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El “Barco del Arroz” era un barco de presos republicanos de la guerra civil. El destino más probable de quien forzadamente embarcaba en él era la “desaparición”. El Canal del Bajo Guadalquivir (el que vemos cuando venimos del Valme) que va desde Peñaflor hasta Lebrija, fue fruto del trabajo forzado de represaliados por Franco. Los barrios de Valdezorras, Torreblanca, Bellavista, Merinales y otros surgieron como consecuencia del asentamiento de los familiares de los presos, para estar cerca de ellos.. Los campos de concentración no fueron una perversidad exclusiva de los nazis. En la España de Franco duraron casi 30 años. En la provincia de Sevilla había cuatro: Guillena, La Corchuela, El Arenoso y Los Merinales (Dos Hermanas). Miles de personas fueron fusiladas y enterradas en fosas comunes. A día de hoy muchos familiares de las víctimas siguen sin saber donde están los restos de sus seres queridos, no teniendo ni siquiera un sitio al que ir a llorar, recordar o poner flores. En los últimos años ha surgido un movimiento social, por toda la geografía española, que pretende, por un lado, dar a conocer a toda la sociedad hechos como los arriba descritos (silenciados intencionadamente). El horror que sufrieron los perdedores de la guerra y sus familiares fue ocultado, primero por el régimen franquista y después por un pacto de silencio de los partidos durante la transición democrática. Por otro lado, el movimiento persigue homenajear, reconocer y dignificar a muchas personas que no fueron reconocidas como tales o que no vieron resarcidos sus derechos cuando llegó la democracia. Consideramos No se trata de remover el pasado para generar odios y enfrentamientos, se trata de mirar atrás para aprender de los errores y de los horrores, conocer la barbarie para que nunca más se vuelva a producir, para que no mitifiquemos ni ideologías ni épocas pasadas. Dicen que “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”. Las nuevas generaciones sabemos muy poco de lo que supuso el régimen franquista, un régimen de terror, genocida, cruel. que para ponerle el punto y final a la Guerra Civil y al franquismo hay que hacer de portavoz de quienes en su día no pudieron expresarse libremente: las víctimas olvidadas. Por consiguiente, hay que revisar la historia, porque la historia oficial la escribieron los vencedores, arrojando a las cunetas del olvido todo aquello que a éstos no les convenía. La lucha de la memoria contra el olvido es también un elemento imprescindible para hacer justicia, para transformar la sociedad en un sentido más humano. Después de 29 años del final de la dictadura y de más de 26 años de democracia consolidada, gran parte de los acontecimientos históricos siguen estando silenciados, ocultados o distorsionados injustamente. Y esto no puede ser. Ha llegado el momento de hacer visible lo que se ha ocultado por un pacto de silencio. No puede pasar más tiempo sin que se sepa toda la verdad de lo que ocurrió. En este sentido es importante que no se olvide el horror y el sufrimiento de miles de personas víctimas de la feroz represión franquista, con las que tenemos una gran deuda, porque no han tenido el reconocimiento que se merecen ni sus familias han sido reparadas moralmente. Entre estas víctimas se hallan quienes fueron obligados a combatir del lado de Franco; quienes murieron cuando ya había acabado la contienda, siendo ejecutadas sin juicio y hechas desaparecer en fosas comunes para enterrar, con ellas, el recuerdo de los vencidos; quienes tras la guerra cargaron sobre sus espaldas las iras del sinsentido y fueron utilizados cruelmente como esclavos en la construcción de ambiciosas obras de ingeniería; y quienes fueron literalmente apaleados por el mero hecho de oponerse al régimen o por culpa del arbitrio de un delator poderoso movido por el odio. Todas ellas son víctimas no reconocidas de un régimen atroz que les negó la consideración de personas. Tenemos que construir una sociedad con memoria y reconciliada con su propia historia. En ese sentido las víctimas son un pasado que no nos debe ser ajeno, pues sobre su sangre se ha cimentado nuestro presente y nuestro futuro. Su recuerdo tiene que formar parte inseparable de nuestra historia. Tienen que vivir en nuestro corazón y en nuestros esfuerzos por lograr un mundo mejor. Por eso no podemos seguir mirando hacia otro lado, sin hacerles un merecido homenaje a las víctimas olvidadas. Tenemos que saber quienes murieron, dónde y porqué. No nos interesa saber quienes fueron los que apretaron el gatillo, porque se trata de cerrar heridas, no de volverlas a abrir. Y para ello hay que extraer el veneno de la injusticia y del silencio que aún sigue produciendo dolor. Entre estas víctimas olvidadas también hubo gente de nuestro pueblo, visueños-as que sufrieron en sus carnes la barbarie de la dictadura franquista, por defender la libertad y la legalidad constitucional, y que, pese a ello, han permanecido en un rincón marginal e infame de nuestra tergiversada historia contemporánea. Aunque es necesario investigar más, tenemos constancia de que en nuestra localidad hubo veintiocho personas eliminadas (fusiladas o hechas desaparecer en “El Barco del Arroz”) y cuatro condenadas a trabajos forzados. En Solano creemos que ha llegado la hora de hacer justicia con ello/as. Dado que ninguna organización ha tenido la sensibilidad ni el coraje democrático de plantear este tema en nuestro pueblo, desde hace un tiempo Solano (dando rienda suelta a esa vocación dinamizadora y estimuladora de la sociedad visueña que nos caracteriza) viene promoviendo una serie de actividades para contribuir al debate de la recuperación de la memoria histórica y a la rehabilitación de las víctimas olvidadas: charlas, pancartas, rueda de prensa, foro en internet y moción al Pleno del Ayuntamiento. Para Solano, como organización pacifista, uno de nuestros cometidos es divulgar una cultura de Paz, denunciar el horror y la barbarie, en definitiva, aspirar a transformar la sociedad en un sentido más humano, para que no se repitan episodios crueles como la represión del régimen franquista. Para quienes componemos este colectivo la Paz es algo más que la ausencia de guerra. Por eso entendemos que a escala global no puede haber Paz de calidad si no hay justicia, si hay desigualdades, doble rasero, y en el caso que nos ocupa, no podemos construir un buen futuro si no hay memoria histórica, si no reflexionamos sobre el pasado. La Paz es incompatible con el silencio, con el injusto olvido de una parte de las víctimas. En Solano creemos que el trato y la posición que una sociedad da a las víctimas es un indicador del nivel de su civilización. Por eso la recuperación de la memoria histórica es un elemento imprescindible para desterrar el miedo, para construir una democracia de calidad, una sociedad madura con talla ética. Si deseas participar en esta actividad de Recuperación de la Memoria Histórica, en otras que estemos realizando, o simplemente, recibir información sobre las distintas actuaciones que vamos desarrollando, rellena los siguientes datos y envíalos por carta o correo electrónico a: Nombre:....................................................... Dirección:..................................................... Teléfono ....................................................... Correo electrónico:...................................... Queremos que la Corporación Municipal haga un sano ejercicio democrático de reconocimiento de las víctimas olvidadas como ya se ha hecho en muchos sitios. Quedan muchas víctimas pendientes de ser rehabilitadas, de que se dignifiquen sus vidas. Por eso le pedimos al Ayuntamiento que tenga la valentía suficiente, el coraje democrático necesario, para reconocer institucionalmente a todos los visueños represaliados o desaparecidos por el franquismo. Somos conscientes de que puede haber algún daño colateral, pero no por ello se puede renunciar al bien supremo de reparar moralmente a quienes sufrieron la crueldad del régimen franquista. 1.- Reconocimiento institucional, mediante la celebración de un pleno extraordinario u otra formula, de los visueños fusilados. 2.- Nombramiento de plazas o calles que recuerden a las víctimas provocadas por el franquismo (Plaza de los Exiliados, Plaza de los Desaparecidos, Plaza de los Fusilados...de la misma forma que hay una Plaza de los Caídos). 3.- Construcción de un monumento o monolito en memoria de los fusilados, donde aparezcan sus nombres. 4.- Que el Ayuntamiento investigue sobre lo que ocurrió en nuestro pueblo, a través de la convocatoria de una beca o a través de un convenio con el grupo de trabajo “Recuperando la Memoria de la Historia Social ...” o de la fórmula que crea más adecuada. 5.- Que el Ayuntamiento publique un libro con los resultados de la investigación y lo reparta por todas las casas. 6.- Que se acoja a las convocatorias de subvenciones de la Consejería de Justicia para proyectos de recuperación de la memoria. 7.- Dar traslado de los acuerdos a los medios de comunicación locales y de otro ámbito, a los familiares de las víctimas, etc... Nos importan todas las víctimas de la guerra civil, porque en una guerra todo son desgracias. Todo lo que se haga en su recuerdo es poco. El Viso no fue escenario de combates en la Guerra Civil y todas las víctimas fueron provocadas por la represión franquista: unos porque fueron detenidos o fusilados por ser considerados “rojos” y otros porque fueron obligados a combatir del lado de Franco, si no querían correr la misma suerte. Ahora bien, existe un agravio comparativo, porque mientras los segundos tuvieron homenajes y reconocimientos a través de dedicatorias de calles, Plazas de Los Caídos, apoyo a sus familias, etc..., los primeros no sólo no fueron reconocidos, sino que la represión se ensañó también con sus familiares. Por todo ello, nos parece magnífico que se homenajee más, si se quiere, a los segundos, pero lo que no queremos es que, cuando se pide como desagravio un reconocimiento de las víctimas olvidadas, se quiera diluir o eludir con un reconocimiento a todas las víctimas. Aquí no cabe la equidistancia. No es ecuánime, no es justo, tratar de la misma forma distintos casos o situaciones. No es una cuestión de doble rasero...es una cuestión de justicia.