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La Edad Media Edad Media Siglo V- Siglo XV Crisis del siglo XIV Edad Moderna Edad Contemporánea Siglo XV- Siglo XVIII Siglo XVIII- Siglo XXI Recuperación Caída de Constantinopla en poder de los turcos otomanos (1453) Revolución Francesa (1789) Entre los siglos V y XV transcurren mil años. En este período, llamado Edad Media, la historia del “viejo mundo” se desarrolló alrededor de tres núcleos culturales a los que llamamos: mundo cristiano feudal, mundo bizantino y mundo musulmán. Los historiadores han situado como fecha de inicio de la Edad Media la caída del Imperio Romano de Occidente en manos de las tribus germánicas, en el año 476 dC. Durante la mayor parte de la Edad Media, Europa, al norte de África, y el Cercano Oriente, fueron escenario de guerras, invasiones y defensas. Por necesidad de supervivencia, para la conquista de nuevos territorios o por defender una fe religiosa, el mar Mediterráneo, que en la antigüedad había sido la principal vía de intercambio, se transformó en un campo de batalla. Junto a las nuevas condiciones de vida, las sociedades cambiaron. Mientras las antiguas ciudades fueron abandonadas, otras concentraron el poder. a) El Imperio Bizantino Como se vio anteriormente, el imperio romano de occidente fue desintegrándose poco a poco hasta derrumbarse con la invasión germánica. El Oriente, en cambio, enraizado en tres corrientes culturales: el helenismo, el oriente y el cristianismo, constituyó un verdadero reservorio de la cultura antigua durante diez siglos más. La capital del Imperio Romano de Oriente, Constantinopla (antigua ciudad griega de Bizancio), ubicada estratégicamente entre el Mar Negro y el mar de Mármara, era el paso obligado en la ruta comercial entre Asia y Europa. Esto le permitió un crecimiento sostenido, no sólo en población, sino también edilicia y económicamente. La prosperidad se cimentaba principalmente en su flota mercante y en un eficiente artesanado. Desde Irán, Arabia, India y China afluían a Bizancio los refinados productos de esas comarcas, tales como piedras preciosas, sedas, porcelanas, perfumes, marfiles, etc. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 1 Mientras, el Imperio los proveía de vajillas de vidrio, tejidos y obras de orfebrería. Estos mercaderes bizantinos también proveían a las clases pudientes de Europa Occidental, de importantes artículos de lujo. Los recursos emanados de la industria y el comercio proporcionaron grandes beneficios al emperador, lo que les permitió mantener tropas mercenarias para defender y ensanchar sus fronteras. La característica principal de la monarquía bizantina era la fastuosidad, puesta de manifiesto en el ceremonial de la corte, la liturgia y el arte. Los reyes gozaban de un poder ilimitado y los funcionarios imperiales tenían a su cargo la administración del imperio, sin la más mínima participación de la población. Como consecuencia de ello, junto a imponentes edificios públicos, la abundancia de palacios e iglesias, ricos comerciantes y aristócratas, coexistía una población marginada, hacinada en humildes casas, construidas en estrechas y sucias callejuelas. b) El Islam Mahoma y el Islam Mahoma nació en la ciudad de La Meca, alrededor del año 570. Se dedicó desde joven al comercio lo que le permitió entrar en contacto con mercaderes judíos y cristianos aprendiendo de ellos los fundamentos de ambas religiones. Después de casarse, se dedicó a predicar un nuevo culto, basado en el modelo judeocristiano, que proclamaba la existencia de un solo dios, Alá, y una serie de principios morales y religiosos. Mahoma inició su prédica en la ciudad de La Meca, donde se encontraba el templo de Kaaba, donde se adoraba una inmensa piedra negra. En su prédica, atacaba el politeísmo y proclamaba que debían ser destruidos toda clase de amuletos e ídolos. Esto provocó la reacción de los sostenedores del culto Kaaba, viéndose obligado a huir de la ciudad en el año 622. Mahoma se refugió en la ciudad de Medina, donde comenzará a reunir a sus partidarios, cada vez más numerosos, que recibieron el nombre de musulmanes. En el año 632, los musulmanes se apoderaron de la ciudad de La Meca y destruyeron todos sus ídolos. A partir de este acontecimiento, la población se fue convirtiendo al islamismo, convirtiéndose en un Estado política y religiosamente unificado en torno al profeta y sus descendientes, a los que se llamó califas. Sus enseñanzas fueron recogidas por sus discípulos en un libro: el Corán, libro sagrado de esta nueva religión llamada Islam, que significa obediencia a la religión de Alá. A la muerte de Mahoma, sus sucesores, los Califas, llevaron a cabo un formidable movimiento de expansión. Vencieron a los bizantinos y a los persas, y más tarde, ocuparon Siria, Palestina y Egipto (en Occidente) y Mesopotamia e Irán (en Oriente). Debido a grandes conflictos internos, surge una nueva dinastía: los Omeyas, que trasladaron la sede del Califato a Damasco (Siria) y desde allí extendieron sus dominios hasta el río Indo, ocuparon el Turquestán, penetraron en el sur de Asia Menor y en el norte de África hasta el Atlántico. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 2 En el año 771, la decadencia de la monarquía visigoda en España fue aprovechada por los árabes y en poco tiempo, el reino visigodo quedó en manos de los musulmanes. España se convirtió en un emirato (provincia) dependiente del califato de Damasco, gobernado por un Emir que residía en Córdoba. Los árabes asimilaron y recogieron la herencia cultural de las antiguas civilizaciones llegando a desarrollar una importante cultura. La medicina, la matemática, la astronomía y la alquimia fueron objeto de especiales estudios. Crearon el número cero y el sistema numérico que usamos actualmente, desarrollaron el álgebra, inventaron los logaritmos. En el aspecto literario, se destacaron en la poesía y en el desarrollo de una literatura fantástica, constituyendo el relato de Las Mil y Una noches, Aladino y su lámpara maravillosa o Simbad el marino, ejemplos de su riqueza. Por razones religiosas, no hacían ningún tipo de representaciones de figuras humanas o animales, por lo que no desarrollaron ni la pintura ni la escultura. Pero sí, la arquitectura, en la que se reflejan los aportes de bizantinos y persas; construyeron bellísimos edificios a los que decoraron utilizando mosaicos, el arco en forma de herradura, coronándolos con hermosas cúpulas. El arte también se vio reflejado en sus famosas y finísimas telas, las muselinas y los brocados de Damasco, los tejidos de seda, el trabajo en cuero, la fabricación de perfumes y la elaboración de joyas. Los árabes también son los responsables de la introducción en Europa del cultivo de arroz, los naranjos, el azafrán, el cáñamo y la utilización de canales de riego para mejorar la calidad de los cultivos. c) El mundo cristiano feudal El antiguo y poderoso Imperio Romano se había dividido en dos partes. Roma seguía siendo la capital de la región occidental y Constantinopla se convirtió en la capital de la región oriental. Mientras tanto, en las fronteras del gran imperio, se fueron asentando unos pueblos a quienes los romanos llamaban “bárbaros”. Durante largo tiempo estos grupos convivieron pacíficamente en las fronteras del imperio, e incluso comenzaron a integrarse en el ejército y las tareas agrícolas. Pero en el siglo V dC la situación cambió. Se inició la invasión violenta. Como en el oleaje del mar, unos pueblos empujaron a otros; la supervivencia estaba en juego. Desde el Asia central, los hunos comenzaron a moverse, cruzaron los montes Urales, y presionaron a los germanos que estaban en las fronteras del imperio. La región occidental del antiguo imperio romano fue la más afectada. Los germanos fueron ocupando las antiguas provincias y finalmente, en la ciudad de Roma, el emperador fue derrotado y reemplazado por un jefe militar germano, en el año 476. Entre la desintegración del Imperio Romano de Occidente y la formación de la Europa Moderna, esto es, desde el siglo III al siglo XV se gesta, se desarrolla la sociedad feudal del occidente europeo. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 3 La característica principal de este modelo social es la forma que tiene el sistema de trabajo: la servidumbre. Los siervos son personas que están obligadas a pagar un tributo al poseedor del dominio de las tierras, el señor feudal. Este tributo consistía en obligaciones de trabajo, en productos o en dinero. El señor poseía jurisdicción sobre la tierra y sobre las personas que la habitaban, sobre los que podía imponer obligaciones por la fuerza y en contra de su voluntad. En consecuencia, los siervos eran personas privadas de su libertad. Los señores feudales constituían un grupo minoritario y privilegiado de la sociedad. Eran guerreros nobles, cuyo símbolo era su casa: el castillo. El poder de los nobles era fundamentalmente militar. Aun así, la nobleza estaba constituida por diferentes estratos según las tierras y trabajadores que poseían. En el estrato más bajo se encontraban los caballeros. Entre los señores feudales se establecían vínculos o relaciones por las cuales un señor más débil o con menos riqueza solicitaba protección a otro más poderoso. Estas relaciones se establecían a través de un contrato feudal o vasallaje. El protegido o vasallo se comprometía con el señor a servirle y obedecerle – fundamentalmente en la guerra- a cambio de protección y beneficios territoriales. De esta manera, la sociedad feudal fue desarrollando una estructura de relaciones feudales y de servidumbre. En la cumbre estaba el rey, sobre los grandes señores de la aristocracia, pero a menudo con escaso poder y limitado a sus propios territorios. Los grandes señores, a su vez, controlaban a un conjunto de señores de menor poder y dominio. Por debajo de todos ellos, los productores sometidos a la servidumbre. A pesar de esta estructura de dominación, los campesinos medievales desarrollaron una intensa y compleja vida social. Además de los señores, la Iglesia fue poseedora de inmensas extensiones de tierras y de gran cantidad de siervos. Primero, por donaciones y luego por adquisiciones, la Iglesia fue construyendo un extenso poder territorial y económico. Aunque hubo numerosos movimientos de reforma religiosa que reclamaban volver a los ideales originales del cristianismo, los grandes obispos y abades conservaron sus privilegios y fortunas. La sociedad feudal era vista por los teólogos como una sociedad armónica constituida por tres órdenes sociales: los que guerreaban, los que oraban y los que trabajaban. Los tres órdenes eran HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 4 independientes y cada uno de ellos cumplía una función en la sociedad, de acuerdo a la voluntad de Dios. A partir de los cambios demográficos del siglo XII y del nuevo desarrollo de la economía urbana en Europa, se produjeron una serie de transformaciones relevantes dentro de la organización de la vida cotidiana. Con el importante incremento de la población, surge un nuevo modelo de relación entre las ciudades y los asentamientos rurales. Las familias, como residencia, unidad conyugal y sociedad para el trabajo, fueron el centro de la nueva organización económica. Para la época, entre el 40 y el 60 % de la población adulta estaba casada o vivía en uniones conyugales. Entre otras cosas, el trabajo de las mujeres se hizo más visible y aceptado socialmente. El medioevo fue una sociedad de hombres: padres, esposos, sacerdotes y maestros hablaban sobre las mujeres a las que enseñaban, aconsejaban, ordenaban y castigaban. Ellas debían ser modestas, sobrias, laboriosas, sumisas. No estaba bien su curiosidad, su inquietud, su autonomía. Los grandes tratados teológicos establecían distintos tipos femeninos: hijas, esposas, viudas. A pesar de toda esta discriminación, especialmente durante la Baja Edad Media, entre los siglos XIII y XV, las mujeres fueron dueñas y transmisoras de grandes herencias, tutoras, mecenas, comerciantes, artistas, campesinas, artesanas y trajinantes. La economía feudal Desde la crisis del Imperio Romano, se produjo una constante decadencia de las ciudades. Los centros urbanos fueron perdiendo su capacidad económica y social, y dejaron de concentrar productos y riquezas, Esto se debió en gran parte al clima de inseguridad y guerra que provocaban las invasiones de los pueblos germánicos, la piratería y la misma presencia militar imperial. La feudalización fue una respuesta a la crisis. La economía se volcó hacia la actividad rural y se limitaron las prácticas comerciales. Esto, en síntesis, se llamó la ruralización de la economía. La unidad productiva era el señorío o gran territorio bajo el dominio del señor feudal. Se tendía a producir todo lo necesario dentro de los propios límites, desde los productos del campo hasta las artesanías y herramientas. Este tipo de economía se denomina autosuficiente. La unidad productiva estaba dividida en sectores destinados a la producción para el señor, campos para los campesinos y tierras del común. Los campesinos vivían en pequeñas aldeas, en casas de madera rectangulares que eran hogar y establo a la vez, y estaban ubicadas en los alrededores del castillo o abadía. La expansión del feudalismo A partir del siglo XI la sociedad feudal experimentó un proceso de crecimiento económico que trajo aparejada una serie de transformaciones en la sociedad. El comercio recuperó su importancia, y con él, la de las ciudades. Además, el campo militar cobró un gran desarrollo. Las roturaciones. Los señores feudales buscaban obtener cada vez más riquezas. Por esta razón, comenzaron a cobrar nuevas rentas a sus siervos. Empujados por el hambre, los campesinos avanzaron sobre tierras baldías y bosques y los pusieron en producción. Para esto, debieron roturar la tierra, lo que significa que tuvieron que prepararla. El proceso de roturación implicó un crecimiento extensivo de la economía feudal, ya que se logró mediante la ampliación de la cantidad de tierra trabajada. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 5 Crecimiento del comercio y las ciudades. La prosperidad económica provocó un aumento de la actividad comercial, dedicada principalmente a obtener productos de prestigio para el consumo de los señores. Este crecimiento permitió que muchas ciudades europeas vivieran un renacer, al tiempo que surgieron nuevas. Paulatinamente, las ciudades obtuvieron autonomía respecto a los señores feudales, a veces negociando con ellos, otras buscando el apoyo de los reyes a quienes ayudaban entregando préstamos. De esta manera, ganaron libertades y adquirieron privilegios; como el derecho a establecer sus propias formas de gobierno, mediante la elección de autoridades y el establecimiento de normas para regular la vida y las actividades económicas dentro de la ciudad. Los burgueses. Quienes vivían en las ciudades recibían el nombre de burgueses, ya que las ciudades se denominaban burgos. Se dedicaban fundamentalmente a actividades comerciales y a la producción de artesanías. Los burgueses más ricos poseían talleres de elaboración de manufacturas y eran los propietarios y administradores de casas comerciales que hacían largos viajes para conseguir los productos de lujo que compraban los señores feudales. En las ciudades medievales también vivían los aprendices de los maestros artesanos y los empleados de los comerciantes, junto con hombres y mujeres provenientes de áreas rurales que se habían instalado allí en busca de trabajo. Los gremios y las guildas. Para protegerse ante los abusos de los señores feudales y de situaciones imprevistas, los artesanos se agruparon en gremios: corporaciones que supervisaban, controlaban y establecían reglas para quienes se dedicaban a la misma tarea en una ciudad o región. El gremio aseguraba la calidad y el precio de los productos, negociaba con señores y campesinos el costo de las materias primas y buscaba que los artesanos pudieran mantener sus talleres abiertos. Los comerciantes también se unieron en corporaciones similares llamadas guildas, que establecían rutas seguras por mar y por tierra y, en muchos casos, contrataban milicias para custodiar a los comerciantes. Además negociaban con el poder político para realizar acuerdos que les permitieran obtener privilegios y beneficios para ejercer el comercio y lograr permisos para atravesar determinadas zonas controladas por los poderes feudales. Las Cruzadas. El proceso de crecimiento económico estuvo acompañado de una expansión territorial, realizado por las armas. A mediados del siglo XI se iniciaron una serie de campañas militares hacia Oriente, con el objetivo de recuperar la Tierra Santa, que estaba en manos de los musulmanes. La Iglesia católica pretendía extender su influencia, pero los nobles también buscaban obtener tierras y riquezas. En paralelo, en la península Ibérica, el reino de Castilla inició un proceso de reconquista de los territorios ocupados por los musulmanes. La crisis del siglo XIV Durante el siglo XIV, estalló una crisis en la economía feudal. El hambre, la peste y las guerras produjeron una reducción de la población de Europa Occidental. Como consecuencia, la sociedad feudal experimentó numerosas transformaciones. La crisis se produjo por una combinación de variables. En primer lugar, se agotó la posibilidad de expandir las tierras cultivables, ya que se habían roturado prácticamente todos los bosques de Europa. Además, como no existían técnicas para abonar las tierras, la sobreutilización de este recurso redujo la productividad de la agricultura. Además, a mediados de siglo, irrumpió en Europa una enfermedad llegada de Oriente: la peste bubónica, transmitida por las ratas que venían en los barcos mercantes. Por último, se produjeron HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 6 batallas extensas, como la Guerra de los Cien Años –en la que se enfrentaron Inglaterra y Francia- que provocaron gastos de recursos y la destrucción de los campos. Uno de los principales resultados de la crisis fue la reducción de la población urbana y rural, y el consiguiente abandono de los campos. En los campos abandonados se produjo un nuevo fenómeno: el bandolerismo. Bajo esta modalidad, grupos de personas robaban a los caminantes y a los campesinos para vender su botín en las ciudades. Además se produjeron revueltas campesinas en Inglaterra y Francia, en las cuales los siervos exigían una reducción de las cargas feudales. Para los nobles, la crisis significó una doble amenaza. Al riesgo de la muerte se sumaba la fuga de los siervos hacia las ciudades. Por esta razón, cedieron a los reclamos de los campesinos. Esto los obligó a disminuir su consumo, lo que provocó que tuvieran menos riquezas para ostentar, con la consiguiente reducción de su poder. Esta debilidad fue aprovechada por los reyes, quienes comenzaron a reconstruir su poder. Esta crisis significó la decadencia del mundo feudal y si bien, se considera a la caída del Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino bajo el poder de los turcos otomanos, como el punto de partida para una nueva edad histórica, lo cierto es que el mundo que surgió a partir del resurgimiento europeo después de la crisis tendrá características políticas, sociales y económicas completamente diferentes de las que se observaron en la Edad Media. La Edad Moderna Recuperación del siglo XV La recuperación que experimentó Europa Occidental en el siglo XV provocó transformaciones significativas en la economía. Las tierras empezaron a ocuparse a medida que crecía la población. Poco a poco, algunos campesinos comenzaron a instalarse en aquellas parcelas que habían quedado vacías a causa de las grandes mortandades y pudieron ponerlas a producir con los métodos que empleaban en la Edad Media. Al mismo tiempo, en algunas regiones comenzaron a introducir mejoras en las técnicas de cultivo. Estos avances permitieron alcanzar una agricultura intensiva que mejoró los rendimientos de las tierras. Por otra parte, algunos señores decidieron cercar las tierras comunales y dedicarlas a la cría de ganado ovino. También se produjeron cambios en el trabajo artesanal. Junto con los productos de lujo comenzaron a comercializarse tejidos más simples y baratos fabricados por los campesinos en los telares de sus hogares. Esto les dio a los campesinos la posibilidad de un ingreso suplementario que contribuyó a mejorar parcialmente su situación. La reactivación de la economía agraria permitió un aumento en la actividad comercial. Se reactivaron algunas rutas comerciales que habían tenido vitalidad durante la Edad Media; de esta manera comenzaron a conectarse regiones lejanas a través del intercambio mercantil. El comercio en el área mediterránea sufrió una interrupción cuando, en 1453, los turcos otomanos conquistaron Constantinopla y lograron controlar las costas orientales del Mediterráneo. Como consecuencia, los comerciantes se orientaron hacia nuevos destinos: así se vincularon áreas muy lejanas como África Oriental, la India y China a través del océano Índico. Al mismo tiempo que se superaban los efectos negativos de la crisis, Europa Occidental asistió, junto al resurgimiento de la autoridad de los reyes, a la creación de la unidad política: las primeras HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 7 monarquías modernas comenzaron a consolidarse en Francia con Luis XI, en España con los Reyes Católicos y en Inglaterra con Enrique VII. Los elementos del Estado Moderno El surgimiento de los nuevos Estados llevaba implícitas ciertas condiciones: la existencia de un territorio homogéneo, el establecimiento de un poder central (que implicaba la reducción del antiguo poder señorial) y la renovación o creación de ciertos instrumentos para ejercer ese poder: La burocracia. Las nuevas funciones del Estado requirieron la existencia de un cuerpo de funcionarios capacitados. Surgieron así los consejos, los secretarios, los legistas y los embajadores. El ejército. Para imponerse, los reyes necesitaron de la fuerza de un ejército propio, compuesto fundamentalmente de mercenarios extranjeros, debido a la amenaza que hubiera significado armas a los sectores populares. Los impuestos. Para hacer frente al aumento del número de funcionarios y de ejércitos, los estados debieron recurrir a los impuestos que gravaron fundamentalmente a las clases más humildes, ya que los nobles y el clero, en su mayoría estaban eximidos de pagarlos. Por otro lado, los monarcas también se vieron obligados a recurrir a los banqueros para conseguir préstamos. Otras regiones de Europa, sin embargo, no compartieron estas características y sus territorios se mantuvieron fragmentados y bajo la autoridad de los señores como es el caso del Sacro Imperio Romano Germánico y la península Itálica. La sociedad moderna La nobleza. Continuó siendo la clase dominante durante la modernidad. A pesar de las concesiones que debió hacer a los campesinos y a la necesidad de ponerse bajo la protección de la monarquía, mantuvo su prestigio y su estatus social. Sin embargo, sufrió algunas modificaciones. La monarquía otorgó el título de nobles a miembros de la burguesía que accedieron a cargos en la corte. Surgió así una nobleza de toga, llamada así por el traje que usaban los funcionarios del rey junto a la tradicional nobleza de espada, que descendía de la antigua aristocracia medieval. La burguesía. La expansión comercial y su alianza con las monarquías les permitieron afianzar su posición e incrementar sus ganancias. Los grandes mercaderes y banqueros fueron los más beneficiados e incluso, adquirieron títulos de nobleza. Al mismo tiempo, surgieron diferencias sociales dentro de la burguesía ya que también la integraban artesanos y pequeños comerciantes que conformaban las capas medias y bajas de ella. Los campesinos. El campesinado continuó siendo el sector más numeroso de la sociedad y el que producía los excedentes que alimentaban las grandes fortunas de los nobles y burgueses y pagaban los impuestos que permitieron el crecimiento de las monarquías. También en su interior surgieron diferencias y su situación varió según las regiones. La mayor parte siguió viviendo al límite de la subsistencia lo cual hizo que muchos de ellos debieran trabajar a cambio de un salario para garantizar la supervivencia de su familia. La sociedad moderna siguió dividida según la función social que ocupaban los individuos en estamentos. La novedad fue que, si bien continuaban las jerarquías rígidas, éstas no eran HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 8 inmutables. De este modo, con el ascenso de la burguesía y la mejora de las condiciones de algunos sectores del campesinado, fue abriéndose espacio para la movilidad social. Cuestionamientos a la Iglesia A lo largo de la Edad Media, la Iglesia había recibido diversos cuestionamientos en relación a la forma en que estaba organizada y a temas ligados a la doctrina. La crisis del siglo XIV generó una fuerte inquietud espiritual. Cuando se produjo el crecimiento del siglo XV, la incertidumbre religiosa se extendió. Los fieles exigían la figura de un dios más humanizado. Este desajuste entre la vida cotidiana y el dogma de la Iglesia estimuló el interés por nuevas formas de religiosidad que respondieran a las necesidades espirituales de la nueva sociedad. Durante los siglos XV y XVI los cuestionamientos giraban en torno a la autoridad del Papa, que se veía envuelta en cuestiones políticas y económicas. Existía venta de cargos eclesiásticos y lo más polémico que fue la venta de indulgencias. Por medio de este mecanismo, los compradores conseguían perdón divino y evitaban el infierno sin que mediara arrepentimiento por los pecados cometidos. Martín Lutero era un monje de origen alemán, que publicó una serie de críticas con el fin de lograr una reforma de la Iglesia. En 1517, clavó su tesis en la puerta de la Iglesia de Wittenberg y se desencadenó un escándalo que culminó con la división de la Iglesia y el surgimiento de la denominada Reforma Protestante. Trascendidos sus dichos, Lutero fue excomulgado y condenado a morir en la hoguera pero el príncipe de Sajonia, Federico el Sabio, lo raptó y lo llevó a vivir en el castillo de Wartburg. Las ideas de Lutero se expandieron al resto de Europa. En Suiza, Juan Calvino impuso una dictadura religiosa donde persiguió y condenó a muerte a todo el que se opusiera al nuevo dogma. En Inglaterra, fue el rey Enrique VIII quien impulsó el protestantismo. Al negar el Papa su pedido de disolución de su matrimonio con Catalina de Aragón, para poder casarse con Ana Bolena, inició su ruptura con la Iglesia católica, surgiendo una nueva religión, mezcla de catolicismo y de calvinismo: el anglicanismo. Por su parte, ante los problemas iniciados con la Reforma, la Iglesia inició un proceso de transformación conocido como Contrarreforma. En un Concilio reunido en Trento entre 1545 y 1563, la Iglesia confirmó los principios cuestionados por los protestantes. Sin embargo, lo más impactante fue la reorganización de la Inquisición mediante la creación de la Congregación del Santo Oficio que tendría la tarea de perseguir a los rebeldes. Los tribunales del Santo Oficio convocaban a los sospechosos de herejía o brujería a quienes les hacían confesar sus creencias, incluso mediante el uso de tortura. Estas diferencias religiosas entre católicos y protestantes serían la causa de numerosos enfrentamientos militares entre los estados que adherían a una y otra creencia durante el siglo XVI. Una nueva cultura para una nueva época Durante los siglos XV y XVI, acompañando las transformaciones políticas, económicas y sociales, surgió en Europa una nueva cultura: el Humanismo, que implicó una concepción novedosa del mundo y del hombre, distinta de la medieval. En la Edad Media, todas las manifestaciones intelectuales, artísticas, literarias, etc. se centraban en la religión, en la figura de Dios: era un sistema teocéntrico. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 9 El Humanismo puso al hombre en el centro de sus preocupaciones y así, el teocentrismo fue progresivamente desplazado por el antropocentrismo (derivado de Anthropos, en griego, “hombre”). La sociedad moderna era una sociedad abierta y dinámica. A causa del desarrollo de la economía monetaria, muchos hombres especialmente los burgueses, pudieron enriquecerse y ascender en la escala social. Se consideraban a sí mismos seres plenos de posibilidades y capaces de desarrollarlas; por ello, el individualismo fue una de sus características más salientes. Esto tuvo efectos como la aparición del retrato, en la pintura y de la biografía, en el terreno literario. Otra de las características fundamentales fue el interés por la cultura grecorromana. Esto se manifestó en el estudio de las lenguas clásicas (el griego y el latín), en la búsqueda de conocimiento en las obras de los autores antiguos y el interés por las manifestaciones artísticas de los antiguos griegos y romanos. A este renacer de la cultura clásica, se lo conoce con el nombre de Renacimiento. El arte se sirvió del estudio del cuerpo humano: su anatomía y fisiología. Esto fue posible porque los hombres renacentistas, desafiando prohibiciones y prejuicios, desenterró cadáveres, disecó, exploró y midió el cuerpo humano. Estos trabajos llegaron a su punto máximo con la obra de Vesalio, que contenía la más completa descripción de los órganos del cuerpo. El mismo ideal de de experimentación se trasladó a otros campos: los fenómenos naturales, en particular los relacionados con la navegación y la físico-química fueron objeto de la nueva metodología del conocimiento. Lo mismo sucedió en la astronomía. Hasta el siglo XVI, la concepción del Universo era la del griego Ptolomeo. Según esta teoría, el cosmos era un sistema cerrado en cuyo centro se hallaba la Tierra, inmóvil, y a su alrededor giraban la Luna, el Sol y los planetas. El astrónomo Nicolás Copérnico fue el primero en afirmar que la Tierra se movía y no se hallaba en el centro del Universo. Este afán de conocimiento, fama y aventura empujará a los europeos a la exploración de nuevos espacios geográficos. Como consecuencia de esto, Europa tomará contacto, por primera vez, con los pueblos que habitaban América, exploraron la costa de África, India, Indochina, Indonesia y China. Las culturas originarias de América En una fecha que podemos ubicar alrededor de 10 mil años, ya es posible encontrar comunidades indígenas desde Alaska hasta Tierra del Fuego, desde el Caribe a los Andes, pasando por el Amazonas y el gran Chaco. La necesaria adaptación a ambientes tan distintos llevó a la conformación de culturas también diferentes. La diversidad lingüística aumentó las distancias entre culturas que ya presentaban diferencias en la organización social, las técnicas y la forma de vida cotidiana. Algunos americanos vivían en grupos que se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de frutos y raíces. Eran por lo tanto, nómades. En otras regiones, que se prestaban mejor para la recolección de frutos y vegetales hubo grupos que pudieron establecerse por un tiempo más prolongado, lo que les permitió familiarizarse con la vida de las plantas y conocer sus ciclos naturales. Esa experiencia los llevo a manipular las plantas intentando preservarlas hasta que llegaron a una agricultura rudimentaria. En las zonas donde se establece la agricultura como base de la economía, se produce una profunda modificación social. Se vuelven sedentarios. En estos casos, hubo un importante crecimiento demográfico y una organización social más compleja, con personas que realizaban tareas especializadas. También se edificaron templos, ciudades y fortalezas y se construyeron caminos y sistemas de riego. A las zonas en donde se desarrollaron estas culturas las llamamos nucleares; estas HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 10 zonas se constituyeron en focos de irradiación de sus formas de vida hacia otras regiones. Podemos destacar tres centros de irradiación: el de las altiplanicies de México (donde vivieron los aztecas), el de Yucatán (asentamiento de los mayas) y el del Perú (los incas). LOS INCAS El imperio incaico ocupó una amplia región de Sudamérica, en los territorios que hoy corresponden a Perú, Bolivia, Ecuador, gran parte de Chile y norte de la Argentina. La capital era la ciudad de Cuzco, donde residía el Inca y la nobleza. Al conjunto del imperio se lo conocía con el nombre de Tahuantinsuyo, que quería decir “imperio de las cuatro regiones”. La base de la economía era la agricultura. Debido a las características de la región en que vivían, con valles y quebradas, el cultivo se hacía sobre terrazas de cultivo en las laderas de las montañas. La papa y el maíz eran los cultivos principales. También se producía ají, maní, mandioca y porotos. Las tierras se dividían en tres partes: las tierras del Sol, cuyo beneficio iba a manos del clero (clase sacerdotal); las tierras del Inca, cuya producción se destinaba al gobierno y finalmente, las tierras de la comunidad, que eran para beneficio de quienes las cultivaban y la comunidad de familias a la que pertenecían. LOS MAYAS Los mayas se extendieron en el sur de México, en la península de Yucatán, en la actual Guatemala, y en regiones cercanas de América Central. En algunas culturas americanas, la división de tareas entre varones y mujeres era similar a la de muchas otras civilizaciones del mundo. Por ejemplo, entre los tehuelches de la Patagonia, los hombres se ocupaban de la cacería mientras que las mujeres se encargaban de las tareas domésticas. Esta división de tareas implicaba también una diferencia de jerarquía: las actividades masculinas eran tenidas en mayor estima y otorgaban mayor prestigio, mientras que las femeninas eran consideradas tareas inferiores. Sin embargo, en otras culturas, como en Nicaragua, eran los hombres los responsables de la agricultura, de la pesca y de las tareas domésticas mientras que las mujeres se ocupaban del comercio. Los conquistadores españoles encontraron también culturas en el Nuevo Mundo en las que la herencia se producía por vía materna e incluso había sociedades matriarcales en las que las mujeres ocupaban el grado de “cacicas” que heredaban por vía materna. “...Vimos nosotros que las amazonas andaban peleando delante de los indios como capitanas, y peleaban ellas tan animadamente que los indios no osaban volver las espaldas, y al que las volvía, delante de nosotros los mataban a palos. (...) Estas mujeres son muy blancas y altas y tienen muy largo el cabello y andas desnudas, en cuero, tapadas sus vergüenzas, con sus arcos y flechas en las manos, haciendo tanta guerra como diez indios”. (Fray Gaspar de Carvajal. Descubrimiento del río Amazonas. Adaptación.) Nunca llegaron a constituir un imperio. Formaban unidades organizadas alrededor de un centro urbano que era sede del poder religioso, militar y económico. Los mayas alcanzaron un refinamiento cultural que en algunos aspectos fue mayor que el de cualquier otro pueblo americano. El saber, así como el poder, era principalmente religioso y estaba en manos de los sacerdotes. Éstos, estudiaban los fenómenos del cosmos, el día y la noche, y los otros astros. De su estudio, obtuvieron importantes conocimientos de astronomía, lo que les permitió la elaboración de dos calendarios. Uno ritual, que guiaba el curso religioso y otro solar, de uso civil. Tuvieron escritura y a través de ella consignaron los principales acontecimientos y sus creencias religiosas. Los más famosos de estos libros son el Chilam Balam y el Popol Vuh. LOS AZTECAS Los aztecas eran un pueblo proveniente del sudoeste de América del Norte que en un momento de su historia se asentó en el valle de México. La capital era Tenochtitlán. Hacia el año 1450, los aztecas HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 11 habían dominado todo el valle y su influencia se extendía a regiones vecinas. Trataban duramente a los pueblos sometidos, lo que generaba en éstos un odio muy grande hacia los dominadores. El soberano de los aztecas ejercía el poder militar asistido por un consejo de guerreros. El cargo no era hereditario, pero su sucesor debía ser elegido entre los miembros de una misma familia. Las creencias religiosas eran bastante pesimistas: concebían al mundo como una lucha permanente entre la noche y el día. Para que la primera no triunfara hacían sangrientos sacrificios a sus dioses entre los que se incluían numerosas víctimas humanas. LOS PUEBLOS ORIGINARIOS EN EL TERRITORIO ARGENTINO El actual territorio argentino estuvo habitado por numerosos pueblos, a los que se puede dividir en dos grandes grupos: los agricultores, por una parte y los cazadores y recolectores, por otra. Otros combinaban ambas formas de vida, por lo que se puede hablar de pueblos de economías mixtas. Los pueblos agricultores. En la región noroeste del país habitaban una variedad de jefaturas agrícola-ganaderas. Como sus relaciones eran conflictivas, construyeron asentamientos con características defensivas llamadas pucarás, que en quechua quiere decir “fortaleza”. Estaban localizados en sitios altos desde donde se podía divisar un ataque. Entre estos pueblos se encontraban los atacamas, los tilcaras, los omaguacas y los diaguitas. Se dedicaban al cultivo de la papa, maíz, quínoa y a la ganadería de llamas. Como el clima es árido, construyeron canales de riego y terrazas de cultivo en las laderas de las montañas. La región de Cuyo estaba habitada por los huarpes. Combinaban la agricultura de la papa y maíz con la recolección del fruto del algarrobo, con el que preparaban la harina. Practicaban también la cestería y la alfarería y complementaban su dieta con la pesca en los ríos y lagos y la cacería. Estos pueblos fueron conquistados por el Imperio Inca a principios del siglo XVI. Pueblos de economía mixta. Entre estos pueblos se destacaban los guaraníes, que hacia el siglo XV se asentaron en la actual Misiones y Corrientes. Algunos grupos, se establecieron en las cabeceras de los ríos Bermejo y Pilcomayo, donde dominaron a los nativos chané, y se los conoce como chanéchiriguanos. La cultura guaraní influyó sobre pueblos de los territorios entrerriano y bonaerense, como los querandíes. Otros pueblos de economía mixta, eran los comechingones, que habitaban las sierras pampeanas, y los tonocotes y los lules de la llanura santiagueña, que establecieron una alianza con los incas, quienes los llamaron juríes. Cazadores y recolectores. Estos pueblos vivían de la cacería y la recolección de frutas y verduras. En las selvas y bosques de las actuales provincias de Chaco y Formosa vivían los guaycurúes y los wichis, que recolectaban raíces y frutos, como higos de tuna, algarroba, mistol y ananá, entre otros; y en la pesca con red, arco y arpones. Los guaycurúes se organizaban en bandas integradas por varias familiar extensas, dirigidas por un cacique y un consejo de ancianos. Los wichis, en cambio de organizaban en familias pequeñas. Hacia el siglo XVI eran prácticamente sedentarios: se habían establecido en aldeas a orillas de los ríos. Las regiones pampeana y patagónica fueron habitadas por los querandíes y los tehuelches, respectivamente. Se organizaban en grupos pequeños, conducidos por un jefe en la cacería y la guerra. Los hombres se dedicaban a la caza de ciervos, ñandúes y guanacos de los que obtenían HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 12 carne, cueros y pieles y también practicaban la pesca. En tanto, la recolección de frutos, raíces y huevos de aves estaba a cargo de las mujeres y los niños. Sus viviendas eran toldos construidos por cueros, desmontables y transportables en sus migraciones. Por ejemplo, los tehuelches que habitaron Río Negro, Chubut y Santa Cruz, durante el invierno vivían en la región de la cordillera y en verano migraban a la costa. En el extremo sur de la Patagonia, en Tierra del Fuego, vivían los selk`nam y los yámanas. Los primeros se alimentaban de carne de guanaco y recolectaban frutos, moluscos y cazaban algún animal marino. Los yámanas se alimentaban de peces, lobos marinos y pingüinos. Vivían la mayor parte del año en canoas, y durante el invierno acampaban en las costas. Sólo se tapaban algunas partes del cuerpo con pieles, aunque se cubrían con grasa de lobos marinos para no sentir el frío del agua. Europa en expansión La expansión europea a otros territorios tuvo su origen en una serie de necesidades que se hicieron acuciantes cuando, en 1453, surgió un obstáculo que parecía insalvable para el desarrollo económico: los turcos otomanos se apoderaron de la ciudad de Constantinopla, ciudad clave para el comercio entre Europa y Oriente. Los móviles de la expansión: Las necesidades de oro y plata. La economía europea necesitaba metales preciosos para acuñar monedas. Se elaboraban en oro y plata y servían para pagar las sedas, perfumes, especias, etc. que llegaban desde el Lejano Oriente. Por este tiempo, cayó la producción de plata de Alemania y el oro tardaba mucho en obtenerse porque llegaba a través del Sudán, en África Central a través de los intermediarios islámicos. La necesidad de tierras. La recuperación de la crisis del siglo XIV y el aumento de la población planteó la necesidad de conquistar nuevos territorios que satisficieran los requerimientos de tierras para los nobles, de oro y mercados para los burgueses y recursos y territorios para el Estado. La necesidad de especias. Estos productos eran sumamente costosos en Europa, lo que hacía muy rentable su tráfico. Además, se registró un colosal aumento del consumo de carne que podía ser conservada por más tiempo si se la aderezaba. La aspiración a expandir la religión. La afirmación de los turcos en Europa Oriental renovó el espíritu de Cruzada, que suponía la lucha contra el infiel, la vocación misionera. Todos estos móviles, sumados al espíritu propio del hombre del Renacimiento, con su curiosidad, su sed de conocimientos, de aventuras, de lucro y fama, impulsaron la gran aventura oceánica. Portolano: carta de navegación que indicaba la distancia y los rumbos entre los puertos. Astrolabio: instrumento náutico que medía con bastante precisión la altura de los astros. Con estos datos realizaban cálculos matemáticos que permitían determinar la posición del barco. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Los medios de la expansión: Hasta el siglo XV, Europa había desarrollado dos tradiciones marineras: la del mar del Norte y la del Mediterráneo. En el norte, se había implementado un nuevo tipo de navío apto para la pesca de altura pero muy lento, poco maniobrable e inadecuado para un viaje largo con fines comerciales. En el Mediterráneo, las naves eran más veloces y maniobrables pero no eran aptas para la navegación en mares de gran oleaje y fuertes vientos. El navío que pudo cubrir los requerimientos para la salida al Atlántico (resistentes al oleaje y fuertes vientos y corrientes y de transportar una Página 13 sobrecarga de víveres) fue la carabela a lo que se sumó nuevo instrumental para la maniobra y la orientación: la brújula, las cartas de navegación, los portolanos y el astrolabio. Por otra parte, se necesitaban los medios económicos para financiar estas expediciones. La Italia del siglo XIII había creado los instrumentos elementales para las transacciones comerciales: el desarrollo de la banca de depósito, los seguros marítimos y las compañías comerciales, que unidos a la mentalidad empresaria, hicieron que muchos comerciantes emprendedores suministraran el capital necesario para los viajes de exploración. Finalmente, las monarquías –recientemente instauradas- otorgaron a los navegantes su permiso y su apoyo para la singular aventura. Los pioneros Portugal y España fueron los reinos que iniciaron el proceso de expansión a través de las aguas del océano Atlántico. Esto fue así porque en primer lugar, por su ubicación geográfica, tenían al océano Atlántico como una vía natural para intentar abordar la búsqueda de nuevos itinerarios comerciales. También tenían la necesidad de encontrar áreas para abastecerse de materias primas y alimentos, además de productos de lujo y necesitaban incorporar nuevas tierras ya que había un sector de la nobleza que no podía acceder a ellas y buscaba territorios en los cuales poder consolidarse socialmente y enriquecerse económicamente como los grandes señores feudales. Y lo más importante, disponían de importantes recursos económicos para financiar las expediciones y se mostraban receptivas a los proyectos que les acercaban exploradores y navegantes. La expansión de Portugal. A comienzos del siglo XV los portugueses lograron tomar la ciudad de Ceuta, en el continente africano, al tiempo que conquistaron y colonizaron las islas Madeira y Azores, en el océano Atlántico. A partir de allí, iniciaron un avance progresivo hacia el sur de África navegando junto a las costas. A fines del siglo XV, habían logrado llegar al extremo sur del continente africano: el cabo de Buena Esperanza y en 1488, una embarcación al mando de Bartolomé Díaz logró atravesar el cabo y estableció una ruta al océano Índico. En 1498, una expedición al mando de Vasco Da Gama, logró llegar por primera vez a las costas de la India circunnavegando el territorio africano y tras realizar acuerdos comerciales, regresó al año siguiente a Portugal con especias. Por otra parte, hacia el 1500 el navegante Pedro Álvarez Cabral avistó las costas de Brasil. La expansión de España. En la segunda mitad del siglo XV, los reinos de Castilla y Aragón se habían unificado con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón –los Reyes Católicos-. Con esta unión, España se convirtió en un estado centralizado y fuerte que reconquistó su territorio que estaba en poder de los musulmanes. El último reducto árabe en España fue el reino de Granada, que cayó en manos de los españoles a comienzos de 1492. En este contexto, para los Reyes Católicos, los proyectos de expansión de ultramar significaban no sólo un estímulo económico sino también espiritual: extender la fe católica. Un navegante de origen genovés, Cristóbal Colón, presentó ante los Reyes de España un proyecto para llegar al Oriente navegando a través del océano Atlántico, basado en la idea de que la Tierra tenía forma esférica y se podía llegar al Oriente navegando al Occidente. Luego de ser analizado por expertos que desaconsejaron su aprobación, ante la insistencia de Colón, se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe en las que se establecían los términos de la expedición, y se le conferían los títulos de “virrey” y “almirante” de todos los territorios que descubriera y conquistara. Zarpó del puerto de Palos, en Andalucía, en agosto de 1492 y llegó a las actuales Bahamas el 12 de octubre del mismo año. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 14 Al regresar a España, Colón acordó la realización de dos viajes más, en 1493 y 1498. Aún cuando no encontró las riquezas y recursos que había pensado, murió en 1506 convencido de que había llegado al Asia. Un navegante florentino, Américo Vespucio recorrió las costas descubiertas por Colón entre 1497 y 1500 y comprendió que no se hallaba en las costas de Asia sino en las de un continente que hasta ese momento era desconocido por los europeos. En 1507, al elaborar un mapamundi que incluía las tierras exploradas por Vespucio, los cartógrafos alemanes Martin Waldseemüller y Matthias Ringmann bautizaron al continente como América, en homenaje al florentino. Otros viajes de exploración española, continuaron el proyecto original de Colón de llegar a Asia para lo cual comenzaron a buscar un paso interoceánico: Vicente Yáñez Pinzón, avistó las costas de Brasil en 1500; Juan Díaz de Solís, exploró el Caribe y desembarcó en la península de Yucatán pero fue Vasco Núñez de Balboa quien en 1511, atravesó el istmo de Panamá y avistó el océano Pacífico al que bautizó como Mar del Sur. Hernando de Magallanes salió de España en 1520 y halló un estrecho al sur de América por el que pudo alcanzar el Océano Pacífico; llegó a las Molucas donde murió y Juan Sebastián Elcano quedó al mando regresando a España en 1522. La división del Nuevo Mundo. Poco tiempo después de que Colón regresara a España, el reino de Portugal reclamó la pertenencia de las nuevas tierras en virtud de un tratado firmado anteriormente con la corona española. Los Reyes Católicos rechazaron la pretensión portuguesa y se inició un conflicto diplomático entre ambos reinos. Para solucionarlo, ambos reinos recurrieron a la mediación del papa Alejandro VI, quien estableció una línea imaginaria (a 370 leguas al oeste de las islas del Cabo Verde) que delimitaba los derechos de ambas coronas. Los territorios ubicados al oeste de la línea pertenecerían a España; los situados al este, a Portugal. Finalmente, en 1484, España y Portugal se comprometieron a respetar esa suerte de reparto del mundo mediante el Tratado de Tordesillas. CONSECUENCIAS DE LA EXPANSIÓN ULTRAMARINA INTEGRÓ ECONÓMICAMENTE América África Asia EN EUROPA Europa Formó Nuevos productos Provisión de oro y plata Economía mundial Red comercial controlada por revolución de los precios por Inflación HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 15 La Conquista de América La primera instalación española en América se realizó en las Antillas, donde en un principio se intentó reproducir el esquema que los portugueses habían aplicado en las islas de la costa africana, estableciendo factorías comerciales. Sin embargo, ante la ausencia de grandes centros comerciales y la necesidad de abastecimiento debieron organizar colonias de asentamiento permanente. En pocos años, los españoles ensayaron toda una serie de procedimientos que luego serían utilizados en el resto del continente: los indígenas fueron obligados a abastecer a los españoles y a trabajar para ellos, sus cultos fueron prohibidos y se inició su evangelización; frente a la intensa mortandad se importaron esclavos africanos. Los integrantes de las expediciones de conquista fueron, sobre todo, nobles sin riqueza suficiente, hidalgos que pretendían una vida como la de los nobles verdaderos y hombres del común que aspiraban al ascenso social. Eran hombres con entrenamiento y experiencia militar; no hubo ni nobles principales ni burgueses prominentes. También integraron el contingente conquistador aquellos que fueron trasladados en forma forzada: ex presidiarios, reclutas e incluso esclavos. Y otros: los misioneros enviados por las órdenes religiosas a propagar la fe cristiana. La Conquista fue una empresa privada realizada por particulares, en la cual participaban diversos actores que tenían diferentes objetivos y funciones: La Corona: autorizaba y regulaba las expediciones y a cambio de ello extendía sus dominios, aumentaba sus súbditos y se hacía de parte del botín hallado. La Iglesia: a través de la donación papal otorgaba legitimidad a la conquista y contribuía a dotar a los expedicionarios de una sólida convicción espiritual y aportaba sus propios hombres para la evangelización. El Capital: comerciantes y prestamistas europeos fueron los que financiaron la conquista; así se hicieron de parte del botín, ampliaron los mercados y organizaron un sistema de comercio de alcance mundial. Los conquistadores: aportaron la tropa, la organización y la ejecución de las expediciones. Recibieron y se repartieron la riqueza americana: metales preciosos, tierras e indios, y fundaron con ellos su vida señorial. Desde la base de operaciones en las Antillas, se organizaron expediciones que culminarían con la conquista de los dos centros de altas culturas americanas: los aztecas, en México y los incas, en Perú. La Conquista de México fue realizada por Hernán Cortés en sólo tres años (1516-1519). Allí encontraron enormes riquezas disponibles en metales preciosos y la existencia de densas y organizadas poblaciones, donde era posible fundar una sociedad colonial. Cuando los españoles llegaron al Perú, ya eran verdaderos expertos en la tarea conquistadora; siguiendo el ejemplo de Cortés, Francisco Pizarro y Diego de Almagro aprovecharon los conflictos internos de la sociedad incaica y marcharon desde el centro del estado para apoderarse de él. En cuatro años –entre 1531 y 1535- se adueñaron del Tahuantinsuyo. El proceso de ocupación y conquista de las tierras que forman hoy Argentina, Paraguay y Uruguay fue realizado en diversas etapas, cada una de las cuales tuvo objetivos diferentes. Entre 1516 y 1526, las expediciones tenían por motivo encontrar el paso que permitiera cruzar el continente recién descubierto y llegar directamente a las Indias Orientales. Solís, Magallanes y después Gaboto penetró por el río de la Plata y el Paraná. La conquista del Perú reavivó las ambiciones y dio paso a un segundo momento (1534-1541), Almagro desde el Perú, se lanzó por las rutas incaicas a la conquista de Bolivia y Chile. Pedro de Mendoza desde España, terminó en la primera fundación de Buenos Aires, que cinco años después sería abandonada. El único resultado fructífero de la expedición de Mendoza fue la fundación de Asunción en Paraguay. El tercer y decisivo momento (1553-1594) fue el que terminó con la verdadera ocupación de las tierras ya conquistadas: Desde Chile, donde no podían avanzar hacia el sur por la firme resistencia araucana. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 16 Desde Bolivia, buscando asegurar la defensa del centro minero de Potosí y abrir una ruta directa a España. Desde Asunción, como única forma de salir de su aislamiento. Las actuales ciudades argentinas fueron fundadas por tres corrientes colonizadoras: o o o o La del Norte: Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Córdoba, Salta, La Rioja, Jujuy y Catamarca. La del Este: Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes. La del Oeste: Mendoza, San Juan y San Luis. El impacto de la Conquista La población nativa disminuyó de manera abrupta. Entre las causas se destacan las biológicas. Los europeos y los esclavos africanos trajeron enfermedades desconocidas por los americanos como la gripe, la viruela, las paperas, la sífilis y el sarampión. La sustitución violenta de sus creencias religiosas generó angustia y temor ante el porvenir; la sensación de haber sido abandonados por sus dioses, tuvo efectos como el suicidio o el filicidio. Finalmente, las durísimas condiciones de vida y de trabajo impuestas por los hacendados y propietarios de las minas a los indios también contribuyeron al debilitamiento físico y a la mortandad de la población. En México En Perú En 1519: 25 millones de habitantes En 1523: 16.8 millones En 1580: 1.9 millones En 1605: 1 millón En 1570: 1.3 millones de habitantes En 1620: 600 mil habitantes Entre 1570 y 1620 50% de descenso de la población 95 % de descenso de la población Entre 1518 y 1870 se importaron más de un millón y medio de esclavos, la mayor parte a través de Cuba. Brasil con sus plantaciones de azúcar importó alrededor de 3. 7 millones de esclavos. La dominación colonial inglesa y francesa La colonización de América del Norte y el Caribe Holandeses, franceses e ingleses participaron en la empresa colonial en América. Además de buscar un paso hacia el Oriente por el norte del continente, se proponían disputarles a España y Portugal el comercio (legal o de contrabando) con las colonias americanas y contar con productos para exportar a Europa. En 1534, los franceses exploraron la costa atlántica del actual territorio de Canadá. En 1609, Jacques Cartier remontó el río San Lorenzo, donde fundó la ciudad de Québec. El territorio fue conocido como Nueva Francia. En esa época, la principal explotación económica de la zona eran las pieles de castor que los comerciantes franceses compraban a los indígenas, con ellas hacían sombreros que luego eran vendidos en Europa. La corona francesa encargó a los jesuitas la evangelización de las comunidades indígenas que allí vivían. En 1581, los holandeses se independizaron de España y crearon la Compañía de las Indias Occidentales, encargada de organizar empresas comerciales y de la colonización. Los holandeses fueron los principales adversarios de los portugueses, a quienes disputaron sus posesiones en América, Asia y HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 17 África. En 1623, compraron a los indígenas una porción de territorio en América del Norte y, años más tarde, fundaron la ciudad de Nueva York. Los ingleses siguieron navegando las costas del norte de América para pescar bacalao, una de sus principales exportaciones. A principios del siglo XVII, en 1606, establecieron la primera colonia en tierra americana: Virginia. En 1620 llegaron colonos conocidos como puritanos, que se habían marchado de Inglaterra perseguidos por sus ideas religiosas. La colonización también tuvo motivos económicos: compañías de comerciantes, e incluso nobles, financiaron muchos viajes con el objeto de obtener beneficios económicos. A lo largo del siglo XVII, en las colonias del norte la principal actividad fue la agricultura para el abastecimiento interno. Las colonias del sur se especializaron en la producción de tabaco y algodón para la exportación. Estos productos eran cultivados en grandes plantaciones que empleaban mano de obra esclava. Las islas del Caribe fueron disputadas y repartidas por todas las potencias coloniales. Las plantaciones de azúcar y de tabaco fueron los principales cultivos desarrollados en ellas. Organización económica, política y social del Imperio Español A lo largo de los siglos XVI y XVII, la Corona española creó un conjunto de instituciones para gobernar y administrar sus posesiones americanas. El rey de España es la máxima autoridad. Inmediatamente después viene el Consejo de Indias que elaboraba leyes, proponía funcionarios para los cargos del gobierno colonial, enviaba visitadores generales, organizaba la defensa de los territorios, etc. Por otra parte, la Casa de Contratación regulaba el sistema de flotas y galeones, contabilizaba los tesoros llegados de Amèrica, realizaba el control de aduanas, convirtiéndose en una especie de ministerio para el comercio con América. Por debajo de estos funcionarios residentes en España, se hallaban los residentes en América. A partir del siglo XVII la autoridad superior se divide en Virreyes y Audiencias. Dos son los virreinatos creados en esta primera etapa: el de Nueva España (con el territorio al norte de Panamá) y el del Perú (al sur del anterior, exceptuando Venezuela). Las funciones de estos organismos son fundamentalmente de gobierno (tarea legislativa, nombramiento de funcionarios administrativos), Justicia, Guerra (organización y defensa de los reinos), de Hacienda (administración financiera e impositiva). Autoridades en España Autoridades en América Rey Virrey Audiencia Visitadores Consejo de Indias Casa de Contratación Gobernadores Corregidores Cabildos Las Audiencias también eran dos, una por cada virreinato y tenía a su cargo la administración de justicia. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 18 El virrey está sometido al control permanente de la Audiencia y al de los visitadores. Al terminar su mandato era sometido al juicio de residencia para dar cuenta de su desempeño en el cargo. El Cabildo tenía a su cargo el gobierno de las ciudades. Formaban parte del Cabildo: el alcalde y los regidores que cumplían funciones de gobierno, justicia, asesoramiento y de hacienda. También forman parte de él, los vecinos con casa y familia que deben ser electos por los miembros salientes. La economía colonial Después de derrotar a los aztecas y a los incas, los conquistadores tomaron los tesoros de oro y plata guardados en los templos indígenas. Posteriormente, se dedicaron a la búsqueda de los yacimientos de metales preciosos. Los principales centros mineros estaban ubicados en el cerro de Potosí, en el Virreinato del Perú y en Zacatecas, en el Virreinato de Nueva España. El proceso de extracción y refinamiento de la plata exigió importantes inversiones de capital para la adquisición de herramientas y la construcción de obras hidráulicas que evitaran la inundación de las minas. Como consecuencia de la explotación sistemática de las minas, la monarquía española obtuvo una inmensa cantidad de metales preciosos. La riqueza americana sirvió para abastecer a los ejércitos españoles, mantener la burocracia administrativa y obtener, por medio del comercio internacional, los bienes de lujo consumidos por la nobleza. Los colonizadores utilizaron a los indígenas como mano de obra en las distintas actividades económicas. Para la explotación de las minas de Potosí, organizaron el sistema de la mita, por la cual cada comunidad indígena de la región fue obligada a enviar a una parte de sus miembros a trabajar en las minas. Allí también trabajaban los yanaconas, indígenas que fueron tomados al servicio de algunos españoles. Otra forma de explotación del trabajo indígena fue la encomienda. Según este sistema la Corona asignaba a un español un determinado número de aborígenes que debían trabajar para él a cambio de recibir protección, cuidado y educación en la fe cristiana. Entre los siglos XVI y XVII se difundió la idea de que la riqueza de un estado estaba determinada por la cantidad de metales preciosos que podía acumular. Por ello, se recomendaba incrementar el comercio exterior pero advertían que el dinero de las importaciones nunca debía superar al de las exportaciones. Esta teoría conocida con el nombre de Mercantilismo, orientó la política económica de la corona española en América. Monopolio y contrabando La Corona impuso un estricto control sobre sus colonias: sus habitantes podían comerciar exclusivamente con la metrópoli; ningún otro país podía vender o comprar, legalmente, productos en la América hispana. Este sistema fue conocido como monopolio comercial. Para controlar mejor el movimiento de mercaderías desde y hacia las colonias y la recaudación de los impuestos que debían pagar, las autoridades coloniales habilitaron muy pocos puertos: el de Sevilla, en España y los de Veracruz, Portobello, El Callao y Cartagena, en América. Al mismo tiempo, organizó el sistema de flotas y galeones, según el cual los barcos que transportaban mercaderías eran protegidos por galeones de guerra que defendían a la flota de los ataques de piratas y corsarios. Este sistema no pudo impedir, que periódicamente barcos de bandera inglesa, holandesa o francesa lograran introducir sus productos en América a través de algunos puertos no habilitados para comerciar, como el de Buenos Aires o Santiago de Chile. Este comercio de contrabando permitió a los territorios más alejados de las capitales de los virreinatos aprovisionarse en forma más rápida y a menor precio. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 19 La sociedad colonial En las colonias americanas, la sociedad estaba conformada por grupos de diverso origen: la población indígena conquistada, los colonizadores europeos y los esclavos africanos. Los indígenas. Desde el comienzo de la conquista se establecieron dos principios básicos: los indios fueron considerados seres libres que debían ser protegidos y evangelizados y eran vasallos de la Corona razón por la cual quedaron obligados a pagar tributo y a cumplir con las obligaciones que se les imponían. De la población indígena se reclutó la mano de obra para la economía colonial española. Las formas de trabajo a que fueron sometidos tenían ciertos rasgos en común: eran trabajos forzados mal o directamente no remunerado. Si bien las comunidades continuaron con su economía de subsistencia tuvieron que adaptarse a las condiciones que imponía la economía colonial, cuando la Corona exigía el tributo en dinero, los indígenas se vieron obligados a producir productos comerciales, vender parte de sus tierras o contratarse como asalariados con el fin de obtenerlo. Los blancos. Fueron el grupo social dominante y siempre constituyeron una minoría de la población. No todos estaban en igual posición. Un sector pequeño pero muy influyente eran los españoles europeos. Entre ellos, se reclutaban los funcionarios más importantes y los comerciantes habilitados que representaban a las casas mercantiles de Cádiz o Sevilla. La mayoría eran españoles americanos o criollos; es decir los descendientes de españoles nacidos en las colonias. Eran funcionarios de menor categoría. La mayor parte del clero, los oficiales de la milicia, la mayoría de los comerciantes, hacendados y mineros tenían un estatus más alto. Los negros. Los esclavos fueron utilizados en las plantaciones y en los ingenios azucareros, como personal fijo en haciendas y talleres artesanales y también en el servicio doméstico. El número de esclavos que un dueño poseía era claro indicador de su posición social. La convivencia forzada, la mayor proporción de hombres entre blancos y negros, la mayor mortandad masculina entre los indios fueron generando la aparición de nuevos grupos sociales como consecuencia del cruzamiento de razas. Así aparecieron los mestizos, mulatos y pardos con diferentes categorías. Los mestizos, por ejemplo, no tenían ninguna de las obligaciones de los indígenas pero tampoco ninguno de los privilegios de los blancos y eran igualmente rechazados por ambos grupos. La conquista española transformó radicalmente las costumbres, las creencias y las formas de organización de las sociedades americanas. Entre otras cosas, modificó las formas comunitarias de propiedad de la tierra e impuso nuevas modalidades del derecho de herencia. En cuanto a las relaciones entre varones y mujeres, relegó a las últimas a un papel secundario y subordinado, que debilitó la relativa igualdad existente entre ambos sexos. Las mujeres ya no podrían ejercer funciones de liderazgo político en sus comunidades, puesto que los cargos de autoridad eran ocupados por los colonizadores y los hombres de la jerarquía nativa, quienes actuaban como intermediarios entre la Corona y las culturas originarias. Estas castas fueron el resultado de un proceso conocido como mestizaje, que fue mucho más que una cuestión biológica: fue un verdadero intercambio social que generó formas culturales absolutamente originales. Por ejemplo, las creencias religiosas cristianas se fusionaron con elementos de las religiones indígenas y africanas. Por otra parte, las diferencias económicas incidían en el cambio de posición social o en la situación jurídica de una persona. En muchos casos, una persona registrada como “mestiza” en un censo podía aparecer censada varios años después como “blanca” si había mejorado su situación económica. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 20 Crisis del Imperio Español Hacia el siglo XVII, el Imperio español entró en una crisis política y económica. La economía de España descansaba sobre dos pilares: la plata americana y la agricultura. Pero, hacia 1600, ambas fuentes de riqueza se fueron deteriorando. Disminuyó el volumen de comercio con América y la migración rural hacia las ciudades o a las tierras americanas afectó la agricultura. Los campesinos, cada vez más exigidos por los pagos a los señores, a la Iglesia o al rey, abandonaban las tierras. Muchos de ellos se integraron a la vida urbana como mendigos o ladrones y la superpoblación hizo más agudos los problemas del hambre y las epidemias. Por otra parte, la extracción del mineral precioso agotaba los yacimientos más accesibles. Fue necesaria mayor cantidad de trabajadores, que no siempre se conseguían y disminuyó la disponibilidad del mercurio para refinar la plata. Más grave aún fue la caída de los precios del metal y la mayor inseguridad en el traslado. La crisis minera hizo más grave la crisis financiera de la Corona y esto afectó el comercio intercontinental. Los productos europeos en América empezaron a escasear y se encarecieron. En consecuencia, se generalizó el contrabando y las colonias diversificaron su producción para afrontar sus necesidades de abastecimiento. Desde el punto de vista político, los sucesores de Felipe II: Felipe III, Felipe IV y Carlos II se mostraron incapaces de manejar el gobierno, delegando el poder en ministros favoritos que muchas veces ejercieron el poder en beneficio propio. La muerte de Carlos II planteó un problema de sucesión porque no tuvo herederos y se generó un conflicto internacional. Finalmente, luego de muchas disputas, se aceptó a Felipe V de Borbón como rey de España, a condición de que renunciara al trono de Francia, inaugurando la dinastía de los Borbones. Las reformas borbónicas Los reyes de la casa de Borbón impulsaron una serie de reformas políticas en las colonias americanas, con el propósito de lograr una administración más eficiente y recuperar el prestigio que los imperios español y portugués habían alcanzado en el siglo XVI. En Hispanoamérica, el principal objetivo era asegurar e incrementar la recaudación de impuestos que registraba una marcada caída desde las últimas décadas del siglo XVII. Con estos propósitos las autoridades españolas reorganizaron el territorio en América del Sur y crearon dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada y el del Río de la Plata, en 1776. Los territorios coloniales fueron divididos, a su vez, en unidades administrativas menores denominadas Intendencias. Una de las decisiones que más tensiones generaron fue la de Carlos III de designar a españoles europeos para ocupar los nuevos cargos de la administración colonial. Los recién llegados desplazaron a los funcionarios españoles residentes que hasta entonces controlaban el gobierno de las colonias. Por otra parte, los reyes de España y Portugal también se enfrentaron con los jesuitas ya que consideraban que la orden tenía demasiado poder económico, político y militar. Esto llevó a su expulsión de los territorios americanos en 1767. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 21 Estas reformas establecidas con el fin de recaudar más impuestos y tributos produjeron un creciente malestar no sólo entre los comerciantes americanos y los hacendados sino también entre los indígenas que protagonizaron sólo en el Virreinato del Perú, ciento doce rebeliones. En 1780, en Perú se produjo un levantamiento de indígenas liderado por el cacique José Gabriel Condorcanqui, conocido como Túpac Amaru. La rebelión tenía el propósito de exigir la abolición de los impuestos cobrados por las nuevas aduanas interiores que encarecían el comercio interno. Este levantamiento fue apoyado por indígenas, mestizos e incluso criollos. Aunque lograron varias victorias frente al ejército virreinal, Túpac Amaru fue finalmente capturado, juzgado y ejecutado en 1781. También se produjeron rebeliones de esclavos. La primera tuvo lugar en la isla La Española (actual Santo Domingo). La mayor parte de los esclavos fueron ajusticiados. Sin embargo, las rebeliones no cesaron; algunos lograron escapar del control de sus dueños y organizaron asentamientos independientes llamados “quilombos”. Evolución política La concentración del poder político en la persona del rey se hizo a costa del debilitamiento de la nobleza y con el apoyo de la burguesía comercial que veía en el funcionariado la posibilidad de ascenso social. El poder de las monarquías fue evolucionando: un rey del 1500 no tenía el mismo poder que uno del 1700. Con el tiempo el poder real se fue consolidando hasta constituir lo que se conoce como Absolutismo Monárquico. El rey absoluto recibía su poder de Dios para ejercerlo sobre el pueblo: era el soberano, es decir el máximo poder, el gran legislador y el supremo juez. El rey y la nación se unían en una sola figura, la del poder absoluto. Esto no significaba que el monarca gobernaba a su antojo (ya que debía hacerlo observando la ley), sino que estaba limitado por otro poder. La frase que expresa al absolutismo de manera ejemplar es la que pronunció el rey francés Luis XIV: “El Estado soy Yo”. En Gran Bretaña, el absolutismo cayó a fines del siglo XVII luego de una revolución y una guerra civil. Desde entonces, fue gobernada por una monarquía parlamentaria, integrada por un rey que tenía un poder muy limitado por el Parlamento, encargado de legislar e impartir justicia. Durante el siglo XVIII, surgió en Europa un nuevo movimiento filosófico que se conoce como la Ilustración, que afectó a todas las áreas de la cultura, incluidas la política y la economía. En el plano político, los ilustrados fueron partidarios de la monarquía pero deseosos de terminar con el absolutismo de la época, postulaban una monarquía limitada, respetuosa de las libertades fundamentales, como la libertad individual, de expresión y de pensamiento. Uno de los pensadores más importantes, Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu, realizó una profunda crítica de la sociedad, las creencias y la política francesas. En 1748, publicó “El espíritu de las leyes” donde postuló una monarquía controlada, fundada en la división de poderes. Jean Jacques Rousseau fue el más revolucionario. Se manifestaba a favor de la democracia y la república, aunque sostenía que sólo era posible en estados pequeños. En su obra, “El contrato Social”, afirma que la sociedad debe organizarse a través de un contrato entre los ciudadanos y que es el pueblo el que delega el poder en el soberano. Por esto, si el soberano no cumple con sus obligaciones, los gobernados pueden destituirlo y establecer un nuevo gobierno. Algunas de las monarquías europeas reprimieron duramente a los ilustrados. En otros casos, la colaboración entre éstos y algunos monarcas dio origen a una nueva forma de gobierno: el despotismo ilustrado. El rey, que detentaba todo el poder, era el primer servidor del Estado. Su deber más importante era proporcionar felicidad a todos sus súbditos, pero sin permitir su participación. Esta idea se sintetiza en la frase: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”. Con respecto a las ideas económicas, la teoría mercantilista fue cuestionada también y aparecieron nuevas ideas. Una de las escuelas más representativas fue la fisiocracia, que otorgaba al trabajo de la tierra un papel central en la creación de la riqueza. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 22 En 1776, apareció Investigación sobre la naturaleza y causa de las riquezas de las naciones, del escocés Adam Smith, padre del llamado liberalismo económico. Smith afirmaba que el trabajo es la única fuente de riqueza. El trabajo de cada individuo es lo que permite acceder al producto del trabajo de los demás. Por otro lado, la ley de la oferta y la demanda más el interés personal permiten a las sociedades organizarse armoniosamente sin la intervención del Estado. Epílogo Durante las últimas décadas del siglo XVIII, en Europa Occidental y en América ocurrieron cambios muy profundos, que sentaron las bases de la sociedad contemporánea. Las nuevas ideas políticas y económicas de la Ilustración generaron procesos de cambios que llevaron a lo que se conoce como “la era de las revoluciones”. La revolución industrial, que se inició en Inglaterra, generó el desarrollo de nuevas formas de organización en la producción y nuevas relaciones sociales, que terminaron definitivamente con el orden feudal. La Revolución francesa, que comenzó en 1789, significó el fin del absolutismo monárquico. Con la independencia de Estados Unidos y la Revolución francesa se inició una época de profundos cambios políticos en el continente americano. La invasión de Napoleón a España provocó una grave crisis en el orden colonial español y creó las condiciones para la independencia de las colonias americanas. A lo largo de este proceso, los territorios que integraban los virreinatos se convertirían en un conjunto de repúblicas soberanas e independientes. Bibliografía Historia Universal. Tomos 1,2 y 3. Editorial Océano. Historia 1. Editorial Santillana. Cronos 7 y 8. Sm editores. Yo amo la historia. Cesarini Hermanos. Editores. Ciencias Sociales para pensar. Kapelusz norma. Ciencias Sociales Activa. Puerto de Palos. Ciencias Sociales. Pueblos y lugares. Editorial Troquel. Ciencias Sociales 1. Logonautas. Puerto de Palos. HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 23 HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 24 HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 25 HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 26 HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 27 HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 28 HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 29 HISTORIA 2 A- EJES 3 y 4 Página 30