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Clave de Políticas Públicas Serie: Vivienda Social en Chile Abril 2014, Número 25 Resurgimiento de campamentos: propuestas para avanzar hacia una erradicación definitiva Por Isabel Ibañez Browne Presentación Según el catastro de campamentos realizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) en 2011, en Chile existían 657 campamentos1. Sin embargo, a partir de la actualización de las cifras efectuada por TECHO-Chile en 2013 y el posterior monitoreo de los resultados, se pueden identificar 691 asentamientos irregulares, que aglomeran cerca de 29.995 familias2. Terminar con los asentamientos irregulares ha sido un tema prioritario de los gobiernos y de organizaciones de la sociedad civil, empeñados en que no aumente la proporción de familias que se encuentra en condiciones de vida asociadas a la pobreza, precariedad habitacional e inseguridad en la tenencia del suelo. No obstante, el proceso de cierre se ha dificultado debido a que existen factores que favorecen el rebrote de los campamentos, impidiendo su real clausura. ¿Cuáles son estos factores? ¿Cómo una política pública podría afrontarlos? La repoblación de campamentos “erradicados” Es habitual que tras la erradicación de un campamento nuevos pobladores se instalen en los predios desalojados. Este proceso se puede atribuir a dos factores inmediatos: a) no otorgar un nuevo uso al terreno en el corto plazo y b) que algunas familias continúen viviendo en el campamento. Mientras que el primer factor estimula a que nuevos actores se tomen el espacio, puesto que encuentran un lugar disponible para ser habitado, el segundo facilita la integración de nuevas personas al asentamiento. 1. Por campamento se entiende “8 familias o más, que habitan en posesión irregular un terreno, con carencia de al menos 1 de los 3 servicios básicos (electricidad, agua potable y sistema de alcantarillado) y cuyas viviendas se encuentran agrupadas y contiguas” (Centro de Investigación Social TECHO-Chile, 2007:6). 2. Esta cifra se obtiene a partir de la Actualización del Catastro Nacional de Campamentos de TECHO-Chile (Noviembre, 2013), la revisión caso a caso efectuada con MINVU en enero 2014 y el monitoreo del cambio de datos hecha hasta abril de 2014. 1 Desde una perspectiva demográfica, la repoblación de campamentos se encuentra influida por fenómenos más complejos, como el allegamiento y la migración. Con respecto al allegamiento, el “Informe de Política social” 2012 del Ministerio de Desarrollo Social da cuenta que los hogares en esta situación aumentaron 55% entre 2006 y 2011. Tal incremento ha incitado –en algunos casos– el desarrollo de “tomas ilegales” de terreno. Un ejemplo es el del campamento “Los Halcones de Chicureo”, en el sector Forestal Alto de Valparaíso, donde en 2011 un grupo de unas 200 familias allegadas se instaló en un predio por falta de subsidios. Esto se explica porque algunos allegados consideran el campamento como una vía rápida y probable de obtener una vivienda definitiva sin adquirir deuda. Esto, a su vez, se debe en gran parte a que el Estado no cuenta con una política habitacional para esta población, que en 2011 representaba 86% del déficit habitacional del país. Los fenómenos migratorios –nacionales e internacionales– también contribuyen al repoblamiento de los campamentos. Según el Censo 2002, ese año existían 783.430 migrantes internos, es decir, que se trasladaron de una región a otra del país. Primordialmente, la migración interna se debe a razones laborales, siendo ésta misma la principal motivación de la inmigración extranjera. Según datos de Ciudadano Global (Servicio Jesuita a Migrantes y Refugiados), en 2012 Chile contaba con 415.540 inmigrantes residiendo en el país3, los cuales provenían principalmente de Perú (37%), Colombia (18%) y Argentina (17%). En este escenario altamente dinámico, familias enteras se trasladan a lugares periféricos que muchas veces no cuentan con equipamientos, recursos y servicios adecuados para recibirlas. Ello sugiere que muchas familias priorizan vivir en zonas con alta oferta laboral, por sobre el acceso a viviendas estables y entornos urbanos favorables. Un ejemplo de esta situación es el campamento Milla Rayén, en la región de Tarapacá, el cual está constituido por 18 familias mapuche que, en busca de mejores condiciones laborales, se trasladaron a vivir al norte del país, ubicándose a 38 km del hospital más cercano. La “inhabilidad” de algunos pobladores Dentro de un contexto de cierre de campamentos, las familias consideradas inhábiles quedan excluidas de la posibilidad de obtener un subsidio de vivienda4, motivo por el cual se encuentran condicionadas a seguir habitando en aquella permanencia. Entre las 6.331 familias de campamentos con que trabaja TECHOChile, por ejemplo, se han identificado 415 familias inhábiles5, es decir, el 6,5% de la población con la cual se trabaja no puede acceder una vivienda estable por medio del Estado. Similar es el caso de las personas que se encuentran postulando a un subsidio habitacional, ya que al cierre del campamento se les otorga un subsidio de arriendo sólo por dos años, siendo que el proceso de entrega de vivienda demora en promedio al menos cuatro años6. Este escenario no asegura una vivienda a los pobladores, y asimismo, ellos quedan sujetos a los flujos de precios del mercado inmobiliario (incluyendo el de alquiler), contribuyendo a la posibilidad de que vuelvan a vivir a un campamento. Todos estos factores atentan en contra de una solución habitacional efectiva, estable y que cumpla con estándares mínimos de localización, integración y mantención de los vínculos y redes sociales. Por ello, se debe avanzar en una política de cierre de campamentos que permita regularizar los criterios para la clausura de asentamientos irregulares. Para esto, proponemos una serie de medidas o acciones concretas. 3. El 1,2% de los jefes de hogar en campamentos son extranjeros (Claro, 2012:33) 4. Inhábiles son quienes: no son mayores de edad; son propietarios de una vivienda, han recibido antes un subsidio habitacional o han sido propietarios de una vivienda adquirida con un subsidio habitacional. Los cónyuges no pueden postular simultáneamente, aunque estén separados. 5. Esta información fue obtenida desde las planillas de seguimiento TECHO-Chile (enero de 2014), que se aplican en todos los campamentos donde la institución trabaja. 6. Información extraída de las planillas de seguimiento TECHO 2013. 2 Para llevar adelante una política que logre un efectivo cierre de los campamentos en Chile, se requiere analizar el contexto actual desde sus factores estructurales y circunstanciales. Es preciso tomar en cuenta los obstáculos e incentivos que actualmente existen para la erradicación, y esbozar medidas concretas que permitan superar esos problemas. En esta sección se propone una política pública que revise los siguientes cinco aspectos cruciales: prioridad de clausura según vulnerabilidad social; establecimiento de nuevos criterios de localización para las viviendas sociales; dar un uso inmediato a los terrenos de campamentos erradicados; terminar con las inhabilidades actuales de algunas familias, y poner fin al desalojo forzado. Gráfico 1 Índice de Vulnerabilidad Territorial TECHO y N° de familias del Gran Valparaíso índice techo de vulnerabilidad territorial Hacia una política de cierre de campamentos l Bajo nivel de vulnerabilidad y bajo Nº de familias. l Bajo nivel de vulnerabilidad y alto Nº de familias. l Alto nivel de vulnerabilidad y bajo Nº de familias. l Alto nivel de vulnerabilidad y alto Nº de familias. 2,0 1,5 1,0 0,5 0 Prioridad de clausura. Un primer paso es identificar los campamentos que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, puesto que su clausura debe ser prioridad para el Estado. Una completa evaluación de la vulnerabilidad de los campamentos y de las viviendas sociales debería considerar la habitabilidad –que incluye materialidad de la vivienda, acceso a servicios básicos (agua, electricidad y alcantarillado), tenencia del terreno y hacinamiento− y el acceso a la ciudad7. Al ponderar estas dimensiones según la cantidad de familias que viven en cada asentamiento, se puede obtener una noción más certera acerca de la urgencia habitacional en dicha localidad. Como actualmente no existen indicadores que permitan medir la habitabilidad en los campamentos a nivel nacional8, únicamente podemos hacer el cruce entre la vulnerabilidad territorial (nivel de acceso a la ciudad) y la cantidad de familias que viven en campamentos. Por ejemplo, el gráfico 1 muestra los campamentos de Valparaíso según su nivel de vulnerabilidad territorial −distancia hacia infraestructura de salud, educación y seguridad pública− y cantidad de familias. De este cruce se puede observar que existen 25 campamentos con aguda vulnerabilidad territorial y alto número de familias9, representando 13,2% de los asentamientos 0 200 400 600 800 1.000 1.200 nº de familias gran valparaíso Fuente: Elaboración propia construida en base a los datos del Índice TECHO de Vulnerabilidad Territorial 2013. de la región. Este ejercicio, podría replicarse para sistematizar la selección de campamentos prioritarios por erradicar. Sería recomendable, finalmente, incluir el criterio de antigüedad de los campamentos. Por un lado, ello permite priorizar a quienes llevan más tiempo viviendo en vulnerabilidad habitacional, y por otra parte, favorece que la erradicación de campamentos no genere incentivos para que más familias vayan a vivir a asentamientos informales. 7. Estas dimensiones se extraen de la propuesta realizada por TECHOChile para medir la pobreza habitacional, en Mesas Hurtadianas 2013 (sección sobre “Pobreza multidimensional”). El acceso a la ciudad puede ser medido con el Índice TECHO de Vulnerabilidad Territorial. Sobre este indicador, ver: http://www.techo.org/mapas-de-vulnerabilidad-territorial/ 8. Dado que en Chile las encuestas que miden habitabilidad (como la CASEN) no incluyen un diferenciador de las personas que habitan campamentos, aún no es posible establecer este indicador de manera completa. 9. Considerando “alto”, como “valor mayor que la media”. 3 Si se mantiene en estas localidades la norma típica de erradicación, esto es, localizar a los pobladores de campamentos en viviendas sociales de la misma comuna que habitan, es muy probable que los campamentos ubicados en comunas vulnerables10 se trasladen hacia viviendas sociales que tendrán un alto nivel de vulnerabilidad territorial. Considerando este riesgo, se debe tener especial cuidado con los futuros cierres de campamentos, puesto que ellos podrían reproducir la vulnerabilidad territorial y de habitabilidad que existe hoy. Si se optara por aumentar la cantidad de viviendas sociales en comunas vulnerables, primero se debe mejorar el transporte y el acceso a los servicios públicos. Uso inmediato de terrenos de campamentos erradicados. Es necesario asegurar el uso casi inmediato de los terrenos en desuso para así dificultar el rebrote de asentamientos informales. El uso que se les dará debe responder a las necesidades del barrio. Es por ello que hay que juntar en una misma mesa a los representantes vecinales, municipales y entidades gubernamentales, los cuales debieran articular a los demás actores involucrados. Actualmente, el “Plan Comunal de Inversión” del Ministerio de Vivienda tiene como objetivo transformar antiguos campamentos en una solucion habitacional permanente para las familias, la que, a su vez, esté integrada al barrio. Este plan, que sólo se utiliza para campamentos que se van a erradicar, debiera extenderse Gráfico 2 Cantidad de campamentos en comunas con villas de alta vulnerabilidad territorial vulnerabilidad territorial villas de blocks Nuevos criterios de localización. Para evitar el repoblamiento de los campamentos por el descontento con la vivienda entregada, ya sea por la falta de transporte, áreas públicas o seguridad, es necesaria la construcción de viviendas que no generen o agudicen la vulnerabilidad territorial de las personas. Para identificar las comunas en que se debe tener mayor cuidado, se puede cruzar la vulnerabilidad territorial de las viviendas sociales ya construidas en la comuna, con el número de campamentos que se intenta erradicar. Tal como muestra el gráfico 2, existen 12 comunas en Santiago que se encuentran por sobre la media de vulnerabilidad territorial. 1.500 el monte buin 1.250 quilicura colina 1.000 puente alto melipilla 750 paine renca talagante cerro navia cerrillos peñaflor 500 lo prado huechuraba 250 peñalolen lo barnechea el bosque maipu la florida san bernardo pudahuel conchali lo espejo la pintana macul la cisterna san ramon san joaquín estacion central 0 0 2 4 6 8 10 12 nº de campamentos Fuente: TECHO - Chile (2013). a todo tipo de cierre de asentamientos informales, limitando de forma más duradera el repoblamiento de los campamentos. Familias inhábiles. Entendiendo que la inhabilidad es la raíz de gran parte de los problemas que obstaculizan el cierre real de un campamento, es necesario repensar dicha situación. Dado que el fin último de la política habitacional consiste en superar la vulnerabilidad habitacional, toda familia en esta condición debe considerarse hábil para postular a subsidios de vivienda. Por dicha razón, cualquier cierre de campamento tiene que considerar a todos los pobladores, asegurándole a quienes son inhábiles o ya están participando en los subsidios, alguna solución habitacional efectiva. Desalojo forzado. Esta medida se concibe como necesaria cuando el terreno pertenece a un privado que exige usufructuar de éste. Sin embargo, este modo de 10. Refiere a las comunas sobre la media del Índice TECHO de Vulnerabilidad Territorial. 4 cierre implica un acto de presión y violencia contra la comunidad, que si bien es de extrema urgencia, sólo agudiza la vulnerabilidad de las personas que habitan el campamento. No sólo se destruyen las viviendas de los campamentos, sino que también se devasta el vínculo comunitario y las redes vecinales. Además, muchas veces se ejerce tanto violencia física como violencia simbólica, razones por las cuales se debe suprimir este tipo de acción. Conclusión El cierre de campamentos no implica una solución al problema de fondo de estas viviendas precarias. Al contrario, en ese mismo proceso surgen una serie de nuevos problemas que tienden a mantener la puerta abierta para que los terrenos vuelvan a ser ocupados. No obstante, una política pública que a) tenga como prioridad los asentamientos con mayor vulnerabilidad, b) considere la ubicación donde se sitúan las familias desalojadas, c) ejecute un plan inmediato de uso del terreno, d) evalúe la inhabilidad de familias de los campamentos, y e) no ejerza violencia en el proceso, permitiría afrontar dichas complicaciones. Es preciso dejar en claro que el campamento es la representación física de la vulnerabilidad, y que es el reflejo del déficit de la política habitacional y de la segregación espacial en la ciudad. Mientras estos problemas urbanos persistan, la figura del campamento no desaparecerá, ya que son la consecuencia de una serie de necesidades sociales que no están siendo satisfechas. Aunque una política de cierre de campamento sea necesaria, no soluciona el origen del problema. Una política eficaz puede limitar el repoblamiento informal en determinados sectores, además de dificultar la creación de nuevos asentamientos, pero no resuelve los grandes problemas urbanos, habitacionales y sociales que dan vida a los campamentos. 5 Referencias Ciudadano Global. 2012. Estudio “Cifras y rostros de la migración en Chile”. Accedido el 27 de Septiembre de 2013. http://www.ssmc.cl/wrdprss_minsal/wpcontent/uploads/2013/05/Cifras-y-rostros-de-lamigraci%C3%B3n-en-Chile.pdf Claro, Matías. 2012. “Catastro Nacional 2011: Mapa Social de Campamentos.” Secretaria Nacional de Campamentos, MINVU, Santiago, Chile. Ministerio de Desarrollo Social. 2012. “Informe de Política Social 2012”. Santiago, Chile. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. 2012. “Programa de Campamentos” MINVU. Santiago, Chile. TECHO-Chile. 2013. Actualización del Catastro Nacional de Campamentos. Informe de cifras generales. Santiago, Chile: Centro de Investigación Centro de Investigación Social TECHO-Chile. 2007. Social TECHO-Chile. “Catastro Nacional de Campamentos 2007” Un Techo para Chile, Santiago, Chile. 6 Acerca de la autora Isabel Ibáñez Browne es investigadora del Centro de Investigación Social de TECHOChile y profesora de la cátedra Segregación Urbana en la Universidad Alberto Hurtado. Socióloga de la Universidad Alberto Hurtado, actualmente realiza un Diplomado en Políticas Públicas en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ibáñez coordina la evaluación y el monitoreo de los programas de educación y trabajo de TECHOChile, además de investigar múltiples problemas asociados a campamentos y viviendas sociales. Acerca del Instituto Información de Contacto El Instituto de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Diego Portales se orienta a generar propuestas concretas para la solución de problemas de política pública que enfrenta Chile actualmente y a la formación de policymakers de alto nivel. Nuestro equipo de profesores e investigadores combina excelencia académica con participación activa en el debate público y el proceso de formación de políticas públicas en Chile. Instituto de Políticas Públicas Facultad de Economía y Empresa Universidad Diego Portales. Avenida Santa Clara 797, Ciudad Empresarial, Huechuraba, Santiago, Chile Email: sandra.mella@udp.cl Fono: (56-2) 2213 0177 www.politicaspublicas.udp.cl Todos los derechos reservados. Secciones breves del texto pueden ser citadas sin el permiso explícito si se identifica a los autores y se da reconocimiento completo al Instituto de Políticas Públicas de la UDP. Las opiniones y conclusiones expresadas son de propiedad de los autores y no deben ser entendidas como opiniones o políticas del Instituto de Políticas Públicas, de la Facultad de Economía y Empresa o de la Universidad Diego Portales. 7 MAGÍSTER EN POLÍTICAS PÚBLICAS, FACULTAD DE ECONOMÍA Y EMPRESA UDP Perfil del Postulante Profesionales con estudios en ingeniería, economía, derecho, ciencias políticas, sociología, psicología, educación, periodismo y ciencias de la salud, entre otras áreas. Grado Magíster en Políticas Públicas Requisitos Grado académico de Licenciado o Título Profesional equivalente. Para mayor información sobre requisitos de postulación, visita nuestra página web: http://www.politicaspublicas. udp.cl/magister/ Costo Sin costo de matrícula. Arancel programa completo: UF 300. Alianza Instituto de Políticas Públicas UDP - Columbia University El Instituto de Políticas Públicas tiene una alianza con la Universidad de Columbia a través del Institute of Latin American Studies (ILAS) y el Columbia Global Centers Latin America de Santiago. Esta alianza busca promover la discusión de políticas públicas entre académicos, policymakers y líderes de opinión en Chile y Estados Unidos, y se traduce en actividades conjuntas como coloquios, seminarios e intercambio de profesores. Postulaciones abiertas. Cupos Limitados • Inicio del programa: Mayo 2014. • Nivelación: Inicia el 31 de marzo, abril-mayo 2014 • Duración: 2 años (6 trimestres). • Modalidad: Vespertino (18:00 a 20:45 hrs.). “El Magíster en Políticas Públicas tiene como objetivo formar a futuros líderes capaces de generar ideas y proponer soluciones para los principales desafíos de políticas públicas en Chile y América Latina.” • Clases lunes, miércoles y jueves. Ayudantía opcional en economía y estadísticas los martes durante el I y II trimestre. Contacto • Cierre de postulaciones: 26 de marzo 2014. contactcenter@udp.cl (56 - 2) 2213 0157 · 2213 0159 · 2213 0177 8