Download Charla Hermanito - Movimiento de Acción Cristiana

Entonces Jesús dijo:
- Yo te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido
estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has dado a conocer a los
sencillos. Sí´, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi padre,
y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y al Padre no lo conoce más que el Hijo y
aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis
cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí
que soy sencillo y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras vidas.
Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera (Mateo 11,25-30)
Os propongo detenernos un rato contemplando esta acción de gracias que Jesús,
entusiasmado, exclama.
Os invito a mirar alrededor vuestro y en vuestro propio corazón...
Y podríamos preguntarnos:

¿Qué será eso, tan importante, que Dios ha ocultado a sabios y entendidos y
ha dado a conocer a los sencillos? Cada uno puede dar gracias en silencio por
personas sencillas cuya fe y su vida nos hacen bien. Que nos ayudan a
descubrir o intuir algo del corazón amante de Dios.

También hay situaciones, momentos de vida en comunidad o individuales, que
nos ayudan a sentir el paso de Dios entre nosotros. Evócalos, piensa en ellos.
Podrías agradecer en silencio por estos momentos vividos en la familia, en el
barrio, en el trabajo, en la comunidad...

VENID A MI... Repítelo como si fuera un Mantra, una y otra vez... hasta que
sea como tu respiración...
Cuando estamos jodidos, hartos de nosotros y los demás, cansados de la
comunidad...confusos y dolidos ante nuestro propio pecado. ¿Acepto su
invitación?...¿Necesito aprender a relacionarme con él de otra manera?

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré.
Podemos mirar alrededor nuestro. ¿Cuántas personas agobiadas, deprimidas,
reprimidas conocemos?...El trabajo de las madres que sufren con sus hijos, los
agobios de los inmigrantes sin papeles, el cansancio de los enfermos
crónicos...

¿podemos comprometernos a dejar que vengan a nosotros personas que
buscan alivio, desahogo y esperanza?¿Qué les podemos ofrecer?Quizás se te
ocurran pequeños gestos y compromisos que podríamos introducir en nuestras
vidas y en nuestra comunidad. Compártelos