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Discusión y Conclusiones En este trabajo de tesis se investigaron los efectos fungicidas in vitro de AEs y se determinó la CIM en un modelo bidimensional. Los resultados obtenidos fueron utilizados posteriormente para evaluar la capacidad antitoxigénica de los AEs con mayor capacidad inhibitoria en los experimentos in vitro sobre la producción de FB1 por Fusarium verticillioides MRC 826. A continuación se transfirieron los resultados del modelo bidimensional a un estudio in situ donde se utilizó granos de maíz como sustrato y se determinó la capacidad inhibitoria del AEC y AEO sobre la toxicogénesis de F. verticillioides. Además se comparó el efecto de los componentes mayoritarios del AEO y con el AE completo. Se caracterizaron los efectos del consumo de FB1 y AEO en modelos de micotoxicosis subcrónicas inducidos en ratas que ingirieron dietas experimentales. Se estudiaron las alteraciones histopatológicas producidas por FB1, el AEO y la mezcla. Estos resultados permitieron correlacionar el comportamiento de la mezcla de AEO y FB1, con respecto a sus efectos individuales. 5.1. Composición cualitativa y cuantitativa de los AEs seleccionados. El carvacrol y el timol son los monoterpenos que caracterizan a algunas de las especies de la familia Lamiaceae, principalmente en los oréganos (Origanum spp.) y los tomillos (Thymus spp.). Las concentraciones en que estos componentes son encontrados en las diferentes muestras de los AEs presentan una importante variabilidad debido a la existencia de gran cantidad de subespecies de Origanum vulgare subsp. hirtum, y a otros numerosos parámetros significativos que afectan la composición química de esta planta, principalmente la localización geográfica y las condiciones climáticas y ambientales (Vokou et al., 1993). Según lo descripto por Vokou et al. (1993) y Daferera et al. (2003), varios AEs de Origanum vulgare subsp. hirtum de diferentes orígenes geográficos mostraron que los 73 Discusión y Conclusiones componentes mayoritarios son el carvacrol, en la mayoría de las muestras estudiadas, el timol, en un número menor de casos, o una sumatoria de estos dos compuestos fenólicos conformando entre el 50 y 90% del total del AE. Como componentes secundarios están descriptos en estos trabajos, el p-cimeno y al γ terpineno en todas las muestras analizadas. En el presente trabajo de tesis se observaron algunas variaciones en la composición química del AEO obtenido de plantas regionales, con respecto a lo descrito anteriormente. Si bien los componentes mayoritarios fueron el timol, el terpineol y el γ terpineno, el porcentaje del primero fue significativamente menor en comparación a lo informado por Vokou et al. (1993). La presencia del terpineol estaría relacionado con una vía biosintética común a la de producción del γ terpineno, el cual es un componente habitual en los AEs de Origanum vulgare. El mentol fue el único componente caracterizado del AE de M. piperita utilizado en esta investigación (de características similares a una droga pura, 95% del total del aceite). Otros autores han señalado al mentol, como componente mayoritario del AE de M. piperita (Gherman et al., 2000; Hashem & Sahab, 1999) aunque en cantidades mucho menores, alrededor del 50% del total del aceite. La composición cualitativa y cuantitativa del AE de A. triphylla estudiado, coincide con lo observado por Zygadlo et al. (1994; 1995a) en plantas silvestres y plantas cultivadas de la provincia de Córdoba. Por otro lado, Ricciardi et al. (1999) informaron que la tujona y el germacreno son componentes habituales en algunas plantas del género Aloysia, mientras que la mircenona, no fue descripta anteriormente en esta especie. En cosechas posteriores, en los AEs extraídos de A. triphylla no se detectó la presencia de mircenona, mientras que el resto de los componentes se mantuvieron dentro del rango de variabilidad esperado para esta especie. 5.2. Actividad fungistática de los AEs de Aloysia triphylla, A. polystachya, Mentha piperita y Origanum vulgare sobre el desarrollo de Fusarium verticillioides MRC 826. En general se pudo observar que la actividad fungistática de los AEs evaluados evidenció una diferencia notable en la capacidad inhibitoria de los diferentes extractos 74 Discusión y Conclusiones vegetales. A pesar de ello, la tendencia en todos los casos evaluados fue un aumento proporcional de la inhibición en el desarrollo de la cepa fúngica con relación a la concentración de los AEs administrada al medio de cultivo. El AE de A. polystachya demostró una actividad inhibitoria significativa en los experimentos en el modelo bidimensional. En una investigación sobre levaduras, Oliva (2005) informó que el AE de A. polystachya fue efectivo para la inhibición de Rhodotorula sp., Hansenula sp. y Cándida albicans en concentraciones de 280 µL/mL de medio de cultivo. No obstante, en nuestra investigación, a la concentración más elevada utilizada, no se observó actividad fungicida. Para explicar este comportamiento algunos autores mencionan un fenómeno de antagonismo entre los diferentes compuestos antimicrobianos (Parish & Davidson, 1993). Se sugiere que uno de los componentes mayoritarios, la α-tujona se caracteriza por presentar niveles significativos de toxicidad (Rietjens et al., 2005; Schmid, 1969), es posible que puedan producirse interacciones con el resto de los componentes del AE, actuando sobre el mismo sitio activo del organismo blanco y la posible interacción química (directa o indirecta) entre ellos, podría disminuir su acción como agente fungicida (Larson, 1984). El limoneno, otro de los componentes mayoritarios de este AE, podría producir el efecto antagónico mencionado, ya que según informado por Tampieri et al (2005), este monoterpeno no tuvo ningún efecto apreciable en el desarrollo de Cándida albicans cuando se lo administró en 1000 ppm en un sistema SAAS. Aloysia triphylla ha sido empleada en la medicina folklórica debido a sus propiedades terapéuticas (Valentao et al., 2002; Zamorano-Ponce et al., 2004).En una investigación realizada por Oliva (2005) en levaduras y bacterias, se observó que el AE de A. triphylla fue efectiva en la inhibición del crecimiento de levaduras. En este trabajo, el AE de A. triphylla evidenció una significativa actividad fungistática con respecto a los otros AEs evaluados. Este AE fue el más efectivo en la inhibición del desarrollo fúngico, esta capacidad antimicrobiana podría explicarse de dos maneras: una de ellas es por la actividad de la mircenona y α-tujona, los componentes mayoritarios. La mircenona es un terpeno cetónico con una estructura química de un monociclo abierto. Este tipo de estructura facilita una interacción más directa con los componentes de la membrana fúngica, desorganizando la arquitectura normal de la misma y como consecuencia origina alteraciones en la permeabilidad selectiva de dicha membrana (Sikkema et al., 1994). La otra hipótesis que no excluye lo expresado en el párrafo anterior podría originarse a partir 75 Discusión y Conclusiones de interacciones sinérgicas de los componentes del AE. Este “pool” de sustancias heterogéneas podrían inhibir en forma secuencial alguna vía bioquímica vital para el desarrollo del organismo. Otra explicación es que su acción podría deberse a la combinación de los efectos de estos agentes sobre los sitios activos de la pared celular que permitirían y favorecerían el ingreso de otros compuestos al interior de la célula (Sikkema et al., 1995). En el caso del AE de Mentha piperita, la actividad fungistática fue producida por el mentol, coincidiendo con lo reportado por otros autores (Ezzat, 2001; Tampieri et al., 2005). Este terpeno oxigenado cíclico, es parcialmente soluble en agua lo que permite una mayor interacción en la fase lípido- agua de las membranas de los microorganismos, aunque los mecanismos de acción para inhibir el desarrollo fúngico no han sido elucidados. El AE de Origanum vulgare mostró en todos los experimentos realizados una significativa acción inhibitoria sobre el desarrollo de Fusarium verticillioides MRC 826. Si bien A. triphylla fue el mejor de los agentes inhibidores estudiados en este trabajo, el AEO tuvo un comportamiento dosis dependiente con una respuesta lineal para las concentraciones utilizadas en esta investigación. Estos datos coinciden con lo informado por Daferera et al. (2003) quienes evaluaron los efectos inhibitorios del AEO sobre los patógenos de plantas: Botrytis cinerea, Fusarium solani, F. sulphureum y Clavibacter michiganensis. El autor describe al AEO empleado en este experimento como rico en timol (aproximadamente el 60% del total del AE) y obtuvo como resultado de su administración, la inhibición de B. cinerea con una concentración de 200 ppm y a Fusarium spp. con una concentración de 150 ppm. Cabe aclarar que la cuantificación realizada por Daferera et al (2003) fue con la aplicación del método de inhibición sobre el crecimiento del diámetro de la colonia, en medio agar papa dextrosa. Velluti et al. (2004) realizaron una experiencia similar, utilizando como sustrato agar extracto de harina de maíz e informaron una CIM de 1000 ppm de AEO sobre el desarrollo de F. verticillioides, F. proliferatum y F. graminearum. En este caso el componente mayoritario encontraso en el AE fue el carvacrol (alrededor del 70% del total del aceite). La capacidad antimicrobiana del AEO podría ser atribuida a la presencia de los compuestos monoterpénicos fenólicos, principalmente timol y carvacrol. Se ha informado la reactividad de los grupos hidroxilofenólicos, formando enlaces puentes de hidrógenos con sitios activos de ciertas enzimas (Farag et al., 1989). Además estos compuestos atacan la membrana citoplasmática del microorganismo destruyendo la capacidad selectiva y 76 Discusión y Conclusiones permitiendo el escape de componentes intracelulares (Nychas, 1995) lo que sumado a su capacidad de inactivar enzimas, explicaría la actividad contra el desarrollo microbiano. 5.3. Bioactividad del AEC y AEO sobre la toxicogénesis de Fusarium verticillioides en semillas de maíz como sustrato. En esta etapa se evaluó la actividad antitoxigénica del AEC y del AEO en un modelo que utilizó como sustrato semillas de maíz enteras. El experimento consistió en la inoculación de las semillas de maíz y la administración a diferentes tiempos de los AEC y AEO en una concentración constante, para observar los efectos sobre la cinética de producción de FB1. Los resultados obtenidos en dichas experiencias se utilizaron para tener una concentración subletal, que no afectara el desarrollo fúngico. Se pudo observar que la respuesta más significativa a la acción del AEC y del AEO en la toxicogénesis fue a los 20 días de haberse inoculado el sustrato con la cepa fúngica estudiada. Los resultados obtenidos mostraron que el AEC, en una concentración de 45 ppm estimuló significativamente la producción de FB1 por F. verticillioides cuando se administró a los 20 días posterior a la inoculación. Este comportamiento se podría explicar teniendo en cuenta los siguientes factores: el primero es la respuesta metabólica en la especie fúngica, a una situación de estrés ocasionada por la inserción de los aceites esenciales y el segundo factor tiene que ver con las propiedades químicas del extracto utilizado. Zygadlo et al. (1995b) observaron que los componentes mayoritarios del AEC, α-tujona, mircenona y algunos de sus isómeros, demostraron actividad prooxidante cuando fueron agregados en aceites de origen vegetal. La presencia de estos compuestos en el sustrato de desarrollo de F. verticillioides podría inducir alteraciones en el metabolismo fúngico facilitando las esterificaciones y oxidaciones involucradas en las etapas finales de la biosíntesis de fumonisinas. Esto estaría incrementando las oxidaciones de los precursores de FB1 y dando como resultado un aumento significativo en la producción de este metabolito secundario, con respecto a las condiciones normales de producción de esta micotoxina (Sweeney & Dobson, 1999). 77 Discusión y Conclusiones En este modelo experimental los resultados obtenidos con la administración de AEO fueron dosis dependiente. De manera similar a lo observado con AEC, el AEO mostró sus efectos a los 20 días posteriores a la inoculación. Sin embargo en oposición a lo observado con el AEC, cuando se administró 30 ppm de este AE, la producción de FB1 disminuyó significativamente. Resultados similares fueron informados por Velluti et al. (2003) quienes analizaron la actividad antifúngica y antitoxicogénica de cinco AEs. Los autores utilizaron los AEs de canela, clavo de olor, pasto limón, orégano y palo rosa, de los cuales solo los AEs de canela y orégano fueron efectivos en la inhibición del desarrollo y la toxicogénesis de F. proliferatum. Estos AEs se caracterizaron por tener un elevado porcentaje de terpenos fenólicos. Otros autores informaron un significativo efecto inhibidor de algunos AEs con alto contenido en eugenol carvacrol o timol, (canela, clavo y tomillo) sobre la toxicogénesis de Aspergillus flavus y A. parasiticus (Jayashree & Subramanyam, 1999; Soliman & Badeaa, 2002). La actividad antitoxicogénica del AEO fue observada en experimentos posteriores, sin embargo, como ha sido reportado anteriormente esta actividad es dosis- dependiente. En otro experimento realizado, se observó que la administración del AEO y sus componentes mayoritarios en una concentración menor (20 ppm y 4 ppm respectivamente), tuvieron una respuesta estimulante, en contraste al efecto inhibidor que se había registrado anteriormente (30 ppm de AEO y 6 ppm de sus componentes mayoritarios). Jayashree y Subramanyam (1998) informaron un caso similar en donde utilizaron eugenol como agente antiaflatoxigénico y obtuvo niveles significativos de inhibición de crecimiento y producción de aflatoxinas. No obstante, cuando administró concentraciones mas bajas, observaron que este compuesto podía inducir el desarrollo de Aspergillus parasiticus y estimular la producción del aflatoxinas. Se comparó, además, el efecto del AEO, del timol y del terpineol, insertados a diferentes días en concentraciones de 30 ppm y 6 ppm respectivamente. En este experimento, la actividad antitoxigénica del timol y del AEO, se observó en todos los tratamientos realizados. El timol demostró ser altamente efectivo en la inhibición de la toxicogénesis de F. verticillioides, cuando fue administrado en esta concentración, en comparación con la actividad del AEO. Este comportamiento sería originado por la complejidad de la composición química del AEO, donde algunos de los componentes podrían interferir con la acción del timol (Parish & Davidson, 1993). Un ejemplo de este 78 Discusión y Conclusiones comportamiento inconstante son los datos obtenidos de la administración del terpineol y la mezcla de timol y terpineol, en estos ensayos, donde no se encontró correlación entre los días de administración y la acción inhibitoria. Finalmente, la explicación de la capacidad del AEO de inhibir la toxicogénesis de F. verticillioides, podría atribuirse a las características antioxidantes que presentan los AEs con alto contenido en compuestos fenólicos (Tsimidou & Boskou, 1994). En una revisión sobre la bioactividad de los componentes de los AEs, Zygadlo & Juliani (2000), informaron que el eugenol, el timol, el isoeugenol y el carvacrol presentaron la acción antioxidante más importante entre estos componentes. En el AEO utilizado en esta investigación, el timol fue uno de los compuestos presentes en mayor proporción. Por otra parte Jayashree & Subramanyam (1999); Thompson et al. (1993) y Torres et al. (2003) reportaron la actividad antitoxicogénica de antioxidantes sintéticos como el BHT y el propil parabeno, utilizados en la industria de los alimentos, sobre cepas de A. flavus, A. parasiticus, F. verticillioides y Penicillium spp. El mecanismo por el cual la capacidad antioxidante de los compuestos fenólicos (naturales y de síntesis) interfieren con la producción de FB1 no ha sido aún elucidado. Se piensa que, en la biosíntesis de las fumonisinas, luego de la condensación de la alanina y de la unión de los grupos metilos vía s-adenosil metionina transferasa, se suceden oxidaciones y esterificaciones hasta la formación del producto final (Desjardins et al., 1996). Es en la alteración de la actividad enzimática involucrada en la metilación y oxidación donde los compuestos fenólicos intervendrían reduciendo la producción de los precursores de estas toxinas. Como se explicó anteriormente los compuestos cíclicos con un grupo hidroxil-fenol libre tienen alta capacidad de enlazarse a sitios específicos de enzimas, interrumpiendo en este caso el proceso de oxidación. Estos hallazgos sugerirían que la actividad antitoxigénica del AEO no es acompañada por una inhibición del desarrollo con lo cual el metabolismo primario del hongo no sería afectado (Praveen Rao et al., 1998). 79 Discusión y Conclusiones 5.4. Perfil nutricional y órganos blanco de acción de FB1 en la micotoxicosis subcrónica en ratas: 5.4.1. Efectos del consumo de AEO sobre la alimetación La concentración de AEO utilizada fue de 30 ppm en el alimento, y tuvo efectos directos sobre la alimentación de los animales. Se pudo observar una significativa disminución del consumo alimento en el segundo y tercer mes de tratamiento, y este comportamiento influyó en el resultado de los otros parámetros evaluados. El peso y la ganancia de peso fueron significativamente menores en este desarrollo experimental. En un estudio realizado en corderos de corta edad, Villalba y Provenza (1996) reportaron que en determinadas concentraciones, la ingesta de orégano, produjo en estos animales aversión post – ingestión, y el rechazo, cuando se suministraba nuevamente el alimento. Bampidis et al. (2005) examinaron la administración de diferentes concentraciones de orégano en aves de corral y encontraron que a las más altas concentraciones hubo una disminución significativa en el consumo de alimento. Por otra parte, en los parámetros bioquímicos, no se observaron diferencias con respecto a los animales alimentados con la DEC y los estudios histológicos realizados, no mostraron alteraciones en los órganos estudiados. 5.4.2. Micotoxicosis inducida por el consumo de DEFB1: La disminución en el consumo de alimentos, ganancia de peso corporal, y peso corporal registrados en las ratas durante el tercer mes de alimentación con la DEFB1; concuerdan con los resultados de Dilkin et al. (2003), quienes informaron que la ingestión de 30 ppm de FB1 durante un mes, producía menores consumo de alimento y ganancia de peso corporal en cerdos. Además, en un modelo de micotoxicosis subcrónica con FB1 en ratones, en nuestro laboratorio se han registrado cambios en el consumo de alimentos durante el tercer mes del esquema de alimentación (Casado et al., 2001). Estas observaciones indican que FB1 puede inducir modificaciones en los parámetros nutricionales mediante una acción tóxica acumulativa. Los hallazgos histopatológicos en los animales que consumieron la DEFB1 podrían estar relacionados con dichos efectos. Los infiltrados linfocitarios, y el aumento del número de mitosis por base de cripta en intestino delgado de estos animales, están asociados con un cambio en la funcionalidad 80 Discusión y Conclusiones intestinal normal, pudiendo existir una menor capacidad de absorción de nutrientes. En este grupo de animales se observó, además, que hígado y riñón fueron los órganos blanco de acción de FB1. Las modificaciones en la arquitectura hepática podrían estar también asociadas con una disminución en la capacidad de conversión de nutrientes y, consecuentemente, con las variaciones observadas en los parámetros nutricionales de estas ratas. La presencia de células apoptóticas y de áreas de necrosis en los riñones de ratas intoxicadas con DEFB1, lograron reproducir las alteraciones histopatológicas renales inducidas por FB1 que habían sido descriptas por otros investigadores (IPCS, 2000). El aumento de la actividad FAL sérica de animales intoxicados con DEFB1 podría estar relacionado con las modificaciones en la histología normal de hígado, intestino delgado y riñón, identificadas en estas ratas. Aunque el hígado es la fuente principal de FAL, en ciertos casos en los que se encuentra modificado el metabolismo del intestino, la isoforma intestinal de la enzima puede contribuir de manera importante a la actividad FAL presente en suero. Un efecto similar se obtiene cuando existe necrobiosis o necrosis de células epiteliales de los túbulos contorneados proximales en riñón, las cuales pueden aportar una fracción importante de la actividad FAL detectada en suero (Kaplan, 1993). 5.4.3. Micotoxicosis inducida por el consumo de DEM: Los informes acerca de los efectos del AEO en los parámetros nutricionales de animales son escasos, sin embargo los efectos informados por Daza et al. (2001) no concuerdan con los datos obtenidos en este trabajo de investigación. Este autor reportó que una dieta adicionada con 300 ppm de AEs tuvo un significativo efecto positivo sobre la ganancia de peso en cerdos. Probablemente como fue descrito anteriormente, el efecto que originó el AEO en la DEM pudo potenciar los efectos de aversión hacia el alimento por las ratas debido, en parte, a lo informado por Villalba & Provenza (1996) quienes sostienen que en determinadas concentraciones el AEO produce “rechazo” y además por los efectos que tuvo la ingestión de FB1 sobre los animales estudiados. La alteración en la histología de algunos órganos es una expresión de la injuria producida por la ingestión de la toxina, y este daño probablemente incrementó el malestar causado por este tratamiento. Además, las determinaciones bioquímicas y los estudios histopatológicos mostraron los mismos efectos en los animales alimentados con la DEM que las ratas alimentadas con la DEFB1. 81 Discusión y Conclusiones 5.5. Conclusiones Los AEs de Origanum vulgare, Aloysia triphylla, A. polystachya y Mentha piperita presentaron diferentes componentes mayoritarios. En el caso de O. vulgare fueron el timol y terpineol, en Aloysia triphylla mircenona y α-tujona en A. poystachya, α-tujona, carvona y limoneno y en M. piperita el componente que se identificó, casi en forma exclusiva, fue el mentol. En cuanto a la evaluación de la bioactividad de estos compuestos el AE de A. triphylla y de O. vulgare presentaron el mayor efecto inhibidor sobre el desarrollo de F. verticillioides con una CIM 250 ppm y de 500 ppm respectivamente. Además, sobre semillas de maíz, solamente el AE de orégano (en una concentración de 30 ppm), es capaz de inhibir significativamente la producción de FB1 por el hongo, cuando fue insertado 20 días post-inoculación. De todos los componentes mayoritarios de los AEs estudiados, el timol, componente principal del AEO, fue el inhibidor más activo de la toxicogénesis de FB1, cuando fue insertado a 17 días post-inoculación, demostrando mejor actividad inhibitoria que el terpineol y que el AEO total. La utilización de los AEs como aditivos para alimentos es una alternativa interesante porque presenta algunas ventajas con respecto a los compuestos de síntesis química empleados en la actualidad como antifúngicos. El AEO demostró tener una significativa actividad en la inhibición del desarrollo de F. verticillioides. Las concentraciones utilizadas fueron relativamente bajas por lo que los alimentos que reciben este tratamiento no sufrirían de serias alteraciones en sus características organolépticas. El proceso de “impregnación” por saturación de vapor del AEO demostró tener actividad inhibitoria sobre la producción de FB1 cuando se lo administra en una atmósfera confinada. Los efectos de inhibición del AEO sobre la producción de FB1 son dosis-dependiente y tiempo dependiente. La correcta administración de las concentraciones es un principio fundamental para que el tratamiento resulte efectivo. Otro factor importante es que las semillas sometidas a este tratamiento no se verían afectadas en su capacidad de germinación en las dosis correctas. El AEO como agente antimicrobiano y antitoxicogénico presenta dos características principales: el primer factor es su origen natural que lo convierte en un producto más 82 Discusión y Conclusiones seguro para las personas y para el medio ambiente que los productos de síntesis empleados en la actualidad. El segundo factor es el bajo riesgo para el desarrollo de resistencia por microorganismos patógenos. Es conocido que la probabilidad de que el patógeno desarrolle resistencia a una mezcla de componentes con, aparentemente, diferentes mecanismos de actividad antimicrobianos es menor cuanto más compleja sea su composición. Los datos obtenidos en este trabajo aportan conocimientos con respecto a la eficacia práctica de la aplicación de aceites esenciales para proteger plantas o productos vegetales sin efectos fitotóxicos. La Food and Drug Administration de los EE. UU. considera a la planta de orégano y a sus extractos como sustancias generalmente reconocida como segura (GRAS del inglés generally recognized as safe) por lo tanto el proceso de aprobación para la posible utilización de estas sustancias es significativamente menor en relación a un producto de origen sintético. Nuestra investigación sustenta la posibilidad de implementar la aplicación de ciertos aceites esenciales para controlar patógenos en cereales almacenados, tal como F. verticillioides bajo condiciones específicas de aplicación. 83