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RESPETO POR LA MUJER, RESPETO POR EL HOMBRE
Por Martín (Thupten Chophel)
Escribo este artículo, para ilustrar que difícilmente podremos hablar de
respeto hacia la mujer o hacia el hombre, incluso hacia la persona que
comparta su vida con nosotros, si no entendemos y conocemos cuál es la
esencia de la mujer y del hombre. Sin comprensión el respeto es difícil y se
puede convertir en tiranía. Esta es la razón principal de que escriba este
texto.
¿Cuáles son las motivaciones principales de las mujeres?. Trataré de
explicarlas, seguramente con muchos errores, a pesar de que soy un
hombre, pero lo que está claro es que tanto hombres como mujeres,
tenemos también un porcentaje de energía de mujeres y hombres,
respectivamente, lo cual es fuente de felicidad, de comprensión y de
avance.
Pues bien, la energía femenina aprende a esperar, a pulverizar el concepto
de tiempo, en el sentido que el momento presente es el más importante y no
hay tanto que preocuparse de transformar las cosas sino, de abrir el corazón
a los seres cercanos, pues estos son el principal tesoro. Es una energía,
paciente, y al mismo tiempo maternal. Es muy importante en esta energía
femenina, el contacto con los elementos que componen el mundo: fuego,
aire, agua, tierra y espacio. Se trata de purificar también estos elementos y
conseguir estén más puros y sin contaminar, acercándose a los lugares
donde éstos están más puros y mejorando los elementos en nuestro entorno.
La energía masculina en cambio, pretende transformar las cosas, crear
espacios, corregir las emociones negativas de los seres, brindar el avance a
la sociedad en línea a unos principios e ideales, que llevan a luchar,
enfrentarse, dar amor, pero todo con la idea de que avancemos en el camino
y mejore la sociedad en líneas generales, sin focalizar tanto en abrir el
corazón, aunque también es importante, y sí se centra más en los principios
y el respeto a estos principios. Se trabaja también en línea a purificar los
elementos pero desde el concepto de llevar los elementos impuros a puros,
no necesariamente acercándose a los elementos puros, sino mejorando los
impuros transformándolos en puros.
El error más común entre mujeres y hombres es, si se es mujer, querer
comerse la energía de los hombres y pulverizarla, y, si se es hombre, querer
comerse la energía de las mujeres y también pulverizarla. Nunca, repito
nunca debe suceder esto. Es fundamental que cuando una energía, bien la
femenina o la masculina, es muy predominante, deje de aplicarse y se de
más importancia a la otra y se respete más la otra. Esto será fuente de Paz,
Felicidad y equilibrio.
En mi vida, me he encontrado a mujeres que no respetan en absoluto la
energía masculina y hombres que no respetan la femenina. Esto lleva a
tensiones, encontronazos y la imposibilidad de convivir y ser felices.
Con estas palabras acabo este pequeño texto, que espero sea de ayuda para
todos, mujeres y hombres y así nos entendamos cada vez mejor.