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Pablo Villarroel, Alfredo Erlwein / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA Hacia una institucionalidad ambiental de segunda generación para Chile: La necesidad de un enfoque participativo, sinérgico e integrador Pablo Villarroel (*) y Alfredo Erlwein (**) (*) Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente P.U.C. Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile (CEAM-UACh). E-mail: ceam@uach.cl (**) MSc in Holistic Science (Ecología), Schumacher Collage University of Plymouth, Inglaterra. Investigador asociado Centro de Estudios Ambientales Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile. E-mail: aerlwein@uach.cl L a formación de la política y legislación ambiental vigentes hoy día en Chile se inició con la promulgación de la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente en 1994, la que incluyó la creación de la actual institucionalidad ambiental basada en una Comisión Nacional del Medio Ambiente, intersectorial y regionalizada (CONAMA). La plena puesta en marcha de esta institucionalidad ha sido paulatina, en buena medida, al ritmo de sucesivos reglamentos. Entre los reglamentos más relevantes para la efectiva puesta en marcha de la Ley de Bases destacan el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos (SEIA) y el reglamento de Areas Protegidas Privadas (APP) que pondría en vigor el importante Artículo 35 de la ley. El primero recién entró en vigor el año 1997, mientras que el segundo aún no se promulga. No obstante el carácter flexible previsto por el proyecto de la Ley de Bases y el dinamismo que esta anticipaba debido a la integración del mercado en una institucionalidad democrática –recogidos en los principios de gradualismo, participación y eficiencia– antes de los diez años de su puesta en marcha, la política resultante de la aplicación de la Ley de Bases mostraba señales de desactualización1. Visto el proceso en perspectiva, puede decirse que los sectores que de uno u otro modo conducen el proceso de desarrollo parecen haberse resignado a una política del cuidado de medio ambiente más que a una de desarrollo sustentable (DS), que fue el concepto matriz de la Ley de Bases2. La desactualización que se señala se ve reflejada, entre otros aspectos, en la actual percepción pública de una “falta de voluntad política estatal” por el DS3. Esto, a pesar de los cambios por un DS a nivel de la empresa –producción limpia y manejo sustentable de recursos naturales– impulsados por la expansión y diversificación de los mercados externos, en lo que el Estado ha jugado un rol protagónico durante el mismo periodo. En otras palabras, Chile cuenta con un marco legal e institucional ambiental que se ha quedado centrado en el cuidado ambiental en reacción a los “problemas” ambientales, dejando pasar inadvertidas las “oportunidades” ambientales del crecimiento económico. El Estado es insustituible en la minimización de las externalidades ambientales negativas en los entornos comunales y regionales, y lo es también en la optimización de las externalidades positivas. Para lo primero Chile cuenta con la Ley de Bases, dejando a las positivas en terreno de nadie, desaprovechadas (Geisse, G. 2005). Por otra parte, el actual marco legal e institucional presenta un enfoque sectorializado y no integrador, lo que inhibe respuestas sinérgicas ante problemas que afectan a sistemas complejos como es el caso de los ecosistemas naturales. 1 El SEIA, las normas ambientales y los objetivos y estrategias de conservación de biodiversidad, por ejemplo, han sido objeto de numerosas críticas derivadas de la dinámica económica, social y política que plantea desafíos y exigencias muy diferentes de las de los años en que se gestó la Ley de Bases. 2 Véase, al respecto, el Mensaje Presidencial del entonces presidente Aylwin que presenta la Ley 19.300 de Bases del Medio Ambiente. 3 Véase, por ejemplo, el capítulo IV “Diagnóstico: mirada crítica de la institucionalidad ambiental vigente” en el documento: Informe Preliminar Institucionalidad Ambiental. Consultora FERRADANEHME. Elaborado a solicitud de la Secretaría General de la Presidencia, Santiago, abril 2007. 36 Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 36 - 42, Santiago de Chile, 2007 Hacia una institucionalidad ambiental de segunda generación para Chile / ARTÍCULOS GENERALES Pamela Garcia M. 2007 A continuación distinguiremos entre los orígenes internos y externos de los desafíos y obstáculos para una actualización de la política ambiental. Los de origen interno han sido ampliamente discutidos en varios números de esta misma revista (Geisse, G. 2005, 2006) y solo destacaremos un caso en el cual los autores tienen un conocimiento más a fondo. En cambio daremos más espacio a los obstáculos y desafíos planteados por informes de agencias internacionales y convenios que Chile ha suscrito. En ambos casos se identifican observaciones y contribuciones para la actualización de nuestra política ambiental. LA DISCUSIÓN INTERNA Diversos estudios y talleres han permitido identificar vacíos y problemas de la actual institucionalidad ambiental y, por tanto, los principales desafíos pendientes que el país debe enfrentar (Sabatini F,. Sepúlveda C. & H. Blanco 2000; Sepúlveda C. y B. Bettati 2005; Universidad de Chile 2006; Ferrada Nehme, 2007)4. Entre las críticas seguidas de recomendaciones recurrentes están la necesidad de: (i) mejorar la cooperación público- privada; (ii) fortalecer la participación de organismos de la sociedad civil en contenidos, procedimientos, seguimiento y evaluación de políticas por un DS; (iii) mejorar la base de información ambiental para la toma de decisiones; (iv) aumentar la fiscalización de normas, resoluciones y leyes, y las oportunidades de ejercer el derecho ciudadano a rendiciones de cuenta por parte de autoridades; (v) promover una mayor integración intersectorial en la generación e implementación de políticas y en la toma de decisiones. A modo de ejemplo de la primera de estas críticas –mejorar la cooperación público-privada– destacamos la experiencia de los autores en los problemas de cooperación pública privada y, en particular, la experiencia de uno de ellos en un proyecto de conservación de la biodiversidad de CIPMA en el cual le tocó participar (Villarroel, P. 2001, 2004). La cooperación públicoprivada para la conservación de la biodiversidad es un caso largamente estudiado en Chile por CIPMA y otras organizaciones. Existen en la actualidad numerosas iniciativas privadas espontáneas (Villarroel, P. 2004) y se elaboró un reglamento para el Art. 35 de la Ley de Bases5 con aportes significativos de agentes privados, entre ellos investigadores de CIPMA (Sepúlveda 4 Entre los talleres recientes en que se ha discutido aspectos críticos de la actual institucionalidad ambiental se pueden mencionar: (i) “Taller de Participación regional sobre el rediseño de la institucionalidad ambiental en Chile”. CONAMA Región de Los Lagos, Valdivia, 28 de septiembre de 2007; (ii) Taller “Diálogos: participación ciudadana para la reforma ambiental”. Serie de diálogos regionales. Acción por los Cisnes, FIMA, Terram, Ecosistemas. Acción por los Cisnes, Valdivia, 8 de octubre de 2007. 5 El Artículo 35 de la Ley de Bases establece como tarea del Estado el incentivar la creación de áreas silvestres protegidas privadas y establecer un mecanismo para la promoción y reconocimiento de las mismas como unidades complementarias al sistema público de áreas protegidas. En 2004, tras varios años de trabajo al que contribuyeron varias entidades, y muy significativamente el CIPMA, la CONAMA elaboró un Reglamento que llegó a ser firmado por el Presidente y luego rechazado por la Contraloría debido a la persistencia de ambigüedades jurídicas en la creación del Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 36 - 42, Santiago de Chile, 2007 37 Pablo Villarroel, Alfredo Erlwein / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA R E S U M E N Los autores identifican en tres frentes las dificultades de cambio y adaptación de la institucionalidad ambiental existente. Un frente de dificultades internas al cambio y la adaptación creada por política ambiental al dejar ésta en el olvido los principios que inspiraron la Ley que con ese fin el legislador dejó a la discrecionalidad de la clase política. Segundo, dificultades (i) para poner en marcha un enfoque de sinergias ambientales para un desarrollo sustentable a niveles de región y (ii) para el cumplimiento acuerdos de contenidos, efectivo, y sostenibles en tiempo y no improvisados de última hora. (Biodiversidad). El tercer frente de dificultades es la centralización del poder político a nivel nacional llevado a un extremo por los partidos; que los ha alejado de la ciudadanía y del mercado, ambas fuentes de legitimización de los cambios en una economía de mercado inserta en una institucionalidad democrática. Los autores coinciden con otros que han publicado en AyD en atribuir las dificultades a la falta de voluntad política por el mediano y largo plazo del Desarrollo Sustantable a costa de la perdida de su credibilidad. Palabras clave: adaptación – sinergias ambientales – desarrollo sustentable – centralización – acuerdos internacionales – mercado A B S T R A C T The authors identify three sources of difficulties for changing and adapting existing environmental institutions.An internal difficulty at the forefront of change and adaptation of environmental policy was the principle that inspired the legislation, whereby the lawmakers left much to the discretion of the politicians. Second, difficulties related to (i) the launching of an approach to environmental synergies for sustainable development at the regional level and (ii) compliance agreements that would be effective and sustainable over time and not improvised at the last minute (e.g., Biodiversity). The third source of difficulties is the centralization of political power at national level that has led to an extreme situation for the parties; issues that recede from the view of the public and the market can no longer be sources of legitimization of changes in a market economy inserted in a democratic system. The authors agree with others that have published in AyD that have attributed the difficulties to the lack of political will to confront medium and long-term sustainable development issues, resulting in the loss of credibility. Key words: Key words: adaptation – environmental symergies – sustainable development – centralization – international agreements - market C.Tacón A, Letelier E. & C. Seeberg, 2003; Villarroel, P. 2001). No obstante, este capital social en conservación no ha logrado hasta el momento ser aprovechado de manera efectiva en la política ambiental. Tras 14 años de que la Ley de Bases estableciera como uno de sus objetivos promover, estimular y formalizar las áreas silvestres protegidas privadas, el Artículo 35 que establece estos compromisos aún no está reglamentado, por lo que no es operativo. Entre los problemas de enfoque que se relacionan con el resto de las críticas señaladas, estudios recientes apuntan a la persistencia de un enfoque sectorial centrado en los recursos naturales y no en la protección de la naturaleza, los ecosistemas y sus relaciones. Otro modo de formular esta misma crítica es resaltar la ausencia de un enfoque integrador –sinérgico u holístico– de la política pública ambiental que ponga el foco principal en la relaciones entre los recursos y su ambiente y no solo en los recursos de interés sectorial. Por ejemplo, las políticas de agricultura debieran hacer el esfuerzo de integrar los cruces sinérgicos entre suelo, agua, bosques y balance de carbono. La falta de un enfoque integrador y ecosistémico fue destacado por el informe de evaluación ambiental de Chile dado a conocer en 2005 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Dicho informe critica el enfoque excesivamente sectorial de la actual institucionalidad ambiental chilena que otorga a la CONAMA el papel de coordinador de la gestión ambiental sectorial: “…En la práctica actual este modelo (de coordinación sectorial para organizar la gestión ambiental) no toma en cuenta suficientemente que la protección de la naturaleza y la diversidad biológica van más allá de la gestión sustentable de los recursos naturales comerciables por parte de los organismos sectoriales que supervisan la agricultura, silvicultura, pesca, acuicultura, entre otros” (OCDE-CEPAL 2005)6. Por último, persiste en la gestión ambiental del país una desconcentración administrativa más que una descentralización de la misma.Tomando en cuenta la diversidad biogeográfica del país, parece aconsejable avanzar en una descentralización de la toma de decisiones de modo que estas tengan presente y cautelen, en primer lugar, las especificidades ambientales e intereses sociales y productivos en los niveles regionales y locales. El proceso de revisión de la actual institucionalidad 6 Cfr. Capítulo de Biodiversidad. 38 Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 36 - 42, Santiago de Chile, 2007 Hacia una institucionalidad ambiental de segunda generación para Chile / ARTÍCULOS GENERALES Pamela Garcia M. 2007 ambiental que el gobierno inició en 2006, abre la oportunidad real de elaborar una institucionalidad ambiental “de segunda generación”. Aprovechar esta oportunidad implica ser honestos con la crítica y aprovechar la experiencia obtenidas durante la “primera generación”. Los estudios revisados sugieren que, para mejorar el paso de la política a la acción, sería recomendable contar con procedimientos de accountability en los distintos niveles de la gestión pública ambiental. Para mejorar la calidad de las decisiones es fundamental contar con información de calidad y pertinencia a los problemas que hay que enfrentar. Esto, en parte, se puede lograr con una participación más activa de la comunidad científica dedicada a las ciencias del ambiente, naturales y sociales. Para mejorar la gestión y la sustentabilidad social de las decisiones es muy importante articular una relación de socios entre la autoridad ambiental, los sectores productivos y la sociedad civil. Actualmente las instancias de participación efectivas y de articulación entre actores con intereses diversos no son suficientes. DISCUSIÓN EN TORNO A COMPROMISOS Y EVALUACIONES INTERNACIONALES De forma complementaria al desarrollo de la institucionalidad interna, el país ha firmado y ratificado varios acuerdos internacionales en materia ambiental, entre los que destacan por su relevancia y alcance los de Diversidad Biológica (septiembre 1994), Cambio Climático (diciembre 1994) y Lucha Contra la Desertificación y Sequía (noviembre 1997). El cumplimiento de estos acuerdos es un imperativo de la plena inserción de Chile en la comunidad internacional. La guía para darles cumplimiento es el conjunto de requerimientos contenidos en su articulado y el seguimiento de los mismos que los países signatarios, incluido Chile, hacen a través del mecanismo de la Conferencia de las Partes, que son reuniones periódicas de seguimiento y coordinación por parte de los países comprometidos. Los compromisos que derivan de estos acuerdos ambientales internacionales pueden ser vistos, también, como una oportunidad para mejorar la gestión ambiental del país. La comunidad internacional está dando seguimiento al cumplimiento de estos acuerdos mediante el programa denominado Evaluaciones Nacionales de Capacidad del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM/GEF), que busca ayudar a los países a identificar sus dificultades para dar cumplimiento efectivo a estos acuerdos7. El FMAM ha dado énfasis estratégico en esta evaluación a dos aspectos: primero, que los países no se queden en el cumplimiento de la letra o aspectos formales sino 7 Taller Regional Nacional Capacity Self-Assessment para la región latinoamericana. Capacity Development, Global Support Programme for Environmental Management. Fondo para el Medio Ambiente Mundial-FMAM. Santiago de Chile, el 26 al 29 de septiembre de 2006. Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 36 - 42, Santiago de Chile, 2007 39 Pablo Villarroel, Alfredo Erlwein / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA que cumplan con la protección efectiva en terreno que se requiere; y, segundo, que el enfoque de cumplimiento sea sinérgico, de modo de aprovechar los esfuerzos de política en varios objetivos ambientales a la vez. tales naturales que constituyen parte de la riqueza de la que dispone la sociedad humana. Tres de los AAM de mayor historia y relevancia que el país ha firmado y ratificado son, como se ha señalado, las convenciones de Diversidad Biológica, Cambio La promoción por el FMAM “La diversidad biogeográfica del países Climático y Lucha Contra la del objetivo de que el “enfoque Desertificación y Sequía. Estos una razón más para avanzar en una de cumplimiento” sea sinérgico descentralización de la toma de decisio- acuerdos hacen alusión a tres pone el foco de la política y su recursos amenazados por la implementación en los campos nes de modo que estas tengan presente modernidad: el biológico, el de interacción entre los acuery cautelen las diferencias ambientales e climático y el edafo-climático dos ambientales internacionales, (productividad del suelo). El heintereses sociales y productivos en los especialmente en los acuerdos cho de que los AAM se generen de Cambio Climático, Diversia partir de problemas respecto niveles regionales y locales” dad Biológica y Lucha Contra a recursos específicos deja en la Desertificación y Sequía. Este enfoque “sinérgico” o evidencia el carácter reactivo y paliativo que les dio integral permite, por una parte, que la solución impleorigen: responden a problemas ya existentes que hay mentada a un problema de cambio climático no afecte que remediar. Por otra parte, los tres acuerdos mennegativamente a uno de biodiversidad o desertificación, cionados surgen con independencia unos de otros por por ejemplo. De darse esta situación, correspondería lo que no fueron concebidos para abordar de manera a una sinergia negativa o antisinergia. Por otra parte, integrada la dimensión ambiental. este enfoque integrado permite identificar e impulsar No obstante ser acuerdos independientes, los recursos iniciativas de tipo win-win entre dos o más acuerdos involucrados en ellos están lejos de ser elementos indeinternacionales. Desde la perspectiva de este enfoque pendientes entre sí: son solo distintas dimensiones en la será mejor una iniciativa que apunte a resolver un problema de cambio climático si esta, además, tiene trama de interacciones del ecosistema global que, a su vez, involucra muchos otros elementos de la dimensión un efecto positivo o sinérgico, respecto de problemas ambiental. Basta considerar que estos tres recursos se de biodiversidad y/o desertificación. acoplan con y afectan directamente al recurso hídrico, Una manera práctica de visualizar el desafío que estos que a su vez impacta “de vuelta” a todos ellos en forrequerimientos internacionales implican para la instima recursiva, existiendo de esta manera una serie de tucionalidad ambiental chilena es formular preguntas: retroalimentaciones asociadas. ¿Resulta adecuado el actual marco institucional chileno Al analizar los distintos problemas que abordan los para dar cumplimiento a los compromisos de estos tres AAM señalados se puede notar que en muchos Acuerdos Ambientales Multilaterales (AAM)? ¿Qué casos las causas que dan origen a ellas son las mismas, instituciones deben reforzarse o crearse a fin de tal como se evidencia al revisar el articulado de los maximizar los beneficios y minimizar los costos de imdistintos acuerdos. Estos acuerdos surgen en períodos plementación de los planes de acción que el país ha elarelativamente similares, impulsados ciertamente por borado para dar cumplimiento a estos acuerdos? ¿Qué cambios culturales de la época, pero al mismo tiempo mecanismos interinstitucionales o regulatorios deben por un coincidente empeoramiento del estado de los crearse, fortalecerse, o revisarse a fin de maximizar los recursos ambientales específicos de cada acuerdo en beneficios y minimizar los costos de implementación particular. Es decir, la sincronía de los acuerdos explicita de dichos planes de acción? ¿Qué competencias deben en sí misma el grado de correlación –al menos tempofortalecerse, entrenarse o contratarse para lograr una ral– entre los problemas que ellos abordan. Por otra efectiva implementación de los planes de acción? parte, debido a la naturaleza no lineal de las relaciones ecosistémicas, los impactos de las actividades humanas NECESIDAD (Y OPORTUNIDAD) DEL afectan de manera simultánea diversos aspectos del ENFOQUE INTEGRADOR ambiente, generándose en muchos casos más de un problema ambiental producto de una sola causa. Los Acuerdos Ambientales Multilaterales (AAM) nacen De esta forma, los problemas que abordan los acuera partir de problemáticas específicas, que dicen relación dos mencionados están altamente interrelacionados, con la degradación de determinados recursos o capi- 40 Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 36 - 42, Santiago de Chile, 2007 Hacia una institucionalidad ambiental de segunda generación para Chile / ARTÍCULOS GENERALES factor que debe considerarse para una gestión íntegra de las diferentes dimensiones ambientales. Veamos como ejemplo el cambio climático. Normalmente se lo concibe como un problema aislado (aumento de temperatura) dado por una causa (aumento de gases de efecto invernadero, mayoritariamente CO2). De esta manera, el foco suele centrarse en el efecto de una sola molécula (CO2) de entre todas las que emite la actividad humana, sobre solo un componente ambiental (el clima). Sin embargo, el dióxido de carbono y todo el resto de las diversas sustancias de desecho que genera la sociedad contemporánea tienen también efecto, en mayor o menor grado, sobre otros componentes ambientales tales como plantas y animales, rocas y elementos abióticos, pH y estado redox globales, entre otros (Lovelock J 2006). Es decir, el “cambio climático” es solo un síntoma, una hebra de un problema de complejidad definitivamente superior. Considerando las leyes de la termodinámica puede afirmarse que todo cambio al medio ambiente genera como efecto otros cambios, de manera que en un sistema con alto grado de interrelación (complejo), como un ecosistema, no puede haber transformación del medio natural que no conlleve alteraciones a otros factores ambientales asociados. Bajo este enfoque, preocuparnos exclusivamente en reducir los niveles de emisión de CO2 implicaría, con toda seguridad, generar nuevos impactos ambientales si es que la reducción de las emisiones se realiza a través de medidas no integrales. Asimismo, por ejemplo, deforestar una zona natural arborizada –aunque sea un metro cuadrado, o simplemente un árbol– para darle un uso humano implica, simultáneamente, pérdida de biodiversidad, disminución de absorción de gases de efecto invernadero, disminución de captación de material particulado en suspensión, pérdida de metabolización de gases tóxicos, desprotección del suelo, degradación hidrológica (cantidad y calidad de agua) por pérdida de la cubierta de protección, debilitamiento del ciclo hidrológico global, degradación del paisaje, entre otras pérdidas de servicios ecosistémicos. Por lo tanto, ante la trasformación de grandes zonas naturales, los problemas de diversidad biológica, cambio climático y desertificación y sequía surgen como distintas dimensiones de los impactos de una causa común. En la naturaleza, en última instancia, todo está relacionado: las tramas de relaciones son tantas como un observador quiera distinguir (Heisenberg, W. 1955, Maturana 1989); es decir, son potencialmente infinitas. Pese a existir infinitos criterios de distinción Revista Ambiente y Desarrollo 23 (3): 36 - 42, Santiago de Chile, 2007 dentro de la problemática ambiental, existen vínculoslazos-relaciones-interacciones de gran intensidad o cercanía. Buscar estos vínculos da origen a un criterio de distinción “priorizador”, que permite aproximarse a los orígenes de varios de los síntomas (problemas ambientales) mencionados anteriormente, tales como las problemáticas tratadas por los acuerdos ambientales internacionales. Dado que el análisis clásico tiende a hacerse de manera parcializada y monodisciplinariamente, los efectos agregados normalmente no son dimensionados en su real magnitud. Por ello, detectar los problemas de carácter sinérgico implica identificar causas que tienen efectos en varios componentes ambientales simultáneamente, lo que demanda un análisis de carácter transdisciplinario. DESAFÍOS DE UNA INSTITUCIONALIDAD AMBIENTAL DE “SEGUNDA GENERACIÓN” PARA CHILE El escenario actual de revisión de la institucionalidad ambiental nacional, por una parte, y de los nuevos énfasis ambientales de la comunidad internacional, por otra, plantea para Chile importantes desafíos y oportunidades. En el plano interno, mejorar la participación ciudadana y la cooperación público-privada sólo puede traer 41 Pablo Villarroel, Alfredo Erlwein / REVISTA AMBIENTE Y DESARROLLO de CIPMA “Avanzar en el cumplimiento de los requerimientos ambientales de los acuerdos internacionales permite al país proyectar una imagen de “socio confiable” ante países que son estratégicamente importantes para Chile y a su vez cumplir con las metas propuestas internacionalmente en relación al cambio climático”. beneficios para una gestión ambiental con mayor respaldo y apoyo social y, a fin de cuentas, más efectiva y eficiente. En el plano externo, avanzar en el cumplimiento de los requerimientos de estos acuerdos internacionales no solo permite al país proyectar una imagen de “socio confiable” ante países que son estratégicamente importantes para Chile, sino que, más importante aún, permite avanzar en el cumplimiento de los problemas ambientales de alcance planetario que la comunidad internacional y científica ha identificado como los más relevantes y críticos para las primeras décadas del siglo XXI. En enfoque de sinergias permite mayor eficiencia en el logro de los objetivos de política ambiental tanto en los planos interno como internacional. La economía, la ecología y la gestión ambiental pueden ser enfrentadas con una estrategia de tipo win-win, en el sentido de que una política ambiental forestal adecuada, por ejemplo, puede contribuir a la vez en la conservación de biodiversidad y mitigación de cambio climático. Una política de protección de suelos o de combate a la desertificación puede, igualmente, lograrse de mejor modo si ella a la vez se aprovecha para proteger o restaurar la biodiversidad de modo que contribuya en forma simultánea a la creación de nuevos sumideros de carbono. Pocos países se están moviendo en esta dirección con la fuerza y claridad que la situación exige. Si Chile adopta tempranamente este enfoque integrador estará aprovechando una oportunidad y contribuyendo al mejoramiento ambiental global en un nivel que corresponde al de “socio efectivo” de sus principales países socios comerciales. El rediseño de la institucionalidad ambiental, actualmente en marcha, es una oportunidad inmejorable para avanzar hacia una política ambiental de segunda generación que integre de modo profundo y efectivo la gestión ambiental como parte de la estrategia de crecimiento económico y, a la vez, de 42 introducir un enfoque integrador que promueva las sinergias y elimine antisinergias ambientales entre los diversos sectores productivos. Referencias Ferradanehme 2007. Informe Preliminar Institucionalidad Ambiental. Elaborado a solicitud de la Secretaría General de la Presidencia, Santiago, abril 2007. Geisse, G. , 2005. Por un crecimiento económico de buena calidad (I). Ambiente y Desarrollo 21(3):3-4. CIPMA, Santiago; Geisse, G. , 2006. Por un crecimiento económico de buena calidad (II) vs. desactualización de la política ambiental. Ambiente y Desarrollo 22(1):3-6. CIPMA, Santiago Heisenberg,W. 1955. La imagen de la naturaleza en la Física actual. Ediciones Orbis S.A., Madrid, España. 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