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El divorcio I. Lo que Dios piensa del divorcio 10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. 12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer? 1 Corintios 7.10 – 16 A. Dios Aborrece el divorcio (Mal 2.16) 1. Lo primero que debemos tener en cuenta es que es el matrimonio para Dios. 2. Cuando vemos que el matrimonio fue dejado en la tierra como un reflejo de una relación mucho más profunda debemos comparar el concepto bíblico del matrimonio con el que el mundo tiene. 3. El matrimonio bíblico es más que una unión o contrato, es un pacto. a. Un pacto involucra sangre y el misterio del pacto de sangre de Cristo y la iglesia se ve reflejado en la iglesia para que lo que Dios unió no lo separe el hombre. 4. Este pacto refleja la clase de pacto que Cristo tiene con su iglesia. 5. Un pacto no es algo que se rompe a la ligera sino que su quebrantamiento trae severas repercusiones. 6. El pasaje que nos muestra más claramente lo que Dios piensa del divorcio es Malaquías 2.16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales. Malaquías 2.16 7. En esa época de la historia de Israel, los hebreos estaban abandonando a sus esposas para unirse a mujeres más jóvenes y de otras naciones. 8. Dios les reprende cuando les dice que Él odia el divorcio. 9. Una vez que sabemos lo que Dios piensa del divorcio, es una buena idea entonces que las parejas cristianas tomaran la decisión de rechazar la puerta del divorcio desde el principio y que esta idea ni siquiera se asome. B. Dios no quiere que haya separación (1 Cor 7.10 – 15) 1. Que no se separen (10 – 11) a. Pablo expresa el deseo que Dios tiene para aquellos que están casados. Dios no quiere que se aparten el uno del otro. b. Ni el divorcio ni la separación en el matrimonio son algo que a Dios agrade. c. Si la decisión de uno de los cónyuges es separarse pues Pablo les advierte que no debería buscar a otra persona para unirse a ella. d. Pueden haber diversas razones para que una pareja termine separándose, en estos casos la pareja debe recordar cuatro cosas, • Dios no quiere que se separen • Si se separan no es para que se unan a otra persona • Si se separan Dios quiere que reconcilien • Si se separan es con el propósito específico de orar para volver a unirse (1 Corintios 7.5) e. El corazón de Dios para una pareja de creyentes en Cristo es que no haya separación. f. Así como Cristo y la iglesia no se separan, los cónyuges no deben separarse. 2. Si la unión es con alguien que no es creyente (12 – 14) a. A veces surge la pregunta, ¿Qué pasa si mi esposo o esposa no es creyente? ¿Puedo separarme? b. La Biblia es clara en que aunque es difícil, es una oportunidad para que Dios gane el corazón del no creyente. c. Pablo deja en claro que si el incrédulo está de acuerdo en vivir con el creyente, es responsabilidad del creyente dar ejemplo y buen testimonio para que su cónyuge llegue a los pies de Cristo. d. Muchos creen que como Dios manda a no unirse en yugo desigual esto le da permiso a los ya casados a no permanecer en ese yugo. e. Pero Pablo es claro en afirmar que así como fuimos llamados, así debemos permanecer. f. Como pastores, no es bueno aconsejarle a nadie que se separe, debe ser una decisión personal. Pero hay situaciones en las que una persona puede buscar un tiempo de separación pero siempre teniendo en cuenta lo ya visto. • Si uno de los cónyuges pone en peligro la integridad física de los hijos. Violencia, drogas, alcohol. • Si uno de los cónyuges abusa físicamente y sexualmente de su pareja o de sus hijos. g. Pues el creyente no está llamado a esclavitud tampoco. 3. Si el otro quiere divorciarse (15) a. El tercer caso que Pablo toca se refiere a la idea de que el cónyuge no cristiano no quiera continuar viviendo con el creyente. b. Si el no creyente busca el divorcio entonces el creyente, queda en libertad. c. Esto no es para animar al creyente a irritar al no creyente para que se aparte de él o ella. d. La actitud del buen creyente en Cristo es siempre la de comprensión de lo que el matrimonio es el reflejo del pacto de Cristo con la iglesia, por lo tanto, el creyente siempre ora y lucha por su matrimonio. e. Así que si el creyente se ha dispuesto para luchar por su matrimonio pero el incrédulo no quiere continuar casado, el creyente no está obligado a mantenerse en esa unión. f. Pero, una vez más, esto no implica que el creyente abandonado va a salir a buscar pareja inmediatamente tampoco. C. Dios quiere usar la unión (1 Cor 7.16) 1. Aquel creyente que está unido en matrimonio con un incrédulo, enfrenta en gran reto y una gran dificultad, pero Pablo le anima a que tenga una motivación en mente de manera que no pierda ánimo. 2. Dios pues usar el testimonio y la obediencia del creyente para tocar el corazón del cónyuge incrédulo. 3. Esto puede tomar mucho tiempo pero el creyente, dependiendo del poder y la gracia de Dios, debe vivir entendiendo la importancia que Dios da al matrimonio. 4. Pablo lanza la pregunta, no sabemos si el testimonio cristiano genuino va a llevar al cónyuge incrédulo a los pies de Cristo. II. Por qué hay divorcio 3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? 4 El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? 8 El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Mateo 19.3 – 8 A. Recordemos el reflejo (Mateo 19.3 – 6) 1. Pero, si sabemos lo que Dios piensa acerca del divorcio y el ánimo que la Biblia da es a que los esposos se mantengan unidos, ¿Por qué la Biblia también habla de divorcio? 2. El Antiguo Testamento nos muestra que si existía la posibilidad de que hubiera divorcio. Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Deuteronomio 24.1 3. En la época de Jesús había dos clases de escuelas de rabinos, y cada una de ellas proponía una interpretación distinta a este pasaje. a. Rabino Shammai – Esta escuela afirmaba que cuando el texto se refería a alguna cosa indecente, se refería a indecencia sexual. b. Rabino Hillel – Esta escuela afirmaba que el esposo podía juzgar que era indecente para él, hasta el punto que algunos dentro de esta escuela de pensamiento decían que quemar la comida era causal de divorcio. 4. Claramente vemos de qué escuela de pensamiento eran los discípulos y los fariseos. Veamos la pregunta que le hacen a Jesús, “¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?” 5. En nuestros días vivimos en algo parecido, aunque no son escuelas de pensamiento de rabinos. Las parejas se divorcian citando cualquier clase de causales. 6. Algunas reclaman como causal de divorcio, “Diferencias irreconciliables”, pero el matrimonio está lleno de esta clase de diferencias. 7. Aún no hemos respondido la pregunta de por qué la Biblia abre la posibilidad de que haya divorcio si Dios aborrece el divorcio. Pero antes de contestarla debemos recordar el reflejo del matrimonio. 8. Antes de contestar la pregunta, el Señor Jesús cita el pasaje de Génesis 2.24 en el que se establece el matrimonio entre Adán y Eva, pero además agrega una verdad que nos ayuda a recordar el reflejo del matrimonio, “Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”. 9. El diseño original del matrimonio es que el pacto del matrimonio no se rompe, pues es un pacto hecho en Dios. Pero no podemos olvidar que es un pacto que refleja otro pacto más profundo y superior. 10. Así que antes de referirse al tema del divorcio como tal, el Señor se enfoca en recordarnos el diseño original y el corazón de Dios acerca de éste. B. Por la dureza del corazón (Mateo 19.7 – 8) 1. Ahora si se explica la razón por la cual hay divorcio. 2. La puerta del divorcio es una puerta disponible gracias a la dureza del corazón. 3. Recordemos que cuanto la Biblia habla de dureza en el corazón se refiere a orgullo y estar centrados en uno mismo. 4. La razón por la que Moisés, siendo guiado por el Espíritu Santo, abrió la posibilidad del divorcio es porque el orgullo y egoísmo que hay en el corazón humano. 5. Pero el Señor deja claro que esto no refleja el deseo de Dios para el matrimonio. 6. Pero aunque si la posibilidad del divorcio aparece en la Biblia, esto no significa que los posibles causales de éste sean las mismas propuestas por la escuela de Hillel o por nuestra sociedad actual. III. La única causal 9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Mateo 19.9 A. Solo por fornicación (Mateo 19.9a) 1. El texto deja claro que realmente sólo hay una causal valida de divorcio. 2. El Señor cita la fornicación como la única causal. La palabra fornicación es la palabra griega porneia que se refiere a inmoralidad sexual o a cualquier actividad sexual por fuera del orden de Dios. 3. Esta inmoralidad sexual claramente incluye el adulterio. 4. Cuando recordamos el reflejo del matrimonio entendemos por qué el adulterio en la Biblia se compara con la idolatría espiritual. 5. Buscar una supuesta satisfacción sexual en alguien diferente al cónyuge refleja la idolatría del pueblo de Dios, buscando una supuesta satisfacción en otros dioses. 6. Así que la única causal que la Biblia expone como válida para el divorcio es cuando un cónyuge corrompe el pacto matrimonial, buscando satisfacción sexual en algo o alguien diferente a su pareja. 7. El adulterio y la fornicación, más allá de ser un pecado relacionado con la carne humana, son pecados de orgullo y egoísmo, en los que te pones a ti primero, sobre Dios y tu cónyuge. 8. Es necesario recordar que esto NO implica que si alguno de los cónyuges falla en esta área, el paso a seguir debe ser el divorcio. 9. Dios es un Dios de perdón y restauración, así que el siguiente paso a seguir es el del arrepentimiento, el perdón y la restauración. Es un proceso extremadamente difícil que muy pocas parejas deciden atravesar. 10. Cuando se lleva a cabo Dios es glorificado. Pero cuando no hay arrepentimiento ni perdón no puede haber restauración y termina en divorcio. B. Otras razones son adulterio (Mateo 19.9b) 1. Es interesante ver que el Señor afirma que cualquier otra causal no es válida para el divorcio. 2. Ya habíamos establecido que hay situaciones donde una separación puede ser útil pero esto no se refiere al divorcio. Dejamos claro que estas situaciones de separación se dan con un propósito definido. 3. Así que un divorcio basado en “diferencias irreconciliables” o “problemas económicos” no son válidos delante de Dios. 4. Es tan grave que el Señor afirma que aquellos que se divorcian de esta manera están viviendo abiertamente en adulterio. 5. Recordemos que el pacto matrimonial es sumamente profundo y refleja el pacto más importante del universo, el concepto que el mundo y muchos cristianos tienen del matrimonio, explica el por qué las cosas están como están. 6. El matrimonio es algo serio y se debe luchar por él hasta los últimos recursos. IV. ¿Es posible volverse a casar? A. Si fue antes de Cristo 1. Debemos empezar por dejar claro que el matrimonio debe ser tomado con gran honra y estima por lo que ya sabemos que refleja. Así que un divorcio, ya sea entre cristianos o no, es una tragedia. 2. B. Si fue después de Cristo