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CLM.ECONOMÍA, Nº 2, Primer Semestre de 2003. Págs. 129-157 Algunas Consideraciones sobre el Crecimiento Económico. Miguel-Ángel Galindo, Universidad de Castilla-La Mancha. Resumen Los economistas han estado interesados en estudiar los factores que afectan al crecimiento económico. Gracias a la mejora en la información estadística se han ido introduciendo en el análisis variables no sólo cuantitativas sino también cualitativas. El objetivo de este artículo es mostrar los aspectos más relevantes relacionados con la teoría del crecimiento. Para ello comenzaremos exponiendo algunos hechos básicos más significativos, para pasar después a presentar los modelos de crecimiento tanto clásicos como modernos más empleados. Seguidamente nos referiremos a los factores que se han ido introduciendo en las últimas décadas en la literatura especializada. Finalizaremos el artículo llevando a cabo un estudio empírico mostrando la incidencia que tienen algunas de esas variables sobre el crecimiento. Abstract Economists have been interested in studying the factors that affect economic growth. Thanks to new statistic information it has been possible to introduce in the analysis new variables not only quantitative but also qualitative. The main goal of this paper is to show the most relevant aspects related to economic growth. To reach that objective we will start considering some significant basic facts. Latter we will consider the classical and modern growth models most used. Following we will consider those factors that have been introduced in the economic growth analysis during the last decades in the specialised literature. We will finish the paper with an empirical analysis showing the effects on some of these variables on growth. 129 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO 1.- Introducción. A lo largo de la historia del pensamiento económico, la determinación de los factores que potencian el crecimiento de un país ha sido una de las cuestiones a la que los economistas han prestado cierta atención. Este tipo de análisis ha experimentado una importante evolución desde sus inicios. Partiendo de una postura pesimista defendida por los autores clásicos, en la que se señalaba la dificultad a la que se enfrentaban las entonces economías más desarrolladas para seguir prosperando, mientras que las menos desarrolladas podrían evitar dichas dificultades consiguiendo una evolución más positiva, se ha pasado recientemente a elaborar modelos y planteamientos más sofisticados, en los que se muestra una visión menos pesimista en lo que respecta a los países más avanzados. En la reciente literatura sobre el crecimiento, debido en parte a la mejor información estadística disponible, se han ido introduciendo cada vez más variables explicativas del crecimiento, de índole tanto cuantitativa como cualitativa, concediéndose especial importancia al estudio de la convergencia real. Es por ello que consideremos relevante analizar cómo ha evolucionado el pensamiento en esta materia, así como los hechos que lo han propiciado. Para alcanzar este objetivo vamos a comenzar exponiendo algunos hechos básicos que la teoría del crecimiento pretende explicar, para pasar a continuación a centrarnos en las principales teorías clasificándolas en clásicas y modernas. Seguidamente expondremos algunos factores que se han ido introduciendo recientemente en el estudio del crecimiento y posteriormente llevaremos a cabo un análisis empírico en el que se mostrará el papel que juegan algunos de dichos factores. Finalizaremos exponiendo las principales conclusiones. 131 C L M . E C O N O M Í A 2.- Hechos básicos. La evolución histórica de los países muestra que las tasas de crecimiento anuales medias variaban de una forma importante entre los distintos países. Ello se puede comprobar a través de los datos proporcionados por Maddison (1995) en los que se recoge el crecimiento a largo plazo desde 1820 tanto de algunos de los países que hoy en día están desarrollados como de los que están todavía en proceso de desarrollo. En líneas generales, el crecimiento per cápita ha sido más rápido en aquellas economías que ya eran prósperas en el siglo XIX. Por ejemplo, el PIB en Francia y Alemania aumentó 13 veces y en los Estados Unidos hasta 17 veces. El caso asiático muestra un incremento también importante, ya que su PIB creció 27 veces. En cambio, en los países iberoamericanos sólo lo hizo 7 veces, mientras que en África su situación en 1992, en términos medios, es la misma que mostraban los países europeos en 1820. Esta circunstancia no podía ser explicada de una forma satisfactoria por el comportamiento del progreso tecnológico tal como sostenía la aportación neoclásica (Agénor, 2000, pág. 392). En efecto, la evidencia empírica muestra que las pautas de crecimiento seguidas tanto para los países industrializados como para los menos desarrollados indican una serie de hechos que las teorías del crecimiento tienen que explicar. En concreto, serían los siguientes (Agénor, 2000, págs. 398-415): 1.- El producto por trabajador crece a niveles muy diferentes entre los distintos países. 2.- El crecimiento del capital y del trabajo no explica totalmente la tasa de crecimiento del producto. Ello implica, en definitiva, que a la hora de analizar el crecimiento resulta imprescindible introducir otros elementos que influirían sobre él. 3.- Las tasas de crecimiento del producto entre los diferentes países están relacionadas con los niveles iniciales de la renta per cápita (figura-1). 132 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO Figura 1 Figura 2 4.- Las naciones con bajas (altas) tasas de ahorro y de inversión tienden a presentar bajos (altos) niveles de renta y tasas de crecimiento per cápita (figura-2). Desde esta perspectiva se considera que el ahorro juega un papel esencial en el crecimiento. Hay que señalar, por otro lado, que desde una perspectiva keynesiana se afirma lo contrario, indicando que va a ser el consumo y el correspondiente estímulo de la demanda lo que genera un mayor crecimiento 1. 5.- Las tasas de crecimiento de la población se relacionan negativamente tanto con el nivel de renta per cápita como con la tasa de crecimiento de la renta per cápita existente en los países (figura-3). Figura 3 (1) Existe una importante discusión sobre los efectos que genera el ahorro y el consumo sobre el crecimiento que se remonta a los escritos de autores anteriores a A. Smith. No se trata de un tema sobre el que se haya alcanzado una conclusión definitiva, sino que en la actualidad se discute sobre la bondad del ahorro (consumo) a la hora de potenciar el crecimiento económico. Para una revisión de la literatura vid Bahmani-Oskooee et al (1998 y 2000). Para un análisis empírico centrado en los países de la Unión Europea, vid. Bahmani-Oskooee et al (1999). 133 C L M . E C O N O M Í A 6.- Las tasas de pobreza parecen estar relacionadas negativamente con el crecimiento. Los datos empíricos vienen a destacar un efecto asimétrico del crecimiento sobre la pobreza, ya que en algunos países iberoamericanos a pesar de haber experimentado un importante crecimiento en términos relativos, en cambio su nivel de pobreza sólo mejora ligeramente 2. 7.- Respecto a la relación entre la desigualdad y el crecimiento, las posturas se han ido modificando a lo largo del tiempo. Las primeras aportaciones afirmaban que existía una relación positiva entre desigualdad y crecimiento. En los últimos años esta postura se ha visto modificada, ya que dicha desigualdad generaría un clima social adverso que afectaría negativamente a la iniciativa privada y, en definitiva, a la inversión, lo que daría lugar a un menor crecimiento. 8.- El mayor volumen de exportaciones e importaciones, así como el grado de apertura, están relacionados positivamente con el crecimiento (figura-4) 3. 9.- Asimismo, los aspectos relacionados con el comportamiento del sistema de mercado afectan también al crecimiento (figura-5). 10.- La inflación afecta negativamente al crecimiento. 11.- El grado de desarrollo del sistema financiero se relaciona positivamente con la tasa de crecimiento del producto (Levine (1997). Figura 4 134 Figura 5 (2) Sobre estos temas vid., entre otros, los trabajos de Lipton y Ravallion (1995) y Londoño y Székely (1997). (3) Sobre este tema haciendo referencia también a la evidencia empírica vid. los trabajos de Edwards (1998), Harrison (1996) y Harrison y Hanson (1999). ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO Como hemos indicado, por tanto, estos son los hechos básicos que deben ser explicados por la teoría del crecimiento moderna, lo que ha propiciado la aparición de una extensa literatura. Vamos seguidamente, en los próximos epígrafes, a exponer los aspectos esenciales expuestos por las principales corrientes respecto al crecimiento económico, dividiéndolas en dos grupos, la clásica y la moderna. 3.- La teoría clásica del crecimiento económico. La teoría del crecimiento ha experimentado una importante evolución desde sus inicios. En términos generales dentro de este ámbito se suelen incluir un conjunto muy amplio de aportaciones que comprenden desde los escritos de la escuela clásica –A. Smith, T.R. Malthus y D. Ricardo– hasta las aportaciones de J.M. Keynes, pasando por la postura de J.A. Schumpeter. Comenzando con los autores clásicos, hay que señalar que pretendieron analizar de una forma sistemática y rigurosa cuáles son los factores que potencian el crecimiento y el enriquecimiento económico 4. A. Smith (1776) afirma que la riqueza de las naciones depende del reparto que se haga del factor trabajo entre las actividades productivas e improductivas, y del grado de eficacia de la actividad productiva (progreso técnico). Estos factores estarán a su vez determinados por un lado, por la división del trabajo (especialización), por la tendencia al intercambio y por el tamaño de los mercados (uso del dinero y el comercio internacional); y, por otro lado, por la acumulación de capital, que en última instancia se considera como el motor del crecimiento. De acuerdo con este autor, con el desarrollo económico todas las economías llegarán a un estado estacionario, ya que las oportunidades de inversión se van agotando y con ello el crecimiento 5. La llegada a este estado estacionario sólo puede retrasarse con la apertura de nuevos mercados y con las innovaciones que creen nuevas posibilidades de (4) Para un análisis general de la aportación de estos autores véase O´Brian (1989). Véase también Gaffard (1997). (5) Cuando el país posee todo el capital que puede emplear provechosamente y está ricamente provisto de fondos, en proporción a todos los negocios que pueden llevarse a efecto, no existirán más posibilidades de inversión para obtener beneficio. 135 C L M . E C O N O M Í A inversión. El instante en que se alcance el estado estacionario dependerá también de sus leyes e instituciones en la medida en que éstas dificulten el comercio y reduzcan el campo de oportunidades de inversión. D. Ricardo (1817) introduce en el análisis de A. Smith la existencia de rendimientos decrecientes y con ello, de nuevo, la posibilidad de un estado estacionario. Para evitar esta circunstancia resulta necesario aumentar el capital y el progreso técnico en los procesos productivos, lo que significa que el ahorro juega un papel importante en el crecimiento. Para T. R. Malthus (1820) los factores que afectan negativamente al crecimiento económico son el exceso de ahorro, un consumo escaso y la dinámica de la población. Desde su perspectiva, el crecimiento económico necesita una demanda adicional. Pero para ello no era suficiente la obtención de una mayor inversión, sino que era conveniente que esa mayor demanda viniese acompañada de un incremento de la oferta. De acuerdo con Malthus, la causa de que se llegue al estado estacionario está en la propia dinámica de la población, que crea rendimientos decrecientes. Otra contribución destacable dentro de la teoría clásica del crecimiento es la de J.A. Schumpeter (1912). Para este autor van a ser las innovaciones, resultantes de la investigación científica, las que van a potenciar la acumulación del capital. Por tanto, en su teoría del crecimiento, la ciencia y la tecnología juegan un papel preponderante. Otra característica de su análisis es que integra la dinámica del ciclo con la del crecimiento económico –crecimiento cíclico–. En concreto, este autor supone que la economía puede encontrarse en dos posibles fases o estados. El primero de ellos es el estado estacionario donde la economía no crece, y que se caracteriza por presentar un determinado estado tecnológico. En esta fase los mismos procesos productivos se repiten de forma sostenida. La entrada en la segunda fase, la de crecimiento, se produce por la introducción de ciertos cambios –innovaciones– en el proceso productivo. Si son adecuados esos cambios que se generan en los 136 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO procesos productivos por la implantación de las innovaciones, darán lugar a mayores beneficios en la empresa innovadora, lo que animará a las empresas competidoras a introducirlos también en sus procesos productivos con el objeto de apropiarse de parte de esos beneficios. Para ello será necesario aumentar la inversión. El resultado de este proceso de incorporación de innovaciones es que, durante esta fase, la economía experimenta un crecimiento positivo. Cuando todos los agentes han incorporado la innovación en sus respectivos procesos productivos el proceso de inversión se detiene y la economía entra de nuevo en una fase de estado estacionario, al menos hasta que alguien introduzca una nueva innovación –el empresario innovador–, y el resto de rivales le imiten. Este tipo de comportamiento está limitado por una serie de circunstancias: 1.- Tienen que producirse dichas innovaciones. 2.- Hay que tener en cuenta el comportamiento del empresario innovador, que está dispuesto a arriesgar su dinero en un proceso productivo con la idea de obtener unos determinados beneficios –además de que existan innovaciones, alguien debe estar interesado en introducir dichas innovaciones en su empresa–. 3.- Tenemos que considerar el comportamiento de los mercados financieros, ya que no es imaginable que los empresarios tengan siempre la capacidad de autofinanciarse a la hora de introducir las mejoras técnicas a las que nos acabamos de referir. Finalizamos este apartado refiriéndonos a la aportación de J.M. Keynes. Con la aparición de la Teoría General de Keynes en 1936, el análisis económico pasa a conceder una mayor relevancia al papel que juega la demanda, centrándose además en el corto plazo. Es decir, Keynes no desarrolla un verdadero modelo de crecimiento a largo plazo, ya que su objetivo prioritario está en el análisis de la dinámica a corto plazo, esto es, cuáles son los determinantes de la producción y del empleo en el corto plazo. Por tanto, para Keynes, el proceso de crecimiento tendencial a largo plazo no es más que el resultado de la dinámica a corto, es decir, el resultado de la dinámica del ciclo, en la que, con la disminución de la eficacia marginal del capital –rendimiento 137 C L M . E C O N O M Í A esperado de una inversión corregido por el riesgo– en las etapas recesivas, que en general dependerá no sólo del tipo de interés sino fundamentalmente de las posibilidades futuras de ventas por parte de la empresa, frenará el proceso inversor, y por tanto, el de crecimiento. Es así como Keynes da cabida a situaciones de crisis o estancamiento con desempleo, es decir, situaciones de equilibrio en el mercado de bienes compatible con la existencia de desempleo involuntario en el mercado de trabajo. Para salir de estas situaciones será necesario introducir políticas económicas activas de expansión de la demanda agregada de bienes y servicios (fundamentalmente de política fiscal) que intenten compensar la insuficiencia de demanda privada, impulsando de ese modo el proceso de inversión, creación de empleo y crecimiento económico. En resumen, desde una perspectiva general y de acuerdo con Singer (1965), nos encontramos con que los planteamientos expuestos en torno a los años 1750-1936, período en el que se encuadran las distintas aportaciones de la teoría clásica del crecimiento, se caracterizan por mostrar un claro pesimismo respecto al futuro de los países actualmente industrializados y, por el contrario, un gran optimismo respecto al horizonte de las economías menos desarrolladas, siempre y cuando aprendan de los errores cometidos por aquellas y los eviten. Estos autores se centran en el estudio del funcionamiento de los países más adelantados, encontrando cada uno de ellos distintas causas que determinan el colapso y el freno al crecimiento a largo plazo de estas economías. Así, el agotamiento de las posibilidades de inversión (Smith), la ley de los rendimientos decrecientes (Ricardo), la dinámica de la población (Malthus), el deterioro del espíritu empresarial (Schumpeter) o la disminución de la eficacia marginal del capital (Keynes), son algunas de las causas básicas que determinan esas expectativas pesimistas sobre las posibilidades futuras del crecimiento económico. La realidad mostraría lo equivocado de algunas de estas posturas. 138 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO 4.- La teoría moderna del crecimiento. A diferencia de las aportaciones que hemos expuesto en el apartado anterior, la teoría moderna del crecimiento presenta un mayor grado de formalización y de análisis empírico, debido, en cierta medida, a la progresiva mejora en la información estadística. Seguidamente vamos a exponer las principales aportaciones incluidas dentro de esta teoría. Los modelos neoclásicos de crecimiento exógeno, los de crecimiento endógeno y los post-keynesianos. 4.1.- Los modelos neoclásicos de crecimiento exógeno. Estos modelos parten de las aportaciones de Solow (1956) y Swan (1956) en los que se introduce una función de producción con rendimientos constantes a escala y decrecientes para cada uno de los factores productivos, junto al supuesto de mercados perfectamente competitivos, lo que conduce a la economía a una situación de equilibrio sostenido a largo plazo con pleno empleo. Esta situación de equilibrio se corresponde con tasas nulas de crecimiento de la renta per cápita. Este último resultado, junto a la necesidad de explicar las tasas de crecimiento positivas que se observan empíricamente en las distintas economías, justifican la introducción del progreso tecnológico como el factor exógeno que determina la existencia de tasas de crecimiento de la renta per cápita positivas a largo plazo. Es precisamente debido a esta necesidad de introducir mejoras técnicas generalizadas y exógenas, por lo que a estos modelos se les pasa a denominar de crecimiento exógeno. De acuerdo con lo que acabamos de indicar, el decisor político tiene escaso margen de maniobra para tratar de afectar al crecimiento económico, mediante las medidas que diseñe para ello. Además, desde esta perspectiva, los países alcanzarán la convergencia económica real gracias a la existencia de los rendimientos marginales decrecientes. 4.2.- Los modelos Post-keynesianos de crecimiento. Por lo que se refiere a la aportación postkeynesiana, hay que señalar que los autores incluidos en esta corriente se centran en 139 C L M . E C O N O M Í A intentar desarrollar por otras vías alternativas a las seguidas por Solow, el modelo propuesto por Harrod, incluyendo algunas hipótesis keynesianas. Se trata de modelos que analizan la economía por el lado de la demanda y en los que conceden a las instituciones un gran peso específico dentro de las relaciones entre los agentes económicos. Ello se debe a que a través de ellas se adoptan una serie de decisiones que van a afectar a la economía en su conjunto. Además, la economía capitalista se caracteriza por ser inestable debido a la divergencia que existe entre los incentivos privados y los sociales que conducen a fallos en la demanda efectiva. Así pues, el equilibrio sólo es un caso particular de la tendencia general que es el desequilibrio. El Estado es el encargado de hacer frente a dicha inestabilidad a través del gasto y frenando el poder de las grandes empresas y del sector financiero, sobre todo cuando se considera que en los mercados no existe competencia perfecta. Por otro lado, hay que destacar también que los modelos de crecimiento postkeynesianos pueden clasificarse en dos grandes grupos (Lavoie, 1992, pag 283): 1.- Los modelos neo-keynesianos, entre los que cabe destacar las aportaciones de Robinson, Kaldor y Pasinetti. En ellos se hace especial hincapié en la distribución de la renta entre trabajadores y capitalistas. Estos últimos son los únicos que ahorran, por lo que para potenciar el crecimiento habría que tratar de desviar la renta hacia estos últimos. 2.- Los modelos de corte kaleckiano, en los que se consideran aspectos relacionados con la concentración de empresas y el papel que podría jugar la política fiscal, entre otras, para potenciar el crecimiento. 4.3.- La Teoría del crecimiento endógeno. El análisis del crecimiento económico, tras algunos años de olvido, vuelve a ser objeto de interés para los economistas en la década de los 80. Una de las razones principales de ello, fue que las predicciones del modelo neoclásico no se cumplían 6. En efecto, se 140 (6) Como consecuencia de la incapacidad de esta teoría del crecimiento para de explicar la situación de los países en vías de desarrollo, y para tratar de dar respuesta a la gran dificultad que encuentran estos países para salir de su situación de atraso, surgen de manera paralela distintas aportaciones que han venido a englobarse bajo la denominación de Teoría del Desarrollo. Véanse sobre estos aspectos Thirlwall (1994) y Ghatak (1995). ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO observaba, por ejemplo, la ausencia de convergencia en los niveles de renta entre las distintas economías a nivel mundial. Es más, aparecía una divergencia en los niveles de renta per cápita, esto es, las tasas de crecimiento anuales medias variaban de una forma importante entre los distintos países, siendo considerablemente más elevadas para los países industrializados. Esta circunstancia no podía ser explicada satisfactoriamente por el comportamiento del progreso tecnológico tal como sostenía la aportación neoclásica (Agénor, 2000, pág. 392). Además de la crítica que acabamos de indicar respecto a los modelos neoclásicos, algunos autores afirman que éstos tampoco proporcionaban conclusiones satisfactorias para explicar el fenómeno del crecimiento centrándose básicamente en tres motivos (Lecaillon y otros, 1995 y Artus, 1993): 1.- Resulta muy difícil admitir que el esfuerzo inversor, los procesos de investigación y desarrollo (I+D), el gasto público o la fiscalidad no tengan ningún efecto a largo plazo sobre la tasa de crecimiento. 2.- Los modelos neoclásicos no permiten conocer las causas por las cuales las tasas de crecimiento son diferentes entre los países. 3.- No se explica de una forma convincente por qué no se producen movimientos de capital de los países ricos hacia los pobres, en los que la productividad marginal del capital es mayor y, por tanto, de acuerdo con las hipótesis neoclásicas dichos flujos deberían ser mayores. Debido básicamente a estas críticas, a mediados de los 80 surgen nuevos modelos que alejándose del supuesto de rendimientos decrecientes para los factores acumulables, tratan de encontrar una explicación endógena al proceso de crecimiento. Los modelos de crecimiento endógeno introducen, en definitiva, la posibilidad de alcanzar un equilibrio dinámico con tasas de crecimiento positivas que ahora no estarán explicadas por el crecimiento exógeno de la productividad global. Por el contrario, se afirma que el proceso de crecimiento sostenido es un fenómeno endógeno a la propia dinámica de la economía, y de esta 141 C L M . E C O N O M Í A circunstancia viene la denominación de esta nueva corriente (Barro y Sala-i-Martin, 1995, pág. 38). En función de lo que acabamos de indicar, comprobamos que la diferencia fundamental de estos modelos de crecimiento endógeno con respecto a los neoclásicos-exógenos se encuentra en el supuesto que se introduzca sobre los rendimientos de los factores acumulables en la función de producción. En efecto, el supuesto de rendimientos no decrecientes para el factor capital es el que permite explicar, de manera endógena, soluciones de equilibrio dinámico con crecimiento de la renta per cápita positivo. La principal contribución de los modelos de crecimiento endógeno, es la de aportar y justificar las distintas situaciones en las que pueden aparecer tales rendimientos para el factor capital, constituyendo así un paso adelante en la búsqueda de los determinantes del crecimiento. Dentro de esta teoría del crecimiento endógeno se incluye una extensa cantidad de aportaciones que, junto a la pretendida novedad de los temas tratados 7, incluyen un análisis exhaustivo desde el punto de vista matemático y empírico –gracias a los avances en los medios para procesar los datos y a la mejora que han experimentado en los últimos años las fuentes estadísticas 8–. Estos trabajos se pueden dividir en dos grupos (Sala-i-Martin, 1994, págs. 6-7): 1.- El primer grupo corresponde a lo que se podría denominar primera generación, que incluye las publicaciones de Romer (1986), Lucas (1988), Rebelo (1991) y Barro (1991) entre otros, y que se caracterizan por haber conseguido generar tasas positivas de crecimiento, eliminando los rendimientos decrecientes de capital mediante la inclusión de externalidades positivas sobre la acumulación de capital físico y humano: efectos desbordamiento o procesos de aprendizaje por la práctica, learning by doing. Nos estamos refiriendo a los modelos en los que se supone la existencia de competencia perfecta. 142 (7) En este sentido Barro y Sala-i-Martin (1995, pág. 39, nota 12) afirman que el primer economista que empleó una función de producción del tipo AK utilizada por Rebelo (1991) para generar crecimiento endógeno, fue von Neumann (1945). Por otro lado, Knight (1944) ya señaló que no tenía por qué aplicarse siempre los rendimientos decrecientes cuando se trabaja con un concepto amplio de capital. (8) A pesar de ello existen todavía importantes problemas para conseguir datos anteriores a la década de los 50 para un gran número de países, sobre todo en algunas variables representativas de estos modelos. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO 2.- El segundo grupo o segunda generación acoge los trabajos de Romer (1987, 1990), Grossman y Helpman (1991) y Aghion y Howitt (1992). En este ámbito se elaboran modelos de competencia imperfecta en los que la inversión en los procesos de I+D de las empresas genera el progreso tecnológico de una forma endógena. Desde esta perspectiva, aquellas empresas que consiguen elaborar un nuevo producto o mejorar la calidad de los existentes, son premiadas por la sociedad permitiéndolas disfrutar de un cierto poder monopolístico. En este caso, la tasa de crecimiento tiende a no ser óptima en el sentido paretiano, por lo que la intervención gubernamental resulta decisiva ya que garantiza los derechos de propiedad y regula los sectores financiero y exterior para eliminar distorsiones 9. Así pues, los modelos de crecimiento endógeno intentan superar las dificultades del enfoque neoclásico introduciendo para ello los fenómenos de aprendizaje y efectos desbordamiento del capital público y privado, físico y humano, y los proyectos de I+D y los rendimientos a escala crecientes. Por ello, las políticas económicas dirigidas a mejorar estos aspectos sí tendrán un efecto permanente sobre la tasa de crecimiento de equilibrio en el largo plazo. 5.- Algunos factores considerados en el análisis del crecimiento. En los modelos de crecimiento tradicionalmente se ha venido prestando atención al papel que juegan el capital, el trabajo y el progreso técnico, haciendo hincapié en que la renta per cápita dependía del stock de capital per cápita y del progreso técnico. En cambio, en análisis posteriores, especialmente cuando se iba disponiendo de una mejor información estadística, se han venido incorporando nuevas variables. Vamos seguidamente a enumerar algunas de ellas, mostrando los aspectos más relevantes de las mismas. 1.- El capital humano Así, en primer lugar, considerando los hechos expuestos por Barro (1991), Mankiw, Romer y Weil (1992), elaboran un modelo 143 (9) Diversos trabajos referidos a este tipo de modelos se encuentran en Andersen y Moene (1993). C L M . E C O N O M Í A neoclásico más amplio, en el que se hace hincapié en el papel que juega el capital humano, incluyendo aspectos relacionados con la educación y la sanidad. Una mejor educación no sólo permitiría comprar paz social sino que también facilitaría la introducción de nuevas tecnologías, lo que afectaría positivamente al crecimiento (Baumol, 1990). Ahora bien, frente a este hecho positivo, por el contrario, nos encontramos con otro negativo de la educación, a través de la denominada teoría del “filtro” (Arrow, 1973 y Spence, 1973), que considera que el gasto de educación tiene un componente de consumo improductivo. Ello significa que se trata de un gasto de consumo que afecta directamente al bienestar de los individuos financiados con recursos que se detraen de otros usos que generan productividad de una forma directa. En concreto, la educación se convertiría en un criterio arbitrario de asignación de puestos de trabajo (Bhagwati, 1973). A pesar de esta critica, algunos trabajos (Mankiw, Romer y Weil, 1992 y Bénabou, 1993) señalan que los gastos en educación y sanidad constituyen una forma de corregir los distintos fallos que se producen en el mercado, afectando positivamente al crecimiento. 2.- La política fiscal. Frente a la postura defendida por los autores keynesianos, según la cual se podía generar empleo y favorecer el crecimiento a través de los estímulos de la demanda generados por una política fiscal expansiva, ante una actividad privada que mostraba un cierto grado de atonía, los modelos neoclásicos de crecimiento exógeno, como ya se indicado, señalaban que no era necesario este tipo de actuaciones. Con la aparición de los modelos de crecimiento endógeno se vuelve a plantear el papel que podría jugar la política fiscal y, por tanto, si existe algún margen de maniobra para la misma. En este sentido, se considera, por un lado, el tipo de gasto que se lleve a cabo y, por otro, su financiación. Por lo que se refiere al primer aspecto, se ha venido destacando la bondad del capital público a la hora de favorecer al crecimiento, siendo contemplado por algunos como un factor más a considerar 144 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO dentro de la función de producción. Así, ya en el trabajo pionero a nivel regional de Aschauer (1989), señalaba que el impacto de las infraestructuras públicas sobre la productividad era muy importante. Por su parte, Skinner (1987), Knight, Loayza y Villanueva (1993), y Binswanger, Khander y Rosenzweig (1993) que para el caso de la India, entre otros, señalan que los efectos del capital público no se presentan a corto plazo pero sí a largo. Ahora bien, no todas aportaciones defienden esta relación positiva entre el capital público y el crecimiento. En este sentido, Evans y Karras (1994) afirman que el capital público no es productivo y no afecta positivamente al crecimiento, mientras que otras aportaciones muestran la existencia de una relación débil entre inversión pública y crecimiento (Diamond (1989), Ford y Poret (1991), Barro (1991)). Por otro lado, también se considera que la acumulación de capital público sólo tendrá efectos positivos sobre el crecimiento tendencial a largo plazo cuando la suma de elasticidades de los capitales público y privado sea no menor que uno (Galindo y Escot, (1998)). Por otro lado, el efecto expansivo de dicho tipo de actuaciones se puede ver contrarrestado por los mayores impuestos que hay que establecer para financiar este mayor gasto 10. Igualmente, si se opta por un mayor endeudamiento como forma de financiación, pueden aparecer otras limitaciones en la eficacia de la política fiscal, ya sea a través del efecto crowding-out 11, o a través del efecto indirecto sobre las generaciones futuras 12, al tener que asumir éstas las cargas negativas en periodos posteriores. 3.- La distribución de la renta Ha existido una cierta controversia sobre el efecto que generaba la distribución de la renta sobre el crecimiento. En algunas aportaciones, como las de Forbes (1998) y Zou y Li (1998), o la de Partridge (1997) para el caso de los Estados Unidos, se ha venido defendiendo la necesidad de un cierto nivel de desigualdad para favorecer el crecimiento. Ello se debe fundamentalmente a dos circunstancias: (10) Sobre este aspecto vid., entre otros, los trabajos de Aschauer y Greenwood (1985), Fisher (1988) y Barro (1989a). (11) Para un análisis de esta problemática en un modelo de generaciones sucesivas vid. Argimón, GonzálezPáramo y Roldán (1997). (12) Para un modelo con generaciones solapadas, vid. López García (1994) y Argimón, González-Páramo y Roldán (1995). 145 C L M . E C O N O M Í A 1.- De acuerdo con el planteamiento de Kaldor (1957) se puede distinguir entre la propensión marginal a ahorrar de los trabajadores y la de los capitalistas, considerando que la de estos últimos es mayor que la de los primeros. Por tanto, si consideramos que la tasa de crecimiento del PIB se relaciona directamente con la parte de la renta nacional que es ahorrada, entonces la conclusión que se alcanza es que resulta necesaria llevar a cabo una distribución de la renta desigual, que debe ir dirigida básicamente hacia los capitalistas, para potenciar su ahorro y, en definitiva, el crecimiento 13. 2.- Hay que tener presentes las indivisibilidades de la inversión. Como es sabido, el establecimiento de nuevas industrias así como la implantación de innovaciones, llevan consigo importantes costes iniciales que básicamente se financian a través del endeudamiento. Si los mercados de activos no operan de una forma eficiente, entonces resulta complicada la obtención de esos recursos necesarios para financiar dichos costes, por lo que una mala asignación de la renta, centrada en aumentar la renta de determinados individuos o familias, permitiría llevar a cabo esa inversión, lo que, en definitiva, potenciaría el crecimiento. En cambio, en las aportaciones más recientes se ha afirmado justamente lo contrario, basándose en los siguientes aspectos (Perotti, 1996, págs. 150-154 y Aghion, Caroli, García-Peñalosa, 1999, págs. 1621-1630, Alfranca y Galindo, 2003): 1.- La desigualdad reduce las oportunidades de inversión. Cuando se considera que no existen mercados de capitales perfectos y que la función de producción individual es cóncava, entonces una distribución de renta de los más ricos a los más pobres favorece el crecimiento. Ello es debido, fundamentalmente, a que los primeros muestran una productividad marginal a la inversión más reducida que los segundos, ya que se presentan rendimientos decrecientes para las inversiones de capital individuales. En cambio, los más pobres, estarían dispuestos a aumentar la formación bruta de capital, pero se ven limitados por sus ingresos. De ahí que sea conveniente redistribuir la renta hacia estos últimos, lo que favorecería la generación de inversión y, por tanto, de crecimiento 14. 146 (13) Véase en este ámbito los trabajos de Stiglitz (1969) y Bourguignon (1981). (14) Esta idea ya fue expuesta por Galor y Zeira (1993), que analizaron los efectos de al distribución de la riqueza sobre el producto agregado a través de la inversión en capital humano. Sobre estas cuestiones, vid. también los trabajos de Stiglitz (1969), Tamura (1991) y Benabou (1996). ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO 2.- La desigualdad afecta negativamente a los incentivos de los prestatarios (Loury, 1981, Galor y Zeira, 1993, Piketty, 1997, Barro, 1999). Si existen mercados imperfectos y además existe incertidumbre respecto al futuro, entonces una distribución que favorezca a los prestatarios les animará a invertir más y a arriesgarse en mayor medida, lo que de nuevo potencia la acumulación de capital y, en definitiva, el crecimiento económico. 3.- La desigualdad genera volatilidad macroeconómica. Dicha volatilidad es generada por la desigualdad y perjudica el crecimiento (Alesina y Perotti, 1996). La causa de ello se debe a que la desigualdad provoca inestabilidad política e institucional lo que afecta negativamente a la inversión y al crecimiento. Existen distintos trabajos que han tratado de analizar la relación que existe entre desigualdad y volatilidad. Así, por ejemplo Alesina y Perotti (1996) señalan que una escasa igualdad genera inestabilidad política y ello conduce a la volatilidad macroeconómica. Otros autores, como Aghion, Banerjee y Piketty (1997) afirman una relación más directa debido a las distintas oportunidades que tienen los agentes económicos para llevar a cabo una inversión. 4.- Aspectos de política económica (Perotti, 1993, Bertola, 1993, Alesina y Rodrik, 1994, Persson y Tabellini, 1994, Bénabou, 1996). En términos generales se señala que la desigualdad afecta a la imposición existente en un país mediante el proceso político, siempre y cuando los individuos a través de las votaciones puedan modificar o eligir el tipo impositivo o puedan incidir sobre el gasto público. Ello se debe a que en aquellas sociedades en las que exista un alto grado de desigualdad, los votantes prefieren una mejor distribución de la renta, lo que se conseguiría mediante una mayor imposición o llevando a cabo distintas actuaciones públicas. Desde esta perspectiva se produce un doble efecto. El primero de ellos indica que el gasto público redistributivo, y por tanto la imposición, aumentan conforme exista una mayor desigualdad en la economía. El económico indica que este tipo de política fiscal produce un cierto nivel de desincentivo respecto a la generación de ahorro e inversión privados. Ello produce, en definitiva, un menor crecimiento en la economía. 147 C L M . E C O N O M Í A 5.- Efectos sociales (Venieris y Gupta, 1986, Gupta, 1990, Benhabib y Rustichini, 1996). Se suele afirmar que con la desigualdad surge el crimen, secuestros, etc, es decir, actividades que también afectan negativamente al crecimiento económico ya que los agentes económicos estarían menos dispuestos a mantener o aumentar su actividad productiva, ante la inseguridad que tienen que soportar tanto individualmente como en sus respectivas propiedades. Por otro lado, la estabilidad de las instituciones políticas se ve asimismo amenazada, produciéndose la pérdida de recursos que ya no van a ser productivos. Todo ello desanima de nuevo a la inversión, por lo que la productividad y el crecimiento se verán reducidos. 4.- Globalización Obviamente, el proceso de globalización que han experimentado las economías en las últimas décadas también afecta al crecimiento. La apertura de mercados no es un proceso nuevo, como es sabido, ya que la reducción de los costes de transporte y los nuevos sistemas de refrigeración, entre otros aspectos, introducidos a lo largo del siglo XIX, ya habían propiciado este proceso. En este sentido, los trabajos llevados a cabo vienen a concluir que aquellos países que han optado por practicar una política comercial lo más abierta posible crecen más deprisa que los que han actúan de una manera más proteccionista 15. Pero a través del comercio, de una forma indirecta, también se pueden incorporar un conjunto de variables y actuaciones que afectarían al crecimiento y que habría contemplar. En efecto, el intercambio de ideas y la transmisión de tecnología, entre otras cuestiones, favorecerían el crecimiento. Los países líderes, esto es los innovadores, al transmitir su tecnología hacia los seguidores, es decir los que la captan y la imitan, posibilitan que estos últimos puedan crecer mucho más deprisa, dando lugar a una mayor convergencia. De esta forma, todos salen favorecidos, los primeros obtienen recursos con la venta de sus patentes, mientras que los segundos mejoran su competitividad 16. (15) Sobre estos aspectos vid. el trabajo de Sachs y Warner, (1995). (16) Sobre el proceso de transmisión de tecnología, véanse, por ejemplo, los trabajos de Abramovitz (1986), Verspagen (1991), Abramovitz y David (1996), Bernard y Jones (1996)y Galindo y Escot (1998). 148 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO 5.- El capital social. Por último, habría que considerar también lo que los sociólogos y algunos economistas han denominado como “capital social”. El primer problema que se plantea es este ámbito es tratar de definirlo. De una forma amplia, Woolcock (1998) señaló que se trataba de las normas y relaciones que facilitan la acción colectiva. Por tanto, no sólo se considera el papel que juegan los individuos, sino también el comportamiento que tienen las instituciones, que afectan a las relaciones entre aquellos. Así pues, las relaciones sociales implícitas en este tipo de capital juegan un papel muy importante en el desarrollo de la actividad económica. No sólo sirven de base para establecer las reglas a través de las cuales los individuos actúan sino que también, son el apoyo para desarrollar sus conocimientos, llevar a cabo sus estrategias y generar un clima de paz social. De acuerdo con North (1990), para comprender el comportamiento económico resulta imprescindible conocer el papel de las instituciones formales e informales. Un adecuado capital social, a través del cual, los individuos se ven apoyados por sus familias y su entorno, con un ordenamiento jurídico adecuado, es contemplado con un elemento más que propicia el crecimiento económico. Se elimina la incertidumbre y aumenta la confianza de los individuos, así como la posibilidad de desarrollar sus cualidades. Se facilita la aparición de un consenso de la clase media que hace más fuerte a la sociedad y reduce la debilidad de los gobiernos, lo que favorece el crecimiento 17. Ahora bien, no todos los elementos son tan positivos. Algunos autores cuestionan la utilidad o la posibilidad de utilizar este concepto. Por ejemplo, Durlauf (1999 y 2002) se pregunta si se trata de un fenómeno tan benigno como se ha venido señalando, lo que resulta difícil de determinar, debido a que es un concepto tan vago que dificulta este tipo de análisis. Arrow (2000), por su parte, defiende la necesidad de abandonar este concepto, ya que ha sido creado por razones distintas a las económicas, mientras que Solow (2000) se pregunta si se trata del concepto que realmente representa lo que queremos analizar. (17) Sobre estos temas, vid. los trabajos de Rodrick (1999a y 1999b) y Easterly (2001). 149 C L M . E C O N O M Í A Por otro lado, aparte de estas críticas de índole conceptual, también se ha destacado que existen efectos negativos por parte del capital social, ya que pueden crearse normas e instituciones que no pretenden favorecer nada más que a ciertos individuos 18 lo que daría lugar a un perjuicio de la actividad económica. En términos generales, el análisis de este tipo de variable en su relación con el crecimiento, resulta complicado por dos circunstancias. En primer lugar, por la dificultad de determinar qué entendemos por capital social. Y, en segundo lugar, por la escasez de datos disponibles en la mayoría de los países, lo que se está tratando de paliar con la elaboración de encuestas. En definitiva, hemos enumerado una serie de variables que se han ido introduciendo, con mayor o menor éxito en el análisis del crecimiento. Con la mejora de la información estadística, podremos en el futuro no sólo profundizar en los efectos de algunas de ellas, sino también incorporar otras que nos permitan conocer como algunos aspectos cuantitativos y sobre todo cualitativos influyen sobre el crecimiento. 6.- Análisis empírico . 19 Como ya anticipamos en la introducción, vamos a llevar a cabo una estimación empírica de los factores que afectan al crecimiento. En este sentido, la literatura especializada ha venido realizando en las últimas décadas trabajos de esta índole, empleando distintas técnicas econométricas, e incluyendo diferentes variables, cada vez más de carácter cualitativo, conforme se va disponiendo de este tipo de información, tanto para economías desarrolladas como para las que no lo están. Exponemos a continuación el Cuadro 1 en el que mostramos las regresiones realizadas para mostrar los factores que contribuyen al crecimiento económico, utilizando datos de sección cruzada a nivel mundial. En la regresión (1) se incluyen como variables explicativas, además del término constante, el nivel inicial de renta (en logaritmos neperianos), la tasa de crecimiento de la población y la tasa de inversión (pública y privada); estas son las variables que junto al 150 (18) Se suelen poner como ejemplo a la Mafia o al Ku Klux Klan. (19) Agradezco al profesor L. Escot su colaboración en la elaboración de este epígrafe. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO Cuadro 1 Variable Dependiente Tasa de Crecimiento media anual del PIB per cápita (1975-1990). Variables -1 -2 -3 -4 -5 -6 -7 Constante 0.082909 (2.294353) 0.139486 (2.843256) 0.108383 (1.993609) 0.132444 (3.495911) 0.124776 (3.331931) 0.051405 (1.020156) 0.058741 (1.188492) Ln (PIB 75) -0.011537 (-2.859229) -0.018042 (-3.113817) -0.016737 (-2.664096) -0.020069 (-4.280709) -0.018041 (-3.717785) -0.020797 (-4.355677) -0.018388 (-4.585054) TPOP -0.078204 (-0.208185) -1.232997 (-2.027206) -0.920828 (-1.477425) 0.081062 (0.220356) 0.239552 (0.514253) 0.058641 (0.126307) 0.351114 (1.132795) I/PIB 0.158513 (4.128131) - - 0.193575 (4.913288) 0.183942 (4.425777) 0.180857 (4.477187) 0.034393 (1.011652) IPRIVT - 0.324826 (4.660131) 0.361263 (4.853907) - - - - ICMPUB - 0.057211 (0.763079) - - - - - IEDUCT - - 2.962361 (2.565017) - - - - SYR75 - - - 0.008685 (2.485597) 0.007481 (2.151156) 0.007984 (2.377915) 0.002328 (0.997012) GINI - - - - -0.019760 (-0.479277) 0.522230 (2.187773) 0.354097 (1.677458) (GINI)2 - - - - - -0.704683 (-2.356782) -0.520309 (-1.957220) TGINI - - - - -0.298938 (-1.805723) - - SOPEN - - - - - - 0.025061 (4.723641) CIVLIB - - - - - - 0.004506 (2.992972) ASSASSP - - - - - - -0.028722 (-1.760052) BQ - - - - - - 0.004515 (2.419711) R2-ajustado 0.274320 0.469186 0.603392 0.420769 0.447737 0.477506 0.804217 (Φ) (0.016416) (0.017979) (0.014294) (0.015215) (0.014857) (0.014451) (0.008576) nºobs 48 28 18 44 44 44 39 (SIC) (-5.145530) (-4.800888) (-5.188421) (-5.223656) (-5.151968) (-5.207378) (-5.977738) F 6.922291 6.966328 7.846219 8.809099 6.810254 7.549593 16.60922 (F-Prob.) (0.000644) (0.000793) (0.001552) (0.000036) (0.000064) (0.000025) (0.000000) t de student entre paréntesis. TPIB: tasa media anual de crecimiento de la renta per cápita 1975-1990 (Summers y Heston); LPIB75: Logaritmo neperiano PIB75 (Summers y Heston); TPOP: Tasa media de crecimiento anual de la población (Summers y Heston); I/PIB: Ratio Inversión (Pública + Privada) / PIB (Summers y Heston); IPRIVT: Inversión Privada como porcentaje del PIB, promedio 1970-1980 (Easterly y Rebelo, 1993); ICMPUB: Inversión Total Pública Consolidada como porcentaje del PIB, promedio 1970-1980, (Easterly y Rebelo, 1993); IEDUCT: Inversión Pública en Educación, promedio 1970-1980, (Easterly y Rebelo, 1993); SYR75: número medio de años de educación secundaria en la población mayor de 25 años en el año 1975 (Barro y Lee, 2000); GINI: Indice de Gini medio 1975-1976-1977 a 1988-1989-1990 según países (WIID); SOPEN: Fracción de años durane el periodo 1975-1990 en los cuales el país es considerado como abierto según el criterio de Sachs y Warner(1995). CIVLIB: Índice de libertades civiles (de 1 a 7; 1 mayor libertad) media 1972-1989 (Barro y Lee, 1994); ASSASSP: número de asesinatos por millón de habitantes1970-1985 (Barro y Lee, 1994); BQ índice de calidad burocrática (0 a 6 de menor a mayor calidad). 151 C L M . E C O N O M Í A progreso técnico constituyen las fuentes del crecimiento según la teoría neoclásica. El signo negativo y significativo del nivel de renta inicial apunta a que, tal como postula el enfoque neoclásico, la evidencia empírica parece indicar que una vez descontado el efecto del resto de variables explicativas, existe un proceso de convergencia automático hacia el estado estacionario explicado por la existencia de rendimientos decrecientes para los factores productivos. En la regresión (2) hemos tratado de desglosar el efecto que sobre el crecimiento tiene la inversión pública y la privada. Los resultados de esta regresión parecen indicar que es básicamente la inversión privada la que explica el crecimiento (la inversión pública aunque presenta un signo positivo resulta no significativa). En la (3) se incluye el promedio de años de escolarización secundaria en la población mayor de 25 años a principio del período (1975), SYR75. Se puede considerar como una proxy del capital humano y muestra un signo positivo y significativo. La regresión (4) presenta los efectos de la distribución personal de la renta. Para ello se considera el índice de Gini medio y su tasa de crecimiento en el período considerado. La estimación muestra que la reducción en el grado de desigualdad mejora el crecimiento económico. Finalmente, la regresión (5) recoge los efectos del grado de apertura (SOPEN) así como un conjunto de variables de lo que podría delimitar el capital social (Fukuyama, 1999). Respecto al primero, comprobamos que los efectos de la apertura del comercio internacional son positivos y significativos para explicar el crecimiento. En cuanto al capital social, hemos considerado como variables proxy el índice de libertades civiles (CIVLIB, de 1 a 7, siendo 1 la mayor libertad), el número de asesinatos por millón de habitantes (ASSASSP) y el índice de calidad burocrática (BQ). Como se puede comprobar los dos últimos mostrarían que un menor grado de conflictividad social fomentaría el crecimiento, mientras que CIVLIB ejerce un efecto negativo y significativo sobre el crecimiento. 152 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO 7.- Conclusiones. A lo largo de este artículo hemos expuesto los distintos hechos estilizados, así como las teorías que tratan de explicarlos. Asimismo, hemos enumerado un conjunto de variables que han sido o están siendo objeto de atención por los estudiosos del crecimiento, tratándose de aspectos no sólo cuantitativos, sino también cualitativos, para poder profundizar en aquellos factores que pueden incentivar el crecimiento. Todavía queda un importante camino por recorrer a la hora de incluir nuevos elementos que nos permitan saber por qué unos países crecen más que otros. En este campo, no sólo la utilización de instrumentos estadísticos más sofisticados y adecuados y la aparición de nuevos datos son suficientes a la hora de llevar a cabo esta tarea. Resulta necesario determinar las características intrínsecas de los países que pretendemos analizar, tratando de conocer no sólo sus aspectos actuales, sino también aquellos que les han conducido a la situación actual, de tal manera que hay que explicar no sólo cuáles son los factores que afectan a ese crecimiento, sino también por qué esos factores son válidos en unas economías y en otras no. Bibliografía. ABRAMOVITZ, M.(1956): “Resource and Output Trends in the United States Since 1870”, American Economic Review, Papers and Proceedings, vol. 46, may, págs. 5-23. ABRAMOVITZ, M. (1986): “Catching-up, Forging Ahead and Falling Behind”, Journal of Economic History, vol. 46, no.2, June, págs. 385-406. ABRAMOVITZ, M. (1989): Thinking about growth and other essays on economic growth and welfare, Cambridge University Press, Cambridge. AGÉNOR, P. R. (2000): The economics of adjustment and growth, Academic Press, Londres. AGHION, P., CAROLI, E. Y GARCIA-PEÑALOSA, C. 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