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LA “NUEVA ECONOMÍA”: ANTECEDENTES, PERSPECTIVA HISTÓRICA, INTERROGANTES Y ESPECULACIONES J. Bradford DeLong y Lawrence H. Summers2 1 El artículo original en inglés, The ‘New Economy’: Background, Historical Perspective, Questions, and Speculations, se publicó en el Economic Review del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, cuarto trimestre de 2001. Traducción de Armando Ibarra por encargo de la Universidad Javeriana de Cali 2 J. Bradford DeLong es profesor de economía en la Universidad de California, Berkeley. Lawrence H. Summers es el presidente de la Universidad de Harvard. Esté artículo se presentó en el simposio del Banco de la Reserva de Kansas City: “Política económica para la economía de la información”en Jackson Hole, Wyoming, el 30 de agosto de 2001. Los autores agradecen a Martin Baily, Francois Barr, Stephen Cohen, Robert Hall, Chad Jones, Dale Jorgenson, Tom Kalil, Alice Rivlin, David Romer, Andrei Shleifer, Dan Sichel y John Zysman, entre otros, por sus valiosas opiniones y comentarios. La versión de este artículo en inglés se puede encontrar en la página web del banco: www.kc.frb.org. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 77 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S RESUMEN En una presentación en el simposio "Política económica para la economía de la información" organizado por el Banco de la Reserva de Kansa City el profesor J. Bradford DeLong de la Universidad de California-Berkeley, y el presidente de la Universidad de Harvard, Lawrence H. Summers, sugirieron que cualquier intento por analizar el significado y la importancia de la "nueva economía" debe tratar de resolver cuatro interrogantes: Primero, en el largo plazo, ¿qué tan significativa resultará la actual revolución en el procesamiento y comunicación de información? Segundo, ¿qué nos enseña el desplome del índice NASDAQ sobre el porvenir de la "nueva economía"? Tercero, ¿qué modificaciones debería introducir el gobierno en la regulación de la actividad económica para que los agentes económicos puedan maximizar sus ganancias en la revolución tecnológica en curso? Y cuarto, ¿cómo reaccionará la economía de los Estados Unidos al golpe a la confianza del público y la destrucción ocasionados por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001? En la exploración de respuestas a estos interrogantes, los autores encontraron lo siguiente: Con toda seguridad, los efectos de largo plazo de la revolución tecnológica en curso sobre el procesamiento y comunicación de información serán muy significativos. Además, el desplome del índice NASDAQ no es un buen indicador de los alcances de la transformación económica por la que atravesamos; sin embargo, es un buen indicio de las posibilidades que tiene la nueva economía de volverse una fuente de presiones para disminuir los márgenes y no una fuente de cuantiosas y perdurables cuasi rentas. También, las repercusiones más importantes de la “nueva economía” serán “microeconómicas” antes que “macroeconómicas” y producirán intensas transformaciones (aunque aún no son muy evidentes) en la forma en que el gobierno debe proceder para fijar los derechos de propiedad, los marcos institucionales y “las reglas del juego” acordes con las bases de la economía 78 Econ. Gest. Desarro. de mercado. Y finalmente, los sucesos de septiembre 11 desacelerarán la inversión privada en nuevas tecnologías; sin embargo, es probable que el gasto militar de los Estados Unidos se incremente, y sea absorbido por los productos de alta tecnología para el procesamiento y comunicación de información. Por lo tanto, es muy probable que las transformaciones de la estructura económica que se pueden clasificar en la categoría de “nueva economía” no se afecten significativamente. ABSTRACT In a presentation at the Federal Reserve Bank of Kansas City’s 2001 symposium, “Economic Policy for the Information Economy,” Professor J. Bradford DeLong of the University of California-Berkeley, and Harvard President Lawrence H. Summers suggested that any attempt to analyze the meaning and importance of the "new economy" must grapple with four questions: First, in the long run, how important will ongoing technological revolutions in data processing and data communications turn out to be? Second, what does the crash of the Nasdaq tell us about the future of the new economy? Third, how should government regulation of the economy change so as to maximize the benefits we reap from these ongoing technological revolutions? And fourth, how will the American economy respond to the shock to public confidence and the destruction caused by the terror attacks of September 11? In exploring answers to these questions, the authors found the following: The long-run economic impact of the ongoing technological revolutions in data processing and data communications will be very large indeed. The crash of the Nasdaq tells us next to nothing about the dimensions of the economic transformation that we are undergoing. It does, however, tell us that the new economy is more likely to be a source of downward pressure on margins than of large durable quasi-rents. The principal effects of the "new economy" are more Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES likely to be "microeconomic" than "macroeconomic," and they will lead to profound—if at present unclear—changes in how the government should act to provide the property rights, institutional frameworks, and "rules of the game" that underpin the market economy. And finally, the events of September 11 will slow private investment in new technologies, but U.S. military spending is likely to increase, and the increase in military spending will be concentrated on high-technology data-processing and data-communications products. On balance, therefore, the changes in economic structure that fall under the category “new economy” are not likely to be much affected. INTRODUCCIÓN muy significativos. • El desplome del índice NASDAQ no es un buen indicador de los alcances de la transformación económica por la que atravesamos. Sin embargo, se puede aseverar que es un buen indicio de las posibilidades que tiene la nueva economía para convertirse en una fuente de presiones que disminuya los márgenes; lo que no se puede asegurar es que vaya a generar cuasi rentas significativas y perdurables. • Es probable que las repercusiones más importantes de la “nueva economía” sean “microeconómicas” antes que “macroeconómicas” y produzcan intensas transformaciones (aunque aún no son muy evidentes) en la forma en que el gobierno debe proceder para fijar los derechos de propiedad, los marcos institucionales y “las reglas del juego” acordes con los fundamentos de la economía de mercado. • El atentado terrorista contra las Torres Gemelas desacelerará las inversiones privadas en nuevas tecnologías; sin embargo, es muy probable que el gasto militar de los Estados Unidos se incremente y sea absorbido por los productos de alta tecnología para el procesamiento y comunicación de información. Por lo tanto, es muy probable que las transformaciones de la estructura económica clasificadas en la categoría de “nueva economía” no se afecten significativamente. Cualquier intento por analizar el significado y la importancia de la “nueva economía” debe tratar de resolver cuatro interrogantes: • ¿Qué tan significativa resultará en el largo plazo la actual revolución en el procesamiento y comunicación de información? • ¿Qué nos enseña el desplome del índice NASDAQ sobre el porvenir de la “nueva economía”? • ¿Qué modificaciones debería introducir el gobierno en la regulación de la actividad económica para que los agentes económicos puedan maximizar sus ganancias en la actual revolución tecnológica? • ¿Cuál será el efecto que el golpe a la confianza del público y la destrucción ocasionados por los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, tendrán sobre la economía de los Estados Unidos? No tenemos las respuestas a estos interrogantes; sin embargo, para intentar responderlos podemos ofrecer algunas conjeturas bien documentadas. En nuestro parecer: • Con toda seguridad, los efectos de largo plazo de la actual revolución tecnológica sobre el procesamiento y comunicación de información serán Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 79 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S A continuación se analiza cada punto con más detalle: La primera de las conclusiones se refiere a las repercusiones económicas de la “nueva economía” en el largo plazo. Pronosticar una tasa de crecimiento económico siempre es aventurado, pero nunca tan arriesgado como en este caso. La tasa de crecimiento anual de la productividad en los Estados Unidos fue de 1 por ciento a finales de los ochenta y principios de los noventa, el 2 por ciento a mediados de los noventa y el 3 por ciento a finales de los noventa. Si consideramos la secuencia 1, 2, 3, ¿cuál es la cifra siguiente? ¿Será 3, la última observación? ¿Será 2, la tasa de crecimiento promedio del período? ¿O será 4, la extrapolación simple? La predicción correcta está lejos de ser evidente porque esta secuencia puede servir de base para cualquiera de los tres pronósticos. Sin embargo, se puede concluir que de los valores posibles, los mayores tienen mayor probabilidad de ser correctos. Hay dos razones que apoyan esta conclusión. En primer lugar, el ritmo del progreso tecnológico en los sectores que jalonan la “nueva economía” es definitivamente bastante dinámico y así seguirá en el futuro previsible. Por otra parte, los computadores, interruptores, cables y programas que estos sectores producen en la actualidad forman parte de una tecnología multiuso; por lo tanto, es muy probable que su demanda sea sumamente elástica y el avance tecnológico acelerado provoque la caída rápida de los precios. Cuando los precios caen rápidamente en un entorno de demanda muy elástica se 80 Econ. Gest. Desarro. produce un aumento acelerado en los componentes del gasto. La importancia para la actividad económica de un sector que jalona la economía (su contribución al crecimiento de la productividad) se puede expresar como el producto de la tasa de disminución de sus costos de producción por la participación de sus productos en la demanda total. Así que, a menos que la ley de Moore deje de cumplirse o los beneficios marginales que prestan los computadores y los equipos de comunicación disminuyan aceleradamente, la importancia que los sectores de procesamiento y comunicación de información tienen para la actividad económica va a aumentar en lugar de disminuir. La opinión de que el efecto de largo plazo de la revolución de la tecnología de la información sobre la productividad será gigantesco va un poco en contravía del saber tradicional, especialmente después del desplome del índice NASDAQ y el atentado terrorista contra las Torres Gemelas. La disposición para invertir en equipos e infraestructura de alta tecnología se afectó profundamente por el ataque terrorista, además, el desplome del índice NASDAQ diluyó el optimismo exagerado de otros tiempos por el porvenir del sector. No obstante, no es muy claro cuáles serán los efectos de mediano y largo plazo del ataque terrorista contra las Torres Gemelas. Es muy probable que la demanda privada por productos de alta tecnología de la información se debilite y la demanda militar por dichos productos se fortalezca. Es muy probable que la pronta solución de la crisis produzca un resurgimiento de la inversión privada cuando las empresas que han esperado el fin de la incertidumbre retomen los planes de inversión. Una guerra prolon- Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES gada, desastrosa, violenta y costosa, que genere una movilización considerable, podría propiciar una aceleración de las transformaciones, en la medida en que la defensa militar y civil requiera un aumento importante en la demanda por productos de la tecnología de la información. Los cambios tecnológicos y estructurales se aceleran durante las guerras. Así mismo, los efectos del ataque terrorista podrían producir un atraso de las transformaciones mencionadas, si se diera el caso de un escenario intermedio en el cual la incertidumbre no cediera y la demanda por defensa militar y civil continuara baja. Por otra parte (y ésta es la segunda de las tres conclusiones) el desplome del índice NASDAQ no se debió al debilitamiento del ritmo del progreso tecnológico en la industria de los computadores, o porque los otros sectores de la economía, de un momento a otro, se hubieran dado cuenta de que se habían saturado de equipos de computación. El NASDAQ se desplomó porque a los inversionistas eufóricos del pasado les quedó claro que la reserva de ingenuos dispuestos a comprar acciones sobrevaluadas se había agotado; además, que una posición dominante en el mercado de alta tecnología no constituía una fuente de ganancias, a no ser que estuviera acompañada de sustanciales impedimentos a la entrada, y que tales impedimentos se estaban convirtiendo en algo extremadamente difícil de lograr. En un sentido amplio, la principal repercusión de la “nueva economía” no ha sido la creación de ventajas de costos relacionadas con la escala sino el logro de una competencia más eficaz. La tercera conclusión es la gran probabilidad de que las principales repercusioEcon. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 nes de la “nueva economía” sean “microeconómicas” en vez de “macroeconómicas”. La nueva economía crea la posibilidad de bajas tasas promedio de desempleo porque facilita el contacto entre los empleadores y las aspiraciones salariales de los trabajadores en un nivel más alto de ocupación. La nueva economía brinda la posibilidad de lograr un mejor control sobre los inventarios, lo que disminuirá el componente del ciclo económico originado en éstos. No obstante, a pesar de que ha sido difícil demostrar el vínculo entre los cambios estructurales en la actividad económica y los cambios en el ciclo económico, el siglo pasado fue testigo de gran cantidad de dichos cambios. Sin embargo, las repercusiones microeconómicas con seguridad serán más intensas. Lo más probable es que los efectos sobre la forma en que operan los mercados y el modo en que los gobiernos deben proceder para lograr que la economía de mercado funcione adecuadamente sean muy marcados. Hay temas muy importantes y complejos como son las ganancias que se pueden obtener como consecuencia de participar en grandes mercados; la discriminación de precios y la distribución de la prosperidad económica; el monopolio; y la acción recíproca entre la propiedad intelectual y la investigación y comunicación científicas. Este tipo de temática es más difícil de sintetizar, por lo cual las conclusiones son más imprecisas. No obstante, es importante que aquí se mencionen varios puntos. El primero es que la construcción del conocimiento es una empresa acumulativa; como dijo Isaac Newton: la única razón por la cual había sido capaz de ver más lejos que otros, fue porque se había parado sobre 77 - 105, Agosto - 2003 81 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S los hombros de gigantes. Aunque al tener en cuenta el concepto de otorgar incentivos a las compañías para la realización de investigación y desarrollo, nos parezcan importantes los derechos de propiedad, también tenemos que darle importancia al libre intercambio y uso de información por parte de los investigadores como una forma de contribuir a que realicen su trabajo con eficacia. En segundo lugar, en la mayor parte del siglo pasado la discriminación de precios —cobrarle un precio diferente a un consumidor por una mercancía que básicamente es igual— ha sido considerada la forma en que los monopolios pueden extender aún más sus ganancias; sin embargo, la hipótesis de fondo en la era de la información podría ser diferente y la discriminación de precios podría llegar a aceptarse como un mecanismo fundamental para lograr la eficacia económica y el bienestar social. En esta época, el ejemplo más evidente y decisivo se encuentra en la industria farmacéutica: ¿existe en este momento alguna duda de que una política pública virtuosa es la que se concentra en ofrecer importantes incentivos y herramientas a las compañías que fabrican medicamentos para que cobren precios significativamente más altos a los consumidores en los países ricos que en los pobres? Tercero, si bien es cierto que en la nueva economía es más probable el surgimiento del dominio monopólico en sectores con economías de escala crecientes en los que la empresa dominante arrasa, también es probable que el ciclo de los productos en estos sectores sea más breve. Para una empresa, poseer el dominio monopólico de la fotografía instantánea no es de mucho provecho en momentos en que la cámara Polaroid 82 Econ. Gest. Desarro. de revelado instantáneo se enfrenta con las cámaras digitales que son más baratas, multifacéticas e instantáneas. En cuarto lugar, si se dice que la economía de los dos últimos siglos fue básicamente "eficiente en la asignación" (smithiana), es muy probable que la economía del porvenir sea en esencia "eficiente en la innovación" (schumpeteriana). En una economía “smithiana”, la economía de mercado descentralizada realiza una espléndida labor (si la distribución de riqueza inicial es adecuada) en la obtención del bienestar económico. Debido a que las mercancías son “rivales”, (pasar la noche en la habitación de un hotel excluye a otros de hacerlo) el uso o el consumo de las personas tiene un costo social. Los sistemas económicos virtuosos confrontan los incentivos que se presentan a los individuos con las consecuencias de sus acciones sobre el bienestar social, esto justifica que la distribución de los bienes se realice asignándoles un precio igual al costo social marginal. Debido a que las mercancías son “excluyentes” (tenemos instituciones sociales para garantizar los derechos de propiedad, que en el caso del cuarto de hotel son la gerencia, la policía y los tribunales) es fácil descentralizar la toma de decisiones y el control, forzando a que la responsabilidad de las asignaciones vaya del centro hacia la más emprendedora periferia donde la información sobre las circunstancias en el terreno es probablemente mucho mejor (DeLong y Froomkin); entonces, el paradigma competitivo es adecuado para la reflexión en un marco conceptual donde se ventilen temas de política microeconómica y regulación. En una economía “schumpeteriana”, la labor que realiza la economía descentra- Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES lizada no es tan provechosa. Las mercancías se producen en un entorno de significativos rendimientos a escala. Esto significa que no se puede esperar el equilibrio competitivo porque es más probable llegar a una situación ortodoxa de monopolio natural, pero éste no cumple la más básica de las condiciones de la eficacia económica de que el precio sea igual al costo marginal; sin embargo, forzar los precios para que se igualen al costo marginal no es sostenible debido a que los costos fijos de montaje no quedan cubiertos. Recurrir al gobierno para que por medio de subsidios cubra los costos de montaje tiene sus propios inconvenientes: destruye el empuje empresarial de los mercados y los reemplaza por el razonamiento colectivo y la tramitomanía de la burocracia administrativa. Por otra parte, en una economía schumpeteriana, la innovación es la principal fuente de riqueza; además, el dominio monopólico temporal y los réditos, constituyen la recompensa necesaria para incentivar a la empresa privada en su compromiso con tales innovaciones. No es evidente cuál es la mejor forma de reflexionar sobre esta gama de problemas; sin embargo, es claro que el paradigma competitivo no se ajusta por completo a la nueva situación. 1. LOS EFECTOS DE LA “NUEVA ECONOMÍA” EN EL LARGO PLAZO 1.1. La esencia de la “nueva economía” La esencia de la “nueva economía” se pone de manifiesto de inmediato. Comparemos el uso actual de la tecnología de la información con el de nuestros antecesores hace medio siglo. La década de los cincuenta fue testigo, en el universo de los aparatos de automatización de cálculos, de la sustitución de los claEcon. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 sificadores y las calculadoras mecánicas y electromecánicas por grandes cantidades de computadores electrónicos. A finales de 1950, había aproximadamente 2.000 computadores instalados en el mundo, entre los que se encontraban el UNIVAC de Remington Rand, el IBM 702 o el PDP-1 de DEC. La capacidad de procesamiento de estas máquinas se acercaba a 10.000 instrucciones por segundo en promedio. Hoy día, hablando en magnitudes muy burdas, tal vez existan en el mundo 300 millones de computadores activos, con una capacidad de procesamiento cercana a varios cientos de millones de instrucciones por segundo. Dos mil computadores por 10.000 instrucciones por segundo equivalen a 20 millones. Trescientos millones de computadores por, digamos, 300 millones de instrucciones por segundo equivale a 90 cuatrillones: un aumento de 4.000 millones de veces en la capacidad de automatización computarizada bruta en el mundo en 40 años, lo que equivale a una tasa de crecimiento anual de 56 por ciento. Existen gran cantidad de motivos para pensar que este ritmo de crecimiento de la productividad en los sectores que jalonan la economía continuará durante décadas. Hace ya más de una generación, uno de los fundadores de la Corporación Intel, Gordon Moore, hizo caer en cuenta de lo que se conoce como la ley de Moore: los avances en la elaboración de semiconductores permite a los fabricantes duplicar cada 18 meses la densidad de los transistores en una tarjeta. El grado de inversión necesario para lograr que la ley de Moore se cumpla, ha crecido exponencialmente aparejado con la densidad de los transistores y los circuitos; pero la ley de Moore se sigue 77 - 105, Agosto - 2003 83 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S cumpliendo y los ingenieros no creen que haya impedimentos en el futuro inmediato que puedan detener este proceso de avance. Este singular despliegue de tecnología ha tenido un profundo efecto en la forma en que se organiza la producción, porque influye sobre la clase de bienes que consideramos valiosos. Vivíamos en una economía donde la fuente ortodoxa de valor era un lingote de hierro, un barril de petróleo o un saco de trigo. Tal economía se basaba en los conocimientos de la misma forma en que lo hace la nuestra, pero dichos conocimientos se utilizaban para crear un bien útil con una manifestación física. Ahora, en cambio, avanzamos hacia una economía en la cual la fuente ortodoxa de valor es una cadena de genes, una línea de código de computador o un logotipo. Como ha enfatizado el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, es un mundo en el que los bienes, cada vez más, no se valoran por su masa u otras propiedades físicas sino por ideas sin peso (Coyle). En este tipo de economía, los conocimientos importan más que lo que se puede pesar. 1.2. Los sectores que jalonan la economía y las revoluciones industriales Ahora bien, en cierto modo, esta es la versión actualizada de una vieja historia. Las “nuevas economías” o “revoluciones” económicas del pasado, también han sido testigos de un crecimiento sin precedentes en la tecnología, del surgimiento y consolidación de nuevos sectores industriales y de profundas transformaciones. Los 50 años que siguieron a la invención de la electricidad, 1880 a 1930, presenciaron un aumento de la potencia mecánica aplicada a la indus84 Econ. Gest. Desarro. tria de los Estados Unidos tal vez de cien veces y un inmenso incremento de la flexibilidad en la organización de las fábricas; lo que equivalió a una tasa de progreso tecnológico de más del 9 por ciento anual (David). Los cien años comprendidos entre 1750 y 1850, el corazón de la misma revolución industrial (tecnológica), fueron testigos de cómo la producción en la industria textil británica se multiplicó por treinta; a mediados del siglo XVIII a los obreros les tomaba 500 horas hilar a mano una libra de algodón, pero a principios del siglo XIX, a los obreros que hilaban a máquina les tomaba sólo tres horas realizar la misma labor; esto significa una tasa de progreso económico del 10 por ciento anual sostenida durante medio siglo (Freeman y Louca). Estas tempranas transformaciones revolucionaron los sectores que jalonaban la economía y crearon “nuevas economías”; además, cambiaron las fuentes ortodoxas del valor y los procesos de producción. La naturaleza misma de la revolución industrial provocó por primera vez un aumento sostenido en el nivel medio de vida; propició un viraje hacia una estructura económica con una fuerte inclinación primero hacia la industria y luego a los servicios; cambió la índole de los trabajos de las personas y la forma en qué los realizaban; y su forma de vida de un modo más completo que cualquier otro cambio económico anterior, a excepción de la invención de la agricultura y el descubrimiento del fuego. Las transformaciones económicas de la segunda revolución industrial, impulsadas por la electrificación y otras tecnologías multiuso de finales del siglo XIX, tuvieron alcances tan extendidos como los de la primera: producción en serie; grandes empresas industriales; el merca- Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES do primero continental y luego mundial para los bienes básicos manufacturados; los sindicatos de trabajadores industriales; el Estado de la seguridad social; aumentos aún más sostenidos y acelerados en el nivel medio de vida; y el advenimiento de la sociedad de clase media. brado artificial son una bendición y enorme fuente de valor, (Nordhaus piensa que contribuyó con el 7 por ciento al crecimiento de los salarios reales durante los siglos XIX y XX) pero su importancia para la actividad económica ha sido limitada. Se puede tener en cuenta otra singular oleada de innovación que no generó una “nueva economía”. William Nordhaus analizó el precio real del alumbrado (cuánto cuesta desde el punto de vista de recursos y mano de obra producir una cantidad fija de alumbrado artificial) y encontró que el precio real del alumbrado ha disminuido mil veces durante los últimos dos siglos. Un hogar de clase media en los Estados Unidos en 1800 gastaba cerca del 4 por ciento de sus ingresos en alumbrado (velas, lámparas, aceite y fósforos). Un hogar urbano de clase media hoy día gasta menos del 1 por ciento de sus ingresos en iluminación y consume más de cien veces la cantidad de iluminación artificial que consumían sus antecesores hace dos siglos. En la contabilidad estándar del crecimiento, para medir la contribución del progreso tecnológico en un sector al crecimiento de la productividad total de la economía, se debe multiplicar la participación de dicho sector en la demanda total por la tasa a la que los costos de producción (medidos con relación a un índice de costos de los factores de producción) disminuyen en el sector. El crecimiento de la productividad total p será una función de la tasa de caída de los precios en el sector que jalona la economía, pL; la tasa de caída de los costos en el resto de la economía, pR; y la participación s que los productos del sector que jalona la economía tienen en el gasto total: Sin embargo, no se habla de la “revolución del alumbrado” o de la “nueva economía” generada por la existencia de alumbrado en las calles y las lámparas fluorescentes interiores en las oficinas y en las tiendas. La productividad de la tecnología generadora de alumbrado ha tenido un crecimiento inmenso, pero su impacto sobre la actividad económica y la sociedad ha sido limitado. La demanda no ha crecido con la rapidez suficiente para compensar el descenso en los precios. La participación total del alumbrado en el gasto urbano total, y por lo tanto, la participación de la producción de alumbrado en la economía urbana se ha contraído. Las tecnologías de alum- Con el paso del tiempo, la participación s del sector que jalona la economía en el gasto total cambia. Si la elasticidad ingreso de la demanda de los productos del sector que jalona la economía es menor que uno, entonces el aumento real de la riqueza hará que s disminuya. Si la elasticidad precio relativa de la demanda de los productos del sector que jalona la economía es menor que uno, entonces, la caída relativa acelerada de los precios de dicho sector (porque pL es mayor que pR) hará que s también se reduzca. Y en la medida en que la participación en el gasto total s de los productos del sector que jalona la economía se reduzca, el crecimiento general de la produc- Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 p = s (pL) + (1-s)(pR) (1) 77 - 105, Agosto - 2003 85 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S tividad p también se reducirá, aproximándose a la tasa de crecimiento pR de los restantes sectores menos dinámicos de la economía. Este es el contexto de la "enfermedad de costos" de Baumol y Bowen en la cual el ritmo de crecimiento económico se desacelera porque la demanda se reorienta hacia aquellos bienes en los que el progreso tecnológico es poco intenso. Sin embargo, si la elasticidad ingreso de la demanda de los productos del sector que jalona la economía es mayor que uno, entonces el aumento real de la riqueza hará que s crezca. Si la elasticidad precio relativa de la demanda de los productos del sector que jalona la economía es mayor que uno, entonces la caída relativa acelerada de los precios de los productos de dicho sector (porque pL es mayor que pR) hará también que s aumente. En la medida en que la participación en el gasto total s de los productos del sector que jalonan la economía crece, el crecimiento general de la productividad p también se incrementará. Si esto continúa y la participación en el gasto total s de los productos del sector que jalonan la economía se hace igual a uno, la tasa general de crecimiento de la productividad aumentará y tenderá a la tasa de crecimiento pL en el sector dinámico que jalona la economía. De hecho, tal aceleración en el crecimiento de la productividad es lo que ocurrió en los ochenta y los noventa, hasta la desaceleración cíclica del año pasado. Hace un año en este salón, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan dijo que era “difícil encontrar evidencia creíble en los Estados Unidos de que la tasa estructural de crecimiento de la productividad haya dejado de aumentar... después de que quedara al 86 Econ. Gest. Desarro. descubierto el significativo efecto que la reciente formación del ciclo económico tuvo sobre la aceleración de la productividad, de tal modo que la segunda derivada de la producción por hora aún parece ser positiva”. Aunque durante la actual desaceleración todavía no se pueden separar los componentes de tendencia y de ciclo en la productividad, ciertamente es posible —si no probable— que cuando el crecimiento en los Estados Unidos se reinicie, la tendencia de la productividad crecerá tan rápido o más rápido de lo que lo hizo a finales de los noventa. Es probable que la elasticidad de la demanda por productos de alta tecnología y la participación del ingreso imputable al acerbo del capital de la tecnología de información mantengan su ritmo de crecimiento. Como el crecimiento exponencial tiene la característica de que con el tiempo, los incrementos proporcionales iguales se convierten en incrementos aritméticos mayores, es posible que hasta una tasa de crecimiento proporcional más lenta al interior del sector de productos de alta tecnología se traduzca en una mayor contribución al crecimiento general de la economía. De hecho, esto es lo que ocurrió con la primera revolución industrial cuando el crecimiento total de la productividad se aceleró debido a que los dinámicos sectores modernos crecían para extenderse al grueso de la economía (Crafts). La época de crecimientos anuales inmensos de la productividad (de dos dígitos) al interior de los sectores de generación de energía por medio de vapor y de hilanderías textiles, finalizó antes del último cuarto del siglo XIX. Sin embargo, la contribución más importante de los sectores de energía térmica y maquinaria textil al crecimiento agregado de Inglaterra ocurrió a mediados del siglo XIX. Por Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES esto los historiadores de la revolución industrial británica, como Landes, concentran sus estudios en la parte final del siglo XVIII, mientras que los macroeconomistas y los sociólogos se centran en la mitad del siglo XIX: es probable que exista un rezago considerable entre el momento en que se presentan las grandes innovaciones, con el consiguiente rápido crecimiento proporcional del sector que jalona la economía, y el momento en el que el grueso de su influencia se refleja sobre los agregados. 1.3. Las elasticidades de substitución y las tecnologías multiuso ¿Qué es lo que determina las elasticidades precio e ingreso de la demanda por productos de alta tecnología? Entre mayor cantidad de productos de alta tecnología se perciban como bienes “de lujo” y entre mayor cantidad de usos diferentes le encuentren a medida que los precios bajan, mayores serán las elasticidades precio e ingreso de la demanda; y por lo tanto, más intensas serán las fuerzas que presionan su participación en el gasto al alza, no a la baja; siempre y cuando los avances tecnológicos continúen. El comportamiento del sector de la electrónica siempre ha dado muestras de este tipo de elasticidades altas, no bajas. En cada sucesiva generación de precios bajos los agentes económicos le encuentra nuevos usos a los computadores y los equipos de comunicación, lo que ocurre a una velocidad asombrosa. Los primeros y muy costosos computadores eran apreciados porque servían para la realización de gran cantidad de operaciones aritméticas, complicadas y dispendiosas. Las primeras aplicaciones novedosas a gran escala de la capacidad Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 de computación electrónica fueron militares: durante la Segunda Guerra Mundial ocurrió una explosión de innovaciones que fueron sostenidas en su totalidad por los propósitos de la guerra y produjeron los primeros computadores electrónicos hechos a mano, que eran únicos en su género. El advenimiento de la guerra de Corea le dio a la IBM el primer contrato para fabricar un computador de verdad: una calculadora de un millón de dólares que se utilizaría para la defensa. La demanda de proyectos militares en los cincuenta y sesenta, tales como el Whirlwind y el Sistema Semiautomático de Defensa Aérea (SAGE), saturó las líneas de montaje de los fabricantes de computadores y propició la capacitación de la generación de ingenieros que los diseño y construyó. La primera aplicación civil y comercial, de vanguardia, de grandes cantidades de capacidad de computación (para la época, los cincuenta) llegó por parte de las oficinas del gobierno tales como la Oficina del Censo de los Estados Unidos y de sectores como el de las finanzas y los seguros, en los cuales el procesamiento de grandes cantidades de documentos exigía la realización de inmensas secuencias de cálculos. El primer computador UNIVAC fue adquirido por la Oficina del Censo de los Estados Unidos. El segundo y tercer pedido fueron de una empresa de investigación de mercados, A.C. Market Research y de una compañía de seguros, la Prudential Insurance Company. Esta segunda generación de computadores, un poco más baratos, no se utilizó para realizar cálculos sofisticados, sino para ejecutar los cálculos extremadamente simples de la Oficina del Censo y los departamentos de recursos humanos de las grandes empresas. La Oficina del Censo utilizó los computado77 - 105, Agosto - 2003 87 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S res para reemplazar las máquinas electromecánicas de tabulación; mientras que, las otras empresas utilizaron los computadores para realizar labores de nómina, generación de informes y análisis de registros que anteriormente realizaban con el apoyo de calculadoras electromecánicas. lan el comportamiento del avión, la molécula, la empresa o el documento, si éstos se construyeran de un modo específico. Esto, por lo tanto, brinda la posibilidad de realizar una amplia gama de experimentos en el mundo virtual, los cuales serían excesivamente costosos en el mundo real en términos de recursos y tiempo. Los silenciosos computadores de la siguiente generación (ejemplarizados por la serie IBM 360) se utilizaron para alimentar y extraer información de bases de datos en tiempo real, tales como procesos de reservación en aerolíneas, sistemas de seguros y control de inventarios. Quedó claro que los beneficios del computador iban mucho más allá de la realización de cálculos repetitivos a gran velocidad. El computador tenía muchas más posibilidades que las calculadoras, además tenía mayor capacidad y era más rápido; con la ventaja adicional de que servía para organizar. American Airlines utilizó computadores para crear SABRE, un sistema automatizado de reservas, que tuvo un costo igual al de diez aeroplanos (Cohen, Delong y Zysman). El sector asegurador automatizó sus labores de ordenamiento y clasificación en las oficinas de operaciones. La importancia de la aplicación de esta máquina como "simuladora" tomó a la mayoría de los científicos de la computación y fabricantes de computadores por sorpresa. Ninguno de los ingenieros que diseñaron programas para la serie IBM 360, ninguno de los padres del UNIX de Berkely, nadie antes de que Dan Bricklin programara Visicalc tenía la más mínima idea de la utilidad de un programa de hoja de cálculo. No obstante, la invención de la hoja de cálculo significó la propagación del uso de los computares en las oficinas como máquinas de "simulación". Ciertamente, la computarización de las oficinas en los Estados Unidos durante los ochenta se debió en gran parte a las hojas de cálculo; primero Visicalc, después Lotus 1-2-3 y finalmente Excel de Microsoft. Las aplicaciones posteriores permitieron el diseño de productos asistido por computador, técnica que ha sido aplicada prácticamente en cualquier campo, desde aviones diseñados sin necesidad de túneles de viento hasta productos farmacéuticos para usos muy específicos, bosquejados en el nivel molecular. En este campo y en otras aplicaciones, la principal función del computador no es la de realizar cálculos, tablas, o administrar bases de datos, sino la de convertirse en una máquina de "simulación". En el computador se crean modelos que simu- Un ejemplo de la importancia de los computadores como máquinas de "simulación" hoy día lo constituyen los complejos diseños para los nuevos semiconductores, los cuales simplemente serían imposibles de realizar sin herramientas automatizadas de diseño, lo que significa que el círculo del proceso se ha cerrado. Los avances en la computación dependen de la ley de Moore y el progreso de los semiconductores (para que la ley de Moore se cumpla) depende de los avances de los computadores y los programas. 88 Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES Cuando la capacidad de los computadores, siempre en ascenso, permitió la extensión de su uso al control en tiempo real, su campo de acción se amplió más aún, ahora que los usuarios de punta inventan nuevas aplicaciones. Las prácticas de producción y distribución están en un continuo proceso de transformación. Por otra parte, no solamente ha sido posible el ensamblaje o la pintura de automóviles por medio de robots sino las ventas al por menor con lectores ópticos, las cadenas de abastecimiento de alta rotación, así como la cirugía de cadera con ayuda de robots. En años recientes, la evolución del computador y sus aplicaciones no se ha detenido. Por el contrario, se ha robustecido en dos vertientes completamente opuestas. En primer lugar, ahora los computadores se incrustan en los productos convencionales para formar parte de sistemas empotrados; y por otro lado, se han conectado entre sí para conformar lo que conocemos como la World Wide Web: una base de datos de información distribuida en todo el mundo con información que se puede acceder por medio de una red mundial única. De igual importancia a la revolución en la capacidad de procesamiento de información está la revolución que ha ocurrido en la capacidad de comunicación de la misma y no hay indicios de que el campo de acción de los usos potenciales se haya agotado (Cohen, DeLong y Zysman). Más aún, las cifras acumuladas muestran que la importancia que tiene el sector de productos de alta tecnología para la actividad económica ha venido creciendo con el paso del tiempo. Steven Oliner y Daniel Sichel, economistas de planta de la Junta de la Reserva Federal, calcularon Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 que en los ochenta el capital de la tecnología de la información —equipos de cómputo, programas y equipos de comunicación— contribuyeron con 3,3 por ciento al ingreso generado por la economía, y con 0,5 por ciento anual al crecimiento económico. A finales de los noventa, de acuerdo con Oliner y Sichel, el capital de la tecnología de la información contribuyó con 7 por ciento al ingreso generado por la economía y participó con 1.4 por ciento anual al crecimiento económico. Otra forma de decirlo es que las tecnologías modernas basadas en los semiconductores encajan en la definición de Bresnahan y Trajtenberg de una “tecnología multiuso” que es aquella que es útil no solamente para una clase limitada de procesos de producción sino para una muy grande variedad de éstos, que cada vez que el precio baja parece atraer nuevas aplicaciones y que puede desencadenar una importante transformación duradera en la actividad económica. Hasta ahora, no hay razones valederas que hagan pensar que la importancia económica de las industrias de alta tecnología vaya a disminuir o que el ritmo de innovación muestre síntomas de detenerse; al contrario, hay buenos indicios para pensar que dicha importancia aumentará. Debido a la naturaleza multiuso de la tecnología, la cantidad de aplicaciones potenciales es enorme, muchas de las cuales con toda seguridad aún no se han desarrollado. Es así como, hay espacio para que la computarización crezca en el margen intensivo, en la medida en que los computadores terminen de saciar los mercados potenciales tales como el trabajo de oficina y el correo electrónico. Pero, también hay lugar para el crecimiento en el margen extensivo, en la medida en que los microproce77 - 105, Agosto - 2003 89 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S sadores se utilicen en labores tales como el control de las puertas de los hoteles o la variación de la mezcla combustible en las estufas domésticas, las cuales a muy pocas personas se les hubieran ocurrido hace dos décadas. 2. EL DESPLOME DEL ÍNDICE NASDAQ Y LA “NUEVA ECONOMÍA” Si el porvenir de la “nueva economía” es tan brillante como se sugiere en la sección anterior, entonces, ¿por qué han caído tan abruptamente las cotizaciones en el mercado de acciones de alta tecnología a finales de 2000 y durante 2001? Una corriente actual de la sabiduría convencional afirma que el desplome del índice NASDAQ puso al descubierto que la “nueva economía” no era sino un espejismo, una profusión de absurdos que con frecuencia aparecen en los picos del auge económico y que no correspondía a ningún cambio profundo o perdurable de la actividad económica. Sin embargo, es mucho más probable que el desplome del índice NASDAQ fuera consecuencia de que los inversionistas se dieron cuenta de la alta probabilidad de que la “nueva economía”, en la mayoría de sectores y empresas, no produjera cuantiosas cuasi rentas a quienes lograran establecerse en los mercados y por el contrario, la competencia y los bajos márgenes se acrecentarían. El optimismo que empujó al índice NASDAQ tan alto en 1999 y comienzos del 2000 se basaba en la creencia de que el salto adelante que dio la tecnología en el procesamiento y comunicación de información había creado un nicho inmenso de mercados en el que el primero que llegara se quedaba con todo y en el cual los rendimientos a escala crecientes 90 Econ. Gest. Desarro. constituían la característica dominante. En el caso de las mercancías de la información (programas de computación, el segmento de un espectáculo en línea o producción de información) el trabajo se tiene que hacer sólo una vez, después de lo cual se puede distribuir a precios muy bajos a una cantidad ilimitada de consumidores potenciales; tanto que, doblar la escala de producción genera cerca de un 50 por ciento de provecho en los costos. Adicionalmente, las mercancías de la información producidas a gran escala son más valoradas por los consumidores. La versión que obtenga la mayor participación en el mercado se convierte en el estándar, la más fácil de aprender, la que encuentra mejor respaldo y la que funciona mejor con otros productos (los cuales, por supuesto, se diseñan pensando en sacarle máximo provecho). En aquella parte de la nueva economía controlada por economías de escala en la oferta y economías de diversificación en la demanda, una empresa que fija una posición dominante en el mercado termina obteniendo una posición casi abrumadora, en la que sus productos son muy apreciados por los consumidores y los costos de producción son mínimos. A menos que los competidores estén dispuestos a dar pasos extraordinarios y costosos —como los que dio Microsoft contra Netscape, invirtiendo una fortuna para crear un producto competitivo y después distribuir el competidor Internet Explorer de modo gratuito— la primera empresa que logre asentar una posición dominante en el mercado logrará obtener jugosas ganancias, siempre y cuando el sector o la industria a la que pertenece perdure. Sin embargo, economías crecientes de Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES escala y mercados donde el que primero entre se lo lleva todo, no son la única y mucho menos la principal consecuencia de la revolución tecnológica impulsada por las compañías de alta tecnología. Al menos, parece que las innovaciones en las tecnologías de computación y comunicación propician la competencia. A diferencia de las mencionadas fricciones que, en el pasado, le dieron prácticamente a todos los productores en la economía una porción de poder monopólico. Estas nuevas tecnologías permiten búsquedas ágiles para encontrar los precios y la calidad de cualquier productor individual, mientras que en el pasado, tal información sólo se podía adquirir por medio de un proceso penoso, lento y costoso. Anteriormente, la única forma posible de comparar los precios de las tiendas era por medio de un arduo peregrinaje de tienda en tienda. En la actualidad, se puede utilizar la red mundial de computadores (www). Por lo tanto, en la “nueva economía” más mercados serán disputables. Las ventajas competitivas que se basaban en la reputación adquirida en el pasado, la lealtad a las marcas o el posicionamiento publicitario se esfumarán. A medida que esto ocurra, los márgenes de utilidad caerán y la competencia se volverá más ágil, más fuerte, más extendida y cada vez más perfecta. Ganará el consumidor y perderán los tenedores de acciones. Los productos que se puedan ofrecer de modo competitivo serán competitivos, pero con muy bajos márgenes. El futuro de la tecnología es brillante, mientras que el futuro de los márgenes de utilidad de las empresas (salvo para aquellos pocos que de verdad logren el uso de economías de escala para crear inmensas ventajas de Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 costos) es oscuro. ¿Es posible que alguien logre realizar economías de escala significativas al escribir una simple suite de programas (que abarque las heterogéneas exigencias de compra de millones de empresas que buscan modernizar sus operaciones por medio de la utilización de la Internet)? ¿Es en verdad posible que alguien pueda lograr significativas economías de escala si utiliza Internet para distribuir información sobre comestibles? El desplome del índice NASDAQ fue consecuencia de que los inversionistas marginales cayeron en cuenta que las apuestas se volvían contra ellos. Pero es muy poco lo que el desplome del índice NASDAQ nos cuenta sobre el futuro de las tecnologías en las que se basa ni sobre el verdadero valor de dichas tecnologías. Tal vez, la mejor analogía sea un antiguo tema que fue un acertijo para los economistas clásicos de hace tres siglos: la diferencia de precio entre el agua y los diamantes. El agua es absolutamente indispensable para sustentar la vida, y por lo tanto, es de inmenso valor para todos los consumidores. Sin embargo, (por lo menos en el lluvioso Norte de Europa y los Estados Unidos) el agua es en verdad muy barata. En cambio, los diamantes han sido y siguen siendo muy caros. La diferencia de precio entre el agua y los diamantes no nos dice que los diamantes sean útiles y valiosos mientras que el agua no; lo que dice es que hasta ahora ha sido más fácil mantener el dominio del mercado y los altos márgenes en el comercio de diamantes que en el de agua. La analogía con la Internet, la “nueva economía” y el desplome del índice NASDAQ es inmediata. Aún Internet Explorer, que hoy día tiene la posición do77 - 105, Agosto - 2003 91 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S minante del mercado que cualquiera desearía, no fue (o no todavía) una fuente de ganancias; sin embargo, crear alguna función esencial en el Explorer que los navegadores de la competencia no puedan realizar, encontraría que la distribución de un producto que le haga competencia es muy fácil debido a las modernas tecnologías de computación y comunicación. 3. LA MACROECONOMÍA Y LA “NUEVA ECONOMÍA” ¿Cuáles son los efectos macroeconómicos de la “nueva economía”? Por lo menos hay uno que es claro: en la media década pasada, hemos sido testigos de los efectos de la revolución de la tecnología de la información sobre la reciente aceleración en el crecimiento de la productividad en los Estados Unidos. El resto pertenece más al campo de la especulación. Como Martin Baily discutirá más tarde, un posible efecto macroeconómico de la aceleración en el crecimiento de la productividad es el perfeccionamiento del mercado del trabajo y la reducción de la NAIRU (la tasa de desempleo que no acelera la inflación) que se da en la actualidad. La fortaleza de la economía, la saturación del mercado del trabajo y la satisfactoria baja tasa de desempleo de la pasada media década son difíciles de concebir sin la aceleración de la productividad, que en la mayor parte ha sido impulsada por la revolución tecnológica en el procesamiento y comunicación de información. Un posible segundo efecto de la computarización de las empresas en los Estados Unidos es un descenso del componente en el ciclo económico que corresponde a los inventarios. La disminución de la relación acumu92 Econ. Gest. Desarro. lada entre los inventarios y los despachos en la industria manufacturera ha sido significativa durante las dos últimas décadas. Y, tal como Michael Woodford discutirá más adelante, los cambios que ocurrirán en la macroeconomía también traerán modificaciones en la conducción de la política monetaria. Todos los cuales tienen el potencial de convertirse en ayudas significativas. No obstante, por lo menos en nuestra opinión, los cambios macroeconómicos no serán tan profundos como esperamos. Los últimos 150 años han sido testigos de cómo las economías industriales avanzadas del mundo pasaron de ser fundamentalmente economías agrarias a ser básicamente economías industriales y en la actualidad son fundamentalmente economías de servicios. Este período ha sido testigo de reiteradas revoluciones tecnológicas en la medida en que los sectores que jalona la economía, uno tras otro, (productos químicos, electricidad, automóviles y aviones) han tomado la delantera en la aceleración de la productividad. También ha surgido un elaborado sistema de crédito de consumo que ha permitido que las familias extiendan sus gastos en el tiempo. Además, el surgimiento del Estado moderno de seguridad social ha constituido un ancla para la economía debido a la magnitud relativamente grande de sus programas de gasto. El nacimiento del sistema de seguros de depósito ha reducido la probabilidad de cadenas de bancarrotas generalizadas y por lo tanto, el pánico financiero total. Este lapso, además, ha presenciado cómo el gobierno asume la responsabilidad de la conducción de la política macroeconómica. No obstante, a pesar de estos cambios estructurales, el ciclo económico en la Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES segunda mitad del siglo XX se asemeja de modo extraordinario al ciclo económico de los últimos veinticinco años del siglo XIX. Aunque es notablemente difícil establecer los vínculos causales entre los cambios estructurales en la actividad económica y las variaciones del ciclo económico y las políticas macroeconómicas (Romer). Este autor trata de establecer la relación entre los cambios más importantes en el ciclo económico durante los últimos 10 años, pero en lugar de relacionarlos con los principales cambios estructurales de la actividad económica trata de vincularlos con los cambios en la concepción que tiene la Reserva Federal sobre la conducción de la política macroeconómica. Adicionalmente, hay un aspecto en el cual la “nueva economía” es una fuente de riesgos macroeconómicos. Posiblemente, con la excepción de los noventa, la década en el siglo pasado que experimentó el mayor crecimiento de la productividad y la mayor cantidad de cambios estructurales fue la de los veinte, pero al auge de los veinte siguieron los desastrosos treinta. No es forzoso que una década tan próspera como los veinte tenga que conducir a la Gran Depresión. Como lo expresó John Maynard Keynes al iniciarse la Depresión, mientras que “una parte de la inversión en curso en el mundo (en los veinte) en buena medida se juzga equivocadamente como improductiva”, no puede haber ninguna duda de que “el mundo se enriqueció enormemente por las realizaciones del quinquenio comprendido entre 1925 y 1929; la riqueza se incrementó en estos cinco años tanto como diez o veinte años en la historia anterior. ... No se ven muchos indicios de que deseen alguna estabilidad tal Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 como algunas autoridades aseveran. ... Unos cuantos quinquenios más de un nivel de actividad como ésta, sin duda, nos habrían acercado al dorado económico en el cual todas nuestras necesidades económicas razonables se hubieran satisfecho.” Y fue “un desatino extraordinario que este admirable arrebato de energía productiva fuera la antesala del empobrecimiento y la depresión”. En opinión de Keynes, la Gran Depresión se originó “no en los altos niveles de inversión que antecedieron a la primavera de 1929, sino en el cese de inversión que le siguió”. Algunas de las apreciaciones de Keynes eran acertadas mientras que en otras se equivocó. El final de una temporada de mucho optimismo y prosperidad exorbitante, traerá consigo de modo inevitable la reducción de la inversión en los sectores que jalonan la economía. Esta reducción no traerá aparejada una Gran Depresión (a lo más un período de "reajuste") siempre y cuando se encuentren presentes otros factores de demanda que tengan la capacidad para amortiguar los recursos productivos ociosos que deja la terminación del optimismo. Sin embargo, la conducción de la reestructuración del gasto es una labor macroeconómica muy delicada. Adicionalmente, los auges entusiastas son períodos en los cuales las personas dejan de interesarse de modo importante por los problemas de la conducción de la política macroeconómica y del ciclo económico. De modo irónico, es precisamente durante el entusiasmo que las medidas anticíclicas pierden importancia; sin embargo, en el período que sigue a la euforia, las medidas anticíclicas se vuelven más importantes que en ninguna otra época. Por ejemplo, nadie en Japón, a fi77 - 105, Agosto - 2003 93 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S nales de los ochenta, le prestaba atención a los problemas del control del ciclo económico, y mucho menos, a comienzos de los noventa; y hoy la economía japonesa y la economía mundial sufren las consecuencias de ese descuido. De este modo, el mayor efecto de la “nueva economía” en el corto plazo podría ser el incremento de las posibilidades de riesgo en la conducción de la política macroeconómica. 4. LA MICROECONOMÍA Y LA ‘NUEVA ECONOMÍA’ Lo más probable es que las principales repercusiones de la “nueva economía” ocurran en la microeconomía y traigan aparejados importantes cambios en el apoyo básico (los derechos de propiedad, las instituciones, “las reglas de juego”) que los gobiernos tienen que ofrecer para que la economía de mercado opere satisfactoriamente. El rasgo fundamental de la “nueva economía” es que cuando alguien consume un bien no necesariamente priva a los otros de su disfrute. Si calzo un zapato, otra persona no puede calzarlo. Pero si adquiero información, si puedo usar un programa de computador; otras personas también pueden estar informadas, otros también pueden usar dicho programa. Thomas Jefferson lo dijo mejor: “Aquél que recibe una idea de mí, recibe la enseñanza sin menoscabarme; así como aquél que prende su vela en la mía, toma la luz sin dejarme en la oscuridad”. Un mundo en el que el sector de la tecnología de la información es el predominante, tiene la característica de que muchos de los bienes producidos involucran costos fijos muy grandes y costos 94 Econ. Gest. Desarro. marginales mucho más pequeños como es el caso de los libros, los discos y los medicamentos. Es un mundo en el cual, los impactos positivos de la difusión en cadena serán mucho más extendidos. Una solitaria máquina de telefax es un trozo de metal que es muy útil para trancar puertas. Sin embargo, una red de cien mil máquinas de telefax facilita diez mil millones de conexiones entre dos máquinas distintas. Esto se conoce como la ley de Metcalfe, la cual dice que la cantidad de conexiones posibles y por lo tanto, el beneficio de tal red se incrementa no de modo proporcional a la cantidad de nódulos sino como el cuadrado de dicha cantidad. Esta ley es de gran trascendencia y de una importancia vital para las empresas y la operación del conjunto de la economía. En la nueva economía existen numerosos ejemplos de costos fijos muy altos y costos marginales muy bajos. Esta peculiaridad tiene el potencial de producir reacciones positivas, ya que con frecuencia el aumento de la demanda producirá una mayor eficiencia, incentivos e ingresos más altos, y precios más bajos, lo que origina una demanda aún mayor. Anteriormente, la economía era dominada por efectos negativos: el incremento de la demanda producía precios más altos, lo que obligaba a los productores, cuando los precios se elevaban, a producir más y a los consumidores a comprar menos. Esto restablecía el equilibrio en un nivel más bajo de demanda. En cambio, en el entorno de la economía de la información, si las economías agrícolas y las economías industriales fueron “smithianas”, la nueva economía es “schumpeteriana”. Existe un amplio espectro de potenciales consecuencias. Por ejemplo, en el caso Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES de las finanzas, como discutirá Andrei Shleifer, la revolución industrial en curso está disminuyendo dramáticamente los costos de transacción y aumentando el volumen de información; mientras que, al mismo tiempo, están doblegando los filtros que se utilizan para separar la buena información del ruido. La cantidad de “información” aumenta, mientras que la calidad de la misma parece disminuir. Además, como discutirá Hal Varian, la “nueva economía” plantea la trascendencia y el riesgo de los problemas de estructura y regulación de mercados, los que ahora se deben reconsiderar en su totalidad. 4.1. El alcance del mercado Los elevados costos fijos iniciales y los bajos costos marginales, en ocasiones inexistentes, plantean complejos interrogantes, pero al mismo tiempo abren inmensas oportunidades para la política económica. En una “nueva economía”, la estructura sectorial ortodoxa se volverá muy parecida a la que se aprecia en los medicamentos, las editoriales o la industria discográfica, y será muy diferente a la que predomina en la producción de maíz o en la industrial textil o del acero. La perspectiva es que en la medida en que el crecimiento conduzca a un descenso pronunciado en los precios, tiene un mayor potencial para aumentar rápidamente y hacer que la prosperidad se vuelva autosostenible; de este modo se logra que los mercados se expandan más y de nuevo se favorece el crecimiento. Algunas de estas características ya se pueden apreciar: los medicamentos huérfanos son más costosos que los medicamentos con mercados más amplios, y los best-seller son mucho menos costosos que las monografías académicas que muy pocos pueden leer. Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 Estos hechos apuntan hacia la importancia de asegurar la operación en el mercado más extenso posible. Cuando un mercado es conducido por efectos positivos, su eficacia es directamente proporcional a su tamaño. Las ganancias en serie se generarán por medio de cadenas de distribución más grandes y mayores líneas de producción, sobre las cuales se puedan amortizar los altos costos fijos iniciales. Por lo tanto, cualquier política del gobierno que aumenten la magnitud de los mercados —por medio de la disminución de los impedimentos al comercio, el mejoramiento de la infraestructura y la eliminación de otras barreras al acceso a los mercados— se vuelven en esa misma medida importantes y valiosas. Desde los tiempos de David Ricardo, los economistas han considerado que las ventajas comparativas son la mejor razón para apoyar el libre comercio; pero, puede ser que nos estemos moviendo hacia un porvenir en el cual estos beneficios son menos importantes que el aumento en los rendimientos a escala y la dimensión del mercado. Si es así, esto significa que la apertura de la economía internacional se convertirá cada vez más en un requisito fundamental para el crecimiento económico, en especial para las economías relativamente más pequeñas. 4.2. Monopolio Una industria con altos costos fijos y casi inexistentes costos variables posee otra característica importante: la tendencia al monopolio. La regla general en el sector de alta tecnología ha sido que quien lidera el mercado amasa una gran fortuna, el que le sigue apenas alcanza a cubrir los costos y el resto se quiebra rápidamente. En una estructura industrial de este tipo, la única forma sostenible de 77 - 105, Agosto - 2003 95 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S competencia se convierte en la pugna por la posición dominante en la siguiente generación del mercado, la que está arrancando ahora; porque la competencia en los mercados que ya se han establecido, con altos costos fijos y bajos costos variables, es casi imposible de sostener. La política pública virtuosa en este tipo de situación debe asegurar que las ganancias monopólicas extraídas del suministro de artículos que sean servicios esenciales no sean muy grandes (aunque deben ser lo suficientemente grandes para recompensar toda la inversión del pasado, exitosa o no, en ese mercado). Dicha política debe asegurarse de que en este tipo de situación los productores con una posición cuasi monopólica en una generación del mercado no utilicen su posición para atrasar la innovación y el crecimiento del mercado de la siguiente generación, o para garantizar una significativa ventaja inicial en la carrera por la posición dominante en el mercado de la siguiente generación. Pero la política pública virtuosa también debe tener la certeza de que las medidas que tome no limiten de modo artificial la participación en el mercado de los productores más eficientes de esta generación, porque las grandes participaciones en el mercado van aparejadas con costos bajos y precios (relativamente) bajos para los consumidores. Debido a que el sistema legal es un instrumento muy tosco, todavía estamos muy lejos de saber cómo se pueden diseñar tales medidas o qué tanto su diseño puede acercarse al ideal. 4.3. Distribución La tecnología ha proporcionado a los estadounidenses notables posibilidades 96 Econ. Gest. Desarro. que no están al alcance de quienes carecen de la capacitación y los conocimientos para aprovecharlas. Se estima que en los Estados Unidos, hoy día, el hijo de una madre soltera adolescente que no haya terminado la secundaria tiene una probabilidad del 80 por ciento de vivir en la pobreza al cumplir los diez años. La expectativa de vida de los varones en Washington D.C. está por debajo varios años de la de Mongolia o Bielorrusia. En la nueva economía, es claro que el capital humano es un fuerte complemento del capital físico y del capital intelectual. El rendimiento de la inversión en capital humano ha estado creciendo de tal modo que es completamente factible que estemos llegando al más alto jamás registrado (Goldin y Katz). Es, por lo tanto, doblemente importante asegurar que los niños obtengan la mejor educación posible. Si la inversión en fábricas fue la inversión más importante durante la era industrial, la inversión más importante en la era de la información es con toda seguridad la inversión en el cerebro humano. La inversión en capital humano también tiene la posibilidad hoy más que nunca de convertir en realidad la promesa de la igualdad de oportunidades. La sociedad de clase media de mitad del siglo XX en los Estados Unidos fue, en gran parte, generada y sostenida por el compromiso de principios de dicho siglo de universalizar la educación secundaria. Las medidas para originar un compromiso similar de universalizar la educación superior en la era de la información conllevan la promesa de producir no sólo una sociedad más próspera sino una que también distribuya más ampliamente las oportunidades. Adicionalmente, las consecuencias que la “nueva economía” tendrá sobre la dis- Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES tribución por el lado de la demanda, se perfilan de tanta importancia como los efectos que por el lado de la oferta tiene la valoración de la educación. Durante la mayor parte del siglo pasado, la discriminación de precios (el cobro de un precio a un grupo de consumidores y un precio muy distinto por un bien casi idéntico a otro grupo) ha sido considerada por muchos como algo absolutamente perverso; también, la consideran la forma por medio de la cual, aquellos que tienen dominio monopólico pueden incrementar aún más sus ganancias. Sin embargo, la discriminación de precios también tiene otra faceta: es la forma en que las empresas pueden ampliar sus mercados y lograr que su producto sea más valioso para los consumidores. Una empresa proveedora de bienes de información que logre implementar con éxito la discriminación de precios, no obstante, puede obtener ganancias si cobra precios más altos en el mercado de compradores relativamente más ricos y puede adicionar a las ganancias y aumentar de modo importante el beneficio social de su producto, si lo cobra a precios más bajos a aquellos que son relativamente más pobres. Podría ocurrir que las actitudes frente la discriminación de precios se modifiquen en la era de la información. Existen muchos casos (de los cuales el abastecimiento de medicamentos a las personas que viven en los países pobres es el más crucial y evidente) en los cuales las medidas públicas virtuosas deben preocuparse por facilitar los mecanismos para que las empresas puedan cobrar precios exageradamente distintos a grupos diferentes de consumidores. Las razones que tienen las compañías farmacéuticas para cobrar altos precios a los consumidores en los países pobres Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 no tienen mucho peso: su preocupación mayor es la reimportación de las medicinas de bajo precio hacia el primer mundo. La pérdida de ganancias que experimentarían al cobrar un precio alto e inadecuado en los países pobres es una cantidad muy pequeña si se compara con el riesgo que enfrentan de que el mercado gris los reimporte. Sin embargo, el costo en vidas humanas en los países pobres es inaceptablemente alto. Formas eficaces de segmentar el mercado por completo, de tal modo que los consumidores en los países ricos paguen los costos fijos mientras que los países pobres paguen aproximadamente los costos marginales, tienen un enorme potencial para contribuir al bienestar mundial. 4.4. La innovación y la propiedad intelectual Sin embargo, los problemas cruciales son aquellos que giran en torno a la propiedad intelectual. Es un hecho que hoy día simplemente no sabemos aún como lograr que el sistema de propiedad intelectual opere en favor de la nueva economía. Anteriormente, en la Edad Dorada de la industrialización en los Estados Unidos, la propiedad intelectual como tal no constituía un factor tan importante. Los logros industriales se basaron en el conocimiento, pero un conocimiento que cristalizó en bienes de capital aplicado. Muchas personas saben química orgánica; sin embargo, pocas empresas, sólo aquellas que han realizado cuantiosas inversiones, pueden fabricar compuestos orgánicos. Hoy día, parece que la propiedad intelectual se está convirtiendo en una fuente de valor muy importante. Una medida para responder a esta nueva situación podría ser la de robustecer los derechos 77 - 105, Agosto - 2003 97 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S de los “dueños”. La idea de fondo es que los mercados funcionan porque todas las cosas son de propiedad de alguien. Los derechos de propiedad le ofrecen a los productores los incentivos apropiados para producir y a los usuarios los incentivos precisos para que calculen los costos sociales de lo que usan. Queda claro que sin instrumentos enérgicos para la protección de los derechos de propiedad, una gran cantidad de productos útiles nunca se desarrollarían. Este principio se aplica con la misma intensidad a la propiedad intelectual como a cualquier otro tipo de propiedad. les nunca han tenido la virtud de escoger y calcular el curso que seguirán el desarrollo y la investigación aplicada. Durante mucho tiempo, el pensamiento económico prevaleciente en la academia ha desestimado la importancia de los conceptos de Hayek sobre la competencia en el mercado como un mecanismo de descubrimiento; de las ventajas empresariales de la iniciativa de la empresa privada; y de las deficiencias administrativas que se derivan del financiamiento centralizado, el cual utiliza sistemas excesivamente rígidos de control jerárquico (Scott). Pero cuando se trata de las mercancías de la información, el costo social marginal de distribución es cercano a cero. Uno de los principios fundamentales en economía es que los precios deben ser iguales al costo social marginal. En este caso, establecer derechos de propiedad intelectual muy fuertes tiene el potencial de disminuir la eficacia económica porque fijaría los precios por encima de los costos sociales marginales. Sabemos que los mercados y el estímulo a la competencia son los mejores productores de conocimientos aplicados. Pero no sabemos cómo emplear los mercados y la competencia para aplicarlos al mercado de la información, y por lo tanto, satisfacer el principio económico de que los consumidores finales no deberían pagar más allá del costo marginal. Principios económicos diferentes apuntan en direcciones diferentes. Si las mercancías de la información se van a distribuir cobrando el costo marginal de producción (cero), no será la iniciativa empresarial, que usa las ganancias obtenidas de las ventas a los consumidores para cubrir sus costos, la que las va a concebir y producir. Si las empresas que gozan de los incentivos correctos para explorar nuevos caminos las van a concebir y producir, también deben tener la posibilidad de vender sus productos con ganancia a alguien. Si el gobierno va a otorgar subsidios para su creación, necesita mecanismos para determinar en qué dirección debe otorgar los subsidios; sin embargo, las burocracias gubernamenta98 Econ. Gest. Desarro. Al mismo tiempo, también conocemos la creencia impulsada por Locke de que los derechos de propiedad son beneficiosos, que la propiedad intelectual es un tipo de propiedad como cualquier otra, y por lo tanto, no hay razón para pensar que favorecer a ultranza los derechos de propiedad intelectual sea algo beneficioso. En una economía “smithiana”, los derechos de propiedad son beneficiosos porque: a) fuerzan a los compradores a pagar un precio por los bienes, y por lo tanto, a incluir de modo aproximado en su proceso de toma de decisiones el resultado que sus acciones tienen sobre la disponibilidad de bienes rivales y escasos; y b) permite que se tomen decisiones económicas descentralizadas, por lo tanto, estimula la iniciativa empresarial. En la “nueva economía”, donde no exis- Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES ten bienes rivales, los derechos de propiedad intelectual que obligan a los compradores a pagar precios por encima de los muy bajos costos marginales, en lugar de contribuir con la eficacia económica la frenan y en lugar de conducir a la descentralización, fuerzan un mayor grado de concentración de los procesos de toma de decisiones económicas, el que ahora realizan los dueños de dichos derechos. Para complicar aún más las cosas, las innovaciones más importantes que vemos hoy día se basan en el progreso de todas las ciencias básicas: desde la teoría de grupos hasta la teoría cuántica. Si nos preguntáramos qué tipo de investigación ha contribuido de modo más efectivo a la navegación de barcos desde 1600, una buena respuesta sería que fueron las matemáticas puras; porque sirvieron para construir las herramientas que James Clerk Maxwell utilizó para elaborar las ecuaciones que describían el comportamiento de los campos electromagnéticos y de no ser por las ecuaciones de Maxwell, no existirían los radios. Sabemos por una vasta experiencia que las ciencias básicas se difunden mejor si tienen amplia divulgación, así que la producción científica debe tener respaldo externo. Esta es la razón del porqué un componente fundamental de las medidas públicas en este momento debe ser un intenso apoyo a la investigación básica. Además, otra de las razones por las que la investigación básica debe tener amplia divulgación se debe a que la investigación básica y la investigación aplicada son esfuerzos acumulativos. Existe una buena posibilidad de que la imposición de fuertes restricciones a la difusión de la propiedad intelectual no sea tan favorable a la creación de estímulos para la Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 investigación y el desarrollo; y por el contrario, contribuya a la destrucción de los canales de comunicación científica y técnica que permiten que la investigación y el desarrollo sean eficaces (Gallini y Scotchmer). Isaac Newton dijo que la única razón por la cual era capaz de ver más allá que otros era porque estaba parado sobre los hombros de gigantes. Bien sea que los derechos de propiedad nos parezcan más importantes que los conceptos sobre la forma de otorgar incentivos a las compañías para que financien la investigación y el desarrollo, también tenemos que darle importancia al libre intercambio y uso de información para brindarle a los investigadores la facultad de realizar su trabajo con eficacia. La discusión tradicional en economía se ha centrado en la duración de las patentes; sin embargo, bien podría ocurrir que la profundidad y el alcance de éstas sean de igual importancia para determinar el avance económico. Puede que sen necesarias nuevas prácticas y nuevas formas de implementarlas (tal vez algunas ya probadas, como lo que hizo el gobierno francés a comienzos del siglo XIX cuando adquirió y convirtió en un bien público las primeras patentes de la fotografía (Kremer 1998)) para lograr los cuatro objetivos de: a) el precio igual al costo marginal; b) el dinamismo de la iniciativa empresarial; c) la aceleración del proceso acumulativo de investigación; y d) el suministro de estímulos adecuados para la investigación y el desarrollo. Los trabajos del economista de Harvard Michael Kremer (1998, 2000): uno sobre la posibilidad de la adquisición pública de las patentes en subastas y el otro sobre la redefinición de parte de la investigación y el desarrollo público, la de los procesos orientados por propósitos hacia procesos orien77 - 105, Agosto - 2003 99 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S tados por resultados (por ejemplo: la realización de concursos para que las compañías privadas desarrollen vacunas en lugar de financiar directamente la investigación). Ambos trabajos son especialmente interesantes porque son un esfuerzo por desarrollar prácticas que tengan todas las ventajas de la competencia de mercado, el monopolio natural y la distribución pública. No debería sorprendernos que por lo menos uno de los autores invitados a esta conferencia haya estado reflexionando con mucha intensidad sobre el papel que las instituciones educativas sin ánimo de lucro y gran disposición de recursos deben jugar en los esfuerzos por solucionar la encrucijada en que se encuentran la innovación y la propiedad intelectual en la “nueva economía”. 5. CONCLUSIÓN El resultado de sopesar tantas alternativas permite concluir, por supuesto, que las modernas tecnologías de procesamiento y comunicación de información están creando una “nueva economía” y muy probablemente están produciendo cambios profundos que tendrán repercusiones intensas y prolongadas. Todas son innovaciones con connotaciones sísmicas, al igual que ocurrió con la energía eléctrica en el pasado. Aunque no es muy probable que tengan un profundo impacto en la reducción de la volatilidad cíclica, tendrán un amplio impacto microeconómico que todavía no entendemos en su totalidad. Ha quedado claro que no es muy probable que el paradigma competitivo se ajuste a la nueva situación; sin embargo, todavía no sabemos cuál será el paradigma que cumpli100 Econ. Gest. Desarro. rá los requisitos para reemplazarlo. Sabemos que los derechos de propiedad se convertirán en una cuestión de fondo. Sabemos que algunas prácticas del mercado (tal como la discriminación de precios) las cuales hemos mirado tradicionalmente con algún escepticismo deberían replantearse. No puede ser accidental que el comunismo al estilo soviético, los ministerios de planificación en todo el mundo en desarrollo y las grandes empresas manejadas con estrictos controles, encontraran serios obstáculos para su progreso en la misma década y debieran reorganizarse. De modo creciente, la balanza de las ventajas económicas se inclinó a favor de los sistemas en los cuales las oportunidades y el poder económico son más descentralizados y dan mayor peso a los talentos y las ideas de los individuos. En la esfera de las empresas individuales y las economías nacionales, la flexibilidad toma la delantera sobre el control inflexible. Y la capacidad para reaccionar ante los cambios se sobrepone a la capacidad de fijarlos. Bien sea que la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (NBER) examine los últimos tres años y concluya o no que el año pasado la economía de los Estados Unidos atravesó por una pequeña recesión durante algo así como un año; las trasformaciones estructurales que hemos dado en llamar la “nueva economía” están en pleno apogeo. Además, en la medida en que la estructura de la economía se transforma, las medidas gubernamentales virtuosas también cambian. Al hacer un poco de historia, se puede apreciar que las bases gubernamentales en que se apoya el sistema de mercado, necesarias para que opere apropiadamente, no están escritas Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES en piedra. En la medida en que la tecnología y la sociedad se han transformado en el pasado, los acciones que el gobierno tomó para lograr que el mercado funcionara también se transformaron. Tengamos en cuenta, por ejemplo, la revolución en la agricultura británica en los 150 años anteriores a 1800, la cual fue, a juicio de muchos historiadores, una condición previa primordial para la misma revolución industrial. Si no hubiera ocurrido la revolución en la agricultura británica, Inglaterra en 1800 hubiera vivido en la penuria y la mano de obra hubiera sido extremadamente barata, debido a que la baja productividad de la mano de obra agrícola hubiera disminuido igualmente los salarios urbanos. En un escenario de bajos salarios, ¿de dónde hubiera procedido la demanda de la clase media para comprar los textiles burdos, los artículos de ferretería y los pasajes de ferrocarril que fueron los productos que originaron la revolución industrial en Inglaterra? En un escenario de bajos salarios, ¿Qué tanta energía innovadora se hubiera dirigido a la construcción de fogosa y excéntrica maquinaria, si abundaban los obreros desesperados que por cualquier cosa estaban dispuestos a realizar labores manuales? Ambos razonamientos, del lado de la oferta y la demanda, que afirman que la revolución en la agricultura británica constituyó una condición previa primordial para la revolución industrial británica han parecido siempre muy verosímiles. Sin embargo, la revolución en la agricultura británica no habría ocurrido sin el movimiento del cercamiento, que consistió en la extinción de los derechos comunales tradicionales del uso de la tierra, la sustitución del sistema de campo abierto de tierra de labor en larEcon. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 gas y estrechas franjas sin cercar por campos que los grandes señores cerraron con cercas. Los efectos distributivos del cercamiento fueron monstruosos, aunque, las bondades de eficiencia agrícola parecen haber sido cuantiosas. El movimiento de cercados le ofreció a los agricultores y dueños de tierra progresistas, los estímulos para experimentar con técnicas productivas novedosas y potencialmente más productivas. Y dicho movimiento creó las forma de organización necesarias para hacer que dichos experimentos fueran posibles porque se opuso al sistema que imponía el consenso unánime de por lo menos 30 jefes de familia en una aldea para poder experimentar con prácticas agrícolas diferentes a aquellas apoyadas por costumbres inmemoriales. Bajo el sistema de campo abierto el consenso unánime era necesario. Los antiguos acuerdos institucionales premodernos y las prácticas de la agricultura británica eran, a juicio de muchos historiadores, incompatibles con la revolución agrícola. Si las leyes y las instituciones no hubieran cambiado, se hubiera cometido la equivocación de retrasar esa transformación económica. Se hizo evidente a comienzos del siglo XIX que la revolución industrial británica era una transformación económica extraordinaria y que cambiaría la política y la sociedad, así como la producción y la distribución. Durante el segundo cuarto del siglo XIX, políticos, periodistas, novelistas, tecnólogos y revolucionarios realizaban peregrinaciones a Manchester, Inglaterra, para ser testigos de la extraordinaria fuerza productiva de las máquinas de vapor utilizadas en la producción de textiles y para reflexionar sobre la “nueva economía” que estaba surgiendo. 77 - 105, Agosto - 2003 101 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S Sin embargo, muy pocos en Manchester se dieron cuenta de que el gobierno británico no estaba construyendo escuelas para los hijos de los obreros que migraban del campo a trabajar en las fábricas. No obstante, la falta de mano de obra calificada significó que las tecnologías que siguieron a la máquina de vapor tales como la electricidad, la metalurgia, y la química asentaron mucho mejor en la Alemania de fines del siglo XIX (donde se habían realizado inversiones en instituciones educativas) que en la Inglaterra de finales del siglo XIX. El fracaso de Inglaterra para desarrollar sus instituciones (para ofrecer educación, capacitación, salud pública e infraestructura para apoyar las tecnologías del porvenir) significó que el liderazgo industrial que mantuvo durante la segunda mitad del siglo XIX no podía sostenerse. De este modo, Inglaterra comenzó el siglo XX y su lucha mortal de medio siglo con los regímenes antidemocráticos de Alemania, habiendo ya derrochado una inmensa ventaja inicial en tecnología y productividad. • La banca de inversión • Un mercado de costa a costa • La existencia de medidas que protegían la competencia Si se considera la Edad Dorada de la industrialización en los Estados Unidos hacia finales del siglo XIX; se encuentra que este período fue testigo del advenimiento de la producción en serie, las grandes empresas, el mercado de costa a costa, y la energía eléctrica. Se necesitaron más que mejoras en las tecnologías de producción para hacer posible las fábricas a gran escala y conseguir una gran estructura industrial, las economías de producción en serie y una alta productividad. Desde un punto de vista actual, podemos echar una mirada atrás y decir que en los Estados Unidos, esta transformación económica se apoyó en cinco elementos: Además, las reformas políticas (la implantación de medidas para proteger la competencia) eran necesarias por dos razones. La primera era que había que tratar de asegurar que las ingentes economías de escala a las que tenían acceso las grandes empresas no se obtuvieran a costa de sustituir la competencia por el monopolio. La segunda era la función política de confirmarles a los votantes que las grandes empresas en expansión se pondrían al servicio de la economía y no al revés. • La responsabilidad limitada • El mercado de acciones 102 Econ. Gest. Desarro. Las reformas legales e institucionales (la responsabilidad limitada, el mercado de acciones y el sector de banca de inversión) eran necesarias para integrar el capital que construiría las fábricas en la escala requerida para atender un mercado de costa a costa. Sin la responsabilidad limitada, los inversionistas individuales habrían sido reacios a enfrentar el riesgo de pérdidas potenciales ilimitadas que dependían de administradores que no conocían y no podían controlar. Sin el mercado de acciones y bonos, los inversionistas habrían sido menos propicios a invertir en grandes empresas por la pérdida de liquidez que esto significa. Sin la banca de inversión, la tarea que tienen los inversionistas de clasificar las empresas que valen la pena habría sido mucho más ardua. Por último, los cambios institucionales eran necesarios para asegurar que las empresas nuevas pudieran atender un mercado de costa a costa. Por ejemplo, piensen en la empresa Swift Meatpacking, Cali (Colombia) No.1 77 - 105, Agosto - 2003 L A “ N U E VA E C O N O M Í A ” : A N T E C E D E N T E S , P E R S P E C T I VA H I S T Ó R I C A , INTERROGANTES Y ESPECULACIONES que ha sido objeto de una disertación en Berkeley por Gary Fields. El negocio de Swift se basaba en la estupenda idea de sacrificar en serie las reses en Chicago, despacharlas preparadas hacia Boston y cortarlas en filetes en pequeña escala por terceros en las carnicerías del área. Este era un plan de negocios muy bueno. Prometía producir grandes ganancias a los empresarios e inversionistas y una mucho mejor alimentación a precios más bajos para los consumidores. Pero, ¿qué hubiera ocurrido si los legisladores de Massachusetts hubieran exigido, por motivos de salubridad y seguridad, que toda la carne que se vendiera allí fuera inspeccionada en pie por los inspectores de carnes de Massachusetts antes del sacrificio? Sin un sistema adecuado de medidas gubernamentales (en este caso la preeminencia de los controles federales de salubridad y seguridad sobre los asuntos locales que afectan el comercio interestatal) no hubiera sido posible la conformación de la industria procesadora de carnes de Chicago (o la novela La selva de Upton Sinclair) y esa parte del mecanismo de la industrialización de finales del siglo XIX no habría calzado en su lugar. La Era Dorada de la industrialización le ofreció a los Estados Unidos algunas muestras impresionantes de capitalismo de compinches, “criminales de mucha riqueza” como los calificó el presidente Teodoro Roosevelt, el que nos dejó como legado la infraestructura básica de una de las más grandes universidades de la costa Oeste, producto de tratos amañados, promovidos por el exgobernador de California Leland, entre el ferrocarril Central Pacific que él impulsó y la compañía constructora de la que era abiertaEcon. Gest. Desarro. Cali (Colombia) No.1 mente socio. También permitió que en la primera mitad del siglo XX el estadounidense medio tuviera el mayor nivel de vida y la industria más productiva del mundo. En Europa, por el contrario, no existió un mercado continental debido a los aranceles nacionales. Sin un mercado de extensión continental, no era posible lograr economías de escala aceptables. En Inglaterra, con el mínimo desarrollo previo de la banca de inversión antes de la Primera Guerra Mundial, no se pudieron reunir los fondos de capital para construir las grandes fábricas en el momento adecuado. Las empresas británicas se mantuvieron más pequeñas y mucho menos eficientes que sus equivalentes en los Estados Unidos (Chandler). En Alemania, donde no existieron medidas significativas para proteger la competencia, no hubo freno a la formación de carteles en la industria moderna. La teoría política de que los carteles en la industria alemana envenenaron la política en la primera mitad del siglo XX no tiene ahora mucho sustento, pero con seguridad que las restricciones que los carteles imponían a la producción hicieron que la familia promedio alemana fuera más pobre y la distribución del ingreso en Alemania más sesgada. Debido a que las instituciones en los Estados Unidos se transformaron para apoyar, nutrir y administrar la llegada de la producción en serie y las empresas comerciales en gran escala como lo ha narrado Alfred Chandler (y debido a que las instituciones europeas, de manera general, no lo hicieron) esa nación tomó la delantera a comienzos del siglo XX y se convirtió en “el horno donde se estaba forjando el futuro”, como dijo una vez León Trotsky. 77 - 105, Agosto - 2003 103 J . B R A D F O R D D E L O N G Y L AW R E N C E H . S U M M E R S ¿Cuáles reformas serán necesarias en los fundamentos, por parte del gobierno, a medida que se consoliden los cambios generados por los computadores para que la economía de mercado florezca? ¿Cómo harán los gobiernos para enfrentar los posibles grandes impactos distributivos? ¿Y qué reformas u omisiones en favor de intereses creados obstaculizarán las transformaciones que se abren paso? Freeman, Chris y Francisco Louca (2001). As Time Goes By: From the Industrial Revolutions to the Information Revolution. Oxford: Oxford University Press. Gallini, Nancy y Suzanne Scotchmer (2001). Intellectual Property: When Is It the Best Incentive Mechanism? Berkeley: University of California. Goldin, Claudia y Lawrence Katz (1999). “The Returns to Skill in the United States Across the Twentieth Century,” NBER. REFERENCIAS Chandler, Alfred (1994). Scale and Scope. Cambridge: Harvard University Press. Baumol, William y William Bowen (1966). Performing Arts—The Economic Dilemma. 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