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Artículo Original Efectos de la Angiotensina-I e Isquemia en la Recuperación Funcional en Corazones Aislados Ubirajara Oliveira de Oliveira1,2, Álvaro Reischak de Oliveira1, Luiz Carlos Kucharski1, Ubiratan Fabres Machado3, Maria Claudia Irigoyen1,3, Beatriz D’Agord Schaan1,2 Universidade Federal do Rio Grande do Sul1; Instituto de Cardiologia – Fundação Universitária de Cardiologia2, Porto Alegre, RS; Universidade de São Paulo3, São Paulo, SP, Brasil Resumen Fundamento: La resucitación de la parada cardíaca puede presentar una disfunción miocárdica determinada por el tiempo de la isquemia, y la inhibición de la enzima conversora de angiotensina (ECA), puede reducir la disfunción cardíaca durante la reperfusión. Objetivo: Investigar los efectos de la angiotensina-I y los diferentes períodos de la isquemia en la recuperación funcional en los corazones de ratones aislados. Métodos: Los corazones aislados de ratones Wistar (n = 45; 250 a 300 g) fueron sometidos a diferentes períodos de isquemia global (20, 25 ó 30 min), y reperfundidos (30 min) con el tapón Krebs-Henseleit, o con la adición de 400 nmol/L de angiotensina-I, o con 400 nmol/L de angiotensina-I + 100 µmol/L de captopril durante el período de reperfusión. Resultados: La derivada positiva máxima de presión (+dP/dtmax) y el producto frecuencia-presión se redujeron en los corazones expuestos a la isquemia de 25 min (~ 73%), y a la isquemia de 30 min (~ 80%) vs. isquemia de 20 min. La presión diastólica final del ventrículo izquierdo (PDFVI), y la presión de perfusión (PP), fueron aumentadas en los corazones expuestos a la isquemia de 25 min (5,5 y 1,08 veces respectivamente), y a la isquemia de 30 min (6 y 1,10 veces respectivamente) vs. isquemia de 20 min. La angiotensina-I ocasionó una disminución en el +dP/dtmax y en el producto frecuencia-presión (~ 85 a 94%), en todos los períodos de isquemia y un aumento en la PDFVI y en la PP (6,9 y 1,25 veces, respectivamente), solo en la isquemia de 20 min. El captopril pudo revertir parcial o completamente los efectos de la angiotensina-I en la recuperación funcional en las isquemias de 20 y 25 min. Conclusión: Los datos nos indican que la angiotensina-II participa directa o indirectamente del daño postisquémico y que la capacidad de un inhibidor de la ECA para que atenúe ese daño depende del tiempo de isquemia. (Arq Bras Cardiol 2011;97(5):390-396) Palabras clave: Angiotensina I/efecto de los fármacos, Isquemia/complicaciones, ratones, función ventricular/efecto de los fármacos. Introducción La resucitación de la parada cardíaca posee importantes implicaciones clínicas, principalmente relacionadas con la disfunción miocárdica, causada por la duración de la isquemia1,2 o por el corazón lesionado cuando la isquemia no trae consigo la muerte celular3,4. Sin embargo, cuando la duración de la isquemia miocárdica aumenta, la disfunción contráctil puede ser el resultado de combinaciones de procesos reversibles e irreversibles (incluyendo la apoptosis o la necrosis)1,5. Paradójicamente, la reperfusión del área isquémica puede traer como resultado, una mayor lesión tisular que es intermediada, principalmente, por las especies Correspondencia: Ubirajara Oliveira de Oliveira • Av. Princesa Isabel, 370 - Unidade de Pesquisa – Santana - 90620-001 – Porto Alegre, RS, Brasil E-mail: biraoliveira@yahoo.com, biraoliva@gmail.com Artículo recibido el 22/12/10; revisado recibido el 18/02/11; aceptado el 25/02/11. 390 reactivas de oxígeno que son tóxicas y que pueden conllevar a un daño oxidativo de las proteínas, de los lípidos y del ADN6,7. En el miocardio isquémico, la inhibición local de la enzima conversora de angiotensina (ECA), puede mejorar la función cardíaca y reducir los marcadores bioquímicos de necrosis celular8,9, sugiriendo la participación de la angiotensina-II en el daño tisular. El captopril es el inhibidor de la ECA que se ha venido estudiando con más profundidad y que puede reducir efectivamente, la extensión de la disfunción contráctil después del infarto del miocardio10,11. El hallazgo del sistema renina-angiotensina local nos condujo a una búsqueda por nuevos abordajes experimentales para evaluar la actividad de ese sistema. La angiotensina-I ha sido utilizada para estimar la actividad de la ECA en el tejido y en la circulación, una vez que es necesaria la conversión en angiotensina-II para determinar una respuesta12-14. En el modelo de corazón de ratones aislado, la liberación de angiotensina-II, solamente puede Oliveira et al Angiotensina-I y efectos isquémicos en la recuperación Artículo Original mantenerse añadiendo renina y angiotensinogenio 12, o angiotensina-I12-14 al tapón de perfusión. Pese a la popularidad del uso de preparaciones de corazón de ratones aisladas, en estudios de lesión de isquemia-reperfusión, muchos protocolos diferentes han sido usados con variaciones en la duración de la isquemia15,16 y en el grado del disturbio metabólico17,18, lo que hace difícil la comparación de la gravedad de los protocolos. Además, la mayoría de esos estudios no utiliza la angiotensina-I en la perfusión, impidiendo cualquier conclusión sobre los efectos de la inhibición de la ECA. Una vez que el sistema renina-angiotensina está íntimamente relacionado con el empeoramiento de la lesión de reperfusión11, la adición de angiotensina en la perfusión se hace necesaria para obtener un buen modelo para la investigación de abordajes farmacológicos que puedan de hecho mejorar la función cardíaca después de la isquemia-reperfusión. Así, este estudio investigó los efectos de la angiotensina-I y diferentes períodos de isquemia en la recuperación funcional en el corazón de ratones aislado. Métodos Animales y preparación del corazón aislado. Los ratones Wistar machos (n = 45; 250 a 300 g) fueron obtenidos en el Criadero Central de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, RS, Brasil. Fueron mantenidos en un ciclo claro/oscuro de 12 h/12 h (las luces se encendían desde las 7 Am hasta las 7 Pm), y a una temperatura con el condicionamiento de aire constante (22 ºC), en la sala de colonia, teniendo libre acceso al pienso comercial y al agua. El cuidado con los animales siguió las orientaciones del gobierno, a tono con lo estipulado por el Colegio Brasileño de Experimentación Animal (COBEA), y el estudio fue aprobado (bajo el Nº de protocolo 2004313) por el Comité de Ética de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Los animales fueron sacrificados por medio de desplazamiento cervical, los corazones fueron amputados de forma rápida y perfundidos vía aorta (técnica de Langendorff), utilizando un aparato de corazón aislado de tamaño 3 (Hugo Sachs Elektronik, Alemania)19. Los corazones fueron perfundidos con un tapón Krebs-Henseleit modificado (composición en mmol/L: NaCl 120, KCl 5,4, MgCl2 1,8, NaHCO3 27, Na2SO4 1,8, NaH2PO4 2, glucosa 5,5 y CaCl2 1,4), rellenado con burbujas al 95% de O2 ‑ 5% de CO2 (pH de 7,4), calentados a 37 ºC y mantenidos en un flujo constante de 10 mL/min con una bomba peristáltica (Miniplus-2, Gilson Medical Electronics, Francia). El tapón de perfusión fue previamente filtrado a través de una membrana de 0,45 mm (Omnipore, Millipore), para la retirada de las partículas contaminadoras. Un balón de látex, conectado a un transductor de presión (TPS-2 Incor, São Paulo, Brasil), por medio de una cánula, fue insertado en el ventrículo izquierdo (VI) para medir la función contráctil. El volumen del balón fue ajustado para mantener una presión diastólica final de 8 a 10 mmHg al inicio del experimento. Los corazones se sumergieron en una cámara de vidrio y se mantuvieron a 37° C por una bomba de agua con un calentador (M3 Lauda, Hugo Sachs Elektronik, Alemania). La presión sistólica del ventrículo izquierdo (PSVI), la presión diastólica final del ventrículo izquierdo (PDFVI), la frecuencia cardíaca (FC), la derivada positiva máxima de la presión del VI (+dP/dtmax) y la derivada negativa máxima de la presión del VI (-dP/dtmax) fueron medidas durante el experimento. Se calcularon la presión desarrollada (PDVI = presión sistólica - diastólica), y el producto frecuencia-presión (frecuencia cardíaca x presión desarrollada). La presión de perfusión (PP) fue medida continuamente por un transductor de presión (TPS2 Incor) conectado a un brazo lateral de la cánula aórtica. Las señales emitidas por los transductores fueron transmitidas para un sistema de adquisición de datos y de análisis (Isoheart, Hugo Sachs Elektronik, Alemania), en los cuales los datos fueron continuamente registrados para el posterior análisis. Protocolo de reperfusión Después de un período de estabilización de 25 min, los corazones fueron sometidos a diferentes períodos de isquemia global (20, 25 ó 30 min), por medio de la interrupción del flujo de perfusión. Enseguida, fueron reperfundidos por 30 min solamente con Krebs-Henseleit (KH) o añadiendo 400 nmol/L de angiotensina-I o 400 nmol/L de angiotensina-I + 100 µmol/L de captopril (AC), por el reestablecimiento del flujo de perfusión. Para garantizar el funcionamiento fisiológico, los corazones que no tuvieron una FC de por lo menos 210 latidos/min, o PSVI y PP de por lo menos 60 mmHg al final del período de estabilización, quedaron excluidos. Análisis estadístico Todos los parámetros medidos se expresaron por medio de una relación de los valores basales (comparaciones entre los datos obtenidos antes y después de la isquemia). Los datos se presentaron como promedio ± E.P.M. Los grupos fueron comparados a partir del análisis de variancia (ANOVA) de dos factores para medidas repetidas, seguidos del test pots hoc de Tukey (Sigma Stat, versión 3.1 para Windows). El valor de p < 0,05 fue considerado estadísticamente significativo. Resultados Todos los corazones aislados perfundidos presentaron una línea cardiovascular basal similar (PSVI, PDFVI, PDVI, PFP, FC, PP, +dP/dtmax, y -dP/dtmax) antes de la isquemia (Tabla 1). Los datos hemodinámicos registrados después de los tiempos de isquemia aparecen en la Figura 1. Los cambios en la recuperación del +/-dP/dtmax aparecen en la Figura 1A: la recuperación del +/-dP/dtmax fue significativamente reducida en los grupos KH sometidos a 25 y 30 min de isquemia (74 y 80%, respectivamente), en comparación con el grupo KH sometido a 20 min de isquemia. La angiotensina-I causó una reducción de un 87 a un 94% en la +/-dP/dtmax en todos los períodos de isquemia, al compararlos con los valores basales. Esos efectos de la angiotensina-I fueron completamente revertidos por el captopril en el protocolo de 20 min de isquemia. Sin embargo, después de 25 min de isquemia, el captopril fue capaz apenas, de revertir el efecto de la angiotensina-I en la recuperación de la -dP/ dtmax. Después de 30 min de isquemia, el captopril no revirtió los efectos de la angiotensina-I. Y ya que las recuperaciones del PDVI y del producto frecuencia-presión eran casi idénticas, solamente la recuperación del producto frecuencia-presión aparece en la Figura 1B. El producto frecuencia-presión quedó significativamente reducido en Arq Bras Cardiol 2011;97(5):390-396 391 Oliveira et al Angiotensina-I y efectos isquémicos en la recuperación Artículo Original los grupos KH sometidos a 25 y 30 min de isquemia (73 y 78%, respectivamente) en comparación con el grupo KH sometido a 20 min de isquemia. La angiotensina-I causó una reducción de un 85 a un 93% en la recuperación del producto frecuencia-presión en todos los períodos de isquemia, en comparación con los valores basales. Ese efecto de la angiotensina-I fue revertido por el captopril en los grupos sometidos a 20 min y 25 min de isquemia (85% y 29% respectivamente, con base en los valores basales), pero no en el protocolo de 30 min de isquemia. La PP que aparece en la Figura 1D, aumentó significativamente durante la reperfusión en los grupos KH sometidos a 25 y 30 min de isquemia (1,08 y 1,10 veces respectivamente), en comparación con el grupo KH sometido a 20 min de isquemia. La angiotensina-I causó un aumento de aproximadamente 1,25 veces en la recuperación de la PP, en comparación con el grupo KH sometido a 20 min de isquemia. Ese efecto fue revertido por el captopril. Sin embargo, en los grupos sometidos a 25 y 30 min de isquemia, la angiotensina-I y el captopril no tuvieron ningún efecto significativo en la PP. La Figura 1C representa la PDFVI, que aumentó significativamente durante la reperfusión en los grupos KH sometidos a 25 y 30 min de isquemia (5,5 y 6 veces, respectivamente), en comparación con el grupo KH sometido a 20 min de isquemia. La angiotensina-I causó un aumento de aproximadamente 6,9 veces en la recuperación de la PDFVI en comparación con el grupo KH que fue sometido a 20 min de isquemia. Ese efecto fue revertido por el captopril. Sin embargo, en los grupos sometidos a 25 y 30 min de isquemia, la angiotensina-I y el captopril no tuvieron ningún efecto significativo en la PDFVI. No hubo diferencias significativas en la PSVI o en la FC (datos no exhibidos), entre los grupos en diferentes protocolos de isquemia. No hubo interacción entre los factores analizados (tratamientos y tiempo de reperfusión). Discusión Este estudio mostró que, en el modelo de corazón de ratones aislado, 20 minutos de isquemia global traen como resultado una Tabla 1 - Valores basales de la función cardíaca en diferentes grupos de tratamiento y tiempos de isquemia GRUPOS PSVI (mmHg) PDFVI (mmHg) PDVI (mmHg) PFP (mmHg.bpm) +dP/dtmax (mmHg/s) -dP/dtmax (mmHg/s) PP (mmHg) FC (bpm) Isquemia KH Angio AC 20 min 79,4 ± 7,3 82,1 ± 5,6 81,8 ± 6,7 25 min 81,5 ± 6,4 77,8 ± 5,6 78,3 ± 7,1 30 min 78,1 ± 6,9 80,6 ± 6,2 80,4 ± 6,3 20 min 8,6 ± 0,2 8,5 ± 0,3 8,7 ± 0,2 25 min 8,3 ± 0,3 8,2 ± 0,4 8,4 ± 0,3 30 min 8,5 ± 0,2 7,9 ± 0,2 8,3 ± 0,3 20 min 70,8 ± 7,3 73,6 ± 5,9 73,4 ± 6,8 25 min 73,2 ± 6,6 69,6 ± 6,3 69,9 ± 7,4 30 min 69,6 ± 6,7 72,7 ± 6,4 72,1 ± 6,5 20 min 16.179,6 ± 2.025,5 17.066,5 ± 1.989,7 17.178,9 ± 1.940,8 25 min 16.866,4 ± 1.854,7 16.568,4 ± 1.996,7 16.790,0 ± 2.364,9 30 min 15.755,1 ± 1.778,7 17.594,8 ± 2.219,8 17.173,9 ± 2.020,3 20 min 1.687,4 ± 217,4 1.633,0 ± 128,6 1.756,4 ± 145,0 25 min 1.755,4 ± 238,1 1.533,0 ± 182,2 1.684,4 ± 152,0 30 min 1.662,8 ± 198,2 1.772,2 ± 197,9 1.727,8 ± 101,6 20 min 1.061,1 ± 142,0 1.036,3 ± 108,3 1.167,2 ± 87,4 25 min 1.143,4 ± 124,3 984,0 ± 119,4 1.063,2 ± 91,1 30 min 1.059,1 ± 139,1 1.116,6 ± 116,0 1.126,2 ± 89,5 20 min 87,5 ± 5,3 85,2 ± 4,1 83,0 ± 5,1 25 min 86,2 ± 4,4 82,7 ± 4,3 84,0 ± 3,9 30 min 83,0 ± 3,6 84,3 ± 3,8 86,0 ± 4,2 20 min 228,0 ± 5,1 231,2 ± 8,5 233,6 ± 4,8 25 min 230,0 ± 4,6 237,4 ± 7,2 239,3 ± 8,5 30 min 226,0 ± 3,8 241,2 ± 9,3 237,6 ± 6,6 KH - Krebs-Henselei; Angio - angiotensina-I; AC - angiotensina-I + captopril; PSVI - presión sistólica del ventrículo izquierdo; PDFVI - presión diastólica final del ventrículo izquierdo; PDVI - presión desarrollada del ventrículo izquierdo; PFP - producto frecuencia-presión; +dP/dtmax – derivada positiva máxima de la presión del VI; -dP/dtmax - derivada negativa máxima de la presión del VI; PP - presión de perfusión; FC - frecuencia cardíaca; Los datos están expresados como promedio ± E.P.M. (n = 5 cada). 392 Arq Bras Cardiol 2011;97(5):390-396 Oliveira et al Angiotensina-I y efectos isquémicos en la recuperación Artículo Original Isquemia de 25’ Isquemia de 30’ reperfusión reperfusión reperfusión reperfusión reperfusión reperfusión RPP (relación al basal) (•) dP/dt max (relación al basal) (+) Isquemia de 20’ Isquemia de 25’ Isquemia de 30’ PDFVI (relación al basal) Isquemia de 20’ reperfusión reperfusión reperfusión reperfusión reperfusión PP (relación al basal) reperfusión Fig. 1 - Recuperación de la función cardíaca después de 20, 25 y 30 min de isquemia global. Panel A. Derivadas máximas de la presión del VI (+/- dP/dtmax), la derivada negativa aparece en color gris). Panel B. Producto frecuencia-presión (PFP). Panel C. Presión diastólica final del ventrículo izquierdo (PDFVI). Panel D. Presión de perfusión (PP), KH (control), Angio (angiotensina-I) y AC (angiotensina-I + captopril). Los datos aparecen como promedio ± E.P.M. (n = 5 cada). * P < 0,05: Angio vs. KH respectivo; # P < 0,02: AC vs. respectiva Angio. † P < 0.001: KH 25 min y KH 30 min vs. KH 20 min de isquemia. Arq Bras Cardiol 2011;97(5):390-396 393 Oliveira et al Angiotensina-I y efectos isquémicos en la recuperación Artículo Original disfunción contráctil leve o moderada, mientras que períodos de isquemia más extensos pueden conllevar a la disfunción contráctil grave. Además, los efectos de la angiotensina-I y del captopril sobre la recuperación funcional fueron mejor demostrados cuando los corazones se sometieron a 20 min de isquemia. Este es el primer estudio que evalúa la recuperación funcional y la capacidad de respuesta de la ECA en corazones de ratones sometidos a tres períodos de isquemia diferentes. En el modelo de corazón aislado, tanto la isquemia como la reperfusión, inducen a la liberación de enzimas cardíacas16-18,20. Pero pese a los importantes resultados presentados, todavía hay discordancias que arrojan la falta de estandarización entre los diferentes ensayos y la sensibilidad de los métodos utilizados. Además, los datos son a menudo expresados en varias unidades (unidad/mg de proteína, unidad/g de peso seco etc.), haciendo difícil comparar los resultados. Por eso, preferimos usar varios índices funcionales para evaluar la extensión de la lesión tisular en la cardiopatía isquémica, una vez que consideramos que ese abordaje sería más reproductible. El período de las alteraciones cardiovasculares inducidas por la isquemia global (20, 25 y 30 min), en el modelo de corazón de ratones aislado mostró que, cuando los corazones fueron expuestos a 20 min de isquemia, la recuperación funcional se redujo en la fase inicial de reperfusión, pero no al final de la reperfusión (30 min), lo que nos indica que el grado del daño tisular fue leve o moderado. Sin embargo, cuando el período de isquemia aumentó para 25 ó 30 min, una reducción acentuada en la recuperación funcional se observó conforme a lo indicado por el menor +/-dP/ dtmax y producto frecuencia-presión, y por la mayor PDFVI y PP durante el período de reperfusión. Por tanto, cuando el tiempo de isquemia excede 20 min, la consecuencia y la contractura del miocardio indica un alto grado de daño tisular. Tal vez sea esa la causa de la menor capacidad de respuesta demostrada por el tejido cardíaco cuando el período de isquemia aumentó de 25 para 30 min. Esos hallazgos están de acuerdo con los datos funcionales y metabólicos de Wang et al21 y Palmer et al16, que relataron la disfunción postisquémica leve cuando se usaron cortos períodos de isquemia global (15 a 20 min), aunque hayan observado una disfunción miocárdica grave con elevación persistente de la creatina quinasa después de 25 min de isquemia, lo que sugiere una lesión miocárdica irreversible. Esos resultados, junto con los del presente estudio, indican que la transición de daño tisular leve, moderado o grave, ocurre después de 20 min de la isquemia global. Sin embargo, las alteraciones en el tapón de perfusión (por ejemplo, concentración de sustrato y composición22, flujo23 y temperatura24), podrían modificar ese límite isquémico. Muchos relatos confirman que la actividad de la ECA está presente en el tejido cardíaco y que el sistema renina-angiotensina puede modular la homeostasis cardiovascular por medio de sus sistemas local y sistémico12-14,25. Pero en el modelo de corazón de ratones aislado, el sustrato (angiotensina-I) debe ser añadido en la perfusión para estudiar la ECA local12-14. En el presente estudio, la adición de angiotensina-I en la perfusión, nos llevó a una reducción acentuada de la recuperación funcional del VI, conforme a lo indicado por el +/-dP/dtmax y producto frecuenciapresión más bajos en todos los períodos de isquemia testados. Esa constatación también es corroborada por mayores PDFVI y PP encontradas en grupos sometidos a 20 min de isquemia. Relatos anteriores también han mostrado que la angiotensina-I 394 Arq Bras Cardiol 2011;97(5):390-396 y la angiotensina-II redujeron la contractilidad cardíaca o causó la constricción de las arterias coronarias9,15, pero otros autores no vieron ningún efecto perjudicial inducido por esos compuestos26. Los efectos perjudiciales de la angiotensina en la función cardíaca pueden involucrar una producción de ERO aumentada, una vez que los estudios indican que la angiotensina-II puede estimular la NADPH oxidasa27. Los efectos de la angiotensina-I sobre la recuperación funcional del VI fueron total o parcialmente revertidos por el captopril en los grupos sometidos a 20 y 25 min (pero no a 30 min) de isquemia, lo que significa que dependen de la conversión local para la angiotensina-II. Es probable que múltiples factores tengan un papel en el efecto protector de los inhibidores de la ECA en la lesión de isquemia-reperfusión: reducen la infiltración de leucocitos28 y controlan los efectos antiinflamatorios29, las propiedades de captura de los radicales libres30 y el efecto mediado por el aumento de los niveles de bradicinina y prostaglandina31. Y ya que el inhibidor de la ECA aumenta los niveles en circulación de la angiotensina-I (1-7)32, esto puede mediar algunos de esos efectos cardiovasculares33,34. La incapacidad del captopril de abolir completamente las respuestas mediadas por la angiotensina posiblemente sea el resultado de la actividad intrínseca de la angiotensina-I, pues la formación de la angiotensina-II en los corazones intactos de ratones depende principalmente de la ECA12,13. No obstante, muchos caminos alternativos para formar la angiotensina-I (cimasa, calicreína y catepsina G), podrían ser activados en diversas condiciones patológicas, tales como la isquemia, la hipercolesterolemia, la hipertensión y la inflamación35. Esos resultados demuestran que la recuperación funcional del VI se redujo significativamente y quedó proporcionalmente menos afectada por la angiotensina-I o por el captopril, cuando el corazón había sido expuesto a más de 20 min de isquemia. Así, la baja capacidad de respuesta del tejido cardíaco a los fármacos se debe a la contractura isquémica, pero no al posible agotamiento de la ECA cardíaca. Como colofón podemos decir que, 20 min de isquemia global son probablemente, el mejor período para el estudio de la disfunción contráctil del miocardio leve o moderada, en un nivel que puede ser atenuado o agravado por los fármacos testados. Períodos más largos de isquemia conllevan a un daño en el miocárdico mucho más fuerte, con el desarrollo de contractura isquémica, que no pede ser revertida por fármacos testados durante la reperfusión. Por eso, los abordajes farmacológicos testados durante esos períodos, puede que no tengan un efecto por razones metodológicas. Además, esos datos sugieren que la angiotensinaII participa directa o indirectamente en el daño postisquémico, y que la capacidad de un inhibidor de la ECA de atenuar ese daño, depende del tiempo de la isquemia. Agradecimientos A los autores les gustaría agradecer a la Sra. Tânia R.G. Fernandes (Instituto de Ciências Básicas da Saúde/ Universidade Federal do Rio Grande do Sul (ICBS/UFRGS) por su asistencia técnica. Potencial Conflicto de Intereses Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes. Oliveira et al Angiotensina-I y efectos isquémicos en la recuperación Artículo Original Fuentes de Financiación CAPES, CNPq, FAPESP y FAPERGS financiarón el presente estudio. Vinculación Académica Este artículo forma parte de tesis de Doctorado de Ubirajara Oliveira de Oliveira, por Universidade Federal do Rio Grande do Sul. Referencias 1. Reimer KA, Heide RSV, Richard VJ. Reperfusion in acute myocardial infarction: effect of timing and modulating factors in experimental models. Am J Cardiol. 1993;72(19):13G-21G. 2. Kern KB, Hilwig RW, Rhee KH, Berg RA. Myocardial dysfunction after resuscitation from cardiac arrest: an example of global myocardial stunning. J Am Coll Cardiol. 1996;28(1):232-40. 3. Bolli R, Marban E. Molecular and cellular mechanisms of myocardial stunning. Physiol Rev. 1999;79(2):609-34. 4. Kloner RA, Jennings RB. Consequences of brief ischemia: stunning, preconditioning, and their clinical implications: part 1. Circulation. 2001;104(24):2981-9. 5. 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