Download Descargar el documento de esta mesa
Document related concepts
Transcript
VI Encuentro Nacional de Estudiantes de Economía. Universidad de Los Andes. Mérida, Estado Mérida. www.enee.org.ve Autor: Villaquirán, Andrea 1. andreavillaq@gmail.com Tutor académico: Econ. Castillo, Dylan2. dylanjcastillo@gmail.com 1 2 Estudiante del 7mo semestre de Economía, Universidad de Los Andes. Economista egresado de la Universidad de Los Andes. DIVERSIFICACIÓN ECONÓMICA: POLÍTICAS SECTORIALES PARA EL DESARROLLO PRODUCTIVO Venezuela ha sido históricamente un país dependiente de las exportaciones de materias primas. Inicialmente, los ingresos por exportaciones más cuantiosos provenían del sector agrícola (cacao y café) y luego, desde la tercera década del siglo XX, se le dio paso al producto que sigue dominando las exportaciones del país hasta el día de hoy: el petróleo. Esta dependencia le ha dado el carácter particular a la economía venezolana de ser una economía rentista. La explotación del petróleo otorga una renta captada internacionalmente con cargo a la propiedad del Estado de unos medios de producción no producidos (Gutiérrez, 2010). Al ser esta actividad intensiva en el uso del factor capital y no del trabajo ha permitido que se desarrolle en el país un fenómeno característico de las economías rentistas, en el cual el salario real no es proporcional a la productividad laboral, dado que el Estado obtiene permanentemente un ingreso adicional, de magnitud significativa en relación con el producto total, sin tener que generar su contrapartida de esfuerzo productivo en el país. El Estado, en Venezuela, al ser propietario de la tierra es propietario de los recursos que en él se encuentren, por consiguiente, del recurso petrolero y la renta que este concede. De este hecho se exprimen dos consecuencias importantes: en primer lugar, el Estado no depende de los impuestos ciudadanos para financiarse, por lo que tiene cierto rango de autonomía; en segundo lugar, este debe encargarse de la distribución y puesta en circulación de la renta, como resultado el Estado rentista tiene un poder muy alto en la economía por lo que se genera una gran diferencia entre el poder estatal y el poder ciudadano pues reside en las decisiones políticas del gobierno de turno la repartición de la renta, de manera que no tiende a ser inusual la discriminación a nivel político económico por parte del gobierno. Para cumplir con la responsabilidad de distribución de la renta petrolera el Estado usa distintas vías directas (como transferencias, subvenciones, etc.) e indirectas (a través de impuestos, servicios públicos a bajo costo, apreciación del tipo de cambio, entre otras). Un importante mecanismo distributivo que pone en práctica el Estado venezolano es la creación en exceso de empleos en el sector público, en principio, como una respuesta a las pocas oportunidades de empleo que ofrece el mercado laboral en el país y, como consecuencia de su autonomía con respecto a los impuestos ciudadanos tiene la capacidad de contratar más empleados de los que realmente necesita. La problemática en cuanto a estos empleos es que no son verdaderamente productivos sino que generan alteraciones en la dinámica de la economía, por una parte, representan trabas burocráticas a la iniciativa privada y por la otra, ejercen presiones inflacionarias al aumentar la demanda de bienes y servicios en base a un salario sostenido por una renta sin contrapartida de producción. La actividad rentista, como se ha dejado en evidencia, produce una serie de distorsiones sobre la actividad económica, influyendo sobre distintas variables macroeconómicas que modifican el comportamiento de los agentes económicos, tanto en el corto como en el largo plazo. En la historia venezolana se ha experimentado como tendencia la apreciación del tipo de cambio real, lo que ha dejado en desventaja las exportaciones con respecto a las importaciones pues mientras las primeras se encarecen, las segundas se abaratan; de este modo, la producción nacional no rentística se ve afectada negativamente, al dificultarse su exportación y se favorece la proliferación de bienes no transables (Gutiérrez, 2010). En la década de 1950, en vista de la apreciación del tipo de cambio real, se experimentó una acumulación de capital extranjero, proceso que continuó hasta entrados los años setenta, para mediados de esta década el capital superaba la cantidad de trabajadores; comienza, entonces, a disminuir la inversión privada en capital y a tomar mayor importancia el capital público, cuestión que se mantiene hoy en día, debido a diversas políticas económicas incorrectas y más recientemente al hostigamiento y persecución del sector privado. Dada la preponderancia del petróleo dentro de la estructura exportadora venezolana y considerando las distorsiones económicas generadas por la apropiación de la respectiva renta petrolera, otros sectores productivos se vieron afectados negativamente, disminuyendo su contribución al PIB de la nación, así, hoy en día las exportaciones petroleras y de derivados del petróleo representan más del 90% de los ingresos totales por exportaciones, lo que coloca al país en una situación vulnerable a los vaivenes de la demanda y oferta internacional del petróleo, puesto que tienen un efecto directo sobre el precio del mismo. La diversificación económica ha sido un objetivo de gobiernos venezolanos en los últimos 75 años pues la producción generada en distintos sectores amortigua el efecto que puede tener un shock negativo sobre un sector específico de modo que se mantiene la estabilidad económica, asimismo, al existir distintos sectores productivos existe una mayor cantidad de empleos diversos lo cual produce un efecto positivo disminuyendo la dependencia de los ciudadanos hacia el Estado, es decir, reside más poder en los ciudadanos que en el Estado, algo característico de una democracia; esto se refleja en una disminución de los niveles de pobreza, en vista de que, contando con una oferta mayor de empleos de calidad en el mercado, los empleos en el sector informal disminuirían, ofreciendo oportunidades de superación a personas de sectores bajos y medios. Más allá de los problemas causados por una estructura exportadora que depende primordialmente de un solo producto (que además no se produce), surge una pregunta impostergable: ¿Cuál es el futuro del petróleo? La actual búsqueda de fuentes de energía alternativas, sustentables y más baratas, que se verá fortalecida a finales de este año con la entrada en vigor de los objetivos de Desarrollo Sustentable promulgados por la ONU, hace pensar que la opción de continuar postergando la modernización de otros sectores productivos puede terminar siendo una apuesta de alto riesgo y bajo retorno. La diversificación de la economía hacia productos que generen mayores derrames tecnológicos y la maduración de nuevos sectores productivos, permitirá a los países petroleros hacerse resilientes ante las dificultades que podría enfrentar la industria petrolera en el futuro. Todas estas son razones para que un objetivo fundamental de la política económica venezolana sea el de disminuir la dependencia del petróleo aumentando la productividad de sectores ya existentes pero con poco desarrollo tal como el sector agropecuario con sus potencialidades ya conocidas en la historia venezolana con rubros como el cacao, café y actividades como la ganadería; el sector industrial apoyándose en los encadenamientos productivos que pueden generar actividades del sector primario; el sector turismo aprovechando la diversa gama de ambientes que posee el país; también otro tipo de sectores que bien si no existen ventajas comparativas dinámicas en los mismos se hacen muy importantes en la actualidad mundial como lo es el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información, y de tecnología en general. Por otro lado, la diversificación del aparato productivo no significa que no se deban continuar los progresos en el sector petrolero, por el contrario, la inversión en este sector debe continuar mientras el petróleo siga siendo la fuente de energía primordial y es que no debe dejar de ser una prioridad para Venezuela el incremento de la productividad y competitividad del sector ya que aun siendo un país exportador de petróleo, es importador de algunos productos derivados del mismo tales como acetona, neumáticos, algunos tipos de polímeros, entre otros, además de productos necesarios para la refinación del petróleo como naftas y MTBE. Existen razones económicas y oportunidades de desarrollo que deben impulsar una política que nos lleve a ser el líder mundial en este sector, más aún tomando en cuenta que parte de estos ingresos pueden dirigirse a apalancar otros sectores componentes de la economía y con la búsqueda de energías alternativas ya mencionada “la cuestión de importancia para Venezuela más bien debe plantearse de la siguiente manera: ¿tendremos tiempo suficiente como nación para replantearnos una nueva perspectiva de desarrollo que nos permita aprender de los errores pasados y utilizar esta vez exitosa y oportunamente los recursos petroleros antes de su reemplazo en la economía mundial por otra fuente energética?” (Ochoa, 2008, p.7). A pesar de que la diversificación ha sido una meta económica aproximadamente desde los años cuarenta las distorsiones estructurales generadas por el carácter rentista de la economía venezolana, el mal diseño e incorrecta implementación de políticas económicas han impedido la realización palpable de este objetivo. Sin embargo, si bien es cierto que salir de la condición de Estado monoproductor o productor de pocos bienes no es tarea sencilla, es posible; esto es observable en experiencias similares de otros países que han logrado mejorar considerablemente las condiciones de vida de sus ciudadanos gracias en parte a la diversificación de la economía, un ejemplo cercano es Chile, con sus abundantes recursos mineros, en especial, cobre. A partir de dichas experiencias y el aprendizaje de errores pasados como bien dice Ochoa (2008), se pueden evaluar las maneras de lograr este objetivo. No obstante, primero, es necesario entender que es primordial realizar cambios institucionales profundos que disminuyan la conducta rentista de los agentes económicos pues esta impide la diversificación a pesar de las políticas que puedan ser empleadas para lograrla. Para North (2005) las instituciones constituyen “la estructura de incentivos de la economía”, de manera que, las economías con un pobre desempeño económico tienen un marco institucional que no proporciona incentivos a las actividades que mejoran la productividad, así, en una economía rentista las instituciones no solo determinan la eficiencia y efectividad de políticas económicas, sino que, también son las que pueden restringir o propiciar una conducta rentista. En el caso venezolano, las instituciones han mostrado tener una trayectoria en incentivar tanto conductas rentistas, que generan improductividad permitiendo la obtención de beneficios sin esfuerzo por parte de los agentes económicos, como políticas clientelares también improductivas, de esta forma se puede concluir que para economías donde existe un recurso natural “si las rentas (del recurso) estimulan la economía productiva o inducen maniobras para ganar ventajas en la élite depende de la calidad de las instituciones” (Wright, 2004, citado por Ochoa, 2008). Un ejemplo de esto es Noruega , donde instituciones eficientes evitaron que surgiera una conducta rentista y un conflicto en cuanto a la distribución de la renta, permitiendo un alto desarrollo económico. En segundo lugar, otro aspecto importante para el logro de la diversificación es el conocimiento, no solo el conocimiento académico sino el conocimiento técnico obtenido a través de la experiencia (know-how), esto es esencial para conseguir la diversidad y además la complejidad de la base productiva, es decir, la realización de productos complejos que requieren una gran interacción de distintos tipos de conocimiento, como por ejemplo: carros, aviones, tecnología robótica, entre otros. Una economía diversa y compleja implica que hay una gran variedad de conocimiento productivo, en contraste, una economía poco diversa y simple implica que la variedad de conocimiento productivo es poca. (Hausmann, Hidalgo et al., 2013). Los niveles de complejidad de la economía de una nación se reflejan en sus niveles de PIB, sin embargo, para algunas economías basadas en la exportación de recursos naturales este no es el caso, pues aunque puedan ser poco diversas y poco complejas pueden gozar de un alto PIB debido a la explotación de estos recursos. Esto sucede en Venezuela, la economía del país tiene una base productiva no diversificada basada en la producción de un sector, lo que en otras palabras significa que no existe una gran variedad de conocimiento en el país. Hausmann, Hidalgo et al. (2013) señalan que los países con un pobre desempeño económico deben buscar la acumulación del conocimiento productivo pero surge el problema del “huevo y la gallina”, en este caso, los conocimientos y las empresas donde aplicar estos conocimientos, i.e., el problema es como empezar a acumular conocimiento productivo que no existe para emplearlo en una industria que tampoco existe, lo que sucede en países poco diversificados. Una solución propuesta es que la producción de estos países se desarrolle en torno a su cartera de productos, en otras palabras, que la producción se mueva hacia productos cercanos de los que ya produce ya que esto es más fácil en términos del conocimiento necesario, pues el país al ya estar especializado en un producto en particular, alejarse tan solo un poco de este representa agregar una pequeña cantidad de nuevo conocimiento al que ya se tiene sobre el producto original. Sin embargo, los países que sufren de una estructura poco diversificada no deben conformarse únicamente con agregar valor a la materia prima que poseen sino que de forma gradual deben separarse de su producción tradicional, tomando el ejemplo otorgado por Hausmann(2014) se tiene a Finlandia donde los bosques son abundantes, su economía no se basa únicamente en la exportación de madera sino que en vista de que necesitaban cortar árboles para obtener la madera, los finlandeses se comenzaron a especializar en la producción de máquinas para cortar madera y progresivamente hacia otro tipo de máquinas ya automatizadas y tecnología electrónica. La difusión del conocimiento toma un papel crucial en el proceso de diversificación y complejización de una economía, esta ocurre gracias a los canales de comunicación existentes hoy en día, a la formación educativa, al transcurrir del tiempo, a la interacción del capital humano y a la organización de la sociedad pues radica en ella como el conocimiento que puede poseer un individuo se combina con el conocimiento del resto de los individuos para así crear una mayor cantidad de productos mucho más complejos. Internacionalmente, la difusión del conocimiento se da gracias al intercambio comercial, a la inversión extranjera directa, la inmigración y la relación del país con sus países vecinos dado que la cercanía facilita la absorción del derrame del conocimiento (Ver G.Peri, 2006; Bahar,Hausmann e Hidalgo, 2012). Para que un país aproveche los efectos de derrames de conocimiento y de tecnología, la apertura internacional y aplicación de políticas que promuevan el desarrollo educativo, la inversión en Investigación y Desarrollo, la existencia de un programa de licencias tecnológicas permitirán un ambiente propicio para el alcance de este objetivo. En la actualidad, la economía venezolana, aún situada en un contexto rentista, es regida por un gobierno proclive a la implementación de políticas clientelares que no generan eficiencia en la economía ya que tienden a representar gastos corrientes y no de capital, es decir, que no existe una verdadera inversión en el aparato productivo nacional aunque exista el intento de la puesta en práctica de ciertas políticas económicas estas no son efectivas pues no están integradas coherentemente al plan de la nación, además se ven entorpecidas debido a que el factor político predomina por sobre el económico y este mismo hecho perturba el correcto funcionamiento de las instituciones que deben ser vigilantes de que los recursos asignados sean destinados a lo preestablecido y no a otros fines (políticos y personales). La continuación del modelo rentista petrolero sin el respaldo productivo de otros sectores ha impedido el crecimiento económico, según el balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe (CEPAL, 2014) la economía venezolana se contrajo en un -3.0% para el 2014. En los últimos meses el precio del petróleo ha llegado a mínimos que han afectado la dinámica económica que junto a los controles de precios y otros factores han terminado por causar un desabastecimiento alimentario en todo el país, además, bajos salarios, una inflación que se estima que cerrará el año cerca del 200%, un sector informal que crece aceleradamente, la emigración de profesionales que deja al país con menos capacidad productiva, estas y otras variables no hacen más que confirmar la crisis en la que se encuentra la economía venezolana. Bajo la crisis actual, es preciso entender que la intervención estatal es completamente necesaria. Por ello, además de las necesarias reformas institucionales que se deben realizar también están en agenda el diseño e implementación de políticas económicas que encaminen la economía venezolana hacia la senda del crecimiento, políticas generales que permitan recuperar el equilibrio económico y una vez alcanzado, políticas que atiendan al entorno y problemas específicos de cada sector económico. Las políticas sectoriales constituyen uno de los instrumentos a aplicar conocido el rendimiento actual de un sector y su rendimiento potencial, pueden permitir la reducción de la brecha entre uno y otro garantizando el desarrollo de los sectores para los cuales hayan sido concebidas. Antes de diseñar e implementar estas políticas es imprescindible que los hacedores de la mismas hagan un estudio de los sectores económicos de la nación para determinar en cuales se hace más necesario o más útil la aplicación de dichas políticas, según ciertos criterios, entre ellos destacan el carácter estratégico de las actividades, ya sea por su peso en el producto, exportaciones o empleo a nivel nacional y subnacional, la intensidad en conocimiento, el potencial de incrementar la productividad o el dinamismo del mercado internacional. (Peres, 2004). Se procederá a realizar una evaluación, poco profunda, del estado actual de algunos de los sectores económicos más representativos de Venezuela, que de alguna manera u otra cumplen con estos criterios. Sector agropecuario El sector se encuentra gravemente debilitado a pesar de que es clave para otorgar abastecimiento alimentario a toda la nación. Las políticas implementadas referentes a este sector en los últimos años no han sido muy beneficiosas, por ejemplo se tienen las políticas de control de precios, las cuales no envían las señales correctas a los actores de la actividad agropecuaria ya que no reflejan sus verdaderos costos de producción, causando que los mismos incurran en pérdidas por lo que se ven desmotivados a continuar la producción; esto termina por generar escasez y mayor dependencia de las importaciones, lo que aunado a la actual falta de divisas deja al país en una situación compleja. Para enfrentar los obstáculos que enfrenta el sector se debe considerar que Venezuela forma parte de una serie de acuerdos regionales que podrían impedir la imposición de políticas de protección contra las importaciones (Gutiérrez, 2007). De manera que, se deben implementar otro tipo de políticas que permitan aumentar la competitividad de los rubros agrícolas y pecuarios para que puedan enfrentarse en el mercado ante productos importados, también se deben implementar políticas en miras a mejorar la calidad de vida de las personas que habitan en el campo a través de mejoras en la infraestructura, principalmente en el sistema educativo y de salubridad, para así disminuir la migración rural hacia las ciudades, donde terminan existiendo lugares marginalizados ya que el sector privado y/o público no ofrece suficientes empleos para captar a todas estas personas provenientes del campo y como resultado, el sector agropecuario se ve en una deficiencia de mano de obra. Sector minero y metalúrgico Este es uno de los sectores no petroleros que tiene más peso como fuente de ingresos del país, siendo sus productos más representativos la fundición, hierro, acero, aluminio y manufacturados de este; en los últimos años la producción del sector ha retrocedido, disminuyendo su participación en los ingresos del país. Esto se debe a causa del deterioro que han sufrido empresas en el área, como SIDOR, C.A. La estatal, según fuentes no oficiales, trabaja a un 26% de su capacidad instalada y es que la falta de insumos y repuestos para maquinarias, una nómina abultada y problemas eléctricos han afectado la productividad de la empresa. Venezuela dispone de una amplia riqueza minera, aun así el sector está en crisis afectando seriamente al sector construcción. Algunos creen que se debe revertir el proceso de nacionalización, garantizar la libre iniciativa y las inversiones privadas mientras que otros siguen creyendo en la nacionalización. Sector Turismo: Es claro que en términos económicos, debido al impacto que puede generar en actividades relacionadas como aeroportuarias, portuarias, construcción y telecomunicaciones generando puestos de empleo de forma directa e indirecta, el turismo es una actividad altamente beneficiosa y desde luego, también desde el punto de vista ecológico alentando a los gobiernos a promover actitudes de protección del ambiente. En Venezuela, existen una variedad de ambientes (playas, selva, montañas) que pueden llamar la atención a aquellas personas que busquen unas vacaciones de relajación o de aventura, sin embargo, estas potencialidades no son explotadas. Según estadísticas de la OMT para 2013 la llegada de turistas internacionales a Venezuela fue de 986 mil personas siendo el 4to país menos visitado de Sudamérica, los primeros lugares siendo ocupados por Guyana, Suriname y Bolivia, respectivamente. Necesariamente, el gobierno venezolano y el sector privado deben cooperar para fomentar una cultura turística en las zonas de interés en el país. El gobierno como responsable de las obras públicas se ve obligado a mantener una infraestructura que embellezca la zona turística y facilite el traslado, mientras que desde el punto de vista privado, los hoteles y otras atracciones son un fuerte estímulo para los turistas. De esta forma, es evidente la relevancia de la inversión pública y privada, a su vez de otras políticas como, por ejemplo, el otorgamiento de beneficios fiscales por un período determinado a hoteles internacionales, préstamos a pequeñas y medianas empresas con una iniciativa hacia el desarrollo del sector, preservación de la cultura propia de una región y de su naturaleza, capacitación en trato al turista, promoción a través de la mercadotecnia, entre otras, que en un largo plazo pueden generar altos beneficios. Sector Industrial La falta de divisas, materias primas, repuestos para maquinarias y la inflación ha golpeado fuertemente este sector, en especial a las pequeñas industrias. Para el cierre del 2014 las industrias más afectadas fueron la de papel y cartón conjunto con la de madera y muebles según la “encuesta de coyuntura industrial” elaborada por CONINDUSTRIA; la industria alimentaria también sufre los efectos de la crisis viendo su producción disminuida lo que empeora la situación de desabastecimiento alimentario. Se deben abandonar las políticas que atenten contra la iniciativa privada, y dirigir los esfuerzos al fortalecimiento del diálogo público privado y a la implementación de aquellas políticas que promuevan a pequeñas, medianas y grandes empresas, con énfasis en las que sean intensivas en el empleo de mano de obra, como políticas de financiación, desregulación, capacitación y formación de capital humano, promoción de exportaciones, atracción de inversiones extranjeras, entre otras; que bien implementadas bajo un concepto macroeconómico estable traerán resultados positivos a la economía en conjunto. Sector Petrolero La práctica del Fracking como método de extracción en Estados Unidos provocó un aumento de la oferta mundial de petróleo causando la baja de los precios del petróleo que ha afectado tanto a la economía venezolana. Además de esto, PDVSA,S.A ha reportado caídas en la producción de barriles por día. Para 2013 la producción fue de 3 M(b/d) y para 2014 de 2.8M(b/d), bajo este panorama, el gobierno buscó apoyo en la República Popular China obteniendo préstamos de esta, recientemente de 5000 millones $ con objetivo de aumentar la producción petrolera en el país y los ingresos del mismo. Estos préstamos son y serán pagados con envíos de barriles de petróleo, comprometiendo producción e ingresos al país en el futuro, ingresos que no podrán ser usados para promover otras actividades productivas. Internamente, desde los eventos en las refinerías de Amuay y el Palito en el 2013 la falta de inversión y mantenimiento en las mismas parecen ser incuestionables, se dan continuas fallas en plantas de producción o unidades de conversión que afectan el funcionamiento operativo de la empresa, por si fuera poco, las actividades sociales que lleva a cabo la estatal la han desviado de sus funciones principales convirtiéndola en una empresa ineficiente. PDVSA está en decadencia, siendo uno de los factores causantes los bajos precios del petróleo se debe tomar en cuenta que estos pueden volver a recuperarse, quizás no este año. Algunos estudios estiman que el petróleo será reemplazado por otra energía paulatinamente, apuntan que para el 2050 el petróleo todavía será una fuente de energía importante pero compartirá el mercado con otras energías renovables como la eólica, solar, biomasa, entre otras (Escenarios energéticos 2050 Shell, 2008). En el supuesto de que estas estimaciones lleguen a ser ciertas, Venezuela aún tiene tiempo para continuar explotando la actividad petrolera, por ello, PDVSA y empresas relacionadas deben administrarse eficazmente teniendo claro las funciones de las mismas sin motivos políticos de por medio. Sector Tecnológico Un objetivo claro del gobierno nacional debe ser el desarrollo en materia tecnológica ya que es transversal a todos los sectores, en este sentido, el gobierno debe impulsar la investigación e inversión privada en la creación y transferencia de nuevas tecnologías.Los avances tecnológicos permiten el aumento de la productividad de todos los actividades económicas y de los niveles de vida de las personas. En distintas partes del mundo se trabaja en robótica, biotecnología, nanotecnología, tecnología de comunicaciones e información, diseño de ciudades inteligentes y un sinfín de cosas; la brecha tecnológica se amplía cada vez más entre países desarrollados y subdesarrollados a su vez ampliando la agenda de estrategias nacionales en este tema. ** Antes de implementar políticas de tipo sectorial se debe superar la crisis actual para que estas puedan llegar a producir verdaderos efectos en la economía pues como se ha dejado en evidencia, ésta afecta la productividad de todas las actividades económicas así como también el estilo de vida de la población. Otra consideración importante sobre las políticas sectoriales es que los formuladores deben establecerlas en base a la capacidad de las instituciones para la implementación de las mismas, y a objetivos cuantificables de manera que en un tiempo estipulado se puedan evaluar los resultados de la puesta en práctica de dichas políticas y determinar si estas fueron eficaces o no. En caso de que sean eficaces, pueden incluso generar un impacto sobre el conjunto del sistema económico, posibilitando la diversificación de la economía en un largo plazo. La economía venezolana se enfrenta ante múltiples obstáculos, la forma de superarlos se encuentra en un cambio hacia un modelo que garantice libertades económicas y la reforma de las instituciones hacia unas de mayor calidad, de forma que se estimulen el emprendimiento, la innovación, la creatividad, el trabajo, que se retenga el personal calificado en el país dándole oportunidades de desarrollo y a su vez desestimule el clientelismo, el nepotismo, la especulación en el cambio de divisas y en el tráfico de mercancías; que de confianza a los habitantes, inversores privados nacionales e internacionales al entender que las leyes son justas y los acuerdos amparados en esas leyes son respetados; que todos los ciudadanos a través de mecanismos democráticos puedan participar e intervenir en el accionar estatal sin distingo político. Esto, junto con la implementación de políticas acordes a la consecución del crecimiento con un uso sensato de los ingresos petroleros, y no con políticas de corto plazo que solo ofrecen una solución temporal a problemas de orden estructural, prometen un incremento de los ingresos de la nación, por tanto, la meta del aumento de los niveles de vida de la población se convierte en un horizonte alcanzable al permitir que políticas sociales que buscan distribuir los recursos, a través del suministro de servicios de salud, vivienda digna, educación de calidad y seguridad, sean sustentables y generen efectos permanentes. Referencias Bibliográficas Bahar, D; Hausmann, R; Hidalgo, C. (2012) International Knowledge Diffusion and the Comparative Advantage of Nations. Center for International Development, Harvard University. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, 2014, (LC/G.2632-P), Santiago de Chile, 2014. Gutiérrez, A. (2007) Presentación del libro "Hacia un Enfoque de la Política de Desarrollo y un Cambio Estructural en Venezuela" (Autor Mehir Merhav). Banco Central de Venezuela, Colección Memoria de la Economía Venezolana, Serie Visión Foránea, Caracas. Gutiérrez, A. (2010) El Capitalismo Rentístico y el Sistema Alimentario Venezolano. Agroalimentaria. Vol. 16, Nº 30. Enero-junio 2010 (129-150) Hausmann, Hidalgo et Al. (2013) The Atlas of Economy Complexity: Mapping Paths to Prosperity. Center for International Development, Harvard University. Cambridge, Massachusetts. DRAFT Hausmann, R. (2014) La Verdadera Materia Prima de la Riqueza. [En línea]. Recuperado el 15 de agosto de 2015 de: http://www.project-syndicate.org/commentary/ricardohausmann-advises-poor-countries-not-to-focus-solely-on-adding-value-to-naturalresource-exports/spanish North, D. (2005) Understanding the Process of Economic Change. Princeton University Press. Ochoa, O. (2008) La institución fiscal y el rentismo en el desempeño económico de Venezuela. Academia Nacional de Ciencias Económicas, Caracas, Venezuela. Peres, W. (2004) Políticas sectoriales y de desarrollo de clusters en América Latina y el Caribe. En Desarrollo Productivo en Economías Abiertas, CEPAL, 2004. Peri, G. (s.f.) World Economy Technology Spillovers. Department of Economics, University of California, Davis and NBER. Shell International BV (2008) Escenarios Energéticos Shell en 2050. Recuperado de www.shell.com/scenarios