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V REUNIÓN CIENTÍFICA DE LA SED Y JORNADA DE ACTUALIZACIÓN EN DOLOR 67 USO DE LA TOXINA BOTULÍNICA C. Nieto Iglesias Unidad del Dolor. Área de Anestesia, Reanimación, Dolor y Cuidados Críticos. Fundación Hospital de Alcorcón. Alcorcón. Madrid La toxina botulínica ha sido utilizada por diferentes especialistas a lo largo de más de 15 años, para el tratamiento de procesos musculares (distonía, espasticidad, etc.). La observación de la clara mejoría en el dolor que acompaña a estas alteraciones musculares ha hecho que los especialistas en el tratamiento de dolor hayan investigado otras aplicaciones dentro del dolor de origen músculo-esquelético. Hoy en día, si dejamos aparte el dolor muscular originado por procesos distónicos o secundarios a espasticidad muscular, nos encontramos con el apartado definido como “dolor muscular de etiología desconocida” constituido por dos grandes síndromes: síndrome fibromiálgico y síndrome de dolor miofascial. Hasta ahora ha existido una gran confusión a la hora de definir y/o clasificar el dolor muscular de origen desconocido a pesar de la frecuencia con que los pacientes aquejados de estos síndromes acuden a las unidades de dolor (se calcula una frecuencia oscilante entre el 30-85% de los pacientes que visitan las unidades). La confusión parte de la ausencia de pruebas o signos sensibles y específicos que nos faciliten el diagnóstico exacto, así como tampoco conocemos exactamente los mecanismos etiopatogénicos ni los factores desencadenantes de estos síndromes. Por tanto, hoy por hoy, el diagnóstico es puramente clínico. Es necesario conocer las diferencias entre estos dos síndromes (Tabla I). La fibromialgia se caracteriza por ser un cuadro de dolor muscular de tipo difuso (afecta a más de tres zonas o regiones o grupos musculares, con más de 11 de 18 puntos dolorosos). Se asocia irremediablemente a trastornos psicológicos (fatiga, estrés), hasta el punto de que se considera un factor etiológico importante, junto con alteraciones a nivel del SNC (disminución de los niveles de serotonina que disminuyen el umbral de dolor de forma generalizada). El SDM se trata de un cuadro de dolor muscular de carácter más agudo que el anterior, más localizado, donde las alteraciones psicológicos no juegan un papel tan importante, siendo estas secundarias dolor. Al ser un cuadro más localizado se considera que la etiología es periférica, es decir, secundaria a una sobrecarga muscular aguda o crónica, como son microtraumatismos, tensión prolongada o sobreuso. En ambos síndromes la anatomía patológica es inespecífica, y el diagnóstico clínico se basa en la exploración de los puntos trigger o puntos dolorosos que en el caso de la fibromialgia son múltiples, frecuentemente bilaterales, afectando no sólo a músculos, sino también a inserciones tendinosas y periostio. El estímulo de estos puntos reproduce el dolor de forma local sin indicación y habitualmente la inyección con anestésicos locales no bloquea el mismo. En el caso del SDM los puntos dolorosos son frecuentemente únicos, habitualmente unilaterales, sólo afectan a músculos y se encuentran en el seno de bandas tensas (zonas de contractura muscular local) palpables en la musculatura superficial, y cuyo estímulo por presión reproduce dolor local y dolor irradiado que TABLAI Edad Sexo Distribución dolor Evolución Influencia psicológica Etiología A. patológica Diagnóstico P. tripper Fibromialgia SDM 40-60 >M Difusa Rónica Importante Psicológica. SNC Inespecífica Clínico Múltiples Adultos M=V Local-regional Aguda/s/crónica Secundaria Periférica Inespecífica Clínico Únicos/ múltiples Bilaterales Unilaterales Músculo Hueso Músculo Inserciones tendinosas Pronóstico Tratamiento Dolor local Dolor local + No bandas T Nódulos piel Bandas tensos No Decepcionante Ninguno Bueno Múltiples la mayoría de las veces sigue un patrón típico, dependiendo de la localización del músculo afectado. La diferencia fundamental entre estos dos síndromes lo constituye, por tanto, la clínica por un lado, el pronóstico por otro, que es absolutamente decepcionante en el caso de la fibromialgia y por último el tratamiento. Hoy por hoy no existe tratamiento para la fibromialgia, sólo intentamos reducir el umbral de dolor y mejorar el patrón de sueños siempre alterado en estos pacientes. En el SDM el pronóstico es mucho mejor, y existen múltiples tratamiento más o menos eficaces. Por todo lo anteriormente expuesto a partir de este punto nos referiremos al tratamiento del dolor miofascial susceptible de ser mejorado con la aplicación de toxina botulínica. Existen múltiples teorías sobre el origen etiológico del dolor miofascial. El más aceptado es el modelo de “espasmo muscular isquémico” (Simons 1993), también llamado modelo de “crisis energética”. Este modelo propone que una lesión muscular directa (microtraumatismos, tensión crónica), produce una liberación de calcio intracelular en un foco de miocitos secundaria a la ruptura del retículo sarcoplásmico, lo que da lugar a una concentración anormal y prolongada en una pequeña parte del músculo (espasmo). Este espasmo prolongado va a producir: VREUNIÓN CIENTÍFICA DE LA SED 68 1. Consumo energético (↓ ATP) (↓ O2) anoerobiosis, acumula ácido láctico y acidosis. 2. Compresión de vascular que agrava la situación de isquemia. 3. Compresión de fibras nerviosas circundantes, lo que podría explicar el dolor irradiado. 4. Liberación de sustancias inflamatorias (serotonina, prostaglandinas, citoquinas) inducido por la lesión y por la situación de anaerobiosis, lo que produciría directamente contracción mantenida una disminución del umbral doloroso, ya que son sustancias algogénicas per se. La anatomía patológica no arroja luz en lo que se refiere al diagnóstico, ya que las alteraciones observadas son inespecíficas, y se reproducen en cualquier situación de isquemia (atrofia de fibras tipo I, apolillamiento de fibras tipo II, mitocondrias anormales, necrosis miofibrilar, manguitos vacíos de membranas basales). Los estudios metabólicos no son tampoco concluyentes. { Fibromialgia ↓PO2 ↓ATP SDM ATP= PO2 = Alcolosis en vez de acidosis tender point { trigger point Tampoco hay evidencia de proceso de neovascularización. Otro modelo corresponde al dolor producido por “hiperactividad de huso muscular” (Huband and Berkoff, 1993) ya que en el interior de los puntos trigger puede observarse una actividad electromiográfica mantenida y de bajo nivel en ausencia de actividad general. Esta actividad puede ser bloqueada con fentolamina (bloqueante SN simpático), vía por la que transmiten los impulsos procedentes de los usos musculares. No puede ser bloqueada por relajantes musculares. La tercera de las teorías “actividad anormal de las placas motorasW apunta hacia la existencia de placas terminales motoras aberrantes cuya actividad produce contractura local y alteraciones electromiográficas registradas en los puntos trigger (Simons 1996). De todos es conocida que la liberación de sustancias inflamatorias produce una disminución del umbral doloroso de los receptores que rodean una zona lesionada así como un reclutamiento de los adyacentes que en otras condiciones no presentan actividad. Esta es la teoría de la “hipersensibilización periférica” que intenta explicar por un lado los fenómenos de hiperalgesia, alodinia y dolor referido que aparecen al ser estimulados los puntos trigger con estímulos subumbrales (Wall and Melzack, 1994). Por otro lado el espasmo muscular en sí podría producir una atrapamiento de fibras nerviosas o nervios adyacentes. Ambos aspectos explican la aparición del dolor referido y de su patrón constante. Por último, la teoría de la “sensibilización central” (Quintar and Cohen, 1994; Mensa, 1996), predice que un bombardeo de impulsos dolorosos aparentes produce alteraciones a nivel de las astas dorsales de la médula espinal. Estos cambios están mediados sobre todo por receptores NMDA y óxido nítrico, cuya expresión sería los fenómenos de hipersensibilidad en la zona de la lesión e hipersensibilización secundaria alejada de la misma, hecho característico en el SDM (dolor referido). Hoy día se considera que todas estas teorías son complemen tarias y no excluyentes. De todas formas la teoría de la crisis Y JORNADA DE ACTUALIZACIÓN EN DOLOR energética junto con las de hipersensibilización central y periférica son las más aceptadas. En conclusión, para una optimización de los resultados de las diferentes tratamientos y en el caso que nos ocupa, de la toxina botulínica pasa ineludiblemente por un diagnóstico correcto, basado en la historia clínica, exploración exquisita y un correcto diagnóstico diferencial. Los tratamientos utilizados en este síndrome son múltiples. Normalmente comenzamos con el farmacológico, basado en ADT (antidepresivos tricíclicos o no) unido a analgésicos puros (AINEs, asteroideos, opioides menores o mayores) y relajantes musculares. Habitualmente con escaso éxito. A la vez o asociados al tratamiento farmacológico y como diagnóstico se han utilizado todo tipo de punciones de los puntos dolorosos con: anestésicos locales, anestésicos locales y esterioides, AINEs, suero fisiológico, agua destilada e incluso la punción seca. La infiltración con anestésicos locales o AL + esteroides son las más utilizadas no sólo como tratamiento, sino como método diagnóstico, ya que los puntos dolorosos de la fibromialgia, habitualmente no responden a las infiltraciones. Desgraciadamente prácticamente todo (parte) tipo de punciones son exitosas pero no duraderas y la necesidad de repetirlas produce efectos secundarios intolerables en los pacientes como es el caso de los anestésicos locales junto con antinflamatorios esteroideos, que por otra parte es el tipo de infiltración más popular. Las amplias medidas físicas utilizadas como la vaporización fría + estiramiento, y otros incluso la estimulación eléctrica transcutánea, tampoco han tenido mucho éxito. Hoy día gracias a los estudios realizados en alteraciones musculares de otro orden y a la observación de la mejora del dolor junto con las investigaciones llevadas a cabo para esclarecer el origen del dolor miofascial tenemos a nuestro alcance otro, fármaco la toxina botulínica (TXB). HISTÓRICO 1920 1945 1960 1989 1993 1997 Aislamiento TXB tipo A TXB tipo Aeristolizada Ensayos en animales (Dr. Scott) Aprobación como droga FDA Registro en España de la primera TXB – A Registro en España de la segunda TXB –A La toxina botulínica es una toxina producida por el Clostri dium Botulinum. En 1945 se obtiene la forma cristalizada del serotipo A. hoy día existen 8 serotipos, siete de ellos tóxicos (C2 no tóxico) enumerados por letras (A1 B1 C1, C 2, D, E, F, G) de los cuales el de tipo A resulta ser el más tóxico y de mayor potencia. La porción activa de la toxina la constituye la cadena ligera que se encuentra unidad a la cadena pesada por puentes disulfuro, procedentes de una única cadena que ha sufrido una degradación proleolítica en la bacteria. Ambas cadenas se unen a la membrana presinéptica de la placa motora neuromuscular mediante la unión de la cadena pesada a receptores específicos de forma irresistible, posteriormente se inicia un proceso de endocitesis por el cual la toxina es internalizada en el interior de la neurona en el interior de vacuolas donde el pH va disminuyendo y posteriormente se produce la salida de la porción activa de la toxina (cadena ligera) a través de poros inducidos por la cadena pesada. Una vez libre esta porción activa, la toxina actúa sobre enzimas SNAP-25 y sintaxina que intervienen en la unión de las vesículas que contienen Acetil Colina a la membrana plasmática impidiendo su liberación a la hendidura V REUNIÓN CIENTÍFICA DE LA SED Y JORNADA DE ACTUALIZACIÓN EN DOLOR sináptica de la placa motora, produciendo una denervación química localizada, muy específica irreversible y segura, con una relajación de la contractura muscular involuntaria lenta (inicia de 1-5 días, máximo efecto 2-3 semanas y duración 2-4 meses). Este proceso disminuye el dolor permitiendo la rehabilitación, teniendo en cuenta que se va a producir una reinervación funcional mediante: —Reinserción e hipertrofia de placas terminales. —Formación de nuevas placas. —Aumento del número de fibras musculares enervadas por exón. —Recuperación del tamaño y función nerviomuscular. Los resultados óptimos y la escasez de efectos secundarios se basan, como ya hemos mencionado anteriormente, en un exacto diagnóstico y en el seguimiento estricto de protocolos y cumplimiento de las recomendaciones de expertos, aunque se necesitan bastantes más estudios que los actuales. Recomendaciones: —Diagnóstico exacto. 69 —Técnicas de localización (EMG sonoro, fluoroscopia, ECO, TAC). —Visitas protocolizadas 0-15-30-90 días. —Protocolo infiltraciones: • Dosis máxima por sesión 400 • Dosis por músculo —Protocolo reinfiltraciones: • No efecto : no reinfiltrar • Efecto submáximo: reinfiltrar media dosis • Periodicidad nueva infiltración: 6 meses —Efectos secundarios: • Defecto técnico • Dolor local transitorio • Debilidad muscular • Fenómeno tolerancia En la exposición presentamos los resultados preliminares de los datos obtenidos en nuestra unidad en el seguimiento de resultados, así como una pequeña filmación en la que se pueden observar las técnicas de localización utilizadas.