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Simple Joys - Piya Tan ©2009-2014
Cómo funciona la auto-sanación
Por Piya Tan © 2009 -2014
Traducción al Español (con permiso) por Jorge Contreras © 2014.
Fuente: Simple Joys by Piya Tan © 2009-2014, 2.1 How self-healing works | R87, http://dharmafarer.org
En mis 40 años de terapia budista, he notado que todos mis pacientes invariablemente dicen que están
sufriendo de algún tipo de dolor emocional, pero al final, su sonrisa muestra el primer paso hacia la
sanación. Las dinámicas budistas de la sanación de la mente son simples, compasivas y efectivas.
Permítanme hablar resumidamente sobre cómo y porqué funciona la terapia budista.
Primero, tenemos que lograr que el paciente defina como es realmente el dolor, y no hacerlo más
grande de lo que ya es. (Nunca le digas al paciente “¡Todo está bien!” Si fuese así, ¡no vendría a hacer
terapia!) Luego el paciente me dirá mucho de si mismo o de si misma: cosas relevantes y cosas
irrelevantes. La idea es observar los signos y patrones en el bosque de palabras, para poder encontrar el
árbol de la verdad. Tenemos que trabajar juntos para identificar el problema verdadero o principal.
Segundo, debemos ayudar al paciente a descubrir las causas de su dolor, lo que significa que el paciente
deberá examinar aspectos más profundos de su vida, que a veces son inconscientes. La idea es llevar al
paciente a una plena aceptación y consciencia de esas causas. Nos preparamos y protegemos mejor
cuando conocemos y vemos al “enemigo.”
En esta misma etapa, al paciente se le enseña la enseñanza budista de “no identificarse con el dolor” (es
decir, de no aferrarnos a la mentalidad de victima, como lo enseña el Dh 3-4), y la enseñanza de “lidiar
con el problema, no con la persona” (como lo enseña el Araṇa,vibhaṅga Sutta, M 139).
Tercero, le muestro al paciente varias alternativas o posibilidades para trabajar en una solución. En este
punto, el hecho de conocer mejor al cliente y al problema, hace que sea más capaz de esclarecer por
qué ciertas estrategias funcionarán mejor que otras.
Aquí es cuando le enseño al paciente algo de amor-benevolente, que es esencialmente, la autoaceptación incondicional de nosotros mismos y de otros, del perdón, de abrir las puertas de nuestro
corazón. A veces, el problema está fuertemente enraizado en la culpa; entonces, el cliente ahora es
capaz de liberarse a si mismo de todas las nociones de pecado, de falta de auto-estima y del miedo.
En la cuarta y última etapa, el paciente está aliviado, gracias al resumen y el refuerzo, de las raíces del
problema, de sus manifestaciones, de las reacciones erráticas ante tales estímulos, y lo que es más
importante: de como trabajaremos sabiamente ante tales estímulos de ahora en adelante.
En este punto, el paciente recibe las enseñanzas del “momento presente.” Una simple definición de
“problema” es que es algo del pasado o del futuro, donde nos sentimos impotentes. Se le enseña al
cliente a pasar más tiempo, sino todo el tiempo, en el momento presente, donde está la verdadera
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realidad, y empoderarlos a vivir y disfrutar del momento presente.
El budismo tiene muchas herramientas para ayudarnos a vivir en el momento presente de forma
efectiva, feliz y creativa. A menudo, el paciente recibe alguna enseñanza simple y guiada, o lo que es
mejor, atiende a un curso de meditación para principiantes. También se les recomienda a asistir a un
curso de psicología budista y cursos similares que explican como funciona la mente y la meditación.
De esta forma, los pacientes tienen una comprensión teórica y práctica del auto-empoderamiento, del
auto-ayuda y de la auto-sanación, de lo que en realidad se trata la terapia budista.
Somos terapeutas más efectivos al facilitarle o mostrarle al paciente, a aprender como debería observar
sus problemas y las situaciones de un modo más objetivo y sabio. El poder especial de la terapia
budista es que nos bendice con el auto-empoderamiento. No necesitamos apoyarnos en algún “otro”
poder, ya sea de alguien más (como de alguien a quien culpar, o de quien depender emocionalmente) o
alguna otra cosa (como en alguna idea de Dios o demonios).
Nótese que hasta aquí, nunca usamos la palabra “consejo,” ya que los terapeutas no son consejeros. La
razón de esto es simple e importante: solo tenemos una ventana limitada de tiempo con el paciente (una
hora o algo más), y esta es demasiado corto para darse algún consejo que pueda afectar
indefinidamente al paciente.
Nuestros problemas surgen en nuestras mentes, y estos se corrigen mejor allí y por nosotros mismos.
Inicialmente sufrimos porque sabemos que algo anda mal, sabemos que podemos estar mejor que esto.
La terapia budista te dice como. Te hace a ti mismo un auto-terapeuta: el budismo te dice que eres la
mejor persona para ayudarte a ti mismo. De otro modo, deberías examinar tus creencias y valores, y
comenzar con la terapia budista.
R 87 Simple Joys 2.1
Piya Tan ©2009-2014
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