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Arq. María de las Nieves Rizzo APUNTES CATEDRA DE HISTORIA DE LA ARQUITECTURA I PENSAMIENTO II 1|Página Arq. María de las Nieves Rizzo Los presentes apuntes no reemplazan las clases teóricas ni la bibliografía. Son simplemente un apoyo teórico para la mejor comprensión de la materia. Arq. Marita Rizzo Mar del Plata 2014 2|Página Arq. María de las Nieves Rizzo Introducción El análisis histórico comprende siempre una “toma de posición” que implica establecer relaciones entre hechos para que estos se tornen comprensibles. En nuestro caso estas relaciones se establecerán entre una determinada sociedad y su producción material. Aldo Rossi habla de la historia como “instrumento de proyecto”; creemos en ese carácter instrumental, aunque no con la inmediatez evidente como en el caso de la aguja y el hilo. Nuestro propósito, es entonces, encarar un de estudio sobre la producción material en distintos períodos históricos, o sea las modificaciones que produjo la cultura sobre el ambiente. Se supone también que la cultura material es dependiente, en principio, de lo histórico general, que es la variable independiente. Es por ello importante situar a esta en su contexto histórico. Al referirnos al nacimiento de la ciudad describimos un conjunto completo e integrado, que contiene y justifica todos los subconjuntos, barrios, edificios, etc. como partes componentes de la misma. Su nacimiento no es una cuestión natural, es una cuestión absolutamente cultural y por ende artificial. La ciudad tuvo un inicio y puede tener un fin. Entender cuáles fueron las razones que hicieron posible el nacimiento de la misma es uno de los caminos posibles, para entender su destino actual. Para ello es oportuno recordar brevemente los grandes cambios productivos que han transformado la vida del hombre provocando a saltos, desarrollos demográficos. El hombre, se supone, apareció sobre la tierra alrededor de 500.000 años atrás, y por mucho tiempo se ha limitado a recolectar alimentos y buscar abrigo natural sin realizar modificaciones profundas ni permanentes. Cerca de 10.000 años, después de las Glaciaciones - ultima de las grandes 3|Página transformaciones naturales del ambiente natural, los habitantes de las zonas más cálidas comenzaron a producir su propio alimento, cultivando algunas especies de plantas y domesticando animales, para lo cual debieron organizar su vida en un sitio en forma estable, constituyendo así las primeras aldeas. Unos 5.000 años antes de la Era Cristiana, en las llanuras aluvionales del Cercano Oriente, algunas aldeas se transformaron en ciudades. Los productores de alimentos fueron, de alguna manera, obligados a producir un excedente para alimentar a la población dedicada a otras actividades: artesanos, comerciantes, guerreros, sacerdotes. Estos últimos residieron en agrupamientos más complejos –las ciudadesdesde donde controlaron la campaña. Este control se vertió en registros que a su vez necesitaron de alguna forma de escritura. A partir de allí comienza la historia escrita contrapuesta a la prehistoria. Y todo el desarrollo de estas incipientes ciudades dependió de la producción de excedentes y de la distribución de los mismos. Según los historiadores las edades de bronce y de hierro, precedidas ambas, por la de cobre confinan con la historia, extendiéndose entre los años 3000 y 1000 a. C., época de la floreciente cultura micénica y de las civilizaciones orientales. La Edad de Bronce, en que el uso de este metal era raro y costoso y estaba reservado a una clase dirigente que concentraba toda la excedencia disponible y mediante su redistribución ejercía el control crecimiento y desarrollo de las ciudades, es considerada por muchos el fin de la prehistoria y el comienzo de la historia. Y la Edad de Hierro, que comienza en el 1200 a.C. con la difusión del uso de este metal en herramientas, la escritura alfabética y el uso de moneda acuñada colaboró a un crecimiento importante de la población ya que permitió una Arq. María de las Nieves Rizzo mayor producción de alimentos y una mejora en las condiciones de vida. La civilización greco-romana y la china, en estos momentos, dieron origen a dos grandes áreas de desarrollo: la de la zona templada de Asia Oriental y la del mar Mediterráneo que también fue escenario de una serie de crisis que acompañaron avances y retrocesos. Otra transformación histórica, la sociedad feudal y luego la burguesa prepararon el sucesivo salto histórico, el desarrollo productivo basado en métodos científicos que caracterizaron a la sociedad industrial. En este marco histórico se desarrolla este curso. Gran parte del material usado, son apuntes tomados para la elaboración de las clases para Historia I y Pensamiento II del Taller Vertical B. Cuadro de períodos que abarca el nível de Historia de la Arquitectura I y Pensamiento II EDAD ANTIGUA Origen del hombre Civilizaciones Fluviales: Mesopotamia Valle del Indo Egipto EPOCA CLÁSICA: GRECIA/ROM A Siglo V a.C. Siglo II d.C. ANTIGÜEDAD TARDIA Consolidación del Cristianismo. Fijación de la patrística. Crisis del siglo III. Reconstrucción de Bizancio como Nueva Roma o Constantinopla Período de transición entre la producción esclavista y la feudal. Siglos III /IV 4|Página EDAD MEDIA Hegemonía de la Iglesia Católica ALTA BAJA Convivencia Transición del de tres Feudalismo al imperios Capitalismo Desarrollo de ciudades y de la burguesía Imperio Estilos Románico Romano de y Gótico que Oriente, o nacen a la luz de Imperio la Iglesia Bizantino Católica 330 al 1453 Nacimiento de Expansión del las Imperio Universidades. Islámico Desarrollo de la 700 al 800 Escolástica aprox. Imperio Carolingio Renacimiento HUMANISMO cultural. Pasaje del 750 al 800 teocentrismo al aprox. antropocentrismo Siglo XIV Siglos V/X Siglos XI / XV EDAD MODERNA RENACIMIENTO MANIERISMO Nuevos enfoques en las artes las ciencias y la política. Invención de la imprenta. Búsqueda de modelos en la Antigüedad clásica. Período de prosperidad con el poder repartido entre la Iglesia y los mecenas. Se inicia en Florencia y continúa en Roma. Se lo puede definir como un estilo. Coincide con la Reforma Protestante Origen en Venecia y Roma. Siglos XV /XVI BARROCO Coincide con la Contrarreforma. Es la manifestación de la “propaganda fide” Período de fuertes disputas entre países católicos y protestantes Periodo de crisis social y religiosa. Se manifiesta con la pérdida de proporciones, armonía, serenidad y equilibrio Caracteriza do por su refinamiento, elegancia y excentricidad. Formas dinámicas y efectistas gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y por la teatralidad. Mediados del siglo XVI Fines del siglo XVI y XVII Arq. María de las Nieves Rizzo ¿Qué es un clásico? Si consideramos que el período denominado “clásico” es aquel por excelencia que nos remite a las culturas greco romanas – desde los siglos V a.C. hasta I d. C.-, donde los intereses por la racionalidad, la perfección, la belleza y la mesura caracterizaron estas culturas, es importante definir que entendemos por clásico y clasicidad. Para comenzar se puede afirmar que las obras “clásicas” no pertenecen a esa categoría desde el momento de su creación, sino que adquieren dicho estatus con posterioridad, una vez que son admitidas en el canon, o sea, son reconocidas como modelo de características perfectas, y en este sentido se puede decir que el término en sí mismo implica una valoración crítica. Las obras de la antigüedad grecorromanas fueron consideradas “clásicas” a partir del Renacimiento, cuando definitivamente son calificadas como pertenecientes a la “clase de las mejores”, por ser baluartes de la racionalidad, la perfección, lo sublime, la delicadeza, la belleza, la mesura y otras características que se, supone, arraigaron en estas culturas. Asimismo el concepto de “clásico” trasciende la materialidad, y cuando una obra adquiere este concepto implica también la posibilidad de una suerte de restauración moral a partir de la emulación del espíritu grecorromano o de aquel que la obra represente. El adquirir la denominación de “clásico” implica, además, que esa obra que emerge como tal y por lo tanto se destaca del resto, es una obra representativa del espíritu de madurez, de sazón o florecimiento de misma dentro de su estilo, es aquella que constituye el epicentro del canon, así entonces, un período clásico de cualquier sociedad o comunidad se considera como el 5|Página momento en el que se alcanzó el máximo esplendor y la máxima perfección de los valores ya existentes. Pero no son sólo las obras de la antigüedad grecorromana las que han alcanzado este nivel de madurez, así entonces, podemos referirnos a obras clásicas góticas, barrocas, modernas, etc. Y es por ello que podemos afirmar que el concepto de “clásico” no es estático, sino que es dinámico, ya que a medida que transcurre la historia, el listado de obras clásicas crece. Sostiene Gadamer1, en Verdad y método, que interpretar una obra supone una relación dialéctica entre el horizonte del pasado de la obra y el horizonte del actual fruidor. En el marco de ese dialogo la comunicación se establece a partir de preguntas que se le puedan formular a la obra desde nuestro punto de vista parcial, ubicado en el presente. Cuando el horizonte de prejuicios y significados históricos del fruidor se fusiona con el horizonte al que pertenece la obra, se produce una doble apropiación: el sujeto comprende una obra que, a su vez, lo ayuda a comprenderse mejor a sí mismo. Como ejemplo paradigmático de esta mediación histórica entre pasado y presente, 1 Gadamer, Hans Georg filosofo alemán 1900-2002 Arq. María de las Nieves Rizzo Gadamer postula precisamente a los “clásicos”, de esta manera, y como esbozo de definición, podemos decir que las obras clásicas son aquellas que pueden ser interrogadas desde el presente y ellas responden desde su época dirigiéndose en particular al presente mismo desde donde son interrogadas. 6|Página Arq. María de las Nieves Rizzo Los órdenes Para entender las obras “clásicas” grecorromanas es importante entender el concepto de “orden” que a grandes rasgos podemos definir como las reglas que se deben cumplir para llegar a un al buen fin del arte. El orden es un concepto surgido de la arquitectura clásica que lo considera como un sistema constructivo y artístico que da a los edificios un carácter particular asociado a un cierto lenguaje y estilo. Comprende un conjunto de elementos previamente definidos que relacionándolos entre sí y con el todo proporcionan armonía, unidad y proporción según preceptos clásicos de belleza. Pero para comprender realmente lo que en arquitectura se denomina orden no hay mejor que remitirnos a las fuentes, en este caso “REGLAS DE LOS CINCO ORDENES DE ARQUITECTURA DE VIGNOLA” en versión de C.M. Delargardette, Arquitecto, discípulo de la Real Academia de Arquitectura de Paris. Lo que sigue es una reproducción de los capítulos referidos al tema (se puede encontrar la versión completa de la página de Internet http://dogo.ub.uni-heidelberg.de/digllit/vignola 1792/0001): Capítulo III –Los órdenes de Arquitectura en general 7|Página Entendemos por orden de Arquitectura una disposición proporcionada de los tres miembros o partes principales que lo componen, y son la columna, el pedestal y el cornisamento: cada una de estas tres partes se subdivide en otras tres. Las partes de la columna son el fuste, el capitel y la basa; las del cornisamento son el friso, la cornisa y el arquitrabe; y las del pedestal son el dado, la cornisa y la basa. Descripción de los miembros y partes de los Órdenes. Primer miembro, la Columna. La voz columna viene de las voces latinas Columna y columen que significan una cosa a plomo: la columna es el más hermoso y el principal miembro del orden: ya dejamos dicho que sus tres partes son el fuste, el capitel y la basa. El Fuste, de la voz latina Fustis, bastón, es el vivo o tronco de una columna, y está entre el capitel y la basa..El Capitel, del latín Capitelum, cabeza o extremidad superior de cualquier cosa, es la parte superior de la columna .La Basa, del latín Basis, es la parte inferior de la columna, también se llama basa a todo cuerpo sólido que sostiene otro. Segundo miembro, el Cornisamento. El Cornisamento se llama en latín Tabularum, suelo; las tres partes de este miembro son el arquitrabe, el friso y la cornisa. El Arquitrabe es aquella parte del cornisamento que sienta sobre las columnas. Representa el principal madero, o la carrera, y eso significa su nombre, que se compone de la voz griega Archos, principal, y de la latina Trabs, viga. El Friso es una gran faja lisa que separa el arquitrabe de la cornisa; se supone que está formado con las cabezas de los maderos que sientan sobre el arquitrabe. La voz friso es del griego Phrygios, bordadura, porque el friso se adorna mucha veces con bajos relieves de poco resalto, que parecen bordado. La Cornisa, del latín Corona, Arq. María de las Nieves Rizzo es la parte superior del cornisamento. Dase este nombre a todos los vuelos y perfiles que coronan un cuerpo. Se dice que una corona esta tallada, cuando tiene adornos en las molduras. Tercer miembro, el Pedestal. El Pedestal se llama también Estilóbato, del griego Stylobates, basa de la columna; sus tres partes son el dado, la cornisa y la basa. Ya he dicho en los artículos anteriores que cosa es una cornisa y una basa; el dado es aquel plano que hay entre la basa y la cornisa. El pedestal, según Vignola, tiene siempre el tercio del alto de la columna. figuras de mujeres en lugar de columnas, como se ve en el gran Pabellón en lugar de columnas, como se ve en el gran Pabellón de Louvre. El Gótico se aparta enteramente de las proporciones antiguas, y al parecer no se sujeta a regla alguna. Unas veces sus columnas pesadas son unos pilares toscos, otras son delgadas y altas: los capiteles no tienen proporción alguna con ella, y su composición es obra de la imaginación extravagante de los Arquitectos; en unos se ve la hoja de acanto espinoso, berza, cardo y demás plantas; y en otros también figuras grotescas de hombres y animales, mal dibujados por lo general. De los diferentes Órdenes. Los órdenes más usados son cinco: el Toscano, el Dórico, el Jónico, el Corintio y el Compuesto; el primero y último son invención de Romanos, y los otros tres de Griegos: por esto se llaman órdenes Griegos, o Romanos, según el nombre de sus autores. Aunque no presentamos más que estos cinco órdenes, sin embargo hay otros que es útil conocer, especialmente si se ha de hacer estudio de la Arquitectura; pero no deben considerarse más que como órdenes de puro ornato, y según las circunstancias; al paso que los cinco primeros de que trataremos son la base de la Arquitectura, y los que se emplean más veces. Los órdenes que llamamos de decoración son el orden de Posidonia, el llamado Pæstum, el Rústico, el Pérsico, el Cariátide, el Gótico y el Ático. El orden de Posidonia es notable por su nobleza y sencillez: es una especie de orden Dórico, cuya columna, de muy corta proporción, no tiene basa (…). El orden Rústico es aquel cuya columna esta almohadillada como en el Palacio de Luxemburgo. El orden Pérsico es aquel que tiene figuras de esclavos persas en lugar de columnas para sostener el cornisamento. El orden Cariátide es aquel que tiene Capítulo IV De los órdenes de Vignola: se ha añadido el orden Dórico de un Templo de Posidonia, y sus partes en grande. En esta obra sigo el método de contar todos los vuelos desde el eje de la columna, pues tengo notado que es más sencillo, exacto, y también más cómodo: pues por este medio es más fácil acordarse de los vuelos, y hacer su comparación. A este fin he consultado las mejores obras de Arquitectura, entre otras la de Daviler, y el paralelo de la Arquitectura por de Chambray. 8|Página Del Modulo Llamase módulo un tamaño arbitrario que se usa para construir los órdenes, y es constantemente el semidiámetro inferior de la columna. Distínguese dos especies de módulos, uno que se divide en doce minutos o partes iguales para los órdenes Toscano y Dórico; y el otro en dieciocho para los órdenes Jónico, Corintio y Compuesto. De los cinco Ordenes en general, y de sus definiciones distintivas. Un orden, como hemos dicho, se compone de tres partes, que son la columna, el cornisamento y el pedestal. Todas estas partes se diferencian según los órdenes; pero según Vignola Arq. María de las Nieves Rizzo guardan siempre la misma proporción con el alto de la columna, en cualquiera orden que sea: el cornisamento siempre tiene el cuarto, y el pedestal el tercio de la columna. El orden Toscano es el más sencillo, pues no tiene modillones, ni dentellones en su cornisa. El Dórico tiene su capitel más rico en molduras, con modillones en la cornisa, triglifos en el friso y gotas en su arquitrabe. El Jónico tiene volutas en su capitel, su cornisa está adornada con dentellones, y su arquitrabe tiene tres fajas. El Compuesto se diferencia de los otros en su capitel, que participa del Jónico, cuyas volutas son las mismas con corta diferencia, y el Corintio, del cual son los dos órdenes de hojas; se cornisa participa también mucho de la Jónica, de la que son los dentellones: su arquitrabe tiene dos fajas solamente. Proporción de las columnas. La Columna Toscana tiene de alto siete veces su diámetro inferior. La Columna Dórica tiene ocho veces este mismo diámetro. La Columna Jónica nueve. La Corintia y Compuesta diez. 9|Página La Columna en todos los órdenes es cilíndrica desde el imoscapo hasta el tercio de su altura, y desde allí hasta el sumoscapo disminuye casi un sexto de su diámetro inferior. Proporción de las Basas y Capiteles. El alto de las basas de las columnas en todos los órdenes siempre es igual al semidiámetro inferior de la columna. El alto de los capiteles de los órdenes Toscano y Dórico es también igual al semidiámetro inferior de la columna. El alto del capitel Jónico, sin contar las volutas, es igual a los dos tercios del semidiámetro inferior, y los capiteles Corintio y Compuesto tienen de alto un diámetro y un sexto, suponiendo en todo caso tomado en el imoscapo. Orden Toscano. El Orden Toscano, el más sencillo entre los cinco de que tratamos, debe su origen a unos pueblos antiguos de la Lydia que poblaron aquella parte de la Italia que se llama Toscana; y los primeros Templos que allí construyeron eran de este orden. Toda la altura es de veintidós módulos y dos partes. La cornisa tiene tres módulos y seis partes, o el cuarto de la columna; y el pedestal cuatro módulos y ocho partes, o el tercio. Pedestal y basa Este Pedestal, como acabamos de decir, tiene cuatro módulos y ocho partes de alto, incluyendo su basa y cornisa, que cada una tiene seis partes. El ancho del dado del pedestal es igual a la mayor salida de la basa de la columna. En esta figura, como en todas las demás el vivo de todos los cuerpos y vuelos se cuentan desde el eje de la columna. La Basa de la Columna siempre tiene un módulo de alto; pero en este orden y en el Dórico, el filete de la basa se comprende en el módulo de su altura; en los otros órdenes pertenece al fuste de la columna. Arq. María de las Nieves Rizzo Cornisamento y capitel. Ya dejamos dicho que el cornisamento de este orden tiene tres módulos y seis partes de alto, o la cuarta parte de altura de la columna, y que la del capitel siempre es igual al semidiámetro de aquella. El friso del capitel y el vivo del cornisamento siempre vienen a plomo con el sumoscapo de la columna. Para trazar el capitel con más exactitud, y más pronto, se dividirá en tres partes iguales; después tomando tres partes del módulo, y poniéndolas encima y debajo de la línea inferior del ábaco, determinan el ancho de este, y el cuarto bocel, quedando una parte para los listelos. (…..). Orden Dórico Este es uno de los tres órdenes Griegos. Doro, Rey de Acaya, mandó erigir en Argos un Templo de este orden, y lo dedicó a Juno, y del nombre de este Rey se llama Dórico. El Templo de Júpiter Olímpico y el de Apolo en Delfos eran de Orden Dórico; y los habitantes de Delfos pusieron liras en vez de los triglifos en el friso de este último. El orden Dórico es el más antiguo, y es también el más robusto y regular. Las ruinas de los edificios antiguos de Roma nos hacen ver cuánto estimaban los romanos este orden, no obstante ser Griego. El Teatro de Marcelo es el monumento más antiguo y más hermoso; y de aquí tomó Vignola las proporciones de su orden Dórico, cuyo cornisamento nos da. La columna de este orden tiene ocho diámetros, o dieciséis módulos de alto: el cornisamento cuatro módulos, o el cuarto de la columna, y el pedestal cinco módulos y cuatro partes, o el tercio de esta misma altura de la columna. Pedestal y Basa Dórica Acabamos de decir que el pedestal Dórico tiene de alto cinco módulos y cuatro partes: la basa de la columna, incluyendo el filete superior, es el módulo. Este órden no tiene más que 10 | P á g i n a veinte estrías que le son particulares en que se tocan una a otra en arista viva. Estas estrías se hacen de dos modos, o con un semicírculo en las más profundas, o con un triángulo equilátero en las que no lo son tanto. Es práctica poner las estrías más profundas en las columnas que están dentro de un edificio, y las menos profundas en las que están exteriormente: estas últimas estrías forman una arista viva menos aguda, y por consiguiente no tan fácil de romperse. Para hacer este cornisamento se dividirá después, de haber puesto el todo, el capitel, arquitrabe y triglifos en tres partes iguales; luego se dividirá en dos la parte superior del arquitrabe; una servirá para el listel, y la otra para las gotas y su filete. Las gotas son redondas; por arriba tienen media parte, y por abajo una y tres cuartos. Divididos los triglifos verticalmente en tres partes, se pondrá una a ambos lados de las líneas del medio, para encontrar las estrías interiores; y para las dos semiestrías de los extremos del triglifo se trasladará esta medida a los lados interiores de los canales medios del mismo triglifo. Hemos dicho que los triglifos representaban el extremo de los maderos del suelo; siempre tienen un módulo de ancho. La metopa es el espacio comprendido entre dos triglifos, y se hace perfectamente cuadrada; desde el medio de un triglifo hasta el otro medio hay dos módulos y medio. Cornisamento Dórico de Vignola Este cornisamento tiene las mismas proporciones que el anterior, y solo se diferencia en las molduras. Se dividirá, como en el primero, el capitel, los triglifos y el arquitrabe en tres partes iguales, siguiendo en todo las mismas subdivisiones para Arq. María de las Nieves Rizzo los triglifos; pero se repartirá la cornisa en cuatro partes iguales, y cada una tendrá cuatro partes y media de módulo, como se ve en la Lamina. En este cornisamento no hay dentellones, pero tiene modillones; estos caen a plomo del triglifo, y tienen el mismo ancho, y representan las cabezas de los maderos, como hemos dicho del origen de la Arquitectura. Orden Jónico Jonio, caudillo de una colonia ateniense, que se envió a la Asia, dio su nombre a la Provincia que conquistó, llamándose después Jonia; mando erigir en Efeso, una de las grandes ciudades de esta Provincia, tres Templos de un nuevo orden, y diferente del Dórico: una estaba dedicado a Diana, otro a Apolo, y el otro a Baco: este orden se llamó Jónico; guarda el medio entre los órdenes sólidos y los órdenes delicados, y tiene un carácter elegante; su columna tiene nueve diámetros o diez y ocho módulos de altura. Se ha de procurar distribuir los dentellones de su cornisa de modo que siempre caiga uno en medio de cada columna. El módulo de este orden, o su semidiámetro inferior, se divide en dieciocho partes, que también se llaman minutos. Esta división es proporcionada a la delicadeza de de las molduras; y se aplica igualmente al módulo de los órdenes Corintio y Compuesto. Las estrías de las columnas Jónicas, como también las de las columnas Corintias y Compuestas, son veinticuatro, y están separadas una de otras por entre calles o listelos, y en esto se 11 | P á g i n a diferencian de las estrías del orden Dórico, que se tocan en arista viva, cuyo número siempre es de veinte. En el orden Jónico se hacen repartiendo la circunferencia de la columna en veinticuatro partes iguales, y después subdividiendo cada una de estas en cinco, la del medio sirve para la entre calle, y las otras para las estrías: obsérvese que siempre venga una estría exactamente con el medio de cada frente. (…..). Orden Corintio Vitrubio atribuye al escultor Calimaco la invención del Capitel Corintio, y le da el origen siguiente. Murió una doncella en Corinto, y su ama puso sobre su sepulcro un canastillo en que estaban algunos enredillos y varios dijes que amaba la difunta: su aya tuvo el cuidado de cubrir el canastillo con una losa para preservar de la intemperie lo que había dentro. Casualmente había debajo una planta de acanto: a la primavera siguiente crecieron las hojas, lo rodearon, y se fueron levantado encorvándose con cierta gracia hasta debajo de la losa que lo cubría; Calimaco vio esta disposición casual, la que le sugirió la idea del Capitel Corintio, y lo adornó de este modo. La columna Arq. María de las Nieves Rizzo Corintia tiene veinte módulos de alto, o diez veces su diámetro. Pedestal Corintio Si el pedestal Corintio no tuviese más que el tercio del alto de la columna solo tendría seis módulos y doce partes; pero Vignola le da siete módulos con la mira de que siendo la altura del lado del pedestal dupla de su ancho haga más esbelto, y sea más conveniente a la delicadeza del orden. (…). Orden Compuesto. Los Romanos, quisieron también distinguirse de las demás naciones por sus edificios; para esto inventaron el orden Compuesto, que también se llama orden Italiano. Scamozi le llama Romano, y este es su verdadero nombre. Los Romanos juntaron la belleza del Jónico y del Corintio para formar el orden Compuesto,. Este orden tiene las mismas proporciones que le Corintio pero la diferencia está en las partes. llamaron civitas. Y, finalmente, es la unidad política administrativa que en la Antigüedad grecorromana corresponde a la comunidad política independiente formada por una ciudad y su territorio. La ciudad Griega es una “ciudad abierta” que comprende legalmente a todo aquello que hospeda dentro de sus muros y también a la población rural presentándolo como un paisaje unitario compuesto de partes complementarias y diferentes por funciones e importancia. Los espacios y edificios públicos, prevalecientes sobre los espacios y edificios privados, componen el escenario de la ciudad aristotélica. En el caso particular de la ciudad griega, la ciudad a la que se refiere Aristóteles es la ciudad- estado. O lo que es lo mismo un Estado compuesto de una sola ciudad y su espacio circundante.2 Donde los pórticos con columnas que circundan los templos y los edificios monumentales conforman el pasaje gradual de los espacios internos a los espacios externos comunes, la arquitectura, en este sentido, realza el ambiente habitado por el hombre. El Imperio Romano, es de alguna forma, una extensión jurídica de la Urbs y funciona como una “confederación de ciudades” El concepto de ciudad en la cultura clásica El imaginario social, desde hace ya mucho tiempo, identificó la idea de civilización con la ciudad, conectando palabras que derivan de la raíz griega polis, con las de raíz latina urbs y civitas. El espacio urbano es multifacético y su definición involucra simultáneamente a los tres términos. En efecto la ciudad es al mismo tiempo la urbs, el espacio construido con sus características morfológicas, sus calles, su equipamiento, sus edificios. También es la realidad social que construyen los ciudadanos que viven en la ciudad y a la que los romanos 12 | P á g i n a 2 Aristóteles, Política –Libro primero, capítulo I.- “Origen del Estado y de la Sociedad” - Todo Estado es evidentemente una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de algún bien, puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en vista de lo que les parece ser bueno. Es claro, por lo tanto, que todas las asociaciones tienden a un bien de cierta especie, y que el más importante de todos los bienes debe ser el objeto de la más importante de las asociaciones, de aquella que encierra todas las demás, y a la cual se llama precisamente Estado y asociación política. Arq. María de las Nieves Rizzo que se mantienen unidas por un esqueleto administrativo provincial, pero plenamente autónomas en cuestiones internas. El Imperio agrega un gran número de ciudades-estado en el área mediterránea, crean algunas donde no existían e implanta sobre los dos bordes del Mediterráneo una red continua de cientos de ciudades grandes y medianas, con o sin muros, a menudo realizadas con un diseño geométrico, unitario que ordena los variados elementos arquitectónicos públicos y privados. En el marco pacificado y duradero del Imperio Romano, el diseño racional se expande desde la ciudad al territorio y transforma el paisaje con las formas regulares de las lotizaciones agrícolas, de las rutas, de los puentes, acueductos y las líneas de fronteras, de los canales etc. Todos ellos soporte funcional e imagen omnipresente de una civilización homogénea y dispersa en un gran espacio geográfico. 13 | P á g i n a Arq. María de las Nieves Rizzo Breve reseña histórica GRECIA La Ilíada y La Odisea son los poemas más importantes de la Antigüedad que relatan las hazañas de personajes legendarios y describen la vida social, política, económica y las costumbres de los helenos alrededor del año 1200 a.C. En dichos poemas los dioses desempeñan un papel tan destacado como los héroes y entre ambos conforman la mitología griega que es el conjunto de mitos y leyendas pertenecientes a los antiguos griegos que tratan, además, de la naturaleza del mundo, los orígenes y el significado de sus propios cultos y prácticas rituales. Los dioses residían en el monte Olimpo y los principales eran: Zeus padre de los dioses y los hombres-; Apolo después de Zeus fue el dios más influyente y venerado 14 | P á g i n a de todos los de la antigüedad clásica, representa la armonía, el orden y la razón-; Dionisio- dios del vino, que representaba el éxtasis, el desorden y lo sensual- ; Atenea o Palas Atenea diosa de la guerra, civilización, sabiduría, de las artes y la justicia; Hera –integraba el consejo olímpico como diosa del matrimonio, del dinero, de los partos y de la ley-; Afroditadiosa del amor, la belleza y la voluptuosidad- ; Hermes – significa mensajero o interprete preside la escritura y la astronomía- ; Deméter – diosa de la agricultura y del amor materno, asociada a los ritos eleusinos- ; Poseidón – dios del mar- y otros dioses y héroes que tuvieron su correlato en el panteón romano. El pueblo heleno tenía una vida doméstica sencilla, ya que las principales actividades estaban relacionadas con la vida pública masculina. La mujer no tenía estatus de ciudadana por lo tanto no poseía ni derechos jurídicos ni políticos y dependía primero de su padre, luego de su marido, su hijo si era viuda o su pariente más próximo. En los tiempos Homéricos, los helenos se reunieron en clanes o gens, es decir, conjunto de familias descendientes de un antepasado común; posteriormente los gens se agruparon en fratrias, y estas en tribus (demos). Luego -en el siglo VIII a.C. – surgió la polis. En el territorio griego se levantaron muchas ciudades pequeñas, cada una de las cuales constituía una verdadera unidad. Los habitantes vivían con sus propios recursos y se regían por sus propias leyes. Por su carácter independiente cada polis era una –ciudad estado-. Muchas de estas ciudades se erigieron alrededor de una meseta escalonada llamada Acrópolis que tuvo la función de Arq. María de las Nieves Rizzo santuario y en un primer momento (Período Arcaico) de residencia real. Atenas en el Ática y Esparta en el Peloponeso fueron dos de las más importantes ciudades- estado. A partir del siglo VII a.C. el poder de los nobles fue en aumento, mientras la monarquía se transformó en una simple magistratura religiosa. Finalmente el soberano fue sustituido por un grupo aristocrático-militar. A este gobierno de nobles, ejercido por pocos, los griegos lo llamaron oligarquía. Las diferencias sociales eran muy marcadas, y entre los siglos VII y VI a.C. se produjeron guerras civiles y crisis económicas y muchos habitantes de las ciudades- estado emigraron hacia diversas regiones del mar Mediterráneo y en muchos casos fundaron nuevas ciudades – estados, llamadas apoikias (literalmente “casa lejos” ), totalmente independiente de su metrópoli conservaron, sin embargo, su lengua, religión, tradiciones e instituciones. A pesar de la anarquía imperante, el desarrollo del comercio y la artesanía permitió el surgimiento de la clase media formada por comerciantes más o menos importantes, que exigió a los nobles tener participación en las decisiones políticas y mejoras en las condiciones de vida. Luego llegaron al poder los tiranos. La Tiranía en la Grecia de los siglo VII y VI a.C. era un fenómeno político ocasional producido por las luchas sociales y las transformaciones habidas en la sociedad, de esta forma, políticos populistas accedieron al poder aprovechando la crisis y la confusión. La palabra tiranía es de origen lidio, y en Grecia no tenía connotación excesivamente negativa. El tirano era aquel que accedía al poder por la fuerza, de manera extraordinaria y 15 | P á g i n a merced al apoyo del pueblo. Era un régimen que se caracterizaba por ser ilegitimo, acabando con el orden establecido que ocasionalmente era aceptado, sólo de forma temporal o para resolver una emergencia. El tirano solía proceder de la oligarquía de la ciudad y se enfrentaba, por lo general, a la nobleza. Los tiranos encabezaban los movimientos populares, gozaban del favor popular o apoyo de los grupos humildes y lo utilizaban en beneficio propio. Eran verdaderos demagogos, que solían unir su tiranía a sus descendientes. Se considera que las tiranías son un precedente del gobierno democrático, ya que una vez que los tiranos pierden el apoyo de las clases populares, el pueblo y la aristocracia se unen para derrocarlos, siendo reemplazados por funcionarios electivos con lo que se inició la democracia (demos – pueblo- kratos-gobierno-). Arq. María de las Nieves Rizzo Atenas El Ática es una península de forma triangular, perteneciente a la Grecia continental, que se interna en le mar Egeo hasta el cabo Sunión, entre la isla de Eubea al norte y el ismo de Corinto, este pequeño territorio, de veinte leguas de largo por diez de ancho, es poco fértil y esta recorrido por algunos montes (Pentélico, Himeto) y llanuras, como las de Atenas, Maratón y Eleusis. A una legua del mar y en el valle del arroyo Cefiso se levantaba Atenas, la capital, llamada así en homenaje a la diosa Atenea, patrona de esta región. Por influencia del medio geográfico los 16 | P á g i n a habitantes no fueron agricultores y se dedicaron especialmente al comercio y a la navegación. Unos 3000 años a.C. la población estaba radicada sobre una pequeña meseta llamada Acrópolis o ciudad alta. Posteriormente, y debido al aumento de los habitantes, estos construyeron sus viviendas al pie de la meseta, mientras que en la Acrópolis se transformó en el centro del culto, donde se localizaron los templos. A una distancia de 7 km. se encontraba el puerto del Pireo. Atenas fue la ciudad- estado que más se distinguió por haber ganado las Guerras Médicas en las que lucharon, junto con Esparta contra los persas. En el transcurso de la Guerra se creó la Confederación de Delos que originó la supremacía política y económica de Atenas en toda la región del mar Egeo. Atenas transformó en súbditos a los pueblos aliados y les exigió un tributo obligatorio, que estos entregaron conformes, pues estaba satisfechos de hallarse bajo su tutela. El dinero fue utilizado para realizar obras artísticas y solventar gastos públicos. Atenas culminó este período de hegemonía con el gran estadista Pericles, quien logró el apogeo de esta civilización. Organización política y social de Atenas A partir del año 503 a.C., época en que comenzaron a aplicarse las reformas de Clístenes, jefe de la aristocracia que se puso frente al pueblo y fue el fundador del verdadero régimen popular en el 507 a.C., el gobierno ateniense fue una democracia. El pueblo se transformó en soberano de sus propios destinos y todos los ciudadanos tenía idénticos derechos. Las magistraturas eran electivas; los funcionarios Arq. María de las Nieves Rizzo elegidos por sorteo, duraban generalmente un año frente al cargo y, transcurrido ese lapso, la Asamblea juzgaba su actuación. Instituciones atenienses: Arcontado: Con el desarrollo de la democracia los nueve arcontes, que desde los tiempos primitivos dirigían todos los asuntos de Estado, fueron perdiendo autoridad. Finalmente conservaron atribuciones de carácter judicial y religioso. Consejo o Senado (Bulé). Luego de las reformas de Clístenes, lo integraban 500 miembros (buleutas), sorteados anualmente, entre ciudadanos mayores de treinta años. Para deliberar, debido a su número, se dividían en diez secciones con 50 miembros cada una, que trabajaban una décima parte del año. Asamblea del pueblo (Ecclesia): La componían todos los ciudadanos mayores de veinte años y era convocada, generalmente, cada ocho días; se reunía al aire libre, en la plaza (Ágora) o bien en las proximidades de la Acrópolis. La Asamblea estaba facultada para declarar la guerra, elegir anualmente los funcionarios y examinar se actuación; además, condenar al ostracismo y otorgar la ciudadanía. Estrategos: A partir del siglo V a.C. diez estrategos reemplazaron al arconte polemarca en el mando del ejército y de las fuerzas navales. Podían ser reelectos y en caso de guerra uno solo dirigía las operaciones. Con el transcurso del tiempo, aumentaron su prestigio y algunos, como Pericles, ocuparon las más altas dignidades. Areópago: A pesar de que conservó su autoridad moral, prácticamente perdió muchas atribuciones. Juzgaba los crímenes y a los culpables de incendios: además, vigilaba la educación y las costumbres. 17 | P á g i n a Tribunal de los Heliastas: Lo integraban 6.000 jueces (600 por tribu) sorteados entre los ciudadanos mayores de 30 años. Como era un cuerpo demasiado numeroso, para sus deliberaciones se dividía en diez secciones de 500 miembros cada una y elegían 1.000 suplentes. Esta cantidad excesiva de jueces fue perjudicial para el recto cumplimiento de la justicia. Las atribuciones de este tribunal eran muy amplias, pues entendía en todas las causas judiciales, exceptuando los asesinatos, que correspondían al Areópago. EL culto Los griegos tributaban homenajes a los grandes dioses, y les rendían culto público. Las ceremonias públicas eran muy variadas y consistían en sacrificios, canticos, danzas y procesiones. El templo se construía en homenaje a un solo dios; las ceremonias se realizaban a la entrada, en un altar especial, pero nunca en el interior. Además, tenían una religión doméstica o culto de los antepasados. Cada hogar tenía un altar doméstico donde ardía el “fuego sagrado” que simbolizaba el espíritu de los muertos. Diariamente la familia –presidida por el padre- los recordaba con diversas ceremonias. Los oráculos Los griegos siempre desearon conocer el porvenir, que estaba sujeto a una divinidad llamada Moira –el destino-. Pero los dioses podían revelar los acontecimientos futuros por medio de los presagios o a través de los oráculos .Los primeros eran interpretados por sacerdotes, quienes observaban los Arq. María de las Nieves Rizzo fenómenos de la naturaleza –rayos, truenos, relámpagos, cometas- o las entrañas de los animales para vaticinar el porvenir. Los oráculos eran las respuestas de los dioses a las preguntas de los fieles, aunque por extensión también se indican con ese nombre los lugares donde se realizan las ceremonias y tuvieron tan vasta repercusión que sólo en Beocia había veinticinco. El oráculo más antiguo era el de Júpiter en Dodona, pero el más célebre fue el de Apolo en Delfos. La respuesta siempre era oscura y admitía dos interpretaciones, de modo que nadie podía afirmar que el oráculo se había equivocado. Organización social Ciudadanos: Eran todos los hombres libres, hijos de padre y madre ateniense que habían cumplido los diecisiete años. El joven ciudadano era empadronado previa investigación detallada sobre su origen, pues en caso de concederle la ciudadanía sobre datos alterados perdía la libertad y sus bienes a favor del Estado. Las mujeres no eran consideradas ciudadanas por lo tanto no tenían derechos políticos ni sobre sus bienes. Metecos: Todos los habitantes libres del Ática, que no tenían derecho de ciudadanía, se consideraban metecos (extranjeros domiciliados). En gran parte fueron inmigrantes que se dedicaron a las artesanías y al comercio. Esclavos: En su gran mayoría eran prisioneros de guerra. Su número alcanzó entre las siglos V y IV a.C. a cerca de 100.000. Los esclavos se ocupaban en las tareas más rudas, prestaban servicios al Estado en una especie de cuerpo policial y también 18 | P á g i n a servían a los diversos magistrados. Estaban a merced de su amo, muchos de ellos en recompensa por los servicios prestados lograron la libertad y en tal caso se los consideró metecos. Las viviendas La ciudad de Atenas se levantaba al pie de la Acrópolis. Las viviendas limitaban estrechas y mal niveladas calles, las casas eran de adobe, generalmente de planta baja y primer piso, al que se subía por una escalera exterior; tenían techos de tejas. Las viviendas más importantes eran más amplias. Las habitaciones de planta baja se organizaban en torno a un patio central, rodeado de columnas –peristilo-, y estaba destinado a los hombres de la casas, por ello a este sector se lo denominaba androceo. Al fondo se hallaba el gineceo o lugar destinado a las mujeres y a los hijos, que también podía ubicarse en el primer piso. El mobiliario era sencillo y escaso, constaba de literas, banquetas, cofres para guardar ropa y lámparas de aceite para iluminar. Pericles (494 a 429 a.C.) Pericles gobernó Atenas por más de 30 años (460 429 a.C.) con el cargo de estratego, su obra puede resumirse así: En lo político realizó diversos reformas que llevaron a la democracia ateniense a su máxima expresión. En lo social, con el propósito favorecer a los más necesitados y disminuir el exceso de población de Atenas organizó colonias agrícolas y comerciales fuera del Ática. Asimismo fortificó la ciudad y el puerto del Pireo. Arq. María de las Nieves Rizzo Durante el gobierno de Pericles se produjo un magnífico florecimiento en todos los aspectos de la cultura. El genio griego alcanzó su mayor expresión y las letras y las artes llegaron a su apogeo. Es el período de la Grecia clásica por excelencia, cuando la Acrópolis alcanzó su esplendor. Debido a la protección que brindó al movimiento artístico e intelectual, la época en que vivió el gran estadista se conoce con el nombre de Siglo de Pericles o Siglo de Oro (siglo V a. C.). La filosofía griega Hasta el siglo VII a.C. los griegos habían explicado los fenómenos de la naturaleza como consecuencia de la acción de los dioses; basándose en las ideas religioso-mitológicas creían que seres sobrehumanos producían las tempestades, los huracanes, las fases y los eclipses de la luna, etc. Pero desde el siglo VI a.C. diversos pensadores – apartándose de las concepciones religiosas- comenzaron a indagar el por qué y el cómo de las cosas que rodean al hombre y, por propia reflexión, trataron de solucionar los más grandes problemas que sobre el mundo y la vida surgen en la mente humana. Guiados por un anhelo de verdad aparecieron los filósofos es decir los “amantes de la sabiduría”. No eran investigadores o profesores sostenidos por el Estado, sino hombres que vivían para la filosofía y no de la filosofía. Los filósofos más importantes fueron: Sócrates (470-399 a.C.) ateniense, es una de las figuras más destacadas de la filosofía griega. Aunque no escribió nada, la posteridad, conoce su persona, su carácter y sus doctrinas por el respeto y la estima que le profesó su ilustre discípulo Platón. 19 | P á g i n a Su máxima preferida fue: “Conócete a ti mismo”. La filosofía de Sócrates era aplicable a todas las personas, pues para él la verdad se hallaba en el fondo de los espíritus y cualquiera podía descubrirla. Empleaba el “método socrático” que consistía en dirigirle a un individuo continuas preguntas hasta que este se convencía de que ignoraba lo que pretendía saber: luego, por medio de ejemplos prácticos tomados de la vida corriente, lo guiaba para que por sí solo llegase al conocimiento de la verdad. En el año 399 a.C. fue acusado de corromper a la juventud e introducir nuevos dioses. Encerrado en la cárcel, sus amigos le ofrecieron liberarlo, pero se negó. Fue condenado a muerte y no quiso apelar la sentencia. Tomó el veneno oficial –la cicutay murió rodeado de sus discípulos y amigos. Platón (427-347 a.C.) fue discípulo de Sócrates durante 8 años. En sus “Diálogos” dejó escrita la doctrina de su maestro y expuso los fundamentos de su propia filosofía. Fue el creador del idealismo al afirmar que el hombre alcanza la realidad por medio de las Ideas, pues son ellas, y no los elementos materiales, las que dominan el universo. Aristóteles (384-322 a.C.), nació en Macedonia y vivió en Atenas, donde fue por 20 años discípulo de Platón. Fue un verdadero sabio y utilizó la ciencia para llegar al conocimiento de la verdad. Estudió anatomía y fisiología, y llegó a descubrir el proceso de la respiración, en zoología estableció una clasificación de los seres vivientes y también fue el creador de la Lógica o ciencia que se ocupa del razonamiento. Aristóteles ejerció poderosa influencia en al cultura occidental y sus obras fueron la base de numerosísimos trabajos filosóficos posteriores. Arq. María de las Nieves Rizzo El imperialismo ateniense, que dominaba las ciudades marítimas, basaba su poderío en la flota, considerada la mejor de la Hélade. Esparta, que encabezaba las ciudades del interior, confiaba en la eficacia de sus efectivos terrestres. Entre ambos estados griegos estalló en el año 431 a.C. la Guerra del Peloponeso, lucha fratricida que duró 27 años, hasta el 404 a.C. y concluyó con la derrota de Atenas. Se produjeron luego una serie de guerras en las que Atenas se alió sucesivamente a enemigos de Esparta. En el año 376 a.C. la flota ateniense derrocó a las fuerzas espartanas, dando supremacía a Tebas (capital de Beocia) que alentados por el triunfo, y a las órdenes del general Epaminondas, invadieron el Peloponeso. Pero con la muerte de éste se terminó la supremacía de Tebas, y el poder se trasladó al norte de la Hélade, a la corte de Macedonia. Decadencia de Atenas Al finalizar las Guerras Medicas, las ciudades griegas permanecieron unidad en dos grandes grupos: la Confederación de Delos, encabezadas por Atenas y la Liga del Peloponeso a cuyo frente estaba Esparta. El desarrollo político y económico alcanzado por Atenas tenía que chocar contra la hegemonía ejercida tradicionalmente por Esparta. Entre ambos Estados griegos existían diferencias de orden político, económicas y sociales. 20 | P á g i n a Macedonia Al norte de Grecia y del mar Egeo se extendía la Macedonia. El interior del país era montañoso, cubierto de bosques y recorrido por dos grandes ríos que desembocaban en el mar. Cerca de la costa se hallaban llanuras fértiles donde abundaban el trigo y los caballos, las dos grandes riquezas del territorio. Los primeros pobladores fueron tribus tracias e ilirias. A comienzos del siglo VIII a.C. estuvieron gobernados por reyes dóricos, quienes fueron sometidos por los persas en el transcurso de las guerras Medicas. Estaban emparentados racial y lingüísticamente con los griegos; sin embargo, los helenos los consideraban “barbaros”, es decir extranjeros. Arq. María de las Nieves Rizzo Philipo II y Alejandro Magno Rey de Macedonia logró la unificación de Grecia, imponiendo condiciones de paz respetando la organización de cada ciudad y trató de unirlas mediante una política confederal para luchar contra el enemigo ancestral de los griegos, los persas. Philipo murió en el 336 a.C. y la empresa concebida y organizada por el, de lograr transformar a Macedonia en la más grande potencia de la época, fue llevada a la práctica por su hijo Alejandro (336 a 323 a.C.) a quien se lo llamó Magno por la amplitud de sus conquistas y las poderosa influencia que ejercieron en el mundo antiguo. Tenía 20 años cuando sucedió a su padre en el trono de Macedonia. Sometió a Grecia, conquistó a Asia Menor y a Egipto, a la Mesopotamia e Iran, llegó hasta la India y en el año 324 a.C. luego de terminadas las guerras, inició la organización de su imperio, basando su política en la unión de la sociedad greco-macedónica con la persa. Y cuando tenía en mente nuevas conquistas, falleció a los 33 años en el 323 a.C. Aunque las guerras ocuparon gran parte de su vida, Alejandro no descuidó la organización de su vasto imperio. Siguió una política de tolerancia para no alterar la vida de los países conquistados. Aspiró a crear la unidad del mundo antiguo bajo la influencia civilizadora de Grecia, por lo cual favoreció la inmigración y propició las uniones matrimoniales entre Oriente y Occidente. Propició el intercambio comercial y la fusión de los idiomas entre el mundo europeo y el asiático. Estableció colonias militares y agrícolas, esparcidas desde Egipto a Asia Central (hoy corresponde a varias naciones: Afganistán, Uzbekistán, Tayikistán) y fundó numerosas 21 | P á g i n a ciudades. Las conquistas de Alejandro extendieron la cultura griega por todo el mundo conocido. Después de su muerte, el gran imperio no tardó en romperse y durante 20 años sus generales lucharon entre sí para adueñarse del poder. Aprovechando las guerras, algunas ciudades griegas pretendieron recobrar su independencia, pero no tuvieron éxito en sus intentos, porque otras luchas civiles se originaron en la Hélade y destruyeron el esfuerzo común. Esta debilidad política y militar favoreció los designios de una nueva potencia: Roma, que primero sometió a Macedonia y finalmente a Grecia, la que pasó a ser una provincia romana en el año 146 a.C. El Helenismo Se conoce como helenismo al período de tres siglos comprendido entre la muerte de Alejandro y la conquista del mundo antiguo por los romanos, lapso en el cual la cultura griega se propagó hacia el Oriente ganado en extensión y perdiendo en pureza. Esta nueva y última fase del desarrollo cultural griego, también llamada civilización helenística, tuvo sus focos más importantes en el Egipto y Asia Menor, en las ciudades de Alejandría, Pérgamo y Antioquía. La fusión de los elementos materiales y espirituales griegos con los asiáticos dio origen a un mundo nuevo en el que se Arq. María de las Nieves Rizzo produjeron importantes transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales. En especial, se desarrollaron con nuevo vigor las ciencias, las artes, la literatura y la filosofía. 22 | P á g i n a Arq. María de las Nieves Rizzo ROMA Los orígenes de lo que luego fue el Imperio Romano son bastante confusos. Sin embargo, la península estaba habitada desde los tiempos paleológicos: así lo demuestran los restos arqueológicos descubiertos en el territorio. En el período neolítico penetraron a través de Sicilia las influencias de las culturas orientales y prehelénicas. Es posible que los pobladores del neolítico hayan sido los ligures, de origen 23 | P á g i n a incierto, que se instalaron al oeste de la Italia continental. En sucesivas migraciones, algunos pueblos indoeuropeos penetraron por el norte y se asentaron en la península. Entre ellos figuraban los sabinos, los samnitas y los lucanos. Finalmente llegaron los umbríos que se instalaron en la desembocadura del Po, sobre el Adriático. Desplazados por las invasiones indoeuropeas, otros pueblos del Asia Menor emigraron hacia el oeste, utilizando el Mediterráneo. Así llegaron los etruscos, probablemente en el siglo XII a.C., y se establecieron en la costa occidental de Italia, donde ya estaban los latinos. El extremo sur de la península fue ocupado por los griegos quienes fundaron numerosas colonias; esa región se llamó Magna Grecia. Los últimos en invadir fueron los galos que penetraron por el norte procedentes de la actual Francia, estableciéndose en la Galia Cisalpina. Los etruscos fueron los pobladores más importantes de la Italia prerromana. Aunque su procedencia y su lenguaje son desconocidos, el marcado carácter oriental de sus instituciones, como también las costumbres de tipo fenicio, robustecen la teoría que los hace originarios de Asia Menor. Se establecieron en el valle del Po, pero luego ocuparon la costa occidental de la península, entre los ríos Arno y Tiber. Muy pronto lograron dominar a los pueblos vecinos y ensancharon los límites de sus dominios. Se dedicaron a la navegación y al comercio. Poseyeron una flota poderosa que no tardó en dominar el Mediterráneo occidental. No formaron una nación; cada ciudad constituía una especie de estado independiente, al mando de un magistrado elegido por los aristócratas o lucumones. Doce Arq. María de las Nieves Rizzo ciudades de Etruria con otras doce de Campania integraron una Confederación unida por lazos religiosos y lingüísticos. En materia religiosa fueron politeístas y supersticiosos. Preocupados por interpretar la voluntad divina, recurrieron a los hechiceros y augures, quienes predecían el porvenir observando el vuelo de las aves. En el arte, los etruscos supieron combinar los elementos griegos con los orientales y, al evolucionar, les imprimieron características propias. Fundación de Roma Debido a las investigaciones se sabe que alrededor del año 1000 a.C. los latinos se establecieron en el Lacio, llanura limitada por el Tiber, los Apeninos, el monte Albano y el mar Tirreno. El lugar era insalubre y malsano aunque estaba bordeado por diversas colinas de baja altura que, además de ofrecer buena protección natural, reunían las condiciones necesarias para levantar un poblado. Los latinos construyeron sobre elevaciones del terreno chozas circulares de adobe con techos de ramaje cónico. Posteriormente, cuando las regiones circundantes fueron ocupadas por los etruscos, las pequeñas aldeas se transformaron en verdaderas fortalezas, pues a ellas acudían sus habitantes en caso de ser atacados cuando se encontraban dispersos por el campo. Algunas de estas aldeas fueron habitadas por los sabinos que no tardaron en emparentarse con los latinos. Estas poblaciones que habitaban el Lacio abandonaron su primitivo aislamiento y, para satisfacer necesidades económicas y militares, formaron una Confederación y 24 | P á g i n a eligieron como centro a Albalonga. Los miembros de esta liga celebraban sacrificios anuales en el santuario de Júpiter latino, erigido en el monte Albano. Roma fue construida sobre una colina llamada Monte Palatino, ubicada en la orilla sur del Tiber, en el territorio del Lacio. Es probable que el término “Roma” signifique límite o marca pues en realidad fue una colonia establecida por los latinos de Albalonga para defender el Lacio de los etruscos, acampados al norte del Tiber. Los habitantes no tardaron en fusionarse con elementos sabinos, establecidos en colinas cercanas. Por último los etruscos, que habían resultado vencedores en diversas luchas, también engrosaron el núcleo poblacional. De los tres grupos antes mencionados (latinos-sabinos y etruscos) surgió el romano. Fundación mítica de Roma Cuando Troya fue destruida por los griegos, el héroe Eneas logró huir de su ciudad natal y, luego de muchas peripecias, fundó en el Lacio la ciudad de Albalonga. Su duodécimo descendiente, el rey Numitor, fue destronado por su hermano Amulio, quien encerró en un templo a la princesa Rhea Silvia, hija del rey despojado. La joven se unió secretamente con el dios Marte y tuvo dos mellizos: Rómulo y Remo. Enfurecido, Amulio ordenó la muerte de la princesa y mandó arrojar los niños al Tiber dentro de una canasta. El rio –que estaba crecido- los arrastró un trecho pero, cuando las aguas volvieron a su cauce, la cesta con los mellizos quedó en la costa, al lado de una higuera y próxima al monte Palatino. Los gemelos fueron amamantados por una loba y luego recogidos por el pastor Fausto, que los educó. Ya grandes, y Arq. María de las Nieves Rizzo enterados de su origen, mataron a Amulio y devolvieron el trono de Albalonga a su abuelo Numitor. Este los recompensó, permitiéndoles fundar una ciudad sobre el monte Palatino, elevación cercana al lugar donde se habían salvado de las aguas. Con un grupo de compañeros se dirigieron hacia esa colina y, para saber quién de los dos debía ser el jefe, ambos hermanos consultaron la voluntad divina, expresada por el vuelo de los pájaros. Resultó favorecido Rómulo, quien vio volar doce buitres sobre su cabeza, mientras que Remo sólo contó seis. La ceremonia de fundación de Roma fue un acto religioso efectuado según el ritual etrusco el 21 de abril del año 753 a.C. Ritual de fundación Rómulo queda como rey de Roma. Con un arado, con reja de bronce, tirado por un toro y una ternera blancos, traza el perímetro del Pomerio (zona sagrada de la ciudad) que solo podía ser atravesada por las puertas (zona donde el arado había sido levantado y por lo tanto no se marcó la línea sagrada). Remo, envidioso de su hermano, empieza a burlarse de él diciendo que puede entrar y salir de la zona sagrada sin ningún problema, va rompiendo el perímetro y su hermano se enoja. Ambos se enzarzan en una lucha y Rómulo mata a su hermano. Entonces clama que ese será la suerte que correrá aquel que destruya las murallas y la ciudad. Como en Roma sólo había hombres, Rómulo y el resto de jóvenes plantean raptar a las Sabinas. Estas pasan un tiempo en Roma hasta que sus padres y hermanos pueden ir a salvarlas, para entonces ya se han enamorado de los romanos y no sólo no se van de Roma, sino que impiden la lucha fratricida y le piden a sus 25 | P á g i n a familiares que se queden allí. Por esta leyenda, los romanos se consideran así mismo tanto parientes de los griegos y etruscos (Eneas), como latinos (la mujer de Eneas era del Lazio) y sabinos. Además de eso se consideran hijos de Venus (por Anquises) y de Marte (Rómulo). Por último, la familia de los Julios se emparienta con Julo, el hijo de Eneas. Periodización de la historia de Roma Monarquía República 753 a 509 a.C. Gobernaron siete reyes, desde Rómulo a Tarquino el soberbio. 509 a 30 a.C. Ejerció el gobierno dos magistrados electivos y anuales: cónsules. Imperio 30 a.C. a 476 d.C. El poder residió en manos de los Emperadores. desde Augusto a Rómulo Augústulo La sociedad romana de comienzos de la República se configura de dos clases sociales que tenían la ciudadanía romana: una aristocracia de propietarios -patricios- y una clase popular que luchaba por conseguir derechos-plebeyos-. La economía estaba basada en el sistema de producción esclavista, donde la mayoría de los esclavos eran prisioneros de guerra. Existían mercados de esclavos donde se comerciaba con ellos como si fuesen mercancías. Así pues la sociedad romana en sus orígenes estaba dividida en Patricios: clase dominante que poseía todos los privilegios tanto fiscales, como judiciales, políticos y también culturales. Plebeyos: pueblo que no gozaba de todos los derechos ni privilegios y Esclavos: no tenían derechos y eran posesión de sus amos. El esclavismo era una institución social en Roma. No fue un esclavismo de raza, como sí lo sería siglos después, y cualquiera podía ser esclavo ya que provenían sobre todo de pueblos conquistados, y también de delincuentes u otra gente que fuera degradada a esa clase social. En realidad el esclavismo no era más que la clase social más baja. Y como toda clase, también era posible ascender a veces comprando la propia libertad, o simplemente por el deseo expreso del amo que se formalizaba con el acto de manumisión, un privilegio de todo propietario que convertía al esclavo en liberto (esclavo liberado).Cuando la República se transformó en Imperio, la sociedad evolucionó dando origen a nuevos grupos o cambiando otros. Hacia fines del siglo IV a.C se había formado la clase de los optimates (o aristocracia patricio-plebeya), resultado de la fusión de los antiguos patricios con los plebeyos más ricos. En la medida que Roma entró en el circuito económico del Mediterráneo se desarrolló la clase de los caballeros (u orden ecuestre), dedicada a los negocios (empresarios, comerciantes, prestamistas, etc). Por su parte, la antigua clase media campesina, propietaria de tierras en Italia, arruinada con las guerras y con la competencia de los latifundios y los productos agrícolas a bajo precio venidos de las provincias. Los campesinos pobres que la formaban emigraron a Roma y a las grandes ciudades de Italia, transformándose en el proletariado romano, una masa ociosa y llena de vicios, cuyos integrantes solían engrosar la clientela de los políticos profesionales y a quienes vendían sus Arq. María de las Nieves Rizzo votos. El proletariado fue sostenido por el aporte económico de sus patrones y, durante el Imperio, por las arcas fiscales y los recursos de los emperadores. La sociedad siguió evolucionando durante el Imperio. La Monarquía Las máximas autoridades fueron: El rey: jefe supremo en el orden político y militar. La monarquía era electiva y el soberano ejercía el mando (imperium) con el consentimiento del pueblo. Desempeñaba funciones religiosas y su poder estaba limitado por el Senado y la Asamblea. El Senado: cuerpo consultivo integrado por la reunión de “patres” o jefes de las gens3. Sesionaba con asistencia del rey y a su muerte ejercía el poder. La Asamblea o comicios curiados: Formada por patricios, representaba a las treinta curias en que se dividía la ciudad. Era un cuerpo ratificador. Aprobaba la guerra y la paz, discutía 3 La gens era una agrupación civil o sistema social de la Antigua Roma. Cada gens comprendía a varias familias (que se identificaban a través del cognomen de los individuos), por lo que sus integrantes eran agnados o gentiles entre sí y estaban dirigidos por varios pater familias. En este sentido, la gentilidad era sobre todo un título de nobleza que daba fe de la antigüedad del grupo, algo en principio exclusivo de las familias patricias. La gens fue la organización social, que precedió en Roma la constitución del estado-ciudad. La gens podría definirse como un conjunto de familias que descendían o creían descender de un antepasado común vinculadas por un parentesco más o menos lejano, que tenían sus divinidades, sus costumbres y su territorio 26 | P á g i n a proyectos de ley. La Asamblea podía aceptar o rechazar asuntos que el rey presentaba. No legislaba y elegía el rey. La República El último rey, Tarquino el Soberbio, gobernó sin tener en cuenta las leyes, persiguió a los patricios y se enriqueció con la confiscación de sus bienes. Estas arbitrariedades originaron un movimiento de rebelión para derrocarlo. El descontento popular fue incentivado por los patricios quienes aprovecharon que el rey estaba ausente de Roma sitiando la ciudad provocando una revolución y abolieron la monarquía. El Senado resolvió entregar el gobierno a dos cónsules que duraban un año en sus funciones. De esta forma surgió la República. Luego de la caída de la monarquía, y establecida la República, el aumento de la población, las luchas de clases y el engrandecimiento del territorio por las diversas conquistas, obligaron a modificar los organismos existentes y a crear otros, acordes con la nueva organización política compuesta por: Cónsules: Ejercían la mayor autoridad pues presidian el Senado, convocaban las asambleas populares, mandaban los ejércitos y debían conducirlos a la guerra. Pertenecían a los patricios. La dictadura: Cuando una invasión o guerra civil amenazaba la tranquilidad de Roma, los cónsules eran suspendidos en sus funciones y reemplazados por un dictador que gobernaba solo. Investido de poderes ilimitados, debía renunciar pasado el momento difícil y, si este se prolongaba, no podía ocupar el cargo más de seis meses. Arq. María de las Nieves Rizzo Censores: Estos dos magistrados tenían la misión de confeccionar cada cinco años el censo, es decir, el padrón general del pueblo romano donde figuraban la nómina de los ciudadanos y sus bienes. Con el transcurso del tiempo aumentaron sus atribuciones y ejercieron arbitraria autoridad. Vigilaban la conducta de todos los funcionarios y podían degradar a un senador, o quitar todos los derechos a un ciudadano. Pretores: En principio los cónsules resolvieron las cuestiones judiciales pero, al aumentar los pleitos y las tareas de gobierno, se creó el cargo de pretor. Al principio no hubo más que uno pero luego llegaron hasta doce. Tribunos de la plebe: Representaban al pueblo y duraban un año. Defendían al pueblo contra las arbitrariedades de los patricios. Ediles: Tenían a su cargo asuntos policiales, el cuidado de los edificios y la celebración de festividades públicas. Cuestores: Se ocupaban de cuestiones financieras. El Senado o Consejo de Ancianos, fue el cuerpo más famoso de la republica romana. Al principio tenía 300 miembros, pero llegó a tener 600. Lo integraban sólo aquellos ciudadanos que habían ejercido –por lo menos- una de las magistraturas del Estado. Eran elegidos con carácter vitalicio, pero en algunas circunstancias los censores podían destituirlos. Tenía amplios poderes, intervenía en las funciones legislativas, en la administración del interior, en el gobierno de las provincias, en la religión y en la política exterior. Para expresar su opinión en los asuntos de gobierno, los ciudadanos se reunían en asambleas del pueblo o comicios. Los comicios eran: 27 | P á g i n a Comicios curiados: La asamblea más antigua y se basaba en la división religiosa del pueblo por curias. Como ya se ha dicho lo componían exclusivamente los patricios y se agrupaban en 30 curias, las cuales aisladamente trataba un asunto y luego cada una emitía un voto. Comicios centuriados: Compuesta por patricios y plebeyos, se dividían por centurias o agrupación militar de ciudadanos en cinco clases de acuerdo a su fortuna. Aunque admitían a los plebeyos, la aristocracia contaba con la mayoría de los votos. Por su carácter militar se reunían en el Campo de Marte ya que estaba prohibido a las tropas entrar con armas en Roma. Actuaban como apelación en sentencias judiciales y podían declarar la guerra o la paz. Comicios por tribus: Todos los ciudadanos pertenecían a esta Asamblea, sin distinción entre ricos y pobres. Su prestigio aumento con el tiempo Expansión del territorio En la época de su fundación Roma ocupaba la pequeña colina del Palatino y algunas regiones circundantes. Pero sus habitantes no tardaron en iniciar una serie de luchas contra pueblos vecinos y extendieron su dominación por toda la península itálica. Luego, al final de las guerras Púnicas, Arq. María de las Nieves Rizzo conquistaron Cartago –colonia fenicia en el norte de África-. Se extendieron por la cuenca Mediterránea y ocuparon la península Hispánica convirtiéndose en la primera potencia del mundo antiguo. Organización territorial El Senado organizó los territorios conquistados e implantó un sistema de colonización distinguiendo los territorios de la península itálica y las tierras de fuera de esa península. 1) Organización de la península: Las ciudades fueron divididas en tres categorías: aliadas, en las que sus habitantes no pagaban tributo, pero estaban obligados a prestar servicio militar; súbditas, cuyos pobladores gozaban de iguales derechos que los romanos y municipias o ciudades privilegiadas pues gozaban de la preferencia del derecho de ciudadanía. 2) Tierras adquiridas: Las provincias conquistadas en el exterior, aunque dependían de los romanos y estaban obligadas a pagar impuestos tenían, en general, cierta autonomía, pues seguían administrándose por sus propias instituciones. En lugares estratégicos se establecieron colonias militares –castrum- encargadas de reprimir cualquier intento de sublevación. Aquellas provincias que no adoptaban una actitud de sumisión eran gobernadas por procónsules o propretores que ejercían un poder absoluto. Los habitantes estaban obligados al pago de impuestos y al servicio militar. Consecuencia de las conquistas 28 | P á g i n a Al finalizar las guerras de conquistas, Roma ejerció su hegemonía en toda la cuenca Mediterránea. Los países dominados ante la fuerza de las armas y la imbatibilidad del ejército, se sometieron al influjo de los romanos y fueron colonizados. Sin embargo, y aunque en apariencia todo el mundo era romano, las prolongadas guerras y el contacto con países sojuzgados produjeron en los vencedores importantes consecuencias sociales, culturales y económicas, muchas de ellas en contra de la grandeza de Roma. Económicas: El repentino aumento de la riqueza que inundó Roma después de las conquistas originó la acuñación de moneda. Los comerciantes desarrollaron su actividad con todo el mundo antiguo. El gobierno romano otorgó a los comerciantes dinero a bajo interés, quienes a su vez lo facilitaron a porcentajes muy superiores. La especulación originó grandes fortunas, pero también grandes miserias. Sociales: El enriquecimiento dio origen a una nueva clase social: los caballeros u hombres de negocios, dedicados a la compra de tierras. Primero arrendaban los territorios que los vencidos entregaban al Estado y luego se apropiaban de ellos en complicidad con los magistrados. Este sistema perjudicó a los pequeños propietarios quienes, al regresar luego de varios años de guerras en el extranjero, encontraban a su familia arruinada por la especulación. Esto originó la desaparición de la “clase media” y aumentó la pobreza. Culturales: Luego de la conquista de Oriente los romanos sufrieron la influencia del helenismo y comenzaron a interesarse por esas nuevas ideas. Las primeras escuelas fueron dirigidas por esclavos griegos libertados. Las familias Arq. María de las Nieves Rizzo pudientes recibían lecciones de gramática y se familiarizaban con autores griegos y latinos. Muchos romanos se trasladaban a Grecia, especialmente a Atenas. En materia religiosa los dioses griegos fueron considerados deidades nacionales, además otros cultos extranjeros tuvieron rápida aceptación en Roma, como por ejemplo el de Isis y Serapis de Egipto o la adoración de Mitra de Persia. Corrupción de las costumbres: La austeridad que caracterizó la vida romana, luego de las conquistas se transformó en lujo desmedido. La influencia del helenismo y el cambio de las costumbres originaron problemas que repercutieron sobre las bases de la de la antigua República y la llevaron a su decadencia. El fin de la República Luego de los largos años de guerras de conquista y desde el año 147 hasta el 27 a. C. se sucedieron luchas civiles originadas, entre otras razones por la desigualdad social y económica y el cambio de costumbres. Los personajes destacados en ese período fueron: Cayo Mario: De origen humilde fue elegido cónsul, haciéndose caudillo del bando democrático y cimentó su popularidad con grandes éxitos militares. Sila: Desde largo tiempo los pueblos de la península itálica habían reclamado el derecho a la ciudadanía. Como no consiguieron nada se levantaron en armas. Roma entregó a Mario la dirección de sus ejércitos, pero este no quiso combatir contra pueblos que antes lo habían ayudado, entonces la aristocracia romana hizo caudillo a Lucio Cornelio 29 | P á g i n a Sila que sometió a los pueblos sublevados pero además dio la ciudadanía a todos los habitantes de la península. Pompeyo: Encarnó al partido aristocrático y se convirtió en el principal político de Roma. Fue apreciado tanto por los de su clase como por los plebeyos. Logró terminar victorioso cuatro guerras. Julio Cesar: Nacido en el seno de la gens Julia, familia patricia de escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época que lo ayudaron en su inicio en política. Sin embargo tuvo problemas con Sila y tras escapar de morir a manos de del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de sus parientes. Trasladado a Asia, volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C. En 73 a. C. sucedió a su tío como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, cuya amistad le permitiría lanzar su carrera política. En 70 a. C. César sirvió como cuestor en la provincia de Hispania y como edil curul en Roma. En 63 a. C. fue elegido praetor urbanus. Ese mismo año murió el Pontifex Maximus designado por Sila, y, en las elecciones celebradas con objeto de sustituirle, venció César. Al término de su pretura sirvió como propretor en Hispania, En 59 a. C. fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato. Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina,. Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a prácticamente la totalidad de pueblos celtas en varias campañas. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el Arq. María de las Nieves Rizzo primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania. Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase «Alea iacta est» (la suerte está echada), iniciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a los optimates, que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Su victoria, le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator perpetuus —dictador vitalicio—, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas. A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en los idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Senado. Su 30 | P á g i n a muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César, Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República. Antonio quedó al mando de Grecia y Asia, Octavio al frente de Italia y Lepido en Africa, pero fue expulsado de la liga y se retiró a la vida privada. El Senado en el año 31 a.C. declaro la guerra a Cleopatra, dado que Antonio, para ese entonces su esposo, la había declarado “reina de reyes” y a los dos hijos de ella le había cedido grandes extensiones de tierra en Asia y África. Octavio venció a Antonio y Cleopatra en un combate naval. La pareja de se suicidó y en el año 30 a.C. Egipto paso a ser una provincia romana. Antonio, casado por razones políticas con Octavia, hermana de Octavio, la abandona para casarse con Cleopatra reina de Egipto, con la que luego se suicidará. El Imperio Romano Imperium Romanun es la traducción del latín que significa «El Dominio de Roma», etapa posterior a la Republica caracterizada por una forma de gobierno autocrática. El nacimiento del Imperio viene precedido por la expansión de Roma, que extendió su control en torno al Mediterráneo. En el Imperio, los dominios de Roma, siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión de unos 6,5 millones de km², durante el reinado de Trajano. Arq. María de las Nieves Rizzo Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difícilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, el ejército creciente reveló la importancia que tenía poseer la autoridad sobre las tropas para obtener réditos políticos. Esto permitió que surgieran personajes ambiciosos cuyo objetivo principal era el poder, como fue el caso de Julio César luego de cuyo asesinato y tras las guerras civiles que siguieron surge el Imperio Romano como sistema político. El hijo adoptivo de César, Octavio, nombrado Augusto4, se convirtió años más tarde en el primer emperador de Roma, tras derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a su antiguo aliado, Marco Antonio. Augusto aseguró el poder imperial con importantes reformas y una unidad política y cultural (civilización grecorromana) centrada en los países mediterráneos, que mantendrían su vigencia hasta la llegada de Diocleciano, quien trató de salvar el Imperio que inevitablemente se destruía y fue quien, por primera vez, dividió el Imperio para facilitar su gestión. El 4 Augusto es un título honorífico. Palabra relacionada con augurios y con la idea de semidios. 31 | P á g i n a Imperio se volvió a unir y a separar en diversas ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadores y repartos entre herederos al trono hasta que, a la muerte de Teodosio I el Grande en el año 395, quedó definitivamente dividido entre sus dos hijos: Honorio y Arcadio, Al primero le correspondió Occidente con su capital primero en Ravena y luego en Milán y al segundo Oriente con su capital en Constantinopla. Finalmente en 476 Odoacro depuso al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El Senado envió las insignias imperiales a Constantinopla, la capital de Oriente, formalizándose así la capitulación del Imperio de Occidente. El Imperio Oriental proseguiría varios siglos más bajo el nombre de Imperio bizantino, hasta que en 1453 Constantinopla cayó bajo el poder otomano. El legado de Roma fue inmenso; tanto es así que varios fueron los intentos de restauración del Imperio, al menos en su denominación. Se destaca el intento de Justiniano I, el de Carlomagno así como el del propio Sacro Imperio Romano Germánico, pero ninguno llegó jamás a reunificar todos los territorios del Mediterráneo como una vez lograra la Roma de tiempos clásicos. Con el colapso del Imperio romano de Occidente finaliza oficialmente la Edad Antigua dando inicio la Edad Media. Aspectos culturales La religión La religión politeísta de los romanos fue evolucionando desde la adoración de los elementos naturales hasta la adopción de creencia y prácticas de los griegos que imaginaron a sus dioses como seres humanos (antropomorfismo) y les levantaron Arq. María de las Nieves Rizzo estatuas y templos. Los romanos tuvieron una religión doméstica o propia de cada hogar, y otra pública. Religión doméstica: Cada familia rendía culto a los manes o espíritus de los antepasados varones; el primer ascendiente era llamado Lar, era el protector de la casa y de los campos cultivados. Los penates eran reverenciados como dioses domésticos. Religión pública: Antes de recibir la influencia griega, los romanos tuvieron sus propios dioses, adorados particularmente por los latinos en la región del Lacio. Entre estas divinidades podemos citar: Jano tenía la fuerza generadora de la luz y se lo representaba con dos caras para indicar que vaticinaba el pasado y el futuro. Saturno: divinidad protectora de las siembras y las semillas. Vesta: diosa del hogar; simbolizaba el ideal de las familias. Su culto revestía gran importancia en Roma. También adoraban a Júpiter –Zeus griego- a Juno y a Minerva, diosa de la sabiduría; estas divinidades formaban la triada protectora de la ciudad, reverenciada en el Capitolio. Todas las divinidades griegas fueron también adoradas en Roma. Equivalencias entre dioses griegos y romanos: Dioses Griegos Cronos Gea Zeus Hera Atenea Artemisa 32 | P á g i n a Competencias Dios del Tiempo Dios de la Tierra Dios del Universo Diosa del Matrimonio Diosa de la Sabiduría Diosa de la Caza Dioses Romanos Saturno Tellus Júpiter Juno Minerva Diana Apolo Hermes Ares Hefestos Afrodita Eros Poseidón Hestia Deméter Dionisio Asclepios Hades Perséfone Heracles Odiseo Dios de la Belleza, Artes y Luz Mensajero y dios del Comercio Dios de la Guerra Dios del Fuego Diosa de la Belleza Dios del Amor Dios del Mar Diosa del Fuego Sagrado Diosa de la Agricultura Dios del Vino Dios de la Medicina Dios de los Muertos y del Infierno Diosa de los Infiernos Héroe y Semidiós Héroe de Troya Febo Mercurio Marte Vulcano Venus Cupido Neptuno Venus Ceres Baco Escolapio Plutón Proserpina Hércules Ulises La adivinación: Los romanos creían que los dioses conocían el porvenir y que los hombres podían enterarse de los acontecimientos futuros mediante signos especiales, enviados por las divinidades, llamados presagios. Los augures eran los encargados de interpretar los presagios a través del vuelo de las aves, y los arúspices observaban las entrañas de las víctimas. En épocas de grandes calamidades, y solo por orden del Senado, eran consultados los libros sibilinos, escritos en griego, en forma oscura y ambigua, lo que permitía a los sacerdotes encargados de su lectura, darles el significado que más se adaptaba a las circunstancias. Arq. María de las Nieves Rizzo La escultura: Careció de originalidad, pues los romanos se basaron en los trabajos etruscos y luego reprodujeron las obras de los maestros griegos. Aunque por esta causa no sobresalieron en la estatuaria, produjeron trabajos de mayor valor y originalidad en los bustos y bajorrelieves. El Cristianismo: Los vicios que debilitaron la sociedad romana durante la República se acentuaron en los primeros años del Imperio. Las costumbres licenciosas y las riquezas orientales corrompieron definitivamente la austera y sencilla vida de los antiguos habitantes del Lacio. El pueblo se inclinó al libertinaje y a los hábitos suntuarios que llegaban a la península itálica procedente de Pérgamo, Antioquía y otras ciudades griegas. La familia se debilitó con el aumento de los divorcios, disminuyó la natalidad, y el desorden moral también llegó a la juventud que, entregada a los placeres, no cumplía con sus deberes militares. Además del emperador, la aristocracia continuada 33 | P á g i n a gobernando la sociedad de esa época. Los ricos y las farmacias de los magistrados formaban la nobleza o clase superior que llamaban “honestiores”. La clase media había desaparecido y todos los que no pertenecían a la rica clase dirigente entraban en la categoría de plebe. Más abajo estaban los esclavos, muy numerosos a causa de las luchas de conquista o defensa. A mediados del siglo I d.C. comenzaron a llegar a Roma, procedentes de Judea, las primeras noticias sobre el Cristianismo. Los esclavos abrazaron rápidamente la nueva doctrina, que luego se extendió, a pesar de las persecuciones, a todas las clases sociales del Imperio. Arq. María de las Nieves Rizzo IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE Bajo el gobierno de Honorio, (que tenía 11 años cuando asumió el poder y por lo tanto lo ejerció Estilicon –vándalo jefe militar de los romanos), el Imperio Romano de Occidente acentúo su decadencia. Estilicón detuvo sucesivas embestidas de los bárbaros, pero fue asesinado por sus tropas sublevadas a instigación de Honorio. Este murió en el año 423 y le sucedió en el trono su sobrino Valentiniano III, quien recibió apoyo militar del emperador de Oriente. A partir de ese momento ningún emperador era considerado legítimo si no recibía la aprobación de Constantinopla. En el 454 murió Valentiniano y a partir de ese momento el Imperio Romano de Occidente entró en plena decadencia. En el año 476, el Emperador Rómulo Augústulo, de 14 años fue depuesto por Odoacro, quien tomó el título de rey y no de emperador pues entendía que la autoridad de Constantinopla era suficiente para todo el mundo romano y de esta forma se extinguió el Imperio Romano de Occidente. Caída de la Dignidad Imperial de Occidente: Roma logró reunir a los diversos pueblos del mundo antiguo en una patria común. Los integró por medio de sus instituciones políticas y sociales y las normas de la justicia y el derecho. Su organización militar y sus desplazamientos a través de buenas vías de comunicación favorecieron su expansión y permitieron llevar a los confines más apartados su cultura. Los límites de su imperio se confundían con los mundos civilizados. Dentro de esos límites, el factor sobresaliente era la unidad, que se apreciaba en todos los órdenes: culturales, materiales, religiosos, etc. Sin embargo a partir del siglo IV las 34 | P á g i n a condiciones para mantener esa unidad se fueron haciendo cada vez más difíciles. Los levantamientos militares y las usurpaciones del poder, amenazaron la estabilidad del gobierno imperial. Al mismo tiempo comenzaban a agudizarse los efectos de otros factores de decadencia, entre los que podemos citar: la corrupción política y administrativa, la crisis económica, a pesar de los agobiantes impuestos que soportaban las clases inferiores, la marcada desigualdad social, etc. Asimismo desde tiempo atrás los bárbaros pugnaban por instalarse dentro de las fronteras del Imperio. Las grandes invasiones, provocadas por la presión de los pueblos mongoles, acentuaron el proceso que culminó con el desmoronamiento de la unidad política del Imperio. A lo largo del siglo V comenzó a percibirse con claridad la caída de la dignidad imperial de Occidente. El asentamiento de los germanos dentro del Imperio provocó una mayor separación entre Oriente y Occidente. En éste decae la vida urbana, y surge una economía cerrada de tipo agrario. Los terratenientes dejan las ciudades y se instalan en sus campos. En cambio, Oriente consolida su actividad urbana y organiza una economía de carácter comercial. A medida que Roma pierde su fuerza, también declina su influencia. Los reyes germanos instalados en Occidente se adueñan paulatinamente de la organización administrativa y fiscal, y en lugar de destruirla prefieren heredarla. Simultáneamente con el debilitamiento del Imperio, se acrecentó el poder de los jefes bárbaros, que en muchos lugares actúan invocando la autoridad imperial y la ejercen no sólo sobre sus súbditos sino que comienzan a hacerlo sobre los Arq. María de las Nieves Rizzo romanos. De a poco los funcionarios del antiguo Imperio acatan a sus nuevos amos. Reinos germánicos de Occidente : Al derrumbarse el Imperio Romano de Occidente, quedaron instalados dentro de sus fronteras diversos reinos de origen germánico que pronto trataron de imponer su hegemonía. Entre ellos se pueden mencionar: Los visigodos, los suevos, alanos y vándalos, los francos, alamanes y burgundios y los ostrogodos. Poco se sabe acerca de su origen, pero se supone que penetraron desde Asia oriental y se instalaron en la inhóspita y extensa región denominada Germania, situada en los actuales territorios de Polonia y Alemania. Los germanos permanecieron mucho tiempo sumidos en la barbarie, sólo la parte meridional de su territorio, en contacto con el Imperio, sintió de a poco la influencia cultural romana y despertó en los germanos la admiración y el interés por la prosperidad de sus vecinos. Se sabe que en el siglo II a.C. las tribus de cimbrios y teutones cruzaron el Rin y se dirigieron a la península itálica, pero el general romano Mario los venció y puso fin al intento. A partir de ese momento se inicia el lento pero ininterrumpido proceso de penetrar el Imperio. Un elemento decisivo para la fusión entre romanos y germanos fue el cristianismo. Los barbaros tuvieron las primeras noticias de esta religión a través de los prisioneros capturados por los romanos (siglo IV) aunque su proceso de conversión fue, en una primera etapa, a través de la herejía arriana, que negaba la divinidad de Jesucristo. La Iglesia Católica fue quien puso fin a esta herejía luego de evangelizar 35 | P á g i n a a los paganos. Entre los germanos el arrianismo estaba muy difundido pero comenzó a decaer a partir del 496 cuando muchos de los reyes se convirtieron al catolicismo y la Iglesia comenzó a recuperar su prestigio en Occidente y Roma se tornó la sede indiscutible del catolicismo. Arq. María de las Nieves Rizzo IMPERIO ROMANO DE ORIENTE El Imperio Bizantino, también llamado Imperio Romano de Oriente o Bizancio, fue el Estado heredero del Imperio Romano que pervivió durante toda la Edad Media y el comienzo del Renacimiento y se ubicaba en el Mediterráneo oriental. Su capital se encontraba en Constantinopla (actual Estambul), cuyo nombre más antiguo era Bizancio. Origen: Para asegurar el control del Imperio Romano y hacer más eficiente su administración, el emperador Diocleciano, a finales del siglo III, instituyó el régimen de gobierno conocido como tetrarquía, consistente en la división del Imperio en dos partes, gobernadas por dos emperadores augustos, cada uno de los cuales llevaba asociado un «vice-emperador» y futuro heredero césar. Tras la abdicación de Diocleciano el sistema 36 | P á g i n a perdió su vigencia y se abrió un período de guerras civiles que concluyó en el año 324, cuando Constantino I el Grande unificó ambas partes del Imperio. Constantino reconstruyó la ciudad de Bizancio, que gozaba de una envidiable situación estratégica y estaba situada en el centro de las importantes rutas comerciales del Mediterráneo oriental, como nueva capital en 330 y la llamó «Nueva Roma», pero se la conoció como Constantinopla ('La Ciudad de Constantino'), donde se estableció la administración. Constantino fue también el primer emperador en adoptar el cristianismo, religión que fue incrementando su influencia a lo largo del siglo IV y terminó por ser proclamada por el emperador Teodosio I, religión oficial del Imperio. A la muerte del emperador Teodosio I, en 395, el Imperio se dividió definitivamente: Honorio, su hijo menor, heredó Occidente, con capital en Roma, mientras que a su hijo mayor, Arcadio, le correspondió Oriente, con capital en Constantinopla. Para la mayoría de los autores, es a partir de este momento cuando comienza propiamente la historia del Imperio bizantino. Mientras que la historia del Imperio romano de Occidente concluyó en 476, cuando fue depuesto el joven Rómulo Augústulo por el germano Odoacro, en cambio la historia del Imperio bizantino se prolongó aún, durante casi un milenio. A lo largo de su historia, el Imperio bizantino sufrió numerosos reveses y pérdidas de territorio pero, aunque su influencia en África del Norte y Oriente Próximo había entrado en declive como resultado de diversos conflictos, continuó siendo una importante potencia militar y económica en Europa, Oriente Próximo y el Mediterráneo oriental durante la mayor parte de Arq. María de las Nieves Rizzo la Edad Media. Tras una última recuperación de su pasado poder durante la época de la dinastía Comneno, en el siglo XII, el Imperio comenzó su decadencia durante las Guerras Otomano-bizantinas que culminó con la toma de Constantinopla y la conquista del resto de los territorios bajo dominio bizantino por los turcos, en el siglo XV. Durante su milenio de existencia, el Imperio fue un bastión del cristianismo, e impidió el avance del Islam hacia Europa Occidental. Fue uno de los principales centros comerciales del mundo, estableciendo una moneda de oro estable que circuló por toda el área mediterránea. Influyó de modo determinante en las leyes, los sistemas políticos y las costumbres de gran parte de Europa y de Oriente Medio, y gracias a él se conservaron y transmitieron muchas de las obras literarias y científicas del mundo clásico y de otras culturas. En tanto que es la continuación de la parte oriental del Imperio romano, su transformación en una entidad cultural diferente de Occidente puede verse como un proceso que se inició cuando el emperador Constantino I el Grande trasladó la capital a la antigua Bizancio (continuó con la escisión definitiva del Imperio romano en dos partes tras la muerte de Teodosio I, en 395, y la posterior desaparición, en 476, del Imperio romano de Occidente; y alcanzó su culminación durante el siglo VII, bajo el emperador Heraclio I, con cuyas reformas (sobre todo, la reorganización del ejército y la adopción del griego como lengua oficial), el Imperio adquirió un carácter marcadamente diferente al del viejo Imperio romano. Algunos académicos, como T. Mommsen, han afirmado que hasta Heraclio puede hablarse con propiedad del Imperio romano de Oriente y más adelante de Imperio bizantino, que 37 | P á g i n a duró hasta 1453, ya que Heraclio sustituyó el antiguo título imperial de «augusto» por el de basileus (palabra griega que significa 'rey' o 'emperador') y reemplazó el latín por el griego como lengua administrativa en 620, después de lo cual el Imperio tuvo un marcado carácter helénico. Caída del Imperio Romano de Oriente En el siglo XI el Imperio Bizantino fue invadido por los turcos selúcidas, pueblo asiático convertido al islamismo que se apoderaron del Santo Sepulcro. Los bizantinos y también los cristianos de Occidente reaccionaron en defensa de su fe y organizaron las Cruzadas5 . El gobierno, está en ese momento en manos de la dinastía de los Comnenos (1057-1185) que brindó a Bizancio su última época de esplendor. A partir de ese momento los síntomas de la decadencia se acentúan hasta que en 1453 los turcos se apoderan de Constantinopla y el Imperio Romano de Oriente desaparece. Durante más de mil años, Bizancio defendió la Europa oriental contra los ataques de las hordas asiáticas que pugnaban por penetrar en el continente. Además mientras Occidente estaba en manos de los bárbaros, Constantinopla se transformaba en el asilo de la civilización antigua, guardando las bibliotecas y los tesoros romanos. El Imperio de Oriente elaboró una cultura propia, que irradió sobre los pueblos bárbaros que lo rodeaban; Constantinopla 5 Las Cruzadas fueron las expediciones militares emprendidas entre los siglos XI y XIII, por los cristianos de Occidente con el apoyo del Papa, para expulsar a los turcos musulmanes del Santo Sepulcro y el reino de Jerusalén. Los expedicionarios colocaban, como distintivo y sobre el hombro derecho, una pequeña cruz de tela roja, de donde proviene la palabra “Cruzada”. Arq. María de las Nieves Rizzo fue para los árabes y eslavos lo mismo que fue Roma para los germanos. Con motivo de las Cruzadas que comenzaron en el siglo XI, las relaciones entre Oriente y Occidente se hicieron más estrechas. La cristiandad se unió para la lucha en común contra los turcos. Las distintas expediciones permitieron a los occidentales conocer mejor a los bizantinos y no tardó en producirse un activo intercambio comercial y cultural entre Bizancio y las ciudades del Mediterráneo occidental. Antes que Constantinopla cayera en poder de los turcos muchos bizantinos emigraron a Roma llevando consigo valiosos aportes culturales, entre ellos sus bibliotecas. Este movimiento emigratorio preparó en Occidente el camino del Humanismo y el Renacimiento. La querella iconoclasta Entre los años 726 y 843 el Imperio bizantino fue desgarrado por las luchas internas entre los iconoclastas, partidarios de la prohibición de las imágenes religiosas, y los iconódulos, contrarios a dicha prohibición. La primer época iconoclasta se prolongó desde 726, año en que León III (717-741) suprimió el culto a las imágenes, hasta 783, cuando fue restablecido por el II Concilio de Nicea. La segunda etapa iconoclasta tuvo lugar entre 813 y 843. En este año fue restablecida definitivamente la ortodoxia. Los cronistas no pueden negar que los soberanos iconoclastas se ganaron la admiración y el respeto de sus vasallos y hasta la popularidad. No fue un simple debate teológico entre iconoclastas e iconódulos, sino un enfrentamiento interno desatado por el patriarcado de Constantinopla, apoyado por el emperador León III, que pretendía acabar con la concentración de poder e influencia política y religiosa de los poderosos monasterios y sus apoyos territoriales Según algunos autores, el conflicto iconoclasta refleja también la división entre el poder estatal —los emperadores, la mayoría partidarios de la iconoclasia—, y el eclesiástico —el patriarcado de Constantinopla, en general iconódulo—; también se ha señalado que mientras en Asia Menor los iconoclastas constituían la mayoría, en la parte europea del 38Imperio | P á geran i nmás a predominantes los iconódulos. Organización del Imperio La autoridad absoluta y el centro de la organización política y administrativa fue el emperador. En principio, el cargo era electivo, pero en la práctica acostumbraron a elegir personalmente a su sucesor. Sin embargo, fueron escasas las veces que el poder se transmitió por herencia, debido a los motines y luchas intestinas que elevaron en el trono a simples aventureros. El emperador, llamado basileus era al mismo tiempo el jefe de la Iglesia –cesaropapismo-. Por eso, su autoridad era casi divina, y se pretendía revestir a su persona con un carácter sagrado. Al nacer el heredero, era costumbre tonsurarlo, del mismo modo como si fuera ordenado sacerdote. Para su mejor organización administrativa, el Imperio fue dividido en provincias llamadas temas, a cuyo frente estaban los estrategos, especie de gobernadores políticos y militares. Estos gozaban de gran autonomía, y en más de una oportunidad utilizaron sus tropas mercenarias para organizar revueltas y apoderarse del trono. El pueblo demostraba gran afición por los juegos del circo y del hipódromo. Los espectadores estaban divididos en grupos: los verdes y los azules, los colores que no solo distinguían los bandos deportivos, sino que eran, además, expresiones de sectarismo político y religioso. Legado cultural de la civilización bizantina Durante su existencia, Constantinopla, se constituyó en un foco de irradiación cultural, de tradición grecorromana, pero influida por el y modificada por elementos orientales y cristianos. Arq. María de las Nieves Rizzo Desde su fundación, Constantinopla, situada entre Oriente y Occidente fue un centro cultural que se prolongó con sus períodos de apogeo y decadencia hasta mediados del siglo XV y llegó a tener más de un millón de habitantes. La cultura del Imperio Bizantino se basó en la tradición clásica, especialmente en su aspecto artístico y en el derecho, y en la cristiana por su interés en las discusiones religiosas, en la patrística y en la hagiografía o vida de santos. El arte bizantino La fusión del arte romano con el de los griegos y orientales dio origen al arte bizantino que tuvo su apogeo del siglo VI al XI y su expresión más destacada la constituyen los templos monumentales y suntuosos. El predominio de las líneas rectas, 39 | P á g i n a característico de las iglesias romanas, fue sustituido por las curvas mientras que la policromía es el elemento decorativo más empleado. Los ricos y costosos materiales de Oriente sirvieron para efectuar lujosas decoraciones. La expresión más destacada de la arquitectura bizantina la constituye la Iglesia de Santa Sofía, edificada entre el 532 y 537 por orden de Justiniano, quien deseaba que el cristianismo poseyera el templo más importante del universo. En Occidente la iglesia de San Vital en Rávena y la de San Marcos en Venecia son auténticas expresiones del arte bizantino. La pintura y los mosaicos bizantinos, más que su escultura, han tenido una singular importancia en la historia de las formas de representación plástica, por cuanto que han servido de puente a los modelos cristianos orientales hacia Europa, así como a la transmisión de las formas clásicas cuando en Occidente había desaparecido por la acción de los pueblos bárbaros, y por último, el arte bizantino ha sido la fuente principal en la fijación de la iconografía occidental. El gusto por la riqueza y la suntuosidad ornamental del arte bizantino, eminentemente áulico, exigía el revestimiento de los muros de sus templos con mosaicos, no sólo para ocultar la pobreza de los materiales usados, sino también como un medio para expresar la religiosidad y el carácter semidivino del poder imperial. Arq. María de las Nieves Rizzo ISLAM Contexto Arabia es una península situada en el extremo occidental del Asia; limita al oeste con el Mar Rojo, que la separa de África, al este con el Golfo Pérsico, al sur con el Mar de Oman y en el norte se encuentra Siria y la Mesopotamia. Los árabes pertenecían a la raza semítica, igual que los fenicios y los judíos. Entre ellos podemos distinguir dos grupos que, aunque poseían el mismo origen, se diferenciaban en su carácter y costumbres: Los sedentarios se establecieron sobre la costa, construyeron ciudades y por medio de caravanas comerciaban con pueblos vecinos. Los beduinos prefirieron la vida nómade del desierto, que les brindaba mayor libertad. Dedicados al cuidado de sus rebaños de camello y cabras, vivían en tiendas que cambiaban de lugar según las necesidades de sus ganados. Los beduinos eran ágiles, fuertes y muy sobrios. Guerreaban con frecuencia y solían asaltar las caravanas de los mercaderes para robarles. 40 | P á g i n a Entre los árabes, la familia estaba bajo la patriarcal autoridad del jeque, anciano sabio y prudente. El conjunto de familias formaba la tribu y en caso de guerra era comandada por un emir. El padre vivía con sus hijo varones en una tienda; las mujeres aparte, pues eran tenidas a meno. Practicaban la poligamia, y el marido compraba su esposa abonando la dote a los padres. En un principio, los árabes fueron politeístas y adoraban ídolos de piedra con formas humanas o de animales. Las fuerzas de la naturaleza y los astros también fueron objetos de culto. Cada tribu tenía su dios particular, pero el padre de familia poseía sus divinidades domésticas que eran veneradas en el hogar. Surgimiento del Islam A partir del siglo VII, el pueblo árabe sufrió una profunda transformación como consecuencia de la prédica de un profeta llamado Mahoma quien, merced a su nueva doctrina logró la unidad política y religiosa de distintas tribus. Mahoma nació en La Meca en el año 570. Pertenecía a la tribu de los Corecitas, que tenía la honrosa misión de custodiar el santuario de la Kaaba6. Siendo niño huérfano y pobre se hizo pastor y más tarde camellero. De esta manera realizó largos 6 Sobre la ruta comercial que unía el Yemen con los pueblos del norte se levantaban la ciudad de La Meca. Allí habían erigido el templo de la Kaaba-casa cuadrada- que consistía en un recinto cúbico sin más abertura que una pequeña puerta, todo cubierto con una funda de paño oscuro. En el santuario adoraban una gran piedra negra que, según sus creencias, se había oscurecido por los pecados de los hombres y sólo volvería a brillar el día del juicio final. Casi todas las tribus árabes llevaban sus ídolos a la Kaaba, donde llegaron a reunirse 360 divinidades. El lugar era muy visitado por los devotos, que todos los años y en determinada época efectuaban peregrinaciones. Arq. María de las Nieves Rizzo viajes con las caravanas de mercaderes y visitó pueblos cristianos y judíos, cuyas religiones monoteístas lo influenciaron. A los 25 años contrajo matrimonio con una viuda adinerada llamada Kadija, lo que le permitió abandonar sus ocupaciones y dedicarse a la meditación. Mahoma había alcanzado la idea de la unidad de Dios y deseaba desterrar de su pueblo las prácticas politeístas y la idolatría. Tenía 40 años comenzó a sentirse inspirado y en cierta ocasión, hallándose en la cima del monte Hira, oyó la voz del Arcángel Gabriel que le instaba a difundir su doctrina y le decía “predica”. A partir de ese momento Mahoma comenzó a exponer sus ideas entre parientes y amigos, y luego de convertirlos a la nueva fe, se dedicó a predicar públicamente. En los primeros tiempos logró pocos adeptos y muchos enemigos, en especial la tribu coreicita, a la que perjudicaban las prédicas monoteístas. Durante algunos años, Mahoma consiguió resistir las burlas y las amenazas, pero en el año 622 fue condenado a muerte. Entonces huyó de La Meca, y en compañía de algunos partidarios se refugió en Yatreb, ciudad que desde ese momento se llamó Medina (ciudad del profeta). Esta fuga o Hégira señala el comienzo de la era musulmana. Los habitantes de Yatreb aceptaron con entusiasmo la nueva doctrina, y en poco tiempo Mahoma logró gran número de adeptos. La Guerra Santa: Resuelto a imponer sus creencias por medio de la fuerza, se transformó en guerrero, y después de organizar un ejército de seguidores, inició una Guerra Santa 41 | P á g i n a contra los infieles de La Meca. Luego de algunos años de lucha logró apoderarse de la ciudad, en el 630, en la que destruyó los ídolos familiares y comenzó a organizar un nuevo Estado. Durante algún tiempo combatió contra tribus judías y príncipes bizantinos establecidos en Siria y luego intimó a todos los pueblos del mundo para que se sometieran a la nueva fe. Mahoma murió en Medina en el 632. La religión La religión de Mahoma recibió el nombre de Islam o Islamismo, que significa “abandono a la voluntad de Dios”. Los creyentes se llaman musulmanes (resignados). La doctrina musulmana está contenida en el Corán libro sagrado que resume las enseñanzas del profeta, escrito por sus discípulos preferidos y publicado después de su muerte. Para los árabes, el Corán, es algo más que una fuente de teología, pues contiene preceptos morales, disposiciones civiles, políticas y administrativas. La obra está compuesta por 114 suras – capítulos- subdivididos en versículos. Los principales fundamentos del islamismo son: a) Unidad de Dios: Alá es el supremo creador y se comunica con los hombres por medio de profetas, en los cuales Mahoma es el último y el más importante. Otros profetas son: Abrahán, Moisés y Jesús. b) Inmortalidad del alma: Después de la muerte, el alma de los justos penetra en el paraíso de Alá, y la de los pecadores se hunde entre las llamas con el demonio. Los goces y dolores son de naturaleza material. El islamismo admite la resurrección de los muertos el día del juicio final. Arq. María de las Nieves Rizzo c) Fatalismo: Pero el hombre es bueno o malo, no por su voluntad, sino porque así lo dispone Dios anticipadamente. De esta manera todo está escrito de antemano. El individuo se halla predestinado y el fatalismo flota sobre sus actos. El culto islámico obliga a los creyentes a las siguientes prácticas: a) La oración: Debe rezar cinco veces al día dirigiendo la mirada hacia la Kaaba. Antes tiene que purificarse, lavando el rostro y las manos con agua o arena. El creyente se arrodilla y toca el suelo con la frente repetidas veces. b) El ayuno: Es obligatorio todo el mes de Ramadán (noveno mes del año lunar árabe). No comen ni beben hasta que desaparece el sol. c) La limosna: Según los musulmanes, la limosna favorece la entrada en el paraíso. d) Peregrinación a La Meca: Debe ir en peregrinación a esa ciudad, lo menos una vez en la vida. Allí cumplirá con el ritual tradicional. El islamismo logró la unidad política y religiosa de los árabes que se lanzaron sobre otros pueblos y fundaron un gran imperio. Para elaborar su doctrina, Mahoma se inspiró en los principios del judaísmo y del cristianismo. La vieja idolatría fue reemplazada por el dios único y omnipotente. Predicó la igualdad, la fraternidad y exigió la limosna. Además, prohibió a sus fieles los juegos de azar, comer carne de cerdo y embriagarse. 42 | P á g i n a Sin embargo, toleró la poligamia, el concubinato y la esclavitud, estimuló la Guerra Santa, pues prometió el paraíso a los que dieran su vida en la lucha contra el infiel. Expansión del Islam Mahoma dijo a sus seguidores: la guerra contra los infieles es santa: Dios está con los míos, y el creyente que muere en la batalla irá derecho al paraíso. Esto despertó el sentimiento guerrero de los árabes quienes se lanzaron a la conquista de los pueblos vecinos, debilitados por guerras anteriores, para imponerles la nueva doctrina y por razones económicas y expansionistas. Desde el 632 y por casi un siglo los musulmanes llegaron a Siria, Palestina, Egipto (donde fundaron El Cairo), Persia, Armenia, Libia, Barca, Trípoli. Llegaron hasta la región del Cáucaso y del Indo. Ocuparon el Turquestán y llegaron a la India. Conquistaron el litoral africano y luego Túnez, Argelia y Marruecos. Y una vez establecidos en África llegaron a la península ibérica. Aspectos culturales Arte El arte árabe no fue original, pues nació del contacto con el persa y el bizantino. Como el Corán prohíbe la representación de imágenes, los musulmanes carecieron de arte pictórico y escultórico. En cambio sobresalieron en arquitectura, cuyas expresiones más destacadas son la mezquita edificio destinad a la oración y el alcázar o palacio. Se destacaron en la orfebrería y la cerámica destacándose sus mayólicas, vajillas pintadas, arcas para guardar joyería, etc. Arq. María de las Nieves Rizzo Ciencias Los árabes demostraron gran inquietud por los conocimientos científicos y no tardaron en apropiarse y difundir la sabiduría de los pueblos más adelantados, en especial la de los griegos. Sobresalieron en astronomía, geografía y matemáticas. Tradujeron a su idioma obras de sabios y filósofos griegos. Producción y comercio Los musulmanes aprovecharon y perfeccionaron los conocimientos de los pueblos orientales y cuando las trasplantaron a Occidente, se colocaron a la vanguardia de la producción debido a la gran demanda que esos artículos hallaron en el nuevo mercado. Sus progresos en la alquimia les permitieron confeccionar tinturas, perlas artificiales, perfumes, jabones de sosa y potasa. Asimismo con azúcar de caña elaboraron confituras y jarabes. Utilizaron papel de hilo en lugar de pergamino, labraron metales y tallaron maderas. Gran importancia adquirió el arte del damasquinado que consistía en incrustar hilos de oro y plata en los objetos de bronce. La fabricación de armas bien templadas logró gran desarrollo, fueron maestros en los trabajos textiles y de tapicería. Se destacaron las telas de seda, algodón, brocado y terciopelo, también las gasas de Mosul (muselinas) y los trabajos en cuero. El gran desarrollo productivo favoreció el intercambio comercial. En el siglo IX los musulmanes contaban con una flota numerosa que dominaba el mar Mediterráneo; además, 43 | P á g i n a sus caravanas de camellos unían los puntos más distantes del extenso imperio. Bagdad se transformó en la puerta del comercio con Oriente y desde allí los productos llegaban a Occidente siguiendo diversos caminos. Las ciudades poseían barrios mercantiles y en ellos, las tiendas y bazares rivalizaban en la venta de los más variados artículos. El legado La cultura islámica no fue totalmente original. Los musulmanes adoptaron lo mejor de las ciencias, las artes y las letras de los países que dominaron en sus guerras expansivas. Persia, Bizancio y Grecia fueron las civilizaciones que brindaron mayor aporte a la cultura islámica. La unidad religiosa, lograda con la prédica de Mahoma, permitió la unidad del pueblo árabe y fue el factor que favoreció, a su vez, la fusión con las diversas culturas incorporadas. La civilización islámica ejerció notable influencia en la Europa Medieval y del Renacimiento, y su enorme gravitación perdura hasta nuestros días. Arq. María de las Nieves Rizzo EL MUNDO MEDIEVAL EN OCCIDENTE Rol de la Iglesia Las invasiones bárbaras fueron algunas de las razones que provocaron la caída del Imperio Romano y con ello quedó rota la unidad política de la Europa Occidental. La Iglesia católica quedó como única expresión del orden y se erigió en custodia de la organización y la cultura romana. Convertidos los bárbaros, la influencia de la Iglesia fue en aumento. A fin de consolidar su unidad y la del mundo cristiano, organizó y estableció sus jerarquías para lo cual tomó como modelo la administración civil del viejo Imperio Romano. Europa quedó dividida en provincias eclesiásticas o arquidiócesis colocadas bajo autoridad de arzobispos. A su vez cada arquidiócesis estaba formada por varias diócesis al mando de obispos. Estas últimas estaban divididas en parroquias urbanas y rurales a cargo de curas párrocos. Este conjunto de religiosos constituía el clero secular, porque vivía en contacto con la sociedad o mundo (seculum: siglo). A partir del siglo V puede distinguirse otro tipo de clero cuyos miembros (los monjes) viven en los monasterios, alejados del mundo y sujetos a determinadas reglas. Estos religiosos constituyen el clero regular. Francia Con la muerte de Clodoveo7, el reino de los francos8 comenzó a dividirse pues sus cuatro hijos se repartieron el territorio para formar nuevos reinos. Se produjeron guerras civiles y esto provocó la decadencia de la dinastía merovingia. Los últimos representantes de esta familia fueron soberanos incapaces. Alejados de las tareas de gobierno, delegaron el poder en unos funcionarios llamados mayordomos del palacio, los que adquirieron gran autoridad y se adueñaron de Francia. A principios del siglo VII, el cargo de mayordomo de palacio comenzó a ser hereditario y de esa forma llego a manos de Carlos Martel que alcanzó gran renombre, ya que logró contener el ataque de los musulmanes en Poitiers en el año 732. A su muerte en el 741 hereda la mayordomía, su hijo Pipino el Breve quien destrona al último rey merovingio, contando con el apoyo del Papa. Pipino se hizo proclamar rey de los francos y así se produjo el advenimiento de una nueva dinastía: la carolingia. El Papa Esteban II se trasladó a Francia, consagró a Pipino y le otorgó el derecho a la sucesión hereditaria. Al poco tiempo, el Pontífice solicitó la ayuda del rey Franco para rechazar a los lombardos9 que sitiaban a Roma. A partir de este momento, el Papa unió a su autoridad espiritual, un poder temporal, pues se transformó en el soberano de los territorios situados al noreste de Italia. inicio a la primera dinastía de reyes de Francia, los Merovingios los cuales tomaron su nombre del abuelo de Clodoveo, Meroveo. 8 Los francos, establecidos en el noreste, habían sido aliados del Imperio Romano, controlando la frontera renana (orillas del Rin). 9 7 Clodoveo I (en francés Clovis) fue el rey de todos los francos del año 481 al 511, tenía quince años cuando se convirtió en el jefe de su tribu, su coronamiento dio 44 | P á g i n a Los lombardos fueron un pueblo germánico que invadió la Península Itálica en el 568 y establecieron un Reino de Italia que duró hasta el año 774, cuando fue conquistada por los francos. Arq. María de las Nieves Rizzo Pipino el Breve murió en el 768 y el reino franco fue heredado por sus dos hijos Carlos y Carloman. Como este último falleció al poco tiempo, Carlos fue reconocido como único rey. Por sus dotes superiores de inteligencia y sus exitosas campañas militares fue llamado Magno y paso a la historia con el nombre de Carlomagno. Se destacó como guerrero, legislador y protector de la cultura. Luego de resultar victorioso en las campañas militares emprendidas, Carlomagno logró dominar la Europa occidental –menos Inglaterra y gran parte de España- y las fronteras del reino franco fueron tan extensas como las del antiguo Imperio Romano de Occidente. La necesidad de consolidar la unidad de los pueblos cristianos motivó que el Papa restableciera la dignidad imperial, colocándola en manos del rey más poderoso de Europa: Carlomagno. En el año 800, el último envió sus tropas a Italia en ayuda del nuevo Papa León III, depuesto por una 45 | P á g i n a conspiración. Nuevamente en el trono el pontífice, Carlomagno se trasladó a Roma para juzgar a los conjurados, situación que aprovechó el Papa para coronarlo Emperador. Así se restableció el Imperio de Occidente luego de 300 años. A partir de ese momento solo el Papa podía otorgar la dignidad imperial y la palabra Imperio tiene un doble significado pues designa a los súbditos del Estado y de la Iglesia. La coronación imperial no alteró el poderío de Carlomagno, pero aumentó su prestigio y le aseguró el predominio sobre todos los príncipes cristianos de Occidente. El imperio ocupó los actuales territorios de Francia, Bélgica, Suiza, Austria y parte de Alemania, Hungría, Italia y España. Para facilitar la administración, Carlomagno dividió su imperio en unas 300 provincias a cuyo frente puso a los condes, funcionarios revestidos de autoridad militar, civil y judicial. Esas provincias o condados fueron la base de la organización administrativa y se subdividieron en vizcondados, centurias o vicarias y mansos. El gobierno de las provincias fronterizas o marcas estuvo a cargo de los marqueses, cuya jerarquía era superior a la de los condes. Carlomagno residía preferentemente en el campo, donde poseía grandes fincas. Sin embargo, en los últimos años se estableció en Aquisgrán, ciudad que se constituyó en capital del Imperio. Según la costumbre germánica, el ejército no era permanente. Cada propietario estaba obligado a armarse por cuenta propia. Más adelante, Carlomagno dispuso que los terratenientes debían equipar un soldado por cada 3 hectáreas de tierra. Arq. María de las Nieves Rizzo La caballería constituía el elemento más importante. La infantería poseía lanzas, escudos, arcos y flechas. Todos los hombres libres estaban obligados a formar parte del ejército. Consolidados el orden y la paz interior, Carlomagno dispuso todo lo necesario para impulsar la instrucción pública y promover la recuperación intelectual, dio gran importancia a la instrucción pública y alentó grandes planes ayudado por la Iglesia. El emperador creó una escuela modelo que se llamó palatina, que se constituyó en el alma del renacimiento carolingio. Su sistema comprendía las siete artes liberales10 y a los cursos asistían Carlomagno, sus familiares y consejeros. Para difundir la instrucción en todas las clases sociales, estableció la enseñanza obligatoria y gratuita. A la muerte de Carlomagno (814) el Imperio fue gobernado por su hijo Ludovico Pio, hombre culto pero débil de carácter, debió luchar contra sus tres hijos: Lotario, Luis y Carlos (apodado “El Calvo”) quienes exigieron la división anticipada del Imperio y provocaron guerras internas. A la muerte de Ludovico en el año 840 la lucha entre los hijos se hizo más intensa y concluyo con el Tratado de Verdún11. 10 Las siete artes comprendían: el trívium (gramática, retórica y lógica) y el quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía). 11 Tratado de Verdún desmembró el Imperio Carolingio que ya llevaba años sometido a las luchas internas. El tratado hizo evidente el fracaso de la restauración imperial y creó la semilla de lo que después serían las naciones de Francia y Alemania y Lotaringia aunque el término designa más propiamente a la parte septentrional, que abarcaba la zona historiográficamente denominada Flandes (los actuales Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo), la zona al oeste del Rin (las actuales regiones francesas de Alsacia y Lorena y parte de las actuales regiones alemanas 46 | P á g i n a Nuevas invasiones Desde el siglo VIII y especialmente en el IX, la Europa occidental debilitada por la ruptura de la unidad política del Imperio debió afrontar el peligro de nuevas invasiones. Las tribus que asolaron al decadente Imperio fueron las de los normandos, los húngaros o magiares, los sarracenos y los eslavos. Las características de las nuevas invasiones que asolaron a Europa Occidental en el siglo IX fueron el saqueo y la depredación. Los invasores no se apoderaron de territorios, como había ocurrido con las invasiones germanas del siglo V, por la eficaz defensa que opusieron los ejércitos de la nobleza guerrera. A pesar de esto, y debido a la falta de comunicaciones, esa defensa no pudo impedir robos, destrucciones y asesinatos. Diversas regiones europeas debieron enfrentar al enemigo con sus propias fuerzas y esto determinó una creciente autonomía con respecto al poder del monarca. Esos territorios que el rey había confiado a la nobleza para que los gobernara, no tardaron en ser considerados como una propiedad privada. Condes, marqueses y otros nobles procuraron erigirse en jefes hereditarios de dominios reales entregados a su custodia. Así se fue debilitando, aún más la unidad política del antiguo Imperio y esto favoreció el surgimiento de feudos, base de una nueva organización con marcada tendencia a la autonomía. llamadas Renania), las actuales regiones francesas de Borgoña y Provenza y el norte de la actual Italia. Arq. María de las Nieves Rizzo EL MUNDO MEDIEVAL A partir del siglo X, Europa occidental y central se organizó siguiendo principios semejantes. La Iglesia, que en los albores de la Edad Media había asistido al retroceso de los ideales cristianos, desde este siglo logró aumentar su influencia, tanto en las clases altas como en las bajas. Con el tiempo, la autoridad de los Papas romanos se acrecentó en forma decisiva y el triunfo de la fe estuvo unido al del heroísmo, considerado una de las virtudes más importantes. Al término de las nuevas invasiones, comenzó a resurgir la vida económica y a renacer la cultura, tanto en literatura como en las artes. Los cambios que llevaron a ese despertar obedecieron a diversas causas, entre ellas, la educación monástica, el contacto con las civilizaciones bizantina y sarracena y una gradual mejora de la actividad económica. A partir del siglo X, se desarrolló en el Medioevo una civilización particular y original que ofreció dos aspectos destacados: el feudalismo en lo social y político, y en el aspecto cultural, un renacer de las actividades intelectuales que culminaría en las centurias siguientes. El Feudalismo La división del Imperio Carolingio y las nuevas invasiones favorecieron el advenimiento de un nuevo régimen político y social llamado feudalismo, que predominó en Europa desde los albores del siglo X hasta el siglo XV (final de la Edad Media). El poder del Estado, que antes había pertenecido 47 | P á g i n a exclusivamente al rey, en el nuevo régimen se distribuyó entre los señores feudales. La falta de buenas vías de comunicación y la inexistencia de ejércitos permanentes impidieron a los reyes defender con eficacia las fronteras de sus Estados. Entonces, los ricos propietarios asumieron por cuenta propia la protección de sus intereses, para lo cual organizaron sus fuerzas militares y construyeron recintos fortificados (castillos) donde podían albergarse junto a sus servidores y rebaños. Todo esto contribuyó a debilitar más la autoridad real, al mismo tiempo que aumentaba el poder de los señores locales. Los campesinos y pequeños propietarios, incapaces de organizar sus defensas, se agruparon alrededor de los castillos y solicitaron el amparo de los castellanos. Estos otorgaban dicha protección, pero les exigían la entrega de sus tierras, la prestación de ayuda militar y el acatamiento a su poder. En recompensa por esos servicios, los señores devolvían las tierras a sus protegidos, pero estos no las recibían ya como propias, sino en calidad de feudos12, es decir sujetas a las condiciones establecidas en el contrato feudal. El que daba las tierras se llamaba señor feudal y el que recibía el feudo era vasallo o servidor. 12 En la Edad Media, cuando los germanos invadieron el Imperio, las tierras quedaron repartidas entre los conquistadores. Algunas se mantuvieron liberadas de toda obligación personal y se llamaron alodios. otras imponían la obligación de prestar determinados servicios al donante y se denominaron beneficios. En el siglo IX, el régimen de beneficios y vasallaje se hizo general, estimulado por razones políticas y sociales. Este autorizaba a los hombres libres a elegir un señor protector dentro o fuera del reino. En el 877 se reconocieron los grandes feudos y se declararon hereditarios los cargos señoriales. Arq. María de las Nieves Rizzo El pacto se formalizaba mediante el homenaje, ceremonia en la que el vasallo se arrodillaba desarmado ante su señor, colocaba sus manos entre las de éste y le juraba fidelidad y acatamiento. Al mismo tiempo le cedía simbólicamente sus propiedades mediante la entrega de un terrón, una rama y un cetro. Acto seguido, el señor transformado en propietario de los bienes de su vasallo, se los volvía a encomendar en calidad de feudo, y le concedía la investidura, devolviéndole el símbolo que había recibido. En el contrato feudal se establecían los mutuos compromisos entre el señor y el vasallo. El segundo se obligaba a prestar servicio militar y debía acompañar al señor a la guerra, no podía luchar contra él ni contra sus hijos, debía cuidar y valorizar el feudo, estaba obligado a participar en el rescate de su señor, si era tomado prisionero, debía pagar por el casamiento de la hija del señor y para equipar al primogénito cuando era armado caballero, entre otras obligaciones. Por su parte, el señor debía ofrecer a su vasallo protección y justicia. No podía atacarlo ni insultarlo, como tampoco perjudicar sus bienes. Si el vasallo moría, el señor colocaba bajo su tutela a los hijos menores, protegía a la viuda y procuraba casar a las hijas. Si faltaba a estos deberes cometía delito de felonía. Pero los derechos del señor eran mayores, pues podía recuperar el feudo en caso de que el vasallo muriera sin herederos o no cumpliera con el contrato. El señor gozaba de muchos privilegios, pues administraba justicia, acuñaba moneda y ejercía el monopolio del horno y el molino, donde los campesinos debían dejar una parte de los productos o pagar un impuesto. También percibía otros derechos, tales como el del tesoro 48 | P á g i n a (metales preciosos hallados en sus dominios), naufragio (barcos hundidos en sus playas) salvoconducto (para viajar), pernada (derecho de primera noche) caza , sello señorial, etc. Los señores y los vasallos se superpusieron en una escala donde cada uno poseía tierras concedidas por otro más poderoso13. En esta pirámide feudal, el rey era el primero de los señores, pero con su autoridad, notablemente debilitada pues solo la ejercía sobre sus vasallos directos. En su territorio, el señor feudal era un verdadero soberano. La autoridad del rey dejó de ser nacional y se limitó a ejercer la teórica propiedad de todos los feudos. Sociedad Durante el régimen feudal, la sociedad estaba formada por tres clases, completamente diferenciadas por sus ocupaciones y riquezas: La nobleza constituida por el conjunto de señores feudales ligados por vínculos de vasallaje. Como la principal riqueza era la tierra, el poder de cada señor era proporcional a la importancia y extensión de sus territorios. Esto determinó distintos grados de nobleza que se distinguieron por medio de títulos. Los más 13 De esta manera se podía ser, al mismo tiempo señor y vasallo. Además este último, autorizado por su señor, podía dar a otro una parte de su feudo; este era el subvasallo. Arq. María de las Nieves Rizzo importantes eran los duques, marqueses, condes y vizcondes. Les seguían los barones, castellanos y caballeros. El clero estaba formado por las personas que pertenecían a la Iglesia. Como muchos de sus miembros eran nobles, sus principales dignatarios se convirtieron en señores feudales. De ahí que por lo menos un tercio de los señoríos fueron feudos eclesiásticos, a cargo de obispos y abades. Estos, sin embargo, solían ser a su vez vasallos de poderosos señores laicos originándose de esta manera una confusa interferencia de poderes. En los feudos eclesiásticos, los vasallos recibieron mejor trato que en los laicos. Por esta causa, muchos colocaron sus propiedades bajo esa protección, lo que aumentó extraordinariamente el poder territorial de la Iglesia. Los campesinos. Lo más importante en el régimen feudal fue la explotación de la tierra. De ahí que la mayoría de la población estuviera constituida por los campesinos, también llamados villanos, pues habitaban en pequeñas aldeas o villas. Entre los villanos podemos considerar dos grupos: a) Los campesinos libres. Su vasallaje era voluntario y sus obligaciones y derechos estaban especificados en el contrato feudal. Podían abandonar esas tierras y encomendarse a otro señor. Además no necesitaban autorización para contraer matrimonio ni para transmitir los bienes a sus hijos. No obstante, estaban obligados a pagar tributos en especies y trabajo. Este último se llamaba corvea y consistía en trabajar sin remuneración, tres días a la semana las tierras del señor. b) Los siervos Carecían en absoluto de libertad y sus deberes eran muy superiores a sus derechos. Los siervos eran, prácticamente, esclavos de la gleba, pues no podían 49 | P á g i n a abandonar las tierras que trabajaban y el señor las vendía o alquilaba junto con ellos. Como no tenían contratos que regularan las mutuas obligaciones. El siervo debía solicitar permiso para contraer matrimonio. Sin embargo, una vez constituida la familia, el propietario no podía separarlo de su mujer ni de sus hijos, tampoco sacarle la casa ni el campo que trabajaba. Costumbres Como hemos visto, la debilidad de poder real y las invasiones normandas obligaron a los ricos propietarios a organizar sus defensas y transformarse en protectores de los que no podían hacerlo por su cuenta. A partir del siglo IX la seguridad sólo podía hallarse dentro del recinto fortificado de los castillos, donde habitaban los señores y se refugiaban los vasallos en caso de peligro. El castillo. Primitivamente era una construcción de madera, edificada en un lugar elevado y protegía por una gruesa empalizada. Pero a partir del siglo XI, la piedra sustituyó a la madera y el castillo se transformó en una fortaleza casi inexpugnable. La caza y los torneos. El señor feudal vivía en continua lucha. Su principal ocupación era la guerra, en la que se veía envuelto, unas veces para defender su feudo, otras para aumentar sus territorios. En épocas de paz se entregaba a su deporte: la caza. 14 14 La caza no solo era un placer sino una necesidad, porque los alimentos escaseaban, debido a la improductividad del suelo, cubierto de pantanos y bosques. El señor y su séquito partían a caballo esgrimiendo espadas, arcos y flechas: con Arq. María de las Nieves Rizzo La vida en los castillos era triste y monótona, pero con frecuencia los señores organizaban “fiestas feudales” consistentes en torneos, juegos de ajedrez y dados, banquetes, etc. León Gautier15 describe la ocupación de los señores: “cazar, pescar, ejercitar la esgrima, jugar al ajedrez, beber, oir a los juglares, presenciar peleas de osos, recibir a los huéspedes, conversar con las damas, dar audiencias, pasear por los prados, hacerse aplicar ventosas y mirar la nieve”. La caballería La educación de los señores feudales era esencialmente militar. Pocos sabían leer y escribir, y carecían por lo general de otros conocimientos que no fueran adquiridos en su vida ruda y belicosa. Su mayor preocupación fue destacarse en el arte de la guerra y perfeccionar sus armamentos y defensas. El equipo de combate consistía en un casco de metal que cubría totalmente la cabeza, una cota de malla de hierro le protegía el cuerpo; llevaba además una pesada espada de doble filo, una maza, una lanza y un puñal. Para completar su defensa sostenía un escudo de hierro en el que se hallaban grabados los emblemas familiares o blasones. Su caballo estaba protegido con una armadura, asentada sobre larga túnica. ellos, una jauría de perros adiestrados. La caza se efectuaba en bosques cercanos al castillo, donde estaba prohibida la entrada a extraños. 15 Émile Théodore Léon Gautier, conocido como León Gautier, fue un historiador de literatura, filólogo y archivero francés del siglo XIX. 50 | P á g i n a La belicosidad de los señores multiplicó las guerras feudales, y sus ruinosas consecuencias perjudicaron a los campesinos y vasallos que frecuentemente, veían sus campos y cosechas arruinados. Para evitar estos males y poner fin a los excesos de los nobles, la Iglesia resolvió, en el siglo X, instituir la Tregua de Dios que prohibía –por motivos religiosos- guerrear en Adviento, Cuaresma y entre el miércoles a la noche y el lunes por la mañana. Las luchas personales, estimuladas por el orgullo y el heroísmo, engendraron un nuevo sentimiento, el honor individual. Junto con él nació un propósito, el mantenerlo intacto, es decir sin mancha. El progresivo refinamiento de las costumbres, y la obligación de defender al débil aumentaron la devoción por la mujer, que alcanzó gran respeto y consideración en la sociedad de la época. Además, las disciplinadas relaciones entre vasallos y señores, regladas por el contrato feudal, dieron vida a un sentimiento de lealtad que obligó a respetar los compromisos y la palabra empeñada. En el siglo XI, la Iglesia intervino a fin de encauzar esos principios y creó la orden de la Caballería, institución de carácter religioso-militar en la que ingresaban los nobles dispuestos a combatir la injusticia, proteger al débil y sostener la religión. Muy pronto, ser caballero fue un privilegio al que aspiraron los representantes más selectos de la nobleza feudal. Las normas rigurosas que reglamentaban el ingreso en la orden, obligaban al aspirante a cumplir, desde muy joven, un largo período de educación y adiestramiento, que se Arq. María de las Nieves Rizzo completaba al alcanzar la mayoría de edad, con la ceremonia de admisión en la que era armado caballero. Cumplida la ceremonia religiosa, el joven aspirante se dirigía ante el señor, y a su pedido, juraba defender la fe, el honor y la justicia. Provisto de sus armas se arrodillaba y recibía el espaldarazo, golpe que el señor le aplicaba en el hombro derecho con la hoja de una espada, mientras recitaba unas frases rituales. Consagrado caballero el joven montaba en su caballo dispuesto a exhibir su valor y destreza. La caballería, aunque no terminó con la violencia, logró morigerar las costumbres. El Papado Desde un comienzo el Papa, que fue el sucesor de San Pedro y el obispo de Roma, adquirió preeminencia con respecto a los integrantes de las otras sedes obispales. Producida la caída del Imperio, las autoridades y el pueblo romano se agruparon en torno a la personalidad del jefe de la Iglesia, quien unió a su poder espiritual otro temporal y quedó al frente del gobierno como única autoridad. Cuando la capital se trasladó a Constantinopla, los emperadores de Oriente se esforzaron por eliminar la supremacía espiritual que por tradición y derecho ejercía Roma, en una política que originó dificultades. Por otra parte, los nuevos reinos romano-germánicos, en su mayor parte arrianos16, entorpecían el normal gobierno de la Iglesia con los obispos de aquellas jurisdicciones. 16 El arrianismo es el conjunto de doctrinas cristianas expuestas por Arrio, un presbítero de Alejandría, probablemente de origen libio. Algunos de sus discípulos y 51 | P á g i n a Las circunstancias imponían la necesidad de afirmar la autoridad del obispo romano y entonces los Papas sostuvieron esta primacía a fin de fortalecer y consolidar la unidad de la Iglesia. El Monacato A mediados del siglo III, muchos cristianos movidos por la vocación, abandonaron la vida mundana y se refugiaron en lugares aislados o desiertos para dedicarse a la oración y a la penitencia. Buscaban la perfección evangélica y se ejercitaban en la práctica de la mortificación y el ejercicio de las virtudes cristianas. Estos religiosos recibieron el nombre de monjes y el movimiento, de gran trascendencia para la Iglesia, se denominó monacato. A los monjes que vivían en comunidad se los llamó cenobitas y si lo hacían en absoluta soledad, anacoretas o ermitaños. simpatizantes colaboraron en el desarrollo de esta doctrina teológica, que sostenía que Jesús era hijo de Dios, pero no Dios mismo. Arq. María de las Nieves Rizzo El monacato se inició en Oriente en el siglo III y tuvo gran desarrollo. En Occidente se conoció por obra de San Atanasio. En poco tiempo se fundaron numerosos monasterios en España, Francia e Italia pero el que dio el impulso más importante fue, sin duda, San Benito de Nurcia (480-543) quien fijó nuevas normas o reglas para la vida y ocupación de los monjes. Al principio hizo vida de anacoreta, luego organizó pequeños grupos de discípulos con los que ensayó las nuevas reglas. En el año 529 se retiro a Montecasino donde fundó un monasterio. los discípulos de San Benito constituyeron la primera orden religiosa, la de los Benedictinos que logró gran expansión por toda Europa. Siglo X En el siglo X el Papado sufre un período de decadencia debido a que el régimen feudal provocó una interferencia de poderes entre civiles y eclesiásticos, mientras los emperadores y la nobleza se entrometieron en las elecciones de los pontífices. La Iglesia se vio envuelta en una crisis de la que pudo salir triunfante. Como antes se ha dicho gran parte de los señoríos eran feudos eclesiásticos a cargo de obispos y abades. Estos a su vez solían ser vasallos de poderosos señores laicos que disponían del privilegio de concederles la investidura como su fuera un beneficio y a quienes convenía que esas tierras estuvieran administradas por personas adictas. Los más ambiciosos no titubearon en comprar al señor la investidura o dignidad eclesiástica, y una vez adquirida comenzaron a comerciar los cargos menores y los sacramentos. Este abuso se llamó 52 | P á g i n a simonía17. Muchos de estos clérigos continuaron viviendo como laicos y contrajeron matrimonio (nicolaísmo)18. La reacción no tardó en producirse y así surgieron los primeros reformadores que sostenían la necesidad de que la Iglesia se independizara del poder civil. Las herejías Al finalizar el siglo XII la Iglesia debió hacer frente a diversos movimientos de disidencia o herejías que, con el pretexto de una mayor perfección, negaban los principios fundamentales del dogma. Las más importantes fueron los valdenses y los cátaros. Para evitar la propagación de las herejías y consolidar la unidad religiosa, el Papa Gregorio IX convocó un Concilio en Tolosa que en 1229 creó el Tribunal de la Inquisición o Santo Oficio. Combatía toda transgresión al dogma o al culto e investigaba la conducta religiosa de las personas. Separación de la Iglesia de Roma de la de Constantinopla19 El gran cisma que dio origen a lo que hoy se llama Iglesia Ortodoxa, fue el resultado de la creciente rivalidad entre los papas de Roma y los patriarcas de Constantinopla, quienes se disputaban el derecho de gobernar ciertos distritos. A mediados del siglo IX, un tal Ignacio, era patriarca de Constantinopla, el cual atrajo sobre sí el odio de la casa impe17 La simonía es el comercio ilícito de las cosas espirituales. El término deriva de Simón el Mago que quiso comprarle a San Pedro el don del Espíritu Santo. 18 Recuerda a Nicolás, religioso que combatió a los clérigos que contraían matrimonio. 19 Artículo extraído de: http://www.seminarioabierto.com/iglesia14.htm Arq. María de las Nieves Rizzo rial por haber excomulgado a Bardas, hermano de la emperatriz Teodora, el cual habiendo abandonado a su esposa vivía en adulterio con la viuda de un hijo suyo. Ignacio fue destituido y desterrado y un laico influyente llamado Focio, fue elevado al patriarcado, pasando por toda la escala jerárquica de la iglesia en una sola semana. Como la sede de Roma se negó a Focio, hubo una violenta correspondencia entre el emperador y el papa. El patriarca logró entonces reunir un concilio en Constantinopla en el año 867, el cual excomulgó al Papa, acusando a la Iglesia Romana de haberse apartado de la fe y costumbre recibidas, formulando cargos sobre asuntos de poquísima importancia, en comparación con los grandes delitos de Roma, de los cuales Constantinopla no era tampoco inocente. Una de las acusaciones consistía en que Roma permitía comer queso y tomar leche durante la cuaresma; otra se relacionaba con la orden de que los clérigos se afeitasen. No había entre las dos sedes una grave cuestión doctrinal, sino una mera cuestión de palabras e intereses materiales. Los decretos del concilio fueron firmados por el emperador, por los patriarcas de Antioquia, Alejandría y Constantinopla, y por unos mil obispos y abates. El documento condenatorio fue enviado a Roma pero antes que los portadores del mismo llegasen, estalló en Constantinopla una revolución que cambió por completo el giro de los asuntos. El nuevo emperador se inició destituyendo a Focio y un nuevo concilio se reunió en Constantinopla del cual fueron excluidos los partidarios de Focio. Ignacio fue traído en triunfo de su destierro y colocado de nuevo en la silla patriarcal, la que ocupó durante diez años. 53 | P á g i n a Surgieron entonces nuevas dificultades y Focio, aprovechando la oportunidad, consiguió ser elevado de nuevo a su antigua posición, pero al morir el emperador, tuvo que retirarse y terminó sus días encerrado en un claustro en el año 891. Después de estos acontecimientos se suspendieron un poco las hostilidades. Los papas de Roma, tan ocupados en sus orgías, no tenían tiempo de pensar en la contienda con los patriarcas. Un autor ha dicho que eran tan densas las tinieblas que circundaban a Roma y a Constantinopla, que no podían verse una a la otra, lo que les obligó a suspender las discusiones. Al subir al patriarcado Miguel Cerulario en el año 1043, se inició de nuevo la lucha, principalmente acerca de Bulgaria, pues ambos obispos pretendían que este país estaba incluido en su jurisdicción. Después de largas discusiones, Constantinopla resolvió no someterse a las pretensiones de los delegados papales. Roma excomulgó al patriarca de Constantinopla y a todos los que censuraban la fe de la Iglesia de Roma y el modo como ésta ofrecía "el santo sacrificio". Los legados de Roma colocaron la excomunión sobre el altar mayor de la iglesia de Santa Sofía el 16 de julio de 1054. Constantinopla respondió con una contra excomunión produciendo muchos cargos contra la Iglesia Romana. El cisma quedó así establecido y fue completo. Alejandría, Antioquia, Jerusalén y todo el Oriente quedó con Constantinopla. El Occidente quedó con Roma. Cluny El foco del movimiento reformista fue la abadía de Cluny fundada por el duque de Guillermo de Aquitania en 908. Arq. María de las Nieves Rizzo Desde el comienzo esta comunidad desconoció toda autoridad que no fuera la del Papa y así pudo elegir sus abades sin la intervención de los señores. La orden alcanzó gran desarrollo y sus monasterios se esparcieron por toda Europa. Los cluniacenses se propusieron aplicar con todo rigor las reglas de los monjes benedictinos, para lo cual restauraron los votos, la clausura y los oficios litúrgicos. Cister La orden cisterciense igualmente conocida como orden del Císter o incluso como santa orden del Císter es una orden monástica católica reformada, cuyo origen se remonta a la fundación de la Abadía de Císter por Roberto de Molesmes en 1098. Esta abadía se encuentra donde se originó la antigua Cistercium romana, localidad próxima a Dijon, Francia. La orden cisterciense desempeñó un papel protagonista en la historia religiosa del siglo XII. Su influencia fue particularmente importante en el este del Elba donde la orden hizo «progresar al mismo tiempo el cristianismo, la civilización y el desarrollo de las tierras». Como restauración de la regla benedictina inspirada en la reforma gregoriana, la orden cisterciense promueve el ascetismo, el rigor litúrgico dando importancia al trabajo manual. Además de la función social que ocupó hasta la Revolución francesa, la orden ejerció una influencia importante en los ámbitos intelectual o económico, así como en el ámbito de las artes y de la espiritualidad. Debe su considerable desarrollo a Bernardo de Claraval (1090-1153). Su influencia y su prestigio personal hicieron que se convirtiera en el cisterciense más importante del siglo XII, pues, aun no siendo el fundador, sigue siendo todavía hoy el maestro espiritual de la orden. 54 | P á g i n a Las ciudades y la burguesía A partir del siglo XI, en la Europa feudal comenzó a resurgir la vida urbana, prácticamente destruida por luchas, invasiones y miseria. De las antiguas ciudades romanas, sólo unas pocas se habían mantenido y, aun así, estaban muy debilitadas. Cuando desapareció el peligro de los ataques de los húngaros y normandos, y también cesaron las luchas entre los señores feudales, los habitantes de los lugares fortificados, ante el aumento de la población, abandonaron sus recintos y se dirigieron a las ciudades que fueron reconstruidas y repobladas. Las ciudades medievales tuvieron distintos orígenes. Las más antiguas fueron las que subsistieron de la época romana. Otras surgieron cuando la gente debió agruparse al lado de castillos y fortalezas, y otras surgieron a partir de ser lugar de mercado e intercambio. Las ciudades medievales estaban rodeadas de murallas, con espacio limitado y en el centro se hallaban los edificios más importantes: la Iglesia, el Ayuntamiento y el Mercado. La causa principal del desarrollo de las ciudades –burgos- fue el renacimiento del comercio, como ocurrió en Florencia, Génova y Venecia y el aumento poblacional. Asimismo la mayor actividad comercial originó el crédito y el interés sobre el dinero prestado. Aumentó la productividad a consecuencia, en gran parte, de los progresos de la técnica; la agricultura se benefició con el empleo del arado y de los molinos, mejoraron los transportes terrestres y la navegación, etc. Arq. María de las Nieves Rizzo El resurgimiento urbano y los comienzos de la transformación comercial que modificó las condiciones de vida, beneficiaron a los burgueses, es decir, a los habitantes de los burgos o ciudades. De este modo, surgió en la Europa feudal la burguesía o clase media formada por hombres libres que se dedicaban a las actividades comerciales y a las artesanías. A diferencia de la nobleza feudal que había adquirido predominio debido exclusivamente a la propiedad y explotación de la tierra por campesinos sometidos, la nueva clase social, que se desarrollo en el ámbito urbano, basó su poder en el dinero, la banca y el comercio. Desde un comienzo, la burguesía adoptó una actitud de crítica ante el régimen feudal y la sociedad de aquella época, trató de desvincularse de las orientaciones teológicas y filosóficas imperantes, se inclinó por una investigación científica emancipada de la región y exaltó el poder del hombre a través del trabajo físico e intelectual y de la riqueza. La burguesía no tardó en consolidar su posición y pudo enfrentar con éxito a la nobleza y favorecer el resurgimiento del poder real, debilitado por los señores feudales. En el régimen feudal, la autoridad que antes ejercía el rey sobre las ciudades fue reemplazada por la de los señores que administraban justicia y percibían impuestos. Ejercían un poder soberano, generalmente con arbitrariedad y capricho. Deseosos de beneficiarse con la riqueza urbana no tardaron en imponer grandes tributos a las prósperas ciudades que integraban sus dominios. En el siglo XI, los burgueses pusieron límite a la autoridad señorial e iniciaron un movimiento emancipador, para lo cual se agruparon en ligas y exigieron a los señores el 55 | P á g i n a reconocimiento de sus libertades. Distintos fueron los medios utilizados para el logro de sus propósitos. En algunos casos, los burgueses debieron apelar a la fuerza de las armas; en otros, la libertad fue comprada con dinero, y a veces surgió de un gesto espontáneo del señor feudal. En todos los casos, el pacto quedaba legalmente reconocido en una Carta o Fuero, documento que ostentaba la firma y el sello del señor. Sin embargo, aunque muchas ciudades lograron emanciparse, no todas obtuvieron las mismas libertades. Algunas sólo consiguieron aumentar su autonomía, pero continuaron dependiendo del señor feudal. Otras alcanzaron una verdadera independencia y se transformaron en ciudades libres, con gobierno, ejércitos y estandartes propios. Fueron verdaderas repúblicas como ocurrió con las ciudades italianas de Venecia, Génova y Florencia. Esta última adquirió gran prosperidad bajo el gobierno de una familia de comerciantes poderosos: los Medicis20. Las ciudades libres recibieron distintos nombres. En Francia se denominaron comunas o municipios, en Italia repúblicas, en España, concejos y en Alemania, ciudades libres. El régimen feudal provocó la desintegración política y territorial de Europa en pequeños Estados gobernados por señores representantes de la nobleza. A fines del siglo XIII, el feudalismo comenzó a declinar en Italia y en Francia y aunque el régimen se prolongó por más tiempo en Alemania e Inglaterra, hacia el año 1500 se extinguió totalmente en Europa occidental. 20 Juan de Medicis (1421-29); Cosme de Medicis (1429-64); Lorenzo el Magnífico (1469-92) nieto del anterior y protector de las artes y las letras. Arq. María de las Nieves Rizzo La decadencia del feudalismo y el surgimiento de la burguesía favorecieron la progresiva consolidación del poder real y del concepto de Estado o Nación. Los burgueses de las ciudades enfrentados con la nobleza, apoyaron militar y económicamente a los reyes con el propósito de asegurar el orden y la unificación política y territorial, factores de suma importancia para el desarrollo de las actividades económicas. De esta manera, la nobleza perdió sus privilegios mientras la monarquía consolidaba su poder y carácter absolutista. Sobre la base de los territorios feudales, unidos por semejanzas raciales, religiosas, idiomáticas y culturales se fueron configurando las nuevas naciones o estados, gobernadas por un rey. La idea de nacionalidad no se desarrollo de igual manera en los diversos reinos y señoríos europeos, pues en Francia, Inglaterra, España y Portugal se consolidó con mayor rapidez que en Italia y Alemania. Legado cultural de la Edad Media El cristianismo fue el principal factor de unidad en la Europa occidental del Medioevo. El desarrollo de la cultura y de la ciencia estaba íntimamente ligado con la labor de la Iglesia Católica y el hombre medieval, profundamente religioso, se preocupó por defender los principios de su fe, contenidos en la Biblia y en los Evangelios. En los primeros cuatro siglos de la Edad Media –del V al IX- no hubo pensamiento filosófico21 pues este aspecto de la cultura 21 Siempre resulta difícil y problemático definir qué se entiende por filosofía. Puede afirmarse que es la ciencia más general. Pitágoras fue el primero que utilizó la 56 | P á g i n a clásica quedó sumergido y disperso. En el transcurso de esos siglos, los intelectuales trataron de salvar y conservar los elementos culturales, en consecuencia, su tarea no pudo ser creadora, sino recopiladora. Reunieron en libros enciclopédicos el saber greco-romano. A partir del siglo IX y a consecuencia del renacimiento carolingio surgen las “escuelas” y un saber que se enseñaba en ellas, que se llamará la Escolástica. Este conocimiento es especialmente teológico y filosófico. Los escolásticos trataron de conciliar los dogmas de la verdad revelada por la Iglesia, con las conclusiones del razonamiento humano. Estos pensadores tomaron como base de su método los textos de los Padres de la Iglesia y los estudios de los antiguos de los antiguos filósofos Platón y especialmente Aristóteles. La escolástica no pudo renunciar a Aristóteles ni ignorarlo, entonces fue necesario afrontar la totalidad de la obra, intentar comprenderla y luego incorporarla al sistema ideológico medieval. Esa labor la realizaron en el siglo XIII dos religiosos dominicos, maestro y discípulo, que la Iglesia canonizó: San Alberto Magno y particularmente palabra “filosofo” como “amante de la sabiduría”. La filosofía ha sido tanto la búsqueda de la sabiduría, como también la propia sabiduría buscada. Arq. María de las Nieves Rizzo Santo Tomás de Aquino. Santo Tomás de Aquino (1225-1274) es la máxima figura de la escolástica y el más grande filosofo medieval. Tomás consiguió hermanar los principios aristotélicos con la ideología cristiana, eliminando en forma erudita la influencia de la filosofía pagana. Basaba su pensamiento en la siguiente afirmación: “La verdad de la razón no está en contradicción con la de la fe cristiana”. Numerosas son las obras apologéticas y filosóficas surgidas de su mano, pero entre todas se distingue la Summa Theologica, que ha sido calificada como “catedral de la inteligencia”. En ella, Santo Tomas resume todo el pensamiento de su época y contesta numerosas objeciones al dogma cristiano. Sus discípulos, llamados tomista, exaltan el entendimiento como el más alto principio de la mente. Hasta comienzos del siglo XI, la enseñanza estuvo controlada por la Iglesia. Los centros de instrucción fueron las escuelas monásticas que educaban a futuros monjes, las catedralicias que educaban a los hijos de los nobles y las parroquiales o populares que estaban anexas a las parroquias, y a diferencia de las anteriores, además de enseñar latín se practicaba el lenguaje vernáculo. Las Universidades El mayor conocimiento de las civilizaciones bizantina y musulmana provocó en Europa occidental un gran interés por aumentar los conocimientos, pero las escuelas existentes no satisfacían el ansia de ilustración. Entonces, estos establecimientos se agruparon formando Estudios Generales así llamados no porque se enseñara de todo, sino porque 57 | P á g i n a estaban abiertos a todos. De esta manera surgieron las universidades (del latín universitas), palabra que etimológicamente significa agrupación o conjunto de todos. Al principio, la agrupación de escuelas surgió por iniciativa privada de algún obispo, tales como la de Bolonia, París y Salerno, que adquirieron fama por toda Europa. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIII se restringió la libertad de creación de estos centros de estudios y sólo el Pontífice o los soberanos estaban autorizados a reconocerlos como tales, concederles privilegios y darles oficialmente el carácter de universidades. Posiblemente la más antigua universidad fue la de Salerno, en Italia meridional, cuyos comienzos no pueden precisarse con exactitud, aunque se fijan a principios del siglo XI. Luego en orden cronológico siguen Bolonia- fines del XI-, Paris. s.XII, Oxford y Cambridge, Palencia y Salamanca y Coimbra. Las universidades eran autónomas y elegían sus propias autoridades, en su mayoría eclesiásticas, las que se encargaban de todo lo concerniente a la organización, funcionamiento y disciplina. Entre los privilegios que disfrutaban sus integrantes figuraban el otorgar licencias para enseñar (de donde viene el título de licenciado), la exención de impuestos, el fuero propio para juzgar delitos que pudieran cometerse, etc. El primer título que se obtenía era el de Bachiller en Artes, luego de cursar las siete Artes Liberales, como en las escuelas comunes. El Trivio era un curso similar a lo que hoy podríamos llamar “letras” y el Cuadrivio, las “ciencias”. Luego comenzaron los estudios superiores en las facultades de Derecho, Medicina y Teología. Como mínimo los estudios Arq. María de las Nieves Rizzo duraban siete años. El idioma universitario era el latín, lo que facilitó el intercambio cultural, pues en toda Europa se enseñaba en forma semejante empleando la misma lengua. Las Artes Durante la Edad Media, el arte fue la expresión del espíritu religioso y alcanzó su mayor esplendor en la arquitectura, a través de los grandes templos y monasterios. En los primeros siglos del Medioevo, las manifestaciones artísticas estuvieron refrenadas por la inestabilidad política y social que siguió a la caída del Imperio. Pero a partir del siglo XI, cuando los bárbaros se asientan, y asientan, y la Iglesia aumenta su poder, el arte se libera, desborda la grandeza de la antigüedad y se pone al servicio del cristianismo. Los dos estilos predominante son el Románico (siglos XI-XII) y el Gótico, nacido en Francia en el siglo XII. 58 | P á g i n a Arq. María de las Nieves Rizzo LA TRANSICIÓN DE LOS TIEMPOS MEDIEVALES A LOS MODERNOS Crisis de los siglos XIV y XV A principios del siglo XVI se produce en Europa la ruptura del ordenamiento y equilibrio que caracterizó a la Alta Edad Media, para dar comienzo a un largo período de profundas crisis y graves conmociones, que se prolonga hasta fines del siglo XV. Este proceso señala el fin de una época y el nacimiento de la modernidad. Los grandes cambios, que algunos estudiosos han calificado como “época de catástrofes”, ofrecen algunos acontecimientos muy destacados, como la gran epidemia de la “peste negra”22, la guerra de los Cien Años, el ataque de los turcos otomanos a Europa y su avance hasta el río Danubio (1389) y los problemas que debió afrontar la Iglesia, cuya culminación fue el Cisma de Occidente. A la crisis de orden político, social, económico y religioso se sumaron, entre los siglos XIV y XV, diversos flagelos, como las sequías, inundaciones y epidemias. Estas calamidades gravitaron directamente debido a las altas cifras de mortandad, sobre la sociedad y la economía europeas. 22 La peste negra fue una de las causas que provocaron la crisis del siglo XIV. Esta pandemia traída de Oriente en los barcos en 1347, fue causada probablemente por la peste bubónica. Se expandió con rapidez por el continente favorecida por el hacinamiento de los centros urbanos y en menos de tres años produjo una mortandad de veinticinco millones de personas. Esto redujo la cantidad de mano de obra y grandes extensiones de tierras quedaron sin cultivar. La peste negra declinó en el año 1351. 59 | P á g i n a El retroceso demográfico provocó la baja de los precios agrícolas y aumentó los gastos de explotación. Las malas cosechas y la falta de recursos y reservas, fueron causa de escasez, hambre, depresión económica y conflictos sociales. Arq. María de las Nieves Rizzo El Renacimiento y la Edad Media La primera dificultad que se plantea al hablar del Renacimiento es la de señalar con precisión sus límites con 60 | P á g i n a respecto a la edad media. Al igual que ocurre con otras clasificaciones históricas resulta difícil deslindar el final de una época y el comienzo de otra, de tal modo que, dependiendo de los historiadores y de los lugares y factores que toman en consideración, podemos considerar que el Renacimiento se desarrolla en los siglos XV y XVI, haciendo avanzar a retroceder sus orígenes a lo largo del siglo XV en función de las consideraciones que hayamos tomado en cuenta, y alargando su final hasta bien entrado el siglo XVII, lo que supone un margen de imprecisión importante. No menor dificultad representa la cuestión de determinar si el Renacimiento supone una radical ruptura o una continuidad con respecto a la edad media. El desarrollo de la burguesía, clase social impulsora de los ideales renacentistas, comienza en la edad media, y va asociada al desarrollo del individualismo; la penetración de la filosofía griega en occidente se había realizado ya a través de las escuelas de traductores (Toledo, Vich, Nápoles, Palermo...) a lo largo de la edad media, especialmente durante el siglo XIII, lo que supone un despertar "medieval" del retorno a los clásicos, que será otra de las características clave del Renacimiento. Lo mismo ocurre con el desarrollo de la ciencia, mediante la actividad de los medievales Ockham, Oresme y Buridano, a lo que podemos añadir otros acontecimientos importantes que dejarán sentir su influencia con posterioridad, como el descubrimiento de América o de la imprenta. Pero si es cierto que podemos encontrar algunos elementos de continuidad entre la edad media y el Renacimiento, como los señalados anteriormente, eso no basta para reducir el Renacimiento a una mera continuidad de la edad media. Por Arq. María de las Nieves Rizzo supuesto que todas las épocas históricas se generan a partir de otras anteriores en las que podemos encontrar en germen alguno de sus caracteres principales; pero ni el grado de desarrollo de dichos elementos, ni su significación, es reducible al que tenían en la época anterior. Y eso ocurre también con el Renacimiento. Los europeos del siglo XVI tenían una clara conciencia de ruptura con respecto a la edad media, conciencia mantenida por la sucesión de una serie de transformaciones sociales, políticas, religiosas, económicas, culturales, que nacían con una clara voluntad de oposición a lo "medieval". Entre ellas podemos destacar la desintegración de la iglesia y el desarrollo de la reforma luterana, y el de la iglesia anglicana con Enrique VIII, que se producen en el marco de la consolidación de los Estados nacionales y de las monarquías absolutas que van a configurar un nuevo mapa político en Europa, al que hay que asociar el desarrollo de la burguesía y su papel predominante, con la expansión del comercio, lo que supondrá el principio del fin del feudalismo. El desarrollo de la cartografía, el descubrimiento de la brújula, la utilización de la pólvora, son elementos que va a conducir al descubrimiento y colonización de América, lo que provocará un aumento de la desconfianza respecto al saber medieval. El descubrimiento de la imprenta facilitará la circulación de las nuevas ideas. Caracteres generales del Humanismo y del Renacimiento Las relaciones entre humanismo y Renacimiento se presentan bajo el aspecto de una polémica: mientras que el humanismo se caracterizará por el retorno a la sabiduría clásica, en el marco de una preocupación fundamentalmente de signo filológico y teológico, el Renacimiento lo hará como impulsor 61 | P á g i n a del desarrollo de la ciencia. Así, el Renacimiento, sin renunciar a los temas básicos del humanismo, le superará, al desligar tales temas de la perspectiva teológica y enlazarlos con el pensamiento científico. Caracteres del humanismo: Uno de los rasgos distintivos más conocidos y destacados del humanismo es su interés por la antigüedad greco-latina, interés en el que predomina el punto de vista de la investigación filológica. Este interés provoca el desarrollo de la perspectiva histórica en el acercamiento a otra cultura, afirmándose que con el humanismo se consolida la historicidad como clave del pensamiento europeo. A diferencia de lo que ocurría en la Edad Media, donde el hombre era considerado fundamentalmente desde una perspectiva teológica, los humanistas valorarán el hombre desde una perspectiva mundana, no-divina, es decir, el hombre será visto como un ser natural e histórico. La religión, aparte de su función redentora, es considerada ante todo en su función civil. Así, tanto la religión como la tolerancia religiosa son instrumentos válidos para asegurar el ideal de la paz civil. La creencia en la unidad última de todas las religiones es afirmada, consecuentemente, desde esta caracterización. Caracteres del Renacimiento : El ideal común de este período viene definido por la esperanza de un renacer del ser humano a una vida verdaderamente "humana", mediante el recurso a las artes, las ciencias, la investigación... poniendo de manifiesto la consideración del ser humano como ser natural, en oposición a la consideración medieval del ser humano como “ser para Dios”. El retorno a los antiguos significa no sólo la recuperación de su obra, sino fundamentalmente el retorno al principio, a los Arq. María de las Nieves Rizzo orígenes de la vida humana, cultural, del ser humano. Volver al principio no significa volver a Dios, sino precisamente al terreno del hombre y del mundo humano. De ahí la valoración del pensamiento filosófico pre-cristiano. El retorno significa, además, una conquista. La vuelta a los orígenes, al principio, conlleva la conquista de la personalidad humana. El que este retorno se efectúa mediante las artes y las ciencias, y no mediante experiencias místicas interiores, por ejemplo, significa una búsqueda de la objetividad. En efecto, sólo la objetividad puede poner en evidencia el status original del hombre frente a la naturaleza, es decir, manifestar su origen y su condición humana. Por lo mismo, el hombre es libre de decidir su conducta, de elegir su destino, lo que supone una exaltación de la libertad individual tanto en el orden teológico como el orden cultural y social. Características filosóficas Una de las características más destacadas del Renacimiento es le antropocentrismo, lo que supone una valoración no sólo de la personalidad del ser humano, sino también de su individualidad. También el naturalismo irá asociado al desarrollo del Renacimiento. Se destacan los aspectos naturales del hombre versus los aspectos sobrenaturales. Es algo de lo que encuentran los renacentistas que "vuelven" a Aristóteles: la separación del universo y de Dios y la exaltación de la naturaleza; al igual que los que se "vuelven" hacia Platón, buscando una religiosidad natural y la exaltación del hombre y de su libertad (el hombre no es malo, es ignorante, no necesita, pues, la gracia divina para su redención). 62 | P á g i n a Bacon, Copérnico, Galileo, Kepler, son figuras centrales en el desarrollo de la ciencia, que supondrá la destrucción de la imagen ptolomeica del mundo, inspirada en el universo cerrado y geocéntrico de las dos esferas; la creciente y progresiva matematización de la naturaleza y el desarrollo del método experimental serán dos de las bazas más significativas de su triunfo. El Renacimiento supone pues el renacer del espíritu de libertad de un ser humano que se quiere inserto en la naturaleza y en la historia.23 Los sucesos de los siglos XIV y XV y el origen de los acontecimientos del siglo XVI Los enfrentamientos del siglo XIII entre papas y emperadores alemanes fueron uno de los factores que quebraron el sistema de la Cristiandad medieval. La crisis del imperio coincidió con el auge de los nuevos estados nacionales, con los que tuvo que contar el papado. Pero no se inició entonces una simple crisis política, sino un verdadero cambio de orientación que preludiaba una nueva edad. Los cambios aparecieron en muchos terrenos. En el ámbito geográfico se expandieron los límites del mundo medieval con los nuevos descubrimientos y viajes que culminaron con la llegada a América. En el ámbito político se inició un proceso particularista y centralista que 23 Datos extraídos de http://www.webdianoia.com/moderna/renhum/renhum.htm Arq. María de las Nieves Rizzo imitaron todos los estados, incluido el papal. Pero este centralismo coincidió con no pocos ataques a la forma misma de entender el papado y las relaciones entre el poder temporal y el espiritual. En el terreno cultural los comienzos del Renacimiento se dan en un ambiente de aprecio por la ciencia entendida en sentido moderno y con la popularización del saber, sobre todo a partir de la difusión de la imprenta. Pero quizá lo más significativo de todo el período sea el afán de reforma dentro de la Iglesia, tanto en la cabeza como en los miembros. Aunque los Concilios de estos siglos hicieron planes reformadores y algunos grupos dentro de las órdenes religiosas empezaron a ponerlos en práctica, se llega al siglo XVI sin apenas avance. La crisis en la Iglesia se manifiesta en el hecho que en un determinado momento llegó a tener en un momento dos papas: uno en Avignon y otro en Roma que se excomulgaron mutuamente y se inicio el cisma de Occidente. Tras años de perplejidad y crisis se llegó a una solución de compromiso aplazando la reforma de la Iglesia que la realidad sin embargo la exigía. Muchos eclesiásticos de finales de la Edad Media carecían en gran medida de espíritu religioso y de afán pastoral. En Alemania y en Francia, las abadías y obispados estaban en manos de nobles, atraídos por las riquezas y el poder temporal de esos cargos. La acumulación de cargos contribuía a aumentar el mal de las carencias pastorales. Algunos obispos habían descuidado tanto sus obligaciones que era noticia saber que habían celebrado misa. También en el clero bajo se daban serios problemas, si bien hay menos datos y las afirmaciones de los reformadores suelen ser siempre excesivas. La realidad es que había demasiados clérigos y 63 | P á g i n a muchos vivían miserablemente, eran poco ilustrados –excepto la minoría que accedía a las universidades–, y el concubinato no era raro. Las órdenes religiosas estaban en una situación similar, en parte por la entrada indiscriminada de nobles y burgueses sin consideración vocacional alguna, lo que llevaba a que en muchas apenas se observase la clausura y la pobreza. Es significativo que al producirse la revuelta luterana muchos religiosos descontentos aprovechasen la ocasión para abandonar sus conventos y desprenderse de hábitos y votos. La Reforma Protestante La Reforma Religiosa Protestante se origino en Alemania, en el año 1517, cuando Martin Lutero publicó las "95 tesis" contra la venta de indulgencias, en la puerta de la iglesia de Wittenberg. Martin Lutero partía de la necesidad de una religión interior, basada en la comunión del alma, humilde y receptiva con Dios. En el siglo XVI el continente europeo fue sacudido por una serie de movimientos religiosos que cuestionaban abiertamente los dogmas de la Iglesia Católica y la autoridad del Papa. Estos movimientos, conocidos genéricamente como Arq. María de las Nieves Rizzo Reforma Religiosa Protestante, fueron aparentemente de carácter religioso. Sin embargo, tenia causas económicas ya que la Iglesia Católica combatía la usura (préstamo de dinero a cambio de interés), es decir, defendía el precio justo (teoría incompatible con el sistema económico de la época); También jugaron un papel decisivo los príncipes alemanes en la Reforma Protestante, ya que, protegieron y ayudaron a Martin Lutero en la difusión de la Reforma Protestantes en sus territorios; sin embargo los gobernantes alemanes no fueron movidos por motivos religiosos, sino mas bien por la sed de bienes o riquezas que poseía la Iglesia Católica en sus territorios (expropiación de bienes de la Iglesia). Moralmente, la iglesia estaba en decadencia: estaba más preocupada por las cuestiones políticas y económicas que las cuestiones religiosas. Para aumentar más aun más sus riquezas, la Iglesia recurrió a cualquier artilugio, por ejemplo, la venta de los cargos eclesiásticos, la venta de reliquias, y especialmente a la famosa venta de indulgencias de los pecados, que fueron la causa inmediata de la crítica de Martin Lutero y el inicio de la Reforma Protestante en Alemania. El Papado garantizaba el perdón de los pecados por la compra de indulgencias a la Iglesia, el dinero obtenido se utilizo para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro. La Contrarreforma La Contrarreforma, también denominada Reforma católica es el nombre dado al movimiento creado en el seno de la Iglesia Católica en respuesta a la Reforma Protestante iniciada por Martin Lutero, a partir del año 1517. En 1543 , la Iglesia Católica romana convocó al Concilio de Trento estableciendo 64 | P á g i n a entre otras cosas, la reanudación del Tribunal del Santo Oficio ( Inquisición ), la creación del "Index Librorum Prohibitorum", lista de libros prohibidos por la Iglesia y incentivar la catequización de la gente del Nuevo Mundo (América) con la creación de nuevas órdenes religiosas dedicadas a este objetivo, como la creación de Compañía de Jesús "Jesuitas". Otras medidas incluyen la reafirmación de la autoridad papal, continuación del celibato, la creación de catecismos y seminarios y la prohibición de la venta de Indulgencias. Debido a la Reforma Protestante, el mundo occidental cristianizado , hasta entonces hegemónicamente católico , se vio dividida entre cristianos católicos y los cristianos protestantes que ya no está alineados con las directrices de Roma. El catolicismo había perdido terreno y ya no era la religión oficial en muchos estados de Europa y por lo tanto la misma amenaza que podría repetir en las nuevas colonias del Nuevo Mundo. En este contexto, surgió la necesidad de reformas en la iglesia católica, a fin de reestructurar y detener el avance protestante. Arq. María de las Nieves Rizzo La reforma de la Iglesia Católica se hizo cuando ya era un hecho la división religiosa de Europa. sin embargo, no se pueden ignorar los movimientos de renovación que tuvieron lugar durante el siglo XVI en el seno de la Iglesia y que contribuyeron al fortalecimiento del Catolicismo. 65 | P á g i n a Los Tratados de Arquitectura En el Renacimiento, período comprendido entre los siglos XV y XVI, se produjo un importante cambio en la mentalidad de la sociedad, que se manifestó claramente en la arquitectura, en la ruptura que se produce con el estilo Gótico y en la búsqueda de inspiración y en la reinterpretación del Arte Clásico. En la época se producen también, diferentes innovaciones en las técnicas de construcción y en el empleo de un nuevo lenguaje arquitectónico, cuestiones que fueron pasibles de teorización. Las obras renacentistas grandes y pequeñas fueron objeto de una cuidada documentación desde su inicio. Asimismo, se verifica en una nueva actitud, tanto de artistas como de arquitectos que abandonaron el anonimato de los artesanos para asumir papeles de protagonismo profesional marcando cada obra con su estilo y firma, asumiéndose como artistas multifacéticos, respondiendo al concepto del humanismo. La arquitectura renacentista, no fue una mera copia de la arquitectura clásica, los arquitectos, que procuraron un perfil erudito, buscaron en la antigüedad clásica el modelo ideal, menoscabando los modelos existentes. Indudablemente estos modelos ideales o idealizados, que fueron la inspiración de los primeros arquitectos renacentistas italianos, sistematizados y plasmados de forma teórica, condujeron a lo que dio origen a los tratados de Arquitectura clásica de la época. Pero en el transcurso Arq. María de las Nieves Rizzo del Renacimiento los estudiosos, pasaron de ofrecer o recuperar los cánones y obras técnicas del clasicismo a redactar sus propios tratados del estilo, que aunque basados en el clasicismo, llegan a ser efectivamente anti-clásicos. La tratadística arquitectónica se desarrolló a partir del siglo XV, siendo El libro de partida el tratado De Architectura Libri Decem, escrito por Marco Vitruvio Polión hacia la segunda mitad del siglo I a.C., que ya era conocido en la época medieval a través de manuscritos copiados y consultado en el siglo XV por los maestros introductores del Renacimiento como Brunellescchi, Alberti, Sangallo… A partir de sus enseñanzas, durante el siglo XV, los maestros italianos empezaron a redactar nuevos tratados de arquitectura teniendo presente siempre a Vitruvio y readaptándolos con sus nuevas ideas y experiencias. Con la creación de la imprenta, estos tratados manuscritos se fueron publicando en contadas copias y ediciones y se fueron extendiendo por toda Europa realizando numerosas traducciones en distintos idiomas junto con la elaboración de láminas de plantas, alzados o motivos decorativos que ayudaban a la comprensión de la obra y a su vez influyeron en la arquitectura y decoración de todos los tiempos. En España, la influencia italiana vendrá del mecenazgo de los Reyes Católicos, contratando a artistas italianos, así como la expansión de los libros de arquitectura que provocaron una nueva forma de concebir el arte. Desde que en 1526 Diego de Sagredo publicara el primer tratado de arquitectura en español Medidas del Romano, seguido en 1552 con la traducción de los libros de Serlio, se impone en España una 66 | P á g i n a práctica tratadística que arrancaba de las experiencias italianas, así hasta llegar al siglo XIX. En consecuencia el desarrollo arquitectónico desde el siglo XV hasta nuestros días sigue ligado a los Tratados de Arquitectura y como tal son una fuente fundamental para el estudio de la Historia del Arte. Síntesis del Tratado de Vitruvio LIBRO I Arquitectura: Ciencia adornada de otras muchas disciplinas y conocimientos. Es práctica y teórica. Consta de ordenación, disposición, euritmia, simetría, decoro y distribución. Partes: construcción, gnomónica y maquinaria. Elección de parajes. Construcción de muros y torres. Distribución de los edificios de muros. Elección de áreas para lugares de uso común de la ciudad. LIBRO II. El principio de los edificios. Naturaleza de las cosas (agua – aire - fuego y tierra). Materiales de construcción. Ladrillos dídoron, pentádorom y tetrádorom. Arena negra, blanca, roja y carbúnculo. Cal. Polvo Pozzolana. Madera, Abeto. Géneros de construcción: Reticulado Incierto Estructuras: Isódonum, Pseudo – isódomun LIBRO III Composición y simetría de los templos (toma en cuenta la proporción) y la composición del cuerpo humano. Arq. María de las Nieves Rizzo Intercolumnas: Pycnóstylos Systylos Diástylos Aeróstylos Éustylos. Medidas: Dedo, Palmo, Pie, Codo. Fundamentos de las columnas y demás ornatos LIBRO IV Narra sobre las órdenes de las columnas: Orden dórico, Orden jónico y Orden corintio. De los ornatos de las columnas. Distribución en los templos. Orientación de los templos. De la adecuada proporción en los templos Proporción de las puertas (Dórica, Jónica y Atticurga) LIBRO V Establece principios para la construcción de edificios públicos: Foro, Basílicas, Erario, Cárceles, Curia. Narra sobre el teatro: Relación que debe guardar la construcción del teatro con la mejor repartición del sonido. Partes del teatro. Disposición y partes del baño. Construcción de palestras. Construcción de los puertos de mar y otros edificios en el agua. LIBRO VI Se ocupa en el sexto libro de las edificaciones particulares, enfatizando la correspondencia entre el decoro del inmueble y la calidad social de sus habitantes. Modo de hacer los enlucidos para su duración y belleza LIBRO VII 67 | P á g i n a Los acabados de construcción y lo relativo a los colores La adecuada orientación y distribución, de tal modo que se evite el deterioro y se propicie el mantenimiento fácil de la construcción. Indica al arquitecto la forma de preparación de colores, a partir del empleo de materiales naturales y artificiales. LIBRO VIII El libro octavo hace referencia a la importancia del agua y las mejores formas para su obtención, conducción y utilización. LIBRO IX La Gnomónica y construcción de relojes. Los planetas, el sol y los signos. Las mejores orientaciones de los edificios en función de la luz y la sombra, así como temas concernientes a la observación del firmamento. LIBRO X Idea sobre maquinas (mecánicas y orgánicas). El libro décimo, instruye sobre la construcción de artefactos bélicos. La obra de Vitruvio no es estrictamente un tratado, pero es el único documento de la antigüedad clásica, por lo tanto su información sobre arquitectura y urbanismo es muy valiosa. Asimismo su referencia al uso del “módulo” y no de “medidas” constituye un gran avance en relación a la comprensión del concepto de “proporción” Algunos Tratadistas Arq. María de las Nieves Rizzo León Battista Alberti Su tratado escrito en latín presumiblemente acabado en 1452 en Florencia, constituyó el punto de partida para considerar la arquitectura como disciplina intelectual, científica y fundamentada en la geometría. El De re-aedificatoria replantea en diez libros la estructura del texto de Vitruvio que, de este modo, asume el carácter de ser el principal basamento de la obra de Alberti. Los diez libros son: I- Lineamenta- II- Materia -III- Opus En estos tres tomos, Alberdi trata de la elección del terreno, los materiales a utilizar y de los cimientos. IV- Universorum opus -. V- Singuiorum opus En los libros IV y V se refiere a la función de los diversos tipos de edificios. VI- Ornamentum Este tomo se lo dedica a la belleza arquitectónica como armonía que se puede expresar matemáticamente gracias a las proporciones. VII- Sacrorum ornamentum –VIII Publici profani ornamentum IX- Privati ornamentum En estos casos, los tres libros los refiere a la construcción de iglesias, edificios públicos y privados. X- Operitium instauratio En este libro, por primera vez un arquitecto se ocupa de la restauración, antes si alguien intervenía en una obra era para destruirla. 68 | P á g i n a Andrea Palladio . Biografía y obra Andrea di Pietro, universalmente conocido como Palladio, nació en Padua, Italia en 1508 años después su familia se trasladó a Vicenza donde completó, en 1523, su formación en un gremio de constructores en un taller de cantería de la ciudad. Más tarde entró en contacto con Giangiorgio Trissino, humanista y personalidad de gran relevancia en los ambientes culturales vicentinos, quien lo puso bajo su protección ayudándolo a completar su formación mediante la financiación de diversos viajes a Roma, ciudad en la que tuvo la oportunidad de conocer in situ las ruinas clásicas. Fue precisamente el mecenas Trissino quien acuñó el apelativo de Palladio para referirse a Andrea en evocación a Palas Atenea, diosa griega protectora de las artes. Ya famoso en los ambientes ilustrados de la región del Veneto, le encargaron numerosos proyectos de palacios y villas señoriales suburbanas. A la muerte de Trissino entabló contacto con Daniele Barbaro, cardenal humanista y profundo estudioso de la arquitectura antigua, muy especialmente, de los escritos de Vitruvio y a través de él fue como Palladio fue poco a poco introduciéndose en los círculos humanistas y culturales Venecia, donde gracias a sus méritos, que cosechó proyectando principalmente edificios religiosos, llegó a ser nombrado arquitecto mayor de la República Véneta en sustitución de Jacopo Sansovino, cargó que desempeñó hasta su muerte en 1580. Palladio y sus "Cuatro Libros de Arquitectura" Además de sus numerosas obras obras religiosas y civiles, Palladio fue reconocido como una figura clave de la Arq. María de las Nieves Rizzo arquitectura de la Edad Moderna gracias a sus "I quatro libri dell'architettura"; tratado en el cual, gracias a su profundo conocimiento de los teóricos clásicos -principalmente Vitrubiosentó las bases de un nuevo lenguaje arquitectónico basado en la proporción y los órdenes arquitectónicos antiguos. Publicado en Venecia, ilustrado por el propio Palladio y escrito en latín vernáculo como era tradicional en los círculos humanistas de la época, el tratado se compone de cuatro libros: El primero trata sobre las herramientas del arquitecto, la elección de los materiales, las técnicas constructivas, los órdenes clásicos y las normas de la proporción. En el segundo se proponen varios modelos de palacios tanto en planta como en alzado, siendo en cierto modo una forma de llevar a la práctica las teorías presentadas en el primero de los libros. En el tercero, basándose en el saber vitruviano, Palladio se centra en la construcción y organización de calles, plazas, palacios, puentes, basílicas y distintos equipamientos urbanos. Por último, en el cuarto de los libros, son presentados varios modelos ornamentales que el autor recopilaría durante su visita a Roma. La relevancia de Palladio: Palladianismo y Neopalladianismo Tanto su importante legado constructivo como, sobre todo, su brillante tratado teórico, confirman a Andrea Palladio como una de las figuras claves de la arquitectura de la Edad 69 | P á g i n a Moderna, hasta el punto de que, pese a que su ámbito de actuación se limitó a una región concreta de la geografía italiana, sus ideas arquitectónicas plasmadas en Los Cuatro Libros de Arquitectura trascendieron las fronteras difundiéndose durante los siglos XVII y XVIII por territorios europeos. Las ideas de Palladio calaron especialmente hondo en las Islas Británicas, donde su teoría, que prácticamente adelantaba el Neoclasicismo, hicieron del Barroco un movimiento casi inexistente; pero incluso, con el paso de los siglos, no es extraño apreciar ideas palladianas en diferentes edificios de lugares tan dispares como Estados Unidos, China o Australia. Sebastiano Serlio (1475-1554) La principal contribución de Serlio es -sin duda- su práctico tratado de arquitectura. Fue pionero en el uso de ilustraciones de alta calidad para complementar el texto. Cinco tomos de su tratado fueron publicados a partir de 1537. Dos más, de un total de ocho, se publicaron después de su muerte. Difundidos como un diccionario ilustrado para arquitectos, los volúmenes de Serlio resultaron muy influyentes en Francia, Países Bajos, e Inglaterra, como compendio del estilo renacentista italiano. Con sus grabados, referentes a monumentos romanos y de otros cinquecentistas, contribuyó a la propagación de esquemas como el llamado arco serliano (arco entre dos dinteles), así como los aparejos rústicos, columnas anilladas, frontones rotos y cariátides, que difundieron durante mucho tiempo a lejanos el lenguaje proto-manierista. Vicenzo Scamozzi (1548-1616) Arq. María de las Nieves Rizzo Si bien es el personaje menos conocido, como arquitecto organizó el primer museo público de la Republica veneciana sus las estatuas entre 1591 y 1593 y después de realizar importantes proyectos escribió "La idea de la arquitectura universal" , en 1615 que fue por largo tiempo adoptada como texto básico de los arquitectos de la época, y tuvo especial difusión en el norte del continente. Este personaje representó, la figura moderna del arquitecto como estudioso e intelectual de su tiempo. Vignola –Giacomo Barozzi-(1507-1573) Importante arquitecto fue discípulo de Miguel Ángel sucediéndole tras su muerte en las obras de la Basílica de San Pedro. Además proyectó el nuevo modelo de iglesia inspirado tanto en los ideales de la Contrarreforma como en el espíritu de las nuevas órdenes religiosas que se materializó en la Iglesia del Gesú en Roma. Como tratadista escribió Reglas de los cinco órdenes de la arquitectura, al que ya se hizo referencia, fue publicado en 1562 y considerado uno de los grandes tratados de arquitectura Compendio de los cinco órdenes arquitectónicos, estudiados en cada una de sus partes. Su obra está también inspirada en la obra de Vitruvio. BIBLIOGRAFIA Asimov, Isaac (1983) La Alta Edad Media –Ed. Alianza Madrid Cosmelli Ibañez, José (1980) Historia -Ed. Troquel Buenos Aires. 70 | P á g i n a Cotterell, Arthur (1984) Historia de las Civilizaciones AntiguasEd. Grijalbo Barcelona. Duby,George (1987) Atlas Histórico Mundial -Ed. 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