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DESARROLLO ECONOMICO Y TECNOLOGIA, ROL DEL ESTADO POR RAFAEL LEVY La idea que pensamos sustentar es que no existe definición de política tecnológica porque tampoco existe definición sobre el perfil productivo de la economía. La indefinición no es patrimonio exclusivo del gobierno nacional, el actual o el anterior. Es patrimonio de amplísimos sectores de la sociedad argentina. No toda. Es una grave falencia que yo atribuyo a nuestro propio desarrollo histórico, signado por multitud de conflictos político-sociales quizás sólo matizado por algunos momentos de "paz" política. Pero tenemos que hablar acerca de una solución a la problemática de la Argentina con la visión del economista y en base a la dupla temática propuesta de Crecimiento y Desarrollo. Sabemos, de las primeras bolillas de cualquier curso de economía, cuáles son los principales interrogantes que deben resolver los agentes productores; estos son: ¿Qué producir?, ¿Cómo producir?, y ¿Para quién producir? Muy bien; aquí sustentaremos la idea de que, en las principales economías del planeta, las grandes directrices del desarrollo económico, provienen de que sus autoridades políticas sugieren, inducen o directamente formulan las respuestas a estas preguntas, y que la toma de decisiones de los agentes privados tiene que ver con una importante participación del Estado derivada de esas respuestas. En cambio, en economías subdesarrolladas como la nuestra, y además empeñadas en subdesarrollarse, como lo afirmara el Dr. Raúl Prebisch, estas preguntas/problemas no tienen solución. Cuando existen, éstas son parciales o incompletas, generadoras de alto grado de conflictividad en la sociedad argentina, trabando más que empujando el desarrollo económico. La traba viene dada porque deja que los agentes privados respondan por sí mismos sin el auxilio del Estado o, lo que es peor, considerando como conflictivas con sus intereses las determinaciones que éste pudiera tomar. Son parciales porque, la filosofía dominante sobre nuestro Estado supone que éste no tiene papel que cumplir en la economía, limitándose a buscar una supuesta prolijidad presupuestaria u otros equilibrios macroeconómicos tipo precios, Balance de Pagos, etc. no contribuyendo para nada a dar respuesta a las mencionadas preguntas básicas. Pero como tampoco tenemos mercado suficiente para que alguna "mano invisible" revele a los agentes particulares la respuesta a esas tres preguntas, éstas permanecen sin contestación, ni sugerencias, y nuestro país en el estancamiento. La diferente visión doctrinaria se reflejó en nuestro reciente 4° Congreso de Economía. Por ejemplo, en este Congreso, uno de los expositores, perteneciente a nuestro país, o sea al mundo subdesarrollado, afirmó que para nosotros el problema central de definir una estrategia era algo así como sentar las bases para que alguien decida si sale o no a vender PIZZA. Pero si es pizza o aceleradores de partículas atómicas lo decide ese alguien. Textualmente, de acuerdo a la desgrabación realizada por miembros de esta comisión, dijo: "Para mi la economía es un proceso decisorio concatenado, la economía no está en las mercaderías, no está en los servicios, está en la mente y en los corazones de los seres humanos. Cuando alguien me pregunta por la reactivación, yo digo no mires la góndola de los supermercados mira los seres humanos, mírate vos, mírate al espejo y pregúntate bajo que condiciones gastarías más y ahí empezamos hablar. Entonces la realidad para mí no es PBI, no es una cosa que se llama sector textil, región Noroeste o cosa por el estilo, para mi la realidad argentina son 37 millones de seres humanos que poblamos el territorio argentino, nos levantamos todos los días para ver como encontramos la vuelta, la realidad para mi son las personas, son las personas que mueven las empresas y son las personas que trabajan como funcionarios en el estado, y ahí donde se juegan los mecanismos decisorios, para mi la realidad son los mecanismos decisorios." "La economía es un proceso decisorio, entonces la clave es cuáles son las reglas de juego que enfrentamos cada uno de nosotros, para ver qué hacemos con nuestra energía; yo creo que hay países que los pibes le dicen a la mamá en la misma nursery: ¿qué hay que hacer para ir hacia delante, hay que laburar, hay que ser primo del ministro hay que estar en el partido, hay que ser piola, hay que robar? según la regla de juego que ve la madre en base a eso se la transmite al hijo; en términos de resultados eso es muy diferente, no muy parecido, es muy diferente. Bueno viene el tema del rol del estado, la regla de juego de cada una de las personas y decimos opere en base a esa regla de juego: le va bien, lo felicito; le va mal, ¿qué le va hacer? Le va bien, tiene que pagar los impuestos, después de pagar los impuestos haga lo que quiera con esa plata y siga nomás para adelante." "Queda un rol para el estado? Por supuesto queda un rol: El que nos enseñaron en la escuela primaria, la maestra no sabía la diferencia entre bienes públicos y bienes privados de Paul Samuelson, pero el estado debe de empezar por proveer bien los bienes públicos: seguridad, defensa, justicia, educación. Después decidimos que era muy poco, le fuimos encargando mucho más cosas: la producción, el empleo, la felicidad, la exclusión. Fue demasiado, no hizo ni una cosa ni la otra. Alguien puede decir, no te parece poco, primero que se encargue de lo que se tiene que encargar." "Que me haga una justicia razonable, que me haga una seguridad razonable, que me dé los bienes públicos en el sentido técnico, esos insumos de manera razonable que yo necesito, y que me deje el resto, con eso yo estaría feliz." La hago corta. El expositor termina su discurso con una defensa de la imposibilidad de saber qué va a pasar; ejemplifica su idea con el caso del Sr. Alan Greenspan, Presidente del Banco de la Reserva Federal de los EEUU. "Tiene detrás de él a cientos de economistas de primera que le dicen todos lo que saben , este señor sintetiza todo lo que sabe y va al congreso y dice, todo lo que sabe -que es nada- pero ¿porque es bruto? no, es porque no se puede saber." Otro expositor, quizás de la misma corriente de pensamiento, afirmó, en el anterior Congreso, el 3°, que no se podía saber hacia donde se dirigiría la economía argentina, lo que no dificultó que avalara la totalidad de los cambios producidos en la década pasada, ya que lo positivo de ellos radicaba en un retorno, a su entender, a nuestra era dorada. Edad dorada era, obviamente, la comprendida entre mediados del siglo XIX y la crisis del ’30. Los cambios aludidos, en el entendimiento de ese expositor, cerraron nuestra época negra, la que se iniciara luego de la mencionada crisis; cierre que pudo ser doloroso pero necesario, aunque pudiera generarle problemas a un tío enólogo. Las dos interpretaciones convergen, a mi entender, en rechazar el rol del Estado en cuanto a influir en la conducta de los productores sugiriéndoles qué producir, contradictoriamente a lo que sugirieron los expositores del hemisferio norte. Ambos son profesionales de renombre, son escuchados y seguidos sus consejos, lo que les da un gran ascendiente a sus opiniones sobre amplios sectores de la sociedad y, podemos decir, que incluso son escuchados actualmente en el propio Gobierno. Pero como dije que son ampliamente escuchados y seguidos en sus opiniones, reitero mi afirmación inicial de que no solo en el Gobierno existe orfandad de ideas al respecto. Jeffrey SACHS no cree que todo venga del mercado, quien recomendó la pizza sí. Jeffrey Sachs también tiene ascendiente sobre amplios sectores de opinión y "decididores" en el qué y cómo producir en una gran potencia desarrollada, y que continúa desarrollándose; los nuestros tienen ascendiente en una economía fuertemente estancada. Lo de fuertemente estancada lo digo a pesar de sus importantes tasas de crecimiento, verificadas en algunos de los años de la última década. Como Jeffrey Sachs no cree que todo venga del mercado, afirma la necesidad de existencia de una articulación entre gobierno, universidades y empresas que garantice la innovación y por tanto el desarrollo; también lo comprueba en la performance cotidiana de la economía norteamericana y sabe que si se corta se interrumpirá el sendero de desarrollo de ese país. Permítaseme asimilar esta articulación tripartita como fuente de posibles respuestas a las preguntas básicas y de la afirmación que hice al comienzo de mi disertación respecto de la ausencia de política tecnológica y perfil productivo. ¿Cómo se concreta en EEUU, por ejemplo, la articulación tripartita y las respuestas básicas? Ustedes saben que el alunizaje del 20.07.69. realizado por Neil Armstrong, en realidad fue proyectado en 1961, cuando el Presidente J. F. Kennedy lanza el objetivo de poner un hombre norteamericano en la Luna antes que termine la década. Ustedes saben también, que las consecuencias de ese proyecto, originalmente diseñado para competir con la hasta ese entonces "victoriosa" Unión Soviética, dado que ella estaba ganando la carrera espacial con sus Sputniks, sus Luniks, sus perritas Laika, y luego sus astronautas, se derramaron sobre la sociedad norteamericana volcando una enorme variedad nuevos materiales, productos y procesos productivos que en gran medida fueron el sustento de los ritmos de crecimiento que su economía registrara en ese entonces: téngase presente que el Proyecto Apolo, como era individualizado, suponía un volumen de empleo directo de casi 30.000 personas. La potencia adversaria en ese entonces, también estaba induciendo un esfuerzo productivo de proporciones con la carrera espacial, obviamente "inducido", allí con más razón, por el Estado. Ustedes también saben, dado que cualquier curso de Internet lo afirma y fuera mencionado en la anterior reunión de este ciclo de charlas debate, que esa red fue originalmente construida para vincular las bases de las fuerzas armadas de los EE.UU., por lo que también aquí se puede ver el papel del estado no como inductor de la conducta de los agentes económicos, sino más bien como actor principal en la determinación de las principales decisiones de los mismos. Si no fuera así, ustedes creen que los productores norteamericanos tendrían totalmente claro "¿Qué producir"? Aquí también seguramente sabemos, que el fundador de la "Reaganomics", el Presidente de los EE.UU. Ronald REAGAN, presentó inicialmente su plan como una suerte de inicio de proceso de retirada del Estado de la economía estadounidense, pero luego, la misma reaganomics implicó una fuerte presencia de aquél en la misma, mensurable a través de los indicadores de la relación gasto público–PBI de ese país, dado que el ¿qué producir? inducido por el Presidente Reagan en ese momento era: produzcan bienes y servicios orientados a la creación de un escudo espacial, defensivo y disuasivo a la vez, de potenciales ataques realizados por los soviéticos, proyecto conocido también como "Guerra de las Galaxias". Demás está decir que el ¿Cómo producir? se resolvía mediante la articulación tripartita mencionada por el Dr. SACHS, y que el ¿Para quién producir? tenía un destinatario fundamental, el llamado, por otro ex presidente de los Estados Unidos, "Complejo Industrial Militar", pero también el efecto se derramaba en salarios, ocupación, inversiones, impuestos, etc. ¿Es solamente gobierno de los EEUU quien induce la producción de esta manera? En la Europa desarrollada, por su parte, también las autoridades tienen un rol fundamental en la formulación de las respuestas. Así, Francia, por boca de su entonces Presidente, Charles De Gaulle, formuló la respuesta diciendo que el país debía producir su propia Force de Frappe, la fuerza disuasiva francesa (su bomba atómica). También las autoridades francesas dijeron que había que producir aviones Mirage, lo que llevó a colocar a su industria aeronáutica a la cabeza de la industria aeronáutica mundial. ¿Era sólo un delirio de grandeza? Lo dudo, porque sus efectos también derramaron hacia otras actividades, y la industria electrónica francesa, así como la de las comunicaciones, no son "industrias de pequeña monta", están a la vanguardia. El caso del avión Concorde, es ilustrativo al respecto. Este caso del Concorde, ilustra que no solamente a nivel nacional se dan las respuestas que comentamos, ya que este proyecto fue compartido con el gobierno Británico, lo que es ejemplo de emprendimientos binacionales, como también lo fue la construcción del túnel submarino debajo del Canal de la Mancha. Pero Europa sigue dando muestras de emprendimientos ya no binacionales, sino multinacionales, como el caso del avión AIRBUS, donde participan las industrias aeronáuticas alemana, francesa, holandesa, inglesa, italiana, etc. También la pugna diplomática entre Europa y EE.UU. respecto de la intervención de empresas de ese continente en la construcción del Gasoducto Transiberiano, lanzado por los soviéticos o, últimamente, para realizar inversiones en Cuba, muestra en cuánto las autoridades nacionales coadyuvan para la determinación de la producción en sus respectivos países. En base a esto, nos podemos preguntar: ¿Resuelven los europeos los interrogantes económicos fundamentales? Evidentemente si. ¿Qué pasa en nuestro país? Estamos execrando de nuestro reciente pasado de estado activista en economía; no quiero significar que acepto que cualquier cosa que hubiera hecho estuvo bien; estamos renegando de ese estado, hemos vuelto aunque no lo creamos, al estado gendarme del siglo XIX, de quién se exigía que sólo debía preocuparse de la Defensa exterior, la Seguridad interior y la Administración de Justicia, como surge del Preámbulo de nuestra Constitución Nacional y como reclama el expositor antes citado. En función de esto nuestro Estado privilegia el pago de la deuda, que es una forma de asignar gasto y que por supuesto hay que pagarla pero quizás no privilegiar absolutamente su pago, pero relega, el emprendimiento de proyectos productivos. ¿Cuál es el proyecto que quiere la sociedad? Mis alumnos de la Facultad de Ciencias Económicas fueron inducidos por el que habla, para recopilar el listado de proyectos de inversión que las organizaciones gremiales empresarias tuvieran en stock para el caso de sancionarse la Ley de flexibilización laboral dados los argumentos predominantes según los cuales la postergación de su sanción suponía el mantenimiento de los actuales niveles de desempleo. ¿Cuál creen Ustedes fue el resultado luego de consultar a organizaciones gremiales empresarias de primer y/o segundo grado, empresas grandes, medianas y/o pequeñas, con dirigentes que tienen acceso a los medios masivos de comunicación, o repasando contenidos de noticias transcriptas en medios especializados y no especializados? Ninguno concreto. Porque no había proyectos, no se sabe qué producir fuera de nuestros productos tradicionales. ¿Se tuvo conocimiento que algún dirigente político evaluara el número de empleos que la sanción de esa ley iba a significar para su provincia, departamento o grupo de electores? ¿Reclamó a los lobbistas que seguramente tuvo que enfrentar sus "costos de oportunidad" políticos? Los recientes acontecimientos que involucran al Senado de la Nación, dan cuenta de que otras fueron las preocupaciones que los afligieron en esos momentos. ¿Dispone la Argentina de proyectos, aún adecuados a su dimensión, del tipo de alunizaje, escudos espaciales, force de frappe, aviones Mirage, Concorde o Airbus, que derramen efectos hacia atrás sobre múltiples industrias? ¿Cuál es la respuesta a la pregunta "qué producir" valedera para el desarrollo económico que daría nuestra sociedad y dirigencia? ¿Se han formalizado convenios de investigación científico técnica que tengan que ver con la introducción de actividades innovadoras en la Argentina? ¿Podemos hacer cualquier cosa en un marco de vulnerabilidad externa como el que nos caracteriza o debemos tener sumamente claro nuestras posibilidades y líneas sobre las cuales podremos hacer discurrir nuestro futuro? Los datos del Balance de Pagos del año anterior son elocuentes en cuanto a este aspecto, la mitad de nuestras exportaciones será absorbida, para cubrir el pago de servicios de la deuda o de remesas de utilidades de las empresas privatizadas, muchas de las cuales no contribuyen a generar las divisas que ellas mismas demandan. Y eso que se cuenta con un ingreso de capitales de más de 14000 millones de dólares. En el estado de cosas actual, cualquier brisa, no ya tormenta, financiera internacional puede ocasionar una interrupción de esa afluencia de capitales, la que en todo caso, coadyuva a recrear recurrentemente la citada vulnerabilidad. En otro caso haría ingresar a nuestra economía en una más aguda recesión que la que vivimos actualmente. Esto obliga a pensar en una salida exportadora. Hay que conseguir, al menos, duplicar el valor de nuestras ventas al exterior y en un plazo relativamente breve ¿Qué es lo que deberíamos hacer? Advierto que aquí podemos tener discrepancias al enunciar actividades específicas, pero primero fijaremos algunas bases, para quizás atenuar las diferencias. ¿Aumento de competitividad argentina? Concepto extraño, las naciones no son competitivas según la demostración de Paul KRUGMAN; pueden ser competitivas las industrias o las actividades pero no son competitivas las naciones. Postular la flexibilización laboral como vía para que rebaje el costo salarial y hacer competitiva a la Argentina siguiendo esa línea de pensamiento se convierte, por lo que se ve, en un disparate típico de una mentalidad subdesarrollada. Por tanto, no podemos buscar a través de la rebaja salarial el incremento de la competitividad dado que esto es imposible y antieconómico. Lo que se debe hacer es buscar un conjunto de actividades en las cuales existen bases objetivas sobre las cuales asentar alguna ventaja de diseño, experiencia, tradición, innovación, y quizás de productividad, dentro del planeta, pero sabiendo que las ventajas que podamos obtener serán circunstanciales, momentáneas, mientras no se difunda la tecnología de producción como para anular la ventaja oligopólica. KRUGMAN admite que, en productos altamente sofisticados, es posible crear su propia ventaja comparativa mediante un proceso de retroalimentación de las economías externas tecnológicas. La secuencia podría ser resumida como que la implantación de una industria doméstica generaría sobrantes de conocimientos a intercambiar entre empresas aprendiendo unas de otras; también darían cuenta de la aparición de un mercado de mano de obra especializada aprovechable por proveedores de la industria inicial que a su vez actuaría reforzándola, armando un "cluster". Si las economías externas son poderosas, dice KRUGMAN, la especialización internacional puede tener una cualidad arbitraria fuerte y una vez establecido el liderazgo, se refuerza a sí mismo y tiende a persistir. Nichos con dos o tres años de ventaja oligopólica Nichos detectables por investigación científica o por negociaciones con las MULTIS; ¡cuidado, el orden vale.! En aquéllas derivables de la investigación, las líneas podrían ser: QUE HAY QUE HACER? - Si las agroindustrias tienen per se ventajas comparativas, sus propias estructuras y rentabilidad deberían generar la inversión en ID. Los definidos por el Gobierno (¿): más Biotecnología. Superconductores, Programa nuclear. Revitalizar, si fuera posible, el Proyecto Cóndor Industria ferroviaria (escala latinoamericana) Acuerdos con las MULTIS, para inserción vía IED de las mismas, pero en industrias de punta, actividades en las cuales la Argentina no estaría, o no podría, o no convendría hacer investigaciones actualmente: motor de hidrógeno, por ejemplo; microcentrales eléctricas, medicamentos, etc. Por ejemplo. ¿Si estamos dispuestos a aceptar que debemos pagar sobreprecios por patente de medicamentos, por ejemplo, justificados en el hecho de que los laboratorios del país origen de la patente deben financiar sus investigaciones, no puedo exigir, al menos, que las investigaciones futuras también se hagan en mi país y el sobreprecio sirva para financiarlas aún dentro de la propia empresa que recaudó el sobreprecio? ¿Significa esto que el programa de desarrollo de la ciencia y técnica asociada a estas actividades al centrarse en ellas garantiza el acceso a etapas iniciales del desarrollo? Para nada. ¿De qué vale que realice todo este esfuerzo de investigación y desarrollo si el grueso de mi estructura productiva está compuesto por filiales de corporaciones internacionales a las cuales seguramente poco interesarán las líneas de ID definidas fuera de sus casas matrices? Creo que la política debe ser más integral porque de no ser así, gastaríamos por gastar. Nosotros nos escandalizamos, en este recinto y en unos pocos más, debido al sumamente bajo nivel de gasto que la Argentina realiza en ID. Las habituales cifras manejadas sobre el particular dan cuenta de una proporción del PBI de 0.4%, cuando Brasil y Chile muestran normalmente una proporción que duplica la nuestra y las potencias desarrolladas exhiben coeficientes que quintuplican y hasta octuplican al nuestro. Pero yo creo que debemos tener en claro, que ese bajísimo 0.4% gastado por los argentinos se convierte en sumamente alto si no se tiene en claro que ese gasto debe destinarse a que autoridades, y la sociedad en su conjunto, sepa dar respuesta al qué y cómo producir, y sepamos a la vez responder el para quién se va a producir. Digo que el coeficiente es sumamente alto, implicando lisa y llanamente despilfarro de recursos, porque toda nuestra estructura productiva, extranjerizada como resultado de la aplicación del modelo de apertura económica, desguace del Estado y dólar barato de la última década, no hará uso de los resultados de las investigaciones científico técnicas desarrolladas en los institutos oficiales, en las universidades nacionales y en las universidades privadas, por la sencilla razón de que en general será más conveniente, para los órganos de decisión de las unidades productivas extranjerizadas, abastecerse de tecnología proveniente de las casas matrices o de las filiales de las firmas. El coeficiente es sumamente alto e implicará despilfarro de recursos valiosos reitero, si la relación de precios relativos, como ha ocurrido en los últimos diez años, tiende a favorecer a los servicios antes que a los bienes transables sobre los cuales podamos los argentinos disponer de esas ventajas oligopólicas que mencioné anteriormente. Estoy convencido de que hay que mantener la disciplina fiscal, pero la experiencia mundial muestra que disciplina fiscal implica moderados desequilibrios fiscales. ahora, porque la consigna es la disciplina fiscal, anteriormente no había tantos escrúpulos respecto de las finanzas públicas. Asignar eficientemente el gasto no es lo mismo que no gastar nada, mucho menos que mi gasto ahonde mi vulnerabilidad externa y por ende recree a su vez la trampa fiscal en la que he caído.