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Relectura de Salmos Bíblicos Presentación La comunidad de la Casa de oración de Zaragoza, tiene un especial motivo para agradecer: haber llegado a cumplir 25 AÑOS de vida en esta Casa. Queremos dar gracias al Dios de la Vida, por toda la lluvia de bendiciones que ha derramado sobre este Lugar y sobre las personas que aquí hemos vivido durante más o menos tiempo. Y queremos dar gracias a todas las personas que, por creer en este Proyecto, lo han apoyado en el día a día y han hecho posible que llegáramos a este HOY. Lo hacemos compartiendo algo del camino recorrido estos años en torno a la oración litúrgica: LOS SALMOS DE SIEMPRE, ORADOS HOY. La oración diaria ha ido despertando en nosotras resonancias nuevas, nuevos sonidos, otros matices… Nos hemos acercado a creyentes de todos los tiempos buscando luz y comprensión. Y hemos ido elaborando algunas RELECTURAS de los Salmos bíblicos, tomando expresiones de ellos y nuestras. 1 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Es un intento, movido por el deseo de hacer más comprensible la riqueza de contenido que encierran. Y así encontrar la oportunidad de que se conviertan en camino de oración para cuantos, cada mañana y cada tarde de estos 25 años, hemos orado como comunidad creyente. Una comunidad plural, unida “por una misma fe, esperanza, amor y deseos”. Compartir hoy con vosotros parte de este camino recorrido, es una alegría. Pero sobre todo es una invitación a la continua alabanza, porque el TIEMPO y la GRACIA, siguen obrando milagros en nuestra Historia humana. Zaragoza, enero 2011 2 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 1 – ¡Felices! Feliz el ser humano que no sigue los caminos impuestos por el poder de las armas o las finanzas. Feliz quien no hace del dinero un dios, sino que confía y se apoya en su Creador. Feliz la persona que emprende el camino de su existencia sin querer conocer previamente todas las etapas, sino que espera en cada instante la Palabra de su Dios. Feliz quien no sigue el camino del mal, aunque se le presente más atrayente, sino que se deja llevar por la bondad de su corazón, que no le traiciona. Feliz quien hace el bien y practica la justicia: el gozo y la alegría brotarán de su corazón, como de su manantial. Su vida será fructífera como la del árbol que crece junto al cauce de un río. Feliz la persona que elige a Dios por herencia, porque no quedará defraudada: el Señor mismo será su recompensa perpetua. Salmo 1 – Dichosa la persona Dichosa la persona: que que que que no almacena dobles intenciones en su corazón. no se instala en los canales de aguas estancadas. no busca el camino fácil de honores y halagos. sigue el camino de la rectitud 3 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza y oye el latido interior del bien. que no se deja llevar por el camino superficialidad. que conoce las riquezas de su propio ser. que se siente habitada por Dios en Persona. fácil de la Dichosa la persona… (se puede participar) Será como un árbol, plantado junto al río, que da fruto en su sazón. Será como una Casa construida sobre roca, que no teme las riadas. Será como una montaña inamovible. Será como un árbol centenario que soporta las inclemencias del tiempo. No. No pasa así con quienes pierden el norte de su vida: Son como paja levantada del suelo por el viento. Son como barcas a la deriva. Son pura apariencia. Son como hojas que las arrastra el viento. No tienen consistencia, ni densidad vital. ¡Bendito seas, Señor, que enderezas nuestros pasos por el camino del bien! ¡Bendito seas, Señor, que nos llamas a vivir desde lo hondo del propio ser! Salmo 2 – Siempre estoy contigo Cuando mi corazón se determina a vivir en la hondura de sí mismo, contigo y para Ti, se alían los poderes del mal, para impedirlo. Meten ruido diciéndome que es una tontería. Se quejan de que esas cosas no son para mí. Conspiran diciéndome que son pretensiones impropias, que no van con los tiempos. 4 Relectura de Salmos Bíblicos Y Tú, Señor, te sonríes. Me has consagrado. Me dices: “Yo te doy la vida. Pídeme y estaré contigo. Siempre estoy contigo”. Mis enemigos quedan burlados. Y yo experimento: “Feliz de mí. Me basta tu cariño”. Salmo 3 – La salvación es cosa Tuya Señor: Muchos son mis enemigos. Muchos. Y no están fuera de mí, sino dentro. “No puedo” “no valgo” “me canso” “no sirvo” “es una tontería” “lo mejor es ir tirando” (se puede participar) Más Tú, Dios mío, eres: Escudo que me ciñes El que sostienes mi cabeza El que me sosiega y pacifica en la noche El que me protege del mal El que me salva (se puede participar) ¡Bendito seas! ¡La salvación es cosa tuya, ahora y por siempre! Amén. Salmo 4 – ¡Sólo Tú! ¡Cuando te llamo, Tú me respondes, Señor! 5 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tú me sostienes en mis angustias. Tienes compasión. Escuchas mi oración. ¡No permitas, Señor, que se me endurezca el corazón! ¡No permitas, Señor, que me instale en la superficialidad! ¿Cuándo, por fin, me librarás de tanta contingencia? Muéstrame tu rostro alegre. Y se alegrará mi corazón más que con todas las riquezas del mundo. Sólo Tú, Dios mío, me das seguridad. Sólo Tú, Dios mío…. (se puede participar) Salmo 5 – En la mañana Al nacer la luz del día, mis ojos y mi corazón, se levantan hacia ti. Escucha las palabras de quien siente la vida nueva. Ayúdanos, tú que eres el Señor y el Dios en quien confiamos. A ti, abro mi ser, mis ganas de vivir, mi despertar. De mañana, pongo en tus manos mis miedos y mis ilusiones. De mañana, en tus ojos pongo la sinceridad de mi búsqueda. De mañana, en tu camino quiero dirigir mis pasos. Oye nuestra voz, Señor, tú que eres bueno compasivo. Alienta nuestra vida que busca en ti, luz y calor. y Mira, Señor, mi corazón de pobre, toma mi arcilla y moldéala según los proyectos que tienes sobre mí en este día. Quiero estar ante tus ojos, y dejarme penetrar por tu mirada. 6 Relectura de Salmos Bíblicos Derrama tu ternura y tu Bondad al comenzar la mañana, Para que nuestro corazón, se sienta fuerte y animoso. Señor, aparta de mi camino el mal que me rodea. Dame mansedumbre y humildad, para que mi corazón no sea hoy violento. Confiamos en la abundancia de tu amor. Haz que caminemos hoy en tu presencia. Guíame, Señor, tú que eres bueno y santo. Guíame hacia la luz, y haz que camine en tu luz. Guíame y allana mi camino para que te sea fiel. Que tu Espíritu nos ayude en cada paso. Que nuestras palabras arranquen de lo profundo y sean verdaderas. Señor, dame un corazón limpio que te pueda ver. Señor, dame un corazón misericordioso que derrame misericordia. Señor, dame un corazón que tenga hambre y sed de justicia. Que nuestro corazón, se alegre y se regocije hoy porque todo lo esperamos de ti. A ti nos acogemos, Señor, al comenzar el día: ¡Protégenos! En ti ponemos nuestra confianza: ¡Ayúdanos! A ti abrimos nuestros proyectos de este día: ¡Acompáñanos! A ti ofrecemos lo que somos y tenemos: ¡Acógelo! 7 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tú que eres el Dios de la vida: ¡Anímanos! Bendícenos Señor y guíanos por el camino justo. Guárdanos mientras vivimos el día que hoy nos regalas. Salmo 5 – El camino nuevo del amor Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, haz caso de mis gritos de auxilio. A ti te suplico, Señor. Padre, ¿escuchas mis palabras? ¿estás atendiendo la voz de mi ansiedad? Mi Dios. Solamente Tú eres mi Dios. Tú el único para mí. Tú mi todo. Este es mi deseo, Por eso hoy, quiero vivir a la espera. Tú eres mi Dios y tienes que escucharme. A veces parece que no entiendes mis situaciones, que no reparas en ellas… ¿es que así me fuerzas a confiar en Ti? Tú no eres un Dios que ame la maldad. Detestas el mal, destruyes la mentira. Tú eres mi Padre Fuerte, que destruyes en el momento oportuno todos los ídolos que me ocupan, toda la injusticia que me aprisiona, todo el mal que anida en mí. Yo, por tu gran bondad, entraré en tu casa, me postraré ante tu Templo santo. Guíame, Señor, con tu justicia, porque tengo enemigos. Alláname tu camino. 8 Relectura de Salmos Bíblicos No quiero temer porque Tú me proteges, y por la abundancia de tu Amor entro en tu Casa y en ella me abrigas del frío y del calor. Me admiro de tu fuerza suave, Padre. Me admiro y quiero que mi espíritu, sumiso ante Ti, reciba ya un poco de tu suave Fuerza. Esa Fuerza que vence el Mal por el camino del Amor. Tú quieres liberarme y me empujas a caminar por el camino Nuevo del Amor. ¡Guíame por él, Padre! Alláname ese camino, el que recorrió Jesús, y que a menudo me asusta. Que se alegren los que se acogen a ti con júbilo eterno. Protégelos para que se llenen de gozo los que aman tu Nombre, porque Tú, Señor, bendices al justo, y como un escudo lo rodea tu favor. Gracias Señor, porque te vuelves alegría, bendición y paz dentro de mi corazón. Salmo 5 – Ya de mañana Ya de mañana, te busco, Señor mío. Ya de mañana, me abandono en Ti. Ya de mañana, escuchas mi voz. Ya de mañana, espero en Ti. Ya de mañana, entro en tu casa y vives en la mía. Ya de mañana, me abismo en tu Presencia. Ya de mañana, me siento fuerte ante mis enemigos. Cuantos a Ti se acogen, que se alegren ya en la mañana Cuantos en Ti descansan, sé Tú, su contento en la mañana. Cuantos…(se puede participar) Bendícenos, Señor, ya en la mañana. 9 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Que tu bondad nos cubra, Señor, ya en la mañana. Salmo 6 – Acoge mi oración Misericordia, Señor, que desfallezco. Sáname porque el temor carcome mis huesos. Y Tú, Señor, ¿hasta cuándo? Vuélvete a mí. Sálvame por tu gran compasión. Estoy agotada, estoy agotado. Me consumo de tristeza. Envejezco de pura preocupación. Escucha mi plegaria. Acepta, Señor, mi oración. Que tu Presencia me serene y pacifique. Que tu Presencia … (se puede participar) Salmo 7 – A Ti me acojo Yo me acojo a Ti, mi Dios, y te escojo como mi refugio seguro. A Ti, mi Dios, te escojo como a mi refugio. ¡Mi seguro refugio eres Tú! Detrás y delante, dentro y fuera de mí, mis contrarios me hacen guerra. Pero Tú me concedes vivir la experiencia de que tu sombra me cubre, y al cubrirme, me salvas, y salvándome, me liberas. Me persigue mi enemigo: mi propio yo con la soberbia de la vida que habita en mí. 10 Relectura de Salmos Bíblicos Intenta tener razón en mi interior y hay momentos de oscuridad en los que pacto con sus razones de tiniebla. Y entonces es cuando me revisto de injusticia porque Tú no puedes hacer cosas grandes en mí porque mi corazón engreído no te deja. Pero Tú, Señor de mi vida y de mis reacciones, ¡levántate contra mi enemigo! No me dejes sin defensa, despiértame Tú de mi inconsciencia, Tú, que me quieres revestir de justicia como de un manto. Yo no tengo actos ni actitudes de justicia, ni puedo decir que mi corazón no es altanero, ni afirmar que no pretendo grandezas que superan mi capacidad. Tú sabes, mi Dios, que la injusticia que anida en mí las pretende, y hasta se siente acreedora y no deudora, cuando el solo justo eres Tú. Y Tú vienes a mí y me revistes de Ti, y sólo lo que en mí hay de Ti me justifica, me salva, me libera y engrandece. Tú, que escrutas y distingues mis más profundos sentimientos, no dejes inclinarse mi corazón a la soberbia de la vida, a la ambición de mi corazón. Tú, Tú, Tú, Tú, mi Dios Justo, ¡justifícame! Jesús Salvador, ¡sálvame! Cristo Libertador, ¡libérame! Amor de mi vida, ¡engrandéceme! Salmo 8 – Dios Artista 11 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tus dedos, Señor, hicieron el universo. ¡Cuánta hermosura y cuánta belleza has creado, Señor! Como un artista, jugabas con las estrellas y el Espíritu aplaudía. Cada aplauso, era una nueva maravilla. En todo lo que salió de tus manos, Señor, hay un derroche de grandeza. Luego, los seres humanos nos preocupamos de llenarlo de agujeros negros, de nubes de contaminación, parece que nos guste emborronarlo todo. Cuando contemplo el cielo, me pregunto: ¿Cuál es, Señor, tu estrella preferida? ¿La más grande? ¿O acaso la más pequeña? Cuando contemplo el cielo, de día y de noche, presiento que luz y tinieblas están cerca, y que siempre que brilla una luz habrá cerca una sombra. Cuando contemplo el cielo me pregunto: ¿Dónde vives, Señor? ¿Vives en el firmamento, vives dentro de mí, vives en nuestra tierra? Cuando contemplo el cielo, sé que prefieres el cielo vivo de mi propio ser. Tu cielo es presencia viva, luz maravillosa, energía pacífica. Tú, Señor, eres el verdadero cielo. Es decir, misterio de luz y silencio, que tachona de estrellas toda la realidad que nos toca vivir. Gloria y alabanza a Ti, Padre Creador, y a tu Hijo Jesús que contempló con sus ojos humanos los cielos que habías creado, y al Espíritu que todo lo contempla y nos enseña a contemplar. Amén. 12 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 8 – ¡Qué admirable es Tu nombre! Cuando contemplamos el cielo, obra de tus manos, cuando miramos tu acción creadora, un proyecto diseñado con amor infinito, nos decimos: ¡Qué admirable es tu nombre, Señor! Empezaste tu trabajo, paciente, ambicioso, delicado, condensabas la energía y le enseñabas el ritmo necesario, marcando en ella las leyes de la expansión, las metas y sueños de futuro. Y así fue el día primero. Abriste la energía condensada con un toque confiado de tu amor, llenando el vacío con una explosión gigantesca, un clamor de alabanza y alegría, un aplauso interminable de la criatura materializada. Entre nubes de gases y de fuego, una danza de estrellas ininterrumpida, un anhelo de superación y de vida. Y fue el día segundo. Y el fuego se convirtió en vapor y empezó a llover por los siglos… Y fue el día tercero. Y en la tierra empezaron a darse las condiciones para la vida, y la tierra, se empezó a vestir de verde y de colores. Y así fue el día cuarto Y las aguas empezaron a agitarse surgiendo seres diminutos, capaces de moverse por sí mismos, de sentir y reproducirse, y todo se llenó de vida. ¡Qué belleza la de los seres vivos y su modo de glorificarte! El fue el día quinto. Por fin apareció EL SER HUMANO, hermoso, creador, inteligente, 13 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza con capacidad de amar. Y a quien todo se somete. Y fue el día sexto. ¡Qué admirable eres en todas las cosas! ¡Qué profundo misterio tu poder creador! ¡Qué insondable y bendita tu sabiduría! En todo descubrimos tus huellas inconfundibles, estás en todo, y especialmente en el ser humano. Llegas hasta cada persona y nos penetras, nos sostienes, nos dignificas, nos tensas con la sed y la esperanza, nos elevas, nos prometes, nos esperas. ¿Qué es el ser humano para que pienses en él, para que le llenes de gloria y esplendor, para que le hagas a tu propia imagen? ¿Qué es el ser humano para que Tú mismo te hagas humano? ¿Qué es el ser humano que lo has convertido en Dios? ¡Señor, Padre nuestro, qué grande es tu amor! Salmo 8 – Te cuidas de mí Señor, Dios nuestro: Cuando me paseo por tu creación, en soledad y silencio, ¡cómo se agiganta tu belleza en mi! ¡Cómo comulga mi ser, Contigo, en todo lo creado! ¡Cómo habla de tu gloria sin palabras! Tu gloria está en los cielos, obra de tus dedos… 14 Relectura de Salmos Bíblicos Tu gloria está en el sol y en la luna, y en las estrellas… Y uno se siente pequeño, pequeña ante tanta grandeza… Tú, Señor, ¿te cuidas de mí? ¡Maravilla de las maravillas! El ser humano es diminuto ante tanta grandeza, y grande en dignidad. Al crearnos, todo lo demás, lo pusiste bajo nuestros pies. ¿Cómo puede ser eso? Y en el entramado de todo lo que existe, hijos e hijas en el Hijo, somos reyes y reinas de la creación. Bendito seas, porque así te ha parecido bien. Salmo 9 – No olvidas el grito de los humildes Te damos gracias, Señor, de todo corazón, queremos proclamar todas tus maravillas, nos regocijamos y exultamos contigo, cantamos a tu nombre. Mis enemigos retroceden, caen y perecen ante ti, pues Tú has defendido mi causa con justicia. Tú, Señor, reinas por siempre, juzgas al mundo con justicia y riges a los pueblos con rectitud. Tú, Señor, eres una fortaleza para el oprimido, una fortaleza en tiempos de angustia. Los que conocen tu nombre confían en ti, porque nunca abandonas a quien te busca. ¡Cantad al Señor que habita en nuestro mundo, publicad entre los pueblos sus hazañas! Porque el Salvador de los inocentes, se acuerda de ellos, y no olvida el grito de los humildes. 15 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Mira, Señor, cómo me afligen mis enemigos, rescátame de las puertas de la muerte, para que pueda proclamar tus alabanzas y alegrarme con tu salvación. El Señor, se ha dado a conocer, ha hecho justicia. El pobre no quedará olvidado, ni la esperanza de los humildes defraudada. Levántate, Señor, y recuérdanos que sólo somos seres humanos. Salmo 9 – Enséñanos a hacer justicia ¿Por qué Señor, te escondes en los momentos de peligro? Parece que se crece la soberbia de quienes atentan contra Ti. Se glorían en sus ambiciones, y muchas veces, todo parece irles bien. Endurecen más y más el corazón, como si dijeran: “a mí nadie me ha de pedir cuentas”. Maquinan y siempre parecen triunfar… Desafían a sus “posibles” rivales. Su boca destila fraudes y mentiras, pero todo parece pasar desapercibido. Mientras, los que quieren serte fieles son tantas y tantas veces triturados, por la violencia de la misma vida… Parece que te hayas olvidado de ellos, Señor… Levántate, Señor, extiende tu mano. Mira las penas y desgracias de tus pobres. Escucha los deseos de los humildes, presta oídos Señor. 16 Relectura de Salmos Bíblicos Compadécete de ellos y abre la venas de la misericordia de unos para con otros. Levántate… Mira… Escucha… (se puede participar) Enséñanos a hacer justicia y a obrar con rectitud, en medio de esta vida nuestra, que trastoca todos los valores. Salmo 10 – A Ti, Señor, me acojo Al Señor me acojo. No he de escapar como un pájaro fugitivo. Al Señor me acojo. No pretendo huir, aunque están tensando el arco y ajustando las flechas para apuntar contra mí. ¿Qué podré hacer, cuando se tambalean los cimientos? A Ti, Señor, me acojo. Estás en el templo de mi corazón. A Ti, Señor, me acojo. Estás en el templo de la vida. A Ti, Señor, me acojo. Estás cerca. A Ti, Señor, me acojo. Estás en mí. A Ti, Señor, me acojo. Estás… (se puede participar) A Ti, Señor, me acojo. Tus ojos observan. Tus pupilas escrutan el corazón, y dan seguridad. Porque eres Justo, das seguridad. Porque amas la justicia, das seguridad. A Ti, Señor, me acojo. 17 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 11 – Tus Palabras son mi alegría Sálvanos que ya no quedan personas de bien, se ha perdido la lealtad entre los humanos, se engañan unos a otros. Hablan con labios lisonjeros porque la maldad arraiga en su corazón, la mentira se adueña de su centro y queda rota su existencia. Termina, Señor con esos labios engañosos y con esas lenguas engreídas. Deja sin palabras a los que dicen: “Triunfaremos con nuestra lengua, nuestros labios nos defenderán.” Esto dice el Señor: “Por la angustia de los humildes, por el grito de los pobres, Yo me levantaré. Yo me pongo en pie por los gemidos de los indefensos. Yo mismo pondré a salvo al que lo ansía.” Tus palabras, Señor, son palabras sinceras, plata fundida limpia de tierra, siete veces refinada. Tu palabra es el gozo y la alegría de mi corazón. Tú nos protegerás nos librarás de la mentira y el engaño. Que nadie nos arrebate lo mejor que tenemos en nuestro interior. No queremos defraudarte, Dios del Amor y la lealtad. Salmo 11 – ¡Sálvanos, Señor! 18 Relectura de Salmos Bíblicos ¡Sálvanos, Señor!, que se acaba la lealtad sinceridad. Cunde a nuestro alrededor la mentira, el engaño. Se hace noticia en la Televisión, en la calle… Empaña las relaciones interpersonales. Se vuelven lisonjeras las palabras interesadas. ¿Puede así ser la lengua nuestra defensa? ¡Sálvanos, Señor!, que se acaba la lealtad sinceridad. y la y la El Señor es la Verdad. El Señor escucha las plegarias del pobre y desvalido. El Señor sale en nuestra defensa. Las palabras del Señor, son palabras limpias, acendradas en crisol. ¡Sálvanos, Señor!, que se acaba la lealtad sinceridad. y la Tú nos guardarás, Señor, y nos librarás de caer envueltas en estas mentiras. Tú harás crecer en nuestro corazón ese vivir en verdad que nos debería caracterizar. Tú nos guardas a salvo. ¡Sálvanos, Señor!, que se acaba la lealtad sinceridad. y la Salmo 12 – ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Hasta cuándo, Señor? Insistentemente nos martillea esta pregunta: ¿Hasta cuándo me esconderás tu Rostro? ¿Hasta cuándo he de sobrellevar la cizaña que ensucia mi corazón? ¿Hasta cuándo tendré que pelear contra mis enemigos? 19 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ¿Hasta cuándo será tan torpe mi corazón para el amor? ¿Hasta cuándo estaré lleno, llena de limitaciones? ¿Hasta cuándo…? (se puede participar) Atiéndeme, respóndeme, Señor Dios mío Da luz a mis ojos, para aceptar la condición humana. Abre mi ser a la seguridad de la plenitud a la que nos convocas. Pon horizonte de eternidad en todas mis esperanzas. No me dejes pactar con mi pecado, ni con mi limitación, ni con mis miserias, pero dame paciencia infinita para conmigo y con los demás. Confío, Señor, en tu fidelidad y lealtad. Y mi corazón se goza con tu salvación definitiva. Salmo 12 – ¡Ven a mí! (R.Tagore) Cuando esté duro mi corazón y reseco, baja a mí como un chubasco de misericordia. Cuando la gracia de la vida se me haya perdido, ven a mí, como un estallido de canciones Cuando l tumulto del trabajo levante su ruido en todo, cerrándome al más allá, ven a mí, Señor del silencio con tu Paz y tu Sosiego. Cuando mi pordiosero corazón esté acurrucado cobardemente en un rincón, rompe tú mi puerta, y entra en mí, con tu fuerza amorosa y expansiva. Cuando el deseo ciegue mi entendimiento con polvo y engaño, ¡ven a mí con tu trueno y tu luz! 20 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 13 – Tú nos miras con amor Tú miras a la humanidad con amor. A lo largo y a lo ancho de nuestro mundo, muchos actúan como si Tú, Señor, no existieras. Tú miras a la humanidad con amor. Muchos, parecen obstinados, Otros están extraviados, Algunos lo confunden todo. Tú miras a la humanidad con amor. Para mí, Tú eres mi refugio. Tú eres auxilio en nuestra debilidad. Tú eres fortaleza en nuestros sufrimientos. Tú eres salvación para todos. Tú eres… (se puede participar) Tú miras a la humanidad con amor. Salmo 14 – El que así obra … ¿Quién puede, Señor, entrar en el gozo de tu amistad y alimentar sus días en la pura contemplación de amor? El que renuncia a considerar las riquezas como bien supremo y se hace solidario de los últimos y desheredados de este mundo. El que acepta en paz sus propios límites y permanece disponible a las llamadas de sus hermanos. 21 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza El que mira el futuro sin temor alguno y se entrega por entero al momento presente. El que no busca para sí honores ni dignidades y es feliz con la gloria que aureola a los otros. El que renueva día a día su seguimiento a Jesús y se abandona confiadamente en la misericordia del Padre. El que busca por encima de todo el Reino de Dios y su justicia y no se impacienta por la lentitud de toda empresa evangelizadora. ¡El que así obra, todo lo encontrará dentro de sí! Salmo 14 – ¿Quién morará en tu Tienda? Señor, ¿quién morará en tu tienda? ¿quién habitará contigo junto al Padre? ¿quién cantará tus alabanzas en este mundo nuestro? ¿quién participará de tu Reino? Señor con un corazón sincero, transparente y limpio, queremos vivir por siempre en tu alianza. Quiero, Señor, andar sin tacha, con un corazón verdadero que no maneje al ser humano, ni obre la injusticia. Quiero obrar la justicia, llevar tu plan de salvación a la humanidad dando al que tiene hambre, pan , y al desnudo, abrigo. Al que no tiene techo, una casa, amor al que vive sólo. Quiero ser, Señor, buena de corazón para los demás, y que mi lengua no sea espada que destruya ni ataque. No quiero dañar a mis hermanos, ni destrozar su imagen, ni menospreciar al sencillo que no puede defenderse. Danos, Señor, la fortaleza del que no busca intereses, y su interés es servir allí donde haga falta. Danos ojos que descubran 22 Relectura de Salmos Bíblicos el sufrimiento de todo ser humano. Queremos vivir la verdad de tu Evangelio. No dejes Señor, que mi corazón vacile ante lo injusto, que mi pie nunca pise al inocente en el camino. ¿Quién podrá Señor, morar en tu tienda abierta? ¿Quién podrá sentarse a tu mesa con túnica blanca? Quien tiene el corazón sincero, juega limpio. Y practica la justicia, siendo fiel a la palabra dada. Quien... (se puede participar) Salmo 14 – ¿Quién tiene experiencia de Ti? ¿Quién puede hospedarse en tu tienda, habitar en tu monte santo, contemplar tu rostro, gozar de tu hermosura? ¿Quién puede decir: El Señor es el único Dios, y nadie más me puede salvar? ¿Quién, en su nada y pequeñez, puede acercarse al Dios Vivo y verdadero? ¿Quién tiene experiencia de Ti, Señor? El honrado en su proceder, justo en el obrar, leal en la intención, que bendice en todo momento a su prójimo. El que se aleja de la corrupción. El que está atento a lo que los demás precisan para vivir, y es solidario. El que denuncia las injusticias y corre riesgos aun a costa de su vida. El que en su corazón sufre con el dolor ajeno. Quien acoge y escucha al diferente. Quien disfruta sabiendo que donde se ama está Dios. Quien se atreve a salir a las afueras, con los de afuera. Quien tiene buen humor y relativiza cosas y situaciones. Quien es sencillo y humilde, lejos de la vanidad y el orgullo. Quien practica la compasión y la misericordia entrañable. 23 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Quien… (se puede participar) Quien se sabe en tus manos, Dios nuestro, y su corazón y tu corazón, van siendo uno. Salmo 14 – ¿Quién se hospeda en quién? ¿Quién se hospeda en quién? ¿Tú en nosotros, o nosotros en Ti? Quien te conoce aprende bondad en Ti. Quien te descubre, sólo sabe actuar en justicia. Quien te ama, aprende progresivamente a amar al prójimo. Quien te escucha, pone en sus labios palabras amables. Quien te sigue hace “verdad en su propio ser”. ¿Quién se hospeda en quién? ¿Tú en nosotros, o nosotros en Ti? Quien Quien Quien Quien te conoce, se siente “habitada”, “habitado”. te descubre, te ve presente en todas las realidades. te sabe Creador, te encuentra en la Naturaleza. se sabe limitada, limitado, siente en Ti liberación… ¿Quién se hospeda en quién? ¿Tú en nosotros, o nosotros en Ti? Salmo 15 – Yo digo al Señor: ¡Tú eres! Yo digo al Señor: Tú eres mi Refugio. No tememos nada, Señor. Ni la enfermedad, ni la amenaza, ni los detalles concretos de nuestra existencia en el día de hoy. 24 Relectura de Salmos Bíblicos Tú nos proteges. Eres nuestro Guardaespaldas, eres nuestro seguro a todo riesgo. Yo digo al Señor: Tú eres mi Bien. Las riquezas, las joyas, los palacios, las fincas de recreo; todo es basura, aunque nos guste tanto. Los aplausos, las condecoraciones, los honores, tampoco son nuestras ambiciones. Tú eres nuestra suerte, nuestra lotería diaria, nuestra herencia incomparable. Yo digo al Señor: Tú eres mi Consejero No necesitamos abogados, ni horóscopos de consulta… Tú nos dices la palabra oportuna, Tú nos das la respuesta acertada. Tú nos enseñas mejor que ningún maestro. Tú nos instruyes hasta de noche mientras dormimos. Yo digo al Señor: Tú eres mi Amigo Eres el que me comprendes, el que me conoces, el que me quieres a pesar de mis debilidades, el que me acompañas, el que me fortaleces en la dificultad. Eres mi Yo más profundo. Amigo verdadero. Yo digo al Señor: Tú eres mi Pascua Estaremos siempre contigo, Señor, aquí en nuestra temporalidad, y Tú serás nuestra alegría y nuestra felicidad por siempre, hasta llegar a la eternidad. Salmo 15 – Mi vida está en tus manos Protégeme, Dios mío Te necesito intensa y radicalmente. Tú eres mi refugio. 25 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ¡Qué desamparo sin tu presencia! Creo en ti, Señor, mi suerte eres Tú, mi vida está en tus manos. Pero, ¿es mi fe fruto de mi debilidad? ¿Por eso rezamos cuando tenemos miedo, acudimos a Ti cuando lo necesitamos? Pero, ¿no es la fe la que levanta a los profetas, la que lanza a los misioneros, la que multiplica los mártires, la que da paciencia en el sufrimiento, incluso alegría? ¿No es la fe la que permite generosidades? ¿No es la fe la que pone en fuga a los miedos? ¿No es la fe la que lo puede todo? Señor, creemos en Ti. Yo no creo porque te necesite, yo te necesito porque creo. Te necesito porque amo. Te necesito porque eres mi aliento y mi vida. Por eso se me alegra el corazón y se gozan mis entrañas. Por eso yo te amo, Señor. Por eso espero en Ti. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de tu presencia. Esta fe confiada, esperanzada, es mi suerte y mi alegría. Se me alegra el corazón, es mi gracia y mi regalo. Por eso te daré siempre gracias y no dejaré de bendecir tu Nombre. Salmo 15 – Tus caminos son buenos Tus caminos son rectos y sinceros. Enséñame, Señor, el camino de la vida, dime dónde está la fuente de la vida: que sepa distinguir el árbol de la vida en el país de la vida. 26 Relectura de Salmos Bíblicos La gente me enseñó caminos de muerte; me enseñaron los caminos de la victoria, que es muerte; de la ganancia que es ruina. Nuestros caminos muchas veces son engañosos. Tus caminos son rectos y sinceros. Tú me enseñas el camino de la derrota que es triunfo; de la entrega, que es felicidad; del vaciamiento, que es plenitud; el camino de la muerte, que es vida. Me confortas en el camino de la vida, con tu Vida. Me alimentas con el Pan y la Palabra de la Vida. Me alimentas con Espíritu de Vida. Tú eres la fuente y el árbol, y el país de la vida. Tus caminos son rectos y sinceros. Me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Los gozos de la tierra son pequeños; sus alegrías son cortas. Tú eres gozo y alegría interminable. Por un kilo de felicidad ¿cuánto se paga en el mercado? Por unos minutos de placer ¿cuántas hipotecas hay que firmar? Una hora de alegría ¿cuántos trabajos cuesta? Pero Tú puedes regalar la dicha para siempre. Bastará estar junto a Ti, en tu presencia. Bastará sentarse a tu derecha. Bastará que me digas tu palabra, bastará que me mires. Me sobrará con tu abrazo transformante, porque Tú eres la fuente de mi dicha. Tú, mi Pascua y mi Fiesta interminables, Tú, la plenitud de todos mis deseos. Tú eres gozo y alegría interminable. Salmo 16 – Te expongo mi causa y aguardo Te expongo mi causa, y me quedo aguardando. 27 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ¿Oyes mi clamor, Señor, como en otro tiempo escuchaste el clamor del pueblo de Israel? ¿Prestas oído a mis súplicas? Sondea, Señor, mi corazón. Te pertenece. Te expongo mi causa, y me quedo aguardando. Yo te llamo, respóndeme, Señor. Haz prodigios de lealtad conmigo, Señor. Guárdame como a la niña de tus ojos. Me siento abrumada, abrumado por el peso de la vida, por las preguntas sin respuesta, por tantas cosas que no entiendo… Te expongo mi causa, y me quedo aguardando. Sondea, Señor, mi corazón. Te pertenece. Llénalo de confianza, pues sabes lo que me conviene. Llénalo de confianza pues Tú estás a nuestro favor. Te expongo mi causa, y me quedo aguardando. Yo te invoco porque Tú me respondes Yo te invoco porque inclinas a mí tu oído. Yo te invoco porque escuchas mis palabras. Yo te invoco porque… (se puede participar) Te expongo mi causa, y me quedo aguardando. Guárdame como a la niña de tus ojos. Escóndeme a la sombra de tus alas. Sálvame de mí misma cuando me engaño y extravío. Estoy en tu Presencia: Sálvame, Protégeme, Cuídame, Despiértame para saciarme de tu Presencia. Salmo 16 – Salmo en busca de apoyo Escúchanos, Señor, buscamos apoyo en tu bondad, 28 Relectura de Salmos Bíblicos atiende nuestro clamor, presta oídos a nuestra plegaria, pues confiamos en Ti. Tú, ves, Señor, lo recto, y tus ojos penetran nuestro corazón siendo luz para nuestro camino. Tú sondeas mi corazón y de noche me visitas. No hay nada oculto para ti. Tú, pruebas mi vida y dejas que el dolor toque mi corazón. Pones a prueba mi amor y mi fidelidad, y yo te digo: te amo con amor profundo por encima de todo He guardado tu palabra y confío en tus proyectos, busco cumplir tu voluntad. Nuestros pasos, Señor, están en tus sendas, y nuestros pies, no vacilan en tus caminos. Amamos tus proyectos. ¡Regálanos el don de tu Espíritu para ser fieles! Yo te llamo, te busco, tiendo hacia Ti. Tú fortaleces mi vida, me respondes con cariño. Escucha y acoge mis plegarias. Dame un lugar junto a ti, Tú que eres misericordioso. Buscamos tu rostro, Señor y nos acogemos a ti. Buscamos la fuerza y el poder de tu Espíritu de Vida, para que aliente nuestros pasos en el camino hacia tu Casa. Nuestro corazón tiene hambre y sed de ti. Sé la roca firme, donde nos apoyemos cada día. Danos la seguridad de sabernos amadas por ti. Salmo 17 – Tú eres mi fortaleza Yo te amo, Señor, mi fortaleza. Eres mi peña, mi alcázar, mi libertador. 29 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tú la roca en quien me refugio. Tú mi fuerza salvadora, mi baluarte… Tú… (se puede participar) En el peligro te invocaba, Te pedía auxilio de noche y de día. En el templo de la vida, tenía mi súplica ante tus ojos. Mi grito de socorro, llegaba a tus oídos. Como un toldo, me envolvía la angustia. Había un soberano aguacero y nubes espesas, caían granizo y centellas. Todo era impresionante: el rugido del mar, el bramido de los vientos… Tenía miedo, Señor, Dios mío. El Señor fue mi apoyo y lo es siempre, Me libró porque me amaba, Me sacó a campo abierto y despejado. Confié en Ti, Señor, contra viento y marea. Y confío. Tú eres leal. Hoy y siempre Tú eres fiel. Tu fidelidad me envuelve. Tú no abandonas la obra de tus manos. Tú enciendes mi lámpara, y alumbras mis tinieblas. ¿Quién es como Tú, Señor Dios mío? ¿Quién es Roca fuera de Ti, Señor? Tú Tú Tú Tú me ciñes de valor. haces íntegros mis caminos. me aligeras los pies. adiestras mis manos. ¡Viva el Señor! y ¡Bendita sea mi Roca! Te daré gracias, por siempre, Señor, Dios mío. Salmo 17 – Te daré gracias por siempre 30 Relectura de Salmos Bíblicos Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. El Señor es el camino de la luz y de la vida, tobogán irresistible que reanima, faro que orienta al marino en la tormenta. Él nos acoge desde que amanece, nos alienta y guía su corriente. En el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios: desde su templo él escuchó mi voz, y mi grito llegó a sus oídos. Si el egoísmo se sienta en la puerta de las casas, llega el Señor a templar el desaliento, Desde el cielo alargó la mano y me agarró, me sacó de las aguas caudalosas, me libró de un enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo. El Señor fue mi apoyo: me sacó a un lugar espacioso, me libró porque me amaba. Señor, tú eres mi lámpara; Dios mío, tú alumbras mis tinieblas. Fiado en ti, me meto en la refriega, fiado en mi Dios, asalto la muralla. Los caminos de nuestro Dios son buenos. Su promesa es firme. Él es escudo para los que a Él se acogen. ¿Quién es dios fuera del Señor? ¿Qué roca hay fuera de nuestro Dios? Dios me ciñe de valor y me enseña caminos de bondad. 31 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Él me da pies de ciervo, y me coloca en las alturas; Él adiestra mis manos para la guerra, y mis brazos para tensar la ballesta. Me dejaste tu escudo protector, tu diestra me sostuvo, multiplicaste tus cuidados conmigo. Tu escudo nos saca de la indecisión que pesa en nuestro ser, y enciende la llama de nuestra entrega. El Señor es el camino, es energía en el riesgo, guía en las búsquedas, fuego en el compromiso, sensibilidad en detalles pequeños. Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador: Mi Dios ensanchó el camino a mis pasos. Quien ve una vez el camino de Jesús no mira atrás, aborda con alegría la tarea de la vida. En su entusiasmo halla descanso y en sus preguntas la solución. El Señor camina con las personas sinceras de corazón ¡si fuéramos capaces de entenderlo! Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor, y tañeré en honor de tu nombre: tuviste misericordia de tu Ungido, y de su linaje por siempre. Te daré gracias… (se puede participar) Salmo 18 – Tu Palabra alegra el corazón Tu Palabra, Señor, es perfecta, alegra el corazón y le hace descansar, 32 Relectura de Salmos Bíblicos es alimento, luz y medicina, es nuestro mejor tesoro. Nuestras palabras son violentas; tu Palabra es pacífica y liberadora. Nuestras palabras son amargas; la tuya es un panal que destila. Nuestras palabras resbalan; la tuya, penetra el corazón. Nuestras palabras, a veces, asesinan; la tuya a vida eterna sabe. La Ley del Señor, es justa y verdadera, defiende a los oprimidos, favorece al necesitado y confunde a los tiranos. La Ley del Señor es límpida y transparente, ilumina, enseña y plenifica. No está escrita en piedra, es viva, escrita en el corazón humano. El precepto del Señor, es sencillo suena como un poema de amor, es perfección y plenitud, y lo canta magistralmente el Espíritu. Salmo 18 – Envíamos tu luz y tu calor El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos. Nos unimos al día que empieza para cantar tu gloria Señor. Todo lo creado es “escuela de teología”, libro abierto de oración. El día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. 33 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza El día significa que eres luz, calor, dinamismo, acción, vida. La noche nos habla de que eres silencio, calma, intimidad. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. Todo el cosmos proclama tu alabanza y yo me uno a ella. Toda la tierra es un aplauso a tu bondad. Toda la naturaleza es transparencia tuya, Señor. La naturaleza, Señor, es música callada. Penetra en lo más íntimo de nuestro ser. Yo me dejo acariciar por la armonía de todo lo criado. La palabra insonora de la creación, es como un canto de silencio que Tú mismo nos dedicas, Señor. Allí le has puesto su tienda al sol: él sale como el esposo de su alcoba, contento como un héroe, a recorrer su camino. Asoma por un extremo del cielo, y su órbita llega al otro extremo: nada se libra de su calor. Hoy enviamos desde aquí, tu calor y tu luz a nuestros conocidos, familiares, y amigos… También a los desconocidos, a los que están en paz, a los que están en guerra... Enviamos tu luz y tu calor a... (se puede participar) Salmo 18 – Tu Ley de amor La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma. El precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón. La norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. La voluntad del Señor es pura y eternamente estable. 34 Relectura de Salmos Bíblicos Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. Más preciosos que el oro, más que el oro fino. Más dulces que la miel de un panal que destila Tu ley, Señor, es alianza de amor, es alegría. Es sabiduría del corazón. Es luz para los ojos. Está escrita en el corazón. Es susurro que llama a obrar en libertad. Tu ley es una joya, lo mejor de mi vida. Aunque vigilemos para guardarla con cuidado, ¿quién conoce sus faltas? Absuélvenos de lo que se nos oculta. Presérvanos de la arrogancia, para que no nos domine. Que te agraden las palabras de nuestra boca, y llegue a tu presencia el meditar de nuestro corazón. Líbrame de mí mismo, de mí misma, Señor Líbrame de los engaños que se tejen sutilmente en mi vida. Llena mi corazón de una inteligencia serena y apacible. Permíteme aceptar mi limitación, con humilde confianza. Líbrame… permíteme… (se puede participar) Que te agraden las palabras de nuestra boca, y llegue a tu presencia el meditar de nuestro corazón. Salmo 19 – ¿Dónde ponemos nuestra confianza? ¿Dónde ponemos el corazón y nuestra confianza? Unos confían en el dinero. Otros en el puesto de trabajo. En la seguridad de la vida. En tener coche. En estar a la última. En viajar mucho. En tener los últimos adelantos. En vivir bien. 35 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Otros confían en… (se puede participar) ¿Dónde ponemos el corazón y nuestra confianza? Quiero poner en Ti mi confianza. Sé que respondes el día de asedio. Sé que me envías refuerzos en mi debilidad. Sé que te agrada mi ofrenda de amor. Sé que tus planes son a mi favor. Sé que tu fidelidad es grande. Sé que siempre me haces salir victoriosa. Sé que respondes a mis suplicas, conforme a tu bondad. Yo sé que Tú… (se puede participar) ¿Dónde ponemos el corazón y nuestra confianza? Salmo 20 – Te adelantas a bendecirnos Siempre te adelantas a bendecirnos, Señor. Canto, Canto, Canto, Canto, tu victoria y tu fuerza a nuestro favor. porque llenas el corazón de alegría. porque te adelantas a bendecirnos siempre. porque nos colmas de gozo en tu presencia. Siempre te adelantas a bendecirnos, Señor. Te pedimos vida, y nos regalas este nuevo día. Cuídanos hoy, Señor de la vida, en todas las circunstancias de nuestro día. Líbranos del mal, a lo largo de nuestras horas y trabajos. Permítenos no tambalear en nuestras opciones. Déjanos ser consecuentes con la fe que profesamos y cantamos. Cantamos tu victoria y tu fuerza a nuestro favor. Cantamos porque nos llenas el corazón de alegría. Cantamos… (se puede participar) 36 Relectura de Salmos Bíblicos Cantamos porque te adelantas a bendecirnos siempre. Cantamos porque nos colmas de gozo en tu presencia. Y sobre todo, porque nos llenas de bendiciones incesantes. Salmo 21 – ¿Por qué me has abandonado? Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? ¿Por qué me fallas en el momento preciso? ¿Por qué me has dejado tan solo? ¿Por qué te escondes y te haces el sordo? Yo recibí de mis padres una fe inquebrantable, y he sentido siempre tu ternura y cercanía. Tú eras mi seno y mis pechos maternos, Tú eras la mano segura de mi Padre. Y yo era para ti un santuario, yo era un cielo para ti. Pero ahora no sé qué ha pasado, siento una angustia terrible, y tú estás lejos, y no me oyes, y no hay esperanza para mí. Estoy en medio de la plaza, Todos me pitan y me insultan; Toros enormes vienen derechos contra mí. Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Y yo ¿Quién soy? Yo soy apenas un muñeco, una piltrafa de hombre, soy un pobre, un gusano. Estoy seco de tanto tragar saliva, mi corazón late con fuerza inusitada, se me van a estallar las venas, un sudor frío me empapa, 37 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza y no sé si es agua o sangre lo que sudo, tal vez sean las dos cosas, porque mi corazón y mis entrañas se están derritiendo. Un pelotón de soldados me arrastra al paredón y apuntan contra mí, mientras oigo la risa de mis contrarios, que se sienten victoriosos, dueños de todas mis bazas y de las de mis amigos. Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Pero Tú, Señor, eres mi fuerza y mi victoria, Tú puedes aún librarme del tiro en la nuca por la espalda o en el corazón, sí, en el corazón, mejor en el corazón... Señor, ven corriendo a ayudarme. Sí, el Señor estaba aquí, y no me ha abandonado, nunca me ha abandonado. Ya pasó todo. ¿No veis, hermanos míos, que hoy es primavera, y que todos los campos están llenos de espigas granadas, entre margaritas y amapolas, para siempre? Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Salmo 22 – Preparas ante mí una mesa Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos. 38 Relectura de Salmos Bíblicos Preparas una mesa abundante, con alimentos bien condimentados, con vinos escogidos, con abundancia de flores y perfumes. Una Mesa hecha para dar vida en la vigilancia y en el desvelo, en la preocupación entrañable, en la entrega cotidiana. Me guías por el sendero justo por el honor de tu Nombre. Me conduces hacia fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas. Cuando hay que pasar por sendas difíciles, Tú vas delante, quitando los miedos. En los tramos peores nos coges en tus brazos, haciéndonos sentir todo tu cariño. Distingues claramente las hierbas venenosas, anuncias los cambios de tiempo y nos enseñas a sintonizar con la naturaleza. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida y habitaré en la casa del Señor por días sin término. Salmo 22 – Yo soy el buen pastor Tú reparas mis fuerzas, Tú me sosiegas. Tú reparas mis fuerzas, ¡bendito seas! Eres buen pastor... porque nos conoces, porque nos defiendes, porque nos curas y acaricias, 39 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza porque porque porque porque nos perdonas, nos aguantas y sufres, arriesgas tu vida por nosotros, nos salvas y te haces nuestro alimento. Eres un gran pastor... esperas y pastoreas desde dentro y quieres ser pastor universal, quieres que los seis mil millones de personas que habitamos la tierra, vivamos todos dentro de tu corazón. Eres pastor humilde... Los rebaños poderosos no son tus preferidos. Prefieres las ovejas más débiles e indefensas, las heridas y maltratadas, las muchedumbres anónimas. Hacia fuentes tranquilas Tú me conduces, hacia fuentes tranquilas, ¡bendito seas! Eres pastor que conoces nuestros nombres... el de cada niño o niña vendida o mutilada, el de cada mujer engañada y prostituida, el de cada inocente condenado, el de cada hambriento o refugiado. Sabes los días que no comen los pobres, las noches que no duermen los enfermos, las horas sin libertad del prisionero, las llagas y el temblor del torturado. Eres pastor que gozas y te entusiasmas... con las ovejas limpias y transparentes, con las que escuchan y guardan tus palabras, con las que son alegres y amistosas, con las humildes y las serviciales, con las que comparten lo que tienen, con las que son perseguidas por tu Nombre. ¡Buen Pastor! También nosotros queremos ser pastores, queremos ser tus pastores, tus pastoras... 40 Relectura de Salmos Bíblicos pero nos falta tu estilo, tus gestos, tus modales... Danos una buena catequesis pastoral sobre el cuidado de las ovejas. Pero danos, sobre todo, tu Amor pastoral, ese Amor que distingue al buen pastor del que no lo es. Tu bondad me acompaña, Tú vas conmigo, tu bondad me acompaña, ¡bendito seas! Salmo 22 – Nada me falta El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombras de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas una mesa delante de mi en presencia de mis perseguidores. Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en tu casa, Señor, moraré por largos días. 41 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 22 – Tú eres mi pastor Señor, Tú eres mi pastor, nada me falta. Por prados de suave hierba me apacientas, hacia aguas frescas me conduces y confortas mi alma. Señor, estás vivo y presente en el corazón de la vida, quiero descalzarme y contigo entrar en cada trozo de ella como en un lugar sagrado. Descalzo puedo descubrir las sendas del terreno que piso, lo húmedo y lo seco del pasto de la tierra. Descalzo puedo entrar sin prejuicios, despojado de todo, sin intereses propios en esta tierra nueva que Tú quieres labrar. Señor, Tú eres mi pastor, nada me falta. Me guías por senderos de justicia y libertad. Puedes hacer posible “el sueño” de la vida que Tú quieres que viva y puedes conseguir que yo logre el reto de encontrarle sentido a esta historia nuestra. Aunque pase por valles tenebrosos, ningún mal temeré porque Tú vas conmigo, y me sosiegas. Aunque la duda pueda robarle espacio a la certeza, bien sé que tu amor es más fuerte que los montes, más firme que las rocas, bien sé que Tú puedes cambiar en vergel mi desierto. Señor, Tú eres mi pastor, nada me falta. Conoces bien todos mis pasos ¿A dónde iré lejos de tu Espíritu, lejos de tu presencia? Condúceme por la nueva senda. Señor, lo sueños pueden ser realidad para los que buscan, para los que se 42 Relectura de Salmos Bíblicos esfuerzan en descubrir la huella que tu Espíritu ha dejado en el alma. Renuévame como el águila. Tú conoces la inseguridad del vuelo que despliegan mis alas. Tu alegría y tu gracia me acompañarán todas las horas de mi vida. Mi morada será tu casa, Señor a lo largo de los días. Señor, Tú eres mi pastor, nada me falta. Salmo 22 – Me hace descansar El Señor es mi Pastor, ¡Es una relación personal! Nada me faltará, ¡Es satisfacción! El me hace descansar en pastos de tierna hierba, ¡Es reposo! El me guía junto a aguas tranquilas, ¡Es consuelo! El me restaura el alma, ¡Es fortaleza interior! El me conduce por senderos de justicia, ¡Es guía! Por amor de su nombre, ¡Es un hecho! Sí, aunque cuando camino en el valle de la sombra de la muerte. ¡Son las pruebas! 43 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza No temeré ningún mal. ¡Es protección! Porque tú estás conmigo. ¡Es tu fidelidad! Tu vara y tu cayado me infunden aliento. ¡Es tu disciplina! Tú preparas delante de mí la mesa bajo los ojos de mis enemigos. ¡Es esperanza! Tú unges mi cabeza con aceite. ¡Es tu consagración! Mi copa está rebosando. ¡Es tu abundancia! Ciertamente el bien y la benignidad me acompañan todos los días de mi vida. ¡Es tu bendición! Y yo habitaré en la casa del SEÑOR, ¡Es seguridad! Por siempre: ¡Es la Eternidad! Salmo 24 – ¡Haz que camine con lealtad! Por tu bondad, Señor, haz que camine con lealtad. Enséñame, Señor tus caminos, enséñame, Señor, el camino que llega a ti. Enséñame el camino de tu verdad, 44 Relectura de Salmos Bíblicos la luz de tus ojos, la belleza de tu rostro, la hondura de tu Palabra, la fuerza de tu personalidad. Por tu bondad, Señor, haz que camine con lealtad. Enséñame el camino de tu corazón, la bondad de tus entrañas, el ardor de tus opciones. Enséñame la capacidad de tus entregas, el fuego inextinguible de tu amor. Por tu bondad, Señor, haz que camine con lealtad. Enséñame el camino de la Pascua, los pasos austeros del desierto, los pasos del Tabor. Enséñame los pasos gozosos de las Bienaventuranzas, los pasos dramáticos del Calvario, los pasos seguros de la obediencia y el amor. Por tu bondad, Señor, haz que camine con lealtad. Enséñame tu amor, su longitud y su anchura, su profundidad y su altura, la intensidad de su ritmo, su saber y no saber. ¿El camino del amor? No hay camino del amor, el amor es el camino, el único camino salvador. No hay camino para llegar a ti, Cristo, Tú eres el camino, tú eres el amor. Por tu bondad, Señor, haz que camine con lealtad. Salmo 24 – Enséñanos tus caminos ¡Qué orgullosos estamos de nuestros caminos! 45 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza magníficas carreteras, caminos en el aire y en el mar, por las que avanzamos cómodamente y rapidísimamente. Pero no sabemos el camino, porque el orgullo nos ciega. Corremos por nuestros caminos nerviosos, ansiosos, agitados... pero no sabemos por qué corremos, ni a dónde vamos. Tú enseñas tus caminos a los humildes, a los que escuchan tu palabra y confían en tu misericordia. Haznos humildes, Señor, y enséñanos tus caminos: los que nos hacen avanzar en sabiduría, los que nos adentran en los campos de la vida, los que escalan cimas de libertad, los que llevan a las cumbres del amor, los que desembocan en las puertas de la dicha, los que te alcanzan a ti, Señor, en el centro y mitad de nuestro ser. Haznos humildes, Señor, y enséñanos tus caminos. Enséñanos tus caminos, Señor, o mejor, hazte para nosotros, camino, por el que corramos sin tropiezos: con lealtad y rectitud, con sencillez y hondura, con generosidad y justicia, con serenidad y sabiduría… Que cada paso, nos adentre en ti, nos transforme en ti y nos llene de tu Espíritu. Enséñanos tus caminos… (se puede participar) Haznos humildes, Señor, y enséñanos tus caminos. Hazte camino para todos. 46 Relectura de Salmos Bíblicos Que hombres y mujeres aprendamos a encontrarnos en ti, con lealtad y rectitud, y experimentemos tu misericordia y tu ternura. Salmo 24 – Muéstranos tus sendas Muéstranos el camino, guíanos por tu camino. Siempre camino buscando una brizna de luz en medio de la oscuridad. Y vuelvo por las noches desilusionado, desilusionada, y con las manos y el corazón heridos. Muéstranos el camino, guíanos por tu camino. Todos me tientan con sus proyectos y me llaman a entrar por sus caminos. Pero sus sendas nos llevan a la muerte, y los empobrecidos no encuentran la vida. Muéstranos el camino, guíanos por tu camino. Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame las sendas de la vida. Ilumina mis noches con tu Palabra, porque Tú eres mi Dios y mi liberador. Muéstranos el camino, guíanos por tu camino. Acuérdate, Señor, de tu misericordia olvídate de mis infidelidades. Tú conduces a tu pueblo con cariño y enseñas tus caminos a los humildes. Muéstranos el camino, guíanos por tu camino. Salmo 25 – Consérvanos la integridad Hazme justicia, Señor, que camino en la inocencia; 47 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza confiado en el Señor no me he desviado. Sólo si amamos de verdad y actuamos según nuestra conciencia, seguimos tus deseos en todos los campos de la vida. Escrútame, Señor, ponme a prueba, sondea mis entrañas y mi corazón; porque tengo ante los ojos tu bondad, y camino en tu verdad. No tendremos miedo a las pruebas; y el límite de nuestras fuerzas será tan amplio que nada podrá desanimarnos. No me siento con gente falsa, no me junto con mentirosos; detesto la banda de malhechores, no tomo asiento con los impíos. No consientas, Señor, que hablemos como quien vive en la charlatanería, ni nos mezcles con quienes actúan sólo cuando hay dinero. Lavo en la inocencia mis manos, y rodeo tu altar, Señor, proclamando tu alabanza, enumerando tus maravillas. Que tengamos las manos limpias. que actuemos siempre a la luz y sepamos dar nuestro tiempo a manos llenas. Señor, yo amo la belleza de tu casa, el lugar donde reside tu gloria. No arrebates mi alma con los pecadores. Nuestra suerte es conocerte y aprender que si el grano de trigo no muere, 48 Relectura de Salmos Bíblicos nunca dará fruto. Yo, en cambio, camino en la integridad; sálvame, ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino llano, en la asamblea bendeciré al Señor. Te pedimos, Señor, que conserves nuestra integridad, afiances nuestro humor y nos llenes de clarividencia. Salmo 26 – Tú eres mi Luz Señor, Tú eres mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? Tú eres la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Aunque la desilusión y el desencanto, acampen contra mí, aunque la oscuridad y la duda me rodeen como un ejército, mi corazón, Señor Jesús, no tiembla. Tú puedes iluminar a nuevos profetas que descubran los caminos que hemos de recorrer. Descansando en Ti, me siento en paz porque Tú conoces los secretos de los corazones, y tomas las dificultades y problemas en tus manos dándoles horizontes de sentido. Señor, Tú eres mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? Tú eres la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Yo confío en Ti y desde esta seguridad veo que los obstáculos del camino van cayendo como hojas de otoño. Sé que en las crisis me acogerás siempre en un rincón de tu tienda y yo me sentiré como en roca firme. Señor, Tú eres mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? Tú eres la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? 49 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Busco tu rostro: ¡no me escondas tu rostro! No me abandones porque Tú eres mi salvador. Dame la certeza de saber que aunque todo se derrumbe alrededor mío, Tú siempre permanecerás fiel a mi lado. Espero en Ti, Señor, dame un corazón arriesgado y valiente, Tú que eres luz para el camino y salvador en quien me apoyo. Llena de tu esperanza los surcos nuevos que comienzan a abrirse. Todo es posible si Tú diriges nuestros pasos. Crea en verdaderos profetas respuestas nuevas que correspondan a este momento que vivimos. Señor, Tú eres mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? Tú eres la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Salmo 26 – Eres mi luz y mi alegría Eres mi luz y mi alegría. Eres mi verdad y mi estrella, enciende todas mis lámparas, que no me puedan mis tinieblas. Eres la defensa de mi vida. Eres mi victoria en las guerras. En mis dudas y temores, sé Tú mi llave maestra. Tu rostro buscaré en este día. También mi espíritu de noche te anhela. Toda gloria está en tu rostro; es fuente de toda belleza. No me escondas, Señor, tu rostro, no se apaguen las estrellas. Espero gozar de tu dicha. Espero contemplar tu rostro en el país de la vida. Espero ser transfigurado en tu imagen, transparentando la Tuya. Espero… (se puede participar) 50 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 26 – Oigo en mi corazón Oigo en mi corazón: Mi Dios es Fiel. Mi Dios es un Dios que sabe, un Dios Sabio. Oigo en mi corazón: Busca al Amor de tu vida. Filtrado en tu realidad, lo encontrarás. Oigo en mi corazón: Mi Dios cumple siempre su Promesa. Es un Dios que me cuida, que me guarda, que me libera, que me sufre, que me espera, que me quiere como soy y como estoy. Oigo en mi corazón: Mi Dios está conmigo. y terminará en mí la obra que un día comenzó. No me dejará ni me abandonará. Oigo en mi corazón: ¡Escúchale! Te susurra. ¡Mírale! Él te mira con amor. ¡Gústale! Sabe a ternura. ¡Percibe su olor! Es suave... ¡Tócale! Está muy cerca... Está dentro... En realidad, lo llevas todo dentro. Oigo en mi corazón: Confía, no tengas miedo. Nada te puede separar de Mí, porque Yo no me separo de ti. He decidido VIVIR TU VIDA. Oigo en mi corazón: En el caos aparente, 51 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza siempre existe la Armonía perfecta. Oigo en mi corazón: Como dista el oriente del ocaso, así están mis Planes de tus planes. ¡Todo está bien! Yo he creado el Día y la Noche, y ¡todo es bueno! Oigo en mi corazón: Descansa en mis brazos, déjate en ellos, libre y conscientemente. A mi Amor no se le cae nada de las manos. Oigo en mi corazón: Eres hermosa a mis ojos, eres de gran dignidad y belleza, y Yo te amo. Oigo en mi corazón: ¡Alégrate! Mi Gracia te cubre como un manto y mi Amor te bendice. Oigo en mi corazón . . . (se puede participar) Salmo 27 – En Él confía mi corazón A Ti, Señor te invoco; Roca mía, no seas sordo a mi voz que, si no me escuchas, seré igual que los que bajan a la fosa. Eres refugio seguro, Señor. Yo no soy nada sin Ti. Hay gente que no te echa en falta para vivir, pero yo no sé hacerlo sin Ti. 52 Relectura de Salmos Bíblicos Escucho tu silencio, como una Presencia. Sin Ti me pierdo, no tengo salida. forma diferente de Escucha mi voz suplicante cuando te pido auxilio, cuando alzo las manos hacia tu santuario. Por tu amor no callaré, Señor. Te grito. Oye la voz de mi corazón. Me abro a Ti, Señor, con todo mi ser. Desde mi corazón golpeo tu corazón. Mis manos están abiertas para recibir tu don. No me arrebates con los malvados malhechores, que hablan de paz con el prójimo pero llevan la maldad en el corazón. ni con los No dejes, Señor, que la duda se apodere de mí. Ni la maldad. No me dejes ser insensata, insensato, pues me conoces. No permitas que me contagie de la indiferencia de tantos hacia Ti. Señor, que no tenga camino en mí la dualidad entre el corazón y los labios. Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante; el Señor es mi fuerza y mi escudo, en Él confía mi corazón, me socorrió y mi corazón se alegra y le canta agradecido. Eres descanso para mi pobre corazón, que está inquieto sin Ti. Mi corazón se alegra Contigo, Señor, con una alegría honda, profunda. Tu Espíritu Señor, que abre caminos en el desierto y ríos en la tierra árida, reverdece todo mi ser. Por eso te canto con alma agradecida. El Señor es fuerza para su pueblo. 53 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Apoyo y salvación para su ungido. Salva a tu pueblo y bendice tu heredad sé nuestro pastor y llévanos siempre. Me gusta, Señor, que el salmo pase del singular al plural. Me obliga a pensar en todos mis hermanos y hermanas. Que Tú seas, Señor, nuestra fortaleza. ¡Bendito seas! Salmo 27 – A Ti me acojo A Ti, Señor, me acojo. Roca mía. No te me hagas el sordo, que si te callas seré una más, uno más de los que se equivocan. Cuando te pido auxilio, ¿me lo vas a negar? Es imposible, porque sé que eres un Dios todo misericordia. Que tu susurro interior mueva mis sentimientos y los afiance en la paz y en la bondad. No dejes que mis falsos pensamientos hagan turbia mi mirada sobre la vida y la gente. ¡Bendito seas, que escuchas las súplicas! Eres fuerza y escudo. En ti confía mi corazón. Te canto con gratitud porque me liberas y saneas mi propio corazón. Salmo 28 – Su Palabra resuena poderosa La persona primitiva, religiosa, pisa la tierra con respeto. Siente a Dios en el surco, en la semilla, 54 Relectura de Salmos Bíblicos en el agua, en el rayo y en el trueno. “El Dios de la Gloria ha tronado”, dice, y siente un estremecimiento. Hoy ya no somos primitivos, hoy no pisamos la tierra con respeto. Pero Dios está muy dentro de las cosas, está en la tierra y en el cielo, está en las flores, los frutos y los árboles, está en el agua, la brisa y el viento. Pero está de otra manera, como en un sacramento. Habló el Señor en medio de las aguas, una Palabra potente, como un trueno, y nacieron los gases, la materia, las galaxias, se pusieron a brillar las estrellas y luceros. Esa Voz creadora llega hasta nosotros, la escuchamos todavía como un eco. Habló el Señor en medio de las aguas, dijo sólo una palabra, la Palabra, el Verbo, y empezó a llover, todo un diluvio, pero de Gracia, de Vida, de su Aliento. Dijo Dios una Palabra magnífica, dijo: “Hijo mío, amado, mi siervo”, y hubo vuelo de palomas, y un perfume de Espíritu y un Fuego. La Palabra de Dios resuena poderosa, “Hija mía”, “Hijo mío” se repite como un eco, y se escucha creadora, transformante en cada mujer y en cada hombre. También las hijas y los hijos repiten unánimes, gozosos: “Padre, Padre mío, Padre nuestro”. Salmo 28 – Tu Amor es eterno 55 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Alabemos al Señor, porque su Amor es eterno. Alabemos al Señor, cuantos tenemos conciencia de su presencia. Alabemos al Señor porque su amor enciende montañas de armonía en nuestra vida. Alabemos al Señor, porque su paz restaura la vida detrás de cada tormenta. Alabemos al Señor, porque su Amor es eterno. La voz de Dios se escucha con fuerza, si prestamos oídos. La voz de Dios descuaja nuestras mentiras, nuestras dobleces, nuestras pretensiones… La voz de Dios se escucha en el silencio; es paz, es amor a la realidad, es sencilla, se entiende. La voz de Dios es armonía con la vida. Alabemos al Señor, porque su Amor es eterno. El Señor alegra mi corazón, rompe la negrura y la tormenta. El Señor me libra de la confusión reinante. Con Éll no he de temer. El Señor, es primavera, esperanza, alegría en el corazón Alabemos al Señor, porque su Amor es eterno. Salmo 29 – Me has librado No me has librado de la angustia no me libraste de la humillación. Has dejado que mis enemigos se rían de mí, y que mis amigos se limitaran a compadecerme. No me has librado de la enfermedad, con sus ciclos amenazantes. No me has librado de la desgracia, 56 Relectura de Salmos Bíblicos del fracaso en la oposición, del paro humillante. No me has librado del accidente, fuente de tantos sufrimientos. No me has librado de la depresión, de ese vacío insoportable, ni de la calumnia o la crítica, ni del rechazo de los míos. Y no me has librado de tantos fallos, del desmonte de mis planes e ilusiones, del vaciamiento de mis ideales. Pero yo doy gracias a tu nombre. Yo te ensalzo porque estando en el abismo te has acercado a mí, y me has mirado. Yo te ensalzo, Señor, porque en medio de las lágrimas, me has acariciado y me has devuelto la esperanza. Yo te ensalzo, Señor, porque nunca como ahora, te he sentido tan cerca. Ahora sé, que Tú eres mi salud, mi gracia y mi plenitud, toda mi vida. Por eso te ensalzo,porque no me has librado de nada, pero me has librado de mí misma, de mí mismo. Por eso te ensalzo… (se puede participar) Cambiaste mi luto en danzas, te daré gracias por siempre. Salmo 29 – Tú eres mi liberación Te ensalzo Señor mío, porque eres liberación. Señor, has sacado mi vida de la ruina. No has permitido que mis propias sombras me invadan. Señor, me haces revivir una y otra vez de las estrecheces de mi propio yo. Te ensalzo Señor mío, porque eres liberación. Vamos a cantar para el Señor. Vamos a darle gracias. 57 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Su bondad con nosotros, con nosotras, es permanente. No cambia. No cesa. Es de por vida. Según nuestros vaivenes, nos visita el llanto, la tristeza o el júbilo. Pero en Ti, hay alegría siempre. Te ensalzo Señor mío, porque eres liberación. Eres Tú quien cambias la tristeza en gozo. Eres Tú quien tiene siempre piedad. Eres Tú quien escuchas nuestra vida y sales en nuestro auxilio. Te damos gracias por siempre, todos los días. Hoy, te damos gracias. Te doy gracias… (se puede participar) Te ensalzo Señor mío, porque eres liberación Salmo 30 – Te alabo y te doy gracias ¡Cuántas veces, Señor, me libras del peligro! Por ello te alabo y te doy gracias. Quiero llevar memoria de tantas ocasiones en que has estado a mi favor. Por ello te alabo y te doy gracias. Quiero recordar cuántas veces me has hecho revivir. Por ello te alabo y te doy gracias. Tu bondad enmarca mi vida entera, aunque a veces no acierto a descubrirlo. Por ello te alabo y te doy gracias. Cuando escondes tu rostro quedo desconcertada, desconcertado. ¡Que yo me fíe de Ti, Señor! Cuando me visita la calamidad quedo desconcertada, desconcertado. ¡Que yo me fíe de Ti, Señor! 58 Relectura de Salmos Bíblicos En miles de ocasiones de la vida, quedo desconcertada, desconcertado. ¡Que yo me fíe de Ti, Señor! Una y mil veces confieso que no quieres mi mal. Señor, Dios mío, yo quiero alabarte por toda la eternidad. Porque definitivamente cambiarás mi luto en danzas. Salmo 30 – Te habla el Señor, que te quiere En ti, Señor, me cobijo, ¡y nunca he quedado defraudado! ¡Líbrame conforme a tu justicia, tiende a mí tu oído, date prisa! Sé mi roca de refugio, alcázar donde me salve; pues tú eres mi peña y mi alcázar, por tu nombre me guías y diriges. "Descansa en Mí, y no vivirás insatisfecha. Pon atento tu oído cada día a mi Palabra. Yo soy en tu adentro, Roca y Fortaleza. Yo te guío y te voy conduciendo por caminos de Libertad. Yo te libero de las redes engañosas y sutiles que te impiden ser tú misma." Sácame de la red que me han tendido, pues tú eres mi refugio; en tus manos abandono mi vida y me libras, Señor, Dios fiel. Yo confío en ti, me alegraré y celebraré tu amor. Yo en ti confío, Señor, me digo: «Tú eres mi Dios». Mi destino está en tus manos, líbrame de las manos de enemigos que me acosan. "Descansa en mis Manos tu espíritu cansado. Yo soy Fiel. Yo restauro y curo tus heridas. Y tú te llenarás de alegría por mi amor, porque he visto tu aflicción y conozco tu angustia. Y soy Yo quien camina contigo caminos de Libertad. 59 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Pon en Mí tu confianza. Yo soy el Amor de tu vida, ¡soy todo para ti! Tu futuro está en mis manos.” Que brille tu rostro sobre tu siervo, ¡sálvame por tu amor! Señor, no quede yo defraudado después de haberte invocado. ¡Qué grande es tu bondad, Señor! La reservas para quienes se acogen a ti. ¡Bendito el Señor que me ha brindado maravillas de amor! "Yo haré resplandecer en ti mi Rostro. Yo te salvo, por mi Amor. Mi Bondad está en ti. Yo la reservo para los que son fieles y la regalo a los que descansan en Mí. Yo te pongo al abrigo de mi Amor. Yo te introduzco en mi Tienda, y allí te seguiré mostrando todo mi Amor en los momentos de peligro. Yo seguiré escuchando tu voz suplicante". Amad al Señor todos sus amigos, que el Señor guarda a sus leales. ¡Tened valor, y firme el corazón, vosotros, los que esperáis en el Señor! "Tú, ¡sé fuerte! ¡sé valiente! ¡cobra ánimo! ¡pon en Mí tu esperanza! Que estando hecha una cosa con el Fuerte, se te ha de pegar fortaleza! Te lo dice el Señor, que te quiere". Salmo 31 – Me llenas de alegría 60 Relectura de Salmos Bíblicos Dichosa la persona que se sabe aceptada por el Señor en su más profundo yo. Quien sabe que el Señor conoce nuestra miseria y nos ama tal como somos. Siempre que se me olvida esta verdad profunda: se me marchita la alegría, mi savia se convierte en algo insípido, mis falsas imágenes de Ti, Señor, me juegan malas pasadas… En el momento de mis tonterías, acuérdate de mí con misericordia. Tú eres mi refugio, y me llenas de júbilo y alegría y pones en mis labios, cantos de liberación. La crecida de las aguas caudalosas, no me alcanzará. Tú fijarás tus ojos en mí, Señor. Tú me instruirás secretamente. Y yo no me portaré irracionalmente, porque te conozco Señor, y sé que eres todo misericordia. Tú eres mi refugio, y me llenas de júbilo y alegría y pones en mis labios, cantos de liberación Confío en Ti, Señor. Tu misericordia me rodea. Me alegro en Ti, Señor. Me gozo Contigo. Te aclamo con corazón sincero. Tú eres mi refugio, y me llenas de júbilo y alegría y pones en mis labios, cantos de liberación Te doy gracias, Señor, por siempre jamás. Salmo 32 – Todo lo esperamos de Ti Necesitamos, Señor, tu misericordia, porque es grande nuestra miseria y sólo Tú puedes salvarnos. 61 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Vivimos en tiempos de crisis, en un desierto humanidad, y nuestro corazón está enfermo. de Nos amargamos la existencia porque nos falta confianza y prevalecen la violencia y la injusticia. Andamos preocupados por todo. Por el hoy y por el mañana, por el trabajo y por el dinero, por la salud, por nuestros hijos e hijas, por la delincuencia, por la droga. Estamos nerviosos y endurecidos. Vivimos en un mundo sin corazón. Por eso, Señor, compadécete de nuestra situación. Que tu corazón grande, cure nuestros corazones pequeños. Que tu corazón grande, ponga corazón en este mundo, y así podamos entendernos hombres y mujeres y podamos querernos y ayudarnos. Esto es lo que Tú esperas y deseas de nuestra parte, y eso es lo que nosotros esperamos de Ti. Salmo 32 – Cuidas de la obra de tus manos Señor, tu Palabra es sincera y llena el corazón de alegría. Tus obras son grandiosas y están inundadas de verdad. Tú amas la justicia y el derecho. Tú llenas nuestra tierra del rocío de tu bondad. Nosotros alabamos y admiramos tu nombre, Tú tienes palabras de vida sin término. Palabras que se hacen vida. Tu proyecto, Señor, se va realizando en la Historia paso a paso. 62 Relectura de Salmos Bíblicos Tu proyecto es proyecto de salvación para tu pueblo. Tú nos miras con corazón de Padre, has formado nuestro corazón y contemplas las acciones que cada ser humano realizamos. Tú cuidas de la obra de tus manos. Tú nos has salvado, por tu Hijo Jesús, el enviado. Y en Él, nos has dado vida nueva. Juntos te cantamos y esperamos la llegada de unos cielos nuevos y una tierra nueva, la llegada de tu Reino. Sé tu Padre, nuestro escudo, baluarte y defensa en nuestra Historia. En Ti confiamos y creemos en la presencia viva de Jesús resucitado. Sea tu amor entrañable por el ser humano la razón de nuestra esperanza. Salmo 32 – ¡Dichoso el Pueblo! Aclamad, justos, al Señor que merece la alabanza de los buenos. Que con nosotras, te alaben hoy todos los hombres y mujeres de nuestro mundo: Los que madrugan para trabajar y los que no encuentran trabajo. Los niños y los jóvenes, los maestros y los educadores, los padres y madres de familia. Los que conocemos y los que no conocemos. Los de nuestra lengua, y los que hablan en lenguas que no podemos comprender. 63 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Dad gracias al Señor con la cítara, Tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. Cantadle un cántico nuevo. Gracias, Señor, de todo corazón por la vida que hoy bulle en todo nuestro mundo. Te cantamos con el corazón afinado, que es nuestro mejor instrumento. Te cantamos como si hoy aprendiéramos por primera vez la canción de la gratitud. Tu palabra, Señor, es sincera. ¡Gloria a Ti! Todas tus acciones son leales. ¡Gloria a Ti! Tu palabra hizo el cielo. ¡Gloria a Ti! Tu palabra gobierna el universo. ¡Gloria a Ti! Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, Dichoso el pueblo que Tú escoges. Tú nos miras desde el cielo con amor. Tú te fijas en cada ser humano con cariño. Tú nos observas con complacencia. Tú nos comprendes por dentro y a fondo. Tus ojos están puestos en nuestro corazón. Tú libras nuestras vidas. Tú nos reanimas en tiempos de carencia. Tú… (se puede participar) Nosotros te aguardamos, Señor. Confiamos en tu misericordia Contigo se alegra nuestro corazón En tu santo nombre confiamos. Salmo 32 – Dios obra (Paul Claudel) Escuchad, pájaros cantores, el ímpetu que doy a mi canto. Mirad mis dedos, que sin hacer ruido en los rayos del sol, pulsan el arpa entre mis rodillas. ¡Atentos cuando levante la mano! 64 Relectura de Salmos Bíblicos Yo también canto muy suave, y con los ojos bien abiertos, llevo el compás, con el oído atento a vuestra vociferación. Dios es persona de bien, Alguien de confianza y de buenos sentimientos, que no pide otra cosa que estar bien con el mundo. Es Él quien ha juntado el mar en un odre y que ha colocado cuidadosamente aparte los abismos para servirse de ellos. ¡Toda la tierra, si tiene corazón, que palpite sobre el corazón de Dios! En un abrir y cerrar de ojos todo fue hecho. Escoge, Señor, entre nosotros aquellos a quienes tú has confiado la tarea de continuar tu obra. De lo alto de los cielos, Señor, abre los ojos para mirar: Alguien hace de rey, otro de gigante. Y otro… y otro… Decid solamente: espero, tú eres bueno; eso basta. Dios es como una columna entre mis brazos. ¡Intentad arrebatármela! Estamos felices de estar juntos: nos decimos el nombre de pila uno a otro. Y entonces, queridos hijos, atentos y todos juntos decimos: “Que tu amor, Señor, esté sobre nosotros, como nuestra esperanza está en ti” Salmo 33 – Bendeciré al Señor 65 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Bendeciré al Señor, en todo tiempo y lugar. Ahora. Aquí. Mi boca no cesará de alabarte, Señor. Mi alma está orgullosa de Ti, Señor. Cuando proclamo que para mí, Tú eres todo, muchos no se lo creen, otros creen que es una tontería, pero los humildes y sencillos comparten mi experiencia. Y juntos, ensalzamos y glorificamos tu Nombre, Señor. Día a día te busco, Señor, muchas veces sin saborearlo, descuidadamente, hasta neciamente. Pero mi vida, sin Ti, no tendría ningún sentido. Tú me respondes con tu paciencia infinita, y me cuidas y me libras de mis propias oscuridades y estrecheces. Me das luz, amplías mis deseos de bien. Ahondas mi propia búsqueda. Por eso invito a la Humanidad entera a que te busque, a que te desee ¡Y experimentará, lo bueno que eres! Yo puedo hablar de tu bondad conmigo. Me ayudas a guardar mi lengua del mal. Me ayudas a superar el mal y desear el bien. Eres consuelo en el sufrimiento. Eres fuerza para obrar. Tú cuidas mi vida. Tú pones alegría en mi corazón. Mi vida, sin Ti, no tendría sentido. Me siento contenta por tener fe, por ser Tuya. Por eso invitamos a la Humanidad entera a que cante con nosotras tu alabanza: Yo te alabo y te bendigo… (se puede participar) Bendeciré al Señor, en todo tiempo y lugar. 66 Relectura de Salmos Bíblicos Ahora. Aquí. Mi boca no cesará de alabarte, Señor. Mi alma está orgullosa de Ti, Señor. Salmo 33 – Nuestro ser se alegra contigo Todo nuestro ser se alegra contigo, Señor. A lo largo y a lo ancho de nuestro mundo, muchos son los que descubren qué bueno eres, Señor. Te bendecimos, Dios nuestro, a lo largo y a lo ancho de nuestro mundo. Te bendecimos con todos los que tienen un corazón sencillo. Te bendecimos con todos los humildes que saben que eres justo. Todo nuestro ser se alegra contigo, Señor. Proclamamos que eres grande, no según nuestras categorías de grandeza, sino según tu Bondad. Dentro de nuestro corazón, liberadas de todas las ansias, enviamos tu Voluntad de bien a toda la humanidad. ¡Todos los afligidos del mundo!: Gritad la bondad del Señor, que libera, acompaña, da fuerzas. Todo nuestro ser se alegra contigo, Señor. Que tu misericordia, Señor, cubra todas nuestras vergüenzas, todas nuestras miserias. Todo el dolor del mundo… Que tu misericordia, Señor, promueva nuestra misericordia con todos los que sufren. Salmo 34 – ¿Quién como Tú? Di a mi alma: Yo soy tu salvación. 67 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Ya sé que eres mi salvación, Señor, pero quiero oírlo de tus labios. Quiero escuchar el sonido de tu voz, quiero ver el gesto de tus manos. Necesito que me susurres en el corazón:”Soy tu salvación” Eso tranquilizará mi vida. Tú estás siempre a mi lado, y tú eres mi salvación, Yo necesito tu ayuda, tu guía y tu fortaleza. Mira, Señor, cómo los que deberíamos ser hermanos, nos ponemos zancadillas. Cuando yo tropecé, se alegraron, se juntaron contra mí y me golpearon por sorpresa; me laceraban sin cesar; cruelmente se burlaban de mí, rechinando los dientes de odio. Señor, ¿hasta cuándo te quedarás mirando? Que no canten victoria mis enemigos traidores, Que no hagan guiños a mi costa los que me odian sin razón. No pretendo quejarme de nadie, Señor, pero siento a veces en mí y alrededor de mí la fricción, la tensión, la sospecha que endurece los rostros y enfría las relaciones. Quiero considerar a todo conocido como un amigo, siquiera como una persona de fiar. Pero se me hace difícil en un mundo de crítica, envidia y competencia. Lo que de veras deseo es aceptar de corazón a todos. Arranca de mi corazón toda amargura y hazme amable y delicado para que mi conducta invite también a la amabilidad y delicadeza. Redímeme a mí y a cuantos viven y tratan conmigo, de la maldición de la envidia. Haz que todos nos alegremos del bien que cada uno hace, y que cada cual tome como hecho por él lo que su hermano ha conseguido. Entonces me alegraré en el Señor, y gozaré con su salvación. 68 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 35 – Nos has hecho a tu imagen El malvado escucha en su interior un oráculo del pecado: “No tengo miedo a Dios, ni en su presencia”. Se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida. Las palabras de su boca son maldad y traición. Renuncia a ser sensato y a obrar bien; Se obstina en el mal camino, no rechaza la maldad. Señor, nos has hecho a tu imagen y semejanza. En la medida que nos acercamos a Ti nos hacemos cuerdos, lúcidos, sensatos. Tus ofertas, son ofertas de sensatez. Tú nunca ofreces o nos pides algo que anule nuestro ser. Y en la medida en que nos alejamos de Ti nos convertimos en seres irracionales, brutos… Haz que nunca renunciemos a nuestra dignidad de personas. Que sintamos orgullo de haber sido creados seres inteligentes. Sobre todo, danos tu gracia para que nuestra razón humana nos ayude a obrar siempre el bien. Señor, tu misericordia llega al cielo, tu fidelidad hasta las nubes, tu justicia hasta las altas cordilleras, tus sentencias son como el océano inmenso. Tú socorres a hombres y animales; ¡qué magnífica es tu misericordia! Los humanos se acogen a las sombras de tus alas: 69 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza se nutren de lo sabroso de tu casa. Queremos ver, oír, sentir, gustar y palpar tu presencia, desde la fe. Para que sea una experiencia de vida. Como los discípulos sorprendidos por el acontecimiento pascual, también queremos exclamar: ¡Hemos visto al Señor! Queremos saborear las cosas que nos das, de las que disfrutamos en la vida de cada día. Les das a beber del torrente de tus delicias, porque en Ti está la fuente viva. Todo lo que hay en mí es agua sucia, estancada incapaz de fecundar la vida. Que Tú seas para mí, fuente, manantial, agua pura. Corrientes de agua viva donde pueda saciar mi sed de fondo. Quiero vivir en plenitud, por eso necesito hundir en Ti las raíces de mi vida. Dame agua, mucha agua, siempre agua, agua viva. Y tu luz nos hace ver la luz. Préstame tus ojos, para ver la vida, para leer la historia, para vivir los acontecimientos del cada día. Dame esa mirada limpia y transparente para ver a mis hermanos y hermanas con los ojos recién estrenados del amor. Prolonga tu misericordia. Que actúe tu justicia con los rectos de corazón. Amén. 70 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 36 – Sácianos de tu Amor ¡Oh Dios! tu amor y tu bondad son tan grandes que llegan hasta las nubes. ¡Oh Dios! tu verdad y tu justicia son tan grandes como los cerros, como los abismos. ¡Oh Dios! qué valioso es tu amor. Nunca lo podré abarcar. ¡Oh Dios! tu bondad es detallista, cuidadosa, tierna, amorosa. Tu bondad es todo para mí. Cuando contemplo tu bondad, descubro mi pequeñez. Cuando saboreo tu amor, reconozco el mío tan pequeño. Tu amor es grande, mi amor es pequeño. Tu amor es fuerte, mi amor es débil. Tu amor es vigoroso, mi amor es frágil. Tu amor es paciente, mi amor es impaciente. Tu amor es dulzura, mi amor es duro. Tu amor es tenaz, mi amor es inconsistente. ¿No comprendes Señor, que en esa gran distancia entre tu amor y mi amor, anida mi pecado, mi miseria, mi maldad? Límpiame una y mil veces. Mejor aún: ensancha mi corazón a la medida de tu sin medida. Déjame sentirte Amador de mi pequeñez, y Perdonador de mi pecado. Y que todos los días de nuestra vida, nos saciemos de la bondad de tu amor, y vivamos cobijados al abrigo de tu misericordia. Salmo 36 – Confía en el Señor y haz el bien Confía en el Señor y haz el bien. Habita tu tierra y practica la lealtad. Sea el Señor tu delicia, 71 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza y Él te dará lo que pide tu corazón A Ti Señor, encomiendo mi camino. En Ti confío, Señor. Me dejo en tus manos. Realiza en mí tu justicia, Señor. Y que tu derecho oriente mi forma de vivir. No me preocupan los que triunfan fácilmente y con mentiras, ¡están tan equivocados…! No admiro a quienes obran mal… sino que me preocupa el mal que hacen, porque los débiles y los pequeños lo pagan. Mejor es ser honrado con poco que nadar en la opulencia. Porque al que es honrado lo sostiene el Señor. Tú, Señor, velas por nuestros días. Nuestra herencia eres Tú mismo, Señor. No queremos dejarnos llevar por el miedo. Tú aseguras nuestros pasos. Te complaces en nuestros caminos. Nos levantas si tropezamos. Nos tienes de tu mano. La boca de quien es justo expone la sabiduría su lengua explica el derecho, porque lleva en el corazón la ley de su Dios y sus pasos no vacilan. Confío en Ti, Señor. Sigo tu camino. Tú me levantas de mi propia pequeñez y me sostienes Mi porvenir es tu paz. Me proteges y me libras. Me salvas. Estoy seguro, estoy segura. Nos acogemos a Ti, con júbilo y acción de gracias. 72 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 39 – En toda situación, guárdame Yo espero en el Señor, con ansia. El siempre se inclina y escucha mi grito. Me levanta del abismo de mis propias equivocaciones. Del abismo de vivir sin sentido. Del abismo de mis confusiones. Del abismo de mi soledad radical. Afianza mis pies sobre roca. Asegura mis pasos. Pone en mi boca un canto nuevo, un himno de victoria, una canción de amor. Me siento dichoso, dichosa, porque llenas mi corazón de confianza. Son dichosos quienes hacen la experiencia de descubrir que su Dios vive a favor de su vida. ¡Cuántas maravillas haces! ¡Cuántos planes a favor nuestro! En su variado aspecto, tus planes para conmigo siempre llevan tu misericordia. Tus grandezas en mí, no se pueden contar. Sé que no quieres sacrificios ni ofrendas. Por eso humildemente confieso que quiero hacer tu voluntad. Lo quiero, Señor. Desde mi pobreza radical, lo quiero. Ante los hombres y las mujeres de nuestro mundo, quiero confesar que eres grande y haces maravillas. No cierro mis labios, Señor, Tú lo sabes. Ante la asamblea confieso tu lealtad y tu misericordia. Tu lealtad y tu misericordia, me guardan siempre. Señor, en toda situación, guárdame. Cuando me falte el valor, guárdame. Cuídate de mí hoy, porque eres mi auxilio y mi liberación. 73 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 39 – Aquí estoy, para hacer tu voluntad Aquí estoy para hacer tu voluntad. Yo esperaba con ansia al Señor: Señor, que siempre te siga anhelando. Él se inclinó y escuchó mi grito: te inclinas, Señor, y me penetras, intimidad regalada, y te haces grito en mí, el grito inefable del Espíritu. Me puso en la boca un cántico nuevo: es el canto del Abbá, el canto del amor perfecto. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas: porque prefieres el sacrificio del corazón, porque prefieres la misericordia al sacrificio. Aquí estoy para hacer tu voluntad: porque prefieres la obediencia a las ofrendas, la docilidad a la grasa de carneros. Señor, hágase tu voluntad en mí, tu voluntad que libera y santifica. Dios mío, llevo tu ley en las entrañas: El Espíritu ungiendo mis entrañas, aceite de amor y de alegría en mis entrañas, la Ley del santo Amor en mis entrañas. Salmo 40 – Tú nos ayudas en la dificultad Dichoso el que cuida del pobre y desvalido, en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor. El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra, y no lo entrega a la saña de sus enemigos. Dichosas las personas pobres 74 Relectura de Salmos Bíblicos y quienes conviven con ellas. Dichosa la persona que emplea la vida en una entrega alegre y generosa. El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor, calmará los dolores de su enfermedad. Yo dije: Señor, ten misericordia, sáname porque he pecado contra ti. El El El El El Señor ayuda en los momentos difíciles. Señor mantiene el ánimo. Señor acompaña cuando domina el cansancio. Señor reconforta en cada crisis. Señor… (se puede participar) A mí, en cambio, me conservas la salud, me mantienes siempre en tu presencia. Bendito el Señor, Dios de Israel, ahora y por siempre. Nuestro ambiente está viciado, muchos no tienen pan ni casa. Hay demasiados intereses personales y egoístas. No permitas que entremos en esa dinámica, mantén nuestro corazón limpio y abierto a los hermanos. Bendito seas Señor ahora y por siempre. Salmo 40 – Me conservas la vida Dichoso quien cuida del pobre y desvalido. En el día aciago lo pondrá a salvo el Señor. Me cuidas en el día aciago, me guardas y me conserva la vida. Me sostienes en las horas grises, en las dificultades y en la enfermedad. No dejas que el mal se apodere de mi corazón. 75 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Yo dije: “Señor, ten misericordia, sáname porque he pecado contra ti”. No podrán dañarme las insinuaciones del mal. No dejarás que anide la mala intención en mi corazón. No me hará titubear el qué dirán… No haré cálculos siniestros, porque Tú, Señor, saneas mi corazón, lo llenas de ternura y de bondad. Incluso mi amigo de quien yo me fiaba, y que compartía mi pan, es el primero en traicionarme. Señor, tú, en vida, supiste de traiciones, de amigos falsos, de incomprensión. ¿Por qué he de temer yo los días aciagos? Tú serás para mí fortaleza. En esto conozco que me amas. Me conservas la vida. Me mantienes siempre en la seguridad de tu amor. ¡Bendito el Señor, ahora y por siempre! Amén. Amén. Salmo 41 – Tengo sed Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a Ti, Dios mío. Tengo sed. Sed ardiente, visceral. No tengo sed de cosas, ni de afectos humanos. Tengo sed de Ti. Me muero de sed como la cierva atormentada en el desierto. Para esta cierva, “beber es vivir”. Y para mí el no beber es morir. Me gustaría que mi sed fuese como la del salmista, intensa, profunda, vital. Las lágrimas son mi pan día y noche, mientras todo el día me repiten: ¿dónde está tu Dios? 76 Relectura de Salmos Bíblicos Cuando Tú estás presente, cercano, el pan es dulce, blando, tierno. Pan de trigo. Cuando Tú no estás, el pan es amargo. Se amasa con lágrimas. Cuando Tú estás presente, mis ojos son para ver, mirar, contemplar las maravillas que has creado. Cuando Tú estás ausente, todo se convierte en noche oscura, nada tiene sentido. Entonces mis ojos sirven para llorar. Recuerdo otros tiempos y desahogo mi alma conmigo: cómo marchaba a la cabeza del grupo, hacia la casa de Dios,entre cantos de júbilo y de alabanza. Recuerdo tantas cosas que llevamos viviendo juntos, Señor. Recuerdo cuando me acerco a ti en medio del cansancio y el agotamiento…, y Tú me invitas a descansar. Recuerdo circunstancias en que me has llenado de alegría… Tengo mucho, mucho que agradecerte. Hoy quiero agradecerte… (se puede participar) ¿Por qué te acongojas, alma mía? ¿por qué te me turbas? Espera en Dios y volverás a alabarlo. Eres y serás la salud de mi rostro. Te recuerdo y proclamo tu misericordia. De día me acompañarás. De noche cantaré tus alabanzas. ¿Dónde estás, Señor? ¡Enséñame a verte! Aún cuando no te siento, Tú estás. 77 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 41 – Te busco a Ti Como busca la cierva corrientes de agua así mi alma te busca a Ti, Dios mío. Tengo sed de Ti. Deseo tu presencia más que otra cosa. Busco escuchar tu voz. Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser que te busca con sed. Me acerco a Ti con fe. Quiero encontrarte en la oración y en la realidad que me rodea. Quiero encontrarte en el rostro de mis hermanos, en la compañía de mis semejantes, en la necesidad de los pobres y en el amor de los amigos. Como busca la cierva corrientes de agua así mi alma te busca a Ti, Dios mío. Quiero encontrarte y el deseo de este encuentro alienta mi vida. Voy a Ti. Oigo en mi corazón: busca mi rostro. Espera en Dios que volverás a alabarlo. Vengo a Ti, Señor, esperando el encuentro contigo. Enséñame a reconocerte. Como busca la cierva corrientes de agua así mi alma te busca a Ti, Dios mío. Salmo 42 – Envíanos tu luz y tu verdad 78 Relectura de Salmos Bíblicos Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa, contra gente sin piedad, sálvame del malvado y del traidor. Tú eres mi Dios y protector; ¿por qué me rechazas? ¿Por qué voy andando sombrío, hostigado por mi enemigo? Apelo a tu justicia, Señor. Eres justo y tu justicia sobrepasa cuanto podemos entender de ella, en las limitadas formas de justicia de nuestro mundo. Ante la realidad de nuestro mundo, Señor, nos abruma lo poco que podemos hacer, y el acoso de las fuerzas del mal. Por eso acudimos a Ti; no te quedes impasible, Señor. Envía tu luz y tu verdad, que ellas mi guíen y me conduzcan hasta tu monte santo, hasta tu morada La luz es señal de tu benevolencia, y la verdad es señal de tu fidelidad. Si tu luz me guía, no he de temer. Si tu verdad me orienta, no he de temer. Que yo me acerque al altar de Dios, al Dios de mi alegría. Que te dé gracias al son de la cítara, Dios, Dios mío. Tu altar, Señor, significa tu presencia en mí. Tu altar, Señor, tu verdadero altar, es mi propio corazón. El hondón de mi propia vida. Allí eres y serás mi alegría. Allí te doy gracias, día a día, latido a latido de mi propio corazón. ¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas? Espera en Dios, que volverás a alabarlo: Salud de mi rostro, Dios mío. Porque vives conmigo, no he de temer. Porque eres la razón de mi vida, no he de temer. 79 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza A quienes me rodean, y no piensan como yo, y creen que no te necesitan yo les dedico este poema: “Bueno es saber que los vasos nos sirven para beber. Lo peor es que no sabemos para qué sirve la sed.” (A. Machado) Y te pido que te abras camino en sus vidas, para que tengan sed de Ti. Salmo 43 – Despiértanos ¿Hasta cuándo, Señor, me tendrás olvidado? ¿Hasta cuándo ocultarás a mi vista tu rostro? ¿Hasta cuándo, Señor, me tendrás olvidado? Dime cuándo despertaré a tu amor. Despierta, Señor ¿por qué duermes…? ¿por qué duermo? Levántate. Levántanos. No nos dejes permanecer dormidos. Despiértanos para que veamos tu rostro. Despiértanos y te descubriremos en lo que somos. Despiértanos y te descubriremos en lo que acontece. Despiértanos y te descubriremos en lo que hacemos. Despiértanos a tu amor, y no sentiremos el zarpazo del maligno. Despiértanos a tu amor, por tu misericordia… Despiértanos… (se puede participar) ¿Hasta cuándo, Señor, me tendrás olvidado? ¿Hasta cuándo ocultarás a mi vista tu rostro? ¿Hasta cuándo, Señor, me tendrás olvidado? Dime cuándo despertaré a tu amor. Salmo 44 – Me brotan bellas palabras 80 Relectura de Salmos Bíblicos Al ponerme a rezar, me lleno de palabras bellas, de agradecimiento y amor. Eres el más hermoso de los hijos de los hombres. Eres el de palabras de vida. Eres la luz de nuestro mundo. Eres la alegría de nuestra historia humana. Dios nos bendijo en Ti para siempre. En la lucha por la vida, nos precedes. Cabalgas por la verdad, la justicia y la piedad. Eres un guerrero, pero tus flechas son dardos de amor que ahuyentan a nuestros enemigos. ¡Oh Dios! Imperceptiblemente, tu Reino está en nuestro mundo. ¡Que yo lo vea! Amas la justicia y estás ungido con óleo de alegría. En tus palacios suenan las arpas, y las cítaras. Todo está preparado para la boda. ¿Tu Esposa? La Iglesia, nosotros, nosotras, yo. ¡Iglesia! Atiende y escucha. Contempla a tu Dios y Señor. Ríndele reverencia. Tendrás hijos e hijas por todas las partes del mundo. Y en todas partes resonará este canto de alabanza. Salmo 44 – Oda a la esclava del Señor Escucha, hija, mira; inclina el oído. Olvida tu pueblo y la casa paterna. Prendado está el rey de tu belleza. Póstrate ante él, que él es tu Señor. La ciudad de Tiro viene con regalos, los pueblos más ricos buscan tu favor. Escucha, tú, la Esclava del Señor. Que tu oído se abra a la buena noticia. 81 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Ábrete a la alegría de saberte predilecta de Dios y dispón tu corazón para ser tierra de buena cosecha. Tu pequeñez es agradable a los ojos de Dios, y es conocida por todos los pequeños de la tierra. Dios mismo madura tu carne con semillas de lo imposible. Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes, la siguen sus compañeras: las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. Todas las generaciones sabrán reconocerte y decirte: ¡“Dichosa”! Eres Bienamada de Dios, Bienguardada, la humildad es un canto en tu vida. Y triunfa sobre todas nuestras altiveces. No existe diadema de gloria más radiante que la tuya. No existe ningún traje de fiesta, que realce tu belleza tanto, como tu simple túnica de mujer nazarena. En tu séquito figuran la fidelidad y la entrega. ¡Todos los muros de la Iglesia, se abren para dar entrada a tu humildad! A cambio de tus padres, tendrás hijos, e hijas que nombrarás príncipes por toda la tierra. Por el mundo entero hombres y mujeres te quieren María, y ponemos en Ti nuestra confianza. Por el mundo entero, las madres sienten tu protección. Por el mundo entero, eres causa de nuestra alegría. Por el mundo entero, nos sentimos hijos e hijas tuyas, María. Quiero hacer memorable tu nombre por generaciones y generaciones y que los pueblos te alaben por todos los siglos. Por ti esperamos una humanidad mejor. 82 Relectura de Salmos Bíblicos Por ti esperamos un mundo donde el gozo, la paz, la hermandad y el compartir sean las monedas habituales de nuestro vivir. Escucha, pues, Pequeña del Señor, Hija del pueblo, escucha el coro universal en el que te cantamos: Bienaventurada Tú porque has creído, y con tu fe abriste en nuestra tierra el sendero de Dios. Salmo 46 – El Señor es el Rey del mundo Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. Todas las personas que vivís en el universo, aplaudid hasta que os duelan las manos. Coged acordeones y guitarras e inundad la tierra con el nombre del Señor. Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones. Él nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado. Ha bajado a la calle y su Reino no es como el de los estados. Trastoca todos los poderes y cuestiona nuestros estilos autoritarios. No le entiende fácilmente quien se ata al dinero; quien comparte y ama, lo encuentra. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: 83 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro Rey, tocad. Las personas sencillas le aclaman y gritan su nombre con música. Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. ¡Cantad canciones! ¡tocad instrumentos! ¡Componed poemas dedicados al Señor! Los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán; porque de Dios son los grandes de la tierra, y El es excelso. He aquí nuestro poder: “somos hijos e hijas de Dios”, y deseamos trabajar por la justicia según sus deseos. ¡Engalanad vuestras casas con su Nombre! Su mensaje es para todos los pueblos, para las personas sencillas y las poderosas, para quienes le buscan y quieren entender su Voz. Salmo 46 – Pueblos todos, batid palmas Reunidos en tu nombre, Señor Jesús, queremos batir palmas. Unidos a todos los pueblos, queremos cantarte, Dios de la vida. Convocados por tu Espíritu, te alabamos, bendecimos y glorificamos. Contigo contemplamos la gloria del Padre, y le aclamamos. 84 Relectura de Salmos Bíblicos Nuestras voces se elevan en un himno de alabanza. Juntos proclamamos: Gloria a Ti por siempre, Señor, Jesús. Que los niños canten tu alabanza y proclamen que eres bueno. Que los jóvenes puedan vitorearte a Ti, porque comprueben que estás a favor de la vida. Que los hombres y mujeres del mundo, comprueben que Tú eres Amor. Que los ancianos alaben tu gloria por siempre y tengan en su corazón la certeza de que eres compañía en toda ocasión Te pedimos que tu Reino se haga presente en nuestra Historia, en el corazón de todos los hombres y mujeres que en sus vidas quieren hacer tu voluntad. Gloria a Ti, que reinas en mi corazón. Gloria a Ti, Mesías salvador. Gloria a Ti por siempre, Señor, Jesús. Salmo 47 – Siervo y Señor a un tiempo Hoy quiero cantar tu grandeza, Señor. ¿Con qué la voy a comparar? ¿Con las bellezas de nuestro mundo? ¿Con las que los genios humanos han sabido crear…? ¿Con los montes, con los mares, con los abismos…? ¿Con las bellezas inmortales de museos, arquitectura, pintura…? Ninguna comparación me sirve, Señor. 85 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Eres grande y pequeño a un tiempo ¿cómo puede entenderse? Eres debilidad y fortaleza a un tiempo ¿cómo puede entenderse? Eres Siervo y Señor a un tiempo ¿cómo puede entenderse? Dame hoy, Señor, la capacidad de saborear para que pueda abismarme en tu Ser, sin necesidad de comprender. Dame tu sabiduría, para vislumbrar cómo es posible en Ti, lo que no acierto a entender. Dame Señor, captar esa síntesis de contrarios que de otro modo, también se da en todo ser humano: grandeza y pequeñez, anhelo y barro. Salmo 47 – Fijaos en sus baluartes ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la Ciudad de nuestro Dios! su monte santo, altura hermosa, alegría de toda la tierra. En ella, Dios descuella como un Alcázar. ¡Grande eres tú, Señor de la Vida, que estás tan encarnado y escondido en nuestra historia humana! Y grande es nuestra Historia, este gran monte en el que está plantado el Árbol de la Vida. Árbol que quiere alegrar con sus frutos a nuestra Humanidad, con tanta hambre y sed de amor, de relación, de alegría... Y es aquí, en nuestra Historia concreta, en la de cada día, en la que tú te has ido revelando entre luces y sombras. Y es en ella, en nuestra realidad, donde nos ofreces la fuerza de la Vida que no acaba... Mirad: los reyes se aliaron para atacarla juntos... 86 Relectura de Salmos Bíblicos los agarró un temblor... vino un viento del desierto que destrozó las naves... ¿Y qué ocurrió...? Hubo fuerzas del mal que se aliaron...y buscaron sus estrategias... ¡tenían muchos rostros!, y muy diversos nombres y lenguajes y gestos... Y sobrevino la confusión, y por miedo se cerraron las puertas. Hasta llegaron vientos del desierto, que secaron la ilusión, escondieron los sueños, hirieron la esperanza, secuestraron el amor... y se escuchó el llanto, el dolor, el sinsentido... al contemplar los pequeños o grandes destrozos de nuestras naves... Pero lo que habíamos oído, lo hemos visto: Dios ha fundado para siempre su Ciudad. Su misericordia está en medio de su Templo. Su derecha está llena de justicia y todas las ciudades se gozan. Pero nos habían hecho una promesa: ¡EN MEDIO DE NUESTRA CIUDAD, VIVE EL AMOR! En el centro y mitad nos habita quien nos ama como somos. Y lo que siempre habíamos escuchado, lo llegamos a creer: el AMOR nos estaba acompañando en el camino..., el Maestro Interior nos iba educando... Fue entonces cuando el dolor y el amor se abrazaron, y en nuestra Ciudad brotó la alegría. Dad la vuelta en torno a Sión contando sus torreones. Fijaos en sus baluartes, observad sus palacios, para poder decirle a la próxima generación: ¡Este es el Señor nuestro Dios! El nos guiará por siempre jamás. Damos la vuelta en torno a esta Ciudad donde brota la Vida, nos fijamos en sus baluartes..., miramos con atención todo aquello en lo que nos hemos apoyado... 87 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Observamos nuestros palacios..., ese “Castillo de diamante o muy claro cristal” que es el corazón de nuestra Comunidad… Y contemplamos cómo “en el centro y mitad” tiene su morada el Amor. Contemos sus torreones: todo aquello que con esfuerzo hemos ido construyendo... pequeñas o grandes acciones, opciones importantes, gestos, acuerdos, búsquedas conjuntas, experiencias... Nuestros baluartes, que han sido, y siguen siendo... (se puede participar) Sí. Reconocemos que son Frutos del Tiempo y la Gracia. Lo reconocemos y agradecemos, para poder decirle a la próxima generación: ¡Así ha actuado Dios con nosotras! ¡Es el Señor quien lo ha hecho, y ha sido un milagro evidente! Es Él quien ha hecho fecundas las obras de nuestras manos. Y estamos seguras de que nos seguirá guiando como hasta ahora lo ha hecho, a través de los días y las horas de nuestra Historia. Salmo 48 – Pero a mí, Dios me salva Oíd esto todas las naciones, escuchadlo habitantes del orbe: plebeyos y nobles, ricos y pobres. Mi boca hablará sabiamente, y serán muy sensatas mis reflexiones; prestaré oído al proverbio y propondré mi problema al son de la cítara. Quiero escuchar las palabras sensatas que pongas hoy en mi corazón. Quiero escuchar lecciones de vida. 88 Relectura de Salmos Bíblicos Quiero aprender a sobrellevar la humano. Me abro a la escucha… me dispongo. fragilidad del ser ¿Por qué habré de temer los días aciagos, cuando me cerquen y acechen los malvados que confían en su opulencia y se jactan de sus riquezas, si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? Los poderosos ponen en sus riquezas la seguridad de su existencia, y eso es falso, Señor. Los pequeños, los pobres, ponemos en Ti nuestra confianza… ¿Por qué he de temer? Ninguna fortuna humana, puede comprar “la dulzura de vivir con la seguridad puesta en Ti.” Mirad: los sabios mueren, lo mismo que perecen los ignorantes y necios… Gracias, Señor, porque ante la muerte no hay favoritismos, ni excepciones. Gracias, Señor, por esa igualdad radical que todos los humanos tenemos ante tus ojos. Gracias, Señor, porque hay una sabiduría superior, donde cabemos todos, y que no se aprende en libros… Gracias, Señor, porque a tus ojos no cuenta la gloria humana… Este es el camino de los confiados, el destino de los hombres satisfechos: el Abismo es su casa. Todo se pasa, Señor. Todas nuestras glorias son pasajeras… No dejes que busquemos la satisfacción en el poder, saber y tener de nuestro mundo… Descúbrenos esa sabiduría superior, que da a la vida su verdadera densidad. Pero a mi Dios me salva, me saca del Abismo y me lleva consigo. Gracias por sentir la salvación de todo sinsentido, en Jesús. Gracias, porque eres el futuro que nos da seguridad. 89 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Gracias por invitarnos una vez más experiencia de abandonarnos en Ti. Líbranos de las ataduras que por dentro y impiden confiar en Ti. No me abandones, Señor, ni siquiera en bajas de mi existir. Confío en Ti, precisamente desde mi propia a realizar la por fuera, nos las horas más pequeñez. Salmo 49 – No te calles, Señor ¿Por qué, Señor, por qué? ¿Por qué digo una cosa con mis labios, y otra con mi vida, tantas veces? ¿Por qué esta fragmentación en mi ser, tantas veces repetida? No te calles, Señor. Pronuncia una Palabra que despierte mi ser. No te calles, Señor. Pronuncia una Palabra que unifique mi ser en tu voluntad. No te calles, Señor. Pronuncia una Palabra que haga fructificar mi ser en obras de amor y misericordia. No te calles, Señor. Pronuncia una Palabra y que yo sea capaz de escucharla hoy. Salmo 49 – Celebrar la vida El Señor está cercano. Vive en los relojes de la Tierra. El Señor nos conoce en la cruz y en el gozo. 90 Relectura de Salmos Bíblicos Es fuego que purifica, madre que vela, luz que ilumina, y sangre derramada en la arena. Él se alegra de la mano en la mano, de la flor en la mirada, de la música en el trueno, de la lágrima enjugada. Quien peregrina y busca por la vida, quien se compromete en cuidar la vida, quien reza, quien contagia humor, te encuentra a su lado. El color de la piel, la nacionalidad, el tipo de trabajo, el género… a nadie excluyen del ser hijos e hijas de Dios. Él desborda nuestras previsiones, y no ve bien las grandes ceremonias de quien ataca sin piedad la dignidad de las personas. Quien especula, quien se ríe de la ética, quien maltrata a las personas, se ríe de Dios. Que nuestras celebraciones de fe honren al Señor, y sean estímulo para vivir el Evangelio. Salmo 50 – Soy pecado… soy gracia… Ten, Señor, piedad de mí, que soy pecado. 91 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Confieso que soy sólo un ser humano hecho de tierra, de barro, y destinado, sin embargo, a volar, a surcar los vientos. Confieso mi pecado de idolatría: me tomo a mí misma demasiado en serio. A mi ego, lo llamo “Monarca”… Me inclino ante el altar de mi voluntad y reacciono airada a los deseos de los demás. Confieso que no danzo: la danza cósmica es demasiado peligrosa, la danza personal demasiado reveladora. Confieso que no sé reír con desenfado: mi delicado ego tan sólo me permite medias sonrisas. Confieso mi vanidad, conozco de sobra mi orgullo. Mi dignidad desdeña la libertad del que considero estúpido. Confieso mi miedo, mi ansiedad, mi sumisión… Mi miedo es pecado: encubre mi falta de fe. Mi ansiedad es traición: manifiesta mi falta de esperanza. Mi sumisión es servil: revela mi miedo a la libertad. Confieso mis respetos humanos: pongo el decoro por delante de la espontaneidad y la libertad. Ten, Señor, piedad de mí que soy pecado. Ten, Señor, piedad de mí, que soy gracia. En tu gracia renazco de nuevo y soy transformada. Y soy recreada. Aunque apenas conozco la profundidad de mi pecado, siento cómo es tocado y abrazado, suavizado por el óleo del perdón, por el bálsamo de la misericordia. Tú vences mi oscuridad. Me liberas de mi culpa, aquietas mi ansiedad. 92 Relectura de Salmos Bíblicos Ten Señor, piedad de mí que soy gracia. En mi pecado, en tu gracia, confieso que Tú eres Dios. Y tanto en el pecado como en la gracia, sigo siendo para Ti, tu amiga querida. ¡Bendito seas! Salmo 50 – Invocación al Espíritu Santo Ven Espíritu de Dios sobre mí, me abro a tu Presencia, cambiarás mi corazón. Señor, hemos endurecido nuestros corazones como una piedra, a causa de nuestro orgullo. También lo hemos endurecido por la violencia finamente perpetrada. Y por las ambiciones que perseguimos a toda costa. Cada día, y sin saberlo, condenamos al Inocente a una muerte infame, cuando nos mueve un principio distinto del amor. El mal que hacemos, aplasta hoy a los inocentes, aunque no queramos darnos cuenta. Ven Espíritu de Dios sobre mí, me abro a tu Presencia, cambiarás mi corazón. Tu luz, Espíritu, esclarece inteligencia. 93 la conciencia, ilumina la Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Regálanos conciencia social y estructural de pecado, de forma que nos duela la multitud de pobres humillados por la vida. Dulce Huésped del alma, ayúdanos a descubrir el origen del Humilde que soportó en silencio la iniquidad de todos nosotros sin avergonzarse de llamarnos “hermanoshermanas”. Confórmanos a Él, para que comprendamos la gracia de vivir como hijos e hijas del único Padre, que a la vez es Madre. Envíanos con Cristo a llevar el amor a todo ser humano con un corazón regenerado por su Amor. Salmo 50 – Tu misericordia para conmigo Necesito, Dios mío, un trasplante de corazón, y de todas mis entrañas. Mi corazón es viejo, está gastado y sucio, no hay detergente que lo limpie, ni operación quirúrgica que lo arregle. Es una gracia, que yo me vea así, como soy. Nací con una mancha… más por dentro que por fuera. Pero Tú, Señor, que me conoces, me amas así, no me rechazas por mi suciedad. Tu corazón, Señor, es grande y hermoso. Está limpio, resplandeciente, lleno de misericordia. Te acercas a mí como una madre, como un médico excelente, y me limpias y me curas y me transformas, y me llenas de un Espíritu divino. No te separes de mí, no me arrojes lejos de ti, de tu rostro. 94 Relectura de Salmos Bíblicos no dejes de alentar tu Santo Espíritu sobre mí. Crea en mí, un corazón puro, Señor, un corazón grande, un corazón abierto, un corazón de bebé, que se abandona en Ti. ¡Qué alegría sentirme persona amada y salvada por Ti! ¿Cómo sabré agradecerte? No te traigo nada, pero te ofrezco mi propio ser. Daré testimonio de tu misericordia para conmigo. Dejaré que cante mi corazón, que proclame tu alabanza, que diga las maravillas de tu Amor. Salmo 50 – Que tu abrazo nos salve Contigo, Señor, he aprendido a reconocer: Mis limitaciones Mi orgullo Mi genio Mis caprichos Mi superficialidad Mis impaciencias El querer manipular a los demás El querer imponer lo que yo veo, lo que yo pienso. Gracias, porque me has salvado, acogido, perdonado, limpiado y curado. Límpiame más, Señor, allí en la hondura, donde se dan recovecos que no logro reconocer. Cúrame más, Señor. 95 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza De las rigideces que me impiden comprender a las otras personas. De mis intransigencias que me endurecen frente a ellas. De mis altibajos que me hacen variable. Del orgullo radical, que me cierra a toda relación. De… (se puede participar) Perdóname más, porque olvido tu amor. Porque lo tengo tan “sabido” que no me conmueve. Abrázanos, Señor, y que tu abrazo nos salve. Salmo 51 – Mi único Bien Mirad al valiente, que no puso en Dios su apoyo y confió en sus muchas riquezas… Para mí, Señor, el único bien eres Tú, y el gran mal, la ausencia de Ti. Y a pesar de todo, muchas veces prefiero mis gustos, mis caprichos, mis egoísmos, antes que a Ti. Perdona mi obcecación y mi pecado. De aquí en adelante, tú serás siempre mi Bien, mi único Bien. No quiero bienes que no tengan la raíz en Ti, porque son pasajeros y engañosos. Todas las fuentes de la felicidad están en Ti. Pero yo, como verde olivo en la Casa de Dios, confío en su misericordia por siempre jamás. Ayúdanos a que nuestra vida esté llena de verdor, de alegría, de ilusión, de felicidad. Ayúdanos a mantener el espíritu en el frescor de tu juventud. 96 Relectura de Salmos Bíblicos Más allá de nuestra debilidad y limitación, ¡Confiamos en Ti! Desde nuestra experiencia de pequeñez, ¡Nos alzamos a Ti! Sabemos que eres Bueno, indulgente, acogedor. Tenemos experiencia de que perdonas y olvidas. Traemos ante Ti el pequeño río de nuestras miserias para que desemboquen en el gran mar de tu Misericordia. Te daré siempre gracias porque has actuado; Proclamaré delante de tus fieles: “Tu nombre es bueno. Queremos aprender a darte gracias siempre. Ayúdanos a creer que tu voluntad es siempre lo mejor para nosotros. Ayúdanos también a saber darte gracias por Ti mismo, por lo grande que eres en la Naturaleza y en la Historia. Que nuestra acción de gracias brote de lo más profundo de nuestro corazón, y sea la mejor expresión de nuestro amor a Ti. Salmo 52 – Mundo sin Dios El insensato dice en su corazón:“Dios no existe”. Y se corrompe deslumbrado por las solicitudes del mal. La persona imprudente vive como si Dios no existiera. No tiene más fuerza, que la suya propia. Y pronto se enreda en los poderes del mal que campean tantas veces a sus anchas. Desde el cielo, Dios está mirando si alguien tiene inteligencia y lo busca. Porque el Señor es la Luz que mira, que ve. 97 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Porque sus ojos, ven nuestros azares. Porque su corazón es radar para nuestra inteligencia. Porque nos desea. Ve nuestros desvíos. Ve si andamos descarriados. Ve con tristeza la perversión de muchos. ¿Acaso ve nuestra indiferencia? El mundo de la droga, y todos los intereses económicos que están detrás. El mundo de las armas, con su trasfondo político. Todo lo que se especula para crear riqueza para algunos, a costa de la pobreza de muchos. No nos dejes situarnos en una indiferencia cómplice. No nos dejes situarnos en nuestro propio interés. Que a Israel le venga de Sión su salvación. Que el Señor cambie la suerte del Pueblo. Que nos alegremos con nuestro Dios. Que saltemos de gozo en tu presencia. ¡Que rompa, Señor, el alba y se ilumine nuestra tierra! ¡Que tu reino germine en el centro del universo! Salmo 53 – Tú me sostienes ¡Oh Dios! Por tu fidelidad, sálvame. Con tu especial autoridad, júzgame y libérame. ¡Estoy en buenas manos! Escucha mi súplica. Atiende a mis palabras. Se alzan contra mí, desdibujando la realidad, miles de percepciones extrañas… ¡Tú eres mi auxilio! ¡Tú me sostienes! ¡Tú sostienes mi vida! 98 Relectura de Salmos Bíblicos Aparta de mí los engaños vitales. Destruye mis fantasías falsas. Yo me ofrezco a Ti. Te doy gracias porque eres bueno, porque tu salvación coronará mi existencia. Salmo 54 – Desconcierto ante el abandono Escucha, Señor nuestra plegaria. No te vuelvas sordo ante nuestras súplicas. La angustia y las lágrimas nos vencen. ¡Ojalá tuviera alas de paloma para volar a Ti y hallar descanso! Nos han acosado por todas partes. Nuestro corazón está acurrucado, temblando. Hemos llegado al límite de nuestro miedo. ¡Ojalá tuviera alas de paloma para volar a Ti y hallar descanso! Oh, si fuera ave, ¿querría emigrar lejos, para no poder sentir las preocupaciones que me devoran? Miradas envenenadas, interesadas. Violencia que triunfa por todas partes. Incomprensión, donde esperabas comprensión. Engaños e injusticias que campean a sus anchas. La honradez, que ya no tiene prestigio. ¡Ojalá tuviera alas de paloma para volar a Ti y hallar descanso! Hay dificultades en la familia. Hay dificultades en la Iglesia. Hay dificultades… (se puede participar) 99 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Míranos, Señor de la salvación. Estamos hasta el borde. Tú eres quien sostiene el ánimo cuando se cansa el brazo en la lucha. Tú eres quien apoya a quien sufre y lo llenas de coraje. Tú eres el que con el raudal de tu presencia disipa nuestras tinieblas. Ayúdanos. Socórrenos. Acudimos a Ti. Salmo 55 – Salir de la red Misericordia Dios mío, que me hostigan. Me vigilan sin cesar. La sociedad se nos impone con sus consignas, casi sin darnos cuenta. Los escaparates, los anuncios comerciales, las comisiones, los regalos, son consignas sutiles de la escala social. El aire que respiramos está contaminado de afanes de estatus social. Lo innecesario, se nos vuelve necesario con facilidad. La comodidad se justifica como descanso, como necesidad. Todo confabula contra nosotros, contra nosotras. Nos estamos volviendo materialistas prácticos. Está debilitándose nuestra libertad. El escalofrío aún es mayor si pensamos en la vida de nuestros niños, de nuestros jóvenes. Antes de ser poseedores de sus propias vidas, están vapuleados por esta sociedad devoradora. Bien sabemos que estás a favor nuestro. 100 Relectura de Salmos Bíblicos Por eso en Ti confiamos. Tú nos cuidas para no caer. Tú nos sostienes. Por eso seguiremos caminando en tu Presencia, amparados por tu bondad. Bien sabemos… (se puede participar) Salmo 56 – A punto está mi corazón Te invoco a ti, Señor, a Ti que eres todo amor, a Ti, que haces tanto por mí. Derrama tu gracia y tu bondad sobre mi vida, así me siento salvado por ti. A punto está mi corazón para seguirte. A punto está mi corazón para implicarme en la extensión de tu Reino con alegría. A punto está mi corazón para entregarme a todos. A punto está mi corazón aún en medio de la dificultad y el desánimo. Quiero cantar, salmodiar, alabarte, porque Tú me has dado un espíritu de energía. No quieres en mí la cobardía ni el desánimo, nos quieres a todos libres en tu plan de amor. Señor, aumenta mi fe, Tú lo puedes todo. Señor, aumenta mi fe: sé que la Historia está en tus manos. Señor, aumenta mi fe, contigo lo imposible, es posible. Hazte presente, Dios nuestro, en medio de tu Iglesia, camina con nosotros, anima nuestro corazón. Manifiesta tu gloria y tu poder con todos, pues nuestro corazón está a punto, 101 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Para seguir tu proyecto, Para realizar tu obra, Para ser tu testigo. A punto está mi corazón para… (se puede participar) Te damos gracias con todos los pueblos de la tierra. Te cantamos unidos en un coro de alabanza. Salmo 57 – No puedo ser neutral ¿Será verdad que hay justicia y se puede gobernar según el derecho? Se hacen leyes en todos los gobiernos de la tierra. Pero… ¿se busca en ellas la justicia? Se emplean lenguajes que son ininteligibles o falsos, y bajo capa de bien, son atropellos solapados a los derechos humanos… Y resulta, que casi sin saberlo, nos hacemos cómplices por tolerar cosas injustas… Quien se dice neutral es tan responsable como quien odia. Y en la Escritura está escrito: “a ese, lo vomitaré de mi boca”. ¡Oh Dios!, ¿cuál es el riesgo de nuestra libertad? No podemos vivir sembrando noche, por nuestra oscuridad. No podemos evaporar como agua, en la superficialidad, nuestra existencia. No podemos marchitar nuestro paso por la historia. Que podamos decir: Sí. Hay un Dios que hace justicia. Que al calor de ese convencimiento, nuestra vida se abra sembrando horizonte. 102 Relectura de Salmos Bíblicos Que al calor de ese convencimiento, el amor se abra paso en nuestras vidas. Porque así sanearemos el ambiente, con el buen olor del Hijo que visitó nuestra tierra, y se ha quedado vivo, en cada existencia a través de la historia. ¡Bendito seas, Dios nuestro por tu Hijo Jesucristo! Salmo 58 – Superficialidad Líbrame, Señor, defiende mi vida. Líbranos, Señor, de una vida vulgar. Protégenos de la inercia, aviva nuestra sensibilidad ante los problemas. Fortalece nuestra voluntad para afrontarlos. Despiértate, Señor, ven a mi encuentro y mira mi situación. La vida de muchos se está haciendo rutinariamente superficial. Y existe el contagio. La superficialidad nos lleva a la deriva. No eres Tú, ¡somos nosotros quienes tenemos que despertar! ¡Oh Dios mío! quiero volverme a Ti, porque Tú eres mi fortaleza. Tú Tú Tú Tú Tú Tú Tú eres, Señor, semilla de todo bien. eres la tierra buena. eres brisa. eres la savia que das vida. eres el agua. eres la salvación para este mundo. eres… (se puede participar) 103 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Vendrás en mi ayuda. Y Contigo podré desafiar a mis enemigos. Me apoyaré en tu compañía, y me aferraré a tu paciencia para sobrellevar el peso de la vida. Salmo 59 – Cambiar el mundo ¡Vuélvete a nosotros, Señor! En nuestro mundo hay noticias tan tremendas, que cuando uno las oye, piensa: ¿Dónde estás, Dios? ¿Te has dormido? ¿No te importa lo que padecemos? La tierra gime cargada de heridas. Duelen la guerra, el hambre, la injusticia. Duele la incultura de muchas personas, que las hace vulnerables a toda atrocidad. ¡Vuélvete a nosotros, Señor! Otra ayuda es inútil. No permitas, Señor, que vivamos en el conformismo y en la inconsciencia. No consientas que anide la miseria moral en el centro de nuestros corazones. La tierra es mía, dice el Señor. Yo tengo el cetro en mi mano. Por eso acudimos a Ti. Nos gustaría cambiar el mundo. Nos gustaría siquiera mejorarlo. Pero sabemos que sólo podemos cambiar, a golpe de tu gracia, nuestra propia persona. La revolución del amor, busca conversión en lo profundo de nuestras vidas. ¡Ayúdanos, Señor, a poner en juego nuestra persona! 104 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 60 – Esperanza Cuando me desfallece el corazón clamo a Ti. Atiende, Señor, estas voces nuestras cargadas de timbres sombríos. Llévame a la roca de la esperanza, donde la confianza verdea mi ser. Tú eres mi torre, la roca que salva, el alcázar seguro. Me refugio al abrigo de tus alas. Cuando me pesa la vida: ¡sálvanos! Cuando el futuro es sombrío y tengo miedo: ¡Sálvanos! Cuando el fracaso me amenaza: ¡sálvanos! Cuando la desesperanza se asoma a mi ventana: ¡sálvanos! Así cantaré tu Nombre y proclamaré tu gracia y tu fidelidad. Saca de mi ser el agua limpia de sus honduras. Limpia mi pozo. Sólo así podremos cantar tus alabanzas y nutrir nuestra existencia en la esperanza. Salmo 61 – Tenemos en Ti nuestra seguridad Sólo en Dios descansa mi alma, porque de Él viene mi salvación, mi alcázar, ¡no vacilaré! Descanso en Ti, Señor; es decir, me tranquilizo, me calmo. Mis fatigas, que existen, y lo sabes, se vuelven confianza. Nada ni nadie podrá hacerme mover, de la decisión de poner en Ti mis inquietudes, mi zozobra, mis vacilaciones. 105 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Eres mi salvación, mi Roca, mi fuerza, mi esperanza... cuando te miro, Señor, mi ser entero se remansa. ¿Hasta cuándo arremeteréis contra cualquier persona, para derribarlo como a una pared que cede, o a una tapia ruinosa? Piensan en derribarme de mi altura, se complacen en la mentira: con la boca bendicen, con el corazón maldicen. Aunque a veces me canse de las luchas que hay que sostener… Aunque sé que mi casa está en ruinas... Aunque me sienta con presiones por todas partes... Aunque haya tantas cosas que no acierto a comprender… Tengo puesta en Ti mi seguridad. No tengo más altura que mi esperanza puesta en Ti. No hay más verdad que la certeza de tu Verdad. De Dios viene mi salvación y mi gloria, Él es mi Roca firme, Dios es mi refugio. Pueblo suyo, confiad en Él, desahogad ante Él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio. Quiero compartir mi experiencia de confianza con todos los creyentes. Nos ponemos delante de Ti, como pueblo necesitado, como asamblea dolorida por muchas realidades de nuestro mundo y de nuestro hoy. Nos ponemos delante de Ti, fuertes con tu fortaleza. Somos como un soplo, somos apariencia; todos juntos en la balanza subiríamos, más leves que un soplo. Sólo a Ti damos el corazón. No nos hacemos ilusiones, nos sabemos en debilidad. No somos pesimistas, nos sabemos fortalecidos en Ti. 106 Relectura de Salmos Bíblicos En Ti adquirimos madurez, en Ti se afirma nuestro ser. Dios ha dicho una cosa. ¡Lo he escuchado! Que suyo es el poder y la Gracia. En contraste con nuestra debilidad, Tú eres poderoso, es decir, firme. Por eso no vacilo y se me alegra el corazón. Por eso reafirmo en Ti mi confianza. Por eso te doy mi libertad. Por eso… (se puede participar) Tenemos puesta en Ti nuestra seguridad. Salmo 62 – Tengo sed de Ti Tu amor, Señor, es vida; es mejor que mi propia vida. Tu rostro irradia la luz de tu gracia y tu verdad. Tus manos están abiertas al perdón y la acogida. Todo tu ser es fuerza de salvación para toda persona humana. Tengo sed de Ti, de Tengo sed de Ti, de Tengo sed de Ti, de Tengo sed de Ti, de Tengo sed de Ti, de Tengo sed de Ti, de Tengo sed de Ti, hermanas. Tengo sed de Ti, de tu amor y lealtad. tu verdad y sinceridad. tu justicia y fidelidad. tu bondad y misericordia. tu Pan y de tu Palabra. la verdad de tu Evangelio. de comunión con los hermanos y la fuerza de tu Espíritu. Señor, Dios, te buscamos, te necesitamos. Nuestro pobre corazón te necesita. Tenemos sed y Tú eres la fuente de Agua viva. Nuestro espíritu se levanta hacia Ti, como tierra reseca. ¡Necesitamos de Ti! 107 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Líbrame, Señor, de los ídolos que me seducen. Líbrame de los deseos falsos que me gritan. Líbrame de la llamada a tener, a poseer, a consumir. Líbrame de los diosecillos que se disputan mi existencia. Líbrame de las presiones que intentan manipular mi vida. Líbrame de cuanto me impide llegar a ser yo mismo, yo misma. Empapa, oh Dios, nuestro corazón de tu bondad. Rocíanos con la lluvia suave de tu ternura. Bendícenos con tu amor y abre nuestros labios para que siempre cantemos tu alabanza. Salmo 62 – Saberte cerca ¿Con qué podré comparar esta sed que me abrasa? ¿Cómo podré decir el hambre de Ti que me devora? ¡Tú eres, Señor, la fuente de todas mis ansias! ¡Que mis ojos vean siempre el misterio de tu presencia que llena la vida de todos los humanos! ¡Que mi corazón descanse y eche raíces en ese amor tuyo, que me quema por dentro! Que mi vida llegue a ser alabanza de tu misericordia, en todo momento y lugar. ¡Que mis manos esperen siempre todo de tu abundancia! Que mi alegría tenga en Ti, su origen y su meta. Que no me contenten las abundancias de nuestro mundo… ni sus riquezas, sino Tú. Que mi descanso sea sentirte a mi lado, saberte cerca. ¿Quién podrá hacerme daño si mi vida está protegida por Ti? 108 Relectura de Salmos Bíblicos Crezca, Señor, mi sed de Ti, mi deseo de Ti, mi hambre de Ti, todos los días de mi vida. Hasta que se abra a la eternidad. Salmo 63 – Consuelo en el dolor Oh Dios, oye mi voz cuando me lamento. Protégeme del complot y de la maniobras del que no tiene piedad. Oye, Señor, la fuerza de nuestro grito, Oye, Señor, la hondura de nuestro llanto, Óyenos cuando el miedo, la soledad y el egoísmo, nos atenazan. Nuestro corazón, a veces se hace duro y frío como el acero. Por eso estamos tristes y nos inunda el desánimo. El justo se alegrará en el Señor Y en Él se refugiará. Los de alma recta encontrarán su consuelo. Pero… Tú estás a nuestro lado. Tú no nos abandonas. Tú escuchas nuestro lamento. Esta certeza nos renueva por dentro. Esta certeza nos llena de alegría. Esta certeza nos abre a tu consuelo. Acepta, Señor, los vaivenes de nuestro ser. Acepta, esos cambios de nuestra naturaleza. Estabiliza nuestra vida en tu confianza. Y ábrenos siempre a la certeza de tu fortaleza en nuestro ser. Ábrenos a… (se puede participar) 109 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Los hombres y mujeres de alma recta encontrarán su consuelo en Ti. Salmo 64 – Yo cuido de tu tierra Tú cuidas de la tierra, la riegas, la enriqueces sin medida. Tú cuidas de mi tierra. Tú cuidas de nuestra tierra. Y, adentro, nos lo haces saber: “Yo CUIDO de tu tierra, y la riego, y la quiero colmar de abundancia. Soy Yo quien CUIDA hoy de tu tierra... sé que está reseca, que le falta Agua... Por eso he decidido regarla, porque me importa tu tierra. Y la quiero seguir enriqueciendo sin medida. Es mi deseo fecundarla de nuevo, y que dé vida... Mi Acequia va llena de Agua y la voy a canalizar hacia tu tierra. La quiero preparar de nuevo para que dé fruto. Voy a empapar tus surcos, a allanar tus terrones. Voy a esponjar tu tierra con lluvia, voy a bendecir las semillas que Yo mismo he puesto en ti. Voy a coronar tu tiempo con mis BIENES, 110 Relectura de Salmos Bíblicos y de tus surcos resecos brotarán de nuevo frutos hermosos, frutos que ayudan a vivir. En tu desierto brotará la vida y todo lo que te rodea se llenará de Alegría. Tu tierra se llenará de frutos y hasta tus valles se cubrirán de fiesta y de cantos. Todo esto, porque Yo, tu Dios, CUIDO tu tierra. Y estoy dispuesto a afianzarla, a serenarla, a liberarla, a llenarla de alegría. ¡Alza tus compuertas! El Agua de mi Acequia va a entrar en ti sin que tú sepas cómo. Y así como Yo te CUIDO, aprenderás tú a CUIDAR LA VIDA con todo amor, humildad y confianza. Yo, el Amor, he hablado”. Salmo 64 – El Dios de lo imposible Señor de lo imposible. Tú mereces que toda vida humana cante tu gloria en su pequeñez. Y que todo ser viviente se rinda a la evidencia de tu amor que levanta montañas de ternura. Cuando tomo conciencia de mi andar por la vida, y de cuántas veces doy trompicones, vuelvo hacia Ti mis ojos pidiendo auxilio y Tú me abres caminos de luz y de sentido. 111 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Dichoso quien sabe confiar en tu gracia, y arroja en tus manos, sus días y sus años. Ríos de paz, canales de agua viva llenarán su vida. Tú eres el Dios de los pequeños y de los insatisfechos. El Dios que nos consuela en las horas difíciles. El Dios que nos levanta siempre que caemos en la lucha de la vida. Cuando nos daña el orgullo y se levanta imponente como una cordillera insuperable, Tú, Señor, levantas tu voz y pacificas el corazón. Tanto por la mañana, como por la tarde, a toda hora estás pendiente de mí y a toda hora llenas mi vida de horizonte. Los campos de mi ser, los llenas de alegría. Haces crecer las cosechas en el desierto del corazón. Tú eres el Yo más profundo de cada hombre y de cada mujer. Tú eres el Yo más profundo de la fraternidad humana. Por eso se escucha un canto misterioso en playas y desiertos, en bosques y colinas, que dice: “El Dios de lo imposible, llena de sentido la vida humana, toda vida humana, a pesar de que las apariencias quieran demostrar lo contrario.” Salmo 65 – ¡Qué admirables son tus obras! Aclamad al Señor tierra entera, tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: Qué admirables son tus obras. Que se postre ante Ti la tierra entera, que toquen en tu honor. 112 Relectura de Salmos Bíblicos Venid a ver las obras de Dios, sus hazañas en favor de los seres humanos. Alegrémonos con Dios. que con su poder gobierna eternamente; sus ojos vigilan a las naciones, para que no se subleven los rebeldes. Bendecid pueblos a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas; Porque Él nos ha devuelto la vida, y no dejó que tropezaran nuestros pies. Entraré en tu casa con vítores, para cumplir mis votos: los que pronunciaron mis labios y prometió mi boca en el peligro. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a El gritó mi boca, y lo ensalzó mi lengua. Y Dios me escuchó, y atendió mi voz suplicante. Bendito sea Dios que no rechazó nuestra súplica, ni nos retiró su favor. Salmo 66 – Somos el pueblo nuevo Somos tu pueblo, Señor, el pueblo nuevo en la historia. Nos has enviado a tu Hijo que se hizo uno de tantos para salvarnos. Has hecho brillar su rostro sobre nosotros, con luz de vida. Has hecho que cargue con nuestra cruz como un hermano. Somos tu pueblo, Señor, el pueblo nuevo en la historia. 113 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Que te den gracias, Señor, todos los pueblos, todas las razas; que todos las personas, como un solo pueblo te alaben. Te cantamos unidos en un mismo espíritu de amor. Te alabamos unidos a Jesús de Nazaret nuestro hermano. Somos tu pueblo, Señor, el pueblo nuevo en la historia. Nos alegramos con todas las gentes de buena fe, porque juzgas al mundo con justicia. Derribas de los tronos a los poderosos que esclavizan la tierra. Alzas de la basura a los pobres. A los que tienen hambre los llenas de pan y de bienes. A los ricos los despides con las manos vacías. Somos tu pueblo, Señor, el pueblo nuevo en la historia. Defiende a tu pueblo, Señor, ven con nosotros, quédate a nuestro lado. Defiende los derechos de los que sólo tienen deberes. Defiende los derechos de los que nunca es escuchada su voz. Somos tu pueblo, Señor, el pueblo nuevo en la historia. Derriba del poder a los que dicen que están con el pobre y es mentira. Derriba a los que se apoyan en el pueblo y es demagogia. Derriba a los que prometen en campañas y es engaño descarado. Derriba a los que desde el poder, se enriquecen y engordan. Desenmascara Señor, a los de todos los bandos que dejan a los pobres más pobres. Alza… defiende… derriba… (se puede participar) Abre nuestro corazón de pueblo nuevo en la historia, al encuentro de Cristo Victorioso, que viene a nuestro encuentro. 114 Relectura de Salmos Bíblicos Levanta el grito que pide justicia y liberación desde la paz, y que exulta de gozo, al decir con una sola voz: ¡Marana-tha! Salmo 66 – Tú eres nuestra Paz Padre-Luz, Ilumina tu rostro sobre nosotros. Padre-Amor, Compadécete con misericordia de nosotros. Padre-Dios, Haznos partícipes de tu misma vida. Bendícenos Padre, con la abundancia de tus riquezas: Jesucristo. Bendícenos con tu paz y con tu dicha: Jesucristo. Bendícenos con la plenitud de tu amor: Jesucristo. Que Dios tenga piedad y nos bendiga. Cristo, derribaste con la fuerza de tu Espíritu, los muros que separaban a los seres humanos. Extendiste tus brazos para reunir a los hijos dispersos. Nos regalaste a manos llenas, una paz maravillosa, la tuya. Cristo, bendición nuestra, Tú eres nuestra paz. Calma hoy nuestras tempestades con el arco iris de tu Espíritu. Convierte en vino generoso, nuestra agua insípida. Entierra para siempre nuestras luchas y guerras. Haz de nosotros cantores y testigos, instrumentos de tu paz, compañeros del hermano, 115 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza constructores contigo, de tu Reino. Salmo 67 – Nos alegramos en tu presencia Cantamos para Ti. Nos alegramos en tu presencia. Tu Tu Tu Tu Tu presencia, Señor, disipa nuestras sombras. presencia es esplendor de vida. presencia es alegría para nuestro corazón. presencia es gozo profundo. presencia es Espíritu que salva. Cantamos para Ti. Nos alegramos en tu presencia. Eres casa donde se nace a la vida. Eres casa que acoge toda vida. Eres casa que comparte la soledad de todos. Eres casa y heredad para los desvalidos. Eres casa de acogida para todos los cautivos. Eres casa de encuentro para quienes buscan. Eres casa que liberas de nuestras prisiones. Eres casa de ventanas abiertas que cobijas nuestros más profundos anhelos. Eres casa… (se puede participar) Cantamos para Ti. Nos alegramos en tu presencia. Avanzas por los desiertos de nuestra existencia. Llueves nuestras sequedades. Alivias con tu bondad nuestras asperezas. Tu ser destila dulzura. Cantamos para Ti. Nos alegramos en tu presencia. 116 Relectura de Salmos Bíblicos En este día te alabamos… (se puede participar) Salmo 67 – Súplica confiada Nuestro Dios es un Dios que salva y prepara un hogar para los desvalidos. Señor, tú quieres que todos tengamos nuestra casa, ese lugar acogedor donde nos sentimos seguros y a gusto, donde pasamos gran parte de nuestra vida. Mueve los corazones de los poderosos de este mundo para que den abrigo y cobijo a los desvalidos. Derrama en tu heredad una lluvia copiosa, por tu bondad, reanima a tu pueblo. Nosotros somos tu heredad. Nos la has dado gratuitamente. Te pedimos que la lluvia de tu Palabra empape nuestro corazón y lo disponga a obrar según tu voluntad. ¡Bendito sea el Señor día tras día! Él nos alivia, es nuestra salvación. Nuestro Dios es un Dios que nos salva. Señor Dios nuestro, es fácil alabarte y darte gracias cuando todo invita a la alegría y el corazón salta de gozo. Todos los días nos das tu amor y tu perdón. Haz que sepamos estrenar nuestra alabanza y acción de gracias cada día, como nuestra mejor música para Ti. Dios lleva nuestras cargas. Nuestro Dios da a su pueblo fuerza y poder. Tú sabes, Señor, que a veces esta vida se hace dura, difícil, pesada... La carga es demasiado grande y nos aplasta. 117 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Pero Tú mismo te ofreces a ponerte nuestro fardo en tus espaldas. Contigo la vida se hace menos pesada y más llevadera. Que Tú seas siempre nuestro descanso. Tú sabes… (se puede participar) Dios lleva nuestras cargas. Nuestro Dios da a su pueblo fuerza y poder. Salmo 68 – Sólo Tú puedes darnos respiro Dios mío, tu sabes bien que deseamos voluntad, y que tu Reino es el móvil de nuestros inquietudes. seguir tu afanes e En los momentos de desánimo, ¡sálvame, Señor! Cuando pierdo toda la seguridad bajo mis pasos, ¡sálvame, Señor! Padre, clavamos en Ti nuestra mirada y te suplicamos. ¿Para cuándo esperas tenderme tu mano liberadora? ¿No eres Tú el Dios siempre atento a las necesidades de los que en Ti confían? ¡No permitas que la mentira oscurezca la verdad de tu Amor que nunca defrauda! Sé que sólo Tú puedes darme respiro. Sé que sólo Tú puedes llevar a cabo esa fraternidad tan deseada… Enséñanos a devolver bien por mal. Y entonces daremos siempre gracias a tu Nombre. En Ti aprenderemos a hacer una nueva Humanidad libre de mediocridades e ídolos. 118 Relectura de Salmos Bíblicos Con el cielo, el mar y la tierra, te cantamos a Ti, Señor, que sostienes la verdad de nuestro ser, por encima de nuestras propias sombras. Salmo 70 – Tú eres mi Roca Sé Tú, mi Roca, Señor. Yo confío en Ti, me dejo en tus brazos. Estoy segura de Ti. Sé, para mi, Roca de refugio. Roca firme. Roca segura. Roca que se asoma en las alturas y crece desde el fondo. Sé, para mí, Roca horadada que deja ver a través. Roca misteriosa a la luz y en la noche, cuando hay nubes y cuando hay sol. Eres mi esperanza, Señor. Esa esperanza que integra responsabilidad personal y abandono en Ti. Esa esperanza que se apoya en tus promesas, Dios mío. No en mis méritos. Esa esperanza que da a la vida sabiduría de corazón, hondura, sensatez. Mi boca se llena de tu alabanza. Son incontables las pruebas que me has dado de tu amor. Son incontables las pruebas que me has dado de tu justicia. Yo sé que tu misericordia conmigo, no se agota. Yo sé que no me abandonas. Aunque la vida esté llena de peligros. Aunque las circunstancias aprieten. Aunque… (se puede participar) Por eso recibe nuestra alabanza. En este día y todos los días de mi vida. Que nuestro canto sea la alegría de nuestro corazón. Que nuestra alabanza cante y cuente tus maravillas. 119 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Por eso anunciaré con mis obras, que estás a nuestro favor que eres paciente con todas tus criaturas que… (se puede participar) Salmo 71 – Quiénes son para Ti los reyes Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra. ¿Quiénes son, Dios mío, los reyes de la tierra? ¿Quiénes son los reyes que se postran ante ti? ¿Quiénes son, Dios mío, los reyes para ti? No son los que buscan ansiosos sus coronas, los que defienden sus tronos con las armas, los que viven por encima de sus súbditos, escaparates de todas las frivolidades. Los reyes para ti, Señor, son los hambrientos de justicia, los constructores de la paz activa y solidaria, los sembradores de esperanza y alegría, los testigos de la misericordia. Los niños son reyes para ti y los que se hacen pequeños, los sufridos y servidores, los que viven en el amor. Reyes son todos los hijos que viven en tu presencia: los que escuchan y libran al indefenso, los que se apiadan del pobre y del que sufre, los que salvan la vida de los pobres, los que luchan contra las causas de todas las pobrezas. Y reyes son los que se abren a la luz de las estrellas y siguen sus caminos claroscuros, los que reconocen a Dios en el niño marginado y le ofrecen todos sus tesoros. 120 Relectura de Salmos Bíblicos Reyes y profetas, Magos ungidos y sagrados, ¡enseñadnos a creer! Enseñadnos la paciencia y la esperanza, enseñadnos a buscar a los pobres y a los niños. Que podamos construir un mundo nuevo donde todos los pobres y los niños encuentren la paz, la justicia y el amor. Salmo 71 – Que venga tu Reino Confesamos, Cristo, que en tus manos el Padre ha puesto todo nuestro mundo. Ha puesto, también, la justicia para la historia. Y por eso te pedimos que conduzcas a nuestras gentes, y que levantes a los humildes de su postración. Envía, desde lo alto de los montes, la paz a tu pueblo. Que la justicia descienda hoy a todos los confines de nuestro mundo. Que los pobres, los oprimidos, los marginados, sepan que estás con ellos, y que nos inspiras sentimientos y obras de solidaridad. Señor, que tu Reino de paz y de justicia, dure tanto como el sol. Que tu reinado de amor y libertad dure tanto como la luna. Todos nuestros días. Que la justicia y el derecho caigan como la lluvia temprana, y como rocío que empapa la tierra. Señor Jesús, que tu plan de salvación y liberación para toda las gentes, se haga realidad. Que tu proyecto de redención y de bienaventuranza se haga presente, y destruya las barreras que con tanta facilidad levantamos. 121 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tú has prometido liberar al pobre que suplica: ¡Libéralos, Señor! Tú ha prometido liberar al desdichado, a los débiles, a los indigentes. ¡Ampáralos y sálvalos, Señor! Apiádate, Señor, de quienes les oprimen, maltratan, y los tratan con violencia. ¡Apiádate y sálvalos, Señor! Y que nosotros nos sintamos responsables de las estructuras injustas que atentan contra sus vidas, y aprendamos el arte de hacer “lo poquito que está en nosotras”. Da a toda la humanidad el pan que hoy necesita para vivir. Líbranos del afán de tener, y despierta en nosotros el afán de ser… de ayudar a ser… Suscita entre nosotros un nuevo corazón, de forma que se pueda decir que quien camina contigo, camina favoreciendo la vida de toda la humanidad. Que tu Espíritu de comunión y amor nos ayude, cada día, a crear ese mundo mejor, que creemos que es posible. Amén. Salmo 71 – Llegaron los días del Mesías Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente. 122 Relectura de Salmos Bíblicos Llegaron ya los días del Mesías. Desde entonces empezaron a cumplirse los sueños del profeta: el lobo y el cordero pacen juntos. Vemos enemigos que se abrazan, pacificadores, tolerantes, voluntarios, semillas del mundo nuevo. Floreció el Mesías y nosotros creemos en lo nuevo, y trabajamos para que todo cambie porque es posible la utopía. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente. ¿La justicia? Vemos sus flores, sus testigos: mártires, profetas, misioneros, defensores de los pobres, liberadores de marginados. Y son muchos los que dan la vida por los pobres, los que escuchan sus clamores y enjugan sus lágrimas, comparten sus problemas, combaten el hambre, las epidemias… Y son ellos el Mesías, se siembran para que la caridad florezca, para que la libertad sea el aire que respiramos, para que el sol de la verdad nunca se apague, para que la misericordia de Dios llene la tierra, para que el Mesías siga floreciendo. Salmo 72 – Salmo de la dignidad Sabemos que el Señor es bueno y compasivo y que protege a la persona justa y limpia de corazón. Quienes hemos caminado a tropezones, recordamos nuestra envidia, nuestro deseo de lujo y vida superficial. Hemos visto el mundo con ojos de televisor, añorando los modelos de las revistas. 123 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Hemos puesto dioses en los gestos y en la vida de cantantes y personas famosas. Y hemos realizado ceremonias llenas escandalizaban a la gente sencilla. de lujo, que Quien se deja esclavizar por la moda y el capricho, se ríe de lo humano y de lo divino. Rechaza la justicia. Puede afirmar con descaro que la autoridad viene de Dios mientras pisotea con desprecio los derechos humanos. Algunas personas honradas se sorprenden y, algunas de ellas, con dolor, levantan sus ojos contra Dios. Ayúdanos, Señor a no desesperar en la lucha, por cambiar la persona, el mundo y la Iglesia. Si tememos las contrariedades, si desistimos al primer empeño, no viviremos con dignidad ante quienes nos transmitieron la fe. Hagamos oración en comunidad y militemos en movimientos educativos, culturales, religiosos, pacifistas, políticos o sindicales. Quien no construye el reino de Dios en esta tierra, oculta el Evangelio debajo de las piedras. Hubo un tiempo en endurecido y todo resentimiento. que nuestro corazón estaba nuestro cuerpo rezumaba Éramos como bestias sin amor y sin misericordia, como animales que no tienen sentimientos. Sin darnos apenas cuenta, tu mano nos ha alcanzado y hemos reanudado la marcha con entusiasmo. 124 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 76 – Acudimos a Ti Alzo mi voz a Dios gritando, alzo mi voz a Dios para que me oiga. En mi angustia te busco, Señor mío, de noche extiendo las manos sin descanso y mi alma rehúsa el consuelo. Cuando me acuerdo de Dios, gimo, y meditando me siento desfallecer. Ya ves, Señor, que acudo a Ti desde mis tristezas y preocupaciones. Cuando me falta la luz, cuando me aprieta la angustia, acudo a Ti, Señor. Te busco en mis horas más bajas, cuando mi existencia parece estar en fuga de mí mismo. Y acudo a Ti, con mis silencios, con mis gritos, con mis gemidos de angustia. Acudo a ti, cuando mis párpados no quieren cerrarse, y cuando la agitación no me deja hablar. Repaso los días antiguos, recuerdo los años remotos, y meditándolo me pregunto: ¿Es que el Señor nos rechaza para siempre y ya no volverá a favorecernos? ¿Se ha agotado ya su misericordia? ¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad? Cuando no te siento, estas preguntas punzan y laceran mi corazón. Parece como si me faltara el aire para respirar y el suelo en donde apoyarme. Aunque me diga una y mil veces: ¡Qué pena la mía!, sé en lo profundo, que tu diestra no cambiará. Que has estado, estás y estarás a mi favor. Que entre las oscuras grietas de mi existir, se filtrará oportunamente tu misericordia. 125 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Recuerdo las proezas del Señor. Sí. Recuerdo tus antiguos portentos. Medito todas tus obras y considero tus hazañas. Dios mío tus caminos son santos, ¿qué dios es grande como nuestro Dios? Por mucho que me puedan las circunstancias, me fío de Ti, Señor. Tu confianza jamás se apagará en el horizonte de mi existir; por en medio de todas las dificultades de la vida, Tú te abrirás camino en mí. Tú me guías, y aunque me asalte la duda, me fío de Ti. Me conduces, aunque no quede rastro de tus huellas. Me estremezco, pero no temeré. Salmo 77 – Sí, Yo os conduciré Escucha pueblo mío mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca, que voy a abrir mi boca para que desaparezcan los enigmas del pasado. Contaremos tus maravillas: lo que de Ti aprendimos y lo que escuchamos de tus labios, Señor. Contaremos lo que has hecho a favor nuestro. Cantaremos tus alabanzas, y cómo llenas nuestro corazón. Intentaremos que descubran las grandes cosas que has hecho a favor de la humanidad. A favor de cada persona. Procuraremos que descubran que tus mandatos son caminos de bien y no “corta-pasos” de nuestra libertad. Yo di orden a las nubes. Hice llover maná. Hice soplar el viento. Envié carne y lo necesario para vivir. 126 Relectura de Salmos Bíblicos Condúcenos, ahora también. Llévanos por caminos seguros. Oriéntanos en los peligros de nuestra vida moderna y cómoda. Llévanos… condúcenos… (se puede participar) Yo os guiaré con corazón íntegro, y os conduciré con mano inteligente, dice el Señor. Salmo 77 – El poder de Dios brota del corazón Tentaron a Dios en sus corazones, pidiendo una comida a su gusto; hablaron contra Dios: ¿Podrá Dios preparar una mesa en el desierto? Pero dio orden a las altas nubes, abrió las compuertas del cielo: hizo llover sobre ellos maná, les dio un trigo celeste. Comieron pan de ángeles, les mandó provisiones hasta la hartura. Hizo soplar desde el cielo el Levante, y dirigió con su fuerza el viento Sur. Hizo llover carne como una polvareda, y volátiles como arena del mar; los hizo caer en mitad del campamento, alrededor de sus tiendas. Escuchad, gente del pueblo, la Palabra de Dios. Atended la voz del evangelio. Poned atención. Quienes lideran las grandes potencias quieren gobernar el mundo, pero ignoran la Alianza del Señor con la humanidad. El poder del Señor no está en las grandes empresas, 127 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ni en el lujo, ni en el ejército, ni en la prosperidad económica. El poder de Dios brota del corazón, cuando compartimos el pan fraternalmente. Salmo 78 – Acoge nuestros desvelos ¡Atiéndenos, Señor! Hay quienes nombre. no quieren oír tu Dicen que la Iglesia tiene demasiado dinero, poder y equivocaciones históricas. Nos señalan con el dedo. Y nos atrevemos a preguntar: ¿Hasta cuándo, Señor, ocultaremos tu rostro? No recuerdes, Señor, los errores cometidos, porque eres misericordioso. Reconocemos nuestro pecado. Sólo en Ti está la salvación. ¿Por qué dudamos? nuestros esfuerzos? ¿Por qué minusvaloramos Creyentes y no creyentes compartimos la tarea de alumbrar un nuevo mundo. Acoge nuestros desvelos. Que triunfe el deseo de hermandad en nuestras vidas. Mientras tanto, recordamos tu Nombre, Señor, en toda la tierra. Mientras tanto… (se puede participar) Salmo 79 – Haznos pastores de tu pueblo ¡Dios mío, restáuranos! que brille tu rostro y nos salve. 128 Relectura de Salmos Bíblicos Cristo, Pastor del mundo, Pastor de todos los pueblos. Pastor de los que más sufren: de los pobres y excluidos... de los huérfanos... Escucha, Pastor. Tú que siempre nos escuchas, haz que siempre te escuchemos: que escuchemos tus palabras, tus silbos y tus silencios... Que sepamos leer en tu mirada, que lleguemos a interpretar tus gestos y sentir los latidos de tu Corazón inmenso. Escucha, Pastor universal; necesitas también de nuestro esfuerzo. Es muy grande y difícil el rebaño, hay muchas divisiones y sufrimientos. Escúchanos, Pastor sacrificado, Pastor bueno. Tú que diste la vida por nosotros, sé también nuestro Alimento. Protégenos, para que bendigamos tu Nombre en todos los Caminos de los pueblos. Y llenos de la fuerza de tu Espíritu, haznos pastores de tu Pueblo. Salmo 80 – Para ti nuestra alabanza Nos reunimos para aclamarte, Dios nuestro. Para rendirte un homenaje. Para dedicarte nuestro aplauso y nuestra alabanza, y brindarte la alegría de nuestro corazón. Queremos acompañar nuestra alegría con instrumentos musicales, con guitarras, acordeones, con cítaras y arpas. 129 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Y sobre todo queremos tensar las cuerdas del corazón para cantarte, Dios nuestro, con alegría porque recordamos las grandes maravillas que hiciste a favor del pueblo antiguo. Poco a poco, día a día, al ritmo de nuestra propia evolución nos fuiste descubriendo que no hay otro Dios fuera de Ti, que eres único, que no nos hace bien adorar a los dioses pequeños que nos fabricamos y que nos encandilan, que es bueno escucharte, que Tú sacias nuestra hambre y nuestra sed, que… (se puede participar) Muchas veces se nos olvida todo esto, y vivimos según nuestros antojos. Y Tú, pacientemente, Señor, esperas otra oportunidad para volvernos a persuadir de que no hay otro Dios fuera de Ti, y de que te necesitamos. Tú nos alimentas, con manjares exquisitos, con flor de harina. ¡Bendito seas! Tú nos sacias con miel silvestre, ¡Bendito seas! Tú educas nuestro corazón hasta que encuentra la felicidad en Ti. ¡Bendito seas! Amén. Salmo 80 – Cantamos en tu honor Te aclamamos, Señor. Tú eres nuestra defensa. Lanzamos vivas a Ti, Dios de nuestros padres. 130 Relectura de Salmos Bíblicos Te cantamos canciones, de lo profundo de nuestro corazón. ¡Ojalá pudiesen sonar muchos instrumentos! un verdadero concierto en tu honor, Señor. Hoy y mañana, en nuestras fiestas y en los días de quehacer, te cantamos, te alabamos. Porque nos sale del corazón, porque Tu amor se va haciendo en nuestra vida, grito, deseo, alabanza. Escuchamos las maravillas que hiciste con tu pueblo ayer, en la larga historia de Israel. Reconocemos cómo, ayer y hoy, se nos pegan los ídolos, nos deslumbran y acabamos adorándolos sutilmente, escondidamente, secretamente. Y cuando te decimos: ¡Ayúdanos a vencer nuestros ídolos!, nos respondes: ¡Abre la boca, que te la llene!. Yo soy tu Dios, y la alegría de tu corazón. Ven a Mí. Yo te saciaré. Y así es. Una y mil veces Tú nos sacias: con la mejor harina, con la miel silvestre más exquisita, con “descubrimientos íntimos” de que vale la pena la entrega a los demás, haciéndonos saborear que se es feliz con poco, descubriéndonos que “sólo Dios basta”, con… (se puede participar) Y en este vaivén de Amor tuyo, y Miseria nuestra, transcurre nuestra vida hasta que se abra a todo tu amor. Por eso te alabamos y gritamos en tu honor. Salmo 83 – Felices quienes confiamos en Ti 131 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ¡Qué deseable es tu presencia, Señor Dios de poder y gloria! ¡Mi alma se consume y anhela siquiera la sombra de tu presencia, mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo! Me admiras, Señor, me causas estupor... ¡te deseo, necesito hoy de Ti! Tu Presencia es refugio, es guarida, es morada, descanso, sosiego… Tocas lo más hondo de mi ser, no me dejas indiferente, y por eso te doy gracias hoy. Hasta el gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde colocar sus polluelos: ¡tus altares, tu casa, Señor Dios mío! ¿Tendré menos suerte que los pájaros? Todos buscamos seguridad... ¿La encontraré en las cosas? ¿La encontraré en Ti? Tú, Señor, me arrancas de la soledad, Tú eres compañía siempre, compañía que no falla... Felices quienes viven en tu casa alabándote siempre. Felices quienes encuentran en ti su fuerza al preparar la peregrinación, cuando atraviesan áridos valles, cuando caminan de baluarte en baluarte. En momentos de esplendor, y en momentos grises, eres compañía… En circunstancias adversas, eres compañía, hasta verte, hasta ver la vida como Tú la ves; hasta contemplar tu gloria, Señor, hasta palpar tu presencia en la realidad misma de la vida, hasta… (se puede participar) Eres Sol y escudo, das la gracia y la gloria. No niegas tus bienes. Felices quienes confiamos en Ti. 132 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 83 – Dichoso quien halla en Ti su fuerza ¡Dichosas todas las personas que encuentran en Ti su fuerza y peregrinan hacia Ti de buena gana! Al pasar por el valle del llanto, lo convierten en manantiales. La lluvia de otoño las cubre de bendiciones, y caminan animosas. Una Fuerza cada vez más silenciosa y tenaz, hecha de pura confianza: “cada vez más Tú”. Una fuerza misteriosa, pero una Fuerza real. Una Fuerza que nace de otra Fuente, pero que nos anima y nos habita. Es la Fuerza de tus bienaventuranzas, que obra milagros, que está presente en la debilidad, en la fragilidad… que lanza a salir del miedo y nos sostiene. Una Fuerza frágil que procede de Dios, que ha querido poner su fuerza en nuestra debilidad. Una Fuerza escondida en la fragilidad de nuestra vasija de barro… discreta como la levadura o la sal. Una Fuerza que es un auténtico Tesoro, del que somos portadores pero no propietarios. Que no nos pertenece aunque está dentro de nosotros, y que nos va trabajando dentro, al ritmo de la paciencia de Dios. Una Fuerza… (se puede participar) Que tu Fuerza siga moldeando nuestro corazón, para que, mientras dura esta peregrinación, nuestras relaciones estén un poco más cargadas de comprensión, de acogida, de perdón, de justicia y de paz. Salmo 84 – Que seamos latido tuyo Señor, has sido bueno con tu tierra, 133 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza has restaurado la suerte de Jacob. Tú eres bueno, Señor, Tú perdonas siempre. Tú cubres nuestra vergüenza y volvemos a resurgir. No tomas en cuenta nuestras mentiras pasadas para que recuperemos la propia estima. ¿Seguiremos viviendo sin conexión con la realidad? ¿No eres Tú, Señor, quien revitaliza nuestro pulso? Voy a escuchar lo que dice el Señor: Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón. Nuestra alma se sincera para oír a Dios. Donde decimos “guerra”, Él dice “paz”. Cuando la locura de las armas brilla en el horizonte, el Reino de Dios se aleja de la Tierra. La gloria habitará en nuestra tierra. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan. Muéstranos, Señor, tu misericordia, que es misterio grande. Muéstranos tu Amor inmenso, que es hoguera y fuente. Muéstranos tu pasión por la Humanidad que es nido de toda vida. Tu misericordia es vestido de nuestra desnudez. La misericordia es tu Nombre, el Amor es tu identidad. El Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su Fruto. La justicia marchará ante Él, la salvación seguirá sus pasos. ¡Muéstranos, Señor, a Jesucristo! La misericordia y la fidelidad se encuentran en nuestro Señor Jesucristo. La justicia y la paz se besan en nuestro Señor Jesucristo. La gloria habitará en nuestra tierra, el Amor misericordioso habitó entre nosotros: ¡nuestro Señor Jesucristo! Pon, Señor, tu morada en nuestro corazón para que seamos latido de tu misericordia. 134 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 84 – La justicia y la paz se besan Tú, Señor, anuncias la paz a tu pueblo y a tus amigos. Anúnciala, hoy, Señor, cuando los ánimos sociales están revueltos. Dinos hoy, Señor, que la Salvación está cerca, que podremos volver a ser hermanos. Dinos hoy, Señor, que la misericordia y la fidelidad se encuentran, dínoslo y hazlo. Que tu misericordia baje del cielo, de tus entrañas de amor y ternura y haga germinar nuestra fidelidad. Pobre, pero fidelidad. Y que se encuentren y que se abracen y besen. Haz señor, que hoy se besen la paz y la justicia. Que los políticos de cualquier ideología contribuyan a que la paz y la justicia se besen. Que los jóvenes, ante las situaciones de hoy, contribuyan a que la paz y la justicia se besen. Que los violentos cambien, al sentir el abrazo que se dan la paz y la justicia. Que los que "pasan", tomen conciencia al verse rodeados de la justicia y la paz, que se abrazan y besan. Que los que son capaces de matar, se sientan atravesados por el beso de la justicia y de la paz. Que los que han sufrido la violencia de otros, se sientan reconfortados por el beso de la justicia y la paz. Que los que contribuyen a la violencia de otros, se conmuevan ante el beso de la justicia con la paz. Danos la lluvia, Señor y nosotros daremos fruto: Que llueva hoy tu gracia sobre nuestras faltas. Que llueva hoy tu bondad sobre nuestras heridas. Que llueva hoy tu perdón sobre nuestras durezas. Que llueva hoy tu ternura sobre nuestros sinsentidos. Que llueva hoy tu vida, sobre nuestras muertes. Que llueva hoy… (se puede participar) 135 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Bendito seas por la lluvia de tu Gracia. Amén. Salmo 84 – Nuestro aporte Señor, ¡qué bueno eres con tu tierra! qué bonito hiciste el mundo, qué potencialidades encierra para la vida de toda la humanidad, y qué sorpresa que todo lo dejaras en nuestras manos... Mira lo que hacemos con nuestra casa común, muchas veces y en este momento histórico. Y una vez más, perdona, o mejor dicho, haz que sepamos que Tú perdonas. Haz que sepamos que Tú no eres responsable de nuestras desgracias y desaciertos. Haz que, de alguna manera, nos sintamos cómplices de lo que está pasando. Haz que agradezcamos la libertad que nos das y que conozcamos la responsabilidad de ella. Danos vida para que alentemos toda vida, nunca destruyamos la vida, luchemos para que todos tus hijos e hijas tengan vida y vida abundante. Escuchamos cómo nos hablas de la paz. Nos dices que se abraza con la justicia, y muchas veces no entendemos qué nos quieres decir. Nos parece que la justicia es tema de los poderosos del mundo, y Tú nos dices que baja del cielo, que viene de Ti. ¿Qué significa esto, Señor…? La paz brota de la tierra. Y Tú eres, Señor nuestra paz. Nacido en Jesús, de la tierra de la humanidad, vivido en Galilea, presente hoy, vivo y resucitado, en la sustancia de todo lo humano. 136 Relectura de Salmos Bíblicos La justicia mira desde el cielo. Es tu voluntad, que busca y quiere la vida de todo ser viviente. Así pues: es justo y necesario que yo… (cada una, cada uno, puede pronunciar su nombre) reciba tu Paz, tu Ser, y viva en la Justicia, en los límites exactos de lo que me hace más humano, más humana, más hermano y hermana. Justicia que iguala mi condición con la de los más pequeños. Este puede ser mi aporte a la paz Señor. Este puede ser nuestro aporte a la paz. Vivir contigo, en los límites exactos de nuestro propio ser, de forma que se facilite la vida de todos. Entonces en mi vida, justicia y paz se besarán y mi pequeño aporte a la humanidad será de justicia y paz. Entonces en nuestras vidas, justicia y paz se besarán y nuestro aporte a la humanidad será de justicia y paz. Amén. Salmo 85 – ¡Sabemos que nos oyes! Ante Ti, Señor, me pongo tal como soy y tal como estoy. Con toda mi pobreza y mi verdad. Sé que me escuchas, pero necesito decirte que me escuches. Tú proteges mi vida, y yo lo sé. Pero necesito decirte que me protejas. Tú me salvas, confío en Ti. Tú eres mi Dios, piedad de mí. Tú eres mi Dios, alegra mi alma. Tú eres mi Dios, bueno y clemente. Tú eres mi Dios, escucha mi oración. ¡Sabemos que nos oyes! ¡Bendito seas! 137 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza En el día del peligro, te llamo. Hoy, te llamo. En el día de fiesta y alegría, te llamo. Cada día, te llamo. Me gustaría rendirme en tu presencia. Me gustaría que te alabase y reconociese el mundo entero, Todos los hombres y mujeres de nuestra humanidad, yo los pongo, suplicantes, ante Ti. Enséñanos tus caminos, los que nos hacen ser, los que nos llevan a la paz, los que nos mantienen entero el corazón, los que nos mantienen libre el corazón. ¡Sabemos que nos oyes! ¡Bendito seas! Te alabaré de todo corazón, Dios. Bendeciré tu nombre por siempre. Diré que eres bueno, que me cuidas con exquisito amor. Cuando la vida misma se me vuelva sombría, confiaré en Ti. Cuando me parezca que todo se vuelve contra mí, confiaré en Ti. Dame tu fuerza en mi debilidad. Cuando… (se puede participar) Tú eres mi Dios, no tengo otro. No quiero otro. Ten compasión de mí. Amén. Salmo 85 – ¡Tú eres nuestro Dios! ¡Tú eres nuestro Dios! Tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan. Si tenemos lucidez, confiamos en Ti, mas llega la tormenta, la duda, la indiferencia...y perdemos seguridad. 138 Relectura de Salmos Bíblicos ¡Tú eres nuestro Dios! Tú eres bueno y no nos pides cuentas. Tú nos comprendes y olvidas nuestras debilidades. Aunque te demos la espalda, esperas nuestra vuelta, nos acompañas en la angustia. ¡Tú eres nuestro Dios! En tu proyecto de sociedad no hay odio, violencia, ni desigualdades. Hay paz, solidaridad, justicia. A veces intentamos vaciar el lago de tu esencia, a fuerza de razonamientos, y damos la espalda a los problemas individuales y colectivos. ¡Tú eres nuestro Dios! Que nuestro corazón moldee tu nombre en la calle, y te alabemos en la arena de la vida. Inúndanos de tu calma. Y llena de coraje y serenidad a quien apuesta por tu evangelio. ¡Tú eres nuestro Dios! Salmo 86 – Todas mis fuentes están en Ti Él la ha cimentado sobre el monte santo y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, Ciudad de Dios!: Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; Filisteos, tirios y etíopes han nacido allí. Hoy, Señor, he de gritar que nuestro mundo debe ser una gran madre, que acoja a cada uno de sus hijos e hijas. Que se rompan todos los muros, y que se acaben los egoísmos de un consumo que hunde en la miseria a ¾ partes de la humanidad. 139 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Que se rompan las barreras del color de la piel, de las diferentes culturas y formas de vida. Y que por encima de todo ello, nos sepamos humanidad… ¡Esto, Señor, sería un mensaje maravilloso a la altura del siglo XXI que vivimos! Se dirá de Sión: Uno por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado. El Señor escribirá en el registro de los pueblos: Este ha nacido allí. La humanidad es madre fecunda. Todo ser que nace en cualquier rincón del mundo, tiene derecho a encontrar aquí “hueco”, sitio para él o para ella. ¡Ayúdanos, Señor! La hermandad no puede ser una palabra bonita, debe convertirse, Señor, también con mi esfuerzo, en una espléndida realidad. Que todo ser que nazca en nuestro mundo, sea bien recibido… Que todo pueblo sea valorado en su peculiaridad. Y cantarán mientras danzan: todas mis fuentes están en Ti. Ojalá todo ser vivo encuentre en Ti, su delicia, Señor. Te conozca, te ame, y se lance a la vida acompañado por Ti. Ojalá yo encuentre en Ti todas mis fuentes. Ojalá Tú sacies todas mis ansias. Ojalá… (se puede participar) Tú eres el único que tienes capacidad de saciar todo el hambre y sed de felicidad que hay en cada corazón humano. Sí, quiero que todas mis fuentes estén en Ti. Salmo 86 – Su Nombre es Amor Dios, que es Amor, ama a cada ser humano 140 Relectura de Salmos Bíblicos más más más más que que que que a a a a todos todos todas todas los los las las proyectos, avances, conquistas, religiones. Nuestro Dios, que es Amor, ha cimentado nuestra humanidad en lo alto, en lo profundo y en lo ancho de su Amor inclusivo. Dios en persona, ha marcado con el sello de su Espíritu a toda criatura, grande o pequeña, de cerca o de lejos, del sur o del norte. De cada una guarda viva memoria, a cada una le ha colmado de sus bendiciones. Para cada una crea un espacio de libertad. Y de su bendición, cada una hemos recibido gracia tras gracia, ¡un Amor que responde a su Amor! Los nacidos de Dios tienen un nombre nuevo escrito en su interior. Y Dios mismo lo pronuncia: ¡Bendición! ¡Libertad! ¡Humanidad! ¡Dignidad! ¡Consciencia! ¡Igualdad! ¡Comunión! Y un único apellido para todos, allá en lo alto, y aquí, en lo bajo: el apellido de nuestro Dios, que es AMOR. ¡A Él toda bendición! Salmo 88 – ¡Qué grande es el Amor-Dios! ¡Qué grande es la misericordia del Señor! 141 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ¡Qué grande es el amor de Dios! ¡Qué grande es el AMOR-DIOS! Él me creó y me está creando porque me ama. Él enciende y anima mi corazón, porque me ama. Él me da fuerza irresistible, porque me ama. Él me hace padre, madre de pueblos numerosos, porque me ama. Él me dará un nombre para siempre, porque me ama. ¡Qué grande es la misericordia del Señor! Quiso ser mi hermano, porque su amor no tiene fin. Acompañó mis pasos, porque su amor no tiene fin. Hizo alianza de amistad conmigo, porque su amor no tiene fin. La selló con banquete de pan y vino, porque su amor no tiene fin. ¡Qué grande es la misericordia del Señor! Curó mis males y mis heridas, porque es eterna su misericordia. Carga con el peso de mi vida, porque es eterna su misericordia. Muere por mí en la cruz, porque es eterna su misericordia. Vive en mí, regalándome alegría, porque es eterna su misericordia. ¡Qué grande es la misericordia del Señor! Me da una casa grande con muchos amigos, porque es amor. Me ofrece un banquete cada día, porque es amor. Me asegura la vida eterna, porque es amor. Me regala las arras del Espíritu, porque es amor. Me hace un pequeño dios, porque es amor. ¡Qué grande es la misericordia del Señor! ¡Qué grande es el amor de Dios! ¡Qué grande es el AMOR-DIOS! 142 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 88 – ¡Qué grande es tu misericordia! ¡Qué grande es, Señor, tu misericordia: a nada se puede comparar! Decir que es océano, cielo o abismo, es decir nada, supera todos nuestros conceptos sin medida. Que tu misericordia me envuelva como atmósfera de mi espíritu. Que yo me bañe en tu misericordia, como recreándome en tus entrañas. Que de ella me alimente en el banquete de cada día y me cure de mis heridas. Por tu misericordia me levanto de mis caídas, por tu misericordia confío, no temo y me siento en paz y gozo grande, y lo espero todo por tu misericordia. De tu misericordia está llena la tierra, de tu misericordia necesita el ser humano, de tu misericordia queremos saciarnos y revestirnos. En tu misericordia me adentro, en tu misericordia me pierdo, en tu misericordia me siento amado, amada. En tu misericordia, amo y perdono a tu manera. En tu misericordia… (se puede participar) Salmo 89 – Hoy… Sólo hoy. En el paso implacable del tiempo, de los días, de las horas, 143 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tú, Señor, eres y serás nuestro refugio. Antes que asomasen los montes, antes que naciese la luz, antes que hubiera tierra donde habitar, desde siempre y por siempre Tú eres Dios. El tiempo existe como testigo de tu presencia creadora, y la ansiedad del tiempo con que a veces vivimos, es signo del pecado-raíz de la apropiación: la no aceptación de la finitud, de lo finito. Ayer pasó, aunque dejó su huella. Mañana no existe. Hoy es nuestra oportunidad. Hoy para colaborar en tu creación. Hoy para pasar haciendo el bien. Hoy, para vivir “siendo vivida”, “siendo vivido”. Hoy, para relativizar todo, hasta el sufrir. Hoy, para florecer y renovarme. Hoy, para saber mi propia caducidad. Hoy, para… (se puede participar) Todos los secretos de mi vida, están patentes ante Ti. Tú los conoces. Todos los escondrijos de mi corazón, Tú los conoces. Todos los vaivenes de mi psicología, Tú los sabes de antemano. Enséñanos a calcular nuestros años: No para saber cuándo voy a morir, sino cómo vivirlos. Enséñanos a calcular nuestros años: Para hacerme consciente de mi edad, de cómo apunta el ocaso... Enséñanos a calcular nuestros años: Para dar a mi corazón inconsistente, la madurez de tu consistencia, la sensatez de tu sabiduría, la hondura de lo que permanece... 144 Relectura de Salmos Bíblicos ¿Hasta De la De la De la De la De la cuándo, Señor? mañana a la noche, mañana a la noche, mañana a la noche, mañana a la noche, mañana a la noche, tu tu tu tu tu misericordia. paciencia. obrar en mí. alegría y el júbilo. amor. Hoy. Sólo hoy. Para quererte. Para querer. Para vivir. ¡Cura, pues, nuestras ansiedades! Y baje a nosotras, baje a mí, baje hoy tu bondad, que haga prósperas las obras de nuestras manos. Amén. Salmo 89 – Dame un corazón sabio Enséñame a calcular mis años, para adquirir un corazón sensato. Que no tenga más dispersión vital, Señor mío. Que no quiera más controlar la propia vida. Que no dé más trompicones vitales. No más, Señor, que me pierdo. Es la edad del corazón sensato. Que es mucho más que el sentido común. Que es mucho más que la bondad natural. Dame, Señor, un corazón sensato. Llénalo de tu sabiduría. Ábrelo a la vida. Que yo vea la vida con todo su sentido, tal como Tú la ves. Tal como Tú la quieres. Es hora, Señor, de que realices en mí estas maravillas. En la mañana, lléname de tu amor, para que así me abra a la vida del cada día. 145 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Sostenme, Señor, en la aceptación gozosa de la realidad. Es hora de… (se puede participar) Regálanos tu bondad, Señor, que riegue nuestro corazón y lo vuelva como el Tuyo. Salmo 90 – En Ti pongo mi confianza Tú, que oras al Señor, dile: Eres mi amparo. Eres mi refugio. Eres mi protector. Eres mi defensa. Eres todo para mí. En Ti, mi Dios, pongo mi confianza. El te librará de tus sombras. El te acogerá en tus cansancios. El te iluminará en la tiniebla. No temo las dificultades de la vida. No temo los miedos de la noche. No temo… (se puede participar) En todo permanezco confiada, porque en Ti, mi Dios, pongo mi confianza. Tengo mis ojos abiertos, vigilantes. Me sostendrán los ángeles de mi Dios, para que no tropiece. Dice nuestro Dios: Lo libraré. Lo protegeré, pues conoció e invocó mi nombre. Me llamará y le responderé. Lo saciare y haré que conozca la alegría de mi salvación. 146 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 90 – Acompáñanos siempre Acompáñanos, Señor, en la dificultad, en el peligro, en la responsabilidad, en la persecución y el fracaso. Acompáñanos en la tiniebla, en la duda que no nos permite avanzar. Acompáñanos en la vida que, como un globo, empieza a desinflarse. Acompáñanos en el sinsentido y el desencanto, todo arropado en un manto gris. Acompáñanos en la tristeza, en la soledad y la depresión. Acompáñanos, Señor, en pleno día, en el éxito, en el placer y el enriquecimiento, en los aplausos y los afectos... ¡Aún te necesitamos más en estas tentaciones! Pero acompáñanos siempre, porque no es cuestión sólo de ayuda: es cuestión de amor. Ayúdanos a distinguir lo justo de lo injusto, Tú, que eres fuerza en la debilidad y seguridad en el riesgo. Ayúdanos a mantener encendida la llama del amor, y velar contigo cada suspiro de la persona maltratada. Y no te olvides Señor, de cuantos deseamos seguirte. Consérvanos en tu memoria y guárdanos en tus manos. Líbranos de todo Mal, ahora y por siempre. Que tu Camino sea siempre nuestro camino. Salmo 90 – Te llevarán en sus palmas 147 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tú que habitas al amparo del Altísimo, di de corazón: Gracias, Señor y Padre mío. Tú que vives a la sombra del Omnipotente, confía y dile: No me cierres la sombrilla de tu Espíritu. Di al Señor agradecidamente: Siempre me has protegido, conmigo desvelos y cuidados. has multiplicado Un ángel bueno te acompaña en los caminos, ¿no has sentido su presencia protectora? Un ángel bueno te defiende en los peligros, nada temas. Un ángel bueno te levanta cuando has caído, y cura tus heridas. Un ángel bueno te alimenta en el desierto, y es para ti abundancia de pan y vino. Un ángel bueno nos lleva en las palmas de sus manos, nos acompaña, y nos enseña a caminar. Salmo 91 – Aprendemos a reconocerte Para mí es estupendo alabarte, Dios mío, bendecir tu nombre, cantar tu amor y tu fidelidad, acogerme a la lluvia de tus misericordias. Hacerlo día y noche, un día y otro día, alegra mi corazón. Me hace bien. Hacerlo con mis hermanas y hermanos es alegría colectiva, es encuentro profundo que nos hace cada vez más cercanas, más cercanos. Es bonito cantar y que suene la cítara y es bonito que suenen las cuerdas de nuestro corazón, con expresiones de amor. 148 Relectura de Salmos Bíblicos Compartimos lo que haces en nuestras vidas, y nos complacemos en tu actuar. Y, aunque a veces no entendamos cómo lo haces, nos maravilla cuando, de pronto, nos hacemos conscientes de tus dones en nosotros. No podemos envidiar a nadie. Nos sentimos personas afortunadas. Tú nos bastas. ¡Qué suerte! Y además, nos das fortaleza, nos fortificas con aceite puro, nos recubres de bálsamo que tonifica para las dificultades de la vida. Y por eso nos sentimos en pie, dispuestos, dispuestas, firmes como una palmera. Tú eres nuestro suelo, y hemos arraigado en Ti. Hemos hecho raíces en Ti. Tú eres nuestra Casa y nuestro corazón es tu casa, en un misterioso intercambio. Y así aprendemos a reconocerte: Como el justo, como la roca que sostiene, como la alegría que nos inunda, como… (se puede participar) Suba a Ti, Padre nuestra alabanza. Llegue a Ti Cristo, nuestra admiración. Que tu Espíritu mueva nuestro espíritu. Amén. Salmo 91 – Es bueno alabarte, María Es bueno alabarte, y proclamar contigo la fidelidad de nuestro Dios. Es bueno alabarte y glorificarte, María, y celebrar tu nombre, de generación en generación. Proclamaré por la mañana tu bondad y por la tarde tu fidelidad, con el arpa de diez cuerdas, con laúdes y los acordes de la cítara. 149 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Tú eres aclamada por toda la eternidad. Tu amor es grande sobre manera, y es inmensa tu dignidad. El que no te ama no llega a conocerte y quien no te mira no puede ver las maravillas que Dios hizo en ti. Es bueno alabarte, y proclamar contigo la fidelidad de nuestro Dios. Tú me colmas de regocijo con tus obras; tú me enseñas con tu ejemplo a dejar a Dios ser Dios siempre en mi vida. Te invoco, y tú me escuchas; tú estás conmigo en mi desamparo. El Señor ha glorificado para siempre tu nombre, haciéndolo también nombre de salvación: los que te invocan hallarán la vida y mantendrán su esperanza en el corazón. Es bueno alabarte, y proclamar contigo la fidelidad de nuestro Dios. Úngeme con óleo de bendición, y mis ojos verán las maravillas de Dios, y escucharán mis oídos las alabanzas que te dirigen todas las generaciones. En ti, María, creceré como lo hacen las palmeras, abiertas en lo mejor de sí mismas. Y como un cedro del Líbano, plantado en la casa de Dios, dejaré que Él haga florecer en mí su Vida, hasta que me encuentre en su Presencia. Proclamaré con ardor la misericordia que te ha hecho su SAGRARIO, el Arca de la Nueva Alianza, el PILAR de nuestras vidas, la MADRE que nos une a Él, la fuerza que nos levanta. Salmo 92 – Esta es nuestra fe 150 del Señor, Relectura de Salmos Bíblicos El Señor reina vestido de majestad, el Señor, vestido y ceñido de poder: así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre. Este es nuestro grito de ovación. Eres el Creador de las maravillas de nuestro Universo. Y eres el Dios entrañable. Esta es nuestra fe: creemos en Ti, y te vitoreamos porque eres espléndido, porque todo en el universo, canta tu gloria, si sabemos leer en él... Te admiramos. Te adoramos y alabamos. La firmeza del orbe, y sus fuerzas alarmantes ¿son señal de tu grandeza?, o ¿son señal de nuestros abusos…? Levantan los ríos, Señor, levantan los ríos su voz, levantan los ríos su fragor. Pero más que la voz de aguas caudalosas, más potente que el oleaje del mar, más potente en el cielo es el Señor. Tú gobiernas el universo según sus leyes propias, y la humanidad nos empeñamos en abusar de la naturaleza muchas veces. Señor de la naturaleza, en esta época del avance científico y tecnológico, enséñanos a sentirnos deudores de ella, agradecidos a ella. Y enséñanos a tratarla para beneficio de toda la humanidad, no sólo de unos pocos. Tus mandatos son fieles y seguros, la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término. Déjame admirar tus mandatos, tus leyes, como el orden que garantiza la vida de todos, como los insondables 151 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza abismos en los que investigar cómo haces todo subordinado al servicio de la humanidad. Déjame admirar y acrecentar la confianza, porque todo, absolutamente todo lo creado está hecho a nuestro favor. Déjanos sobre todo admirar, la grandeza de nuestro ser... Déjanos sentir la llamada a la plenitud de nuestra vida, que es el proyecto de la santidad. Permítenos descubrir en ella, la hermosura de una vida entregada, la grandeza de una vida sembradora de paz y de justicia, la maravilla de una vida anclada en el Amor y que se abre al amor. Déjanos… Permítenos… (se puede participar) Esta es nuestra fe: creemos en Ti, y te vitoreamos porque eres espléndido, porque todo en el universo, canta tu gloria, si sabemos leer en él. Salmo 92 – Eres armonía En todo lo creado, ¡cómo te transparentas, Señor! Te vistes de grandeza. Te revistes de gloria y hermosura. Llevas por cinturón la armonía de todo lo creado. Desde el principio, cada día, hoy, el universo es tu Trono. Los ríos desatan sus clamores, sus fragores. Pero Tú eres más grande que las aguas tumultuosas. Tú eres más grande que el inmenso mar. Todas las alturas son pequeñas para Ti. En todas tus criaturas, resplandece la sabiduría de las leyes que rigen el universo. Y en el ser humano brilla la libertad como un destello de Ti mismo. Y esta libertad se hace plena, cuando acata tu voluntad. Que tu misterioso poder creador, inspire a nuestra libertad las actitudes de ser en la armonía misteriosa de todo lo creado. 152 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 94 – Ojalá te escuchemos Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la roca que nos salva. Entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. Que nuestro corazón se ponga contento para homenajear a nuestro Dios… Porque Él ha hecho maravillas en el mundo y en la creación entera, en el cielo, en el mar, en las montañas… Entrad, bendiciendo al Señor, creador nuestro, porque Él es nuestro Dios. Porque eres nuestro Dios, te adoramos. Tú nos has creado y nos has hermanado. Ojalá escuchemos hoy tu Voz sin endurecer el corazón. Tu Voz, Señor, es suave, dulce, penetrante. Se mete en lo íntimo del ser, en el santuario del corazón. Tu Palabra siempre llama a vivir una vida en plenitud. Yo quiero escuchar tu Voz, hoy, y no mañana, Yo quiero que ese hoy se actualice a lo largo de toda mi vida. Ojalá escuchemos hoy tu Voz sin endurecer el corazón. No permitas que se endurezca nuestro corazón, ni por la soberbia personal ni por nuestros inventos, nuestro saber, nuestra ciencia… Tu Voz, Señor… (se puede participar) 153 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Ojalá escuchemos hoy tu Voz sin endurecer el corazón. Salmo 94 – No endurezcáis el corazón Ojalá escuchéis hoy su voz: No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras. Tengo el corazón endurecido. ¡Ablándame! Mi corazón vive en alerta permanente. ¡Sosiégame! Oh Padre de los cielos y las aguas, llueve en mi corazón de piedra, llueve. Que mi corazón se ablande y florezca en sentimientos, que se esponje en tu gracia y tu ternura. Cristo, Tú que ofreces agua viva, Tú, lago inmenso, fuente inagotable, sacia nuestra sed en tu costado. ¡Oh Espíritu que alientas sobre el agua, que eres agua fecunda, creadora! Golpea nuestro corazón una vez y otra, hasta que brote en abundancia el agua fresca para todo el sediento del camino. Y que sintamos, en momentos de remanso, el murmullo gozoso de las aguas, como una voz que dice: Sí, soy yo, no temas, ven conmigo y despierta la esperanza. Ven conmigo y… (podemos participar) Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque El es nuestro Dios, 154 Relectura de Salmos Bíblicos y nosotros su pueblo, el rebaño que El guía. Salmo 95 – Cantad al Señor un canto nuevo Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra. Cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras días su victoria. Señor, a Ti te va lo nuevo. Nosotros los humanos, nos topamos cada día con el muro de lo cansado, lo repetido, lo viejo. Lo tuyo es el estreno, la sorpresa, la novedad. Tu Palabra nos habla con frecuencia, de vino nuevo, de un vestido nuevo, una alianza nueva, una vida nueva. Y todo es nuevo, cuando se vive el amor. Es el amor lo único que no cansa, que no aburre, que no envejece. ¡Regálanos hoy, el don del amor! Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones; porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza. Que hoy, Señor, sepamos contar tus maravillas. Que hoy, Señor, seamos conscientes de la historia de amor que vivimos. Que hoy, Señor, cantemos en nuestro obrar tus alabanzas. Familias de los pueblos, aclamad al Señor. Aclamad la gloria y el poder del Señor. Aclamad la gloria del nombre del Señor. Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. Invitamos a toda persona creyente a juntarse a nuestra alabanza, y con todas ellas, te alabamos, Señor. 155 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Y con el deseo, traemos a tu presencia a toda persona que dice no creer, que “pasa” de creer. Esa es nuestra ofrenda esta mañana. Alégrese el cielo, goce la tierra retumbe el mar y cuanto lo llena. Vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega. Ya llega para regir la tierra. Regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. De tu alegría, Señor, participa toda la creación. Las hierbas, las flores, los frutos. Todo está lleno de tu alabanza. El viento fuerte, y la brisa suave, el aguacero, la lluvia fina, el sol. Todo nos habla de tu alegría. Todas tus criaturas cantan: las del cielo, las de la tierra, las de los abismos. Toda la naturaleza es un canto a tu alabanza. Cada cosa, según su propio ser. ¿Qué alabanza saldrá de esta comunidad, reunida en tu nombre, Señor? Dejamos que se empape todo nuestro ser, y que el estremecimiento sea el reconocimiento de tu grandeza. Porque llegas, y estás, y vuelves a llegar y se ahonda tu presencia. Concédenos, Señor, que tu presencia se vuelva en nosotros compromiso, inquietud, entrega. Salmo 95 – Cantad al Señor ¡Cantad al Señor, y bendecid su nombre! Cantad al Señor una auténtica canción de amor. Hacedlo con sinceridad. 156 Relectura de Salmos Bíblicos El Señor allana el camino de quien sufre, y lleva la carga de quien no se queda en palabras. Él pone claridad en la confusión y ánimo en la desesperanza. ¡Cantad al Señor, y bendecid su nombre! ¡Amaneced con chispas de felicidad en la niña de vuestros ojos! Escribid su nombre con flores en los montes, e invitadle al paisaje más bello de la naturaleza. Tañed en su honor la más armoniosa melodía y haced lo mismo con todas las personas. Que los ambientes políticos y sindicales, cívicos y empresariales, descubran su presencia. No hay mejor canción de amor, que la escrita por alguien que da la vida por todas las personas. ¡Cantad al Señor, y bendecid su nombre! Salmo 96 – Tú desbordas nuestras previsiones El Señor es la luz. Alegrémonos, y disfrutemos de la vida. Que todos los pueblos de la tierra participen de nuestra alegría. Aunque no triunfa el derecho en nuestro mundo, la justicia no brilla en el universo y la oscuridad muere ante la luz. Cantemos todos, la gloria de nuestro Dios. El parlamento, el estadio de fútbol, el campo, la ciudad, los montes y los valles. Cantemos todos, la gloria de nuestro Dios. Porque quienes exaltan la fuerza, siembran de dolor, de sangre y de tristeza los ríos de la vida. 157 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Pero quienes defienden la paz, la tolerancia, el perdón, siembran los campos del futuro con la mejor semilla. Tu, Señor, desbordas nuestras previsiones, y velas todas las noches con perseverancia. Salmo 97 – María, delicada maravilla Primera delicada maravilla: la criatura de barro no manchada la mujer carnal no seducida por ninguna serpiente ni manzana; una persona humana que es divina, que está llena de Espíritu y de gracia, mujer entre mujeres bendecida, y es pequeña, y es pobre y es callada. No vive para sí, tan sólo aspira a llenarse de Dios, de su Palabra, guardarla en su secreto, revestirla del calor y el amor de sus entrañas. Segunda misteriosa maravilla: la fuente del amor que no se acaba, que desborda en torrentes, infinita, lluvia de bendiciones, cataratas; misericordia paternal, divina, vestida siempre en la miseria humana. Dios maternal, dador de toda vida, capaz de darse y dar su vida en gracia. Verdad y luz, Palabra agradecida, reflejando Belleza soberana. Y Abismo de Bondad, Hoguera viva, Espíritu que alienta con su llama. Tercera estremecida maravilla: el amor infinito que se alarga, inmensidad que busca sus medidas, 158 Relectura de Salmos Bíblicos todo un Dios que se achica, que se encarna. Riqueza por amor empobrecida, grandeza por amor milimetrada. El regalo de Dios que se humaniza, Él mismo, que a los hombres se regala. Y ha de pedir respuesta afirmativa, para entrar en su vientre, a una muchacha. Un silencio, un temblor, y al fin, un Fiat, y a tejer para Dios la carne humana. Salmo 97 – La fiesta de la vida Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. Cantemos al que hace entre nosotros mucho más de lo que jamás pudimos soñar. Cantemos al que ha alcanzado la cumbre de la vida con su gran amor, que lo condujo a lo más hondo de la muerte. El Señor da a conocer su victoria revela a las naciones su justicia. El Señor grita su eterna victoria y descorre el velo que nos separaba de la mesa de la justicia universal. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. Ha cumplido su promesa de estar con los que luchan a favor del abrazo que florece en canciones. 159 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Hasta el rincón más oscuro de la tierra ha sido iluminado por la gloria del Resucitado. ¡Cantemos la canción del amor que no muere, habitantes de este mundo que tantas veces crucifica el amor! Aclama al Señor, tierra entera, gritad, vitoread, tocad: tañed la cítara para el Señor, suenen los instrumentos con clarines y al son de trompeta, aclamad al Rey y Señor. ¡Dancemos, forjando con nuestros brazos en alto, la enramada de la amistad, que embellece e ilumina horizontes, que fueron de temor y desesperanzas! ¡Resuenen los himnos de la fiesta única, derribados ya para siempre, los muros y fronteras que levantara el miedo la ambición y el olvido! ¡Que cada vida sea en si misma una canción sin ocaso y cada cuerpo un instrumento afinado de armonías inéditas. Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan, aplaudan los ríos, aclamen los montes, al Señor que llega para regir la tierra. Que se sumen a nuestra fiesta el mar y los ríos, los árboles, prados y montañas, porque también a estos alcanza el Amor Resucitado. Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud. Cristo, el Señor, es la nueva Fuente de vida, que sacia con su abundancia nuestro anhelo de ser para siempre, 160 Relectura de Salmos Bíblicos en un abrazo sin solución de tiempo, de espacio o de tristeza. Salmo 98 – Tu grandeza y nuestra pequeñez El Señor reina, tiemblen las naciones, sentado sobre querubines, vacile la tierra. El Señor es grande en Sión, encumbrado sobre todos los pueblos. Reconozcan tu nombre, grande y terrible. Él es Santo Sí, Señor, Tú eres el santo, el puro, el transparente. De tu pureza hablan las fuentes, las montañas, la creación entera. Reinas con poder y amas la justicia, Tú has establecido la rectitud, Tú administras la justicia y el derecho, Tú actúas en Jacob. Ensalzad al Señor Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies. Él es Santo. Tú eres Santo, yo, de condición pecadora. Tengo manchada la mente y el corazón. Tú me invitas a limpiarme, a purificarme con tu fuerza salvadora. Haz que escuche esa voz que me dice: “Sé santo, sé santa, porque yo soy Santo”. Moisés y Aarón con sus sacerdotes, Samuel con los que invocan su nombre, invocaban al Señor y Él respondía. Dios les hablaba desde la columna de nube, oyeron sus mandatos y la ley que les dió. Señor, Dios nuestro, tu les respondías, tú eras para ellos un Dios de perdón, y un Dios vengador de sus maldades. 161 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Muchas veces te invoco, Señor, y no puedo oír tu voz, me envuelven otras voces. Hoy quiero dejarme penetrar por tu palabra que habla al corazón. Quiero oír tu voz, quiero sentir tus pasos, quiero gozar de tu presencia. Ensalzad al Señor Dios nuestro, postraos ante su monte santo, Santo es el Señor nuestro Dios. Hoy necesito rezar. Experimentar que lo pequeño está ante lo grande, que lo limitado está ante lo Inmenso. La nada ante el Todo. Hoy quiero sentirme como la nada ante ti. Pero una nada querida por ti. Hoy necesito… (se puede participar) Haz que desde mi pequeñez, descubra tu grandeza. Desde mi finitud, mi deseo de eternidad. Desde mis propias limitaciones, mis capacidades infinitas. Salmo 99 – Somos hechura tuya Señor, somos hechura tuya, somos tus hijas e hijos, tu pueblo, ovejas de tu rebaño. Somos familia tuya, ¡qué alegría y qué dignidad! Toda persona es hija de Dios, todos los pueblos son pueblo de Dios. En Dios, no hay privilegios, todos somos divinos. Dios es Padre, pastor, amigo, fuente, corazón, y no son palabras vacías. Podremos olvidarnos de Dios, pero Él, no se olvida de nosotros, 162 Relectura de Salmos Bíblicos porque es bueno y su misericordia es infinita. Él, es el objeto último de todos nuestros deseos, nuestro centro de gravedad, el único que nos hace felices para siempre. No hay nada que temer, porque nos guía el mejor de los pastores, nos guarda el más fuerte de los defensores, nos educa el mejor de los padres que nos ama con locura: ¡Dios! Señor, somos hechura tuya, somos tus hijas e hijos, tu pueblo, ovejas de tu rebaño. Somos familia tuya, ¡qué alegría y qué dignidad! Salmo 99 – Aclamad… Servid…Entrad… Aclamad al Señor con toda la fuerza de vuestra voz y de vuestro corazón. Aclamadle con gritos de júbilo y alegría. Aclamadle con el más gozoso de los aleluyas. Aclamadle desde el corazón de la humanidad, que goza y sufre, que lucha y ama. Servid al Señor con el gozo de saber que somos pertenencia suya. Servidle con la libertad de los hijos amados. Servidle con vuestra salud o enfermedad. Servidle a tiempo o a destiempo, desde que amanece el día hasta que os cubra la noche. Entrad a la casa del Señor, casa de acogida, de seguridad de descanso. 163 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Entrad por las puertas de la gratuidad. Entrad cantando la bondad y el amor de Dios. Entrad pulsando las cuerdas de la alabanza. Y sabed que Él es nuestro Dios. Es bondad y misericordia. Es historia concreta en nuestros días. Es fidelidad con nosotros, no se cansa. Es cercanía y abrazo. Es presencia viva en la noche. Es melodía que envuelve y pacifica. Es amigo, maestro, compañero de camino. Es uno de nosotros, hecho humanidad. Es… (se puede participar) Bendito seas Dios de nuestra historia, Bendito seas hoy, aquí, en nuestras vidas. Salmo 100 – Mi Camino eres Tú Voy a cantar tu bondad y tu justicia, Señor. Para Ti son mis cantos y mis alabanzas. Para Ti, el aplauso de mi alma. Voy a explicar el buen camino: Mi camino, eres Tú, Señor. Que Tú vengas a mí. Que Tú tomes la iniciativa de amarme y de reclamar mi amor. ¡Ese es mi Camino! Así andaré con rectitud de corazón. Así señorearé mi casa. Así no pondré intenciones torcidas en mi vida. Me ayuda, Señor, quien obra bien. Me estimula, cuando compartimos los deseos de vivir según tu voluntad. 164 Relectura de Salmos Bíblicos No quiero, en lo profundo, despreciar a ninguno de mis hermanos: ni por la raza, ni por el color, ni por la religión, ni por sus obras. Te Te Te Te Te bendigo, con todos los que te bendicen. alabo por quienes no te conocen. deseo en todos los que te buscan. quiero en todos los indiferentes. bendigo… te alabo… (se puede participar) Rechazo los fraudes, pero te encomiendo al que defrauda. Rechazo la violencia, pero te presento a todos los violentos. Rechazo el mal, pero sé que perdonas a quien lo hace. Cada mañana, abrirás mi corazón a las dimensiones del mundo, para suscitar tu misericordia oportuna en mí. Salmo 100 – La alegría de pertenecerte Quiero cantar la alegría de vivir, para ti es mi música, Señor. Quiero que mi vida sea una entera alabanza a tu ternura. ¿Cuándo saciarás mi deseo? Quiero vivir en confianza y abandono desde lo más profundo de mi ser. Que tu nombre, me inspire la rectitud en el trato con todos. Quiero que mis ojos estén atentos a descubrir todo lo bueno que hay en cualquier situación humana, porque en ellas siempre estás tú. 165 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Quiero que mi alegría se enraíce en Ti, y en el amor tuyo que me envuelve. Quiero que mis amigos, también busquen tu rostro, y con ellos entonar la acción de gracias en tu presencia. Quiero que la plaza mayor de la libertad humana esté repleta de los que invocan tu nombre, de los que protagonizaron tu salvación, dejándose salvar por ti. Quiero cantar la alegría de pertenecerte. Para ti es mi música, Señor. ¿Cuándo saciarás este, mi más alto deseo? Gloria a Ti, Padre de bondad, nuestras voces te alaban hoy y siempre. Salmo 101 – Tú permaneces Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti. No me escondas tu rostro. Inclina tu oído hacia mí cuando te invoco. ¡Escúchame enseguida! Escucha, Señor, nuestra oración, aunque no sabemos cómo expresarla. Sabes bien que te necesitamos y esperamos tu respuesta. A veces, la vida pierde todo aliciente y nada nos entusiasma. Nos pueden los problemas y no sabemos ver la luz´ ni encontramos una voz de ánimo. 166 Relectura de Salmos Bíblicos Pero Tú, Señor, permaneces para siempre, y resuena tu Nombre de generación en generación. Levántate y ten misericordia de nosotros, que ya es hora y tiempo de misericordia. Sí. Aunque nos hemos alejado de Ti, seguimos oyendo que Tú permaneces a nuestro lado. Ten piedad de nosotros, Señor, y escucha a los más desfavorecidos. El Señor nos ha mirado desde su Templo Santo, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los oprimidos por el mal. Hay quien se empeña en buscar a Dios en los ámbitos del poder, del prestigio o de la explotación. Pero el Señor se encuentra en la vida de la gente más sencilla y desapercibida. Aunque muchas personas lo olviden, Tú nunca nos abandonas. Superaremos la dificultad y renaceremos a la Vida. Quede esto escrito para la generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor. Tú eres siempre el mismo y tus años no se acaban. Tus hijos vivirán seguros y su descendencia durará en tu presencia. Salmo 102 – Te bendigo hoy y siempre Te bendigo, hoy y siempre: por todo lo que a lo largo de mi vida me has dado, por el perdón generoso que me sigues ofreciendo, por el cuidado que tienes sobre mí. Te alabo, hoy y siempre: 167 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza por todo el amor que me regalas, porque ese amor es incondicional, no depende de mi bien hacer; porque eres justo, clemente y compasivo siempre y con todos; porque eres Padre-Madre y sientes ternura con nosotros, porque sabes de qué barro estamos hechos y lo comprendes todo. Te agradezco, hoy y siempre: la vida que me sigues dando, los días del verano caluroso y del frío invierno, las luchas y desvelos en las noches sombrías, los gozos y esperanzas de cada amanecer, lo que has puesto en mis manos para que lo cuide, aquello con que me has adornado para bien mío y de otros. Te canto, hoy y siempre: por ser Dios, como eres; por traernos a la vida y darnos descanso en Ti, por no haber roto tu alianza, manteniendo tu fidelidad a pesar de nuestra huidas; por habernos hecho vulnerables, pero fuertes contigo. Salmo 102– El es compasivo y misericordioso Si el Señor no fuera Padre y Madre, si se pareciera al hijo mayor de la parábola, al fariseo que reza despreciando al publicano, a los que buscan adúlteras para apedrearlas, a los doctores que se las saben todas, ¿qué podríamos esperar la humanidad? Pero Dios es compasivo y misericordioso, perdona nuestras culpas, cura nuestras heridas y dolencias, 168 Relectura de Salmos Bíblicos nos colma de ternura y de regalo. Él mismo se nos regala como Dios-Amor. Se conmueve con el niño cuando cae, y lo lleva de la mano en el camino. Es amigo y protector, defiende a los oprimidos. Nos lleva a todos tatuados en sus palmas. Es amigo… se conmueve… (se puede participar) Dios es Amor primero, Amor inmenso. Cada latido de su corazón, cada aliento, es como lluvia vivificante en el desierto. Nos hizo a su manera, a su imagen, pequeños dioses de la tierra. Nos sigue dando oportunidades, nos cultiva, nos sigue esperando siempre. Nos invita a su banquete, nos acoge con amor más que de padre y más que de madre. Dios es Amor primero, Amor inmenso. Cada latido de su corazón, cada aliento, es como lluvia vivificante en el desierto. Salmo 103 – Canto de bendición Bendigamos al Señor desde lo más profundo de nuestro ser porque es inabarcable. Su mensaje irrumpe en los corazones envejecidos, como si fuese Fuego, viento, o río caudaloso. Da sentido a la existencia y mantiene su palabra a través del tiempo. 169 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Nos trata siempre con ternura y exigencia. Vive donde brota el agua fresca, que desciende por los montes a los valles. Y llega a la conciencia de las personas con su mirada limpia y sin prejuicios. Se desborda por toda la tierra, sobre todo allá, donde hay quien se reúne en su Nombre y quien actúa según sus valores. Toda la naturaleza es un espejo de su Creador, y en ella tenemos ganas de vivir y de experimentar el reposo y el misterio. Si tú te escondes, Señor, marcará su ritmo la oscuridad y el miedo se apoderará de nuestras decisiones. No te ocultes, Señor, vive con nosotros. Necesitamos tu Espíritu en todo momento. Salmo 107 – Dispuesto está mi corazón Dios mío, nuestro corazón, a pesar de su volubilidad, está firme. Está firme en Ti. Para Para Para Para alabarte. cantar a tu Nombre. bendecirte. aplaudirte desde el fondo del corazón. En este nuevo día te damos gracias. Por tu bondad, que hoy se derrama en todas tus criaturas. Por tu fidelidad, que se mantiene hoy a favor nuestro. Por tu mano salvadora, que teje hacia tu Reino los hilos de la vida, aunque no lo veamos. 170 Relectura de Salmos Bíblicos Tuyos son Señor, cielos y tierra Tuyos son el amor y los abismos. Tuyo es nuestro mundo, con su variedad, con su unidad de fondo. Tuyo es lo grande y lo pequeño. ¿Quién guiará nuestros pasos? ¿Quién nos conducirá a puerto? Desde las profundidades de mi “dormitar”, y al ascender la escalera espiral del despertar, susurro: Dios, Dios, Dios… Tú eres el alimento, y cuando gusto tu Ser, rompiendo el “ayuno” de nuestra separación, mentalmente canto: Dios, Dios, Dios… No importa adonde vaya, el foco de mi mente se vuelve incansablemente hacia Ti. Y, en medio del campo de batalla de la actividad, mi silente grito siempre es: Dios, Dios, Dios… Cuando la salvaje tempestad de las tribulaciones resuena, cuando las preocupaciones aúllan ante mí, ahogo su clamor diciendo en alta voz: Dios, Dios, Dios… Cuando mi mente borda ensueños con los hilos de los recuerdos, en aquella mágica tela, imprimo tu Nombre: Dios, Dios, Dios… Cada noche, en el más profundo dormir, mi paz, soñando, clama: ¡gozo, gozo, gozo! Y mi gozo asoma cantando eternamente: Dios, Dios, Dios… Al despertar, al comer, al trabajar, al dormir, al soñar, al servir, al meditar, al cantar, al amar divinamente, por siempre mi alma exhala un solo son: 171 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Dios, Dios, Dios… ¡Que así sea! Salmo 109 – Eres sacerdote cercano Oráculo del Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies. Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro, somete en la batalla a tus enemigos. Tú sigues extendiendo hoy el poder de tu cetro a través de tu Iglesia, desde cada persona que trabaja por la justicia, desde los grupos de voluntariado, con los que ayudan al emigrante, desde los que viven la solidaridad... Eres príncipe desde el día de tu nacimiento entre esplendores sagrados; Yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora. Desde siempre y por siempre, Palabra eterna, eres Hijo de Dios Padre. Cuando has venido en el tiempo, una mujer del pueblo te ha engendrado. Te has hecho uno de nosotros, siendo dolor de nuestro dolor y gloria de nuestra esperanza. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. Sí, Tú eres sacerdote eterno, pero eres también sacerdote cercano, sacerdote de la calle y el campo, sacerdote de la escuela y de la fábrica… 172 Relectura de Salmos Bíblicos Sacerdote amante y compasivo, sacerdote que tiende la mano, que mira con cariño y misericordia a toda persona. Eres sacerdote de la vida, ofreciendo el dolor de cada día, la dicha y la esperanza de cada día. El Señor a tu derecha el día de su ira, quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza. Cristo, príncipe y sacerdote, tomaste carne humana y la sigues tomando hoy en el niño, en el anciano, en el pobre, el excluido... en todos los pequeños del mundo. Estás cercano y presente en la existencia de todo ser humano que sufre, reza, ama, acoge, espera. Salmo 109 – Cuerpo y Sangre de Cristo Tú eres Sacerdote y no eres sacerdote, Cristo. No eres sacerdote de Leví, sacerdote separado, dedicado a “lo sagrado”: templos y tiempos sagrados, sagradas ofrendas y sacrificios. Tú eres Sacerdote encarnado y embarrado, sacerdote de la calle y el campo, de la casa y el encuentro, del hospital y la cárcel, de la fábrica y el surco, de la escuela y el laboratorio, ¡Sacerdote de la vida! 173 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza No eres sacerdote del Dios Altísimo o lejanísimo, ni del Dios justísimo y santísimo. Eres Sacerdote del Dios cercano y compasivo, del Dios que tiende la mano y mira con cariño a todos los seres humanos. Sacerdote que viene a romper los velos del Templo, a destruir ciertos templos, y a construir otros templos, como tiendas vivas en medio del pueblo. Allí no hay sacrificios, hay amistad y fiesta, hay banquete de vida y amor, las ofrendas que a Dios le agradan. Allí seremos todos sacerdotes, como Cristo, ofreciendo el trabajo y el dolor de cada día, la dicha y la esperanza de cada día, la vida y la muerte de cada día. Todos como Cristo, Sacerdote eterno, según la Ley del Espíritu de Vida. Salmo 110 – Mi corazón canta gratitud Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. Mi corazón canta de gratitud en esta asamblea de alabanza. Admiro tu acción en la historia, me sobrecoge y quiero amarla. Esplendor y belleza son su obra, su generosidad dura por siempre, Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente. 174 Relectura de Salmos Bíblicos Esplendor y belleza es tu proyecto: lo trazas en lo humano, entre luces y sombras. Esplendor y belleza es tu Camino, el que, paso tras paso, caminamos contigo. Él da alimento a sus fieles, recordando siempre su Alianza, mostró a su Pueblo la fuerza de su obrar, dándoles la heredad de los gentiles. En el vivir diario, en el gris cotidiano de la vida, cada día nos has alimentado de ti mismo hecho carne. Eres Dios-Humano con rostro de Alianza, Dios Amigo, Dios cercano, Dios grande. Justicia y verdad son las obras de sus manos, todos sus preceptos merecen confianza: Son estables para siempre jamás, se han de cumplir con verdad y rectitud. Tu Palabra, tu Proyecto, tu Camino, es Palabra de vida abundante, es Proyecto de amor que nos guía. Es Camino que Tú haces posible, es espacio de encuentro y presencia, es misterio de paz y silencio. Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su Alianza, su Nombre es sagrado y temible. Tu Proyecto se cumple en el tiempo: sabiduría esencial, nacida de lo divino, y encarnada en lo pequeño de lo humano. Primicia de la sabiduría es el temor del Señor, tienen buen juicio los que lo practican, la alabanza del Señor dura por siempre. Día tras día y año tras año, 175 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza cantaremos tu Alianza de amor con nosotros, que, habitando contigo, nos has hecho Familia. ¡Bendito seas, Palabra, Proyecto, Camino! Salmo 110 – Ante las maravillas de Dios Te doy gracias, Señor, de todo corazón. Eres maravilloso, único y admirable. En Ti, mi corazón se siente bien y en paz. Quiero cantarte desde la comunidad que me acoge. Quiero elevar mi alabanza, con mis hermanas y hermanos. Quiero unirme a todos y decirte de corazón: ¡Eres entrañable! En unión, te damos gracias, Señor. Grande es tu misericordia con el pobre. Grande es tu ternura con el que cae. Grande es tu bondad con el que sufre. Grande es tu compasión con el marginado. En unión, te damos gracias, Señor. Que tu justicia, Señor, permanezca entre nosotros. Que tu justicia brote en tierra árida y desolada. Que tu justicia sea el fruto de un corazón que apoya al otro. Que tu justicia, Señor, haga germinar la paz en nuestra tierra. Eres fiel a tu alianza, y cumples la palabra dada. Las obras de tus manos son verdad y transparencia. En Ti, Señor, no hay doblez ni engaño: eres verdadero. En Ti, yo puedo confiar porque sé que me amas. En unión, te damos gracias, Señor. Tu corazón, Señor, es como la nieve en la cumbre. Tu corazón, Señor, es como las estrellas de la noche. 176 Relectura de Salmos Bíblicos Tu corazón, Señor, es como la puesta del sol en el mar. Tu corazón, Señor,… (se puede participar) Nos liberas, nos salvas, renuevas tu alianza. Eres santo, eres justo, eres bueno. Eres compasivo con todos. Acoges con fiesta al hijo que vuelve a casa. Eres lo mejor de nuestras vidas. En unión, te damos gracias, Señor. Te doy gracias porque eres maravilloso en tus obras. Maravilloso eres, Señor, maravilloso has estado conmigo. Maravilloso eres, Señor, maravilloso te siento en mi vida. En unión, te damos gracias, Señor. Salmo 111 – Feliz quien oye la llamada ¡Aleluya! Feliz la persona humana que atiende la llamada de Jesús. No encontrará el vacío en su vida. En los días difíciles, vivirá sin sobornos y no temblará ante las amenazas. Ni la posición social, ni el odio, ni el orgullo minarán su espíritu. No temerá las malas noticias, ni juzgará a otras personas. No dudará en denunciar a quien especula, y su pulso será firme en las grandes decisiones. Favorecerá ideologías y partidos que defienden a las personas más pobres. Y no temerá los insultos de las personas intolerantes. Feliz la persona humana que oye la llamada de Jesús. Dios está en su corazón. 177 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 111 – El justo brilla en las tinieblas ¡Luz! ¡Luz! ¡Vence las tinieblas! Luz de mi corazón, vence a mis tinieblas, que no me chillen ni me turben, mis temerosas tinieblas. Luz brillante de mi fe, disipa mis dudas y mis miedos. Luz consoladora de mi esperanza, vence mis cansancios y tristezas. Luz ardiente de mi caridad, destruye mis egoísmos, envidias e injusticias. Luz gozosa de mi paz, supera mis violencias y resentimientos. Luz consoladora… ardiente… gozosa… (se puede participar) Y que todos los corazones iluminados venzan las tinieblas del mundo. Los corazones de los justos, pongan en fuga las tinieblas injustas, tan terribles. Los corazones limpios venzan a las tinieblas sucias. Los corazones transparentes venzan a las tinieblas mentirosas Los corazones pacíficos, venzan a las tinieblas feroces. Los corazones misericordiosos, venzan a las tinieblas duras. Los corazones ardientes venzan a las tinieblas frías. Los corazones buenos, venzan a las tinieblas malas. Que todas las luces juntas o estratégicamente colocadas iluminen este mundo tenebroso, devolviéndole su belleza y alegría. Salmo 111 – Vosotros sois luz Dichoso quien teme al Señor, y ama de corazón sus mandatos. 178 Relectura de Salmos Bíblicos En las tinieblas brilla como una luz, el que es justo, clemente y compasivo. El que parte su pan y sus “valores” brilla en la oscuridad. El que acoge y hospeda al inmigrante es luz en la noche. El que crea trabajo justo es como una estrella. El que favorece la promoción y el desarrollo es lucero que no se apaga. El que es voluntario y solidario brilla como el sol a mediodía. Vosotros sois la luz del mundo. Tú eres luz del mundo si lo pacificas. Tú eres luz del mundo si vives la fe y el amor, amando a la otra persona más que ti. Tú eres luz del mundo si te dispones a perder para que gane tu hermano, tu hermana. Tú eres luz del mundo si eres libre en la verdad. Tú eres luz del mundo si levantas bandera de paz y de justicia. Tú eres luz del mundo si ofreces incondicionalmente tu ayuda y amistad. Vosotros sois luz del mundo. Vosotros sois luz si os dais la mano en cadena solidaria. Vosotros sois luz si os sabéis perdonar y valorar. Vosotros sois luz si os dais la paz y la plantáis en el corazón del pueblo. Vosotros sois luz si globalizáis los servicios y el amor. Vosotros sois luz si vivís en comunidad y comunión. Vosotros sois luz si… (se puede participar) Salmo 113 – Jesús vive en su Iglesia Cuando comenzaron a reunirse quienes seguían a Jesús, el mensaje de amor se concretó en la Iglesia. 179 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Entre nubarrones y tormentas, hay muchos testimonios, positivos y honrados, en el haber de la Iglesia. ¿Por qué andamos tristes como si nadie levantara la cabeza? Escucha, pueblo entero: ¡el querer de Jesús vive en esta Iglesia! Pero, hay que renovarse, escuchar el latido del mundo y poner atención a los signos de los tiempos. Haz, Señor, que no perdamos la esperanza de que Tú estás en este mundo y en esta época. Despierta, en los hombres y mujeres de nuestro tiempo, la sed: una sed ardiente de trascendencia, una sed de infinito, de Ti. Salmo 113 – Te has revelado en Jesús A tu nombre, Señor, damos gloria, te alabamos por tu amor y tu lealtad, Tú eres un Dios cercano, entrañable. Nos han preguntado: ¿dónde está vuestro Dios? Dicen que no existes, quieren borrar tu imagen. Nosotros sabemos que tú existes, que habitas en el corazón del ser humano cuando nos abrimos a tu misericordia. Tú eres una experiencia de amor profundo. Nos alegramos Señor, de no poder comprenderte ni abarcarte. No eres idea, no eres razones, Tú sólo eres. Nos alegra estar en tu presencia. Eres Amor, Amor que busco y he encontrado en tu enviado. 180 Relectura de Salmos Bíblicos Eres Verdad, Verdad que busco y he encontrado en Jesucristo. Eres Libertad, Libertad que he encontrado en el Libertador. Eres Belleza, Plenitud que busco y he encontrado sólo en tu Hijo. Eres la Raíz viva de donde surge nuestro árbol. La Razón y el Sentido de nuestra existencia. Eres Revelación plena y total en el Hijo Amado. Mi Mi Mi Mi Dios Dios Dios Dios es un Dios manifestado en Jesús de Nazaret. es un Dios dado a conocer en un rostro humano. vive Resucitado en Jesús, vencedor de la muerte. está vivo en su Espíritu y lo siento cercano a mí. Tú estás Señor en medio de nosotros, estás en el que te busca, en donde hay amor verdadero, en nuestra tierra desolada. Salmo 114 – Caminar en tu presencia Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante. Porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco. Te amo, Señor porque me escuchas, porque tu amor, da sentido a mi vida, porque eres mi salvación y mi esperanza. Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia, invoqué el nombre del Señor: “Señor, salva mi vida”. Tú eres justo, Señor, eres compasivo con todos, 181 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza y al abatido y postrado en tierra lo levantas, has salvado mi vida y tu amor me fortalece. El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo, el Señor guarda a los sencillos, estando yo sin fuerzas, me salvó. Tú eres la misericordia, Tú guardas a los sencillos de corazón. Tú me afianzas en la debilidad. Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo: arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas mis pies de la caída. Tú me has guardado del mal, me has ayudado a caminar en tu presencia y me has peregrinar por el sendero de la luz. Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Quiero caminar en tu presencia, apoyándome en tu Palabra, en tu Evangelio. Quiero caminar en tu presencia, apoyándome en la fuerza del Pan de Vida. Quiero caminar en tu presencia, apoyándome en el Amor de tu Espíritu. Gracias, Señor, porque seguimos tu proyecto. Aquí nos tienes avanzando paso tras paso. Queremos ser fieles a la voz de tu llamada. Salmo 115 – La Copa ¿Cómo poder agradecer todo el bien que nos has hecho, invitándonos a tomar tu Copa, 182 Relectura de Salmos Bíblicos comer tu Pan y beber tu Vino? Tomando la Copa del Dolor, la mía y la de mis hermanos y hermanas que sufren, la de todas las personas que hoy se sienten tristes... Tomando la Copa del Gozo, la mía y la de mis hermanas y hermanos que gozan, que hoy disfrutan de la vida, de la naturaleza, del descanso... Tomando la Copa de la Vida, la copa de la realidad y del sentido, y la tomaré con confianza y fortaleza. Hoy brindamos por el Dios de nuestra Historia, por el Amor filtrado en nuestra realidad. Brindamos por la vida, entretejida de gozos y sufrimientos, límites y utopías, carencias y esperanzas... Alzamos la Copa de tantos límites de cuerpo y espíritu... Alzamos la Copa de tantas utopías que nos ayudan a crecer... Alzamos la Copa de tantas carencias que nos hacen sufrir... Alzamos la Copa de tantas esperanzas que nos sostienen... Yo, en este día, alzo la Copa de… (se puede participar) Hoy, aquí y ahora, invocamos tu Nombre, Señor. Necesitamos la fortaleza de tu bendición no sólo para tomar y alzar la Copa, sino para beberla. Salmo 116 – ¡Alabad al Señor! Todos los seres humanos y pueblos de la tierra, ¡Alabad al Señor! 183 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Porque el amor de Dios hacia nosotros, no se agota, ¡Alabad al Señor! Es fiel, aunque nosotros no lo seamos. ¡Alabad al Señor! Porque toda persona humana, ha sido creada a imagen del Creador, y nunca podrá borrar de sí, esa imagen. ¡Alabad al Señor! Porque en medio de nuestras limitaciones y miserias, escuchamos siempre la llamada aconfiar más en su Amor. ¡Alabad al Señor! Porque en todas nuestras preocupaciones y trabajos nos precede su cuidado, su trabajo y su preocupación. ¡Alabad al Señor! Porque más allá del cansancio y de la muerte nos espera su abrazo descansante y vivificador. ¡Alabad al Señor! ¡Alabemos al Señor todos los que nos alimentamos de esta fe! ¡Alabémosle, encendiendo con nuestro canto, la alabanza de toda la creación! ¡Alabémosle, y que nuestra alabanza siembre en todos los rincones de la tierra, la gratitud que es sabiduría del amor! Salmo 116 – ¡Aleluya, amén! ¡Aleluya, amén, aleluya! ¡Aleluya! Es una palabra que concentra todas nuestras voces, todos los sonidos, todas las alabanzas, todos los cánticos. 184 Relectura de Salmos Bíblicos Aleluya es el cántico que se canta en la tierra y en el cielo. Aleluya es como el eco balbuciente de aquellos que sabemos que no se puede alabar a Dios como Él se merece, y que por tanto, todas las palabras se quedan cortas. Aleluya es nuestro grito de gozo y entusiasmo ante un Dios grande, inabarcable, fascinante, inmenso… Alabad al Señor todas las naciones, Aclamadlo todos los pueblos. ¡Aleluya, amén! ¡Viva el Señor Jesús!, semilla del amor de Dios, sacramento, luz, verdad, camino y vida para todos los pueblos. De Ti proceden todos los pueblos de la tierra, Tú te has revelado en la historia de cada pueblo, Tú mereces la alabanza de todas las naciones. Nuestras voces se unen con las voces de todo el mundo. Con todas hacemos una gran orquesta cuyos sonidos llenan la tierra y traspasan los cielos. Danos, Señor, la gracia de poder disfrutar alabándote. Porque su amor hacia nosotros es fuerte, Porque el Señor es fiel para siempre. ¡Aleluya, Amén! Señor, nuestro amor es quebradizo, inestable. Por eso fallamos tantas veces rompiendo tu Alianza. Pero tu Amor es firme, sólido, estable. Tu amor no miente, ni engaña, ni traiciona. Tu amor es el único del cual nos podemos fiar. Haz, Señor, que siempre nos fiemos de Ti: en la salud y en la enfermedad; en la prosperidad y en la adversidad, en la vida y en la muerte. 185 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 117 – Liturgia de la Nueva Humanidad Salmista: Alcemos nuestras voces como salvas proclamando el derroche del Dios vivo. Digan los que eligieron ser pobres: ¡El Señor es nuestra riqueza por los siglos! Digan los de corazón transparente: ¡El Señor es nuestra Llama de Amor Viva! Digan los luchadores de la paz: ¡El Señor nos ha constituido en cimientos de la Nueva y Definitiva Creación! Cristo Vencedor: En mi angustia llamé al Señor, y Él me abrió puertas de claridad. El Señor es el surtidor de mi alegría: ¿Quién me hará tropezar? El Señor riega las raíces de mi existencia: ¡Jamás me mustiará tristeza alguna! Asamblea: Mejor es vivir al amparo del Señor que descansar en el ofrecimiento de los poderosos; mejor es ser un proscrito y un fracasado que someterse a sus proyectos, dictados por el temor o la ambición. Cristo Vencedor: Se cerraba en torno a mí la noche de la incomprensión, la persecución y la calumnia. Me vi desnudo y acosado en medio de una jauría de falsos testigos bien pagados: sus burlas, como dardos de fuego, traspasaron mi carne; sus mentiras desgarraron como garfios mi corazón; ni una mirada amiga encontré en torno mío, que pudiera dar un minuto de respiro a mi abatimiento: supe entonces que mi verdad sólo podías defenderla Tú. Porque Tú mismo eras la Verdad que me sostenía. 186 Relectura de Salmos Bíblicos Salmista: Escuchad: la historia humana se jalona de luminosas vidas que proclaman: ¡Sólo el Señor es el defensor de los sinceros! ¡Sólo el Señor sostiene a quien no se traiciona a sí mismo! Cristo Vencedor: Más allá de mi ruina y mi fracaso, ¡cuento con tu justicia, oh Dios! ... Parecía haber caído en desgracia, pero de las cenizas de mi ser surgía mi vida más útil y hermosa, restaurada por tu Palabra de amor. ¡Abridme, pues, las puertas del triunfo que conducen al abrazo definitivo con mi Señor! Salmista: Esta es la puerta del que ha vencido porque creyó en el amor más que en la muerte; porque supo esperar la Luz cuando toda esperanza se desvanecía en tinieblas. Cristo Vencedor: ¡Te doy gracias porque me condujiste alimentando la fuente secreta -que Tú mismo abriste como una heridaen el fondo de mi ser! Asamblea: Sólo existe una Piedra Angular capaz de sostener la Nueva Creación: la entrega de la persona humilde que, olvidándose de sí, abrió los cimientos de una Humanidad en abrazo. Salmista: ¡Mirad qué alta llega la construcción del sacrificio por amor! ¡Mirad cómo el Señor no niega nada al Hijo que se doblegó por entero a Su Voluntad! Asamblea: Esta es la victoria que vence al mundo: ¡el sacrificio por amor! Dios camina a nuestro lado en la sangre derramada de todos los inocentes. Resuene nuestra alabanza al Eterno, 187 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza que manifiesta su fuerza en la debilidad de cuantos no se buscan a sí mismos. ¡Señor, danos personas de corazón fraternal! ¡Señor, descubre en nosotros la fuente escondida del Amor que se da sin pedir nada a cambio! Salmista: ¡Bendito el que nos revela la voluntad de Dios, escrita en su manera de vivir: -atento a la llamada de los que sufren-, y en su manera de morir: esperando del Amor la palabra que todo lo esclarece! Asamblea: ¡Bendito todo aquel que se olvidó de sí mismo para mejor realizar su servicio a los hermanos, pues en la entrega renovada a los otros, quedó sanado de su propia miseria espiritual! ¡Bendito el que a sí mismo se aceptó en la paciencia, y en paciencia y soledad aprendió a ser testigo ante sus hermanos, del corazón magnánimo de Dios! Salmista y Asamblea: Pues la mayor miseria de la persona humana consiste en vivir pendiente de su propia miseria; y su mayor libertad radica en el silencio de su generosidad y su entrega. Salmista: Avancen en la presencia el Dios vivo, presididos por el Hijo Amado, todos cuantos se dejaron ungir por el Espíritu de una humanidad reconciliada, de una humanidad libre para el abrazo. Salmista y Asamblea: ¡Oh Cristo, Vencedor Único e Invencible, Tú eres nuestro Dios por los siglos! ¡Verdad que jamás nos será oscurecida! ¡Belleza que alegrará sin término nuestros sedientos corazones! ¡Amor que colgará de nuestra carne, clara ya e impasible como la tuya, bosques amenos de eternas caricias! 188 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 117 – Este es el día en que actuó el Señor. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque crea la vida y la recrea, vida resucitada, siempre nueva, una vida gozosa y solidaria, ¡oh enemigo frontal de toda muerte! Porque es eterna su misericordia, se complace en sus hijos todos, del pobre y del pequeño con más fuerza, eleva al que se doble y resucita al que muere oprimido y olvidado. La diestra del Señor es poderosa, es creadora, providente, fuerte, es entrañable, cariñosa, tierna, levanta a su Hijo del sepulcro y vive. No he de morir, viviré, la muerte y el infierno están vencidos, el Cristo rescató a su padre Adán, los hijos todos redimidos, cantan un himno de victoria interminable. La piedra desechada es angular, es remate de un templo luminoso, el Cristo es fundamento y arquitecto, y todos constructores en servicio del mundo renovado que esperamos. Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Ha sido el triunfo de la vida: ¡Gloria! ha sido el triunfo del amor: ¡Gloria! ha sido el triunfo del Ungido: ¡Gloria! ha sido nuestro triunfo, hijos de Dios: ¡Gloria! 189 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 118 – Conciencia de misión Puesto que todo ser en el amor, tiene destino, ¡no permitas que me aleje de la atracción de tu órbita de amor! Yo sé que cada criatura es portadora de una luz única, que sólo se mantiene encendida en la fidelidad a sí misma. Yo sé que el ser humano que ofusca su propia transparencia, se ve arrastrado a simas de esterilidad y confusión. Yo sé que aquel que no necesita de todos los demás, es que ya se ha perdido para su propia humanidad. Mi estrella la encendiste Tú pero sólo yo tengo poder para borrarla de tu cielo. Mi fidelidad radica en entregarme a mi misión continuadora de tu obra de amor siempre en marcha. Sólo es útil a los demás, aquella vida que se consume en el fuego de una gran pasión. Que la conciencia colaborar Contigo me salve de convertirme en funcionario sumido en rutinas de muerte. La vida siempre es nueva y renovadora para quien gira confiadamente en los círculos de tu llamada Salmo 118 – Cuando ensanches el corazón Me apegué a tu Palabra, Señor, no me defraudes. Correré por el camino de tu voluntad, cuando me ensanches el corazón. Aún no sé amar como quisiera, Señor. 190 Relectura de Salmos Bíblicos Aún me falta mucha anchura de corazón. Aún no sé entregarme a los demás del todo. Todavía no sé obrar con limpieza total de intenciones. Aún busco la perfección, buscando el aplauso. Cuando ensanches mi corazón, Dios mío, me nacerán alas. Viviré con la libertad recién estrenada. ¿Por qué soy tan torpe, todavía? Dame esa fe que dilata mi corazón. Que yo no busque, Señor mío, mi autoplenitud. Que yo no busque, Señor mío, el brillo. Cuando ensanches mi corazón, Dios mío, me nacerán alas. Dilata mi corazón en esa zona misteriosa que todavía no sé manejar. Desmonta mi orgullo para que no me agarre a él. Dame ese amor sobrio y fuerte al prójimo. Dame ese toque profundo de tu presencia en mi vida. Cuando ensanches mi corazón, Dios mío, me nacerán alas. Salmo 118 – Hágase en mi según tu Proyecto Tus manos me han hecho y me han formado, hazme entender y aprenderé tus designios sobre mí. Yo sé que son justos tus juicios. Sea tu amor, consuelo para mí. Llévame por la senda de tu Voluntad. Aparta mis ojos de mirar vanidades, dame vida con tu Palabra. Si miro mi camino, quiero afirmarlo en tus sendas. De tu amor, Señor, está llena la tierra. ¡Enséñame el secreto de tu voluntad! Dame tu sabiduría, que tengo fe en tu Palabra. 191 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza He escogido el camino de la lealtad, pues Tú dilatas mi corazón. Enséñame, Señor, tu Palabra, pues quiero guardarla de todo corazón. No me gusta la doblez, y amo tu Ley. Mi refugio y mi escudo eres Tú. Yo espero en tu Palabra. No defraudes mi esperanza. Sé Tú mi apoyo. Luz en mi camino, fuerza en mi corazón, es tu Palabra y tu Ley, oh Señor. Hazme entender tu camino, y meditaré tus maravillas. Aléjame del camino del engaño propio, y dame la gracia de tu Voluntad. Ante Ti está mi vida, mira mi circunstancia y ayúdame. Por tu amor, dama la vida, yo espero tu salvación. Muchas son tus ternuras hacia mí. ¡Viva mi alma para alabarte! Luz en mi camino, fuerza en mi corazón, es tu Palabra y tu Ley, oh Señor. Hazme vivir. Llegue hasta mí tu amor, Señor, pues confío en tu palabra. Pon en mis labios tu Palabra. confío en Ti. Dentro del corazón quiero guardar tu Palabra, para separarme de Ti. ¡Abre mis ojos para que contemple maravillas de tu voluntad! Con rectitud de corazón te doy gracias. yo Yo no las Recuerda tu palabra dada que ha sido mi esperanza. Este es mi consuelo en mi miseria: que tu promesa me da vida. Tus preceptos son cantares para mí. En la noche me acuerdo de ti, quiero guardar tu palabra. Esta es mi tarea. Salmo 120 – Por encima de lo que me preocupa 192 Relectura de Salmos Bíblicos Por encima de lo que me preocupa, levanto mis ojos a Ti. Por encima de lo que me preocupa, me dejo en tu misericordia. Levantamos los ojos hacia arriba. ¿De dónde vendrá la salvación? La salvación nos viene del Dios de la Vida, que hizo el Cielo, la Tierra, y la Humanidad. ¡Piedad, Señor, de mí y de toda la humanidad! A veces tengo la impresión, Señor, de que estás para mí mudo o dormido. No consientas que dudemos en la crisis. No permitas que duerma el corazón. Tú ahuyentas el odio desbocado y fortaleces a la persona justa. Hoy, te he sentido tan cercano que Tú, el creador de los cielos y de la tierra, has sido mi auxilio y fortaleza. Tú eres quien pone las manos para que mi pie no tropiece, el centinela que me vigila continuamente. Tú eres el que me cubre con sombra benéfica, para que no me queme el sol. El Señor nos cuida con cariño, Él está en nuestra presencia. Nos guarda de todo mal, nos pide amor en la mirada, ahora y por siempre. Señor, hoy tengo la certeza de tenerte siempre a mi lado, igual que cuida del sueño de su pequeño la madre anhelante. Hoy te agradezco tu sombra benéfica, tu atención constante, aunque yo no la perciba; tu mirada atenta a mis entradas y salidas, tu forma tan personal de cuidarme, ahora y por siempre. 193 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 120 – Levanto mis ojos a lo alto Levanto mis ojos a los montes, ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra. Busco las cosas de arriba, Señor, las de tu Reino. Alzo mis ojos a los montes, en espera de tu auxilio. De ti, Señor, de tu amor y fidelidad, espero tu respuesta. De tus manos, Padre, espero la gracia y la verdad. Toma mis manos abiertas, llénalas de tus dones abundantes y derrama en ellas el don de la vida. Alzo mis ojos a ti, espero ver la luz de tu rostro, espero palpar tu compasión y misericordia. No permitirá que resbale tu pie. Tu guardián no duerme, no duerme, ni reposa, el guardián de Israel. No, Tú no duermes ni descansas ante la obra de tus manos; tu corazón está despierto y atento a nuestros pasos. No, Tú no duermes ni descansas ante la creación que nos has dado. Tu corazón de Padre vigila sobre ella como centinela en la noche. Mis ojos se alzan buscando la verdad en tus caminos. Mis ojos se abren para que me inundes de la fuerza de tu luz. Mis ojos están atentos al paso de tu ternura por la historia. Mis ojos vigilan tu llegada en espera de tu salvación. El Señor te guarda de todo mal, Él guarda tu alma, el Señor guarda tus entradas y salidas ahora y por siempre. 194 Relectura de Salmos Bíblicos Tú eres mi sombra protectora ante el calor del sol del mediodía. Tú eres mi tienda en la montaña, ante la lluvia persistente. Tú eres el agua fresca que corre saltando entre los guijarros. Tú eres la brisa suave que acaricia mi rostro al caer el sol. En Ti confío, Señor, cuando la tentación sacude mi cabaña. En tus manos me abandono, Señor, cuando la crisis me deja llena de inseguridad. Tú eres mi esperanza, cuando se apaga la vela en la noche. Tú eres el gozo y la alegría en los días en que todo va contra mí. El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha, de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. Quiero salir de mis ataduras y romper los lazos que me atan. Quiero derribar las cercas que limitan mi libertad. Quiero romper los barrotes que me tienen en prisión. Quiero derribar las alambradas que no me dejan respirar. Haz que yo entre, Señor, por el camino de lo bello y puro. Haz que yo entre, Señor, por el camino del bien y la paz. Haz que yo entre, Señor, por el camino que conduce a la vida. Haz que yo entre, Señor, por el camino de la verdad y sinceridad. Haz… (se puede participar) Desde ahora y por siempre, deseamos vivir con limpio corazón. Desde ahora y por siempre, deseamos que en nuestra vida el centro seas Tú. Desde ahora y por siempre quiero buscar las cosas de arriba. 195 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Desde ahora y por siempre, quiero vivir los valores de tu Evangelio. Salmo 121 – La paz contigo ¡Qué alegría cuando me dijeron: ¡Vamos a la Casa del Señor! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. ¡Qué alegría he descubierto al sentirme Pueblo de Dios! ¡Qué alegría al saber que camino con este Pueblo! ¡Qué alegría compartir la fe con quienes siguen a Jesús! ¡Qué alegría caminar como hermanas y hermanos hacia la Casa de Dios! Nuestros pies, Señor, se han puesto en marcha, y tu Espíritu es aliento. Nuestros pasos, Señor, están guiados por tu Palabra. Ante nuestros ojos se abren las puertas de una Humanidad Nueva, y se nos llena el corazón de gozo. Jerusalén está fundada como Ciudad bien compacta, allá suben las tribus, las tribus del Señor. Según la costumbre de Israel, a celebrar el Nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. Con tu Pueblo, Señor Jesús, caminamos dejando huellas en la historia. Vamos subiendo contigo, tomando parte en tu destino. Queremos dejar a nuestro paso, semillas de tu Evangelio. Alienta nuestra marcha, anima nuestro peregrinar, Señor. Caminamos contigo hacia la Casa del Padre, abierta a todos. Caminamos en espera de la vida eterna que nos aguarda. Llevamos en el corazón la verdad de un más allá cercano, y nuestro cansancio encuentra reposo en ti. 196 Relectura de Salmos Bíblicos Desead la paz a Jerusalén: vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, en tus palacios seguridad. Queremos sembrar la paz a lo largo del camino. Que germine la paz como fruto de la justicia en nuestra tierra. Que nuestras manos se abran al dolor de quienes tienen roto el corazón. Que dejemos en el camino el pan y la sal como señal de testigos. Por mis hermanos y compañeros voy a decir: la paz contigo. Por la casa del Señor nuestro Dios, te deseo todo bien. La paz tú que La paz tú que La paz tú que La paz tú que La paz contigo, hermana, hermano, vives bajo el techo de las estrellas. contigo, hermana, hermano, no tienes una tierra para tus manos. contigo, hermana, hermano, no sabes del calor de un hogar. contigo hermana, hermano, lloras en silencio y sueñas con pan. contigo… (se puede participar) Por mis hermanos y compañeros voy a decir: la paz contigo. Por la casa del Señor nuestro Dios, te deseo todo bien. Danos tu paz, hermana, hermano, tú que tienes un corazón de pobre verdadero. Danos tu paz, hermana, hermano, tú que tienes corazón limpio y transparente. Danos tu paz, hermana, hermano, tú que eres de corazón manso y humilde. Danos tu paz, hermana, hermano, tú que vives la compasión y la justicia. 197 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza En unión, como Pueblo de Dios, te deseamos, hermana, hermano, todo bien. Te deseamos la libertad que no tienes, y nos comprometemos contigo, por tu dignidad de hija, de hijo, en la causa de la justicia y de la paz. Salmo 121 – Viene el Señor a mi casa ¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa del Señor! Ya están pisando nuestro pies tus umbrales, Jerusalén. Vamos todos a la Casa del Señor. No es una casa de piedras, construida por manos humanas. Tu Casa, Señor, no necesita bellezas, ni piedras preciosas. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. La casa del Señor es viva. Construida por el Espíritu. Vamos a la Casa del Señor, comunidad unida, fundamentada en la fe, aglutinada en la fuerza del amor. Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor, en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. En Ti están los tribunales de justicia, para defender los derechos del pobre. En Ti están las fuentes de la gracia, y el manantial de la alegría. Desead la paz a Jerusalén: 198 Relectura de Salmos Bíblicos Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios. Deseo la paz al mundo entero. A todos los pueblos. Deseo la paz a los corazones afligidos Deseo la paz a todos los hombres y mujeres de nuestro mundo. Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: la paz contigo. Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien. Allí están mis hermanas y hermanos, quienes acompañan mi camino, mi estímulo y mi refugio. En unión trabajamos y descansamos, y celebramos el nombre del Señor. Qué alegría cuando me dijeron: viene el Señor a mi casa. Mi casa es pobre y pequeña, pero: viene el Señor a mi casa. Mi casa es fría y oscura, pero: viene el Señor a mi casa. Mi casa es fea y antigua, pero: viene el Señor a mi casa. Él sabe que no soy digno, que no soy digna, pero… viene el Señor a mi casa. ¡Ven Señor, yo quiero abrirte todas las puertas de mi ser! Salmo 122 – A Ti levanto mis ojos Hoy mis ojos, rezan y se vuelven hacia Ti, porque quieren hablar contigo. En la rutina del día a díaveo gente, tráfico, edificios, mil imágenes… Al único que no veo es a Ti. También mis ojos hablan a veces cuando hablo con la gente, y me traicionan. 199 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Pero los ojos también hablan en silencio, eficacia. con ternura y Hoy mis ojos se vuelven hacia Ti, Señor, y rezan sin palabras, sin peticiones, sin cantos. Tú sabes leer y entender su mensaje. Pon en mis ojos una mirada de fe, de entrega, de confianza y amor. Enséñame, a mirar hacia arriba, donde estás Tú, acogiendo mi oración. Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores, así están nuestros ojos en el Señor, esperando su misericordia. Salmo 123 – El sentido de la Historia Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte -que lo diga Israel-, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros. Si Jesús no hubiera estado en nuestro horizonte la historia tendría un sentido distinto. Por tu causa, Señor, el mundo mantiene la esperanza y las personas pobres son bienaventuradas. Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes. Si Jesús no hubiera estado en nuestro horizonte 200 Relectura de Salmos Bíblicos las masacres impunes de cada día doblarían el odio en los corazones y la sangre anegaría, aún más, la Tierra. Bendito el Señor, que no nos entregó en presa a sus dientes; hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió y escapamos. La presencia del Señor nos da coraje para bendecir el bien y distinguir el mal. Es aliento fresco en la mañana, lucidez y cordura en la encrucijada. Su presencia es… (se puede participar) Nuestro auxilio es el Nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra. El Señor de la vida ha prendido el alma de sus hijas e hijos. Y el Espíritu de Dios aletea entre los corazones. Salmo 123 – La Patria de la libertad Si Tú no hubieras estado de mi parte, me habría devorado la realidad. Si yo no hubiera estado bajo la acción de tu amorosa Gracia, me habrían arrastrado las fuerzas del escepticismo. Tú has salvado nuestra vida de las trampas del Mal. Tú nos conduces a la Tierra de la Libertad. ¡Bendito seas, Amor, que no permites 201 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza que el cansancio de la vida me despedace! He escapado de las redes del desamor. Por tu Gracia he podido escapar del escepticismo y la desesperanza. Tú has salvado nuestra vida de las trampas del Mal. Tú nos conduces a la Tierra de la Libertad. Mi Auxilio eres Tú, Mi Cuidador eres Tú, Mi Libre Libertad eres Tú. Mi… eres Tú (participamos) Tú has salvado nuestra vida de las trampas del Mal. Tú nos conduces a la Tierra de la Libertad. Salmo 125 – Has estado grande con nosotros Dios ha estado grande con nosotros. Dios es grande. Dios es grande en su misericordia. Nunca abandona a sus hijos. También sufre nuestro cautiverio. Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar. Puedes soñar y soñar porque la misericordia de Dios no termina. Sueña con un mundo limpio, con personas libres, con una sociedad solidaria. Sueña con la paz, soltando sus palomas cada mañana. Sueña con la verdad, resplandeciendo como el sol a medio día. Sueña con la justicia, repartiendo su riqueza cada tarde. Sueña con el amor, gastado después de tanta entrega, recuperando energía por la noche. La boca se nos llenaba de risas, 202 Relectura de Salmos Bíblicos la lengua de cantares. No dejes de sonreír. Somos hijos de la alegría, hijos de las bienaventuranzas. No dejes de cantar ¡aleluya! La salvación es la victoria del amor de nuestro Dios. Que el Señor cambie nuestra suerte! Cambió nuestro sufrimiento en sacramento, nuestras lágrimas en gracias, nuestras penas en cantares, nuestras muertes en pascuas. Fue Jesús, el Dios que vino a salvarnos, quien se empeñó a fondo por nosotros. Se empeñó hasta la muerte. ¡Un amor sin fin! Salmo 126 – Experiencia de gratuidad Si Tú, Señor, no construyes nuestra casa, en vano nos esforzamos en ponerla en pie. Si Tú, Señor, no guardas nuestra ciudad, en vano se esfuerzan los que la vigilan. Construye, Señor, nuestra casa: afírmala en la verdad. Construye, Señor, nuestra casa: levántala sobre el amor. Construye, Señor, nuestra casa: ponla en pie sobre la fe. Construye, Señor, nuestra casa: cimiéntala en la esperanza. Guarda nuestra ciudad: libéranos del egoísmo y el orgullo. Guarda nuestra ciudad: sálvanos del pecado de la indiferencia. Guarda nuestra ciudad: rescátanos de la mentira disfrazada. Guarda nuestra ciudad: libéranos del mundo de las injusticias. Construye… Guarda… (se puede participar) 203 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Queremos madrugar, Señor, para gastar la vida en tu servicio, para ayudar a ponerse en pie a quien está caído, para comprometernos con los que sufren, para construir un mundo nuevo. Danos a entender Señor, que Tú lo das todo y lo pides todo. Danos a entender, Señor, que todo es gracia, y todo exige esfuerzo. Danos a entender Señor, que tu amor es siempre grande, sin medida. Danos a entender Señor, que somos “siervos inútiles”. Tú has llenado nuestras vidas con tus dones y riquezas. Nos has engrandecido, porque eres bueno. Somos Somos Somos Somos hijas hijas hijas hijas e e e e hijos nacidos de la fuerza de tu Espíritu. hijos capaces de construir un mundo nuevo. hijos, abiertos a nuevas formas de vida. hijos deseosos de construir tu reino. Llena nuestra aljaba de tu amor. Ayúdanos a descubrir que hay más gozo en dar que en recibir. Danos un corazón libre, capaz de caminar “ligero de equipaje”. Salmo 126 – La obra latente de Dios Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas. Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde, que comáis el pan de vuestros sudores. ¡Dios lo da a sus amigos, mientras duermen! 204 Relectura de Salmos Bíblicos Cuando vigilamos, trabajamos y madrugamos, desde nuestro voluntarismo pretensioso, estamos estorbando tu obra, Señor. Hay que aprender a vivir confiadamente en tu hacer misterioso, siempre a nuestro favor. Hay que aprender ese fondo vital de nuestra pasividad confiada. Hay que aprender ese amor gratuito, que es el tuyo, Señor mío. Sólo el amor, nacido de la fe, es capaz de “aceptar” desde lo absurdo de la realidad, tu bien hacer a favor nuestro. La herencia que da el Señor son los hijos, su salario, el fruto del vientre: Son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso quien llena con ellas su aljaba. No quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza. Cuando contemplo tu amor incondicional, Señor mío, cambia mi corazón y se enciende en tu amor. La fecundidad propia de tu Reino, se desarrolla en lo oculto, como el dinamismo de la vida que crece en lo profundo. Las hojas se ven, los frutos se comen, pero sin la savia interior, vida latente y pujante, la hoja no sería hoja, y el fruto no existiría. Tu don, Señor, es más grande que nuestra conciencia y trabaja a niveles que no podemos controlar. Y a la vez, tu obrar en nosotros es nuestro, como los hijos de la juventud, como las flechas disparadas por el arquero. Tú, Señor, velas, y nosotros dormimos. Nosotros velamos, y Tú haces. Salmo 127 – Fecundidad 205 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Dichoso, dichosa tú, que te has entusiasmado por Cristo, y tienes por nombre su Evangelio. Sabes que Jesús, es tu Camino, tu Verdad, tu Vida. Deseas ser sal de la tierra, ciudad sobre el monte, luz en el mundo. Dichoso, dichosa tú, que sabes descargar en Él lo que te resulta pesado. Dichoso, dichosa tú, que todo lo compartes, tú que vives con un corazón reconciliado, tú que eres portador, portadora de paz, tú que te dejas fascinar por los detalles de Dios. Dichoso, dichosa tú, que sabes amar y sabes crear unidad. Vivirás el gozo de sentirte amada, de sentirte amado. Tu fatiga de cada día, tu lucha y tu trabajo, tu vida en familia, tu compromiso con las demás personas, tu presencia viva en la comunidad creyente… Todo será bueno a los ojos de Dios. A lo largo de la vida, gozarás del amor que el Señor te tiene, gozarás del amor de tus hermanas y hermanos. ¡Que la mirada de Dios, te siga siempre de cerca! ¡Que veas llegar y extenderse por el mundo, la paz y la justicia, la alegría y el amor! Y que la siembra de tu mano fiel, fructifique de generación en generación. Salmo 127 – La bendición de Dios 206 Relectura de Salmos Bíblicos Dios bendice con el amor. Cuando el hombre y la mujer se miran asombrados, cuando se entregan generosos para siempre, han sido contagiados y encendidos en la hoguera de Dios. Dios bendice con la alegría. El gozo de compartir la presencia amada, alivio para todas las tristezas, dicha inefable que viene de muy dentro, de muy lejos, hontanar de Dios. Dios bendice con la paz. Fíjate siempre en el lado positivo y bueno de los otros, valora más lo que une, olvida los olvidos y los roces, sé artífice de la paz, regalo de Dios. Dios bendice con la vida. Cada niño que nace, aunque llore, es sonrisa de Dios. Y la capacidad creadora, la inspiración y la chispa genial, son un soplo de Dios. Dios bendice con la unión. Olvidar el tú y el yo, decir nosotros, fundir alegrías y esperanzas, compartir los trabajos y las penas, respetar las diferencias que enriquecen los encuentros, hacer de muchos un solo corazón, en sintonía con el corazón de Dios. Esa es la familia nacida del amor, vestida de alegría, sembradora de la paz, cultivadora de vida, forjadora de unidad, una bendición de Dios. Salmo 129 – Escucha nuestra oración Desde lo hondo de la humanidad doliente, a Ti grito, Señor. Escucha nuestra oración. Desde lo hondo de mi propio corazón, a Ti grito, Señor. Escucha nuestra oración. 207 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Desde lo hondo de todos los violentos del mundo a Ti grito, Señor. Escucha nuestra oración. Desde lo hondo de todas las injusticias del mundo, a Ti grito, Señor. Escucha nuestra oración. Desde lo hondo de… (se puede participar) a Ti grito, Señor. Escucha nuestra oración. Si Si Si Si no no no no De De De De De Ti Ti Ti Ti Ti fueras fueras fueras fueras perdonador, ¿quién podría resistir? bondadoso, ¿quién podría resistir? justicia, ¿quién podría resistir? misericordia, ¿quién podría resistir? procede el perdón. procede la justicia. procede la bondad. procede el amor. procede la paz. Y por eso, esperamos en Ti. Muchos de nuestra humanidad, mi alma, mi ser, espera en Ti como el centinela espera la aurora: esperamos en Ti, Señor. Como la noche desvela el día: esperamos en Ti, Señor. Como la luz disipa las tinieblas: esperamos en Ti, Señor. En Ti hay redención abundante para nuestro mundo. En Ti hay sentido. En Ti hay luz. Y nos quedamos aguardando hoy tu misericordia. Amén. Salmo 129 – Los gritos de la humanidad Desde lo hondo a ti grito, Señor. Señor, escucha mi voz, 208 Relectura de Salmos Bíblicos estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. ¿Llegan hasta Ti, Señor, los gritos de los hombres y mujeres?, ¿o se pierden, tal vez entre las nubes? ¿No se te parte el corazón si los escuchas? Te grita la sangre de todos los justos que fueron y son injustamente asesinados... el grito de la guerra, el terror y la tortura... Te grita el dolor de aquella enfermedad insoportable... la desesperación, la locura y el suicidio... Mi alma espera en el Señor como el centinela la aurora. Aguarda Israel al Señor como el centinela la aurora. Espera en Ti la queja sorda de cuantos sufren la desgracia: el llanto del hambriento, el indefenso y oprimido que ya no tienen voz, sólo lágrimas y hambre, que ya no esperan nada de los hombres, pero que han puesto en ti su confianza y su justicia, porque esperan en Ti como el centinela la aurora. ¿Llegan a ti, Señor, sus gritos y sus esperanzas? Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de Ti procede el perdón, y así infundes respeto. Desde lo hondo a Ti gritan, Señor, todos los hombres y mujeres. Desde lo más profundo de su herida o de su rabia. Pero el grito también es oración: a veces, pidiendo explicaciones y respuestas, pero en el fondo, oración dolorida y confiada. Porque del Señor viene la misericordia Y la redención copiosa, y él redimirá a Israel de todos sus delitos. Sí. Tú haces tuyos nuestros gritos. Tú gritas con nosotros: esa es tu respuesta. Tú gritas el pecado y el dolor del mundo. 209 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Lo gritaste bien alto desde la cruz terrible. Gritaste el abandono que asfixiaba. Te hiciste grito humano: ¿Por qué, Dios mío, por qué? Te hiciste también grito divino: ¿Por qué, hijos de Dios, por qué? Mi alma espera en el Señor, mi alma espera en su Palabra. Mi alma aguarda al Señor, porque en Él está la salvación. Tu respuesta es redención copiosa. ¡De Ti viene la misericordia! Al fin, será el triunfo de la gracia y la misericordia, porque Tú, gritando nuestro grito, divinizaste todos los gritos en tu misericordia. Al fin, será el triunfo de la gracia y la misericordia, porque nuestra historia ha sido atravesada por ese grito humano y divino, que se hace justicia y redención copiosa para todos. Salmo 130 – Mi corazón no es ambicioso Señor, mi corazón no es engreído ni mis ojos altaneros: no he tomado un camino de grandezas ni de prodigios que me superaran. Al contrario, en tranquilidad y en silencio he mantenido mi alma, como un niño saciado que se aprieta a su madre; mi alma en mí nada reclama. ¡Que todas las gentes cuenten con el Señor, desde ahora y para siempre! 210 Relectura de Salmos Bíblicos Voy a dejar que mi corazón adquiera su verdad más honda al calor de tu Corazón, Dios mío. Soy responsable de mi vida, pero voy comprendiendo que la última palabra no pertenece a mi libertad, sino a mi pobreza confiada. ¡Enséñamelo Señor, pausada y constantemente! En En En En En En En el recorrido del seno materno al yo. ese abrirme del yo al mundo y toda su realidad. ese paso del mundo, a los ideales. ese trascender los ideales para buscar un proyecto. ese salto del proyecto a la humilde realidad. ese constatar en la realidad, la limitación. ese aceptar la limitación en verdadera pobreza. No dejes de enseñarnos, Dios nuestro, el secreto profundo de vivir Tú en nosotros y nosotros en Ti. Allí nada está perdido. Todo sigue intacto. Como en el rocío primero del paraíso. Descúbrenos, Dios nuestro, la profundidad de nuestro ser. Cuando no tenga ninguna ambición, tendré más ilusión que nunca. Consciente de lo que la realidad da de sí, seguiré esperando lo imposible. Consciente del presente, estaré creando futuro. Descúbrenos Dios nuestro, la infancia evangélica. Nace en la prueba, si nos fiamos de Ti. Está marcada por el despojo, cuando nada se quiere retener, ni controlar. Tiene una paz inalterable. Descúbrenos Dios nuestro, la infancia evangélica. 211 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 130 – Como un niño en el regazo Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros, no pretendo grandezas que superan mi capacidad, sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre. Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre. Mi corazón se abre a Ti, dueño de los abismos insondables, pues sólo con el corazón puedo alcanzarte. No pretendo otra sabiduría que la de saberte grabado en mis entrañas. Acallo y modero todos mis deseos para que el deseo de Ti se adueñe plenamente de mi ser. Mi confianza es la del niño indefenso, que se abandona plácidamente en brazos de su madre. De Ti me recibo cada instante, criatura de tu amor. Instrumento eficaz de tu ternura para con mis hermanos y hermanas. Dichoso quien cultivó su corazón como sede del encuentro con su desnuda verdad de criatura, como abrazo firme con su Creador, que lo levanta por encima de todas sus mediocridades. ¡Dichoso el pueblo que hizo de su debilidad su más viva necesidad de entrega al Absoluto! Sus raíces se ramificarán en el futuro, jugosas por la amistad del Dios que todo lo hace nuevo. Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre. Salmo 131 – Aquí viviré, porque lo deseo No descansaré hasta que encuentre 212 Relectura de Salmos Bíblicos un lugar para el Señor, una morada para el fuerte de Jacob. Con todas las personas que buscan en nuestro mundo una morada para Dios, decimos: Levántate, Señor, ven a tu Morada. Ven a tu Casa con tu amor y tu fuerza. Haz gracia a tus siervas, porque tú has deseado vivir entre nosotras. Tú has dicho: Esta es mi mansión por siempre, aquí viviré porque la deseo. ¡Bendícenos! Somos pobres. ¡Sácianos! No tenemos fuerzas. ¡Vístenos con traje de hijas y te aclamaremos con alegría! Mora entre nosotras, para que podamos vivir en Ti. Dios, amigo de la humanidad, caminamos confiadamente porque un día veremos un cielo nuevo y una tierra nueva. Caminamos mientras escuchamos tu Voz que susurra en nuestro mundo. Tú eres nuestro Dios y nosotras, con toda la humanidad, tu morada. Bendeciré vuestras provisiones, os saciaré del Pan y el Vino de la Vida. Haré germinar en vosotras el Vigor de Jesús. Entre vosotras brillará mi bendición. Tu Tu Tu Tu Promesa no se dejará de cumplir. Vigor renovará nuestras fuerzas. Luz alumbrará en la noche de la historia. Promesa… tu Vigor… tu Luz… (se puede participar) Te alabamos porque eres Fiel a tus Promesas. Te bendecimos porque renuevas nuestras fuerzas. Te damos gracias por la Nueva Luz que enciendes en nuestros corazones. 213 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 132 – Fecundidad de la fraternidad Ved, qué dulzura, que delicia, convivir los hermanos unidos. Es ungüento precioso en la cabeza, que va bajando por la barba, que baja por la barba de Aarón hasta la franja de su ornamento. Es rocío del Hermón que va bajando, sobre el monte Sión. Porque allí manda el Señor la bendición: la vida para siempre. ¡Mirad cuanta fecundidad y alegría en la amorosa unión de los hermanos…! Es el agua más reconfortante para los caminantes fatigados. Es el fuego más vivificador para los peregrinos de la noche. Es el perfume condensado de todos los campos y selvas florecidas. Es el fruto más maduro del árbol del Espíritu. Es la plegaria con más fuerza para golpear el silencio de Dios. Es… ¡Dios mismo! hecho cercanía, vida, canción! Es… (se puede participar) ¡Mirad que bendición de bendiciones la unión en paz de los hermanos! Salmo 132 – La bendición de la fraternidad 214 Relectura de Salmos Bíblicos Enséñanos, Señor, a descubrir qué bueno, qué grato a tus ojos, cómo nos hace felices, el convivir como hermanas y hermanos unidos. Es como un perfume valioso Es como un incienso de alabanza. Es como un milagro constante. Es como un tesoro escondido que todos buscamos. Es alegría en el corazón. Es dulzura en los labios. Es fuerza para vivir. Es… (se puede participar) Envía, Señor a nuestra comunidad, esta bendición. Agiliza nuestras manos, y mueve nuestro corazón, para que esta maravilla se fragüe en nuestras vidas. Amén. Salmo 134 – Tú eres nuestro Dios Alabad el nombre del Señor, alabadlo, siervos del Señor, que estáis en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios. El Señor se fijó en vosotros y os eligió, no porque fuerais más numerosos que los demás pueblos, pues sois el más pequeño de todos, sino por el amor que os tiene. Alabad al Señor porque es bueno, tañed para su nombre que es amable. Porque Él se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya. Yo sé que el Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses. El Señor todo lo que quiere lo hace, 215 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza en el cielo y en la tierra, en los mares y en los océanos. Señor, repaso mi vida, mi pequeña historia, y me quedo asombrada de la cantidad de gracias que has obrado en mi favor. Ha sido una hermosa historia, tejida por mil detalles de amor. Lo que yo sé de ti, lo he aprendido en tantos encuentros que he tenido contigo. A veces me he separado de ti buscando ser feliz en otras partes. Pero cada vez que he vuelto de nuevo a ti, me has abrazado con toda tu ternura. ¡Qué grande has sido conmigo perdonándome! ¡y qué grande acogiéndome, comprendiéndome, amándome siempre! ¡Gracias, Señor! Señor, tu nombre es eterno, Señor, tu recuerdo de edad en edad. Porque el Señor gobierna a su pueblo y se compadece de nosotros. Casa de Israel, bendice al Señor, casa de Aarón, bendice al Señor, casa de Leví, bendice al Señor, fieles del Señor, bendecid al Señor. Señor, te gusta la oración que te hacemos en comunidad. Nos queremos unir a la oración de tantos miles de hombres y mujeres en el mundo, que elevan sus manos para alabarte y bendecirte. Nuestra oración llegará hasta ti desde donde sale el sol hasta su ocaso. Que no haya en el mundo ni una boca que no te alabe, ni una garganta que no te cante, ni un corazón que no te ame. Te bendigo… (se puede participar) ¡Bendito sea el Señor, que habita en el universo! 216 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 135 – ¡Es eterno su Amor! Bendecid al Señor conmigo, porque su Amor no tiene fin. Él creó un mundo bueno y maravilloso y lo puso en nuestras manos para que viviésemos como hermanos, porque su Amor no tiene fin. A pesar de nuestras desobediencias, buscó siempre nuestra amistad, porque su Amor no tiene fin. Hizo de nuestra historia una Historia de Salvación, renovando continuamente su Alianza de Amor, porque su Amor no tiene fin. Y envió a este mundo a Jesús, que se hizo uno de nosotros menos en lo que nos deshumaniza: el pecado y la falta de amor, porque su Amor no tiene fin. Su Palabra fue buena noticia, sus obras salvación, su amor entrega, su vida amistad, su muerte resurrección, porque su Amor no tiene fin. Y desde entonces somos nuevo pueblo de sacerdotes, profetas y reyes, y su Alianza es nueva y eterna, porque su Amor no tiene fin. Bendecid al Señor conmigo, que quiso incorporarme a su historia y me dio la vida en el amor de mis padres, porque su Amor no tiene fin. Me dio vida nueva haciéndome hijo en su Hijo, y hermano de todos los hombres y mujeres, 217 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza porque su Amor no tiene fin. Siempre me condujo por caminos rectos, haciéndome notar su amorosa cercanía, porque su Amor no tiene fin. Sin mérito de mi parte y a pesar de mis incapacidades, me eligió para que el amor de mi vida fuera Jesús y sus intereses, porque su Amor no tiene fin. Siempre fue Fiel conmigo, aunque nací en pecado y muchas veces me encierro en mí mismo, porque su Amor no tiene fin. Sus dones, sencillos pero constantes, abandonan, porque su Amor no tiene fin. nunca me Bendecid al Señor conmigo, porque su fidelidad conmigo no ha tenido quiebra, y ahora reconozco todos sus constantes dones, porque su Amor no tiene fin. A pesar de verme pequeño y débil, sigo aceptando con entusiasmo la llamada constante que de mi Padre recibo, porque su Amor no tiene fin. Quiero avivar mi ilusión por seguir estrenando cada día la misión que recibí, porque su Amor no tiene fin. Tengo certeza de que el don del Señor no faltará, porque su Amor no tiene fin. … (se puede participar) porque su Amor no tiene fin. 218 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 136 – Que no me olvide de ti, Jerusalén Jerusalén, ciudad de paz: las experiencias familiares, los encuentros amistosos, los hermanos reconciliados, la comunidad auténtica, la asociación solidaria, la vuelta a casa, el trabajo en equipo, la alegría o el dolor en comunión. Todo es Jerusalén. No me olvidaré de Jerusalén, de vosotros, familiares y amigos, aunque viva en Babilonia, en el destierro y la rivalidad, en el estrés y la diversión. No me olvidaré. Añoro vuestro encuentro. Jerusalén, ciudad de Dios: el silencio y la palabra, el canto y el pan partido, el amor samaritano, el encuentro en torno a Cristo, la lucha por la justicia, la común-unión frecuente, la alegría del Espíritu… Todo es Jerusalén. No me olvidaré, son experiencias que perduran. Y aunque viva en Babilonia, la ciudad de las grandes torres y rascacielos, la ciudad del orgullo y de la técnica, de los mercados y ordenadores, ciudad de la que Dios está ausente, No me olvidaré de Jerusalén. Todos mis deseos para ti, oh Dios. Y te buscaré en las avenidas y jardines, 219 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza y en los teatros y en las bibliotecas, en las residencias y hospitales… en… (se puede participar) me saciaré de tu presencia. Jerusalén está aún en construcción, algún día la veremos perfecta, y bajará del cielo “engalanada como una novia” (Apoc. 21) Salmo 136 – Si me olvido Que se me pegue la lengua al paladar, Señor, si me olvido de mis hermanos y hermanas, que viven en la miseria, agotados y despojados. Sin esperanza. ¿Quién puede olvidar la mirada de tantos niños y niñas tristes? Que se me oscurezca la niña de mis ojos, si olvido esas miradas suplicantes. ¿Quién puede olvidar tantas muertes que tienen lugar en la injusticia y en el sinsentido? Que caiga en amnesia profunda, desgracias y sufrimientos. si olvido esas ¿Quién puede olvidar a tantos hermanos y hermanas despreciados, extranjeros, recluidos, ancianos, enfermos, deficientes, no queridos…? Que se me paralicen mis piernas si no acudo a visitarlos. ¿Quién puede olvidar a los que pasan hambre, mientras vivimos en países de abundancia? 220 Relectura de Salmos Bíblicos Que todo mi ser, Señor, sienta vergüenza y sea capaz de hacer gestos de entrega solidaria a los demás. Salmo 137 – ¡Yo completaré mi obra en ti! Necesito agradecerte, Dios de mi vida, reconocer que me vives, y publicarlo, bendecirte con TODO mi ser: con mi corazón, que late a ritmo de amar, con mis labios que cantan amor, con mis oídos que escuchan amor, con mis ojos que contemplan amor, con mis manos que tocan amor, con mi gusto que saborea tu amor. ¡Con todo mi corazón! ¡Con todo lo que soy y tengo! ¡Necesito darte gracias por tu Amor! Ese Amor que me ama "más de lo que yo me puedo amar ni entiendo..." Ese Amor que supera todas mis expectativas. Ese Amor que siempre me ha arropado. Ese Amor que percibo Fiel, cercano a mí, que me escucha cuando le grito, que fortalece mi ánimo caído, que en medio de mi noche me conserva la vida, que despliega sobre mí su manto protector y me cuida, que me pone a salvo con su fuerza suave y salvadora, que siendo tan grande se ha fijado en mí, tan pequeña… ¡Y sé que le gusto! ¡Y sé que disfruta conmigo! Es todo un entramado de Amor gratuito y libre, que hoy despierta mi oído para escuchar: 221 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ¡RECUERDA! Soy Yo quien está completando mi Obra en ti. Es mi Obra. La Obra de mis manos. Es mi Obra la que Yo estoy realizando, sin que tú sepas cómo, en medio de tu tiempo humano. Y soy Yo quien ha querido contar contigo y educar tus entrañas y tu corazón para recibir y entregar AMOR. Soy Yo quien te ha inspirado cada pensamiento, cada idea, cada palabra, cada expresión... Soy Yo quien estaba detrás de cada búsqueda, de cada intento, de cada logro o cada dificultad. Soy Yo quien estaba empeñado en revestir de palabras nuevas el Tesoro de siempre. He sido Yo quien cuidadosamente he trabajado el interior de cada una, y he esperado, y seguiré esperando el tiempo suficiente. Porque mi Amor por ti y por cada una, es eterno. Y no quiero abandonar la Obra de mis manos, porque la quiero, porque la cuido, porque LA AMO". ¡Necesito agradecerte, Dios de mi vida! ¡Con todo mi corazón! ¡Con todo lo que soy y tengo! ¡Necesito darte gracias por tu Amor! Salmo 137 – Te doy gracias de todo corazón Te doy gracias, Señor, de todo corazón, por tu misericordia y tu fidelidad, porque tu promesa supera a tu fama. Me hablaron de Ti, Dios mío, me dijeron que eres digno de confianza, y no has defraudado mi esperanza, colmada de tus dones. Te doy gracias, Señor de todo corazón, 222 Relectura de Salmos Bíblicos porque al cabo de los años, Tú has desbordado mis deseos, Dios desconcertante y fiel. Ha sido necesario un largo camino, pasar por momentos de oscuridad, creer en el amor, a pesar de todo, para recoger ahora sus frutos. No los cambiaré por nada, los celebraré con mis hermanas y hermanos en la fe, en la Eucaristía de la Iglesia, alabando tu nombre, Dios de mi historia. El Señor es grande, se ha fijado en mi pequeñez y ha desbaratado mi orgullo. Frutos de ternura en mi corazón, más fuerte que todos los golpes de la vida, frutos de agradecimiento y humildad, capaces de humillar la inteligencia de los poderosos. ¿Cómo lo has hecho, Dios mío? No sé, ni me importa. Mi corazón exulta; que todas tus criaturas canten, Señor, tu magnificencia y tu gloria. Sólo sé que el Señor completará sus favores conmigo. Tu misericordia es eterna, Padre, y no abandonas la obra de tus manos. Salmo 138 – ¡Me conoces! 223 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Señor, hoy examinas mi corazón, lo conoces a fondo. Hoy sabes lo que yo siento. Y conoces a fondo lo que pienso. Hoy sabes, cómo me he levantado. Cómo y cuándo me siento, me canso, me desconcierto, y por qué me pasa eso que me pasa. Indiscutiblemente, eres más yo, que yo misma. Sabes lo que digo, y lo que no debería decir. Sabes cómo lo digo, y cómo me equivoco diciéndolo así. Sabes los pensamientos y los sentimientos que determinan las palabras de mi boca. Indiscutiblemente, eres más yo, que yo misma. Me abrazas, y tu abrazo es paz. Es aceptación de la realidad. Es unión con la vida, tal y como es. Todo tu misterioso hacer en el silencio, es sorpresa absoluta para mí. ¿Cómo huir de tu presencia? Es imposible. En el mar, en los montes, en los océanos, en el trabajo del cada día... allí te presentas. Allí estás presente. Es imposible. En la tiniebla, en el dolor, en el pecado… allí estás Tú, misteriosamente presente. Tú me has hecho. Me tejiste en el seno de mi madre. Te doy gracias, Señor, bien sabe mi alma lo admirablemente que te portas conmigo. Tus ojos me miran. Ven mis acciones, una por una. Pero no intimidan, no acobardan. Dan fuerza, cariño, vigor. No me importa que examines mi corazón. No me hace daño. Me hace bien. Fíjate , Señor, y si voy por mal camino, endereza mis planes. Salmo 138 – ¡Me conoces por dentro! Señor, tú me sondeas y me conoces. 224 Relectura de Salmos Bíblicos Tú me conoces tanto como a Ti mismo. Tú me conoces por dentro. Tú has hecho mi corazón. Tú me has capacitado para Ti mismo. Tú me has llamado por mi nombre. Tú has puesto en mi corazón buenos sentimientos. Tú has dado luz a mis ojos. Tú has tomado mis manos y me guías. Tú sabes mis pensamientos. Tú conduces mi ser. Tú cuidas de mí, noche y día. Tú sabes mi pequeñez. Tú conoces mi pecado, y me quieres. Tú sabes mis defectos, y me quieres. Tú conoces mis límites, y me quieres. Tú me llenas de alegría. Tú serenas mi corazón. Tú unificas mi vida. Tú guardas mi ser. Tú me pacificas. Tú… (se puede participar) Gracias, Señor, porque me sondeas y me conoces por dentro. Salmo 138 – Tú me sondeas y me conoces Señor, Dios mío, Tú me sondeas y me conoces. ¿Qué sé yo de mi propio ser? Tanto ir y venir, escalar los cielos y bajar al abismo, tanto interpretar la vida y saborearla ansiosamente, tanto cazar sueños y buscar la verdad oculta, tanto investigar sobre las cosas, tanto tener hambre de Ti y buscarte apasionadamente, tanto sentir el peso de mi egocentrismo torpemente feroz… Tú me sondeas y me conoces. 225 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Aquí tienes mi corazón, Dios mío. ¿Cómo entregártelo gozosamente, como un niño, con la dulce sensación de quien, por fin, descansa? Mi corazón está en tus manos, temblando como un pajarillo. Trátalo bien, Señor, con la ternura infinita de tu mirada, pues sólo Tú puedes atraer y liberar. Sólo Tú puedes apaciguar mis deseos e infundirme fuego de amor eterno. Tú me sondeas y me conoces Tú, que sondeas el corazón y las entrañas, tú lo renuevas todo en un instante… Aquí estoy, Señor, Dios mío, aquí estoy. Salmo 141 – El latido de tu Presencia Con corazón sencillo, he buscado, Señor, a mis hermanas y hermanos, y he descubierto lo difícil que resulta el encuentro… Muchos, me ofrecen bienestar, confort, felicidad, placer, sentirme joven, libertad… Y todo esto cae sobre mí como una amenaza hecha colores y luces, que me aplasta. Desde mi angustia, te llamo a gritos. Solo tú, puedes romper los barrotes de esta esclavitud. Solo tú, puedes conducirme al desierto de mi intimidad y gustar el calor de tu presencia y fidelidad. Y desde ti, brotará mi fe: en el amor, en la vida, en el mundo, en mis hermanos, en Ti. Porque en lo profundo de todo ser humano, se esconde siempre, sorprendentemente, el latido de tu Presencia sanadora. Gracias por tu fidelidad siempre nueva y cercana. 226 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 141 – Súplica A voz en grito clamo al Señor, a voz en grito suplico al Señor; desahogo ante Él mis afanes, expongo ante Él mi angustia, mientras me va faltando el aliento. Te invocamos, Señor, acude en nuestra ayuda. Venda nuestras heridas, pues te necesitamos. Pero tú conoces mis senderos, y que en el camino por donde avanzo me han escondido una trampa. Mira a la derecha, fíjate: nadie me hace caso; no tengo a dónde huir, nadie mira por mi vida. Cuida, Señor, nuestra claridad de juicio, y tamiza cada una de nuestras palabras. Si oramos, y dañamos a una sola persona, somos como sepulcros blanqueados. A ti grito, Señor; te digo: Tú eres mi refugio y mi lote en el país de la vida. Atiende a mis clamores, que estoy agotado; líbrame de mis perseguidores, que son más fuertes que yo. Que no nos deslumbren, Señor, las luces del triunfo. Que nuestro trabajo sirva a la comunidad y no nos reservemos en la lucha contra la marginación. Sácame de la prisión, y daré gracias a tu nombre: me rodearán los justos cuando me devuelvas tu favor. Tú eres, Señor, el norte. Refuerza la huella de nuestros pasos. 227 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Fortalece nuestra voluntad y templa nuestro ánimo. Refuerza… fortalece… (se puede participar) Salmo 142 – Escucha mis cansancios Escucha, Señor, nuestra oración, atiende nuestra súplica. Tú conoces y comprendes nuestros sufrimientos. Muchas veces dudamos, Señor, de que tanto esfuerzo sirva para algo. Y nos sentamos al borde del camino bajo el peso del cansancio. También nos desmoralizamos y nos quedamos sin aliento, como si cada tarea dependiese sólo de nuestras propias fuerzas. Miramos hacia tiempos pasados, y pensamos que todo fue mejor. Valoramos poco la realidad del mundo en que vivimos. Y nos cansa… (podemos participar) Líbranos, Señor, del cansancio, y ayúdanos a ver con ilusión lo que vivimos, como escuela en la que se afirma nuestra fidelidad a ti y a tu Evangelio. Acompáñanos en el camino. Que tu Espíritu de bondad, nos guíe hacia la Tierra que nos prometes: Tierra de Libertad, de Justicia y de Paz. Salmo 142 – Dame tu Luz, dame tu Gozo 228 Relectura de Salmos Bíblicos Escucha, oh Dios, mi lamento. Respóndeme con la claridad de tu presencia. Desde mi situación a tientas, Tú eres la antorcha de mi única esperanza. Mírame bajo el peso de mi oscuridad. Recuerdo los días felices, sin dudas, sin dificultades… Ahora, el peso de mi oscuridad es grande. Mírame. Sólo me quedas Tú, como horizonte de claridad, llamándome en la noche hacia tu encuentro. Afianza mis ojos, para reconocerte en el misterio profundo de cada criatura. Da luz a mi existencia, para que contemple tu amor en mí. Enciende mis caminos interiores en el mediodía de tu ternura. Y que aprenda a alabarte en todo lo que no llego a ver o a comprender. Tú que eres la simplicidad infinita, ciega la raíz de mis tinieblas y el amor desordenado de mí mismo. Que mi canto de victoria sea el reconocimiento de que en tus manos florece toda vida y tu luz nos hace ver la luz. Cada mañana estrenaré el asombro de mi mirada, para contemplar la realidad y el encanto de tu luz. Cada mañana me aferraré a tu voluntad hasta encontrar allí el sentido profundo de todo lo que vivo Por tu gracia, que es trasfondo de cuanto vivo, dame tu luz. Porque eres el vidente de todos los videntes, ¡abre tus ojos en mi corazón! Porque eres fuente de verdad inagotable, ¡dame el gozo de descubrirte presente en el paso fugaz de todas las criaturas! Y cura para siempre las tinieblas de nuestros ojos, enfermos de miradas posesiva. 229 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo 143 – ¡Bendito sea mi Roca! Bendito eres, Señor, nuestra Roca, porque adiestras las manos para el combate de la vida, y los dedos para hacer el bien. Eres mi bienhechor, mi alcázar, mi escudo, mi refugio, la fortaleza donde me amparo. Estando hechos una cosa Contigo, se nos ha de pegar fortaleza. ¿Qué somos para que te fijes en nosotros? Inconsistencia. Volubilidad. Inconsciencia. Superficialidad. Terquedad. Confusión. Un soplo. Un punto en el universo de la humanidad. Y nos quieres personalmente, Como si fuese tu hija única, hijo único. Te va la vida en amarme. Sí. Te fue la vida de tu auténtico Hijo, para salvarme. Líbranos hoy, Señor, de los impedimentos que atentan contra nuestra felicidad: De la mentira existencial, del orgullo secreto, de la comodidad reinante, del olvido de cuantos sufren, de vivir fuera de mí o en la prisión de mi egoísmo… Dios mío. Hoy te cantaremos un canto nuevo, 230 Relectura de Salmos Bíblicos con las cuerdas de nuestro vivir, de nuestro alabar, de nuestro compartir. Hoy aplaudiremos tu obrar en nosotros, en nosotras, en un amasijo de tu grandeza y de nuestra pequeñez. Salmo 144 – El Señor es misericordioso El Señor es clemente y misericordioso, Bueno y compasivo, maternal y entrañable. Paciente, muy paciente con todos, esperando, un día y otro y otro… perdonando, El Señor es clemente y misericordioso, lleno de pasión y de fuerza encendida, su cólera es liberadora y constructiva, no castiga, no destruye, es quemadura y aceite, es poder y debilidad, es exigencia y ternura. El Señor es clemente y misericordioso, mejor: es clemencia y misericordia, es compasión y corazón, es bondad infinita, ágape. No “tiene” caridad, es caridad… es amor, lo suyo es amar, solamente amar. El Señor es clemente y misericordioso, Vive en quien tiene misericordia. Donde hay misericordia, allí está el Misericordioso. El que vive la misericordia es como Dios. ¡Bienaventurados los misericordiosos! ¡Bendito sea Dios, misericordia! Salmo 144 – Día tras día te bendeciré Día tras día te bendeciré 231 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza y alabaré tu Nombre por siempre jamás. Grande es el Señor y merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. Nuestro Dios es grande, bendecimos su nombre desde la cima de los montes hasta más allá del mar y de la muerte. La huella de sus pasos anuncia el futuro. La fuerza del perdón cierra las heridas. Una generación pondera tus obras a la otra y le cuenta tus hazañas. Alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas. Muchas personas justas, crean, día a día, el mundo y promueven mil acciones de buena voluntad. Construyen el Reino de Dios, aquí, en la tierra, en el campo, en la ciudad, en la fábrica, en la universidad. El Señor es justo en todos sus caminos, bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. El eco de Jesús resuena hondo. Camina al lado de quien tropieza, y humaniza nuestras decisiones. Su ley habla de Amor. Hace siglos que buscamos el sentido del futuro, la llave de la felicidad, la clave de la esperanza. El Señor es el principio y el fin. Alabémosle con toda el alma. Resuene nuestra alegría en todos los lugares donde vivimos, y dure para siempre. Salmo 145 – El Señor hace justicia 232 Relectura de Salmos Bíblicos No pongo mi confianza en poderosos que hablan con palabras arrogantes, y suenan a vacío sus promesas. Yo pongo mi confianza en el Señor, que cumple sus promesas, mantiene su palabra eternamente y escucha complacido a los que gritan. Llamad, hijos de Dios, a vuestro Padre, los que tenéis el corazón herido. El vendará vuestros desgarros con el vino, el aceite, y un aliento de Espíritu de vida. Porque Dios está en el amor de todos los que le sirven, en las manos que curan y acarician, en el brazo que ayuda y que protege, en la boca que grita la justicia. Dios reina en todo el que combate por la verdad, la libertad, la paz. Dios está en el que siembra semillas de futuro, en el que sueña mundos nuevos abiertos al Espíritu de fuego. Es Jesús nuestra Paz, nuestra Justicia, es Jesús la razón de la esperanza, es Jesús nuestro amor y nuestra vida. Salmo 145 – Sálvanos de nuestros poderes Sálvanos, Señor, de nuestras debilidades y enfermedades. Sálvanos de nuestras seguridades, de nuestra autosuficiencia, de nuestra abundancia y riqueza, sálvanos de nuestros “poderes”. Creemos que somos lúcidas, pero somos personas ciegas, 233 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza ¡Sálvanos de nuestra ceguera! Nos creemos libres, pero vivimos en esclavitud, ¡Sálvanos de nuestra falsa libertad! Haz de nosotros testigos de tu Reino. Testigos que defendamos la verdad y la justicia. Testigos que seamos misericordia. Testigos que provoquemos la solidaridad. Testigos que vivamos en fraternidad. Testigos que construyamos la paz. Que caminemos al lado de quienes necesitan amor. De quienes necesitan salvación. De quienes viven con mayor necesidad. De quienes encierran valores inapreciables. De las personas sencillas que pasan desapercibidas. Sálvanos tú, Dios salvador, sálvanos para que seamos cauces de salvación para tus predilectos. Gloria, honor, alabanza a Ti, Dios Salvador. Salmo 146 – Para ti es nuestra música Para Ti, Señor, toda mi música. Te dedico, Señor mi alabanza. Te dedico, una alabanza armoniosa. Para Ti, Señor, toda mi música. Tú cuentas el número de las estrellas. Tú llamas a cada una por su nombre. Tú sabes cuántas son las gotas del mar. Tú conoces hasta el último grano de arena de las playas. Para Ti, Señor, toda mi música. Tú amas a todas tus criaturas. A todas y a cada una en su propia realidad. Tú me amas. Tú nos amas. 234 Relectura de Salmos Bíblicos Para Ti, toda mi música, Señor. Que suenen guitarras. Que suenen la cítara y el arpa. Que suenen todos los instrumentos. Que vibren todas las cuerdas de nuestro ser. Porque Tú, Dios nuestro, mereces una alabanza armoniosa. Porque preparas la lluvia para acariciar la tierra. Porque haces brotar la hierba. Porque sacias el hambre con prodigalidad de frutos. Porque cuidas la vida de todo viviente. Porque eres nuestra alegría. Porque… (se puede participar) Para Ti, toda mi música, Señor. Feliz yo, si confío en tu misericordia. Felices nosotras si confiamos en tu misericordia. Felices cuantos confían en tu misericordia. Salmo 147 – Glorifica al Señor, Iglesia peregrina Glorifica al Señor, Iglesia peregrina; alaba a tu Dios, pueblo de la nueva alianza: ha hecho firme su esperanza dentro de ti y ha bendecido a tus hijas e hijos con la fuerza del Resucitado. Te mantiene unida con el vínculo de la Paz y te alimenta con el pan de celestiales sabores; no deja de hablar por ti a todos los pueblos de la tierra y su palabra convoca a una fraternidad sin fronteras. Como la nieve de las cumbres y el rocío del amanecer anuncian fecundidad para el suelo entenebrecido del invierno, así la fidelidad del Pueblo a la palabra del Señor 235 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza anuncia una esterilidad. primavera que destierra toda El Señor busca el silencio en el corazón de sus amigas y amigos, el Señor revela su voluntad en la asamblea de sus creyentes. El Señor camina con el pueblo que lleva el nombre de su Ungido, y en Él quiere abrazar a toda la humanidad reconciliada. Salmo 147 – Con ningún pueblo obró así Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. ¡Aleluya! Alabanza al Señor de la Historia, al que nos reconstruye desde dentro, al que nos alimenta con el pan blanco de su paz, al que nos regala seguridad con su acción salvadora. Alabamos al Señor de la Historia: Porque hace progresar el espíritu de fraternidad, reúne a las personas honradas, alienta a quienes tienen roto el corazón y cura toda herida. Bendice el avance de la ciencia, sonríe con las obras de arte, y comparte la ternura de las personas solidarias con la creación. Prefiere a las personas sencillas y quita importancia a las orgullosas. Trae luz y misericordia a estas latitudes, tan cargadas de desamor. 236 Relectura de Salmos Bíblicos Él envía su mensaje a la tierra y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas; envía una orden y se derriten, sopla su aliento y corren. ¡Aleluya! Alabanza a quien, mediante su Palabra, hace maravillas en la naturaleza, en la nieve y la escarcha, en el granizo y el hielo, en las aguas vivas de la primavera. Alabamos al Señor del cosmos: La naturaleza palpita de vida, y el afán de producir sin control la daña. La avaricia y el beneficio a toda costa crea agujeros negros en la conciencia. Las armas químicas y nucleares nos sobrecogen, y, aunque sólo traen muerte, las seguimos fabricando. Si conocen al Señor todos los pueblos, si beben del evangelio sin contaminaciones, la paz, los hijos e hijas, el alimento, serán como un regalo de la vida. Anuncia su Palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya! Alabanza a quien dio “la Ley” a su pueblo escogido, a quien hizo la maravilla de la nueva alianza, a quien nos regaló a su Hijo. Alabamos al Dios de Jesús: Jesús de Nazaret, como grieta abierta en la historia que exige tomar postura, anuncia, si lo aceptamos, un nuevo amanecer. Acosa con dureza a las personas neutrales, seduce con decisión a la gente inquieta, 237 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza y provoca enfrentamientos allí donde hay desigualdad. Se ha sumergido en las fronteras de la vida y triunfa tras la muerte. Cantad al Señor, en acción de gracias, tocad la guitarra en su honor. Alabamos al Señor de la Historia. Alabamos al Señor del cosmos. Alabamos al Dios de Jesús. Salmo 148 – ¡Alabado seas! ¡Aleluya, gloria al Señor, aleluya, aleluya! Alabado seas, mi Señor, en lo alto del cielo, Alabado seas, mi Señor, en lo profundo de los mares. Alabado seas, mi Señor, por el coro de tus ángeles, Alabado seas por el hermano sol y por la hermana luna. Alabado seas por las estrellas lucientes, Alabado seas por los espacios celestes y las aguas. ¡Aleluya, gloria al Señor, aleluya, aleluya! Alabado seas, mi Señor, porque todo cuanto existe es obra de tu Amor. Alabado seas, mi Señor, porque has dejado en tus obras las huellas de tu cercanía al ser humano. Alabado seas, mi Señor, porque has creado un paraíso para que cada persona viva en paz y serenidad. ¡Aleluya, gloria al Señor, aleluya, aleluya! Alabado seas, mi Señor, desde la tierra. Que te alaben los mares, los rayos y el granizo. Que te alaben la nieve y la bruma. Que te alaben el viento huracanado y la brisa suave. Que te alaben los montes y los collados. Que te alaben los árboles frutales y los chopos del camino, las fieras del bosque y los pájaros de la alameda. ¡Aleluya, gloria al Señor, aleluya, aleluya! 238 Relectura de Salmos Bíblicos Que te alaben los dirigentes de las naciones y todos los pueblos del mundo. Que te alaben los jóvenes y los mayores junto con los niños. Que te alaben porque Tú eres el origen de la vida, el guía y meta de la existencia. Alabado seas, mi Señor, el único nombre sublime. ¡Aleluya, gloria al Señor, aleluya, aleluya! Alabado seas, mi Señor, con todos los fieles. Alabado seas, mi Señor, ahora y siempre. Salmo 149 – ¡El Señor ama a su Pueblo! Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. ¡Aleluya! Componed para el Señor una canción nueva. ¡Aleluya! Cantad en la asamblea de la comunidad cristiana. ¡Aleluya! Que se alegren las Iglesias todas. Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. Personas de buena voluntad, alabad al Señor, Cantad y bailad en su honor, mientras el corazón se viste de fiesta. Haced fiesta, porque el Señor ama entrañablemente a su pueblo. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos. 239 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza El Señor quiere la felicidad de las personas. Gocen de alegría quienes le siguen desde cualquier lugar del mundo. Canten de gozo los seres más insignificantes. Para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles. La acción de Dios ha empezado. Triunfará el desarme de las naciones. Entre los pueblos reinará el derecho. ¡Es el día primero de la Historia! ¡Cantad al Señor un cántico nuevo! Salmo 150 – En el templo de la creación Alabemos al Señor en las maravillas de sus manos, alabémosle con el sentimiento de universal adoración. Alabémosle en el ritmo y profundidad del firmamento, alabémosle en la armoniosa sucesión de las estaciones. Alabémosle en la cumbre virginal de las montañas, alabémosle en la densidad impenetrable de las selvas. Alabémosle en el manar oculto de las fuentes, alabémosle en la energía germinadora de la tierra. Alabémosle en el florecer de la primavera, alabémosle en la multiforme belleza de los árboles. Alabémosle en el canto sin registro de las aves, 240 Relectura de Salmos Bíblicos alabémosle en el amor a la vida de todas las especies. Alabémosle en la conciencia de que todo lo hizo bueno. Alabémosle… (se puede participar) Que todo corazón contemplativo se rinda en alabanzas al Creador. Salmo 150 – El misterio del ser humano Alabad al Señor en su Imagen Viva, alabadlo en el centro y en la cumbre de su creación. Alabadlo en el vigor y belleza corporales, alabadlo en la profundidad desconocida del corazón. Alabadlo en la intrepidez de la juventud, alabadlo en la serenidad de la edad madura. Alabadlo en el gozo incomparable de la amistad, alabadlo en la soledad que ahonda caminos interiores. Alabadlo en la búsqueda y en la creatividad, alabadlo en la contemplación y en el descanso. Alabadlo en los hallazgos de las ciencias, alabadlo en las inéditas expresiones del arte. Alabadlo en el amor que procrea y en el amor de castidad, alabadlo en la conciencia de fraternidad universal. Alabadlo en la proclamación de la gloria que nos habita. ¡Que todo ser humano viva en alabanza a su Creador! 241 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Libros en los que hemos encontrado luz e inspiración, para estas Relecturas 1 - "50 Salmos para todos los días" - tomo I guías para la oración y la meditación cotidianas de Noël Quezón Ediciones Paulinas 1990 - Bogotá (Colombia) 2 - "50 Salmos para todos los días" - tomo II guías para la oración y la meditación cotidianas de Noël Quezón Ediciones Paulinas 1990 - Bogotá (Colombia) 3 - Colección "Canten al Señor un canto nuevo" de Raúl Romero López Grupo Editorial Verbo divino - Bolivia 2002 tomo I (salmos 1 al 25) tomo II (salmos 26 al 50) tomo III (salmos 51 al 75) tomo IV (salmos 76 al 100) tomo V (salmos 101 al 125) tomo VI (salmos 126 al 150) 4 - "Conocer y rezar los Salmos" Comentario popular para nuestros días de José Bortolini Ediciones San Pablo - Brasil 2000 5 - "Los Salmos, contemplación y vida" de Javier Garrido OFM - Edita Aránzazu 1976 6 - "Salmos al derecho y al revés" de Santos Benetti Ediciones Paulinas - Madrid 7 - "Salmos para vivir y morir" 242 Relectura de Salmos Bíblicos de Santos Benetti Ediciones Paulinas – Madrid 8 – “Salmos del siglo XXI” de José Serna Andrés Editorial Descleé de Brouwer 1995 9 – “Salmos para sentir y gustar internamente” de Benjamín González Buelta SJ Editorial Sal Terrae – colección “El pozo de Siquem” nº 163 10 – “Poemas para la utopía” de Antonio López Baeza Editorial Sal Térrea – colección “El pozo de Siquem” nº 16 11 – “Canciones del hombre nuevo” de Antonio López Baeza Editorial Sal Térrea – colección “El pozo de Siquem” nº 25 12 – “Orar hoy con los salmos de siempre” de Miguel Romero Taboada Claretiano / e-mail: mirota2@yahoo.es 13 – “Orar hoy con los salmos de siempre” AdvientoNavidad de Miguel Romero Taboada Claretiano / e-mail: mirota2@yahoo.es 14 – “La oración de cada día” (Orar por la mañana y por la noche los 7 días de la semana) de Anselm Grüm Editorial Sal Terrae breve nº 49 15 – “Busco tu Rostro” (Orar con los Salmos) de Carlos G.Vallés Editorial Sal Terrae breve nº 36 16 – Folletos para el tiempo de Adviento y Cuaresma (Editados cada año por Cáritas ) 243 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Índice Presentación .................................................................... 1 Salmo 1 – ¡Felices! ............................................................ 3 Salmo 1 – Dichosa la persona ............................................. 3 Salmo 2 – Siempre estoy contigo ........................................ 4 Salmo 3 – La salvación es cosa Tuya ................................... 5 Salmo 4 – ¡Sólo Tú! .......................................................... 5 Salmo 5 – En la mañana .................................................... 6 Salmo 5 – El camino nuevo del amor ................................... 8 Salmo 5 – Ya de mañana ................................................... 9 Salmo 6 – Acoge mi oración .............................................. 10 Salmo 7 – A Ti me acojo ................................................... 10 Salmo 8 – Dios Artista ...................................................... 11 Salmo 8 – ¡Qué admirable es Tu nombre! ........................... 13 Salmo 8 – Te cuidas de mí ................................................ 14 Salmo 9 – No olvidas el grito de los humildes ...................... 15 Salmo 9 – Enséñanos a hacer justicia ................................. 16 Salmo 10 – A Ti, Señor, me acojo ...................................... 17 Salmo 11 – Tus Palabras son mi alegría .............................. 18 Salmo 11 – ¡Sálvanos, Señor! ........................................... 18 Salmo 12 – ¿Hasta cuándo, Señor? .................................... 19 Salmo 12 – ¡Ven a mí! (R.Tagore) ........................................ 20 Salmo 13 – Tú nos miras con amor .................................... 21 Salmo 14 – El que así obra … ............................................ 21 Salmo 14 – ¿Quién morará en tu Tienda? ............................ 22 Salmo 14 – ¿Quién tiene experiencia de Ti? ......................... 23 Salmo 14 – ¿Quién se hospeda en quién? ........................... 24 Salmo 15 – Yo digo al Señor: ¡Tú eres! ............................... 24 Salmo 15 – Mi vida está en tus manos ................................ 25 Salmo 15 – Tus caminos son buenos .................................. 26 Salmo 16 – Te expongo mi causa y aguardo ........................ 27 Salmo 16 – Salmo en busca de apoyo ................................ 28 Salmo 17 – Tú eres mi fortaleza ........................................ 29 Salmo 17 – Te daré gracias por siempre ............................. 30 Salmo 18 – Tu Palabra alegra el corazón ............................. 32 Salmo 18 – Envíamos tu luz y tu calor ................................ 33 Salmo 18 – Tu Ley de amor .............................................. 34 Salmo 19 – ¿Dónde ponemos nuestra confianza? ................. 35 Salmo 20 – Te adelantas a bendecirnos .............................. 36 244 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo 21 22 22 22 22 22 24 24 24 25 26 26 26 27 27 28 28 29 29 30 30 31 32 32 32 32 33 33 34 35 36 36 39 39 40 40 41 41 42 43 44 – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – ¿Por qué me has abandonado? ......................... 37 Preparas ante mí una mesa .............................. 38 Yo soy el buen pastor ...................................... 39 Nada me falta ................................................. 41 Tú eres mi pastor ............................................ 42 Me hace descansar .......................................... 43 ¡Haz que camine con lealtad! ............................ 44 Enséñanos tus caminos .................................... 45 Muéstranos tus sendas .................................... 47 Consérvanos la integridad ................................ 47 Tú eres mi Luz ................................................ 49 Eres mi luz y mi alegría ................................... 50 Oigo en mi corazón ......................................... 51 En Él confía mi corazón ................................... 52 A Ti me acojo ................................................. 54 Su Palabra resuena poderosa ........................... 54 Tu Amor es eterno .......................................... 55 Me has librado ................................................ 56 Tú eres mi liberación ....................................... 57 Te alabo y te doy gracias ................................. 58 Te habla el Señor, que te quiere ....................... 59 Me llenas de alegría......................................... 60 Todo lo esperamos de Ti .................................. 61 Cuidas de la obra de tus manos ........................ 62 ¡Dichoso el Pueblo! .......................................... 63 Dios obra (Paul Claudel) ....................................... 64 Bendeciré al Señor .......................................... 65 Nuestro ser se alegra contigo ........................... 67 ¿Quién como Tú? ............................................ 67 Nos has hecho a tu imagen .............................. 69 Sácianos de tu Amor ....................................... 71 Confía en el Señor y haz el bien ........................ 71 En toda situación, guárdame ............................ 73 Aquí estoy, para hacer tu voluntad .................... 74 Tú nos ayudas en la dificultad ........................... 74 Me conservas la vida ....................................... 75 Tengo sed ...................................................... 76 Te busco a Ti .................................................. 78 Envíanos tu luz y tu verdad .............................. 78 Despiértanos .................................................. 80 Me brotan bellas palabras ................................ 80 245 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo 44 46 46 47 47 48 49 49 50 50 50 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 62 63 64 64 65 66 66 67 67 68 70 71 71 71 72 76 77 – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – Oda a la esclava del Señor ............................... 81 El Señor es el Rey del mundo ........................... 83 Pueblos todos, batid palmas ............................. 84 Siervo y Señor a un tiempo .............................. 85 Fijaos en sus baluartes .................................... 86 Pero a mí, Dios me salva ................................. 88 No te calles, Señor .......................................... 90 Celebrar la vida .............................................. 90 Soy pecado… soy gracia… ................................ 91 Invocación al Espíritu Santo ............................. 93 Tu misericordia para conmigo ........................... 94 Que tu abrazo nos salve .................................. 95 Mi único Bien .................................................. 96 Mundo sin Dios ............................................... 97 Tú me sostienes .............................................. 98 Desconcierto ante el abandono ......................... 99 Salir de la red ............................................... 100 A punto está mi corazón ................................ 101 No puedo ser neutral ..................................... 102 Superficialidad .............................................. 103 Cambiar el mundo ......................................... 104 Esperanza .................................................... 105 Tenemos en Ti nuestra seguridad .................... 105 Tengo sed de Ti ............................................ 107 Saberte cerca ............................................... 108 Consuelo en el dolor ...................................... 109 Yo cuido de tu tierra ...................................... 110 El Dios de lo imposible ................................... 111 ¡Qué admirables son tus obras! ...................... 112 Somos el pueblo nuevo .................................. 113 Tú eres nuestra Paz ....................................... 115 Nos alegramos en tu presencia ....................... 116 Súplica confiada ............................................ 117 Sólo Tú puedes darnos respiro ........................ 118 Tú eres mi Roca ............................................ 119 Quiénes son para Ti los reyes ......................... 120 Que venga tu Reino ....................................... 121 Llegaron los días del Mesías ........................... 122 Salmo de la dignidad ..................................... 123 Acudimos a Ti ............................................... 125 Sí, Yo os conduciré ........................................ 126 246 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo 77 – El poder de Dios brota del corazón .................. 127 78 – Acoge nuestros desvelos ................................ 128 79 – Haznos pastores de tu pueblo ......................... 128 80 – Para ti nuestra alabanza ................................ 129 80 – Cantamos en tu honor ................................... 130 83 – Felices quienes confiamos en Ti ...................... 131 83 – Dichoso quien halla en Ti su fuerza ................. 133 84 – Que seamos latido tuyo ................................. 133 84 – La justicia y la paz se besan ........................... 135 84 – Nuestro aporte ............................................. 136 85 – ¡Sabemos que nos oyes! ................................ 137 85 – ¡Tú eres nuestro Dios! ................................... 138 86 – Todas mis fuentes están en Ti ........................ 139 86 – Su Nombre es Amor ...................................... 140 88 – ¡Qué grande es el Amor-Dios! ......................... 141 88 – ¡Qué grande es tu misericordia! ...................... 143 89 – Hoy… Sólo hoy.............................................. 143 89 – Dame un corazón sabio.................................. 145 90 – En Ti pongo mi confianza ............................... 146 90 – Acompáñanos siempre ................................... 147 90 – Te llevarán en sus palmas .............................. 147 91 – Aprendemos a reconocerte ............................. 148 91 – Es bueno alabarte, María................................ 149 92 – Esta es nuestra fe ......................................... 150 92 – Eres armonía ................................................ 152 94 – Ojalá te escuchemos ..................................... 153 94 – No endurezcáis el corazón .............................. 154 95 – Cantad al Señor un canto nuevo ..................... 155 95 – Cantad al Señor ........................................... 156 96 – Tú desbordas nuestras previsiones .................. 157 97 – María, delicada maravilla ............................... 158 97 – La fiesta de la vida ........................................ 159 98 – Tu grandeza y nuestra pequeñez .................... 161 99 – Somos hechura tuya...................................... 162 99 – Aclamad… Servid…Entrad…............................. 163 100 – Mi Camino eres Tú ....................................... 164 100 – La alegría de pertenecerte ............................ 165 101 – Tú permaneces ........................................... 166 102 – Te bendigo hoy y siempre ............................ 167 102 – El es compasivo y misericordioso .................. 168 103 – Canto de bendición ...................................... 169 247 Casa de Oración Santa Teresa - Zaragoza Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo Salmo 107 109 109 110 110 111 111 111 113 113 114 115 116 116 117 117 118 118 118 120 120 121 121 122 123 123 125 126 126 127 127 129 129 130 130 131 132 132 134 135 136 – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – Dispuesto está mi corazón ............................ 170 Eres sacerdote cercano ................................ 172 Cuerpo y Sangre de Cristo ............................ 173 Mi corazón canta gratitud ............................. 174 Ante las maravillas de Dios ........................... 176 Feliz quien oye la llamada ............................ 177 El justo brilla en las tinieblas ........................ 178 Vosotros sois luz ......................................... 178 Jesús vive en su Iglesia ................................ 179 Te has revelado en Jesús ............................. 180 Caminar en tu presencia .............................. 181 La Copa ..................................................... 182 ¡Alabad al Señor! ........................................ 183 ¡Aleluya, amén! .......................................... 184 Liturgia de la Nueva Humanidad .................... 186 Este es el día en que actuó el Señor. ............. 189 Conciencia de misión ................................... 190 Cuando ensanches el corazón ....................... 190 Hágase en mi según tu Proyecto ................... 191 Por encima de lo que me preocupa ................ 192 Levanto mis ojos a lo alto ............................. 194 La paz contigo ............................................ 196 Viene el Señor a mi casa .............................. 198 A Ti levanto mis ojos ................................... 199 El sentido de la Historia ............................... 200 La Patria de la libertad ................................. 201 Has estado grande con nosotros.................... 202 Experiencia de gratuidad .............................. 203 La obra latente de Dios ................................ 204 Fecundidad ................................................. 205 La bendición de Dios .................................... 206 Escucha nuestra oración ............................... 207 Los gritos de la humanidad ........................... 208 Mi corazón no es ambicioso .......................... 210 Como un niño en el regazo ........................... 212 Aquí viviré, porque lo deseo ......................... 212 Fecundidad de la fraternidad ......................... 214 La bendición de la fraternidad ....................... 214 Tú eres nuestro Dios .................................... 215 ¡Es eterno su Amor!..................................... 217 Que no me olvide de ti, Jerusalén .................. 219 248 Relectura de Salmos Bíblicos Salmo 136 – Si me olvido ............................................... 220 Salmo 137 – ¡Yo completaré mi obra en ti! ....................... 221 Salmo 137 – Te doy gracias de todo corazón ..................... 222 Salmo 138 – ¡Me conoces! .............................................. 223 Salmo 138 – ¡Me conoces por dentro! ............................... 224 Salmo 138 – Tú me sondeas y me conoces ....................... 225 Salmo 141 – El latido de tu Presencia ............................... 226 Salmo 141 – Súplica....................................................... 227 Salmo 142 – Escucha mis cansancios ............................... 228 Salmo 142 – Dame tu Luz, dame tu Gozo ......................... 228 Salmo 143 – ¡Bendito sea mi Roca! .................................. 230 Salmo 144 – El Señor es misericordioso ............................ 231 Salmo 144 – Día tras día te bendeciré .............................. 231 Salmo 145 – El Señor hace justicia .................................. 232 Salmo 145 – Sálvanos de nuestros poderes....................... 233 Salmo 146 – Para ti es nuestra música ............................. 234 Salmo 147 – Glorifica al Señor, Iglesia peregrina ............... 235 Salmo 147 – Con ningún pueblo obró así .......................... 236 Salmo 148 – ¡Alabado seas! ............................................ 238 Salmo 149 – ¡El Señor ama a su Pueblo! ........................... 239 Salmo 150 – En el templo de la creación ........................... 240 Salmo 150 – El misterio del ser humano ........................... 241 Libros en los que hemos encontrado luz e inspiración, para estas Relecturas ............................................................ 242 249