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ORACIÓN DÍA 26 DE MAYO DE 2016 MARÍA, MADRE DE MISERICORDIA BIENVENIDA Y ENTRADA. Por la gracia de Dios, y de mi cuerpo. el alma del hombre fiel, es mayor Quiero seguir las huellas de María, vuestra madre, que el cielo, principalmente las de la humildad y la pobreza. porque los cielos, con las demás criaturas´ Vos, que me contenéis en Vos, no pueden contener a su Creador, y que contenéis el Universo, y, sin embargo, el alma fiel sola es quiero conteneros en mí. su morada y su sede. Sois mi verdadero tesoro, Como la gloriosa Virgen de las vírgenes os llevó en su infinitamente más precioso seno, que los bienes pasajeros de este mundo. Amén. así también yo deseo llevaros en mi corazón. Santa Clara de Asís Quiero dejaros un lugar en los espacios de mi alma REFLEXIÓN SOBRE EL SALMO 94 Contestamos: El Señor es mi fortaleza y mi refugio. Venid de todos los pueblos, de todas las culturas, de todas las religiones, de todos los credos y creencias, los agnósticos y los ateos también. R. El Señor es mi fortaleza y mi refugio. Siempre estará la puerta de mi casa abierta, habrá un hueco para vosotros en mi corazón, una estancia confortable para los peregrinos, los desfallecidos, los agobiados por los avatares de la vida R. El Señor es mi fortaleza y mi refugio. Ojala escuchemos el eco de fondo que nos sigue llegando hoy mismo hasta los oídos del espíritu: “No permitáis que se os endurezca el corazón, contemplad todas mis obras, convertíos en cuidado hacia todos los seres vivientes y, sobre todo, no os olvidéis de quienes peor lo pasan. R. El Señor es mi fortaleza y mi refugio. Pero, aunque os mantengáis obstinados al margen de mis desvelos, aunque no reconozcáis mi ternura hacia cada uno de vosotros, sabed que mi misericordia es superior a todo lo que podáis imaginar, que mi justicia no es vuestra justicia, que os espero siempre a todos, para que viváis y entréis en mi descanso”. R. El Señor es mi fortaleza y mi refugio. EVANGELIO: MAGNÍFICAT «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva, pues desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones, porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso. ¡Santo es su nombre, y su misericordia es de generación en generación a los que le temen! Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Quitó de los tronos a los poderosos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y a los ricos envió vacíos. Socorrió a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia —de la cual habló a nuestros padres— para con Abraham y su descendencia para siempre.» (Lc. 1, 46-55) ORACIÓN DE SÚPLICA Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes. y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles. Si me das fortuna, no me quites la felicidad. Si me das fuerza, no me quites la razón. Si me das éxito, no me quites la humildad. Si me das humildad, no me quites la dignidad. Ayúdame a ver siempre el otro lado de la medalla. No me dejes culpar de traición a los demás por no pensar como yo. Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a juzgarme como a los demás. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso. Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo. Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte, y que la venganza es la señal primitiva del débil. Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza, Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar del fracaso. Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme. Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar. Señor, si yo me olvido de Ti, no te olvides Tú de mí. DESPEDIDA Salve, Señora, santa Reina, Salve, palacio suyo; santa Madre de Dios, María, salve, tabernáculo suyo; que eres virgen hecha iglesia, salve, casa suya. y elegida por el santísimo Padre del cielo, Salve, vestidura suya; que te consagró salve, esclava suya; con su santísimo Hijo amado salve, Madre suya. y el Espíritu Santo Paráclito, y, salve, todas vosotras las santas virtudes, en quien estuvo y está que por la gracia e iluminación del Espíritu Santo toda la plenitud de la gracia y todo bien. sois infundidas en los corazones de los fieles, para hacerlos, de infieles, fieles a Dios. (San Francisco de Asís: Alabanza a María) Padre nuestro que estás en los cielos….