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Congreso de la Asociación Española de Ciencia Regional (XXX Reunión de Estudios Regionales) PROPUESTA DE UNA ARQUITECTURA DE GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO APLICADA A ENTORNOS ECONÓMICOS LOCALES Manuel Expósito Langa, Emilio Golf Laville, Josep Capó Vicedo, Enrique Masiá Buades Grupo de Investigación “Cluster del Conocimiento Territorial de la Comunidad Valenciana” Escuela Politécnica Superior de Alcoy (Universidad Politécnica de Valencia) {maexlan, emgolla, pepcapo, emasia}@omp.upv.es; www.cctcv.upv.es RESUMEN Las actuales teorías del crecimiento endógeno inciden en la importancia del conocimiento y el desarrollo tecnológico como verdaderos motores del cambio estratégico localizado. Siguiendo el discurso de estas teoría s, se puede decir que existe un stock mundial de conocimiento que estaría codificado y que sería libremente accesible para todos los agentes económicos y al cual dichos agentes pueden contribuir sin costo. Este stock tendría las características de los bienes públicos que serían la fuente de los rendimientos crecientes de las inversiones en estas formas de capital intangible. Por tanto, si en los procesos de crecimiento económico el conocimiento tácito fuera complementario con el stock de conocimiento codificado, el crecimiento de este último vendría determinado por los factores que gobiernan el crecimiento del componente tácito. Así, pues, la codificación del conocimiento resultaría necesaria para abordar el proceso de transformación del mismo a un formato que hiciera posible su conservación y transferencia como información. En esta comunicación, se presenta una propuesta de arquitectura de gestión del conocimiento aplicada a una constelación de pymes, integradas en clusters territoriales, cuya finalidad principal es, a través de la codificación del conocimiento, servir de factor coadyuvante a la toma de decisiones estratégicas a los agentes económicos que componen el mismo. De esta forma, se pretende ayudar a que las empresas puedan tomar decisiones de tipo proactivo, activando los cambios de sus entornos, frente al modelo reactivo preponderante en la actualidad. 1. INTRODUCCIÓN La globalización y la consecuente mundialización de la economía , está dando lugar a una importante transformación en la actividad económica. Así, autores como Freeman (1985), Porter (1991) o Drucker (1994), desde el enfoque de la economía industrial, insisten en la existencia de dos vías alternativas para competir en este nuevo contexto global (Méndez, 2000): a) Por un lado, abaratar costes para conseguir ventajas comparativas estáticas, estrategia que lleva a efectos de precarización de empleo, bajos salarios o sobreexplotación de recursos b) Por otro lado, introducir innovaciones y mejoras constantes con capacidad para generar ventajas competitivas dinámicas y más duraredas Estudiar la línea de trabajo de la alternativa (b), permite observar la importancia que tiene en nuestros días la innovación como instrumento para la mejora en la competitividad de las empresas. Por otra parte, cabe destacar que los procesos de innovación surgen y se desarrollan normalmente asociados a territorios donde los recursos, tanto humanos, de capital, infraestructuras y de conocimiento son suficientes, así como los agentes locales capaces de ponerlos en valor (Méndez, 2000). Por tanto, y siguiendo las actuales teorías del crecimiento endógeno, se reafirma la importancia del conocimiento y el desarrollo tecnológico como verdaderos motores del cambio estratégico localizado. 2. EL NUEVO ENTORNO COMPETITIVO Para los países en la vanguardia de la economía mundial, el equilibrio entre conocimiento y recursos ha cambiado hasta tal punto en los últimos años, que el conocimiento se ha transformado en el factor determinante de los niveles de vida (más que la tierra, las máquinas o el trabajo). Según la OCDE (1996), las economías basadas en el conocimiento son aquellas en las cuales la producción, distribución y usos del conocimiento constituyen el motor principal del crecimiento económico, de la creación de riqueza y del empleo en todos los sectores. Uno de los principales objetivos de las economías basadas en el conocimiento será por tanto cómo convertir el saber en un recurso estratégico clave, por lo que aquellas experiencias orientadas hacia la incorporación de conocimientos que añadan valor al trabajo realizado tendrán un seguimiento especial, ya que la calidad de la información y de los conocimientos organizativos supondrán el nuevo arsenal competitivo de la empresa. Las empresas, en definitiva, deberán procesar información procedente tanto de fuentes internas como externas y gestionarla de forma eficaz. Es por esto, que conviene a tal fin promover los principios de la difusión de las buenas prácticas y de la comparación de resultados. Esto es importante para las pequeñas y medianas empresas (PYME) que representan buena parte de la mano de obra europea y para las que la innovación desempeña un papel crucial1. Sin embargo, tanto en el caso europeo, como en el español, y de forma más acusada generalmente en empresas del sur europeo, esta preponderancia de PYME representa una barrera incuestionable para que se produzca la transición de las economías tradicionales a las economías basadas en el conocimiento. En este sentido, conviene no olvidar que este tipo de empresas cuentan con una restricción de recursos importante que les impiden poder afrontar por sí mismas los procesos de cambio estratégico, imprescindibles en los actuales y turbulentos escenarios de la nueva economía globalizada. Esta circunstancia se refleja también en el modelo de gestión utilizado por la mayoría de las PYME, que tiende más a gestionar los problemas a corto plazo en lugar de enfocarlos con estrategias a medio y largo plazo. En este sentido, se puede decir que la PYME tiende a adoptar una posición reactiva en lugar de proactiva a los cambios del entorno, tal y como señala la Comisión Europea (1996), donde afirma que la PYME tradicional trata la tecnología como una contingencia que debe ser gestionada, ya que no puede ser evitada, más que como una oportunidad. Por tanto, no sólo el factor tecnología para la gestión de conocimiento puede suponer una barrera a la innovación, sino también la actitud de los responsables de las empresas. 1 Así, en la Unión Europea, según la Comisión (2000), existen unos 19 millones de PYMEs generadoras del 65,83 % del empleo. Además, 18. millones de éstas son microempresas, con menos de 10 empleados, que generan más del 33 % del empleo. En España, la importancia económico social de las PYMES es todavía, más acentuada: Unos 2,6 millones de empresas emplean un 79,8 % de la población activa y de éstas, tan sólo unas ciento cincuenta mil menos (2,4 millones) son microempresas que emplean al 47,3 % de la población ocupada. 3. LA IMPORTANCIA DE LOS CLUSTERS COMO MEDIO SINÉRGICO Tal y como se ha apuntado, el nuevo entorno en el que las empresas deben competir es un entorno global. Exceptuando las grandes empresas, que funcionan por sí mismas como verdaderas empresas-red, en la mayoría de ocasiones las PYME que mejor responden a la situación argumentada se concentran en áreas determinadas, ya sea aglomeraciones metropolitanas, ciudades medias o pequeñas e incluso en zonas rurales, donde existen condiciones necesarias para la generación de ventajas competitivas (Méndez, 2000). Esto ha permitido la generación de espacios ganadores (Benko, Lipietz, 1994) lo suficientemente dinámicos como para hacer frente a los efectos de la globalización. Por tanto, conviene tener presente que numerosas actividades industriales están fuertemente especializadas en territorios muy concretos –también llamados clusters o distritos-, y han mostrado una capacidad de adaptación y dinamismo histórico que hace pensar que no siempre lo global tiene una ventaja ante lo local o pequeño. El concepto de cluster o distrito industrial tiene sus antecedentes en los trabajos de Marshall (1890), más tarde retomados por autores relevantes como Porter, Schmitz, Swann y Prevezer, Becattini o Altenburg. Existen múltiples definiciones del concepto de cluster, entre otras se reseñan las siguientes: Grupo geográficamente denso de empresas e instituciones conexas, pertenecientes a un campo concreto, unidas por rasgos comunes y que son complementarias entre sí. Porter (1999) Un cluster es una concentración geográfica sectorial de empresas. Schmitz (1999) Aglomeración bastante grande de empresas en un área espacial delimitada, que tiene un perfil de especialización característico y en el que la especialización interempresarial y el comercio son importantes. Altenburg (1999) Concentración limi tada geográficamente de empresas interdependientes. OES (2002) Se puede observar a raíz de las definiciones, que el concepto de cluster va más allá de las redes horizontales simples, en las cuales, las empresas que operan en un mismo mercado de productos finales y que pertenecen al mismo grupo industrial cooperan en ciertas áreas En definitiva, mientras que la estrategia de las multinacionales se ha centrado en la búsqueda de una reducción de sus costes productivos a través de la fragmentación de la cadena productiva y la reubicación espacial de ciertos procesos, quedando tan solo las cuestiones de alto valor estratégico en manos de los grupos matrices, la reestructuración de numerosas PYME industriales, ha descansado en una estrategia de gestión del conocimiento territorial –la mayoría de las ocasiones tácitamente- que ha llevado a un mejor aprovechamiento de las capacidades y conocimientos de las industrias locales. Así, se ha generado una dinámica de especialización productiva que ha conferido gran competitividad y flexibilidad a numerosos sectores manufactureros tradicionales que en la actualidad presentan un alto grado de diversificación. No es de extrañar, por ello, que muchos de los productos manufacturados de calidad usados por nuestra sociedad sean fabricados con éxito en los distritos industriales de todo el mundo, - especialmente en España, Italia, Alemania, Inglaterra, Bélgica y determinadas zonas de USA, - por agrupaciones de PYMES concentradas geográficamente, operando en red o clusters, y compartiendo, utilizando y contribuyendo a una base territorial común de capacidades técnicas, de conocimientos y de habilidades, poniendo sus excesos de capacidad productiva a disposición de las demás y controlando implícita y explícitamente la calidad del conjunto. De esta forma, conservan su flexibilidad, tienen una alta velocidad de respuesta y un grado de motivación que empresas mayores y más importantes encuentran difícil de emular, [Becattini, (1989, 1994, 1996)], [Sforzi, (1989, 1990)]. 4. EL CONOCIMIENTO, FACTOR CLAVE COMPETITIVO Como ya ha sido comentado en la introducción, las recientes teorías del crecimiento endógeno subrayan, el hecho de que son el incremento de los conocimientos y el consiguiente desarrollo tecnológico los verdaderos motores del cambio estratégico localizado, frente a la pura y simple acumulación de capitales, los que desembocan en la enriquecedora innovación de productos y de procesos. Diversos autores hacen planteamientos similares desde distintos campos: Charles Sabel del M.I.T.; Michael Porter en Harvard; George Sweeney, Frank Pyke y Werner Sengenberger, desde U.K.; George Benko y A. Lipietz en Francia; los ya mencionados G. Becattini y F. Sforzi, a los que cabe añadir el resto de especialistas italianos: A. Bagnasco, P. Bianchi, S. Brusco, R. Cagmani... Siguiendo el discurso de estas teorías del crecimiento endógeno, se puede decir que existe un stock mundial de conocimiento que estaría codificado y que sería libremente accesible para todos los agentes económicos y al cual dichos agentes pueden contribuir sin costo. Este stock tendría las características de los bienes públicos que serían la fuente de los rendimientos crecientes de las inversiones en estas formas de capital intangible. Por tanto, si en los procesos de crecimiento económico el conocimiento tácito2 fuera complementado con el stock de conocimiento codificado, el crecimiento de este último vendría determinado por los factores que gobiernan el crecimiento del componente tácito. Y, en última instancia, dichos factores también estarían actuando como restricciones en el crecimiento de la economía. Por tanto, la codificación resultaría necesaria para abordar el proceso de transformación del conocimiento a un formato que haría posible su conservación y transferencia como información. Igualmente, la importancia de la codificación residiría en la contribución potencial del conocimiento al crecimiento económico, puesto que reduciría los costos de adquisición del conocimiento y facilitaría su difusión y transferencia entre los distintos agentes del territorio. En definitiva, en el presente la ventaja competitiva de las economías y de las empresas parece residir sobre todo en su capacidad de innovación. Esta capacidad corresponde al conocer cómo, que es, precisamente, uno de los 2 El conocimiento tácito es aquel conocimiento que la persona tiene incorporado sin tenerlo permanentemente accesible a la conciencia, pero del cual el individuo hace uso cuando las circunstancias lo requieren y que es utilizado como instrumento para manipular el fenómeno que se está analizando. Este tipo de conocimiento ha recibido distintas denominaciones. Así se ha dicho que se trata de un “conocimiento individual implícito”, o que se trata de “conocimiento incorporado”, o que es el “conocer cómo”. En general, el conocimiento tácito es subjetivo y está basado en la experiencia. Dado que en muchas circunstancias dicho conocimiento es específico para determinado contexto, resulta difícil, y tal vez imposible, expresarlo en palabras, oraciones, números o fórmulas. También incluye creencias, imágenes, intuición y modelos mentales así como habilidades técnicas y artesanales. Por contraposición, el conocimiento explícito o codificado es el conocimiento objetivo y racional que puede ser expresado en palabras, oraciones, números o fórmulas, en general independientes de contexto alguno. También se lo suele identificar como conocimiento codificado ya que puede ser expresado fácilmente de modo formal y ser transmitido a otros de modo igualmente sencillo. Cualquier tipo de conocimiento puede ser convertido, hasta cierto punto, mediante procesos de transferencia. aspectos del conocimiento tácito. Además, debería considerarse que ambas dimensiones del conocimiento podrían ser efectivas sólo si son complementadas con otros factores vinculados con el desarrollo (capital físico, capital social, capital organizacional). Cabe señalar que los citados cambios que está sufriendo la actividad económica en los diferentes territorios afectan directamente sobre el nivel de vida, empleo estable, calidad… de los habitantes y éstos cambios, a su vez, son conducidos en una u otra dirección por la competitividad de las empresas allí instaladas. Por tanto, las medidas implementadas para favorecer el salto a la gestión del conocimiento de las empresas concentradas territorialmente en torno a un cluster contribuirían a la elevación general del nivel de vida de todos los ciudadanos que interactúan con el mismo. 5. FUNDAMENTOS DE LA PROPUESTA Enlazando con el punto anterior y tal y como se puso de manifiesto en la III Annual Conference de The Competitiveness Institute “Clusters in the New Millennium”, organizada por esta institución y por la agencia gubernamental The Scottish Enterprise, en Glasgow (U.K.) y celebrada del 4 al de 6 octubre 2000, se precisan desarrollar herramientas específicas para sistematizar la formulación de estrategias de clustering y encontrar el know how que permita potenciar los sistemas locales de innovación y, con ellos, los factores determinantes de la competitividad territorial. No obstante, ya se ha hablado de la limitación de recursos de las PYME, aspecto que convierte en incierta la transición del modelo económico actual a la economía del conocimiento. Con el objetivo de suplir este gap, aparece el modelo STRELNET, desarrollado en la tesis doctoral de Masiá (1999), que busca generar una metodología endógena y sistemática de análisis y clusterización de los sectores y/o territorios que presentan un potencial de desarrollo competitivo. El modelo plantea la necesidad de tres pilares fundamentales, a saber: a) Un ente coordinador (EC), que debería ser una institución motor del cambio territorial. Será un agente con autoridad moral (cámara de comercio, agencia de desarrollo local, universidad…) con responsabilidad de aplicar y desarrollar el modelo en un cluster concreto la b) La matriz estructural de relaciones (MER), herramienta que permitirá analizar la cantidad y calidad de las relaciones entre los agentes del cluster, principales empresas e instituciones líderes c) El cluster del conocimiento territorial (CCT), herramienta que propicie el acceso a la información a los agentes económicos territoriales, de tal forma que registre y gestione conocimiento útil para los mismos. El objetivo del presente trabajo, es el de proponer una arquitectura basada en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para la gestión del conocimiento que de soporte a la herramienta CCT, la cual deberá ser el lugar dinámico e interactivo donde cualquier persona con responsabilidad en las empresas del cluster, pueda encontrar procesados, los conocimientos, la formación y la información que precise, y en el momento en que lo necesite, para tomar decisiones adecuadas en el ámbito empresarial. 6. VISIÓN SISTÉMICA DE LA HERRAMIENTA En primer lugar debe quedar claro que el modelo STRELNET se basa en un objetivo enfocado y segmentado hacia las necesidades identificadas de las PYMES. Por tanto, apoyará acciones cooperativas comunes que tienen como objetivo la dinamización y el desarrollo de la competitividad de redes locales de empresas. En esto se diferencia de otros enfoques de gestión de conocimiento global del tipo oferta genérica. El modelo, desarrollará y/o adaptará una herramienta que suponga la constitución y gestión de una base de conocimientos accesible, que sea capaz de distribuir este conocimiento específico y segmentado según las demandas identificadas de sus componentes. En definitiva, deberá ser capaz de seleccionar el conocimiento relevante para cada nivel de gestión de la red de PYME. En la figura adjunta se muestran algunos de los contenidos y técnicas clave para el desarrollo de la herramienta. E s t a d oEds et al daor tde edl ea rl toes dCeolnoosc C i mo ineonctioms iC e ni et on st í fCi iceonst íyf iTc éocs nyi cToés c n i c o s Sistema de Innovación CC o onnoocci immi ieennttooss ddee M Meer rccaad do o ss Inteligencia Competitiva Filtro inteligente Técnicas de Gestión del Conocimiento Cluster del Conocimiento Territorial I n f o r m a c i ó n c o m e r c i a l relevante Instituciones Instituciones Instituciones Instituciones mV VIV eeIVIV AAjj CClusters lClusters u s tPePryysm V Clusters Mi iccrroocclluussVIV M tteerr ## BBi i Vigilancia Tecnológica TIC Difusión de la T e c n o l o g í a X m X mjPePjeyyX X jeeyyX PPyymmPePeyyX jePjeyyX m m mPjePjeyX Xm P m ym m PjP mX j ej eXXj j Mi iccrM rM urM ruM # i ruC s t e i ruC o c l uC rM M oociciclclurM soostciteciclecrluM # i c C rM rosois#ct#itceleurlCru C os cti ecl urM os#oistic#ctiecleclC uM os#oisci#tictcelcelurC s#ist#iet re CCr#i i #CCii Figura 1. Contenidos y técnicas de la herramienta. (Masiá, 2003) Como se puede observar, la herramienta deberá permitir la combinación de repositorios tradicionales con servicios que ayuden a los agentes implicados a localizar e integrar fuentes de conocimiento externas con las bases de conocimiento interno. El CCT, se compondrá básicamente de: a) Una Base de Datos relacional formada por el conjunto de Fichas Estructuradas de cada uno de los principales agentes económicos del cluster (empresas e instituciones), de manera que cada ficha refleje el perfil informacional del mismo y aparezca el mayor detalle posible de sus capacidades y habilidades productivas (productos y/o procesos) b) Un repositorio estructurado de bases documentales con información relevante sobre mercados, tecnologías, patentes, ofertas y demandas… relacionas con el cluster, obtenida mediante una búsqueda sistemática de información a partir del estado del arte de la ciencia y la tecnología, técnicas específicas de vigilancia tecnológica, inteligencia competitiva y gestión de la información y del conocimiento c) Herramientas informáticas de dos tipos: 1) Agentes inteligentes de búsqueda, capaces de localizar, seleccionar y registrar la información citada en el punto anterior, archivándola en la base de datos correspondiente y con capacidad de aprendizaje ante el comportamiento de los usuarios en diferentes situaciones, y 2) Un software capaz de relacionar los diferentes archivos de informes, noticias o datos relevantes con el perfil informacional contenido en las fichas estructuradas de los agentes económicos, de manera que, al "casar" dicha información relevante con el contenido de algún o alguno de los campos de las fichas, pudiera redirigirse el contenido de dicha información (fichero de texto, de datos, multimedia, etc.) hacia el agente identificado como posible destinatario interesado. El CCT actúa así, a la vez, como un filtro y repositorio de la información y de los conocimientos que precisan las PYMES de la red para desarrollar su competitividad. El conocimiento sera distribuido de dos formas distintas: a) System Push, cuando en base a la aplicación de técnicas de inteligencia artificial sea capaz de recomendar en base a los perfiles qué puede ser útil a cada agente b) System Pull, cuando los agentes entren al sistema y lancen sus consultas personalizadas de búsqueda de necesidades informativas. A continuación se muestra cómo quedaría, con un enfoque sistémico, la herramienta CCT: Figura 2. Enfoque sistémico de la herramienta CCT. Elaboración propia 7. PROPUESTA DE LA ARQUITECTURA PARA LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO APLICADA A ENTORNOS LOCALES Una vez presentada cómo sería la herramienta propuesta, ésta deberá tener una arquitectura de soporte que sirva de modelo conceptual para la puesta en práctica de la misma. En la figura siguiente se muestra la propuesta de arquitectura para la gestión del conocimiento aplicada a entornos locales. Figura 3. Propuesta de arquitectura de la herramienta CCT. Elaboración propia Como se puede observar, la herramienta se puede dividir principalmente en dos partes bien diferenciadas: a) El Front Office, que será la parte de interacción con los usuarios del sistema y que estará integrada por tres niveles de interfaz b) El Back Office, que será la parte interna a la arquitectura y desde donde se pondrán en práctica las distintas técnicas aplicadas a la gestión de la información y la gestión documental Se ha comentado que Front Office de la herramienta se integrará en tres niveles. La aplicación debería seleccionar el conocimiento relevante según dichos niveles, estos niveles serán: a) Nivel “Público”, de acceso general para todos, no precisa validación y permite tener conocimiento de qué acciones o iniciativas se están llevando en el cluster. b) Nivel “Club de empresas”, se denomina de esta manera ya que supone un nivel de distribución de conocimientos general para empresas de un mismo cluster. Necesitará validación para poder acceder a sus contenidos c) Nivel de “Proyectos Ad Hoc”, es decir, la herramienta deberá permitir la generación de espacios comunes de trabajo creados de forma específica y puntual, donde la distribución de información y conocimiento sea para situaciones muy concretas Para finalizar, en cuanto a lo que respecta a las distintas tecnologías y técnicas asociadas a la arquitectura, se imbricarán las siguientes: a) Repositorio Data&Document Warehouse. Una definición clásica al concepto de Data Warehouse la podemos encontrar en Inmon (1992) como un conjunto de datos orientados por tema, integrados, variables en el tiempo y no volátiles que se emplea como apoyo a la toma de decisiones. Sin embargo, interesará ampliar no sólo a datos estructurados sino a datos no-estructurados o semiestructurados. Para ello se tratará también con la tecnología del Document Warehouse, cuyos objetos son documentos, como por ejemplo una biblioteca digital, una base de datos con fichas bibliográficas… en definitiva toda la información que la aplicación del agente inteligente sea capaz de encontrar en Internet y toda aquella sobre el cluster que se pueda extraer mediante entrevistas, vigilancia tecnológica o propiamente introducida por los agentes del cluster b) Minería de textos (Text Minner), supone el descubrimiento de nueva información a partir de texto no estructurado, es decir, texto libre generalmente en lenguaje natural (Hernández, 2004). Las tareas más habituales de la minería de textos son la categorización, la clasificación y el agrupamiento de los textos. La minería de textos resulta una aplicación de la lingüística computacional y del procesamiento de textos, y en principio no precisa de unas necesidades concretas de los usuarios. c) La recuperación de información, como proceso de selección de información de un fondo o corpus documental por medios automáticos o semiautomáticos con el fin de solucionar necesidades de información específicas de los usuarios del sistema, aquí sí será necesario el perfil informacional de los agentes participantes. Esta técnica se fundamenta en la representación de la información que contienen los documentos mediante la indización, las necesidades de información de los usuarios en base a su perfil y la colección de documentos con mayor grado de similitud respecto a esas necesidades de información d) Un sistema de recomendación de información al usuario, que de forma automática redirigiera los contenidos de interés para cada unos de los usuarios mediante el correo electrónico o la distribución de contenidos en el portal 9. CONCLUSIONES En definitiva, se ha presentado una propuesta de arquitectura para la gestión y difusión del conocimiento que integra distintas tecnologías y técnicas informáticas, as cuales bajo el marco conceptual de las teorías del crecimiento endógeno, ayudaría n a que las empresas puedan tomar decisiones de tipo proactivo, activando los cambios de sus entornos, frente a un modelo más reactivo preponderante en la actualidad. Este sistema de gestión del conocimiento, tiene con fin último incrementar la competitividad y la capacidad de innovación de las empresas de un cluster territorial. BIBLIOGRAFÍA ALTENBURG, T. (1999). How to promote clusters: policy experiences from Latin America. World Development, v. 27, n. 9, United Kingdom. BECATTINI, G. (1989). “Sectors and/or districts: some remarks on the conceptual foundations of industrial economics”. Ed. Goodman et al. BECATTINI, G. (1989a). Los distritos industriales y el reciente desarrollo italiano. Rev. Sociología del Trabajo n. 5. BECATTINI, G. (1992). El distrito industrial marshalliano como concepto socioeconómico en los distritos industriales y las pequeñas empresas. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. BECATTINI, G. (1994). El distrito marshalliano: una noción socioecómica. En Las regiones que ganan. Benko, G et al. (eds.) BECATTINI, G. (1996). Sistemas productivos locales y mercados globales. Rev. Investigación Comercial n. 754. 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