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Recordatorios...
AÑO XXV - NUM. 42 - SEPTIEMBRE, 2014
Órgano
El magnífico órgano del Santuario de la Bien Aparecida cumple 100
años. Efectívamente, el año 1914, el gran maestro Jesús Guridi -uno de
los más prestigiosos músicos de la época- le inauguró.
Por iniciativa de la comunidad trinitaria del Santuario, la Casa de
organería Lope Alberdi de Barcelona acometió la construcción del
mismo. Una familia generosa de la Junta de Voto y en concreto de
Bádames, representada en D. Lorenzo Ortiz, se encargó del recurso
pecuniario. Es un órgano de los llamados románticos, con fachada de
madera en su color, que muestra un estrecho cuerpo central de tubería
vista y dos castillos cuadrados, con torres circulares centradas, en los
extremos. Tiene dos teclados manuales.
En este siglo de existencia ¡cuánto ha dado de sí el precioso órgano
de este Santuario! ¡Cuántos conciertos y cuántas funciones religiosas
revestidas, acompañadas y animadas por sus melodías!
Cuadro de la Patrona
Al fondo de la Capilla Penitencial (también Capilla del Santísimo) hay un hermoso cuatro de la
Virgen, pintado y bordado con arte y mucha dedicación, cuya dedicatoria dice: Este cuadro ha
sido regalado por la Junta Directiva del Centro Montañés de la Habana. Y aparece la fecha de su
donación: 15 de Septiembre de 1914. Es decir: hace 100 años. Quedan configurados en el cuadro
los nombres y apellidos de los generosos donantes.
Coronación de la Virgen
Gráficas Incera • Colindres
El próximo año, 2015, se cumplen 60 años de la Coronación de la
Virgen Bien Aparecida (29 de mayo de 1955) por el Sr. Obispo de
Santander D. José Eguino y Trecu en la Plaza de las Estaciones de
Santander.
También el próximo año, 2015, se cumplen 50 años de la Consagración de la Comunidad Autónoma a la Virgen Bien Aparecida,
hecha por el entonces Gobernador Civil, en estos términos:
“¡Virgen Bien Aparecida, celestial Patrona de la provincia de Santander!
Como un eco salido del alma y refrendo de sincera devoción, por
nuestra parte, queremos renovar nuestra consagración, representando a la provincia de Santander, que en estos días se arrodilla a vuestras plantas y no acierta a separarse de vuestro lado. Por esto, hoy, al
conmemorar el décimo aniversario de la coronación, vuelve a consagrarse a su Madre y Señora
para lograr el modo de quedarse escondida en vuestro Purísimo Corazón.
Desde este sagrado recinto, donde nos encontramos cobijados a vuestra sombra, celebrando vuestra fiesta, con el Sacrificio de vuestro Hijo, queremos todos unidos alzar las manos en un
magnífico gesto de oración, sacrificio y esperanza, para que la celebración de este misterio pascual una la fe de toda la Montaña.
En esta hora del mundo en que tantos pueblos, cegados por la impiedad, no quieren reconocer el dominio amoroso del Rey de los cielos, nos complacemos en confesar a la faz del mundo,
nuestras creencias y en reiterar nuestra devoción a Vos, Madre del Rey y Reina de nuestras
almas...
Y al aceptar esta consagración de la Montaña, ¡oh Virgen Bien Aparecida, atad con fuertes
lazos de amor este compromiso para que nunca se rompa, sino que permanezca fiel y entera la
entrega que ahora os hacemos de la provincia de Santander, a Vos, su Reina y su Madre”
El himno, compuesto por Cándido Alegría, “Oh Virgen querida, Bien Aparecida” para la Coronación de la Virgen fue inaugurado también hace 60 años.
María, madre y modelo de los
consagrados (o religiosos)
En coincidencia con los 50 años de la clausura del Concilio Vaticano II, el papa Francisco
ha decretado un Año de la Vida Consagrada, de
octubre de 2014 a octubre de 2015. Un año en
el que todos los católicos somos invitados a
tomar nueva conciencia del don inestimable
que significa para la Iglesia y para la sociedad
entera la vida de tantas personas que, en todos
los rincones del mundo, han abrazado el estilo
de vida de Jesús de Nazaret y de la Virgen para
testimoniar de forma pública el Evangelio. Son
los religiosos y las religiosas, los monjes y las
monjas, denominados oficialmente “consagrados”.
María, la perfecta discípula y seguidora de
Jesús, es, junto con su Hijo, referente esencial
para comprender y vivir la vida consagrada.
Aunque la Virgen de Nazaret no fue monja, sino
una mujer laica, en su vida encarnó todos los
valores que configuran la opción de los religiosos comenzando por lo más radical: total consagración a Dios en virginidad, pobreza y obediencia al estilo de Jesús. Lo explicó bien san
Juan Pablo II con estas palabras:
“María es ejemplo sublime de perfecta consagración, por su pertenencia plena y entrega
total a Dios. Elegida por el Señor, que quiso realizar en ella el misterio de la Encarnación,
recuerda a los consagrados la primacía de la
iniciativa de Dios. Al mismo tiempo, habiendo
dado su consentimiento a la Palabra divina, que
se hizo carne en ella, María aparece como
modelo de acogida de la gracia por parte de la
criatura humana. Cercana a Cristo, junto con
José, en la vida oculta de Nazaret, presente al
lado de su Hijo en los momentos cruciales de su
vida pública, la Virgen es maestra de seguimiento incondicional y de servicio asiduo. En
ella, templo del Espíritu Santo, brilla de este
modo todo el esplendor de la nueva criatura. La
vida consagrada la contempla como modelo
sublime de consagración al Padre, de unión con
el Hijo y de docilidad al Espíritu “.
María es además la madre de los religiosos.
La Iglesia nos invita a asumir con gratitud la
singular mediación materna de María en la vida
consagrada. Ella es la Madre de nuestra vida
evangélica. “La persona consagrada encuentra
en la Virgen una Madre por título muy especial.
En efecto, si la nueva maternidad dada a María
en el Calvario es un don a todos los cristianos,
adquiere un valor específico para quien ha consagrado plenamente la propia vida a Cristo.
“Ahí tienes a tu madre” (Jn 19,27): las palabras
de Jesús al discípulo “a quien amaba” (Jn
19,26), asumen una profundidad particular en
la vida de la persona consagrada” (san Juan
Pablo II). Siendo la Madre de la Iglesia, interviene maternalmente en el nacimiento y en la maduración de todas las vocaciones, en particular
la vocación a la vida consagrada.
Hay otro aspecto luminoso y estimulante de
la dimensión mariana de la vida consagrada:
María de alguna forma se hace presente en los
religiosos y actúa a través de ellos. Ciertos valores y matices de María se prolongan en la vocación de las vírgenes y de los religiosos: la vocación de María a la maternidad mesiánica, generación de Cristo en el corazón y en la carne, en
los religiosos es llamada a la fecundidad virginal
en el espíritu que engendra a Cristo a través de
la acogida de la palabra y del cumplimiento de
la voluntad del Padre. A los religiosos se suele
llamar “padres”, y “madres” a las religiosas, en
alusión a la paternidad/maternidad espiritual
que por vocación han de ejercer. Pues bien sólo
con María y como María, el religioso desarrolla
fecundamente esa maternidad en el espíritu.
Salmo de la ternura, María de Nazaret.
Tú eres, María, la experiencia más bella del Evangelio.
En Ti Dios se ha hecho Noticia Buena para el hombre.
Eres como la luz del alba que abre camino al Sol;
eres esa estrella matutina que anuncia el día.
Eres la mujer creyente que acoge y guarda la Palabra;
la Mujer joven que entra en el plan de Dios libre y gozosa.
Eres estilo de vida, nuevo y fascinante en la Historia;
eres, María, la virgen bella y fecunda de Nazaret.
Gracias, María, por tu corazón bueno y disponible.
Gracias, Maria, por tu corazón de ojos limpios y puros.
Gracias, maría, por tu corazón sincero y transparente.
Gracias, María, por tu corazón claro y luminoso.
Gracias, María, por tu corazón sencillo y humilde.
Gracias, María, por tu corazón lleno de luz y de amor.
Gracias, María, por tu corazón abierto al infinito.
Gracias, María, por tu corazón joven; sencillamente, joven.
Aquí me tienes, en busca de un camino de libertad.
Aquí me tienes, en busca de un proyecto de vida.
Aquí me tienes, en busca de Alguien en quien dejar mi amor.
Aquí me tienes, en busca de semillas de alegría.
Aquí me tienes, en busca de la paz y el bien.
Aquí me tienes, en busca de un sendero de justicia.
Aquí me tienes, en busca del rostro del Dios vivo.
Aquí me tienes, en busca de la libertad perdida.
Gloria a ti, María, Casa donde Dios mora.
Gloria a ti, Madre de Cristo y Madre mía.
Amén.
A tener en cuenta...
Iluminación del Santuario
* Durante la mayor parte del día el interior del Santuario está en penumbra, con
poca luz, en misterioso silencio. Tampoco
están los tiempos para sobredimensionar los esplendores de iluminaciones
innecesarias en épocas de pocas visitas.
De todos modos, a la entrada del Santuario existe un resorte que ilumina la
globalidad del Santuario, introduciendo
una moneda de 1 €.
Velas
* Todas las velas que son entregadas
como ofrenda, invariablemente son utilizadas a lo largo del año. Unas son utilizadas en la Capilla Penitencial como signo
de la presencia de Jesús Sacramentado
en el Sagrario. El resto de las velas se va
colocando en el recinto de la ermita de la
Virgen, que está a 500 metros del Santuario, e ilumina y guía la ruta de los peregrinos, peatones y viajeros.
Visitas al Santuario:
* La Comunidad de los religiosos trinitarios que atienden el Santuario asumen
con gusto las peticiones de los peregrinos, fieles y turistas que desean ser
atendidos.
Para una buena organización es importante si previamente se avisa por teléfono, llamando al 942 67 67 25. De todos
modos, llamando en la portería del Convento, serán atendidos en sus solicitudes
para lograr información, explicación,
acogida y acompañamiento en la oración.
Visita al camarín
* Son muchas las personas que solicitan
poder subir a ver el camarín de la Virgen.
Tened en cuenta que subir al camarín no
es una simple ruta turística, una curiosidad o una visita guiada. Entendemos que
es, sobre todo, una visita de oración ante
la Virgen, Reina y Madre de la Montaña.
Fiesta de la Virgen
Bien Aparecida
- 15
Septiembre
-
El 15 de septiembre es una fecha singular, simpática, alegre y festiva.
Toda Cantabria, y particularmente los miembros de las familias, se sienten llamadas a
recordar y a vivir unas tradiciones inolvidables.
¿Por qué esas caminatas a pie? ¿Por qué esas promesas hechas a fuego? ¿Por qué ese
llanto, sentido y expresado a los pies de la pequeñita? ¡Cuántos recuerdos, nostalgias y
promesas!
En cada canto, discurso y oración... en cada lágrima, fatiga y dolor... se esconde un
sentimiento, recuerdo y oración. Si las paredes silenciosas y vetustas de este Santuario
pudieran hablar y descifrar lo que han visto y oido... cuánto amor, cariño, entrega y generosidad hubieran aclamado, cantado y admirado.
Peregrinos que habéis llegado a este alto de Somahoz: Haced silencio y escuchad lo que
os dice vuestro corazón. Dejad que vuestros sentimientos afloren al exterior para dar
rienda suelta a vuestra emoción.
Rezad con fe, sencillez y espontaneidad. Nuestra Madre Bien Aparecida, Reina y Madre de la Montaña acoge nuestros deseos e
intercede por nosotros.
Nos acordamos de nuestras familias, de nuestros jóvenes y niños. Encomendamos a Ella a todos nuestros difuntos: abuelos,
padres, hermanos, hijos y familiares.
Y pedimos también por la paz del mundo: la paz en Israel, Palestina, Siria, Gaza... paz en los países de Africa (Libia, Sudán, etc.).
Paz para los cristianos perseguidos en todo el mundo. Paz para todas las familias que están azotadas por el hambre, la escasez
y la miseria.
Triduo de preparación (11, 12 y 13 de septiembre)
- Acto Mariano: A las 18,00 horas
- Eucaristía: A las 12,00 y a las 18,30 horas
Víspera de la Fiesta (14 de septiembre)
- A las 12,00 h.: Celebración de la Eucaristía
- A las 13,00 h.: Celebración de la Eucaristía
- A las 18,00 h.: Ofrenda Floral dentro del acto mariano
- A las 18,30 h.: Celebración de la Eucaristía
- A las 20,00 h.: Celebración de la Eucaristía
- A las 22,00 h.: Procesión de antorchas hasta la ermita de la Virgen
- A las 23,00 h.: Celebración de la Eucaristía
Fiesta de la Virgen Bien Aparecida (15 de septiembre)
Horario de las Misas:
6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 14, 16, 17, 18, 19 y 20 horas.
La Misa principal (12 del mediodía) presidida por D. Vicente Jiménez Zamora, Obispo de Santander,
tendrá lugar en la explanada, delante del Santuario.
-
Notas:
Las confesiones serán atendidas, principalmente, en la Capilla Penitencial o Capilla del Santísimo.
La salida del Santuario, al finalizar las celebraciones, preferentemente a través de las dos puertas de la sacristía.
No será posible acceder al camarín, pero se dará a venerar la medalla de la Virgen.
Las velas de las ofrendas se recogerán en la sacristía. Se utilizarán a lo largo del año.
Las Misas encargadas se anotan y se recogen en la sacristía.