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Chidi King (CIS): 'La justicia de género debe convertirse en una realidad y no seguir siendo una aspiración' Chidi King (CIS): 'La justicia de género debe convertirse en una realidad y no seguir siendo una aspiración' En diciembre de 2002 "Trabajadora" entrevistaba para su número 6 a Elsa Ramos, entonces directora de Igualdad de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) a quien preguntamos sobre la participación femenina en las estructuras sindicales. La CIOSL es ahora la Confederación Sindical Internacional (CIS) (http://www.ituc-csi.org/) a cuyo frente, como secretaria general, se encuentra Sharan Burrow. La actual directora de Igualdad de la CIS, Chidi King, escribe una pequeña reflexión sobre cómo ha variado la situación de las trabajadoras y las sindicalistas 12 años después. Gracias a Chidi King y a Carmen Smenjaud por la traducción al castellano. EN LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS se han visto muchos avances para las trabajadoras, tanto en el mundo laboral como en el ámbito personal. Se están uniendo a la fuerza laboral más mujeres que nunca y obtienen su independencia económica; y también se están uniendo a los sindicatos. Más de 70 millones de trabajadoras están ahora representadas en los sindicatos y han construido un legado de derechos y de protección en el lugar de trabajo. Las sindicalistas -sólo por dar algunos ejemplos- han sido fundamentales en la negociación de los salarios más justos, en la negociación de pagas y licencias por maternidad y/o paternidad y a la hora de exigir el derecho a la lactancia, tiempo libre para cuidar de las personas dependientes y licencia por enfermedad pagada. Cada vez más mujeres ocupan puestos de liderazgo en política y en negocios y, por supuesto, en las organizaciones sindicales. Sin ir más lejos, la CSI está ahora dirigida por Sharan Burrow. Hace casi 20 años, en 1995, los gobiernos adoptaron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing -una hoja de ruta innovadora para los gobiernos, la sociedad civil y los actores del sector privado- para lograr la justicia de género en 12 áreas críticas, incluyendo: la desigualdad en las estructuras económicas y políticas, la creciente carga de la pobreza femenina y la violencia machista. Beijing, junto con la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, ha proporcionado herramientas de gran alcance para las feministas y los derechos de las mujeres en todo el mundo. En 2015, las Naciones Unidas examinarán los progresos realizados en la aplicación de la 1/3 Chidi King (CIS): 'La justicia de género debe convertirse en una realidad y no seguir siendo una aspiración' Declaración de Beijing. El reflejo será contrastado. La adopción, en 2011, del Convenio de la OIT sobre el Trabajo Decente para Trabajadoras y Trabajadores Domésticos también marcó un momento importante para el movimiento sindical, ya que puso de relieve el valor del trabajo de millones de mujeres y es el principio del reconocimiento del trabajo doméstico como el trabajo que permite otras tareas. La campaña llevada a cabo por la CSI, la UITA, la Federación Internacional de Trabajadores Domésticos y otras asociaciones ha ganado el derecho a unos salarios mínimos o superiores, a la protección social y a la regulación del tiempo de trabajo para millones de personas. A pesar de estos avances, los retos siguen siendo significativos. El 70% de personas pobres del mundo son mujeres. La brecha salarial mundial entre géneros es de casi un 23%. Las mujeres siguen estando sobrerrepresentadas en los empleos precarios e inseguros y sin acceso a la protección social y constituyen la gran mayoría de quienes trabajan en la economía informal. El colapso de los mercados financieros mundiales en 2008 y la crisis económica mundial que siguió ha hecho la vida más difícil para las familias trabajadoras de todo el mundo. Muchos gobiernos han optado por dar prioridad a los poderosos intereses corporativos por encima del bienestar de su propia ciudadanía. Los ataques a los derechos sindicales y laborales - en la clase obrera - también han traído consigo un aumento del trabajo informal y precario que afecta a la calidad de los puestos de trabajo, especialmente para las mujeres. Pero cuando la austeridad, en lugar de impuestos razonables, es la opción ideológica contundente, las personas sin recursos y las mujeres son quienes más sufren. Los recortes de los servicios públicos, en especial los servicios de salud y de asistencia social, ponen una mayor responsabilidad sobre los hombros de las familias -y en última instancia de las mujeres- para proporcionar estos servicios de forma individual. Estos recortes también restringen la capacidad de las mujeres para participar efectivamente en el mercado laboral, puesto que luchan por equilibrar el trabajo remunerado con el trabajo de cuidado no remunerado. La carga doble o incluso triple para equilibrar la vida laboral, familiar y sindical vuelve a convertirse en un problema muy grande para las trabajadoras. La falta de acceso a servicios de cuidado de calidad y públicos también está contribuyendo a la aparición de una cadena mundial de cuidados: las mujeres que migran para realizar el trabajo doméstico en otros países a menudo dejan a sus propios hijos atrás, a quienes cuidarán otras personas de la familia, a su vez. Otro gran problema para las trabajadoras es el aumento de la violencia machista tanto en el trabajo como en el hogar. Esto no sea quizás un fenómeno sorprendente dada la naturaleza del mundo del trabajo hoy en día y el aumento del estrés que supone para quienes trabajan y sus familias. Las mujeres, por ejemplo, que trabajan en determinados sectores, como la industria de las plantaciones de flores, la industria textil y de la confección y el trabajo doméstico pueden ser particularmente vulnerables a la violencia y al mismo tiempo menos capaces de oponerse a ella dada su posición relativamente débil -económica y socialmente hablando- y también por la pobre densidad sindical en estos sectores. El movimiento sindical está haciendo campaña para conseguir un convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para hacer frente a la violencia de género en el trabajo. El hecho de que no exista ningún instrumento internacional que cubra el alcance real del problema es grave y requiere atención urgente. La CIS está redoblando sus esfuerzos para hacer que las organizaciones sindicales sean más equitativas, más sensibles al género y más representativas en todos los niveles. Esto es lo que pretende hacer la campaña Cuente con nosotras. Los objetivos de la campaña ?a alcanzar para 2018- incluyen una meta del 30% de representación de mujeres en los órganos rectores del 80% de las organizaciones miembros del Consejo General de la CSI y un aumento del 5% de la membresía femenina de cada afiliada a la CSI que se inscriba a la campaña. Hasta ahora casi 100 afiliadas se han inscrito y se están elaborando los planes de acción para alcanzar los objetivos de la campaña. Entre otros, se construirá una agenda económica dirigida a las mujeres, lo que aumentará la tasa de actividad laboral femenina, la creación de empleos decentes en la economía del cuidado y promoverá una distribución más equitativa de las responsabilidades familiares entre géneros. Todavía hay un largo camino por recorrer. Pero de aquí a 30 años el paisaje debería ser muy distinto: con medidas para la transición de la economía informal a la formal, con empleos mejor remunerados, sin brecha salarial de género, con reconocimiento del valor del cuidado y con responsabilidades colectivas para proveerlo, además, la estructura del trabajo debe permitir equilibrar el trabajo y la vida familiar y personal, y por último, los sindicatos deben ser más fuertes a través de la organización de mujeres y hombres y la igualdad de acceso a puestos de influencia. La justicia de género debe convertirse en una realidad y no seguir siendo una aspiración. Deseo terminar este texto deseando felicidades a la revista Trabajadora en la celebración de sus 30 años. 2/3 Chidi King (CIS): 'La justicia de género debe convertirse en una realidad y no seguir siendo una aspiración' © CCOO SERVICIOS 2015 Logos y marcas propiedad de sus respectivos autores Se permite la reproducción total o parcial de todos los contenidos siempre que se cite la fuente y se enlace con el original 3/3