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XIII CONGRESO NACIONAL COOPERATIVO “SINERGIA PARA UN PLAN DE DESARROLLO COOPERATIVO” Introducción Este documento pretende ser el punto de partida para la definición de algunos planteamientos, sobre los temas que Confecoop ha considerado centrales para la formulación de un plan de desarrollo del largo plazo para el sector cooperativo. Dichos temas han sido extractados de diversos documentos y escenarios cooperativos, y en buena medida recogen el sentir del cooperativismo nacional. Las reflexiones que aquí se plasman, han sido concebidas como la base para una discusión nacional que será puesta de manifiesto en el XIII Congreso Nacional Cooperativo, a realizarse los días 8 y 9 de agosto de 2013 en la ciudad de Cartagena de Indias. De esta manera los grandes objetivos del trabajo final serán: - Asegurar un proceso participativo de las bases cooperativas, bajo una metodología establecida para el efecto Analizar la proyección del cooperativismo colombiano, de cara a los macro objetivos de la Visión 2020 de la ACI Definir las bases de un Plan de Desarrollo Cooperativo 2014-2020 Para alcanzar estas aspiraciones se agotarán diferentes etapas. La primera de ellas será el análisis de este documento y de algunos más que se anexan como soporte bibliográfico, en las reuniones que organizarán las Asociaciones Regionales afiliadas a Confecoop. Además de la difusión de este documento a través de comunicados enviados por la Confederación directamente a sus bases de datos de cooperativas. Este primer análisis arrojará algunas conclusiones que serán recopiladas por Confecoop. La segunda etapa será la discusión en mesas de trabajo durante el Congreso Nacional Cooperativo, para lo cual, en cada mesa, reconocidos ponentes presentarán una contextualización de los temas a trabajar, así como las conclusiones preliminares recopiladas por la Confederación, insumos para que en el seno de cada grupo, unas submesas temáticas discutan los aspectos relevantes en cada materia. Estas submesas, contarán con moderadores que extractarán las conclusiones y se encargarán de llevarlas a la coordinación de cada mesa de trabajo. La tercera etapa, consistirá en la socialización de las conclusiones de cada mesa de trabajo en una sesión plenaria del Congreso Nacional Cooperativo, con el objetivo de ratificar lo allí expuesto y dar legitimidad al trabajo realizado por los asistentes. Estas conclusiones se 1 convertirán así en una declaración del Congreso, que pasarán a ser la base para la formulación de un Plan Nacional de Desarrollo Cooperativo visualizado al año 2020. La Visión 2020 de la ACI Antes de abordar cada uno de los ejes temáticos que se proponen para la discusión, es preciso que este trabajo se encuentre alineado con lo que la Alianza Cooperativa Internacional ha denominado “Visión 2020”, un proyecto que busca consolidar al movimiento cooperativo como: • • • El líder reconocido de la sostenibilidad económica, social y medioambiental El modelo preferido por la gente El tipo de organización empresarial de más rápido crecimiento La estrategia de este proyecto está definida por cinco temas que la ACI ha ilustrado de la siguiente manera: Estos temas han sido considerados como fundamentales para diferenciar la forma de operación del modelo empresarial cooperativo, frente al modelo actual que, según los planteamientos de la ACI, está fracasando. Un modelo empresarial que permite la participación es, en sí mismo, más atractivo para las personas. De la misma manera, por sus características, propende por la sostenibilidad económica, social y ambiental, teniendo como “núcleo central irreducible” la identidad cooperativa, es decir, sus principios y valores. Ya en plano externo, la ACI considera que los marcos jurídicos resultan fundamentales para que las cooperativas puedan operar bajo reglas que respeten su especial naturaleza y, finalmente, que cuenten con un acceso al capital que les permita crecer y desarrollarse bajo el control de sus miembros. Estos cinco temas se traducen en objetivos del plan general para enfrentar la Visión 2020, así: 2 1. 2. 3. 4. 5. Elevar a un nuevo nivel la participación de los miembros y la gobernabilidad Posicionar a las cooperativas como constructoras de sostenibilidad Consolidar el mensaje cooperativista y definir la identidad de las cooperativas Asegurar marcos jurídicos que apoyen el crecimiento de las cooperativas Conseguir capital fiable para las cooperativas, al mismo tiempo que se garantice la gestión por parte de los miembros Resumen Ejecutivo El Congreso Nacional Cooperativo se desarrollará en el marco de unos ejes temáticos, que han sido formulados con base en las conclusiones de diferentes procesos de discusión en los escenarios cooperativos; estos ejes se encuentran alineados con los objetivos generales del proyecto Visión 2020 de la Alianza Cooperativa Internacional, los cuales pretenden consolidar al movimiento cooperativo como: • • • El líder reconocido de la sostenibilidad económica, social y medioambiental El modelo preferido por la gente El tipo de organización empresarial de más rápido crecimiento Así, en el contexto colombiano, se han agrupado los diversos temas que resultan relevantes para el desarrollo cooperativo, en tres grandes ejes temáticos: (1) Lineamientos de política pública para el sector cooperativo, (2) La competitividad como factor de desarrollo de las cooperativas y (3) Aporte del cooperativismo al desarrollo económico y social del país. El primer eje, abordará el análisis de las acciones que el Estado, por medio de sus agencias o de herramientas de política, ha venido ejecutando en favor de las cooperativas, y si éstas han resultado eficientes para el desarrollo sectorial, de manera que sea el propio sector el que, con base en sus fortalezas como modelo empresarial, plantee las líneas de política pública que faciliten el crecimiento de las cooperativas y las impulse como agentes del desarrollo económico del país. Temas como el documento Conpes para el sector solidario, el rol de los programas públicos, el financiamiento a través de los bancos de segundo piso, y la promoción y el fomento cooperativo, entre otros, serán abordados para llegar a las conclusiones del eje. El segundo eje, se concentrará en el análisis de los factores determinantes para incrementar la competitividad del sector cooperativo, profundizando en su realidad sectorial en esta materia, de manera que se puedan establecer elementos que contribuyan al fortalecimiento de ventajas competitivas de las empresas cooperativas, soportados en una gestión diferenciada que se basa en principios y valores propios de su naturaleza. Se abordarán temas como la doctrina cooperativa, la integración y las redes cooperativas y la estrategia de comunicaciones, entre otros que han sido detectados como fundamentales para este eje. 3 El tercer eje, se concentrará en discutir el papel de las cooperativas en el desarrollo social y económico del país, con una mirada desde el desarrollo empresarial y sectorial, el cual históricamente para Colombia se ha construido alrededor de experiencias cooperativas muy puntuales. Se abordarán de manera separada los subsectores financiero, agropecuario, trabajo asociado y otros subsectores, y cada uno de ellos identificará las oportunidades que tienen para apoyar la reducción de la desigualdad social y aportar al PIB. Ejes temáticos I. Lineamientos de política pública para el sector cooperativo I. II. La competitividad como factor de desarrollo de las cooperativas III. Aporte del cooperativismo al desarrollo económico y social del país Lineamientos de política pública para el sector cooperativo Objetivo: Plantear líneas de política pública que faciliten el crecimiento de las cooperativas y las impulse como agentes del desarrollo económico del país. Resumen ejecutivo La definición de los lineamientos de política pública para el sector cooperativo, necesariamente pasa por el análisis de temas como los documentos Conpes, los programas públicos para el desarrollo que son ejecutados por las agencias del Estado, el otorgamiento de recursos financieros a través de la banca de segundo piso, las labores de promoción y fomento con recursos públicos, entre otros. Estos temas, se constituyen en los impulsores necesarios para que el Plan de Desarrollo Cooperativo sea una realidad y contribuya a la transformación social de la economía colombiana. En Febrero de 2010, se expidió el documento Conpes 3639 bajo el título: Política de Desarrollo Empresarial para el Sector de la Economía Solidaria; sin embargo, pese a que las tareas no superaban el año 2012, hasta mayo de 2013 el avance del Conpes 3639 es precario. Según el sistema de seguimiento a los documentos Conpes –SISCONPES-, del 4 DNP, de las 13 recomendaciones contenidas en el documento, 9 se encuentran en proceso, 4 han sido terminadas y 6 se encuentran atrasadas, lo cual da un avance del 30.77%. En Colombia es el Ministerio del Trabajo el encargado de la formulación y adopción de políticas, planes generales, programas y proyectos para el fortalecimiento, promoción y protección de las actividades de la economía solidaria, contando con la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias –UAEOS-, que es la encargada de la ejecución de proyectos para la promoción y el fomento de las organizaciones de economía solidaria. En otro ámbito de acción, se encuentra la Superintendencia de la Economía Solidaria y el Fondo de Garantías para Entidades Cooperativas –FOGACOOP-, adscritas al Ministerio de Hacienda. Sin embargo, la actividad cooperativa es totalmente transversal en la economía y por ello no se puede limitar la política pública para el sector a las instituciones mencionadas. La percepción generalizada es que más allá de las menciones que hace la Constitución Política, hoy en Colombia el involucramiento de las cooperativas en programas estratégicos del Gobierno no es claro. El Estado, por mandato Constitucional, debe promover y velar por el desarrollo de las cooperativas; sin embargo, se percibe que las agencias gubernamentales no conocen el modelo cooperativo. Además, no solo debe ser la UAEOS la que promocione las cooperativas, sino que por ejemplo, el Ministerio de Educación debería involucrar en sus programas educativos al modelo cooperativo; el Ministerio de Agricultura impulsar programas a través de cooperativas; el Ministerio de Comercio impulsar el emprendimiento y las microempresas cooperativas, etc. Igualmente, no se aprecia una fuerza publicitaria que, desde el Estado, promueva el cooperativismo, pese a que organismos como la Organización Internacional del Trabajo o las Naciones Unidas, tienen agencias y campañas especializadas para el cooperativismo. Actualmente el Estado, a través de la Banca de segundo piso, ofrece alternativas al cooperativismo en áreas como el microcrédito, el crédito de vivienda y el crédito agropecuario, a través de Bancoldex, Findeter y Finagro. Sin embargo, adicional a la figura del redescuento con estos bancos, no existe una fuente de financiación distinta, de naturaleza pública, dirigida a acompañar procesos empresariales cooperativos, o temas como capital semilla o el capital de riesgo. II. La competitividad como factor de desarrollo de las cooperativas Objetivo: Establecer elementos que contribuyan al fortalecimiento de ventajas competitivas, con base en una gestión diferenciada y soportada en la doctrina cooperativa. Resumen ejecutivo La competitividad en el campo empresarial se logra cuando se tiene la capacidad de ofrecer productos o servicios que satisfacen adecuadamente las expectativas de los 5 demandantes y, por tanto, para la empresa se traduce en beneficios económicos que garantizan el crecimiento y la perdurabilidad en el mercado. En el sector cooperativo es fundamental que se fortalezcan las ventajas comparativas propias del modelo, para que éstas sean generadoras de valor y por tanto se constituyan en diferencias difícilmente copiables, perdurables en el tiempo. En este punto existen temas que se han detectado como sensibles y determinantes para llevar las ventajas comparativas del cooperativismo al nivel de ventajas competitivas. Estos temas se agrupan en el reforzamiento de la doctrina cooperativa, abordando de modo particular temas como la educación cooperativa, el trabajo con los jóvenes y la responsabilidad social empresarial; la integración y las redes cooperativas, y la estrategia de comunicaciones. En lo que tiene que ver con la doctrina, 168 años de tradición son suficientes para comprobar que el modelo cooperativo es una forma de hacer empresa, que surge y se mantiene. Pero, qué hace a las empresas cooperativas un modelo exitoso, en particular en momentos de crisis o situaciones socio económicas complejas?... la respuesta es: su modelo de gestión empresarial. Velar porque esta doctrina esté presente en el desarrollo de la actividad empresarial cooperativa se constituye en un elemento de gran valor y en el pilar que podrá garantizar la sostenibilidad de la empresa. El conocimiento de esta doctrina y la difusión de resultados en función de la misma, podría constituirse en una estrategia sectorial que haga contrapeso a la aparición de “falsas cooperativas”. Para ratificar y posicionar esta doctrina se debe revisar el tipo de educación y su calidad; los diagnósticos sectoriales han detectado que deben revisarse las estructuras y contenidos de la educación cooperativa, de manera que aborde temas como la prospectiva y la visión estratégica de cara al rol del cooperativismo en la sociedad. Hoy la realidad es que 20% de los excedentes se deberá dirigir a programas de educación formal del Gobierno Nacional. Un sentimiento generalizado en el cooperativismo es que el trabajo con las juventudes al interior del cooperativismo colombiano es débil. Si bien algunas entidades cooperativas realizan actividades con niños y jóvenes, no es clara una estrategia nacional que sea indicativa para todo el sector. No obstante lo anterior, organismos como la Alianza Cooperativa Internacional tiene claro que el trabajo con las juventudes es fundamental para formar los dirigentes cooperativos del mañana. Si bien las cooperativas son empresas en esencia socialmente responsables, el propio movimiento debe concentrarse en hacer su actuación visible para la opinión pública en general, toda vez que como lo han mostrado encuestas de opinión recientes, es uno de los elementos de mayor valor a la hora de establecer la reputación. La integración cooperativa es otro elemento esencial para conseguir mayor beneficio para los asociados, así como para consolidar un movimiento visible. Es claro que si bien el cooperativismo no busca el lucro, sí tiene un carácter empresarial que debe hacer frente a 6 la economía de mercado, logrando el equilibrio entre fines económicos y fines sociales, lo cual es mucho más fácil si se unen esfuerzos para encontrar una mayor eficiencia de los recursos. Si las cooperativas, como consecuencia de procesos de integración, obtienen mejores resultados, podrán ampliar su incidencia y visibilidad, ante el Estado, los medios de comunicación y la misma opinión pública. Son pocas las redes cooperativas en Colombia capaces de generar resultados significativos. No obstante, iniciativas como la Red Coopcentral, en el campo financiero, o la red de servicios funerarios Los Olivos, gozan de un alto reconocimiento a nivel nacional. Respecto a la integración para la representación, hoy existe Confecoop. Otro tema relevante es la estrategia de comunicaciones, la cual debe estructurarse partiendo del concepto y la imagen que tiene la sociedad sobre este modelo empresarial. Un trabajo sobre la reputación del cooperativismo colombiano realizado por la firma Ipsos – Napoleón Franco, reveló que la opinión pública tiene un bajo nivel de acercamiento con el sector cooperativo, lo que constituye en sí mismo un riesgo reputacional; la gente no comprende muy bien el modelo, no lo percibe como un gran aporte al desarrollo del país y a la solución de problemas sociales, y considera que no es suficiente ni clara la información que las cooperativas dan a la sociedad y sus afiliados. Al interior del cooperativismo se ha acuñado el concepto de que las cooperativas “no se saben vender”, pese a que éstas destinan recursos para la publicidad, pero los medios de comunicación son débiles en conocimiento del modelo cooperativo. III. Aporte del cooperativismo al desarrollo económico y social del país Objetivo: Identificar las oportunidades que tiene el cooperativismo para apoyar la reducción de la desigualdad social y aportar al PIB, desde los diferentes sub sectores donde hace presencia. Resumen ejecutivo El sector cooperativo ha estado presente como una fuerza motora del desarrollo social y económico en Colombia, con presencia en todo el territorio nacional, y en sectores relevantes para el mejoramiento de la calidad de vida de la población como son el sector financiero, el agropecuario, el de transporte, el de salud, el funerario, el asegurador, el de comercio, entre otros. Los beneficios que brindan las cooperativas impactan a cerca del 35,7% de la población colombiana; sus activos sumaron $26,3 billones en 2012, con un crecimiento del 8,6%; su patrimonio ascendió a $10,5 billones, y sus excedentes sumaron, $385.589 millones, 4,0% más que en 2011. El cooperativismo colombiano ha registrado resultados favorables en los últimos años y sus crecimientos en base social y en términos económicos, demuestran que las cooperativas crecen de manera muy correlacionada con el desempeño de la economía en general. No obstante, el hecho de que exista un reducido número de cooperativas en el segmento de grandes y medianas empresas, sumado a que los procesos 7 de integración económica o de redes entre cooperativas son débiles, lo hace altamente vulnerable a diversas situaciones de mercado. En el subsector financiero y de crédito se encuentran aproximadamente la mitad de los asociados a cooperativas en Colombia y más de la mitad de los activos del sector, por tanto se puede catalogar como el subsector líder. El desempeño de este tipo de cooperativas en los últimos años es bastante favorable y ha estado ligado a las situaciones de mercado de crédito y de inversiones para el caso de los seguros. Se podría decir, en términos generales, que se han comportado conforme a las tendencias del mercado financiero nacional; no obstante, los avances en participación subsectorial han sido tímidos, existiendo una diversidad de tamaños y formas de operación que ha dificultado el quehacer cooperativo de la actividad crediticia, en aspectos como las regulaciones, las formas de supervisión, la implementación de estándares, etc. Es por ello que un tema como la cooperación entre cooperativas es vital, ya que será a través de ella que las cooperativas podrán potenciar su accionar. Este grupo de entidades tiene hoy unas condiciones de estabilidad ideales para formular planes de largo plazo en su operación, toda vez que no presenta situaciones de exposición significativa a riesgos de la actividad en su conjunto. En el tema agropecuario, las cooperativas tienen una gran posibilidad de ofrecer a las personas que dedican su vida a la producción agropecuaria un modelo alternativo de desarrollo, aunque lo que se aprecia es un cooperativismo desarrollado en productos como los lácteos y el café, jalonado por muy pocas empresas. Ese grado de desarrollo lo han conseguido a través de esquemas de cadenas productivas que dan la posibilidad de incrementar el desarrollo empresarial basado en la cadena de consumo, es decir, han desarrollado ofertas eficientes con altos niveles de competitividad. Para el resto de productos se aprecia que las cooperativas son de tamaños pequeños, situación que por si misma tiene implícitas una serie de limitaciones en materia de competitividad. Sin embargo, el cooperativismo aporta y tiene mucho por aportar al sector agropecuario colombiano, en especial, porque las zonas rurales del país adolecen de una múltiple gama de problemas como la falta de políticas públicas eficientes, el conflicto armado, los cultivos ilícitos, el desplazamiento forzado, la falta de infraestructura vial, la falta de servicios públicos, los bajos niveles de escolaridad, la concentración en la tenencia de la tierra, los bajos niveles de bancarización, entre otros, circunstancias que han impedido un desarrollo medianamente cercano al obtenido por las áreas urbanas del país. El fenómeno económico ocurrido con las cooperativas de trabajo asociado, sin duda ha sido de gran impacto para la economía colombiana. La proliferación de este tipo de entidades derivó, infortunadamente, en una serie de abusos causados por la indebida utilización del modelo cooperativo. Al final, el Gobierno Nacional tomó decisiones fuertes y restrictivas sobre esta forma de asociación para el trabajo, lo que condujo a una reducción importante de cooperativas. Parece que ahora la problemática para el cooperativismo no es la indebida utilización, sino el estigma sobre el modelo cooperativo, la falta de confianza y el rechazo del mercado para la contratación. Para poder atacar esta problemática es posible plantear un gran eje de acción, consistente en la difusión de las 8 normas y la doctrina cooperativa, como componente de conocimiento dirigido a los actores implicados (gobierno, entidades públicas, empresas privadas, trabajadores, centrales sindicales, entre otros). La iniciativa empresarial cooperativa en Colombia en sectores diversos, ha estado sujeta a proyectos muy puntuales como salud, educación, servicios funerarios, servicios de vigilancia, industria manufacturera, entre otros, demostrando el potencial que tiene como modelo empresarial en cualquier rama de actividad. El desarrollo de los mencionados subsectores y otros, dependerá del grado de conocimiento y confianza que exista en la población para ver al cooperativismo como esa alternativa. 9