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13. Corazón de María, trono de misericordia María, tú eres nuestra Madre y eres la Madre de misericordia. Misericordioso es aquel que del tesoro de su corazón, da al que está en la miseria. Y así es tu corazón Madre, un trono de misericordia, pues derramas los tesoros de la gracia de la que estás llena, sobre tus hijos necesitados. Amas más al hijo más pequeño, al más débil. Ayúdanos, Madre, a nunca desconfiar de tu misericordia, aunque sean muchas y grandes nuestras miserias; ayúdanos a dejarnos abrazar por tus brazos maternales y a adentrarnos en tu corazón misericordioso. Concédenos al igual que Tú, el ser comprensivos con las debilidades de los hermanos, estar a su lado mostrándoles el amor y la cercanía del Señor. Amén. 14. Corazón de María, incendio del amor divino María en ti se complació y se hizo hombre el mismo Dios, tú fuiste la bienaventurada, la llena de gracia, porque no te negaste a la llamada divina que el Señor te hizo, más aún respondiste con generosidad y abandono, desde tu SI complacido y humilde; el Señor te llenó de amor divino, por eso tu corazón arde por servir y cumplir la voluntad del Padre. Gracias Madre, porque tu corazón sigue encendido de amor devino por la Iglesia y por cada uno de los hijos que adoptaste por mandato de tu Hijo Único. Madre del amor grande, del amor verdadero a Jesús, llénanos de ese amor, que como Tú, sepamos descubrir el amor que Dios nos tiene y nos entreguemos a El sin reservas. Madre llena de amor y de ternura, Ruega por nosotros. 15. Corazón de María, que amas al Padre con amor de hija Madre, tú supiste descubrir en el Señor la figura del Padre, por eso, como una hija dócil, estabas siempre vigilante a sus palabras. Porque confiabas en Él como Padre bueno, pusiste tu vida en sus manos y sin entender en muchos momentos, su forma de actuar, siempre dijiste: “Hágase en mi tu voluntad”. Enséñanos a nosotras a amar al Padre con amor de hijas, para que deseemos estar en todo momento en su presencia; para que confiemos siempre en Él y le dejemos actuar en nuestras vidas; para que como un niño, nos abandonemos en sus brazos, para que cada día, podamos renovar como Tú, nuestro “sí”. NOVIPOST · NOVICIADO Y POSTULANTADO HERMANAS FRANCISCANAS DE LOS SAGRADOS CORAZONES www.madrecarmen.org · novipost@gmail.com De la mano de María. Letanías del Corazón de María 005