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Vox Populi Mariae Mediatrici Boletín Internacional de Noticias Volumen XII, No. 1 11 de Febrero del 2009 Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes 313 High Street Hopedale, OH 43936 USA Tel: (749)937-2277 voxpopuli@voxpopuli.org www.fifthmariandomga.com En este número Ejemplo de Carta Petición al Papa Benedicto XVI Carta de Ánimo para Vox Populi ¿Está bien solicitarle al Santo Padre? Conferencia de verano sobre Incluye: ¿Estás temeroso de María Corredentora? Viene la Paz a Través de Ella En las últimas semanas he sido contactado por gente Católica y Mariana de diferentes partes del mundo, con el mismo mensaje básico al inicio de este año nuevo 2009: Los tiempos nunca han sido tan difíciles. Por el Dr. Mark Miravalle Presidente Vox Populi Mariae Mediatrici Haciendo un examen global, vemos sufrimiento sin precedente en casi todos los continentes. En el Medio Oriente, presenciamos los efectos trágicos de guerra y violencia en Irak, Afganistán y ahora, entre Israel y Palestina. En África vemos niveles dramáticos de hambre, enfermedades y muertes relacionadas con el SIDA, y violaciones a los derechos humanos en forma de invasiones militares, raptos y aun esclavitud. En Asia, más de un billón de gentes permanece bajo las ataduras del gobierno comunista chino, que continúa persiguiendo a su propia gente por preferencia religiosa y tamaño de familia. En Latinoamérica, la inestabilidad política amenaza varios países y millones de Católicos se pierden cada año para irse a otras denominaciones Cristianas, sectas religiosa y secularismo genérico. El Occidente enfrenta los males de materialismo, humanismo, secularismo, el desmoronamiento matrimonial y familiar, y un nuevo ataque sin precedentes a la dignidad sagrada de los niños no nacidos, por la recién inaugurada nueva administración en Estados Unidos. Junto con estas dificultades continentales, el mundo está enfrentando la peor crisis económica de la historia reciente, y aun desastres naturales están golpeando de una manera inusual, de acuerdo a las fuentes internacionales. En una entrevista al Cardenal Joseph Ratizger hecha en 1984, declaró, que a la luz de las muchas crisis actuales del mundo de hoy -incluyendo la de la fe, la moralidad y la mujer- hay un remedio: “María es el Remedio”. ¡Qué profético fue el futuro Papa Benedicto XVI! ¿Porqué la proclamación de María como Corredentora, Mediadora y Abogada es necesaria en el momento presente de sufrimiento humano sin precedente como nunca antes? Hoy, como en ninguna otra época, debemos entender en mente y corazón el valor sobrenaturalmente redentor del sufrimiento humano. ¿Qué sería mejor sino el anuncio solemne a la Iglesia y al mundo del ejemplo arquetipo, el perfecto, sin mancha del sufrimiento humano que fue fructífero para la humanidad entera? ¿Debería ser ahora solemnemente definida María Corredentora como un dogma de la Iglesia? Hagamos una importante distinción entre ‘dogma’ y ‘doctrina’. Actualmente, la enseñanza de la Iglesia de que María es la Corredentora de la raza humana, esta en el magisterio ordinario papal. Juan Pablo II llamó a María la Corredentora en seis ocasiones. El Concilio Vaticano II habló sobre el sufrimiento sin igual de María con Jesús, donde permaneció fielmente con él hasta la cruz, asociando sus sufrimientos con Él en su corazón de madre y “consintiendo amorosamente en la inmolación de la víctima nacida de ella” (Lumen Gentium, 58). Es doctrina oficial de la Iglesia Católica que María compartió de forma sin igual en la redención traída por Jesucristo. Eso es lo que significa “Corredentora”. Entonces, ¿qué es un dogma? Un dogma es lo que el Beato Pío IX llamó la “perfección de la doctrina” – el más alto pronunciamiento de una verdad doctrinal encontrada en la Escritura y la Tradición. Él, defendió su definición del dogma de la Inmaculada Concepción diciendo, que una definición dogmática perfecciona la doctrina y lleva a su más grande apreciación posible para los fieles Cristianos en el mundo entero. Algunas personas argumentan que si se define ahora solemnemente la doctrina de María Corredentora, entonces se va a “forzar” a la gente a creerla. No es así, mis amigos, la Iglesia no fuerza nada. Pero si escoges ser Católico, entonces tienes que aceptar ciertas verdades que son correctamente identificadas por la autoridad de la Iglesia como verdades Católicas. Una de esas doctrinas es, precisamente que María participó de manera única con Jesús en la obra de la redención. Un dogma no fuerza a nadie a creer nada o a cualquier Católico a creer algo nuevo. Más bien, articula exactamente lo que la Iglesia ya enseña al respecto, elevándole a un nuevo nivel de claridad. Otros quizá digan: “No se debería proclamar el dogma ahora, porque causará controversia”. Pero ‘controversia’ no es una razón para parar el desarrollo doctrinal auténtico, como lo atestiguan la relación histórica de las grandes controversias sobre la Inmaculada Concepción y su trayecto ria para llegar a ser dogma de fe Mariano. El asunto es: ¿Es esta una definición papal sobre la Madre de Jesús que beneficiaría a la Iglesia y al mundo? Y los más de 7 millones de fieles en los últimos 15 años, junto con más de 500 cardenales y obispos, sacerdotes, teólogos, religiosos –y más de 4,500 hermanas contemplativas de Latinoamérica, España y Portugal, que han dado su “sí” ofreciendo oraciones y sacrificios y han mandado su humilde pero fervorosa petición al papa- y aun Nuestra misma Señora a través de apariciones aprobadas eclesiásticamente Ver, Paz, Pág. 4 Viene… Continúa de la p. 1 -implícitamente en Fátima y más explícitamente en lugares como Ámsterdam y Akita- han hablado sobre la proclamación papal de María Corredentora como un prerrequisito absoluto para que venga la paz a este mundo actual tan emproblemado. El plan de paz profunda para la humanidad viene del cielo así: 1) El papa proclama el dogma de María Corredentora, Mediadora y Abogada; 2) Este dogma, a través del reconocimiento solemne de los títulos y roles de Nuestra Señora, la liberan para ejercer en plenitud estos roles de intercesión por la humanidad, y por tanto inicializando definitivamente el Triunfo del Inmaculado Corazón de María, profetizado en Fátima; 3) El Triunfo trae consigo el premio prometido de paz para el mundo: “Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará…y un tiempo de paz será dado al mundo” (Nuestra Señora en Fátima, 13 de Julio de 1917). Definitivamente, la fórmula es simple: Dogma – Triunfo – Paz. ¿Negativamente? “No Dogma, no Triunfo, no Paz”. Quizá otros digan: “Si no todos están de acuerdo, no debería darse una proclamación dogmática”, Pues bien mis amigos, esa condición eliminaría categóricamente todas las definiciones solemnes. Nunca todos estarán de acuerdo. Equivaldría a decir que si no todos están de acuerdo que Jesús está presente en la Eucaristía, entonces la Iglesia no debió de haberlo definido solemnemente en el Concilio de Trento. No, la Iglesia Católica hace declaraciones en amor y paz para guardar el depósito de la fe guiada por el Espíritu Santo. Algunas veces es la posición de la mayoría en el mundo, en otras –con mayor frecuencia- es la posición de la minoría. Pero Jesús no actúa por mayoría o minoría, Él actúa en la verdad, como nos lo dijo: “la verdad los hará libres” (Jn 8:32). Fijemos claramente nuestros parámetros teológicos. Jesús es el único Redentor divino. Es el único que puede reconciliar al hombre con Dios, y esto es absolutamente cierto. Pero Dios el Padre estableció que una mujer fuera involucrada en el reestablecimiento de la gracia, así como una mujer lo estuvo en la pérdida de la misma. Aquella mujer fue Eva, esta mujer es María, la “Nueva Eva”. ¿Qué mejor testimonio hay para la dignidad de la mujer –que Dios la amó tanto que la quiso involucrar en la obra humana de la redención- y de la necesidad de cada ser humano de participar en la obra del Redentor divino, que el definir solemnemente que María es la Corredentora con Jesús? El proclamar a María como la Corredentora, le dice a cada ser humano que su sufrimiento tiene valor sobrenatural cuando está unido al de Cristo, tal y como los sufrimientos de Nuestra Señora en el Calvario. Pero también seamos claros que lo hizo la Santísima Madre por la Redención y gracia, es muchísimo más que cualquiera de nosotros. No dimos a luz a Jesús, no lo ofrecimos en la Cruz en el Calvario y no recibimos la encomienda de ser la madre espiritual de todos los pueblos como Jesús se lo dijo a María desde la Cruz: “Mujer, he ahí a tu hijo” (Jn 19:25-27). Aunque Juan Pablo II nos llamó a convertirnos “co-redentores en Cristo”, María es excepcionalmente la Corredentora. María fue concebida inmaculada por lo que pudo ser la perfecta compañera con Jesús en el restablecimiento de la vida para la familia humana. Entre más decimos “sí” a la verdad de María Corredentora, más decimos “sí” a nuestra propia dignidad de corredentores. ¿Fue justo los sufrimientos de Jesús? No, el es el inocente, pero los hizo redentores. Pero si decimos sí a nuestros sufrimientos (especialmente aquellos de los que no podemos escapar) y “sí” a todo sufrimiento, aunque sea injusto, tu y yo podemos hacer nuestros sufrimientos redentores. Podemos hacer lo mismo ofreciendo los sufrimientos de hoy, aun los sufrimientos sin precedente del 2009, para la gloria de Dios, la salvación de las almas y por el triunfo del Corazón Inmaculado de María. Si, necesitamos el dogma de María Corredentora, lo necesitamos desesperadamente. ¿Cuánta más intranquilidad necesitamos ver en los encabezados en todo el mundo antes de que le creamos y digamos: “Está bien, Madre, el dogma, la proclamación del quinto dogma Mariano es lo que es necesario par la paz. Voy hacer mi parte: voy a mandar mi carta al Santo Padre; voy a rezar todos los días por el Santo Padre para que lo proclame; voy a ofrecer mi Misa y Rosario –al menos una parte diaria- por esta intención, para que el Triunfo del Corazón Inmaculado de María venga pronto y podamos tener paz en el mundo a través del remedio celestial, el dogma de María Corredentora”? Tenemos una promesa: “Al final mi Inmaculado Corazón triunfará… y un tiempo de paz le será dado al mundo entero”. Cuenta con esa promesa. No pierdas la esperanza, la fe. No pierdas la alegría. Nos hemos preparado para este tiempo de sufrimiento sin paralelo y la podemos hacer. Lo podemos lograr durante el presente camino dificultoso. Orar diariamente por el dogma. Solicitud al Santo Padre. Permanezcamos en la paz interior de Jesús, y hagamos nuestra parte por conseguir la paz por toda la familia humana. Orar y trabajar por el dogma y dejemos que nuestros corazones permanezcan pacífica y seguramente abrigado entre el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María mientras “caminamos a través del fuego”. Hay paz en el camino hacia Ella. Dr. Mark Miravalle Profesor de Teología y Mariología Universidad Franciscana de Steubenville Presidente Vox Populi Mariae Mediatrici “Al final mi Corazón Inmaculado triunfará… y un tiempo de paz será dado al mundo” Nuestra Señora de Fátima 13 de Julio de 1917 ¡Por favor, distribuyan el Panfleto Adjunto: “¿Tienes miedo de María Corredentora?” ____________________________________________ Junto con este Boletín de Vox Populi estamos incluyendo copia del panfleto: ¿Tienes miedo de María Corredentora?, escrito por el Dr. Mark Miravalle. Por favor, siéntanse en libertad de reproducir cuantas copias quieras para distribuirlas entre sus respectivas comunidades. Denle una copia a su pastor. Tradúzcanlo a los idiomas de la gente que Uds. sirven. Contacten las oficinas de Vox Populi Mariae Mediatrici por más copias para distribución (O pueden encontrar información del contacto en la página frontal de este Boletín). O también visiten la página: WWW.FIFTHMARIANDOGMA.COM Pongan el mouse sobre Recursos – Materiales para Distribución y bajen copia para imprimir cuantas quieran. Este panfleto está disponible en Inglés y en Español.