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5 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS Verba ANUARIO GALEGO DE FILOLOXÍA ANEXO 39 UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA 1995 6 © Universidade de Santiago de Compostela EDITA: SERVICIO DE PUBLICACIÓNS E INTERCAMBIO CIENTÍFICO UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA IMPRIME: IMPRENTA UNIVERSITARIA Pavillón de Servicios Campus universitario ISBN 84-8121-236-9 Dep. Legal: C-330.1995 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 5 PRÓLOGO La coordinación constituye un problema sintáctico sumamente complejo que, sin embargo, ha sido considerado durante mucho tiempo como una forma de composición de secuencias sencilla y carente de interés. El hecho de que las condiciones generales que afectan a la coordinación sean bastante comunes entre las diferentes lenguas también ha contribuido a su consideración como un problema menor dentro de la sintaxis. La realidad, sin embargo, es muy otra. Por debajo de su aparente simplicidad. o de las similitudes entre las lenguas en cuestiones de carácter general, hay restricciones, valores y usos de la coordinación muy distintos en cada lengua, y su conocimiento es básico para un dominio adecuado de las mismas. La presente monografía pretende ofrecer una descripción de las características de la coordinación en español, desde sus aspectos más generales hasta los más concretos, buscando ante todo claridad y sistematicidad. Todo estudio sobre la coordinación, independientemente de los fines con los que se haga (descriptivos de una lengua, o con fines teóricos), es, ante todo, el estudio de una relación, esto es, una conexión susceptible de ser entablada por cualquier unidad sintáctica, desde las distintas palabras hasta las estructuras más amplias. Ello supone una cierta dispersión del campo de estudio, ya que, al lado de los factores generales de cualquier manifestación coordinativa (aquéllos que definen la coordinación como tal), hay que prestar atención a aquéllos otros más específicos relativos a las unidades concretas que se coordinan. Por ello, la organización del libro ha tenido en cuenta los -a mi juicio- tres problemas fundamentales que inciden directamente en la descripción de las estructuras coordinadas: (a) su carácter de relación entre miembros de una construcción sintáctica específica, con rasgos que la oponen a otras construcciones con las que mantiene puntos de contacto. (b) las particularidades de los miembros que se coordinan, muy particularmente cuando éstos son unidades léxicas (verbos, sustantivos, adjetivos, etc.), y (c) el habitual uso de ciertas elipsis en determinados usos de la coordinación. 6 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ De acuerdo con estos tres problemas, el contenido del libro se ha distribuido en cuatro capítulos: 1º) en el primero se trata de la cordinación como construcción paratáctica abierta opuesta a otras construcciones paratácticas cerradas y, en conjunto, a las construcciones hipotácticas. 2º) en el segundo se hace referencia a las características básicas de la construcción coordinativa como tal, analizando los diferentes rasgos definitorios de la misma. Estos dos primeros capítulos tienen un carácter general, en el sentido de que hacen referencia a cuestiones en gran medida compartidas por todas las lenguas, si bien en ellos se observan los problemas tan sólo desde la perspectiva del español. 3º) Este tercer capítulo, el más extenso, estudia aquellas cuestiones específicas de la coordinación en español, como los coordinadores, sus valores semánticos, las restricciones formales de la palabras coordinadas, etc. 4º) Finalmente, el cuarto capítulo trata de sistematizar -sin otras pretensiones que las descriptivas- el enmarañado, y a menudo abusivamente utilizado, mundo de las construcciones elípticas, reconcodiendo cuatro tipos de elipsis relevantes en la descripción de los usos de la coordinación en español, dos de ellos de gran importancia en el uso habitual de la lengua, y otros dos de utilización más restringida. Cada una de estas clases de elipsis será explicada como resultado del deseo del hablante de destacar algo concreto, y en cada caso se tratará de describir lo más ordenadamente posible sus consecuencias. En este caso se incluyen dos apartados iniciales explicativos de los conceptos relevantes y el sentido de los términos que se van a utilizar. Al final de cada capítulo me ha parecido oportuno incluir unas muy breves ampiaciiones bibliográficas para aquéllos que deseen profundizar en algunas de las cuestiones concretas tratadas en los mismos. No quiero finalizar esta breve presentación sin hacer constar mi agradecimiento a los profesores Milagros Fernández Pérez, Guillermo Rojo, Alejandro Veiga y Francisco G. Gondar, del Departamento de Filología Española, Teoría de la Literatura y Lingüística General de la Universidad de Santiago, por sus enseñanzas, a Luis Lorenzo Rivas, por su paciente y eficaz labor en la resolución de los problemas que nos plantea el ordenador a los profanos, y al Dr. Ramón Lorenzo Vázquez, por la confianza mostrada. 1. PARATAXIS, HIPOTAXIS Y COORDINACIÓN 1.1. Unidades hipotácticas y paratácticas. En términos generales, se puede decir que la construcción de unidades sintácticas, concebidas como las secuencias lingüísticas formadas por palabras o construcciones superiores, se rige por unos pocos principios, bastante simples en su naturaleza, según los cuales toda secuencia de este tipo será, en principio, el resultado de: (a) la asociación de dos o más unidades con el fin de construir una nueva unidad que tenga como valor primordial la especificación de la relación entre los miembros asociados. (b) la adición de elementos a una unidad inicial sin desvirtuar ni la naturaleza semántica de aquélla ni sus posibilidades sintagmáticas globales. 1.1.1. Unidades paratácticas Estructuras paratácticas (o asociativas) son aquellas creadas mediante la asociación de dos o más entidades sintácticas semánticamente homogéneas para construir una unidad superior con un valor semántico y, a veces, unas posibilidades sintagmáticas cualitativamente distintas de las de sus constituyentes. El esquema básico de una unidad paratáctica es x (1) A & B (.... & n) 8 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ En (1) la unidad x está constituida por dos (o más) unidades funcionales distintas entre sí y complementarias (A y B ...). La doble flecha horizontal ( ) muestra la relación de interdependencia establecida entre los constituyentes1. Dentro de las unidades paratácticas ilustradas en (1) hay que hacer una distinción entre aquéllas cerradas, esto es, dotadas de un número inalterable de miembros, y las que constituyen una construcción abierta con posibilidades de incrementar su número. Este segundo caso esta formado por las construcciones coordinativas, objeto de la presente monografía, por lo que será tratado con detalle más abajo. El primer caso, el de las construcciones cerradas de carácter 'bipolar', puede ser ilustrado con ejemplos como (2-4): (2) Es un hombre serio pero agradable (3) Lo hará con gusto si se lo pides en los que la asociación de dos unidades (en este caso) del mismo tipo se hace a través de una conjunción que bloquea la aparición de otras unidades asociadas al mismo nivel de estructura jerárquica aunque, por supuesto, puedan aparecer asociadas al conjunto: en (4) el nuevo segmento (con respecto a (2)) no es un miembro más de la construcción prexistente, sino una unidad que se asocia al conjunto serio pero agradable, formando una nueva construcción paratáctica de nivel jerárquico más alto2. (4) Es un hombre serio pero agradable, aunque poco sociable Y a este mismo tipo general de construcción pertenecerán aquellas otras unidades en las que el nexo es un verbo con valor copulativo. Las 'cláusulas copulativas' (5) y (6) responden a los mismos parámetros constructivos que (2-3), aunque los tipos de unidad sean diferentes en virtud de los distintos elementos que realizan la función nexual en uno y otro caso. 1 . De acuerdo con los términos de L. Hjelmslev (1943, pág. 42), la interdependencia será la rela ción entre dos elementos que se presuponen mutuamente. La subordinación (determinación, en Hjelmslev) será la relación entre un elemento cuya presencia está condicionada por otro que, sin embargo, puede presentarse solo. Este último será el subordinante del primero. Aunque ahora no entraremos en ello, considero que la interdependencia es la relación existente entre los miembros de cualquier unidad paratáctica. La constelación, tercera relación reconocida por Hjelmslev, por su parte, no parece tener una manifestación lingüística real, quedándose en el terreno de lo puramente potencial. 2 . Dicho de otro modo, en una construcción paratáctica cerrada (bipolar) x constituida por la unión nexuada de A y B, podremos encontrar adiciones como las representadas en (1), pero no como las de (2): (1a) [[A & B] [C]] (1b) [[AC] & [B]] (1c) [[ A] & [BC]] (2) [ A & B & C] LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 9 (5) Juan es mi primo (6) Antonio llegó cansado. 1.1.2. Unidades hipotácticas. Las unidades hipotácticas, por su parte, se construyen a base de aumentar cuantitativamente una unidad inicial con otras unidades que no alteran ni la naturaleza semántica ni las posibilidades sintagmáticas de la primera. En estas construcciones existe, por tanto, un constituyente 'nuclear' que define la naturaleza de la unidad y sus posibilidades sintagmáticas y expresivas, y una serie de constituyentes asociados que enriquecen su significado cuantitativamente, pero sin alterar los rasgos definitorios del elemento nuclear. El esquema de estas construcciones será: 7) x NÚCLEO (EXPANSIÓN) El diagrama (7) muestra la existencia, en toda unidad hipotáctica, de un núcleo, con la posibilidad de otros constituyentes que actúan como complementos o modificadores de ese núcleo. La flecha unidireccional ( ) muestra la relación de subordinación del complemento o modificador al núcleo; el paréntesis de la función modificadora, la posibilidad de su supresión sin que la unidad x cambie como tal. Corresponden a este esquema secuencias como (8a) y (8b): (8a) Antonio es muy (8b) Verdaderamente, trabajador a nadie le amarga un dulce. (8a) puede desprenderse del elemento muy sin que se alteren los factores indicados, admitiendo, al tiempo, nuevos elementos sin que la construcción deje de tener los mismos rasgos que su núcleo inicial (trabajador): (9) Antonio es realmente muy trabajador. Lo mismo diremos de (8b), en el que la ausencia de verdaderamente no afecta al valor sintagmático del todo, como tampoco lo hace la adición de otros constituyentes similares. Es importante no confundir la prescindibilidad estructural de los constituyentes no nucleares de una unidad hipotáctica con su relevancia comunicativa, con- 10 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ fusión esta muy frecuente y origen de otros malentendidos de mayor alcance. En una secuencia como (10a): (10a) Un elefante no es un animal pequeño. el adjetivo pequeño tiene carácter de unidad subordinada al núcleo animal dentro del todo en el que ambos funcionan directamente (animal pequeño), porque las posibilidades sintagmáticas de ese todo se identifican con las de animal, y no con las de pequeño. Y poco importa que la supresión de ese adjetivo en (10b) dé como resultado una secuencia semánticamente distinta e inadecuada, frente a la adecuación y conservación de los valores de verdad que se producen cuando -en este caso- lo que se conserva es solamente el adjetivo, como en (10c). (10b) Un elefante no es un animal (10c) Un elefante no es pequeño. Podemos decir, pues, que mientras en las secuencias hipotácticas, con un esquema como el reflejado en (7) e ilustrado en (8), existe un proceso de oblicuidad en virtud del cual los semas significativos de los elementos muy y verdaderamente se traspasan a trabajador y a a nadie le amarga un dulce, respectivamente, en las construcciones asociativas, con esquemas como el de (1), estamos ante una complementariedad de significados3. 1.1.3. Hipotaxis y recursividad. Aunque las técnicas constructivas que subyacen a las unidades hipotácticas y a las paratácticas reflejan dos de las formas generales más características de organización sintáctica, existe una notable desigualdad en cuanto a su rendimiento en la lengua. Una parte de las construcciones paratácticas tienen un carácter 'cerrado', sin 3 . Se denomina oblicuidad al proceso en virtud del cual los rasgos significativos de una unidad pasan a formar parte de otra unidad. Si decimos casa, nos referimos a una cierta entidad cuyos rasgos básicos conocemos. Pero si decimos casa grande, a los rasgos que configuran el significado de casa le añadimos los del significado de grande, con lo cual el primero se enriquece con el segundo. Se ha producido una adición de rasgos : casa + grande. Este proceso de oblicuidad, que tiene muchas manifestaciones en la lengua, es el que se produce al asociarse un complemento a un núcleo en las construcciones hipotácticas. En las paratácticas, en cambio, se produce complementariedad, de modo que no se puede decir que una unidad previamente existente se enriquezca con otra, sino que ambas, en un mismo plano, aúnan sus valores para formar otra unidad producto de ambas. En si/ vienes / te divertirás no hay suma, sino producto. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 11 que puedan ser mutiladas ni aumentadas con nuevos elementos integrantes de la propia estructura paratáctica. Así, [Lo hará con gusto] [si] [se lo pides] no solo no puede ser desposeída de alguno de sus constituyentes sin cambiar su naturaleza paradigmática, sino que tampoco podrá ver enriquecida su estructura con otros constituyentes de su mismo nivel jerárquico. Las otras construcciones paratácticas, las coordinativas, suponen el establecimiento de relaciones entre unidades semánticamente homogéneas, por lo que, aunque enriquecedoras del mensaje, no constituyen (como a menudo se asegura) un mecanismo recursivo en sentido estricto. La hipotaxis, en cambio, es la base de la utilización recursiva de la lengua y, por tanto, lo que explica en gran medida la posibilidad del enriquecimiento potencialmente ilimitado de una cierta unidad. A partir de una palabra como paisajes podemos construir una unidad de ilimitadas proporciones cuyas características sintagmáticas serán idénticas a las de la unidad inicial: (11a) (11b) (11c) (11d) (11e) Me fascinan estos paisajes Me fascinan estos paisajes del desierto Me fascinan estos áridos paisajes del desierto Me fascinan estos asombrosos áridos paisajes del desierto Me fascinan estos realmente asombrosos áridos paisajes del desierto etc. o, desde la perspectiva inversa, una unidad como: (12) Realmente asombrosos áridos paisajes del desierto puede ser desposeída gradualmente de sus constituyentes, hasta dejarla con solamente su núcleo (paisajes), sin que ello afecte a sus posibilidades sintagmáticas globales. Esta 'técnica de la alcachofa', según la cual, en principio, cualquier unidad puede ser siempre enriquecida con elementos nuevos que actúan como sus 'modificadores', es sin duda una de las claves de la riqueza expresiva de la lengua. Así, del mismo modo que la palabra paisajes se convierte en una unidad más rica a través de sus potencialmente ilimitados modificadores, las siguientes unidades pueden verse 'expandidas' mediante modificadores que actúan de modo similar: 13a. Si no le dan una oportunidad acabará mal 13b. Lamentablemente, si no le dan una oportunidad acabará mal. 14a. Esa es una decisión sin meditar 14b. Esa es una decisión totalmente etc. sin meditar 12 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Nótese que las unidades (13) y (14) 'hipotácticamente expandidas' tienen sin embargo una estructura distinta que, como tal, no se ve alterada por la adición de uno o más modificadores. Así, el diagrama arbóreo de (13) y (14) adoptaría la forma de (15) y (16), respectivamente: x (hipotáctica) (15) MODIFICADOR NÚCLEO x (paratáctica) & Lamentablemente si A B no le dan una oportunidad (16) acabará mal x (hipotáctica) MODIFICADOR NÚCLEO x (unidad caracterizada) A totalmente sin B meditar 1.1.4. Parataxis y coordinación. La ilustración de las unidades paratácticas hecha en el apdo. 1.1.1. hacía referencia a aquéllas de carácter cerrado, constituidas por un número limitado de unidades -en concreto dos- unidas por un nexo. Si el nexo es una unidad verbal, estaremos ante una estructura predicativa (una cláusula copulativa), y el fin será siempre el de expresar la atribución de un rasgo a una entidad (como en (5) o (6)) o el de identificar una entidad con otra, como en (17): (17) Juan es mi primo LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 13 Si el nexo es una conjunción, en cambio, la finalidad de la asociación es la de expresar algún tipo de relación lógica entre dos unidades semánticamente homogéneas. Eso es lo que encontramos en (18-23) (18) Te divertirás si vienes (implicación) (19) Lo hice porque quise (causalidad) (20) Fui y me divertí (conjunción) (21) Ni iré ni me divertiré (negación conjunta) (22) O es blanco o es negro (contradictoriedad) (23) Es blanco o negro (alternativa) Sin embargo, como ya mencionamos anteriormente, la expresión de estas relaciones puede variar en un aspecto concreto: el de su carácter abierto o cerrado. Este -y no otro- es el rasgo sintáctico que enfrenta estructuras 'cerradas', como (1819), de las 'abiertas', como (20-23), aunque la clasificación tradicional haya caminado por derroteros muy distintos y ajenos a criterios calificables de sintácticos4. Sintácticamente, sin embargo, una construcción coordinada no es más que una estructura paratáctica abierta, esto es, una unidad que, conservando el esquema (1), mantiene la posibilidad de incrementar indefinidamente el número de sus miembros. Las estructuras coordinadas fueron muy adecuadamente definidas en su momento por S.C. Dik (1968, 25) como aquellas "consisting of two or more members which are equivalent as to grammatical function, and bound together at the same level of structurral hierarchy by means of a linking device". Más concretamente, la coordinación puede ser caracterizada como la asociación, mediante un recurso nexual, de un número potencialmente infinito de constituyentes homogéneos semánticamente en una construcción unitaria que adquiere un valor significativo general inexistente en sus constituyentes aislados. En esquema: x (24) M1 & M2 & M3 & ... Mn. Son unidades de este tipo: (25) Dos y tres y cuatro son nueve 4 . En Jimenez Juliá (1994a) se detallan ciertas circunstancias relativas a la clasificación de las conjunciones en las gramáticas latinas, y su posterior asimilación en las de las lenguas romances (asimilación que explica la concepción dominante de la coordinación y la subordinación en las gramáticas actuales), así como las diferencias sintagmáticas entre la conjunción y la preposición y, por tanto, entre las estructuras paratácticas y las hipotácticas. 14 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (26) Ernesto tiene muchos amigos y otros tantos enemigos (y ...) (27) O él o alguien (o ...) tiene que responsabilizarse de ello. (28) Serían las dos o las tres (o ...) cuando llegó. Como en toda unidad paratáctica, en las estructuras coordinativas la reducción del conjunto a uno solo de sus constituyentes, aunque permita conservar los valores integrativos de aquél, supondrá siempre la pérdida del valor significativo creado por la coordinación e irremplazable fuera de ella, al igual que una condición no subsiste si se elimina alguno de los dos miembros de la estructura condicional. Esto, que es propio de toda coordinación, se pone muy claramente de manifiesto en secuencias como (25-28), ya que la sustitución del todo por alguno de sus miembros deshace el valor comunicativo de aquél, según comprobamos en (29-32): (29a) Tres son nueve (29b) Dos son nueve (29c) cuatro son nueve (30a) Ernesto tiene muchos amigos (39b) Ernesto tiene otros tantos enemigos (31a) Él tiene que responsabilizarse de ello (31b) Alguien tiene que responsabilizarse de ello (32a) Serían las dos cuando llegó (32b) Serían las tres cuando llegó. en las que si bien el valor integrativo de la coordinación precedente es reemplazado sin problemas por cualquiera de sus miembros, el significado resultante puede llegar a ser absurdo, al ser el valor semántico de la coordinación como tal el rasgo de mayor pertinencia en el mensaje (así la merma de sentido de (29a-b) con respecto a (25)). Y, en cualquier caso, el valor expresado mediante un conjunto coordinado siempre será cualitativamente distinto al de sus miembros aislados. 1.1.5. Parataxis, hipotaxis, exocentrismo y endocentrismo Las nociones de hipotaxis y parataxis pueden ponerse en relación con las bloomfieldianas de endocentrismo y exocentrismo (Vid. Bloomfield, 1933, Cap. 12.10), si bien las diferencias de criterio a la hora de establecer los patrones constructivos no permiten una total identificación entre unos y otros conceptos. El término de endocentrismo, concretamente, el llamado por Bloomfield 'endocentrismo LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 15 subordinativo' puede asimilarse claramente a las construcciones hipotácticas, ya que lo definitorio de las construcciones endocéntricas subordinativas, la identidad de clase formal de un constituyente y el todo al que pertenece, es también -si concretamos el valor del término 'clase formal'- un rasgo propio de las construcciones hipotácticas, caracterizadas como el resultado de la expansión de una unidad inicial que determina los rasgos sintagmáticos y paradigmáticos del todo. Endocentrismo subordinativo e hipotaxis pueden considerarse, por tanto, denominaciones referidas a un mismo tipo de estructuras. No se puede decir lo mismo, en cambio, de los demás términos. Por lo que se refiere a las construcciones paratácticas, la tipología bloomfieldiana -como, por otro lado, gran parte de la tradición lingüística- solo tiene en cuenta las estructuras coordinativas, las cuales quedan integradas en el otro tipo de construcciones endocéntricas, las 'endocéntricas coordinativas'. Las estructuras paratácticas de carácter bipolar, por tanto, no se contemplan de modo individualizado dentro de los tipos de construcción de Bloomfield. Como representantes del otro tipo de construcción, el exocéntrico, se incluyen unidades que, en sentido estricto, no responden a mecanismos de construcción sintáctica, sino que constituyen estructuras 'paramorfológicas', por estar formadas por una unidad y un caracterizador de nula autonomía sintáctica. Se trata, claro está, de las frases preposicionales (a las que Bloomfield añade las que llama estructuras 'subordinativas', compuestas por una conjunción if, than ... y el segmento subsiguiente) y que están caracterizadas por la inexistencia en su interior de un constituyente de la misma clase formal que el todo. De acuerdo con los esquemas bloomfieldianos, los tipos de construcción, en relación con las estructuras paratácticas e hipotácticas, quedarían como sigue: (33) Subordinativo (= unidades hipotácticas) Endocentrismo Coordinativo (= unidades paratácticas) Exocentrismo Unidades 'caracterizadas' con preposiciones Unidades introducidas por (ciertas) conjunciones (Las unidades paratácticas cerradas no están individualizadas como un tipo distinto) No voy a entrar ahora a discutir la pertinencia de esta caracterización5, si bien es preciso señalar que, como tal, no resulta excesivamente útil para una descripción funcional de las estructuras sintácticas, y muy particularmente, de la coordinación. Desde nuestra óptica, una tipología adecuada de las construcciones sintácticas habrá de contemplar como resultado de mecanismos constructivos diferentes, 5 . Para una comparación entre los términos de endocentrismo y exocentrismo en el distribucionalismo y su posible uso en el funcionalismo vid. Jiménez Juliá, 1994b. 16 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (a) la hipotaxis, a partir de la cual se constituyen las únicas construcciones endocéntricas, en el sentido bloomfieldiano del término, por ser las únicas formadas mediante la expansión de una unidad inicial que define la naturaleza del todo. (b) La parataxis, que define unidades asociativas, esto es, construidas mediante la asociación de constituyentes con el fin de expresar una relación lógica entre ellas, y que, en virtud del tipo de nexo, pueden ser cerradas o abiertas. Son cerradas las estructuras copulativas y las llamadas estructuras bipolares, unidades de miembros unidos por conjunciones -como las coordinadas- pero con carácter cerrado. Son abiertas las estructuras coordinadas. De lo cual se deduce que llamaremos coordinadas, precisamente, a aquellas asociaciones de unidades con nexo conjuntivo que observen un comportamiento 'abierto' (esto es, con un número potencialmente ilimitado de miembros). (c) Finalmente, tenemos ciertas estructuras que se ajustan a lo que Bloomfield llamó 'exocentrismo', que en su caso ilustraba con las frases preposicionales y las frases (o cláusulas) subordinativas (Vid. supra). En este caso -y dejando a un lado estas últimas estructuras 'subordinativas', que poco tienen que ver con las preposicionales- estamos ante una filosofía constructiva muy distinta a la de las dos anteriores. Si en (a) y (b) se describen modos de construir unidades sintácticas, con constituyentes estrictamente sintácticos -por tanto, libres-, en las frases preposicionales nos hallamos ante construcciones paramorfológicas, en las que uno de sus constituyentes carece de cualquier autonomía, libertad posicional o posibilidades sintagmáticas propias de las unidades sintácticas. En efecto, una preposición no es sino un caracterizador que, si bien ha perdido el carácter flexivo -y, por tanto, el de constituyente morfemático de un tipo concreto de palabra-, tampoco ha llegado a convertirse en una unidad sintáctica libre, ya que no tiene la libertad contextual inherente a éstas. Y lo mismo cabe decir de los llamados 'determinantes', unidades paralelas en sus limitaciones sintagmáticas a las preposiciones, con lo que lo dicho para las frases preposicionales puede extenderse a las frases nominales, esto es a aquellas unidades dotadas de un determinante y una unidad determinada, es decir, nominalizada -que no 'sustantivada'-, habilitada para funcionar como nombradora de una entidad. Podemos condensar este rápido repaso a las unidades sintácticas -y a las unidades coordinativas dentro de ellas- con el siguiente cuadro inicial6: 6 . Para una caracterización más detallada de esta clasificación vid. Jiménez Juliá 1993a, 1994a. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 17 (34)7 HIPOTAXIS : A (+ B) Const. sintáct. PARATAXIS A&B Unidades paramorfol. Estructuras endocéntricas (i) Abiertas : Est. coordinadas (ii) Cerradas: Est. bipolares Est. copulativas EXOCENTRISMO BLOOMFIELDIANO Frases preposicionales Frases nominales8 1.2. Clases de construcciones y esquemas sintácticos. 1.2.1. Las clases de construcción según su estructura constitutiva. La clasificación de las construcciones sintácticas en hipotácticas y paratácticas (abiertas y cerradas) puede considerarse como perteneciente al mayor grado de abstracción dentro del estudio de las construcciones sintácticas. El criterio que permite distinguir estos dos tipos de construcción es el de su estructura constitutiva, esto es, el tipo de relaciones constitutivas que podemos hallar en su interior. Relación constitutiva o de constitución es la mantenida por una unidad y las unidades de nivel inferior que la conforman por el simple hecho de ser parte de ella. En una secuencia como Las nieves del Kilimanjaro habrá tantas relaciones de constitución como posibilidades de segmentar la secuencia en otras menores. Así, en un primer nivel, la secuencia entera tendrá relaciones constitutivas con sus dos constituyentes inmediatos, Las y nieves del Kilimanjaro; este último constituyente, a su vez, mantendrá el mismo tipo de relación con cada una de las partes en las que se puede segmentar (nieves y del Kilimanjaro), y así sucesivamente hasta llegar a las secuencias que no pueden ser segmentadas en unidades menores que, lógicamente, carecerán de relaciones de constitución. El diagrama (35) permite ver las distintas relaciones constitutivas 7 . Aunque en algunas ocasiones (Jiménez Juliá, 1993a, 1994a y 1994b) he utilizado el término 'exocentrismo' en un sentido algo distante al de Bloomfield, e incorporado las unidades paratácticas cerradas a un subtipo del mismo, para los fines de la presente monografía podemos prescindir de su uso y referirnos a él solo en el sentido que le dio Bloomfield -sentido que, por otra parte, está lejos de ser diáfano. 8 . Para una visión rápida de la frase nominal como estructura asimilable a la frase preposicional y, por tanto, radicalmente diferente a la frase 'sustantiva', vid. (Jiménez Juliá, 1991, 232-235 o RojoJiménez Juliá (1989, pp. 22 y 122-127). 18 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ existentes en cada uno de los niveles sintácticos integrantes de esta secuencia. El diagrama (36) repite esta información de forma arbórea. (35) (36) Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3 Nivel 4 Nivel 5 Las 1 Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3 Nivel 4 Nivel 5 nieves de 3 El 2 5 4 7 Kilimanjaro 6 8 x 1 2 3 4 5 6 7 Las nieves de El 8 Kilimanjaro La relación constitutiva, caracterizada como de simple pertenencia de una unidad a otra de nivel jerarquico superior, es la que nos permite ver dos tipos de constituyente definidos por su importancia relativa dentro de la estructura de la que forman parte, a saber: (i) aquellos necesarios para la existencia del todo (o constantes), como los de las unidades paratácticas, o el 'núcleo' de las unidades hipotácticas, y (ii) no-necesarios, aunque posibles, para la existencia del todo (o variables), como los 'modificadores' y 'complementos' de las unidades hipotácticas. 1.2.2. La función en las unidades sintácticas. Ahora bien, sabemos que al lado de las relaciones meramente constitutivas (o 'de pertenencia') las unidades sintácticas tienen otras relaciones con el todo, de carácter más concreto -si así se puede decir- que son las funcionales. Toda unidad sintáctica integrada en otra más amplia realiza una función dentro de esta otra inmediatamente superior. Una función es un valor adquirido por un constituyente en virtud LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 19 del tipo de unidad en el que se integra9. Un ejemplo extralingüístico quizá nos ayude a ver la diferencia entre la relación constitutiva y la relación funcional. Desde el punto de vista constitutivo, la mayoría de las competiciones deportivas binarias tienen una estructura similar. Se trate de fútbol, baloncesto, balonmano, tenis o hockey, por poner ejemplos de deportes populares, siempre nos encontramos con dos conjuntos que se enfrentan y un árbitro que hace cumplir las reglas del juego. A este nivel no nos importa la composición de los integrantes en detalle, esto es, si son equipos de un número determinado de jugadores, o si hay uno o más árbitros. Tampoco interesan demasiado las reglas concretas del juego. Lo importante es que para la existencia de un partido de cualquiera de estos deportes, esto es, de un 'sintagma deportivo' concreto, es necesaria la presencia de estos mismos tres componentes en todos estos deportes. De acuerdo con esto diremos que todos ellos tienen un mismo número de constantes e, incluso, una misma distribución: un haz de dos constituyentes iguales, los dos equipos, y un tercero, el equipo arbitral. Además, todos ellos pueden compartir un mismo tipo de variables, esto es, constituyentes posibles, pero no necesarios para el desarrollo del juego, como el público, la televisión, la publicidad, etc. ¿Qué es, entonces, lo que diferencia cada uno de estos deportes? Situándonos en una posición 'elevada', esto es, viendo las cosas 'desde arriba', podemos decir que es la naturaleza del juego, el fin último perseguido y/o la estrategia permitida para ese fin, y como consecuencia de todo ello, el papel concreto que deben realizar los constituyentes dentro del conjunto lo que marca las diferencias. Así, mientras en un equipo de baloncesto hay 'pivots', 'aleros' y 'bases', que actúan y se relacionan entre sí y con el contrario en función de las posibilidades que les ofrecen las reglas del juego, en el fútbol hay 'porteros', 'defensas', 'delanteros', etc. con otras imposiciones y otro tipo de posibilidades. Mientras los árbitros de baloncesto o de balonmano desarrollan su labor en toda la cancha para captar las sutiles faltas que el reglamento obliga a penalizar, los de fútbol se distribuyen entre 'árbitros' y 'jueces de línea', en función de las distintas dimensiones del campo de juego y de una distinta reglamentación del mismo. Todos éstos, a su vez, se oponen a otros tipos de árbitro, como los de tenis o voleybol, que realizan su función desde una posición estática y elevada. Igualmente, mientras el público del fútbol, baloncesto o balonmano tienen unas posibilidades de comportamiento, el de tenis o billar ha de observar unas normas mucho más estrictas. Es, consiguientemente, la naturaleza concreta de las unidades (deportivas) en las que se integran los constituyentes, constantes o variables, la que determina los roles, papeles o funciones que requiere para su realización y la que asigna esas funciones a sus constituyentes. Desde otra óptica esta vez 'desde abajo', es decir, desde los elementos mismos que realizan los papeles dentro del contexto, también podemos decir que es la naturaleza de los mismos el que hace que marcos constitutivos similares tengan necesariamente distintas funciones. Así, si en un deporte de competición, binario y de 9 . De acuerdo con S.C. Dik (1968, 148), "A grammatical function is a plus-value acquired by a constituent when used in a certain pattern". 20 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ equipos, sus elementos son todos muy corpulentos y fuertes, difícilmente el juego se basará en la habilidad y la sutiliza. Si, por el contrario, son pequeños y rápidos, no será con seguridad un deporte de choque. Las características de un deporte de lucha entre dos contendientes sin duda se adaptará al tipo de luchadores, y las normas se harán de acuerdo con sus posibilidades. Lo cual, a su vez, hará que solo se integren en un determinado tipo de lucha aquéllos que se adapten a las normas ya creadas. Hay, pues, una constante complementariedad entre los fines de una creación cultural y los medios que se tienen para la misma, con la consiguiente adaptación de los marcos a las unidades que se tienen, y la inclusión de éstas en los marcos en los que mejor pueden actuar10. Pues bien, la función es ese conjunto de características concretas que un constituyente debe satisfacer para ocupar su lugar en una unidad superior concreta. 1.2.3. Las unidades sintácticas como manifestación de las clases de construcción. Si en el caso de los deportes antes vistos la clase general a la que pertenezcan no es más que una abstracción de sus rasgos estructurales pero no sirve de mucho para explicar cuáles son sus reglas, teniendo que descender a los detalles de sus realizaciones concretas si queremos explicarle a alguien cómo se practica, en el caso de la lengua sucederá algo parecido. Mediante las clases de construcción antes vistas (hipotaxis, parataxis) describimos el esqueleto básico de las unidades sintácticas, pero nada más. Si nos quedamos en él no podremos explicar la diferencia entre, por ejemplo, dame eso ahora mismo y preciosas colinas rojizas, ya que en ambos casos tendríamos que concluir que estamos ante una construcción hipotáctica, que consta de un núcleo (da(me) y colinas, respectivamente) y una serie de expansiones del mismo. Para que la descripción lingüística tenga sentido deberemos dar cuenta del comportamiento concreto de las unidades que realizan los valores relevantes de cada construcción. Así, en las construcciones hipotácticas, la naturaleza del núcleo será la que determine el tipo de unidad concreto ante el que estamos. No es lo mismo que el núcleo sea un verbo, un nombre un adverbio o una estructura coordinada. Cada uno de estos elementos tiene unos valores comunicativos distintos y, por tanto, el sentido de sus expansiones también lo será, de ahí las denominaciones de frase verbal (cuando el núcleo es un verbo), frase sustantiva o adjetiva, o frase adverbial. En las unidades paratácticas el elemento relevante será su nexo: si éste es un verbo, como en Juan es simpático, La fiesta resultó muy bien o Mi primo llegó agotado, el tipo de relación que establece será de atribución o identificación, muy distinto a la expresión de una relación lógica propia de los nexos conjuntivos, como en Iré si me invitan, Ven y lo pasaremos bien o Vete o quédate, pero no molestes. 10 . Lo cual está muy lejos de la fusión entre unidades y funciones defendida por algunos. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 21 Podemos completar ahora el cuadro (34) mediante otro que especifique los tipos de unidad sintáctica susceptibles de realizar las diferentes clases de construcción arriba mencionadas. (37) CONSTRUC. HIPOTAXIS A (+ B) TIPO DE UNIDAD Estructura expandida SUBTIPO DE UNIDAD [A= cualquier const. sint.] (38) F. sust. [A = sust.] (39) Palabra expandida F. adj. [A = Adj.] F. adv. [A = Adv.] cláusula11 (40) (41) F. verb. [A = Verbo] (42) Est. cop. [& = Verbo] (43) Est. Paratáctica. PARATAXIS A&B Estructura paramorfológica (= exocéntrica bloomfieldiana) #Caract.+A# cerrada (#A & B#) Est. coordinativa (abierta) (A & B ... & n) Unidad Caraterizada. Est. bip.12[& = conj.] (44) [& = conj.] (45) F. prep. [Car. = prep.] (46) F. Nom. [Car. = det.] (47) (37) pretende esquematizar el conjunto de las unidades sintácticas en español de acuerdo con sus características constructivas. Los ejemplos (38-47), con las representaciones arbóreas de sus respectivas estructuras (37'-46'), ilustran cada una de estas unidades: (38a) Verdaderamente, si haces esto estás loco 11 . Habitualmente el término cláusula hace referencia a cualquier unidad con un verbo como constituyente necesario. En este sentido, en él confluyen dos tipos de construcción diferentes, uno endocéntrico (expansión de un verbo) y otro paratáctico (estructura copulativa). En Jiménez Juliá (1993b y 1994c) se trata de la diferencia entre la cláusula y la frase verbal. 12 . Tal como se plantea esta clasificación, la oración, entendida como una estructura bipolar constituida por unidades verbales, sería una manifestación de las estructuras bipolares, considerándose, de este modo, la realziación de unidades verbales como una posibilidad que no afecta a los rasgos definitorios de la estructura (a este respecto vid. Jiménez Juliá, 1994a). 22 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (38b) Yo trabajo siempre en casa, y nunca fuera. (39) Grandes rebajas de otoño (40) Muy fácil de hacer (41) Bastante cerca de aquí (42) Hice lo que pude (43a) Juan llegó agotado (43b) Andrés es culpable (44a) Iré si me invitan (44b) Es un hombre inteligente pero sin iniciativa (45) Es un hombre inteligente y con iniciativa (46) Estoy sin un duro (47) Los de abajo son unos buenos vecinos. (38a') Estructura condicional (expandida) (MOD) NÚCLEO adv. Verdaderamente, (38b') (MOD) si haces eso estás loco. Frase preposicional (expandida) NÚCLEO adv. Siempre en casa LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (39') (MODIFIC.) frase sustantiva NÚCLEO adjetivo NÚCLEO (MOD) fprep grandes (40') (MODIFIC.) rebajas de otoño frase adjetiva NÚCLEO adverbio NÚCLEO (MOD) fprep muy (41') (MODIFIC.) fácil de hacer frase adverbial NÚCLEO adverbio NÚCLEO (MOD) adv. bastante cerca de aquí 23 24 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (42') frase verbal (MODIFIC.) NÚCLEO adverbio NÚCLEO COMP. DIRECTO v ayer est. relativa hice lo que pude De los ejemplos que acabamos de ver, y muy concretamente, de (38'-41'), se desprende que la hipotaxis (i.e., el endocentrismo), además de ser la estructura característica de ciertos tipos de unidades (las llamadas frases sustantivas, adjetivas, adverbiales, o verbales), es uno de los mecanismos mediante los cuales cualquier secuencia puede expandirse, sin por ello variar su estructura nuclear básica. (38a), por ejemplo, es buena muestra de ello, por cuanto no es otra cosa que una construcción condicional, con una estructura paratáctica, a la que se le ha añadido un modificador (esto es, una 'variable'), con lo que el resultado final es una estructura de carácter hipotáctico (endocéntrico). Otro tanto cabe decir de (38b), si bien en este caso la unidad que se expande es una frase preposicional, esto es una unidad 'caracterizada' mediante una preposición y posteriormente expandida mediante un adverbio. Por lo que se refiere a (42), reservamos el término de 'frase verbal' para lo que no es más que la expansión de un verbo, aun cuando el verbo tenga una riqueza expansiva, cualitativamente hablando, superior a la de las demás palabras 'plenas' (sustantivos, adjetivos y adverbios), y el término de 'cláusula' para aquellas frases verbales que tienen una expansión específicamente verbal -o, al menos, predicativa- como es la expansión temática13. (43') Construcción copulativa SUJETO sustantivo Juan 13 NEXO(=PRED) PREDICATIVO verbo adjetivo llegó cansado . Sobre el carácter de frase verbal de la unidad llamada tradicionalmente 'oración (simple)', vid. Gutiérrez Ordóñez (1984). Sobre la naturaleza de la expansión temática, vid. Jiménez Juliá (1994b y 1994c). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS Andrés es (44a) culpable Construcción condicional CONDICIONADO NEXO CONDICIONANTE verbo conjunción frase verbal Iré si me invitan (44b) construcción adversativa TESIS NEXO ANTITESIS adjetivo conjunción frase preposicional inteligente pero (45) sin iniciativa construcción coordinativa MIEMBRO adjetivo conjunción inteligente (46) NEXO y frase preposicional DIRECTOR TERMINO preposición frase nominal sin un duro MIEMBRO frase preposicional con iniciativa 25 26 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (47) frase nominal DETERMINANTE artículo los NOMINAL frase preposicional de abajo 1.3. El esquema coordinativo. El cuadro (37) refleja la noción de coordinación vista, a saber, aquella estructura paratáctica formada por un número potencialmente ilimitado de miembros unidos mediante un nexo conjuntivo, bien explícitamente (coordinación sindética), bien implícitamente (coordinación asindética). Desde una óptica funcional, y a diferencia de lo que ocurre en el caso de, por ejemplo, las unidades hipotácticas, cuyo núcleo es una palabra, no cabe hablar de distintas unidades coordinativas en virtud de las características de sus miembros. Toda coordinación de unidades da como resultado una construcción cuya estructura es la reflejada en (48), ejemplificada en (49-52): x (48) MIEMBRO1 NEXO MIEMBRO2 NEXO ... MIEMBRO n (49) MIEMBRO coordinación NEXO sustantivo Juan MIEMBRO frase nominal , sus primos NEXO conjunción y MIEMBRO sustantivo Ana LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (50) 27 coordinación NEXO MIEMBRO NEXO conjunción fv conjunción fv O vienes con nosotros o te vas con ellos (51) MIEMBRO NEXO MIEMBRO conjunc. o fv te quedas solo coordinación MIEMBRO frase nominal NEXO MIEMBRO conjunción frase verbal Las tormentas y que le abandonen (son las cosas que sus amigos aterrorizan a Luis) (52) coordinación MIEMBRO NEXO adjet. (un joven) guapo MIEMBRO NEXO frase prep. , con mucha gracia conj. y MIEMBRO fv al que todos quieren esto es, una estructura caracterizada por la integración de unidades de función sintáctica complementaria y formalmente equivalente dentro de un todo unitario. Y es esta complementariedad de funciones equivalentes la que justifica la denominación de 'miembro' para la función de los elementos que se coordinan, ya que al no existir contrastes realizativos dentro del sintagma, no se requieren denominaciones distintivas, en claro contraste con lo que puede considerarse oportuno en los diferentes esquemas de las demás construcciones paratácticas o de las hipotácticas14. Y en segundo lugar, y como diferencia más palpable entre las construcciones coordinativas (y parátácticas conjuntivas, en general), por un lado, y las construcciones hipotácticas, por otro, las construcciones coordinativas constan de un único 14 . El término 'Miembro' para los constituyentes de la coordinación fue utilizado por S.C. Dik (1968), si bien él sólo lo utilizaba para algunas coordinaciones. 28 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ esquema. Quiere esto decir que las distintas clases de elementos concretos que puedan funcionar como miembros coordinados no producen modificaciones en el valor funcional de los mismos, al no alterar las condiciones de concurrencia entre ellos. Dicho de otro modo, mientras en las construcciones hipotácticas es la unidad nuclear la que condiciona la naturaleza del todo y los tipos de unidad con los que pueden relacionarse, y cómo, en las construcciones coordinativas los miembros pueden ser de naturaleza muy diversa sin que ello influya directamente en la relación coordinativa como tal. La naturaleza de los miembros, pues, nunca condicionará el tipo de relación coordinativa que pueden entablar. Así, mientras (49-52) nos muestran claramente cómo las distintas características de las unidades coordinadas no suponen necesariamente cambios en la relación que mantienen, en una construcción hipotáctica, en cambio, el hecho de que el 'núcleo' sea un sustantivo, un adjetivo, un adverbio, un verbo, o cualquier otra unidad determina distintos esquemas funcionales, con distintas restricciones en la selección de sus posibles variables y distintas posibilidades sintagmáticas de éstos; lo cual justifica que en cada caso hablemos de, respectivamente, frase sustantiva, frase adjetiva, frase adverbial, o frase verbal y 'unidad expandida'. Los ejemplos (53-57) muestran distintos comportamientos dentro de construcciones hipotácticas, siendo esta diferencia de esquema concreto la causa de la imposibilidad de intercambiar libremente sus respectivos constituyentes, como se muestra en (58-61). En estos ejemplos los paréntesis encierran los constituyentes variables, siendo los demás el núcleo de cada construcción: (53) (El tren) trajo (retraso) (54) Se arregla (zapatos de todas clases) (55) (Grandes) rebajas (56) (Muy) interesante (57) (Francamente) bien (58)* (El tren) trajo (interesante) (59)* (Francamente) rebajas (60)* (El tren) interesante (61)* (Grandes) bien 1.4. Conclusiones El objeto de este primer capítulo ha sido el de situar la construcción coordinativa en el contexto de las construcciones de la lengua a las que se opone directamente. Podemos resumir los aspectos fundamentales del mismo como sigue: LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 29 (a) Las construcciones sintácticas son el resultado de la aplicación de dos mecanismos constructivos básicos, la parataxis, o asociación nexual de unidades, y la hipotaxis, o expansión de una unidad cuyos rasgos sintagmático-paradigmáticos permanecen inalterados tras la misma. A su lado, pueden incluirse las construcciones que Bloomfield llamó exocéntricas, que no son sino unidades paramorfológicas en las que uno de sus constituyentes no tienen valor sintáctico pleno, y de las cuales la frase prepposicional y la frase nominal son sus exponentes (b) La coordinación puede definirse como una construcción paratáctica con nexo conjuntivo y carácter abierto, esto es, dotada de un número potencialmente ilimitado de miembros. En este sentido la coordinación se opone a otras manifestaciones paratácticas, también unidas conjuntivamente, pero que poseen un carácter necesariamente cerrado (bipolar). (c) Como cualquier construcción de carácter asociativo, la coordinación permite la expresión gramatical de una relación lógica (conjunción, alternancia, negación conjunta, contradictoriedad), con la característica de que los miembros relacionados no están sintácticamente marcados como funcionalmente distintos. Ello hace que la construcción coordinativa se manifieste invariablemente mediante un único esquema: M1 & M2 ... & Mn, sin que la naturaleza de los miembros coordinados condiciones lo más mínimo el tipo de relación expresable. O, dicho de otro modo, la coordinación no define más que un esquema sintáctico, corriendo las diferencias semánticas expresadas a cargo únicamente del valor del nexo coordinante. AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS Para el estudio de los tipos de construcciones lingüísticas, y en partícular, sintácticas, quizá lo mejor sea consultar los orígenes de las clasificaciones sintácticas más extendidas. En este sentido, la clasificación de las unidades sintácticas en endocéntricas y exocéntricas de Leonard Bloomfield (1933, apdos. 12.10 y 12.11) y, de un modo más extenso, el texto de Charles F. Hockett (1958), capítulos 21 y 22, resultan altamente recomendables, aun cuando su perspectiva difiera de la nuestra (vid. para una comparación de ambas, Jiménez Juliá, 1994b). Hay que hacer notar que la adaptación castellana del texto de Hockett, publicada en 1971, está francamente bien hecha. Naturalmente, referencias a la parataxis o a la hipotaxis, o al endocentrismo y al exocentrismo, las hay en la mayoría de los manuales de sintaxis, por lo que aquí me limito a señalar alguna de las fuentes ya clásicas. 2. LA CONSTRUCCIÓN COORDINATIVA. 2.1. Generalidades En el capítulo anterior se ha tratado de dejar claro que los elementos unidos mediante la coordinación constituyen una modalidad de parataxis, oponible, como tal, a otras estructuras paratácticas (y éstas, en conjunto, a las hipotácticas) y caracterizada por tener un número indeterminado de constituyentes de valor funcional paralelo y complementario. En el presente capítulo vamos a intentar profundizar en todos aquellos rasgos sintácticos relevantes de la misma y, consiguientemente, revisar las anteriores nociones. Las características y requisitos fundamentales de las construcciones coordinativas consideradas en sus rasgos generales y, por tanto, aplicables a sus manifestaciones en español, han sido muy bien condensados en la definición de S.C. Dik (1968, 23) antes citada y ahora repetida, según la cual una coordinación es: "a construction consisting of two or more members which are equivalent as to grammatical function, and bound together at the same level of structural hierarchy by means of a linking device". La referencia a la definición de Dik es oportuna por cuanto alude a prácticamente todos los rasgos pertinentes para la caracterización de este tipo de construcciones y, por tanto, por servir de excelente guía para un examen detallado de los mismos. De acuerdo con ella, una estructura coordinativa estará caracterizada por: (a) poseer dos o más miembros (b) de función sintáctica idéntica (c) del mismo nivel de estructura jerárquica (d) ligados por algún tipo de nexo. 32 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ A los requisitos (a-d) de Dik cabe añadir: (e) formando un sintagma unitario. Veamos por separado cada uno de estos rasgos y sus implicaciones, siguiendo a Dik sólo en aquellos aspectos que nos parezca oportuno, y desmarcándonos de sus planteamientos cuando éstos resulten inadecuados por alguna razón15. 2.2. Estructura abierta 2.2.1. Coordinación (abierta) vs. estructura cerrada. El rasgo más característico de la construcción coordinativa es, como acabamos de ver, su carácter abierto en cuanto al número de sus constituyentes. En español las estructuras que responden a esta característica son aquellas en las que dos o más elementos se hallan unidos por nexos copulativos (y, no/ni ... ni..., y variantes), o disyuntivos (o, o ...o ..., y variantes); esto es, aquellas en las que la unión de elementos en un mismo nivel de estructura jerárquica resulta en una construcción siempre ampliable con nuevos miembros. Son coordinadas copulativas: (1) Fueron unos días amargos, duros y desagradables (y difíciles de olvidar, y ...) (2) No quiero saber nada ni de ti, ni de ella, ni de vuestros problemas (ni de vuestras desgracias, ni ...) Son coordinadas disyuntivas: (3) Aquella sombra sin duda era o algún caco inexperto, o alguna alimaña en busca de alimento (o algún solitario nocturno, o ...) (4) Ven conmigo, o quédate aquí, o vete a esquiar, (o haz lo que quieras ...) Este carácter abierto permite diferenciar claramente las estructuras coordinativas de otras de carácter paratáctico que, sin embargo, han sido muy comúnmente consideradas como coordinaciones; es el caso de las estructuras adversativas y concesivas e, incluso, de las causales 16. 15 . Para una crítica de algunos de los planteamientos de S.C. Dik vid. Jiménez Juliá, 1987, apdo.2. 16 . S.C. Dik, como muchos otros autores, consideran la existencia de una coordinación binaria (adversativa y causal) y otra n-aria (copulativa y disyuntiva). No es este el momento de comentar esta LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 33 Estructuras paratácticas adversativas y concesivas: (5) Siempre fue muy inteligente pero poco hábil (6) No lo haré aunque me lo pidan constantemente Estructuras paraácticas causales: (7) Vendrás porque te conviene (8) Ya que te niegas a hacerlo, lo haré yo. La integración de las construcciones adversativas, concesivas o causales entre las coordinadas tiene su origen, además de en la tradición de las gramáticas del latín y, posteriormente, de las de las lenguas vernáculas, basadas en aquéllas 17, en la evidente similitud de significado relacional entre muchas coordinadas y otras tantas adversativas y concesivas (y, en menor medida en español, causales). Así, entre (9a) y (9b): (9a) He comprado unas botas, ¡y de las buenas de verdad! (9b) He comprado unas botas, ¡pero de las buenas de verdad! o entre (10a) y (10b): (10a) Vete y no tardes. (10b) Vete pero no tardes. hay tan sólo un leve matiz significativo imputable al mayor contenido restrictivo de la conjunción pero frente a y. Desde una perspectiva referencial, pues, ambas construcciones son muy parecidas. Desde una perspectiva estructural, en cambio, la posibilidad de expansión infinita de unidades del mismo nivel de estructura jerárquica que encontramos en las estructuras coordinadas (1-4), (9a) o (10a) resulta imposible en las estructuras bipolares (adversativas, concesivas y causales) reflejadas en (5-8), (9b) y (10b). Cuando se dice que la diferencia entre una estructura paratáctica coordinada y otra bipolar radica en la imposibilidad en estas últimas de añadir nuevos constituyentes a la estructura inicial, cabría poner objeciones sobre la base de ejemplos como (11-12): (11) Vendrás aunque no te guste, porque te conviene (12) Sé que vendrá, pero no sé cuándo porque es imprevisible postura (vid., para ello, Jiménez Juliá, 1994a), por lo que me limito a dejar constancia de este tributo de Dik a la tradición gramatical clásica. 17 . A este respecto vid. Jiménez Juliá, 1994a. 34 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ en las que la recursidad de los miembros de la construcción bipolar parece similar a las coordinaciones. Sin embargo, a poco que se analice se verá que dicha similitud es tan solo aparente: mientras la estructura de, por ejemplo, (1) es (13): (13) estructura coordinada MIEMBRO & MIEMBRO adjet. amargos adjet. , & MIEMBRO conj. duros y adjet. (& MIEMBRO) ... conj . fr.adjet. desagradables (y difíciles de olvidar) las de (11) y (12) serán (14) y (15), respectivamente, evidenciándose que lo que ahí se encadena son estructuras binarias de distinto nivel de estructura jerárquica. (14) estructura casual CONSECUENCIA estruc. concesiva & CAUSA conj. verbo TESIS & ANTITESIS verbo conj. verbo Vendrás aunque no te guste, porque te conviene (15) estruct. adversativa TESIS & ANTITESIS fverba l conjunción est. causal CONSEC. fverbal & CAUSA conj. est. copulativa Sé que vendrá, pero no sé cuándo, porque es imprevisible LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 35 2.2.2. Coordinación vs. estructuras modificadas. Y si el carácter abierto, entendido como la posibilidad de repetición indefinida de constituyentes funcionales paralelos, individualiza a las estructuras coordinativas frente a las paratácticas bipolares, otro tanto puede decirse con respecto a las hipotácticas. Una frase sustantiva como (16): (16) Impresionante trabajo arquitectónico neogótico gaudiniano constituida por su núcleo y un cierto número de modificadores, en principio extensible hasta el infinito, no constituye, sin embargo, una estructura abierta en el mismo sentido que las coordinativas, ya que estos modificadores no se sitúan al mismo nivel de estructura jerárquica, según se refleja en (17): (17) frase sustantiva MODIFICADOR NÚCLEO adjetivo NÚCLEO MODIFICADOR adjetivo NÚCLEO MODIFICADOR adjetivo NÚCLEO MODIFIC. sust. Impresionante adjetivo trabajo arquitectónico neogótico gaudiniano Una estructuración de (16) como (18): (18) frase sustantiva MODIFICADOR NÚCLEO MODIFICADOR MODIFICADOR MODIFICADOR adjetivo Impresionante sust. trabajo adjetivo adjetivo arquitectónico neogótico adjetivo gaudiniano 36 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ sería totalmente inadecuada, ya que si lo que queremos es situar todos los modificadores como igualmente incidentes en el núcleo, y no cada uno sobre el conjunto precedente, entonces utilizaremos la estructura coordinada (19) que, precisamente, tiene esta misión en la estructuración sintáctica18: (19) frase sustantiva NÚCLEO MODIFICADOR sust estructura coordinativa MIEMBRO & MIEMBRO & MIEMBRO & MIEMBRO adjetivo trabajo arquitect. adjet. , neogótico , adjet. co adjet. gaudin. e impresion. 2.2.3. Breve recapitulación. Podemos decir, visto lo anterior, que la coordinación proporciona la única estructura sintáctica verdaderamente abierta, ya que es el único recurso que permite contemplar un número indeterminado de constituyentes dentro de un mismo sintagma. Toda acumulación de constituyentes funcionales del mismo tipo, por consiguiente, o está jerarquizada, o está coordinada. O, lo que es lo mismo, varios constituyentes sintácticos de unas mismas características formales no pueden convivir en un sintagma abierto a no ser dentro de una estructura coordinada19. 18 . La coordinación reflejada en (19) no es muy esperable, debido al carácter de los adjetivos implicados (todos clasificatorios excepto impresionante) pero ello no implica que sea una coordinación 'imposible'. Sobre este tipo de ejemplos vid. apdo. 2.4. infra. Y para un estudio sobre las posibilidades de coordinación de los adjetivos en función modificadora, vid. Rojo (1975). 19 . El carácter abierto de las estructuras coordinadas, además de otros rasgos, excluyen la posibilidad de considerar la aposición como un subtipo de coordinación (Cfr., entre otros, Hockett, 1958, 187). Más bien habrá que tratarla como una modificación de una unidad inicial con rasgos característicos -justamente en contra de la idea de Hockett). Por otra parte, la habitual insistencia en separar las aposiciones de la modificación sobre la base de la identidad referencial de subordinante y subordinado, o de la posibilidad de aislar éste último, o de intercambiar sus elementos (como aduce en su, por otra parte, interesante artículo C. Fuentes Rodríguez, 1989) no es -a mi juicio- un argumento excesivamente sólido, por cuanto ni ocurre eso siempre en la aposición, ni están libres las demás modificaciones de estas posibilidades. Tampoco creo que pueda considerarse la aposición como una relación equidistante de la coordinación y de la subordinación (como concluye en su sugerente trabajo M. Taboada, 1978), sino más bien como una modificación cuyos rasgos diferenciales vienen dados por el tipo de unidad que la realiza, sin que ello introduzca un nuevo tipo de relación, como tal, distinto del de las demás modificaciones. De LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 37 2.3. La identidad funcional ¿Sabe que entre los dos costeamos más de cien becas de investigación y para artistas jóvenes? (M.M. Reina, El pasajero de la noche20) 2.3.1. El planteamiento de S.C. Dik. El problema de los requisitos que han de cumplir los miembros de una estructura coordinada ha sido objeto de muchas discusiones, llegándose a proponer restricciones de todo tipo para la existencia de coordinación, restricciones que una y otra vez dejaban de cumplirse en multitud de coordinaciones perfectamente aceptables. S.C. Dik (1968, 1980) fue, quizá de un modo más claro que ningún otro, quien estableció que una condición básica y suficiente para que dos o más unidades se pudieran coordinar era la de su identidad de función sintáctica. Así, si (20a) o (21a): (20a) He traído regalos para Sofía, para Sonsoles y para Cristina. (21a) Este verano he estado en Toledo, en Cáceres y en Avila. son coordinaciones válidas es, de acuerdo con Dik, porque todos los integrantes de las mismas tienen la misma función sintáctica que es, naturalmente, también la de la construcción coordinativa global. Lo cual se comprueba cuando aislamos cada uno de estos miembros: (20b) He traído regalos para Sofía. (20c) He traído regalos para Sonsoles. (20d) He traído regalos para Cristina. (21b) Este verano he estado en Toledo. (21c) Este verano he estado en Cáceres. (21d) Este verano he estado en Avila. Por esta misma razón, (22) no puede considerarse, en principio, una coordinación válida, pues asocia unidades funcionalmente distintas: (22) *He comprado regalos a Sofía y en Toledo. El planteamiento de Dik, aunque claro e iluminador en su momento, sigue pecando de un prejuicio muy común entre los que han estudiado la coordinación, como es el de la necesaria 'aislabilidad' de los miembros coordinados. Si decimos que todos modos, aquí tan sólo me interesa dejar clara mi exclusión de entre los tipos de coordinación de otras relaciones distintas de las apuntadas, como pudiera ser el caso de la aposición. 20 . Ed. Antonio Machado, Madrid, 1988, pág. 76. 38 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ en Toledo, en Cáceres y en Avila tienen la misma función, la de 'Circunstancial locativo' en (21a), nos estamos olvidando de que la función de cada uno de estos miembros coordinados no es la de 'Circunstancial', sino la de 'Miembros', al mismo nivel de estructura jerárquica, de una coordinación que, como tal, funciona como 'Circunstancial'. Y este carácter de miembros (al mismo nivel de estructura jerárquica) de una unidad más amplia, la estructura coordinativa, y no de elementos que tienen como rasgo destacable la de poder funcionar aisladamente del mismo modo que el todo, es lo que hay que destacar, y es esto lo que se pone de manifiesto en casos como, entre otros: (23) Tres y tres son seis (# Tres son seis) (24) Juan y Pedro ganaron el partido de dobles (# Juan ganó el partido de dobles) (25) Ana y Raquel finalmente se encontraron (# Raquel finalmente se encontró)21 (26) O haces tú el trabajo, o me ayudas, o te vas, pero no molestes (# te vas, pero no molestes). En estos ejemplos se ve claramente una constante de muchas construcciones coordinadas: que la posibilidad de que uno solo de los miembros del conjunto coordinado realice la función del todo es solamente formal, ya que si separásemos sus miembros, lo relevante de aquél, su valor dentro del sintagma en el que se integra, se perdería. Los ejemplos (23-26), por otra parte, ilustran lo que sucede también con un buen número de construcciones bipolares, a quienes nadie les niega su cohesión como un todo, y cuyos miembros, sin embargo, pueden llegar a ocupar la función del conjunto con resultados parecidos a los que acabamos de ver, esto es, mantenimiento formal de la construcción, pero con desaparición de su valor semántico: (27) Que aunque hagas eso no te pase nada no significa que puedas hacerlo. ( # Que no te pase nada no significa que puedas hacerlo) (28) Es un hombre muy agradable, pero poco comunicativo (# Es un hombre poco comunicativo) (29) Si vienes te divertirás, pero yo no iré (# Te divertirás, pero yo no iré). Visto lo anterior, es preciso considerar la posibilidad de los miembros coordinados de funcionar como la coordinación entera (esto es, la aparente equifuncionalidad mutua) como una posible consecuencia de su situación en la estructura coordinada22, y no como la verdadera causa de su coordinabilidad. Está claro que una coordinación como (30): 21 22. Dik utiliza ejemplos como éstos para establecer dos tipos de coordinación, pero a base de desvirtuar la naturaleza de la construcción coordinativa, vid.infra apdo. 2.6.1. y Jiménez Juliá (1987) apdo. 2.3. 22 . O, más exactamente, como una consecuencia de su inclusión en una estructura de constituyentes con estatus constitutivo equivalente. Para más detalles sobre este aspecto, véase el apdo. 2.3.2. infra. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 39 (30) Juan llegó después de medianoche y borracho como una cuba, es perfectamente habitual en español, pese a que difícilmente se diría que las funciones de sus miembros, cuando se enuncian por separado, son las mismas. En (31) la cláusula se complementa con un 'Circunstancial'; en (32) con un 'Predicativo del Sujeto'23: (31) Juan llegó después de medianoche (32) Juan llegó borracho como una cuba. La identidad funcional de ambos complementos se da en (30), pero no en (31) y (32). Difícilmente, pues, puede ser dicha identidad requisito para la coordinación; es claro, en cambio, su carácter de consecuencia de la misma. 2.3.2. La identidad de clase semántica. Cabe preguntarse, entonces, qué es lo que decide la coordinabilidad de las unidades lingúísticas. Todo parece indicar que dos o más unidades pueden coordinarse cuando, independientemente de su estructura interna, son capaces de referirse a una misma noción o clase semántica, ya sea a una 'entidad', un 'proceso', una 'propiedad', una 'circunstancia' o cualquier otro tipo identificable por el hablante como una clase semántica homogénea. Naturalmente, las clases semánticas homogéneas suelen comportarse de un modo similar dentro de un contexto determinado, esto es, ocupando funciones sintácticas similares. Pero nociones semánticas que en unos casos son tratadas como distintas y, consiguientemente, no son enlazadas mediante un nexo coordinativo, pueden ser unificadas en otros casos en la consideración del hablante, como ocurre en (30). (30) podría haber sido expresada como (33): (33) Juan llegó después de medianoche borracho como una cuba, con la diferencia de que lo que en aquélla se veía como una acumulación de rasgos semánticos fundamentalmente homogéneos (llegar a una hora tardía y en estado de embriaguez) y, por tanto, se coordinaba, en (33) se concibe como dos circunstancias distintas, una (llegar a medianoche), imputable al proceso de llegar, y otra (llegar borracho) imputable a Juan (en el momento de llegar). 23 . No es en ningún caso una elipsis. Le falta la pausa propia de los procesos elípticos, y la entonación y no es equivalente a la elíptica interpolada Juan llegó después de medianoche, ¡y (llegó) borracho como una cuba! (vid. apdo. 4.3.4.). 40 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Similarmente, cuando funciones sintácticas iguales hacen referencia a clases semánticas heterogéneas, la coordinación resulta poco aceptable (a no ser con fines jocosos): (34a) Juan tiene muchos nervios (34b) Juan tiene muchos libros (34c) (?) Juan tiene muchos nervios y muchos libros. (35a) Ana es espeleóloga (35b) Ana es encantadora (35c) (?) Ana es espeleóloga y encantadora. (34a) y (34b) presentan en su estructura sintáctica dos complementos directos claros, con un comportamiento idéntico entre sí: ambos pueden sustituirse por el pronombre átono, sensible al género y al número, los, de modo que la secuencia Juan los tiene sirve como variante para cualquiera de ellas. Sin embargo (34c) es altamente improbable en un uso normal de la lengua. Lo mismo sucede con (35a) y (35b). En ambos casos se expresa un predicativo de tipo atributivo en relación con Ana. Pero, una vez más, sus distintas clases semánticas, 'clasificadora' frente a 'calificadora', respectivamente, impiden una coordinación normal, de modo que (35c) es tan improbable como (34c). Ello no es óbice para que, en contextos muy específicos, puedan asociarse coordinativamente unidades inicialmente heterogéneas en su valor semántico. Así, en principio es poco probable hallar coordinaciones de nombres clasificatorios, precisamente por hacer referencia a clases semánticas diferenciadas (Cfr. la improbable cámaras forográficas y alemanas). Sin embargo, el siguiente ejemplo en el que se da una coordinación de este tipo parece perfectamente adecuado: (36) "Otras versiones precisaron que fue fusilado por orden de otro comandante guerrillero, también ex sacerdote y español, conocido como Gabino" (EL PAIS,30/3/1990, pág. 9). La, en principio, extraña coordinación entre dos nombres adjetivos clasificatorios, como español y ex sacerdote, queda aquí autorizada desde el momento en que el contexto deja claro que lo único que interesa es recalcar la posesión, por parte del comandante guerrillero fusilado, de dos características (no importa cuáles) que coinciden con las de su ejecutor. En este caso, la clase semántica relevante que permite esta coordinación atípica es la de, simplemente, 'cualidad'24. No es casual que la coordinación de adjetivos clasemáticamente heterogéneos sea un frecuente recurso poético para equiparar la clase semántica de conceptos inicialmente no vistos como tales, dando al conjunto resultante una mayor fuerza expresiva de la que obtendría con su expresión jerarquizada: 24 . Aunque no es éste el caso, la coordinación puede funcionar como un mecanismo de neutralización de rasgos diferenciales entre unidades sintácticas. Vid. Jiménez Juliá 1991b y apdos. 2.4.1.2. y 2.4.1.3. infra). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 41 "Habrá una luz aflictiva, un resonar de élitros estivales y una amarillez tremenda de desamparo en derredor del Hombre segador y solo" (Miguel Hernández, Quién te ha visto y quién te, o sombra de lo que eras, Parte II, escena VI, Acotación previa). Podemos decir, por tanto, que los miembros de las estructuras coordinadas tienen como requisito básico para su coordinabilidad su alusión a nociones semánticas (tratables como) homogéneas , y que la consecuencia más directa de la coordinación es, a su vez, el paralelismo sintáctico de sus miembros. Que las unidades que, ya de entrada, tienen un mismo valor funcional en un cierto contexto sean las más propicias para coordinarse (caso de, por ejemplo, (20b-c-d) y (21b-c-d), no debe hacer olvidar la existencia de otros casos, como (30) o como (34a-b), (35a-b) y (36). 2.3.3. Coordinación de conjuntos de funciones heterogéneas. 2.3.3.1. Generalidades. El requisito del paralelismo semántico entre los miembros coordinados puede abrir una puerta a la explicación de coordinaciones complejas que, sin embargo, no parecen entrar claramente dentro de los casos de elipsis. Me refiero a secuencias como las siguientes: (37) Le he comprado un libro a Sofía y un disco a Sonsoles. (38) Ayer visité un museo en Madrid y otro en Toledo. (39) Me hablaron muy bien de Pedro y muy mal de Ricardo. (40) Le he regalado un muñeco a Sofía por su cumpleaños y otro a Saínza por el suyo. (41) He comprado un muñeco para Sofía y un disco. Aunque los casos anteriores pueden verse en un primer acercamiento como elípticos, hay razones para pensar que responden a estructuras no elípticas: más que eliminación de elementos comunes con el fin de destacar los no comunes, todo parece indicar que se trata de 'haces' de constituyentes que forman bloques coordinados unos con otros. La opcionalidad de la pausa entre los miembros coordinados, obligada en todos los casos de elipsis, parece avalar esta opinión. El problema que se plantea, por tanto, es el de la naturaleza sintáctica de estos conjuntos coordinativos. Parece evidente que secuencias como un libro a Sofía en (37), un museo en Madrid en (38) o muy bien de Pedro en (39), no entran dentro 42 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ de ninguno de los tipos de unidad sintácticos que, en principio, tienen reservado el derecho de ocupar valores funcionales dentro de las construcciones sintácticas. No son, por supuesto, estructuras paratácticas (como Si vienes te divertirás), ni cláusulas (como Ana trabaja en Móstoles). Tampoco entran dentro de la variada tipología de unidades conocidas como frases (como, por ejemplo, Los habitantes de la Antártida), ya que los valores funcionales asociados a las partes de estos elementos no tienen relevancia dentro de una unidad de este tipo, sino de una frase verbal, de la que forman parte junto con otros constituyentes. O, dicho de otro modo, mientras el libro de Ana en (42): (42) He leído el libro de Ana, es una frase (nominal), porque es una unidad, con una función única en el interior de la unidad superior y, como tal, transplantable a otro contexto, según se ve en su representación estructural: (43) fv NÚCLEO COMPLEMENTO DIRECTO verbo frase nominal DETERMINANTE NOMINAL artículo frase sustantiva NUCLEO MODIFICADOR sustantivo frase prepos. DIR TÉRMINO prepos. sustant. He leído el libro de Ana un libro a Ana, en (44): (44) Le he comprado un libro a Ana no es una unidad, sino dos, que funcionan como constituyentes distintos dentro de la frase verbal, y sin más conexión entre sí que ser ambas parte de un conjunto más amplio (que tiene necesariamente otros miembros), según se ve en (45): LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (45) fv NUCLEO pron 43 COMP DIRECTO COMP INDIRECTO verbo frase nom. Le he comprado un libro frase prepos. a Ana 2.3.3.2. Unidades independientes y dependientes del contexto sintáctico. En estas condiciones, una coordinación como las de (37-40) parece suponer una asociación de funciones indiscriminada, pero solo si no tenemos en cuenta los verdaderos requisitos de la coordinación. En efecto, si en lugar de pensar únicamente en requisitos formales, esto es, en que los miembros de una coordinación pertenezcan a tipos de unidad definidos independientemente del contexto (como las cláusulas, las frases o las palabras), consideramos que lo que realmente forma miembros coordinados es la posibilidad de que el hablante exprese mediante ellos clases semánticas (vistas como) homogéneas, que pueden ser complejas, entonces no hay razón para no admitir que estas clases pueden requerir de una expresión diversificada (esto, es, tener más de una unidad funcional), y estar ligada a contextos específicos, es decir, constituir unidades coyunturales, no transplantables, como tales, a cualquier otro contexto. Podemos considerar, consiguientemente, que lo que en (45) constituía una sucesión de dos unidades funcionales, una frase preposicional y otra nominal (el complemento directo y el complemento indirecto, respectivamente), integradas dentro del predicado de la cláusula al mismo tiempo que otro constituyente (el predicado), puede convertirse en una unidad coyuntural, dentro de la frase verbal, cuando el hablante así la toma para asociarla coordinativamente a otra u otras que concibe como del mismo rango que ella. Esta unidad coyuntural, formada por haces de constituyentes tratados como miembros unitarios de la coordinación, puede ser denominada grupo complementario, con lo que se indica, por una parte su carácter cohesionado y, por otra, el tipo de constituyentes gramaticales que lo componen (complementos de la frase verbal). De acuerdo con esto, la estructura de (37) sería (46): 44 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (46) fv NUCLEO COMPLEMENTO verbo estructura coordinativa MIEMBRO & grupo complement. co COMPDIR COMPIND pron25 Le fn he comprado un libro grupo complement. COMPDIR COMPIND fprep a Sofía MIEMBRO fn y un disco fprep. a Sonsoles Obsérvese que en la representación (46) se conserva la caracterización de 'complemento directo' y 'complemento indirecto' en los miembros de cada grupo complementario porque, en esencia, nada ha modificado dicho estatus funcional: tanto su valor sintagmático relevante como su manifestación sustancial siguen siendo prácticamente los mismos que los que tendrían en caso de estar aislados, si bien su carácter de miembros de grupo complementario (antes que de complementos verbales) impide alguna de sus manifestaciones habituales (por ej., su realización como clíticos). El 'grupo complementario' al que pertenecen no es, en sentido estricto, una unidad definible estructuralmente, sino una acumulación coyuntural de constituyentes de otra estructura con fines asociativos y contrastivos. No hay excesivo motivo, pues, para variar la caracterización de estos constituyentes coyunturalmente agrupados. 2.3.3.3. La identidad entre los grupos complementarios. De lo anterior se desprende que para que un conjunto de constituyentes pueda, a su vez, constituir un grupo complementario que se coordine con otro, u otros, es necesario que el valor semántico global asociado a cada uno de estos constituyentes pueda ser (tratado como) similar. La formación de este tipo de grupos, por tanto, no es absolutamente libre. Por regla general, los grupos complementarios no pueden tener funciones distintas en su valor semántico general, ni siquiera parcialmente, pues ello suele deshacer la fundamental similitud semántica de los con- 25 . Para una explicación del valor de este le, vid. J.M. García Miguel (1991). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 45 juntos. De este modo, (47-50) son coordinaciones altamente improbables en un uso normal de la lengua: (47) (?) Ana compró regalos para todos y flores en Toledo. (48) (?) Estuvo dos años en Madrid y muy bien en La Coruña. (49) (?) Escribe siempre de noche y los artículos periodísticos muy bien. (50) (?) Baila tangos en un club y valses bastante mal, si bien, la proximidad semántica del contenido de funciones distintas puede, en ocasiones, hacer posible dicha disimilitud funcional. (51) y (52), pese a mostrar coordinaciones cuyos miembros están formados por funciones distintas, son aceptables en virtud de la proximidad de los contenidos de las funciones diferentes: (51) Envié una carta a Juan y un paquete a Londres (52) Viví tres años en Madrid y dos con mi hermano 2.3.3.4. Identidad semántica vs. simetría sintáctica. Ahora bien, las anteriores pueden considerarse las únicas restricciones a la hora de constituir conjuntos complementarios que se coordinen entre sí. Desde el punto de vista cuantitativo no parece haber un límite definido en cuanto al número de constituyentes que los formen, ni tampoco necesidad de que todos los conjuntos complementarios coordinados tengan exactamente el mismo número de constituyentes. (40), ahora repetido por comodidad: (40) Le he regalado un muñeco a Sofía por su cumpleaños y otro a Saínza por el suyo, muestra que estos grupos complementarios pueden estar formados por un alto número de constituyentes, y no necesariamente dos. Finalmente, (41), repetido ahora también: (41) He comprado un muñeco para Sofía y un disco, muestra que el hecho de que estos miembros coordinados deban expresar unidades semánticas paralelas no implica que tengan que ser necesariamente simétricas. El paralelismo es nocional y, una vez más, aunque la simetría sintáctica siempre favorece el paralelismo, no se convierte por ello en un requisito necesario para la existencia de 46 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ coordinación de grupos complementarios26. En casos como éste, en los que la coordinación se establece entre un grupo complementario formado por dos unidades clausales (un muñeco + para Sofía) y otro por solamente uno (un disco), la aparente descompensación de la información expresada en uno y otro miembro coordinado no supone, en realidad, falta de paralelismo entre ambos, sino ausencia de necesidad o, en su caso, de posibilidad, de concretar ciertas circunstancias asociadas a uno de los miembros, pero -en este caso- suponiendo su existencia. En (41) el inidentificado destinatario del disco es, sin duda, el hablante, razón por la que dicha información, salvo en casos de énfasis, se omite. Pero desde el punto de vista de los conjuntos coordinados, el paralelismo se mantiene, ya que ambos grupos complementarios tienen como rasgos semánticos definitorios los de 'objeto' + 'destinatario de la compra'. No hay que confundir, finalmente, este tipo de coordinación, en el que se asocian complementos para formar miembros coordinados, con el de casos de coordinaciones ponderativas de tipo elíptico como: (53) Te pagaré por ello, ¡y muy bien! Como veremos en el apdo 4.3.4., (53) no supone una asociación de clases semánticas homogéneas, sino la reiteración en la expresión de un proceso en el que se destaca un rasgo no mencionado inicialmente, con la posibilidad -visible en (53)- de elidir lo repetido. En ningún caso se busca la homogeneidad semántica de rasgos inicialmente distintos, sino la ponderación de un cierto rasgo. 2.3.4. Paralelismo de clase semántica e identidad de estatus constitutivo. Como última consideración sobre el paralelismo de clase semántica exigido a los miembros coordinados, es preciso destacar que éste es también un rasgo propio de las construcciones paratácticas bipolares, esto es, aquellas que, al igual que las coordinativas, otorgan un mismo estatus constitutivo a sus miembros (sin subordinaciones entre ellos), y contrasta, por tanto, con lo que ocurre en las construcciones hipotácticas. Las construcciones causales, consecutivas, adversativas, concesivas, condicionales o comparativas, todas ellas bipolares, observan este mismo requisito, según vemos en los siguientes ejemplos: CAUSAL (proceso & proceso): (54a) Vine porque me has llamado (54b) *Vine porque Antonio/agradable/mañana 26 . S.C. Dik (1968, 142) establecen la necesidad de que los conjuntos coordinados sean absolutamente simétricos para que la coordinación sea posible. Es evidente que en español esto no se cumple con carácter obigatorio. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 47 CONSECUTIVA (proceso & proceso) (55a) Es tan bueno que parece tonto (55b) *Es tan bueno que tonto/siempre ADVERSATIVA (proceso & proceso) (56a) Trabaja poco pero le rinde mucho (56b) *Trabaja poco pero mucha gente/ayer. ADVERSATIVA (propiedad & propiedad) (57a) Es poco trabajador pero muy eficiente (57b) *Es poco trabajador pero constantemente CONDICIONAL (proceso & proceso) (58a) Te divertirás si vienes (58b) *Te divertiras si algún día/inteligente Frente a esta identidad de clase semántica en los miembros de coordinadas y bipolares, las estructuras hipotácticas ponen en relación, en la mayor parte de los casos, una unidad (la constante), perteneciente a una cierta clase semántica, con otra u otras de distinta clase: PROCESO (proceso - actor) (59) Llegó el tren ADSCRIPCION (propiedad - entidad) (60) Magníficos paisajes ADSCRIPCION (modo - propiedad) (61) Francamente bueno. 2.4. Mismo nivel de estructura jerárquica. Que las unidades coordinadas funcionen al mismo nivel de estructura jerárquica, como todo lo relativo a la identidad funcional, es, más que una imposición previa a los elementos que se coordinan, un resultado de la coordinación. También como en la función, la tendencia a funcionar en un cierto nivel de estructura jerárquica facilita la formación de ciertas coordinaciones, y dificulta otras, pero, como veremos a continuación, la diferencia de estructura jerárquica previa no es un impedimento absoluto para la coordinación de las unidades. 48 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 2.4.1. Nivel jerárquico y clase semántica. 2.4.1.1. Nivel jerárquico de los adjetivos modificadores en la frase sustantiva. El modo más claro de ilustrar el distinto nivel de estructura jerárquica en el funcionamiento de las unidades en español quizá sea el de los adjetivos con respecto a los sustantivos que modifican. En español, los adjetivos son, en principio, clasificadores o no-clasificadores. Los clasificadores (o 'restrictivos') son aquellos que integran al sustantivo en una cierta clase: (62) Gramática española. (63) Viaje marítimo. (64) Artículo determinado, y en español sólo pueden ir pospuestos al sustantivo. Los no-clasificadores (o 'norestrictivos', o 'descriptivos'), son los que simplemente describen rasgos de la entidad designada por el sustantivo, sin incluirla en clase alguna: (65) Final feliz / Feliz final. (66) Sabor agradable / Agradable sabor. (67) Carretera peligrosa / Peligrosa carretera. y, como es sabido, pueden ir pospuestos o antepuestos al sustantivo, con pequeños matices diferenciales. A la hora de combinar diversos adjetivos a un solo sustantivo, las posibilidades iniciales son las siguientes: (a) que se trate de varios clasificatorios, en cuyo caso irán todos pospuestos, actuando los más alejados al sustantivo como más generales: (68) Cámaras fotográficas alemanas. (69) Productos japoneses audiovisuales. (70) *Fotográficas cámaras alemanas. La estructura de (68) sería (71)27: 27 . Para las convenciones arbóreos y cuestiones teóricas asociadas vid. Rojo, G.-T.Jiménez Juliá (1989, especialmente apdo. 3.5.). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (71) 49 frase sustantiva NÚCLEO MODIFICADOR adjetivo NÚCLEO MODIFICADOR sustantivo Cámaras adjetivo fotográficas alemanas (b) Que se trate de varios adjetivos no-clasificatorios, en cuyo caso pueden ir todos antepuestos, o uno pospuesto y los demás antepuestos, excluyéndose normalmente el que vayan todos (o más de uno) pospuestos: (72) Lindo dulce final. (73) Dulce lindo final. (74) Lindo final dulce. (75) Dulce final lindo. (76) (?) Final dulce lindo. (77) (?) Final lindo dulce. En estos casos, la jerarquización es similar a la vista en (71), actuando en el caso de (74) y (75) el adjetivo antepuesto como más descriptivo y, por tanto, como modificador de todo lo demás. La estructura de (74) será, pues, (78): (78) frase sustantiva MODIFICADOR NÚCLEO adjetivo NÚCLEO lindo MODIFICADOR sustantivo adjetivo final dulce (c) Que coexistan adjetivos claramente no-clasificatorios con clasificatorios, en cuyo caso, o bien los primeros irán antepuestos y los segundos pospuestos, como en (79-80), o bien los segundos van inmediatamente pospuestos y los no-clasificatorios detrás de ellos, como en (82-83). De lo que se trata, en definitiva, es de destacar 50 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ el nivel jerárquico superior de los no-clasificatorios (como modificadores del conjunto 'sustantivo + clasificatorio'): (79) Magnífico reloj suizo (80) Agradable música ambiental (81) *Suizo reloj magnífico (82) Reloj suizo magnífico (83) Música ambiental agradable (84) (?) Música agradable ambiental 2.4.1.2. La coordinación de adjetivos modificadores en la frase sustantiva. Cuando de lo que se trata es de coordinar adjetivos, parece natural que el nivel de estructura jerárquica en el que funcionen los elementos sea un factor importante para su mayor o menor 'esperabilidad'. En principio, cabe establecer que, en circunstancias normales, la coordinación sigue las siguientes pautas: (a) Se pueden coordinar no-clasificatorios entre sí, sin ningún problema (vid. 85-87); (b) no es posible coordinar los clasificatorios entre sí, pues las clases se consideran incluidas unas en otras (vid. 88-90); (c) finalmente, tampoco es posible coordinar adjetivos clasificatorios con noclasificatorios, dada su inicial heterogeneidad clasemática (vid. 91-93): (85) Bonito y feliz final. (86) Artículos buenos y baratos. (87) Asombrosos e increíbles sucesos. (88) (?) Cámaras fotográficas y alemanas. (89) (?) Productos japoneses y audiovisuales. (90) (?) Películas bélicas y americanas. (91) (?) Relojes suizos y exactos. (92) (?) Noticia política y graciosa. (93) (?) Turistas europeos y bronceados. Estas normas, sin embargo, se refieren a los casos habituales o 'no-marcados'. Son muchas las ocasiones en las que el hablante utiliza elementos lingüísticos inicialmente distintos -en este caso, adjetivos- por sus rasgos comunes, no por los LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 51 diferentes y, por tanto, neutraliza esas distinciones entre no-clasificador y clasificador. Y precisamente, para esto sirve la coordinación. Mediante la conexión coordinativa, el hablante puede asociar distintas características, aunque sean inicialmente muy distintas en clase, quedándose con los rasgos comunes. De hecho, la coordinación es el medio del que dispone la lengua para situar al mismo nivel de estructura jerárquica lo que de otro modo estaría inevitablemente jerarquizado. En (36) (apdo. 2.3.2.) ya vimos un ejemplo de coordinación 'atípica' entre dos nombres clasificatorios (ex-sacerdote y español). Otro ejemplo igualmente transgresor de lo esperado, con coordinación esta vez de una frase preposicional lexicalizada, equivalente a un adjetivo clasificatorio, y una cláusula de relativo claramente no-clasificatoria, es el siguiente: "Así, por ejemplo, las de Keynes, que fueron diseñadas como remedios de urgencia y que tenían por propósito no dirigir el mercado, sino justamente lo contrario" (Octavio Paz, "Alba de Libertad", El País 7/4/1990, pág. 14, cursiva mía). Nótese cuán más esperado, en un contexto así, es una modificación del tipo "remedios de urgencia que tenían por propósito ...". esto es, jerarquizando ambos modificadores y colocándolos en este orden. Sin embargo esta construcción no expresaría lo que el autor quiere señalar: las dos cualidades que solidariamente caracterizan los remedios señalados De todo lo cual se deduce que, al igual que en la identidad de función sintáctica, la identidad de nivel jerárquico no es tanto un requisito para la coordinación de unidades como una consecuencia de la misma. Por otra parte, hay que tener en cuenta que lo que determina el nivel jerárquico de actuación de -en este caso- los adjetivos, es la clase semántica que habitualmente designen, con lo cual, al final, será la clase semántica de éstos, utilizada en todos sus rasgos o solamente en parte de ellos, la que determine su grado de coordinabilidad. 2.4.1.3. La coordinación de otros elementos funcionales. Y lo dicho para la jerarquía de los adjetivos modificadores de una frase sustantiva sirve también para otros constituyentes susceptibles de situarse en distinto nivel cuando aparecen con otros de su misma función: (94a) Realmente muy bien. (94b) (?) Realmente y muy bien. (95a) Ayer en mi casa hubo fiesta. (95b) Ayer, y en mi casa, hubo fiesta. 52 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (94) es una frase adverbial con dos modificadores. La estructura de (94a), reflejada en (96), revela el distinto nivel jerárquico de éstos, y -en este caso- la sutil, pero firme diferencia de contenido (los dos son ponderaciones, pero una 'subjetiva' y la otra 'no-subjetiva') hace poco esperable, aunque quizá no imposible, su coordinación. (96) frase adverbial MODIFICADOR NÚCLEO adverbio Realmente MOD. NÚCLEO adverbio adverbio muy bien (95), por su parte, es una frase verbal con dos modificaciones circunstanciales. Lo más habitual en español es que estas modificaciones se jerarquicen, siendo la más alejada del núcleo la que actúa a un nivel superior en la estructura jerárquica, justamentecomo en las frases. De este modo, la estructura de (95a) sería (97): (97) fv MODIFICADOR (Circ.) NUCLEO adverbio MODIFICADOR (Circ.) NUCLEO frase preposic. Ayer en mi casa hubo fiesta Pero en este caso, a diferencia de (94), el hablante puede considerar más fácilmente que las dos circunstancias son igualmente significativas dentro de su expresión y, consiguientemente, abandonar la jerarquización en beneficio de su asociación coordinada. Esta opción, reflejada en (95b), respondería a la estructura mostrada en (98): LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (98) 53 fv MODIFICADOR (Circ.) NÚCLEO coordinación MIEMBRO & MIEMBRO adverbio conj. frase preposic. Ayer, y en mi casa, hubo fiesta. Queda claro, pues, que lo dicho para la situación de los adjetivos con respecto al sustantivo, es generalizable para todas aquellas unidades que tienen una misma función dentro de una unidad dada, pero en distinto nivel de estructura jerárquica. 2.4.2. Nivel jerárquico y ambigüedad. Una última cuestión, a propósito del nivel jerárquico de las unidades integrantes de una coordinación, es la relativa a la llamada, precisamente, ambigüedad jerárquica. Obsérvese el siguiente ejemplo: (99) Austrandia y Nortindia y Borduria lucharon encarnizadamente. Nuestro obvio desconocimiento de estas zonas nos puede resultar una fuente de equívocos en una coordinación como esta; ¿lucharon todos contra todos?; ¿lucharon Austrandia y Nortindia contra Borduria?, ¿o fue Austrandia la que luchó ella sola contra Nortindia y Borduria?. Estos equívocos son importantes porque cada interpretación determina una estructura coordinativa distinta: (100-102) las reflejan en el mismo orden en el que han sido expuestas: (100) coordinación MIEMBRO & MIEMBRO Austrandia y Nortindia & MIEMBRO y Borduria 54 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (101) coordinación MIEMBRO & MIEMBRO y Borduria coordinación MIEMBRO & Austrandia (102) MIEMBRO y Nortindia coordinación MIEMBRO & MIEMBRO coordinación Austrandia y MIEMBRO & MIEMBRO Nortindia y Borduria Naturalmente, esta ambigüedad desaparece en (103): (103) Alemania e Italia y Francia y Gran Bretaña lucharon en la II Guerra Mundial, pero solo por nuestro conocimiento de la realidad, que nos permite situar adecuadamente el nivel jerárquico de los elementos y, con ello, el número de coordinaciones reales establecidas en casos en los que se asocian coordinativamente más de dos elementos. Las estructuras coordinadas de más de dos miembros, por tanto, tienen todas ambigüedad jerárquica desde el momento en que no existen recursos estructurales que nos permitan emparejar inequívocamente a sus miembros. Nuestro conocimiento de los referentes, unido a una entonación adecuada, que suele hacer una pausa entre las coordinaciones de nivel más alto, permiten interpretar adecuadamente estas estructuras. Finalmente, no debe confundirse la ambigüedad jerárquica vista hace un momento, con la simple indeterminación de, por ejemplo: (104) Borduria y Sildavia lucharon encarnizadamente en la Guerra de Liberación. Aquí surge la duda de si lucharon entre sí o si lo hicieron unidas contra alguien. Pero, a diferencia de la ambigüedad jerárquica antes vista, ahora no existen distintas estructuras asociadas a cada una de las interpretaciones. Se trate de una o de otra, la estructura es la misma. La falta de información es una mera indeterminación semántica, similar a la de un elemento léxico, como perro, en el que caben especificaciones que, por sí mismo, el elemento no puede dar: ¿raza?, ¿tamaño?, LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 55 ¿edad?, etc., especificaciones que solo se pueden conseguir, como en el caso de la coordinación de (104), acudiendo a elementos externos al propio elemento y de tipo modificador28. 2.5. Miembros ligados mediante un nexo Toda coordinación contiene un nexo que une sus distintos miembros. La presencia del nexo es necesaria por cuanto es el elemento que no solo asegura la relación entre las unidades, sino también el que proporciona el valor semántico de la coordinación como tal. En el capítulo 3 veremos con detalle los distintos nexos existentes en español. De momento baste con establecer la existencia de dos grandes tipos, el copulativo, que sirve para expresar la unidad de los miembros, y que tiene en la conjunción y su manifestación más general, y el disyuntivo, que marca la opción entre los miembros, y que tiene igualmente en la conjunción o su conector más general. La necesaria existencia de un nexo en toda coordinación no implica, sin embargo, su realización fónica en todos los casos. Las coordinaciones pueden ser asindéticas, cuando el nexo no se manifiesta fónicamente, haciéndose simplemente una breve pausa entre los miembros coordinados, como en: (105) Ana, Luis, Raquel, todos fueron abandonando la idea. (106) Tú quieres ir al cine, yo también. No veo el problema. O, por el contrario, sindéticas, en cuyo caso los miembros coordinados se unen mediante una conjunción, como en: (107) Andrés y Paco se fueron juntos. (108) Tú quieres ir al cine y yo también. No veo el problema. Pausa y conjunción, como recursos nexuales en la coordinación, pueden alternarse o ir juntos. Suelen alternarse en las enumeraciones copulativas, en las que lo normal en español es hacer una pausa asindética tras cada uno de los miembros, uniendo sindéticamente (con o sin pausa asociada) los dos últimos: (109) Ana, Luis, Enrique y Antonio acaban de llegar. (110) Ana estudia, Luis trabaja, Enrique viaja y Antonio no hace nada, si bien también es posible - aunque menos normal- la reiteración de la conjunción en las enumeraciones copulativas, sin que pueda faltar la pausa entre los miembros antes 28 . Para una distinción clara entre los conceptos de ambigüedad y de indeterminación en el sentido utilizado aquí vid. Gutiérrez Ordóñez, S. (1981, págs. 240-1). 56 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ mencionados. Cuando la coordinación pertenece a una unidad más amplia suele ser normal también hacer una pausa al término de la misma, según vemos en (111): (111) Ana, y Luis, y Enrique, y Antonio, acaban de llegar. (112) Ana estudia, y Luis trabaja, y Enrique viaja, y Antonio no hace nada. En el caso de las coordinaciones disyuntivas, lo normal es la coordinación sindética, con reiteración de la conjunción, tanto en la disyunción inclusiva como en la exclusiva. Por lo que se refiere a la pausa en las series, se mantiene lo dicho para las coordinadas copulativas sindéticas en serie: (113) Ana, o Luis, o Enrique, o Antonio, acaban de llegar. (114) O lo haces tú, o me ayudas, o te vas, pero no molestes. Conjunción, pausa, o ambos recursos al tiempo, son, pues, los utilizados para coordinar. La llamada en muchas gramáticas 'yuxtaposición' no es otra cosa que la organización asindética de los elementos. Asindética, pero con el recurso prosódico de la pausa. Dicho de otro modo, (115) no existe en español: (115) *Ana Luis Enrique y Antonio acaban de llegar. Puede existir, en cambio, la yuxtaposición pura, esto es, la colocación de un elemento tras otro, sin partículas nexuales, ni segmentales ni prosódicas, para marcar ciertas subordinaciones en algunos registros, hoy día en desuso. Es particularmente conocida la omisión de la conjunción subordinante que en un estilo epistolar ya anacrónico: (116) Al recibo de la presente deseo os encontréis bien ... 2.6. Coordinación como sintagma unitario. 2.6.1. Construcción coordinativa vs. suma de constituyentes. La última característica de entre las mencionadas en el apdo. 2.1. se refiere al carácter de construcción unitaria que tiene toda coordinación. Aunque este rasgo ha sido repetidamente remarcado a lo largo de las páginas precedentes, no suele verse excesivamente destacado en los estudios sobre la coordinación (ni en español ni en otras lenguas), razón por la que se insiste aquí en él. En el estudio de S.C. Dik (1968, LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 57 204 y ss.), por ejemplo, se distinguía entre la estructura de (117) y la de (118). (117) se veía como una acción cuya realización suponía la acción necesariamente conjunta de los elementos coordinados. (118), en cambio, expresaba una acción realizada por varios elementos, pero también susceptible de ser expresada como una acción individual. Por ello, la estructura de (118) era (118b)29: (117) Juan y Pedro se encontraron. (118) Juan y Pedro llegaron, cláusula (118b) SUJETO nombre & SUJETO conj. nombre PREDICADO fv NÚCLEO v Juan y Pedro llegaron la cual supone considerar la coordinación como una mera suma de constituyentes clausales ya existentes. Dicho de otro modo, de acuerdo con Dik, en (118) hay tres constituyentes de la cláusula: el verbo y 'cada uno de los sujetos'. Frente a esto, una visión de la coordinación como una construcción unitaria con un significado propio de la construcción y no reducible a esa mera suma, implica concebir la estructura de (118) de acuerdo con (119), es decir, según la misma estructura que Dik atribuye a (117). (119) cláusula SUJETO PREDICADO coordinación fv MIEMBRO nombre Juan & MIEMBRO conj. nombre y Pedro NUCLEO v llegaron Esto es, en (118) hay dos constituyentes clausales, uno, el verbo, el otro la estructura coordinada, en cuyo interior hay -en este caso- dos miembros, que funciona 29 . El original era en inglés, pero el problema es de tipo general y, por tanto, los ejemplos son perfectamente utilizables. Igualmente, en la representación estructural (118) adapto los términos gramaticales de Dik a los utilizados aquí. 58 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ como un único sujeto temático. Y toda coordinación, independientemente de sus rasgos específicos (tipo de conector, elementos que se coordinen, función sintáctica que desempeñe, verbo de la frase verbal en la que se pueda integrar, o valor semántico de la construcción coordinativa) se comporta del mismo modo unitario. No se debe confundir -y aquí Dik lo hace- la estructura sintáctica con los posibles contenidos semánticos asociables a ella. La coordinación es, como hemos visto, una estructura única y, en sí misma, no está capacitada para dilucidar ciertos equívocos que puedan surgir en su interpretación. Una estructura como (120) no dice otra cosa que los dos miembros de la coordinación realizaron una acción y que, a su vez, les afecta directamente. La interpretación reflexiva o recíproca es, por tanto, contextual, no gramaticalmente especificada, y no tiene objeto suponer que cada interpretación implica una estructura coordinada diferente. Cualquier estructuración del tipo de (118b) no hará otra cosa que negar el principio de sintagma unitario de la coordinación30. (120) Luisa y Ana se vieron muy guapas. 2.6.2. Construcción coordinativa vs. 'unidad compuesta'. Una cuestión un tanto marginal, pero que ha preocupado bastante a los estudiosos de la coordinación, es la naturaleza concreta de ese conjunto coordinado. Normalmente, si se coordinan palabras, el conjunto se suele denominar frase compuesta por coordinación, o términos equivalentes; lo mismo si lo coordinado son frases. Si se coordinan cláusulas, el resultado será una cláusula compuesta (por coordinación) y si son oraciones, una oración compuesta (por coordinación). Así, (121) y (122) serían frases compuestas por coordinación; (123) sería una cláusula compuesta, y (124) una oración compuesta: (121) Hombres y dioses. (122) La dulce Blanca Nieves y la malvada Bruja. (123) Blanca Nieves es dulce y la bruja es malísima. (124) Si vas en tren, llegarás tarde, y si vas en coche llegarás cansado. El problema de la denominación de estos conjuntos coordinados surge cuando los miembros de la coordinación no son estructuralmente homogéneos, esto es, no pertenecen al mismo tipo de unidad (plabra, frase, cláusula, oración, o comoquiera que las denominemos en cada caso), como, por lo demás, es muy corriente. Obsérvense los siguientes ejemplos: 30 . Para más detalles sobre estas consideraciones, vid. Jiménez Juliá, 1987, apdo. 2.3.1. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 59 (125) Sentí el ruido de las olas, y que algo raro había en ello. (126) Si vas en tren llegarás tarde, y sé que quieres llegar a tiempo. (127) Hay dos cosas que me desagradan: tus costrumbres y que no pueda descansar a gusto. (128) Ana se encontró cansada, con los nervios de punta, y muy mal del estómago. En (125) y (127) tenemos una frase y una cláusula coordinadas entre sí. En (126) una oración condicional y una cláusula. En (128) una palabra y dos frases de distinto subtipo ¿Cómo caracterizar estas estructuras coordinadas? Podríamos denominar a todas ellas 'frase', como término poco comprometido, pero no parece una etiqueta excesivamente adecuada para casos como (126), o cuando lo cordinado son unidades homogéneas del tipo cláusula u oración. Cualquier etiquetación de las coordinaciones que se base en algún tipo de unidad (frases, cláusulas, etc.) no es más que un compromiso que siempre resultará inadecuado en el momento en el que a la coordinación se le añada un nuevo constituyente estructuralmente distinto. O, más sencillamente, no parece fácil encontrar razones para considerar que (126) es una cláusula compuesta, y no una oración compuesta, y al revés; o para ver en (125) y (127) frases compuestas, y no cláusulas compuestas; o para decir qué subtipo de frase compuesta es (128). Dada la caracterización vista de la coordinación, sin embargo, todos estos problemas no dejan de ser un tanto irrelevantes. Si una construcción coordinativa se caracteriza simplemente por ser una estructura unitaria con constituyentes abiertos de igual estatus funcional, la única caracterización posible, tanto de (121-124) como de (125-128), o de cualquier otra coordinación posible es, precisamente, la de coordinación (o estructura coordinada). Una estructura coordinada, por tanto, no puede ser considerada la variante compuesta de ninguna otra (frase, cláusula u oración), sino como una estructura autónoma, producto de las posibilidades de la lengua de crear estructuras abiertas. 2.7. Recapitulación. En el capítulo que ahora concluimos hemos caracterizado los rasgos básicos que definen las construcciones coordinativas. Estos rasgos son generalizables, en principio, a las distintas lenguas, por ser características de un tipo general de construcción que está por encima de diferencias tipológicas o idiosincráticas, y pueden resumirse en los siguientes: (i) carácter abierto, que posibilita la adición ilimitada de unidades que asumen un mismo valor funcional en un mismo nivel de estructura jerárquica; 60 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (ii) conexión nexualmente establecida, si bien el nexo puede ser fónico (coordinación sindética) o realizarse a través de pausas (coordinación asindética); (iii) sintagma unitario, que supone, no una mera suma de constituyentes individuales, sino una construcción producto de la asociación paratáctica y abierta de constituyentes e integrable por miembros estructuralmente distintos; (iv) finalmente, formada por unidades clasemáticamente homogéneas desde el punto de vista semántico, esto es, unidades que hacen referencia a una misma clase significativa. El rasgo o rasgos que definan esta clase, sin embargo, puede variar de unos casos a otros de acuerdo con los intereses concretos del hablante. AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS La caracterización de las construcciones coordinadas como sintácticamente diferenciadas de las bipolares tiene diversas fuentes. Para el español, nuestra fuente más directa es el texto de G. Rojo (1978) y, más recientemente, G. Rojo-T. Jiménez Juliá (1989), especialmente apdo. 4.3.4. Una magnífica visión general de la coordinación desde el punto de vista funcional es la de S.C. Dik (1968, especialmente capítulo 4.), texto clásico al que las numerosas críticas que se le puedan hacer en aspectos concretos (Vid., por ejemplo, Matthews (1969) o Jiménez Juliá (1987)) no empañan su valor global. Sobre la coordinación copulativa en español hay que destacar el texto de E. Franchini (1986), cuyo capítulo 5 aborda los problemas de caracterización de la construcción vistos hace un momento. Finalmente, para una mayor profundidad en el terreno de las condiciones semánticas que han de satisfacer los miembros de una coordinación, puede consultarse el conocido texto de E. Lang (1977), con versión inglesa renovada de 1984. Y para una visión panorámica de la polémica entre distintos lingüistas sobre este tipo de condiciones, el texto de E.N. Serra Alegre (1987) es sumamente útil. 3. PARTICULARIDADES DE LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL 3.1. Los conectores coordinativos en español. Toda coordinación tiene un nexo coordinador que une los miembros de la misma. Este nexo tiene una importancia crucial, no solo para definir el carácter de 'miembros' de una coordinación de las unidades conectadas, sino también para dar un valor significativo concreto a la construcción. Mediante una coordinación se puede expresar una 'adición', una 'acción paralela de varias entidades' o una 'elección entre opciones', y será siempre el coordinador el responsable de posibilitar este significado. Por ello, toda clasificación del valor semántico de las construcciones coordinadas pasa por una caracterización de sus coordinadores, prestando atención a las jerarquizaciones y neutralizaciones existentes entre los distintos nexos conjuntivos. Según vimos en el apdo. 2.5. los procedimientos coordinadores son de dos tipos, asindéticos y sindéticos. Las coordinaciones asindéticas no son coordinaciones sin coordinador léxico posible, sino sin realización de un coordinador léxico siempre interpolable. Los procedimientos sindéticos, por su parte, son conjunciones o locuciones conjuntivas. Por razones de operatividad y rapidez, vamos a comenzar la descripción de los coordinadores del español sin reflexiones teóricas previas sobre qué debe considerarse coordinador -frente a otro tipo de partículas- y por qué. Nos limitaremos a decir que la consideración de una unidad como coordinador viene dada, más que por las particularidades concretas de la unidad en sí, por el comportamiento sintáctico de los miembros que une31. Consideraremos, tan solo, que al igual que la gran mayoría de las lenguas europeas -y frente al latín-, el español carece de coordinadores enclíticos, y que los existentes pueden ser simples o discontinuos (en este último caso, con repetición de un mismo coordinador o mediante una correlación), esto es, pueden tener una situación en la construcción de acuerdo con (1a) o con (1b): 31 . De acuerdo con S.C. Dik (1968, 34 y ss.), los coordinadores se distinguen -en todas las lenguas- de otras partículas no coordinadoras por no poder acumularse uno tras otro. Creo, sin embargo, que lo que permite distinguir esta prueba es nexos de constituyentes de un mismo estatus constitutivo (que implican coordinaciones y unidades bipolares) frente a nexos de subordinantes y, aún así, no de manera exhaustiva. Dado que hemos considerado desde el principio que lo que clasifica las unidades sintácticas no es el comportamiento de su nexo, aunque éste sea ineludible, sino el de los constituyentes nexuados, no insistiremos en la valoración del criterio de Dik. 62 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (1a) Coordinador simple Coordinación MIEMBRO & MIEMBRO & MIEMBRO ... (1b) Coordinador discontinuo Coordinación & MIEMBRO & MIEMBRO & MIEMBRO ... Se puede considerar que en español existen cinco coordinadores básicos, y una serie de variantes específicas para acepciones concretas. Naturalmente, estos cinco coordinadores pueden clasificarse según sus rasgos formales (simples o discontinuos) y según su valor semántico. De acuerdo con su carácter formal, el cuadro de los coordinadores españoles será el siguiente: (1c) Simples Coordinadores básicos en español Discontinuos (i) y (ii) o (iii) o ... o (iv) Neg/ni ... ni (v) tanto ... como Desde el punto de vista semántico, por su parte, los coordinadores en español tienen como clasificación más general la que los divide en copulativos y disyuntivos. Veamos con detalle sus características. 3.1.1. Los coordinadores copulativos La coordinación copulativa es probablemente la más general y, al tiempo, la más rica en matices contextuales de todas las construcciones paratácticas. Semánticamente puede caracterizarse como la expresión de la asociación abierta y no alternativa de unidades vistas como homogéneas en relación con algún rasgo pertinente en el mensaje. Este carácter general hace que el sentido de la asociación expresado por la coordinación copulativa pueda interpretarse de múltiples formas. Considérense las siguientes secuencias: (2a) Salimos sin paraguas, y nos mojamos. (2b) ¡No pega clavo y quiere cobrar como el que más! (2c) Entró y se encontró con la sorpresa. (2d) Haz deporte y verás qué bien te va. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 63 (2e) Llegó, vio y venció. (2f) Dio al interruptor y se hizo una luz extraña. Cada una de estas secuencias se interpreta de un modo distinto: consecutividad ((2a) y (2f)); adversatividad ((2b)); secuencialidad temporal ((2c) y (2e)) o condicionalidad ((2d)) son acepciones claras en su interpretación habitual. Pero acepciones, y no valores semánticos expresados por la coordinación en sí. En sentido estricto, la coordinación copulativa expresa única y exclusivamente la asociación de sus miembros. Si nuestro conocimiento del valor referencial de los mismos nos induce a pensar que puede -o debe- haber una relación lógica más específica en la realidad designada, ello no debe imputarse a la coordinación copulativa. O, dicho de otro modo, que exista una relación previsible de causa y efecto entre 'salir sin paraguas' y 'mojarse', y el interlocutor la conozca, no autoriza a decir que la estructura sintáctica en la que las cláusulas que designan estas realidades se unen coordinativamente tenga como significado la 'consecutividad'. En los distintos ejemplos mostrados, la estructura sintáctica y su valor relacional es siempre el mismo e igual. Las derivaciones contextuales no32. Pero de lo dicho no hay que deducir que no exista más que un valor semántico atribuible a la coordinación copulativa. Hay, de hecho, dos significados atribuibles a la relación asociativa que poseen modos de expresión -esto es, nexos- bien diferenciados. Como veremos dentro de un momento, estos significados son (i) la asociación necesaria de los miembros coordinados, y (ii), la acción paralela de los mismos. Una y otra pueden ser ilustradas mediante los ejemplos (3a) y (3b), respectivamente: (3a) Miguel y Antonio se parecen mucho. (3b) Miguel y Antonio llegaron de Madrid.33 32 . Véase, a este respecto, Barrenechea, A.M. (1974, 85) o Dik, S.C. (1968, 265), entre otros. 33 . Dik (1968, 204 y ss.) considera que existe una diferencia de estructura sintáctica entre (3a) y (3b) o, con sus ejemplos equivalentes, entre (1) y (2): (1) John, Bill and Harry met (*Both John and Bill met) (2) John, Bill and Harry came,(=Both John and Bill came) según la cual sólo la primera sería una verdadera estructura de miembros coordinados, ya que en la segunda se daría una mera coordinación de funciones dentro de la cláusula, esto es, (1') y (2') representarían la estructura de cada ejemplo: (1') coordinación (2') cláusula Miembro & Miemb. & Miemb. Suj & Suj & Suj Pred. Como argumento a esta doble estructuración se aduciría la imposibilidad de (1''), frente a la naturalidad de (2''). (1'') *John met (2'') John came. Sin entrar en detalle en las inadecuaciones de esta visión (Cfr. para ello, Jiménez Juliá, 1987, 284 y ss.), debo decir que las diferencias entre (1) y (2) -o entre (3a) y (3b)- no son de estructura sintáctica pues, por una parte, la imposibilidad de estructuras como (a''), en casp de que exista, no puede imputarse a la necesi- 64 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Para estudiar sistemáticamente el valor de los coordinadores copulativos en español comenzaremos estableciendo un cuadro general que incluya, por una parte, rasgos que afecten a los miembros unidos coordinativamente (en concreto, el carácter verbal o no verbal de los mismos, así como su carácter negado o no negado), y, por otra, los rasgos semánticos de la unión coordinativa que acabamos de mencionar (el valor de asociación necesaria entre los miembros coordinados, o la mera actuación paralela de los mismos). Ello nos servirá de punto de partida y de guía para ulteriores consideraciones. Rasgos semánticos de la coordinación (4) I Asoc. necesaria Cdm a e i r e á m c l b t o r e s o r s Unidades temáticas (cláusulas) II Acción paralela (a) no neg. (b) neg. y ------ Unidades (c) neg. no-temáticas (fv y unid. (d) no-neg. nominales) y y; Neg/ni...ni y; tanto...como Serán ejemplos de los distintos apartados del esquema: II (a) Juan estudia y Pedro trabaja I (d) Juan y Pedro se encontraron en el metro Juan estudia y aprueba siempre. II (b) Juan no estudia y Pedro no trabaja. Ni Juan estudia ni Pedro trabaja. II (d) Juan y Pedro llegaron ayer. Tanto Juan como Pedro llegaron ayer. Juan tanto fríe un huevo como compone una sinfonía. II (c) Ni Juan ni Pedro llegaron ayer. Juan no estudia y no aprueba nunca dad de que un verbo determinado exija como sujeto estructuras coordinadas. Por otra, una estructura como (b') es simplemente indefendible y, finalmente, si hay diferencias de valor significativo considerables como formales, ello se debe a las distintas conmutaciones léxicas de los nexos en cuestión (+/- posibilidad de conmutar la conjunción and (o y) con both ... and (tanto ... como)) , no a la posibilidad de encontrar estructuras diferenciadas para las construcciones coordinadas copulativas. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 65 Juan ni estudia ni piensa hacerlo Carecen de expresión explícita I(a-b) y I(c). En el primer caso, por no ser viable la coordinación de dos acciones clausales que se relacionen del mismo modo que la asociación necesaria de I(d)34. En el caso de I(c), porque la negación en la asociación necesaria de unidades no temáticas (frases verbales o unidades nominales) se expresa siempre a través de la negación de la acción o acciones verbal(es) en la que dicha asociación se iba a producir y, por tanto, no afecta a la coordinación. Esto es, la negación de los miembros coordinados de I(d): I(c) Juan y Pedro se encontraron nunca podrá ser (5), ni la imposible (6), sino (7): (5) Ni Juan ni Pedro se encontraron. (6) *No Juan y no Pedro se encontraron. (7) Juan y Pedro no se encontraron. Veamos ahora con más detalle estos coordinadores. 3.1.1.1. El coordinador 'y'. El coordinador copulativo más general es la conjunción y, que expresa la simple asociación no-jerárquica y abierta entre dos o más miembros, susceptible de expresar cualquiera de los dos valores semánticos antes apuntados y ulteriormente especificable, según el contexto, en múltiples direcciones. El esquema (4) muestra como la conjunción y sirve para sustituir cualquiera de los demás nexos, siendo, además, la única posibilidad coordinadora cuando se trata de cláusulas no-negadas o cuando se trar de expresar la asociación necesaria. En el caso de miembros no-negados, la coordinación con y no tiene prácticamente restricciones. (8-11) muestran dichas posibilidades (8) Los pajarillos cantan y las nubes se levantan (= IIa) (9) Los pajarillos cantan y se regozijan (= IId) (10) Niños y viejos se entienden bien (= Id) (11a) Los artículos han de ser buenos, bonitos y baratos (= IId) (11b) El trabajo se hizo bien y rápidamente (= IId). 34 . El valor semántico resultante de una coordinación de acciones verbales es siempre el que hemos denominado 'acción paralela', si bien la naturaleza de las acciones coordinadas puede conllevar acepciones sustanciales diversas que trascienden el simple paralelismo. Vid. apdo. 3.1.1.4. infra. 66 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Cuando la coordinación copulativa con y expresa elementos negados, la negación deberá estar en la acción verbal. En el caso de que lo negado sea un solo miembro, lo normal es desdoblar la acción, según se muestra en (13) o utilizar otros nexos, incluso no coordinativos, según vemos en (14-15) y estudiaremos con más detalle en el apdo. 3.1.2.: (12) Juan y Pedro no cumplieron lo pactado. (13) Juan cumplió lo pactado y Pedro no (lo cumplió). (14) Juan cumplió lo pactado, y no Pedro. (15) El trabajo se hizo bien, pero no rápidamente (ni económicamente). Desde el punto de vista semántico, la conjunción y representa la asociación más general, susceptible de concretarse por otros medios como 'asociación necesaria' o 'acción paralela'. El coordinador y, sin embargo, a diferencia de los demás nexos coordinantes, no implica por sí mismo ninguna decisión al respecto. Será el contexto lingüístico el que determine su conmutabilidad con algún otro coordinador de carácter específico y, por tanto, su valor semántico concreto. Y es también este carácter general el que proporciona la diversidad de acepciones contextuales (no concretables mediante otras partículas coordinantes específicas) vista anteriormente en los ejemplos (4-9). Podemos reflejar el carácter de la conjunción y de conector coordinativo general y, al tiempo, único posible para expresar el significado coordinativo de la 'asociación necesaria' de miembros no negados, mediante el esquema (16), que simplifica (4), eliminando referencias al carácter de los miembros coordinados y conservando tan sólo los distintos valores semánticos de la coordinación. (16) ASOCIACION (abierta) (y) + ASOCIACION NECESARIA (y) -ASOCIACION NECESARIA (= ACCION PARALELA) (tanto ... como) (ni ... ni) LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 67 3.1.1.2. El coordinador 'tanto ... como'. Tanto ... como representa el conector copulativo marcado de miembros no negados, sustituible en todos los casos por y, pero no al revés, que expresa que los miembros coordinados están asociados en virtud de una actuación paralela, aunque individual y, por tanto, realizable por cada uno de los miembros sin los demás. Obsérvense los siguientes ejemplos: (17) Ana y Carlos no se hablan. (18) El agua y el aceite no se mezclan. (19) Dos y tres y cuatro son nueve. (20) Juan estudia y trabaja en un supermercado. (21) Rossini, Bellini y Donizetti pasan por ser los creadores del Bel Canto. (22) Lee constantemente a Cortázar y a Lewis Carroll Aunque a primera vista las diferencias entre (17-19) y (20-22) pueden no parecer destacables, lo cierto es que son básicas35. En el primer caso, los elementos coordinados mantienen una relación necesaria que hace que la aparición de uno de los miembros aislado altere el sentido inicial, a no ser que se sustituya el miembro que falta por algún otro tipo de construcción, que podría conservar el valor referencial de la construcción coordinativa, pero obviamente no la estructura sintáctica del conjunto coordinado: (23) Ana no se habla (con Carlos). (24) El agua no se mezcla (con el aceite). (25) Dos son nueve (sumándole tres y cuatro). En el segundo caso, en cambio, los miembros se asocian en virtud de su acción paralela, sin que la omisión de uno de los miembros altere el sentido de la acción global (aunque elimine, por supuesto, el conjunto coordinado): (26) Juan estudia. (27) Rossini pasa por ser el creador del Bel Canto. (28) Lee constantemente a Cortázar Pues bien, mientras la asociación necesaria de (17-19) tiene como coordinador la conjunción y (con la posibilidad, en algún caso, del adverbio más habilitado 35 . La distinción responde a la que en su momento separó a la phrasal conjunction de la sentence conjunction en las primeras descripciones de la gramática generativa. 68 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ como nexo, vid. apdo. 3.1.4.1.1. infra), la acción paralela de (20-22) puede ser especificada mediante el nexo discontinuo tanto ... como: (29) Juan tanto estudia como trabaja en un supermercado (30) Tanto Rossini como Bellini como Donizetti pasan por ser los creadores del Bel Canto. (31) Lee constantemente tanto a Cortázar como a Lewis Carroll Toda coordinación cuyos miembros estén unidos mediante el nexo discontinuo tanto ... como podrá siempre ser sustituida por otra con el nexo y, pero las coordinaciones con y sólo podrán ser expresadas mediante tanto ... como si el valor asociativo expresado es el de acción paralela. Caso contrario la coordinación, o no es viable, o altera el sentido inicial de la construccioón coordinativa: (32) ?Tanto Ana como Carlos no se hablan (33) ?Tanto el agua como el aceite no se mezclan. (34) ?Tanto dos, como tres, como cuatro son nueve. Por otra parte, y como se desprende de (4), el nexo tanto ... como, frente a y, cuando une unidades no integradas, limita su acción a las de carácter no temático; o, dicho de otro modo, no puede unir cláusulas 'independientes'36. Las siguientes son coordinaciones inaceptables, en español: (35) *Tanto Juan estudia como Toño trabaja en un almacén. (36) *Tanto Rossini está entre los mejores compositores operísticos como Chopin fue de los mejores compositores pianísticos. (37) *Tanto yo leo a Cortazar como tú observas los cuadros de Munch. Esta restricción de uso del coordinador tanto ... como, sin embargo, parece mitigarse cuando las cláusulas coordinadas están integradas en otra unidad, aunque las secuencias resultantes no sean del todo naturales: (35') Espero tanto que Ana estudie Filología como que Rosa estudie veterinaria. (36') Nadie duda tanto de que Rossini está entre los mejores compositores operísticos, como de que Chopin fue de los mejores compositores pianísticos. (37') Está generalizada la creencia tanto de que yo leo a Cortázar como de que tú observas los cuadros de Munch. El nexo tanto ... como, aplicable a términos no negados, tiene su correlato en términos negados en ni ... ni, según veremos en el apdo. 3.1.2.4. 36 1994c). . Para una caracterización de la cláusula como unidad temática, vid. Jiménez Juliá (1994b y LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 69 3.1.1.3. y/tanto ... como. Recapitulación. Podemos decir, en conclusión, que existen dos concreciones posibles, desde el punto de vista lingüístico, al significado de 'asociación no-jerárquica y abierta', propio de la coordinación copulativa. La primera, la asociación necesaria, tiene como único nexo el conector y. La segunda, la acción paralela, el conector tanto ... como. Además, el conector y tiene como rasgo característico el de poder ser usado cuando el significado de la construcción es éste último, actuando, por tanto, como conector copulativo (de términos no negados) no-marcado. Y en la medida en que es el único nexo copulativo de elementos no negados que puede coordinar cualquier unidad independientemente del tipo al que pertenezca o de la situación de los mismos (independiente o integrada) dentro del sintagma, es también el conector 'general' por excelencia. Como toda unidad no-marcada, y puede no resultar transparente cuando se emplea en estructuras susceptibles de ser interpretadas como asociaciones necesarias o como acciones paralelas37. Si decimos: (38) Juan y María se casaron ayer, podemos querer decir que se casaron el uno con el otro (asociación necesaria), con lo cual el coordinador tanto .. como no sería utilizable. Pero si lo que decimos es que cada uno de ellos se casó con alguien distinto, entonces estamos haciendo referencia a una acción paralela y, por tanto, (38) sería perfectamente sustituible por: (39) Tanto Juan como María se casaron ayer. 3.1.1.4. Nexo copulativo y acepciones contextuales. Una última cuestión de interés, ya mencionada en el apdo. 3.1.1.1., es la de las 'acepciones' que puede tener el coordinador copulativo 'y' según el contexto, esto es, según la naturaleza de los miembros coordinados cuando lo coordinado son procesos verbales (cláusulas o verbos). Al asociarse procesos que, por la naturaleza lineal del significante, han de expresarse unos tras otros, el hablante puede interpretar que la secuencialidad fónica hace referencia a una secuencialidad de los procesos referidos. Así, las secuencias: 37 . No transparente semánticamente, pero no ambiguo, ya que no determina estructuras distintas, como vimos en el apdo. 2.4.2. 70 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (40) Salió al jardín y no vio a nadie. (41) No vio a nadie y salió al jardín, serán interpretados habitualmente como la expresión de una secuencialidad temporal (e, incluso, de una conexión adversativa y causal, respectivamente). Y, de hecho, esa puede y suele ser la intención del hablante. Pero ello no está ni en el coordinador ni en la coordinación en sí, sino en la naturaleza de lo coordinado, en su carácter de procesos susceptibles de seguirse inmediatamente uno a otro, y en la poca 'lógica' que tendría expresarlos en orden inverso a su sucesión real. Igualmente, la acepción consecutiva, derivada directamente de la temporal, de (42-44), viene dada por el carácter lógicamente derivable del segundo miembro con respecto al primero; y la adversativa, de (45-46) por la contraposición entre los hechos mencionados, pero en ningún caso cabe atribuirlo al coordinador en sí: (42) Lo hizo todo bien y le cerró la boca a más de uno. (43) Se cayó de un segundo piso y se rompió una pierna. (44) Pasé el aspirador y no quedó una mota de polvo. (45) ¡No había jugado nunca y ganó un millón! (46) Estudió solo un mes español, y ya habla muy bien. Finalmente, un uso habitual de la coordinación copulativa con y, lable a ningún otro, es el de la repetición de un mismo elemento con fines (47-51) no asocian, en sentido estricto, procesos diversos, sino que repetidamente un solo proceso (entidad, cualidad, etc.) con el fin de dar la de cantidad. no asimienfáticos. expresan sensación (47) Cantó, y cantó y cantó, hasta que se quedó sin voz. (48) Llegó uno, y luego otro, y otro, y otro, y no sé cuántos más. (49) Trajeron regalos y regalos para parar un tren. (50) Anduvo, y anduvo, y anduvo hasta que no pudo más. (51) Lo leyó miles y miles de veces sin llegar a entenderlo. Es este, por tanto, un uso 'figurado' de la coordinación, y no una acepción de la coordinación. Aquí, frente a lo que ocurre en (43-46)) , no es posible una interpretación recta (asociación) y otra contextual (adversativa, consecutiva, etc.), sino tan sólo una interpretación, que equivale a la ausencia de asociación, con un cierto grado de énfasis: (49) y (50), por ejemplo, no dicen nada distinto, salvo por el mayor énfasis, que (49') y (50'): (49') Trajeron regalos para parar un tren. (50') Anduvo hasta que no pudo más. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 71 Podemos decir que la coordinación, como recurso para la expresión de conceptos, es utilizada aquí para asociar apariciones sucesivas de un sólo concepto y dar así la idea de abundancia del mismo. 3.1.2. ¿Coordinación negativa en español? 3.1.2.1. Generalidades. Ultimamente, sobre todo a raíz del trabajo ya clásico de E. Coseriu (1968) acerca de la coordinación latina y romance, se ha hablado insistentemente sobre la existencia de 'coordinación negativa' en romance y, muy concretamente, en español. Según los defensores de la misma, existiría una diferencia notable entre (52) y (53): (52) No come y no bebe. (53) No/ni come ni bebe. (52) supondría una coordinación (positiva) de términos negados. (53) la negación de la coordinación entre términos (positivos). No es cuestión de entrar en profundidad en la refutación de esta interpretación38, si bien, creo, no podemos eludir la justificación del esquema aquí seguido. Veamos, pues, en qué consiste la llamada coordinación negativa, y cuál es su posible expresión en español. 3.1.2.2. La coordinación negativa propiamente dicha. Una coordinación podrá denominarse 'negativa' si la negación opera sobre la misma relación, y no sobre los términos. En otras palabras, habrá coordinación negativa cuando, sin negar los términos, como tales, se niegue la existencia de coordinación entre ellos. Así, frente a cualquiera de las posibilidades de negación de términos mostradas en (54), (55) muestra qué puede y debe entenderse por 'coordinación negativa': (54) (a) A & no-B (b) no-A & B 38 . Para una crítica más detallada de esta idea vid. Jiménez Juliá, 1984. 72 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (c) no-A & no-B (55) no (A & B). Pues bien, la única manera de expresar (55) en español es, no apelando a un coordinador negativo específico para estos casos, sino, simplemente, negando analíticamente la coordinación. Así, suponiendo que los casos expresados en (55) tienen como términos coordinados verbos, podríamos ejemplificarlos como sigue: (54') (a) Come y no bebe. (b) No come, y bebe. (c) No come y no bebe. En ninguno de estos casos se ha negado la relación, sino todo lo contrario, se asocian términos cuya polaridad difiere o coincide. (55), por su parte, sólo podría ser expresado en español como: (55') No come y bebe (solamente come). Sólo (55') puede expresar la negación de la coordinación, que se lleva a cabo, no mediante un conector negativo, sino mediante la negación simple del conjunto coordinado mediante el nexo y. 3.1.2.3. Coordinación negativa y coordinación de miembros negados. Las posibilidades de utilización de esta 'negación de la coordinación', por otra parte, son bastante reducidas en español. En primer lugar, no se nos debe escapar que (55') es una secuencia ambigua, ya que además de poder ser interpretada como una negación de la relación, puede interpretarse como (56): (56) No come y (sí) bebe, siendo procedimientos prosódicos, no totalmente decisivos, los que pueden dilucidar la estructura concreta que se está expresando39. Esta posibilidad de negar la relación coordinativa, por otro lado, tiene algunas restricciones: puede utilizarse en los casos 39 . Lingüísticamente no es posible distinguir entre la negación de la asociación (= no hace ambas cosas al tiempo), o la negación del primer término, sobre todo cuando la estructura coordinada consta de dos miembros. La distinción suele realizarse mediante rasgos prosódicos, concretamente, mediante una pequeña pausa tras el primer miembro (negado), pausa que no suele hacerse cuando lo negado es la asociación. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 73 en los que ésta se produce entre verbos, como en (55'), pero no cuando la relación se da entre cláusulas enteras independientes. Cuando la coordinación es entre unidades no verbales, la posibilidad existe, aunque las secuencias resultan un tanto forzadas. Así, la negación de la coordinación en cláusulas (no frases verbales) como (57): (57) Andrés estudia y Manolo trabaja. no es posible mediante la utilización de una marca negativa previa al conjunto: (58) *No Andrés estudia y Manolo trabaja, sino mediante procedimientos externos del tipo de (59): (59) No es cierto que Andrés estudie y Manolo trabaje. La negación de (la asociación de) constituyentes clausales no verbales, por su parte, esto es, la negación de: (60) Andrés y Manolo estudian Filología. (61) Andrés estudia Filología y Astronomía, sin ser imposible, no resulta tan natural como (55'): (62) ? No Andrés y Manolo estudian Filología (sino sólo Andrés). (63) Andrés estudia no Filología y Astronomía (sino sólo Filología), si bien hay que reconocer que su posibilidad está condicionada por la existencia, implícita o explícita, de una estructura exocéntrica adversativa exclusiva, que requiere que el primer término se halle negado: (64) No Andrés y Manolo, sino (que) sólo Andrés, estudia Filología. (65) Andrés estudia no Filología y Astronomía, sino sólo Filología. Podemos decir, por tanto, que la negación de la relación coordinativa no se hace a través de ningún conector específico, sino a través de la negación previa del conjunto, y que ésta tiene restricciones en lo que se refiere a su uso. Todas las demás negaciones existentes en la coordinación, se refieren a los miembros. En esquema: 74 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (66) Negación de miembros de la relación no + .coordinación de verbos coordinación de elementos nominales (con estructura adversativa exclusiva) .*coordinación de cláusulas independientes 3.1.2.4. El coordinador 'Neg/ni ... ni' como negación de 'tanto ... como'. Si no hay un coordinador negativo propiamente dicho en español, entonces tampoco podrá considerarse que el nexo discontinuo Neg./ni ... ni realiza tal función. De hecho, una observación del tipo de coordinaciones que admiten este nexo nos revelará que es el mismo que admite el coordinador tanto ... como, con la salvedad de que en aquél todos los miembros han de estar negados. Veamos los siguientes ejemplos: (67) Ana, Luis y Raquel se fueron de excursión. (68) Tanto Ana como Luis como Raquel se fueron de excursión. (69) Ana y Luis se encontraron en el metro. (70) (# Tanto Ana como Luis se encontraron en el metro). (67-68) responden al tipo de valor coordinativo caracterizado como acción paralela, que puede ser expresado tanto por el coordinador no-marcado y como por el marcado para este tipo de significado tanto ... como. (69) supone un caso de coordinación copulativa con valor de asociación necesaria que, como vimos antes, sólo puede ser expresado mediante el coordinador y, de lo cual da fe la imposibilidad de conmutar (69) por (70) en todos los contextos. Si ahora queremos negar lo que en las anteriores coordinaciones se afirmaba, el resultado será, respectivamente: (71a) Ana, Luis y Raquel no se fueron de excursión (71b) Ni Ana, ni Luis ni Raquel se fueron de excursión. (72a) Ana y Luis no se encontraron en el metro. (72b) (# Ni Ana ni Luis se encontraron en el metro). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 75 La negación por separado de cada miembro, mediante el coordinador Neg/ni ... ni sólo es posible cuando cada miembro realiza una acción paralela a la de los demás y, por tanto, puede individualizarse su polaridad negativa, como en (71b). Cuando, por el contrario, los distintos miembros realizan una acción que requiere de la participación de todos para llevarse a cabo, la polaridad de la acción es única y, por consiguiente, no puede diversificarse mediante el coordinador aislante Neg/ni ... ni. De lo anterior se deduce que el coordinador Neg/ni ...ni, no niega la existencia de relación coordinativa. Muy al contrario, este coordinador niega cada uno de los miembros coordinados cuando éstos admiten un tratamiento semántico individualizado dentro del conjunto que forman, cosa que sucede cuando la coordinación copulativa expresa la acción paralela de sus miembros. Hay que destacar, finalmente, que el hecho de que el primer término esté negado no implica que dicha negación deba ser analíticamente expresada mediante una partícula específica. Si el primer miembro coordinado lleva en sí la idea de la negación, cualquier marca negativa será redundante, cuando no inaceptable: (73a) Nadie ni nada me va a hacer cambiar. (73b) (?) Ni nadie ni nada me va a hacer cambiar. (74a) Eso no lo consentiré nunca ni en lugar alguno. (74b) (?) Eso no lo consentiré ni nunca ni en lugar alguno. Y tampoco es necesario que, en caso de aparecer una negación analítica, ésta deba reducirse a las partículas no o ni. La preposición sin hace a menudo las veces de habilitadora del coordinador discontinuo Neg ... ni: (75) Sin comer ni beber no durarás mucho. (76) Anduve todo el día sin saber qué hacer ni dónde ir. 3.1.2.5. Doble negación y coordinación en español. El uso del coordinador Neg/ni ... ni en cláusulas independientes, salvo algunas restricciones sin importancia40, no presenta ninguna particularidad, ni formal ni interpretativa, como acabamos de ver: se trata siempre de la fórmula 'no-A + no-A' en coordinaciones con valor de acción paralela. 40 . No solo puede iniciar el nexo discontinuo si le sigue un verbo. En caso contrario deberá ser ni: No/ni iré yo al cine, ni irás tú al teatro. No/ni iré al cine ni al teatro, pero: *No Ana ni Raquel llegaron a tiempo (Ni Ana ni Raquel ...) *Es un coche no bonito ni barato (No es un coche (ni) bonito ni barato). 76 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ No ocurre lo mismo, sin embargo, cuando la coordinación de términos negados se integra dentro de otra cláusula. Aquí pueden surgir algunos problemas que requieren un poco de atención. Veamos cuáles. 3.1.2.5.1. Coordinación de miembros negados en cláusulas afirmativas. La integración de una coordinación de este tipo en una cláusula como (77), con verbo en forma afirmativa, no plantea ningún problema; simplemente se afirma el carácter negado de los distintos miembros de la coordinación: (77) Quiere que ni estudie ni trabaje, la cual, como es esperable, equivale punto por punto a (84): (78) Quiere que no estudie y (que) no trabaje, con un esquema, en ambos casos, bien como (79), si se expresa un solo relator (que), bien como (80) si se expresa un relator para cada miembro coordinado: (79) Quiere que no estudie y no trabaje (= quiere una cosa que consta de dos miembros) (80) Quiere que no estudie y que no trabaje (= quiere dos cosas que mantienen una relación asociativa). En cualquiera de los casos, la inclusión de la coordinación de miembros negados en una unidad superior afirmada no supone variación en la interpretación de la coordinación con respecto a su enunciación independiente (no/ni estudia y no/ni trabaja). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 77 3.1.2.5.2. Coordinación de miembros negados en cláusulas que niegan la coordinación. Un caso distinto es aquél en el que el verbo de la cláusula subordinante está negado y dicha negación afecta globalmente a la coordinación: (81) No quiere que ni estudie ni trabaje. (82) No quiere que no estudie y (que) no trabaje. En este caso lo que se niega es la coordinación, de acuerdo con la fórmula 'No (A + B)' vista en el apdo. 3.1.2.2. Esto es, lo que se niega es el deseo de que se hagan las dos cosas asociadas ('no estudiar' y 'no trabajar'), siendo indiferente que los miembros de la coordinación que se niega estén negados o afirmados: tanto en (81-82) como en (83), el esquema responde a la fórmula reflejada en (84): (83a) No quiere que estudie y (que) trabaje. (83b) No quiere que no estudie y (que) trabaje. (83c) No quiere que estudie y (que) no trabaje. (84) No quiere que (no) estudie y (que) (no) trabaje, con lo cual, en (81-82), no se niega el deseo de que: (a) estudie y no trabaje, (b) no estudie y trabaje, (c) estudie y trabaje. 3.1.2.5.3. La doble negación. La negación de la cláusula dominante, sin embargo, puede estar expresada en español de modo que no afecte a la coordinación y, en sentido estricto, a ninguna otra cosa. Es el caso de (85): (85) No quiere ni que estudie ni que trabaje. 78 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Frente a la negación de la coordinación de (81-82), ahora tenemos una coordinación de términos negados que, en español, no resulta negada, pese a la negación precedente. Formalmente puede decirse que la diferencia entre (81-82) y (85) reside en que en las primeras el relator (que) se sitúa antes del conjunto coordinado (o antes de cada uno de sus miembros) y, por tanto la negación (ni ... ni o no- y no-), que afecta a los miembros coordinados, es ajena a lo que ocurra en el verbo de la cláusula principal, como vemos en (86), correlato negativo de (79): (86) No quiere QUE : (no) A & (no) B. en (85), en cambio, la conjunción ni ... ni se sitúa antes del relator (que), con lo que la individualización de la negación, propia de ni ... ni, se impone. En este sentido, la cláusula (87) tendría exactamente el mismo esquema que (85), esto es, el reflejado en (88): (87) No quiere ni manzanas ni melocotones. (88) No quiere : neg. A & (ni que estudie ni (ni manzanas ni neg. B que trabaje) melocotones) Si la diferencia entre los esquemas de (81-82) y (87) se pueden explicar fácilmente, también se puede ver una 'anomalía' en la interpretación que se hace de esta última. En la mayoría de las lenguas, la doble negación afirma, de modo que, por ejemplo, la secuencia inglesa: (89) I don't want nothing. quiere decir 'quiero algo' y una improbable: (90) (?) I don't like neither apples nor onions, sería una redundancia inaceptable para lo que tendría que expresarse como: (91a) I like neither apples nor onions, (91b) I neither like apples nor onions. En español, en cambio, la doble negación no sólo no afirma, sino que es obligada en ciertos casos: cuando un complemento regido, esto es, de realización LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 79 necesaria con un cierto verbo, está negado (o tiene sentido negativo), el verbo ha de estar negado también, de modo que complementos como nada, ninguno, etc., o simplemente negados, no pueden llevar verbos afirmados. Por ello, en español secuencias como: (92) *Quiero nada (93) *Veo a nadie (94) *Quiero ni manzanas ni plátanos (95) *Quiero ni que estudies ni que trabajes, (96) *Habló de ninguna cosa en particular. han de sustituirse por sus correspondientes con el verbo negado para ser aceptables. 3.1.2.6. El conector correctivo. Una última cuestión, antes de abandonar los conectores de miembros negados, es la suscitada por secuencias como (97): (97) Andrés, y no Manolo, estudia Filología. Este tipo de secuencias, aunque similares a otras de carácter elíptico, como: (98) Andrés estudia Filología, y Manolo no Ý similitud que se acrecienta desde el momento en que el segundo miembro puede trasladarse al final: (99) Andrés estudia Filología, y no Manolo, no deben considerarse equivalentes. En el apdo. 4.3.2.5. se volveran a tratar a propósito de sus diferencias con las secuencias elípticas, ahora nos centraremos tan sólo en el carácter del elemento nexual, por encerrar una negación. 3.1.2.6.1. Carácter binario de las estructuras correctivas. Hay que empezar diciendo que estructuras como (97) y (99), de tipo correctivo, según término de I. Bosque (1984), difícilmente se pueden considerar 80 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ coordinaciones y, por tanto, a sus nexos, coordinadores, por tener un carácter marcadamente binario. En efecto, una secuencia como (97) puede, en principio, extenderse con otros miembros: (100) Andrés, y no Manolo, ni Fermín, estudia Filología, pero los nuevos miembros forman una coordinación solo con el segundo miembro, y ésta, unitariamente, es la que se relaciona con el primer miembro, de acuerdo con la estructura mostrada en (101): estructura bipolar (101) 1º TERMINO & sustantivo 2º TERMINO estructura coordinada MIEMBRO & MIEMBRO sustantivo conj. sustantivo Andrés y no Manolo ni Fermín Que los miembros añadidos se coordinan con el segundo término, y no todos a un mismo nivel que el primero, se ve claramente en la necesidad de utilizar el coordinador neg ... ni, revelador de que todos los miembros coordinados están negados. Ninguna de las siguientes secuencias es posible en español si con ellas queremos situar a un mismo nivel de estructura jerárquica los elementos: (102) *Andrés, y no Manolo, y Fermín. (103) *Andrés, y no Manolo, y no Fermín. (102) sólo puede ser concebido como /Andrés, y no Manolo/ y /Fermín/, mientras que (103) no es posible, por no existir como coordinador de términos nominales negados el nexo y no. 3.1.2.6.2. El conector correctivo como negador del segundo miembro. Hemos considerado que estos casos de negación correctiva no son coordinaciones, aunque sí conexiones con negación. Ahora cabe preguntarse a qué ámbito corresponde la negación: ¿se niega aquí la relación, o solamente algún término? Todo parece indicar que lo negado aquí es el segundo término. En este sentido, este tipo de LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 81 construcción tiene un comportamiento muy similar al de las estructuras adversativas. Una estructura (bipolar) adversativa es aquélla en la que se unen dos elementos, uno de los cuales restringe o niega los rasgos del otro. Los dos tipos de estructura adversativa, restrictiva y exclusiva, responden a los siguientes esquemas: (104) (a) Adversativa restrictiva A & B (siendo B = no-A): bonito pero inútil A & B (b) Adversativa exclusiva no-A & B (siendo B = no-A): No (...) bueno sino muy malo A & B En el caso de la negación correctiva de (97), lo que se une es un elemento positivo y otro que se niega, y que es también negación del primero: (105) (c) Negación correctiva A &-no B (siendo B = no-A): bueno, y no malo A & B La negación correctiva, por tanto, se comporta en gran medida como la imagen especular de la adversativa exclusiva y, en cualquiera de los casos, se trata de la unión de dos elementos, el segundo de los cuales está negado, y nunca de la negación de la relación entre ambos. 3.1.2.6.3. El carácter del conector correctivo. Queda, finalmente, dilucidar el estatus del nexo de estas negaciones correctivas. Tres son las explicaciones que pueden dar cuenta del carácter del conector en este tipo de construcción y, consecuentemente, del tipo de estructura resultante. (a) considerando que no Manolo, en (99), es una cláusula parentética, que observa una relación con su primer término similar a la de creo yo en Juan lo sabe, creo yo, y en la que el adverbio no modifica directamente a este conjunto (de naturaleza clausal). En este caso, la estructura de (99) sería la reflejada en (106): (106) estructura bipolar 82 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 1º TERMINO cláusula SUJETO sust & 2º TERMINO conj. cláusula (?) PREDICADO SUJETO f.verbal NUC CD verbo sust Andrés estudia fsust MOD NÚCLEO Filología, adverbio sust no Manolo y Esta postura diferencia (99) de (98) tan sólo por la presencia y ausencia de elipsis, respectivamente, y es la defendida por I. Bosque (1984), con la salvedad de que él no encuentra dificultad para considerar coordinadas las estructuras binarias. (b) Cabe considerar, asimismo, que en (99) hay una conexión, no entre cláusulas, sino entre elementos nominales focalizados, y, al tiempo, atribuir al adverbio no una función modificadora del segundo término. Esto es, plantear una estructura para (99) como (107): (107) cláusula SUJETO PRED estruct. bip. f.verbal 1º TERMINO sust NÚC CDIR verbo sust & 2º TERMINO conj. fsust MOD NÚCLEO adv Andrés estudia Filología, y sust no Manolo (c) Finalmente, puede considerarse que se trata, efectivamente, de una conexión dentro del sujeto y en una sola cláusula, pero con la diferencia, con respecto a (b) de ver en el adverbio un elemento unido a la conjunción para formar con ella una locución conjuntiva. En este caso, la estructura correspondiente de (99) sería (108): LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (108) 83 cláusula SUJETO PRED. estruct.bipolar f. verbal 1º TERMINO sust Andrés NÚC CDIR & 2º TERMINO verbo sust loc.conj sust y no Manolo estudia Filología, Aunque, evidentemente, existen razones para defender cualquiera de las tres opciones, probablemente sea la opción (c) la más adecuada de entre las presentadas. Como razones a favor, la perfecta posibilidad de que un conector compuesto (y no) actúe como nexo entre dos unidades clasemáticamente homogéneas, frente a la rareza de la modificación negativa de unidades como no Manolo, cuyo estatus es difícilmente explicable. Y, por lo que se refiere a la posibilidad de que el elemento y desaparezca, dejando solo el adverbio como nexo (lo cual ha sido utilizado para inclinarse por la opción (a) o (b)), hay que decir que no hay ninguna dificultad en considerar y no como un nexo compuesto cuya primera parte y conmuta con una pausa, como puede hacerlo cuando se utiliza como nexo simple. (97) y (99) son absolutamente equivalentes a (109) y (110): (109) Andrés estudia Filología, no Manolo (110) Andrés, no Manolo, estudia Filología. Es más, la pausa entre los dos términos normalmente subsiste aunque se exprese el elemento y, quizá por ser aquélla un recurso 'fuerte' para indicar el contraste entre los dos términos, lo cual a su vez puede indicar un cierto grado de redundancia del elemento y dentro de la locución nexual compleja. 3.1.2.7. Coordinación y negación. Recapitulación. Podemos resumir las características más sobresalientes de las coordinaciones en las que intervienen elementos negados como sigue: (a) la coordinación de términos negados en español (no-A & no-B) tiene dos modos de expresión: la negación individual y analítica de cada miembro, y el uso del coordinador discontinuo Neg/ni ... ni. Este sólo puede utilizarse, por razones 84 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ fácilmente explicables, en las coordinadas copulativas de acción paralela. Por ello, el coordinador Neg/ni ... ni no es sino el correlato de tanto ... como cuando todos los miembros coordinados se hallan negados. (b) No existe un coordinador específico en español que exprese la negación de la relación coordinativa. Para lograr dicho contenido hay que expresar una negación previa que afecte al conjunto coordinado como tal, esto es: 'No (A & B). Si la coordinación tiene como miembros verbos, entonces la negación se introduce directamente : Luis no estudia y trabaja (estudia pero no trabaja). Si los miembros coordinados son cláusulas, la coordinación sólo podrá negarse como tal si está integrada, recibiendo la negación el verbo de la cláusula subordinante: *No Luis estudia y Ana trabaja. No creo que Luis estudie y Ana trabaje (Luis estudia, pero Ana no trabaja) Si, por último, los miembros coordinados son elementos no-verbales, o mixtos, entonces también necesitarán estar integrados, para que el verbo subordinante pueda soportar la negación correspondiente: No es bonito y barato. (Es bonito pero no barato) No llegaron Ana y Luis. (Llegó Ana, pero no Luis) No me molesta tu mala educación y que no pares de hablar (sólo me molesta tu mala educación). (c) En lo relativo a la coordinación de miembros negados directamente dependiente de un verbo subordinante negado, a su vez, hay que destacar la característica del español, según la cual la doble negación no afirma. Ello hace que frente a lo esperado, secuencias como No veo nada o No digo ni que sí ni que no tengan significación negativa, siendo las secuencias 'lógicamente' esperables *Veo nada o *Digo ni que sí ni que no totalmente inaceptables. d) Finalmente, es preciso tener en cuenta, aún cuando -a nuestro juicio- se salen del ámbito de la coordinación, las llamadas construcciones correctivas, del tipo de Ana, y no Luis, llegó ayer. Se trata, según todos los indicios, de un nexo bipolar compuesto, similar al adversativo exclusivo (esto es, no Ana, sino Luis, llegó ayer), con la diferencia de que ahora el término negado es el segundo. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 85 3.1.3. Coordinadores disyuntivos. Si los coordinadores copulativos tienen como valor fundamental la asociación entre miembros, con dos valores específicos (asociación necesaria y acción paralela), y una serie de acepciones contextuales posibles, los coordinadores disyuntivos se comportarán de modo parecido, con un valor disyuntivo general concretable en dos valores específicos (la exclusión y la inclusión) mediante nexos concretos. La disyunción puede definirse como la presentación de los diversos miembros coordinados como alternativas posibles. Frente a la coordinación copulativa, que incide en la unión de los elementos, la coordinación disyuntiva los individualiza, los inventaría y deja abierta la elección del miembro adecuado. La mayoría de las gramáticas del español afirman que existe un coordinador disyuntivo básico, la conjunción o, que puede ser utilizada indistintamente de modo simple o discontinuo. Lo cierto, sin embargo, es que o y o ... o son dos coordinadores distintos que guardan diferencias básicas en su valor semántico. 3.1.3.1. El valor exclusivo de 'o ... o'. El coordinador o ... o tiene como valor semántico único41 la disyunción exclusiva, esto es, la 'contradictoriedad' lógica, que implica la elección de uno solo de los miembros ofrecidos y, por tanto, la imposibilidad de la asociación. Así, cuando decimos: (111) Llegaré o a las dos o a las tres. (112) ¡O vienes o te vas!, decídete. (113) Si me compro un coche será o muy bueno o muy barato (en caso contrario no me lo compro). estamos ofreciendo una alternativa, y solo una, de entre las posibles. Y da lo mismo que las alternativas sean dos o más: (114) Tendrá que dar la cara o Ana, o Luis o Raquel. 41 . Excluyo ahora de entre las posibilidades contextuales de la forma o ... o aquellas que no presentan una estructura propiamente coordinada (abierta), sino otra de tipo cerrado. Es es caso, entre otros, de ¡O viene Juan o yo no voy!, en los que, en la medida en que no acepten su expansión indefinida, deben considerarse construcciones cerradas. Para estos y otros usos de los coordinadores disyuntivos Cfr. J. Camacho Camacho (1990). 86 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 3.1.3.2. El valor inclusivo de 'o'. Frente al significado puramente exclusivo de o ... o, el coordinador simple o puede expresar tanto la disyunción exclusiva como la inclusiva, esto es, la 'alternancia' lógica, que ofrece una opción sin excluir la posibilidad de optar por el conjunto. Obsérvese la diferencia entre los ejemplos (a) y (b) siguientes: (115a) Tendría o cinco o seis años cuando llegó. (115b) Tendría cinco o seis años cuando llegó. (116a) Puedes pedirle o a Ana o a Luis que te ayude. (116b) Puedes pedirle(s) a Ana o a Luis que te ayude(n). (117a) El coste final era o de veinticinco o de treinta millones. (117b) El coste final era de veinticinco o treinta millones. En (115a) se establecen dos posibilidades únicas para la edad aludida: bien cinco, bien seis años, sin opción a ninguna otra. Es una disyunción exclusiva. (115b), en cambio, supone una disyunción inclusiva: podría tener cinco años, seis años, o una edad intermedia o cercana que implicase a ambos (por ejemplo, cinco años y medio). Parecida situación se produce en (116); en (116a) se dan dos, y sólo dos alternativas. En (116b) se añade a ellas la posibilidad de que ambos 'le ayuden'. Finalmente, (117ab) tienen una situación similar a la de (115): en (a) son dos cantidades las posibles. En (b) se añade a éstas todas las que, por estar incluidas entre ellas, participan de ambas (veintiseis millones, veintisiete, etc.). 3.1.3.3. Valor no-marcado y marcado en la coordinación disyuntiva. La diferencia entre o ... o, y o, sin embargo, no sólo reside en los distintos valores que uno y otro expresan en ejemplos como (115-117), sino también en el distinto ámbito de uno y otro dentro del sistema: o se comporta como el miembro 'nomarcado' (como y en la coordinación copulativa), que puede expresar su valor específico (inclusivo) o asumir el de la partícula 'marcada' o ... o, (exclusivo). En el caso de utilización de o, por tanto, el valor exclusivo o inclusivo será inferido del contexto. Es más, si bien la forma o ... o nunca significa otra cosa que la exclusión, la aparición de la forma o (no-marcada) en contextos de difícil interpretación inclusiva exige la interpretación exclusiva hasta tal punto que hace redundante (e, incluso, francamente extraña) el uso de la forma propiamente exclusiva. Es, entre otros, el caso LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 87 de las formas imperativas o interrogativas, destinadas, por su propio carácter, a obtener una respuesta. Así, mientras (118a) es una forma usual con sentido exclusivo, (118b) es menos habitual. Igualmente redundante (salvo en contextos muy particulares) resulta (125b) en relación con (119a): (118a) ¡Vete o quédate! (118b) ¡O vete o quédate!42 (119a) ¿Quieres ir al cine o al teatro? (119b) ¿Quieres ir o al cine o al teatro? Pero, si exceptuamos estos casos en los que el mismo tipo de mensaje (y otras particularidades ligadas a él) hacen redundante el uso de la forma marcada, lo normal es que cada uno de los coordinadores determine posibilidades interpretativas parcialmente diferentes: (120) Supongo que querrás ir o al cine o al teatro. (121) Supongo que querrás ir al cine o al teatro. (122) Sería conveniente que estudiases o más o mejor. (123) Sería conveniente que estudiases más o mejor. Una vez más, en (120) y (122) hay un solo significado, el exclusivo. En (121) y (123), en cambio, cabe tanto la interpretación exclusiva como la inclusiva. El carácter 'no-marcado' de o, por otra parte, es el que hace que todos los significados contextuales habitualmente descritos como propios de las disyuntivas (equivalencia, vaguedad, etc.) se refieran a él, y no al nexo exclusivo. Las siguientes parejas de secuencias nunca pueden considerarse significativamente paralelas: (124a) El español o (el) castellano tiene muchos hablantes (equivalencia). (124b) O El español o el castellano tiene muchos hablantes (exclusiva). (125a) Eran treinta o cuarenta (vaguedad). (125b) Eran o treinta o cuarenta (exclusiva) . (124a) coordina dos unidades con un mismo referente, lo cual permite interpretar la disyunción exclusiva como expresión de la 'equivalencia' de los miembros. (124b), aunque coordina el mismo tipo de unidades, no permite tal equivalencia, y exige que se interpreten como dos referencias distintas, pese, incluso, a nuestro 42 . Por eso en casos imperativos en los que se quiere marcar explícitamente la alternativa, se utiliza la forma imperativa indirecta, basada en el uso del presente de indicativo en segunda persona (¡O te vas, o te quedas!), que no rechaza esta disyunción exclusiva. Para una explicación de este uso vid. Jiménez Juliá (1989, apdo. 6.2). 88 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ conocimiento de los mismos referentes. En (125a), el carácter numeral de los miembros coordinados permite establecer un 'margen' en el que escoger distintas cantidades posibles. Nada de esto es posible en (125b), donde, una vez más, se ofrecen dos, y sólo dos cantidades. El carácter 'marcado' de o ... o, por su parte, se mantiene aún cuando otras cuestiones, como el significado de la secuencia, apunte hacia lo contrario. (126) es totalmente exclusivo, aunque una de las opciones ofrecidas sea, precisamente, el conjunto: (126) O Ana, o Luis, o ambos, tendrán que dar la cara. Tampoco, en el caso de coordinación de sujetos, la concordancia con el predicado, posible tanto en singular como en plural, puede cambiar el significado de la forma marcada. (127) y (128) tienen la misma lectura, aunque la segunda parezca menos acorde con el significado de la construcción y, por consiguiente, menos habitual: (127) Tendrá que dar la cara o Ana o Luis. (128) Tendrán que dar la cara o Ana o Luis. En el caso de la disyuntiva inclusiva (con o), en cambio, esta variación de concordancia puede determinar diferentes interpretaciones de entre las dos posibles: (129) favorece la inclusión (esto es, deja la puerta abierta a que Ana, Luis o ambos 'tengan que dar la cara'); (130), por el contrario, parece determinar únicamente la interpretación exclusiva43: (129) Tendrán que dar la cara Ana o Luis. (130) Tendrá que dar la cara Ana o Luis. Podemos considerar, como resumen gráfico de todo lo dicho, que la distribución relativa de los dos coordinadores disyuntivos es la reflejada en (131): (131) DISYUNCION A o B (+/- exclusiva) o A o B (+ exclusiva) 43 . Fukasawa (1985, 72 y ss.) parece llegar a conclusiones similares, aunque su descripción de los esquemas coordinativos disyuntivos resulta más compleja, al contemplar hasta siete tipos distintos de esquema según sean asindéticos o sindéticos. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 89 3.1.4. Otros coordinadores y construcciones seudo-coordinantes. Al lado de los coordinadores básicos, de los que nos hemos ocupado en los apartados anteriores, hay que reconocer la existencia de otros que, sin aportar un significado relacional distinto al visto en los coordinadores básicos (asociación necesaria y acción paralela en la coordinación copulativa, y exclusión e inclusión en la disyuntiva), suponen variantes contextuales, de los primeros. Además, existen una serie de partículas, de carácter subordinante, que pueden ser empleadas en contextos en los que también se podrían utilizar coordinadores, razón por la que a menudo se confunden con ellos. Veamos los ejemplos más significativos de uno y otro caso. 3.1.4.1. Variantes de los nexos coordinantes. De entre las unidades caracterizables como coordinadores cabe destacar los siguientes44: Copulativos: ¿más? Disyuntivos: ya ... ya bien ... bien ora ... ora sea ... sea/o etc. Además, debe incluirse aquí el recurso de la yuxtaposición cuando une elementos contrapuestos: unos ... otros, aquí ... allí, etc., que sin aportar nada a la coordinación copulativa (en su valor de acción paralela), remarca los aspectos diferentes de las distintas acciones y ha sido tradicionalmente incluido dentro de la llamada 'coordinación distributiva'. 44 . Pese a la opinión de algunos autores (Cfr. Gili Gaya, 1943, && 156 y 200), excluyo de entre los nexos coordinantes la unidad entre en secuencias como entre tú y yo. Considero, por el contrario, que se trata de una preposición 'normal' que, por su valor semántico no admite términos singulares. Es posible decir entre nubes, entre los matorrales o entre tú y yo, pero no *entre yo. Sobre las razones del uso de las formas nominativas de los pronombres, en lugar de mí y ti, habitual con las demás preposiciones, Cfr. Cuervo (1945, pág. 146, nota 123), y para un estudio global de esta construcción Cfr. Martínez, J.A. (1977-78). 90 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 3.1.4.1.1. 'más' en estructuras asociativas.. La unidad más constituye un verdadero problema de caracterización sintáctica cuando se presenta en estructuras que expresan adición de elementos. Desde el punto de vista semántico, más puede verse como una variante de y en su valor de asociación necesaria, utilizable fundamentalmente cuando los elementos coordinados tienen naturaleza numeral o, al menos, se tratan como unidades cuantificables. En este sentido, más se distingue de tanto ... como de modo que nunca podrán conmutar en contexto alguno. Los siguientes ejemplos son claros al respecto: (132a) Tres y dos son cinco (132b) Tres más dos son cinco. (132c) *Tanto tres como dos son cinco. (133a) Con vino y zumo de limón se hace la sangría (133b) Con vino más zumo de limón se hace la sangría. (133c) *Tanto con vino como con zumo de limón se hace la sangría. (134a) Ana y Luis llegaron ayer de Cáceres. (134b) Tanto Ana como Luis llegaron ayer de Cáceres. (134c) *Ana más Luis llegaron ayer de Cáceres. (135a) Raquel colecciona sellos de Africa y monedas de Asia. (135b) Raquel solecciona tanto sellos de Africa como monedas de Asia. (135c) *Raquel colecciona sellos de Africa más monedas de Asia. Pero si el valor semántico de más, equivalente al del y no conmutable por tanto ... como, es claro, su identificación como unidad y -lo que viene a ser lo mismoel tipo de estructura representado por estas secuencias no lo es tanto. En principio cabe pensar que este más es, a todos los efectos, un coordinador, sustituto de otro nexo más general (y, o la correspondiente pausa asindética), con lo cual algo como (136) tendría una estructura como (137): (136) dos, más tres, más cuatro, más cinco, LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (137) MIEMBRO numeral dos 91 estruct. coordinada & MIEMBRO & MIEMBRO conj. numeral más tres conj. numeral más cuatro & MIEMBRO conj. numeral más cinco. La consideración de este más como adverbio aglutinador de complementos no parece adecuada aquí por razones obvias. En favor de su consideración como nexo coordinante estaría la ausencia de necesidad de pausa entre los miembros así unidos, aunque, como en cualquier coordinación, ésta siempre es posible, sobre todo si se trata de enumeraciones: (138a) Ana y Luis fueron al cine. (138b) Ana, y Luis, fueron al cine. (139a) Tres y dos son cinco. (139b) Tres, y dos, son cinco. En contra de su consideración como coordinador puede contar el hecho de que el último de una serie puede ir precedido del coordinador y: (140) Dos más tres más cuatro y más cinco, si bien cabe pensar en un refuerzo más motivado por el papel habitual del coordinador y como elemento que cierra las series, que como prueba de un comportamiento no coordinante. Obsérvese que el coordinador tanto ... como e, incluso, ni ... ni pueden llegar a acoger un y al final de una serie, en expresiones con cierto énfasis, y sin intención explícita de formar grupos de coordinaciones a distinto nivel. (141) y (142) no son secuencias imposibles (aunque no sean frecuentes) en español: (141) Tanto Ana, como Luis, como Pedro, y como Raquel dieron su conformidad al plan. (142) Ni Ana, ni Luis, ni Pedro, y ni Raquel quisieron saber nada. Y, finalmente, como corresponde al tipo de contenido que expresa, más no puede coordinar otra cosa que elementos nominales: 92 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (143) *Ana estudia más Luis pinta óleos. (144) *Ana estudia más pinta oleos. Como inconveniente a esta consideración está el hecho de que en las series unidas por más cabe introducir el coordinante y no sólo al final de la enumeración (como en las coordinaciones 'enfáticas' vistas en (141-142)), sino también ante todos los miembros a partir del tercero, y sin cambios referenciales apreciables: (145) Dos, más dos, y más tres, y más cinco, y más seis, son dieciocho. Pero tampoco este rasgo lo acerca demasiado al comportamiento de otras unidades en las que cabría incluir la unidad más, de no considerarse como coordinador, por ejemplo, las preposiciones. Obsérvese lo forzado de (146): (146) (?) Un cuarteto de cuerda lo forma un primer violín, con un segundo violín, y con una viola, y con un violoncelo. Además, en estas últimas, la aglutinación de miembros es imposible sin un nexo coordinativo asindético. (147) -frente a (148)- no existe en español: (147)* Un cuarteto de cuerda lo forma un primer violín con un segundo violín con una viola con un violencelo. (148) Un cuarteto de cuerda lo forma un primer violín, con un segundo violín, con una viola (y) (,) con un violoncelo. exactamente del modo en que el español no permite la aglutinación de adjetivos descriptivos no coordinados y pospuestos a su núcleo: (149) *Novela brillante bien escrita agradable sugerente. Todo esto contrasta con la posibilidad de más de aparecer en series abiertas sin pausa. Justamente como los coordinadores45: (150) Dos más tres más cinco más siete más .... son ... De lo dicho se desprende que la unidad más en este tipo de construcción se halla muy cerca de los coordinadores, a quienes les une la posibilidad de servir como nexo de series abiertas sin necesidad -aunque con posibilidad- de ayuda adicional. De ellos les separa la posibilidad de acoger un coordinador como 'refuerzo' si bien, como 45 por. . Algo similar sucede con menos y -con algunas diferencias- con (multiplicado) por y dividido LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 93 vimos, algo parecido ocurre con otros coordinadores inequívocos (ni ... ni; tanto ... como). 3.1.4.1.2. Los nexos 'distributivos' de carácter disyuntivo. Un segundo tipo de variantes de los nexos coordinantes es el constituido por una serie de coordinadores disyuntivos, de carácter discontinuo que, como el coordinador básico discontinuo o ... o, poseen valor exclusivo: (151) La mayoría de ellos, bien se habían ido, bien estaban durmiendo. (152) Intentaré convencerle, ya sea con argumentos, ya sea sin ellos. (153) Encontraré lo que busco, sea aquí, sea al otro lado del río o en alguna otra parte. Pero lo encontraré. Partículas discontinuas como ya ... ya, sea ... sea, bien ... bien, todas ellas con la posibilidad de cerrar la serie con la forma o: bien ... o, ya ... o etc., junto con formas compuestas de ambas: ya sea ... ya sea, bien sea ... bien sea, o la más arcaica ora ... ora, contituyen un grupo de coordinadores disyuntivos exclusivos caracterizados por remarcar el carácter de alternativa única de la disyunción. Por ello, muchas gramáticas los integran, como si de un grupo aparte se tratase, entre las distributivas que, curiosamente, incluyen también aquellas copulativas asindéticas cuyos miembros presentan ideas contrapuestas y que veremos a continuación. 3.1.4.1.3. Los nexos 'distributivos' de carácter copulativo. Obsérvense los siguientes ejemplos: (154) Recibía con la misma serenidad, bien las alegrías, bien los infortunios. (155) Estos vienen, aquéllos se van. (156) Unos piden, otros ofrecen, otros más observan. (157) Aquí trabajan, allí luchan, allá estudian. (158) En el campo, todo luz, en la ciudad, humos y penumbras. Desde el punto de vista de la coordinación, nada hay de particular, salvo el marcado carácter contrastivo de los miembros coordinados. En (153) se trata del nexo correlativo bien ... bien utilizado ahora no con fines excluyentes, sino asociativos, equivalentes a los de tanto ... como. (154-157), por su parte, son todos ellos casos de 94 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ coordinaciones copulativas asindéticas perfectamente sustituibles por otras sindéticas con y: Estos vienen y aquéllos se van, Unos piden, otros ofrecen y otros más observan, etc. Si las gramáticas han considerado a todas ellas, junto con las descritas en el apdo. 3.1.4.1.2. como pertenecientes a un grupo (las 'distributivas') es por criterios ajenos a la coordinación en sí, y más cercanos al carácter más o menos contrapuesto o enfático de sus miembros. 3.1.4.2. Formas adverbiales con apariencia coordinante. Al lado de las distintas variantes de los coordinadores básicos vistos en el apdo. 3.1.4.1., hay que señalar otros elementos, en particular, frases adverbiales con modificaciones preposicionales, con frecuencia incluidas como coordinadores sintácticamente equivalentes a los básicos. Son partículas como así como, además de o junto con, en secuencias como: (159) Ana, así como Luis, acaba(n) de llegar. (160) Diseñamos la casa, además del jardín. (161) Vimos llegar a Ana junto/juntamente con Raquel. Desde el punto de vista nocional, hay una similitud entre la asociación de un elemento u elementos a otro, de (159-161), y la asociación entre varios elementos jerárquicamente equivalentes de las estructuras coordinadas, pero esta parcial similitud nocional tiene como contrapartida una evidente diferencia estructural. Todos estos elementos constan de 'adverbio + preposición'46 y su estructura, por tanto, es la reflejada en (162): 46 . Aunque la unidad como no suele integrarse en el inventario de las preposiciones del español, no parece que en este caso sea otra cosa que una preposición más. Lo mismo que en contextos como Encontré a Ana como ausente. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (162) frase sustantiva NUCLEO MODIFIC. sustant. frase adverb. NUCLEO adverbio (la) 95 Ana casa Ana MODIFIC frase prep. así como Luis además del jardín junto/juntamente con Raquel El carácter de unidades analizables de así como, además de o junto con parece claro desde el momento en que: (a) los adverbios así, además o juntamente pueden aparecer sin modificación: (163) Ana acaba de llegar así (164) Diseñamos, además, la casa. (165) Vimos llegar, juntamente, a Ana. (b) los sintagmas modificadores pueden anteponerse al núcleo, anteposición que no sería posible si se tratase de un coordinador con su miembro coordinado: (166) Así como Luis, Ana acaba de llegar. (167) Además del jardín, diseñamos la casa. (168) Juntamente con Raquel, vimos llegar a Ana, y (c) los propios sintagmas admiten toda suerte de coordinaciones en su interior, bien del sintagma entero, de las frases preposicionales o de los términos de las mismas: (169) Ana, así como Luis, y así como Raquel, acaba(n) de llegar. (170) Ana, así como Luis y como Raquel, acaba(n) de llegar. (171) Ana, así como Luis y Raquel, acaba(n) de llegar. 96 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Por todo ello, cabe concluir el carácter de estos elementos de modificadores adverbiales con un valor semántico similar (aunque no idéntico) al de las coordinaciones copulativas de acción paralela. 3.1.5. Los coordinadores en español. Recapitulación. Como breve recapitulación a este apartado sobre las características de los coordinadores en español, recordaremos los rasgos fundamentales de los coordinadores básicos, a saber: (a) Copulativos 1. y : coordinador copulativo no-marcado que asocia tanto en con un valor semántico de asociación necesaria como de acción paralela. Puede asociar tanto miembros no-negados como negados y, cuando une unidades integradas en una unidad predicativa con verbo negado, puede expresar la negación de la coordinación. 2. tanto ... como: coordinador copulativo discontinuo que expresa la acción paralela. Puede ser sustituido en todos los casos por y, pero no al revés. No puede emplearse para coordinar cláusulas, pero puede hacerlo con cualquier otra unidad sintáctica de inferior rango (incluida la frase verbal). 3. Neg/ni ... ni: equivalente semánticamente a tanto ... como, salvo por el hecho de que los miembros coordinados han de ser todos negativos. Puede coordinar todo tipo de unidades. (b) Disyuntivos 4. o: expresa la disyunción no-marcada, esto es, interpretable tanto como 'inclusiva' como en sentido 'exclusivo', siendo el contexto el que concrete el valor en cada caso. 5. o ... o: expresa solamente la disyunción exclusiva, y actúa como elemento marcado dentro del par opositivo disyuntivo. Los nexos disyuntivos no sufren variaciones según el tipo de unidad o unidades que coordinen, ni tampoco por el carácter negado o no negado de las mismas. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 97 3.2 Condiciones formales en la coordinación en español. 3.2.1. Unidades coordinables y no coordinables. Aunque no con el número y cualidad de restricciones que se han querido ver durante mucho tiempo, es evidente que la coordinación entre unidades sintácticas tiene unos límites, esto es, no todo es coordinable. Hay coordinaciones posibles y otras francamente imposibles, definiendo como posible o imposible ya no la mayor o menor probabilidad de aparición de las mismas, sino su propia viabilidad sintáctica. El presente apartado se dedicará a describir las compatibilidades y -sobre todo- las incompatibilidades entre las unidades a la hora de coordinarse, tratando, al tiempo, de describir las causas de estas últimas. 3.2.1.1. Las unidades sintácticas superiores. Las unidades sintácticas superiores (estructuras supra-léxicas) son las menos restringidas en este sentido, ya que siempre que la coordinación se integre en una unidad más amplia, no tendrán ningún problema para coordinarse ni entre sí ni unas con otras: (172) Es un producto muy bueno y sin problema alguno. (173) Es importante el comienzo y que todo acabe bien. (174) Sé perfectamente que si empezamos bien todo irá sobre ruedas y que si no, habrá problemas. (175) Dice que vendrá y que le esperemos si tarda. (176) Debes reconocer tu parte de responsabilidad, y que aunque trates de arreglarlo no va a ser fácil. (172) ilustra la posibilidad de coordinar cualesquiera tipo de frases entre sí, siempre que la heterogeneidad semántica entre ellas no haga la coordinación 'extraña' -si bien sintácticamente no la hará 'imposible'. (173-176), por su parte, ilustran diversas coordinaciones entre cláusulas y oraciones y entre éstas y frases. Como puede observarse, la coordinación de cláusulas, oraciones con otras unidades (frases o nombres propios) siempre supone la presencia de un relator (la conjunción que) ante 98 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ aquéllas. Este relator es necesario siempre que una unidad con verbo en forma personal (cláusula, frase verbal) o una oración se integren en construcciones más amplias, y actúa como un 'habilitador' de estas unidades para funcionar dentro de las demás. En casos como éstos, el que posibilita el tratamiento del proceso descrito por la cláusula u oración como algo 'nombrado' y, por consiguiente, clasemáticamente homogéneo con respecto a otros elementos también nombrados. Ello ha llevado a menudo a considerar este que como un conversor de las cláusulas u oraciones en verdaderos 'sustantivos'47. Obviamente, cláusulas, oraciones o unidades verbales, en general, no requieren del relator que cuando se coordinan entre sí y la construcción es independiente: (174b) Si empezamos bien todo irá sobre ruedas, y si no, habrá problemas. (175b) Vendrá y le esperaremos si tarda, lo cual indica que para ser miembro de una coordinación no se exige relator; lo que exige el relator que, por el contrario, es el carácter de unidad funcional, bien de una frase verbal con verbo en forma personal, o una oración, bien de la construcción coordinada de la que éstas son miembros. A este respecto, hay que decir que cuando dos o más unidades verbales coordinadas se integran dentro de otra unidad, el relator puede, en principio, preceder al conjunto o a cada uno de los miembros. Una cláusula como Juan viene, Luis se va y María se queda integrada en otra más amplia pude adoptar las siguientes formas: Antonio quiere que: e, incluso: (a) Juan venga, que Luis se vaya y que María se quede. (b) Juan venga, Luis se vaya y María se quede. (c) Juan venga, Luis se vaya, y que María se quede. No parece posible, por otra parte, la coordinación de unidades con verbo en forma personal, u oraciones, con frases o palabras cuando éstas no están integradas en otra unidad: (173b) *El comienzo y todo acaba bien. (176b) *Tu parte de responsabilidad y aunque trates de arreglarlo no va a ser fácil. 47 . Prefiero decir que el que posibilita la integración de una unidad verbal en otra unidad más amplia (quiero QUE vengas, Ya veo QUE no quieres QUE te acompañe, etc.), pero sin que ello cambie la naturaleza de la unidad, que sigue siendo una frase verbal 'habilitada'. Del mismo modo que considero que un adjetivo como bueno no deja de ser adjetivo cuando se posibilita como 'nombrador' a través de un determinante (el bueno), sino que, simplemente, se le ha dado la función necesaria como para ser utilizado para 'nombrar'. Nótese que la mayoría de los sustantivos también requieren de un determinante para actuar como verdaderos nombradores: *niño acaba de llegar / EL niño acaba de llegar. Para esta cuestión Cfr. Rojo-Jiménez Juliá (1989, pp. 22-23), Jiménez Juliá, 1991a. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 99 La razón de esta imposibilidad se halla, sin duda, en el distinto carácter semántico de una unidad no-predicativa (una frase no-verbal) con una unidad predicativa. Las primeras nombran, las segundas describen procesos. Sólo si habilitamos a las segundas para 'nombrar' el proceso que describen, podremos asociar ambos tipos de unidades, y esto, como acabamos de ver, sólo sucede -a través del relator pertinente- cuando la unidades predicativas están, directa o indirectamente, integradas en construcciones más amplias de carácter no coordinativo. Finalmente, como ya se ha señalado, no hay posibilidad de incluir un relator habilitador de una unidad predicativa coordinada como nombradora, a no ser que funcione como parte de un constituyente que, a su vez, funciona dentro de otro: (173c) *#El comienzo y que todo acabe bien# (176c) *#Tu parte de responsabilidad y que aunque trates de arreglarlo no va a ser fácil#, dado que una unidad que ha perdido su valor de enunciado 48 para convertirse en un 'nombrador' a través del relator que, requiere de un marco más amplio donde integrarse para ser utilizable comunicativamente. Ni más ni menos que las demás unidades no predicativas (palabras, o frases o cláusulas sin verbo en forma personal). Podemos considerar, por tanto, que con las salvedades apuntadas sobre la utilización del relator ante unidades con valor predicativo, las unidades sintácticas pueden coordinarse entre sí sin mayores problemas. 3.2.1.2. Las clases de palabras No ocurre lo mismo cuando los miembros coordinados se refieren a las clases de palabras. Hay clases que, por distintas razones, no se dejan coordinar, frente a otras que permiten que sus miembros se coordinen entre sí. Hay, incluso, casos en que se pueden coordinar palabras de distinta clase, aunque no sea lo más habitual. En las líneas que siguen trataremos de sistematizar los tipos de palabras coordinables y los que no lo son. Dado que la imposibilidad de coordinación se produce en subtipos de palabras, no entre clases generales de unidades sintácticas, iniciaremos este apartado con una clasificación general y operativa de las clases de palabras que nos permita, posteriormente, tener un punto de referencia. 48 . Enunciado es cualquier expresión lingüística con valor predicativo (comunicativo) e independiente. Cfr. Rojo (1978, cap.1, o Rojo- Jiménez Juliá (1989, apdo. 4.2.2.). 100 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (177) CLASES GENERALES DE PALABRAS palabras plenas nombres verbos adverbios caracterizadores y relacionantes proformas sustantivos adjetivos (incluyendo numerales y cuantificadores) determinantes artículos (el ...) indefinidos (un...) demostrativos (este ...) posesivos (mi ...) preposiciones conjunciones pronombres personales tónicos (yo...) personales átonos (me ...) indefinidos y cuantitativos (uno, muchos...) demostrativos (éste ...) interrogativos/exclamativos (qué ...) relativos (que ...) adverbios relativos (donde ...) Naturalmente, la clasificación de (177) requeriría una justificación que ahora no es el momento de dar. Baste decir que solamente pretende destacar aquellas clases de palabras cuyo comportamiento estructural justifica una consideración unitaria (de ahí la integración de numerales y cuantificadores entre los adjetivos), y separar aquellas otras por su rendimiento como miembros coordinados (de ahí que se separen adverbios y pronombres relativos, pero no adverbios relativos e interrogativos), según veremos dentro de un momento49. 3.2.1.2.1. Las clases de palabras no coordinables. En la clasificación mostrada en (177) destacan una serie de unidades por su incapacidad, al menos en principio, de ser miembros de una coordinación. Es el caso, en concreto, de los determinantes, las conjunciones, y entre los pronombres, los personales átonos y los relativos. Aunque podría pensarse en la existencia de un rasgo general que permitiese justificar unitariamente el carácter de 'no-coordinables' de estas unidades, lo cierto es 49 . Cfr. para el tema de las relaciones entre las clases de palabras el interesante trabajo de I. Bosque (1989). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 101 que los motivos que impiden la coordinación en estos casos no son totalmente homogéneos. Se pueden establecer dos grupos, en cada uno de los cuales se dan factores parcialmente distintos a la hora de impedir la normal coordinación de estos subtipos de palabras. Veremos por separado cada uno de ellos. 3.2.1.2.1.1. Restricciones de carácter semántico. Relativos y conjunciones Al establecer las condiciones exigidas a las distintas unidades lingüísticas para poder coordinarse entre sí, habíamos visto que, por encima de la identidad de función sintáctica cuando funcionaban separadamente en ese contexto, la coordinación exige que sus miembros hagan referencia a una misma clase semántica (Cfr. apdo. 2.3.2. supra). No se trata, naturalmente, de negar la importancia de la similitud funcional previa, sino de considerar ésta como habitual consecuencia, a su vez, de un factor más general de tipo semántico. Ya vimos, también, que las clases semánticas a las cuales deben pertenecer los miembros que se coordinan son de tipo general, con rasgos del tipo 'entidad', 'propiedad', 'circunstancia', etc. De lo anterior se deduce que si una unidad lingüística, por una u otra causa, no tiene rasgos semánticos suficientes como para poder entrar en clases específicas, es decir, en conjuntos que tienen rasgos similares y otros diferentes y, por tanto, no encuentra miembros con los que asociarse, esa unidad será no coordinable. Decimos rasgos semánticos suficientes porque, de uno u otro modo, todas las unidades lingüísticas poseen un valor significativo, por muy escaso o dependiente que sea. Pues bien, esta 'falta de elementos con qué coordinarse' es lo que, probablemente, constituye la razón de la 'incoordinabilidad' de dos de las clases de palabras antes mencionadas: los pronombres relativos y las conjunciones. *** Los pronombres relativos ((el) que, quien, (el) cual y el resto posesivo genitivo cuyo) tienen como rasgo semántico más característico su vacío de rasgos intensivos y, como consecuencia, su unicidad referencial. Dicho más sencillamente, como todo pronombre, su valor es puramente deíctico, 'señalador'. Frente a los pronombres personales, además, que tienen un designatum50 claro e independiente del contexto ('yo, tú, él, etc.), los relativos, carecen de diversificación personal, por lo que 50 . La designación es, siguiendo a S. Gutiérrez Ordóñez (1981, pág. 123 y ss.), "la relación que se establece entre un signo y los elementos a los que es asignable", mientras que la denotación es el acto concreto de la referencia (o el propio objeto individual referido). Así, una palabra como hombre tiene como designatum una clase, la de todos los hombres, y como denotatum cada miembro de esta clase al que se alude en cada acto comunicativo concreto en el que se utiliza esta palabra. Los pronombres, en este sentido, también tienen un designatum claro, pero un denotatum sólo establecible en cada acto comunicativo concreto a través del contexto. 102 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ requieren del contexto para referirse a su designatum anafóricamente. Cuando mencionamos un que, un quien o un cual relativo, el antecedente de estos elementos está condicionado por su regente (El hombre que llegó), o, si no hay antecedente expreso, por lo que dicte el contexto (quienes vengan, los que quieran), sin que los elementos en sí tengan capacidad designativa propia. Frente a esto, los pronombres personales están -lógicamente- diversificados, de modo que un yo, un tú o un él son designata inequívocos independientemente del contexto, aunque luego los denotata puedan ser múltiples y sólo el contexto pueda concretarlos. La consecuencia más evidente de esta total dependencia del contexto lingüístico por parte de los pronombres relativos es que una coordinación de ellos -y sólo de ellos- será siempre una coordinación de unidades con un mismo referente; si queremos coordinar los relativos en (178), el resultado será algo como (179): (178) El hombre que llegó y la mujer a quien visitó. (179a) (?) El hombre que y a quien visitó. (178b) (?) El hombre que o a quien visitó. Naturalmente, cualquiera de estas coordinaciones es absurda, pero ahora sólo nos importa destacar la necesaria coincidencia de referente en una posible coordinación de relativos, frente a la perfecta asociación de designata distintos de: (180) Tú, y yo, y ellos formamos un grupo numeroso. Se puede decir, por tanto, que lo que se produce es una falta de condiciones comunicativas para la coordinación de relativos, que explica este rechazo antes que cualquier otra razón. Podemos considerar dos posibilidades teóricas de coordinación de pronombres relativos: (i) la coordinación de dos o más relativos sin preposición alguna,que se interpretarán necesariamente como unirreferenciales y unifuncionales. (179) es un ejemplo de ello. (181) y (182b-c) pueden ser nuevos ejemplos: (181) *Quien y el que venga se alegrará. (182a) Ese es el hombre que conocí y que/el cual me saludó ayer. (182b) *Ese el el hombre que y que/el cual conocí ayer. (182c) *Ese es el hombre que y que/el cual me saludó ayer, lo cual resulta, incluso antes que gramaticalmente inaceptable, comunicativamente absurdo, por redundante. (ii) la coordinación de dos o más relativos caracterizados preposicionalmente. Ello implica que lo que se coordina ya no son meras referencias a una LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 103 entidad, sino aspectos diferentes de una o más entidades. Pero ello también implica que la coordinación ahora ya no se hará entre relativos, en sentido estricto, sino entre frases preposicionales: (183) Ese el el hombre con quien, de quien y para el que vive Luis. (184) Allí va el hombre del que y con el que me río constantemente. (185) Con quien y para quien lo haga no me importa. Visto lo anterior, cabe concluir que la coordinación entre pronombres relativos no es factible, en la práctica, dado que en su aparición 'recta', sin preposición, la uniformidad referencial la hace inviable, y en su aparición 'oblicua', la preposición hace que la posible coordinación ya no sea directamente entre relativos, sino entre frases preposicionales. La coordinación entre relativos y frases preposicionales que los contengan, finalmente, tampoco parece factible: (186) *El hombre que y al que le vio es éste. *** La situación de las conjunciones, sin ser la misma que la de los relativos, tiene en común con ella la poca entidad de la clase semántica que designa en la mayoría de los casos. Conviene distinguir entre las diferentes conjunciones (de relación bipolar, subordinantes -relatores- y coordinantes) por plantear problemas algo diferentes entre sí. (i) Los ejemplos de coordinación de conjunciones de relación bipolar parecen mostrar la absoluta inaceptabilidad de los mismos: (187) *Es un buen chico pero y aunque un poco apagado. (188) *Si y aunque no quieres, acabarás haciéndolo. (187-188) ilustran bien dos de los problemas de estas coordinaciones: o bien son tautológicas, pues hacen referencia a entidades idénticas cuya asociación es similar a la establecida con uno mismo, caso de (187) (y, en los relativos, de (181182)), o bien todo lo contrario, la asociación se produce entre elementos difícilmente conjugables, en este caso, entre una implicación (la condicional) y una asociación de contrarios (la concesión) que, además, determinan distintas relaciones verbales entre las unidades que une cada uno. (ii) Algo parecido vemos en las subordinantes: (189a) *Dice que y si vais a venir. (189b) *Dice que o si vais a venir. 104 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ En (189) se une una conjunción presentadora con otra con valor interrogativo, de modo que una y otra no pueden asociarse a un mismo proceso verbal, ni siquiera como alternativa, ya que en estos casos lo que se esconde es una diferencia de acepción en el propio verbo: (190a) Dice que vais a venir (Dice = afirma). (190b) Dice si vais a venir (Dice = pregunta). Tanto en (i) como en (ii) el problema que impide la coordinación de conjunciones reside en la inexistencia de unidades suficientemente cohesionadas para que su coordinación sea, al tiempo, posible y pertinente. O bien se trata de la asociación de conjunciones excesivamente próximas en su valor, por lo cual la asociación en sí no es relevante (como en (187), o bien se trata de clases demasiado distantes, ya que incluso determinan diferencias en la forma o el valor semántico de los elemento que unen, como en (188) o (189). Veamos qué ocurre en la coordinación. (iii) ¿Existe coordinación de coordinadores? En principio cabe pensar que los problemas de (i) y (ii) se reproducen ahora: bien excesiva proximidad, bien excesiva distancia. Sin embargo, no es difícil encontrar, sobre todo en lenguaje técnico (y siempre en lenguaje escrito), secuencias como: (191) La forma 'cante' tiene un valor de posterioridad y/o de simultaneidad al origen. ¿Qué significa este y/o?, evidentemente, solo una cosa, y u o, esto es, la coordinación disyuntiva inclusiva entre dos coordinadores. Y no se puede decir que esto sea una forma elíptica de otra 'plena'; es simplemente un modo formulario de expresar una alternancia inclusiva entre dos valores relacionales pertenecientes, en sus rasgos más generales, a una clase que se convierte en homogénea por indicar propiedades de una misma entidad: la posesión de los dos rasgos en unos casos ('posterioridad y simultaneidad al origen)', expresada mediante y, y la posesión de uno de los dos, expresada mediante o. La convención según la cual esta asociación de coordinadores nunca se expresa en la lengua oral ni en modo discursivo, esto es, como: (192) *La forma 'cante' tiene un valor de posterioridad y u o de posterioridad, reside, probablemente en su carácter cacofónico y, pese a su rentabilidad, siempre ha sido estilísticamente rechazable. Pero permite vislumbrar que las restricciones en la coordinación de estos elementos no provienen -a diferencia de la de otras conjun- LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 105 ciones- de imposibilidades semánticas intrínsecas, sino de hábitos normativos en los que influyen factores estilísticos o de dificultad de dicción51. 3.2.1.2.1.2.. Restricciones formales: determinantes, modificadores determinativos y pronombres átonos. El segundo grupo de palabras no coordinables está formado por aquellas que, aún teniendo suficiente variedad de unidades dentro de su paradigma, no tienen posibilidad de asociarse coordinativamente. La causa en estos casos hay que buscarla en el comportamiento sintagmático de las unidades, más cercano al de los morfemas en el interior de las palabras que al de unidades propiamente sintácticas. En esta situación encontramos a los determinantes y a los pronombres átonos. Veamos por separado cada uno de ellos. *** Nadie duda de la inaceptabilidad, al menos en español moderno, de las siguientes secuencias52: (193) *Los y tus trabajos son excelentes. (194) *Las y algunas ciudades son muy acogedoras. (195) *Los o estos cuadros serán los que me lleve. (196) *Los y las niñas deben ir juntos. (197) *Algún y aquel hombre quizá nos ayuden. (198) *Tus o algunos amigos míos podrán venir. (199) *Mi y tu trabajo difieren mucho. Esto es, no suele haber posibilidad de coordinación aceptable entre dos determinantes, sean de la misma clase, como en (197) o (199), o de distinta, como en el resto. ¿Por qué no se pueden coordinar los determinantes entre sí? Como ya apuntamos hace un momento, probablemente la explicación más adecuada está en el carácter semimorfológico de las mismas. Un análisis somero de su situación en el sintagma nos revelará que: 51 . S. C. Dik (1968, pág. 275) considera la asociación and/or como un coordinador simple, en concreto, un coordinador disyuntivo inclusivo (el único coordinador disyuntivo inclusivo posible). Para una crítica de esta posición vid. Jiménez Juliá (1986b, apdo. 3). 52 . El rechazo, ya no de la coordinación, sino de la mera combinación entre los distintos determinantes es una característica del castellano moderno, pero no del medieval. En el Poema de Mio Cid leemos a menudo ejemplos como "En la su vezindad non se treven ganar tanto " (v. 567). 106 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (i) pertenecen todos a unidades 'caracterizadas' y tienen una única posibilidad funcional (como los morfemas dentro de las palabras); (ii) son absolutamente rígidos en cuanto a su orden dentro del sintagma, en claro contraste con las palabras 'plenas'; y, finalmente, (iii) salvo en el caso de la determinación más general, la expresada mediante el artículo, todos los demás expresan de este modo 'semimorfológico' contenidos que también pueden ser expresados mediante una modificación sintáctica53 (y, en ese caso, con posibilidades coordinativas); frente a los ejemplos con determinantes (a) tenemos la expresión del mismo contenido mediante modificadores (b): (200a) Mi casa. (200b) La casa mía y tuya. (201a) Esta casa. (201b) Las casas esta y aquella. Ahora bien, si el carácter semimorfológico de los determinantes puede explicar su incapacidad para la coordinación, frente a la posibilidad de coordinar sus contenidos mediante construcciones diferentes, es preciso destacar que estos modificadores, de significado parejo al de los determinantes, tampoco tienen absoluta compatibilidad entre sí54. Existen cuatro categorías semánticas expresadas por los distintos determinantes sintácticos y modificadores determinativos, la determinación general, expresada por el artículo, la mostración, la determinación indefinida y la posesión. Y estas cuatro categorías representan clases semánticas con un régimen de compatibilidades bastante estricto. En concreto: (a) Nunca pueden coexistir dentro de un mismo sintagma más de dos de estas clases: (202) *Las casas estas mías (203) *Estas casas algunas mías , etc. (b) Cuando coexisten dos, solo caben las siguientes combinaciones: 53 . Hay que exceptuar los indefinidos, que normalmente solo actúan como modificadores en expresiones lexicalizadas del tipo persona alguna etc., con el significado de nadie. 54 . Aunque no es ahora el sitio para tratar por extenso la diferencia entre determinantes y modificadores con valor determinativo, daré por sentada dicha diferencia basada en la existencia de oposición entre los determinantes y, consiguientemente, en la ausencia de contraste entre los mismos en un mismo contexto. O, dicho más llanamente, en la incompatibilidad de dos determinantes en el mismo contexto y la consiguiente consideración de modificador determinativo para aquellas unidades (algunos indefinidos, como otro, cuantificadores, numerales) compatibles con determinantes. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 107 (204) artículo + Posesivo: La casa mía Demostrativo: La casa esta Indefinido + Posesivo: Alguna casa mía Demostrativo + Posesivo: Esta casa mía. Cualquier otra combinación da como resultado un choque de clases que, ni con fines expresivos, parece aceptable en español: (205) *La casa alguna (206) *Esta casa alguna (207) *Alguna casa esta etc. (c) El modificador determinativo prenuclear otro(s) es coordinable por su valor contrastivo -y, por tanto, nunca contradictorio- con determinantes mostrativos (este ...) o indefinido general (un(o)), aunque no lo es con aquellos con cuyo contenido no tiene, a priori, un valor contrastivo (208a) Estos y otros niños son los amigos de Luis. (208b) Continuó con lo mismo uno y otro día.55 (208c) *Mis y otros amigos me ayudarán. (208d) *Entre algunas y otras cosas me voy a volver loco. (d) Como consecuencia directa de estas restricciones de coaparición, las clases distintas de valor determinante (entendiendo por 'clase distinta' las cuatro mencionadas arriba) no pueden ser coordinadas entre sí ni siquiera en función modificadora, aunque puedan coordinarse los miembros de cada clase: (209) La casa mía y tuya (210) La casa ésta o esa. (211) Las casas esta y aquella, pero no: (212) *La casa mía y esta. (213) *La casa esta o suya. 55 . Estas coordinaciones entre unidades con comportamientos sintácticos inicialmente distintos pueden considerarse una manifestación más de neutralización sintáctica, en la que los rasgos opositivos de dos funciones sintácticas diferentes se suspenden, actuando como valor funcional pertinente el común a ambos, aquí calificable de 'caracterizador'. Para el tratamiento de este tipo de neutralizaciones sintácticas, vid. Jiménez Juliá, 1991b. 108 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ La explicación semántica56 de estas restricciones entre elementos funcionales similares -aunque a distinto nivel de estructura jerárquica- solo puede residir en una imposibilidad de neutralizar las diferencias existentes entre estas clases de modificadores 'determinativos' y, por tanto, de llegar a la identidad clasemática necesaria para su coordinación. Nótese que, desde el punto de vista sintáctico, tanta diferencia hay entre dos adjetivos como alemán (clasificatorio) y agradable (no-clasificatorio) como entre esta y mía: se trata siempre de modificaciones a distinto nivel jerárquico. Pero mientras es posible eliminar las diferencias en el primer caso, quedándose sólo con lo común (tener una cierta propiedad) y, en consecuencia, llegar a coordinaciones como: (214) El alemán y rubio Gunter, vistas en el apdo. 2.3, no es posible llegar a una caracterización unitaria semejante en los modificadores 'determinativos' y, por tanto, la coordinación entre ellos no es posible. Queda, finalmente, considerar los cuantificadores (mucho, poco, bastante, etc.) y los numerales (que incluyen el cuantificador universal todo). Los cuantificadores se comportan a medio camino entre los adjetivos 'calificativos' y los modificadores con significado determinante, como los que acabamos de ver, si bien con clara tendencia hacia los primeros. Este comportamiento puede condensarse como sigue: (i) no siguen la restricción (a) anterior, pues pueden coexistir con modificador de valor determinante, además de un determinante sintáctico: (215) Las muchas tribulaciones mías. (216) Estas pocas alegrías mías. (217) Unas pocas atenciones tuyas, si bien, como es lógico, no todas las combinaciones resultan adecuadas. (ii) Con respecto al tipo de modificadores con los que puede coexistir en el sintagma, éstos se reducen a los de valor 'caracterizador' (esto es los calificativos) y los posesivos, pero solo puede coordinarse con los primeros: (218a) Muchas casas grandes. (218b) Muchas y grandes casas. 56 . Para una explicación formal tanto de los determinantes (formas apocopadas -átonas- de los modificadores) como de los pronombres átonos, tratados en el próximo apartado, vid. I. Bosque (1987, apdo. 4.). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 109 (219a) Muchos libros tuyos. (219b) *Muchos y tuyos libros/ *libros muchos y tuyos. (220a) *Muchos libros estos. (220b) *Libros estos y muchos. Cabe concluir, pues, que si bien las posibilidades de coordinación acercan cuantificadores y adjetivos 'calificativos', su incompatibilidad con los otros modificadores, de carácter 'determinante' (demostrativos), delata su posesión de un tipo de rasgos clasemáticos similar e incompatible con ellos. Los numerales ordinales (primero, segundo, etc.) se comportan como adjetivos no clasificatorios, mientras que los cardinales tienen un régimen distinto de todos los demás: constituyen una clase aparte, compatible con prácticamente todo en el sintagma, pero no coordinable con ningún otro modificador57: (221) Los dos libros míos. (222) Estos dos libros míos. (223) Tus tres libros. (224) Tres libros tuyos. (225) Los cuatro hombres aquellos. (226) *Los dos y tus libros. (227) *Los tres y estos amigos. (228) *Aquellos y cuatro hombres. A propósito de los numerales, conviene resaltar el hecho de que, frente a lenguas como el inglés, que conserva su numeral singular (one) y su indefinido básico (a) como dos unidades distintas, con régimen diferente (Cfr. the one person in the room; *The a person in the room), el español neutraliza ambos elementos en la unidad un(o), que tiene solamente las características del indefinido. A efectos prácticos puede decirse, pues, que el español carece de numeral singular: (229) Los dos amigos míos (230) *El un amigo mío. Y, finalmente, cabe destacar el papel del cuantificador universal todo(s), como los numerales, no fácilmente coordinable con los demás, pero compatible también con todo, si bien con una distribución distinta (anteposición absoluta) debida a causas de las que no podemos dar cuenta ahora: 57 . Los numerales solo parecen incompatibles con el indefinido alguno (Cfr. *algunos tres niños) o ninguno (Cfr. ningunos estos dos niños). En el primer caso, porque ese papel lo asume el equivalente unos (Cfr. unos tres niños); y, en el segundo, por evidentes razones de incompatibilidad semántica. 110 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (231) Todo el/este/tu/un trabajo (232) *Todos y estos trabajos (233) *Los trabajos todos y tuyos etc. (234) *Todo y cualquier hombre58. Como única conclusión a este variado apartado sobre los determinantes y modificadores determinativos, cabe destacar una vez más el hecho de que la caracterización semántica, como requisito para la coordinación, es previa a cualquier consideración sobre la identidad funcional o de nivel jerárquico, reflejos formales de aquélla que, como tales, suponen una horma excesivamente ancha para explicar lo que es y lo que no es coordinable. *** El carácter semimorfológico de los determinantes se convierte en prácticamente solo morfológico cuando examinamos el comportamiento de los pronombres átonos. Como es sabido, los pronombres átonos romances son uno de los pocos restos que quedan del sistema casual latino y, como tales, tienen un comportamiento más asimilable al de unidades morfemáticas casuales -con un mínimo soporte léxico- que al de elementos sintácticos plenos. En concreto, los pronombres personales átonos: (i) conservan la posición ligada al verbo, habiendo pasado de una inicial tendencia a la posposición a la anteposición propia del español moderno, salvo en el de ciertas zonas, influidas por hablas autóctonas. Son ejemplos de pronombres antepuestos y pospuestos59, (235) Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros (Quijote, I, 1). (236) Limpiolas y aderezolas lo mejor que pudo (Quijote, I, 1), frente a la más actual posición pospuesta: (237) Se le lleno la fantasía de todo quello que leía en los libros. (238) Las limpió y las aderezó lo mejor que pudo. Sobre su inseparabilidad del verbo basta observar lo imposible de: (239) *Le un cuento contaron (Le contaron un cuento). (240) *La llegar vio (La vio llegar), 58 . No se debe confundir el modificador cuantificador universal con las utilizaciones de todo como pronombre, al igual que sucede con los demostrativos. 59 . Para un estudio de las formas y usos de los pronombres personales puede consultarse el capítulo II de M. Alvarez Martínez (1989). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 111 aún cuando en el habla popular de amplias zonas peninsulares es corriente encontrar el clítico se (verdadero morfema de voz media60) incrustado entre el pronombre átono y el verbo: (241) Me se ha olvidado (por Se me ha olvidado). (242) ¿Te se ha perdido algo? (por ¿Se te ha perdido algo?). (ii) Son elementos invariables, sin posibilidad de aceptar marcas de función sintáctica -dado que ya poseen ellas mismas el caso como marca funcional, (243) Ana saludó a Luis nada más llegar. (244) *Ana a le saludó nada más llegar. Por todo ello, no es de extrañar que la coordinación -procedimiento estrictamente sintáctico- sea en estos casos imposible: (245) Ana saludó a Luis y a sus hermanos. (246) *Ana lo y los saludó. (247) Luis trajo un regalo a Ana y a sus hermanas. (248)* Luis le y les trajo un regalo. Pero, una vez más, si los contenidos expresados de este modo se convierten en constituyentes plenamente sintácticos, entonces no habrá ningún problema para su coordinación, incluso con la conservación habitual del pronombre átono que, en este caso, hace referencia, con una sola aparición, al conjunto de los miembros coordinados: (249) Luis le(s) trajo un regalo a Ana, a sus hermanas y a sus primas. (250) A Luis, a sus hermanos y a sus primos los saludó Ana. En el apdo. 3.2.1.2.2.4. volveremos sobre los pronombres átonos a propósito de la coordinación de formas abreviadas. 60 . Vid., en relación con el valor de este se, Cartagena, N, 1972. 112 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 3.2.1.2.2. Clases de palabras coordinables. Una vez vistas las clases de palabras por distintas razones no-coordinables, puede decirse que todas las demás son coordinables, aunque haya restricciones derivadas de su diversidad semántica. Para una mejor descripción del comportamiento de estas clases 'coordinables' podemos establecer tres grupos fundamentales, que incluirán, respectivamente, (a) palabras 'plenas' y pronombres tónicos, (b) preposiciones y (c) adverbios relativos y partículas interrogativas y exclamativas, . 3.2.1.2.2.1. Palabras plenas y pronombres. Las cuatro clases de palabras plenas, a saber, sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios son, como es de esperar, unidades coordinables, aunque no entre sí. Verbos adverbios y nombres se refieren a clases semánticas, de entrada, muy distintas. De hecho estas clases han sido establecidas, aun antes que por sus rasgos formales, por su cualidad significativa61, razón por la que una asociación como la coordinativa, que se basa en la referencia a una misma clase semántica, difícilmente podrá ligar palabras inicialmente destinadas grosso modo a 'procesos, acciones o estados' (verbos), circunstancias (adverbios) y 'entidades y propiedades' (nombres). La inclusión de tanto sustantivos como adjetivos dentro de una sola categoría de 'nombres' responde a que son las entidades inicialmente destinadas a nombrar -por una denominación convencional (niño) o por la alusión a sus propiedades (bueno)- las entidades de la realidad. Pero en español, rara vez estas palabras pueden nombrar algo por sí solas. Salvo en el caso de los nombres propios (Ana, Berlín, Asia), los 'nombres' necesitan, paradójicamente de un habilitador que les de el espaldarazo definitivo como tales nombres. Y este refuerzo es el determinante. Por ello, la capacidad nombradora rara vez se encuentra en los nombres, sino que hay que buscarla en las frases nominales. Si coordinamos el niño y el bueno, no podemos decir que hemos coordinado un sustantivo y un adjetivo, sino dos frases nominales, esto es, dos 'acciones de nombrar'. La coordinación directa de estos dos tipos de 'nombres' es algo francamente difícil en español. Esta difícil coordinación entre adjetivos y sustantivos, por otra parte, permite ver una vez más cómo las razones semánticas se imponen a la identidad de función sintáctica (o, al menos, de situación sintagmática) a la hora de seleccionar los 61 . E. Coseriu considera que esta clasificación corresponde a "modos significativos de las palabras en la actividad lingüística concreta" añadiendo, "A estos modos significativos corresponden, en lenguas determinadas, esquemas formales (...) Por lo tanto, la definición de las categorías sólo puede ser semántica" (1955, págs. 78-79). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 113 miembros de una coordinación. En efecto, desde el punto de vista formal, el español, frente a otras lenguas, como el inglés62, no hace apenas distinción entre adjetivos y sustantivos: en ambos casos se trata de una unidad léxica constituida por 'morfema léxico + morfema de género + morfema de número'. De hecho hay unidades (como americano, trabajador o pendenciero, por poner ejemplos diversos) que sólo pueden ser caracterizadas como adjetivos o sustantivos en contextos específicos, ya que formalmente todos entran dentro de una única categoría formal, la de los 'nombres'. Y como tales, todos pueden recibir directamente, el espaldarazo antes aludido que los consagra como nombradores de designata concretos mediante un determinante: (251) niño (252) bueno el niño. el bueno, esto es, pueden convertirse en nombradores de una referencia exterior, bien por la mención de la clase a la que pertenece (niño), bien por la alusión a alguna propiedad (bueno)63. Pues bien, si tanto adjetivos como sustantivos pueden tener una misma situación sintagmática, más que función, dentro de la frase nominal64, su coordinación sería posible si ésta dependiese de dichos factores: (253) El bueno es Luis, no Ricardo. (254) El niño es Luis, no Ricardo. (255) (?) El bueno y niño es Luis, no Ricardo. Sin embargo no es así. Sólo en contextos muy marcados puede llegar a aceptarse una coordinación como ésta. De lo cual se desprende que las clases de palabras denominadas 'plenas' constituyen, a su vez, clases semánticas de difícil coordinación entre sí. He aquí otros ejemplos: (256) *El proceso ha de ser limpio y rápidamente. (257) *Juan estudia y bueno. (258) *Los estudiantes y constantemente protestaron. 62 . El inglés diferencia sustantivos de adjetivos por la variablidad numérica (A red hat / red hats) frente al español, donde los morfemas numéricos y genéricos son comunes a ambas palabras (Sombrero rojo / sombreros rojos; boina roja / boinas rojas). 63 . La única posibilidad de distinción entre un nombre adjetivo y un nombre sustantivo puede centrarse en la posibilidad de crear nombres neutros por parte de los primeros (lo bueno, lo difícil), y no en los segundos (*lo pared, lo ciudad). De todos modos, la prueba está lejos de arrojar resultados definitivos en la distinción entre ambos tipos de nombre. 64 . Dado que la frase nominal no es una construcción totalmente sintáctica, podrá considerarse que sus posiciones sintagmáticas tampoco tienen todas las características atribuibles a los valores funcionales de las demás contrucciones sintácticas. 114 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Casos de coordinación heterogénea son aquellos en los que se ha podido trascender la diferencia entre las clases y hallar el rasgo común, lo cual es posible ocasionalmente entre entre adjetivos y adverbios: (259) Juan llegó tarde y borracho, y entre sustantivos y adjetivos, cuando los rasgos semánticos de unos y otros no están muy diferenciados, si bien en estos casos en español no se tiene nunca la posibilidad de justificar la existencia de diferencias de clase de palabra: (260) Muchos guerrilleros y valientes resistieron los ataques. *** Los pronombres tónicos (personales, indefinidos y cuantificadores, y demostrativos) tienen como rasgo definitorio (frente a los determinantes) su autonomía como palabras, y sus miembros pueden entrar en relación de coordinación entre sí y con sustantivos. Desde el punto de vista del significado, estos pronombres se centran en la designación de una entidad, bien sea por medio de la identificación personal, por la mayor o menor cercanía al hablante (demostrativos) o por una cuantificación indeterminada (indefinidos). Sus rasgos, por tanto, son aplicables a cualquier entidad contable. En consecuencia, su coordinación con cualquier sustantivo que observe estos rasgos no ofrece ninguna dificultad, salvo la de encontrar sustantivos que, sin ser nombres propios, puedan ser empleados sin una determinación sintáctica previa: (261) Luis y ella no acaban de entenderse. (262) Pedro y aquél hacen un buen duo. (263) En el último viaje conocí dos bonitas ciudades: Pontevedra y otra. Por lo que se refiere a la coordinación de los pronombres entre sí, ésta siempre es posible, en contraste con lo que ocurría con los modificadores 'determinantes'. La razón es clara. Todos ellos son miembros de una misma clase semántica 'determinativa de unidades'. Cuando se coordinan dos modificadores de este tipo, se está atribuyendo a una sola entidad dos o más rasgos distintos de un mismo paradigma, lo cual parece inaceptable: (264) *Los muchos y estos niños. Cuando se coordinan pronombres, en cambio, se nombran entidades diferentes por los rasgos determinantes de cada uno de ellos, y no hay inconveniente, entonces, en que cada uno sea nombrado por un rasgo similar o diferente del de los demás: LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 115 (265) Éstos y nosotros llegaremos lejos. (266) Algunos y tú pensáis que siempre tenéis razón. (267) Éstos y otros fueron los que armaron la gresca. Naturalmente, las coordinaciones son mucho más naturales cuando los pronombres se ven, a su vez, modificados con elementos que pecisan su significación. Frente a la poca naturalidad de los ejemplos (a), los de (b) constituyen secuencias perfectamente esperables: (268a) (?) Estos y muchos llegaron ayer. (268b) Todos estos y muchos más llegaron ayer. (269a) (?) Algunos y aquéllos nos acompañarán. (269b) Algunos de los mencionados y aquéllos de allí nos acompañarán. (270a) (?) Nosotros y algunos saldremos mañana. (270b) Nosotros y algunos más saldremos mañana. Cabe decir, pues, que la coordinación entre palabras plenas y pronombres tónicos tiene como restricciones únicas la diversidad semántica que pueda separar las clases de palabras. Los pronombres, en la medida en que son 'nombradores', pueden coordinarse entre sí y con otros nombradores (nombres propios o frases nominales y, raramente, sustantivos sin nominalizar). Las demás clases, salvo en casos concretos entre adjetivos y adverbios, no suelen poder superar la barrera de sus diferencias. 3.2.1.2.2.2. Las preposiciones. Con las preposiciones se produce una situación singular pero no por eso sorprendente. Una frase preposicional no es sino la conversión en una construcción analítica de una expresión anteriormente sintética. Esto es, de una palabra con flexión de caso (ej. latín amic-i) a una construcción en la que el indicador casual se expresa con una unidad 'exenta' (de(l) amigo). Dadas las características, tanto históricas como sincrónicas, de las frases preposicionales, con un comportamiento, en lo relativo a su unicidad funcional y su rigidez posicional similar a la de los determinantes65 (vid. apdo. 3.2.1.2.2.1. supra), 65 64. Naturalmente no faltan ejemplos célebres de desplazamiento del término de la preposición en el lenguaje literario: al conocido en una de fregar cayó caldera gongorino le sigue el no menos gongorino se desayuntaban las con claras amplias puertas rumorosas de Miguel Hernández (La tragedia de Calixto), pero, además de ser muy marginales dentro de los recursos literarios, estos usos están totalmente ausentes de la lengua hablada y, por tanto, no ponen en entredicho la fundamental rigidez secuencial de los constituyentes de la frase preposicional. 116 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ cabría esperar un resultado similar al de aquellos en cuanto a sus posibilidades coordinantes, es decir, una total imposibilidad de coordinación. Sin embargo, no ocurre así. Las preposiciones pueden coordinarse, y a menudo encontramos secuencias como: (271) El café, ¿con o sin azúcar? (272) Todo por, para y sin el pueblo. (273) El escándalo se produjo sobre y tras el escenario. (274) Se está o con o contra el proyecto, pero no fuera de él. Sin duda la fuerte carga semántica que adquieren las preposiciones hace de ellas elementos perfectamente utilizables como unidades léxicas, pese a sus restricciones sintagmáticas. Por otro lado, la imposibilidad de encontrar de un modo claro y económico los contenidos expresados por ellas en otras unidades (salvo, muy parcialmente, en algunos adverbios, vid. infra en este mismo apdo.) y, por último la posibilidad de hallar en el paradigma preposicional una noción básica general, en el interior de la cual se concentran clases específicas, todo ello hace que su coordinación, bien para asociarlas, bien para presentarlas como alternativas, sea altamente rentable desde el punto de vista expresivo. Lo normal es que las preposiciones se coordinen en 'haces' de la misma clase: (275) Los refrescos vienen ahora con y sin burbujas. (276) Se puede decir que estoy con y contra el proyecto al mismo tiempo. (277) Todas sus acciones son por y para la causa. (278) Los trenes que hacen el trayecto B, desde y hasta Madrid, han sido suspendidos. (279) Es un texto de y en lengua española. (280) Se escondieron sobre, bajo y tras los muebles. Es más raro encontrar coordinación entre preposiciones pertenecientes a haces inicialmente heterogéneos (para/ hasta; con/hasta; sin/según, etc.), si bien todo es cuestión de encontrar el contexto adecuado. La relativa heterogeneidad de para, por y sin encuentra, sin embargo, su contexto adecuado en (272 supra). Por otra parte, el inventario de preposiciones de todas las lenguas muestran un cierto desequilibrio en cuanto a su carga significativa. Unas son más marcadas y, por tanto menos extensas; en español, entre, hasta, o desde están entre ellas. Y otras menos marcadas, con un significado virtual más disperso gracias a sus pocos rasgos intensivos: a, de y, en menor medida, en, quizá sean las preposiciones menos marcadas en español, como prueban ejemplos como: (281) A la una voy a pie a Madrid a comprar un regalo a mi Madre. (282) Este es el cuadro de Felipe IV, de 1635, de Velázquez, del Museo del Prado. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 117 Naturalmente, en contextos específicos todas las preposiciones tienen la misma precisión, pero no así en sus valores virtuales. Pues bien, existe la tendencia en español, cuando es posible la elección, a coordinar aquellas preposiciones con mayor carga semántica virtual frente a las de menor. Así, frente a un poco probable: (283) Los trenes que viajen esta noche de y a Madrid sufriran un retraso de una hora, lo más frecuente es encontrar: (284) Los trenes que viajen esta noche desde y hacia Madrid sufrirán un retraso de una hora. Las preposiciones, finalmente, pueden coordinarse con ciertos adverbios, sobre todo si van seguidos de preposición, cuando unas y otros pertenecen a la misma subclase semántica, sobre todo entre la preposición en y adverbios temporales: (285) La tensión se palpaba antes (de) y en la reunión (= antes (de) y durante),66 lo cual es indicativo de la carga léxica que puede adquirir una preposición -virtual o contextualmente- hasta el punto de hacerla semánticamente equiparable a una palabra plena67. 66 . Puede pensarse que la coordinación se produce entre el adverbio y la frase preposicional (no la preposición), pero no lo creo así. Además, siempre se puede invertir el orden, (en y después (de)), con lo que la interpretación anterior ya sería más difícil de sostener. También cabe plantearse la existencia de elipsis catafórica en el caso de la construcción 'adverbio + preposición', aunque, una vez más no lo creo oportuno. 67 . Naturalmente, las diferencias de estructura sintáctica entre la construcción con preposición y con adverbio subsisten pese a su similitud semántica. Una preposición siempre es parte de una construcción exocéntrica fija. Un adverbio, como antes (de la reunión) es el núcleo de una frase endocéntrica. Pero la diferencia se neutraliza al coordinar ambos elementos, siendo indiferente que antes (de) y en se considere como una coordinación que hace las veces de una preposición o de un adverbio. Lo que se pone en evidencia, en definitiva, es la similitud de clase semántica entre ciertas frases preposicionales y ciertas frases adverbiales. 118 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 3.2.1.2.2.3. Adverbios relativos y partículas interrogativas y exclamativas. La inclusión de los adverbios relativos en un apartado distinto del de los pronombres relativos, y junto a las partículas interrogativas y exclamativas obedece a que, como veremos, supone un agrupamiento más homogéneo en cuanto a su comportamiento en la coordinación. Los adverbios relativos se comportan del mismo modo, en lo que a la coordinación se refiere que los pronombres relativos con preposición. La coordinación en ambos casos hace referencia a dos aspectos de una misma entidad. Así, cuando decimos: (286) Este es el compañero de quien y con quien aprendo muchas cosas. (287) El autor sobre quien y a quien escribo constantemente no es muy conocido, hacemos un tipo de doble alusión similar al que encontramos en las siguientes coordinaciones de adverbios relativos: (288) Las circunstancias donde y cuando se produjo el hecho no están claras. (289) Quisiera saber el lugar y el modo donde y como se llevará a cabo el proyecto. La única diferencia está en que mientras en el caso de los pronombres relativos lo coordinado son, en realidad, frases preposicionales (porque aquéllos no se pueden coordinar, según vimos en el apdo. 3.2.1.2.1.1.), en el de los adverbios relativos la coordinación se realiza directamente sin problemas. Cuando los relativos tienen su antecedente explícito las coordinaciones posibles son sólo entre adverbios, o entre frases preposicionales en cuyo interior se hallan los pronombres. Cuando el antecedente se omite, en cambio, las partículas relativas adquieren la forma de interrogativas, con una autonomía similar a la que tienen los pronombres tónicos vistos en el apdo. 3.2.1.2.2.1.: (290a) Quiero ver el lugar donde nací. (relativa) (290b) Quiero ver dónde nací. (interrogativa indirecta) (291a) Pregúntale el motivo por (el) que viene. (relativa) (291b) Pregúntale por qué viene. (interrogativa indirecta) (292a) Me gustaría saber el modo como lo hizo. (relativa) (292b) Me gustaría saber cómo lo hizo. (interrogativa ind.), con lo cual la coordinación entre ellos se hace mucho más fácil: LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 119 (293) Me gustaría saber dónde, por qué y cómo lo hizo. (294) Dónde, cuándo y quién pintó este cuadro es un misterio, llegando la coordinación a ser posible entre las distintas partículas con valor semántico interrogativo, incluso cuando su valor sintagmático difiere: (295) Quisiera saber si y hasta cuándo puedo quedarme. (296) No sé si ni con qué debo hacerlo. Y del mismo modo se comportan, como cabe esperar, las interrogativas directas: (297) ¿Quién y para qué me ha hecho venir? (298) ¿Dónde o con quién debo ir hoy? (299) ¿Cómo y a quién debo dirigir la instancia? Y otro tanto cabría decir de las partículas exclamativas, considerables a todos los efectos como partículas interrogativas que han perdido su valor de interrogación para utilizarse con fines enfáticos, si no fuera porque en este caso la coordinación es sumamente rara, más que por motivos estructurales por razones comunicativas: no se suelen enlazar motivos de sorpresa como se enlazan aseveraciones o preguntas. Las coordinaciones más habituales en las exclamativas son las que reiteran una misma idea a base de repetir variantes de una misma partícula: (300) ¡Cómo y de qué manera come tu hermano! (301) ¡Hay que ver cuánto y cuánto te quiero!, siendo muy poco esperables, aunque inicialmente lícitas, secuencias como: (302)(?) ¡Cómo y con qué partes las nueces! (303)(?) ¡Quién y con quién acaba de llegar!. No hace falta decir que la coordinación de todas estas patículas, tanto interrogativas como exclamativas, con elementos ajenos a su estatus es sencillamente inaceptable. La siguiente secuencia (por no multiplicar ejemplos) basta para ilustrarlo: (304) *¿Quién y mañana irá de excursión? 120 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 3.2.1.2.2.4. La coordinación de formas abreviadas. Una vez revisado el comportamiento básico de los distintos tipos de palabra a la hora de entablar relaciones de coordinación, podemos finalizar este apartado prestando atención a dos frecuentes y curiosos casos de estructura coordinada, cada uno de ellos con variantes. Se trata del caso de los adverbios en -mente, y prefijos nominales, por una parte, y del de los clíticos, por otra. Veámoslos por separado. *** El primer grupo mencionado puede ser ilustrado mediante (305-306)68: (305) Ana trabaja rádida y diligentemente. (306) La manifestación reunió en un mismo lugar a pro y antiabortistas. Debo empezar diciendo que frente a la consideración de una coordinación de, respectivamente, morfemas léxicos y prefijos69, estamos -a mi juicio- ante una coordinación de palabras, la primera de las cuales se halla parcialmente elíptica. Dos tipos de razón avalan esta creencia: (a) se trata siempre de la coordinación entre dos elementos con una parte idéntica y otra distinta, desapareciendo la parte idéntica de uno de los elementos, más que por razones de economía, para destacar lo diferencial de ambas. Y como veremos en el cap. 4., ese es el mecanismo de la elipsis en todas sus manifestaciones. (b) En segundo lugar, parece difícil encontrar una estructura que dé cuenta de la construcción coordinada en cualquier otro supuesto. Esto es, en anti y proabortistas nos hallamos ante ¿una palabra con morfemas coordinados? ¿dos morfemas exentos y un morfema léxico? La segunda posibilidad parece inviable, pues rompe con la misma noción de morfema como signo mínimo ligado. La primera suscita el problema de la coordinación como mecanismo no sólo sintáctico, sino también morfológico. Pero, si aceptamos tal cosa, ¿por qué sólo se utiliza en estos casos de marcado contraste, y prácticamente nunca con más de dos miembros? Todo parece indicar, pues, que estamos no ante una coordinación de afijos o morfemas léxicos, sino ante una elipsis de elementos comunes restringida a casos como los ilustrados en (305) o (306). En relación con los casos de este tipo habituales en español hay que señalar que, además de los adverbios en -mente, sufijo que se elide de todos los miembros 68 69 . Véase, para el problema que vamos a tratar, el trabajo ya citado de I. Bosque (1987, apdo. 5). . E. Franchini, 1986, 302 opina que lo coordinado son los elementos morfológicos. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 121 coordinados excepto del último, como se ve en (307), este tipo de elipsis siempre se produce entre prefijos de unidades claramente contrastivas, preferentemente con una relación de antonimia, y cuyo contraste se centra, lógicamente, en el afijo no elíptico. Estas unidades son mayoritariamente adjetivos, y, en menor medida, sustantivos: (307) La acción fue desarrollada rápida, limpia y eficazmente. (308) Las cuestiones conflictivas tanto inter como intralingüísticas ocuparon toda la primera jornada. (309) Los problemas de la hiper e hipotensión serán estudiados próximamente. Pero en ningún caso se utiliza este tipo de elipsis con verbos: (310a) *Lo intentó, pero no pudo re ni contenerlo. (310b) *El país ex e importó cantidades similares. *** Un segundo grupo interesante dentro de la coordinación de formas abreviadas, también estudiado por I. Bosque (1987, apdo. 2), es el que trata de las siguientes alternancias: (311a) La observó y estudió con detenimiento. (311b) * Observa y estudiala con detenimiento. (312a) Se alegró y congratuló por ello. (312b *¡Alegra y congratúlate por ello! (313a) Le gusta estudiar e investigar los problemas ambientales. (313b) *Le gusta estudiar e investigarlos. Como se puede observar, los verbos coordinados pueden compartir el pronombre clítico cuando va antepuesto al verbo, pero no cuando va pospuesto. Esto es, comparten pronombres proclíticos, pero no enclíticos. La razón aducida por I. Bosque es que aunque tanto proclíticos como enclíticos tienen un carácter morfológico (esto es, no son unidades sintácticas 'libres')70, los primeros no son afijos en sentido estricto. Los pronombres proclíticos se comporta como elementos que adquieren el estatus léxico de las palabras, pero no su autonomía. Los enclíticos, en cambio, son, a todos los efectos, unidades morfemáticas, aunque puedan tener referentes funcionales. Y dado que la coordinación nunca afecta a unidades morfológicas, los pronombres 70 . El carácter morfológico de los enclíticos es evidente. Los proclíticos, por su parte son "una especie de 'afijos verbales' en cuanto que carecen de acento primario, no pueden ser núcleos sintácticos, no admiten modificadores ni pueden funcionar aislados y están subcategorizados por el SV de forma parecida a los que sucede en los afijos" (Bosque, 1987, pág. 87). 122 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ enclíticos (ejemplos (b), arriba) no pueden se compartidos, a través de un proceso de elipsis, por diversos miembros, frente a lo que ocurre en los ejemplos (a). Consecuencia de ello también es el hecho de que mientras los pronombres enclíticos inciden sobre palabras: (314) Ana quiso volverse a su casa. (315) Nadie pudo hacerlo mejor que él. (316) Tuvo que recordarle que tenía una cita, los pronombres proclíticos inciden habitualmente sobre grupos (o proyecciones) verbales: (317) Ana se quiso volver a su casa. (318) Nadie lo pudo hacer mejor que él. (319) Le tuvo que recordar que tenía una cita. En otros casos la imposibilidad de coordinación afecta también a las formas proclíticas. Observemos los siguientes ejemplos: (320a) Me gustaría que probases o probaseis la tarta. (320b) *Me gustaría que la probases o probaseis. (321a) Se alegró y congratuló. (321b) *Se alegró y alegraron. (322a) Lo debes advertir y amonestar. (322b) *Lo debes y debéis amonestar. ¿Qué es exactamente lo que hace imposible en español las coordinaciones de los ejemplos (b), frente a las demás? Simplemente que lo que se coordina aquí son informaciones flexivas, y esto no es posible en español. En los ejemplos (a) se coordinan dos verbos, con o sin un complemento común. En las de (b), en cambio, tenemos un clítico común y dos morfemas flexivos como únicos elementos. No se coordinan dos informaciones léxicas, sino dos informaciones flexivas, y esto no es posible en español. Del mismo modo que no es posible utilizar morfemas flexivos como base de informaciones contrastivas. Con un ejemplo del propio I. Bosque, ante una pregunta como (323) es inaceptable una respuesta como (324), siendo necesario la especificación léxica de la información (325): (323) ¿Saliste tú o salió ella? (324) *Salí. (325) Salí yo. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 123 3.2.1.3. Unidades coordinables y no-coordinables. Recapitulación. Así como las unidades sintácticas superiores (unidades hipotácticas y paratácticas) son siempre coordinables entre sí y unas con otras -con el requisito de hacer referencia a procesos, situaciones, entidades, etc. clasificables como poseedoras de algún rasgo en común-, las palabras no. Hay clases de palabras cuyos miembros son coordinables entre sí (nombres, verbos, adverbios, pronombres tónicos, preposiciones, partículas interrogativas y exclamativas o adverbios relativos), y otras que no lo son, bien por falta de miembros de su misma clase con qué coordinarse en condiciones adecuadas (pronombres relativos y conjunciones), o por otras restricciones de tipo gramatical (determinantes y pronombres personales átonos). Los tipos de palabras coordinables rara vez cruzan el límite de su propia clase, dándose solamente casos entre adjetivos y adverbios (por neutralización de los rasgos diferenciales de los valores que realizan), caso de: (326) Quiero veros aquí prontito y despejados, o, entre sustantivos y adjetivos, si bien en este caso lo coordinado son siempre palabras no adscribibles inequívocamente a subclases distintas: (327) Los científicos y sabios del país se dieron cita en el simposio. 3.2.2. La concordancia en la coordinación. Cuando la construcción coordinada realiza la función de sujeto de la cláusula, su concordancia con el verbo no ofrece ninguna dificultad: se realiza ad sensum, esto es, teniendo en cuenta el valor significativo de la construcción y no sus rasgos formales. En la coordinación copulativa, la concordancia suele ir casi siempre en plural: (328) Tanto Ana como Luis te ayudarán. (329) Un hombre y una mujer acaban de llegar. (330) Ni tu ni yo sabemos nada de eso. (331) Dos más dos son cuatro. 124 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (332) *Tanto Ana como Luis te ayudará. (333) *Un hombre y una mujer acaba de llegar. (334) *Ni tú ni yo sabes/sé nada de eso. (335) *Dos más dos es cuatro. Como construcción unitaria que és, podría esperarse una concordancia en singular, pero la idea de pluralidad, ligada a la asociación de miembros, determina casi siempre el uso del plural. Digo casi siempre porque hay casos en los que se encuentran coordinaciones copulativas en función de sujeto con el verbo en singular. Esto se produce algunas veces cuando el verbo se expresa antes que su sujeto y, por tanto, la idea de pluralidad sucede a la enunciación del verbo. (336-338) son tan habituales como (339-341) en la lengua hablada, si bien estas últimas son la única opción en la lengua cuidada: (336) Acaba de llegar un hombre y una mujer. (337) No lo hizo ni Ana ni Luis. (338) Te ayudará tanto Ana como Luis. (339) Acaban de llegar un hombre y una mujer. (340) No lo hicieron ni Ana ni Luis. (341) Te ayudarán tanto Ana como Luis. Las coordinadas disyuntivas siguen la misma pauta de concordar 'por el sentido', lo cual hace que, dadas las características de la disyunción, con presentación de alternativas, la concordancia pueda realizarse en singular o en plural: (342) Ana o Luis te ayudará(n). (343) El médico o el practicante te podrá(n) poner la inyección. Como es esperable, la interpretación exclusiva favorece la concordancia en singular, mientras que la inclusiva permite más fácilmente la concordancia en plural. Por eso, cuando la disyunción es solamente exclusiva, el singular se impone casi siempre. (344) es notablemente más habitual que (345): (344) O Ana o Luis te ayudará. (345) O Ana o Luis te ayudarán. Y, como en el caso de las copulativas, la enunciación del verbo antes que su sujeto suele inclinar hacia la concordancia en singular, aunque la interpretación posterior de la coordinación sea inclusiva: (346) es probablemente más usual que (347): LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 125 (346) Te ayudará Ana o Luis. (347) Te ayudarán Ana o Luis. En el caso de la concordancia, por tanto, también la caracterización semántica del grupo coordinado como tal se impone a una regla formal de carácter rígido71. 3.3. Coordinación y modalidad. Desde una perspectiva funcional, la modalidad es el tipo de situación comunicativa que se crea en cada acto de habla, definido, a su vez, por el papel adquirido por los interlocutores. Hay tres modalidades, la declaración, la exhortación y la interrogación. En la primera, el hablante se limita a informar al oyente, sin pretensión de que éste realice ningún acto en respuesta directa a su emisión. La segunda, la exhortación, supone una petición (sea ruego, sea orden) para que el oyente realice algún acto, por lo cual hablante y oyente adquieren los papeles de, respectivamente, 'exhortador' y 'exhortado'. Finalmente, en la interrogación se solicita una respuesta, no factual, sino lingüística; en concreto, solucionar el desconocimiento que el 'interrogador' tiene, bien de una cierta variable (en preguntas parciales, como ¿qué quieres?), bien de la polaridad de la acción verbal (en preguntas totales o polarizadas, como ¿quieres algo?). Al hablar de los requisitos que deben observar los miembros de una coordinación, unos han hecho hincapié en la necesaria identidad de modalidad entre ellos, teniendo en cuenta la diversidad de situaciones que supone cada modalidad. Otros, en cambio, han considerado que el cruce entre modalidades era perfectamente lícito y, por tanto, que la modalidad no era ningún tipo de barrera para la coordinación72. Un análisis objetivo de los datos, sin embargo, permite comprobar que la distinta modalidad de los miembros es una barrera importante para la coordinación que solo puede ser claramente salvada en un caso, siendo los demás ejemplos secuencias en las que lo más razonable es suponer una conexión puramente textual (cohesiva), y no gramatical73. 71 . No hay más que recordar secuencias como Eso son tonterías, y similares, en las que el verbo concuerda, no con el sujeto, sino con la unidad focalizada (Cfr. la muy distinta en significado Eso es tontería). Obsérvese, asimismo, que en la más canónica Esas son tonterías, el foco normalmente recae en el sujeto, lo que indica que -en uno y otro caso- lo que reclama la concordancia verbal es la unidad que centra la atención, más que el sujeto como tal. 72 . E. Franchini, 1986, 278 y ss. opina que se pueden coordinar elementos de cada modalidad en cualquier tipo de combinación. Suyos son los ejemplos que dentro de un momento refutaremos. 73 . En el apartado 3.5. veremos con mayor detalle la diferencia entre conexión textual (cohesiva) y gramatical. 126 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ El único momento en el que puede hablarse de cruce de modalidades con claridad es el que coordina exhortación & declaración: (348) Piensa mal y acertarás. En estos casos, la conexión se da siempre entre una forma verbal imperativa en uso figurado (no se le está pidiendo realmente a nadie que piense mal), y otra en futuro de indicativo y, en principio, solo entre ellas. La razón está en la facilidad con la que una exhortación figurada y una declaración de un acto futuro pueden ser ligados consecutiva o, incluso, condicionalmente. Y ya vimos en el apdo. 3.1.1.4. que la mera conexión copulativa entre elementos clausales, por su necesaria secuencialidad, facilita interpretaciones temporales e incluso con valores causales adversativos y condicionales, según el carácter de los miembros conectados. (348), por tanto, es el modo más económico en la lengua de expresar -por medio de la sugerencia, no de la expresión explícita- conexiones del tipo: (349) Piensa mal, consecuentemente acertarás. (350) Si piensas mal acertarás, etc. No es casual que los proverbios, que buscan la expresividad a través de la economía de medios, encuentren en esta sucesión de exhortación figurada y futuro un rico filón (Dime con quién andas y te diré quién eres, etc.). Todas las demás combinaciones no suponen realmente una conexión gramatical, sino textual. Son cláusulas gramaticalmente independientes que han sido unidas por una marca cohesiva, pero que no representan miembros de una estructura unitaria y abierta y, por tanto, enriquecible con otros de su mismo tipo. Los siguientes ejemplos, todos de E. Franchini, permiten comprobar este carácter: Aseveración & exhortación (351) Diré lo que me parezca y usted haga lo mismo. Exhortación & interrogación (352) Oye, ¿y por qué no metemos estas otras en el agua a refrescar? Interrogación & exhortación (353) ¿Es alguna de éstas? y perdona la indiscreción. Interrogación & declaración LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 127 (354) ¿Ves cuánto te hace sufrir este malvado? Y tan buen muchacho que parecía. Declaración & interrogación (355) Tan buen muchacho que parecía y ¿ves cuánto te hace sufrir? (inversión del ejemplo anterior). 3.4. Coordinaciones lexicalizadas. Dada la gran productividad de la coordinación como mecanismo de composición de expresiones, con su riqueza de acepciones significativas en el caso de las coordinaciones copulativas, no es sorprendente que muchas de éstas adquieran una gran fuerza expresiva y, consiguientemente, tiendan a fijarse en el habla de la gente, resistiendo el paso del tiempo y convirtiéndose en lo que E. Coseriu ha llamado discurso repetido esto es, construcciones que han dejado de ser tales para convertirse, en eso que se llama frase hecha y, a veces, incluso, en palabras individuales. E. Franchini divide muy oportunamente estas coordinaciones, de acuerdo con el mayor o menor grado de integración de sus miembros, según el esquema siguiente74: (356) coord. lexicalizadas 1.con separación ortográfica 2.con fluctuación ortográfica 3.con fusión ortográfica 4.con fusión ortográfica y pérdida del coordinador 1. El primer grupo es el menos evolucionado y, por tanto, el que mejor conserva la construcción como tal. Supone, sin embargo, un conjunto de expresiones cerradas sin posibilidad de recibir nuevos elementos en su interior: a tontas y a locas, de carne y hueso, ni fas ni nefas, a las duras y a las maduras, ni más ni menos, tirios y troyanos, etc. Y, como coordinaciones que han sido fácilmente propagadas, hay cierta tendencia a la rima entre los miembros, a trancas y barrancas, ni arte ni parte, sin ton ni son, etc. 2. El segundo grupo puede considerarse de transición, e ilustrarse con expresiones como de quita y pon, que puede hallarse escrita como quitaipón; o compra y venta, también utilizado con frecuencia en su forma fundida compraventa. 74 . Gran parte de los ejemplos utilizados son, asimismo, del texto de Franchini. 128 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 3. El tercer grupo recoge aquellas formas en las que comienza a perderse la noción de primitiva coordinación, para pasar a ser verdaderos elementos léxicos. Se conserva, sin embargo, en aquellas creaciones destinadas a designar emblemáticamente a equipos deportivos: azulgranas, blanquiazules, verdiblancos etc.) y en casos en los que la forma de los miembros se reconoce claramente: agridulce o altibajo. Pero empieza a desaparecer cuando la coordinación original tiene como miembros elementos distintos a los sustantivos: Cfr. las sumamente expresivas correveidile, vaiven o, incluso, tuiyó. 4. Por último, la pérdida del coordinador hace de las primitivas coordinaciones verdaderas palabras compuestas (como hombre-rana o sacacorchos): sordomudo, aguanieve, etc. Es de destacar, finalmente, el carácter de, bien contraste, bien contigüidad, bien repetición expresiva de una misma idea que tienen estas construcciones coordinativas que acaban lexicalizándose, lo cual no hace sino incidir en el carácter semánticamente homogéneo, en uno u otro sentido, de los miembros de toda coordinación. 3.5. Coordinación sintáctica y cohesión textual. Todo estudio de una lengua, o un aspecto de la misma, que tenga en cuenta su papel como instrumento de interacción social deberá tener muy presente que no hay nada en las lenguas que carezca de un papel dentro del fin general de la comunicación. Y si ésta es posible con una mayor economía de medios, no se utilizarán recursos innecesarios y, por tanto, antieconómicos. Naturalmente, el factor que más contribuye a 'aligerar' las expresiones lingüísticas es, sin duda, el contexto, entendiendo por tal la situación en la que se produce el acto comunicativo, y no sólo las expresiones lingüísticas previas a una secuencia concreta. Toda emisión lingüística tiene un margen de posibles interpretaciones, mayor o menor según casos y lenguas, relegado al conocimiento del contexto en el que se produce. Existen recursos en la lengua que de un modo sistemático, dejan al contexto la responsabilidad de identificar su referente concreto. Piénsese, sin ir más lejos, en los pronombres. Este tipo de elementos lingüísticos, cuyo denotatum solo es identificable a partir del contexto y, en general, todo recurso cuya interpretación se apoya en alguna presuposición, reciben el nombre de recursos cohesivos75. Y uno de los recursos cohesivos es el llamado conjunción. Por conjunción se entiende cualquier 75 . Para un estudio sistemático de los recursos cohesivos, aunque aplicado al inglés, puede consultarse Halliday, M.A.K. & R. Hasan (1976). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 129 recurso destinado a unir el texto y el contexto en el que se emite. A diferencia de las conjunciones gramaticales, la conjunción cohesiva no une elementos lingüísticos, sino una expresión lingüística y una cierta situación en la que están inmersos los interlocutores. Obsérvense los siguientes ejemplos: (357a) Parecía tranquilo pero no podía estarse quieto. (357b) ¡Pero te quieres estar quieto! (358a) Decía que no comía mucho y nos vació la despensa. (358b) ¡Y decía que no comía mucho! Los ejemplos (a) muestran conjunciones gramaticales que unen dos unidades lingüísticas en una construcción bipolar, en el caso de (357), y coordinada, en el caso de (358). Los ejemplos (b), en cambio, no pueden unir dos unidades lingüísticas, obviamente, pues ante ellas no hay nada. Ese pero y ese y tienen como misión introducir la secuencia uniéndola, a través de elementos de un cierto contenido, a la situación que provoca la expresión. Gramaticalmente no son conjunciones, pero tienen una misión textual paralela. Expresiones como no obstante, en consecuencia, ahora bien, con todo, por el contrario, por otra parte, entre otras, y también y o pero, tienen a menudo este tipo de función textual, carente de función gramatical, pese a las tribulaciones de muchos textos para tratar de encontrarles acomodo dentro de sus descripciones gramaticales. S. Gili Gaya, sin duda uno de nuestros gramáticos más lúcidos, resumió admirablemente el papel de estas partículas en el último capítulo de su conocida sintaxis: "Hay casos (...) en que las conjunciones no son ya signo de enlace dentro del período, sino que expresan conexiones mentales que van más allá de la oración (...) En este papel sobresalen las copulativas, las adversativas y más especialmente, las consecutivas, que a causa de la frecuencia con que lo desempeñan son conocidas desde antiguo con los nombres de ilativas y continuativas. Tales conjunciones son el signo más visible de enlace extraoracional. Abundan en la lengua literaria, y algunas (sin embargo, no obstante, por consiguiente, luego) son exclusivas del habla culta; pero otras (pues, conque) se usan comúnmente en el habla popular. La continuidad del discurso, y a la vez la transición a otro miembro del mismo, tienen su signo gramatical en tales conjunciones y en numerosas frases conjuntivas como pues bien, ahora bien, por el contrario, (...) las cuales pueden preceder al nuevo miembro seguidas de pausa (coma o dos puntos), o intercalarse en él entre comas, a manera de incisos que establecen un nexo de continuidad, contraste o distribución en el sentido general del razonamiento. En el habla afectiva ciertas interjecciones y frases exclamativas que se completan, apoyan o contraponen entre sí, pueden desempeñar el mismo papel, junto a las transiciones marcadas por la entonación." (Gili Gaya, 1943, & 251). La larga cita queda justificada por su propia claridad. 130 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Y ahora puede quedar justificada, a su vez, nuestra reticencia, en el apdo. 3.3., a considerar la existencia de coordinación entre elementos de distinta modalidad. Una persona puede enlazar en el texto una orden y una pregunta. Y utilizar entre ambas una conjunción. Pero lo que realmente está enlazando es el segundo miembro con la idea que ha quedado en los interlocutores tras la emisión del primer miembro de su expresión, y no dos miembros coordinados. En (352), repetido ahora como (359): (359) Oye, ¿y por qué no metemos estas otras en el agua a refrescar? difícilmente puede considerarse el y más que como una conjunción cohesiva, extraoracional, en términos de Gili Gaya. Es cierto que decidir cuándo una cierta partícula es gramatical y cuándo es cohesiva puede ser un tanto subjetivo. Pero subjetivo no tiene por qué significar arbitrario, sino fundamentado en nuestro conocimiento de lo que implica una construcción gramatical y su diferencia con un texto, bien cohesionado, pero gramaticalmente inconexo. Si todos reconocemos que un texto como: - ¡Lola! - ¿Qué? - Me da mucha vergüenza. - ¿Es que todavía te queda algo? - ¿De qué? - De vergüenza.76 es un texto bien cohesionado cuyas partes, sin embargo, no están gramaticalmente trabadas, podremos también distinguir un y coordinador de un y cohesivo. 76 . M. Delibes, El camino, ed. Destino, Barcelona, 1970 (novena edición), pág. 75. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 131 3.6. Recapitulación. Las características específicas de la coordinación en español se centran, como es obvio, en el modo como se manifiesta la construcción coordinativa. Más concretamente, por (i) los valores y acepciones semánticas expresables a través de sus coordinadores, y (ii) las peculiaridades formales que envuelven el uso de la coordinación. Con respecto a (i), el español continúa las posibilidades coordinantes heredadas y comunes a las lenguas indoeuropeas, con la unión copulativa y disyuntiva como valores básicos y con acepciones variadas de cada una de ellas, si bien existen comportamientos autóctonos tanto dentro del inventario concreto de coordinadores como de los miembros coordinados, en particular en el terreno de la negación. En relación con (ii), se destacan las posibilidades combinatorias de las unidades léxicas en español, así como otras repercusiones formales (concordancias o lexicalizaciones). Las posibilidades combinatorias de las unidades sintácticas son abiertas, con ciertas restricciones sobre la forma de las unidades predicativas (con verbo en forma personal) cuando la construcción va integrada en otra más amplia. Las distintas clases de palabras, por su parte, tienen muchas más restricciones para su coordinación, incluso en el interior de una misma clase, pudiéndose hacer una división entre clases cuyos miembros son coordinables y clases cuyos miembros no lo son. AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS El tema de la coordinación en español no ha sido exhaustivamente tratado en las gramáticas tradicionales, por lo que no se suele encontrar en ellas tanta información como sobre otros temas. Como visión general de los problemas específicos del español, el texto más completo al que en este momento se puede echar mano es el de E. Franchini (1986, cap. VI), pues, pese a tener fines fundamentalmente teóricos, contiene una notable descripción. Su estudio, sin embargo, se concentra en las coordinadas copulativas. Sobre aspectos concretos existen textos diversos que pueden ayudar a profundizar en lo visto aquí. Sobre clasificación de coordinadores, Barrenechea (1972) ofrece una visión general. Coseriu (1968) compara los coordinadores castellanos con sus antecedentes latinos. M. Fornés (1988) hace un estudio sobre las variantes de la llamada coordinación distributiva en español. J. Camacho Camacho (1990) hace interesantes anotaciones al uso de los nexos disyuntivos. Las estructuras adversativas en español, aquí excluidas de entre las coordinadas, pero tradicionalmente incluidas entre ellas, son exhaustivamente estudiadas en Acín (1993). En I. Bosque (1984) se 132 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ encuentra el origen de muchas de nuestras consideraciones sobre las negaciones correctivas y en el mismo I. Bosque (1987), se puede ver un interesante acercamiento a la coordinación de formas átonas. Finalmente, Jiménez Juliá (1984) y (1986b) toca con mayor detalle la caracterización de los conectores copulativos de miembros negados y los disyuntivos, respectivamente. 4.LA ELIPSIS EN LA COORDINACIÓN 4.1. Omisión de constituyentes sintácticos y elipsis*. Antes de tratar la elipsis en la coordinación conviene aclarar qué vamos a entender por tal y, por consiguiente, también qué vamos a considerar como ajeno a dicho concepto. Por texto elíptico se ha entendido cualquier tipo de omisión de información, más o menos evidente, que sea recuperable lingüísticamente. Con una definición tan amplia podrían considerarse casos de elipsis todos los siguientes: I. (1) Pepe estudia ruso, y Ana ∅ chino. (∅ = estudia) (2) A mi me gusta el cine y a ti no ∅. (∅ = te gusta el cine) II. (3) Traje güisqui, y ∅ escocés. (∅ = güisqui) (4) Pepe compró ∅ y Ana pagó la casa. (∅ = la casa de la colina). III (5) Escribí ∅ a mi madre. (∅ = una carta) (6) ¡Ý un café, por favor! (∅ = deme/ tráigame ...) IV. (7) Pedro fue visto ayer ∅. (∅ = por ... ) V (8) ¿Has visto al ∅ del cuarto? (∅ = vecino) Los ocho ejemplos anteriores, ya distribuidos en cinco grupos, han sido tratados a menudo como elípticos, dada la información omitida en los mismos. Parece obvio, sin embargo, que la naturaleza de las omisiones en cada uno de estos grupos es bastante diferente. A.L. Thomas (1978) estableció una distinción tan clara como oportuna entre elipsis, elisión y no realización. De acuerdo con sus términos, la elipsis es la opción comunicativa de omitir de una secuencia parte de su información, recuperable con exactitud del contexto linguístico, a costa de dejar la expresión estructuralmente truncada. La elisión será la omisión de cierta información recuperable, no necesariamente de una única forma, gracias a nuestro conocimiento de los usos convencionales de la lengua. La no realización, por último, será la mera ausen * * Una versión de los apdos. 4.1., 4.2. y 4.3.4 del presente capítulo fue previamente publicada como Jiménez Juliá, 1991a. 134 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ cia de información, posible, pero no estructuralmente necesaria, dentro de una cierta secuencia. Más concretamente, la elipsis es aquel tipo de omisión en el que se observan los siguientes rasgos (Cfr., por ejemplo, K. Kato, 1986): (a) La información omitida puede recuperarse con precisión. (b) La construcción elíptica está truncada gramaticalmente. (c) La recuperación del elemento omitido no altera el significado de la construcción elíptica. (d) La información omitida es recuperable del contexto lingüístico, y no a partir de conocimientos meramente situacionales o por convenciones del hablar. (e) La información omitida es una copia exacta, en sus rasgos sintácticos, de la que le sirve como antecedente. A éstos cabe añadir que la realización de una secuencia elíptica va regularmente precedida de una pausa, que la separa de la secuencia entera que le sirve de fuente de recuperación. Utilizando los términos de Thomas hace un momento definidos, podremos hablar de elipsis cuando se den las cinco características anteriores, de elisión cuando se den solamente las características (b) y (c), y, finalmente, de no realización, cuando, en sentido estricto, no se encuentre ninguna de ellas. De los ejemplos anteriores, los contenidos en los grupos I y II responden a la definición de elipsis antes vista. III, por su parte, contiene dos ejemplos distintos de elisión, convencional en el caso de (5), y situacional en el de (6) 77; la construcción, en estos casos, está 'truncada' gramaticalmente (rasgo (b)), y una posible introducción de la información omitida no alteraría su valor semántico (rasgo (c)), pero dicha información se recupera gracias a nuestro conocimiento del contexto situacional, no del contexto lingüístico previo. Secuencias como (9-11), en caso de que aceptemos su carácter 'truncado' desde el punto de vista estructural, supondrían similiares omisiones (elisisivas, no elípticas) de una información convencional y/o situacionalmente recuperable, pero no derivable necesariamente de un contexto lingüístico precedente. Ello hace también que, en estos casos, el carácter concreto de la información omitida pueda ser muy variado. En (9) se sobrentiende una hora determinada; en (10) una carta o, al menos, algo que se envía, y no otra cosa (un poema o una novela). Finalmente, en (11), algo como ¿tienen sus ...?, ¿Podrían mostrarme sus ...? etc. (9) Iré a menos cuarto 77 . Aunque el límite entre la elisión convencional y la situacional no está siempre claro, podemos llamar elisión convencional a aquélla que se produce independientemente del contexto situacional. ¡Gracias!, en caso de suponerse algún tipo de elisión, sería convencional, pues su uso no está restringido a contextos concretos, sino que representa una fórmula para una expresión determinada; ¡Un café!, en cambio, está limitado a situaciones concretas (una petición en un bar, por ejemplo), y fuera de ellas nos puede utilizarse. Para estas distinciones vid. Thomas (1978). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 135 (10) Escribí a mi madre (11) ¿Billetes? IV pertenece a esa clase de construcciones en ocasiones erróneamente consideradas como elípticas pero, en realidad, perfectamente completas desde el punto de vista gramatical. El hecho de que en un momento dado no se especifique una información posible -e, incluso, habitual- no implica que ésta esté elíptica. Tampoco implica, por supuesto, que haya sido 'convencionalmente' elidida sino, simplemente, que no se ha comunicado. En este sentido, la no-realización tiene como rasgo fundamental que la separa, tanto de la elipsis como de la elisión, la ausencia de defecto gramatical en su estructura. Finalmente, V no puede considerarse ni siquiera no-realización, como veremos dentro de un momento. Es una secuencia semánticamente completa, aunque expresable con otros términos, en principio, más caracterizadores. De acuerdo con lo dicho, podemos reproducir los ejemplos anteriores, con las etiquetas apropiadas a los procesos contenidos en cada uno de ellos, en un cuadro como (12): (12) Verbal ELIPSIS Nominal ELISIÓN (1) Pepe estudia ruso y Ana ∅ chino (2) A mí me gustan el cine, y a ti ∅ no (3) Traje güisqui, y ∅ escocés (4) Pepe compró ∅ y Ana pagó la casa Convencional (5) Escribí ∅ a mi madre Situacional: (6) ¡ ∅ un café! NO REALIZACION AUSENCIA DE OMISION SEMANTICA (7) Pedro fue visto ayer. (8) ¿Has visto al del cuarto? 136 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 4.2. La elipsis. Algunas cuestiones teóricas. 4.2.1. Elipsis vs. elisión. La diferencia entre elipsis y elisión, tal como se ha definido arriba, es crucial, por cuanto permite distinguir los vacíos de constituyentes sintácticos concretos previamente mencionados (elipsis), de la ausencia de información cuya expresión explícita se ha hecho innecesaria por convenciones del hablar, ya sean éstas generalizadas (elisión convencional) o adscritas a situaciones concretas (elisión situacional). De ellas, sólo la elipsis es susceptible de consideración gramatical en sentido estricto, porque sólo en ella se trata de un constituyente concreto e identificable, y no de una idea general manifestable de diversos modos. Por decirlo en palabras de M.A.K. Halliday & R. Hasan (1976, 142): "language does not function in isolation; it functions as a text, in actual situations of use. There is always a great deal more evidence available to the hearer for interpreting a sentence than is contained in the sentence itself. However, it is important here to distinguish between two different kinds of evidence from which we may (..) 'supply' what is left unsaid. Only one of these is associated with ellipsis: that where there is some presupposition, in the structure, of what is to be supplied". Hay que reconocer, en honor a la verdad, que la importancia de esta distinción ha sido intuida por la mayoría de los que se han aproximado al fenómeno de la elipsis con unos u otros fines, si bien lo normal siempre ha sido considerar ambos tipos de omisión como variantes del fenómeno de la elipsis, sin hacer diferencias en el estatus de cada una dentro de la descripción gramatical. O. Jespersen fue de los pocos que se acercó a una separación de estatus entre una y otra omisión, al hablar de suppression como "what he (the speaker) does not give, though he might have given it" (1924, 309), como en el caso de "(I shall) see you again this afternoon", y de ellipsis, como la omisión de un constituyente concreto y estructuralmente necesario (id. 307), caso de he is rich, but his brother is not (rich). La diferencia es importante, aunque Jespersen no profundice en ella, ya que supone separar un fenómeno sintáctico (ellipsis) de otro que cruza todas las divisiones de la descripción lingüística: existe suppression en composiciones léxicas como home life, en expresiones con aféresis del tipo (Good) Morning o (I'm a)fraid not, o en exclamaciones de deseo del tipo ¡Quién le diera! (ej. del autor), caracterizadas por la ausencia de parte esencial de lo comunicado por ser recuperado por el contexto situacional (Cfr. id., 310-311). Otros autores simplemente aluden a distintas fuentes de recuperación de los elementos LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 137 elípticos sin ver en ello diferencias gramaticales básicas. Es el caso de R. Quirk et al. (1972, 538 y ss.), y su ellipsis dependent / not dependent on linguistic context78, de M.A.K. Halliday & R. Hasan (1976, 143 y ss.) que hablan de endophoric y exophoric ellipsis, o de E. Franchini (1986, 327), que igualmente habla de elipsis derivada del contexto lingüístico o del contexto situacional, por citar autores cuyo tratamiento del fenómeno es más amplio de lo habitual. Desde nuestra perspectiva, como se ha señalado ya, el mero reconocimiento de las diversas 'fuentes de recuperación' de los elementos omitidos no es suficiente para un adecuado tratamiento gramatical de las secuencias estructuralmente incompletas -o susceptibles de considerarse así-, ya que mientras lo definido como 'elipsis' es un fenómeno que debe necesariamente ser tenido en cuenta en el análisis sintáctico, la elisión escapa a cualquier tratamiento sistemático. 4.2.2. Elipsis vs. no realización. Un acercamiento inicial a la diferencia entre estos dos términos nos permitirá ver que la elipsis está ligada a los elementos nucleares, esto es, estructuralmente obligatorios, dentro de una unidad sintáctica dada, mientras que la no realización se refiere siempre a elementos optativos o circunstanciales. En efecto, el requerimiento de que toda secuencia elíptica debe manifestarse como defectiva tiene como consecuencia que solo podrán considerarse necesariamente elípticos aquellos constituyentes nucleares (o imprescindibles, como el predicado de una cláusula) ausentes de una secuencia dada, pues son éstos los únicos que pueden asegurar el carácter defectivo de dicha secuencia. Los constituyentes no nucleares serán interpretados como elípticos o como no realizados en función del contexto. Con un ejemplo sencillo podemos ilustrar lo anterior. En (13-16), (13) Ana estudia Hispánicas en Santiago, y Luis ∅ en Oviedo. (14) Ana estudia en Santiago Hispánicas, y Luis ∅ en Oviedo. (15) Ana estudia Hispánicas en Santiago, y Luis ∅ Medicina. (16) Ana estudia en Santiago Hispánicas, y Luis ∅ Medicina. 78 . Quirk et al. (1972) también hablan de weak y strict ellipsis. Esta última se produce "only if they (words) are uniquely recoverable, ie there is no doubt as to what words are to be suplied, and it is possible to add the recovered words to the sentence" (p. 538). Weak ellipsis, supone, en cambio, la omisión de un paradigma, no de un elemento concreto, como en "(Although/ Even though/Though)(he was) tired, he kept on working" (p. 540). Los autores no hacen coincidir esta elipsis 'débil' con la dependiente de un contexto no lingüístico, con lo cual, a la hora de las identificaciones, tendríamos que decir que grosso modo lo aquí definido como elipsis sería su strict ellipsis, mientras que la elisión abarcaría su weak ellipsis y todas aquellas de origen no lingüístico. 138 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ donde los elementos considerables, en principio, como 'nucleares', esto es, necesarios para completar el sentido del verbo, se han destacado en cursiva, quedando el 'circunstancial' en Santiago como elemento funcional no nuclear, todos los constituyentes nucleares omitidos en la segunda cláusula serán necesariamente interpolados, mientras que el no nuclear podrá serlo o no, todo ello independientemente del orden de los constituyentes. Esto es, la interpretación de esta segunda cláusula será, en cada uno de los casos, como sigue: (13') ... y Luis (estudia Hispánicas) en Oviedo. (14') ... y Luis (estudia) en Oviedo (Hispánicas). (15') ... y Luis (estudia) Medicina ¿en Santiago? (16') ... y Luis (estudia) ¿en Santiago? Medicina. Y aunque el paralelismo esperado en este tipo de estructuras lleve a considerar habitualmente que todo lo presente en la primera cláusula y ausente en la segunda (y restantes) coordinada(s) debe ser interpolado dentro de éstas, lo cierto es que con (15) y (16) podemos referirnos a que Luis estudia en algún otro sitio distinto de Santiago. Sin embargo, no podemos considerar en (13) o (14) que estudie algo distinto de Hispánicas, ni siquiera que se esté expresando el hecho de que estudia, sin especificación de qué79. Toda elipsis, pues, implica a los elementos nucleares dentro de la estructura sintáctica de la que se trate, pudiendo arrastrar con ellos, o no, elementos no nucleares, tales como los complementos circunstanciales y similares. La no realización, en cambio, nunca implica este tipo de elementos ya que incluso en casos donde puede parecer que se omite un constituyente nuclear como el complemento directo en (17), en realidad se trata de la inexistencia de tal constituyente, por ser ésta una realización intransitiva de un verbo que también puede realizarse transitivamente. La cuestión de 'qué come Ana' en (17) es un caso claro de no realización. La secuencia puede ser más o menos incompleta desde el punto de vista del oyente curioso (indeterminada, en términos de S. Gutiérrez, 1981), pero no elíptica. (17) Ana come siempre en un restaurante de lujo. Elipsis y no realización pueden, por tanto, considerarse ligados inicialmente a, respectivamente, constituyentes nucleares y opcionales, si bien, como se acaba de ver, en estructuras paralelas como las de (13-16) estos últimos también pueden ser interpretados -con carácter no obligatorio- como elípticos. 79 . Thomas también incide en este punto: "The difference between ellipsis and no realization lies in the difference between obligatory and optional elements and our structural description will reflect this point" (Thomas, 1978, 52). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 139 4.2.3. Las estructuras elípticas como variantes de las estructuras no elípticas. Una cuestión importante a la hora de situar las estructuras elípticas (así como las elisiones) en la descripción gramatical es la de su estatus o, más exactamente, su relación con las estructuras no elípticas de las que son sinónimas. La influencia de la gramática transformacional ha hecho que este tipo de construcciones se considerase, en principio, como derivadas transformacionalmente de aquellas en las que lo omitido se expresaba abiertamente o, dicho con ejemplos, se consideraba que (18) era una derivación transformacional (de algún tipo) de (19): (18) Ana estudia Hispánicas y Luis ∅ Medicina. (19) Ana estudia Hispánicas y Luis estudia Medicina. Dicha derivación supone un proceso que se daría de algún modo en el acto expresivo. Desde nuestra perspectiva, sin embargo, no existe tal derivación ni tal proceso de 'supresión' (deletion) de algo 'previamente' existente. Tal cosa supondría la existencia de estructuras sintácticas truncadas perceptibles y comprensibles como tales por los oyentes y eso, desde una perspectiva comunicativa, es inaceptable. El hablante nunca percibe estructuras sintácticas truncadas, sino estructuras sintácticas completas, parte de cuyos constituyentes puede no estar abiertamente expresada por ser inferible directamente del contexto80. Las estructuras elípticas no son, pues, derivaciones, sino simplemente variantes enfáticas (e, indirectamente, económicas) de las estructuras plenas, realizadas de acuerdo con unas determinadas normas, en cierta medida particulares para cada lengua. O, dicho de otro modo, la agilidad y economía comunicativa, así como la voluntad de destacar los aspectos no comunes en estructuras paralelas, aconsejan prescindir de ciertos elementos contextualmente recuperables, sin que ello implique la existencia de un proceso de eliminación de constituyentes inicialmente presentes en una estructura 'primaria' o completa81. Por otra parte, estas 80 81 . Thomas (1978, 59) considera igualmente que "We do not perceive incomplete syntactic structures; we perceive complete syntactic structures which may or may not require semantic 'filling' from the context". 5. Una vez más, Thomas (1978, 59-60) considera que la 'supresión' no tiene sentido en ninguno de los tres niveles de descripción estructural de la cláusula (sintáctico, semántico y manifestación): "It is difficult to see what can be said to be deleted, for example, from the elliptical sentence He might ∅. Semantically speaking, nothing is deleted; a contextually available element is simply made use of. Syntactically speaking, it is our assigning of a three-part structure to He might ∅ that allow us to relate the sentence to the appropriate element in the context; the strutural slot is not, then, deleted. At the level of overt manifestation, nothing is deleted as, being unnecesary in the context, no overt manifestation ever existed (...). In our description, then, everything is either potential or actual; nothing is derived. This, hopefully, reflects the way in which sentences are produced by speakers and interpreted by listeners". 140 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ omisiones, cuya finalidad es una mayor agilidad comunicativa, están sintácticamente reguladas en cada lengua, como lo demuestra el hecho de que no todo lo repetido se puede omitir, o que lo omisible no coincide en las distintas lenguas. La descripción de las estructuras elípticas, por lo tanto, es tan necesaria como la de sus estructuras plenas si lo que queremos es dar una imagen real de las formas de expresarse de los hablantes y de las normas que rigen la construcción de las expresiones lingüísticas. 4.2.4. Estructuras elípticas y estructuras completas. Una de las características más importantes para la justificación de la elipsis como recurso de descripción gramatical es la condición (b) señalada en el apdo 4.1., a saber, que el carácter truncado de la secuencia sea evidente y probado. En esto han hecho hincapié todos aquellos que se han preocupado del problema con cierta seriedad; Jespersen, por ejemplo, advertía que "grammarians should always be wary in admitting ellipses except where they are absolutely necessary and where there can be no doubt as to what is understood" (1924, 307). Halliday & Hasan, con el sentido común que les caracteriza, afirman: "When we talk of ellipsis, we are not referring to any and every instance in which there is some information that the speaker has to supply from his own evidence. That would apply to practically every sentence that is ever spoken or written, and would be of no help in explaining the nature of a text. We are referring to sentences, clauses, etc. whose structure is such as to presuppose some preceding item, which then serves as the source of the missing information. An elliptical item is one which, as it were, leaves specific structural slots to be filled from elsewhere" (1976, 143). Y, por supuesto, en lo mismo insiste Thomas, para quien "When describing sentences, it seems desirable to make our structural description as short, not as long, as possible, without omitting any important features of the sentences from our description. E. Franchini (1986, 315), por su parte, expresa en términos sumamente claros una idea similar. Otros autores asumen implícitamente estos presupuestos, con mayor o menor claridad según los casos; así se deduce en Quirk et al. (1972), quienes consideran que la elipsis es un "purely surface phenomenon" (p. 536), o, probablemente, Huddleston (1984), cuya afirmación de que "The analysis of elliptical constructions is derivative from that of corresponding nonelliptical ones" (p.284) debe ser interpretado -por lo que se deduce de su tratamiento del fenómeno- como una afirmación de la identidad estructural entre ambos tipos de secuencias, y no como un proceso transformacional. Y en esta misma línea debe situarse el breve, pero excelente parágrafo dedicado al tema por S. Gili Gaya (1943, & 252). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 141 We are obliged to recognize our ellipsis as part of a sentence's make up, for the sentence is not even minimally interpretable without its recognition" (1978, 52). De una u otra forma, todos inciden en la necesidad de la justificación estructural de la elipsis para que no se convierta en un instrumento hiperutilizado y, por consiguiente, inútil. Así estructuras como (20-21) no podrán considerarse elípticas pese a que existe la posibilidad de interpolar elementos, recogidos del texto precedente, que no alterarían su sentido. Dicha inconveniencia se basa en que, para que se pueda hablar de elipsis en una secuencia dada, no es suficiente dicha posibilidad de interpolación, sino que se requiere su necesidad para no romper las exigencias gramaticales del tipo de unidad del que se trate (la oración, la cláusula, la frase). (20) y (21) no son, de ningún modo, secuencias truncadas gramaticalmente sino, por el contrario, perfectamente completas. Su estructura, mostrada en (24) y (25), no muestra ningún 'hueco'. Por ello, podrán ser sinónimas de, respectivamente, (22) y (23), pero no constituyen sus variantes 'elípticas'. Son, simplemente, variantes significativas en todos los casos no elípticas82. (20) Era fuerte y animoso. (21) Lo hizo Ana o Luis. (22) Era fuerte y era animoso. (23) Lo hizo Ana o lo hizo Luis. (24) SUJETO estructura copulativa PREDIC. COP. verbo ∅ 82 Era PREDICATIVO estructura coordinada MIEMBRO & MIEMBRO adjetivo conj. adjetivo fuerte y animoso . Nótese que estas estructuras, con repetición de elementos y sin repetición, no siempre tienen que ser sinónimas. En El pintor de Huesca y el pintor de Jaca se habla de dos pintores. En El pintor de Huesca y el de Jaca, no tienen que ser necesariamente dos pintores; puede tratarse de un pintor (de Huesca) y un natural de Jaca. 142 (25) TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ cláusula PREDICADO fv CDIR. NÚCLEO SUJETO estructura coordinada MIEMBRO & MIEMBRO pron verbo sust. conj. sust. Lo hizo Ana o Luis 4.2.5. Estructuras elípticas y frases nominales. Por la misma razón, no parece conveniente que secuencias como (8) deban considerarse elípticas pese a la aparente evidencia de la posible interpolación de una unidad concreta del contexto lingüístico precedente. Como tampoco creo que se deba considerar que hay elipsis en casos como (26-28), pese a la claridad de la posible interpolación, (26) Las buenas intenciones y las no tan buenas (27) Las cosas de este mundo y las de los otros (28) Aquí están las bebidas alcohólicas y las sin alcohol, pues, aunque parece evidente que los sintagmas las no tan buenas, las de los otros o las sin alcohol hacen referencia a, respectivamente, intenciones, cosas y bebidas, ello no implica la necesidad de suponer que estos elementos son realmente 'parte de la estructura' de estos sintagmas, ya que (i) no son más que frases nominales cuyos elementos nominalizados son frases (adjetiva, en (26), y preposicionales, en (27-28)), del mismo modo que en otras ocasiones son palabras de distinto tipo, o estructuras sintácticas, esto es, elementos que han recibido la capacidad de ser 'nombradores' gracias al determinante previo y que, por tanto, tienen la estructura reflejada en (29)83. 83 . Para una caracterización de la frase nominal frente a la frase sustantiva (o adjetiva, o adverbial), vid. Rojo-Jiménez Juliá (1989, apdo. 4.3.3.) o el ya aludido Jiménez Juliá (1991a apdo. 2.2). La situación de estas unidades dentro de una clasificación general de las unidades sintácticas puede verse en este mismo texto (apdo. 1.2.). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (29) 143 frase nominal DETERMINANTE el NOMINAL niño (sustantivo) bueno (adjetivo) gran hombre (frase sustantiva) de Murcia (frase prepos.icional) que vengas (frase verbal) que si vienes te divertirás (estructura bipolar) y (ii), que en estos casos exista un antecedente que permita decir cuál es la entidad que tiene las cualidades por las cuales se nombran e identifican (las no tan buenas, las de los otros y las sin alcohol) no implica que dichas entidades tengan que ser identificadas como tales para que el sintagma sea gramatical. (30-32) son casos en los que se presenta una estructura sintáctica similar (una frase nominal), pero en las que la ausencia de un antecedente concreto, o el carácter genérico de la entidad nombrada, hacen imposible su 'recuperación', por lo que difícilmente se considerarían elípticas. (30) El que quiera, que venga conmigo (¿chico?, ¿niño? ...) (21) Los que preguntan mucho, reciben cortes (¿hombres?, ¿niños? ...) (32) Los del otro pueblo se dedican al pastoreo (¿hombres?, ¿habitantes? ...) Como se puede comprobar, hay casos en los que la interpolación resulta difícil ya que no existe un sustantivo único que englobe la totalidad de entidades que se nombra con la frase nominal: en (30) se puede uno referir a cualquier persona, pero el artículo masculino el no permite la interpolación de la palabra persona84. 4.3. Tipos de manifestaciones elípticas en la coordinación. Aunque sabemos que toda elipsis (en sentido estricto) tiene como fin la eliminación de uno o más constituyentes recuperables del contexto precedente, el tipo concreto de elemento o elementos elidido(s) marca diferencias que es preciso distinguir. Es cierto que carecemos de un estudio definitivo de los tipos de elipsis existentes en las estructuras gramaticales, pero podemos considerar que las elipsis reconocidas 84 . No entramos ahora en la consideración de el que, en casos como el que venga (= quien venga) como un relator único de carácter complejo, en cuyo caso la imposibilidad de hablar de elipsis sería todavía más evidente. 144 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ habitualmente, de las cuales se muestran ejemplos en (12), responden a intereses o estrategias comunicativas concretas. Normalmente, con la eliminación por elipsis de ciertos elementos85, lo que pretendemos es, además de (y antes que) economizar medios expresivos, realzar la importancia comunicativa de los que permanecen. Así, dadas dos cláusulas coordinadas que respondan al esquema mostrado en (33), (33) X estudia Y en Z, y A estudia B en C (y P estudia Q en R). caben diversas elipsis según la identidad de los elementos y los intereses comunicativos concretos del hablante. (a-e) pueden resumir bastante adecuadamente las principales posibilidades de mostrar dichos intereses utilizando el mecanismo de la elipsis. (a) Podemos querer destacar ciertos aspectos diferentes de dos o más acciones o procesos iguales, realizados o experimentados por entidades distintas. En términos sintácticos diremos que lo que se quiere destacar puede ser uno o más complementos distintos de dos o más cláusulas con verbos idénticos y temas distintos86. En ese caso (33) se podría concretar en (34), (35) o (36). (34) Andrés estudia Filología en Santiago, y Manolo ∅ arte en Madrid. (∅ = estudia). (35) Andrés estudia Filología en Santiago, y Manolo ∅ en Madrid (∅ = estudia Filología). (36) Andrés estudia Filología en Santiago, y Manolo ∅ veterinaria ∅ (∅ = estudia; -opcionalmente- ∅ = en Santiago). (b) Dados dos o más procesos iguales cuyo tema difiere, podemos tratar de destacar la diversidad temática y, al tiempo, la diferencia o, en su caso, la identidad de polaridad de los procesos. (37-38) muestran, respectivamente, un caso de diversidad y otro de identidad de polaridad entre los procesos expresados: (37) Andrés estudia Filología en Santiago, y Manolo no ∅ (∅ = estudia Filología en Santiago). (38) Andrés estudia Filología, y Manolo también ∅ (∅ = estudia Filología). 85 . Dado que nos ocupamos de la elipsis en la coordinación, no tendremos en cuenta aquellos otros casos en los que la elipsis se produce en estructuras bipolares, aun cuándo algunos (en particular, en las adversativas restrictivas) tienen muchos puntos en común con las coordinadas copulativas. Esta coincidencia no es casual, sino derivada del hecho de que la elipsis, con su carácter destacador de aspectos diferenciales entre miembros conectados, es particularmente frecuente en coordinaciones de miembros antagónicos. Y las adversativas unen siempre elementos de este tipo. Desde el punto de vista semántico, pues, copulativas y adversativas tienen más en común entre sí que con las disyuntivas, si bien estas últimas tienen un tipo de construcción sintáctica (abierto) que las asimila a las primeras. 86 . Aunque las formulaciones habituales de este tipo de elipsis, denominado 'gapping', hablan de que lo que se mantiene es el 'sujeto' y algún complemento, en realidad lo que se debe mantener es el 'tema', o primer elemento de la clásula en el orden secuencial. Que éste en muchas ocasiones sea el sujeto no autoriza a postular la obligatoriedad de su aparición. El sujeto, como veremos en el apdo. 4.3.2.2., es el tema 'no-marcado', pero no el único. Y menos en español, lengua cuyo orden de constituyentes clausales es notablemente más libre que el de otras lenguas indoeuropeas. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 145 (c) Dados dos o más procesos distintos (i.e., tema y verbos distintos), pero con igual complementación, cabe destacar la distintividad de los primeros por medio de la elipsis catafórica de ésta última: (39) Ana compró ∅, y Luis cocinó el besugo. (∅ = el besugo) (40) A María le gusta ∅, y a mí me disgusta la musica disco. (∅ = la música disco) (d) Finalmente, la coordinación, tanto en su versión elíptica como sin elipsis, sirve también para expresar con cierto grado de énfasis alguna propiedad de una entidad, o circunstancia de un proceso. Como en todo proceso intensificador, la entonación adecuada es, si cabe, más inexcusable que en los demás casos. (41) Andrés estudia Filología, ¡y ∅ germánica! (∅ = Filología). (42) Andrés estudia Filología, ¡y ∅ en Santiago! (∅ = estudia Filología. Veamos por separado cada una de estas posibilidades de utilización de la elipsis en español. 4.3.1. El 'gapping' en español. El vapor es el alma del agua, hermano mío así como sonrisa del agua es el rocío, y el lago sus miradas y su pensar la fuente; sus lágrimas, la lluvia; su impaciencia, el torrente, y los ríos sus brazos; su cuerpo la llanada sin coto de los mares, y las olas sus senos; su frente, las neveras de los montes serenos, y sus cabellos de oro líquido, la cascada. (Amado Nervo, El vapor) La primera manifestación responde a lo que la gramática generativa ha denominado 'gapping', y que ha sido traducido al español de diversas maneras87. Dado que ninguno de los términos castellanos es suficientemente transparente, ni está excesivamente implantado en la terminología lingüística habitual, utilizaremos el término inglés que tiene una gran tradición y, por tanto, resulta inequívoco. El 'gapping' es una elisión del verbo y parte de sus complementos que observa unas reglas generales aplicables de un modo bastante similar a distintas lenguas, aunque, naturalmente, haya particularidades propias en cada una. Se ha discutido mucho el carácter de las reglas que rigen las posibilidades de este tipo de elipsis: 87 . I. Bosque (1984), traduce el 'gapping' como elipsis de SV parcial. Brucart (1987), por su parte, como vaciado. Ninguno de los términos, sin embargo, está excesivamente generalizado. 146 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ mientras los autores transformacionalistas mantienen su carácter sintáctico, otros -en general los funcionalistas- las remiten a procesos de origen informativo , con posturas intermedias. Por mi parte, me inclino a considerar el 'gapping' como la manifestación sintáctica de factores comunicativos muy concretos, asumiendo, por tanto, la necesidad de sistematizar y, en su caso, formalizar las normas generales que gobiernan este proceso elíptico en español. Las características generales del 'gapping' pueden resumirse como sigue. 4.3.1.1. Resto complementario (no elíptico) obligado. Dadas dos (o más) cláusulas coordinadas y paralelas en su estructura, llamaremos 'gapping' a la omisión del núcleo del predicado de la segunda (y, en su caso, ulteriores) cláusula(s), así como de alguno o algunos de sus complementos, con la condición de que se mantenga algún complemento de esta(s) última(s). Ej. (43) Ana quiere trabajar de intérprete en la ONU el año que viene, y Raquel ... a) ∅ hacer de relaciones públicas en la UNESCO dentro de dos años (∅ = quiere) b) ∅ de relaciones públicas en la UNESCO dentro de dos años (∅ = quiere trabajar) c) ∅ en la UNESCO dentro de dos años (∅ = quiere trabajar de intérprete) d) ∅ dentro de dos años (∅ = quiere trabajar de intérprete en la ONU) e) ∅ en la UNESCO ∅ (∅ = quiere trabajar de intérprete; (opcionalmente) Ý = el año que viene) f) *∅ (∅ = quiere trabajar de intérprete en la ONU el año que viene). (44) Antonia va al trabajo en coche todos los días, y Carlos ∅ los viernes (∅ = va al trabajo en coche) (45) Arturo es del Athlétic, Sofía ∅ del Deportivo y Alfonso ∅ del Liverpool (∅ = es). De la mera observación de los ejemplos anteriores se puede establecer que el 'gapping' es un recurso destinado a asociar contrastivamente dos o más cláusulas coordinadas que hacen referencia a una situación, proceso, acción o estado común, con, al menos, dos circunstancias distintas. Estas diferentes circunstancias, una de las cuales ha de ser el participante expresado como tema, son las que se destacan, quedando como únicos elementos no omitidos a partir de la primera cláusula coordinada. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 147 De lo anterior también se desprende que es condición necesaria en el 'gapping' que las cláusulas mantengan, además del elemento preverbal (el tema), algún otro complemento clausal ya que, en caso contrario, la lengua utilizará algún otro recurso que permita establecer el contraste entre dos acciones idénticas con tan sólo el tema diferente. Cfr.: (46) *Ana estudia biología, e Isauro ∅. (∅ = estudia biología) (47) Ana estudia biología. E Isauro. (48) Ana estudia biología, e Isauro ∅ también. (∅ =estudia biología) (49) Ana e Isauro estudian biología. (46) muestra el imposible 'gapping' para este tipo de situaciones, sólo expresables mediante recursos como los ilustrados en (47-49). (47) supone el desligamiento sintáctico de ambos conjuntos. La misma entonación con la que habría que expresar el conjunto //e Isauro// revelaría su carácter de enunciado independiente (muy susceptible de ser expresado por un segundo hablante como respuesta a la primera cláusula). (48) supone un tipo de omisión parcialmente distinto al 'gapping', que veremos en el apdo. 4.3.2. (49), finalmente, es la coordinación de entidades que, conjuntamente realizan la función de sujeto en una única cláusula. 4.3.1.2. Gapping y focalización. Dado su carácter contrastivo, el 'gapping' tiene como característica obvia, común, por otra parte, a todas las manifestaciones elípticas en conjuntos coordinados, la necesidad de que los miembros elididos no constituyan información (tratada como) nueva y, por consiguiente, que el foco de las unidades informativas establecidas, con su correspondiente entoncación contrastiva, se encuentre entre los elementos no omitidos. De este modo, si se consideran los elementos en cursiva como el foco de la unidad informativa en la que se incluyen88, será altamente improbable que (50a), (51a) o (52a) sean respuesta a preguntas como las de (50c), (51c) o (52c), respectivamente. Los ejemplos (b), sin embargo, constituirían preguntas muy esperables de estas respuestas: (50a) //El gobierno desea aprobar los presupuestos en la sesión de mañana,// y la oposición/ ∅ debatirlos Ý//. (50b) ¿Qué desean hacer el gobierno y la oposición en la sesión de mañana? (50c) ¿Quién desea tratar los presupuestos en la sesión de mañana? 88 (1967). . Utilizo la noción de 'unidad informativa' y de 'foco' en el sentido conocido de M.A.K.Halliday 148 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (51a) //La muchedumbre se dirigió hacia la puerta fatídica//, y sólo unos pocos /∅ hacia las puertas laterales//. (51b) ¿Hacia dónde se dirigió la gente? (51c) ¿Quién se dirigió hacia las puertas laterales? (52a) //Blas/ fue a ver a los de Cáceres/ ayer,// y Ernesto/ ∅ hoy//. (52b) ¿Cuándo fueron tus hermanos a ver a los de Cáceres? (52c) ¿Quién fue a ver a los de Cáceres? Dentro de las cláusulas elípticas, además, es frecuente que tanto el rema como el tema se hallen focalizados, quedando la cláusula configurada como dos unidades informativas, con una marcada pausa entre ellas: (52d) //Mi hermano Blas/ fue a ver/ a los de Cáceres/ ayer//y mi hermano Ernesto // hoy//. 4.3.1.3. Gapping y polaridad. Las características contrastivas de las cláusulas coordinadas en las que se produce 'gapping' requieren, al tiempo, una sólida base común entre ellas (lo que no implica total identidad de estructura). Ello hace poco factible la diversidad de polaridad entre las cláusulas coordinadas. Una vez más hay que decir que, por supuesto, es posible contrastar la polaridad entre dos miembros asociados, pero todo parece indicar que no a través de este tipo de elipsis. Véanse los siguientes ejemplos: (53) *Arturo no suele ir al cine, y Alfonso ∅ al teatro (∅ = suele ir).89 (54) *Jaime colecciona sellos, y Carlos no ∅ monedas (∅ = colecciona). (55) ?? Juan confía en María, y María no ∅ en Juan (∅ = confía) (ejemplo de Ignacio Bosque, 1984). Solo si alteramos el orden de los constituyentes, de modo que la marca de polaridad se traslade al final de la cláusula, la secuencia puede entrar dentro de los límites de la aceptabilidad. Los ejemplos (56-57) son, en este sentido, notablemente menos inaceptables que sus correspondientes (54-55). Esta aceptabilidad se suele incrementar cuando la polaridad se hace explícita, y su correspondiente marca puede recibir el foco entonativo, que se añade al existente en el complemento no elíptico, como vemos en (58) (frente a (53)): 89 . Nótese que si lo que se quiere es mostrar la identidad de la polaridad negativa, tampoco esta secuencia es correcta en español. Para este caso habría que utilizar la negación de los miembros coordinados 'ni ... ni' (vid. apdo. 3.1.2.4. supra). LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 149 (56) ? Jaime colecciona sellos, y Carlos monedas no ∅ (57) Juan confía en María, y María en Juan no ∅ (58) Arturo no suele ir al cine, y Alfonso al teatro sí ∅ De todos modos, este tipo de secuencias siempre resultará extraño debido a la focalización simultánea de elementos heterogéneos: la polaridad y un determinado complemento -el que no se omite-, y es la permanencia de este complemento diferente la que no permite asimilar este tipo de elipsis al que se tratará el el apdo. 4.3.2. I. Bosque (1984, 79) hace alusión a un tipo de estructuras coordinadas en español que admite el 'gapping' sin dificultad aún cuando en su forma plena las cláusulas tienen polaridad distinta. Son casos como: (59) Pedro tiene dos hermanas, y Luis ∅ ningún hermano. (60) Antonio fue a Italia, y Pedro ∅ a ningún sitio. (61) Juan confía en mucha gente. María ∅ en nadie. Aparentemente dichas estructuras no tienen nada anómalo, ya que parece tratarse de dos cláusulas coordinadas con predicado común y el sujeto y un complemento diferenciados, este último correspondiente al foco contrastivo. Parece, por tanto, un 'gapping' absolutamente normal, existente en muchas otras lenguas. Cfr.: Francés: Pedro a deux sœurs, et Luis ∅ aucun frère (∅ = n’ai) Inglés: Pedro has two sisters, and Luis ∅ no one brother (∅ = has) Alemán: Pedro hat zwei Schwester, und Luis ∅ keine Bruder (∅ = hat). La particularidad del español consiste en que, como tuvimos ocasión de ver en el apdo. 3.1.2.5., la doble negación no niega, por lo que lo realmente elidido en (59-61) es la forma negativa del verbo, no la positiva. (59-61) tienen su realización plena como, respectivamente, (62-64): (62) Pedro tiene dos hermanas y Luis no tiene ningún hermano. (63) Antonio fue a Italia y Luis no fue a ningún sitio. (64) Juan confía en mucha gente. María no confía en nadie. 150 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 4.3.1.4. Elipsis de constituyentes incompletos. Se suele considerar también como característica del 'gapping' y, en principio, de todos los procesos de elipsis, el que no suela aceptar fácilmente la omisión de partes de constituyentes clausales, exigiendo que los constituyentes elípticos y, por tanto, también los mantenidos, estén completos90, si bien este aspecto es sumamente matizable. En principio, las siguientes secuencias no son fácilmente aceptables en español (la cursiva indica, una vez más, el foco no-marcado): (65) ? //Ernesto compró un kilo de plátanos,// y Pedro de peras// (66) ??// Antonio confía en la mayoría de los hombres//, y Ana de las mujeres// (67) *//Luis comentó en el bar el partido de fútbol de ayer,// y Carlos de baloncesto// (68) *//A Guillermo no le gusta la gente que fuma,// y a Ernesto que bebe// (69) ??//Manolo va todos los días a clase de francés,// y Emilio de inglés// Parece, sin embargo, que la aceptabilidad es mayor cuantos menos constituyentes elípticos haya, sobre todo si la parte mantenida es un modificador adjetivo de una frase sustantiva, esto es, un elemento unido directamente a su subordinante sin marcas preposicionales. Cfr.: (70) ??//Cristina hace estudios de danza clásica//, y Sonsoles moderna// (71) ?//Cristina estudia danza clásica todos los días en el colegio,// y Sonsoles moderna// (72) ?// Cristina estudia danza clásica todos los días,// y Sonsoles moderna// (73) //Cristina estudia danza clásica, y Sonsoles moderna//. Probablemente la razón se deba al desplazamiento observado del foco (no marcado) en los distintos conjuntos coordinados como consecuencia de su disimetría estructural. Como es sabido, el foco no-marcado recae en la sílaba tónica del último elemento léxico de la unidad informativa, excluyendo de entre los elementos léxicos aquéllos dominados por unidades pertenecientes a series cerradas (como las preposiciones)91. (65-69) suponen todas ellas desplazamientos del foco no marcado de la segunda secuencia con respecto a la primera92. En (70-72) se reproduce la situación, 90 . No incluyo casos como: Juan conoce muchos sitios en Santiago y yo pocos, porque considero que el elemento pocos no es un constituyente elíptico, sino un pronombre que hace referencia a la entidad previamente identificada (sitios) pero no tiene por qué implicar que dicha entidad está sintácticamente expresada en forma elíptica. (vid apdos. 4.2.3 y 4.2.4. supra). 91 . Para detalles sobre la localización del foco y sus consecuencias en cada caso Cfr. Halliday (1967, apdo. 4.3. y 4.4.). Vid. asimismo Jiménez Juliá (1986a, apdo. 3.2.). 92 . Nótese cómo la secuencia (65), de dudosa aceptabilidad, se convierte en absolutamente normal si le añadimos, en (65'), un elemento considerable como redundante, pero que tiene la virtud de restituir el equilibrio en el foco de los dos miembros de la coordinación: LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 151 pero no en (73), que se convierte en totalmente esperable. Es, pues, la conservación del foco (esperado o esperable) el que, en definitiva, decidirá la mayor o menor aceptabilidad de las secuencias. Que la ruptura de constituyentes, por sí misma, no es una barrera para el 'gapping' es evidente a partir de ejemplos como (73). Y que esta norma se puede romper con fines expresivos, estableciendo un paralelismo entre focos marcados, se puede ver en una secuencia como (74): (74) //Había pies //que hacían la función de manos// Manos// que de pies// (Miguel Hernández, La tragedia de Calixto) si bien hay que reconocer que esta secuencia es aceptable en el contexto de la prosa poética en que se expresa, aunque, menos esperable en un uso estándar de la lengua. Y, por razones distintas y obvias, es de todo punto inaceptable la elipsis de marcas de función clausal, en concreto, de preposiciones: (75) *Ana vive en Alicante, y Raquel, Murcia. (76) *El avión de Iberia sale todos los días de Santiago, y el de Aviaco, Vigo. 4.3.1.5. Estructura elíptica y cohesión sintáctica. Finalmente, es preciso destacar el carácter fuertemente cohesionado de las cláusulas coordinadas que sufren este tipo de elipsis, precisamente por su carácter contrastivo. Es esta cohesión la que hace que todo lo que incida en el carácter independiente de las partes, frente a su consideración como un todo, sea visto como una utilización anómala del 'gapping'. Y esta es la principal razón por la que cuando una estructura de este tipo se integra dentro de una unidad más amplia, el relator que la introduce suela ser único para toda ella, siendo más rara la utilización de uno para cada uno de sus miembros. Véase: (76a) Ana dijo que Francisco quería estudiar en la Universidad Complutense, y Javier en la Autónoma. (76b) ? Ana dijo que Francisco quería estudiar en la Universidad Complutense, y que Javier en la Autónoma. En (76b) la unidad de la construcción coordinativa global parece deshacerse al introducir el relator que para cada uno de los miembros de la misma. Parece como si en (76a) se dijese que Ana había hecho una sola afirmación, mientras que en (76b) fuesen dos las afirmaciones, con lo cual se rompe ese carácter unitario de la cons(65) ? Ernesto compró un kilo de plátanos, y Pedro, de peras. (65') Ernesto compró un kilo de plátanos, y Pedro otro de peras. 152 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ trucción que ha sufrido este tipo de elipsis. La repetición del relator que para cada una de las cláusulas parece aconsejar, pues, la repetición de las unidades coincidentes: (77) Ana dijo que Pepe quería estudiar en la Universidad Complutense, y que Ana quería estudiar en la Autónoma. La diferencia entre (76 a y b) puede ser esquematizada según (78) y (79), respectivamente: (78) Pepe quería estudiar en la Universidad Complutense y Ana (quería estudiar) en la Autónoma. Ana dijo QUE (79) Pepe quería estudiar en la Universidad Complutense Ana dijo QUE Ana quería estudiar en la Autónoma. y QUE Este carácter cohesionado de las estructuras que sufren este tipo de elipsis, sin embargo, no se ve demasiado afectado -en contra de lo que a menudo se afirmapor el hecho de que no exista identidad en cuanto al nivel de estructura jerárquica en el que funciona el elemento elidido y su correspondiente en la primera cláusula. (8082) son elipsis perfectamente aceptables en español: (80) Francisco quiere estudiar en la Universidad Complutense, y creo que Javier ∅ en la Autónoma. (81) Pilar suspendió las matemáticas, y me han dicho que Ramona ∅ el latín. (82) A Sofía le encanta la tortilla, y me consta que a Aida ∅ el arroz al horno. Naturalmente, cuando la distancia entre el elemento elidido y su referente en la primera cláusula es grande, la aceptabilidad desciende, pero ello no es imputable directamente a la diferencia de nivel jerárquico entre ambos: si (83) es poco aceptable no es porque los elementos en cuestión estén a distinto nivel, sino porque están demasiado distantes. (84) es un caso de identidad de nivel jerárquico, pero de similar distancia a (83) entre los elementos elidido y presente, por lo que su aceptabilidad es igualmente escasa: LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 153 (83) ?? Luisa se llevó mis discos, y desde hace tiempo tengo la bien fundada impresión de que es verdad lo que me han dicho de que Susana ∅ mis libros. (84) ?? Luisa se llevó mis discos, y hace ya mucho tiempo, cuando me hallaba yo confiado en la bondad del género humano y en los valores de la amistad y el compañerismo, Susana ∅ mis libros. Es importante, sin embargo, que los elementos que se contraponen en el 'gapping', estén claramente explícitos de modo que se pueda reconocer dicha contraposición: (86), como variante elíptica de (85), es equívoca, por cuanto no permite establecer claramente los contrastes (la interpretación puede ser (a), pero también (b)) y, por tanto, mucho menos aceptable que (87): (85) Ana estudia Arte y Ricardo dice que él estudia Filología. (86) Ana estudia Arte, y Ricardo dice que ∅ Filología. (a) ∅ = Ricardo estudia (b) ∅ = Ana estudia (87) Ana estudia Arte, y Ricardo dice que él ∅ Filología. 4.3.1.6. Gapping y constituyentes discontinuos. Finalmente, es preciso señalar que el 'gapping' puede abarcar distintos constituyentes, incluso discontinuos, si bien es difícilmente aceptable cuando éstos son verbos: mientras (88) no ofrece ningún problema, (89) es francamente inaceptable. (88) Alfonso pidió a los toledanos un voto de confianza, y Luis ∅ a los salmantinos ∅ (∅ = pidió; (∅ = un voto de confianza) (89) ?? Alfonso pidió a los toledanos que votaran a su partido, y Luis ∅ a los salmantinos ∅ al suyo. (∅ = pidió; ∅ = que votaran). 154 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 4.3.1.7. Gapping y variación morfológica. Una cuestión que, aunque obvia, no debe dejar de destacarse es el carácter de constituyente sintáctico de todo elemento elidido. Quiere esto decir que la recuperabilidad de un verbo elidido y, con ello, la posibilidad de que se elida, reside, no en su identidad morfológica con el verbo correspondiente de la primera cláusula, sino en su paralelismo dentro de la construcción global. Hay, por tanto, ciertos rasgos morfológicos cuya identidad en los verbos de cada una de las cláusulas no se exige. Veámos rápidamente cuáles. 4.3.1.7.1. La persona verbal. El morfema de persona del verbo elidido no tiene por qué ser el mismo que el del verbo de referencia sino, obviamente, el correspondiente al sujeto de la nueva cláusula: (90) Vosotros vais por ese camino, y yo ∅ por este. (∅ = voy) (91) Tú les preguntas a ellos, y ellos ∅ a ti. (∅ = te preguntan) (92) Él viene de Madrid, y nosotros ∅ de Avila. (∅ = venimos) 4.3.1.7.2. El tiempo verbal. En el morfema temporal la variación entre los verbos implicados también es posible, aunque con restricciones. De acuerdo con E. Franchini (1986, 330 y ss.), podemos decir que, en general, la elipsis de una forma verbal distinta a la de la primera cláusula es posible cuando: (i) el valor temporal de la primera forma verbal es de anterioridad con respecto a la segunda (elíptica), y (ii) Las formas verbales implicadas son simples, esto es, no-compuestas. En esquema (vid. Franchini, íd., 382): LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (93) 155 Línea temporal 0 (i) cantaba (ii) cantaba (iii) canté (iv) cantaría (canto) (canto) canto (cantaré) En (93) la línea temporal progresa desde las formas de anterioridad (o pretérito) hasta las de posterioridad (o futuro), con un un punto central (0) que marca la simultaneidad al origen (generalmente, el momento de la enunciación)93. Las formas en cursiva corresponden a la forma verbal de la primera cláusula; las situadas entre paréntesis, a las de la segunda, o ulteriores (elidida(s)). La forma cantaría tiene esa particular proyección dado que puede hacer referencia a un valor temporal situado antes del momento de la enunciación, como en (94), o después, como en (95). Algo parecido ocurre con la forma canto, que puede interpretarse como simultánea a la enunciación, como en (96), o posterior a ella, como en (97), o la forma cantaba (vid. (98)). (94) No escribiría más en los días que le quedaron de vida. (95) Dijo que lo haría mañana sin ningún problema. (96) Lo hago ahora porque mañana no podré (hacerlo). (97) Lo estoy haciendo ahora porque mañana no puedo (hacerlo). De acuerdo con (93), serán aceptables las siguientes elisiones, correspondientes a cada uno de los cuatro tipos allí reconocidos: (i) (98) Me dijeron que Juan lo hacía en ese mismo momento, y Pedro ∅ más tarde (∅ = hacía/haría). Ejemplo de E. Franchini, íd., 382. (ii) (99) Raquel enseñaba gramática el año pasado y Ana ∅ este año (∅ = enseña gramática). (iii) (100) Ana se fue ayer, y yo ∅ hoy (∅ = me voy). (iv) (101) Enrique se examina hoy, y Ernesto ∅ mañana (∅ = se examina / se examinará). 93 . Para un estudio claro, riguroso y formalizado de los valores temporales del verbo español véase Rojo (1974) y, más recientemente, Veiga (1991, Cap. IV) 156 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ No parece posible, en cambio, la recuperación cuando (a) el elemento omitido 'retrocede' en el tiempo, como en (102): (102) *Ana enseña gramática este año, y Raquel ∅ el año pasado (∅ = enseñaba / enseñó); (b) se pasa directamente de la anterioridad a la posterioridad, como en (103-104): (103) *Juan era el director el año pasado, y Felipe ∅ el año que viene (∅ = será el director). (104) *Pelé fue un mito hace años, y Pérez ∅ en el futuro (∅ = será un mito); (c) las formas verbales son compuestas, como en (105): (105) ??Irene ha salido ya hacia Madrid, y Raquel ∅ cuando haya conseguido el billete (∅ = habrá salido). En este último caso se interpreta que la forma omitida es saldrá, aunque también resulte forzada. según se señalaba en (b) hace un momento. 4.3.1.7.3. El modo verbal. Frente a las posibilidades de alteración de los valores temporales entre el verbo elíptico y el de la primera cláusula, no parece demasiado aceptable la recuperación de una forma verbal elíptica con modo diferente del de la forma de referencia. Así, si la primera cláusula del conjunto coordinado tiene su verbo en modo indicativo, y en la segunda (y sucesivas) el verbo correspondiente va en subjuntivo, el 'gapping' suele tener un grado muy bajo de aceptabilidad 94. Y no parece que ésta cambie sustancialmente porque la forma subjuntiva venga determinada por la existencia de una cláusula subordinante cuyo verbo rija subjuntivo, como en (106-107), o porque, sin estar integrada en otra cláusula, vaya introducida por un adverbio que exija dicho modo subjuntivo, como en (108): 94 . Algunos autores (E. Franchini, por ejemplo) dan como aceptables (107-108), muy probablemente basándose en distintos informantes nativos. Particularmente siento rechazable el 'gapping' en estos casos. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (106) ?? Toño estudia Filología INDICATIVO 1ª cláusula y 157 espero que Pablo ∅ arte cláusula integrada 2ª cláusula (∅ = estudie) SUBJUNT. (107) ?? Creo que Ana estudia Filología, y espero que Marta ∅ Arte (∅ = estudie). (108) ?? Ana estudia Filología, y ojalá Marta ∅ Arte (∅ = estudie). Otros ejemplos similares serían: (109) ?? Fernando juega al fútbol, y pretendemos que Eduardo ∅ al baloncesto (∅ = juegue). (110) ?? Nosotros iremos al cine, y no creo que ellos ∅ al teatro (∅ = vayan). (111) ?? La lotería tocó ayer en Cáceres, y ojalá ∅ hoy aquí (∅ = toque). Es cierto que la aceptabilidad de los ejemplos anteriores está sujeta a factores en gran medida subjetivos y depende también del registro lingüístico en el que nos movamos, pero no cabe la menor duda de que, frente a lo que ocurre con las variaciones de persona o con los cambios aceptados de valor temporal, (106-111) son francamente menos aceptables que los mismos ejemplos sin variación de valor modal: (112) Ana estudia Filología, y creo que Marta ∅ arte (∅ = estudia). (113) Fernando juega al fútbol, y sabemos que Eduardo ∅ al baloncesto (∅ = juega). (114) Nosotros iremos al cine, y creo que ellos ∅ al teatro (∅ = irán). (115) La lotería tocó ayer en Cáceres, y ¡seguro que hoy ∅aquí! (∅ = toca). A este respecto es interesante la idea de N. Fukushima (1990), que viene a corroborar la disimilitud comunicativa en el uso de uno y otro modo. Fukushima parte de la existencia de una división de la cláusula, claramente detectable en japonés, pero generalizabel a otras lenguas -como el español- entre 'proposición' y 'modalidad', correspondiente grosso modo a contenido representativo y contenido modalexpresivo (que incluye la polaridad y otros contenidos gramaticales como el tiempo, el modo, etc.), respectivamente. Según el autor, las cláusulas subordinadas con verbo en indicativo tienen un alto grado de modalidad -esto es, predomina este contenido en el mensaje-, frente a las que lo tienen en subjuntivo, que tienen un mayor grado de 'proposicionalidad'. Así, en Creo que viene María, "el hablante quiere afirmar el contenido de la cláusula subordinada, que es la parte que lleva la información central 158 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ de la oración" (id. 168). Ello explica la poca probabilidad de que el verbo subordinante (creo) reciba el foco entonativo. Por el contrario, en Deseo que venga María o en Me alegro de que venga María, lo importante es la manifestación del deseo o de la alegría, y mucho menos la información de la llegada de María. Teniendo en cuenta esto, la combinación de una aseveración en indicativo que centra el mensaje en una determinada información, con otra en subjuntivo, en la que la información central hace referencia a algo cualitativamente distinto (normalmente, la afirmación de una opinión o de un sentimiento), produce un desequilibrio que rompe la armonía característica de las secuencias elípticas. 4.3.1.7.4. Variación morfológica. Recapitulación. Podemos decir, como conclusión, que las diferencias morfológicas entre el verbo de la primera cláusula y el resto de los verbos (elíptico) son posibles cuando ello no implica una variación en los rasgos comunes necesarios para la recuperación de estos últimos. De acuerdo con lo visto, la variación en el morfema de persona no ofrece ningún problema para el 'gapping' (vid. (90-92)). Sin duda no es esta variación algo que pueda desequilibrar el necesario paralelismo entre un verbo elidido y el que le sirve de referencia explícita. Entre los morfemas de tiempo, existe la posibilidad de ciertas variaciones y no de otras: las formas elípticas que se sitúen 'por delante' de sus formas de referencia son aceptables, pero no así las demás (vid. (93)). Finalmente, la variación de modo verbal parece demasiado importante como para que se facilite el 'gapping' de la forma subjuntiva. Aunque el grado de aceptabilidad puede variar de unos a otros ejemplos, y de unos a otros hablantes, la identidad de valor modal de los distintos verbos resulta mucho más natural que la disparidad (vid. (106-115)). 4.3.1.8. Gapping. Breve recapitulación. Las seis características sintácticas anteriores, junto con las precisiones sobre las variaciones morfológicas de los verbos de las cláusulas coordinadas, aunque quizá lejos de agotar las restricciones del 'gapping' en las estructuras coordinadas en español, pueden considerarse como las normas más generales e importantes para un adecuado uso de este recurso. Como tal recurso, el 'gapping' tiene como finalidad la de destacar contrastivamente los complementos distintos de dos o más cláusulas, de tema también diferente, pero de todo lo demás común. Para ello, la elipsis se efectúa sobre los constituyentes comunes de la segunda (y sucesivas) cláusulas, mante- LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 159 niéndose los complementos diferentes de cada cláusula que, al tiempo, deberán recibir el foco contrastivo. 4.3.2. Elipsis del verbo y (la totalidad de) los complementos no temáticos, o elipsis remática. El segundo de los casos generales de elipsis en la coordinación, señalado como (b) en el apdo. 4.3, se produce cuando se coordinan cláusulas con solamente el tema distinto. En estos casos se elidirá todo lo común, si bien es necesario en español la indicación de la polaridad de la acción verbal de la(s) cláusula(s) elíptica(s), sea esta distinta o igual a la de la primera cláusula. Son casos de este tipo los siguientes: (i) Expresión del tema con identidad de polaridad positiva. (116a) Los koalas son marsupiales, y los canguros también ∅. (116b) * Los koalas son marsupiales, y los canguros ∅. (116c) * Los koalas son marsupiales, y los canguros son ∅. (ii) Expresión del tema con diversidad de polaridad: la primera cláusula es positiva y las demás negativas. (117a) Las focas son mamíferos, y los pingüinos no ∅. (117b) *Las focas son mamíferos, y los pingüinos no son ∅. (iii) Expresión del tema con diversidad de polaridad: la primera cláusula es negativa y las demás positivas. (118a) Los pingüinos no saltan cercas, y los gansos sí ∅. (118b) *Los pingüinos no saltan cercas, y los gansos ∅ (118c) *Los pingüinos no saltan cercas, y los gansos saltan ∅. (iv) Expresión del tema con identidad de polaridad negativa. (119a) Los pingüinos no saltan cercas, y las morsas tampoco ∅. (119b) *Los pingüinos no saltan cercas, y las morsas ∅. (119c) *Los pingüinos no saltan cercas, y las morsas no saltan ∅. Como normal general, y según permiten ver los ejemplos anteriores, la elipsis de este tipo tiene como característica fundamental la de eliminar todos los elementos de la primera cláusula, excepto el tema diferencial y la marca de polaridad de la 160 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ segunda (y sucesivas) cláusula(s) dejando ambos elementos como únicos constituyentes de ésta(s), al tiempo que se focalizan. En (116a) la identidad de polaridad positiva exige la presencia de un adverbio que así lo recalque (también), y su ausencia da como resultado secuencias inaceptables (como 116b). En (117) se expresa la diversidad, por lo que la marca de polaridad es ineludible, y más aún por cuanto la(s) cláusula(s) elíptica(s) conllevan la polaridad marcada de por sí, la negativa. (118) ilustra el otro tipo de diversidad, aquél en el que la polaridad de la primera cláusula es negativa, y la de las demás positiva e, igualmente, la marca se hace ineludible (118b) es absolutamente inaceptable, además de ambigua. Finalmente, la polaridad puede ser negativa en todos los casos; (119) ilustra dicha identidad en la polaridad negativa en este tipo de casos elípticos. También aquí la presencia de un adverbio (tampoco) que exprese dicha identidad se hace necesaria, como lo muestra la inaceptabilidad de (119b). Las particularidades de este tipo de elipsis, dentro de los principios generales apuntados, ofrecen un campo de estudio tan vasto como interesante. Aquí, sin embargo, condensaremos toda esta complejidad en unas cuantas características ilustradoras de lo fundamental para fines prácticos95. 4.3.2.1. Elipsis remática y pronominalización. Esta elipsis verbal se corresponde con lo que en gramática generativa se conoce con el nombre de elipsis de frase verbal, y presenta en español ciertas diferencias de comportamiento con respecto a otras lenguas cuando la cláusula elíptica esta negada, precisamente por la imposibilidad de mantener el verbo sin sus complementos en un buen número de casos en español. En concreto, ante dos cláusulas coordinadas (o en conexión adversativa o concesiva), cuyas únicas diferencias sean el tema y la polaridad verbal, las posibilidades de expresión son: (i) Elipsis: Juan es una buena persona, y Pedro no ∅. (∅ = es una buena persona). (ii) Mantenimiento del verbo con sustitución pronominal del complemento predicativo: Juan es una buena persona, y Pedro no LO es.(LO = una buena persona) (iii) Repetición total (más rara): Juan es una buena persona, y Pedro no es una buena persona. 95 . Para un estudio de la elipsis y la negación, véase Bosque, 1984, a quien le debo muchas de las ideas aquí expuestas. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 161 No existe, en cambio, la posibilidad de repetir el verbo pero no su complemento predicativo, esto es, (iv): (iv) *Juan es una buena persona, y/pero Pedro no es. (iv) sin embargo, es usual en lenguas como el inglés. Cfr.: John is a good person, and/but Peter isn't, careciendo esta lengua, en cambio, de (iii): *John is a good person, and/but Peter is not it. Otros ejemplos del mismo tipo son: Ing. John is very tired and/but I am not. Esp. Juan está muy cansado, y/pero yo no LO estoy. Ing. The newspapers were sold, and/but the books weren't. Esp. Los periódicos fueron vendidos, y/pero los libros no LO fueron. Podemos decir que, en reglas generales, es necesaria la recuperación pronominal, además de con los complementos predicativos de verbos copulativos, cuando se repite el complemento expresado en la primera cláusula en cláusulas sucesivas, siempre y cuando se trate de complementos sustituibles por pronombres personales átonos (lo, le, la) y con características como las siguientes96: (a) cuando el complemento tiene carácter concreto, contable y específico : (120a) Tú has traído la entrada, y/pero yo no LA he traído. (120b) *Tú has traído la entrada, y/pero yo no he traído. (121a) Ana sabía Historia, y Luis no sabía. (121b) *Ana sabía Historia, y Luis no LA sabía. (b) cuando los verbos no expresan acciones habituales que incluyen la complementación que se omite: (122a) Ricardo bebe mucho alcohol, y/pero Luis no bebe. (122b) Ricardo bebe mucha leche, y pero Luis no LA bebe. 96 . Sigo las breves indicaciones de I. Bosque (1984) sobre este aspecto. 162 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ La segunda cláusula en (122a) no es elíptica, sino intransitiva. El verbo beber aquí está tomado como 'beber alcohol', por tanto no cabe la inclusión de un pronombre anafórico de un complemento inexistente. (122b), en cambio, hace referencia no a un hecho habitual, sino actual. La pronominalización es, pues, necesaria para recuperar el complemento. Hay que decir que, frente a su comportamiento diferencial en los verbos copulativos, en los casos (a) y (b) arriba, el inglés se comporta de un modo parecido. Una traducción aproximada de (120-122) sería: (120c) You have brought the ticket, and/but I haven't brought IT. (121c) Ana knew a lot of History, and/but Luis didn't (*know IT). (122c) Ricardo drinks a lot of alcohol, and/but Luis doesn't drink. (122d) Ricardo drinks a lot of milk, and/but Luis doesn't (drink IT). Resumiendo, el español no admite, en verbos copulativos y predicativos que expresan hechos no-habituales, así como en cierto tipo de complementos, la aparición del verbo sin complementos en las cláusulas coordinadas. O se elide todo, dejando la marca de polaridad, como en (i) (supra),o se pronominaliza el complemento, como en (ii), o se repite la totalidad de la cláusula anterior, como en (iii). 4.3.2.2. Diversidad del tema. Como se ha remarcado, en este tipo de elipsis es necesario que el tema sea diferente en las distintas cláusulas implicadas. Si fuera el mismo, la única diferencia entre ellas sería la polaridad verbal y, en este caso, la elipsis es imposible en español: (123a) Quiere ir y no quiere (ir). Está muy confuso. (123b) *Quiere ir y no ∅ . Está muy confuso. (124a) Ernesto es tímido y no es tímido. Según con quién (124b) Ernesto es timido y no lo es. Según con quién. (124c) *Ernesto es tímido y no ∅. Según con quién. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 163 4.3.2.3. Tema y sujeto. En las páginas anteriores hemos aludido repetidamente al tema como unidad destacada al lado de la polaridad en este tipo de elipsis. Vamos a a aclarar este término. Por tema entendemos el primer constituyente (en la línea secuencial) de la cláusula, sea el que sea, y por tema no-marcado, aquél que habitualmente, cuando el contexto no exige otra cosa, se realiza en primer lugar97. Más exactamente diremos que el tema no-marcado es aquél que, por causas históricas, ha quedado fijado como primer constituyente de las cláusulas de un cierto tipo dentro de un orden normativo. En español, la libertad de movimiento de los constituyentes, sin llegar a los extremos del latín, es muy superior al de otras lenguas indoeuropeas (como el francés, el inglés o el alemán), por lo que los temas no-marcados no son tan fijos como en estas lenguas; en inglés, por ejemplo, el constituyente inicial habitual en las cláusulas declarativas (las que no son ni interrogativas ni exhortativas), esto es, su tema nomarcado, es el sujeto. Así se dice: (125a) I have been told a long story, (125b) He has told me a long story, (125c) A long story has been told to me, donde los constituyentes iniciales son los sujetos de sus respectivas cláusulas, y no: (126a) ?A long story I have been told, (126b) ?A long story he told me, (126c) *To me has been told a long story. En español, en cambio, es más corriente encontrar tipos de cláusulas en las que el elemento inicial, por distintas razones que ahora no nos interesan, no sea el sujeto. Así, frente a la inaceptable (126c) del inglés, el español tiene: (127) (A mí) me han contando un cuento, careciendo, en cambio, de lo que sería la traducción literal de la forma inglesa más corriente (126a): (128) *Yo he sido contado un cuento. La anterior alusión al concepto de tema y su mayor o menor coincidencia con el sujeto, según lenguas, viene al caso porque en español el tipo de elipsis que nos 97 . La noción de 'tema' aquí utilizada proviene básicamente de Halliday 1967 (apdo. 5), y también 1985, (Cap. 3). Para un estudio detallado de la pertinencia del tema en español, vid. Jiménez Juliá 1994c. 164 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ ocupa exige que las cláusulas que la sufren conserven el tema, y no tanto el sujeto. Dicho de otro modo, si el sujeto es el elemento que normalmente se conserva en este tipo de elipsis es porque el tema suele coincidir con él, no porque se exija la presencia de este constituyente sintáctico, como tal. Cfr.: (129) A mí me duele la cabeza todos los lunes, y a tí no ∅. (130) Los martes hay clase de latín, los miércoles no ∅. (131) A Juan lo nombran constantemente, y a Nicasio no ∅. (132) De política habla mucho don Emilio, de fútbol no ∅. (133) En Madrid vivió Ana, en Jaca no ∅. 4.3.2.4. Supresión de complementos no temáticos. Lo suprimido en la segunda (y sucesivas) cláusula(s) abarca todo lo común con la primera, dejando explícito únicamente el tema y la marca de polaridad. Así, (134a) es mucho más natural que (134b): (134a) Miguel va todos los sábados a nadar, y Sofía no ∅. (134b) Miguel va todos los sábados a nadar, y Sofía no va ∅. La razón de esta exigencia, como pudimos ver en el apdo. 4.3.2.1., es que la inclusión de solamente el verbo en la segunda (y sucesivas) cláusula(s) se interpretará siempre como de algún modo contrastivo con respecto a su utilización en la primera y, por tanto, no se entendería del mismo modo que si se elide. Así, en (134b) lo normal es interpretar que Sofía no va (nunca) a nadar (= acción habitual). Lo mismo cabe decir de las parejas siguientes, en las que los casos (b) se suelen interpretar como desprovistos de las circunstancias que envuelven a la primera cláusula: (135a) Sofía irá mañana a la playa conmigo, y Ana no ∅. (∅ = irá mañana a la playa conmigo) (135b) Sofía irá mañana a la playa conmigo, y Ana no irá ∅. (∅ = a la playa, ni conmigo ni con otro) (136a) Andrés estudia Filología, y Manolo no ∅. (∅ = estudia Filología) (136b) Andrés estudia Filología, y Manolo no estudia (= no ejerce la actividad de estudiar, ni Filología niotra cosa). (137a) Don Emilio habla de política constantemente, y Salvador no ∅. (∅ = habla de política constantemente) LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 165 (137b) Don Emilio habla de política constantemente, y Salvador no habla (= de nada nunca). 4.3.2.5. Cláusulas elípticas y estructuras correctivas. El tipo de elipsis que acabamos de ver puede ser esquematizado según (138). Tema - Verbo - (Complementos) 1 2 3 (∅ = Verbo-Complementos), & Tema - marca de Polaridad ∅. 1 2 3 FOCO98 Es necesario, sin embargo, no confundir este esquema con el similar, aunque no-elíptico, reflejado, en su forma habitual, en (139): (139) Tema -Verbo - Complementos &-marca de polaridad FOCO - 2º Término Como puede verse, en este segundo esquema se une una cláusula, con todos sus constituyentes, con un conjunto formado por el nexo, la marca de polaridad y un elemento de entre los de la primera cláusula que, aunque puede ser cualquiera, muy frecuentemente coincide con el tema. Los ejemplos (a) y (b), a continuación, muestran la diferencia entre (138) y (139), respectivamente. (140a) Los martes hay clases de latín, y los miércoles también ∅. (140b) De latín hay clases los martes, y también los miércoles ∅ (141a) Sofía irá mañana a la playa conmigo, y Ana también ∅. (141b) Sofía irá mañana a la playa conmigo, y también Ana. (142a) Andrés no estudia Astronomía, y Manolo tampoco ∅. 98 . Utilizo el término foco en el sentido que encontramos en M.A.K. Halliday (1967), esto es, como el constituyente destacado por el hablante -por razones contextuales o subjetivas- y que, por tanto, recibe el mayor énfasis entonativo. El foco no-marcado recae en la sílaba tónica del último elemento léxico del grupo entonativo (por ejemplo, de la cláusula). Es decir En Ana estudia mateMAticas, el foco nomarcado será la destacada, y el constituyente destacado, por tanto, matemáticas. 166 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (142b) Andrés no estudia Astronomía, y tampoco Manolo (143a) Don Emilio no habla mucho de fútbol, y Salvador tampoco ∅. (143b) No habla mucho de fútbol Don Emilio, y tampoco Salvador. (144a) De fútbol no habla mucho don Emilio, de política sí ∅. (144b) Don Emilio no habla mucho de fútbol, y sí de política. (145a) A Nicasio nunca lo nombran, a Juan sí ∅. (145b) Nunca nombran a Nicasio, y sí a Juan. (146a) A mi me duele la cabeza, y a ti no ∅. (146b) Me duele a mi la cabeza, y no a ti. (147a) En Madrid vivió Ana muchos años, en Jaca no ∅. (147b) Ana vivió muchos años en Madrid, y no en Jaca. Este segundo tipo de enfrentamiento o corroboración entre la polaridad de expresiones paratácticas, que podemos llamar correctivas, con Ignacio Bosque99, en el caso de (144b-147b), e intensificativas, en el de (140b-143b), tiene como características fundamentales las siguientes: 4.3.2.5.1. Diferencias sintácticas. Desde el punto de vista sintáctico no parece que puedan ser tratadas las cláusulas (b) de los ejemplos anteriores del mismo modo que las de tipo (a). O, con otro ejemplo, (148) y (149) no parece que respondan ni al mismo mecanismo de creación ni a la misma estructura. (148) Los elefantes barritan, y las vacas no Ý. (149) Los elefantes barritan, y no las vacas. 99 . En realidad, I. Bosque denomina con este término sólo las cláusulas incluidas en 146b y 147b. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 167 En (148) encontramos dos cláusulas coordinadas, la segunda de las cuales ha elidido todos sus constituyentes comunes y la marca de polaridad verbal. Su estructura, por tanto, puede reflejarse como sigue: (148') estructura coordinada MIEMBRO cláusula SUJETO fn Los elefantes & MIEMBRO conjunción cláusula PREDICADO SUJETO verbo PREDICADO fn barritan y las vacas no ∅ (149), sin embargo, constituye una construcción que, como vimos en el apdo. 3.1.2.6.3., bien podría considerarse del siguiente modo: (149') SUJETO est.bipolar cláusula PREDICADO verbo 1º TERMINO & 2º TERMINO f.nom loc.conj. f.nom. Los elefantes barritan y no las vacas Sea realmente ésta la estructura más apropiada para (149), o sea otra, lo importante ahora es que se trata de una construcción no-elíptica (aunque con apariencia de tal) y, por tanto, diferenciable de (148). 168 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 4.3.2.5.2. Diferencias de perspectiva comunicativa. Desde otra perspectiva podemos decir que, aunque lo que se representa, esto es, el contenido referencial, en los casos (a) y en los (b) puede ser el mismo, la distribución de la información y el énfasis puesto en los elementos no lo es, por lo que la perspectiva comunicativa con la que se realiza cada una de estas expresiones es diferente. Estas diferencias, visibles claramente en los diagramas (148) y (149), suponen que: (i) en los ejemplos (a), se enfrentan dos o más acciones o procesos, con la misma o distinta polaridad (en este caso con polaridades contrapuestas), cada una de ellas dotada de un tema distinto. (ii) en los ejemplos (b), en cambio, se enfrentan dos entidades por su distinta disposición, en lo que a la polaridad se refiere, hacia una misma acción o proceso. De este modo, la diferencia entre (148) y (149) reside en que mientras en la primera se hacen dos afirmaciones, en la segunda se hace una sola, que implica una contraposición entre el primero y el segundo miembro conectados en una de sus funciones. Y la mejor evidencia de esta diversidad estructural puede encontrarse en la naturalidad con la que el segundo miembro puede posponerse directamente a lo que realmente constituye su primer miembro, según vemos en (150): (150a) A mí, y no a ti, me duele la cabeza (150b) A mí, no a ti, me duele la cabeza (150c) A mí y no a ti, me duele la cabeza frente a ello, es sintomática la poca probabilidad de (150d), que indica bien a las claras el carácter de constituyente de una cláusula distinta de la secuencia a ti no y, con ello, su distinto comportamiento diferencial con respecto a las anteriores. (150d) ? A mí, y a ti no, me duele la cabeza. 4.3.2.5.3. Diferencias en el foco entonativo. Existen, asimismo, diferencias entre las cláusulas con elipsis remática y las secuencias correctivas en lo que al lugar habitual del foco informativo se refiere. En las cláusulas elípticas lo normal es que el foco recaiga en el tema, siendo, en principio, indiferente cuál sea el foco en la primera cláusula del conjunto. No hay imposición clara de paralelismo focal entre la secuencia entera y la(s) elíptica(s): LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS (151a) //YO siempre respondo,// (151b) //yo respondo SIEMPRE,// 169 //y TÚ no// En las estructuras correctivas (e intensificativas), el foco recae siempre en el nexo -que incluye la marca de polaridad-, con lo cual el contraste que se pretende con esta construcción queda resaltado. Así, cuando de lo que se trata primariamente es de oponer entidades ante un mismo proceso, se suele elegir en español la construcción correctiva (caso de (152), con tema marcado y foco no-marcado recayendo sobre el sujeto desplazado): (152) Ayer llegó Ana, no Luis. / (?) Luis no ∅. Cuando, por el contrario, lo que se pretende es enfrentar dos situaciones, se elige la construcción elíptica (Vid. (153), que supone una cláusula con foco y tema no marcados: (153) Ana llegó ayer, Luis no Ý. / (?) no Luis. Es sintomático el hecho de que sea más fácil encontrar estructuras correctivas cuando el foco se sitúa en entidades concretas (no en verbos). Es el caso de, por ejemplo, ciertas estructuras identificativas, creadas precisamente para destacar la situación de una entidad con respecto a a un proceso, bien convirtiéndolo en tema focalizado, como en (154-155), bien situándolo como el foco de una cláusula remática, como en (156-157): (154) Don Emilio es quien habla mucho de política, no Salvador. / (?) Salvador no ∅. (155) A mí es a quien le duele la cabeza, no a ti. / (?) a ti no ∅. (156) Es Don Emilio quien habla mucho de política, no Salvador. / (?) Salvador no ∅. (157) Es a mí a quien le duele la cabeza, no a ti. / (?) a ti no ∅. Y, consiguientemente, cuando es el proceso, a través de la focalización del verbo o de algún complemento verbal que no se corresponda con lo que se va a contrastar, lo que se destaca, entonces lo más utilizado es la estructura elíptica, con foco en el tema de la segunda cláusula: (158) Don Emilio habla mucho de política, Salvador no ∅ / (?) no Salvador. (159) En Madrid vivió Ana, en Jaca no ∅. / (?) no en Jaca. (160) Hoy no hay clase, mañana sí ∅. / (?) sí mañana. 170 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 4.3.2.5.4. Estructura correctiva y 'gapping'. Finalmente, es preciso destacar ciertas similitudes, ya puestas de manifiesto por I. Bosque (1984), entre las estructuras correctivas y el 'gapping'. De hecho, podemos decir que una estructura correctiva, o intensificativa, tiene la misma apariencia que un 'gapping', con la salvedad de que se ha sustituido el tema de las segundas por la marca de polaridad que, además, asume necesariamente el foco. Los distintos ejemplos de (161) evidencian dicha similitud: Gapping: (161a) Andrés estudia Astronomía en Santiago, y Manolo ∅ veterinaria en Madrid. Correctivas: (161b) Andrés estudia Astronomía en Santiago, y no veterinaria en Madrid. (161c) Andrés no estudia Astronomía en Santiago, y sí veterinaria en Madrid. Intensificativas. (161d) Andrés estudia Astronomía en Santiago, y también veterinaria en Madrid. (161e) Andrés no estudia Astronomía en Santiago, y tampoco veterinaria en Madrid. Otros casos similares serían: (162a) De latín hay clases los martes, y de griego ∅ los miércoles. (162b) De latín hay clases los martes, y no los miércoles. (163a) Don Emilio habla mucho de política, y Salvador ∅ de lingüística. (163b) Don Emilio no habla mucho de fútbol, y sí de política. (164a) A mí me duele la cabeza, y a ti ∅ las muelas. (164b) A mi me duele la cabeza, y no las muelas. 4.3.3. Elipsis catafórica de complemento. Un tipo de elipsis poco frecuente en la lengua oral, pero esporádicamente utilizado en ciertos registros en la lengua escrita es el que podemos llamar 'elipsis LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 171 catafórica de complemento'. En realidad, la elipsis catafórica supone una ruptura en la tendencia de las lenguas con objeto posverbal a la hora de las omisiones, razón que puede explicar su carácter culto y su poco rendimiento en usos coloquiales. Podemos ilustrar este tipo de elipsis mediante (39), repetido ahora como (165) para mayor comodidad: (165) Ana compró ∅, y Luis cocinó el besugo (∅ = el besugo) En principio, cualquier complemento regido puede ser elidido catafóricamente: (166) Juan vivió ∅, y Pedro trabajó en Aranjuez (167) A mí me entristece ∅, y a ti te alegra su partida. (168) A Ana le gusta hablar ∅, y a Pedro discutir de política. No parece tan claro, sin embargo, que esta recuperación sea igualmente fácil en el caso de constituyentes no regidos: (169) (?) Pedro discute ∅, y Ana argumenta acaloradamente. (¿∅ = acaloradamente?) (170) (?) Juan vivió ∅, y Pedro trabajó mucho tiempo en Aranjuez. (∅ = en Aranjuez ¿mucho tiempo?). Como en toda elipsis, el fin primario de ésta es destacar algo. En este caso, lo resaltado será la diversidad de tema y acción verbal en relación con una circunstancia (complemento) común. De acuerdo con ello, lo focalizado aquí será cada uno de los verbos de la construcción coordinativa completa, de acuerdo con el esquema (171): (171) Tema V FOCO ∅ & Tema V FOCO Complemento (siendo ∅ = Complemento) Así, (166) sólo podrá concebirse como respuesta a una pregunta (explícita o implícita) que haga hincapié en la diversidad de acción, y nunca en el complemento locativo. Dicho de otro modo, no es razonable esperar que (166) dé respuesta a una pregunta como ¿dónde estuvieron Juan y Pedro?. Es fácil, en cambio, que aparezca como respuesta a otras como ¿Qué hicieron Juan y Pedro en Aranjuez? o ¿Quién vivió/trabajó en Aranjuez?. 172 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 4.3.4. La elipsis en coordinaciones ponderativas Observemos los siguientes casos: (172a) Llegó tarde borracho como una cuba. (172b) Llegó tarde y borracho como una cuba. (172c) Llegó tarde, ¡y borracho como una cuba! (173a) Compramos cerámica china muy barata. (173b) Compramos cerámica china y muy barata. (173c) Compramos cerámica china, ¡y muy barata! Aunque desde el punto de vista designativo, todas las secuencias de (172) y todas las de (173) hacen referencia a una misma realidad, hay evidentes diferencias de enfoque en su expresión que modifican la estructura sintáctica. (172a) es una cláusula con dos complementos diferenciados. (172b) es igualmente una cláusula con un solo complemento, compuesto por dos miembros coordinados. La coordinación es aquí, una vez más el recurso destinado a presentar al mismo nivel dos o más elementos que, aunque inicialmente heterogéneos desde el punto de vista sintáctico (un 'circunstancial' y un 'predicativo'), son vistos como ligados por algún rasgo común. (172c), en cambio, es un caso claro de elipsis. Lo mismo ocurre en (173); (173a) contempla dos modificadores adjetivos heterogéneos (clasificatorio y no clasificatorio, respectivamente), por tanto, situados a distinto nivel de estructura jerárquica. (173b) coordina ambos modificadores, neutralizando las diferencias y conservando lo común (su carácter de rasgo adyacente a la entidad subordinante). (173c), finalmente, es un caso de elipis. Las diferencias fundamentales entre las secuencias (b) y (c), que nos permiten hablar de elipis en éstas y no en aquéllas, pueden centrarse en dos, una de carácter realizativo y otra estructural. Desde el punto de vista realizativo los ejemplos de (b) se enuncian sin pausa ante la conjunción. En los casos en los que lo coordinado son elementos heterogéneos, lo normal es que se produzca una caída de la curva melódica antes del grupo coordinado, con recuperación al comenzar éste, como para subrayar la conjunción de carácterísticas asociadas a una entidad o proceso: //LLegó /tarde y borracho como u/na cuba//. //Compramos cerámica /china y muy bara/ta//. Los ejemplos de (c), en cambio, exigen dos unidades informativas diferentes, con límite coincidente con las unidades coordinadas: //Legó tarde// y/ borracho como una cu/ba//. LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 173 //Compramos cerámica/ china// y/ muy barata//. Desde el punto de vista estructural, las secuencias (b) no admiten interpolación, mientras que las de (c) no tienen ningún problema. Así, mientras no son en absoluto probables secuencias del tipo (b) enunciadas como: ? Llegó tarde y llegó borracho como una cuba. ? Compramos cerámica china y cerámica barata, son perfectamente normales, como recoge Barrenechea (1974, 111 y ss.) casos como: Llegó tarde, ¡y llegó borracho como una cuba! Compré cerámica china, ¡y cerámica barata! O, con ejemplos de Barrenechea (ibíd.) sobre estructuras tanto coordinativas como adversativas (los signos de admiración son míos): (174) Me entusiasmé, ¡y me entusiasmé mucho más que con el cine!. (175) Lo hacemos, ¡y lo hacemos con aquellos que creemos más difíciles! (176) Por eso sembramos trigo, ¡pero por eso sembramos trigo de buena calidad! (177) En todos lados existen, ¡pero existen en un lapso razonable de tiempo! Si en el caso de estructuras ponderativas de este tipo hay que hablar de elipsis, habrá que preguntarse qué es realmente lo que se elide. Como en toda elipsis, el fin comunicativo básico es el de destacar (focalizar) lo que se expresa abiertamente, utilizando el recurso de la eliminación de los elementos estructurales no focalizados. Estos siempre coincidirán con los previamente expresados, aunque lo contrario no siempre es cierto: algo previamente expresado puede volver a expresarse e, incluso, focalizarse. En este tipo de estructuras 'ponderativas' hay, por tanto, varias posibilidades expresivas que afectan al uso de la elipsis. El caso de focalización más evidente y extremo es el de la elipsis de todo lo expresado en el primer miembro ((172c) y (173c)). El que permite más variaciones en el foco, el de la repetición total del mismo (174-176). Pero entre uno y otro extremo caben casos intermedios de repetición de parte de los constituyentes del primer miembro coordinado. La única condición que parece establecerse en estos casos es que entre los elementos parcialmente recogidos se halle el subordinante directo del elemento 'nuevo' en el segundo (y sucesivos) miembro(s) de la coordinación. Consiguientemente, si el elemento enfatizado es un complemento clausal, cualquier repetición deberá incluir el verbo de la cláusula: (178a) Te pagaré por ello, ¡y muy bien! (178b) Te pagaré por ello, ¡y te pagaré muy bien! (178c) (?) Te pagaré por ello,¡y por ello muy bien. 174 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ (179a) Me gusta esa canción, ¡y con locura! (179b) Me gusta esa canción, ¡y me gusta con locura! (179c) (?) Me gusta esa canción, ¡y esa canción con locura! (180a) Hay que ir saliendo ya, ¡y rápido! (180b) Hay que ir saliendo ya, ¡y hay que ir saliendo rápido! (180c) Hay que ir saliendo ya, ¡e/y (ir) saliendo rápido! (180d) (?) Hay que ir saliendo ya,¡y ya rápido! Si el elemento enfatizado es un modificador de una frase, lo requerido en la repetición parcial es el núcleo de dicho modificador: (181a) Por eso sembramos trigo, ¡y de buena calidad! (181b) Por eso sembramos trigo, ¡y trigo de buena calidad! (181c) (?) Por eso sembramos trigo, ¡y sembramos de buena calidad! (182a) Traje güisqui, ¡y del bueno! (182b) Traje güisqui, ¡y güisqui bueno! (182c) (?) Traje güisqui, ¡y traje bueno! Hay que observar, sin embargo, que en los casos en los que la frase preposicional modificadora de un núcleo nominal adopta forma partitiva (de + artículo determinado), la recuperación es posible tanto con su núcleo nominal como con solamente el verbo: (183a) Sembramos trigo, ¡y trigo del bueno! (183b) Sembramos trigo, ¡y sembramos del bueno! (184a) Traje güisqui, y güisqui del bueno. (184b) Traje güisqui, y traje del bueno. La razón más probable de la aparentemente anómala aceptabilidad de (183b) y (184b) reside en un subrepticio cambio de estructura entre (185a) y (185b): (185a) Traje güisqui del bueno. (185b) Traje del bueno. En el primer caso, del bueno es un modificador del sustantivo, igual que bueno en (182b). En (185b), en cambio, del bueno no es un modificador al que se le haya elidido su núcleo, sino un constituyente completo que realiza la función de complemento de la cláusula. La estructura de una y otra cláusula se reflejan en, respectivamente, (186a) y (186b): LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 175 (186a) f.verbal NUCLEO verbo COMPLEMENTO f.sustantiva NÚCLEO MODIFICADOR sustantivo Traje güisqui frase rep. del bueno (= bueno) (186b) f.verbal NÚCLEO COMPLEMENTO verbo frase prep. Traje del bueno (=güisqui) En este sentido, (185b) no parece dejarse interpretar como Traje Ý del bueno, sino como un complemento partitivo similar al de construcciones como Comí de todo o Probé de aquellas manzanas. 4.4. (Breve) recapitulación. De los distintos tipos de omisión que pueden entrar en consideración al analizar las unidades sintácticas, consideramos que sólo cuatro pueden verse como propiamente elípticos, entendiendo por tales la ausencia fónica, pero no estructural, de uno o más constituyentes de una cláusula. Estos cuatro casos son los que hemos denominado (i) 'gapping', (ii) elipsis remática, (iii) elipsis catafórica de complementos no temáticos, y (iv) elipsis ponderativa. Cada una de ellas está justificada funcionalmente tanto por la necesidad de aligerar la comunicación como por el deseo de enfatizar aspectos concretos del mensaje. (i) pretende destacar circunstancias contrastadas en dos o más procesos similares; (ii) conecta la polaridad de dos o más 176 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ procesos similares, bien para oponerlos, bien para recalcar su identidad. (iii) destaca la diversidad de acciones o procesos en relación con alguna circunstancia no temática. (iv), finalmente, quiere enfatizar una cierta circunstancia de un solo proceso. Si los tipos de elipsis aquí definidos pueden aplicarse a muchas lenguas, el modo de realizarse, las restricciones concretas y la forma final de las unidades elípticas contienen muchos aspectos específicos de cada lengua. Tanto las cuestiones generales como las específicas del español son las que se han tratado de describir -en sus aspectos fundamentales- en este último capítulo. AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS Si el tema de la coordinación no está sobrado de bibliografía de carácter descriptivo -aunque sean numerosos los estudios teóricos sobre la misma-, en el caso concreto de la elipsis en la coordinación en español las carencias son manifiestas. Como acercamiento descriptivo general hay que mencionar el trabajo de A. Mª Barrenechea (1974) y el capítulo VIII del texto de E. Franchini (1986). Para los problemas de la elipsis en el caso de miembros negados, es muy interesante el trabajo de I. Bosque (1984) y, como acercamiento global a la elipsis en español (no sólo en la coordinación) contamos con el de J. M. Brucart (1987), si bien es éste un texto de carácter teórico enmarcado en la corriente chomskiana del Government & Binding. Finalmente, para una visión del fenómeno de la elipsis desde una óptica funcional, y en el contexto de los recursos cohesivos de la lengua, el texto de M.A.K. Halliday & R. Hasan (1976) sigue siendo un punto de referencia, aún cuando se centre en el inglés. RECAPITULACIÓN. El fin de la presente monografía ha sido tanto el de situar la estructura coordinativa en el contexto de las estructuras sintácticas, como la de describir ciertos comportamientos propios de la misma en español. Por lo que se refiere al primer aspecto, lo primero que se ha querido destacar de la coordinación es su carácter de construcción paratáctica y, por tanto, directamente opuesta a las estructuras endocéntricas, (o 'expandidas'). Dentro de las paratácticas, la coordinación se opondrá a las estructuras bipolares, por el carácter cerrado de éstas, frente a la posibilidad de ampliación indefinida del número de miembros de aquélla. O, en esquema simplificado con respecto a lo expuesto en el correspondiente capítulo, hipotaxis (=endocentrismo) parataxis coordinación bipolaridad También de acuerdo con la visión expuesta, las llamadas frases preposicionales, ejemplo prototípico del exocentrismo bloomfieldiano, se considerarán como construcciones paramorfológicas, ajenas las mecanismos de construcción sintáctica regular refelejados en el esquema anterior. Y lo mismo cabe decir de las frases nominales, entendidas como la nominalización (que no sustantivación) de una unidad mediante un determinante. La segunda cuestión tratada se centró en la serie de requisitos exgigidos a los miembros de una coordinación para ser tales. Los continuados esfuerzos habidos -desde aproximaciones teóricas diversas- para formular restricciones formales para los miembros coordinados, sean éstas de carácter categorial o basadas en similitudes de función sintáctica, chocan con la realidad de la lengua: se pueden coordinar elementos sintácticamente heterogéneos y, por el contrario, unidades similares sintácticamente parecen requerir de contextos fuertemente marcados para ser coordinadas. Todo hace indicar que son factores semánticos, no directamente reflejados en las peculiaridades 178 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ formales de las unidades sintácticas, los que deciden en cada caso la coordinabilidad de las unidades sintácticas. 178 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ Un paso más en la descripción de la coordinación supone abordar el estudio de los coordinadores que son, en definitiva, los que dan carta de naturaleza a la relación mediante la especificación semántica de la misma. Todo parece indicar que en español el inventario de nexos coordinativos se concreta en cinco, representados por las conjunciones y, tanto ... como, ni ... ni, para los valores asociativos, y o y o ... o para los disyuntivos. Existen, además, variantes de los nexos citados, pero que no introducen valores relacionales distintos de los representados por ellos. Entre estos valores, además, no parece poder contemplarse nada parecido a la coordinación negativa, a no ser que entendamos por ellos la coordinación (neutra) de términos negados. La existencia de una unidad como y no, concebida como un solo nexo, no contradice lo anteriormente dicho, por cuanto ésta se concibe como un nexo entre dos miembros de una estructura necesariamente binaria. Si la coordinabilidad de las unidades sintácticas es fácil de hallar, por cuanto las iniciales diferencias semánticas entre unidades pueden quedar neutralizadas en contextos específicos, no ocurre lo mismo con las palabras concretas. Las distintas clases de palabras constituyen un inventario heterogéneo, que agrupa desde unidades léxicamente muy pobres y dependientes de otras, hasta unidades léxicamente plenas, pero con valores muy especializados y difícilmente asociables con el de otras, pasando por palabras con un valor más proximo al de un morfema interléxico que al de palabras 'libres' propiamente dichas. Ello hace que en la descripción de 'lo coordinable' sea necesario incluir un repaso a las compatibilidades e incompatiblidades de las palabras a la hora de formar una coordinación, así como a las posibles razones de los distintos comportamientos. Y aunque el tema parezca fuera de lugar, por obvio, no parece superfluo, sin embargo, insistir en la diferencia entre la coordinación gramatical, esto es, la construcción coordinativa, con todo lo que ello conlleva, y la mera cohesión textual que utiliza como recurso de unión entre texto y contexto una conjunción (y, pero, etc.). Un apartado ciertamente importante en todo estudio amplio sobre la coordinación es el dedicado a la elipsis. Desde siempre, pero muy particularmente desde la implantación de la gramática transformacional, la elipsis se constituyó en un mecanismo descriptivo absolutamente indispensable para el tratamiento de la coordinación. Lo cierto es que el uso de la elipsis, tanto en el estudio de la coordinación como en otros ámbitos ha dejado -salvo las habituales honrosas excepciones- bastante que desear, normalmente por hacerse sin una previa delimitación rigurosa del concepto. Por ello, parecía necesaria una sistematización del concepto de elipsis y una delimitación del mismo frente a otros casos de omisión de constituyentes sintácticos como labor previa a su uso en la descripción de la coordinación. Una vez hecho, la casuística de las coordinaciones elipticas podrá ser abordada con garantías de coherencia, sin que ello excluya la discusión o el desacuerdo con la línea seguida o las conclusiones establecidas. Todo lo anterior resume las cuestiones fundamentales que han tratado de abordarse de un modo sistemático a lo largo de la presente monografía. Monografía LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL. ASPECTOS TEÓRICOS Y DESCRIPTIVOS 179 que, además de intentar aportar su grano de arena al conocimiento de las estructuras coordinadas en español, pretende ayudar a desterrar la idea de la coordinación como forma simple de ordenación de las unidades sintácticas sin los matices y posibilidades de otras formas de concatenación sintáctica. Confío en que el presente estudio, como cualquier otro que se adentre en la realidad de la coordinación, pueda poner en evidencia la riqueza, complejidad y enorme utilidad de este tipo de recurso estructural para introducir los más variados matices en la expresión lingüística, además de su valor como neutralización de diferencias indeseadas en contextos específicos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Acín Villa, E. (1993), Aspectos de la adversación en español actual, Universidade da Coruña, 1993 Alvarez Martínez, Mº Angeles (1989), El pronombre I. Personales, Artículo, Demostrativos, Posesivos, Arco Libros, Madrid, 1989. Barrenechea, A. Mª.(1972), "A propósito de la elipsis en la coordinación" en Studia Hispanica in honorem Rafael Lapesa, II, Gredos, Madrid, 1972, 105-121. Reeditado en Lope Blanch, J.M. 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Parataxis y coordinación.............................................................................. 12 1.1.5. Parataxis, hipotaxis, exocentrismo y endocentrismo....................................14 1.2. Clases de construcciones y esquemas sintácticos..................................................17 1.2.1. Las clases de construcción según su estructura constitutiva.........................17 1.2.2. La función en las unidades sintácticas..........................................................18 1.2.3. Las unidades sintácticas como manifestación de las clases de construcción ................................................................................................................................ 20 1.3. El esquema coordinativo....................................................................................... 26 1.4. Conclusiones......................................................................................................... 28 AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS...................................................................... 29 Cap. II. LA CONSTRUCCIÓN COORDINATIVA....................................................31 2.1. Generalidades........................................................................................................31 2.2. Estructura abierta.................................................................................................. 32 2.2.1. Coordinación (abierta) vs. estructura cerrada.............................................. 32 2.2.2. Coordinación vs. estructuras modificadas.................................................... 35 2.2.3. Breve recapitulación.....................................................................................36 2.3. La identidad funcional...........................................................................................37 2.3.1. El planteamiento de S.C. Dik....................................................................... 37 2.3.2. La identidad de clase semántica................................................................... 39 2.3.3. Coordinación de conjuntos de funciones heterogéneas................................41 2.3.3.1. Generalidades......................................................................................... 41 2.3.3.2. Unidades independientes y dependientes del contexto (sintáctico) .......43 2.3.3.3. La identidad entre los grupos complementarios..................................... 44 2.3.3.4. Identidad semántica vs. simetría sintáctica.............................................45 2.3.4. Paralelismo de clase semántica e identidad de estatus constitutivo............. 46 2.4. Mismo nivel de estructura jerárquica.................................................................... 47 2.4.1. Nivel jerárquico y clase semántica .............................................................. 48 2.4.1.1. Nivel jerárquico de los adjetivos modificadores en la frase sustantiva..48 2.4.1.2. La coordinación de adjetivos modificadores en la frase sustantiva .......50 2.4.1.3. La coordinación de otras unidades funcionales......................................51 2.4.2. Nivel jerárquico y ambigüedad.................................................................... 53 2.5. Miembros ligados mediante un nexo.....................................................................55 2.6. La coordinación como sintagma unitario.............................................................. 56 2.6.1. Construcción coordinativa vs. suma de constituyentes................................ 56 2.6.2. Construcción coordinativa vs. 'unidad compuesta'....................................... 58 2.7. Recapitulación.......................................................................................................59 AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS...................................................................... 60 Cap. III PARTICULARIDADES DE LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL...........61 3.1. Los conectores coordinativos en español.............................................................. 61 186 TOMÁS JIMÉNEZ JULIÁ 3.1.1. Los coordinadores copulativos.....................................................................62 3.1.1.1. El coordinador 'y'....................................................................................65 3.1.1.2. El coordinador 'tanto . como'..................................................................67 3.1.1.3. 'y' / 'tanto...como'. Recapitulación.......................................................... 69 3.1.1.4. Nexo copulativo y acepciones contextuales........................................... 69 3.1.2. ¿Coordinación negativa en español? ........................................................... 71 3.1.2.1. Generalidades......................................................................................... 71 3.1.2.2. La coordinación negativa propiamente dicha.........................................71 3.1.2.3. Coordinación negativa y coordinación de miembros negados...............72 3.1.2.4. El coordinador 'Neg/ni...ni' como negación de 'tanto ... como'...............74 3.1.2.5. Doble negación y coordinación en español............................................ 75 3.1.2.5.1. Coordinación de miembros negados en cláusulas afirmativas.........76 3.1.2.5.2. Coordinación de miembros negados en cláusulas que niegan la coordinación..................................................................................................... 77 3.1.2.5.3. La doble negación.............................................................................77 3.1.2.6. El conector correctivo............................................................................ 79 3.1.2.6.1. Carácter binario de las estructuras correctivas................................. 79 3.1.2.6.2. El conector correctivo como negador del segundo miembro...........80 3.1.2.6.3. El valor del conector correctivo....................................................... 81 3.1.2.7. Coordinación y negación. Recapitulación.............................................. 83 3.1.3. Coordinadores disyuntivos........................................................................... 85 3.1.3.1. El valor exclusivo de 'o . o' ....................................................................85 3.1.3.2. El valor inclusivo de 'o'.......................................................................... 86 3.1.3.3. Valor no-marcado y valor marcado en la coordinación disyuntiva........86 3.1.4. Otros coordinadores y construcciones seudocoordinantes........................... 89 3.1.4.1. Variantes de los nexos coordinantes.......................................................89 3.1.4.1.1. 'más' en estructuras asociativas......................................................... 90 3.1.4.1.2. Los nexos 'distributivos' de carácter disyuntivo............................... 93 3.1.4.1.3. Los nexos 'distributivos' de carácter copulativo .............................. 93 3.1.4.2. Formas adverbiales con apariencia coordinante.....................................94 3.1.5. Los coordinadores en español. Recapitulación............................................ 96 3.2. Condiciones formales en la coordinación en español........................................... 97 3.2.1. Unidades coordinables y no coordinables.................................................... 97 3.2.1.1. Las unidades sintácticas superiores........................................................ 97 3.2.1.2. Las clases de palabras.............................................................................99 3.2.1.2.1. Las clases de palabras no coordinables.......................................... 100 3.2.1.2.1.1. Restricciones de carácter semántico: Relativos y conjunciones ..................................................................................................................... 101 3.2.1.2.1.2. Restricciones formales: Determinantes, modificadores determinativos y y pronombres átonos......................................................................105 3.2.1.2.2. Las clases de palabras coordinables............................................... 112 3.2.1.2.2.1. Palabras plenas y pronombres.................................................. 112 3.2.1.2.2.2. Las preposiciones..................................................................... 115 3.2.1.2.2.3. Adverbios relativos y partículas interrogativas y exclamativas118 3.2.1.2.2.4. La coordinación de formas abreviadas..................................... 120 3.2.1.3. Unidades coordinables y no-coordinables. Recapitulación..................123 3.2.2. La concordancia en la coordinación ..........................................................123 3.3. Coordinación y modalidad.................................................................................. 125 3.4. Coordinaciones lexicalizadas.............................................................................. 127 3.5. Coordinación sintáctica y cohesión textual ........................................................ 128 3.6. Recapitulación.....................................................................................................131 AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS.................................................................... 131 Cap. IV LA ELIPSIS EN LA COORDINACIÓN EN ESPAÑOL ........................... 133 4.1. Omisión de los constituyentes sintácticos y elipsis............................................. 133 4.2. La elipsis. Algunas cuestiones teóricas............................................................... 136 4.2.1. Elipsis vs. elisión........................................................................................ 136 4.2.2. Elipsis vs. no-realización............................................................................137 4.2.3. Las estructuras elípticas como variantes de las estructuras no elípticas..........139 4.2.4. Estructuras elípticas y estructuras completas............................................. 140 4.2.5. Estructuras elípticas y frases nominales..................................................... 142 187 4.3. Tipos de manifestaciones elípticas en la coordinación....................................... 143 4.3.1. El 'gapping' en español............................................................................... 145 4.3.1.1. Resto complementario (no elíptico) obligado...................................... 146 4.3.1.2. Gapping y focalización.........................................................................147 4.3.1.3. Gapping y polaridad............................................................................. 148 4.3.1.4. Elipsis de constituyentes incompletos.................................................. 150 4.3.1.5. Estructura elíptica y cohesión sintáctica...............................................151 4.3.1.6. Gapping y constituyentes discontinuos.................................................153 4.3.1.7. Gapping y variación morfológica......................................................... 154 4.3.1.7.1. La persona verbal........................................................................... 154 4.3.1.7.2. El tiempo verbal............................................................................. 154 4.3.1.7.3. El modo verbal............................................................................... 156 4.3.1.7.4. Variación morfológica. Recapitulación......................................... 158 4.3.1.8. Gapping. Breve recapitulación............................................................. 158 4.3.2. La elipsis del verbo y (la totalidad de) los complementos no temáticos o elipsis remática..................................................................................................... 159 4.3.2.1. Elipsis remática y pronominalización...................................................160 4.3.2.2. Diversidad del tema..............................................................................162 4.3.2.3. Tema y sujeto....................................................................................... 163 4.3.2.4. Supresión de complementos no-temáticos............................................164 4.3.2.5. Cláusulas elípticas y estructuras correctivas.........................................165 4.3.2.5.1. Diferencias sintácticas.................................................................... 166 4.3.2.5.2. Diferencias de perspectiva comunicativa....................................... 168 4.3.2.5.3. Diferencias en el foco entonativo................................................... 168 4.3.2.5.4. Estructura correctiva y 'gapping'.....................................................170 4.3.3. Elipsis catafórica de complementos........................................................... 170 4.3.4. La elipsis en coordinaciones ponderativas................................................. 172 4.4. (Breve) recapitulación.........................................................................................175 AMPLIACIONES BIBLIOGRÁFICAS.................................................................... 176 RECAPITULACIÓN................................................................................................. 177 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS....................................................................... 181 ÍNDICE …................................................................................................................185