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Benzodiazepinas 1 Antecedentes Las benzodiazepinas constituyen uno de los grupos farmacológicos más prescritos en la práctica médica para el tratamiento de la ansiedad. El consumo de benzodiazepinas en la población general se mantiene en tasas elevadas, lo cual parece relacionado con la elevada prevalencia de los trastornos de ansiedad y el rápido alivio de los síntomas diana, entre otros factores. La primera benzodiazepina que se introdujo en la clínica fue el clordiazepóxido, comercializado en 1960. En 1963 se sintetizó el diazepam, con una acción ansiolítica mayor que la del clordiazepóxido; actualmente son más de 40 las benzodiazepinas disponibles. Estos fármacos varían en su grado de absorción, duración de la acción, metabolismo y potencia relativa. Los pacientes con un consumo prolongado son los que desarrollan la mayoría de los efectos adversos de las benzodiazepinas, particularmente la dependencia. Sin embargo, son fármacos muy seguros si son utilizados correctamente. Estructura química El núcleo común es el anillo benzodiazepínico. La mayoría posee los N del anillo benzodiazepínico en posición 1 y 4, pero algunas los tienen en posición 1 y 5. Todas poseen un radical en posición 7, generalmente Cl- o NO2. En posición 1 algunas incluyen un radical metilo; con frecuencia existe un grupo carbonilo en posición 2. Pueden estar hidroxiladas en posición 3. Mediante la introducción de anillos adicionales se han obtenido series derivadas como las triazolobenzodiazepinas (alprazolam). Las diversas sustituciones provocan cambios en el espectro farmacológico relativo, en la potencia farmacológica con que ejercen un efecto determinado y en las propiedades farmacocinéticas, que incluyen de manera decisiva en la distribución del producto y en la duración de su efecto. Benzodiazepinas 2 Figura: Estructura general de las benzodiazepinas. Mecanismo de acción Las benzodiazepinas ejercen sus efectos fisiológicos mediante su unión a una subunidad del receptor ácido gammaaminobutírico (GABA). El receptor GABA consta de un canal iónico y varias subunidades que se fijan a diferentes sustancias: una subunidad se fija al alcohol, otra a las benzodiazepinas y otra a los barbitúricos. Figura: Receptor del GABA. Las propiedades farmacológicas de las benzodiazepinas son la consecuencia de su acción sobre sus receptores benzodiazepínicos cerebrales que predominan en el córtex y en el sistema límbico y que están en estrecha relación con los del GABA. La unión de las benzodiazepinas al receptor facilitaría los efectos fisiológicos del GABA, principal inhibidor del sistema nervioso central. Benzodiazepinas 3 La función fisiológica de las sinapsis gabaérgicas es modular la polarización de las neuronas. El receptor GABA lo consigue mediante la apertura o el cierre de los canales de cloro. La apertura de los canales de cloro permite que entren más iones cloro al interior de la célula. El flujo de iones cloro cargados negativamente aumenta el gradiente eléctrico a través de la membrana celular y convierte a la neurona en menos excitable. El cierre de los canales disminuye la polarización eléctrica y convierte a la célula en más excitable. La unión de un agonista al receptor benzodiazepínico facilita el efecto del GABA (abre el canal de cloro). Los efectos clínicos son la reducción de la ansiedad, la sedación y el aumento del umbral anticonvulsivante. La interacción de los receptores benzodiazepínicos con sus ligandos es muy compleja. La unión de los ligandos puede alterar la farmacología del receptor (por ejemplo alterar el número de receptores o cambiar la afinidad del ligando por el receptor). Farmacocinética Aunque todas las benzodiazepinas tienen efectos similares, las propiedades farmacocinéticas permiten diferenciarlas en grupos según su vida media. Éste es un factor importante a la hora de prescribir una u otra sustancia según las necesidades del enfermo. La absorción es rápida por vía oral. Debe evitarse la vía parenteral, pues su absorción es más lenta e irregular, a excepción del loracepam y midazolam. Por su elevada liposolubilidad atraviesan la barrera hematoencefálica y placentaria incrementando su acción en los ancianos y los obesos. Se unen a las proteínas séricas en un 95% y se metabolizan en el hígado. Reacciones adversas e interacciones farmacológicas En general las benzodiazepinas suelen presentar pocas interacciones con otros fármacos y los efectos secundarios son poco Benzodiazepinas frecuentes, generalmente leves y pueden 4 corregirse fácilmente ajustando la dosis. Entre los efectos secundarios podemos citar: sedación, somnolencia, ataxia, disartria, incoordinación motora e incapacidad para responder verbalmente a estímulos que requieren una respuesta rápida. En ocasiones pueden producir conducta agresiva u hostil, por desinhibición, o un estado inicial de nerviosismo antes de que se establezca el efecto ansiolítico o sedante. Las interacciones de carácter farmacodinámico son frecuentes cuando se asocian a otros psicofármacos como los barbitúricos, opiáceos, antihistamínicos, alcohol, etc. Desde un punto de vista farmacocinético, la cimetidina, el disulfiram y alcohol inhiben el metabolismo oxidativo. La fenitoína y el fenobarbital inducen el metabolismo del diazepam. Efectos Los efectos más destacados de las benzodiazepinas se ejercen sobre el sistema nervioso central y son: ▪ Reducción de la ansiedad y de la agresividad. ▪ Sedación e inducción al sueño. ▪ Reducción del tono muscular y de la coordinación. ▪ Efecto anticonvulsivante. Los efectos adversos más importantes de estos fármacos son: Hipersedación; efecto resaca, con somnolencia diurna; relajación muscular excesiva; sequedad de boca; astenia; cefaleas; visión borrosa; aumento de peso; alteraciones gastrointestinales; alteraciones de memoria: puede aparecer amnesia anterógrada principalmente con benzodiazepinas de acción corta, sin afectación de las memorias inmediata ni retrógrada; disminución de la agudeza mental y de las habilidades motoras; ataxia, disartria y vértigos con dosis altas o en ancianos; efectos paradojales: efectos que se producen en dosis habituales y que son contrarios al propósito por el cual se indica el Benzodiazepinas 5 fármaco: irritabilidad, agresividad, labilidad emocional, agitación. Es más frecuente en niños y ancianos y en personas con lesiones en el SNC. Abuso y dependencia de las benzodiazepinas Se ha demostrado que las benzodiazepinas pueden dar lugar a problemas de abuso y dependencia. La mayoría de los individuos que no son ansiosos no encuentran que los efectos de las benzodiazepinas sean reforzadores o placenteros y por consiguiente, las benzodiazepinas no suelen utilizarse con fines recreativos. La prevalencia de la dependencia de benzodiazepinas es baja. Su porcentaje varía entre los diferentes estudios en un intervalo amplio desde un caso cada 50 × 106 pacientes consumidores y 0,6 casos/100.000. Las investigaciones sobre la dependencia de las benzodiazepinas pueden diferenciarse entre las que se centran en el abuso de dosis altas y las que se focalizan en el desarrollo de dependencia tras el uso crónico a dosis terapéuticas. En general, podemos clasificar los pacientes que desarrollan dependencia de benzodiazepinas en: a) Politoxicómanos que también consumen benzodiazepinas: Estos sujetos pueden tomar benzodiazepinas para mejorar los efectos adversos de la cocaína, como automedicación del síndrome de abstinencia de la heroína o del alcohol, para aumentar los efectos de la metadona, para "colocarse" cuando no disponen de otras drogas. Rara vez las benzodiazepinas son sus drogas preferidas. Suele decirse que estos individuos abusan de las benzodiazepinas puesto que su consumo se realiza fuera del contexto del tratamiento médico y es parte del patrón de policonsumo de drogas. Además, las benzodiazepinas suelen obtenerse en el mercado ilegal. Benzodiazepinas 6 b) Alcohólicos y pacientes que abusan de las benzodiazepinas que se les ha prescrito para el tratamiento de la ansiedad crónica o el insomnio: Los alcohólicos y los pacientes abusadores que reciben tratamiento por ansiedad crónica o por insomnio, son los candidatos más importantes a desarrollar dependencia de benzodiazepinas. Pueden recibir benzodiazepinas por períodos de tiempo prolongados y pueden estar biológicamente predispuestos a desarrollar dependencia de las benzodiazepinas, puesto que en estos sujetos los efectos subjetivos de las benzodiazepinas pueden ser diferentes. c) Pacientes con depresión o trastornos de pánico a los que se les ha prescrito dosis altas de benzodiazepinas durante períodos de tiempo prolongados: Los pacientes con depresión o trastornos de pánico pueden seguir tratamiento con benzodiazepinas a dosis altas durante períodos de tiempo prolongados. Algunos de estos pacientes desarrollarán dependencia de las benzodiazepinas que, en este contexto, no es exactamente lo mismo que el trastorno por abuso/dependencia de benzodiazepinas. Entre los factores más importantes a la hora de aparecer la dependencia están: 1) Dosis diaria y duración del tratamiento En la actualidad se acepta que la dependencia puede aparecer tanto con dosis elevadas como a dosis terapéuticas. El primer caso puede ocurrir en situaciones como las que se producen en el tratamiento del trastorno de pánico o durante su consumo sin indicación médica. El segundo tipo de dependencia es el que aparece cuando se interrumpe la administración de benzodiazepinas a dosis terapéuticas y tras períodos prolongados (de 4 a 6 semanas o más). Éste es el tipo más frecuente en la clínica y suele dar manifestaciones de menor gravedad que el anterior. Benzodiazepinas 7 2) Vida media de la sustancia Las experiencias clínicas sugieren que la dependencia puede desarrollarse más rápidamente con benzodiazepinas de vida media corta y con las de alta potencia independientemente de su vida media. La vida media larga se asocia a una menor probabilidad de presentar los efectos de la retirada debido a las concentraciones prolongadas del fármaco o de su metabolito y su descenso lento en el organismo. Se Tolerancia: produce tolerancia a los efectos sedantes y anticonvulsivantes, lo que se aprecia mejor cuando se dan dosis altas durante un tiempo prolongado. La tolerancia es cruzada con la del alcohol y otros sedantes. Síndrome de abstinencia: El síndrome de abstinencia tras el uso de benzodiazepinas es variable según su naturaleza, gravedad y duración. En general, tras la retirada de benzodiazepinas pueden ocurrir cuatro situaciones: - Ausencia de efectos - Síntomas de rebote: Generalmente caracterizado por síntomas parecidos a los pre-mórbidos pero más intensos. Suelen aparecer 1-2 días después el cese de la administración de una benzodiazepina de vida media corta o 3-8 días después del de una de vida media larga. Presenta una duración de 7-14 días. - Síntomas de abstinencia: Ansiedad, agitación, taquicardia, palpitaciones, insomnio, anorexia, pesadillas, visión confusión, borrosa, espasmos calambres musculares, musculares, psicosis, hipersensibilidad a la luz y los ruidos y parestesias. Suelen aparecer 17 días tras la última administración de la benzodiazepina o tras la reducción importante de la dosis. - Recaída: Implica la reaparición de los síntomas pre-mórbidos. Los síntomas emergen cuando cesa la administración benzodiazepina y no mejoran con el tiempo. Tratamiento de la dependencia de benzodiazepinas de la Benzodiazepinas 8 El tratamiento consta de tres fases: 1.- Desintoxicación Las situaciones clínicas en las que está indicada la desintoxicación pueden agruparse en tres categorías: - Pacientes que han seguido mantenimiento a dosis terapéuticas durante largos periodos de tiempo. - Pacientes que toman dosis supraterapéuticas - Pacientes politoxicómanos que entre otras drogas toman también benzodiazepinas. Dosis terapéuticas Los pacientes pueden seguir tratamiento a largo plazo de benzodiazepinas por un problema agudo y que una vez resuelto no se ha retirado el tratamiento de benzodiazepinas, por razones de enfermedad, o por diagnóstico de trastorno de ansiedad. En este grupo los pacientes han recibido benzodiazepinas a dosis terapéuticas, de forma estable, las han obtenido de forma legal y pueden estar todavía bajo los beneficios clínicos de la medicación. La determinación de si continúan siendo beneficiosas puede ser difícil y puede requerir la disminución periódica o la supresión del tratamiento. Si al disminuir la dosis reaparecen síntomas puede justificar el que se siga con el tratamiento, pero también debe considerarse la posibilidad de que se trate de un síndrome de retirada. La desintoxicación suele realizarse utilizando la misma benzodiazepina que el paciente está tomando. El cambio de una benzodiazepina de vida media corta a una de vida media larga no es necesario si el programa de disminución de dosis es suficientemente largo. Si hay dificultades en seguir disminuyendo la misma benzodiazepina, entonces puede sustituirse por otra de vida media larga. En general la dosis debe disminuirse de la siguiente forma, el primer 50% de forma relativamente rápida, el siguiente 25% de forma más lenta y el último 25% de forma muy lenta. Esta pauta debe Benzodiazepinas 9 ajustarse de forma individual. Cuando es difícil suprimir las dosis muy bajas, pueden utilizarse otras benzodiazepinas diferentes (ejemplo el alprazolam a 1 mg puede ser difícil de suprimir y puede cambiarse por clonazepam o carbamazepina). Dosis altas Los pacientes que requieren desintoxicación de benzodiazepinas a dosis elevadas o supraterapéuticas constituyen un grupo pequeño de pacientes, pero tienen un riesgo elevado de sufrir síntomas de retirada que pueden ser graves como convulsiones, cuadro confusional y psicosis. Habitualmente la desintoxicación debe realizarse en régimen de ingreso y sólo en condiciones de gran garantía de soporte externo y contención puede intentarse en régimen ambulatorio y en este caso no debe disminuirse más del 5% de la dosis semanalmente. Habitualmente se sustituye la dosis de la benzodiazepina de abuso por dosis equivalentes de una benzodiazepina de vida media larga (diazepam es la más utilizada) administrada en dosis fraccionadas durante el primer día. Posteriormente el segundo día la dosis total administrada se disminuye en un 30% y posteriormente un 5% en los siguientes días. Si durante la disminución de dosis aparece sudoración, temblor o aumento de los signos vitales, deberá enlentecerse la disminución. Benzodiazepinas en politoxicomanía El consumo esporádico de benzodiazepinas (como inductores del sueño tras el uso de estimulantes), no requiere el tratamiento. Sin embargo, cuando el consumo es continuo e importante, debe tratarse como en los dos supuestos previos pero con más precaución. Uso de otros medicamentos También se han utilizado otros fármacos no benzodiazepínicos para tratar el síndrome de abstinencia con resultados variables en cuanto a eficacia. Entre estos fármacos destacan: carbamazepina, clonidina, imipramina, luminal, propanolol. buspirona, Benzodiazepinas 10 Tratamientos psicológicos Se han descrito varias técnicas que facilitan que el individuo pueda reducir sus niveles de ansiedad utilizando sus propios recursos y que son especialmente interesantes en el caso de dependencia de benzodiazepinas. Estas técnicas incluyen la relajación muscular progresiva, la meditación, el entrenamiento autógeno, el biofeedback y la relajación inducida hipnóticamente. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta la actualidad han sido poco esperanzadores. 2.- Prevención de recaídas Es un problema difícil de evaluar debido a que no existen datos fiables sobre las tasas de recaída en estos pacientes. En general la tasa de pacientes que permanecen abstinentes después de un año es aproximadamente del 50%, mientras que el 15% usan benzodiazepinas a dosis terapéuticas y sólo cuando es necesario. Hay que resaltar que los pacientes que han sido dependientes de una benzodiazepina es difícil que se recuperen sin usar otros medicamentos. En general se observa que la benzodiazepina se sustituye por otro medicamento con actividad ansiolítica muchas veces menos efectiva o con más efectos tóxicos como el hidrato de cloral, neurolépticos o antidepresivos. La utilización de técnicas cognitivas conductuales o estrategias conductuales especialmente diseñadas para prevenir la recaída pueden ayudar al paciente a evitar su reinicio en el consumo de benzodiazepinas. 3.- Prevención del abuso La prevención del abuso de benzodiazepinas exige el control estricto de la prescripción de estos fármacos así como el diseño de un plan terapéutico que incluya los objetivos a corto plazo, y la evaluación periódica de la eficacia y la toxicidad asociada con el tratamiento farmacológico. Benzodiazepinas 11 No hay evidencias de que el uso ocasional y esporádico de benzodiazepinas conduzca a su abuso y dependencia. Sin embargo el uso continuado debe ser el mínimo posible y con la dosis menor posible, aunque balanceando siempre con el resultado terapéutico esperado. Se debe, en la medida de lo posible, evitar la prescripción de benzodiazepinas a los pacientes que tengan historias de abuso o dependencia de otros medicamentos. Prevalencia y pautas de consumo de benzodiazepinas Entre el 10 y el 20% de la población de los países occidentales reconoce el consumo de benzodiazepinas en el último año, y entre el 1 y el 3% las ha consumido diariamente durante más de un año. En general se observa un mayor consumo en mujeres, en personas de 50 a 65 años y una utilización de benzodiazepinas hipnóticas más elevada que la de las ansiolíticas. En España, el 4.2% de la población mayor de 16 años ha consumido sedantes e hipnóticos en alguna ocasión. Los datos en atención primaria indican que en el 5% de las consultas que atiende un médico de familia se prescribe una benzodiazepina. Bibliografía - Atack JR (2005) The benzodiazepine binding site of GABA(A) receptors as a target for the development of novel anxiolytics Expert Opin Investig Drug 14: 601-18. - Flórez J. Farmacología Humana. 4ª Edición. Masson Elsevier. - Rang HP, Dale MM. Farmacología. 6ª Edición. Elsevier. - Olkkola KT and Ahonen J (2008) Midazolam and other benzodiazepines Handb Exp Pharmacol 182: 335-60. Páginas web de interés - www.psi.uba.ar. Martínez-Glattli H. Benzodiazepinas. Hojas clínicas de salud mental. - www.drogascadiz.es. Torrens M. Dependencia de benzodiazepinas: Clínica y tratamiento.