Download La integración interdisciplinar de la Antropología social y la
Document related concepts
Transcript
Mario T. Padilla Pineda Universidad Autónoma de la Ciudad de México Avenida la Corona 320, Col. Loma la Palma, Del. Gustavo A. Madero, México D.F. C.P. 07160 Tel. 36 91 20 50 ext. 18415 mario.padilla.uacm@gmail.com La integración interdisciplinar de la Antropología social y la Sociología en los planes de estudio de nivel licenciatura: una aproximación comparativa Palabras clave: antropología social, sociología, interdisciplinariedad, planes de estudio, UACM. Me parece necesario y conveniente empezar esta presentación explicando las motivaciones de la misma así como los objetivos que persigue. Esta ponencia surge de las inquietudes por trabajar en una universidad relativamente nueva que se propuso desde el principio ser un proyecto innovador 1 en el más amplio sentido: en su estructura organizativa, en sus modalidades de ingreso, de evaluación y, particularmente de interés para nosotros en esta ponencia, en la flexibilidad curricular y en el carácter interdisciplinario de los programas de licenciatura ofrecidos. La Universidad Autónoma de la Ciudad de México nació en 2001, ofreciendo carreras cuyos nombres, a primera vista, hacen evidente su apuesta por la interdisciplinariedad. Los nombres de estas licenciaturas –nos limitaremos aquí a las pertenecientes al área de ciencias sociales y humanidades– son los siguientes: Ciencia política y administración urbana, Cultura y comunicación, Ciencias sociales (antropología social y sociología) “La UACM nació con un doble y declarado propósito: ampliar la oferta de educación superior pública para los jóvenes y adultos de la ciudad y convertirse en un espacio de innovación educativa” (F. Addiechi, 2014: 203). 1 Arte y patrimonio cultural Historia y sociedad contemporánea Creación literaria Derecho Como puede observarse, la mayoría de ellas son licenciaturas no tradicionales que incluyen la conjunción copulativa “y” en sus nombres. Esta conjunción no es casual, sino que obedeció a la idea de crear licenciaturas interdisciplinarias. Muchas cosas se han discutido acerca de las innovaciones contenidas en este proyecto universitario: sus procedimientos de selección e ingreso de estudiantes, su estructura organizativa, las modalidades de evaluación y certificación. Poco se han discutido, sin embargo, las implicaciones y problemas de su concepción interdisciplinar,2 y en particular de la manera en que se decidió que se formaran nuevas licenciaturas no tradicionales y de cómo esta decisión se puso en práctica. En esta ponencia voy a referirme concretamente a la Licenciatura en ciencias sociales (antropología social y sociología) de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México; una licenciatura que propone un plan de estudios que integra ambas disciplinas. No se trata de un plan de estudios con dos salidas terminales. Es un plan de estudios que pretende ser el resultado de lo que se llamó, por quienes lo diseñaron, la articulación disciplinar de la antropología social y la sociología.3 El proceso de formación del plan de estudios se puede resumir, entonces, como sigue. A la decisión del gobierno de la ciudad de crear una nueva universidad siguió la designación de la persona que dirigiría el proyecto y que sería el primer rector de la universidad: el ya mencionado ingeniero Pérez Rocha. Una persona con ideas 2 Florencia Addiechi (2014, 26 ss.) se refiere a la discusión en torno a los procedimientos de ingreso y evaluación. María del Carmen Díaz Vázquez (2012), tiene como objetivo central analizar la estructura y el funcionamiento del Ciclo Básico de los programas de licenciatura del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales. Aunque el tema de la interdisciplinariedad es recurrente en las publicaciones de la universidad, aparentemente no se ha reflexionado sobre lo que ésta ha significado en su concreción en los planes de estudio. “El plan de estudios de la Licenciatura en Ciencias Sociales (Antropología social y Sociología) en la UACM [...] se centra en la articulación de dos disciplinas que [...] encuentran diferencias, pero también una profunda afinidad en cuanto a sus herramientas, objeto de conocimiento y desarrollo histórico.” (Comité Académico Colegiado Interinstitucional UACM-CIESAS, 2004, 13) 3 innovadoras en pedagogía y que simpatizaba con las reflexiones de Edgar Morin sobre el pensamiento complejo y la interdisciplinariedad. Del rector provino el impulso por crear planes de estudio interdisciplinarios, si bien recurrió a especialistas en cada campo para decidir qué disciplinas se integrarían en cada caso. Para el caso de la licenciatura en ciencias sociales, el ingeniero Pérez Rocha aceptó la sugerencia de que las disciplinas a integrarse fueran antropología social y sociología. Como en ese momento fundacional no existía aún una planta de profesores-investigadores de la propia universidad, el proyecto se encargó en un primer momento a instituciones de prestigio, pero evidentemente formadas por académicos externos a la universidad y que, por tanto, no habrían de hacerse cargo de su puesta en marcha y de su operación concreta del plan de estudios que iban a diseñar. Estos académicos contratados con tal fin se dieron a la tarea de “crear” esa fusión; pudiéramos decir: de “inventarla sobre pedido”. La estrategia de trabajo fue, por un lado, revisar la obra de los principales exponentes de ambas disciplinas, y, por otro lado, revisar los planes de estudio de antropología social y de sociología que se impartían en México, y a partir de los puntos de contacto y de los traslapes identificados, crear un plan de estudios novedoso. Debo decir que el trabajo que realizaron fue responsable y profesional. Sin embargo, planteada en los términos anteriores, esta confluencia disciplinar entre la antropología social y la sociología, en esta licenciatura, en esta universidad, puede entonces parecer, a primera vista, casual y arbitraria. Hoy, diez años después de su puesta en funcionamiento, el estudio y la reflexión sobre la viabilidad de esta confluencia –que algunos profesores hemos emprendido en un Seminario permanente de socio-antropología– 4 nos ha llevado a conocer experiencias y a retomar esta tarea sobre nuevas bases y con una visión más amplia y optimista acerca de su viabilidad. Lo que voy a hacer a continuación es presentar, en primer lugar, cómo a lo largo del siglo XX y en lo que va del actual han existido programas académicos y de investigación que explícitamente han propugnado por la realización de esta integración disciplinar entre la antropología social y la sociología, a la que han considerado no sólo posible, sino objetivamente necesaria para avanzar en el conocimiento de las 4 https://seminariosocioantropologia.wordpress.com/ sociedades contemporáneas; en este tema me voy a referir tanto a ejemplos que contemplan a las escuelas clásicas de ambas disciplinas como a propuestas más recientes y contemporáneas. Y, en segundo lugar, presentaré algunos de los casos en los que se ha concretado la confluencia entre la Sociología y la Antropología social en los planes de estudio de licenciatura en otros países –casos que encontramos en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Suiza, Bélgica, Francia y la India, entre otros países– con el fin de identificar qué objetivos perseguían, qué problemas los impulsaron, qué tareas trataron de realizar y cómo resolvieron la integración de ambas disciplinas. I. La confluencia de la Sociología y la Antropología social en la historia de las disciplinas Voy a proceder a exponer algunos ejemplos observados a lo largo del siglo XX y aun en los inicios del XXI en los que se propugna, explícitamente, por una vinculación entre estas dos disciplinas como una manera o de superar ciertos obstáculos o crisis disciplinares, o como una manera de continuar el progreso en el camino del conocimiento social. No pretendo referirme a todos los espacios en los que es posible observar estas líneas de confluencia entre la sociología y la antropología. Voy a centrarme solamente en algunos. En primer lugar quiero referirme a los casos más antiguos y también los más conocidos. Aunque sólo sea brevemente, considero que no debo pasar por alto los casos siguientes: La Escuela francesa de Sociología La Escuela de Sociología de Chicago La Escuela de Antropología de Manchester En el caso de la escuela francesa de Sociología, fundada por Émile Durkheim, voy a llamar la atención exclusivamente sobre la importancia que en ella tuvieron los estudios etnográficos. Menciono de pasada las obras de Durkheim sobre Las formas elementales de la vida religiosa, la evolución del derecho penal, sus ensayos sobre “Algunas formas primitivas de clasificación” y “La prohibición del incesto”, así como las obras de sus alumnos y compañeros de escuela, por ejemplo los trabajos de Lucien Levy Bruhl sobre el alma primitiva, de Hubert sobre la magia y el sacrificio, de Hertz sobre la mano derecha y las representaciones colectivas de la muerte, o las de Marcel Mauss sobre el don, sobre la noción del yo y sobre las técnicas corporales. La mayor parte de las obras de esta escuela tomaron como base y fuente de inspiración los trabajos etnográficos que entonces empezaban a profesionalizarse. Y dicha manera de proceder encuentra su directiva consciente en las reflexiones que realizara Durkheim en las páginas introductorias de Las formas elementales de la vida religiosa y en las que llama la atención sobre el papel que dichos trabajos etnográficos profesionales están llamados a jugar en la renovación de la Sociología (Lévi-Strauss,1984: 45-50). Cito las palabras de Durkheim: “Las observaciones de los etnógrafos han sido con frecuencia verdaderas revelaciones que han renovado el estudio de las instituciones humanas [...] La etnografía ha determinado con mucha frecuencia las más fecundas revoluciones en los distintos campos de la Sociología.” (Durkheim, 1982, 5-6; el subrayado es mío) No insisto en este punto, que me parece se sobra conocido. En segundo lugar, voy a referirme a la Escuela de Sociología de Chicago. La llamada Escuela de Chicago –nacida en el Departamento de Sociología de la Universidad de Chicago en las primeras décadas del siglo XX y dominante en la Sociología norteamericana hasta el inicio de la década de 1940 (Joas, 1991, 112-154; Fisher y Strauss, 1988, 522-569))– debe adscribirse a la Sociología, pero representa también un antecedente de la Antropología urbana contemporánea, pues se caracterizó por la realización de investigaciones de carácter etnográfico (Hannerz, 1986, 29-72). Si bien dicha tradición se inició con el estudio de Thomas y Znaniecki sobre el campesino polaco, pronto tomó conciencia de la semejanza metodológica entre su producción intelectual y la tradición proveniente de la Antropología. Entre los diversos testimonios en este sentido, cito un texto de Robert Park sobre la historia de esta escuela: La Antropología, la ciencia del hombre, se ha preocupado sobre todo, hasta ahora, por el estudio de los pueblos primitivos. Pero el hombre civilizado es un objeto muy interesante de investigación, y, al mismo tiempo, su vida está muy abierta a la observación y el estudio. La vida y la cultura urbanas son más variadas, matizadas y complicadas; pero los motivos fundamentales en ambos casos son los mismos. Los mismos pacientes métodos de observación que antropólogos como Boas y Lowie han aplicado en el estudio de la vida y maneras de los indios norteamericanos podrían ser empleados, incluso más fructíferamente en la investigación de las costumbres, creencias, prácticas sociales y concepciones generales de la vida que prevalecen en la Pequeña Italia, sita en el lado norte inferior de Chicago, o en el registro de las complejas formas folklóricas de los habitantes de la Greenwich Village y alrededores de la Plaza Washington, en Nueva York. (Park, 1952: 15; cit. en Hannerz, 1986: 42) Y por ejemplo, Robert Redfield, quien estudió Antropología en la Universidad de Chicago, realizó una de sus primeras investigaciones entre los inmigrantes mexicanos de aquella ciudad aplicando métodos de observación propios de la escuela sociológica, como recientemente han mostrado Patricia Arias y Jorge Durand (Arias y Durand, 2008: 51 y ss). O podemos también constatar lo que dice William Foote White, quien escribe la última de las etnografías urbanas de la Primera Escuela de Chicago, La sociedad de las esquinas: “Empecé a leer literatura antropológica, comenzando con Malinowski y esto me pareció más semejante a lo que deseaba hacer, aunque los antropólogos estaban estudiando tribus primitivas y yo me encontraba en medio de un distrito de una gran ciudad.” (Whyte, 1970: 345) Finalmente, en este primer bloque de ejemplos, voy a mencionar a la Escuela de Antropología de Manchester. La Escuela de Manchester fue fundada por un grupo de antropólogos en los años 50 del siglo XX (entre quienes destacan Max Gluckman, Peter Worsley, Clyde Mitchell y Victor Turner) que realizaron investigaciones en las ciudades sudafricanas, tratando temas muy similares a los de la Escuela de Chicago en Estados Unidos: la migración, el cambio y la identidad étnica en contextos urbanos, y también realizaron trabajo de campo en ciudades modernas, occidentales (Hannerz, 1986: 169). En este sentido, los trabajos de la Escuela de Manchester se adelantaron al tipo de trabajos a los que me voy a referir más adelante. Con la escuela de Manchester hemos llegado hasta la década de 1950 del siglo XX. Pero en Francia encontramos en la actualidad un vigoroso movimiento hacia el encuentro disciplinar actual entre la sociología y la antropología. En este país, numerosos investigadores sociales, tanto desde la Sociología como desde la Antropología, plantean movimientos en sus disciplinas de origen (Sociología o Antropología) que apuntan a resultados similares. Podemos mencionar, en la Sociología, a Pierre Bourdieu y a Bruno Latour; y en la Antropología, a Marc Aubé, Marc Abeles y Gerard Althabe. Pero en el autor que vamos a centrarnos –por la radicalidad de su propuesta– es Pierre Bouvier. Pierre Bouvier es un sociólogo que empezó su carrera realizando investigaciones sobre el trabajo y las organizaciones. A partir de la década de 1990 propuso la constitución de la Socio-antropología como una nueva disciplina, fundó la revista Socioanthropologie 5 y creó en la Universidad de Nanterre una línea de investigación en “Socio-antropología del mundo contemporáneo”.6 Actualmente, Bouvier es investigador del Laboratorio de Antropología de las Instituciones y de las Organizaciones Sociales (LAIOS), que es una sección del Instituto Interdisciplinario de Antropología de lo Contemporáneo (IIAC), fundado en 2006 y dirigido actualmente por Marc Abélès. A este último Instituto pertenecen, además del LAIOS, el Centro Edgar Morin (EMC), el Laboratorio de Antropología y de Historia de la Institución de la Cultura (LAHIC), el equipo e Antropología de la Escritura y el Laboratorio de Antropología Urbana. En todos estos institutos es notorio el espíritu interdisciplinar que los anima. ¿Qué propone Pierre Bouvier? Bouvier (1997) señala que la Sociología, sin una renovación, ya no será capaz de comprender ni de explicar a las sociedades modernas. De hecho considera que el saber sociológico clásico estaba sesgado porque se encontraba preso dentro de la creencia en el progreso y porque el horizonte de las sociedades de los siglos XIX y XX no hacía necesario avanzar más allá. En la situación contemporánea, en cambio, la Sociología clásica resulta insuficiente. La idea de progreso es cada vez más cuestionable, pues es claro que las sociedades modernas no generan igualdad ni ilustración, sino exclusión. Propone entonces voltear la mirada hacia estos grupos que están “al margen”, estudiarlos localmente, abordarlos mediante observaciones de larga duración (esto es: etnográficamente). Estos grupos o conjuntos poblacionales –dice Bouvier– no han sido 5 6 http://socio-anthropologie.revues.org/ https://dep-socio.u-paris10.fr/dpt-ufr-ssa-sociologie/socio-anthropologie-du-monde-contemporain-232033.kjsp realmente escuchados porque la creencia en el progreso no lo había permitido. Se trata, por tanto, de un trabajo similar al realizado por la Antropología, pero en las sociedades modernas. ¿Qué dice, finalmente, Bouvier? Que la Sociología necesita renovarse, y que sólo puede lograrlo –en el contexto que ha descrito– adoptando los métodos de investigación característicos de la Antropología. Así, la propuesta de Pierre Bouvier implica que son las características del mundo moderno las que hacen necesario este desplazamiento de la Sociología: por un lado, su desplazamiento hacia el necesario abandono de la idea de progreso; por otro, a hacer suya la metodología propia de la Antropología para estudiar a los grupos excluidos por los procesos capitalistas. La socio-antropología, desde este punto de vista, expresa la idea de una nueva ciencia social que debe crearse, y que puede de alguna manera representarse pensando en la sociedad moderna como dividida entre un sector integrado y otro excluido, y a la Socio-antropología como una disciplina que abordaría mediante técnicas etnográficas el estudio de los grupos excluidos de una manera similar a como la Antropología estudió a los grupos no occidentales. Por tanto, la Socio-antropología sólo hoy puede realmente existir de manera plena. Anteriormente sólo habría sido un proyecto fragmentario. Para el surgimiento de la Socio-antropología, entendida como la unión entre la Sociología y la Antropología, era necesario un contexto social e intelectual que sólo ha madurado al final del Siglo XX (Bouvier, 1997). Aquí debo llamar la atención sobre el hecho de que en este planteamiento, la confluencia disciplinar de la Sociología y la Antropología no es algo fortuito, sino algo necesario dadas las mismas características duales de la sociedad moderna, que integra dentro de sí la dualidad que antes parecía plantear al compararse con las sociedades no occidentales. La Sociología, frente a esta crisis de la sociedad occidental, ha perdido capacidad comprensiva y explicativa, pues su horizonte era la idea de progreso e inclusión. La Antropología aparece entonces como una posibilidad, como una alternativa, por sus métodos y por su actitud hacia el Otro, porque estudia las sociedades al margen, excluidas, mediante técnicas de observación prolongada y de escucha del discurso del otro. Pero no se trata ya ni de Sociología, ni de Antropología, sino de Socio-antropología, de una disciplina nueva, necesaria para estudiar las sociedades presentes. II. La confluencia de la antropología social y la sociología en los planes de estudio de licenciatura En los casos señalados, o bien se establece algún tipo de puente interdisciplinario con el objetivo explícito de buscar la innovación científica, o bien las escuelas representativas de cada disciplina presentan evidentes paralelismos,7 o bien se plantea que es necesario crear una nueva disciplina híbrida: la socio-antropología. Algo similar puede observarse en un objeto diferente; me refiero a la confluencia de la Sociología y la Antropología social en los programas de estudio de Licenciatura en Estados Unidos, Canadá, la India y en varios países europeos. Se trata de programas actualmente vigentes, algunos de ellos de reciente creación. Es común encontrarse con que las licenciaturas en Antropología y Sociología se ofrecen en lo que se denomina “departamentos conjuntos”, es decir unidades académico-administrativas responsables de los programas de licenciatura tanto de antropología como de sociología. Voy a referirme principalmente al caso norteamericano, pero la situación es muy similar en el resto de los países señalados. En un folleto de la American Sociological Association (ASA), publicado en 2006 (Kain, Wagenaar y Howery, 2006), se llamaba la atención sobre el hecho de que en Estados Unidos, uno de cada cuatro departamentos de sociología (y podríamos agregar: uno de cada dos departamentos de antropología) es en realidad un departamento en el que coexisten la sociología y la antropología. Esta constatación llevó a la ASA a comisionar a un grupo de académicos para que analizaran la situación. Las razones que encontraron estos autores del porqué de estos departamentos conjuntos son de diverso tipo: algunas meramente circunstanciales, por ejemplo razones administrativas para disminuir costos; pero este tipo de razones –señalan estos autores– tuvo que haberse basado en otras de más peso. En particular, en las similitudes intelectuales entre ambas disciplinas. El que de manera sistemática se 7 Leif Korsbaek (2014) muestra varios ejemplos de desarrollos paralelos en escuelas representativas de ambas disciplinas antes de concluir que la separación de éstas carece de fundamentos. encuentre departamentos conjuntos de ambas disciplinas, muestra que les subyace la idea de que existen muchas afinidades entre ellas. “Tanto antropólogos como sociólogos –señala este documento de la ASA– estudian la cultura y cómo la gente negocia su realidad social; ambos frecuentemente estudian los mismos fenómenos sociales; a veces a través de lentes diferentes, pero de una manera relacionada y complementaria.” Asimismo, el texto llama la atención sobre los desarrollos que al interior de cada disciplina se han producido y que han implicado que se incremente su afinidad y parecido: los antropólogos se han enfocado cada vez más en su propia sociedad y cultura, y los sociólogos se inclinan cada vez más por usar estudios etnográficos, de tal modo que hay una creciente intersección entre ambos campos. Estos departamentos conjuntos de Sociología y Antropología presentan un abanico completo de posibilidades curriculares que va desde planes de estudio paralelos, prácticamente sin contacto entre sí, hasta planes de estudio que integran ambas disciplinas –la antropología y la sociología. Por economía de análisis, y para facilitar la exposición, hemos reducido ese abanico a siete tipos, desde los que están completamente separados, con planes de estudio independientes, hasta los departamentos conjuntos de sociología y antropología social que promueven un plan de estudios unificado. o Tipo –1: Dos departamentos independientes. Es decir, cuando en una universidad existen departamentos separados de sociología y de antropología. En sentido estricto, estos departamentos representan una variedad negativa de lo que aquí queremos mostrar, pues no implican contacto entre estas disciplinas. Un caso ejemplar –entre muchos otros– es el de la Universidad de Texas. (Véase la Figura 1) o Tipo 0: Un departamento con dos planes de estudio independientes. Es el caso de los 60 departamentos conjuntos de Antropología y Sociología que ofrecen planes de estudio independientes. Tanto en el tipo -1 como en el 0 el plan de estudios de antropología incluyen antropología física, lingüística, antropología sociocultural y arqueología, de acuerdo con la tradición Norteamericana. (La American Anthropological Association [AAA] en su definición de antropología incluye esos cuarto campos.) Algo característico es que en los planes de estudio se utiliza un prefijo de acuerdo con la carrera; por ejemplo, para la carrera de sociología, el plan de estudios y las materias llevan el prefijo SOC, y para antropología, el prefijo ANTH. En estos departamentos los planes de estudio son similares a los del tipo anterior. o Tipo 1: Hemos clasificado así a aquellos departamentos conjuntos que ofrece tres planes de estudio: uno en sociología, otro en antropología y un plan conjunto. A estos planes de estudio que conjuntan ambas disciplinas se les asigna el prefijo SOAN. El plan de estudios SOAN incluye materias intercaladas de ambas disciplinas; es decir que en este tipo de programas hay tanto materias ANTH como SOC. Lo característico de este primer tipo de plan de estudios combinado o SOAN es que las materias que lo constituyen preexistían en los planes de estudio de antropología y sociología independientes. (Véase la Figura 2) o Tipo 2: Un plan de estudios SOAN con áreas de concentración en Sociología y Antropología. Este tipo de departamentos ofrecen un solo plan de estudios SOAN con introducciones separadas para cada disciplina. Posteriormente establecen una conjunción en materias de metodología y teoría, y áreas de concentración separadas entre las que el estudiante debe elegir. Al final hay algunos seminarios de prácticas docentes y de tesis que son compartidos por todos los estudiantes. Para nosotros resulta interesante enfatizar que concibe algunas secciones del plan de estudios (las de metodología y los seminarios de tesis y de prácticas docentes) como comunes a la sociología y a la antropología. Las materias que integran estas secciones compartidas aparecen por primera vez con el prefijo SOAN; pero los tópicos –representados por las materias propias de cada área de concentración– son considerados como diferentes en cada disciplina. (Véase la Figura 3) o Tipo 3: Un departamento SOAN con tres planes de estudio (uno en antropología, otro en sociología, y uno más que conjunta ambas disciplinas). En este caso el programa ofrece tres planes de estudio: sociología, antropología y sociología & antropología. En estos casos, al igual que en el anterior, hay algunas materias compartidas: las introducciones a cada disciplina y las materias teóricas y metodológicas, pero se constituye un plan de estudios SOAN específico y diferenciado. En el caso de la Universidad de Lehigh, antropología y sociología sólo comparten una materia: Métodos de investigación y análisis de datos. Pero aquí la combinación de ambos se ha concretizado en un plan de estudios SOAN. La diferencia con el tipo 1 es que en ése caso el plan SOAN estaba formado por materias preexistentes que son exclusivamente SOC o ANTH, mientras que en el tipo 3 ya hay algunas materias que pertenecen tanto al plan de sociología como al plan de antropología, y que naturalmente forman parte del plan combinado SOAN. (Véase la Figura 4) o Tipo 4: Un departamento conjunto que propone la integración de ambas disciplinas en un solo plan de estudios SOAN. En este tipo de programas se ofrece un solo plan de estudios SOAN y por tanto implica una mayor integración entre ambas disciplinas. Cabe insistir que no se ofrece un plan de estudios ni en sociología ni en antropología; se pone el acento, por tanto, en la conjunción, aunque persisten, al lado de las materias SOAN, algunas materias clasificadas como SOC y otras clasificadas como ANTH, pero que ya no constituyen áreas de concentración exclusivas de cada disciplina, sino que son tópicos propios de estas disciplinas, pero obligatorias para todos los estudiantes. (Véase la Figura 5) o Tipo 5: Un departamento totalmente SOAN con un solo plan de estudios totalmente integrado. Finalmente, este tipo de programa presenta un contenido y una estructura conjunta en su totalidad. Todas las materias que se ofertan tienen prefijo SOAN y no hay una distinción ni de áreas de concentración ni de tópicos específicos de alguna disciplina frente a la otra. Esto implica que todas las materias incluidas en el plan de estudios son pertinentes a ambas disciplinas. Este tipo está ejemplificado por la Universidad Puget Sound. (Véase la Figura 6) Dado que nuestro interés es observar cómo se resuelve esta integración, podemos representar estos diferentes tipos en un esquema como el de la Figura 7, donde podemos apreciar una especie de movimiento hacia un plan de estudios SOAN completamente integrado. III. Conclusiones 1.- En este recorrido hemos podido observar cómo el encuentro disciplinar entre la antropología sociocultural y la sociología no es algo nuevo ni exclusivo del plan de estudios de la licenciatura en ciencias sociales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, sino un proyecto recurrente en la historia de ambas disciplinas. 2.- Asimismo, hemos visto –a través de la revisión de planes de estudio similares– que para avanzar en su definición es necesario recorrer un camino que no es el inventar algo completamente nuevo. Hay numerosas experiencias previas en prácticamente todo el mundo. 3.- En particular para el caso de los programas de licenciatura de los Estados Unidos, es posible identificar programas con diferentes grados de integración que se han construido identificando una zona en la que ambas disciplinas coinciden o se traslapan. Esto ha implicado –dada la tradición norteamericana– que la antropología sociocultural se “separe” de la antropología física y de la arqueología, y que la sociología adopte a la etnografía como método de investigación, así como identificar tópicos de confluencia. 4.- Finalmente, podemos concluir que el hecho de que las disciplinas se acerquen o se alejen es, por tanto, por lo menos parcialmente, resultado de una decisión, aunque se puedan identificar condiciones objetivas para la misma. No hay fatalmente ni una barrera infranqueable, ni tampoco hay una unidad que no se pueda romper. Los programas acentúan más o menos el carácter monodisciplinario o interdisciplinario de sus contenidos y estructura. Las posibilidades están abiertas. 5.- Por tanto, el grado de integración en el plan de estudios en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, si bien tiene algún grado de arbitrariedad, no tiene en esta arbitrariedad un carácter específico. La comparación con otros planes de estudio con una inquietud de integración similar nos muestra que tal aspiración interdisciplinaria es legítima, y que depende de quienes en él intervienen el definir hasta dónde quieren llevar a cabo esta integración, así como el pensar en los posibles aportes que dicha integración puede hacer al progreso en el conocimiento social. Bibliografía Addiechi, Florencia, La fundación de la uacm: entre la descalificación y el silencio. Notas críticas sobre la identidad del académico mexicano, México, UACM, 2014, 343 pp. Bottomore, Tom y Robert Nisbet, Historia del análisis sociológico, Buenos Aires, Amorrortu, 1988, 797 pp. Bouvier, Pierre, “L’objet de la socio-anthropologie: Crise, déstructuration, recomposition, perdurance”, Socio-anthropologie [On line], núm. 1, 1997. URL: http://socioanthropologie.revues.org/27 Comité Académico Colegiado Interinstitucional UACM-CIESAS (2004), Licenciatura en Ciencias Sociales (Antropología social y Sociología), México, 97 pp. Díaz Vázquez, María del Carmen (coordinadora), El ciclo básico y el proyecto educativo en la UACM: un estudio interdisciplinario, México, UACM, 2012, 416 pp. Durkheim, Émile (1982), Las formas elementales de la vida religiosa, Madrid, Akal, 423 pp. Fisher, Berenice M. y Anselm L. Strauss (1988), “El interaccionismo”, en Tom Bottomore y Robert Nisbet, Historia del análisis sociológico, Buenos Aires, Amorrortu, pp. 522-569. Foote Whyte, William (1971), La sociedad de las esquinas, México, Diana, 495 pp. Giddens, Anthony et al. (1991), La teoría social, hoy, México, CONACULTA-Alianza Editorial, 544 pp. Hannerz, Ulf (1986), Exploración de la ciudad: hacia una antropología urbana, México, FCE, 386 PP. Joas, Hans (1991), “Interaccionismo simbólico”, en Anthony Giddens et al., La teoría social, hoy, México, CONACULTA-Alianza Editorial, pp. 112-154. Kain, Edward L., Theodore C. Wagenaar y Carla B. Howery (2006), Models and best practices for Joint sociology-anthropology departments, Academic and Professional Affairs Program (American Sociological Association), 24 pp. Korsbaek, Leif, “La antropología y la sociología”, Investigaciones sociales, vol. 18, núm. 32, 2014, pp. 13-28 (online ISSN: 1818-4758). Lévi-Strauss, Claude (1984), “Lo que la etnología le debe a Durkheim”, en Antropología estructural, pp. 45-50. Park, Robert E. (1952), Human Communities, Glencoe, Free Press. (cit. en Hannerz, 1986) Patricia Arias y Jorge Durand (2008), Mexicanos en Chicago. Diario de campo de Robert Redfield, México, Miguel Ángel Porrua, CUCSH, Centro Universitario de los Lagos, El Colegio de San Luis, CIESAS, 238 pp. http://socio-anthropologie.revues.org/ https://seminariosocioantropologia.wordpress.com/ http://sociology.ceu.hu https://dep-socio.u-paris10.fr/dpt-ufr-ssa-sociologie/socio-anthropologie-du-mondecontemporain-232033.kjsp Anexo. Figura 1. Comparación de los planes de estudio en sociología y antropología en la Universidad de Texas. Figura 2. Comparación de los planes de estudio en sociología, antropología y conjunto en sociología y antropología social en Skidmore College. Figura 3. Ejemplo de plan de estudios SOAN con áreas de concentración en sociología y antropología social que comparten materias de teoría y metodología y algunos seminarios al final de la licenciatura. Figura 4. Ejemplo de departamento conjunto que ofrece tres planes de estudio con algunas materias específicamente SOAN. Figura 5. Ejemplo de departamento conjunto que ofrece solamente un plan de estudios SOAN, con materias SOAN, SO y ANTH. La diferencia con el tipo anterior es que aquí se acentúa el carácter conjunto del plan de estudios. No existen planes diferenciados de cada disciplina. Figura 6. Ejemplo de un programa totalmente integrado. Todas las materias tienen sufijo SOAN. Figura 7. Esquema “evolutivo”. De programas independientes a un programa interdisciplinario integrado de antropología social y sociología.