y Caribe Oriente Medio y Norte Africa Sudasia Africa Subsahara Totales Número de pobres en % de pobres en 1987 1993 1987 1993 464,0 2,2 91,2 10,3 479,9 179,6 445,0 14,5 109,6 10,7 514,7 218,6 28,8 0,6 22,0 4,7 45,4 38,5 26,0 3,5 23,5 4,1 43,1 39,1 1227,1 1313,9 30,1 29,4 Sin embargo, no sólo es importante la cantidad promedio disponible, sino cómo está distribuida esa riqueza, pues en muchos casos, aunque en promedio la riqueza Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 18 disponible alcanza para cubrir las necesidades de toda la población, las inequidades en distribución causan que existan gran cantidad de pobres en una economía. En el caso de América Latina, aunque los países son relativamente pobres, la riqueza promedio alcanza para cubrir las necesidades básicas de las poblaciones, pero la mala distribución causa que exista gran cantidad de pobres y que el número absoluto de pobres siga creciendo a pesar del relativo progreso en la capacidad generadora de riqueza en casi todos los países. Un país debe aumentar la productividad en el uso de sus recursos humanos, naturales, financieros e intelectuales para aproximarse a la mezcla de valor agregado per cápita que han logrado alcanzar otros países y regiones del mundo, como la única forma de vencer la pobreza a largo plazo y de manera definitiva. El modelo alternativo de economía socialista, en que el estado se encargaba de concentrar y redistribuir la riqueza, fracasó en la práctica y lo llevó a los países que lo implementaron a debacles económicas mayores, a niveles altos de corrupción, a una concentración extrema de la riqueza en manos de quienes tomaban las decisiones y a un aumento desmedido de la pobreza. Distribución del Ingreso País Centroamérica Tigres Asiáticos Otros competidores de Asia Otros competidores Mundiales % del ingreso del 20% más pobre (%MP) % del ingreso del 20% más rico (%MP) %MR %MP 3,6 5,1 56,6 52,2 15,7 10,2 6,4 48,7 7,6 4,2 53,7 12,77 Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda Aunque en general América Latina es una región con crecimiento económico positivo en términos globales y per cápita, la pobreza creciente en números absolutos sigue siendo una tendencia importante de tomar en cuenta para evitar soluciones sesgadas y parciales a los problemas de la región. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 19 II. La Centroamérica de 1998 u El siguiente es un resumen sobre la situación de Centroamérica a mediados de 1998. Se han utilizado fuentes comunes a todos los países, procurando así que haya consistencia en los datos presentados. Esta sección presenta una visión simple de la región y de sus naciones. Los datos utilizados no son perfectos, pero sí son, en todos los casos, una buena aproximación a la realidad que pretenden medir. Esta sección es descriptiva y utiliza datos para plantear la situación de los países. En ella no se pretende explicar cómo se llegó a la situación descrita ni que puede hacerse para cambiarla. 1. Desarrollo Humano El objeto de todo programa de desarrollo debe ser mejorar el desarrollo humano en términos reales, y no simplemente satisfacer índices creados para medir variables económicas o políticas. Existe una fuente que permite comparar la situación de los países en precisamente esta dimensión, el índice de calidad de vida de las Naciones Unidas. Costa Rica ofrece, en el presente, condiciones de vida que superan no sólo las de sus países vecinos, sino las de la mayoría de países en la región latinoamericana y alcanza a muchos países desarrollados. Las preguntas obligadas son: ¿son los sistemas que han llevado a Costa Rica a esta envidiable posición sostenibles en las circunstancias actuales?; ¿qué debería hacer Costa Ricas para mantener o mejorar las condiciones de vida que hoy ofrece a sus ciudadanos? Los demás países de la región tienen índices bajos para la región del mundo a la cual pertenecen y por lo tanto deben revisar profundamente sus modelos de desarrollo humano, buscando uno que les permita mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos rápida y efectivamente. Un resumen de los datos más relevantes se presentan a continuación: Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 20 Calidad de Vida Indice de Desarrollo Humano (de 175 países) Mortalidad Infantil (por 1000) Analfabetismo de adultos (%) Expectativa de vida (años) Costa Rica 33 13 5 77 El Salvador 112 36 30 69 Guatemala 116 44 51 66 Honduras 117 45 58 67 Nicaragua 127 46 33 68 Tigres Asiáticos 41 6 10 76 Otros competidores de Asia 73 35 15 68 Otros competidores mundiales 33 14 5 75 Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda 2. Competitividad La competitividad se da de una manera más directa a nivel de empresas que a nivel de países o sectores industriales. Sin embargo, en el mundo globalizado de hoy, las naciones compiten de manera directa por la atracción de flujos de capital, por la atracción de inversiones productivas, por la atracción de turistas y, en muchos casos, por poder político y militar. Cuán competitiva es una nación en estos campos depende en buena medida de sus prioridades, de su habilidad para adaptarse a las circunstancias y tendencias globales, de su habilidad para crear condiciones atractivas para quienes toman las decisiones en cada uno de esos campos y de su habilidad para comunicar efectivamente las ventajas que está en capacidad de ofrecer. Existen varias formas de medir la competitividad de las naciones. En este caso se han tomado los datos del Foro Económico Mundial por ser el único que incluye en sus análisis a todas las naciones de Centroamérica. Todas las naciones de Centroamérica tienen índices de competitividad más bien bajos, lo que significa que en el momento de estas mediciones no son, en términos generales, muy atractivas como destino de inversiones, no ofrecen condiciones generalmente favorables a los inversionistas locales y extranjeros en comparación con otras naciones competidoras y no tienen mercados de capitales que atraigan grandes flujos extranjeros a sus instituciones financieras. En términos generales, las naciones centroamericanas son pocos competitivas y, si van a progresar rápidamente creando nuevas fuentes de trabajo mediante inversiones productivas y la constante innovación que conduce a la competitividad empresarial, deberán manejar sus niveles de competitividad en las áreas en las que se concentran sus debilidades. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 21 Competitividad de Centroamérica Ranking de Competitividad (entre 59 países) Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Tigres Asiáticos Otros competidores de Asia Otros competidores mundiales Productividad Relativa (USA =100) 33 45 53 56 55 8 19 12 6,5 6,2 6,2 5,6 42,0 10 17 36 Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda Productivas y la constante innovación que conduce a la competitividad empresarial, deberán mejorar sus niveles de competitividad en las áreas en que se concentran sus debilidades. Pero la competitividad ocurre a nivel de empresas y sectores industriales y no sólo a nivel de países. Es por eso, que, a pesar de que las condiciones generales de competitividad son relativamente malas, existen sectores de las diversas economías en que sí ha habido progreso significativo. Esto es importante pues, en una economía globalizada es más eficiente dominar el mercado mundial de unos pocos productos que tratar de ser competitivo a nivel general. Ejemplos importantes de progreso e inversión en industrias de tecnología informática, maquila textil, turismo, desarrollo forestal y agroindustria de alto valor agregado se pueden identificar en la región y constituyen muestras de que, a pesar de la pobre competitividad y de que productividad general es baja, existen sectores de las economías en los que es posible competir globalmente. Los sectores de mayor crecimiento son los de maquila: textil, electrónica y de servicios; todos los cuales son, por definición, operaciones de zona franca en que las leyes usuales de los países respecto a impuestos, aranceles, aduanas, etc., gozan de regímenes especiales, y los de turismo en que leyes especiales; y los de turismo en que leyes especiales han sido creadas concediendo exenciones de impuestos y programas de atracción de inversiones. Es muy importante que los sectores más dinámicos de las economías centroamericanas, aquellas en que aparentemente sí se es competitivo; operan como zonas de libre comercio y no bajo los sistemas que operan las demás empresas de la economía nacional. 3. Desarrollo económico Las naciones de Centroamérica se dividen, de acuerdo con las clasificaciones del Banco Mundial, entre naciones pobres (Nicaragua), naciones de ingreso medio bajo (El Salvador, Guatemala y Honduras) y naciones de ingreso medio alto (Costa Rica). La producción per cápita (PIB per cápita) varía desde un mínimo de US$380 (en dólares de Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 22 1995) hasta un máximo de US$2610 (en dólares de 1995), mostrando no sólo una relativa pobreza, sino una productividad, definida como el valor agregado por miembro de la fuerza laboral (PIB dividido por población económicamente activa) bastante bajo en comparación con los países que lideran esta categoría a nivel mundial. Más preocupante que la situación en sí misma es la incapacidad de la región para alcanzar una relativa sostenibilidad en las tasas de crecimiento del PIB per cápita y de la productividad, reflejando que a nivel económico los países de la región aún carecen de un modelo que les permita crecer de manera sostenible y a tasas que, en plazos razonables, los lleva a salir de su pobreza relativa. La distribución del ingreso es bastante sesgada, por lo que no sólo es necesario crecer, sino asegurarse de que todos los niveles económicos de la sociedad se beneficien del crecimiento, tarea que sólo puede alcanzarse asegurando salarios crecientes en términos reales a mediano y largo plazo. El crecimiento de los salarios sólo es factible mediante un crecimiento de la productividad general de la economía. Sin embargo, el crecimiento de la productividad en la región ha sido errático y poco constante. En todos los países de la región ha habido años en esta década en que la productividad total ha disminuido. 4. Apertura y regionalización Existe un movimiento positivo en los países de Centroamérica respecto a alcanzar una mayor apertura de sus economías. El progreso de apertura ha sido largo, algunas veces inconstante e incluso ha dado pasos hacia atrás. Como tendencia, las naciones de la región van hacia una mayor apertura pero, para cuando la alcancen, es probable que otros países les hayan tomado ventajas competitivas que serán difíciles de remontar. Existen aranceles, impuestos y barreras no arancelarias al comercio. Existen restricciones a la participación de empresas privadas, locales y extranjeras en determinados sectores de las economías. Existen algunas restricciones, legales y prácticas, al movimiento de capitales. En comparación con algunas economías, Centroamérica es la región relativamente cerrada. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 23 Producción per cápita PIB per Cápita (US$ de 1995) Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Tigres Asiáticos Otros competidores de Asia Otros competidores mundiales Crecimiento del PIB (Promedio de 1985 a 1995) Paridad de Poder Adquisitivo (US$ de 1995, USA =100) 2610 1610 1340 600 380 19806 2,8% 2,8% 0,3% 0,1% -5,4% 6,3% 5850 2620 3340 1900 2000 19056 2165 5,4% 5802 9132 3,1% 11977 Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda No sólo existen aranceles, impuestos y mecanismos no arancelarios para dificultar la entrada de algunos bienes y servicios extranjeros, sino que hay sectores enteros que continúan operando como monopolios protegidos por el estado o que son directamente empresas estatales. En principio no hay ninguna razón para que las empresas estatales sean menos eficientes o menos competitivas que las empresas privadas salvo cuando, por diseño, se les convierte en monopolios protegidos que no sienten la presión de la competencia para mejorar sus sistemas, productos y servicios. Un monopolio estatal tiene los mismos vicios y defectos que un monopolio privado y por lo mismo, a mediano y largo plazo se convierte en un ente lente, burocrático, desactualizado tecnológicamente e incapaz de enfocarse sobre las variables de servicio al cliente que son determinantes de la capacidad de las empresas para competir y sobrevivir. En la práctica los monopolios estatales tienen una desventaja frente a los monopolios privados y es que están sujetos a los vaivenes políticos, a la burocracia estatal y a sistemas de presupuestación complicados, lo que los pone en mayor desventaja frente a los mercados competitivos. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 24 Apertura Económica Ranking en Indice de Apertura (entre 58 países) Ranking en Indice de Libertad Económica (entre 150 países) 25 42 40 44 52 14 17 50 34 51 85 108 9 39 17 45 Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Tigres Asiáticos Otros competidores de Asia Otros competidores mundiales Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda En términos de regionalización, el movimiento es positivo pero la velocidad del progreso es lenta. La cantidad de contactos formales e informales se ha aumentado a nivel de gobierno, de sectores privados y de empresas individuales. A pesar de estas señales de progreso ha sido imposible que la región establezca una zona de libre comercio, coordine sus sistemas aduaneros, priorice la infraestructura regional y se mueva agresivamente al establecimiento de un acuerdo regional que convierta a Centroamérica en un mercado único de 35 millones de personas. El liderazgo real en la integración regional lo ha llevado la empresa privada. Existen ya numerosos ejemplos de empresas de manufactura, agroindustriales, comerciales y financieras que han expandido sus operaciones a diversos países sirviendo como la verdadera fuerza de la integración económica de la región. El clima para la regionalización es más positivo en los países del llamado triángulo norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) que en Nicaragua y mucho más positivo que en Costa Rica, que es el país al que más le ha costado establecer una relación positiva con la regionalización de Centroamérica. A nivel extraregional, existen varios países en la región que han logrado acuerdos bilaterales de comercio con México y hay países que están buscando activamente acuerdos comerciales con Chile, Panamá y con MERCOSUR como un todo, lo cual da señales positivas en integración económica extraregional y apertura, pero que no son, de manera alguna, inconsistentes con la oportunidad de aumentar la integración efectiva de Centroamérica. 5. Educación, informática y tecnología La situación de Centroamérica en términos de educación es muy variada. La escolaridad promedio es baja, en relación con los países desarrollados y también en Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 25 relación con los países de mayor crecimiento económico en las últimas décadas. Los casos particulares de Guatemala y Honduras son los más graves, pues los porcentajes de analfabetismo y la baja escolaridad promedio hacen que para esos países sea prácticamente imposible dar un salto hacia industrias de mayor valor agregado y mayor nivel tecnológico en plazos relativamente cortos. Los casos de Nicaragua y el Salvador son también difíciles, mientras de haber iniciado una modernización bastante agresiva de su sistema educativo desde hace varios años. Situación de la educación Nodos de Internet (por cada millón de habitantes) Calidad General de la Educación (escala de 1 a 7) 4,2 2,9 2,4 2,3 2,6 5,1 439,3 4,3 2,5 1,0 34,2 3085,8 3,8 2,9 2,7 2,4 3,2 5,3 4,4 78,7 4,5 Rigor en Educación Científica y Matemática (escala de 1 a 7) Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Tigres Asiáticos Otros competidores De Asia Otros competidores Mundiales 4,3 4836,0 4,1 Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda La profundidad de la informática y la aplicación general de tecnología son bastante pobres en la región, con Costa Rica siendo la excepción. El nivel tecnológico de los procesos productivos y el uso y aplicación de la informática es bajo. No debe confundirse este hecho con la capacidad que tienen hoy las instituciones financieras, de seguros, y empresas multinacionales para mejorar su base tecnológica e informática. La empresa promedio de la región, el hogar promedio, la institución educativa promedio, etc., tienen un nivel de aplicación de la tecnología y de la informática bastante bajo. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 26 Situación de la tecnología Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Tigres Asiáticos Otros competidores de Asia Otros competidores mundiales Ranking General de Tecnología (entre 58 Países) Líneas de Teléfono (por cada 1000 habit.) Líneas de Teléfono Celular (por cada 1000 habit.) 42 56 53 58 57 16 163 52 27 29 23 n.d. 0,40 0,25 0,28 0,55 0,11 7,50 32 n.d. 1,75 20 n.d. 4,30 Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda 6. Manejo de los recursos naturales El manejo de los recursos naturales en Centroamérica, como en tantas regiones del mundo en desarrollo, está retrasado con respecto a lo que ya ocurre en los países más desarrollados y particularmente en Europa. La conciencia sobre la necesidad de administrar mejor estos recursos a nivel del gobierno es bastante alta y ya se han emitido leyes, creado áreas protegidas y establecido programas relevantes en casi todos los países y particularmente en Costa Rica y El Salvador. La situación en términos de algunas medidas tradicionales de manejo del medio es pobre, pues los países han sido y algunos continúan siendo, deforestados. Existe poca conciencia a nivel de empresas y comunidades sobre la contaminación del aire, del agua y de los suelos y no se dan muchos esfuerzos concretos por reducir la contaminación o su impacto. A pesar de la existencia de una gran cantidad de instituciones gubernamentales y no gubernamentales relacionadas con la protección, preservación y uso racional de los recursos naturales, ha sido muy difícil para la ciudadanía, particularmente para los más pobres, identificarse con las causas del medio, pues existen para ellos problemas muchos más inmediatos por resolver. 7. Atracción de inversiones y flujos de capital La atracción de inversión productiva en la región es deficiente. Comparado con otros países, tanto en términos globales como en relación a la población y al tamaño de la economía, la atracción de inversiones en Centroamérica es baja. Existen razones para esto, entre las cuales se encuentran la falta de enfoque (especialización, ser los mejores en pocas cosas), bajo desarrollo de infraestructura de negocios, fuerza laboral Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 27 relativamente improductiva y poco avanzada técnicamente, mercados locales pequeños y programas de información y mercadeo de país poco desarrollados. En comparación con los países más exitosos en este campo, los países de Centroamérica invierten pocos recursos en la atracción de inversiones, a pesar de que se ha logrado en los últimos años y en diversos países atraer inversiones importantes. La mayoría de la empresas que han invertido recientemente pertenecen a los sectores de maquila y turismo, áreas en que la región ha desarrollado cierta especialización y en las cuales, por su ubicación geográfica, ofrece ventajas comparativas y competitivas. Algunos de los países, particularmente Costa Rica y Guatemala, están desarrollando estrategia de posicionamiento mucho más específicas y han fortalecido su marco institucional para la atracción de inversiones, por lo que en un plazo relativamente corto deberían mejorar su desempeño en este campo. Los flujos netos de capital de los países de la región no son característicos de países exitosos en su proceso de desarrollo económico, pues sobre todo a nivel de sus ciudadanos privados más ricos, existe una gran tendencia a “exportar el capital” a mercados más seguros o más diversificados, disminuyendo la base del capital disponible para inversiones y reinversiones en las economías nacionales. Los marcos regulativos de los mercados de capital son deficientes y poco confiables para la población. Las bolsas de valores se concentran en el manejo de recursos del estado y las empresas privadas, en su mayoría familiares, se resisten a abrirse al público, manteniendo la base de recursos privados en relativamente pocas manos y reduciendo la capacidad de los ahorrantes individuales de convertirse en dueños parciales de los medios de producción. Existe poca confianza de los inversionistas individuales a la banca privada, en la bolsa de valores y en los mecanismos de control provistos por las respectivas superintendencias, pues en los últimos tiempos, en varios países de la región, se ha dado situaciones en las que le manejo de los recursos fue menos que adecuado y tendiente a proteger los intereses de los participantes del sistema y no de los ahorrantes individuales. El resultado ha sido que, aunque implique retornos más moderados, los ahorrantes prefieren invertir en títulos del estado y de la banca nacionalizada que en empresas privadas, limitando así los recursos disponibles para el financiamiento de la innovación, del progreso tecnológico y del crecimiento de la empresa privada de la región. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 28 Situación de mercados de valores Sofisticación de mercados de valores (escala de 1 a7) Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Tigres Asiáticos Otros competidores de Asia Otros competidores mundiales Desarrollo de mercados de valores (escala de 1 a 7) 2,6 3,6 2,9 2,0 2,5 4,5 3,5 3,8 3,6 3,4 2,5 2,5 4,5 3,2 4,8 4,5 Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán. Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 29 III. Escenarios posibles para Centroamérica y sus naciones u En esta sección se han creado escenarios individuales para cada una de las principales tendencias que fueron identificadas en la primera parte. Estos escenarios no son respecto a las tendencias en sí, sino más bien respecto a las posibles respuestas de política y acción de cada país ante ellas. Más que cuantificar el impacto de cada postura de los gobiernos de la región, la idea ha sido esquematizar el impacto en el producto de desarrollo y en las variables que de alguna manera interactúan con él. 1. Globalización, regionalización y apertura El primer escenario es uno en el que se analiza ¿qué le pasaría a cada nación si decide mantenerse relativamente cerrada a la globalización en una Centroamérica no integrada económicamente? En este escenario están implícitas dos acciones de política de los gobiernos: no apertura y no integración de las economías regionales, más allá de las que ya existen. Hay varios resultados de este escenario que se han demostrado en la literatura reciente o resultan del análisis de la experiencia reciente en la región. El escenario implica que se mantendría un sesgo hacia la protección de la industria local, causando que ésta siga siendo poco innovadora en términos de productos y de tecnología productiva; se mantendrían ciertos monopolios estatales y privados, resultando en que al menos los sectores en cuestión se hagan más burocráticos y lentos en su respuesta a sus cambios en las preferencias de los consumidores; invierten poco en innovación y tecnología y, en general, en sectores importantes de la economía que se mantendrían en rezago respecto a los de países competidores; se produciría un retraso en el proceso de modernización de infraestructura t tecnología de telecomunicaciones e informática, causado por el acceso limitado de capital fresco, nacional y/o extranjero a estos sectores; se mantendría cierta dificultad para establecer una economía agresivamente exportadora (sesgo antiexportador) y para establecer acuerdos bilaterales de comercio al no contarse con una actitud creíble hacia la explotación plena de la globalización; se daría una pérdida de imagen en los mercados de capital y en la atracción de inversiones al no abrirse la economía tan dinámicamente como en otros países, manteniendo mercados limitados para empresas internacionales que buscan explotar mercados globales. A corto plazo podrían mantenerse los niveles de empleo, pero a mediano y largo plazo se enfrentarían dificultades para mentener los niveles de empleo y sobre todo, el crecimiento de los salarios, pues la economía sería poco innovadora, poco dinámica y se centraría en el pequeño mercado local. Finalmente, la tasa de crecimiento de la economía estaría limitada por la escala de la economía nacional, al no poderse explotar plenamente el mercado regional de más de 35 millones de habitantes ni el mercado global y se produciría una pérdida directa de competitividad de sectores clave frente a aquellos de países que sí hayan dado el salto hacia l apertura y la competitividad global. Los resultados anteriores no son hipotéticos. Estos son los resultados que se están produciendo en aquellas economías que, por haber estado cerradas por muchos años y/o por continuar relativamente cerradas, reciben menos que “su parte” de la inversión mundial. Si a esté escenario se le agrega el crecimiento de la competencia entre regiones y países provocando por la apertura de China, del ex-bloque soviético y la regionalización de los países grandes del sur de América, entonces la situación para Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 30 Centroamérica es aún más difícil. En los próximos años la tendencia natural de muchas corporaciones será de invertir en China y en países y bloques grandes, maximizando así su participación en los mercados globales. El escenario contrario es la apertura total e inmediata, la cual implica una reducción de aranceles, la apertura de espacios al sector privado en todos los sectores de la economía, incluyendo aquellos típicamente reservados a la acción del estado, la emisión a aplicación de leyes antimonopolio y la apertura de todos los sectores a la economía internacional y la integración comercial inmediata de la región centroamericana. Este segundo escenario analiza ¿qué pasaría si la región se abriera rápidamente a la competencia internacional en todos los sectores de la economía, estableciera un marco de tiempo corto y definitivo para reducir todos los aranceles de importación y estableciera una actitud proexportadora y de atracción de inversiones en toda su economía? Este escenario sería, en teoría, altamente provechoso para las economías de la región, pues la historia económica reciente demuestra que las economías pequeñas y abiertas que han logrado dar el salto al desarrollo en la segunda mitad de este siglo lo han hecho mediante la explotación agresiva de los mercados globales, tanto en términos de sus exportaciones como en la atracción de grandes capitales a sectores clave de sus economías. Parte de esta historia, sin embargo, es que lo que existe es una gran oportunidad y nunca la seguridad de éxito tan solo por abrir la economía. El proceso de apertura debe ir acompañado de constancia y consistencia en lograr que los niveles de productividad de las economías sean más altos cada día, tanto en general como en aquellos sectores en que las economías tienden a especializarse. La productividad general incrementará mediante mayor competencia, que debe ser atraída y es más factible atraerla a un mercado regional que a uno local, a uno de 35 millones de habitantes que a uno de 5 millones. El rompimiento de monopolios se produciría mediante la integración de mercados en la región y mediante la apertura de los sectores con dicha estructura a competencia e inversión local y extranjera. El desarrollo de infraestructura se dará con inversión privada y no sobre la base de un estado que, al bajar aranceles, necesariamente reducirá sus gastos e inversiones. La atracción de inversiones se dará en parte por la mejora en el clima de negocios que representan la apertura y la regionalización y en parte por una mejora en los sistemas de promoción y mercadeo de los países y de la región misma. En otras palabras, la oportunidad que da la globalización hay que explotarla sistemáticamente, pues, sólo abrir la economía sin hacer las tareas que implica explotar esa apertura al máximo traerá lo negativo de la globalización sin sus beneficios. 2. Aumento de la competencia ¿Puede una economía aislarse del aumento general de la competencia? La respuesta a esta pregunta no puede ser categórica. Es prácticamente imposible lograr un aislamiento total del aumento general de la competencia, por estar ésta en manos, fundamentalmente, del sector privado. Pero un país puede hacer mucho por controlar la competencia y al hacerlo, cambiar radicalmente la magnitud de su impacto. Los escenarios posibles respecto al control de la competencia son de apertura total a la competencia, cero control de los mercados, en un extremo; y proteccionismo y control de precios, subsidios y tratamiento preferencial a sectores y/o empresas por el otro. El Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 31 primer escenario descrito es la libre competencia plena. El segundo es la competencia “administrada”. En el escenario de libre competencia plena se crean condiciones en que para sobrevivir y para lograr retornos superiores sobre las inversiones, las empresas deben ser innovadoras en productos, tecnología, procesos productivos y en todo aquello que por vía de los costos o por vía de los precios contribuya a la productividad de sus operaciones. En un inicio esta ruta es más dura para las empresas, pues las obliga a mantenerse siempre cerca de la frontera tecnológica, a crear puestos de trabajo para personal mejor entrenado en términos de tecnología, a renovar sus productos constantemente, a mantener sistemas de inteligencia de mercados para monitorear tanto su mercado como a la competencia y a asegurarse de obtener los mejores servicios y costos posibles en aspectos de logística, servicios públicos y administración. Sólo las empresas e industrias exitosas en algunos de estos campos son competitivas a largo plazo y benefician a los consumidores. Ellas son garantía de que los ciudadanos reciben los mejores productos, así como el mejor servicio, disponibilidad y accesibilidad que son posibles. Las empresas que se desarrollan en libre competencia se convierten en fuentes sostenibles de riqueza, pues la cultura de innovar y mejorar constantemente los aspectos del negocio sobre los que hayan decidido competir (productos diferenciados, tecnología superior, mano de obra única, logística superior, capacidad de respuesta a las necesidades de los consumidores) las hace fuertes, productivas y competitivas. En el sistema tradicional de proteccionismo basado en sudsidios, incentivos fiscales, tratamiento preferencial, protección arancelaria y otros mecanismos utilizados para proteger industrias nacionales, se crea efectivamente lo contrario de lo que logra la competencia plena. Una industria protegida tiende al conformismo, pues los retornos “suficientes” se logran sin mayores esfuerzos, sin necesidad de arriesgar e innovar, sin grandes inversiones en tecnología, pues el proteccionismo que se les otorga es proporcional a la ineficienconcia con que operan. El resultado de este sistema son empresas e industrias que no benefician a los consumidores, cuya riqueza es lograda por transferencias de otros sectores de la economía, que no renuevan sus productos y que lejos de ser generadoras de riqueza, se convierten en consumidoras de recursos nacionales, recibiendo transferencias de aquellos sectores que sí crean riqueza o del exterior. La industria protegida es lenta, poco innovadora, con productos promedio y logística inferior. Hay excepciones a esta regla. Entre las industrias protegidas hay algunas que sobresalen por sus constantes inversiones y modernidad, pero estas son precisamente las que sirven como fuentes de recursos para transferir a las industrias protegidas y, dado su carácter innovador, no se verían severamente afectadas por la apertura a la competencia. 3. Especialización de las economías Los dos escenarios que definen el rango de posibilidades en relación con esta tendencia son el desarrollo económico con base en la especialización de la economía en unos pocos sectores que sirven como turbinas de desarrollo económico o el desarrollo de una economía generalista que trata simultáneamente se estimular la producción de todo tipo de bienes y servicios en función de diversos momentos políticos. Los escenarios son, en este sentido, anti-intuitivos. La economía especializada requiere de una actitud más bien neutral por parte del gobierno, mientras que la economía generalista es una que subsidia en función de criterios cambiantes y más Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 32 bien políticos. Las economías más exitosas de la era moderna son relativamente especializadas, pero su especialización es el resultado de un proceso libre de desarrollo de industrias competitivas y no de la selección caprichosa de sectores por parte de economistas o políticos. Una vez que la dinámica del mercado, la cultura e historia, las preferencias de los empresarios, las ventajas naturales, la experiencia anterior y las inversiones del pasado hayan definido ciertas industrias como las de mayor competitividad global en una nación, el gobierno debe asegurarse de no obstaculizar en forma alguna su desarrollo, pero no debe enfocar su relación con ella o otorgar subsidios e incentivos específicos, pues a largo plazo éstos más bien causan daño a la competitividad de dichos sectores. La actitud del gobierno hacia la especialización debe ser de relativa neutralidad, reconociéndola y apoyándola en términos genéricos, en aspectos que beneficien a la globalidad de los sectores (infraestructura, telecomunicaciones, logística, educación técnica, crédito, apoyo a la institucionalidad sectorial), pero nunca convirtiéndolas en objeto de transferencias directas de otros sectores de la economía. El proceso natural de especialización resultará en sectores que se convierten, por períodos de tiempo, en importantes fuentes de riqueza para las economías, pero la especialización no es estática y más bien, a mediano y largo plazo, se profundiza, se diversifica y se renueva, asegurando sostenibilidad en el proceso de desarrollo económico. Por economía generalista se entiende una en que se apoya con poca discriminación a diversos grupos de poder político y económico, según lo dicten las circunstancias de la coyuntura. Muchas veces, usando una relativa especialización como excusa, grupos de interés logran apoyo preferencial del estado porque , son “los más pobres”, o los que “más han contribuido históricamente al desarrollo”, o porque representan “una nueva generación de industrias” o simplemente porque se encuentran “cerca” de las fuentes de poder político en términos de influencia. El problema con este enfoque es que, aunque en teoría toda industria con suficiente apoyo tiene una oportunidad de subsistir y a veces hasta de competir, en la práctica lo que ocurre es que se resta eficiencia en la asignación de recursos y se causan desperdicios de recursos escasos en industrias que no son realmente competitivas. El apoyo estatal lejos de hacer sectores competitivos hace sectores dependientes. Este tipo de enfoque le resta fuerza a la especialización real que se produciría si el gobierno actuara con neutralidad asignando recursos a funciones y no a sectores. Este es el modelo de subsidios y preferencias del que es necesario alejarse para alcanzar una verdadera especialización competitiva en la economía. 4. Educación, informática y Tecnología Dado que no tiene sentido argumentar contra mayor educación, informática y tecnología los escenarios relativos a este tema se harán en función de prioridad y urgencia, más que términos de estar a favor o en contra de la educación y la tecnología. Los escenarios por analizar son definidos como: hacer de educación, informática y tecnología de la más alta prioridad o mantenerlo en un nivel intermedio de prioridad, que es realmente el que se le da en la mayoría de los países de la región. En ambos escenarios se asume que la educación es un prerequisito para la explotación efectiva de la tecnología y de la informática. En cualquiera de los dos escenarios propuestos, los resultados alcanzados en términos de lograr mayor valor agregado en la economía, alcanzar mayores niveles de Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 33 sofisticación tecnológica y salarios crecientes a largo plazo podrían ser variables, dependiendo de cómo se comporten otros sectores de la economía. Sin embargo, sin una inversión importante en educación básica, técnica y superior, ninguno de los países de la región podría aspirar a mejorar las condiciones que se le ofrecen a la empresa privada en términos de tecnología ni para establecer operaciones competitivas en términos globales. Los países que han dado el salto hacia el desarrollo en la era moderna lo han hecho, en todos los casos sobre la base de darle un alto grado de prioridad a su sector educativo. Han existido otros factores determinantes del éxito en los modelos de desarrollo de estas naciones, pero en todos los casos una mejora sustancial en la educación ha formado parte integral de la estrategia para alcanzar competitividad y, sobre todo sostenibilidad, en el modelo de desarrollo. Si el inicio debe ser educación técnica, básica o superior depende de las circunstancias de cada país, pero sin una mejora sustancial en la educación básica lo alcanzable en términos de educación técnica o superior rápidamente alcanza su “techo”. La educación moderna debe preparar a los estudiantes para un uso más profundo de la tecnología y la informática, pues la sofisticación y generalización en el uso de la tecnología cada vez más sofisticada aún en procesos productivos y de servicios relativamente simples, es una realidad. Sin una educación moderna es estos términos, la capacidad de los países para atraer inversiones, para agregar valor a su producción y para establecer los procesos de innovación tecnológica y de productos que se requiere para competir, está estrechamente limitada. Los países que no inicien una reforma educativa agresiva y con un alto grado de prioridad en la asignación de recursos por parte de estado están condenados al estancamiento y, de no resolverse la situación a mediano plazo, posiblemente aún al retroceso económico. 5. Atracción de flujos de capital El primer escenario propuesto es de un país que revisa sus prioridades, asigna sus mejores recursos técnicos y humanos, abre su economía, moderniza su estructura institucional relevante y moderniza sus mercados de capital y, por tanto, se hace atractivo y confiable para la atracción de capitales extranjeros y para la repatriación de capitales nacionales previamente “exportados”. El segundo escenario propuesto es de un país que mantiene una estructura tradicional para la atracción de inversiones, sin hacer mayores modificaciones en los mercados de capital, en su marco institucional o en relación con la apertura de la economía. En el primer escenario podría esperarse que se logre atraer un mayor flujo de capitales hacia la economía nacional en cuestión. La atracción de mayores flujos de capital requiere cuatro elementos: la oportunidad (que será dada por la globalización; la regionalización; la apertura a inversiones en infraestructura, telecomunicaciones, etc.); la seguridad (que será dada por la confiabilidad del marco institucional, por la legislación vigente y el respeto a las normas que se dé en la práctica); el retorno potencial (que será definido por la productividad que sea alcanzable) y la información (que será función de la eficacia del mercado de país, de la constancia del mismo y de la promoción directa que se haga). El aumento del capital disponible es factor indispensable para alcanzar la competitividad de los sectores industriales, para la modernización de los sistemas productivos y, en fin, para darle sostenibilidad al proceso de desarrollo económico. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 34 En el segundo escenario los flujos de capital hacia la economía nacional seguirían sujetos a vaivenes políticos, a crisis en los países competidores o a iniciativas individuales de funcionarios y empresarios y no serían, por lo tanto, ni constantes ni necesariamente crecientes. El proceso de desarrollo económico se haría, como en el pasado, fluctuante en su ritmo. 6. Manejo de los recurso naturales Los escenarios más útiles es este caso son aquellos que comparan una economía en que se establecen condiciones que hacen de la ecoeficiencia una prioridad (o no) mecanismos modernos para evitar el desperdicio de los recursos naturales. En el primer escenario el país en cuestión crearía regulaciones que harían de la ecoeficiencia una medida creciente a nivel de empresas y penalizará el desperdicio de recursos naturales en todos los niveles de la sociedad. En el segundo escenario se mantendría una posición tradicional de nación en desarrollo, en la que es posible razonar el desperdicio de recursos en función de la pobleza. En el primer escenario la ecoeficiencia, definida como la habilidad de una empresa para alcanzar una igual o mayor producción sin incrementar sus insumos tangibles, debería aumentarse paulatina pero constantemente. Esto se logra, en la experiencia de las naciones más avanzadas en este campo, creando regulaciones que educan y obligan a las empresas a invertir recursos que, a la larga, resultan en mayor productividad y sostenibilidad del sistema productivo en cuestión. Las empresas más innovadoras identificarán en la ecoeficiencia una oportunidad de modernización productiva, de diferenciación tecnológica y/o en el mercado o de aumento de la productividad, que los lleva a ser más competitivas en su mercado y en su industria. El movimiento agresivo en esta dirección logra que el país se ponga a nivel de los principales mercados del mundo en términos de requisitos ambientales y por tanto no enfrente problemas a la hora de intercambiar bienes y servicios con ellos, logrando así sacar el mayor provecho posible a la globalización. Al mismo tiempo, en consistencia con este esfuerzo a nivel micro, se crean leyes y programas que protegen a los recursos naturales de un uso indiscriminado que compromete la capacidad económica del país a mediano y largo plazo y garantizan la sostenibilidad, en términos de disponibilidad futura, de los recursos críticos de la nación. En el escenario alternativo los países empezaron a rezagarse en términos de tecnología productiva, tendrán problemas para accesar a los principales mercados del mundo, pues sus productos no alcanzarán los parámetros de desempeño ambiental que se imponen, tendrán problemas para mantener su competitividad y sus empresas serán, en general, menos productivas. A nivel macro se continuará el proceso de degradación ambiental que a largo plazo limitará la capacidad productiva del país y reducirá su capacidad para seguir creciendo económicamente. 7. Aumento de la pobreza y consolidación de la democracia En esta sección no se presentan escenarios que se pueden construir con políticas y actitudes, sino más bien los escenarios que resultarían si un país de la región y/o la región misma no puede resolver sus problemas de desarrollo. Los escenarios no dicen, como en los casos anteriores, qué pasaría si se hace esto o aquello, si no más bien qué Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 35 pasaría con la democracia y la pobreza si no se encuentran modelos de desarrollo que permitan sacar provecho de las tendencias identificadas. El escenario “negativo” es aquel en que Centroamérica y sus países continúan siendo pocos competitivos como destino de inversiones, en que no se establecen industrias que aprovechen la globalización y la regionalización para servir como motores de desarrollo a las economías, en que no se crea sostenibilidad ambiental para permitir el desarrollo de futuras generaciones y no se crea suficiente riqueza para permitir salarios crecientes y una mejora en las condiciones de vida de los centroamericanos. En este escenario el crecimiento de la economía sería mediocre en todos los países, en el mejor de los casos sería fluctuante y, a largo plazo, se ensancharían las brechas entre las economías de la región y aquellas que sí tienen un modelo de desarrollo exitoso. En este escenario la pobreza como número absoluto seguiría creciendo y pondría en peligro la estabilidad política y la democracia. Como ya no hay modelos socialistas como alternativa de desarrollo, la tendencia sería hacia el totalitarismo. En el escenario alternativo los países y sus ciudadanos, empresarios, gobernantes y trabajadores aprenderían a sacar el máximo provecho de la globalización y de la regionalización de las economías. En este escenario se desarrollarían industrias competitivas a nivel global y se crearían condiciones donde muchos sectores y muchas industrias podrían prosperar competitivamente. La competencia conduciría a las empresas hacia mayor tecnología y, a través de mejor tecnología y educación, hacia salarios crecientes y una distribución efectiva de la riqueza generada por la economía. Las economías de los países crecerían a ritmos significativos de manera sostenible y empezarían a resolver los problemas de pobreza en la región. Ante una situación de prosperidad los modelos políticos vigentes se consolidarían. Los escenarios construidos no son caprichosos. Ellos son el reflejo de la experiencia acumulada de aquellas economías pequeñas que en la segunda mitad de este siglo han logrado desarrollarse y resolver sus problemas de pobreza absoluta y relativa. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 36 IV. El cambio de Centroamérica u Ninguna entidad social puede resistirse por largo tiempo a los cambios en su entorno. A largo plazo, todas las entidades entran en procesos de adaptación para sobrevivir en “su nuevo ambiente”. Las sociedades de Centroamérica no están exentas de esta realidad y, ante la magnitud y velocidad impresionantes de los cambios que se están dando en su ambiente, no tienen alternativa. Deben adaptarse a su nuevo contexto si es que quieren sobrevivir como sociedades factibles. Y, ¿cuál es la función de una sociedad sino agregar el bienestar de cada uno de sus miembros? Los modelos de desarrollo de las sociedades centroamericanas deben cambiar. Deben hacerlo porque, para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, los modelos anteriores de desarrollo se han quedado cortos ante las tendencias de cambio que nos afectan. La experiencia, reciente en términos históricos, de los países que hoy citamos como modelos de desarrollo, es que en esta era económica sacar provecho de las grandes oportunidades globales es el camino más eficiente al desarrollo. En la segunda mitad de este siglo, un número importante de países han demostrado que con gran constancia y consistencia de propósitos, es posible saltar al desarrollo en dos o tres décadas. La pregunta para los centroamericanos es si tendrán la suficiente fuerza, la suficiente convicción para ser constantes y consistentes por 20 años. No existe un modelo de desarrollo. Lo que existe es una dirección general, dictada no por economistas, políticos o futurólogos, sino por las grandes tendencias que definen nuestro contexto dinámico de hoy. Globalización, regionalización, competitividad, especialización, tecnología, conocimientos y mantenimiento del medio definen la dirección del desarrollo económico hoy. Es posible que mañana sean otros factores, pero hoy son estos y con ellos se debe trabajar para construir un modelo de desarrollo que nos garantice la supervivencia y el éxito como sociedades. Es importante aprender a usar como criterios de decisión, las alternativas y oportunidades que el nuevo contexto y sus cambios constantes nos otorgan. Los gobernantes y los estrategas empresariales deben preguntarse cómo aprovechan sus decisiones de política y estrategia la globalización, cómo contribuye a atraer nuevos flujos de capital hacia la economía, cómo contribuyen a desarrollar una fuerza laboral más preparada técnicamente y, en fin, cómo se relacionan con las grandes tendencias que definen nuestro contexto. La idea no es que se deba ser reactivo ante los cambios, sino más bien aprovechar las tendencias para sacar ventaja frente a la competencia a nivel de empresas, sectores y países. El sector laboral debe exigir consistencia de propósito para garantizar su bienestar a largo plazo. Los salarios crecientes son el resultado de una economía exitosa y una economía exitosa se construye sobre un sector privado dinámico, competitivo y creciente. La fuerza laboral debe procurar que se le prepare mejor para acceder a mejores puestos de trabajo. La educación básica de alta calidad, el acceso a educación técnica y preparación en informática deben estar al tope de la lista de objetivos de cualquier organización laboral centroamericana que pretenda, no preservar la mediocridad de su situación actual, sino contribuir a crear mejores condiciones de vida para todos sus trabajadores y dependientes Los gobiernos deben alejarse de los modelos de desarrollo basados en la asignación privilegiada de recursos y crear una auténtica marea que permita a todos los sectores Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo 37 aumentar su productividad internacional. Los gobiernos deben también abrir espacios a la globalización, permitir que el sector privado contribuya al desarrollo de todos los sectores de la economía y ser agresivos en la regionalización de sus economías, no bajo modelos predefinidos, sino sacando el mayor provecho posible de las circunstancias que enfrentan. El sector privado debe aprender a competir globalmente. Existen numerosos ejemplos de éxito en la región, todos ellos basados en la creatividad, el empresarialismo, la inversión constante, el trabajo bien remunerado y la tecnología. El proteccionismo sólo retrasa la inevitabilidad de la competencia y atrofia la capacidad competitiva y creativa de los empresarios. La agenda del sector privado debe ser hacia la productividad y en esto se debe pedir al estado una fuerza laboral mejor preparada, mejores condiciones de infraestructura, acceso a los flujos internacionales de capital y la preservación de los recursos naturales críticos para la producción. Todos los sectores en conjunto deben dedicarse a crear una auténtica marea de prosperidad, que permita mejorar la productividad de todos los sectores de la economía para así generar la riqueza que se requiere para acabar con la pobreza, consolidar la democracia y asegurar la sostenibilidad del desarrollo humano de Centroamérica. Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo Bibliografía Artavia, R. y Larraín, F. Competitividad de Centroamérica – Costa Rica. CLACDS, San José, 1997 Artavia, R. y Larraín, F. Competitividad de Centroamérica – El Salvador. CLACDS, San José, 1997 Artavia, R. y Larraín, F. Competitividad de Centroamérica – Guatemala. CLACDS, San José, 1997 Artavia, R. y Larraín, F. Competitividad de Centroamérica – Honduras. CLACDS, San José, 1997 Artavia, R. y Larraín, F. Competitividad de Centroamérica – Nicaragua. CLACDS, San José, 1997 Artavia, Roberto. “Los Retos del Desarrollo de Cara al Siglo XXI”. 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