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AFADIM
ASOCIACION PARA EL
APOSTOLADO DE
LA DIVINA MISERICORDIA
COSTA RICA
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Apartado Postal: 1247-1250 Escazú,
San José, Costa Rica
5 DE OCTUBRE
Memoria Litúrgica de
SANTA FAUSTINA KOWALSKA
Antífona de Entrada:
Cantaré eternamente las misericordias del Señor;
con mi boca anunciare tu fidelidad por los Siglos.
ORACIÓN COLECTA:
Dios omnipotente y eterno, que has escogido a Santa Faustina Kowalska
para proclamar al mundo las inmensas riquezas de Tu infinita misericordia;
concédenos, por su intercesión, confiar como ella plenamente en Tu bondad,
y cumplir con corazón generoso las obras de caridad cristiana.
Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA.
(Alianza con Dios en la misericordia y la fidelidad)
Del Libro del Profeta Oseas 2,16b1721-22
Así dice el Señor: La seduciré y la atraeré hacia Mí, la conduciré al desierto
y le hablaré al corazón. Le daré sus viñas y la transformaré en Valle de Acor,
en puerta de esperanza. Allí cantará como en los días de su juventud, como
cuando salió del país de Egipto.
1
Te haré Mi esposa para siempre, te haré Mi esposa en la justicia y el
derecho, en la benevolencia y en el amor. Me casaré contigo en la fidelidad y
conocerás al Señor”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
(Sal, 103, 1-2-3-4.8-9.11-12)
R/ El Señor es bueno y rico en misericordia.
Bendice alma mía al Señor,
cuánto hay en mí bendiga Su santo nombre.
Bendice alma mía al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/
Él perdona todas tus culpas,
cura todas tus enfermedades;
saca tu vida de la fosa,
te corona de gracia y de misericordia. R/
El Señor es bueno y piadoso,
lento a la ira y grande en amor.
No está siempre acusando,
ni guarda rencor perpetuo. R/
Como el cielo está sobre la tierra,
así es de grande la misericordia del Señor sobre los que le temen;
como dista al Oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestras culpas. R/
SEGUNDA LECTURA
(Reconciliación con Dios en Cristo)
De la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios. 5,14-21.
2
Hermanos: el amor de Cristo nos apremia, al pensar que uno ha muerto por
todos, y que por tanto, todos están muertos. Y El ha muerto por todos para
que aquellos que viven, no vivan más para sí mismos, sino para Aquel que
ha muerto y resucitado por ellos.
Así que ahora no conozcamos más a ninguno según la carne; y aunque
hemos conocido a Cristo según la carne, ahora no lo conocemos más así. Por
tanto, si uno está en Cristo, es una criatura nueva: lo viejo ha pasado, lo
nuevo ha comenzado.
Todo esto viene de Dios, que nos ha reconciliado consigo por medio de
Cristo, y nos ha confiado a nosotros el ministerio de la reconciliación. Ha
sido Dios, en efecto, quien ha reconciliado consigo al mundo en Cristo; no
imputando a los hombres sus culpas y confiando a nosotros la palabra de la
reconciliación. Por tanto, nosotros actuamos como embajadores de Cristo,
como si Dios exhortara por medio nuestro. Os suplicamos en el nombre de
Cristo: dejaos reconciliar con Dios. Aquel que no había conocido el pecado,
Dios lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros nos convirtiéramos,
por medio de Él, en justicia de Dios.
Palabra de Dios.
CANTO AL EVANGELIO
Aleluya, Aleluya.
Cargad Mi yugo sobre vosotros
y aprended de Mí que soy manso
y humilde de corazón. Aleluya.
EVANGELIO
Del Evangelio Según San Mateo (11,25-30).
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te bendigo, Oh Padre, Señor del cielo y tierra,
porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes y se las has
revelado a los pequeños. Sí Padre, porque así te ha parecido mejor. Todo me
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lo ha dado el Padre, y ninguno conoce al Hijo, sino el Padre, y ninguno
conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados que Yo os aliviaré.
Cargad con Mi yugo y aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón
y encontraréis descanso para vuestras almas. Mi yugo es llevadero y Mi
carga es ligera.
Palabra del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Oh Dios, Padre nuestro, acoge los dones que te presentamos con alegría, y
concédenos que, unidos en Cristo, podamos ofrecerte el sacrificio de
expiación por nuestros pecados y los del mundo entero.
Por Cristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN
(Sal 117,1)
Cantad al Señor porque es bueno,
porque es eterna Su misericordia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Oh Dios, rico en misericordia, el Santísimo Sacramento que hemos recibido
renueve nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que con el ejemplo de Santa
Faustina, podamos llevar al mundo entero la esperanza de Tu misericordia.
Por Cristo nuestro Señor.
“LEJOS DE SER UNA DEVOCIÓN SECUNDARIA,
EL CULTO DE LA DIVINA MISERICORDIA ES UNA DIMENSIÓN INTEGRANTE
DE LA FE Y DE LA ORACIÓN DEL CRISTIANO”
Benedicto XVI en el Domingo de la Divina Misericordia del 2006
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