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TALLER A FLOR DE PIEL Combatir el daño solar e hidratar en profundidad, consejos antiaging CF, en colaboración con Ladival' (Stada), ha organizado un taller sobre dermo', en el que cinco farmacéuticas conocieron de manos de una experta cómo crear una subcategoria de fotoenvejecimiento dentro de cosmética. Gema Suárez Mellado | gsuarezm@correofarmaceutico.com | 31/03/2014 00:00 Vídeo del taller 'A flor de piel' La radiación solar es el factor extrínseco más determinante en el envejecimiento de la piel. Por eso, una protección solar adecuada frente al UV-A, UV-B y, principalmente, frente al infrarrojo A es la mejor estrategia para prevenir el fotoenvejecimiento. Por tanto, un buen tratamiento antiedad debe contener obligatoriamente un protector solar eficaz y completo. Es más, la recomendación debe incluir no sólo protección sino también corrección de manchas y reparación de ADN, así como nutricosmética para luchar contra los radicales libres también desde el interior. Éstos son los principales mensajes transmitidos por Asunción Arias, farmacéutica y asesora independiente de farmacias, que ha impartido el Taller A Flor de Piel, organizado por CF con la colaboración de Ladival, de Stada, y que se titula Fotoenvejecimiento: una nueva subcategoría en la Farmacia. CONTRA LOS RADICALES LIBRES Arias recordó que toda la radiación solar (UV-A, UV-B y los IR-A) "produce fotoenvejecimiento, aunque cada una va a actuar a niveles distintos de la piel" (ver gráfico). Concretamente, los IR-A "actúan a nivel de la mitocondria y generan radicales libres. Éstos activan unas encimas, las metaloproteínas, que destruyen el colágeno y la elastina, lo que contribuye al desarrollo del envejecimiento prematuro". Para combatir estos daños, la experta menciona los "cócteles de antioxidantes que impidan la acción de los radicales libres". Por tanto, insiste en que "cualquier producto que se recomiende para protegerse del sol tiene que contener antioxidantes", y que esa combinación tenga estudios in vivo e in vitro que demuestren su eficacia. En este sentido, menciona el cóctel de vitamina C y ácido ferúlico. Otro activo importante es la "fotoliasa, una encima procedente de un alga, de la que se ha demostrado que reduce hasta en un 45 por ciento las alteraciones del ADN producidas por la radiación solar". Otro de los signos visibles del fotoenvejecimiento son las manchas, "que se producen por acúmulo de melanina generado por la radiación ultravioleta". "Inhibiendo la tirosinasa -afirma- podríamos evitar que se forme la melalina, pero es muy difícil acabar con ella". Por ello, es necesario abrir varios frentes si se quiere acabar con las manchas. "No basta con aplicar una crema solar con un factor de protección alto", sostiene. Uno de esos frentes es combatir los efectos de la lipofuscina, que es un pigmento que aparece con la edad y se genera por la oxidación de los lípidos y proteínas". Conociendo estos efectos del sol sobre la piel, Arias hace hincapié en que todo tratamiento antienvejecimiento debe cumplir cuatro objetivos: "En primer lugar, debe regenerar la epidermis, hidratándola en profundidad, gracias a los factores de hidratación natural, lípidos cementantes y moléculas biomiméticas. En segundo lugar, tiene que disminuir la melanogénisis (producción de melanina por la radiación ultravioleta). En tercer lugar, tiene que recuperar la sustancia fundamental de la dermis, "formada por agua, gelatina, fibroblastos, proteoglicanos, aminoácidos y glicosaminoglicanos, de los cuales el más importante es el ácido hialurónico. Y por último, debe reconstruir la trama protéica". RITUALES DIARIO En cuanto a los rituales diarios, Arias menciona varios pasos importantes: la limpieza de la piel, la exfoliación, la hidratación con un serum que tenga antioxidantes, el tratamiento antiedad, con mascarillas y productos específicos, según el tipo de piel, y la fotoprotección.