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Estrategias de reducción de costes en la agricultura gallega: una vía para avanzar en el desarrollo rural. Por Domínguez García, D. y Simón Fernández, X. Economistas. Depto. Economía Aplicada Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Vigo. Tfno.: (986)812512. Correo electrónico: ramstein@uvigo.es y xsimon@uvigo.es Palabras Clave: agroecología, reducción de costes, MURI Desde nuestro punto de vista se puede hablar de un significativo fracaso de la Revolución Verde en lo que se refiere al proceso de intensificación, especialización e industrialización de la agricultura gallega. La justificación de este fracaso es triple: en términos económicos, la productividad y la renta agraria1 se han comportado de forma errática sin alcanzar resultados meritorios; en términos sociales, ha sido imposible fijar población2 en el ámbito rural ligada a actividades económicas rurales durante las últimas décadas; en términos ambientales3, la conservación del medio ambiente nunca formó parte de los objetivos de esta Revolución. Es por todo ello que en Galicia, como en muchas otras partes del mundo, asistimos a la quiebra técnica y económica del modelo agrario industrializador derivado de la Revolución Verde. De esta situación se deriva la necesidad de repensar el tipo de estructuración de los sistemas agroalimentarios. No pretendemos en este trabajo desdeñar la contribución de la tecnología, de la ciencia y la técnica derivada de la misma, pero sí nos ubicamos lejos de los que creen a ciegas en los procesos tecnológicos como la única solución a nuestros problemas. Queremos ser prudentes, no comprometer opciones futuras, y creemos en la posibilidad de crear sistemas agrarios fundamentados en los recursos localmente disponibles, con la participación activa de los agentes locales, que eviten la excesiva concentración del poder en el sector agroalimentario. Creemos que es posible diseñar sistemas productivos que, aprovechando la capacidad de renovación de los procesos ecológicos, obtengan resultados productivos al menos tan meritorios como los de la agricultura industrializada sin provocar daños ambientales globales. En la definición de los nuevos sistemas agrarios jugará un papel importante, cuando exista esa posibilidad, el diverso conocimiento que poseen los productores locales. En este sentido, desde la década de los ochenta, la Agroecología ha presentado importantes resultados en lo que se refiere al proceso de definición teórica y de evaluación de experiencias. A través de la participación, se definen estrategias de apropiación de los recursos que garantizan la idoneidad ambiental, la compatibilidad cultural y su viabilidad económica. Ciertamente, existen experiencias que han permitido generar rentas donde antes no existían, incrementar el valor 1 La Renta Agraria gallega ha caído ininterrumpidamente durante el período 1977-1997, reduciéndose un 45% a una tasa de variación anual acumulada del 3%. La evolución de esta macromagnitud viene explicada por la dinámica de sus componentes entre las que destacan el fuerte incremento de los gastos de fuera del sector que pasan de ser un 25% de la Producción Final Agraria en 1977 a ser un 33% en 1997. Además, las amortizaciones de capital crecen en más del doble a lo largo de estos 20 años y el incremento de los precios percibidos por los agricultores está muy por debajo del de los precios generales de la economía, lo que significa una pérdida constante de capacidad adquisitiva para el agricultor. 2 La población rural se reduce en un 27% y la ocupada en la agricultura un 33% entre 1977 y 1997. 3 En Galicia se puedan detectar la mayoría de los problemas ambientales asociados con el paquete tecnológico de la revolución verde: contaminación de aguas subterráneas, excesiva uniformización genética y perdida de biodiversidad, sistemas de alimentación de rumiantes altamente peligrosos en términos sanitarios, etc. 1 añadido de los productos finales, poner en marcha sistemas de intercambio al margen de los mercados convencionales, reducir el uso de insumos químico industriales hasta su eliminación completa, etc. Las experiencias agroecológicas recogidas en los números de Agroecología y Desarrollo y de la Revista Biodiversidad, son ejemplos significativos de ello. Maximización del uso de recursos internos: una estrategia de reducción de costes monetarios Nuestro empeño, en este trabajo, consiste básicamente en presentar algunos rasgos genéricos de lo que llamamos estrategias de reducción de costes monetarios mediante la maximización del uso de recursos internos (MURI) y en medir su impacto social y económico en un contexto determinado que se define en el estudio de caso. Esta estrategia permite avanzar en tres niveles: 1.- En el nivel de integración ambiental-local, ya que la substitución de insumos y procesos industriales por insumos y procesos naturales localmente disponibles reducirá de forma significativa las externalidades ambientales generadas por la agricultura moderna. 2.- En el nivel económico permitirá incrementar la renta final disponible de los agricultores / productores. La substitución de insumos y procesos industriales caros por insumos y procesos naturales relativamente baratos, pues su apropiación requiere tan solo de recursos localmente disponibles, trabajo y conocimientos, mejorará los resultados monetarios de las unidades productivas. El caso de nuevos canales locales de comercialización, sin intermediarios, es un buen ejemplo. 3.- En el nivel de control sobre las condiciones de reproducción de las unidades productivas. Al no existir compañías multinacionales que controlen los insumos y procesos naturales derivados de la energía solar, principal recurso interno gratuito de las unidades productivas, aumentará su autonomía o auto-dependencia “poseyendo” capacidad para organizar los procesos en función de las necesidades locales y no de terceros y ajenos intereses. En el siguiente cuadro aparecen sintetizadas algunas de las diferencias más significativas entre la agricultura moderna y una agricultura que mediante una estrategia de reducción de costes monetarios potencie la maximización del uso de recursos internos. Es posible distinguir en esta estrategia argumentos de tipo económico, ecológico y social que la diferencian de una estrategia productiva de la agricultura moderna resultado del modo de producción capitalista defendido por la Revolución Verde. Cuadro 1. Agricultura moderna versus Agricultura MURI COMPONENTES ECOLÓGICAS Agricultura Moderna Se movilizan nuevos recursos a través de los mercados para mantener e incrementar los niveles de renta El uso de los recursos es muy rígido Incrementos de escala continuados, a menudo abruptos y desproporcionados muy dependientes de recursos externos Bajo nivel de excedente por unidad de producto acabado Agricultura MURI Para incrementar o mantener los niveles de ingresos se desarrollan recursos ya disponibles y que puedan ser controlados por el propio agricultor Uso de recursos múltiple y flexible Desarrollo paso a paso y de naturaleza proporcional construido principalmente a partir de recursos disponibles. Alto nivel relativo de excedente por unidad de producto acabado COMPONENTES ECONÓMICAS 2 COMPONENTES SOCIALES Los precios agrarios están fijados y Los precios agrarios podrían ser objeto dados de cambios y los mercados son construidos activamente Necesita de una base de recursos Precisa de una base de recursos relativamente grande para generar relativamente pequeña para generar un nivel de ingresos aceptable un nivel de ingresos aceptable Alto grado de especialización Tendencia hacia una estructura empresarial diversificada A l t a d e p e n d e n c i a d e l a Innovación local disponibilidad de nuevas tecnologías Nuevas inversiones según la Desarrollo y cambios paso a paso, técnica do proyectos turn-key learning by doing La trayectoria técnica e las Redes de trabajo centralizadas y locales relaciones con instituciones son dominantes El trabajo es substituido por Bajo nivel de inputs externos y bajos nuevos insumos y tecnologías costes de financiación La explotación está desconectada La explotación está explícitamente del ecosistema y sociedad locales (re)conectada al ecosistema local y a la sociedad Fuente: Elaborado a partir de Renting, H. y Van der Ploeg (2000) Esta estrategia por lo tanto exige modificaciones importantes en los sistemas que actualmente están basados en la estandarización y la artificialización y que gastan importantes sumas en insumos externos a la unidad productiva y en productos químicos de síntesis para la lucha contra enfermedades y plagas de los cultivos y animales. La producción de cultivos es un sistema complejo donde se mezclan recursos internos procedentes de la propia unidad productiva de carácter renovable y recursos externos normalmente no renovables. En la figura 2 aparece una relación de estos recursos disponibles en la explotación. Una agricultura que defiende un elevado usos de recursos internos busca optimizar, desde una perspectiva agronómica, las interacciones ecológicas entre las componentes de las comunidades de cultivos, sustituyendo los altos inputs externos por el manejo de estas interacciones y procesos ecológicos (Gliessman, 1987). Cuadro 2. Recuros internos y externos de la explotación agrícola RECURSOS Luz Agua Nitrógeno Otros Nutrientes Malas hierbas control de pestes Maquinaria Trabajo Capital Mercado INTERNOS Solar De la lluvia y de sistemas de irrigación localmente organizados y controlados Fijado de materia orgánica del suelo EXTERNOS Artificial Procedente de diques o de fuentes profundas y alejadas Procedente de fertilizantes químicos Procedentes de las reservas del suelo Abonos minerales importados recicladas en los propios sistemas de producción e Control biológico, cultural y Uso de pesticididas, insecticidas y mecánico herbicidas químicos Construída en la explotación o en la C o m p r a d a y reemplazada comunidad frecuentemente Familiar Por cuenta ajena Propio y reinvertido localmente Ajeno. Endeudamiento externo Mercados locales, ferias francas y M e r c a d o s v e r t i c a l i z a d o s , ventas a domicilio agroexportación 3 Fuente: Adaptación a partir de Francis y King, 1988 La estrategia MURI requiere, por lo tanto, investigación aplicada y la participación de agentes, organizaciones e instituciones locales y no locales. Por otra parte, el uso de esta estrategia permitiría la distribución en nuevos mercados de nuevos productos que surgirían de la necesidad de diversificación con lo que se lograría además una mayor identificación entre el productor y el consumidor; permitiría también la distribución de nuevos productos con distintivos de calidad ecológica y en definitiva la recuperación de técnicas de manejo tradicionales que se traducirían en mejoras medioambientales. Todo esto no va a ser posible si no se desarrollan nuevos sistemas de decisión: la maximización de los beneficios monetarios presentes no tienen en cuenta los valores sociales y ecológicos. Se demuestra pues la necesidad de redefinir el papel del agricultor y del ámbito rural superando la visión exclusivamente productivista orientada hacia la producción de alimentos. En este sentido, en los últimos años en el marco de la Política Agraria Común (PAC), se han introducido importantes reformas que incluyen el Desarrollo Rural como uno de sus pilares básicos y que apuestan por un cambio en las política agraria. Ésta pasa a referirse a un amplio conjunto de actividades haciendo hincapié en la multifuncionalidad del contexto rural. Solo así será posible dar respuesta a nuevas necesidades, preocupaciones medioambientales y de valoración del paisaje, tradición y cultura... e incrementar al mismo tiempo el Valor Añadido (VA) por producto, unidad productiva o sector de la actividad desarrollada en el ámbito rural en general y en el agrario en particular. Este incremento del VA tendrá su traducción en términos de renta y empleo agrarios. Desde nuestro punto de vista se trata de superar el contexto de la agricultura convencional, que se orienta casi exclusivamente a producir “insumos” para abastecer la cadena alimentaria. Esta superación puede realizarse a través de tres “procesos” que permiten diseñar un nuevo panorama de actividades y estrategias agrarias y no agrarias dentro del ámbito rural: un proceso de “ampliación” que permite una reorientación hacia nuevas actividades no necesariamente ligadas a la producción de alimentos: agroturismo, diversificación con cultivos no destinados a la alimentación, manejo del paisaje e inclusión de nuevas actividades no agrarias dentro de la unidad productiva. Un proceso de profundización que permitiría ampliar los objetivos de la función y cadena agroalimentaria, orientándolos hacia la obtención de una mayor calidad como son la producción de productos bajo etiquetas que garantizan una alta calidad; que además pueden ser compatibles con el medio ambiente, como es el caso de la agricultura orgánica; o que hacen hincapié en la identificación del productor y del producto como sinónimo de garantía de una mayor calidad. Por último, un proceso de reestructuración en la movilización de los recursos hará posible la aplicación de nuevas formas de reducción de costes y permitirá incluir como un impacto positivo, la diversificación de fuentes de ingresos. Nos encontramos de esta manera dentro de un nuevo contexto agrario y rural, donde el DR para ser considerado como tal, debe cumplir al menos cuatro requisitos: uno estrictamente económico, que es conseguir una mejora de la renta agraria mediante el incremento de los ingresos o la reducción de los costes de la actividad; uno social que es dar respuesta a las nuevas demandas y necesidades de la sociedad superando la visión estrictamente agrícola a través de la valoración y gestión del paisaje y del ecosistema natural; permitir la fijación de la población rural y evitar el abandono de los recursos naturales (barbecho improductivo); y por último uno medio ambiental al asegurar un carácter sostenible, desde el punto de vista agroecológico de la actividad. La estrategia de reducción de costes monetarios encaja perfectamente dentro de este nuevo enfoque de DR dentro del proceso de reestructuración. La maximización del uso de recursos 4 internos localmente disponibles permite prescindir en gran medida del paquete tecnológico que exige un agricultura convencional intensiva y más industrializada, y que es responsable de la contaminación de tierra y agua, así como de la erosión del suelo. En el contexto agrario gallego, las explotaciones agrarias no fueron siempre capaces de adaptarse a la economía de mercado de manera eficiente. Al mismo tiempo su intento de adaptación al proceso de modernización e intensificación agraria les hizo abandonar modos de producción tradicionales y más benignos ecológicamente. En este contexto, la estrategia MURI puede ser una solución a los problemas que a nivel macroeconómico presenta la agricultura gallega (caída de la renta y población agraria, caída del poder adquisitivo del agricultor y tendencia al abandono de la actividad y las tierras de cultivo). Las ventajas desde una perspectiva ecológica ya han sido comentadas pero además como estrategia de reducción de costes, la MURI permitirán cuando menos mejorar los resultados económicos. Del estudio de caso que presentamos a continuación, en el marco de una cooperativa y a través del análisis de los datos económicos de 28 explotaciones de invernadero, tratamos de extraer actuaciones que justifiquen la existencia de una estrategia de reducción de costes y de distinguir los beneficios derivados de ello. ESTUDIO DE CASO: La producción hortícola de invernaderos en el ayuntamiento de O Rosal (Pontevedra): diferentes estrategias productivas de reducción de costes El estudio de caso que aquí presentamos, tiene como objetivo medir el impacto social y económico en términos de VA y empleo generados por la actividad hortícola de invernadero de 28 explotaciones situadas en la Comarca Baixo Miño en el municipio de O Rosal, en el suroeste gallego, distinguiendo al mismo tiempo diferentes comportamientos productivos que pongan de manifiesto la posible existencia de estrategias de reducción de costes. La valoración del impacto socio-económico está hecha a partir de la elaboración de datos cedidos por la cooperativa. Supuestos para el análisis del impacto socio-económico Nuestro análisis comienza con el estudio de datos primarios obtenidos a partir de entrevistas semiestructuradas a los agricultores y de datos suministrados por la cooperativa. Basándonos en esta información partimos de una serie de supuestos que justifican el resto del análisis: E l primer supuesto afecta a la estructura de costes de la explotación. Asumimos partiendo de la teoría de Chayanov que solo se deben tener en cuenta los costes variables que son los derivados de los recursos semipermanentes y los costes operacionales derivados de la compra de pesticidas, abonos naturales y químicos, semillas y otros gastos corrientes. Se eliminan así mismo los costes derivados del pago de seguro agrícola al considerar que este pago está asegurando una renta futura (la jubilación) y que es parte del presupuesto familiar. De no existir actividad agraria alguna, el agricultor pagaría este seguro como garantía de un ingreso futuro. 5 S iguiendo con el criterio de Chayanov y otros estudios4 consideramos que el objetivo del agricultor/a es obtener una remuneración del trabajo familiar, al no existir trabajo asalariado. De los datos de ingresos y costes monetarios podemos obtener el Producto del Trabajo (PT). El capital no se considera como un factor fijo, ya que está determinado por la actividad agraria y va a estar financiado por el presupuesto familiar. Impacto socio-económico de la actividad hortícola del invernadero El análisis del impacto socio-económico de la actividad está hecho en términos relativos, comparando los diferentes resultados en cuanto a costes e ingresos monetarios de las explotaciones. Utilizamos el PT en un intento de aproximarnos al concepto de Valor Añadido (VA) generado por la actividad. El empleo se obtendrá a partir de dos hipótesis debido a la falta de datos primarios. La primera hipótesis será considerar un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 932.820 ptas – SMI del año 1998-; la segunda será considerar un salario mayor – 1.800.000 ptas- más próximo al salario medio español. En el primer caso estamos dando prioridad al carácter secundario que en muchos casos tiene la actividad agraria, siendo realizada sobre todo por mujeres sin otra oportunidad de empleo y de jubilados, lo que justifica su continuidad a pesar de los bajos rendimientos obtenidos en la explotación. En el segundo caso, damos prioridad al hecho de que el rendimiento obtenido esté por encima del SMI para que el agricultor no vea disminuida su calidad de vida en comparación con otras ocupaciones y en un intento de equiparar su profesión con otras extra-agrarias. Las explotaciones de invernadero han sido agrupadas en base a dos criterios que permitirán distinguir tres tipos diferentes de comportamientos productivos y de manejo más o menos alejados de una estrategia de reducción de costes. En primer lugar, empleamos un indicador que relaciona los Costes Monetarios (CM) con el PT (CM/PT). El ratio nos permite conocer cuantas unidades monetarias de gasto en insumos externos, se necesitan para obtener una unidad monetaria de ingreso y nos ofrece en este sentido un baremo de eficiencia técnica para comparar explotaciones. Nuestra hipótesis es que cuanto más bajo sea el ratio CM/PT más cerca estará la explotación de seguir una estrategia de reducción de costes monetarios a través de un comportamiento MURI. La minimización de este ratio es posible a partir de diferentes comportamientos del PT y de los CM. La más eficiente desde el punto de vista económico sería el incremento del PT; desde el punto de vista ambiental y ecológico una reducción de los costes monetarios a través de un mayor uso de recursos internos y localmente disponibles sería más positiva y será ésta la que nosotros asociemos con una estrategia MURI. Teniendo en cuenta que el PT se obtiene a partir de la diferencia entre los ingresos y los costes monetarios, una reducción de estos incrementaría también este producto. El incremento de los ingresos monetarios podría ser otra vía para disminuir el indicador. Sin embargo, los ingresos son difíciles de aumentar puesto que dependen vías (incrementos de la cantidad producida y/o de su precio) que por diferentes razones no controla el agricultor: por una parte, no es posible en la mayoría de las UP producir más, al no poder crecer la explotación por la falta de tierras en circulación; por otro lado, podría incrementarse el precio del producto obtenido pero este factor tampoco es controlado por el agricultor ni por la cooperativa de la cual forma parte, sino por el mercado. 4 Van der Ploeg, Van Broekhuizen, Oostindie et al. (2000) 6 El segundo indicador que vamos a utilizar es el que nos muestra la relación entre el PT obtenido por unidad de superficie (PT/S). Su valor es importante para el agricultor al recoger la remuneración del trabajo familiar y la parte del presupuesto familiar adelantado para pagar los recursos permanentes. Clasificación de las explotaciones El punto de partida para la clasificación de las explotaciones serán por tanto los valores alcanzados por los dos ratios. La figura que se muestra a continuación ofrece la situación de las explotaciones con respecto a los dos indicadores manejados. Gráfico 1. Explotaciones clasificadas según el CM/PT y PT/S 1800 1600 1400 PT/S 1200 1000 800 600 400 200 0 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35 0,40 CM/PT Así pues, si partimos de PT/S similares, un CM/PT más bajo significa que esta explotación está maximizando el uso de recursos internos no monetarios en relación a otras que gastan más por unidad de ingreso. Dado que nuestra hipótesis es que la minimización de los CM/PT indica una estrategia de reducción de costes compatible con un comportamiento MURI, es posible distinguir tres intervalos para este ratio que permiten diferenciar tres grupos de explotaciones con actuaciones diferentes en lo que a gasto se refiere. Por otro parte, la muestra de explotaciones se distribuye en dos grandes grupos con relación al PT/S: explotaciones que obtienen 950 ptas/m2 o más, y explotaciones que obtienen menos de 950 ptas/m2. La clasificación que obtenemos es la siguiente: 1. Explotaciones con un PT/S > 950 ptas por m2 con tres tipos de comportamientos productivos diferentes en cuanto a CM/P: 1.a. CM/PT < 0.15 o explotaciones que siguen una estrategia MURI. 1.b. 0.15<CM/PT<0.25 o explotaciones con una estratexia que podemos designar como de Uso Medio de Insumos o Recursos Externos (MURE). 7 1.c. CM/PT >0.25 o explotaciones que siguen una estrategia con un Alto Uso de Recursos Externos (AURE). 2. Explotaciones con un PT/S < 950 ptas por m2 de nuevo con tres comportamientos en cuanto o CM/P diferentes: 2.a. CM/PT < 0.15 (MURI) 2.b. 0.15< CM/PT<0.25 (MURE) 2.c. CM/PT>0.25 (AURE) El valor del ratio CM/PT varía entre 0,15 y 0,30 poniendo de manifiesto las diferentes estrategias productivas y demostrando que hay explotaciones que están gastando menos por unidad de producto que otras, y que por lo tanto están gastando más eficientemente. Se puede apreciar así mismo como hay explotaciones que para un mismo CM/PT obtienen un PT/S más alto que otras. Estás son las más interesantes desde el punto de vista del productor5, pero no lo son desde una perspectiva agroecológica, ya que para una misma remuneración del trabajo, hay explotaciones que mantienen una estructura de costes con una importante presencia de insumos externos. Son en definitiva explotaciones más artificializadas. Por el contrario aquellas unidades productivas con un CM/PT más bajo están usando menos inputs externos y más internos. Estas son las que en términos comparativos están reproduciendo los parámetros de una estrategia MURI y por tanto encajan en el proceso de reestructuración de recursos de la agricultura. El siguiente cuadro, refleja la estructura de costes de cada grupo de explotaciones y permite observar las diferencias de cada estrategia por partida de gasto. Cuadro 3. Media do costes por cada 100 pesetas de ingreso según la estrategia de costes. Año 1998. CM/P MURI MURE 1. Recursos Semipermanentes 1.36 5.18 2. Recursos Operacionales 7.93 14.29 2.1. Pesticidas 3.66 4.16 2.2. Abonos Químicos 1.4 2.64 2.3. Abonos Naturales 0.65 1.01 2.4. Turba y Substratos 0.14 1.34 2.5. Semilla 1.83 3.97 2.6. Otros Gastos Corrientes 0.26 1.17 Total 17,23 33,76 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos facilitados por la Cooperativa AURE 6.65 23.07 8.08 3.36 2.34 1.69 6.57 1.03 52,79 Como se puede apreciar las explotaciones MURI gastan comparativamente menos que las explotaciones MURE y AURE por cada 100 ptas que ingresan. Las diferencias de gasto en los recursos semipermantentes revelan en realidad un mayor reutilización y extensión de la vida útil de los mismos, ya que estamos refiriéndonos en este caso a los plásticos que cubren los invernaderos y las cosechas. Dentro de los recursos operacionales se distinguen comportamientos diferentes en cuanto a los insumos externos muy significativos, pues el menor gasto en abonos químicos y naturales comprados indica un mayor uso de abonos propios, disponibles dentro de la explotación; así mismo el menor gasto en semillas revela una mayor utilización de la simiente 5 Razones de escala, tipo de producto y eficiencia adaptativa a las condiciones de mercado justifican estas diferencias pero no es nuestro objetivo hacer un estudio ahora acerca de esto 8 propia. En cuanto a los gastos corrientes que recogen la compra de diferentes utensilios de uso cotidiano: tijeras, bolsa, cordel, mantas térmicas, etc las MURI gastan cuatro veces menos que el resto de las explotaciones lo que indica también que se alarga la vida útil de estos recursos. Lo deseable por lo tanto es que las explotaciones que hemos designado como AURE y MURE reduzcan su ratio de CM/PT para acercarse a una estrategia de reducción de costes y comportamientos similares a las explotaciones MURI, lo que permitiría, finalmente, incrementar la renta y el empleo dentro del ámbito rural tal y como se muestra en el siguiente epígrafe. Cálculo del impacto socio-económico de las diferentes estrategias de coste en el ámbito de la cooperativa En el cuadro 4 se recogen los resultados de VA en términos de PT, costes e ingresos monetarios para cada estrategia de costes, teniendo en cuenta los diferentes PT que se pueden obtener por m2. En el cuadro 5 se muestran los valores del empleo generado. Cadro 4. Impacto en términos de VA según la estrategia de costes, añoo 1998 2 2 PT/S > 950 Ptas/m PT/S < 950 Ptas/m Ingresos Monetarios Costes Monetarios PT PT/S (ha) MURI MURE AURE MURI MURE AURE 7.957.743 12.794.418 1.064.038 2.899.775 12.221.717 6.937.963 43.875.822 84.242 2.458.519 350.076 258.730 2.270.337 1.921.425 8.103.329 7.113.501 10.335.898 713.962 2.641.211 9.951.214 5.016.704 35.772.490 10.871.828 10.984.304 6.427.824 6.846.451 5.868.101 54.314.546 0,089 0,186 0,277 13.316.038 CM/P 0,106 0,192 0,329 Total Fuente: Elaboración Propia a partir de los datos da cooperativa Cuadro 5. Impacto en términos de Empleo generado según la estrategia de costes, año 1998 Empleo según SMI Empleo según Salario Medio MURI 10,45 5,42 MURE 21,75 11,27 AURE 6,14 3,18 Total 38,34 19,87 Fuente: Elaboración propia Como se puede apreciar las explotaciones con una estrategia de reducción de costes monetarios a través de la MURI representaban el 27% de la muestra en términos de VA y empleo generados. Lo interesante no obstante es observar que ocurre cuando las explotaciones con estrategias MURE y AURE reducen sus CM al nivel de las MURI aumentando así su eficiencia. En este sentido el siguiente cuadro muestra el impacto potencial que en términos relativos tendría una actuación de este tipo. Cuadro 6. Impacto potencial de seguir una estrategia de reducción de costes en términos de VA y Empleo 9 Impacto Potencial 10 MURE AURE TOTAL 6.4 4.3 10.7 6 4,2 10,8 5 4,4 9,4 Como se observa en el cuadro, el VA generado total se incrementarían casi un 6,4% en el caso de las MURE y un 4,3% en el caso de las AURE. El incremento total respecto a la situación anterior en que solo teníamos un grupo de explotaciones con una estrategia de reducción de costes monetarios sería del 4%.En cuanto al empleo, éste se incrementaría casi un 11% en el caso de considerar un SMI y un 9,4% en el caso de considerar un salario medio. El incremento total con respecto a la situación anterior (cuadro 5) sería de un 4,2% y de un 3,87% en función del SMI y del salario medio respectivamente Se puede concluir, por lo tanto, que la estrategia de reducción de costes monetarios que potencia la maximización del uso de recursos internos es capaz de generar una mayor renta y empleo en el ámbito de la cooperativa. Este resultado abre al mismo tiempo la posibilidad replicar esta estrategia a niveles superiores: el de la horticultura o el de la agricultura gallega en general. La estrategia permite como hemos dicho generar mayor renta y empleo y esto a su vez permitiría fijar población rural. Además tendría efectos positivos en términos ambientales porque el reducir el uso de insumos externos, se reducen los efectos nocivos que sobre el suelo y otros recursos naturales tiene el uso de productos químicos, externos a la UP. 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