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Inmunologia 64p 6.0 1/4/04 11:03 Página 56 Panorama Inmunología Vol. 23 / Núm 1/ Enero-Marzo 2004: 56-62 Inmunidad y terapia génica: beneficios y riesgos J.R. Regueiro1, J.M. Martín-Fernández1, I. Melero2 Inmunología, Facultad de Medicina, Universidad Complutense, Madrid. Terapia Génica, Facultad de Medicina, Universidad. de Navarra, y Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), Pamplona. Spain. 1 2 IMMUNITY AND GENE THERAPY: BENEFITS AND RISKS RESUMEN Las inmunodeficiencias (ID) congénitas son desafortunados experimentos de la Naturaleza que afectan a la inmunidad. Resulta especialmente apropiado que puedan curarse mediante afortunados experimentos diseñados por el ser humano. Ya fue así en 1968, cuando una ID ligada al cromosoma X se convirtió en la primera enfermedad humana curada con éxito por trasplante de médula ósea, un procedimiento terapéutico que ahora es estándar para muchas otras patologías incluida el cáncer. Naturalmente, se observaron efectos adversos graves como la enfermedad del injerto contra el huésped. Más de 30 años después, la misma ID ha sido la primera en ser curada por terapia génica. Hay obstáculos que superar, como ha demostrado la leucemia de células T desarrollada por oncogénesis insercional en dos pacientes. La propia inmunidad puede ser un obstáculo para la terapia génica cuando se dirige contra el vector o incluso la proteína terapéutica. Pero la terapia génica seguirá adelante. El cáncer, las enfermedades infecciosas incluido el Sindrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), y otras enfermedades congénitas son las siguientes de la lista. Los beneficios globales serán probablemente más que los riesgos, como se demostró para el trasplante. PALABRAS CLAVE: Terapia génica / Inmunodeficiencia / Inmunidad. 56 ABSTRACT Congenital immunodeficiencies (ID) are unfortunate experiments of Nature that impair immunity. It is only fair that, by fortunate experiments of man, they may be cured. This was first true by 1968, when an X-linked ID became the first human disease successfully cured by bone marrow transplantation, now a standard therapeutic procedure for many other disorders including cancer. Of course, serious adverse events were reported, such as graft versus host disease. More than 30 years later, the same ID has become the first to be cured by gene therapy. Hurdles lie ahead, as the development of T cell leukaemia by insertional oncogenesis in two patients has painfully demonstrated. Immunity itself may become a hurdle for gene therapy when directed against the vector or even the therapeutic protein. But gene therapy is here to stay. Cancer, infectious diseases including Acquired Immunodeficiency Syndrome (AIDS), and other congenital disorders are next down the pipeline. As already shown for transplantation, the overall benefits may well be worth the risks. KEY WORDS: Gene therapy / Immunodeficiency / Immunity. Inmunologia 64p 6.0 1/4/04 11:03 Página 57 INMUNOLOGÍA LA TERAPIA GÉNICA CURA ALGUNOS DEFECTOS DE LA INMUNIDAD Inmunodeficiencias congénitas La terapia convencional de las inmunodeficiencias (ID) congénitas (Tabla I) consiste en: 1) prevenir o tratar las infecciones (vacunas, antibióticos, antimicóticos, antivirales); 2) suplir la célula afectada o ausente (trasplante de médula o precursores); y 3) proporcionar la molécula ausente (Ig, ADA, IFN-γ, C1 inhibidor). Por tanto, era inevitable que se llegara a la terapia génica, es decir, a intentar suplir el gen afectado. Desgraciadamente, las limitaciones técnicas son aún muchas. Para empezar, hay que conocer el gen responsable, y eso ya deja fuera a las ID más comunes: la inmunodeficiencia común variable (o CVID) y la deficiencia selectiva de IgA. Además, la sustitución del gen afectado no es posible en la actualidad debido a la escasa eficiencia de la recombinación homóloga(1). De modo que hoy en día la terapia génica de las ID congénitas es sólo suplementación génica, o sea, proporcionar copias de genes sanos a células enfermas o, más a menudo, a sus precursores. Y ni siquiera eso se consigue con gran eficiencia, ni mucho menos con selectividad de diana y ni por asomo con regulación. Además la estabilidad del transgén es escasa, cuando no lo es la longevidad de la célula diana. La estrategia general se resume en la figura 1. Lo que debería ser, o hacia dónde se camina, es, por este orden: 1) lograr que se transduzcan de manera estable al menos el 80% de las células diana; 2) que se pueda decidir la diana sin tener que purificarla ex vivo; 3) que se pueda regular farmacológicamente la expresión del transgén; 4) que se pueda localizar y sustituir por recombinación homóloga el gen afectado. Lograr estos objetivos tomará aún años, pero al menos el primero no parece ahora tan inalcanzable. Lo que parece claro es que se requiere el empleo de vectores integrativos. Los más utilizados son los retrovirales, bien sean los más convencionales basados en el virus de la leucemia de Moloney murina, o los más novedosos basados en lentivirus como el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV)(2). Estos últimos tienen la gran ventaja de poder introducir sus genes en células quiescentes (sin necesidad de que éstas entren en ciclos mitóticos para integrar el material genético), lo que los hace idóneos para los precursores hematopoyéticos. ¿Para cuándo? La terapia génica por suplementación es una realidad ya(3). Los primeros intentos, relativamente fallidos, con la deficiencia de ADA demostraron que era posible reinfundir millones de células transducidas sin efectos adversos (expansión viral, tumores) a pesar de la inserción al azar J.R. REGUEIRO, J.M. MARTÍN-FERNÁNDEZ, I. MELERO del transgén en el genoma (4), y que algunas células T transducidas aún estaban en el organismo 10 años después(5, 6). Luego siguió un éxito en toda regla (beneficio clínico a 3 años): la deficiencia de la cadena γ C(7). Eso sí, precedido de extensos estudios preclínicos in vitro y en ratón (3), y especialmente de unos interesantes casos clínicos en los que la propia naturaleza decidió hacer con el azar sus experimentos: reversiones espontáneas de la mutación original causaron reconstituciones casi milagrosas del linaje linfoide(8, 9). Así que cuando se introdujo γC con un vector retroviral en precursores hematopoyéticos de médula ósea, varios pacientes (9 de 10) recuperaron sus linfocitos T y, lo que es más importante, sus funciones e incluso las de otras células que de ellos dependen (como los linfocitos B). Todos los linfocitos T recién aparecidos portaban el vector, señal de que lo necesitaban para madurar (Fig. 2). En cambio, otras células presentes antes del tratamiento (linfocitos B, granulocitos) apenas lo expresaban. O sea, el ensayo funcionó porque existía una ventaja selectiva para la expansión de las células corregidas, pero sólo en ciertos linajes que además eran muy longevos. Pero, ¡cuidado!: tres años después del tratamiento dos pacientes (los más jóvenes del grupo de 10, de unos 15 tratados hasta la fecha en el mundo) han desarrollado una enfermedad linfoproliferativa de linfocitos T (el primero γδ monoclonal, el segundo αβ triclonal) que llevan el transgén γC(10-12), por oncogénesis insercional asociada a la activación transcripcional de un oncogén denominado LMO2 en los dos casos. Aunque han sido tratados con éxito, el riesgo es evidente. Por tanto, será necesario averiguar hasta qué punto los vectores disponibles son seguros antes de aplicarlos a la clínica humana(13) y diseñar con cuidado la evaluación de los riesgos en experimentación clínica temprana. Casi todos los órganos legislativos y competentes en la regulación de la investigación con seres humanos y nuevos tratamientos han puesto los programas que utilizan terapia génica en cuarentena, aunque la franca mejoría clínica de los pacientes tratados (incluidos los precitados, antes del accidente) hace que la terapia siga siendo recomendable para los que no responden al trasplante de progenitores, o bien carecen de donante apropiado(14). Este efecto adverso de la terapia génica puede seguirse en www.esgt.org (Tabla II). ¿Para quién? No para todos, por ahora. Más bien para los menos, en concreto enfermos con ID combinada grave (SCID) por deficiencia de γ C o ADA sin donante compatible ni haploidéntico, resistentes al tratamiento por PEG-ADA en el segundo caso(15). No obstante, se están ensayando otras indicaciones más amplias como: 57 Inmunologia 64p 6.0 1/4/04 11:03 Página 58 INMUNIDAD Y TERAPIA GÉNICA: BENEFICIOS Y RIESGOS VOL. 23 NUM. 1/ 2004 TABLA I. Inmunodeficiencias congénitas* Proteína • Complemento C1inhibidor, C4bp C1-C4, MBL, factor D C5-C9, Factor I, B, Properdina Factor H MASP2 • Fagocitosis, adhesión y movilidad celular NADPH oxidasa (gp91, p22, 47, 67phox) Glucosa 6PDH (XL) WASP CD18/GDP-Transportador de fucosa Rac 2 C/EBP (CCAAT/enhancer binding protein) Elastasa / GFI1 • Modificación y reparación del ADN RAG, Artemis ADA, PNP DNA metilltransferasa DNMT3B CD40L/ AID/ CD40/ NEMO (IKKγ) /UNG ATM, hMRE 11, Nibrina, DNA ligasa IV • Reconocimiento de citocinas γc / IL-7Rα / Jak 3 IL-2R α IL-12 / IL-12R / IFN-γR / STAT-1 STAT5B CXCR4 βc (IL-3,-5,GM-CSF) • Presentación de antígeno MHC-clase I (TAP1,TAP2) MHC-clase II (RFX5,AP,B/ANK, CIITA) • Reconocimiento de antígeno y señalización λ5 o VpreB / µ / Igα o β / BLNK / Syk Btk CD3γ, δ, ε, ζ, CD8α, CD45 ZAP-70, Lck ICOS IRAK4/IκBα/IKKγ • Citolisis Perforina / Munc13-4 Lyst Rab27A/Miosina-5a SAP or SH2D1A (XL) • Apoptosis TNFR1, criopirina, mevalonato cinasa, mn CD95L/CD95/Caspase 8, 10 Foxp3, Aire • Otros defectos Del22q11 Ever 1 y 2 Winged helix nude Desconocido Síndrome Angioedema Lupus, infecciones Meningitis Hemolítico-urémico Susceptibilidad a S. pneumoniae Granulomatoso crónico Anemia +/- ID Wiskott Aldrich / XLT / neutropenia Deficiencia de adhesión leucocitaria 1/2 Defecto de quimiotaxis Deficiencia de gránulos específicos Neutropenia T–B– SCID, Omenn SCID ICF Hiper IgM-1/2/3 (displasia ectodérmica)/4 Ataxia Telangiectasia y AT-Like SCID SCID Susceptibilidad a Mycobacterias CID sin respuesta a IFN-γ WHIM, susceptibilidad a papilomavirus Proteinosis alveolar pulmonar Granulomatosis, CID SCID Agammaglobulinemia (no XL) Agammaglobulinemia (XL) CID, SCID SCID, CVID CVID Infecciones piógenas (TLR4/IL-1R/IL-18R) Linfohistiocitosis hemofagocítica Chediak-Higashi (albinismo) Griscelli (albinismo) Linfoproliferativo de Duncan Autoinflamatorio/Fiebres recurrentes Linfoproliferativo autoinmune IPEX, APECED DiGeorge, CATCH 22 Susceptibilidad a papilomavirus Desarrollo T, pelo y uñas alterado CVID, deficiencia de IgA *Abreviaturas: AID, activation-induced cytidine deaminase; Aire, autoimmune regulator; APECED, autoimmune polyendocrinopathy, candidiasis and ectodermal dystrophy; C4bp, C4 binding protein; CATCH 22, cardiac defects, abnormal facial features, thymic hypoplasia, cleft palate, and hypocalcemia; CID, combined ID; CVID, common variable ID; Ever, epidermodysplasia verruciformis endoplasmic reticulum; ICF, ID, centromeric instability and facial anomalies; ICOS, inducible costimulator; IKK-γ, inhibitor of κB kinase-γ; IPEX, immunodysregulation, polyendocrinopathy, enteropathy, X linked; IRAK, IL-1R-associated kinase; MASP, MBL-associated serine protease; mn, marenostrina o pirina; NEMO, NF-κB essential modulator; SAP, SLAMassociated protein; SCID, severe combined ID; SLAM, signalling lymphocytic activation molecule, CD150; STAT, signal transducer and activator of transcription; TLR, Toll-like receptor; UNG, uracil-DNA glycosylase; WHIM, warts, hypogammaglobulinemia, infections and myelokathexis; XL, X-linked; ID, inmunodeficiencia; XLT, X-linked thrombocytopenia; ZAP, zeta associated protein. 58 Inmunologia 64p 6.0 1/4/04 11:03 Página 59 INMUNOLOGÍA J.R. REGUEIRO, J.M. MARTÍN-FERNÁNDEZ, I. MELERO Terapia génica PBL TIMO A Precursores afectados (ex vivo) Normal Vector Fenotipo función longevidad 5’LTR γc SCID 3’LTR γc IL7Ra RAG 1, 2 ADA JAK3 (30%) Expansión (ventaja selectiva) Figura 1. Estrategia general de la terapia génica en humanos. TIMO PBL B TABLA II. Sitios de interés Terapia génica Sociedad Española de Terapia Génica www.uv.es/SETG/ Sociedad Europea de Terapia Génica www.esgt.org Sociedad Americana de Terapia Génica www.asgt.org Inmunodeficiencias congénitas Guía de actuación clínica en ID primarias www.saludaliamedica.com Registro Español de ID (REDIP) http://virtualbits.com/redip Sociedad Europea para las ID (ESID) www.esid.org ID Resource www.bioinf.uta.fi/idr Asociación Inglesa para las ID (PiA) www.pia.org.uk Fundación Americana para las ID (IDF) www.primaryimmune.org Fundación Jeffrey Modell (JMF) www.jmfworld.com • Gen conocido de herencia recesiva, sin regulación importante ni selectividad de linaje, mejor si existen reversiones naturales (como ocurre también con WASP). • Deficiencia mortal, caso intrasplantable, y más ahora que se ha acreditado el riesgo de oncogénesis por inserción. • Con ventaja selectiva para las células transducidas o su progenie, que deberán ser longevas (es decir, ID que afecten al desarrollo). Aquí caben muchos otros síndromes (aunque está por Normal LTR LTR SCID Reconstituido Ventaja selectiva Figura 2. A. Las mutaciones de ciertos enfermos con ID (gris oscuro) bloquean el desarrollo del linaje T en el timo, causando linfopenia periférica de dicho linaje (PBL) B. La reconstitución retroviral de los precursores intratímicos proporciona ventaja selectiva a los timocitos que portan el transgén (gris claro) sobre los no transducidos (gris oscuro), de modo que los linfocitos T periféricos que repueblan ese compartimiento son casi todos portadores del mismo. demostrar que la terapia génica pueda ayudarles o que cumplan todas las condiciones), como las deficiencias de IL-7Rα, Jak3, WASP, Rag1, Rag2, Artemis, CD45, ZAP-70 y Lck. Algunas agammaglobulinemias (por deficiencia de Btk, λ5, m, Igα o Blnk) podrían llegar a beneficiarse también. ¿Por qué no la enfermedad granulomatosa crónica (CGD) o la deficiencia de adhesión leucocitaria (LAD)? Porque no existe ventaja selectiva y además la célula diana (el granulocito) es poco proliferativa y de vida corta(16, 17). ¿Y la deficiencia de IgA o la CVID? Porque no se conoce el gen responsable (aunque quizá falta poco)(18) y además no son necesariamente mortales. ¿Y los síndromes linfoproliferativos por deficiencia de CD95 o CD95L? Porque a menudo son dominantes negativos, no recesivos. ¿Y la ataxia telangiectasia? Porque el daño cerebelar es normalmente irreversible. 59 Inmunologia 64p 6.0 1/4/04 11:03 Página 60 INMUNIDAD Y TERAPIA GÉNICA: BENEFICIOS Y RIESGOS ¿Dónde? En la actualidad se estaban desarrollando diversos protocolos de terapia génica en París (Cavazzana-Calvo, del grupo de A. Fischer), en Brescia (Aiuti hijo, en el grupo de C. Bordignon), o en Londres (A. Thrasher), pero el accidente insercional ha dejado abierto sólo el programa inglés. ¿Y en el futuro? La terapia génica será una opción terapéutica más, no la panacea. Tan sorprendente como lo fue en su día (y lo sigue siendo) el trasplante de médula ósea, que por cierto la primera enfermedad que curó fue una deficiencia de γC(19), pero probablemente mucho más sencilla y desde luego más barata. Una CGD podrá seguramente optar entre la profilaxis antibiótica o la terapia génica mensual, por ejemplo. Y quizá una portadora de ataxia telangiectasia pueda recibir para un hijo enfermo el tratamiento intra-útero, quién sabe. Nuestro laboratorio trabaja desde hace años en la generación de modelos y en la terapia génica in vitro de algunas ID, como la deficiencia de CD3γ(20), de MHC clase II(21) y de gp91 (CGD)(22). Una de nuestras conclusiones es que la corrección post-tímica de los linfocitos T sin CD3γ puede provocar efectos adversos al desafinar la autotolerancia aprendida en el timo(22b). Inmunodeficiencias adquiridas La aplicación de la terapia génica a la infección por HIV es un concepto muy atractivo que persigue modificar las células del enfermo para prevenir o tratar la infección. Pero hasta la fecha no ha habido ningún avance clínico destacable(23). Las estrategias más utilizadas son las siguientes: inmunológica (potenciar la inmunidad contra células infectadas) y antiviral (interferir directamente con el virus). Estrategia inmunológica. Dos métodos se han ensayado, uno activo y otro pasivo, que coinciden en perseguir la inducción de la inmunidad anti-HIV, sobre todo por los linfocitos Tc. El método activo es la simple inmunización intramuscular con vectores retrovirales que expresan proteínas de la envuelta (24). En una versión más moderna se han transducido células dendríticas con genes virales para inducir respuestas citolíticas (25). El método pasivo bien proporciona a los linfocitos Tc un receptor que los dirige y activa selectivamente sobre células infectadas(26), o bien proporciona a las células infectadas un gen citolítico que sólo se activa en ellas(27, 28). Estrategia antiviral. Aquí se persigue proteger por terapia génica a las células de la infección viral interfiriendo en diferentes momentos de su ciclo biológico. La sustancia que interfiere puede ser una proteína o bien un ácido nucleico. 60 VOL. 23 NUM. 1/ 2004 En el caso de las proteínas, se puede impedir la entrada del virus interfiriendo con sus receptores(29), expresando proteínas virales en la membrana celular, como gp41(30), o –una vez dentro- expresando versiones dominantes negativas de proteínas virales que impidan su replicación, como Rev(31), o anticuerpos intracelulares (intrabodies) que reconocen y bloquean proteínas virales como Env, Rev, Tat o gp120(32), o proteínas propias modificadas para retener al virus(33). En cuanto a los ácidos nucleicos, las ribozimas (RNA que cortan a otros RNA)(34) o los siRNA (small interfering RNA), HIV–(35) o CCR5-específicos(36), bloquean la replicación viral o impiden la expresión del correceptor que necesita para infectar. Por último, las secuencias antisentido, por ejemplo anti-Tar (trans-activation response element)(37) anulan la expresión del genoma viral. Algunos autores consideran que el cáncer es un tipo de inmunodeficiencia adquirida y existen multitud de estrategias para tratar de despertar al sistema inmunitario, entre ellas la terapia génica, pero el tema escapa del objetivo de este trabajo. Así, la terapia génica se ha utilizado en modelos preclínicos y en experimentación clínica temprana para inducir y potenciar la respuesta inmunitaria frente a antígenos tumorales. Este tema ha sido recientemente revisado en esta revista(38). LA INMUNIDAD OBSTACULIZA LA TERAPIA GÉNICA Como hemos visto, la terapia génica consiste en la expresión forzada del gen de interés con fines terapéuticos en células que no pueden (ID congénitas) o no quieren hacerlo (sencillamente porque ese gen en particular no se expresa en esa célula o no existe en el genoma). Aunque hay muchos métodos, el que mayor éxito e implantación ha tenido hasta la fecha es el biológico, que aprovecha la enorme experiencia evolutiva de los virus (retro, herpes y adenovirus, fundamentalmente) en la introducción y expresión forzada de su genoma en células eucariotas. Quizá por eso, y por razones igualmente evolutivas, contra este tipo de estrategia el sistema inmunitario constituye un obstáculo, a veces insalvable, que dirige su atención innata y adaptativa contra el vector (extinguiendo su expresión) o contra la partícula viral que lo alberga (a menudo con efectos secundarios, o bien reduciendo la eficacia de su readministración)(39, 40). Además, la propia proteína codificada por el gen terapéutico puede convertirse en diana de la inmunidad adaptativa si el huésped adulto no ha tenido ocasión de desarrollar tolerancia frente a ella. Este es el caso de algunas hemofilias por falta de factor VIII(41) o factor IX (42). Para estos casos se han ideado estrategias inmunomoduladoras(43, 44). Inmunologia 64p 6.0 1/4/04 11:03 Página 61 INMUNOLOGÍA CONCLUSIÓN El sistema inmunitario y la administración terapéutica de material genético establecen una relación compleja y paradójica. Desde el lado beneficioso se observa que la terapia génica puede corregir inmunodeficiencias y que la transferencia génica de moléculas inmunomoduladoras a las dianas celulares adecuadas puede potenciar respuestas inmunitarias terapéuticas o frenar la respuesta frente a autoantígenos. Sin embargo, la expresión de antígenos inéditos para el sistema inmunitario del huésped y el uso de vectores virales complica la terapia génica ya que la respuesta anti-transgén o anti-vector pueden extinguir sus efectos beneficiosos. AGRADECIMIENTOS Nuestro trabajo en este campo está financiado en la actualidad por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (proyecto BMC2002-3247 a JRR) y la Comunidad Autónoma de Madrid (proyecto 21/01 a JRR y beca a JMMF). CORRESPONDENCE TO: José R. Regueiro Inmunología Facultad de Medicina Universidad Complutense 28040 Madrid Phone: +34 91 394 16 42. Fax +34 91 394 16 41 E-mail: regueiro@med.ucm.es BIBLIOGRAFÍA 1. Yañez RJ, Porter AC. Therapeutic gene targeting. Gene Ther 1998; 5: 149-159. 2. Pfeifer A, Brandon EP, Kootstra N, Gage FH, Verma IM. Delivery of the Cre recombinase by a self-deleting lentiviral vector: efficient gene targeting in vivo. Proc Natl Acad Sci USA 2001; 98: 1145011455. 3. Fischer A, Hacein-Bey S, Cavazzana-Calvo M. 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