Download Las cuatro áreas de liderazgo
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Curso de Liderazgo Juvenil Primera sesión Las cuatro áreas de liderazgo Ser un líder supone transformar cuatro áreas concretas de liderazgo. Cada una de estas áreas hace referencia a nuestra forma de planificar y desempeñar nuestra labor. Estás áreas son cuatro: Corazón, Cabeza, Manos y Hábitos. Serán las que trabajemos a lo largo de todo el curso en las distintas sesiones. Las dos primeras –Corazón y Cabeza– son áreas internas. Son cosas que mantenemos internamente e incluso que podemos ocultar. Las áreas internas nos recuerdan que el liderazgo no es sólo desempeñar una labor. Las áreas externas –Manos y Hábitos– configurarán nuestra conducta pública de líder además de nuestro comportamiento también en nuestro ámbito privado. Las cuatro áreas serán las que determinen que haya personas que nos sigan o no. Corazón Cabeza Manos El corazón es el área que nos ayuda a descubrir nuestra percepción sobre nuestro liderazgo y sobre nuestro papel. Determina nuestras motivaciones. En relación al corazón, existen fundamente dos tipos de liderazgo: un liderazgo de servicio y otro de egoísmo. Podemos deducirle respondiendo a: - ¿Qué queremos conseguir con nuestro liderazgo? - ¿Intento favorecer a los otros o pretendo favorecerme a mí mismo? ¿Cómo piensa Jesús que debe ser nuestro corazón? Sin embargo, el liderazgo de servicio no significa complacer al otro en todo momento: es hacer lo que crees que tienes que hacer, en el momento que crees que tienes que hacerlo pero desde una perspectiva de servicio. La cabeza atiende a la planificación de nuestra acción. Es la preparación y evaluación que todo líder debe hacer de sí mismo, de los demás y del proceso. Supone conocer el punto de partida “¿Dónde estoy?”. Y fijar también: - Un propósito: ¿Cuál es el objetivo? ¿Dónde quiero llegar? - Unos valores: ¿En qué me baso para desarrollar mi liderazgo? - Un cuadro de futuro: ¿Qué me gustaría que ocurriese si vivo de acuerdo a mis propósitos? ¿Tenía Jesús un propósito y un cuadro de futuro? Las manos tienen que ver con la forma en que guiamos a otros. Consiste en desarrollar nuestra capacidad comunicativa de expresión. Es saber adaptarnos a los que escuchan y saber escuchar. ¿Qué destacar de Jesús? - Lenguaje adaptado al que escucha - Diversos estilos - Claridad en el mensaje - Firmeza y autoridad a la hora de hablar (≠ autoritarismo) Cuando emprendemos alguna acción de guía… ¿Qué haría Jesús? Hábitos Consiste en la renovación del compromiso diario de ser líder. - Jesús se alimenta de la oración o Resiste la tentación o Se levanta ante las dificultades - Admite la soledad como parte del proceso de liderazgo de servicio Guiar como Jesús supone la transformación total de nuestras cuatro áreas: Corazón, Cabeza, Manos y Hábitos. ¿Estamos dispuestos?