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INTEGRANTES: Jenny Bonilla Erica Caizaluisa Jorge Caizaluisa Juan Carrasco Gabriela Cepeda FECHA: Miércoles 11 de octubre de 2006 CARRERA: Electrónica y Telecomunicaciones PROFESOR: Phd. Iván Bernal Nanomedicine James Baker designs nanoparticles to guide drugs directly into cancer cells, which could lead to far safer treatments. By Kevin Bullis This article is the second in a series of 10 stories we're running over two weeks, covering today's most significant (and just plain cool) emerging technologies. It's part of our annual "10 Emerging Technologies" report, which appears in the March/April print issue of Technology Review. The treatment begins with an injection of an unremarkable-looking clear fluid. Invisible inside, however, are particles precisely engineered to slip past barriers such as blood vessel walls, latch onto cancer cells, and trick the cells into engulfing them as if they were food. These Trojan particles flag the cells with a fluorescent dye and simultaneously destroy them with a drug. Developed by University of Michigan physician and researcher James Baker, these multipurpose nanoparticles -- which should be ready for patient trials later this year -are at the leading edge of a nanotechnology-based medical revolution. Such methodically designed nanoparticles have the potential to transfigure the diagnosis and treatment of not only cancer but virtually any disease. Already, researchers are working on inexpensive tests that could distinguish a case of the sniffles from the early symptoms of a bioterror attack, as well as treatments for disorders ranging from rheumatoid arthritis to cystic fibrosis. The molecular finesse of nanotechnology, Baker says, makes it possible to "find things like tumor cells or inflammatory cells and get into them and change them directly." Cancer therapies may be the first nanomedicines to take off. Treatments that deliver drugs to the neighborhood of cancer cells in nanoscale capsules have recently become available for breast and ovarian cancers and for Kaposi's sarcoma. The next generation of treatments, not yet approved, improves the drugs by delivering them inside individual cancer cells. This generation also boasts multifunction particles such as Baker's; in experiments reported last June, Baker's particles slowed and even killed human tumors grown in mice far more efficiently than conventional chemotherapy. "The field is dramatically expanding," says Piotr Grodzinski, program director of the National Cancer Institute's Alliance for Nanotechnology in Cancer. "It's not an evolutionary technology; it's a disruptive technology that can address the problems which former approaches couldn't." The heart of Baker's approach is a highly branched molecule called a dendrimer. Each dendrimer has more than a hundred molecular "hooks" on its surface. To five or six of these, Baker connects folic-acid molecules. Because folic acid is a vitamin, most cells in the body have proteins on their surfaces that bind to it. But many cancer cells have significantly more of these receptors than normal cells. Baker links an anticancer drug to other branches of the dendrimer; when cancer cells ingest the folic acid, they consume the deadly drugs as well. The approach is versatile. Baker has laden the dendrimers with molecules that glow under MRI scans, which can reveal the location of a cancer. And he can hook different targeting molecules and drugs to the dendrimers to treat a variety of tumors. He plans to begin human trials later this year, potentially on ovarian or head and neck cancer. Mauro Ferrari, a professor of internal medicine, engineering, and materials science at Ohio State University, is hopeful about what Baker's work could mean for cancer patients. "What Jim is doing is very important," he says. "It is part of the second wave of approaches to targeted therapeutics, which I think will have tremendous acceleration of progress in the years to come." To hasten development of nano-based therapies, the NCI alliance has committed $144.3 million to nanotech-related projects, funding seven centers of excellence for cancer nanotechnology and 12 projects to develop diagnostics and treatments, including Baker's. Baker has already begun work on a modular system in which dendrimers adorned with different drugs, imaging agents, or cancer-targeting molecules could be "zipped together." Ultimately, doctors might be able to create personalized combinations of nanomedicines by simply mixing the contents of vials of dendrimers. Such a system is at least 10 years away from routine use, but Baker's basic design could be approved for use in patients in as little as five years. That kind of rapid progress is a huge part of what excites doctors and researchers about nanotechnology's medical potential. "It will completely revolutionize large branches of medicine," says Ferrari. OTHER PLAYERS Nanomedicine Raoul Kopelman -- Nanoparticles for cancer imaging and therapy University of Michigan Robert Langer -- Nanoparticle drug delivery for prostate cancer MIT Charles Lieber -- Nanowire devices for virus detection and cancer screening Harvard University Ralph Weissleder -- Magnetic nano-particles for cancer imaging Harvard University Marzo/Abril 2006 NANOMEDICINA O MEDICINA EN MINIATURA James Baker diseña nanopartículas para dirigir medicinas directamente dentro de células de cáncer, lo cual podría llevar a tratamientos mucho más seguros. Por Kevin Bullis Este artículo es el segundo de una serie de 10 historias que nosotros estamos circulando alrededor de dos semanas, cubriendo hoy más significativamente (y solo planeándolo bien) tecnologías emergentes. Este es parte de nuestro anuario "10 Tecnologías Emergentes" reporte, el cual aparece en la edición impresa en Marzo/Abril sobre la Revisión de Tecnología. El tratamiento comienza con una inyección de un fluido claro imperceptible . Invisible dentro, sin embargo, son partículas precisamente diseñadas para resbalar por delante de barreras como las paredes de los vasos sanguíneos, anclándose en las células cancerígenas, y engañan a las células en la ingestión de las nanopartículas como si se tratasen de alimentos. Estas partículas troyanas señalan las células con un tinte fluorescente y simultáneamente las destruyen con una medicina. Desarrollado por el médico e investigador James Baker de la Universidad de Michigan, éstas nanopartículas con múltiples propósitos -- las cuales deberían estar listas para ensayos en pacientes después de este año -- están al borde de una revolución medica basada en la Nanotecnología. Tales nanopartículas diseñadas metódicamente tienen el potencial para transfigurar el diagnóstico y el tratamiento no sólo del cáncer, pero virtualmente cualquier enfermedad. Inmediatamente, los investigadores están trabajando en pruebas baratas que podrían distinguir un caso de respiración con ruido de los síntomas tempranos de un ataque de bioterrorismo, así como tratamientos para desórdenes en el paso de la artritis reumática a la fibrosis cística. La delicadeza molecular de la Nanotecnología, Baker dice, esto hara posible "encontrar cosas como células de tumor o células inflamatorias, entrar en ellos y cambiarlas directamente”. Las terapias de Cáncer pueden ser las primeras descartadas por la nanomedicina. Tratamientos que entregan drogas a los alrededores de las células de cáncer en cápsulas de nanoescala se han puesto disponibles recientemente para el cáncer de mamas y ovarios y para el sarcoma de Kaposi. La próxima generación de tratamientos, aún no aceptados, perfecciona las drogas para liberarlas dentro de las células del cáncer individuales. Esta generación también se jacta por partículas multifunción como las de Baker; en experimentos reportados el pasado junio, las partículas de Baker retardaron e incluso mataron tumores humanos crecidos en ratones, mucho más eficientemente que la quimioterapia convencional. "El campo se está extendiendo dramáticamente," dice Piotr Grodzinski, director del programa de la Alianza de Institutos Nacionales del Cáncer para la Nanotecnología en Cáncer. "No es una tecnología evolutiva; es una tecnología disociadora que puede dirigirse a los problemas que los acercamientos anteriores no pudieron." El acceso al corazón de Baker es una molécula favorablemente seccionada llamada dendrimer. Cada dendrimer tiene más de cien "ganchos" moleculares en su superficie. A cinco o seis de estos, Baker conecta moléculas de acido fólico. Porque el acido fólico es una vitamina, muchas células en el cuerpo tiene proteínas en sus superficies enlazadas. Pero muchas células cancerigenas tienen significativamente más de estos receptores que células normales. Baker une una droga anticancerígena a otras secciones del dendrimer; cuando las células cancerigenas ingieren el ácido fólico, ellas consumen las drogas mortales también. El acercamiento es versátil. Baker tiene cargado el dendrimer con moléculas que brillan bajo examinadores MRI, los cuales pueden revelar la ubicación del cáncer. Y él puede enganchar diferentes moléculas de marca y drogas al dendrimers para tratar una variedad de tumores. Él planea empezar ensayos humanos después este año, potencialmente en cáncer de ovarios, cabeza y cuello. Mauro Ferrari, profesor de medicina interna, ingeniería, y ciencia de los materiales en la Universidad del Estado de Ohio, está esperanzado acerca de como podría el trabajo de Baker significar para los pacientes de cáncer. “Lo que Jim está haciendo es muy importante”, dice él. “Este es parte de una segunda ola de avances de las terapias dirigidas, de las cuales pienso tendrá tremenda aceleración de progreso en los años por venir “. Para acelerar el desarrollo de terapias basadas en nano-tecnologías, la alianza NCI ha comprometido $144.3 millones a los proyectos relacionados con nano-tecnología, fundando siete centros de excelencia en nano-tecnología del cáncer y 12 proyectos para desarrollar diagnósticos y tratamientos, incluyendo al de Baker. Baker ha comenzado ya el trabajo sobre un sistema modular en el cual los dendrimers junto con diversas drogas, agentes imaginarios o apuntadores de cáncer , se podrían “comprimir juntas”. Ultimamente , los doctores pudieron crear combinaciones personalizadas de nanomedicines simplemente mezclando el contenido de dendrimers. Tal sistema por lo menos sera de uso rutinario en 10 años , pero el diseño básico de Barker podría ser aprobado para el uso en pacientes dentro de cinco años. Este tipo de progreso que es rápido y además es enorme parte de que motiva a doctores y a investigadores sobre el potencial médico de la nanotecnologia. “Ya que revolucionará totalmente ramas grandes de la medicina” . dice a Ferrari. Otros Actores Nanomedicina Investigador Raoul Kopelman Universidad de Michigan Robert Langer MTI Charles Lieber Universidad Harvard Ralph Weissleder Universidad Harvard Proyecto Nanoparticulas para la terapia y señalización del cáncer Nanoparticulas distribuidoras de drogas para el cáncer de próstata Nanoconductos para la de detección de virus y escaneo del cáncer Nanoparticulas magnéticas para la señalización del cáncer