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REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTI L E Imagen por susceptibilidad magnética por RM en la esclerosis múltiple Álex Rovira Volumen V - Nº 26 - Junio de 2013 Unidad de Resonancia Magnética (IDI). Servicio de Radiología. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona. Evidencias existentes acerca de la posible implicación de los virus en la esclerosis múltiple Roberto Álvarez-Lafuente Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos. Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid. Albert Gombault Eduardo Gutiérrez-Rivas Jubilado de: Unidad Neuromuscular. Servicio de Neurología. Hospital Universitario “12 de Octubre”. Facultad de Medicina. Universidad Complutense. Madrid. Novedades bibliográficas Ana Mª Alonso Torres Unidad de Neuroinmunología. Instituto de Neurociencias Clínicas. Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga. EDITA: REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS M Ú LT I L E S T A F F Director: Óscar Fernández Fernández Director Instituto Neurociencias Clínicas Jefe de Servicio de Neurología Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga Comité de redacción: Secretaria de redacción: Celia Oreja Guevara L. Leyva Fernández G. Luque Fernández J. A. Tamayo Toledo F. Romero Crespo A. L. Muñoz Becerra A. Alonso Torres R. Bustamante Toledo V. Fernández Sánchez M. Guerrero Fernández A. León Martín Comité asesor: Jose Carlos Álvarez Cermeño Txomin Arbizu Urdain Rafael Arroyo González Marina Bujanda Francisco Coret Ferrer J. A. García-Merino Miguel Ángel Hernández Pérez Carlos Hernández Lahoz Guillermo Izquierdo Ayuso Madrid Barcelona Madrid Navarra Valencia Madrid Sta. Cruz de Tenerife Oviedo Sevilla Xavier Montalbán Gairin Fco. Javier Olascoaga Urtaza Jose María Prieto González Alfredo Rodríguez Antigüedad Albert Saiz Hinarejos Alberto Tuñón Álvarez Clara de Andrés de Frutos Purificación de Castro Lorenzo Jordi Matías-Guiu Guía Barcelona San Sebastián Santiago de Compostela Basurto (Vizcaya) Barcelona Oviedo Madrid Pamplona Madrid EDITA: C/ Concha Espina, 8 - 1º Dcha. 28036 Madrid Teléfono: 91 411 00 32 Fax: 91 411 01 46 E-mail: informacion@lineadecomunicacion.com Depósito Legal: M-24807-2006 ISSN: 1885-7590 Comité científico: Yolanda Aladro Benito Carmen Arnal García Jose Ramón Ara Callizo Joaquín Argente Alcalá Manuel Arias Gómez Julián Benito Wadih Bowakin Dib Luís Brieva Ruíz Inma Bonaventura Ibars Carmen Durán Herrera Joaquín Escudero Torrella Ricardo Fernández Bolaños Dionisio Fernández Uría Jesús Foronda Benoga Pedro García Ruíz-Espiga Juan Carlos García-Manco María Pilar Granés Ibáñez Pedro Guardado Santerías Getafe (Madrid) Granada Zaragoza Cádiz S. de Compostela Móstoles (Madrid) Valladolid Lleida Tarrasa (Barcelona) Badajoz Valencia Sevilla Asturias Jaén Madrid Bilbao Lérida Almería Miguel Guerrero Fernández Jose Mª Gutiérrez García Cristina Íñiguez Martínez Francisco Lacruz José Meca Lallana Celia Oreja Guevara Ángel Pérez Sempere Cristina Ramo Tello Jordi Río Izquierdo Elena Rodríguez García Jesús Romero López Jaume Roquer González Fernando Sánchez López Mar Tintoré Subirana Antonio Uclés Antonio Yusta Izquierdo Juan José Zarranz Imirizaldu Granada Valladolid Zaragoza Navarra Murcia Madrid Alicante Badalona Barcelona Madrid Vigo Barcelona Córdoba Barcelona Sevilla Guadalajara Bilbao © 2013 Sumario REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS M Ú LT I L E 13 Volumen V - Nº 26 - Junio de 2013 Imagen por susceptibilidad magnética por RM en la esclerosis múltiple Álex Rovira Unidad de Resonancia Magnética (IDI). Servicio de Radiología. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona. 5 Evidencias existentes acerca de la posible implicación de los virus en la esclerosis múltiple Roberto Álvarez-Lafuente Servicio de Neurología. Hospital Clínico San Carlos. Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid. 4 15 Albert Gombault Eduardo Gutiérrez-Rivas Jubilado de: Unidad Neuromuscular. Servicio de Neurología. Hospital Universitario “12 de Octubre”. Facultad de Medicina. Universidad Complutense. Madrid. 28 Novedades bibliográficas Ana Mª Alonso Torres Unidad de Neuroinmunología. Instituto de Neurociencias Clínicas. Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga. 33 Agenda de congresos 37 REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Imagen por susceptibilidad magnética por RM en la esclerosis múltiple Álex Rovira Unidad de Resonancia Magnética (IDI). Servicio de Radiología. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona. RESUMEN. La imagen de susceptibilidad magnética (SWI) es una técnica relativamente reciente de RM que basa su contraste tisular en las diferencias en las propiedades magnéticas existentes en los tejidos biológicos. En este artículo se revisan los resultados de la utilización de las secuencias SWI en pacientes con esclerosis múltiple, donde esta técnica ha abierto nuevas posibilidades en el análisis del componente neurodegenerativo de la enfermedad. Palabras clave: esclerosis múltiple, resonancia magnética, imagen por susceptibilidad magnética. ABSTRACT. Susceptibility weighted imaging (SWI) is a relatively novel MR imaging technique, based on the differences in the magnetic properties existing in biological tissues. This article reviews the results of the use of SWI sequences in multiple sclerosis, where this technique has opened new possibilities for assessing the neurodegenerative component of the disease. Key words: multiple sclerosis, magnetic resonance, susceptibility weighted imaging. L a imagen por susceptibilidad magnética (SWI) es una técnica de RM, diseñada por Haacke en 20041, que obtiene contraste de forma diferente al de las secuencias clásicas, en las que éste se obtiene a partir de diferencias en los tiempos de relajación longitudinal (T1) o transversal (T2). La SWI obtiene el contraste a partir de las diferencias en la susceptibilidad magnética (SM) de determinados elementos o compuestos contenidos en los tejidos orgánicos2, los cuales inducen variaciones en la fase de la magnetización transversal. Estas variaciones no dependen de las características en la relajación intrínseca de los tejidos, sino de las variaciones locales de la frecuencia de precesión de los núcleos de hidrógeno, y se escalan con la potencia del campo magnético3. Los cuerpos materiales contienen cargas eléctricas en continuo movimiento (por ejemplo: electrones girando en sus órbitas). En consecuencia, cuando están sometidos a un campo magnético, poseen propiedades magnéticas y, por tanto, comportamientos que dependen básicamente de su composición electrónica. Estos comportamientos se cuantifican mediante la SM, que es una medida de la tendencia a magnetizarse de un material cuando se coloca bajo el efecto de un campo magnético externo. Los materiales se pueden clasificar según el valor de su SM en dos grupos principales: los paramagnéticos y los diamagnéticos4. Los cuerpos con valores de SM < 0 se llaman “diamagnéticos” y se conocen en general como “no magnéticos”. En su interior el campo magnético tiende a ser menor que el del campo magnético externo al que está sometido. Los tejidos biológicos son ge- neralmente diamagnéticos, si bien poseen distintos valores de SM. Esto origina que en las interfases entre tejidos biológicos con diferente SM se originen variaciones locales del valor del campo magnético conocidos como gradientes de susceptibilidad, que causan artefactos que distorsionan las imágenes obtenidas. Los elementos o compuestos con valores de SM > 0 se llaman “paramagnéticos” e inducen incrementos locales del campo magnético. Los elementos de la tabla periódica clasificados en el grupo de las tierras raras, como el “Gadolinio” o el “Dysprosium”, se encuentran entre las sustancias de mayor paramagnetismo por poseer múltiples electrones no apareados. Este elevado paramagnetismo influye en la relajación de los núcleos de 1H que se encuentran en su cercanía, por lo que pueden ser utilizados como medios externos de contraste en RM. Dentro de las sustancias paramagnéticas se encuentran las “ferromagnéticas” (hierro), que se caracterizan por tener un valor de SM muy elevado, y que entran en sincronía cuando se someten al efecto de un campo magnético externo. Correspondencia: Álex Rovira – Unidad de Resonancia Magnética (IDI) – Servicio de Radiología – Hospital Universitari Vall d’Hebron Universidad Autónoma de Barcelona – Passeig Vall d’Hebron, 119-129 – 08035 Barcelona – E-mail: alex.rovira@idi-cat.org Revisión ❑❑Características de las secuencias SWI Las secuencias de SWI se obtienen combinando la información proveniente tanto de las imágenes de magnitud como de fase, maximizando estas últimas las diferencias en el valor de SM de los vóxeles contenidos en la imagen. De esta forma, sustancias con propiedades paramagnéticas por su contenido en hierro, como la deoxihemoglobina, la hemosiderina REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 5 Revisión 13 Figura 1 Imágenes obtenidas con la secuencia de susceptibilidad magnética (SWI). De forma estandarizada se obtienen cuatro tipos de imágenes: magnitud, fase, SWI, y venográfica. Esta última se obtiene a partir de una proyección de mínima intensidad de las imágenes SWI que permite visualizar la conectividad de las estructuras venosas. 6 y la ferritina, y que se caracterizan por tener valores de SM >0, producen un desplazamiento positivo en las imágenes de fase, lo que permite diferenciarlas de sustancias con propiedades diamagnéticas o “no magnéticas”5. Las imágenes de SWI se obtienen a partir de secuencias en eco de gradiente tridimensionales de alta resolución ponderadas en T2* con compensación de flujo en los tres ejes del espacio y con tiempos de eco relativamente largos cuyo valor dependerá del campo magnético utilizado (40 ms en campos de 1.5T; 25 ms en campos de 3T)3, 6. A diferencia de una secuencia convencional ponderada en T2* (que también potencia las diferencias en SM al no corregir las incoherencias en la relajación transversal), las secuencias de SWI utilizan la información de la máscara de contraste de fases, que tras ser filtrada para eliminar artefactos de fase no deseados como son los secundarios a las interfases entre tejidos biológicos con diferente SM (interfases entre tejido óseo y cerebral) y las imperfecciones en la homogeneidad del campo magnético, se multiplica a la máscara de magnitud con el objeto de magnificar los efectos de SM. Ello permite incrementar la conspicuidad de las venas cerebrales (elevada concentración en deoxihemoglobina) y de tejidos con presencia de hierro, tanto de origen hemático como no hemático, que aparecen hipointensos en las imágenes de SWI. Debido a que la escala utilizada en las imágenes SWI es arbitraria, esta técnica no puede considerarse un auténtico método para cuantificar la concentración tisular de hierro. Sin embargo, recientemente se han desarrollado técnicas que permiten realizar análisis cuantitativos de las imágenes SWI (QSM, quantitative susceptibility mapping) que si bien tiene una cierta complejidad en su obtención, han demostrado una gran sensibilidad en la detección de hierro tisular3, 7. Con frecuencia a las imágenes de SWI se les aplica un programa de reconstrucción que crea proyecciones de mínima intensidad (mIP) que facilita REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 la visualización de la conectividad de las estructuras venosas (venografía por RM). De esta forma, un estudio completo de SWI incluye las imágenes de magnitud, las imágenes de fase filtradas, las imágenes propiamente de SWI y la reconstrucción mIP o imágenes venográficas (Figura 1). La mayor sensibilidad de las secuencias SWI en comparación con las secuencias en eco de gradiente ponderadas en T2* (habitualmente utilizadas para identificar calcificaciones o hemorragias) se fundamenta en la información obtenidas con las imágenes de fase. Estas imágenes, y la información que de ellas se deriva, suelen ser ignoradas en los estudios clínicos de RM, con excepción de determinadas secuencias angiográficas (angiografía por contraste de fases) o que analizan la dinámica del líquido cefalorraquídeo, en las que permiten obtener información sobre la direccionalidad de tejidos con movimiento macroscópico (sangre circulante, líquido cefalorraquídeo) gracias a los cambios en la fase de los protones inducidos por el mismo (Figura 2). Con el desarrollo en los últimos años de técnicas de adquisición en paralelo, y la utilización de equipos de 3T, es posible en la actualidad obtener secuencias SWI con tiempos de adquisición aceptables (4-5 minutos), de alta resolución y con cobertura cerebral completa8. Ello ha facilitado la implementación de esta secuencia en estudios experimentales y clínicos de RM en diferentes procesos que afectan el sistema nervioso central, como son los traumatismos cerebrales, las enfermedades cerebrovasculares, los procesos tumorales y las enfermedades neurodegenerativas9. En la esclerosis múltiple las secuencias SWI se han utilizado para analizar por un lado la presencia de depósitos de hierro, tanto en la sustancia gris subcortical como en las lesiones visibles en secuencias T2, y por otro la visibilidad o grosor de las venas medulares de los hemisferios cerebrales y su relación topográfica con las lesiones desmielinizantes focales. Álex Rovira ❑❑Visibilidad de las venas cerebrales Las lesiones de EM visibles en las secuencias ponderadas en T2 muestran una clara tendencia a localizarse en la sustancia blanca periventricular de los hemisferios cerebrales, donde es frecuente que exista al menos una lesión de morfología ovoidea con su eje mayor perpendicular al eje antero-posterior de los hemisferios cerebrales10. Esta característica morfo-topográfica se explica por la predisposición de las placas desmielinizantes a situarse alrededor de las vénulas, que en la sustancia blanca que rodea los ventrículos laterales tienen un trayecto perpendicular a las paredes ependimarias. Esta morfología ovoidea es un reflejo radiológico de los llamados dedos de “Dawson”, hallazgo histopatológico descrito por este autor y que indica la localización de las placas desmielinizantes rodeando estructuras venulares11. Tan et al.12, utilizando una secuencia venográfica de alta resolución en un equipo de 1,5T, similar a la secuencia SWI, identificaron la distribución perivenular de las lesiones desmielinizantes, confirmando que su topografía y morfología viene determinada, al menos en algunas lesiones, por la localización y orientación de las vénulas. Así, en este estudio pudieron observar cómo en el 45% de las lesiones desmielinizantes visibles en las secuencias T2, existía una vena que las atravesaba centralmente. Sin embargo, este concepto se ha discutido en base a la heterogeneidad que estudios histopatológicos han mostrado en la presencia de estructuras venulares en el centro de las lesiones desmielinizantes13. Sin embargo, estudios posteriores de RM que utilizaron equipos de muy alto campo (3-7T) no solo confirmaron los hallazgos iniciales de Tan et al., sino que demostraron que la presencia de venas centrales en placas de EM es un hallazgo prácticamente constante en las lesiones desmielinizantes de localización periventricular14-17, mientras que este hallazgo es muy infrecuente en lesiones focales de sustancia blanca no relacionadas con la EM, confiriéndole a este hallazgo valor diagnóstico (Figura 3). Además de la identificación de venas en el centro de lesiones periventriculares, diferentes estudios han analizado, mediante la utilización de secuencias SWI, la visibilidad de las venas medulares de los hemisferios cerebrales en pacientes con EM. Así, Ge et al., en un estudio preliminar, utilizando secuencias SWI en un equipo 3T, describieron una disminución en la visibilidad de las venas medulares de los hemisferios cerebrales en pacientes con EM remitenterecurrente que se correlacionaba de forma negativa con el volumen lesional en T218. Posteriormente se ha descrito este mismo hallazgo, utilizando una técnica similar, pero en pacientes con un síndrome neu- Figura 2 Angiografía obtenida con secuencias T1 tras administración de contraste (izquierda) y con técnica de contraste de fases (derecha) del sistema vertebrobasilar (plano coronal) en un paciente con un síndrome de robo de la arteria subclavia izquierda. La angiografía con contraste muestra la oclusión proximal de la arteria subclavia izquierda (flecha), pero únicamente la angiografía con contraste de fase objetiva la inversión del flujo de la arteria vertebral izquierda, que se muestra hipointensa (de forma arbitraria el flujo ascendente se codifica en blanco y el descendente en negro). 7 Figura 3 RM cerebral obtenida en una paciente diagnosticada de esclerosis múltiple. La secuencia ponderada en T2-FLAIR (izquierda) muestra una típica lesión ovoidea de localización periventricular. La imagen de susceptibilidad magnética (derecha) identifica claramente una vénula en el centro de la lesión (flecha). REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Revisión 13 8 rológico aislado que presentaban lesiones desmielinizantes cerebrales19 (Figura 4). Finalmente Sinnecker et al.17, utilizando un equipo de 7T, mostraron este mismo hallazgo en formas iniciales de EM. Diferentes hipótesis intentan explicar este hallazgo. La teoría inicialmente contemplada es que esta disminución se produce como consecuencia de una disminución de la concentración venular de deoxihemoglobina atribuible a una disminución en la fracción de extracción de oxígeno en el contexto de un proceso hipometabólico difuso. Ello causaría una disminución del efecto de SM y, por tanto, una menor hiposeñal de las venas que conlleva su menor visibilidad. Este efecto, denominado “efecto BOLD” (Blood Oxygenation Level Dependent) es la base de los estudios de RM funcional, en los que, ante la activación de un área cortical, se produce un aumento en la concentración relativa de oxihemoglobina en las vénulas postcapilares y, por tanto, una reducción del efecto paramagnético (inducido por la deoxihemoglobina) con el consiguiente aumento de la señal de resonancia en las áreas corticales activadas20, 21. Este proceso hipometabólico difuso, que podría ser consecuencia de una disfunción astrocitaria, se ve apoyado por estudios que, utilizando tomografía por emisión de positrones (PET), mostraron una reducción global en el metabolismo de la glucosa en pacientes con EM, que se correlacionaba con el volumen lesional en T2 y con el grado de disfunción cognitiva22-24. Además de estas consideraciones metabólicas, también se ha sugerido como causa de esta disminución en la visibilidad de estructuras venosas la existencia de alteraciones hemodinámicas y vasculares. Así, en pacientes con formas crónicas de EM se ha descrito una disminución del flujo y volumen sanguíneos cerebrales que produce alteraciones en la microcirculación25. Esta hipoperfusión difusa, que podría ser secundaria a una lesión vascular primaria, también podría explicarse por la existencia de una disfunción astrocitaria difusa atribuible a una liberación de potasio en el espacio perivascular que causaría una menor vasodilatación, o por daño mitocondrial secundario a la existencia de mediadores inflamatorios tóxicos26, 27. Además, el propio proceso neuroinflamatorio puede contribuir de forma directa en la disminución de la densidad venosa en base a estudios histopatológicos que describen daño de las estructuras venosas28-30. Este daño incluye la existencia de infiltrados perivasculares, depósitos de material fibrinoide y de hemosiderina, e incremento de colágeno, que producirían un engrosamiento de las paredes de los vasos afectos y una reducción en su calibre. Una hipótesis muy controvertida es la que proponen Zivadinov et al.31, que pretende explicar esta REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Figura 4 Análisis de la visibilidad de las vénulas medulares de los hemisferios cerebrales. Imágenes de susceptibilidad magnética obtenidas en un sujeto sano (fila superior) y en un paciente con un síndrome neurológico aislado que presentaba lesiones cerebrales de características desmielinizantes. La visibilidad de las vénulas es menor en el paciente en comparación con el sujeto sano. Esta menor visibilidad puede cuantificarse a partir de programas que analizan la densidad venosa en regiones predeterminadas (imágenes derechas). menor visibilidad de las estructuras venosas por efecto de la llamada insuficiencia venosa cerebroespinal crónica (CCSVI) que causaría una destrucción de las venas cerebrales de pequeño tamaño como consecuencia de la congestión venosa y la hipertensión capilar que produce. Sin embargo, la ausencia de un incremento en la presión venosa intracraneal en pacientes con EM32 iría en contra de esta hipótesis. Además, la oclusión de las venas extracraneales debería producir una ingurgitación de las intracraneles (mayor volumen) y una potenciación de los efectos de SM como consecuencia de una mayor extracción de oxígeno (mayor visibilidad). Se ha sugerido que la CCSVI, que se manifiesta por una estenosis de las venas de drenaje en pacientes con EM, podría explicarse simplemente por una respuesta fisiológica adaptativa a la hipoperfusión e hipometabolismo que ocurre en la EM, por lo que probablemente deba considerarse una condición secundaria pero no causal de esta enfermedad33. Álex Rovira Recientemente Gaitán et al. han analizado diferencias en la visibilidad de las estructuras venosa en pacientes con EM en base a su relación anatómica con las placas visibles en secuencias T234. Estos autores han mostrado como el calibre de las estructuras venosas intralesionales está disminuido en relación con las que tienen una situación extralesional. Desde el punto de vista histológico, este hallazgo podría explicarse por el hecho de que las venas localizadas en el centro de las lesiones focales presentan, tal como se ha comentado previamente, exudados fibrinoides y depósitos de colágeno, que causan su compresión y disminuye su distensibilidad, lo que finalmente produce su estenosis11, 35. Más difícil de explicar es el mayor calibre de las venas extralesionales en pacientes con EM en comparación con sujetos sanos, si bien se ha sugerido que podría ser una consecuencia de una dilatación ex-vacuo secundaria a la pérdida de tejido cerebral34. ❑❑Detección de hierro en el sistema nervioso central en la esclerosis múltiple El hierro es un elemento esencial para el metabolismo neuronal participando en la producción de mielina, en la generación de energía mitocondrial, en el trasporte de oxígeno, en la síntesis de neurotransmisores y en la reacción de Fenton, la cual cataliza el peróxido de hidrógeno dando como resultado la generación de radicales oxidantes que participan en mecanismos biológicos de degradación no enzimáticos36-38. También se ha implicado el hierro en mecanismos reparativos (remielinización, biogénesis mitocondrial) en respuesta a enfermedades del sistema nervioso central. El exceso de hierro en el tejido cerebral puede inducir, a su vez, un proceso neurodegenerativo a través de su implicación en la génesis de radicales oxidantes, bloqueando mecanismos reparadores, activando la microglia y los macrófagos con incremento de su actividad pro-inflamatoria y facilitando el desarrollo de daño mitocondrial39. En el tejido cerebral, el hierro se almacena predominantemente en las proteínas ferritina y hemosiderina que sirven de reservorio frente a deficiencias o sobrecargas graves de este elemento40. En el envejecimiento normal, diferentes regiones cerebrales, especialmente los ganglios de la base, tienen una tendencia a incrementar su concentración de hierro no hemático, en forma de ferritina41. Así, la concentración de hierro aumenta de forma rápida hasta los 30-40 años para posteriormente mantenerse o aumentar levemente, con excepción de los tálamos donde se produce una disminución tras los 35 años de edad41. Este incremento también se ha descrito en diferentes enfermedades neurodegenerativas, incluida la EM, evidencia fundamentada, además de por estudios histopatológicos, en hallazgos de RM. En el caso específico de la EM, este incremento de hierro no sólo se ha detectado en los núcleos grises centrales, sino también en las lesiones focales que se localizan en la sustancia blanca encefálica. De todas maneras no está bien establecido si este incremento del hierro tisular en la EM explicaría al menos parcialmente el desarrollo de lesión neuroaxonal irreversible, o si simplemente corresponde a un epifenómeno de la enfermedad39, 42. ❑❑Incremento de hierro en los núcleos grises centrales Diferentes técnicas de RM se han propuesto para la cartografía en vivo del contenido de hierro en los tejidos cerebrales. El principio básico de todas estas técnicas es la interacción entre los complejos de hierro de alto peso molecular, tales como la ferritina o la hemosiderina, y las moléculas de agua, lo que conduce a una disminución de los tiempos de relajación T2 y T2* como consecuencia de su elevada SM43, y por tanto a una disminución de señal. Sin embargo, la evaluación visual de esta pérdida de señal no es lo suficientemente sensible para detectar sutiles cambios asociados con la concentración tisular de hierro en el tejido cerebral. Además, la evaluación visual no proporciona una evaluación cuantitativa del depósito de hierro, debido a que las intensidades de señal en secuencias ponderadas en T2 no se escalan linealmente con la concentración de hierro tisular3. Para superar esta limitación se ha propuesto un método cuantitativo conocido como relaxometría T2* o R2* (R2* es el inverso de T2*) cuyas principales ventajas son que, al menos para la sustancia gris, la escala linealmente con el contenido de hierro en toda la gama de concentraciones fisiológicas44, 45 y que puede obtenerse en equipos de RM disponibles comercialmente utilizando tiempos de exploración razonables y con cobertura anatómica cerebral completa.Diferentes estudios a partir de diferentes técnicas de mapeo de hierro tisular por RM, incluidas las secuencias de SWI, han analizado la presencia y concentración de hierro tisular en la EM. Estos estudios han mostrado un aumento de hierro en los ganglios basales y en los tálamos en la EM en comparación con controles sanos (Figura 5), que se correlaciona con la progresión de la discapacidad, el incremento del volumen lesional en T2, la atrofia de sustancia gris, la duración de la enfermedad, la discapacidad física y la velocidad de procesamiento mental46-51, por lo que se ha propuesto el mapeo de hierro tisular como un posible marcador de neurodegeneración en la EM. Diversas hipótesis intentan explicar el aumento de hierro en los núcleos grises centrales, entre la que destaca un incremento en su demanda como conseREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 9 Revisión cuencia de un mayor requerimiento energético a nivel mitocondrial52. Si bien inicialmente Khalil et al. no demostraron la presencia de incrementos de hierro en los núcleos grises centrales en pacientes con un síndrome neurológico aislado utilizando relaxometria T2* en equipos de 3T47, posteriormente Al-Radaideh et al., utilizando secuencias SWI obtenidas en un equipo de 7T, sí lo mostraron53, lo que indica que el incremento de hierro se produce incluso en las fases más iniciales de la enfermedad y que la sensibilidad de la RM en su detección depende no solo del tipo de secuencia utilizada, sino especialmente de la potencia del campo magnético en las que éstas se obtienen. Este hallazgo se ha visto corroborado recientemente por Langkammer et al. que, utilizando mapeos cuantitativos de hierro con SWI (QSM), que son muy sensibles en la detección de hierro tisular, han demostrado incrementos de hierro en los ganglios basales en las fases más iniciales de la enfermedad7. 13 Figura 5 Imágenes de susceptibilidad magnética obtenidos en un sujeto sano (izquierda) y en un paciente con esclerosis múltiple (derecha) pareados por edad. Obsérvese la mayor hiposeñal de los núcleos grises centrales y tálamos en el paciente con esclerosis múltiple en relación con el sujeto sano, que probablemente refleja un incremento en la concentración de hierro. ❑❑ Incremento de hierro las lesiones desmielinizantes focales de sustancia blanca 10 Diferentes estudios indican la existencia de un incremento de hierro en el seno de las lesiones focales desmielinizantes que afectan la sustancia blanca cerebral. Este aumento de hierro podría tener una relación directa con la existencia de daño en la pared vascular, que causaría un incremento en la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y consecuentemente una extravasación de células sanguíneas con incremento de depósitos perivasculares de hierro28, 52, 54. Este aumento de hierro también podría tener un origen no hemático y deberse a un incremento en la demanda de hierro como consecuencia del estrés metabólico, de la misma forma que induce este incremento en los núcleos grises centrales. Finalmente también se produce un incremento de hierro en la microglia activada y en los macrófagos55 como respuesta a la hipoxia o a la fagocitosis de hematíes extravasados, o de detritus de membranas mielínicas o de células oligodendrogliales, las cuales son ricas en hierro, elemento necesario para catalizar su elevada síntesis lipídica52, 56. Varios estudios que han utilizado secuencias SWI obtenidas con campos magnéticos de diversa potencia han detectado la presencia de hiposeñales en el interior de las placas desmielinizantes visibles en secuencias ponderadas en T2 que probablemente reflejan presencia de hierro. Estas hiposeñales, que pueden adoptar un patrón nodular o anular57, 58 (Figuras 6 y 7), se han identificado predominantemente en placas crónicas, si bien también de identifican en las agudas (Figura 8). Un reciente estudio longitudinal ha mostrado cómo estas hiposeñales son tempoREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Figura 6 RM cerebral obtenida en una paciente diagnosticada de esclerosis múltiple. La secuencia ponderada en T2-FLAIR (izquierda) muestra lesiones desmielinizantes subcorticales en ambos hemisferios cerebrales, múltiples de las cuales presentan una hiposeñal nodular en la imagen de susceptibilidad magnética (flechas en imagen derecha). Figura 7 RM cerebral obtenida en una paciente diagnosticada de esclerosis múltiple. La secuencia ponderada en T2-FLAIR (izquierda) muestra múltiples lesiones desmielinizantes periventriculares y subcorticales en ambos hemisferios cerebrales. Múltiples de estas lesiones presentan una hiposeñal en anillo en la imagen de susceptibilidad magnética (flechas). Álex Rovira ralmente estables tanto en su intensidad como en su tamaño y morfología59. El patrón en anillo podría explicarse en las placas agudas por la presencia de macrófagos activados ricos en hierro que rodean las placas desmielinizadas60. En las placas crónicas, en las que la presencia de macrófagos activados es escasa61, 62, éstas células pueden modificar su fenotipo, y pasar de tener una actividad pro-inflamatoria a tener una actividad antiinflamatoria promoviendo fenómenos reparativos, lo que explicaría su permanencia a lo largo de la evolución lesional en la periferia de las lesiones desmielinizantes y, por tanto, la persistencia del patrón en anillo en las secuencias SWI63-65. Este fenómeno sería similar al que se produce en las hemorragias cerebrales, donde la presencia de hierro en forma de hemosiderina en el interior de los macrófagos es visible de forma indefinida en los estudios de RM66. El patrón nodular tiene probablemente un sustrato patológico diferente y reflejaría la existencia de astrogliosis, fenómeno que caracteriza las placas crónicas y que se desarrolla durante los primeros meses del desarrollo lesional. Estos astrocitos incrementan su contenido en hierro por efecto de una sobreexpresión del enzima hemo-oxigenasa que promueve el secuestro de hierro en el interior de las mitocondrias en los astrocitos con estrés oxidativo67, 68. Se ha descrito que estas hiposeñales pueden preceder al desarrollo de las lesiones visibles en T259 de la misma forma que ocurre con otras técnicas de RM, como la transferencia de magnetización, la espectroscopia de protón o la difusión, que son capaces de detectar alteraciones en la fase pre-lesional, es decir, semanas o meses antes de que la lesión se identifique en forma de hiperseñal en secuencias ponderadas en T2, lo que apoyaría la hipótesis de que el proceso desmielinizante puede ocurrir antes del desarrollo del proceso inflamatorio69-75. Finalmente, la detección de estas hiposeñales en el interior de placas desmielinizantes, al igual que la identificación de vénulas en el centro de placas desmielinziantes, podría conferir a las secuencias SWI de RM valor diagnóstico, ya que estas alteraciones no parecen observarse en lesiones focales de sustancia blanca de etiología diferentes a la EM. Figura 8 RM cerebral obtenida en una paciente diagnosticada de esclerosis múltiple. La secuencia ponderada en T1 tras la administración de contraste (izquierda) muestra una placa desmielinizante con signos de actividad inflamatoria localizada en el centro oval izquierdo. La lesión presenta una hiposeñal en anillo en la imagen de susceptibilidad magnética asociada a una vena central (flechas). ❑❑Conclusiones Las secuencias de SWI han abierto un nuevo campo en la caracterización tisular por RM, con aplicaciones en diferentes procesos que afectan el sistema nervioso central. A pesar de algunas limitaciones técnicas, de su escasa disponibilidad en los equipos clínicos de RM y de la necesidad de una cierta experiencia para su interpretación, su progresiva utilización ha de abrir nuevas expectativas no solo en el campo experimental, sino también en el clínico. En la actualidad las secuencias SWI tienen ya una aplicabilidad clínica evidente, sobre todo en las enfermedades neurovasculares, pero en un futuro próximo es de esperar que también las tenga en las enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple, donde esta técnica es capaz de analizar la visibilidad de las venas cerebrales y la presencia de hierro en el tejido cerebral. Estos hallazgos no solo permiten avanzar en el conocimiento del sustrato patológico de la EM y mejorar la especificidad de la RM en el diagnóstico de la EM, sino que además podrían utilizarse como biomarcadores del componente degenerativo de esta enfermedad. References 1.- Haacke EM, Xu Y, Cheng YC, Reichenbach JR. 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Hospital Clínico San Carlos. Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid. RESUMEN. Clásicamente se ha considerado que la esclerosis múltiple es el resultado de la interacción de uno o varios factores ambientales, que actuarían en las primeras etapas de la vida (antes de la adolescencia) sobre personas predispuestas desde el punto de vista genético, generando una activación anómala del sistema inmunológico que a su vez reaccionaría contra componentes del sistema nervioso central produciendo inflamación de la mielina y degeneración axonal-neuronal, en un proceso que se mantendría a lo largo del tiempo. El presente estudio tiene como objetivo revisar las evidencias existentes hasta la actualidad que relacionan al virus del EpsteinBarr, al herpesvirus humano 6 y a los retrovirus endógenos humanos, con la etiopatogenia de la esclerosis múltiple. Palabras clave: esclerosis múltiple, virus del Epstein-Barr, herpesvirus humano 6, retrovirus endógenos humanos. ABSTRACT. Multiple sclerosis has been commonly considered the result of the interaction of one or more environmental factors, which would act in the early stages of life (before adolescence) on genetically predisposed subjects, generating abnormal activation of the immune system which would react against components of CNS producing myelin inflammation, neuronal and axonal degeneration, a process which would be maintained over time. The present study aims to review the existing evidence to date that relate Epstein-Barr virus, human herpesvirus 6 and human endogenous retroviruses with the pathogenesis of multiple sclerosis. Key words: multiple sclerosis, Epstein-Barr virus, human herpesvirus 6, human endogenous retrovirus. L a esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad de causa desconocida. Clásicamente se ha considerado que es el resultado de la interacción de uno o varios factores ambientales, que actuarían en las primeras etapas de la vida (antes de la adolescencia) sobre personas predispuestas desde el punto de vista genético, generando una activación anómala del sistema inmunológico que, a su vez, reaccionaría contra componentes del sistema nervioso central (SNC) produciendo inflamación de la mielina y degeneración axonal-neuronal, en un proceso que se mantendría a lo largo del tiempo1-3. Entre los factores ambientales que históricamente se han relacionado con la enfermedad se encuentran numerosos agentes infecciosos, principalmente virus, que han sido implicados como posibles agentes causales de la EM (Tabla I). Pero de todos ellos, tres son los que principalmente acumulan a lo largo de los últimos años un número creciente de evidencias: dos miembros de la familia Herpesviridae, el virus del EpsteinBarr (EBV) y el herpesvirus humano 6 (HHV-6), y los retrovirus endógenos humanos. Desde el punto de vista patogénico se han propuesto varias teorías con el fin de explicar cómo la infección / reactivación de uno o varios de estos virus podría contribuir en el desarrollo de la EM: 1) Hipótesis de “Hit and run”: la EM sería consecuencia de una reacción autoinmune que habría iniciado una infección monofásica. Correspondencia: Roberto Álvarez-Lafuente – Laboratorio de Investigación de Esclerosis Múltiple (4ª planta), Pabellón 8 – Hospital Clínico San Carlos – Ciudad Universitaria – 28040 Madrid – Teléfono: 34-91-3303000, Ext. 2970 – Fax: 34-91-3303457 – E-mail: ralvarezlafuente@yahoo.es Evidencias existentes acerca de la posible implicación de los virus en la esclerosis múltiple 2) Hipótesis del mimetismo molecular por infección persistente: donde una infección periférica persistente genera una reacción inmune que actuaría contra el SNC. El mimetismo molecular aparece cuando hay reacción cruzada entre los epítopos propios del huésped y epítopos virales, posiblemente debido a secuencias homólogas de aminoácidos, lo que llevaría a la activación de células T autorreactivas. Cuando esto ocurre, el sistema inmune puede entonces reconocer los epítopos propios; subsecuentemente, se produciría una respuesta inmune dirigida contra el epítopo propio, incluso en ausencia del virus. 3) Hipótesis de la infección directa: la EM sería el resultado de la infección de las células de glía (ej: oligodendrocitos) que iniciaría la inflamación focal en SNC. 4) Hipótesis de la desregulación inmunológica: donde una infección generaría la alteración del sistema inmunológico generando una enfermedad autoinmune órgano-específica. 5) Hipótesis de la doble infección: la EM sería el resultado de la coinfección de, al menos, dos patógenos. El presente estudio tiene como objetivo revisar las evidencias existentes hasta la actualidad que relacionan a los tres virus anteriormente mencionados con la EM, y cómo éstas se ajustan a las teorías planREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 15 Revisión teadas hasta el momento acerca de la posible implicación de los virus en la etiopatogenia de la EM. Tabla I ❑❑Virus de Epstein-Barr (EBV) El agente infeccioso que hasta el momento más ha demostrado su posible implicación en la patogenia de la enfermedad y sobre el que más estudios se han desarrollado y publicado en los últimos años ha sido el EBV. Se han publicado múltiples tipos de estudios, tanto de epidemiología descriptiva como analítica, así como estudios experimentales que parecen poner de manifiesto dicha posible asociación. Una de las observaciones epidemiológicas que más pesan en el papel que jugaría el EBV en la etiopatogenia de la EM es lo extremadamente raro que es encontrar EM en sujetos que sean seronegativos a este virus; como puede observarse en la Tabla II4-20, en los estudios caso-control realizados, la infección por EBV se encuentra prácticamente en todos los pacientes con EM (>99%), frente al 90% encontrado en los controles. En un estudio longitudinal de seguimiento realizado en una cohorte de adultos seronegativos, se observó que la EM solo ocurría después de la infección por EBV21. Parece ser que el momento de la infección por 13 Tabla II Algunos virus que se han asociado con la etiopatogenia de la EM Familia Virus Herpesviridae - Herpes simplex virus (HSV). - Varicella zoster virus (VZV). - Epstein-Barr virus (EBV). - Hepesvirus Humano 6 (HHV-6). - Virus de la enfermedad de Marek (MDV). Retroviridae - Human T-cell lymphotropic virus tipo 1 (HTLV-1). - Retrovirus endógenos humanos (HERV-Fc1, HERV-K18, HERV-H, HERV-W). Paramyxoviridae - Sarampión. - Paperas. - Virus de la Parainfluenza tipo 1. - Virus del moquillo canino. - Virus de los simios tipo 5. Anelloviridae - Torque teno virus. Coronaviridae - Corona virus. Papovaviridae - JC virus. Bornaviridae - Virus de la enfermedad de Borna. Detección de IgG frente a EBV en pacientes de EM y controles Pacientes de EM 16 Controles Año Autores Pos. Neg % Pos. Neg % 1997 Munch et al.4 137 / 1 99,3% 124 / 14 89,9% 1998 Myhr et al.5 144 / 0 100,0% 162 / 8 95,3% 2000 Wagner et al. 107 / 0 100,0% 153 / 10 93,9% 2001 Ascherio et al. 143 / 1 99,3% 269 / 18 93,7% 2004 Haahr et al.8 153 / 0 100,0% 50 / 3 94,3% 2004 Sundström et al. 9 234 / 0 100,0% 693 / 9 98,7% 2005 Ponsonby et al. 10 136 / 0 100,0% 252 / 9 96,6% 2006 DeLorenze et al. 42 / 4 91,3% 79 / 8 90,8% 2007 Banwell et al.12* 78 / 96 81.3 % 61 / 96 63,5% 2008 Lünemann et al.13* 21 / 2 91,3% 11 / 6 64,7% 2010 Ingram et al. 70 / 5 93,3% 18 / 7 72,0% 2010 Jafari et al. 108 / 6 94,7% 51 / 9 85,0% 2010 Lindsey et al.16 78 / 2 97,5% 74 / 6 92,5% 2011 Waubant et al. 167 / 22 88,4% 36 / 30 54,5% 2011 Lucas et al. 199 / 7 96,6% 198 / 19 91,2% 2011 Villegas et al.19 66 / 10 86,8% 62 / 13 82,7% 2012 Sundquist et al. 580 / 5 99,1% 616 / 48 92,8% 6 7 11 14 15 17 18 20 *En pacientes y controles pediátricos REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Roberto Álvarez-Lafuente EBV jugaría también un papel fundamental, habiéndose observado un aumento del riesgo 2-3 veces superior en aquellos sujetos que se infectan en la adolescencia y se manifiesta como mononucleosis infecciosa frente a los que adquieren la infección en edades tempranas de la vida y no manifiestan síntomas22. Así, se ha demostrado un paralelismo, desde el punto de vista epidemiológico, entre la EM y la mononucleosis infecciosa: ambas afectan a adultos jóvenes, presentan un gradiente geográfico de distribución, afectan más a niveles socioeconómicos elevados, menos a pacientes de raza negra y asiáticos, siendo excepcional encontrarla en esquimales y ambas no afectan a aquellos sujetos que adquieren la infección por EBV en edades tempranas de la vida22. Otro hecho a favor del posible nexo EBV-EM fue una pequeña epidemia de EM en un pueblo danés (Fjelso) donde se demostró que los 8 casos afectos de EM se produjeron directamente tras un brote infeccioso por EBV, demostrándose que todos ellos habían sido infectados por una misma cepa de EBV23. En las personas seropositivas a EBV, los títulos de anticuerpos permanecen estables a los largo de su vida, generando una estimulación continua del sistema inmunológico. Habitualmente se determinan 2 tipos de anticuerpos, uno frente al antígeno de la cápside viral (VCA), un antígeno temprano, el cual es expresado en el ciclo lítico, y el otro es el antígeno nuclear (EBNA) expresado en las células infectadas de forma latente. EBNA es un complejo constituido por 6 proteínas distintas, una de las cuales (EBNA1) es la primariamente reconocida en el complejo anti-EBNA. Habitualmente en estudios clínicos y de investigación se utilizan anticuerpos dirigidos contra EBNA 1 y 2. En aquellos pacientes que desarrollan mononucleosis infecciosa, al inicio se observan títulos elevados de IgM contra VCA con posterior elevación de títulos de IgG contra VCA que permanecerán de forma estable indefinidamente. La reactividad frente a EBNA 1 y 2 aparece en distintos momentos. La IgG frente a EBNA-2 aparece en la fase aguda de la enfermedad y decrece durante la convalecencia, mientras que la IgG frente a EBNA-1 se empiezan a detectar únicamente durante la convalecencia y permanecerá estable a lo largo de la vida. La IgG contra EBNA-1 y la IgG contra EBNA-2 tienen comportamientos contrarios durante la inmunosupresión; así, la IgG contra EBNA-2 se eleva mientras decrecen los títulos de IgG contra EBNA-1, generando una inversión del ratio de anticuerpos anti-EBNA1/anti-EBNA2 que en sujetos sanos es mayor de 1. Los títulos de anticuerpos frente a EBNA-1 son proporcionales al grado de infección del EBV por linfocitos citotóxicos y sería un fuerte marcador de la inmunidad celular del EBV. En otras enfermedades causa- das por EBV, como linfoma Burkitt, carcinoma nasofaríngeo y en el linfoma de Hodgkin-relacionado con EBV, los títulos frente a EBV permanecen elevados varios años antes de desarrollar la enfermedad. En el linfoma Burkitt existe una elevación de los antiVCA, pero no de los anti-EBNA, y la elevación de ambos se ha demostrado en carcinoma nasofaríngeo y en linfoma de Hodgkin24. Como prueba de la posible implicación de EBV en la EM, se ha encontrado mayor tasa de Linfoma Hodgkin vinculado al EBV en pacientes con EM y en familiares directos de pacientes con EM que en la población general23. En la EM, se ha observado un incremento de los anticuerpos anti-EBV hasta 5 años antes de inicio de los síntomas. En concreto se ha demostrado un incremento de los anticuerpos anti-EBNA, y de estos, del anti-EBNA-1, lo que sugiere una más severa primoinfección o una reactivación de la infección acompañada por una vigorosa respuesta inmune celular25. Se ha demostrado, además, la presencia de Linfocitos T anti-EBNA-1 mucho más frecuentemente en pacientes con EM que en sujetos sanos26. Otro hallazgo muy significativo es el cambio en la tasa de anticuerpos en relación con la edad. Cuando se miden los anticuerpos frente a EBV en personas antes de los 20 años, la media de anticuerpos es similar entre aquellos que más tarde desarrollarán EM y los que se mantendrán sanos. Mientras los títulos de IgG anti-EBNA permanecen estables a lo largo de la vida en los controles sanos, en los pacientes con EM se observa un incremento significativo entre los 20 y los 30 años que posteriormente se estabiliza. Esta diferencia entre individuos que desarrollarán EM e individuos sanos es importante. Un aumento de hasta 4 veces los títulos de IgG anti-EBNA, comparando una muestra realizada antes de los 20 años con otra muestra posterior, eleva el riesgo de desarrollar EM hasta 15 veces más. Además se ha visto una elevación de los títulos cuando comienzan los síntomas de la enfermedad. No se conoce las razones de este incremento de los anticuerpos edad-dependiente y se postula la posibilidad de una coinfección por otro germen que altere la respuesta inmune frente al EBV, o la coinfección por otra cepa de EBV diferente a la de la primoinfección. Por último se piensa que esta elevación de anticuerpos pudiera ser un marcador de reacción autoinmune que en algunos individuos desencadenaría la enfermedad26. Recientemente se ha visto que los títulos de IgG frente a EBNA-1 estarían selectivamente incrementados en pacientes con un síndrome clínico aislado (SCA), comparado con controles; además, se ha demostrado una relación entre los títulos de IgG antiEBNA-1 con la carga lesional, con la diseminación espacial en resonancia magnética nuclear (RMN) REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 17 Revisión 13 18 cerebral, con la diseminación temporal radiológica, así como con la progresión en la EDSS, sugiriendo que los títulos de IgG EBNA-1 puedan ser utilizados como marcador pronóstico para conversión a EM y como marcador pronóstico evolutivo de discapacidad27. En otro estudio se ha visto, además, la existencia de replicación activa periférica de EBV durante los brotes de EM en comparación con pacientes con enfermedad estable23. Quizá el mayor obstáculo para aceptar el posible papel que el EBV jugaría en la etiopatogenia de la EM es la ausencia del virus en las lesiones patológicas de sujetos con la enfermedad. Recientemente, algunos estudios realizados por PCR a tiempo real en cerebros de pacientes con EM y en linfocitos B del LCR de pacientes descartaron la evidencia de infección activa por EBV28. Los defensores de la importancia del EBV esgrimen la existencia de múltiples mecanismos por los que la infección por EBV puede incrementar el riesgo de EM sin necesidad de infectar directamente el SNC. La teoría más aceptada es que la infección por EBV en pacientes predispuestos genéticamente reacciona contra antígenos de la mielina. Esta respuesta incluiría linfocitos T y anticuerpos. Sería, por tanto, la teoría del mimetismo molecular. A favor estarían el hallazgo en los pacientes con EM de un mayor número de Linfocitos T CD4+ específicos reconocedores EBNA-1, y la identificación de 2 péptidos de EBV, para uno de los cuales EBNA-1 ha demostrado ser marcador de respuesta inmune en el LCR de pacientes con EM29. Además, recientemente se ha publicado un estudio30 en el que se han identificado múltiples y significativas asociaciones entre los niveles de IgG antiEBNA-1 con distintos factores genéticos localizados en la región HLA, que contiene genes relacionados con la función inmune en humanos; estas asociaciones no fueron encontradas en relación con la seroreactividad de otros doce patógenos analizados en este estudio, con lo cual los autores concluyen que dicha asociación parece ser específica de EBNA-1. También se ha descrito que la mayor expresión de interferón alfa localizada en áreas activas de las lesiones de EM, y que se asocia con el proceso inflamatorio agudo, estaría relacionada con la detección de ARN codificado por EBV (EBER); estos hallazgos sugerirían que la infección latente por EBV podría contribuir al estado inflamatorio en las lesiones activas de EM a través de la activación de la respuesta inmune innata, aumentando, por ejemplo, la producción de interferón alfa31. En relación al comportamiento de EBV con los tratamientos existentes para la EM, se ha descrito que una terapia clínicamente efectiva con interferón beta se asocia con una disminución de la respuesta REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 proliferativa de las células T frente al antígeno nuclear 1 de EBV, EBNA-1; en cambio, la respuesta IgG específica de EBNA-1, así como la respuesta inmune humoral de clase I restringida a antígenos de EBV expresada durante la replicación lítica y la transformación viral de células B, fueron similares antes y después del tratamiento con interferón beta32. También se ha descrito una asociación entre los niveles elevados de IgG frente a EBNA-1 y bajos niveles de vitamina D, otro posible factor ambiental relacionado con la etiopatogenia de la EM al comienzo de la enfermedad33. Otras teorías propuestas incluyen la activación de superantígenos, una clase de antígenos que pueden activar poblaciones de Linfocitos T inespecíficos, un incremento de la expresión de alpha-betacrystallina34, que es una proteína de estrés que ha demostrado ser marcador de la inmunidad de linfocitos T CD4+ en EM, o la infección y activación crónica de linfocitos B autorreactivos. Debido a la heterogeneidad encontrada en la patología de la EM, no se descarta que puedan estar implicados distintos mecanismos. La observación de que la EM ocurre años después de la mononucleosis infecciosa hace pensar que el EBV actuaría como un factor iniciador del proceso patológico, pero que una serie de eventos serían necesarios para comenzar las manifestaciones clínicas de la enfermedad21. No obstante a pesar de los múltiples estudios, sigue sin poder concretarse si la infección por EBV es causa o es realmente un epifenómeno necesario para el inicio de la enfermedad. Su asociación con otras enfermedades autoinmunes, además de EM, sugiere que puede ser un iniciador no específico de la cascada autoinmune. ❑❑Herpesvirus humano 6 (HHV-6) El HHV-6 es un beta herpesvirus que fue descubierto en 1986 a partir de pacientes inmunocomprometidos por HIV y con desórdenes linfoproliferativos35-36. HHV-6 es un virus ubicuo, con una seroprevalencia estimada superior al 95% en la población general35. Hay dos subtipos de este virus, el HHV-6A y el HHV-6B; éste último es adquirido en los primeros años de vida (la infección habitualmente sucede antes de los 2-3 años de edad). Esta infección primaria puede ser asintomática o manifestarse a través del exantema súbito, también conocido como roseola infantum. Después, el virus se vuelve latente, encontrándose generalmente en células mononucleares de sangre periférica. Sin embargo, se sabe menos acerca de la adquisición y la seroprevalencia del HHV6A, en parte debido a la falta de ensayos serológicos adecuados para su detección37, si bien se ha visto que Roberto Álvarez-Lafuente esta variante es más neurotrópica, dado que se detecta más comúnmente en el líquido cefalorraquídeo que en células sanguíneas38. Se sabe que el HHV-6 infecta una gran variedad de células, tanto in vivo como in vitro, incluyendo tejido cerebral in vivo y células gliales in vitro. El HHV-6 se reactiva en estados inmunocomprometidos, como por ejemplo tras un transplante de médula ósea, y puede dar lugar a una infección oportunista, que en algunas ocasiones puede ocasionar encefalitis35. El HHV6 también ha sido implicado en una gran variedad de desórdenes neurológicos, incluyendo epilepsia del lóbulo temporal, encefalitis en pacientes inmunocompetentes, síndrome de fatiga crónica y EM39. El HHV-6 fue implicado por primera vez en la EM al comienzo de los años noventa. En 1993, Sola y cols.40 encontraron que los títulos de anticuerpos frente a HHV-6, medidos por inmunofluorescencia, estaban significativamente elevados en el suero de los pacientes con EM en comparación con los controles; los autores pensaron que los títulos más elevados vistos entre los pacientes con EM estarían probablemente más relacionados con un deterioro del sistema inmune que con la reactivación del virus. Poco después, Challoner y cols.41 utilizaron una novedosa técnica denominada análisis de representación diferencial (RDA) en muestras de tejido cerebral de pacientes con EM y controles para proporcionar una de las primeras evidencias directas de la implicación del HHV-6 en la patogenia de la EM. También se realizó la aplicación de una técnica de inmunocitoquímica dirigida contra proteínas del HHV6; esta técnica reveló la expresión de proteínas en el cerebro de los pacientes con EM, pero no en controles. Además, la expresión se localizó precisamente en los oligodendrocitos, sugiriendo así una posible asociación entre la EM y el HHV-6. Desde este trabajo de Challoner y cols.41, se han publicado multitud de estudios tratando de abordar la posible implicación del HHV-6 en la etiopatogenia de la EM. Las aproximaciones realizadas han sido muy variadas, e incluyen: Estudio de la presencia del HHV-6 en muestras de tejido cerebral de pacientes con EM En el año 2000, Blumberg y cols.42 utilizaron una PCR in situ en dos pasos altamente sensible para analizar la presencia de ADN de HHV-6 en muestras de tejido cerebral embebidos en parafina que se habían recogido en pacientes con EM; se encontró una alta expresión de dos genes de HHV-6, p41 y p101, en la materia blanca de los pacientes con EM, particularmente en oligodendrocitos y neuronas. En el año 2003, Cermelli y cols.43 exploraron por PCR la frecuencia de ADN de HHV-6 en placas de desmie- linización de pacientes con EM frente a la frecuencia en materia blanca aparentemente normal de pacientes y controles a través de la microdisección por láser. En este estudio, se encontró que el ADN de HHV-6 era significativamente más frecuente en placas de EM en comparación con la sustancia blanca de apariencia normal de pacientes y controles. Goodman y cols.44 investigaron la presencia de ADN de HHV-6 por PCR in situ en lesiones de EM. En todas las muestras, se encontró que numerosos oligodendrocitos, linfocitos y microglía eran positivos para ADN de HHV-6. Puesto que ninguno de los pacientes de los que procedían las muestras de biopsias habían sido previamente tratados, se descartó una posible reactivación debido a las terapias inmunosupresoras / inmunomoduladoras asociadas con la EM. Otro estudio realizado posteriormente por Opsahl y Kennedy,45 utilizó la técnica de hibridación in situ por fluorescencia (FISH) para estudiar la expresión de genes virales tardíos y tempranos tanto en lesiones como en sustancia blanca de apariencia normal procedentes de tejidos cerebrales de pacientes con EM, así como de tejidos cerebrales normales. Se encontró que tanto el tejido lesionado como el de apariencia normal en los pacientes con EM tenía niveles significativamente elevados de expresión de HHV-6 en comparación con el tejido normal. Sin embargo, mientras que el tejido lesionado expresaba los niveles más elevados, el tejido de apariencia normal de los pacientes con EM mostraba unos niveles intermedios de HHV-6. Además, se encontró una traducción activa de ARN mensajero de HHV-6 en oligodendrocitos de tejido cerebral de pacientes con EM. Por el contrario, otros estudios han mostrado una falta de tránscritos virales en tejidos cerebrales para otros virus de la familia Herpesviridae, tales como EBV, HHV-7 y HHV-8, reforzando los hallazgos realizados para HHV-646-47. Estudio de la presencia de HHV-6 fuera del sistema nervioso central Akhyani y cols.48 investigaron la presencia de ADN de HHV-6 en saliva, orina, suero y células mononucleares de sangre periférica en una cohorte de pacientes con EM y en controles sanos. El ADN de HHV-6 fue encontrado en saliva y sangre en los dos grupos; sin embargo, fue encontrado en el suero y la orina del 23% de los pacientes con EM y en ninguno de los controles. El análisis de los subtipos presentes en los productos de PCR revelaron un predominio de la variante A en las muestras de los pacientes con EM. Un estudio realizado por Alvarez-Lafuente y cols.49 mostró resultados similares, ya que el ADN de HHV-6 fue encontrado en el suero del 14,6% de los pacientes con EM y en ninguno de los controles REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 19 Revisión sanos. Mientras que el HHV-6B fue comúnmente encontrado en sangre, tanto en controles como en pacientes con EM (30,4% y 53,4%, respectivamente), la variante A fue vista más a menudo en sangre de pacientes con EM (20,4%) que en controles (4,4%). Además, el ADN de HHV-6 encontrado en el suero de los pacientes con EM, pero no en controles, fue predominantemente de la variante A. El HHV-6 es un virus que típicamente está asociado a las células, y para el que la excreción de partículas virales sólo ocurre durante la fase de replicación viral activa39. Así, el hecho de que el ADN de HHV-6 sea encontrado en compartimentos extracelulares, tales como el suero y la orina, en pacientes con EM en los dos estudios anteriormente mencionados, es indicativo de que la replicación viral activa del HHV-6 ocurre de forma común en los pacientes con EM. De forma similar, Berti y cols50. diseñaron un estudio longitudinal con una cohorte de seguimiento de 59 pacientes con EM durante 5 meses; se recogieron múltiples muestras de suero a lo largo de varios puntos del estudio y se analizó la presencia de ADN de HHV6 por PCR. Mientras que el ADN de HHV-6 era detectado en los pacientes durante los brotes y en los estados de remisión, se detectó significativamente más a menudo durante los brotes clínicos, sugiriendo una posible asociación entre la replicación activa del HHV-6 y los brotes en los pacientes con EM. 13 20 Estudios de la presencia del HHV-6 en muestras de líquido cefalorraquídeo (LCR) Numerosos estudios han investigado también la presencia de ADN de HHV-6 en muestras de LCR de pacientes con EM en comparación con controles. Los resultados varían mucho, si bien múltiples estudios han mostrado un incremento en la detección de ADN de HHV-6 en pacientes con EM en comparación con los controles51-55. Estudios serológicos Soldan y cols.56 encontraron una mayor respuesta IgM frente a antígenos tempranos del HHV-6 (p41/p38) en pacientes con EM recurrente remitente que en pacientes con EM crónica progresiva, otras enfermedades neurológicas, otras enfermedades autoinmunes y en controles sanos, indicando que una exposición reciente a HHV-6, o su reactivación, podría estar asociada con la enfermedad. En un estudio posterior57, se encontraron que los niveles de anticuerpos IgG e IgM frente a HHV-6 estaban más elevados en los pacientes con EM temprana (particularmente EM recurrente remitente temprana y síndromes clínicamente aislados) en comparación con pacientes con EM secundaria progresiva y controles sanos, indicando un papel potencial para el HHV-6 REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 como posible iniciador de la enfermedad. Otros estudios han confirmado los títulos de anticuerpos frente a HHV-6 elevados en pacientes con EM52, 53, 58-62. Estudios del efecto del tratamiento con interferón beta Otra evidencia que relaciona al HHV-6 con la EM, es el efecto que se ha descrito del interferón beta sobre el HHV-6. En un estudio realizado por Hong y cols.63, se midieron los niveles de anticuerpos IgG e IgM frente a HHV-6 y el ADN de HHV-6 en muestras de suero de pacientes con EM tratados con interferón beta, en pacientes no tratados y en controles sanos. Los hallazgos de este estudio sugieren que el tratamiento con interferón beta disminuye significativamente la replicación del HHV-6, encontrándose una disminución del ADN de HHV-6 en suero en el grupo de pacientes tratados con interferón beta. Otro estudio realizado recientemente64, muestra una disminución de la prevalencia de ADN del HHV-6 en suero de pacientes con EM después del tratamiento con interferón beta. Sin embargo, se encontró también en este estudio que los pacientes con EM y presencia continua de ADN de HHV-6 tenían un peor pronóstico, con brotes más frecuentes y severos, que los pacientes en los que no se encontraba ADN de HHV-6. Estudios de respuesta linfoproliferativa Soldan y cols.65 encontraron que la respuesta linfoproliferativa frente a HHV-6A estaba incrementada en los pacientes con EM en comparación con los controles. En este estudio, las respuestas linfoproliferativas frente a lisados celulares infectados por HHV-6A, HHV-6B y HHV-7 fueron comparados en pacientes con EM y controles. Mientras que ambos grupos mostraron linfoproliferación en respuesta a los lisados de HHV-6B, el grupo de pacientes de EM mostró un incremento significativo en la respuesta a lisados de HHV-6A en comparación con los controles: 67% en los pacientes con EM frente al 33% en los controles. Estudios de mimetismo molecular Se ha sugerido que el mimetismo molecular podría ser un posible mecanismo a través del cual el HHV-6 podría estar relacionado con la EM. Así, se ha visto que el gen U24 del HHV-6 comparte homología de secuencia (residuos 4-10) con la proteína básica de la mielina (residuos 96-102). En un estudio de Tejada-Simon y cols.66 se mostró que un porcentaje significativo de células T que reconocían MBP93-105 presentaban reacción cruzada con un péptido sintético correspondiente a HHV-6 U24410 en pacientes con EM. También se encontró que las células T con especificidad para ambos péptidos Roberto Álvarez-Lafuente estaban significativamente incrementadas en los pacientes con EM en comparación con los controles. Estos hallazgos sugerirían que el HHV-6 podría ser un causante potencial de mimetismo molecular como iniciador del proceso autoinmune en la EM. Estudios que relacionan la posible asociación de la infección por HHV-6 y la evolución clínica de los pacientes con EM Knox y cols.67 encontraron que los pacientes con EM que estaban sufriendo una infección activa por HHV-6 eran significativamente más jóvenes y tenían una duración más corta de la enfermedad que los pacientes con EM que eran negativos a la presencia de HHV-6. Chapenko y cols.68 encontraron tan sólo infección activa por HHV-6 entre los pacientes con EM que estaban en brote, incluyendo la presencia de lesiones que realzan gadolinio por RMN, pero no entre los pacientes que estaban en remisión. Tomsone y cols.69 hallaron únicamente presencia de HHV-6 en pacientes con EM, predominantemente en aquellos que se encontraban en fase activa. Estudios de interacciones entre la presencia de infección activa por HHV-6 y ciertos genes en pacientes con EM Martínez y cols.70 encontraron una diferencia estadísticamente significativa (p=0,0001) entre los pacientes de EM con infección activa por HHV-6 y que eran portadores del alelo minoritario C (rs4,774G/C) del gen MHCIITA, que codifica para una factor de transcripción utilizado como diana en las estrategias inmunoevasivas de algunos herpesvirus, y los pacientes portadores de este mismo alelo que nunca habían sufrido una infección activa por el virus; estos estudios han sido posteriormente replicados71-72. Sin embargo, aunque, tal y como podemos observar en la Tabla III48, 51, 54, 56, 60-64, 70, 73-82, la infección por HHV-6 o su reactivación parece ser un fenómeno más frecuente entre los pacientes con EM que en la población control, no se ha descrito todavía ninguna correlación definitiva entre la infección por HHV-6 y la etiopatogenia de la EM, y serán necesarios nuevos estudios para concretar si los datos observados hasta el momento implican la participación activa de este virus en la enfermedad o se trata de un simple epifenómeno. ❑❑Retrovirus endógenos humanos (HERVs) La reciente publicación del genoma humano ha revelado que hasta un 8% del mismo está compuesto por HERVs. Evolutivamente se considera que entraron en nuestro genoma hace millones de años a través de la infección de la línea germinal por anti- guos retrovirus exógenos. Representan, por tanto, las huellas de infecciones retrovirales previas que a lo largo del tiempo se han transmitido verticalmente a través de la línea germinal y así han sido heredados por las sucesivas generaciones de forma mendeliana, participando en procesos de especiación, recombinación, ontogénesis, y regulación de la especificidad de tejidos y expresión génica. Con el tiempo, los HERVs han sido sometidos a amplificaciones repetidas y eventos de transposición, dando lugar a copias sencillas y múltiples de provirus que están distribuidos en el ADN de todas las células. El estudio de los HERVs en relación con la EM comenzó en 1989 cuando Perron y cols. descubrieron partículas retrovirales en cultivos de células leptomeníngeas en pacientes con EM83; estas partículas retrovirales fueron denominadas originalmente MSRV (multiple sclerosis associated retrovirus), aunque actualmente se integran en la familia HERVW. Tras ese primer descubrimiento, se han realizado numerosos estudios en los que los que se ha visto que los pacientes que no presentaban HERV-W en el LCR tenían un curso de la enfermedad estable, mientras que aquellos positivos a este virus en el LCR tenían un curso más severo y requerían tratamiento84. También se ha visto que el HERV-W es capaz de provocar una neuropatología mediada por células T in vivo85. Antony y cols. demostraron que la sincitina, una proteína codificada por HERV-W, presenta niveles de expresión significativamente más altos en los cerebros de pacientes de EM que en controles y además tiene efectos neuropatogénicos, pudiendo inducir muerte de oligodendrocitos86; resultados similares han sido encontrados recientemente por otros autores87. También se ha visto que HERV-W codifica para una proteína env que activa una cascada autoinmune y pro-inflamatoria a través de la interacción con el Toll-like receptor 4 de las células inmunes88. Recientemente, se ha descrito que el antígeno env, una proteína que forma parte de la envoltura de HERVW, se ha detectado en el suero del 73% de los pacientes con EM, mientras que no se ha detectado en otros pacientes con infecciones crónicas, lupus, otras enfermedades neurológicas y controles sanos; la expresión de HERV-W, medida a través de la cuantificación del ARN codificante para env, y el número de copias de ADN de HERV-W, estaban también significativamente elevados en pacientes con EM, en comparación con los controles sanos89. Estos últimos resultados han sido confirmados posteriormente en otro estudio, en el que se describe un aumento de la carga proviral de HERV-W, es decir, del número de copias de HERV-W repartidos por el genoma, en los pacientes con EM en comparación con los controles sanos; además, se describe que esta carga proviral es REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 21 Revisión Tabla III Detección de HHV-6 por PCR en suero de pacientes con EM y controles Pacientes de EM 13 22 Controles Año Autores Pos. Casos % Pos. Casos % 1994 Wilborn et al.51 0 / 21 0,0% 0 / 16 0,0% 1997 Martin et al.73 0 / 20 0,0% 0 / 20 0,0% 1997 Soldan et al.56 15 / 50 30,0% 0 / 47 0,0% 1998 Fillet et al.54 2 / 32 6,3% 1 / 34 2,9% 1999 Goldberg et al. 1 / 24 4,2% 0 / 30 0,0% 1999 Mirandola et al.75 0 / 32 0,0% 0 / 12 0,0% 2000 Akhyani et al.48 8 / 34 23,5% 0 / 19 0,0% 2001 Tomsone et al.60 14 / 38 36,8% 0 / 43 0,0% 2002 Tejada-Simon et al. 22 / 33 66,7% 7 / 21 33,3% 2003 Al-Shammari et al.76 0 / 24 0,0% 1 / 33 3,0% 2004 Alvarez-Lafuente et al.77 17 / 105 16,2% 0 / 49 0,0% 2005 Fögdell-Hahn et al.78 4 / 42 9,5% 0 / 123 0,0% 2006 Alvarez-Lafuente et al. 16 / 63 25,4% 0 / 63 0,0% 2007 Martinez et al.70 22 / 99 22,2% - / - - 2008 Kuusisto et al.61 0 / 34 0,0% - / - - 2009 Ahram M, et al.80 8 / 30 26,7% 8 / 33 24,2% 2009 81 Franciotta D et al. 0 / 54 0,0% 0 / 25 0,0% 2011 Nora-Krukle et al.82 8 / 17 32,0% - / - - 2011 Garcia-Montojo et al.64 18 / 35 33,9% - / - - 2013 Ben Fredj et al.62 4 / 56 6,7% 2 / 61 3,2% 74 63 79 más elevada entre las mujeres que entre los hombres, tanto entre los pacientes con EM como en los controles sanos, sugiriendo los autores que tal vez estas diferencias descritas podrían ayudar a explicar la diferente prevalencia de la enfermedad entre hombres y mujeres90. En los últimos años, otros HERVs han sido asociados también con la etiopatogenia de la EM: HERV-H Fue asociado por primera vez con la EM en el año 2000 por Christensen y cols.91, en un estudio en el que trataron de caracterizar partículas retrovirales obtenidas a partir de líneas de células B linfoblastoides; los autores encontraron presencia de HERV-H en un grupo de pacientes con EM, pero no en controles sanos. Estudios posteriores han confirmado la presencia de antígenos de HERV-H, en concreto de la proteína env de este retrovirus, en la superficie de células B y monocitos de pacientes con EM en brote, sugiriendo que la expresión de estas proteínas podría estar asociada con la fase activa de la enfermedad92. Recientemente también se ha publicado la disminución significativa de la serorreactividad frente a los antígenos de la envuelta de HERV-H en relación con la eficacia del tratamiento con interferón beta en pacientes con EM93. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 HERV-K18 La posible implicación de este retrovirus en la EM fue propuesta por primera vez en 2008 por Tai y cols.94, y se basaba en que la proteína env de HERVK18 es un superantígeno asociado a EBV; los autores encontraron una asociación entre la distinta distribución de los genotipos de HERV-K18, en concreto del haplotipo K18.3, y el riesgo a padecer EM, sugiriendo que estas variaciones podrían estar influenciando la susceptibilidad genética a padecer EM. Recientemente se ha publicado un estudio en el que se realiza un metanálisis con más cinco mil pacientes con diferentes enfermedades autoinmunes y más de cuatro mil controles, en el que se confirma la asociación del haplotipo K18.3 presente en el cromosoma 1 con la susceptibilidad a padecer diferentes enfermedades autoinmunes95. HERV-Fc1 Ha sido el último de los HERVs asociados con la EM. En el año 2011, Nexø y cols.96 describieron que la presencia de una serie de SNPs alrededor del locus retroviral de HERV-Fc1 mostraban una asociación altamente significativa con la enfermedad, sugiriendo su papel en la etiología de la EM como parte de la susceptibilidad genética a padecer esta enfermedad. Estudios posteriores han confirmado esta asociación Roberto Álvarez-Lafuente genética entre HERV-Fc1 y la EM97. Por último, se ha descrito que los niveles de ARN extracelular de HERV-Fc1 estaban cuatro veces más elevados en pacientes con EM activa que en controles sanos, sugiriéndose su posible implicación en los procesos autoinmunes que desencadenarían la EM98. Uno de los aspectos más interesantes de la posible implicación de los HERVs en la etiopatogenia de la EM es que uno de los mecanismos propuestos a través del cual los herpesvirus humanos podrían desencadenar la enfermedad, sería por medio de una compleja interacción con los HERVs, de forma que serían capaces de reactivar la expresión e incluso la replicación de secuencias génicas de origen retroviral, principalmente en macrófagos y glía, lo que supondría un importante nexo de unión para gran parte de los resultados obtenidos en los estudios realizados a lo largo de los últimos años99. Así, se ha visto que los “long terminal repeats” (LTRs), que constituyen el promotor de la expresión génica de los retrovirus, podrían ser activados por factores virales; el hecho de que, como se ha expuesto más arriba, los HERVs se reactiven más en pacientes con EM que en controles puede ser debido a que existan diferencias en la secuencia génica de los LTR de dichos pacientes que faciliten su transactivación por los factores virales. En un estudio en el que se trató de aproximar a lo que sucedería in vivo, en donde los herpesvirus son muy prevalentes y los HERVs son ubicuos en el genoma, se estimularon células mononucleares de sangre periférica tanto de pacientes como de controles con viriones/péptidos de HERV-W solamente, y no se encontraron diferencias entre ambos grupos en cuanto a la proliferación celular; sin embargo, cuando se combinaron antígenos de HERV-W con antígenos de herpesvirus se incrementó la respuesta celular inmune tanto de pacientes como de controles100. Resultados similares han sido encontrados por otros autores; Brudek y cols.101 demuestran que la presencia de antígenos de herpesvirus, y no su replicación activa, es suficiente para activar la expresión de los HERVs en células procedentes de pacientes con EM y controles, si bien sólo en las células de pacientes de EM la respuesta parece mantenerse en el tiempo; Tai y cols.102 encontraron que el HHV-6, tanto en su forma latente como durante la infección activa, es capaz de transactivar HERV-K18, otro retrovirus endógeno asociado con la EM. Recientemente, se ha publicado un trabajo en el que se observa que EBV es capaz de activar, in vitro, HERV-W/MSRV/sincitina-1 en células que derivan de sangre y cerebro; los autores plantean un modelo en el que se incluiría una infección inicial por EBV como desencadenante de la futura EM años después, y una progresiva activación de HERV-W/MSRV/sincitina-1 que actuaría como principal componente de la patogenicidad de la EM, en claro paralelismo con el comportamiento descrito para el inicio de la enfermedad103. ❑❑Conclusiones Aunque hasta el momento no existen evidencias definitivas que relacionen de forma inequívoca ninguno de los virus mencionados con la patogenia de la EM, los resultados acumulados en los últimos años parecen apoyar la posible implicación de uno o más de estos agentes infecciosos en la EM. No conviene olvidar que, del mismo modo que es aceptado por todos que ésta es una enfermedad poligénica, en la que distintos genes contribuirían a la susceptibilidad de la enfermedad, es posible que también se trate de una enfermedad “polivírica” en la que más de uno de estos agentes infecciosos contribuya o interaccione con los otros para desencadenar el proceso autoinmune que da lugar a la EM. Por tanto, los futuros estudios producirán resultados más válidos únicamente si se aplica el máximo rigor científico al diseño experimental: estudios prospectivos, en los que se tenga mucho cuidado no sólo con la elección de los grupos controles y de las técnicas a utilizar, sino de los virus a estudiar, ya que para examinar la posible interacción entre EM e infección, deberían de estudiarse siempre más de uno de los virus potencialmente relacionados con la enfermedad y algún virus no asociado con la misma, con el fin de valorar adecuadamente su posible implicación en la etiología de la EM. 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REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 27 Correspondencia: Eduardo Gutiérrez-Rivas – Jubilado de: Unidad Neuromuscular – Servicio de Neurología – Hospital Universitario “12 de Octubre” – Avda. de Córdoba, s/n 28041 Madrid – E-mail: doctoregr@gmail.com Revisión 13 28 Albert Gombault Eduardo Gutiérrez-Rivas Jubilado de: Unidad Neuromuscular. Servicio de Neurología. Hospital Universitario “12 de Octubre”. Facultad de Medicina. Universidad Complutense. Madrid. RESUMEN. En este artículo se resumen la vida y la obra de Albert Gombault (1844-1904), médico francés que estudió y trabajó con Jean-Martin Charcot en el Hospital de La Salpêtrière y, más tarde, en el Hospicio de Incurables de Ivry, en París. El Dr. Gombault fue un pionero de la neuropatología y contribuyó de forma esencial al desarrollo del método anátomo-clínico (relacionar los signos y síntomas del paciente con las lesiones que se pueden objetivar en el estudio morfológico e histológico del organismo). Así, llevó a cabo importantes estudios sobre la atrofia muscular de origen espinal, sobre la esclerosis lateral amiotrófica, sobre la neuropatía hipertrófica, además de otros trabajos sobre la cirrosis hepática por colestasis, la descripción de la célula gigante del granuloma tuberculoso o la neuropatía y la nefropatía secundarias a la intoxicación por plomo. Fue, además, un iniciador de la docencia en neuropatología. A pesar de la trascendencia de su labor, el Dr. Gombault exhibió siempre una modestia y una reserva que han contribuido a que su figura haya pasado a la historia casi desapercibida. Con esta revisión se pretende destacar y reivindicar su legado científico. Palabras clave: Historia de la neurología, Historia de la Neuropatología, Método anátomo-clínico, Hospital de La Salpêtrière, esclerosis lateral amiotrófica, neuropatía saturnina, granuloma tuberculoso, cirrosis biliar. ABSTRACT. This article summarizes the life and work of Albert Gombault (1844-1904), French physician who studied and worked with Jean-Martin Charcot at La Salpêtrière Hospital and, later, at the Hospice of Incurables of Ivry, in Paris. Dr. Gombault was a pioneer in neuropathology and made essential contributions to the development of anatomical-clinical method (relating patients signs and symptoms with lesions identified in morphological and histological studies). So, he conducted major studies on muscular atrophy of spinal origin, amyotrophic lateral sclerosis, hypertrophic neuropathy, apart from other works on cholestatic liver cirrhosis, description of giant cell of tuberculous granuloma or neuropathy and nephropathy related to lead poisoning. He was also an initiator of teaching in neuropathology. Despite the importance of his work, Dr. Gombault always exhibited modesty and reserve; that’s why her figure has passed almost unnoticed for history. This review pretends to highlight and claim his scientific legacy. Key words: History of neurology, history of neuropathology, anatomical-clinical method, Hospital La Salpêtrière, amyotrophic lateral sclerosis, lead neuropathy, tuberculous granuloma, biliary cirrhosis. ❑❑El personaje en la foto En el célebre cuadro de André Brouillet (1857-1914) “Una lección clínica en la Salpêtrière”, de 1887 (Figura 1), aparecen diversos personajes: Jean-Martin Charcot (1825-1893) explicando los síntomas de una paciente con una crisis histérica, que es sostenida por Joseph Babinski (1857-1932) (obsérvese que es el único que está mirando a la enferma, mientras todos los demás miran a Charcot); al lado de la paciente, la enfermera Mme. Marguerite Bottard (1822-1906); alrededor, los médicos, la mayoría internos del hospital. Entre ellos se encuentra Albert Gombault, con su barba, su calvicie frontal, su nariz aguileña que sostiene unas gafas redondas de aro metálico (Figura 2). Era entonces el Hospital de la Salpêtrière un centro para mujeres, unas ancianas y otras epilépticas o dementes, con abundante proporción de prostitutas. El hospital se había fundado en 1634, en un antiguo polvorín (de ahí su nombre, ya que salpêtrière significa el lugar donde se fabrica salitre, imprescindible REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 para preparar pólvora), para servir de refugio a pobres, mendigos, niños abandonados, huérfanos, ancianos necesitados, locos y mujeres de mala vida, sin ninguna función de cuidado de sus enfermedades; esta población marginada debía permanecer encerrada, según un Edicto Real de 1656. A partir de 1684, uno de sus pabellones fue destinado a cárcel, donde estaban recluidas prostitutas y mujeres condenadas por delitos comunes, función que se mantendría hasta poco después de la Revolución Francesa (1789). En 1801 se trasformó en un Hospicio Civil y de 1837 a 1887 se convirtió en el Hospicio de mujeres y ancianas (los ancianos y los hombres tenían su hospicio en el actual Hospital de Bicêtre). Allí estaban recluidas mujeres con enfermedades mentales y ancianas desvalidas1. Nada debe extrañar, pues, que la psiquiatría francesa comenzara en este hospital. Cuando, en 1862, Charcot fue nombrado Jefe de Servicio en la Salpêtrière, el hospital contaba con 4422 camas: dos tercios estaban dedicados a mujeres indigentes y epilépticas no alienadas, y un tercio a mujeres alienadas. En palabras del propio Charcot “nos encontramos Eduardo Gutiérrez-Rivas Figura 1 Una lección clínica en la Salpêtrière. Cuadro de André Brouillet. con un auténtico museo de patología viviente y con recursos suficientes para su estudio” (Charcot, 18861894)2. Pero ¿quién era Albert Gombault? De todos los alumnos de Charcot, este personaje nos resulta prácticamente desconocido. Para la confección del famoso cuadro, el Dr. Ernest Mosny (1861-1918) explica al pintor que Gombault se caracteriza por ser “una buena persona y un hombre sumamente modesto, con un horror proverbial al ruido que se forma sobre su nombre”, ya que, para entonces, tenía una notable reputación como patólogo. Este neurólogo le califica como “un maestro de la anatomía patológica”, “el árbitro a quien todos recurrimos cuando tenemos dudas”3. El método anátomo-clínico, propuesto por Charcot, no podría haberse desarrollado sin la colaboración de un patólogo de alta calidad, como lo fue Albert Gombault. ❑❑Biografía Figura 2 Albert Gombault en el cuadro de André Brouillet. François Alexis Albert Gombault nació en Orleáns (departamento de Loiret), el 2 de octubre de 1844. Estudió medicina en París y fue Externo de los hospitales de Paris desde 1866 y luego Interno en el Hospital de la Salpêtrière en 1869; este año reaREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 29 Revisión 13 30 liza un excelente trabajo histológico sobre la atrofia muscular progresiva de causa medular, que revela su carácter minucioso y su enorme capacidad de observación4. Alumno de Charcot desde 1870, forma parte de su equipo desde 1872, coincidiendo con el nombramiento de Charcot como catedrático de anatomía patológica. En 1877 defiende su Tesis Doctoral titulada “Estudio sobre la esclerosis lateral amiotrófica”5, cuyos hallazgos han resistido el paso del tiempo y continúan siendo válidos. En 1882 es nombrado “Médico de los Hospitales de París”. En 1887 accede a la jefatura del servicio de neurología del Hospicio de Incurables de Ivry, donde permanecería hasta su muerte, junto al Dr. AndréVictor Cornil (1837-1908). Convirtió entonces su servicio de neurología en el mayor de París, después del de la Salpêtrière. Allí, con la autorización de la universidad, establece una escuela privada de histología patológica, para suplir la falta de enseñanza de esta materia, ya que en las facultades de medicina no se impartía entonces esta disciplina. En estas clases se reveló como un gran docente. Desde el Hospicio de Ivry colabora con excelentes neurólogos, como André-Victor Cornil, CharlesJoseph Bouchard (1837-1915), Albert Pitres (18481928), Pierre Marie (1853-1940), Édouard Brissaud (1852-1909) o Joseph Babinski, que recurren a él para completar sus trabajos. Fue también nombrado conservador del museo Dupuytren6. Además de sus trabajos anátomo-clínicos, sobre la localización de las funciones cerebrales, desarrolló también una faceta investigadora prominente, como más adelante se señala7. Fue uno de los pioneros de la fotografía clínica. Gombault fue uno de los 12 miembros fundadores de la Sociedad de Neurología de París, asociación que constituyó el germen de la Sociedad Francesa de Neurología. Falleció en París el 23 de septiembre de 1904 a consecuencia de un cáncer abdominal, aunque siguió trabajando hasta los últimos días de su vida. ❑❑Gombault en la Salpêtrière La vinculación de Albert Gombault con el hospital de la Salpêtrière fue muy estrecha y casi siempre relacionada con la figura de Jean-Martin Charcot. Durante más de 20 años, desde 1866, como externo de los hospitales de París, hasta su marcha al Hospicio de Incurables de Ivry, en 1887, Gombault trabaja en la Salpêtrière, con distintas categorías: exREVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Figura 3 Albert Gombault a finales del siglo XIX (Imagen tomada del trabajo de Clarac, 2010). terno de los hospitales de París (1866), interno de los hospitales de París (1869), alumno de Charcot (1870) y, finalmente, miembro de su equipo (desde 1872), méritos que le hacen acreedor del nombramiento, en 1882, de Médico de los Hospitales de París. En la Salpêtrière, y como colaborador de Charcot, pronto se convierte en un patólogo de excelencia, con sus descripciones de la atrofia muscular de origen medular, con su tesis sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (o enfermedad de Charcot)5, 8, con sus trabajos sobre la localización cerebral de determinadas funciones (entre ellas, la afasia)9,10, con su descripción de la neuropatía tóxica por plomo11 y con hallazgos no neurológicos (la célula gigante del granuloma tuberculoso, la nefritis saturnina12 o la cirrosis hepática por colestasis2, por poner sólo unos ejemplos). Su capacidad de observación y su carácter meticuloso y detallista fueron reconocidos por sus colegas. ❑❑Publicaciones Albert Gombault no publicó más que una veintena de trabajos. Sin embargo, todos ellos son una muestra de su capacidad de observación y un modelo de síntesis de los conocimientos neurológicos que iban descubriéndose poco a poco (pasando del reticularismo de Andreas Gerlach (1811-1878) al neuronismo Eduardo Gutiérrez-Rivas de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934)13 y Wilhelm Waldeyer (1836-1921)) y que supusieron una revolución conceptual de la arquitectura del sistema nervioso central. Entendió pronto que las neuronas tenían distintas funciones y que algunas enfermedades afectaban de forma preferente o exclusiva a determinados tipos de neuronas. Gombault fue un pionero de la anatomía patológica y su actividad cotidiana dedicada a las lesiones del sistema nervioso central o periférico contribuyó de forma decisiva a la correlación entre los síntomas de los pacientes y la localización topográfica de la lesión, es decir, el método anátomoclínico propugnado por Charcot. En esta actividad colaboró estrechamente con Henri J. L. M. Rendu (1844-1902)9 y eran célebres sus acaloradas discusiones sobre este asunto con Charcot en las sesiones de la Salpêtrière14, 15. Dedicó especial interés a los problemas anatomopatológicos de las alteraciones del lenguaje, en colaboración con su alumno preferido Claudien Philippe (1866-1903)10 y desarrolló hipótesis sobre los centros corticales del lenguaje. Con este mismo patólogo colaboró en el Manual de Histología Patológica editado por Cornil y Louis-Antoine Ranvier (1835-1922), que alcanzó múltiples ediciones, y en él escribió unos capítulos sobre la histología patológica del sistema nervioso central16. Como investigador, deben subrayarse sus trabajos sobre la intoxicación experimental del cobaya con plomo, lo que le permitió describir la neuropatía saturnina, con alteraciones en la vaina de mielina y con axones indemnes; de hecho, como acertadamente señala François Y. Clarac4, en el clásico texto “Neuropatología de Greenfields”17 aún se reproducen sus ilustraciones de las lesiones del nervio. Posteriormente pudo encontrar estas mismas alteraciones en humanos con saturnismo. También describió la nefropatía tóxica experimental por plomo. Provocó lesiones hepáticas experimentales mediante la ligadura del colédoco en animales de laboratorio (cirrosis por colestasis). Lleva su nombre el “fascículo triangular de Gombault y Philippe”, un haz asociativo de la comisura posterior medular. A pesar de su dedicación a la patología del siste- ma nervioso central, no publicó ningún artículo sobre la esclerosis múltiple. Deben destacarse algunas de sus publicaciones, como son: 1871.- Recueils de faits: Sclérose symmétrique des cordons latéraux de la moelle et des piramides antérieures dans le bulbe18. 1872.- Pseudoartrose de la jambe19. 1876.- Lésions hépatiques provoquées par la ligature du cholédoque, con Charcot2. 1877.- “Revues générales des localisations cérébrales » con Henri Rendu (1844-1902)9. 1877.- Étude sur la sclérose latérale amyotrophique8, 20, 21. 1878.- La cellule géante, élement charactéristique de la lesión tuberculeuse, con Charcot2. 1879.- Contribution à l’étude de la sclérose latérale amyotrophique, con GM Debove21. 1880.- La névrite hypertrophique (que luego se denominaría síndrome de Déjèrine-Sottas)22. 1881.- Contribution à l’étude anatomique de la névrite parenchymatoseuse subaigüe ou chronique: névrite segmentaire péri-axile11. 1881.- Note relative à l’étude anatomique de la néphrite saturnine expérimentale, con Charcot12. 1889.- Note sur un cas de lésions traumatiques de la moelle épinière, con Victor-Jaques Wallich23. 1895.- Contribution à l’etude des lésions systématisées dans les faisceaux blancs de la moelle épinière24. 1896.- Contribution à l’étude des aphasies, con C. Philippe25, 26. 1902.- Histologie pathologique du systéme nerveux central, en el Manuel d’Histologie Pathologique de Cornil et Ranvier, con su alumno Claudien Philippe16. Su excesiva modestia, en todos los ámbitos de su existencia (en el trabajo, en su familia, en su vida social, siempre fue muy reservado, rehusó toda popularidad e hizo de la discreción un modo de vida), ha impedido que se convirtiera en personaje tan conocido como lo justificaría la relevancia de su legado científico. Sin embargo, su contribución fue decisiva para los avances en los conocimientos de los grandes neurólogos franceses de la época, como Charcot, Pierre Marie, Déjèrine o Babinski. Bibliografía 1.- 2.- 3.- 4.- 5.- Walusinski O. Jean-Martin Charcot’s house officers at La Salpêtrière. Front Neurol Neurosci 2011;29:9-35. Charcot JM. Oeuvres Complètes, volume 3. Paris, Bureaux du Progrés Médical, 1887. Mosny E. Albert Gombault (1844-1904). La tribune médicale 1904, 14p. Clarac FY. Albert Gombault (1844-1904). J Neurol 2010;257:307-8. Gombault A. Étude sur la sclérose latérale amyotrophique. Thèse de medicine. Paris; 1877. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 31 Revisión 6.- Wikipedia. Albert Gombault. Acceso, septiembre 2012. 7.- Walusinski O. Biographies des internes de Jean-Martin Charcot à La Salpêtrière entre 1862 et 1893. En: baillement.com/ internes/gombault.html. 2010. Acceso septiembre 2012. 8.- Gombault A. Étude sur la sclérose latérale amyotrophique. Versailles. Imp. Cerf et fils, 1877. 9.- Rendu H, Gombault A. Revues générales. Des localisations cérébrales. Revue des Sciences médicales 1877; Première partie: p 326-356. deuxième partie: p 765-783. 10.- Gombault A, Philippe C. Contribution à l’étude des aphasies. Archives de Médecine Expérimentales et d’Anatomie Pathologique 1896. 11.- Gombault A. Contribution à l’étude anatomique de la névrite parenchymatoseuse subaigüe ou chronique: névrite segmentaire péri-axile. Archives de Neurologie 1880-1881;1:11-38. 12.- Charcot JM, Gombault A. Note relative à l’étude anatomique de la néphrite saturnine expérimentale. Archives de Physiologie 1881; 2ème série VIII:126-54. 13.- Ramón y Cajal S. El nuevo concepto de la histología de los centros nerviosos. Barcelona: Henrich, 1893. 14.- Clarac F, Lechevalier B. Albert Gombault (1844-1904). Un pionnier des Neurosciences. Rev Neurol 2006;162:253-63. 15.- Clarac F, Barbara JG, Brousolle E. Poirier J. Figures and institutions of the neurological sciences in Paris from 1800 to 1950. Introduction and Part I: Neuroanatomy. Rev Neurol 2012;168:2-14. 16.- Cornil V, Ranvier LA. Manuel d’histologie pathologique. Paris: Baillière; 1869-1902. 17.- Blackwood W, Corsellis JAN: Greenfields Neuropathology (3rd edition). Arnold, London 1976. 18.- Gombault A. Recueils de Faits: Sclérose symmétrique des cordons latéraux de la moelle et des pyramides antérieures dans le bulbe. Arch Phys Norm Path 1871;4:509-18. 19.- Gombault A. Pseudoartrose de la jambe. Revue photographique des hôpitaux de Paris 1872;4:143-6. 20.- Gombault A. Étude sur la sclérose latérale amyotrophique. Progrés Médical 1877;1-86. 21.- Debove GM, Gombault A. Contribution à l’étude de la sclérose latérale amyotrophique. Archives de Physiologie 1879;2ème série VI:753–771. 22.- Déjèrine J, Sottas J. Sur la névrite interstitielle, hypertrophique et progressive de l’enfance. C R Soc Biol 1893;45:63-96. 23.- Wallich VJ Gombault A. Note sur un cas de lésions traumatiques de la moelle épinière. 1889. Citado por Walusinski, 2010. 24.- Gombault A, Philippe C. Contribution à l’étude des lesions systématisées dans les faisceaux blancs de la moelle épinière. Gaz Heb Med Chir 1895;32:286-7. 25.- Gombault A, Philippe C. Contribution à l’étude des aphasies. Archives de Médecine Expérimentale et d’Anatomie Pathologique 1896; 5:545-85. 26.- Gombault A, Philippe C. Contribution à l’étude des aphasies. Masson, Paris 1896. 13 32 REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Novedades Bibliográficas Ana Mª Alonso Torres Unidad de Neuroinmunología. Instituto de Neurociencias Clínicas. Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga. Diagnóstico ■› Cerebrospinal fluid oligoclonal IgM bands predict early conversion to clinically definite multiple sclerosis in patients with clinically isolated syndrome Ferraro D, Simone AM, Bedin R, Galli V, Vitetta F, Federzoni L, D’Amico R, Merelli E, Nichelli PF, Sola P. Journal of Neuroimmunology 2013 April 15;257(1-2): 76-81. Se revisan de forma retrospectiva 391 pacientes que presentaron un Episodio Clínico Aislado, de los cuales se seleccionan 205, de los que se dispone de punción lumbar y RM inicial. Se analiza el impacto en el riesgo de sufrir un nuevo episodio clínico de la presentación clínica inicial y las variables de RM y LCR. Una menor edad, la presentación como neuritis óptica y la presencia de bandas oligoclonales IgM en el LCR se relacionaban con un mayor riesgo de presentar un nuevo brote. Las bandas IgM aisladas en LCR son las únicas que predecían la aparición del siguiente brote en el primer año. ■› Assessing the Correlation between Grey and White Matter Damage with Motor and Cognitive Impairment in Multiple Sclerosis Patients Sbardella E, Petsas N, Tona F, Prosperini L, Raz E, Pace G, Pozzilli C, Pantano P. PLoS One 2013 May 16;8(5):e63250. En este trabajo se pretende investigar la relación entre la discapacidad clínica y la lesión regional tanto en sustancia gris como blanca en los pacientes con EM. Se reclutaron 36 pacientes con EMRR y 25 controles pareados por edad y sexo. Todos los pacientes fueron evaluados clínicamente mediante la escala EDSS y el test MSFC. A todos los sujetos se les realizó RM de 3T, con spin-eco rápido, T1-3D e imágenes de tensor de difusión. Además, se efectuó morfometría por voxels y estadística espacial por tractos para la evaluación regional de la sustancia gris y blanca. Junto a esto, también se llevo a cabo el cálculo semiautomático del volumen lesional en T2. La evaluación volumétrica cerebral de la sustancia gris y las imágenes de tensor de difusión mostraron diferencias significativas entre pacientes y controles. En los pacientes las diferentes medidas de lesión de sustancia blanca se correlacionaban entre sí (p <0.0001), pero ninguna de ellas lo hacía con el volumen de la sustancia gris. En los pacientes, la atrofia focal de sustancia gris y la afectación amplia de sustancia blanca se correlacionaba con las variables clínicas. La morfometría por voxels mostro una correlación significativa (p <0.05) entre el volumen de sustancia gris en cerebelo y el 9HPT y entre el volumen de sustancia gris en el córtex orbitofrontal y el PASAT. El análisis combinado de datos volumétricos y de tensor de difusión puede ayudar a comprender mejor las alteraciones estructurales que subyacen en la disfunción física y cognitiva en la EM. ■› Do positive or negative stressful events predict the development of new brain lesions in people with multiple sclerosis? Burns MN, Nawacki E, Kwasny MJ, Pelletier D, Mohr DC. Psychological Medicine 2013 May 17:1-11. Aquí se presentan los datos de un análisis secundario realizado en 121 pacientes con EM incluidos en un estudio randomizado a 48 semanas para valorar el efecto de una terapia de control de estrés. Se les realizó una RM cada 8 semanas. Todos los meses realizaban una entrevista evaluando los eventos estresantes de su vida, y un cuestionario subjetivo de estrés, ansiedad y síntomas depresivos. Todo esto se empleó para predecir la presencia de lesiones con captación de gadolinio y lesiones en T2 en una RM realizada 29-62 días más tarde. Los participantes clasificaron los sucesos en positivos o negativos. Estos últimos son clasificados como: mayores cuando suponen riesgo físico o en la estructura familiar, y moderados el resto. Los eventos positivos predicen un menor riesgo de lesiones con captación de gadolinio en el grupo control, con una odds-ratio de 0.53 por cada evento positivo adicional (IC95% 0.30-0.91), y menos riesgo de lesiones nuevas o con aumento de tamaño en T2 (OR 0.74, 95% IC 0.55-0.99). Los eventos negativos mayores predicen las lesiones con captación (OR 1.77, 95% IC 1.18-2.64) y las lesiones nuevas o aumentadas en T2 (OR 1.57, 95% IC 1.11-2.23), mientras que los moderados y el estrés, ansiedad y depresión subjetivos no lo hacen. Se concluye que los eventos negativos mayores predicen un aumento del riesgo de presentar lesiones REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 33 Novedades Bibliográficas con captación y nuevas en T2, mientras que los eventos positivos predicen la disminución de este riesgo. ■› Auditory evoked potentials and vestibular evoked 13 myogenic potentials in evaluation of brainstem lesions in multiple sclerosis Ivanković A, Nesek Mađarić V, Starčević K, Krbot Skorić M, Gabelić T, Adamec I, Habek M. Journal of Neurological Sciences 2013 May 15;328 (1-2):24-7. 34 Este trabajo analiza el papel de la RM, los potenciales evocados auditivos y los potenciales evocados miogénicos vestibulares en la evaluación de la afectación de tronco de encéfalo (TE) en los pacientes con esclerosis múltiple. Participaron en el estudio 32 pacientes con diagnóstico de EM, de los que se registró: edad, sexo, EDSS, sistema funcional troncoencefálico (parte de la EDSS que evalúa la sintomatología de TE) y la afectación de TE en la RM. A todos ellos se les realizaron: potenciales auditivos (PEA), potenciales miogénicos vestibulares oculares (PEMVo) y cervicales (PEMVc). La afectación de TE fue detectada en 9 pacientes (28,1%) por EDSS, en 14 (43,8%) por RM, en 7 (21,9%) por PEA, 12 (37,5%) por PEMVo y 10 (31%) por PEMVc. Ninguna de las técnicas demuestra ventaja significativa para detectar la afectación de tronco. La combinación de PEMVo y PEMVc detecta la afectación de TE en un 56,3% de los pacientes (n=18). Esta combinación resulta más eficaz que la evaluación del sistema funcional de TE (p<0.035) y que los PEA (p=0.007). Los potenciales evocados miogénicos vestibulares son un método eficaz para detectar la afectación de TE en los pacientes con EM, con resultados similares a la RM, pero superiores a la evaluación clínica y los potenciales evocados auditivos. ■› Corpus callosum damage predicts disability progression and cognitive dysfunction in primary-progressive MS after five years Bodini B, Cercignani M, Khaleeli Z, Miller DH, Ron M, Penny S, Thompson AJ, Ciccarelli O. Human Brain Mapping 2013 May;34(5):1163-72. Se evalúan 32 pacientes con esclerosis múltiple progresiva primaria inicial basalmente y tras cinco años de seguimiento mediante EDSS. Tras este seguimiento, se le realiza una evaluación neuropsicológica a un subconjunto de 25 pacientes y a 31 controles sanos. Las imágenes de RM basal REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 consisten en dual-eco (densidad protónica y T2), volumetría T1 e imágenes de tensor de difusión. Se crearon mapas de anisotropía fraccional (AF) y tractografía. Se analiza de qué forma la AF y el volumen de sustancia gris pueden predecir la progresión de la EDSS en el seguimiento y los resultados de la evaluación neuropsicológica a los cinco años, realizando análisis de regresión lineal basado en voxels. Una AF más baja en el esplenio del cuerpo calloso al inicio predice una mayor progresión de la discapacidad durante el seguimiento. La menor AF en todo el cuerpo calloso predice una peor memoria verbal, atención, velocidad de procesamiento de información y funciones ejecutivas a cinco años. El volumen de sustancia gris basal no demostró capacidad para predecir ninguna variable clínica. Estos hallazgos destacan la importancia de la lesión de las vías interhemisféricas del cuerpo calloso en el desarrollo de discapacidad física y cognitiva en la EMPP. Clínica ■› Cognitive impairment differs between primary progressive and relapsing-remitting MS Ruet A, Deloire M, Charré-Morin J, Hamel D, Brochet B. Neurology 2013 April 16;80(16):1501-8. El objetivo del trabajo es presentar los datos de un estudio realizado para caracterizar las capacidades cognitivas en los pacientes con esclerosis múltiple primaria progresiva y recurrente-remitente, comparados con controles sanos pareados por edad, sexo y nivel educacional. Se reclutaron 41 pacientes con EMPP, 60 con EMRR y 415 controles sanos. Los controles fueron divididos en 20 grupos según edad, sexo y nivel educativo. A todos los participantes se les realizó una amplia batería de test neuropsicológicos, incluyendo una versión modificada del Brief Repeatable Batery, el test de Stroop, test computerizados del Test of Attentional Performance battery, the numerical span test y la figura compleja de Rey. Los pacientes con EMPP obtuvieron resultados peores que sus controles sanos pareados en casi todos los test neuropsicológicos. Los EMRR fueron peores que sus controles en el test de alerta, tiempo de reacción para escaneado visual y test de 3 segundos del Paced Auditory Serial Addition. Los pacientes con EMPP tenían peores resultados y más discapacidad en los dominios cognitivos que aquellos con EMRR. Los pacientes con EMPP presentan un amplio rango de déficits cognitivos en velocidad de procesamiento de información, atención, memoria de trabajo, función ejecutiva y memoria episódica verbal, mientras que la afectación cognitiva en pacientes con EMRR está limitada únicamente a la velocidad de procesamiento de información y la memoria de trabajo. La afectación cognitiva en los pacientes con EMPP es más amplia, afectando a casi todos los dominios cognitivos. Tratamiento ■› Eculizumab in AQP4-IgG-positive relapsing neuromyelitis optica spectrum disorders: an open-label pilot study Sean J Pittock, Vanda A Lennon, Andrew McKeon, Jay Mandrekar, Brian G Weinshenker, Claudia F Lucchinetti, Orna O’Toole, Dean M Wingerchuk Lancet Neurology 2013 June;12(6):554-62 La activación del complemento tras la unión de un autoanticuerpo IgG contra la aquaporina 4 se piensa que es el mayor determinante de la inflamación del sistema nervioso y la lesión astrocitaria en la neuromielitis óptica. El objetivo de este estudio es investigar el uso de eculizumab en los trastornos del espectro de la neuromielitis óptica. Se reclutaron pacientes de dos centros en Estados Unidos en un estudio abierto entre octubre de 2009 y noviembre de 2010. Los pacientes eran positivos para los anticuerpos antiacuaporina 4, tenían al menos 18 años, tenían una enfermedad del espectro de la neuromielitis óptica y habían tenido al menos dos brotes en los seis meses previos o tres en los doce meses previos. Se les administró la vacuna antimeningocócica en la visita de screening y dos semanas después iniciaron el tratamiento con eculizumab. Recibieron 600 mg de eculizumab IV semanalmente durante cuatro semanas, 900 mg en la quinta semana y después 900 mg cada dos semanas durante 48 semanas. Los dos objetivos primarios fueron la eficacia (medida mediante el número de brotes) y la seguridad. Los objetivos secundarios fueron la discapacidad (medida mediante la EDSS), capacidad de de ambulación (Hauser Score) y agudeza visual. Se realizaron visitas de seguimiento en la semana 6 y los meses 3, 6, 9 y 12 meses de tratamiento y 3 y 12 meses tras la discontinuación. Se realizó exploración neurológica completa y un cuestionario de efectos adversos. Se incluyeron 14 pacientes, todos mujeres. Tras 12 meses de tratamiento con eculizumab, 12 de ellos permanecían libres de brotes. El número medio de brotes por año cayó desde tres en el año previo al tratamiento (rango de dos a cuatro) a cero (rango de cero a uno) durante el tratamiento (p<0.0001). Ningún paciente presentó empeoramiento de la discapacidad en ninguna escala. La puntuación media en la escala EDSS mejoró de 4.3 (rango de 1.0 a 8.0) hasta 3.5 (rango de 0-8.0), con p=0.0078. Dos pacientes mejoraron dos puntos y tres un punto en el Hauser Score, el resto de los pacientes permaneció estable. La agudeza visual mejoró un punto en al menos un ojo en cuatro pacientes y dos puntos en otro paciente, sin cambios en el resto. Un paciente sufrió una sepsis meningocócica y una meningitis estéril dos meses tras la primera dosis de eculizumab, pero reinició el tratamiento tras recuperarse por completo. No aparecieron otros efectos adversos importantes relacionados con el tratamiento. En los doce meses tras la discontinuación del tratamiento se recogieron ocho brotes en cinco pacientes. El tratamiento con eculizumab reduce de forma significativa la frecuencia de los brotes y estabiliza o mejora las medidas de discapacidad neurológica en los pacientes con enfermedad agresiva del espectro de la neuromielitis óptica, con buena tolerancia. Sera necesario continuar explorando el efecto del eculizumab en estos pacientes en estudios randomizados de mayor tamaño. ■› Effect of 4-aminopyridine on vision in multiple sclerosis patients with optic neuropathy Horton L, Conger A, Conger D, Remington G, Frohman T, Frohman E, Greenberg B. Neurology 2013 May 14;80(20):1862-6. Se presentan los datos de un estudio a 10 semanas randomizado, doble ciego, cruzado contra placebo para evaluar la eficacia del tratamiento con 4-aminopiridina (4-AP) en pacientes con neuritis óptica (NO). Además, se pretende evaluar si podría esperarse una mayor respuesta de pacientes con determinados resultados de P100 o de espesor de capa de fibras nerviosas de la retina (RNFL). Todos se realizaron Potenciales evocados visuales, tomografía de coherencia óptica y agudeza visual (AV) antes de empezar cada periodo de cinco semanas y tras acabar. Globalmente los pacientes tenían P100 más rápidas con 4-AP frente a placebo. Un subgrupo de pacientes presentó mejoría de AV con la 4-AP. Los ojos con RNFL entre 60 y 80 μm tenían la mejor tasa de respuesta. La 4-aminopiridina REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 35 Novedades Bibliográficas resulto eficaz para mejorar la visión en pacientes con NO desmielinizante. Serán necesarios más estudios para analizar los parámetros que detecten la población que va a responder al tratamiento, debiendo incluir en los criterios de inclusión parámetros de tomografía de coherencia óptica. Este estudio proporciona evidencia clase IV para el tratamiento con 4-AP para mejorar la agudeza visual en ciertos pacientes con neuritis óptica (RNFL 6080 μm). 13 ■› Natalizumab therapy for highly active pediatric multiple sclerosis Kornek B, Aboul-Enein F, Rostasy K, Milos RI, Steiner I, Penzien J, Hellwig K, Pitarokoili K, Storm van’s Gravesande K, Karenfort M, Blaschek A, Meyer A, Seidl R, Debelic D, Vass K, Prayer D, Kristoferitsch W, Bayas A. JAMA Neurology 2013 April;70(4):469-75. 36 Se analizan datos del uso de natalizumab en población pediátrica en once centros de neurología pediátrica en Alemania y Austria. En total se recogen 20 pacientes que iniciaron el tratamiento con natalizumab por debajo de los 18 años. De estos, 19 estaban en tratamiento con terapias modificadoras de primera línea. La edad media fue de 16,7 años, y el tiempo de evolución de la enfermedad de 18 meses. Se recogieron la tasa de brotes anualizada, la EDSS, el número de lesiones nuevas en T2 y de lesiones con captación, efectos adversos, prevalencia de anticuerpos antinatalizumab y positividad o no al virus JC. El tratamiento se asoció con una reducción en la tasa anualizada de brotes (3.7 previo, 0.4 posterior, p< 0.001), EDSS media (2 sin tto., vs 1 con tto, p<.02) y número medio de lesiones nuevas en T2 por año (7.8 frente a 0.5, p<0.001). Dos pacientes desarrollaron títulos altos de anticuerpos neutralizantes contra natalizumab y suspendieron el tratamiento. Los efectos adversos incluyeron cefalea, astenia, infecciones e hipersensibilidad. Aparecieron resultados anorma- REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 les de laboratorio en 8 pacientes. Se encontraron anticuerpos contra el virus JC en 5/13 pacientes. Tras discontinuar el tratamiento, reaparecieron los brotes en 6/8 pacientes dentro de los 6 meses siguientes. ■› Fingolimod reduces recurrence of disease activity after natalizumab withdrawal in multiple sclerosis Havla J, Tackenberg B, Hellwig K, Meinl I, Krumbholz M, Seitz F, Eienbröker C, Gold R, Hohlfeld R, Kleiter I, Kümpfel T. Journal of Neurology 2013 May;260(5):1382-7. Se evalúa la reaparición de la actividad clínica durante el primer año tras cambiar de natalizumab a fingolimod en pacientes con EMRR. Se recoge el número de brotes y la tasa anualizada de brotes antes, durante y tras la discontinuación de natalizumab, comparando un grupo de 10 pacientes que permaneció sin tratamiento con un grupo de 26 que inició fingolimod en las siguientes 24 semanas. El seguimiento medio tras la discontinuación fue de 55,1 semanas. En un subgrupo de 20 pacientes se determinó la presencia de lesiones captantes en RM. Once pacientes (42%) del grupo de fingolimod y siete (70%) del grupo sin tratamiento presentaron uno o más brotes durante el seguimiento (p<0.05). Se encontraron lesiones con captación en 1 de 11 (9%) pacientes con fingolimod y 6 de 9 (67%) sin tratamiento (p<0.05). los pacientes que iniciaron fingolimod menos de 12 semanas tras discontinuar el natalizumab (n=9) mostraban tendencia a presentar una tasa de brotes anualizada menor que aquellos que empezaron tras más de 12 semanas. La mayoría de los brotes en el grupo de fingolimod aparecieron antes de iniciarlo, o en las primeras 8 semanas. Según esto, fingolimod reduce la reactivación clínica en los pacientes tras suspender natalizumab, mostrando la tasa de brotes tendencia a depender del intervalo de tiempo entre tratamientos. Agenda JUNIO ■› 30th International Epilepsy Congress Ciudad: Montreal (Canadá). Fecha: 23-27 junio 2013. Más información: http://www.epilepsymontreal2013. org/ ■› International Headache Congress 2013 Ciudad: Boston (USA). Fecha: 27-30 junio 2013. Más información: http://www.ihc2013.com/ › ■ 29th Congress of the European Committee for Research and Treatment in Multiple Sclerosis (ECTRIMS) Ciudad: Copenhague (Dinamarca). Fecha: 2-5 octubre 2013. Más información: http://www.sen.es/agenda/icalrepeat.detail/2013/10/02/97/-/29th-congress-of-theeuropean-committee-for-research-and-treatment-inmultiple-sclerosis-ectrims ■› XX Curso Nacional de Trastornos del Movimiento SEPTIEMBRE Ciudad: Zaragoza (España). Fecha: 4-5 octubre 2013 Más información: http://www.sen.es/agenda/icalrepeat.detail/2013/10/04/112/-/xx-curso-nacional-detrastornos-del-movimiento ■› XXI World Congress of Neurology ■› 26th ECNP Congress Ciudad: Viena (Austria). Fecha: 21-26 septiembre 2013. Más información: http://www2.kenes.com/wcn/ Pages/Home.aspx octuBRE ■› World Parkinson Congress - WPC 2013 Ciudad: Montreal (Canadá). Fecha: 1-4 octubre 2013. Más información: http://www.worldpdcongress.org › ■ 27th Annual PSG symposium on etiology, pathogenesis, and treatment of parkinson’s disease and other movement disorders Ciudad: Montreal (Canadá). Fecha: 1 octubre 2013. Más información: http://parkinson-study-group. org/docs/27th_Symposium/Program_Agenda_ DRAFT_3.14.13.pdf Ciudad: Barcelona (España). Fecha: 5-9 octubre 2013 Más información: http://www.ecnp.eu/Congress2013/ECNP%20Congress.aspx ■› 8th World stroke congress Ciudad: Brasilia (Brasil). Fecha: 10-13 octubre 2013. Más información: http://www1.kenes.com/wsc ■› American Neurological Association Annual Meeting Ciudad: New Orleans (USA). Fecha: 13-15 octubre 2013. Más información: http://www.aneuroa.org › ■ 67th Annual Meeting of the American Academy of Cerebral Palsy and Developmental Medicine Ciudad: Milwaukee (USA). Fecha: 16-19 octubre 2013. Más información: http://www.aacpdm.org/meetings/ future-meetings REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 37 Normas de publicación Envío de manuscritos 1.- Los trabajos deberán ser enviados para su publicación a Revista Española de Esclerosis Múltiple. Editorial Línea de Comunicación, calle Concha Espina, 8º, 1º derecha, 28036 Madrid. Los trabajos se remitirán por correo electrónico (informacion@lineadecomunicacion.com) o en soporte digital junto con una copia impresa, indicando el procesador de textos utilizado. 2.- Los trabajos serán evaluados para su publicación siempre en el supuesto de no haber sido ya publicados, aceptados para publicación o simultáneamente sometidos para su evaluación en otra revista. Los originales aceptados quedarán en propiedad de la revista y no podrán ser reimpresos sin permiso de Revista Española de Esclerosis Múltiple. 3.- La Secretaría acusará recibo de los originales e informará de su aceptación. Asimismo, y cuando lo estime oportuno el Consejo Editorial, serán propuestas modificaciones, debiendo los autores remitir el original corregido en un plazo de 15 días a partir de la recepción del citado informe. Secciones de la revista Revisiones: trabajos amplios sobre un tema de actualidad, donde el autor estudia el tema y revisa la bibliografía escrita hasta la fecha sobre éste. 13 Originales: trabajos de tipo prospectivo, de investigación clínica, farmacológica o microbiológica, y las contribuciones originales sobre etiología, fisiopatología, anatomía patológica, epidemiología, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. La extensión máxima del texto será de 15 folios y se admitirán 8 figuras y/o tablas, equivalente a 6 páginas de revista incluyendo figuras, tablas, fotos y bibliografía. 38 Originales breves (notas clínicas): trabajos originales de experiencias o estudios clínicos, ensayos terapéuticos o casos clínicos de particular interés, cuya extensión no debe superar 5 folios y 4 figuras y/o tablas. Cartas al director: comentarios relativos a artículos recientes de la revista, así como observaciones o experiencias que, por su extensión o características, puedan ser resumidas en un texto breve; se admite una tabla y/o figura y un máximo de 10 citas bibliográficas. Otras secciones: crítica de libros: textos breves (una página de 2.000 espacios) de críticas de libros para su publicación. Asimismo, se publicarán en la sección agenda los congresos, cursos y reuniones relacionados que se remitan. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 Presentación y estructura de los trabajos Los originales deberán ser mecanografiados a doble espacio (30 líneas, 60 pulsaciones), en DIN-A4 por una sola cara, con un margen no inferior a 25 mm, y con las páginas numeradas correlativamente. Estructura: el trabajo, en general, deberá estar estructurado en diversos apartados: Introducción, Material y métodos, Resultados y Discusión. En trabajos especialmente complejos podrán existir subapartados que ayuden a la comprensión del estudio. Primera página: en la primera página figurarán en el orden que se citan: 1.- Título: debe ser conciso e informativo. 2.- Nombre completo -sin abreviaturas- y apellidos del autor o autores. 3.- Centro y Departamento en que se realizó el trabajo. 4.- Nombre del autor y dirección postal. 5.- Título corto, inferior a 40 caracteres. Resumen con palabras clave: se acompañará un resumen en castellano de unas cuatro líneas y el mismo traducido al inglés, con palabras clave (10 máximo) también en ambos idiomas. Bibliografía: las citas se presentarán según el orden de aparición en el texto, con numeración correlativa en superíndices, vaya o no acompañada del nombre de los autores en el texto. Las citas se comprobarán sobre los originales y se ordenarán según las normas de Vancouver disponibles en http:// www.icmje.org Ilustraciones: se podrán publicar en blanco y negro, o a dos colores; si se utilizan fotografías de personas identificables, es necesario tener la autorización para su publicación. Las microfotografías deben incluir escala de medidas. Si las ilustraciones son originales sobre papel o transparencia, las fotos han de ser de buena calidad, bien contrastadas. No remita fotocopias. Ilustraciones digitales: si puede aportar las ilustraciones en formato digital, es recomendable utilizar formato bmp, jpg o tiff, con un mínimo de 300 puntos por pulgada. Si las figuras no son originales, aun cuando cite la procedencia o las modifique, debe obtener permiso de reproducción del autor o de la editorial donde se publicó originalmente. REVISTA ESPAÑOLA DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE Nº 26 - Junio de 2013 39 BIIB-SP-0104 Con la colaboración de: