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ADAPTACIÓN MORFOLÓGICA DEL CORAZÓN REVISIÓN CONTEMPORÁNEA Avances Cardiol 2009;29(2):144-153 Adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial esencial: Fisiopatología e implicaciones terapéuticas Drs. Diego F. Dávila1, José H. Donis 1, Rodolfo Odreman1, Maite González1, Agustín Landaeta1 Instituto de Investigaciones Cardiovasculares, Posgrado de Cardiología. Universidad de Los Andes - Mérida, Venezuela 1 RESUMEN El diseño experimental de los estudios prospectivos sobre el tratamiento de la hipertensión arterial esencial, ha ignorado un aspecto fundamental de la fisiopatología del paciente hipertenso: Los pacientes hipertensos no son homogéneos, en lo que respecta a los mecanismos responsables del aumento de la presión arterial. La adaptación cardiovascular a la hipertensión arterial es anatómica y funcionalmente heterogénea. Investigaciones clínicas recientes indican que, esta heterogeneidad, puede ser minimizada con el uso de la eco-cardiografía. El análisis de los perfiles hemodinámicos y neurohormonales de los pacientes hipertensos permite distinguir la presencia de denominadores comunes: La hipertrofia ventricular concéntrica y la hipertrofia ventricular excéntrica representan los extremos opuestos de adaptación del corazón a la hipertensión arterial. El primero se caracteriza por tener una forma geométrica elíptica, con un perfil hemodinámico de gasto cardíaco normal y resistencias vasculares periféricas elevadas. Los niveles plasmáticos de renina y de los péptidos natriuréticos están elevados. La hipertrofia excéntrica muestra CORRESPONDENCIA Dr. Diego Dávila Apartado Postal 590. Mérida, Venezuela 5101. Tél:+58-274-26.32.15 +58-414-374.39.48 E-Mail: diegod@ula.ve Este manuscrito fue publicado previamente en: Int J Cardiol 2008;124:134-138 y duplicado en Avances cardiológicos por su importancia, con autorización del editor del International Journal of Cardiology (Andrew Coats) a quien agradecemos su gentileza. una tendencia a la esfericidad. El gasto cardíaco se encuentra aumentado y las resistencias vasculares periféricas están disminuidas. Los niveles de renina plasmática son menores y la actividad del sistema nervioso simpático está incrementada. Las respuestas terapéuticas son igualmente contrarias. La hipertrofia ventricular concéntrica revierte con antagonistas de la angiotensina II, mientras que la hipertrofia excéntrica es refractaria al atenolol y a los antagonistas de la angiotensina II. Estos hallazgos nos permiten plantear la siguiente pregunta: ¿El patrón de hipertrofia ventricular izquierda debería tomarse en cuenta para la selección del tratamiento del paciente con hipertensión arterial esencial? Palabras clave: Hipertensión arterial esencial, geometría ventricular izquierda, activación neurohormonal. Morphologic adaptation of the heart to high blood pressure: Pathophysiology and therapeutic implications SUMMARY Recibido en: diciembre 02, 2008 Aceptado en: febrero 10, 2009 The experimental design of clinical studies, on the pharmacological treatment of essential hypertension, has ignored a fundamental issue: Hypertensive patients are not a homogenous population. The adaptation of the cardiovascular system to hypertension is structurally and functionally heterogeneous. Recent clinical investigations suggest that this heterogeneity can be minimized by echocardiography. 144 Vol. 29, Nº 2, junio 2009 DÁVILA D, ET AL Thus, when the hemodynamic and neurohormonal profiles of untreated hypertensive patients are considered, in the particular context of the cardiac morphologic adaptation to high blood pressure, distinct common denominators emerge. Concentric and eccentric hypertrophy, the two most common patterns of ventricular hypertrophy, are at the extremes of the geometric spectrum. Concentric hypertrophy is characterized by an elliptic left ventricle, normal stroke volume and high peripheral vascular resistance. Its predominant neurohormonal profile includes elevated plasma renin and natriuretic peptide levels. Conversely, most patients with eccentric hypertrophy have a spheric left ventricle, increased stroke volume and low peripheral vascular resistance. Its corresponding neurohormonal profile shows low serum renin and enhanced sympathetic nervous activity. The therapeutic response, to angiotensin II antagonists and to beta-adrenergic blockers, of these two geometric patterns is also different. Concentric hypertrophy is substantially reversed by angiotensin II blockers, where as, eccentric hypertrophy is refractory to both, angiotensin II blockerds and atenolol. These facts raise a relevant question: Should ventricular geometry be considered when deciding which antihypertensive drug is to be prescribed? Key words: Essential arterial hypertension, left ventricular geometry, neurohormonal activation. 1. Introducción En los últimos años se han llevado a cabo numerosos estudios sobre el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial esencial (1) . Estas investigaciones clínicas han comparado, los efectos de diferentes grupos de medicamentos, sobre la prevención primaria y secundaria de la enfermedad coronaria y de otras complicaciones vasculares de la hipertensión arterial esencial (2). El diseñó experimental de la gran mayoría de estas investigaciones clínicas, sobre el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial esencial, no ha tomado en cuenta un aspecto fundamental de la fisiopatología del paciente hipertenso: ¡La población de pacientes hipertensos no es homogénea, en lo que respecta a los mecanismos responsables del aumento de la presión arterial! (3) . Más aún, la adaptación del sistema cardiovascular a la sobrecarga de presión crónica es también anatómica(4,5) y funcionalmente heterogénea (6-11). No obstante, investigaciones clínicas recientes indican que, esta heterogeneidad, puede ser minimizada con el uso de la ecocardiografía bidimensional (4-8). Avances Cardiol En efecto, el análisis de los perfiles hemodinámicos y neurohormonales de pacientes hipertensos no tratados, en el contexto particular de la adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial, permite distinguir la presencia de ciertos denominadores comunes. Por consiguiente, la caracterización morfológica del paciente hipertenso, mediante ecocardiografía bidimensional, indicaría de manera indirecta el perfil hemodinámico y neurohormonal del paciente hipertenso. 2. Patrones de hipertrofia y modificaciones de la geometría normal del ventrículo izquierdo en la hipertensión arterial esencial. La adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial fue caracterizada, de acuerdo con el espesor relativo de la pared ventricular y la masa ventricular índice, por Simone y col. (4) y Ganau y col. (5) en los años 80 y 90 respectivamente. Contrariamente a lo establecido en la literatura médica, estos investigadores encontraron que, la hipertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo no es ni el más frecuente ni tampoco el único patrón de hipertrofia ventricular. Se encontraron cuatro patrones de hipertrofia ventricular izquierda. Cincuenta y dos por ciento de los pacientes tenían valores normales (geometría normal). En trece por ciento, la masa ventricular índice se encontró normal, pero el grosor relativo de la pared estaba aumentado (remodelado concéntrico). Ocho por ciento de los pacientes tenían aumentados ambos valores (hipertrofia concéntrica). Por el contrario, una disminución del espesor relativo, con aumento de la masa ventricular caracterizó, el 27 % restante (hipertrofia excéntrica) (Figura 1) (5). 3. Perfil hemodinámico de los pacientes hipertensos esenciales con diferentes patrones de hipertrofia ventricular izquierda. El perfil hemodinámico de los pacientes hipertensos esenciales no tratados, con diferentes patrones de hipertrofia ventricular izquierda, ha sido estudiado mediante ecocardiografía bidimensional y ecoDoppler (5-8). En conjunto, estas investigaciones clínicas han puesto de manifiesto la estrecha relación que existe entre el tipo de sobrecarga hemodinámica y un determinado patrón de hipertrofia ventricular izquierda. En contraposición 145 ADAPTACIÓN MORFOLÓGICA DEL CORAZÓN Geometría ventricular normal Masa ventricular índice: 85 g/m2 Espesor relativo: 0,36 Presión arterial sistólica: 145 mmHg Gasto cardíaco índice: 2,91 Resistencias vasculares p: 1741 Remodelado concéntrico Masa ventricular índice: 93 g/m2 Espesor relativo: 0,49 Presión arterial sistólica: 153 mmHg Gasto cardíaco índice: 2,41 Resistencias vasculares p. 2217 Hipertrofia ventricular concéntrica Masa ventricular índice: 144 g/m2 Espesor relativo: 0,52 Presión arterial sistólica: 170 mmHg Gasto cardíaco índice: 3,11 Resistencias vasculares p: 1992 Hipertrofia ventricular excéntrica Masa ventricular índice: 136 g/m2 Espesor relativo: 0,36 Presión arterial sistólica: 157 mmHg Gasto cardíaco índice: 3,61 Resistencias vasculares p: 1417 Figura 1 . Perfiles hemodinámicos y patrones de hipertrofia ventricular izquierda. Reproducido del Journal of the American College of Cardiology, 19, Ganau, A. et al. Patterns of left ventricular hypertrophy and geometric remodeling in essential hypertension, Páginas 1550-1558.,Copyright (1992), con autorización del American College of Cardiology Foundation. a los pacientes con hipertrofia ventricular concéntrica y con remodelado concéntrico, los pacientes con hipertrofia ventricular excéntrica se caracterizan por tener el mayor diámetro ventricular diastólico, aumento del gasto cardíaco y resistencias vasculares periféricas disminuidas, en relación con los controles sanos. La forma geométrica del ventrículo izquierdo, determinada por el índice de esfericidad, está directamente relacionada con el volumen latido (5). En efecto, los pacientes con hipertrofia excéntrica mostraron la mayor tendencia a la esfericidad de sus cavidades ventriculares izquierdas y el mayor volumen latido, mientras que, los pacientes con remodelado concéntrico tenían el menor volumen latido y tendencia a la forma elíptica de sus cavidades ventriculares izquierdas (Figura 2) (5). Los investigadores responsables de este estudio consideraron que el 146 Vol. 29, Nº 2, junio 2009 DÁVILA D, ET AL (presiones diastólicas > 95 mmHg) tenían un gasto cardíaco normal y aumento de las resistencias vasculares periféricas. En conjunto, todas estas investigaciones clínicas son congruentes en señalar la heterogeneidad anatómica y funcional de la adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial esencial. Figura 2. Volumen latido y forma geométrica de la cavidad ventricular izquierda en pacientes hipertensos. ▲ Geometría normal ♦ Remodelado concéntrico. ▼ Hipertrofía concéntrica ■ Hipertrofia Excéntrica. Reproducido del Journal of the American College of Cardiology, 19, Ganau, A. et al. Patterns of left ventricular hypertrophy and geometric remodeling in essential hypertension, Pages1550-1558., Copyright (1992), con permiso de American College of Cardiology Foundation. patrón de adaptación morfológica del ventrículo izquierdo es, en parte, condicionado por el tipo de sobrecarga hemodinámica (sobrecarga de volumen vs sobrecarga de presión). Los hallazgos de estas investigaciones nos obligan a preguntarnos; ¿Porque en ciertos pacientes hipertensos esenciales, la sobrecarga de volumen es el mecanismo responsable de la elevación de la presión arterial? Schmeider y col. (6) evaluaron la participación del volumen sanguíneo en la adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial esencial. Con este fin, compararon a pacientes hipertensos con presiones diastólicas menores de 90 mmHg y mayores de 95 mmHg, con individuos normotensos. Los primeros eran más jóvenes y su perfil hemodinámica mostró un gasto cardíaco aumentado, resistencias vasculares periféricas disminuidas y un incremento selectivo del volumen sanguíneo central o torácico. En estos pacientes, se encontró un patrón de hipertrofia ventricular excéntrica, muy probablemente debido a la redistribución centrípeta del volumen sanguíneo (6). Por el contrario, los pacientes con hipertensión arterial más severa Avances Cardiol 4. Patrones de hipertrofia ventricular izquierda y perfil neurohormonal de los pacientes con hipertensión arterial esencial. El sistema nervioso simpático ha sido exhaustivamente estudiado en los pacientes con hipertensión arterial esencial (13-16). Estudios comparativos de los niveles plasmáticos de norepinefrina, de pacientes hipertensos y controles normotensos llevados a cabo en los años setenta y ochenta, mostraron diferencias estadísticamente significativas en aproximadamente una tercera parte de los pacientes estudiados (17,18). Sin embargo, muy pocos estudios han analizado la actividad del sistema nervioso simpático, en el contexto de la adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial esencial (10,19). En pacientes de origen asiático, los niveles de norepinefrina plasmática de los pacientes con hipertrofia excéntrica fueron significativamente mayores que los de los pacientes con patrones de hipertrofia ventricular concéntrica, remodelado concéntrico y geometría ventricular normal (10). Más aún, la densidad de los receptores beta-adrenérgicos se encontró disminuida y el contenido intracelular de AMP cíclico aumentado, en los linfocitos circulantes de los pacientes con hipertrofia ventricular excéntrica. No obstante, otros investigadores han reportado una correlación negativa entre los diámetros diastólicos de pacientes hipertensos y los niveles de norepinefrina sérica (19). El sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA), de los pacientes con hipertensión arterial esencial también ha sido objeto de numerosos estudios clínicos (3,20-22). Las investigaciones pioneras de Laragh y col., sobre los niveles de renina plasmática de los pacientes hipertensos esenciales, abrieron una nueva era para el tratamiento de esta afección (23). Los pacientes hipertensos fueron clasificados como normorreninémicos, hiporreninémicos e hiperreninémicos y las 147 ADAPTACIÓN MORFOLÓGICA DEL CORAZÓN respuestas terapéuticas a ciertos grupos de medicamentos, como los bloqueadores betaadrenérgicos, diuréticos tiazídicos y antagonistas de la aldosterona, resultaron dependientes de los niveles de renina plasmática (24,25). De esta manera, las investigaciones de Laragh dieron lugar a la hipótesis, aún vigente, que postuló a la hipertensión arterial esencial como renina-dependiente (Niveles de renina mayores de 0,65 ng/mL) o hipertensión arterial esencial volumen-dependiente (niveles de renina plasmática menores de 0,65 ng/mL) (3,21). Al igual que el sistema nervioso simpático, el SRAA ha recibido muy poca atención, en el contexto de la adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial esencial (9,10,26). Investigaciones clínicas llevadas a cabo en países de Europa occidental y Asia mostraron que, comparados a pacientes con geometría normal y con otros patrones de hipertrofia ventricular; los pacientes con hipertrofia ventricular concéntrica tenían los valores más elevados de renina plasmática (9). Por el contrario, los pacientes con patrones de hipertrofia excéntrica tenían los valores de renina más bajos(10). Los niveles de aldosterona sérica también se encontraron elevados en pacientes con este mismo patrón de hipertrofia ventricular izquierda excéntrica (26). En relación con la actividad de los péptidos natriuréticos, la presencia de hipertrofia concéntrica estuvo asociada a mayores niveles del péptido cerebral y auricular (9,27,28). 5. Semejanzas entre la hipótesis de Laragh y los pacientes hipertensos esenciales con determinados patrones de hipertrofia ventricular izquierda. Los perfiles neurohormonales y hemodinámicos, de los pacientes hipertensos esenciales son, sin lugar a duda heterogéneos. No obstante, cuando esta heterogeneidad neurohormonal y hemodinámica es analizada, en el particular contexto de la adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial esencial, se pone de manifiesto la presencia de ciertos denominadores comunes. Es así como, los patrones de hipertrofia concéntrica y excéntrica se ubican en los extremos opuestos del espectro geométrico de la adaptación morfológica (5). En efecto, las características hemodinámicas, neurohormonales 148 y geométricas del primero (volumen latido normal, resistencias vasculares periféricas aumentadas, forma elíptica de sus cavidades ventriculares izquierdas y niveles de renina elevados) son semejantes a la hipertensión arterial reninadependiente propuesta por Laragh (3,21). De la misma manera, el patrón excéntrico, que se ubica en el extremo opuesto del espectro geométrico (cavidades ventriculares con tendencia a la esfericidad, gasto cardíaco aumentado, resistencias vasculares disminuidas, niveles de renina bajos e hiperactividad simpática) (Figura 2) se corresponde con la hipertensión arterial volumen-dependiente de Laragh (3,21). En otras palabras, la caracterización anatómica de los pacientes hipertensos esenciales, mediante ecocardiografía bidimensional, permitiría conocer de manera indirecta el perfil neurohormonal y hemodinámico de los pacientes hipertensos. Por consiguiente, esta información anatomofuncional pudiera, a su vez, servir de guía para orientar el tratamiento farmacológico (21). 6. Vías neurohormonales y bioquímicas que conducen a la hipertrofia ventricular izquierda. Las vías neurohormonales y bioquímicas, así como las respectivas señales responsables de transformar estímulos mecánicos en respuestas celulares, han sido estudiadas en humanos y en modelos experimentales. Los receptores alfaadrenérgicos de las células miocárdicas comparten vías intracelulares con la angiotensina II y con la endotelina I. Los efectos intracelulares, mediados por estos y otros factores de hipertrofia y crecimiento, tienen lugar a través de la sub-unidad Gqα de la familia de proteínas G (31). En modelos animales modificados genéticamente, un incremento selectivo de los receptores cardíacos alfa provoca hipertrofia ventricular izquierda concéntrica. Más aún, la hipertrofia ventricular izquierda secundaria a la constricción de la aorta ascendente puede prevenirse con la administración de inhibidores específicos para estas proteínas (32). El conocimiento acerca de las vías que conducen a dilatación del ventrículo izquierdo (hipertrofia excéntrica) deriva de investigaciones en humanos con trastornos genéticos y de modelos Vol. 29, Nº 2, junio 2009 DÁVILA D, ET AL animales con cardiomiopatía dilatada hereditaria (33) . En estas enfermedades genéticas, la dilatación ventricular y la consiguiente disfunción parecen depender de anormalidades de las proteínas que unen el cito-esqueleto de las células miocárdicas con las proteínas estructurales del tejido intersticial. Por el contrario, cuando la anormalidad genética afecta las proteínas de la sarcomera, el resultado es una miocardiopatía hipertrófica (31-33). 7. Cambios en la geometría ventricular izquierda con el tratamiento antihipertensivo. La hipertrofia ventricular izquierda del paciente con hipertensión arterial esencial revierte parcialmente, con el tratamiento farmacológico(34). Sin embargo, el efecto de los diferentes medicamentos antihipertensivos sobre los diferentes patrones de hipertrofia ventricular izquierda es poco conocido(35-38). El estudio LIFE analizó los cambios en la geometría ventricular izquierda de pacientes hipertensos esenciales tratados con atenolol vs losartan (35,36). Al inicio de estudio, los patrones de hipertrofia ventricular predominantes fueron la hipertrofia ventricular concéntrica y excéntrica. El remodelado concéntrico y la geometría normal estuvieron presentes en el 20 % y 7 % respectivamente. A un año de seguimiento (35), la prevalencia de geometría normal aumentó a 51 % y la hipertrofia ventricular concéntrica disminuyó de 24 % a 6 % (Figura 3). En la Tabla 1 (35), se muestran los cambios y la transición de un patrón a otro. Es necesario destacar que, el 34 % de los pacientes con hipertrofia concéntrica, el 11 % de los que tenían remodelado concéntrico y el 12 % con geometría normal desarrollaron hipertrofia excéntrica. Más aún, 55 % de los pacientes con este último patrón de hipertrofia ventricular, no experimentaron ningún cambio durante el seguimiento. En otras palabras, el patrón de hipertrofia excéntrica además de ser refractario al tratamiento antihipertensivo, resultó ser una vía final común para los otros tres patrones de adaptación morfológica a la hipertensión arterial esencial. A los cuatro años de seguimiento, el porcentaje de pacientes de edad avanzada con hipertrofia concéntrica disminuyó de manera similar, mientras que, el porcentaje de pacientes con hipertrofia excéntrica experimento pocos Avances Cardiol Figure 3. Modificaciones de la forma geométrica del ventrículo izquierdo después de un año de tratamiento antihipertensivo. Reproducido del American Heart Journal, 144, Watchell K, et al., Change in left ventricular geometry pattern after one year of antihypertensive treatment: The Losartan intervention for end point reduction in hypertension (LIFE) study, Páginas 1057-1064., Copyright (2002), permiso de Elsevier. cambios(36). La administración de candesartan aisladamente o sumado a la espironolactona indujo modificaciones similares a las descritas con losartan vs atenolol (37,38). Estos resultados claramente indican que los antagonistas de la angiotensina II tienen diferentes efectos sobre el patrón de hipertrofia concéntrica vs el patrón de hipertrofia excéntrica. Por su parte, el atenolol parecería ejercer efectos menores sobre estos dos patrones de hipertrofia ventricular. Se desconoce porque o cuando aparecen los diferentes patrones de hipertrofia ventricular en los pacientes con hipertensión arterial esencial. No obstante, estudios comparativos, de miocitos aislados de pacientes hipertensos con hipertrofia ventricular izquierda, de pacientes con insuficiencia cardíaca por cardiopatía isquémica y de animales de laboratorio con hipertensión arterial espontánea, han puesto de manifiesto la presencia de importantes semejanzas en el proceso de remodelación cardíaca (39) . En los animales de laboratorio con hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca “espontánea”, el 149 ADAPTACIÓN MORFOLÓGICA DEL CORAZÓN Tabla 1 Prevalencia de los patrones de hipertrofia ventricular después de un año de tratamiento Cambio porcentual 1 año Geometría normal Remodelado concéntrico Hipertrofia excéntrica Hipertrofia concéntrica Patrón al comienzo del tratamiento Geometría normal 79,4 7,3 12,1 1,2 Remodelado concéntrico 72,8 14,8 11,1 1,2 Hipertrofia concéntrica 39,5 10,0 34,0 16,5 Hipertrofia excéntrica 39,7 2,1 55,1 3,1 Reproducido y modificado de American Heart Journal, 144, Watchell K, et al., Change in left ventricular geometry pattern after one year of antihypertensive treatment: The Losartan intervention for end point reduction in hypertension (LIFE) study, Pages 1057-1064., Copyright (2002), con autorización de Elsevier. volumen celular aumenta significativamente durante la progresión del estado de hipertrofia compensada, a la condición de insuficiencia cardíaca. El área de sección transversa del miocito alcanza su máximo a la edad de 3 meses, mientras que, el diámetro longitudinal aumenta significativamente entre los 9 y 12 meses de edad. Este último tiene lugar antes de que aparezcan síntomas y signos de insuficiencia cardíaca (40-42). En los pacientes con hipertrofia ventricular izquierda, sin insuficiencia cardíaca, el área de sección transversa del miocito no se modifica con la transición a la condición de insuficiencia cardíaca; mientras que, de manera semejante al modelo experimental, el diámetro longitudinal del miocito sí aumenta de manera significativa (39,43). Las semejanzas entre los humanos hipertensos y los animales de laboratorio sugieren la existencia de mecanismos comunes a ambas condiciones clínicas y experimentales (40). área de sección transversa. En conjunto estas investigaciones clínicas y experimentales indican que la remodelación celular se inicia tempranamente y antecede a la aparición de los síntomas y signos de insuficiencia cardíaca. El incremento desproporcionado del diámetro longitudinal, en relación al área de sección transversa, durante la transición a la condición de insuficiencia cardíaca impediría compensar por el aumento del stress de pared (39-46). En los animales de laboratorio que reciben tratamiento farmacológico con antagonistas de la angiotensina II (44) y en humanos con insuficiencia cardíaca crónica que reciben dispositivos intracardíacos de asistencia mecánica(45), los miocitos experimentan una significativa disminución del diámetro longitudinal y del Finalmente, investigaciones poblacionales recientes sugieren que la prevalencia, de los diferentes patrones de adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial, parece estar relacionada con la edad, la raza y la presencia de obesidad y diabetes mellitus del adulto (47,48). En efecto el estudio ARIC (47), llevado a cabo en una población de individuos norteamericanos de ascendencia africana, mostró una mayor prevalencia de hipertrofia ventricular concéntrica (36,2 %) y de remodelado concéntrico (29,1 %). La hipertrofia excéntrica (11,8 %) y la geometría normal (23,6 %) representaron en conjunto apenas un tercio de los pacientes estudiados. Por el contrario, en individuos norteamericanos menores de 40 años de edad y de ascendencia indígena, con prehipertensión 150 Vol. 29, Nº 2, junio 2009 DÁVILA D, ET AL arterial, hipertensión arterial y diabetes mellitus, los patrones de hipertrofia concéntrica y de remodelado concéntrico están presentes en menos del 2 % y predomina el patrón de hipertrofia ventricular excéntrica en el 20 % de los individuos estudiados (48). En resumen, el patrón de hipertrofia ventricular concéntrica se acompaña de determinados perfiles neurohormonales y hemodinámicos. Estudios experimentales y clínicos claramente indican que, este patrón geométrico se beneficia fundamentalmente de los antagonistas de la angiotensina II. Por el contrario, la hipertrofia ventricular excéntrica, con perfiles hemodinámicos y neurohormonales contrarios a los anteriores, parece ser refractaria a aquellos y al atenolol. La sólida fundamentación de estas afirmaciones permite plantear los siguientes interrogantes. 1.- ¿Debería tomarse en cuenta el patrón de hipertrofia ventricular izquierda del paciente hipertenso esencial, para la selección de su tratamiento farmacológico?(49-52) 2.- ¿Qué efectos tienen otros medicamentos antihipertensivos sobre la adaptación morfológica del corazón a la hipertensión arterial esencial? REFERENCIAS 1. The National Heart, Lung and Blood Institute Working Group on Future Directions in Hypertension Treatment Trials. Major clinical trials of hypertension. What should be done next? Hypertension. 2005;46:1-6. 2. Chobanian AV, Bakris GL, Black HR, Cushman WC, Green LA, Izzo JL Jr, et al. National Heart, Lung, and Blood Institute; National High Blood Pressure Education Program Coordinating Committee. Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure. Hypertension. 2003;42:1206-1252. 3. Laragh JH, Sealey JE. 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