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ISSN 1563-3225 Newsletter EDITORIAL “I get the news I need on the weather report”. I’ve had this line from a Paul Simon song in my head and it struck me that it might actually be possible to gather all the news I need from the weather report these days. Our changing climate is more infamous than ever, affecting and guiding news coverage of not only the weather but of business, politics, health, science and technology news. When I look at the wide range of topics covered by IAI research networks in the Americas, I see how climate change underscores global environmental change. Climate effects are clearly seen whether research projects are studying tree rings in Canada, coffee plantations in Guatemala or soybeans in Brazil. Climate variability has serious impacts on coffee growers in Mexico, and Central America that intensify economic uncertainties. Both lack and excess of rainfall are major agricultural production risks in Brazil and Paraguay. Weather extremes such as cyclones and drought are among the major climate-related risks to human populations and economic activity in western North America, the Gulf and the Caribbean. This issue of the Newsletter is looking at how the continuing climate challenge affects research and its link to policy. As the United Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC) prepared for its negotiations in Copenhagen, we invited IAI investigators and other contributors to share their thoughts on regional global change research and how it links to decisions and policy. The UNFCCC is guided by the science findings of the Intergovernmental Panel on Climate Change which assesses the science of climate change. The IPCC has largely been a global effort, and Ramón Pichs-Madruga, a member of the IAI's scientific advisory committee and co-chair of IPCC’s Working Group III describes the importance of regional, sub-regional and local knowledge to be adequately reflected in IPCC research findings. Other articles explore the economic, social and environmental impacts of global change. Often the implications and applications are very much at a regional scale: one team of IAI investigators is developing a seasonal climate forecast system for soybean farmers and policy makers in Southern Brazil and Eastern Paraguay, so they may be able to adapt management to inter-seasonal climate variability linked to climate phenomena such as El Niño. Another project is investigating the ongoing expansion of agriculture for biofuel production in the La Plata Basin, to explore if the unprecedented land cover change has impacts on regional weather and rainfall patterns. In the dry US-Mexico border region, IAI research assesses the vulnerability of different social groups to changing climatic conditions and provides this knowledge to decision makers and the population. Finally, the investigators from Guatemala, who have examined the vulnerabilities of the coffee sector within an IAI project, are now called upon by their government to guide that country’s political preparation for the Copenhagen negotiations. Having looked at strategies used by coffee growers ISSUE 1 -2009 in Mexico, Guatemala, Honduras, and Costa Rica to reduce their vulnerability to regional and global problems, they now provide guidance on the wider implications of climate change as they help their government define necessary actions and policies for adaptation. The fourth IPCC assessment report says that the earth’s average temperature has risen by 0.74 degrees between 1906 and 2005. Already in the spotlight as the imminent threat to our changing world, climate will continue to change and temperatures rise, as predicted by the IPCC. IAI will continue to engage global environmental change research towards the needs of member countries and the world. I remain optimistic that science will continue to work for informed policies and that delegations at COP-15 will work towards a strong global agreement. Rain or shine. Ione Anderson IAI Program Manager EDITORIAL “I get the news I need on the weather report” (Obtengo las noticias que necesito en el informe del tiempo). Con este verso de la canción de Paul Simon en la cabeza, se me ocurrió que en estos días realmente sería posible encontrar todas las novedades que necesito en el informe del tiempo. Nuestro clima cambiante es más tristemente célebre que nunca, afectando y guiando la cobertura periodística del tiempo, pero además de los negocios, la política, la salud, la ciencia y la tecnología. Cuando veo la gran variedad de temas que abarcan las redes de investigación del IAI en las Américas, noto el modo en que el cambio climático pone de relieve el cambio ambiental global. Los efectos del clima se ven claramente ya sea que los proyectos de investigación se centren en los anillos de árboles en Canadá, las plantaciones de café en Guatemala o la soja en Brasil. La variabilidad del clima tiene importantes impactos en los caficultores de México y América Central, ya que intensifican las incertidumbres económicas. Tanto la falta como el exceso de lluvia constituyen importantes riesgos a la producción agrícola en Brasil y Paraguay. Los eventos extremos, como ciclones y sequías, se encuentran entre los principales riesgos climáticos para las poblaciones humanas y la actividad económica del occidente de América del Norte, el Golfo y el Caribe. Este número del Boletín muestra cómo el continuo desafío que plantea el clima afecta la investigación 2 y sus vínculos con la política. Mientras la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) se prepara para las negociaciones en Copenhague, hemos invitado a científicos del IAI y otros autores a compartir sus ideas acerca la investigación del cambio global regional y el modo en que se relaciona con las decisiones y la política. La CMNUCC se apoya en los resultados científicos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) que evalúa la ciencia del cambio climático. En gran medida, el IPCC constituye un esfuerzo global, y Ramón Pichs-Madruga, miembro del Comité Asesor Científico del IAI y co-presidente del Grupo de Trabajo III del IPCC describe la importancia de reflejar de forma adecuada el conocimiento regional, sub-regional y local en las conclusiones del IPCC. Otros artículos exploran los impactos económicos, sociales y ambientales del cambio global. A menudo, las implicancias y las aplicaciones son de escala regional: un equipo de investigadores del IAI está desarrollando un sistema de pronóstico estacional del clima para productores de soja y responsables de formular políticas del Sur de Brasil y el Este de Paraguay, para que puedan adaptar el manejo a la variabilidad climática inter-estacional relacionada con fenómenos climáticos como El Niño. Otro proyecto está investigando la expansión de la agricultura en la cuenca del Río de la Plata, que está teniendo lugar para la producción de biocombustibles, para explorar si los cambios sin precedentes en la cobertura de la tierra afectan el tiempo y los patrones de precipitación en la región. En la seca región fronteriza entre Estados Unidos y México, la investigación del IAI está evaluando la vulnerabilidad de diferentes grupos sociales a los cambios en las condiciones climáticas y brinda estos conocimientos a los tomadores de decisiones y a la población. Finalmente, los investigadores guatemaltecos, que estudiaron las vulnerabilidades del sector cafetalero en el marco de un proyecto del IAI están siendo convocados por su gobierno para guiar la preparación de la política de ese país para las negociaciones en Copenhague. Habiendo estudiado las estrategias utilizadas por los caficultores de México, Guatemala, Honduras y Costa Rica para reducir su vulnerabilidad a los problemas regionales y globales, ahora brindan asesoramiento sobre las implicancias más amplias del cambio climático para ayudar a su gobierno a definir las acciones y políticas necesarias para la adaptación. El cuarto informe de evaluación del IPCC establece que la temperatura promedio de la Tierra se ha incrementado en 0,74 grados entre 1906 y 2005. Ya en el foco como la amenaza inminente a nuestro mundo cambiante, el clima continuará modificándose y la temperatura aumentará, según lo predijo el IPCC. El IAI seguirá involucrándose en la investigación del cambio ambiental global dirigida a satisfacer las necesidades de sus países miembro y el mundo. Sigo confiando en que la ciencia continuará trabajando para brindar información para las políticas y que las delegaciones a la COP-15 trabajarán para lograr un fuerte acuerdo global. Llueva o truene. Ione Anderson Gerente de Programas del IAI Hot Air and Politics Holm Tiessen * Tapes gone missing, evidence that is unavailable - that Washington Hotel made famous in 1974 by a departing President Nixon now looms over the debate on climate change. Blogs blossom since the posting on the internet of e-mails and other documents from a hacked server at the Climate Research Unit of the University of East Anglia has created an avalanche of often acrimonious discussion about climate change, climate politics and the integrity of scientists. An hour of surfing also reveals a mass of pseudoscience published since the hack. I "learnt" that CO2 absorbs infrared radiation completely within 10 meters, therefore adding CO2 to the atmosphere can not increase absorption any further (not so, at only 380 parts per million of CO2 that total absorption would need over 20 Km of atmosphere, and much more if the pressure (and so, gas concentration) drop with altitude is taken into account). Amid this maelstrom of information and mis-information coinciding with critical negotiations in Copenhagen, it is important to remember where the certainties and uncertainties of Global Change Science lie: - Anthropogenic CO2 emissions from the burning of fossil fuels and cultivation of new lands certainly more than account for the 90 ppm of extra CO2 that have accumulated in the atmosphere over the past 150 years. Here, though, the first uncertainty: more carbon has been emitted than has accumulated in the atmosphere. Some has been dissolved in the oceans (causing problems there), and some has gone "missing". We don't know how effective these carbon sinks will be in the future but it is likely that they will become less efficient. This uncertainty therefore means that CO2 accumulation in the atmosphere may get worse. - Those natural CO2 sinks act slowly, so that even if emissions were stopped, it would take many years to lower atmospheric CO2. If the effects of CO2 are harmful, it is therefore certain that the harm cannot be stopped rapidly. That in part explains the passion in the current debates. 3