Download - Fundación Chile 21
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
CUENCAS, ORDENACIÓN TERRITORIAL Y DESARROLLO RURAL COLECCIÓN IDEAS Patricio Rodrigo1 Año 14 Nº 139 Febrero 2013 1 Director del Programa de Medioambiente, fundación Chile 21 0 RESUMEN El trabajo desarrolla la relación entre la cuenca hidrográfica como unidad espacial, la ordenación territorial y el desarrollo de la ruralidad, entendiendo esta última como las diversas actividades productivas y de servicios que usan territorios que no son urbanos. Se realiza un análisis del medio rural, sus problemas fundamentales y las ideas que se han descrito sobre el desarrollo rural, así como las corrientes al respecto. Se plantea una clasificación de las cuencas en función de su hidrografía y el drenaje. Se analizan además los instrumentos de gestión ambiental relacionados con la ruralidad y los de planificación territorial del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo que tienen injerencia el la ordenación del territorio. Finalmente se proponen algunos criterios y orientaciones para el mejoramiento del marco regulatorio respectivo. ABSTRACT This paper considers the relationship between the watershed as the spatial unit, spatial planning and development of rural, understanding the latter as the various productive and service activities using non-urban areas. An analysis of rural, fundamental problems and ideas that have been reported on rural development and flows about. We propose a classification of watersheds based on their hydrography and drainage. It also discusses the environmental management tools related to rurality and territorial planning of the Ministry of Housing and Urban interference with the land use. Finally proposes criteria and guidelines for improving the regulatory framework. 1 El medio rural El crecimiento descontrolado de la urbanización en la Región Metropolitana de Santiago y otros grandes centros urbanos del país, en desmedro del medio ambiente, de las zonas rurales, de los suelos agrícolas y del crecimiento equilibrado con otras regiones deprimidas, hacen necesario una gestión integral del territorio, hoy día ausente en la política pública y manejada sólo desde el Ministerio de la Vivienda a través de sus instrumentos urbanos de planificación territorial y sujetos a una especulación inmobiliaria insostenible, donde el resto del sector público y los actores sociales quedan sólo de testigos de decisiones que afectarán gravemente su calidad de vida y sustentabilidad. Se requiere el desarrollo de instrumentos de política pública que faciliten el ordenamiento del territorio para las distintas escalas administrativas. El medio rural, en la actualidad se enfrenta a una agricultura cuyo papel, en conjunto con las actividades económicas, se ha visto considerablemente modificado en los últimos años, proceso que continuará hacia el futuro. El modelo de agricultura tradicional, productora de alimentos y altamente tecnificada ha perdido validez. La sociedad contemporánea demanda nuevas funciones y estilos de actividades agrícolas y de ruralidad en general (DAP, 1996). Además, se tiene una población rural envejecida, servicios inadecuados e infraestructuras ineficientes. Por otra parte, la población urbana predominante es de mayor sensibilidad ambiental y tiende por lo tanto a incrementar los estilos de agricultura de bajo impacto y a diversificar las funciones hacia otras actividades de naturaleza forestal, fauna silvestre, recreación y usos no alimentarios, en general. El paisaje de calidad se hace más importante que la producción misma, donde se aprecia las características naturales de las zonas rurales y se valora las técnicas de producción tradicionales. Los problemas fundamentales de las áreas rurales son los siguientes (DAP, 1996): Estructuras agrarias deficientes Escasa oportunidad de empleo Tecnoestructuras y equipamiento inadecuadas Escasa diversificación del tejido económico Desvalorización social de la actividad agraria Abandono del campo por parte de la población más joven y más dinámica. Se plantea, por lo tanto, una actividad distinta frente a lo agrario, por parte de los agricultores, como de la población rural en general y de los centros urbanos. La forma de vida y la actividad económica de la agricultura actual es gradualmente menos aceptada por la sociedad, existiendo al mismo tiempo perspectivas interesantes a mediano y largo plazo para enfrentar la crisis actual del medio rural. La creación de empleos no agrarios debe ser destacada. Sobre el desarrollo rural En las décadas de 1950 y 1960 el objetivo fundamental de las naciones más desarrolladas era, en relación con el desarrollo económico, el crecimiento económico, por lo que se le concedía una importancia primordial a la acumulación 2 de capital, situación que aún perdura en Chile. En la década de 1970 pasa a primer plano la equidad, por lo cual se le asigna un papel importante a la agricultura y la ruralidad (DAP, 1996). El Banco Mundial (1975) concibe el desarrollo rural como una estrategia diseñada para mejorar el nivel de vida económico y social de grupos específicos de la población. Se plantea el problema como un desarrollo integral que promueva una diversificación de la actividad económica sin perder de vista la identidad cultural de las zonas rurales ni la preservación de sus valores ambientales, culturales, históricos y patrimoniales. En concordancia con la nueva realidad social y económica se plantea que el desarrollo rural ha de tomar en cuenta lo siguiente: Equilibrio territorial. Equilibrio ecológico. Soporte de la recreación al aire libre y del esparcimiento. El desarrollo rural debe contemplar al menos los siguientes objetivos (DAP, 1996): Mejorar la calidad de vida en el espacio rural. Regenerar y dinamizar el tejido socioeconómico del medio rural. Mantención de la población en el medio rural. Protección medioambiental. Creación de empleo estable mediante diversificación y especialización. Para alcanzar estos objetivos se requiere llevar a cabo un conjunto de principios de actuación: Participación de los interesados en la confección de su propio desarrollo generando motivación, creatividad y compromiso. Pluriactividad. Fomento de la formación. Dinamización social y cultural de la población rural. Cooperación administrativa e institucional. Las corrientes de desarrollo que se han originado recientemente son: a. Desarrollo rural endógeno. Se define como “un proceso tendiente a incrementar el bienestar de la comunidad rural, mediante el establecimiento de actividades económicas y socioculturales utilizando, básicamente, sus propios recursos humanos y materiales”. b. Desarrollo rural integrado. Es “la integración de todas las potencialidades de aprovechamiento de los recursos existentes en la zona”. c. Desarrollo rural con enfoque local. Es “el proceso de organización del futuro de un territorio; y es el resultado del esfuerzo de planificación y concertación emprendido por el conjunto de actores locales, con el fin de valorizar recursos humanos y materiales de un territorio dado, manteniendo una negociación o diálogo con los centros de decisión económicos, sociales y políticos en donde se integran y de los que dependen”. 3 En la década del 1970 se genera el concepto de ecodesarrollo y en las décadas de 1980 y 1990 el tema central pasa a ser el de sostenibilidad y de desarrollo sostenible. La cuenca como unidad natural de ordenación territorial En los estudios o proyectos de ordenación territorial uno de los mayores problemas es delimitar la unidad ecológica con la cual se ha de trabajar. Esto debe ser resuelto antes de comenzar con el estudio detallado de cada uno de los elementos que componen la unidad de trabajo, que puede ser el predio o el municipio cuando se trata de estructuras administrativas del territorio; o cuando se trata de estructuras ecológicas o naturales, la unidad debe ser la cuenca. La cuenca hidrográfica constituye el área de alimentación de los ríos (Larrousse, 1979) y se define como el territorio delimitado por la propia naturaleza, esencialmente por los lindes de las zonas de escurrimiento de las aguas superficiales que convergen hacia un mismo cauce (Duorojeanni, 1995). Desde que se enunció la doctrina del holismo, los conceptos parciales de clima, suelo, vegetación y comunidad, entre otros, dejaron de tener el valor primitivo que se les asignaba con un criterio analítico. Para que expresen su valor real, deben ser considerados con criterio sintetizador o de ecosistemas (Fosberg, 1961). Los problemas de los recursos naturales pueden ser planteados y resueltos en su imagen ecosistémica. Esta imagen debe representar el fenómeno tal como se presenta en la naturaleza. Una vez logrado el objetivo es necesario ejecutar la solución, lo cual implica regresar al fenómeno. La gestión de cuenca es una de las bases fundamentales para lograr el desarrollo sustentable. Se asocia fuertemente a propuestas de descentralización, regionalización y, sobre todo, a establecer los nuevos papeles que le corresponden a actores locales y comunales. Sólo quienes conozcan su entorno sabrán hasta dónde puede ser éste intervenido, sin causar daños que lleven a un colapso irreversible (Duorojeanni, 1993). Una actividad que debe ser reforzada es la gestión de los recursos hídricos en el ámbito de la cuenca hidrográfica. Si se concentraran los esfuerzos para incorporar la dimensión ambiental, los cuales se encuentran hoy dispersos, se podría mejorar la calidad del agua en el ámbito de la cuenca, con lo cual se controlaría o reduciría un 50% de los actuales problemas ambientales. La cuenca hidrográfica es un territorio delimitado por la propia naturaleza, esencialmente por los lindes de las zonas de escurrimiento de las aguas superficiales que convergen hacia el mismo cauce. La cuenca, sus recursos naturales y sus habitantes, poseen condiciones físicas, biológicas, económicas, sociales y cultura-les, que les confieren características que son particulares a cada una (Cano y López, 1976). Físicamente, representa a un territorio definido, a una fuente natural de captación y concentración de agua superficial y por lo tanto tiene connotación esencialmente volumétrica e hidrológica. Al mismo tiempo, la cuenca y el agua captada por la 4 misma, es una fuente de vida para el hombre, aunque también de riesgo cuando ocurren fenómenos de la naturaleza extremos como sequías, inundaciones, o el agua es contaminada. En grandes cuencas con descargas de agua importante y con amplios valles relativamente planos, el eje de los ríos constituye también una zona de articulación entre sus habitantes, sobre todo por el uso del cauce del río para navegación, transporte y comunicación. El territorio de las cuencas facilita la relación entre sus habitantes, independientemente de que si éstos se agrupan dentro de dicho territorio en comunas delimitadas por razones político–administrativo, debido a su dependencia común a un sistema hídrico compartido, a los caminos y vías de acceso y al hecho que deben enfrentar peligros comunes. Debido a esta interdependencia, existen sistemas de conciliación de intereses entre los diferentes actores que dependen de una misma cuenca y del agua que producen conflictos entre ellos. Las cuencas hidrográficas facilitan la percepción del efecto negativo de las acciones que el hombre realiza sobre su entorno, sobre todo porque se refleja en la contaminación del agua. Esto es claramente indicado en las bases de la creación de Agencias de Cuencas de Francia, que sostienen que el medio acuático es una entidad que alberga y sostiene todo un mundo animal y vegetal, sus aguas y sus riberas conforman un edificio biológico particular. La intervención no pensada sobre uno solo de estos elementos rompe este equilibrio precario y determina un empobrecimiento general del medio natural. Por lo anterior, sostienen que la gestión armónica de los recursos hídricos requiere: Admitir, antes que todo, que una cuenca hidrográfica o hidrogeológica constituye una unidad territorial. Reconocer que considerar y preservar esta unidad es una condición esencial para la satisfacción óptima de la demanda de agua de diferentes escenarios. Reconocer la necesidad de definir objetivos específicos y apropiados a cada ámbito o territorio específico dentro de cada cuenca; y de ejecutar las obras y acciones necesarias para alcanzar tales objetivos. Aceptar que todos los usuarios tienen un legítimo derecho sobre el agua y, en consecuencia, admitir que cada uno de ellos tiene, en forma equivalente, limitaciones para su propio uso. La cuenca es, además, una unidad natural que sirve de base como territorio para articular procesos de gestión que tienden al desarrollo sustentable. Este último es función del crecimiento económico, la sustentabilidad ambiental y la equidad. Los procesos de gestión integrada de cuencas, por definición, deben por lo menos lograr alcanzar metas de aprovechamiento de los recursos de la cuenca (crecimiento económico) y de manejo de los recursos, con el fin de preservarlos, conservarlos o protegerlos (sustentabilidad ambiental). La equidad se alcanzará en la medida que los sistemas de gestión sean participativos y democráticos. 5 Clasificación de cuencas La clasificación de cuencas se basa en la densidad de corrientes, textura y forma, factores todos ellos deducibles por fotointerpretación a escala 1:20.000. Se distinguen en ella 14 tipos de cuencas superficiales y tres tipos espaciales de drenaje interno. Cuencas superficiales Cuencas de textura fina Son aquellas en las que el espaciamiento medio entre tributarios y corrientes de primer orden es menor a 0,6 cm. en la fotografía aérea. Cuencas de este tipo, reflejan elevados niveles de escorrentía superficial, roca madre impermeable y suelos de baja permeabilidad. Cuencas de textura media Son aquellas en las que el espaciamiento medio entre corrientes de primer orden oscila entre 0,6 y 5 cm. La escorrentía es media, la textura es intermedia y la permeabilidad también. Cuencas de textura gruesa La separación entre corrientes de primer orden es superior a 5 cm. La escorrentía superficial es menor, la roca es más resistente, aunque más permeable; y los suelos tienen elevada permeabilidad. Cuencas dendríticas Es el patrón que más frecuentemente se presenta y se caracteriza por mostrar una ramificación arborescente en la que los tributarios se unen a la corriente principal formando ángulos agudos. Su presencia indica suelos homogéneos y se presenta en zonas de rocas sedimentarias blandas, todas volcánicas, depósitos glaciares y antiguas llanuras costeras (Figura 1). Cuencas pinnadas Son cuencas dendríticas modificadas e indican un elevado contenido de limo en el suelo. Son típicas de zonas de loess o llanuras aluviales de textura fina. El drenaje tiene la forma de nerviación de ciertas hojas, en el que los tributarios se juntan formando ángulos casi rectos que se van agudizando aguas arriba (Figura 1). Cuencas de drenaje rectangular Es otra variable del drenaje dendrítico. Los tributarios suelen juntarse con las corrientes principales en ángulos casi rectos y dan lugar a formas rectangulares controladas por las fracturas y las junturas de las rocas. Cuanto más claro es el patrón rectangular, más fina será la cubierta del suelo. Suelen presentarse sobre pizarras metamórficas, esquistos; en areniscas resistentes si el clima es árido, o en areniscas de poco suelo (Figura 1). Cuencas de drenaje angulado Es una variante más del drenaje dendrítico en la que las fallas, fracturas y sistemas de unión han modifica-do su forma clásica. Aguas arriba son comunes las curvas fuertes, 6 formando ángulos grandes, ya que los tributarios suelen estar muy controlados por las rocas. El tipo y la dirección de los ángulos pueden reflejar un tipo específico de roca. Por ejemplo, las areniscas tienen tendencia a formar uniones paralelas, mientras que las calidades dan lugar a uniones muy agudas (Figura 1). Cuencas de drenaje enrejado Presentan tributarios paralelos y pequeños arroyos también paralelos que se juntan en ángulos rectos. Refleja más la estructura de la roca madre que el tipo de roca; y usualmente indica rocas sedimentarias plegadas o intercaladas en las cuales las corrientes principales siguen las uniones de las capas (Figura 1). Cuencas de drenaje barbado Se presentan cuando otras formas de drenaje se han visto modificadas por alabeos o cambios topográficos. El resultado indica un elevado grado de roturas tectónicas (Figura 1). Cuenca de textura fina Cuenca de textura media Cuenca de textura gruesa Cuencas dendríticas Cuencas pinnadas Cuencas de drenaje rectangular Cuenca de drenaje angulado Cuenca de drenaje enrejado Cuenca de estructura barbada Figura 1. Clasificación de los tipos de cuencas (MOPT, 1992) 7 Cuencas de drenaje desordenado Son sistemas de drenaje no integrado, resultantes de formas de suelo relativamente jóvenes con topografía llana o suave y elevada capa freática. En las depresiones existen zonas pantanosas, marjales, lagunas. Suelen presentarse en llanuras jóvenes, al final de morrenas y en llanuras aluviales (Figura 2). Cuencas de drenaje paralelo Se presentan en zonas homogéneas, de pendientes uniformes y suaves en las cuales las corrientes principales reflejan fallas o fracturas. Los tributarios suelen unirse formando ángulos generalmente iguales. Son típicas de llanuras costeras y de grandes afloramientos basálticos (Figura 2). Cuencas de drenaje radial o centrífugo Esta forma de drenaje se caracteriza por una red circular con canales paralelos procedentes de un punto elevado. Suele existir una corriente colectora principal que circula alrededor de la base de la elevación topo-gráfica. Los volcanes y cerros aislados suelen presentar este tipo de drenaje (Figura 2). Cuencas de drenaje anular Es similar, pero en este caso las uniones de la roca madre o las fracturas hacen que los tributarios sean paralelos. Se presentan estos tipos de cuencas en cerros graníticos o sedimentarios (Figura 2). Cuencas de drenaje centrípeto Es una variante del sistema radial en la que el drenaje se dirige hacia un punto central. Suele reflejar una depresión o el fin de un anticiclinal o sinclinal erosionado (Figura 2). Cuencas con drenaje interno La falta de un sistema integrado de drenaje es significativa también para la identificación del territorio y de las características geomorfológicas. Usualmente está asociado a materiales granulares de alta permeabilidad, sobre rocas porosas o solubles que dan lugar a fuertes drenajes subterráneos, calizas, corales, dunas y colinas costeras (Figura 2). Termokarst Suelen presentarse en sedimentos mal drenados de grado fino o sobre material orgánico de regiones de permafrost. El hielo provoca roturas y da lugar a formas poligonales, a veces hexagonales, que crean de-presiones y acumulaciones de agua (Figura 2). Cuencas de drenaje trenzado Se desarrollan muy localmente y no suelen servir como forma de clasificación. Los canales que constituyen el sistema son inestables y reflejan materiales gruesos (Figura 2). 8 Cuencas sin drenaje Pequeñas formas del terreno con cuencas insuficientes pueden no desarrollar una forma de drenaje. Entre ellas se pueden citar las dunas de arena y zonas glaciares, entre otros. Drenaje artificial En climas húmedos de topografía llana pueden encontrarse estructuras de drenaje artificial, en un intento de bajar el nivel de la capa freática. No se debe confundir con acequias de riego de zonas áridas o semiáridas (Figura 2). Cuenca de drenaje paralelo Cuenca de drenaje radial Cuenca de drenaje anular Cuenca de drenaje centrípeto Termokarst Cuenca de drenaje trenzado Esquema de drenaje artificial Cuenca de drenaje desordenado Figura 2. Clasificación de los tipos de cuencas, continuación (MOPT, 1992) Cuenca, predio y municipio La biogeoestructura corresponde al recurso natural, donde se conjugan los componentes abióticos del sustrato y atmósfera en un solo sistema al integrarse con los componentes bióticos de la fitocenosis y la zoocenosis. Corresponde al componente natural de los ecosistema–origen de la biosfera terráquea. 9 La materia abiótica se organiza en niveles de progresiva complejidad. Las mezclas de componentes sólidos, líquidos o gaseosos, se ordenan en estratas que presentan atributos diferentes que las sustancias originales. Por ejemplo, los suelos tienen atributos definidos que son diferentes de los atributos propios de cada uno de sus componentes en forma individual. Existe un mayor nivel de complejidad que es la cuenca. En ella las materias primarias se organizan dando lugar a sistemas de diversa complejidad. Los sólidos se organizan en una geoforma diferente que la natural, lo cual corresponde a la fisiografía del terreno o geoforma, que incluye los niveles inferiores de complejidad. Los líquidos se organizan dando lugar a la hidroforma. Las masas gaseosas se organizan fisiográficamente dando lugar a la aeroforma. Cumbre Ladera alta Altitud Ladera media Ladera baja Piedemonte ll Va lto ea lle Va ntr ce o lle Va jo ba Lla no ga Ve i iar Rip o io iar Rip lar Sa Lago Posición Relativa Figura 3. Esquema generalizado de la proyección vertical de una cuenca. Los atributos más relevantes se caracterizan de acuerdo con la posición relativa de la cuenca (Gastó y Gallardo, 1985) La unidad espacial natural de biogeoestructura es la cuenca, donde se integran sólidos, líquidos y gaseosos, formando unidades definidas de ocupación del espacio. El conjunto de cuencas constituye una región. La biocenosis es un producto de la interacción entre ecotopo y organismos. El proceso de génesis de la fitocenosis y zoocenosis concluye por generar arquitecturas fito y zoocenósicas diferentes, de acuerdo con su posición en la cuenca. En cuencas con cierto grado de madurez avanzada, la ordenación de los recursos, hábitat, fitocenosis y zoocenosis conduce a un modelo generalizado de arquitectura espacial, con sus respectivos componentes y conexiones. La vegetación debe corresponder a la posición relativa dentro de la cuenca. El uso que se le dé a la tierra, el tipo de aldeas y la organización socioestructural que presente, debe estar de acuerdo con las características del medio. 10 La organización administrativa de la cuenca estará dada por el o los predios y las comunas que la componen (Figura 4). La socioestructura (dada por la organización social) interactúa con la biogeoestructura propia del sector donde se localiza el predio. La tecnoestructura interactúa con ambas. El entorno y los sistemas incidentes corresponden a sus conexiones con el medio y sistemas externos. La estructura y organización del predio debe, por lo tanto, estar circunscrita dentro de los grados de libertad de la biogeoestructura, lo cual incluye tanto sus atributos intrínsecos como su posición espacial. Si se trata de una gran cuenca, numerosos predios o comunas pueden ubicarse dentro de ésta, los cuales presentan los atributos propios de la posición espacial donde se localizan. En este caso debe conjugarse lo ecológico con lo administrativo SOLANA UMBRÍA Meseta Cumbre Ladera escarpada PREDIO Ladera media Ladera suave Piedmont Valle alto Valle medio Valle bajo Llano arcilloso Llano hidromórfico Lacustre Llano hidromórfico Llano salino Figura 4. Esquema generalizado de la proyección horizontal de una cuenca, donde se indica la posición relativa ocupada por los predios Carquindaño y Yerba Loca de la V Región (Gastó, Contreras, Cosio y Demanet, 1986) 11 Sobre ordenamiento territorial y desarrollo rural sustentable En forma previa a realizar un acercamiento al problema, se debe tener en cuenta el diagnóstico compartido sobre la situación el Ordenamiento Territorial (OT) rural en Chile, donde lo básico que se constata es la carencia de un marco regulatorio claro, que fije las reglas del juego en la materia y permita acoger en la toma de decisiones políticas, a miradas más sistémicas en los problemas del territorio donde el rol de sus actores pasa a ser fundamental. El OT no es una clásica planificación burocrática, sino un proceso social y político que incorpora elementos ambientales, sociales y económicos. Si bien últimamente el Minvu ha intentado a través de la reformulación de los IPT, comunales, intercomunales y regionales, incorporar el territorio rural, no han sido pocos los inconvenientes que ha encontrado, desde los técnicos por predominar una visión sectorial, hasta los legales cuando la Contraloría ha objetado la incursión del sector vivienda en regular las zonas rurales. Los IPT del Minvu, deben incorporar la información conocida del territorio rural y su potencial, justamente para que en sus planes urbanos lo potencien y no limiten sus capacidades. Lo que no siempre ocurre, dado que la actual legislación favorece al Minvu para hacer y deshacer en cualquier parte del territorio no regulado. Esto por que en el medio rural, encuentra instituciones débiles con facultades dispersas y autoridades locales que han abandonado la ruralidad, tanto por que los municipios tienen pocas facultades y las que tienen no las ejercen, ya sea por falta de gestión o por no disponer de los recursos. Avanzar en la definición de reglas claras, es una tarea prioritaria que debe emprenderse cuanto antes mejor. Sin un marco regulatorio que ordene las diferentes opciones y actividades en el territorio rural, sumado al fuerte crecimiento de la actividad económica y emprendimientos diversos, se puede llegar a producir una fuerte limitante estructural al crecimiento y provocar futuros conflictos por incompatibilidades, lo que sin duda limitará nuestras potencialidades. En el caso contrario de contar con planes de ordenamiento territorial, son señales claras donde las inversiones tienen rentabilidad social para la inversión pública y mayor certeza jurídica a la inversión privada. Este diagnóstico ha sido acogido en el actual programa de gobierno y está pendiente hacer la discusión de política y legislativa, que sea capaz de definir la institucionalidad y los instrumentos adecuados para el país. Estos deben posibilitar conciliar los diferentes intereses legítimos en función de desarrollo sustentable. Es necesario tener nuevos instrumentos de OT para el espacio rural, los actuales que se aplican, como, las zonas libres de caza, cambio de uso, las zonas de interés turístico, las sitios prioritarios de la biodiversidad, los santuarios de la naturaleza, parques y reservas, entre otros, están dispersos, no coordinados y responden sólo a interese puntuales y no a estrategias y planes de desarrollo territorial. Para disponer de los nuevos instrumentos es recomendable una doble estrategia política, por un lado con el actual marco legal vigente, diseñar algunos instrumentos que eviten el inmovilismo en la materia contribuyendo a resolver problemas más críticos como los suelos de riego, y por otro generar la discusión que nos lleve a una legislación moderna que defina además la institucionalidad responsable. 12 Los instrumentos de OT por definición son intrínsicamente intersectoriales, ya que no responden a los objetivos de un sólo sector, sino una forma de realizar un proceso de diálogo entre los actores y un mejoramiento de los vínculos de la cohesión social. Son instrumentos que deben articular los intereses ambientales, sociales y económicos, para un territorio definido en búsqueda de su mejor opción de desarrollo sustentable. Por otra parte los instrumentos son también una función pública que da respuesta a la necesidad de orientar y ordenar el crecimiento espontáneo de las actividades humanas para prevenir problemas y desequilibrios teniendo como meta la calidad de vida y no sólo el crecimiento económico. Para el Ministerio de Agricultura el desarrollo rural debería ser un potente instrumento de OT, ya que es más cercano a sus funciones históricas. Este fue abandonado luego del régimen militar y nunca ha retornado a cabalidad. Su reingeniería como instrumento posibilitaría poner un escenario de OT en espacios rurales prioritarios, activar a los actores involucrados y poner en marcha en proceso de participación para la búsqueda del desarrollo sustentable. Los instrumentos por naturaleza deben ser flexibles, poder ser revisados y modificados, cuantas veces sea necesario para mejorarlos, lo peor para el OT sería petrificar un proceso que por naturaleza es dinámico y lleno de desafíos. Por consiguiente estos instrumentos deben ser vinculantes en todas las materias que estén reguladas por ley y por normas, como las restricciones por pendientes, por riesgos, áreas protegidas, monumentos nacionales, etc. e indicativos para los usos donde la propia iniciativa de los privados dé a sus predios particulares. Esa es la única forma además donde los instrumentos de OT no choquen con el derecho de propiedad. En cuanto a la escala territorial del instrumento, al menos se visualizan las siguientes: A nivel regional: Debe existir un Plan Regional de Desarrollo Territorial, anclado en la institucionalidad regional del caso, vinculada al GORE y que sea un reflejo espacial de la Estrategia de Desarrollo Regional. A nivel de cuencas: Debe haber un instrumento Intercomunal de comunas que formen parte de la misma cuenca, trabajar el OT en esta escala, será imprescindible para llevar a cabo la gestión integrada de cuencas hidrográficas que está en los planes de Gobierno. A nivel comunal: Debe existir para las comunas rurales. El Plan de Ordenamiento Territorial Rural, como un instrumento relacionado al Pladeco, al Plan Regulador y al Plan de OT de la Cuenca correspondiente. A nivel predial: Los predios particulares, también pueden en forma voluntaria aplicar instrumentos de OT-predial para optimizar sus recursos, proteger los suelos y diseñar un uso que sea sustentable. En caso que sus predios estén afectados por zonificaciones y definiciones normativas o tengan planes de manejo aprobados por la autoridad, dichos usos se hacen vinculantes. 13 Sin un ordenamiento territorial para el espacio correspondiente a la cuenca hidrográfica, no puede haber gestión integrada de cuencas, son instrumentos estrechamente relacionados y vinculados entre sí. El OT debe contribuir, tanto a definir donde están las mejores potencialidades del espacio territorial, como a las definiciones de uso preferentes de suelo que sus actores desean. Esto debe facilitar la mejor asignación de las aguas de la cuenca. También en este ámbito de intercomunas que forman parte de la cuenca, el OT debe facilitar la focalización de la inversión social y productiva, orientada tanto a resolver los problemas urgentes de la pobreza rural, como a descubrir donde están los nuevos nichos de mercado que generen crecimiento económico y empleo sustentable. Este instrumento debe velar parea que exista una equidad territorial, monitoreando permanentemente los resultados de la inversión social y la evolución de los indicadores. Los ministerios sectoriales y sus servicios, deben desempeñar sus funciones articulados e integrados a los planes territoriales en sus diferentes escalas de aplicación. Sus políticas y reglamentos estar adaptadas para poder responder a los grandes objetivos y metas que se fijen por parte de las autoridades políticas territoriales sujetos a planes y programas de OT. La inversión sectorial no debe ser impuesta por un enfoque centralista, sino debe considerar el OT como un instrumento que sirva para la delegación de poder y recursos a las regiones y comunas del país. Los instrumentos ambientales y competencias legales en la ordenación del territorio El tipo de acciones ambientales que se ejecutan en los diferentes servicios en la ruralidad tiene relación, básicamente, con: Planificación ambiental: Formulación de políticas ambientales, elaboración de planes y programas, evaluación de impacto ambiental, coordinación de asuntos ambientales. Regulaciones: Establecimiento de normas ambientales, autorización (ambiental) de proyectos y actividades, otorgamiento de permisos o licencias y concesiones, determinación y administración de cargas e incentivos económicos. Control ambiental: Fiscalización ambiental, monitoreo y vigilancia ambiental, control técnico y legal, policía administrativa, tribunales y sanciones administrativas. Prestación de servicios ambientales: Prestación de asistencia técnica ambiental, prestación de asistencia financiera ambiental, producción de servicios ambientales. Reparación de daños ambientales: Reparación de daños al medio ambiente, reparación de daños provocados por fenómenos naturales críticos o desastres. 14 Uso de recursos naturales: Zonificación, otorgamiento de derechos y concesiones de uso, licencias y permisos de caza y pesca. Desde el punto de vista del medio o recurso impactado en la ruralidad, las competencias se pueden agrupar de la forma que se indica en el cuadro siguiente: MEDIO o RECURSO IMPACTADO AIRE AGUA GENERACIÓN DE NORMAS Min.Sec.Gral.Presidencia. Min. Salud1 Min. Agricultura Min. Transportes Min.Sec.Gral.Presidencia. Min. Salud Min.Obras Públicas. SUELO3 Min.Sec.Gral.Presidencia. Min. Agricultura Min. Vivienda y Urbanismo. Min. Salud Min. Minería. BOSQUE PESCA Min. Agricultura Min. Economía. FIZCALIZACION Servicios de Salud SAG Min. Transportes Min. Minería2 Servicios de Salud SISS DIRECTEMAR DGA SAG SAG CONAF Min. Vivienda y Urbanismo Servicios de Salud SERNAGEOMIN CONAF Subsecretaría de Pesca. EMISIÓN DE PERMISOS Servicios de Salud SAG DGA Min. Obras Públicas Servicios de Salud SAG CONAF Comisión Mixta (Turismo, Salud, Vivienda y Agricultura) Servicios de Salud SERNAGEOMIN CONAF Subsecretaría de Pesca. 1. La fiscalización que realiza el Ministerio de Salud se hace a través de los Servicios de Salud. Las municipalidades emiten un permiso general denominado “Permiso de Construcción”, que requiere el informe favorable de los servicios involucrados. 2. Sólo en el caso del Decreto Supremo Nº 185, que entrega facultades a ese ministerio. 3. El suelo está tomado como receptor de residuos o actividades. En el nivel regional, existen varios instrumentos de gestión ambiental de carácter sectorial y territorial que tienen relevancia para la ordenación del territorio, con mayor o menor grado, todos ellos derivados de distintos cuerpos normativos: Sistema nacional de áreas silvestres protegidas del Estado: Comprende parques y reservas nacionales y monumentos naturales. Su fuente es la Ley de Bosques, la Ley N.° 18.362 y la Convención de Washington. Santuarios de la naturaleza: Su fuente es la Ley de Monumentos Nacionales. 15 Áreas de protección turística: Tiene por objeto la protección de la flora y bosques y su fuente es la Ley N.° 18.378. Sitios de interés turístico: Son establecidos por el Decreto Ley N.° 1224, de 1974. Especies de flora protegida: Son especies vegetales cuya corta y tala está prohibida, conforme a la Ley de Bosques. Especies de fauna protegida: La Ley de Caza establece como regla general la prohibición de caza, actividad que sólo se puede efectuar en relación con un número reducido de especies y en determinadas épocas. Planificación territorial: La Ley General de Urbanismo y Construcciones otorga competencias al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con las municipalidades, para la ordenación, uso y planificación del territorio. En la Región Metropolitana de Santiago, se puede mencionar el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), que es elaborado por el Gobierno Regional, cuyos principales instrumentos, que deben ser recogidos por los planes reguladores comunales son: 1) 2) 3) 4) 5) 6) Los límites de extensión urbana. Los usos del suelo. Las zonas exclusivas de usos molestos. Las áreas de restricción. Las áreas de ubicación de infraestructura sanitaria. Las áreas de valor natural. Particular interés revisten las Áreas de Valor Natural, no sólo por la extensión que ellas ocupan en el territorio de la Región Metropolitana de Santiago, que es significativo, sino que, también, por las restricciones que imponen al uso del suelo, lo que, directa e indirectamente, protege la biodiversidad. Estas se clasifican en: Áreas de preservación ecológica: Corresponden a aquellas áreas que serán mantenidas en estado natural, para asegurar y contribuir al equilibrio y calidad del medio ambiente, como asimismo preservar el patrimonio paisajístico. Son parte integrante de estas zonas, los sectores altos de las cuencas y microcuencas hidrográficas; los reservorios de agua y cauces naturales; las áreas de preservación del recurso nieve, tanto como para su preservación como fuente de agua potable, como para evitar el emplazamiento de construcciones dentro de las canchas de esquí; las cumbres y los farellones; los enclaves de flora y refugios de fauna; como asimismo, los componentes paisajísticos destacados. Quedarán integradas en esta zona, con sus correspondientes legislaciones, las diversas áreas que tengan características de Áreas Silvestres Protegidas, como los Parques Nacionales, Reservas Nacionales, las Áreas Complementarias a las Áreas Silvestres Protegidas y que corresponden a los Santuarios de la Naturaleza y Lugares de Interés Científico y en general todas aquellas áreas que conforman Reservas Naturales, Monumentos Naturales y Áreas de Protección Existentes (Art. 8.3.1.1. del PRMS). 16 Áreas de protección ecológica: Corresponden a aquellas áreas en las cuales se podrán desarrollar, además de las actividades silvoagropecuarias y/o agropecuarias, determinadas actividades de carácter urbano, en tanto se conserve las características del entorno natural y las intervenciones que ellas generen, contribuyan al mejoramiento de la calidad del medio ambiente o incrementen sus valores paisajísticos (Art. 8.3.1.2). Áreas de rehabilitación ecológica: Corresponden a aquellos cerros islas, incorporados al Sistema Metropolitano de Áreas Verdes y Recreación, entre los que se cuentan el Cerro Lo Aguirre (Pudahuel, Maipú); Cerro Chena (San Bernardo, Calera de Tango); Cerrillos de Lo Castro (Quilicura); Cerro Negro (San Bernardo); Cerro Lo Herrera (San Bernardo); y Cerro Los Morros (San Bernardo). Todos estos instrumentos protegen, de manera indirecta, la biodiversidad en el nivel regional, y deben ser respetados por los instrumentos de planificación comunal, como los Planos Reguladores Comunales, y las Ordenanzas Municipales. En ese sentido, la definición de la estrategia y los sitios prioritarios para la región, implica la incorporación de nuevos instrumentos de protección de la biodiversidad. Un plan de manejo de carácter territorial para tal propósito. Este debe ser un referente integrador de los otros instrumentos y buscar sinergismos que agilicen las acciones prioritarias y la sumatoria de recursos. Uno de los desafíos principales de la institucionalidad pública para sacar adelante los planes de acción, consiste en lograr la organización de los actores relevantes de cada sitio e involucrarlos en el proceso, para lo cual se requieren metodologías de intervención territorial con participación ciudadana efectiva y de los gobiernos comunales. Propuesta institucional y marco regulatorio El desarrollo rural, como instrumento de acción del Estado, quedó abandonado desde el gobierno de Pinochet, quienes lo advertían equivalente a la reforma agraria, que en el país se ha transformado en un tabú y no existe ninguna evaluación de sus resultados luego de más de 50 años desde que el Presidente Jorge Alessandri comenzó a implementarla por la sugerencia o imposición de la Alianza para el Progreso. El Estado sencillamente desde los años 70 dejó de lado a la ruralidad y solo se preocupó del desarrollo económico agropecuario y forestal. Hubo en los periodos del presidente Frei y Lagos intentos frustrados de integrar una visión de desarrollo rural y territorial, como los programas Pro-Rural y Chile-Emprende, que no dieron resultados por carecer de un marco legal que les diera el peso en la institucionalidad y la política pública. Con relación a la política de gestión de cuencas, se intentó hacer una implementación del mismo en el Gobierno de la Presidenta Bachelet, que como otros intentos anteriores se frustró en el camino y sencillamente se abandonó. 17 Desde el punto de vista regulatorio, para articular con un sentido moderno al territorio, al desarrollo rural y a las cuencas, se necesita la creación de una ley marco de ordenamiento territorial y desarrollo rural la cual integre todos los cuerpos legales dispersos que tengan potestad sobre cada uno de los componentes del territorio y la ruralidad y la dote de una institucionalidad responsable. Esta ley debiese ser transversal a todos los organismos del Estado y vertical para la unión de las diversas ramas del quehacer nacional. Se tiene que con el tiempo las política a nivel nacional debiera tender a no sectorializar por ministerio, las acciones sobre el territorio, y debiesen coordinarse de forma armónica todos las acciones sobre el territorio no de forma cartesiana, sino de manera multidimensional, teniendo una subsecretaría de Territorio, la cual tenga potestad real de las acciones a ser llevadas a cabo, como obras de gran relevancia como urbanizaciones y obras civiles de magnitud considerable. Algunos de los criterios orientadores para un marco regulatorio de este tipo son: Se requiere un Estado gestor y con voluntad política de intervenir discriminatoriamente en sociedad rural, promoviendo y regulando su crecimiento, equiparándolo a las ciudades en cuanto a oportunidades. Reconocer al medio rural como el principal proveedor de servicios ambientales para el desarrollo urbano e industrial. Implementar una política de reinstalación de jóvenes en las explotaciones agrícolas y actividades conexas, para lo cual se debe dinamizar un mercado de tierras. Refundar el tejido social rural, creando un Fondo Nacional de Formación y Capacitación de Dirigentes Campesinos y Productores Rurales desde el MINTRAB. Promover una agresiva política de desconcentración industrial que invierta y desarrolle las áreas rurales. Fortalecer e incrementar el programa de vivienda y postas rurales. Generar una política nacional de desarrollo de la cultura rural regional, creando las instancias institucionales correspondientes centradas en los municipios. Fortalecer nacionalmente la política de turismo rural con criterios de sustentabilidad. 18 BIBLIOGRAFÍA ALTHIÉ, M. y Ch. CALLIERI (ed.). 1996. Plan de acción regional ambiental. Propuesta. II región de Antofagasta. Fortalecimiento de la Capacidad Regional de Gestión Ambiental. Antofagasta. BARRAGÁN, J. 1993. Ordenación, planificación y gestión del espacio litoral. Oikos– TAU, Barcelona, España. CLAUDE, M. 1997. Una vez más la miseria. ¿Es Chile un país sustentable? LOM Ediciones. Santiago, Chile. CONSEJO DE MONUMENTOS NACIONALES, 1997. Patrimonio cultural. Seminarios. Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos. Santiago, Chile. DOUROJEANNI, A. 1993. Procedimientos de gestión para el desarrollo sustentable, aplicadas a macrorregiones y cuencas. Documento 89/05. Serie Ensayos ILPES–CEPAL. Santiago, Chile. DURÁN, D. 1997. Comarcalización rural y análisis territorial. Tesis Magíster Asentamientos Humanos y Medio Ambiente. Instituto Estudios Urbanos. Fac. Arquitectura y Bellas Artes. P. Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. GALLARDO, S. y J. GASTÓ. 1987. Sistema de clasificación de pastizales. Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad de Agronomía, Dpto. de Zootecnia. Sistemas en Agricultura. IISA 87 14. Santiago, Chile. GASTÓ J., J.E. GUERRERO y F. VICENTE. 1994. Bases ecológicas de los estilos de agricultura y del uso múltiple. En: Ramos E. y J. Cruz. Hacia un nuevo sistema rural. Junta de Andalucía y Universidad Internacional Antonio Machado. Sevilla, España. 33 p. (En Prensa). GASTÓ, J. 1980. Ecología. El hombre y la transformación de la naturaleza. Editorial Universitaria. Santiago, Chile. 300 p. GASTÓ, J. 1996. Manual de Ordenamiento Territorial, Borrador. Santiago, Chile. 452 p. GASTÓ, J. y P. RODRIGO. 1996. Ordenamiento territorial y bosque nativo. En: Simposio Nacional “Hacia una política para el manejo sustentable del bosque nativo”. Enero 1996. Santiago, Chile. GASTÓ, J., P. RODRIGO., y L. ARANGUIZ 2002. Ordenamiento territorial, Desarrollo de Predios y Comunas Rurales. Santiago, Chile. GASTO, J., R. ARMIJO y R. NAVA. 1984. Bases heurísticas del diseño predial Sistemas en Agricultura 8407. Departamento de Zootecnia. U. Católica de Chile. GASTÓ, J., F. COSIO y D. PANARIO. 1993. Clasificación de ecorregiones y determinación de Sitio y Condición. Manual de aplicación a municipios y predios rurales. Red de Pastizales Andinos. Quito, Ecuador. 19 GASTÓ, J., P. RODRIGO y C. GONZÁLEZ. 1993. Ordenamiento Espacial de Fundos. Ciencia e Investigación Agraria, 20: 149-159. GASTÓ, J., F. SILVA y F. COSIO. 1990. Sistema de clasificación de los pastizales de Sudamérica. Sistemas en Agricultura. 9: 1-92. Facultad de Agronomía, Depto. de Zootecnia. P. Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. GASTÓ, J., L.D. VÉLEZ y C. D’ANGELO. 1997. Gestión de recursos vulnerables y degradados. En: E. Viglizzo. Elementos para una política agroalimentaria en el Cono Sur. IICA. Monte-video, Uruguay. GÓMEZ, D.1993. Planificación Rural. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid, España. Editorial Agrícola Española. 396 p. GÓMEZ, D.1994. Ordenación del Territorio; una aproximación desde el Medio Físico. Instituto Tecnológico GeoMinero de España. Editorial Agrícola Española. Madrid, España. 238 p. GONZÁLEZ, F. 1981. Ecología y paisaje. Blume. Barcelona, España. GREEN. 1992. Countryside Conservation. E & F. N. Spon. Londres. LAVANDEROS L., J. GASTÓ y P. RODRIGO. 1994. Hacia un Ordenamiento Ecológico– Administrativo del Territorio, Sistemas de Información Territorial. Santiago, Chile. Editores: Ministerio de Bienes Nacionales, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Católica de Valparaíso y Corporación ChileAmbiente.197p. MINVU. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Julio de 1989, Circular Nº 6: "Planes Reguladores Intercomunales; criterios técnicos e instructivo para su confección". MINVU. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Septiembre de 1985. Circular Nº 11: "Sobre la confección de Planes Reguladores Comunales en concordancia con la Política Nacional de Desarrollo Urbano". MOSTNY, G. 1954. Apuntes sobre el Cunza en Peine, un Pueblo Atacameño. Publicación Nº 4. Instituto de Geografía, Facultad de Filosofía U. de Chile. Santiago, Chile. ODEPA–SAG DEPROREN. 1994. Propuesta para una política de defensa de suelos. Santiago, Chile. RODRIGO, P. 1980. Desarrollo de un planteamiento metodológico clínico de ecosistemas para el ecodesarrollo. Tesis Magíster en Producción Animal. Facultad de Agronomía. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile. ROMERO, 1993. Teoría de la decisión multicriterio: concepto técnicas y aplicaciones. Alianza. N. Madrid. SANHUEZA, R. y C. VIDAL. 1996. Análisis integra-do de los riesgos naturales en la ciudad de Concepción. Tesis. Facultad de Humanidades y Artes. Universidad de Concepción. Concepción. 20 SCHLOTFELDT, C. 1998. El ordenamiento territorial ambiental: una tarea factible. Documento. Serie Azul 20. Instituto de Estudios Urbanos. P. Universidad Católica de Chile. 66 p. TOLEDO, X. y E. ZAPATER. 1989. Geografía general y regional de Chile. Universitaria. Santiago, Chile. URRUTIA, C. 1997. Bases para el diseño de un instrumento de información territorial para el ordenamiento del espacio rural a partir del Sistema de Clasificación de Ecorregiones. Tesis Ing. Agrónomo. Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad de Agronomía e Ing. Forestal, Departamento de Zootecnia. Santiago, Chile. 136 p. 21