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0U6 LA UNIDAD FAMILIAR CAMPESINA REVIERTE EL PROCESO DE COLECTIVIZACION 1982 A o >'TD£. 0 (^ L A ^ úo k *J D - K J’OFj C Z' / °¡ ¿ 3 - , L A U NI DAD FAMILIAR REVIERTE EL PROCESO DE CAMPESINA 00 COLECTIVIZACION El objetivo de estas notas es llamar la atención sobre la p e r sistencia de las Unidades Familiares Campesinas en los procesos de colectivización (de los medios y fuerza de trabajo campesino) en los países socialistas, asimismo nos interesa mostrar la c o n tradicción existente entre el nivel de productividad de la U n i dad Familiar y las cooperativas de producción, especialmente p a ra ciertos productos alimentarios grandemente dependientes de los ciclos naturales de la agricultura, ganadería menor, hortalizas, leche, huevos, carne de otros. Para ilustrar la situación señalada tomaremos los casos de c o l e c tivización que se dieron en la Unión Soviética, Polonia y Cuba. El caso de la Unión Soviética es muy significativo debido a la envergadura que tuvo el proceso de colectivización y de s o ciali zación de las fuerzas productivas y del trabajo«en su conjunto. La clase obrera de la Unión Soviética pasó de 15% en el año 1913 a 61% en 1977 ; y desde entonces a nuestros dias transformó coriple- tamente a campesinos individuales no agrupados en cooperativas, así como a burgueses, terratenientes y Kulaks. Con igual ritmo la población agrupada en cooperativas de p r o d u c ción (Koljoses) pasó de 3% en 1928 a 16% en 1977. Sin embargo este nivel de colectivización de los campesinos, recibió una co n cesión por parte de la involución soviética, como fue la de p e r m i tir que el campesino Koljosiano se quedara o tuviera un huerto f a miliar al interior de la cooperativa; simas parcelas (plots) la mayoría de esas p e q u e ñ í no pasan de una manzana de tamaño y fueron consideradas como empresas auxiliares, dedicándose las mismas a cultivos necesarios desde el punto de vista de la alimentación de aquellos campesinos, leche, huevos, carne, papas y hortalizas, decir, productos que no se cultivaban en la cooperativa. es i < A 0Ü8 2. i- t sEl rebultado de todo esto, y es lo que queremos mostrar, consisV^ * que^después de un cierto p e r í o d o estas empresas auxiliares han^jjj^gado a tener una importancia desproporcionada al espació que ocupan y a las intenciones con que se crearon. En el año de 1977 el porcentaje producido por las parcelas familiares ubica das al interior de los Koljoses, ción de lana, el 291 de leche, alcanzaba el 19$ de la pro d u c el 29$ de carne, el 35$ de huevos y el 47$ de la superficie de papas y hortalizas; como notamos, todos ellos productos estratégicos desde el punto de vista del abastecimiento urbano-rural de la población soviética. La población, los jornales, 1/ los ingresos y la atención a tales parcelas ha venido subiendo en los últimos años, de lo cual hay conciencia plena en los responsables de la política económica, e incluso se fomenta dicha forma de producción, la L.I. XXVI al respecto seña Brezhnev en el informe del Comité Central del PCUS al Congreso "La base de la economía agropecuaria socialista han sido y siguen siendo los koljoses y los sovjoses. Pero es to no significa en absoluto que se pueda menospreciar las p o s i bilidades de las haciendas auxiliares personales. La experien cia prueba que estas haciendas pueden servir de gran ayuda en la producción de carne, leche y otros víveres. aves y el ganado pertenecientes Los huertos, las a los trabajadores son una parte de nuestra riqueza común. El Comité Central del PCUS ha estimado necesario adoptar una dis posición sobre medidas suplementarias para el fomento de las h a ciendas auxiliares personales. Se preve en ella la creación de condiciones -tanto materiales como morales- que eleven el interés de los ciudadanos por las h a c i e n d a s .auxiliares y, ante todo, por la cría de ganado y de aves Hay que ayudar en recentales y pien sos a los koljosianos y a los obreros de los sovjoses. Eso se re^- fiere tanto a los que tienen ganado en propiedad personal como a los que están dispuestos a cebar ganado perteneciente a koljoses y sovjoses. Ya se disponde de semejante experiencia en varias re 3. pOblicas y regiones y ésta merece que se la propague. Deben contar también con toda clase de apoyo las haciendas au/ * xiliares industriales/1 2/ Otro fenómeno observado en las cooperativas de producción en la Unión Soviética, es el drenaje de recursos laborales que las empresas auxiliares hacen de los koljoses. A partir de una m u e s tra de cinco cooperativas estudiadas por Dharan Ghai en Asia Cen tral Soviética, resulta que las familias percibían 471 de sus in gresos del trabajo en el koljose, 29% de la parcela personal y 24% por trabajo fuera de la cooperativa, ssiya) algunas de ellas (la Ro- llegaron a percibir hasta el 40% de su ingreso p r o v e n i e n te de la parcela personal. 3/ En el resto de los países socialistas la situación no es diferen te, y en muchos casos la contradicción se revela mucho más aguda. Para el caso de Polonia utilizamos los estudios oficiales de Te- picht para tres regiones altamente significativas, en las cuales se nota como la parcela personal va ganando terreno e importancia a la cooperativa de producción, especialmente en la producción a n i mal como se nota en el cuadro siguiente: Repartición de 3 a producción 4/ animal al interior de las Cooperativas ( en % ) Productos y sectores Región I Región II Región III Cerdo Sector colectivo 39.6 35.4 52.0 Sector personal 60.4 64.6 48.0 Sector colect ivo 67.8 59.1 53.9 Sector personal 32.2 40.9 46.1 37.0 53.0 35.8 64.2 40.0 60.0 Ganado Leche Sector colectivo Sector personal 4. En relación al trabajo familiar la contradicción aparece en igual forma, la fuerza de trabajo se transforma en un recurso escaso que se desdobla en trabajo para la coo pera tiva y trabajo paradla parcela familiar, llegando en al g u nos casos a ser mayor el tiempo ocupado en la parcela p e r sonal que en el colectivo, tal y como puede verse en el cuadro siguiente: 4/ Repartición del trabajo familiar en la parcela y en el colectivo TRABAJO EN % Sector colectivo Sector personal Cooperativas de an t i guos asalariados.bene ficiados por la R e f o r ma Agraria. Cooperativa de p r o p i e tarios hereditarios. 70% 30% 301 70% Se observa en el cuadro que los trabajadores con costumbres de asalariados están más propensos a entregar su fuerza de t r aba jo a la cooperativa, acostumbrados siendo diferente el caso de los campesinos fundamentalmente al trabajo familiar, estos ú l t i mos están más propensos a entregar su fuerza de trabajo a la par celita interna que guardan en el koljose. Pero muestra también que incluso los trabajadores asalariados, antes o durante su coo peración, se encuentran en la situación de invertir y obtener in gresos en forma significativa de actividades externas a la coope 5. Oii rat i v a . Muchas de 3 as cooperativas de producción señaladas d e s a p a r e cieron cierto tiempo después de su recorrido, das por el trabajo campesino familiar.. siendo sustitui Ciertamente que en el caso de Polonia se po'dría decir que el proceso de modernización de 3a economía y el proceso de colectivización no invadió con suficiente fuerza todos los sectores*de3 agro, estando ahí parte de la explicación del freno a la socia lización de la agricultura, la que no pasa hoy en día del 151 del control so cializado, siendo de ios mas bajos de los países soc'ia3istas. el caso anteriormente aludido, el de la Unión Soviética, Sin embargo donde el p r o ceso de colectivización campesina es el más fuerte de la h i s t o ria socialista, pudiéndose decir lo mismo del desarrollo de las fuerzas productivas y de modernización del agro, los resultados son tan reveladores como en el caso de Polonia. Estas parcelitas aparentemente insignificantes constituyen en la potencia socialista más grande de la tierra, un virtual c a ballo de troya al interior de las cooperativas de producción; tal. como lo hace notar Teodor Shanin a partir de ci'fras oficia les de Estudios tienen apenas el Soviéticos, esas parcelas familiares (plots) 3% de la tierra y producen el 30% de la p r o d u c ción agropecuaria de la URSS (para el período 1958-1965) 5/. Para el caso de la URSS podría argumentarse que si bien es c i e r to que tiene socializado el 100 x 100 de la pro d u c c i ó n agrope cuaria (habría que exceptuar los plots), tá controlada directamente por el Estado, la mitad solamente e s estando el resto en cooperativas de producción que guardan vínculo con la sociedad privada anterior con mayor fuerza que las granjas estatales. Frente a tal argumento habría que anteponer otro argumento de control, como es el de seleccionar un país que haya alcanzado un nivel de control directo por el Estado, efectivamente mayoritario, siendo este el caso de Cuba. Actualmente Cuba tiene aproximadamente el 80% de la producción agropecuaria controlada directamente por el Estado, siendo el país socialista que ha alcanzado mayor nivel de control, y en el menor tiempo posible; prácticamente en los primeros años de. 6. su revolución. Para el caso de Cuba utilizaremos las cifras indicativas de la producción estatal y la producción privada, en aquellos productos como frutas, granos, verduras, tubércu los; en el cuadro que aparece a continuación notamos que la producción privada campesina no solamente tiene un lugar de primer orden en la producción, comercialización y abasteci miento alimenticio del pueblo cubano, sino que pareciera que este papel se incrementa en los últimos años, tal y como puede verse en el cuadro a continuación: J5/ Peso de la producción privada Agrícola cubana 1970- 19 73 (en miles de toneladas métricas) 1970 Granos Total Pr i vados 299.3 ll.ii (4 %) 1971 1972 1973 297.2 15.6(4%) 251.0 1 9 .2 (8%) 244.0 13-7(6%) T u b é rc u lo s P rivad os 1 9 6. 8 75-3(38%) 239.3 82.6(35%) 383.5 168.1(44%) 397.5 181.9(46%) Verduras Total P rivad os 136.2 62.7(46%) 172.2 74.0(43%) 150.0 63,3(42%) 239.8 123.6(52%) Frutas Total P rivad os 289.6 125.7(43%) 296.9 130. 1(44%) 372.4 161.7(43%) 434.0 207.9(48%) Total Durante el período seleccionado el incremento del sector privado se nota tanto en volúmenes físicos como eri porcentajes a la p r o ducción total, para productos estratégicos de la dieta del pueblo cubano. Si tomamos en cuenta que durante el período del 60 hubo un enorme descenso en la producción de estos rubros, tanto por parte de la producción estatal como de la producción privada, p o demos afirmar que la recuperación se debe tanto a un sector como al otro, y que durante dos décadas de socialismo la producción de estos artículos de p r imera necesidad tienden a ser acaparados por una forma de producción familiar y campesina, algunos de los c u a les superan en volumen físico la producción estatal (verduras para 1973). 7. No tenemos datos o mano del comportamiento de este tipo de p r o ducto para los años siguientes, pero si sabemos que en años r e 013 cientes el gobierno de Cuba ha decidido liberar el mercado para los productos del campesino, lo que necesariamente estimulará la producción privada de aquellos mismos artículos. También tenemos noticias de que la liberación del me rcado campesino ha traído problemas comerciales a los sectore s obreros y urbanos en general del pueblo de Cuba, ya que dich a situación ha provocado el desarrollo de sectores intermediario s que encarecen el bienestar de los obreros a costa del trabaj o familiar campesino. 7/ CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL PROBLEMA 1. Sobre la parcela familiar y la vía hacia la colectivización La existencia de parcelas familiares en el sector agropecua rio determinará la dimensión del problema a afrontar en aque llos países que han tomado la determinación de transitar por una vía diferente a la propiedad privada. sarrollados En los países d e el problema campesino se ha resuelto fundamental mente por la vía del desarrollo de las fuerzas productivas, por la modernización de la agricultura, por la tecnificación y por la maquinización de la producción agrícola, centración y centralización del capital, letarización del trabajo campesino. por la c o n en fin, por la pro- En aquellos países como el. nuestro donde la existencia de una economía campesina es tan fuerte como su contraparte la economía moderna, y en d o n de la capacidad de desarrollo tiene enormes limitaciones a n tes de transitar completamente hacia 3 a industrialización de la agricultura, la cooperat ivi zación se revela un paso o b l i gado hacia la colectivización y hacia la socialización de nuestra agricultura. De ahí 3a importancia que tiene la discusión y decisión de problemas y posiciones sobre problemáticas como mos reseñado en el trabajo. las que h e Conscientes que si nuestra de- 8. 014 cisión es la coopcrati viz aci ón, 6stn se tendrá que d e sarrollar frente., a las dificultades de modernización y frente a la inercia de la pequeña parcela familiar; in dependientemente gue aquellas parcelas familiares estén al interior de cooperativas de producción constituidas. Es decir, gue la discusión de los.'huertos familiares es también una discusión sobre la (xoperativi sación? formas gue bien pueden ser ccsrplementarias por razones políticas y económicas, pero también puede ser contradictorios tal y corro lo vimos en el señalamiento de los 2. países estudiados cono ejemplo. Sobre el tipo de productos con si de r a d o s . El problema de la organización de la producción no es a j e na do. en estos casos al tipo de producto agrícola c o n s i d e r a Los productos señalados son productos de consumo f a miliar del campesino y del resto de la población, terísticas muy perecederas de c a r a c antes de un tratamiento i n d u s trial en cuanto a su almacenamiento o procesamiento, lo que impide una división del trabajo y un alargamiento del p e r í o do entre producción y consumo. La atención del cultivo d e pende de la naturaleza y por lo tanto dificulta su atención continua y planificada. Todo ello ha dificultado que estos productos entren en la órbita ne la ley del valor; cluso agrícolas, de una economía donde p r e d o m i en ellos más que en otros productos, el trabajo asalariado o las inversiones in fijas sujetos al ritmo natural de dichos cultivos, perturban o p e r turbarían la rentabilidad de las empresas que se dediquen a tal "negocio". Esas y otras consideraciones han relegado dichos cultivos a un trabajo familiar ca mpesino? donde la mano de obra de todos los miembros déla familia es completamente gratuita para los consumidores externos a 1^ parcela.que mercantiliza sus e x c e dentes, y donde el límite de inversión de fuerza de trabajo no tiene nada que ver con el equilibrio costo-beneficio de la Unidad Familiar que produce para consumir a costa de perecer. La única concesión que le hace la sociedad de mercado a esas Unidades Familiares es fomentarles la producción c o m e rcial!- 9 . zable cuando el abastecimiento urbano esté en peligro, y 0 1 5 permitirles la posibilidad de que accedan a las reglas del juego en que ésta funciona. Podemos afirmar que en la existencia de la economía f a miliar campesina se realiza un pacto entre el funciona miento del valor de uso y el funcionamiento del valor de cambio, entre la economía de consumo y la economía de m e r cado, y en donde la solución definitva para ambas se sitúa fuera de una y otra. Definitivamente que la cuestión se complica para un país como el nuestro en que la necesidad de una transición técnico-económica se ve acompañada de la necesidad de una transición p o l i t i c o - s o c i a l , y todo ello dentro de una economía de más de 100.000 parcelas familia res responsables de la mayor parte de la producción de los productos señalados, incluyendo el maíz y el frijol, base de la alimentación del pueblo nicaragüense. Como hemos venido notando, se trata de productos de primer orden para la economía, para la sociedad y para la revolución; productos de abastecimiento diario y por lo tanto garantes en gran medida de la estabilidad política del orden rev o l u cionario . 3. La experiencia de las cooperativas de Surco Muerto Llamamos surco muerto en Nicaragua a la forma por medio de la cual se consigue en la agricultura la división simple del tra bajo y la concentración de la producción; consiste en lotes de terrenos donde se cooperativiza los servicios ción (arado o tractores, contabilidad, atención fumigación, servicios sociales, (propiedad, poseción, das por un surco muerto cela y otra], a la p r o d u c almacenamiento, crédito, etc.], pero se mantiene la o control] de parcelas s e p a r a (como señal de división entre una p a r claro está que la división podría efectuarse por cualquier otra señal. La cooperativa de producción se considera como una forma inter mediara entre la producción familiar privada y la producción . 30 o ie empresarial pública o privada de la agricultura, <jue en la mayoría de los casos no tiene la intensidad de la p r i mera ni la productividad de la segunda, y que para los cam pes ino s-trabajadores no tiene el estímulo del salario que recibiría en una empresa ni el estímulo de la ganancia individual que tendría en su parcela. Pareciera que la experiencia de cooperativas de surco m u e r to podría ser una forma más en que el productor se desdobla como empresario la vez (dueño de su parcela) (trabajador del Estado). y como trabajador a Como empresario tiene la ventaja de compartir capital y riesgos con el Estado, como campesino se aplicara con igual intensidad de trabajo f a m i liar a su propia parcela, y como trabajador recibirá la r e muneración a través de los excedentes (diferencia entre el pago del servicio cooperativizado y la producción obtenida por adición de ese capital); no tendría las desventajas de una parcela común y corriente puesto que en forma c o opera da tendría acceso a recursos del Estado vía servicios p r o ductivos, no tendría las desventajas de una cooperativa de producción puesto que su mayor y más intensa aplicación a su trabajo redundaría directamente en el incremento de sus excedentes. Ajenos a concebir esto como una panacea, cree mos que dicha forma de cooperación tiene la potencialidad de funcionar como banda de transición entre la i n dividuali dad parcelaria y el proceso de colectivización, las consideraciones práctico-ideológicas en donde del campesinado se combinan con las consideraciones técnico-prácticas de la co n centración de servicios productivos. La concentración de la producción conseguida por el capitalis mo en la gran producción empresarial, unidades medianas, se consiguiría aquí en aunque sabemos que en ninguno de los dos casos concentración y colectivización de la producción s i g nifica completamente colectivización de la propiedad. rando que en ambos casos el do el paso proceso continúe a una mayor socialización, Espe permitien- lento quizás, p e ro con menos riesgo de reversibilidad que en otras opciones. 11. >4 . La experiencia del trabajo de autoconsumo de los e s t udi antes. 017 Existe acuerdo que la economía campesina frena el d e s a r r o llo de las fuerzas productivas, materiales y humanas, así como existe acuerdo que durante mucho tiempo las rev ol uci o nes en los países sub-desarrol1 ados tienen en el cam pesina do un aliado fundamental de*la clase obrera, puesto que es una fuerza productiva y social difícil de sustituir durante mucho tiempo. Pero también estamos conscientes de la gran inercia que tiene la producción campesina en los procesos de colectivización, así como de la importancia socio-económica que tienen sus productos, al mismo tiempo de la dificultad de construir unidades de producción que funcionen en forma permanente bajo régimen empresarial (la estacionálidad es obliga toria en 1a agricultura). También señalamos ción a anteriormente que gran parte de la s o l u esta cuestión está fuera del funcionamiento ele la economía privada. Una de las experiencias dignas de tener en cuenta a la hora de estas discusiones es la del trabajo de los estudiantes. El contingente de estudiantes que se integran al trabajo p r o ductivo agropecuario crece día a día, tanto envíos países d e sarrollados del capitalismo como en los países soc i a l i s t a s ; año con año el período de cosecha demanda una fuerza laboral de carácter estacional que no siempre se puede llenar con obreros agrícolas que necesitan tener una permanencia en su trabajo y que por lo tanto no están disponibles a la hora en que los demande la naturaleza o la empresa, teniendo que re- currirsc por ende a un sector cuya actividad y respo n s ab i l i dad le permite poder disponer de tiempo estacional p r e c i s a mente para un trabajo estacional, como son los estudiantes. Los estudiantes no viven de su trabajo como el obrero o el campesino, sino que viven de su estudio, milia o el Estado) dien • la sociedad (su f a los mantienen precisamente para que e s t u Su dedicación al trabajo productivo no significa una 12, nueva forma de explotación, sino una nueva forma de re- tribüción a la sociedad lo que ésta invierte act ualme n te en sus estudios, es decir, una nueva forma de d ign i ficar el trabajo intelectual; la sociedad no tendría que esperar al profesional consolidado para recuperar parte de sus inversiones. El trabajo colectivo del estudiante, ya practicado en m u chos países, se realiza cerca de su lugar de trabajo y de acuerdo a la organización de su estructura y de su p r o y e c to académico, escuelas de campo o escuelas en el campo. Su equipo de trabajo correspondería a su eguipo de e s t u dio, sin estar vinculado de forma permanente a una misma unidad productiva, de la cual tampoco es dueño y de la cual no podrá encariñarse como hace el campesino; dicha unidad productiva será para él un medio de consumo, y si hubiera excedente, éste no se convertiría en ganancia, pues la única ganancia que percibiría sería a través del estudio que de todas maneras la sociedad de hoy en día le entrega gratuitamente a los que pueden acceder a las aulas de clase; tales excedentes serían entregados a hospitales o similares, pero no al mercado. Para los estudiantes el trabajo productivo de aquellos productos se realiza en un tiempo extra a su actividad px'imaria que seguirá siendo el estudio, su actividad de campo o su trabajo manual sería secundario aunque forman do parte,de su pensum de estudio, ticas o cualquier otra asignatura. al igual que las m a t e m á 8 13. El trabajo productivo además de tener un gran valor de 019 uso, puesto que en principio alimentaría al menos a t o da la población estudiantil de un país {cerca del 50%) , tendría también un gi'an valor político puesto que r e d u c i ría la diferencia entre el* trabajo manual y el trabajo in telectual; y si su aplicación se contrapone signi ficat iva mente a la producción campesina de los alimentos caseros ya señalados (verduras, huevos, etc.) entonces estaríamos en presencia' de uno de los frenos más efectivos a la re privatización de la economía campesina. Las experiencias de Cuba vuelven optimista el r a z o n a m i e n to de que con el estudiantado de una sociedad es posible conseguir un acicate para obtener plustrabajo sin que ello lleve a la explotación de un sector o a la privatización de otro sector, aquí el trabajo sería de una naturaleza y el plustrabajo raleza diferente; (el estudio) (producción agrícola), sería de una n a t u siendo ambos para el consumo y ninguno para el mercado y donde el producto principal sería el hombre integral. CQNCLUSIONES- 1. Preocupados por el control consciente y colectivo de las condiciones de vida y de trabajo, partimos del supuesto de que la cooperativización y la estatización son vías se guras aunque difíciles de la colectivización y de la g e s tión democrática. 2. Que la unidad familiar campesina tiene una capacidad de inercia y de reproducción inimaginable, aún dentro de un . 14 medio colectivo como son las cooperativas de produc 020 ción o como es una sociedad socialista. Que si la modernización de la agricultura y la férrea voluntad política de colectivizar el proyecto revolu cionario, no logran que la cooperativa de producción dé el salto necesario para consolidarse y convertirse en una gran producción social gestionada colectivamen te, corre entonces el pelig ro de desgranarse por la vía parcelaria como sucedió en Polonia. La experiencia de nuestra evolución en el campo, ha sido la de no parcelar por principio sarios) (salvo casos nece y entregar medianos lotes de tierra a grupos de trabajadores (Cooperativas Agrícolas Sandinistas-CAS); y cuando tales colectivos de trabajo amenazan-con desin tegrarse, recurrir a su formación como.cooperativas de Surco Muerto, con.el objetivo de que si la cooperativa no se consolida, evitar de que se desgrane en parcelas privadas. La importancia que tiene la economía campesina en N i c a ragua, así como el grado de subdesarrollo en el campo, nos obligan a recurrir a todas las formas posibles p a ra enfrentar la fuerza privada que implica el campesi nado, de manera que la ayuda de la revolución no forta lezca en ellos el proyecto de la propiedad privada. For mas de colectivización que no pueden de ninguna manera agotarse en el proceso inmediato de producción dad, gestión, administración, servicios, (propie trabajo en ge- 15. nera l) , sino que tienen que pasar simultanéamente al • * 021 proceso de reproducción y de circulación, y al proce so de vida en general. Las limitaciones y dificulta des en el campo de la economía tienen que ser contrarrestradas dentro y fuera.de la economía. CIERA, 1982. V La URSS en cifras para 1977, breve compendio estadísti co. Editorial Statistika 1978. / 2 L. I. Brezhnev, Informe del Comité Central del PCUS al XXVI Congreso del Partido Comunista de la Unión Sovié tica y las tareas inmediatas del Partido en la política interior y exterior. Editorial de la Agencia de Prensa Novosti, Moscé, 1981. y Azizur Rahman Khan and Dharam Chai, Collective Agriculture rural development in Soviet Central Asia. Interna cional Labour Office, World Employment Programe, Ingla terra, 1979. y Todos los datos sobre Polonia provienen de: Tepicht Jersy, fíarxime et Agriculture -La Paysan-Collection Uprisme, Arrnand Colin, Francia 1973. 5/ Citado por Teodor Shamin, Cooperation and Collectivizat i o n :0 the case of Eastern Europe P. Worsley (ed) Two Blade of Grass. Manchester University Press. / 6 2 / Dharan Ghai y otros, Agrarian Systems and Rural Development: Inter national Labour Office, World Erployment Programme, Inglaterra, 1979-. Cfr. Fidel Castro, discurso ante la clausura del IV Congreso de la U C J , Juventud Rebelde, Cuba 1982.