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El cambio climático y el liderazgo de las ciudades – Lección 3.3: Directrices para la implementación Pantalla 7 de 19 Página 1 de 4 Aprenda cómo otras ciudades han regulado las acciones para afrontar el cambio climático Texto de la narración En los sectores donde más necesarios son los cambios, habría que considerar la adaptación de reglamentos que han funcionado bien en un contexto similar. Se pueden exigir sistemas de energía renovable y distribuida como parte de reglamentos de construcción o del proceso de aprobación de obras. Mediante reglamentos de construcción se puede imponer la construcción de edificios ecológicos que consuman eficientemente la energía, aunque los cambios suelen requerir un enfoque de colaboración con organismos estatales o nacionales. Para asegurar que los nuevos reglamentos de construcción de edificios son adecuados para la ciudad, y con el fin de reducir la necesidad de formación y de imponer su cumplimiento, se pueden poner a prueba en proyectos del Gobierno y luego aplicarlos solamente a los proyectos más grandes. Los reglamentos de transporte pueden servir para bajar los límites de velocidad, prohibir dejar el motor al ralentí y regular la circulación de vehículos, el aparcamiento y los límites de velocidad, son fáciles de aplicar en toda la ciudad y reducen considerablemente las emisiones de GEI. Texto en pantalla • • • • Estudie los reglamentos que han funcionado bien en situaciones similares en otros sitios. Alcance metas de energía y de GEI mediante reglamentos de construcción y criterios para aprobar proyectos de urbanización. Consiga un parque inmobiliario mejor preparado para soportar las perturbaciones o alteraciones producidas por los efectos del cambio climático integrando dicho cambio en normas de desempeño mínimo. Utilice una combinación de reglas para controlar todos los aspectos del sistema de transporte. El cambio climático y el liderazgo de las ciudades El cambio climático y el liderazgo de las ciudades – Lección 3.3: Directrices para la implementación Pantalla 7 de 19 Página 2 de 4 ¿Cómo pueden las ciudades utilizar reglamentos para crear sistemas energéticos adaptables y renovables? La Ordenanza Solar Térmica de Barcelona, que requiere que todas las edificaciones o construcciones nuevas o en las que se realicen rehabilitaciones integrales utilicen captadores solares térmicos para suministrar al menos un 60% de la energía utilizada para calentar agua, condujo a ordenanzas similares en más de 60 municipios españoles. Un ejemplo innovador similar es la Regla de Merton en el Reino Unido. Introducida en 2003 en Merton, uno de los distritos municipales de Londres, la Regla de Merton es un reglamento prescriptivo de la política de planificación que exige que las promotoras de nuevos edificios en ese distrito hagan planes para generar al menos un 10% de la demanda total anual de energía que haya previsto (para calefacción, refrigeración y aparatos eléctricos) utilizando equipo que utilice energía renovable y esté integrado en el diseño del edifico o se instale in situ. Entre los sistemas aceptables se incluyen los paneles solares fotovoltaicos, los calentadores solares de agua, las bombas de intercambio de calor con el subsuelo (para calentar y enfriar espacios y para calentar agua) y la biomasa obtenida de residuos y de cultivos energéticos. Desde entonces el concepto ha sido adoptado por el Greater London Council (el Ayuntamiento de toda la zona metropolitana de Londres) y muchos otros municipios del Reino Unido. Cada municipio puede adaptar los detalles y los umbrales esbozados en el reglamento de acuerdo con sus circunstancias locales. Por ejemplo, el nivel original de un 10% de la demanda ha variado entre un 5% y un 20%. El umbral más corriente para la aplicación del reglamento es una urbanización de más de 10 viviendas o construcciones no residenciales con plantas de más de 1000 m2, pero existen otros umbrales. El reglamento también sirve para fomentar un diseño de los edificios que asegure el rendimiento energético, y para que se estudie su disposición y su orientación, ya que proporcionar un 10% de la demanda de energía con fuentes renovables es más rentable con niveles bajos de demanda. El consumo de energía en los edificios es supervisado posteriormente para comprobar que llegan a la meta. (OCDE, 2010) También se pueden favorecer las opciones centralizadas mediante políticas públicas. Con incentivos y precios garantizados muchas personas y muchas empresas pueden encontrar formas de generar electricidad y suministrársela a la red, o de intercambiar calor con un sistema de circulación de agua de todo un distrito. ¿Cómo pueden las ciudades utilizar reglamentos para crear edificios de bajas emisiones de carbono y capaces de soportar las perturbaciones producidas por los efectos del cambio climático? La ciudad de Boston aprobó un reglamento de delimitación de zonas para edificios verdes en enero de 2007 que exige que todos los proyectos de construcción que sobrepasen 4645 m2 sean diseñados de tal manera que cumplan las normas de nivel «oro» del Green Building Council (Consejo de Construcción Ecológica) de Estados Unidos. Mediante los criterios de diseño y ubicación de edificios, el nuevo reglamento puede conseguir reducciones de la demanda para iluminación, calefacción y refrigeración. También puede facilitar el logro de metas específicas para fuentes de energía, generación distribuida de energía y sistemas urbanos centralizados de energía. Los gobiernos locales también pueden abordar la amenaza de crecientes efectos de isla urbana de calor aplicando reglamentos de construcción que exijan «tejados verdes». Los tejados verdes pueden ser tejados en los que se ha plantado vegetación, los cuales pueden El cambio climático y el liderazgo de las ciudades El cambio climático y el liderazgo de las ciudades – Lección 3.3: Directrices para la implementación Pantalla 7 de 19 Página 3 de 4 aumentar el aislamiento del edificio del calor y del frío además de reducir la escorrentía de tormenta que llega hasta las vías fluviales locales. A la hora de seleccionar vegetación hay que tener en cuenta el clima y la disponibilidad de agua. El enfoque basado en reglamentos es más eficaz en el caso de edificios nuevos. Debido a que los reglamentos se aplican por igual a edificios ocupados por sus propietarios que a edificios alquilados, pueden solucionar el problema de los propietarios que hacen caso omiso de oportunidades para mejorar el rendimiento de los edificios, ya que sus inquilinos pagan los costes de funcionamiento. Los reglamentos son fáciles de poner en práctica utilizando sistemas de clasificación establecidos: basta con especificar un nivel de desempeño basado en el método de clasificación. Muchos países en desarrollo y sus ciudades están reformando y adaptando sus sistemas de clasificación de edificios según el rendimiento energético y el desempeño ambiental, incluyendo el cambio climático. Ahora hay muchas fuentes donde se pueden obtener modelos de reglamentos de construcción y las correspondientes especificaciones y directrices técnicas, los cuales pueden ser adaptados a las necesidades locales. Hay modelos disponibles para edificios tanto comerciales como residenciales. El International Initiative for a Sustainable Built Environment (Instituto Internacional para Entornos Urbanizados Sostenibles) es una buena fuente de estudios de casos y de conocimientos especializados y prácticos. Puede ponerse en contacto con la oficina más cercana a usted, descargar herramientas y acceder a actas de conferencias que incluyen muchos estudios tanto de edificios como de sistemas de clasificación. http://www.iisbe.org Los gobiernos locales se enfrentan al reto de revisar reglamentos de construcción locales para abordar posibles situaciones provocadas por el cambio climático, sobre todo las situaciones que exponen el entorno urbanizado a inundaciones y tormentas extremas. Los reglamentos de construcción que requieren que el suelo esté a una altura mínima en obras nuevas previstas en zonas en riesgo de inundación y de tormentas extremas representan una oportunidad que no se aprovecha lo suficiente. El reto de los gobiernos locales es evaluar la naturaleza de la amenaza comparándola con la métrica existente, por ejemplo la medición frecuentemente utilizada de una inundación de una magnitud que se repite a intervalos de 100-200 años. En los Países Bajos, por ejemplo, ahora se está utilizando una métrica basada en inundaciones de una magnitud que se registra una vez cada 1000 años para planificar proyectos de urbanización. Los reglamentos de construcción pueden exigir distancias mínimas hasta el suelo, aunque solo afectarán a construcciones nuevas y a reformas integrales. Por lo tanto hay que combinarlos con medidas adicionales de mitigación de las inundaciones, como las inversiones en rehabilitación y en infraestructura. Empiece a cambiar sus reglamentos aplicando las mejores prácticas a los edificios públicos, como parte de reformas y de diseños nuevos. Después amplíe el alcance incluyendo cambios que afectarán a toda la comunidad de la construcción. Los reglamentos deben ser sometidos a pruebas rigurosas y comprendidos perfectamente antes de ser impuestos. Contar con unas directrices para interpretar los cambios introducidos en los reglamentos puede resultar sumamente útil. Avance lentamente y supervise el progreso: los edificios son complejos y los reglamentos de construcción son difíciles de cambiar y de imponer. Aprenda de la arquitectura vernácula del lugar. Busque funciones nuevas o adicionales para estilos y materiales tradicionales. Afronte todas las amenazas (calor, inundaciones, lluvias, tormentas de viento, olas de frío, inseguridad alimentaria e inseguridad energética), sean cuales sean las posibles situaciones proyectadas. El cambio climático y el liderazgo de las ciudades El cambio climático y el liderazgo de las ciudades – Lección 3.3: Directrices para la implementación Pantalla 7 de 19 Página 4 de 4 ¿Cómo pueden las ciudades utilizar reglamentos para mejorar la mitigación y la adaptación en sistemas de transporte? Yakarta ha introducido dos iniciativas que han reducido la congestión del tráfico y han reducido considerablemente las emisiones de GEI del sector del transporte en la ciudad. La primera iniciativa, puesta en práctica en 2003, consistió en demarcar algunas vías arteriales importantes como vías de «tres en uno» durante las horas punta de la mañana y de la tarde. En estas vías solo podían circular vehículos que llevaran al menos tres ocupantes. Esta iniciativa fue mucho más ambiciosa que otras similares de otras partes del mundo, donde solo se reservaron unos pocos carriles para vehículos con más ocupantes. Esta regla ha tenido cierto efecto positivo en la reducción de la congestión del tráfico durante las horas punta y en la reducción de las emisiones de carbono. La aplicación estricta de este sistema también ha conducido a un cambio positivo en el comportamiento de los trabajadores que se desplazan diariamente a su puesto de trabajo, ya que ahora tienden a tener en cuenta las horas de restricción cuando quieren desplazarse. En su segunda iniciativa, en 2004, Yakarta reservó carriles a un sistema de transporte rápido en autobús. El acceso a estos carriles está controlado, y solo los utilizan autobuses que contaminan poco y funcionan con una frecuencia elevada (el tiempo de espera es de dos a tres minutos durante las horas punta). La red de transporte rápido en autobús se ha hecho muy popular y el gobierno local tiene intención de cubrir más vías arteriales en el futuro. Los reglamentos para desincentivar el uso de vehículos privados incluyen restricciones de su uso en zonas reservadas o durante determinadas horas del día, la subida de las tarifas de estacionamiento o la reducción de las plazas de estacionamiento, y la reducción de los límites de velocidad en ciertas zonas. Estas restricciones se suelen aplicar en las zonas centrales de negocios, en polígonos industriales o empresariales y en zonas comerciales. El reto con cualquier planificación del transporte es elegir una combinación de políticas que se apoyen mutuamente. Las políticas para desincentivar el uso de vehículos privados deberían ser combinadas con políticas para aumentar el servicio y la calidad del transporte público así como las conexiones de unos medios de transporte público con otros para maximizar la eficacia de ambos tipos de política. Las medidas para regular las emisiones de los vehículos y bajar los límites de velocidad pueden permitir que los gobiernos locales influyan en la eficacia de todos los vehículos locales. Los reglamentos para bajar e imponer rigurosamente los límites de velocidad y para impedir que los conductores dejen el motor al ralentí, dos cosas que sirven para aumentar el rendimiento del combustible, podrían ser más eficaces a la hora de reducir las emisiones de GEI que otras políticas de regulación, por ejemplo las que desincentivan el uso de vehículos privados mediante restricciones del estacionamiento y la conducción. No obstante, la velocidad media óptima para sacar el máximo rendimiento al combustible en la mayoría de los coches podría ser superior al límite de velocidad que suele haber en las ciudades, por lo que en algunas zonas urbanas resulta difícil reducir las emisiones de GEI limitando la velocidad. Los gobiernos locales podrían tener más oportunidades para poner en práctica políticas que restrinjan el funcionamiento de los motores al ralentí, porque estas reglas se pueden incorporar muy fácilmente a la imposición de restricciones de estacionamiento. El cambio climático y el liderazgo de las ciudades